Sunteți pe pagina 1din 8

Leyendas

El Sombrerón
Al igual que la Llorona, El sombreron es una de las leyendas más populares en Guatemala
y por lo tanto, tiene varios elementos similares y varios elementos distintos en cada uno de
los relatos. Todas las leyendas concuerdan en que el sombreron era una hombre de pequeña
estatura, que usaba un sombrero muy grande, siempre estaba con una guitarra y tenía una
voz maravillosa. Cuentan las leyendas que el sombreron vio a una mujer que lo deslumbro
con su belleza, de ojos oscuros y pelo negro. Al verla no puedo resistirse y quiso
enamorarla, por lo que se acerco a su balcón y le cantó serenata. La mujer, a quienes en
algunas leyendas la llaman Celina, se enamoró de este pequeño hombre con esta angelical
voz a quien esperaba todos los días. Celina dejo de comer esperando a la llegada del
hombre con la voz melodiosa. Los padres de Celina, preocupados, llaman a un sacerdote y
al ver que este no podía ayudarla, la llevaron a un convento. La muchacha murio de tristeza
y el dia del velorio apareció el sombreron cantando y llorando de tristeza. Desde ese día,
cuentan las leyendas que se puede escuchar al sombreron cantar con su guitarra en las
noches y busca a mujeres de pelo negro y ojos oscuros. Asi mismo, se dice que para
auyentar al sombreron de una mujer a la que persigue, a esta se le debe de cortar el pelo.

La Ciguanaba
La ciguanaba, según cuentan la leyenda en su origen, era una mujer llamada Sihuehuet,
cuyo nombre significa mujer hermosa. Esta mujer tenia una relación con el hijo de un Dios,
del cual quedo embarazada. Pero Sihuehuet probo no ser una buena madre, al contrario, fue
una madre que no cumplia con sus obligaciones. A parte de ser una mala madre, Sihuehuet
tenía un amante. Al descubir esto, el hijo del Dios, llamado Tlaloc, maldijo a Sihuehuet. La
maldición consiste en que la mujer sería bella de lejos pero una vez las personas se
acercaran y la vieran de cerca seria una mujer horrible. Esta leyenda continua estando
vigente, ya que, según cuentan los relatos, la ciguanaba es una mujer que parece hermosa a
primera vista pero al acercarse tiene cara de yegua o incluso de calavera. Se dice que la
ciguanaba persigue a los hombres que son infieles o trasnochadores. Siguen contando las
leyendas que la ciguanaba atrae a los hombres a barrancos o lugares desiertos para que las
personas mueran al seguirla. Otra de las versiones es que la ciguanaba mata del susto a las
personas o que, sino mueren, se vuelven locas luego de verla.
Fabulas
El adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un
vecino, anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo
lo que había en su interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando,
para ver lo que había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has
previsto lo que te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.

Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los
demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.

La bruja
Érase una vez una bruja que se ganaba la vida vendiendo encantamientos y fórmulas para
calmar la cólera de los dioses.
Con esta promesa a la bruja no le faltaban clientes y conseguía grandes cantidades de
dinero de este modo de vida.
Pero un día fue acusada de ir contra las leyes y la llevaron ante los jueces supremos del
país.
Así, tras un juicio muy corto, la culparon y la hicieron condenar a muerte.
Viéndola salir de la sala del juicio, una de las personas presentes le dijo:
- Bruja, tú que decías poder desviar la cólera de los dioses, ¿Cómo no has podido persuadir
a los hombres?

Moraleja: hay que ser precavido con quienes prometen solucionar todo problema que
tengas a cambio de dinero pero son incapaces de arreglar los suyos.
El lobo con piel de oveja
Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así facilitar la obtención de su comida. Se
metió entonces en una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente
al pastor.
Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo el rebaño a un encierro,
quedando la puerta asegurada.
Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de carne para el día siguiente, tomó al
lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante.
Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.

