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La explicación del desarrollo a lo largo del tiempo de la
arquitectura del movimiento moderno se ha hecho siem-
pre con bastante debilidad conceptual.
Primero fueron los protagonistas de la fase fundacional
quienes pensaron que este desarrollo era prácticamente
un proceso natural. Más tarde se pensó que lo único que
sucedía, dentro de una supuesta ortodoxia, eran movi-
mientos de crecimiento y extensión de los mismos princi-
pios, en un proceso orgánico que extendía las mismas
doctrinas hacia nuevas áreas y nuevos problemas. Por
último, porque con la explicación de una visión biográfica
y generacional se pasó de las ideas a las personas pro-
duciéndose una versión de dicho desarrollo como si fuera
el traspaso de un testimonio en una carrera de relevos en
la cual la segunda, la tercera o la cuarta generación eran
eslabones de una misma cadena.
ArnlJ lsozn~, PJlnu San! Jord,
Barcelona ·
En los últimos años una idea más radical de crisis hizo
pensar que aquella continuidad se había roto, de modo
que el hilo de aquella "moderna tradición" , como la lla-
mara Siegfried Giedion, se cortaba ante el radicalismo de
quienes abominaban de ella o ante quienes, para refun-
darla, retrocedían de nuevo a los orígenes, fueran éstos
los heroicos años de la vanguardia o los no menos fun-
dacionales tiempos de la cultura ilustrada.
Hoy por hoy creemos necesario explorar esta situa-
ción aportando algunas hipótesis que permitan colocar-
se fuera de la lógica descrita.
Para ello es necesario partir de dos supuestos. En pri-
mer lugar que no hay una crisis de la arquitectura del
movimiento moderno sino muchas .
Crisis distintas que forman parte de las contradiccio -
nes que la misma idea de un movimiento moderno, cohe-
rente, unitario comporta. Pero también crisis distintas
porque , en la medida en que fuese posible reconoct3r
unos principios y unos métodos comunes estos fueron
puestos en entredicho desde el mismo momento de su
formulación.
No pretendemos hablar de todas y cada una de las cri- arqu itectos alemanes entre los cua les se contaban
sis que se pueden detectar en la cultura arquitectónica Max Taut, Willi Baumeister, Lilly Reich ; Otto Bartning o
del movimiento moderno en los últimos sesenta años Heinrich Tessenow, hacen un llamamiento a ocuparse de
sino analizar uno de estos distintos puntos de inflexión ~ las necesidades fundamentales. El punto primero de este
causa del cual los cambios en las formas y repertorios texto afirma: "Las grandes ciudades deben reconstruirse
figurativos no son producto de una simple mutación del con nuevas unidades residenciales capaces de vida autó-
gesto sino el resultado de ~ambios epistemológicos que noma. Sólo los centros de antiguas ciudades deberán
afectan a la cultura del momento y por extensión tam- adquirir nueva vida como corazón cultural y político· .
bién a la arquitectura.
:~ La afirmación de la prioridad de la residencia en las
1
La hipótesis que se propone es la de considerar la in- nuevas ciudades o en las zonas que deben ser recons-
,¡
-~
cidencia del existencialismo no como estricta corriente filo- truidas se acampana de una afirmación de consecuen-
sófica sino como un clima cultural en el cual se reordenan '.2, cias estéticas destacables. "Para las viviendas sólo hay /
los puntos de vista éticos y estéticos que incidirán en cam- -_:;: ,, iJGie busca'r .aquello que sea simple y válido ". '
...~ • '!}._,
bios profundos en la arquitectura posterior a la 11 Guerra
Mundial.
,i · · Advirtamos cuáles son los adjetivos empleados para
;..;¡•- ,Jf1:i::caracterizar la nueva residencia. No se trata d~ !lam~r ª.lo
Lo que se pretende examinar es cómo una reorganiza- &\~t~1:-- racional , lo tec nológicamente nuevo o lo m1nimo 1nd1s-
ción de objetivos culturales ligados a una distinta con- ¡~- pensable sino que ~e utilizan adje~iv~s bastante distintos .
cepción del individuo y de la sociedad socavan la es- ~ La sencillez y la validez apelan pract1camente a lo centra-
tructura teórica de la arquitectura del movimiento moder- l ria de lo nuevo y lo experimental. El soporte de la expe-
no desplazándola hacia valores distintos y cómo este ~1 riencia, la apelación a lo auténtico, confirmado por un
desplazamiento en los valores tiene consecuencias de- 'i cierto tipo' de retorno a los orígenes están en la mente d e
cisivas en la concepción que, fundamentalmente en la '~ quienes firman el texto de 194 7.
década de los años cincuenta, dominaron la arquitectura
europea y americana.
