Según Tineo i Marquet, Joan Antoni: La construcción es
una técnica y un arte, pues precisa intuición y sentido
común, dominio de las tecnologías que en cada momento están al alcance del artífice, pero también creatividad.
La ecología es la ciencia que estudia a los seres vivos, su
ambiente, la distribución, abundancia y cómo esas propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente. (Margalef, 1998, p. 2).
CLASES DE CONTAMINANTES DE ACUERDO A LA
NATURALEZA:
Biológicos: Son seres vivos, con un determinado ciclo de
vida que, al penetrar en el ser humano, ocasionan enfermedades de tipo infeccioso o parasitario (microorganismos como bacterias, virus y protozoos, materia orgánica en descomposición).
Químicos: Son todas aquellas sustancias orgánicas e
inorgánicas, naturales o sintéticas que tienen la probabilidad de lesionar la salud de las personas en alguna forma o causar otro efecto negativo en el medio ambiente.
Físicos: Son aquellos que, al adicionarse al ambiente, su
sola presencia altera la calidad de sus componentes, es decir son caracterizados por un intercambio de energía entre persona y ambiente en una dimensión y/o velocidad tan alta que el organismo no es capaz de soportarlo. Con el control en el uso de refrigerantes para equipos de aire acondicionado y productos de aislamiento térmico se minimiza el daño a la capa de ozono. Los materiales usados en estos edificios poseen pocos o mínimos riesgos de emisión de gases tóxicos en su fabricación y al final de su uso. (Ricardo Estévez, 2015)
Las prácticas de construcción sostenibles persiguen
crear edificios más respetuosos con el medio ambiente y ser más eco eficientes en el uso de recursos Además, incrementan la calidad del aire y el agua, reduciendo los contaminantes que se vierten al alcantarillado y luego a los sistemas de agua potable. También promueven la implantación de especies nativas y resistentes a la sequía. (Ricardo Estévez, 2015)
Los edificios con certificación LEED o
BREEAM contienen una combinación de medidas tales como el incremento y aprovechamiento de la luz diurna, optimización de la iluminación artificial, controles de insolación, confort térmico, ventilación natural, seguimiento y control de la calidad de los sistemas de climatización, reducción en el uso de materiales tóxicos (pinturas, adhesivos, maderas, productos químicos …), que ayudan a reducir los agentes contaminantes que causan enfermedades, mejorando la salud de sus habitantes. (Ricardo Estévez, 2015) BENEFICIOS PARA LA COMUNIDAD
Los edificios sostenibles reducen la demanda en las
infraestructuras y servicios municipales, ya que tienen una más baja demanda de agua y producen menos aguas residuales que los edificios convencionales. Algunos de los impactos ambientales más importantes de los edificios son la erosión que ocurre durante la construcción y el incremento de las aguas pluviales que resultan del uso de superficies impermeables. La gestión del solar, el paisajismo y acciones como la instalación de tejados verdes pueden reducir drásticamente estos problemas. (Ricardo Estévez, 2015)
Cenizas de carbón: Esta fue una idea de un
ingeniero civil, Henry Liu, en 1999, con un doble beneficio ecológico. Con este material los ladrillos se obtienen a 212 grados en 10 horas y se aprovechan los 45 millones de toneladas de residuos del mismo que generan las centrales térmicas de carbón. (Germán Castillo, 2012)
Cáñamo y paja: Este ladrillo ecológico ya ha sido
usado por empresas españolas. Pese a la aparente fragilidad de los materiales su dureza es semejante a los convencionales. Cuentan con la desventaja de ser más caros, pero aíslan muy bien de la temperatura exterior. Ello supone un ahorro del gasto de energía en calefacción y aire acondicionado, por lo que se amortiza pronto su precio. (Germán Castillo, 2012) Plástico usado y cáscaras de cacahuete: Los ladrillos ecológicos de este material son una creación del Centro Experimental de la Vivienda Económica de Argentina quien asegura que son duros, aislantes ligeros y económicos. Además de producir un ahorro energético posibilitan un reciclaje de residuos para su producción. (Germán Castillo, 2012)