Sunteți pe pagina 1din 1

[λ] equivale a la lldel castellano andino

≠ marca una diferencia


* señala fuente originaria
¿QUÉ PASÓ CON LL Y Y EN EL PERÚ?

Si tomamos el sistema consonántico del castellano traído a América a finales del siglo XV y comienzos
del siglo XVI, se justifica que en lo que se refiere a ll y y adoptemos su oposición (ll= y) como punto de
partida las disquisiciones posteriores. Toscano Mateus (195 101) hace notar que Fray Domingo de
Santo Tomás escribió en su Gramática o arte de la lengua general de los indios de los reinos del Perú
(1560), la voz allcu con alco, lo que a su juicio indicaría que ya se había iniciado la despalatalización de
λ en castellano.

Debemos colegir que la tendencia a emparejar la pronunciación de ambos fonemas debió haber
empezado en el siglo XVII y que el centro de esa radiación, a tenor de las burlas que el trastueque de
dichos sonidos motivó en Caviedes (1680), o de la ultracorrección de Salinas y .Córdova (1630), ya
estaba por entonces en la sede de la corte virreinal.

Antecedentes análogos, rastreables en testimonios escritos después del siglo XVII, probarían que
en el Perú se fue definiendo una distribución geográfico-lingüística, en acuerdo con el éxito de la
innovación (ll = y) o con el mantenimiento del primitivo distingo (ll = y).

La deslateralización de ll alcanzará a ciertas regiones del territorio peruano, pero no logrará cubrirlo
por completo; y, de otra parte, las soluciones fonéticas de la igualación tampoco conducirán hacia una
sola forma articulatoria.
Sin embargo queremos insistir en que, de todos los cambios históricos experimentados por el
castellano o español en el suelo americano, éste que tratamos ahora tiene un relieve especial por
aparejar la igualación fonética con la desaparición del valor fonológico de ll, en las áreas en que la
innovación logró imponerse. De modo que, en base a este criterio fonológico, es posible proponer el
reconocimiento de dos tipos de castellano; el primero, que conservaría la oposición ll = y; y, el segundo,
que la habría disuelto o confundido en un fonema único.
¿Diagnóstico para una tipología?
Ahora bien, el tipo que retiene el deslinde ya discutido y preserva su diferente pronunciación está
encarnado en los hablares castellanos de la región andina. Por mérito lo designamos como castellano
andino o tipo 1, su extensión comprende las ciudades, poblados y campos existentes en los valles
andinos e interandinos del territorio peruano actual. En suma, proponemos que en este respecto el
castellano andino conserva la oposicion de las formas de // y y; y ya sabemos que ese contraste data
de las primeras jornadas de la colonización y dominio españoles en América.
Por razonamiento análogo, aunque inverso, sostenemos que ahí en donde prosperó y se afirmó la
tendencia igualadora, en base a la deslateralización. de ll y a su convergencia con y; es decir, ahí en
donde el sistema castellano suprimió uno de dichos fonemas, nos hallamos en presencia de un tipo 2
que designamos con el nombre castellano no andino o ribereño.
La superficie física dominada por el castellano no andino o rivereño abarca tanto a. la faja costanera
extendida a lo largo del litoral marítimo, desde Tumbes (en la frontera con el Ecuador) hasta
aproximadamente Chala al ingresar en el departamento de Arequipa; cuanto b. la extensa región
amazónica que se define por la hoya del río Amazonas, y que comprende otros departamentos del
oriente peruano pero excluye a Madre de Dios.

Dicho lo anterior, ya es tiempo de señalar que el castellano no andino o ribereño está compuesto por
dos variedades: a. la del litoral norteño y central (que coincide con la faja costanera ya mencionada), y
por b. el castellano amazónico que, como su nombre lo destaca, se entiende por la región oriental del
país.

S-ar putea să vă placă și