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, En el mismo año, en Bridgewater, en Inglaterra, se re-
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.,¡_ únen de nuevo los CIAM. En una de las ponencias Aldo
,, van Eyck toma la palabra para formular una cerrada criti-
c a a toda suerte de mecanicismo en arquitectura. El
/ -,~: mecanicismo que critica el arquitecto holandés es identi -
Habitar La Carta de Atenas de 1933 había dividido la actividad ficado con una palabra hasta entonces clave: el funciona-
arquitectónica en cuatro grandes áreas. Habitación , Ocio, lismo. De esta manera se abre una grieta profunda entre
Trabajo y Transporte eran competencias diferenciadas de las inamovibles convicciones funcionalistas de preguerra
la arquitectura que se traducían en investigaciones tipo- y el nuevo clima representado por los jóvenes arq uitec-
lógicas diversas y en zonificaciones urbanas separadas tos incorporados al debate d e la arquitectura moderna.
entre sí. Para Van Eyck lo que se trat a de conseguir no son res-
A raíz de las destrucciones producidas por la II Guerra puestas concretas a necesidades puntuales cuantifica-
Mundial el tema de la habitación se hace prioritario por bles por su incidencia física sino, por el contrario, lo que
razones evidentes. En el manifiesto de 194 7 publicado hay que buscar es una arquitectura que satisfaga /as
en Baukunst und Werkform , un .grupo representativo de necesidades humanas de tipo emocional (man 's emotio-
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di 4 UH'='..\UI O y CAl :)~c, 1\..1011::,111\,J
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-
na/ needs). El mismo cambio de tono y de registro de inte- blema de la identidad urbana un sutil pero contundente
reses se encuentra en la intervención de Jacob Bakema. ataque a los criterios canónicos de la arquitectura del
El futuro reconstructor de Rotterdam clama también por movimiento moderno.
una arquitectura cuya intención fundamental sea la de Cuando en 1959 se convoque el último congreso de los
1 ¡estim~lar_el crecimiento espiritual del hombre . Los nue-
CIAM en Oterloo el cambio está consumado. El enfrenta-
-\\vos term,nos del lengu_aj~ del existencialismo -humanis- miento de los "jóvenes" Van Eyck, Sert, G iancarlo de
_mo, emociones, crec1m1ento espiritual, auténtico, váli- Cario, Ernesto N. Rogers y los Smithson con los Giedion,
' do ... - han hecho su aparición en escena. Su aplicación Gropius y Le Corbusier es algo más que una pequeña
al discurso de la arquitectura empieza a empapar los tex- batalla doméstica. La llamada a la identidad y la difusión
tos de los autores más permeables al nuevo clima cultu- de otros conceptos como core o c /ustec no puede ser
ral. Con ellos, en un lento pero inexorable desplazamiento interpretada sólo como una sustitución de un lenguaje
de las coordenadas desde las que pensar la arquitectura, metafórico de la máquina por un lenguaje metafórico de
se inicia un proceso de traslación conceptual que será lo orgánico. Más allá de la formalización inspirada por
dominante en la próxima década.
modelos del mundo natural el core es un corazón , el
Es en el CIAM de 1954, en Aix-en-Provence, donde núcleo germinal y profundo de las cosas, la razón últ ima
este cambio de valores se refuerza en relación explícita y · de su modo de ser, mientras que el cluster es no sólo un
1
prioritaria a la vivienda. Alisan y Peter Smithson formulan,¡
• , ~1 racimo de uvas o un manojo de flores sino la reunión, la
asociación de aquello que vive conjuntamente, intercam-
1 por pnmera vez, su teona de la estructura urbana. Una
1 ,
teona pensada desde y para la residencia. Habitar es el n biando sus flujos vitales en una convivencia que da sen-
paradigma de la vida urbana y el sistema articulado de la i
.1
-~ 1
tido al individuo como parte inseparable de un grupo
casa , la calle, el distrito y la ciudad es una conceptualiza- ~- humano más amplio.
ción de la forma urbana que abandonando la división '
cuatripartita de la ciudad tal como se concebía en la
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1
habitar como motor de la transformación urbana sino
también que, durante por lo menos dos décadas, será
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vicios sino en una estructura a la medida del individuo, en la casa, en la vivienda donde se concentrará la bús-
del haoitante de la c iudad como sujeto. queda de una arquitectura acorde con estas solicitacio-
1. nes existenciales.
En el siguiente congreso, el de 1956, en Dubrovnik, un 1
nuevo concepto c lave se coloca en el centro de la refle- El tan divulgado texto de Martín Heidegger: Construir,
xión de los arquitectos y urbanistas: identidad. habitar, pensar (Bauen, wohnen, denken) no es un texto
salido de las cavilaciones de un filósofo al margen de
__.. La identidad ad quiere un rango p rimordial precisa- cuanto sucedía en la Europa posb élica sino una res-
mente porque su carencia es interpretada como el mal puesta concreta del antiguo rector de Heidelberg a una
más grave de la ciudad existente y de la que está por iniciativa que en torno al problema de la ciudad y la
venir. Evidentemente hay en la reflexión en torno al pro-
vivienda reunía en el 0arsmstadt Gesprach a expertos que reuniendo, congregando. el hombre cuida de las
procedentes de áreas diferentes con el fin de aportar sus cosas, las promueve, se hace con ellas. El fin del habitar
sugerencias desde campos diversos. La conferencia pro- es morar y el proceso del construir es levantar una mora-
nunciada en 1951 y en la que, por cierto se encontraba da, es decir un lugar en el que la vida se entretenga con
presente José Ortega y Gasset, fue publicada en 1952, las cosas y en la que este habitar constituya un germen
por una revista de 0arsmstadt y posteriormente en el espiritual, moral.
volumen de Ensayos y conferencias (1 954).
