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1.

LEGISLACION COMPARADA

1.1 ARGENTINA

1.1.1 Naturaleza Jurídica

Al titular esta reseña hemos

tomado partido inadvertidamente.

En efecto, hablar de la sociedad

en liquidación implica partir de

un presupuesto:la subsistencia de

la sociedad y su ingreso en otro

estado, el de liquidación.

Ello importa, a su vez, admitir

que la disolución no extingue la

sociedad, sino que a lo sumo

modifica, en un sentido

limitativo, su capacidad, al

producir la cesación de las

actividades propias del objeto

social-medida de esa capacidad- y

trocarlas por aquéllas encaminadas

a la realización total del activo,

la cancelación del pasivo y la

posterior distribución del

remanente si lo hubiera.
La sociedad en liquidación

subsiste, pues, tratándose de la

misma entidad existente antes de

la disolución y no de otra, como

se demuestra con los siguientes

elementos de juicio, entre otros:

2 Los socios mantiene su vínculo

especifico con la sociedad y

no pasan constituir una

simple comunidad o

condominio, como pretenden

algunas posiciones

doctrinarias.

3 La personalidad jurídica subsiste,

conservando sus atributos

propios, como lo son el

nombre- con el aditamento "en

liquidación" -, el domicilio,

el patrimonio distinto del

correspondiente a los socios

y la contabilidad autónoma.

Sólo se modifica el objeto

social, que pasa a ser la

liquidación misma y no ya las

actividades operativas para


las cuales se constituyera y

funcionara la sociedad.

4 Subsisten también los órganos

sociales: el deliberativo –

asamblea o reunión de

socios-,el fiscalizador

cuando corresponde –

sindicatura o consejo de

vigilancia-,y el

administrador, transformando

ahora el liquidador (art. 102

Ley de Sociedades).

5 Quedan subsistentes los mandatos

otorgados antes de la

disolución, en la medida

compatible con el estado de

liquidación.

6 No se altera la capacidad procesal

de la sociedad, tanto en su

legitimación activa como

pasiva.

6.1.1 Disolución sin Liquidación y Viceversa

No hemos referido a la

liquidación como la consecuencia


natural de la disolución social y

por ende, a esta última como

antecedente necesario de aquélla.

Sin embargo, no siempre se dan así

las cosas, como se verá.

7 En el supuesto de fusión, la o las

sociedades fusionadas o

absorbidas se disuelven sin

liquidarse (art. 82 Ley de

Sociedades).

8 Si se reduce a uno el número de

socios, la disolución no se

produce de inmediato, puesto

que la ley otorga un plazo de

tres meses para reconducir la

sociedad mediante la

incorporación de uno o más

socios nuevos (art.94,inc 8°,

inc. 6°).

9 Algo semejante sucede en el caso

de quiebra (art.94,

inc,6°),si hay acuerdo

resolutorio o avenimiento,
cuyos casos no habrá

liquidación.

A la recíproca, no siempre la

liquidación reconoce como

antecedente la disolución de la

sociedad. Así acontece en su

puestos como los siguientes:

10 Cuando es declarada la nulidad de

la sociedad, por encuadrarse

en los arts. 18 y 20 de la

Ley 19.550. La declaración

judicial de nulidad trae

aparejada la liquidación de

la entidad (art. 18 Ley de

Sociedades)

11 Cuando la sociedad ha emitido

debentures con garantía común

o flotante, si llegara a

incurrir en mora respecto a

dichas obligaciones o

perdiera la cuarta parte del

activo, el fiduciario de la

emisión puede continuar el


giro de los negocios de la

sociedad deudora o proceder a

la liquidación de ésta, según

lo resuelva la asamblea de

debenturistas (art.347 Ley de

Sociedades).

12 Tratándose de entidades

financieras, el Banco Central

de la República Argentina

puede disponer su

liquidación, al revocar la

autorización para su

funcionamiento (art.45, Ley

21.526).

12.1.1 La sociedad en Liquidación frente a

Emergencia

Consideramos de suma importancia

disipar toda duda acerca de

supuestos extraordinarios en la

vida de la sociedad en liquidación

(y al decir "la vida",reiteramos

la circunstancia fundamental de la

subsistencia de la sociedad en

este estado).
Recordemos, por consiguiente, que:

13 La sociedad en liquidación puede

ser intervenida

judicialmente, en cuyo caso

la intervención afecta al

órgano sustitutivo del

administrador, o sea en este

caso al liquidador o

liquidadores.

La medida cautelar puede

consistir en la designación

de un veedor, de uno o más

co-liquidadores (art. 115

L.S.,por extensión).

La intervención es

procedente, por ejemplo, en

el juicio de remoción de los

liquidadores (art. 102 "in

fine" Ley de Sociedades).

También en el supuesto del

art.303, incs 2° y 3°, de la

Ley 19.550, cuando la

solicita el organismo de

control administrativo,
respecto de las sociedades

por acciones.

14 La sociedad es esta de liquidación

puede ser declarada en

quiebra, pudiendo ello

ocurrir a requerimiento de

acreedores o por pedido de a

propia sociedad (art. 2 Ley

de Concursos).

15 Asimismo, puede presentarse

solicitando su propio

concurso preventivo, como le

prevé el art. 5 de la misma

ley.

15.1.1 Reactivación

Es ésta una figura doctrinaria

nueva, aún no recepcionada por

nuestra ley societaria pero que ha

ganado terreno en la

jurisprudencia administrativa y

judicial.

En virtud de ella, una sociedad ya

disuelta de pleno derecho por


vencimiento del plazo de duración

y no prorrogada en término, a

tenor del art. 95 Ley de

Sociedades, puede reiniciar sus

actividades.

La relación de esta figura con la

liquidación es obvia. La sociedad

disuelta "ipso iure" entra

automáticamente en estado de

liquidación, el cual rige con

prescindencia de que se hubiera

realizado actos liquidatorios.

Por tanto, hay una "desactivación"

de la sociedad, que queda

subsistente, y no una extinción,

como ya se explicó al comienzo de

esta nota.

De ahí que se hable de

reactivación y no de reconducción

de la sociedad. Este arbitrio

doctrinario permite volver a

activar una sociedad que ya ha

ingresado en estado pasivo, al


sólo efecto liquidatorio, pero de

ninguna manera devuelve la vida a

la misma, pues no se ha

extinguido.

La reactivación termina con el

estado de liquidación, cesando por

consiguiente los liquidadores y

retomando sus funciones el órgano

administrador, para volver a dar

cumplimiento al objeto social

originario, vale decir,

recuperando la sociedad su plena e

irrestricta capacidad jurídica.

En jurisdicción nacional, el

organismo de control

administrativo requiere, para

hacer viable la reactivación:

16 La continuidad en la explotación

empresaria.

17 El cumplimiento de las

obligaciones contables

(ejercicios económicos al

día)
18 Que no se hayan efectuado actos

liquidatorios, esto es, que

la liquidación no haya tenido

principio de ejecución.

La reactivación, previa

conformidad del organismo de

control en el caso de las

sociedades por acciones, debe

ser inscripta en el Registro

Público de Comercio,

equivaliendo-desde el punto

de vista del tratamiento

fiscal- a una prórroga del

contrato social. A tan fin,

debe fijarse, en el texto

contractual o estatutario

respectivo, el nuevo plazo de

duración de la sociedad.

Entendemos, por último, que

la cesación de los

liquidadores producida por

efectos de la reactivación

debe ser también inscripta,

aplicándose al respecto el
art.60 de la Ley de

Sociedades.

18.1.1 SAF

18.1.2 dkfl

18.2 FDFFFFFHJHFD

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