El niño y los dulces


Un niño metió su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tomó lo más que pudo, pero
cuando trató de sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo.
Como tampoco quería perder aquellos dulces, lloraba amargamente su desilusión.
Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confórmate solamente con la mitad y podrás sacar la
mano con los dulces-.
Moraleja: Nunca trates de abarcar más de lo debido, pues te frenarás.

El fracaso de los tres bueyes


Érase una vez tres bueyes que pastaban juntos y que siempre permanecían muy juntos.
Durante varios días un león se mantuvo observándolos con el propósito de devorarlo pero
siempre sentía un poco de miedo porque al nunca separarse los tres bueyes, lo ponía en
desventaja si llegaba a luchar en contra de los tres.
Muy inteligente el león creo una estrategia basada en mentiras y patrañas con el objetivo de
lograr destruir esa unión entre los tres bueyes. Una vez que logró su objetivo pudo
separarlos y así comerse a cada uno de forma independiente.
Moraleja: Nunca permitas que nadie destruya la unidad que tengas con tus amigos y familia
porque solo de ese modo serás más fácil de hacer daño.

Cuentos
LA OSTRA Y EL CANGREJO
Una ostra estaba enamorada de la Luna. Cuando su gran disco de plata aparecía en el cielo,
se pasaba horas y horas con las valvas abiertas, mirándola.

Desde su puesto de observación, un cangrejo se dio cuenta de que la ostra se abría


completamente en plenilunio y pensó comérsela.

A la noche siguiente, cuando la ostra se abrió de nuevo, el cangrejo le echó dentro una
piedrecilla.

La ostra, al instante, intento cerrarse, pero el guijarro se lo impidió.

El astuto cangrejo salió de su escondite, abrió sus afiladas uñas, se abalanzó sobre la
inocente ostra y se la comió.
Así sucede a quien abre la boca para divulgar su secreto: siempre hay un oído que lo apresa.

EL NUEVO AMIGO
Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda jugaba con unos
enanitos en el bosque. De pronto se escucho un largo aullido.
¿Que es eso? Pregunto la niña .

Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devoraría le explico el enano sabio.

Al día siguiente volvió a escucharse el aullido del lobo y Belinda , apenada, pensó que
todos eran injustos con la fiera. En un descuido de los enanos, salio, de la casita y dejo
sobre la nieve un cesto de comida.
Al día siguiente ceso de nevar y se calmo el viento. Salio la muchacha a dar un paseo y vio
acercarse a un cordero blanco, precioso.

¡Hola, hola! Dijo la niña. ¿Quieres venir conmigo?

Entonces el cordero salto sobre Belinda y el lobo, oculto se lanzo sobre el, alcanzándole
una dentellada. La astuta y maligna madrastra, perdió la piel del animal con que se había
disfrazado y escapo lanzando espantosos gritos de dolor y miedo.

Solo entonces el lobo se volvió al monte y Belinda sintió su corazón estremecido, de gozo,
mas que por haberse salvado, por haber ganado un amigo.

EL CABALLO AMAESTRADO
Un ladrón que rondaba en torno a un campamento militar, robo un hermoso caballo
aprovechando la oscuridad de la noche. Por la mañana, cuando se dirigía a la ciudad, paso
por el camino un batallón de dragones que estaba de maniobras. Al escuchar los tambores,
el caballo escapo y, junto a los de las tropa, fue realizando los fabulosos ejercicios para los
que había sido amaestrado.

¡Este caballo es nuestro! Exclamo el capitán de dragones. De lo contrario no sabría realizar


los ejercicios. ¿Lo has robado tu? Le pregunto al ladrón.

¡Oh, yo...! Lo compre en la feria a un tratante...

Entonces, dime como se llama inmediatamente ese individuo para ir en su busca, pues ya
no hay duda que ha sido robado.

El ladrón se puso nervioso y no acertaba a articular palabra. Al fin, viéndose descubierto,


confeso la verdad.