La conferencia de Heidegger está salpicada de refe-
Ningún escenario más dramático que la ciudad re- rencias a la construcción y a la arquitectura. El puente de
ducida a ruinas por los bombarderos aliados en los últi- Heidelberg, las autopistas, su casa en la Selva Negra son
mos días de la guerra para provocar una reflexión dirigi- imágenes que el pensador trae a colación para ilustrar su
da a constructores , arquitectos, urbanistas y políticos. pensamiento. También su reflexión sobre el espacio del
Heidegger comienza su conferencia tomando nota de la habitar lleva hacia lo radical y fundamental. Siguiendo la
vivacidad del problema del habitar en el momento en que crítica husserliana del espacio abstracto cartesiano, Hei-
está hablando, no ya como problema teórico sino como degger liga la esencia de la espacialidad a la experiencia
algo en lo que se está manos a la obra . Pero el filósofo da del sujeto que está en el mundo. El espacio del habitar nol
inmediatamente un giro de lo coyuntural a lo esencial. es un espacio more geométrico sino existencial , resultado
, Para Heidegger el habitar se ha vuelto problemático. El de la _percepción fenomenológica de los lugares Y una
hombre contemporáneo no habita en la ciudad y en el construcción a partir de esta experiencia. Como en tantos
1
mundo con una relación plausible y fecunda. La necesi- otros textos heideggerianos la reflexión sobre el habi-tar
_gad de reconstruir la habitación no es un problema de es un alegato contra la civilización técnica y su pérdida de
falta de viviendas sino una consecuencia de la condición autenticidad. Una llamada a quienes están manos a la ·
del hombre moderno. El hombre contemporáneo es un] obra para que piensen la vivienda como la respuesta a la
apátrida, carece de morada, de un lugar en el que la lla- ..,., necesidad esencial del habitar enraizado, esencial, cons-
mada al habitar pueda darse de un modo inmediato. ¡. tituyente. Contra la habit~ción cuantitativ~ inese~cia_ l, 1
Por el contrario habitar es una tarea. Los mortales tie- Heidegger, en su conferencia, apela a un habitar cual1tat1-
nen que aprender a habitar y pueden hacerlo a partir del vo, que coloque a los hombres entre la tierra y los dioses.
mismo momento en que advierten que su situación desa- Que al mismo tiempo y ante el mismo panorama de
rraigada debe ser cambiada. Hay un camino, un proceso destrucción y reconstrucción, aunque sea en contextos
por el cual el hombre debe llamarse al habitar. Pero este separados, se formulen intenciones similares tanto en el
proceso no es otra cosa sino una construcción. Algo que caso de los arquitectos revisionistas de los mecanismos
está por hacer y que se hará paso a paso, reuniendo los productores de las ciudades ideadas por los primeros
elementos necesarios. Por esta razón el habitar lleva al CIAM como en el caso de un filósofo invitado a reflexio-
construir y la construcción es el proceso por el cual el nar sobre el problema de la habitación en el mundo con-
hombre congrega cosas, objetos, pero también se reúne temporáneo, pone de manifiesto la correlación de intere-
con otros. De modo que el habitar que comienza c omo un <-- ses y de puntos de vista en uno y otro caso.
proceso por el que nos esforzarnos por salir del desarrai-
go nos lleva a la construcción. Una construcción en la Tanto para los arq uitectos c omo para los pensadores
del existencialismo -con toda la imprecisión y diversidad
arqu1tec1ura y ex1stenc1a11smo arqu11ec1ura y ex,s1enc1a11sr~
de posiciones que se reúnen tras este término- no sólo plifica exactamente el tipo de preocupaciones que mueve
l
El referente último del sistema de valores que pre- máximamente social para la ciudad sino, sobre todo, la
domina en la nueva escena arquitectónica europea es el c aracterización de esta centralidad como corazón , es j
que puede denominarse con el término humanismo. decir, como el lugar f:sico en el que parecen encontrar
Ciertamente ésta es una palabra aplicada a situaciones asiento los sentimientos humanos más elevados y más
históricas diversas pero que renueva su eficacia sinteti- necesarios para la plenitud de una arquitectura en busca
zadora en el clima existencialista en favor del hombre de un nuevo humanismo.
concreto , con su experiencia, su vivencia en espacios y
t
tiempos determinados y bajo la angustia producida por la El core centralidad física se descubre como corazón
pregunta sobre su destino. humano en una discusión sobre la arquitectura en la cual
la función parece dejar paso a la pasión.
