no santo como los otros santos que en el mundo han sido, sino santo verdadero santo de aquí entre nosotros, no importado de otro nido. Santo como Dios soñó según el plano evidente que en mí Dios garabatió el día que me hizo gente.
¿Por quién falló la estructura
las tres veces que falló? ¡Lo hai'saber el Señor Cura!
¿Por quién falló el artilujo
el edificio «sonó»? ¡Lo sabrás cuando seas brujo!
Bien. Confieso que fui yo.
Pero yo sigo despacio
aunque herido del cuadril, con las ruinas del palacio me estoy haciendo un chozil.
Tempo II Adagio.
Yo no puedo ser correcto,
Vos lo sabéis bien, mi Dios, y debo hacer el trayecto que hay desde mi nada a Vos
Soy débil que es un encanto,
soy flojo, triste, indolente, y tengo que hacerme santo necesarísimamente.
Soy tan distraído y romo,
tan inquieto y tan falaz, tan desordenado como... un poeta. Y algo más.
¡Dadme orden San Metodio!
¡Dadme orden San Ginés! ¡El orden! ¡Cómo lo odio, y qué indispensable qu'es!
Orden, método y ahínco,
eso es lo que Vos queréis. Yo me levanto a las cinco si puedo, y si no, a las seis.
Las «Reglas de la Modestia»
son santas; pero yo estoy hecho una molida bestia cada dos por tres ¿y voy
a dar a mi rostro enjuto
«una alegría modesta» y a poner cara de fiesta teniendo el alma de luto?
Dadme que pueda vivir
y yo os serviré con brío; que Vos no váis a pedir peras al olmo, Dios mío.
Mas si me dejáis así,
mal comido y a cadena, yo ladraré mucho, sí, pero un poco así... a la buena.
(¿No bastaría, Jesús,
para ganarte y ganarme quedar cien años en cruz enclavado y no quejarme?
¡Eso sé cómo se hace
pídeme eso y lo daré pero no me pidas qué... llegue siempre a tiempo a clase!)
A menos que la Infinita
mano vuestra que si quiere troncha el cedro, y la cañita que está rota, no la hiere...
mas como cetro la ase
para romperles las frentes a los potentes, y pace y colma a los indigentes,
inflame con no terreno
fuego mi estatua de lodo y me emborrache del pleno amor que lo puede todo
y venza al cansancio avieso
del cuerpo cascado y magro de vuestra gracia el exceso.... Pero eso es un milagro!
Tempo III Staccato con molto brío. Por más que ya aparezca cura en el fondo no soy burgués. Tengo un granito de locura que me salva de la herrumbrez.
No por ser aprendiz de santo,
yo de imaginación ayuno. Cada mañana me levanto con ganas de matar a alguno.
Me siento en la tierra pescado
pero en el mar me siendo ahogar. Es útil haber naufragado para tomarle el gusto al mar.
Tragué un día tanta salmuera
que estoy borracho de oceano. Veo doble, veo dentro y fuera y me río de verme enano.
Pues quien no es capaz de reír
de su Yo, su Tiempo y su Espacio, jamás merecerá dormir con las musas -decía Horacio.
El mundo no es más que un suceso,
la tierra un elipsoide obús. No es verdad que el sol sea un queso: es un ángel porque echa luz.
Ya no hay más ángeles, atún,
Kant los clavó en su bisturí. Mas los niños los ven aún, y eso es lo que me intriga a mí.
Si tú, Filosofía, pretendes
que en tí crea, crea en tí sola, explícame por qué los duendes mueren si les pisan la cola.
Creo en la Ciencia Indiscutible,
creo en Pasteur y Marco Polo, mas guardo me fe en lo Increíble para los días que estoy solo.
Me prohibe la vera Ciencia
ser demasiado razonable. Tiro mi ancla en la Providencia y es la Casualidad el cable.
Pues Colón descubrió América
porque se equivocó de ruta... Si la tierra no fuera esférica Don Cristóbal se iba de Bombay a Calcutta.