¡Ya me parecía a mí exclamo el capitán Que este noble animal no podía pertenecer a un
rufián como tu!

El ladrón fue detenido, con lo que se demuestra que el robo y el engaño rara vez quedan
sin castigo.
El payaso
Descripción: Mientras trabaja como niñera en casa de sus vecinos, Debbie hace un
escalofriante descubrimiento que puede costarle la vida.
Personajes: Debbie, Sr. Smith, Sra. Smith, Payaso, Bebé

PRIMER ACTO
En escena, vemos la habitación de un bebé que se encuentra repleta de payasos. Hay
payasos en retratos por las paredes, muñecos de payasos y demás accesorios que le
confieren a la habitación un aire escalofriante. Entran entonces Debbie, una adolescente y
los señores Smith.

Sra. Smith: Esta es la habitación del bebé, Debbie. Como ves ya se ha quedado dormido, así
que tendrás que ser silenciosa. Si llega a despertarse, lo único que debes hacer es arrullarlo
un poco.

Sr. Smith: Hay comida en la nevera y puedes mirar la televisión hasta que volvamos.

Debbie: No se preocupes, señores Smith. Todo estará bien, pueden estar tranquilos.

La pareja se despide y sale de escena, dejando a Debbie sola en la habitación. Ella mira
alrededor con desagrado.

Debbie: Ugh, vaya decoración más tétrica para el cuarto de un bebé. ¿A quién se le ocurre?
Pobre chiquitín.

Debbie se asoma a la cuna.

Debbie: Menos mal que duermes.

La chica sale de escena.


SEGUNDO ACTO
Debbie vuelve a entrar en escena tras escuchar que el bebé llora. Lo toma de la cuna y lo
arrulla un poco, volviendo a mirar a su alrededor. En eso se percata de que hay un muñeco
de payaso sentado en la mecedora. Se ve bastante real y es de estatura baja.

Debbie: ¿Eso estaba aquí antes?

Camina un poco hacia el muñeco y el bebé vuelve a llorar con más energía, por lo que ella
se detiene.

Debbie: Tranquilo, pequeño. No pasa nada… aunque entiendo porque te cuesta dormir
aquí. Tus padres deberían quitar todos estos muñecos.

El bebé se tranquiliza y ella vuelve a arroparlo. En ese instante suena el teléfono y Debbie
contesta.

Debbie: Hola, sra. Smith… sí, todo está bajo control. Acabo de acostar al bebé, se despertó
llorando… sí, todo está bien, no se preocupe. Oiga, una pregunta, ¿le molesta si quito un
momento el muñeco de payaso de la mecedora? Es que creo que está poniendo muy
nervioso a su hijo.

El rostro de Debbie se pone pálido y asustado.

Debbie: ¿Cómo que tome al bebé y salga de la casa? Pero… e-está bien, iré a la casa de
enfrente.

Debbie cuelga y toma al bebé rápidamente. En ese instante, el payaso se mueve y ella grita
con terror, huyendo despavorida.

TERCER ACTO
La escenografía muestra una casa muy elegante y ahora, Debbie se encuentra afuera. Los
señores Smith aparecen en escena a toda prisa y van a tomar a su bebé.

Debbie: ¿Qué pasa?

Sr. Smith: Debbie… nosotros no tenemos ningún muñeco de payaso en la mecedora.

Debbie: ¿Qué quieren decir?


Sra. Smith: Hace una hora escuchamos que un enano se escapó del circo de la ciudad.
Acababa de matar a uno de los acróbatas y se dirigía al vecindario. Iba vestido de payaso.

Una risa maniática se escucha, seguida por música de circo.

Payaso (voz fuera de escena): ¿Se van tan pronto? ¡Quiero jugar con el bebé!

Debbie y los Smith salen corriendo de escena asustados, mientras las luces se apagan.

FIN

S-ar putea să vă placă și