Si en el período de entreguerras los términos clave fue-
ron posiblemente los referidos a nociones como pro- En uno de los textos más significativos de la produc-
greso, racionalidad, felicidad en la situación de los años ción teórica de estos años, The Heart of the City, se pro-
posteriores a la II Guerra Mundial las claves éticas que duce exactamente este desplazamiento humanístico en
legitimaron la arquitectura estarán ligadas a esta noción el modo de pensar la arquitectura y la ciudad.
en la cual el universo personal de cada uno de los indivi- Cuando Van Eyck, en 1959 planteó su contribución a la
duos, su intimidad y subjetividad sobresalen como las reflexión actual sobre los problemas de la arquitectura lo
finalidades principales a las que la construcción de la hizo desde la pregunta: " Is architecture going to reconci-
arquitectura y de la ciudad deben estar encaminadas. \iate basic values?" . Desde su convicción de que en la \
En Josep Lluís Sert, por ejemplo, la preocupación recu- naturaleza humana hay unos principios arcaicos que son
rrente en los textos de estos años será la de lograr una fundamentalmente siempre los mismos se estará colo-
cando en la perspectiva del humanismo existencialista.
ciudad más humana y será precisamente este problema
el que constituirá el tema del CIAM 8 en Hoddenson de Con citas de Martin Buber y con el trasfondo de su apa-
1951 con el título La humanizació n de la ciudad . sionado interés por la antropología, Van Eyck muestra su
voluntad de lograr que esta nueva arquitectura respire
La noción clave de las reflexiones de estos arquitec- -según su expresión- al unísono con el respirar del
tos, supuestos representantes de la más genuina tradi- hombre haciéndose contenedor y espacio plausible para
c ión moderna será la noción de eore. La ambigüedad de que estas condiciones del respirar-vivir humanos encuen-
esta palabra inglesa y su pluralidad de significados ejem- tren su envoltorio adecuado.
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- - . - •- -•-- - I - - • - ---- - ~
Nuestro José Antonio Coderch, fugaz miembro del réplicas, Heidegger, con su no menos famosa Carta sobre
grupo de arquitectos reunidos bajo el epíteto del Team X, el humanismo, en la cual bajo el pretexto de la corres-
no representa otra cosa sino esta prioridad de lo espiri- pondencia con su amigo .... Heidegger retoma la fluida Y
tual existencial que se resuelve aparentemente con el re- prestigiosa categoría del humanismo para llevarla a un
chazo de toda teoría general y la llamada a la dedicación lugar problemático aunque necesario. El humanismo
concreta para situaciones concretas. Desde su humanis- heideggeriano está en el método: fenomenológico; está
mo cristiano Coderch representa otra voz en el conjunto también en el objetivo: la búsqueda de la conciliación del
de llamadas a lo esencial del hombre -así en singular- hombre contemporáneo con su mundo técnico. Pero se
como correctivo necesario a la abstracción , generalismo trata de un humanismo por hacer, por conquistar. Más
y mecanicismo de los puntos de vista heredados de los que un dato es un objetivo a conseguir, problemático. tal
maestros de la vanguardia. vez imposible.
Este programa del humanismo no es casual ni exclusivo Las metáforas del corazón, la llamada a lo humano, la
de los arquitectos. No es sino !a versión específica con la cr;:::::iente atención a la antropología pueden ser referen-
que en· este campo de la actividad práctica se pretende cias que ayuden a entender un fenómeno importante de
responder a las llamadas al humanismo y a la reflexión estos años. Nos referimos al nuevo auge del pensamien-
sobre su significado que se estár'I produciendo contempo- to organicista en arquitectura.
ráneamente entre los filósofos, artistas e intelectuales.
Jy1ecanicismo u organicismo son, en la tradición in-
Un pensador discípulo de Edmund Husserl y enmar- telectual de la arquitectura del siglo xx. la contraposición
cado por tanto en su orientación fenomenológica como de los modelos. _Dos metáforas con las que el hacerse de
pueda ser Max Scheler conocerá en estos momentos la arquitectura busca un modelo formal que le permita
una máxima difusión y popularidad . Su libro El lugar del una explicación conjunta.
hombre en el cosmos se convierte en un best-selier de
Muchos historiadores de la arquitectura del siglo xx han (
estos años. Su obra se presenta como una antropo-
teorizado sobre una contraposición entre mecanicistas y )
logía filosófica, es decir como el intento de explicar no 1
organicistas , como si esta explicación fuese definitiva y
los principios o categorías generales de la realidad y el
excluyente. Parece incluso posible el establecer la gene-
pensamiento sino lo concreto, personal, íntimo del
alogía de estas dos tradiciones de modo que a la co-
hombre situado en el infinito del cosmos y del tiempo
rriente mecánica (constructivista-schlemmeriana-pica-
histórico.
biana-lecorbusieriana) se contrapondría otra tradición
El debate sobre el humanismo conoce en 1946 la con- (wrightiana-vandeveldiana-scharouniana-maxernstiana-
tribución de Jean Paul Sartre con el texto "El existen- aaltiana).
cialismo es un humanismo", donde el existencialismo,
En nuestro discurso está claro que desconfiamos de
es decir, su propia filosofía, se presenta como el aban-
dono de toda tradición metafísica para construir otro esta explicación morfo-simbólica y que nos parece nece-
modo de pensamiento basado en la experiencia, lo per- sario llevar esta posible dualidad cuya formulación más
polémica llevaran a cabo Lewis Mumford. Richard Neu-
sonal . lo particular y lo vivido de los hombres concretos.
tra o Bruno Zevi, hacia otra vertiente: la de la asociación
A este texto largamente difundido contestará de un del organicismo y humanismo.
modo oblicuo, como gustó siempre de proponer sus
arou11ec1ura y ex1stenc1ahsmo
c111.¡u11t!\:1u,a y ex1s1enc,a11smo
La crisis del pensamiento de la Edad Clásica, como la ni SIQ!:J.IEL .. ·. .. _- . - . - -·. . - . .. ndieron establecer.
f- llamaría Michel Foucault, es la crisis producida ¡:ior esta ~ e l _diseno .. mQ.cl__(!Cf.1_<?._ P!~!~- -- ---;-- •--:---·----·-
Por el contrario, la arquitectura_~~!~~ora~e~_• ,gualo~~e 1
pérdida de fundamento y, también , por la pérdid;:-;~-;I
las demás artes, se encüeñtr~ C~Q la_r]_e ~~-~q~d_ de C:_ _ - .,
campo -del arte, de un proyecto artístico_que se ..e_r:oducía
truir .sobre-él áCre:-d:g _~pQ§truir_§íl_el _V~C.ÍQ, __ Las pr?pues- ~
desde_~n propósito de_"Iepresentación.
~cful;rt~ . cont~~porán_e.9__~~- dei2_~r-ªo__~o_0:5_!_r_uir no .ª
En Las palé!Q!....ª~ Y /as cosas, Foucault explica con e.?rti;-¿¡¡;··~~-~
·_refere~dainamovible,__~_0_ _0)..0._ n_ecesi- Iª
morosidad y detalle cómo el sistema de la representación dad-de pr9p~ner pélr? ~ada !:~~Cl,_~~';:11:!_ltáneamen!_e el ob-
pertenece a la episteme de la edad clásica .. Una cierta jeto y su fuo_c_!~m~ri!Q-.. - ----
manera de articular el mundo de lo visual y por lo tanto
-Q~i~iera insistir en el papel que en esta situación de cri-
también el mundo de la arquitectura según la cual esa
articulación se producía representando una visión del uni- sis de la cultura contemporánea asume precisamente lo
estético. Efectivamente, como se reconoce , por ejemplo,
.::_~~so cerrado y completo ~o-m~ _to_~~!~.?.19Y~~~-?da.
en el pensamiento nietzscheano, de igual modo que _en la
Pero el fin de la edad c lásica, que en Nietzsche se
l a n ~-comoun-fTñáí sin ~to"rno-era:"eñ realioaa:ei apropiación que hace Martin Heidegger del pensar,:i1en~o
nietzscheano, lo estético constituye, en la expenen~I~
agotamieñto ci~~lgo -q~~-
todaví~- alienta, por-lo -meñ6's contemporánea, una referencia especialmente s1gnif1-
parcialmente, en lo que hemos dado en llamar él pro- cativa. En el sistema de la edad clásica, lo estético era, en
yec-=lo m oder'n_ó_:-se trata de la ilusión, en el doblE:_si:!~_ti- todo caso, un área específica precisamente ligada _a la
oo- ciüe -en castellano tiene e~tª- _pal~bra,Jlusión _como práctica de lo concreto, lejos de la pretensión de totalld3:d .
esp-eranza e ilusión com-o engaño, d~_gue ~xiste un pro- de un sistema ontológico. !;:n la experiencia c~ntempora- \
c eso y d e que este i:>roceso--es~ __
dirigLQSLh_acja _una nea, lo estético tiene sobre todo e_l valQL 9-~ un para':!_i_g~ ~
defermináda final idad . En éste sentido el proyecto de la 'ma. A través de lo estético se reconoce el modelo de
H1. llustráción , base-dela modernidád-.~participa todavía de ñüestras experiencias más ricas , _ro_á_¡;_-.,,,iv.asr más verda-
un teísmo laico , de la idea de que .e~ºosible encontrar deras en relación con una realidad de perfiles borrosos.
úñ absoluto de la realidad , pg_r el cual el arte, la c iengJ..?, Si, como advirtiese Heidegger en su meditación sobre la
ia práctica social y políti ca, se puedenconstruir en base técnica, la ciencia acaba convirtiéndose en una rutina, no
auna racionalidad g lobal. Éñ ·el-momento en que este resulta inexplicable que la cultura contemporánea haya
F~ .- 0 ·sistema entra en cris is (y entra en crisis precisam enfe desplazado el centro de sus intereses hacia regiones en
_·,·,"' \'~ f- 'por la imposibilidad de establecer un~s(e!!!~ g lobal), otros tiempos consideradas , con toda evidencia, periféri-
i ··' '!.. ·est amos frente a la v erdadera crisis éfol-proyecto moder- cas. Lo más pleno , lo más vivo,__ agu~'9_g_ue es s_entido
:1.i. ~~1u:.:- 'r) ' no y ante la situaci ón perpleja, si se quiere critica ' de la
·¡:;. A . e,\ ;('/\: 1 contemporaneidad .
comola--'~periencia- rri"isma",
·en la cual se fun~~r_:i-~ _I
sujet<? pe!ceptorde la réal~dad y esa misma realidad, de
Nietzsche todavía, en Humano, demasiado humano , un modo fuerte , intenso, está en la obra de arte.
habla de la necesidad de una fundamentación siñ !Ün9a-
64 6S
V
i?-A 1 f'A, f No se trata de__sue las experiencias estéticas en el de la experiencia de la realidad_~ experiencia del arte.
: ~ ri\ tS I.,_ mundo contemporáneo estén en el centro del sistema de Pero justamente en el esfuerzo___prometeico por apmpjar-
y,,t,_,¡ :· M~.M~ ~ncJ~ ~qreT confrarío~sigueno;upando unaposí- se de algo que _1:_~~gi!_lvo,_5=1~~ ~staba sie~e:~-~-n poco
ji.. \t<, Eión periférica. Pero esta posiciql} p~~iférica tiene pre- -ño- más allá del alcance de nuestra ~ª!1º•_se_~ l_uy,2.J_§..~§!P_?-
¿,,ú~;:.r t skh w. 1 c)sa~.e~_!: ~~ valor marginal, sino un_
~alor-pi~d1gmáfico. cidad articuladora- de la exp~rien<::ia _estét~ §I...Y.. por eso
e" th 0fvl ~ +. Las expe~~ncias estéticas son , de alguna manera.el hoy esta-experi.encia _se presenta como _fragment~ria y
J)..,'-1. L modelo l'Tlá_~ s_c:i_f@o: 'm ás fuerte de: vaiga· iá ¡;·áradoja, una Q : margíñaf y"- sóio es desd~ _e~!? __posición _desde dond~
construcci_ón débil de- lá verdad dé lo -réáf ;/ po-r
·tan10 siguemanteíniendo- jLJ_!Qfl!Ji9. ?edu9t9r, _su po_Q~r_g_e de$-
adquieren una posición_p~ivilegia~~ -~ri_e_l__si~t_~~ i~~ -eJe- velamiento, su· capacidad de in:>!n~~~ _m~s q ue_d~ -~e~~
rencias y valores de la cultura contemporánea. ver la ccirñprensioñ7 ñf:~s~·a-é-- i~ -~¡:¡l~~-9~
- . . . . . ------
(Entre paréntesis podemos recordar la fortuna que lo Este marco de referencias que se relaciona especial- Pr:n h U1 C..,it e"'f
artístico tiene en la sociedad de masas y en los tiempos mente con el pensamiento más maduro de Heidegger es 'r'
recientes . La explosión de los museos, la magnificación i\uminante respecto a ciertas propuestas de interpreta- fta<d l r-\ f -;kfü;.is,v:o X IX
de los artistas, el consumo masivo impreso, televisado de ción de la situación presente, también en el campo de la E 1u sivo
No :.,v;,,pt,, do
imágenes artísticas, las informaciones que interesan a arquitectura.
c.\\-. E.: f- amplias capas de la sociedad , evidentemente tienen que ff'üd "''' " bl n o
Para clarificar más este punto de vista quisiera, ante -4./
tiih,\ ver con una sociedad cada vez más ociosa, pero también todo, confrontar lo g~~--ª~?P~ de _e~p?n_~.!:._co,:i_otras_QQ§- e: ih , d-t<>. :¡- .,t,-s I J , ..1 ,
?\~ \-o /\O tt,\ ~ tienen que ver precisamente con el hecho de que, frente turas e interpretaciones de la situación _presente en las
f"' l\ii •l 1
:, )( \ 1( al aburrimiento de la experiencia de la vida cotidiana y r}-<. 1~ ~,i uat e/LÍA
cuales las respuestas me ·r:Ía~ec en mucho menos satis-
real , de la ilusión científica, del trabajo y de la producción, factorias. En el ámbito de la cultura arquitectónica y a '~
el mundo del arte aparece como una especie de reserva partir de la experiencia de la crisis, ~ m~__r:?~P~..§.- '\- ~,11 .:l~ me,11(~d 1bo
de realidad, de la cual todavía pueden alimentarse los tas, las respuestas q ue podemos detectar a lo largo de l\.,,J"u"ll o , \e
humanos. El arte es entendido como el espacio en el que los años séserit a;-so·n~respüéstasscibi-e· todo fundamen- su, u µ\ m od
i:..
la fatiga del hombre contemporáneo puede ser resarcida). talistas. El fenó meno del fundamentalismo no es sólo-üñ X \u,a 0'1;¡1 1.J - ÍÍ '<
Pero debemos rec ordar que esta experiencia estética fenómeno que se dé en el campo religioso, en la reacción 'f.. cz. \u c 1iJ,m ➔ Tud
contempºciránea no es normativa: no se
co'nstituye como politica o en ciertos sectores de la sociedad , sino q ue
un sistemá-desde el cual pueda dec:lÜc1rse l a org~~¡;; ción
de toda la realidad. - ---- · ······ · ---- -
desde el punto de vista del pensamiento ha habido tam-
bién un fundamentalismo en el campo de la teoría y la
práctica arquitectónicas.
_Por el contrario, el universo a,:tístic_o_ ag!~-ªl_es._ pe!~j-bido
desde experiencias que se producen puntualmente, diver- Se trata de fundamentalismos en dos d ireccio nes: por
} i_!icadamente, 'écm la niáxirii'a hétérogeneidacfy,-p~r !~, un lado aquéllos que frente a la crisis llamaban al orden
nuestra aproximación a lo estético se produce de una p_ara volver a las esencias de la exQeri~cia _!!1_9dernª .
_manera débil , fragmentaria y periférica neg~nd~-e:i~t_odo Desde alg unos discursos teó ricos sostenidos po r presti-
momento cualquier posibilidad de que la misma acabe giosos profesores de la influyente _Facultad d e A~q uitec -
convirti éndose definitivamente en una exp é°~i~n~ia central. tura de Venecia, pero también desde ciertas_posicio nes
- - - ¡ -- - - -· - - - --
El esteticismo de finales de~lo x1x consistió precisa- de la arquitectura americana de finales de los 60 , del gru-
mente en la 7Tusión de proponer po__ de los Five Architects de_Nuev~ _Y<?.~~. se d esarrollaba
- -- como
·-- -columna
- ---~vertebral
66 67
arqutectu<a c:!éo,1
arouilectura débil
l-k-lJJ-00
Para Heidegger, dirá Cacciari, la experiencia metropolita-
na e~u-~ ·expEfriencia que ~e_ b..~f:69
desde el habitar
realidad ~ _se"·rrE!~eriJ? ~g_mo una esfera__~~_r.r9..d-ª.,...filD_9 ;:-t Nº"" N A-~ ,~ .:
1
t.;f iL
en la poesía, sino desde su deshabi!fil;j_ón; desolación
frente a un sistema entrecruzado de_leng~..-ªJes. No habna 1
~ ~ I~ ~~- ~e~r~~o~;¡;;; ~jj~{f }~f~i~~~~t~t2n ~:~:o~~;d~~c~~ (
nadie tan ingenu;-¿;-omo . quien pensase que par9- la_
arqueo)9Q~ . el _·sisterna··ae1 conoc_i~iento__ ~el_pasado SE:
puede.hacer por simple acu~ul_ac,~n_de º~J~to~~~ª~-~~
-\ o \.f ~(l \.~ ºr'c.
fr.1 1"r✓J.r
1
~;_¡.,-~Jd;gg~.- -.c a;cia~i _pla_n!~~--q·~·e _[a experiencia ·.
en las excavaciones. Pói:_~ contr~rio , e~tC>S_9_1:?J~!9.~_se
.
- 'f ..f C.. ~ r-"' lC\-0
¡% ~ metr29()litana c9r:ite~_orá~ea _~ - ~s. eo .. .re.alidad, una
presentan éom~!.~~-1iac;J9_9.e _un proceso de d_~SS9!!!_PO·
_~'In!),. ).~~pe~iencia que_p~r~!.!_~~_glar del habitar en los térmi- sición- de· sTstemas. ~uperpuestos, s[st.eQ'l?~ gu_e_~ o --~~
~ nos en los que podía h_ablar un hab[tante de la Atenas de
tocan:-sistema""s que_~e.•rn_uey~fl.-ªjJ_tq_nom?!!l_~.0..~ ~~9~.!:!.
Pe~icÍes o ·de la Ro.ma de Sixto v sino que, por el contra-
rio, el habitar metropolitano es un habitar escindido,
su propía7ogica; También el lenguaje es una diversidad ~ - l.v,sf 1~
qÜeya-rÍopuede ser _lei~-~~a manera lineal, p_en~~_!]-
diversific~ sometido a·ia
"áüsencia más que a la e.!:._e-
ao que a lareaííclad de un significa~ responde la pre~-
sencia y donde la p6esía;-e·s··a-e·¿¡-,: lo· vlvíficante_y_f.un.d.an-
sión de un significante, diraoerrida: sino que se presen-
te, no es algo que con~~stro entorno co1id.iano ta comOüñmagma simµlt~Qe_afl"!~nte p_r_oducido y que ,
gklbal-;slno que ·sólo·es· la expenEincia de la ausencia. __§s_
la ex·perienda ele..Una aÜsencía la que, por decirlo así, sólo una labor de deconst~~c~~?!:11 ~ ~-lab_or_d~-a_n áli~i_
de comerensión de los proc~~~~uxtapos1c1on , es la .;
s Y_
dibuja el contorno del hombre metropolitano.
q'd'e puede clarificar i:ilgunas relacio!7es. _
Si las propuestas de Frampton tienen interés en la ----- ·= -· . -· . . ..·-
✓ Este modo de pensar tiene ciertamente una traduc-
medida en que han diversificado la visión de la realidad y
1 ción bien clara en la experiencia de la producc1on de la
han introducido la necesidad de aceptar sin controversia 1 ~ -- - -~ - - - -- - -- - - - - ·, , • •
70
y'
r,., ·...:1,,'.-1.•.
-1~\I ¡l)A"-">•(\í)
l acercan, a veces siri"toc-~rs~; ..9..~s~_~¡:ii:._oximan.~i_Q...!1.~g~I.. J
71
arquitectura déb,I
arqu,1ec1ura oeo,1
po en la arquitectura de ~§__~dad clásica, podía o estar convierte la experiencia esté~ca_<:_:l~J a_obr a de art~ en
simplemente. reducido _a cero (era la experiencia de la concreto de fa arquitectura,. en acontecimiento.
centralidad renacentista) o en todo caso ser un tiempo La tem¡:,oralidad no se presenta como un sistema sino
controlado, un_tiempo que tenía un principio y un orden c ~ azaroso instante que, guiado sobre todo por la
en la expansión (y ésta es toda la experiencia de la tem- casualidad, se ~roduce en un lugar y en un momento.
poralidad barroca). imprevisible. En ciertas obras de arte contemporáneas,
Pero el tiempo moderno no es así sino que se pre- en la danza, en la música o en las instalaciones, la expe:
rieoo,i"ae- lo tenfpéirál-i::"omo aco .n te.cirnientÓ ·dado de una
l~enta co_m_o una ~~P-.l<?~ión difractada en _la que no hay un
tiempo un1co como material con el que podemos cons-
Eruirl~ ~~~P.~!i~_ ~ i~.!. siño que lo que hay .~on..1i.emQQ§,
vez y,despÚés:· ctes~~ne¿id~por sie.m pj~_:j~m~si exp_lic-a _
bien una noción de la temporalidad gue tiene en el acon-
itiemeos diversos, los tiempos con los que se nos produ- tecimiento s-~--~ejor. -f~r~~ - de-·e; p-resión. -Lo .t em.pÓral
ce la experiencia de la realidad . En la confrontación con y conecfa-con la ·aceptac ióñ-élela ct°eb1licfac:fde la experien--
en el intento de entender este problema de la diversifica- Cia artfstica,norelorzañeió- sus··eosiciones dominantes,
ción de los tiempos está toda la lucha del arte del siglo xx. sino aceptando la verdad de su frágil presencia. .
E1!_i..empo en la experiencia cubi~ta,~ tie~ p~ f~tu¿j~~§. el Si la noción de acontecimiento permite aproximarnos a 1ri · .\u~\
tie~po E:_n el dadaís.070, el tiemp9_en las ~~peoeng@s fo_r- una de las características de lo que hemos decidido lla- R.
malistas de tipo .óptic9.. y gestáltjg_cijon -~ éríencias-de
u~ tieme._o diversificado, yuxtaRue~tg ,_que constituy e-una
mar _?J_quite.c tura débil no menos definitiva será la noción
deleuziana de ~~-
pvi ·1t--
condición básica de la modernidad. Pero esta condición ,
por cierto, no fue siempre ..9ie.o entendida ROr los maes- Gilles Deleuze ha publicado recientemente un libro en
!.[Q.§_de la arquitectura moderna que en muchos casos el que bajo la apariencia inocua de un resumen del pen-
pen~aron que lo que .convenía era un "tíém po- álejaaoclel samiento de Foucault se desarrolla toda una propuesta
c~ot~[ismo de la visión pe~spi.ctiva-::·p ernqÜe~pqg¡~sei- constitutiva de una visión contemporánea de la realidad.
un tiempo perfectamente org§[)iZ?.dO _cl_~~d~ _aj_ punto de Lo seductor de este texto estriba, entre otras cosas, en la
.- - ·----- ... -- --- - comprensión de cómo en el pensamiento contempo-
72
ráneo _lo obj_e ti~~J_!9_su~jet[y_9._no son campos distantes
~¡¡~;~:~sdJ -2~\?~T¡
1
com_ o _D eleuz:_1?.~ !l~~.-c~~tituye~
- Úe·-- · ------------ - ----·~ -ª : -~ ~ica r_1:a~gA_d..:_La noción de plie-
que realza, enriquece, hace soportable la realidad , sin la
pretensión de imponerse, de ser central , de exigir el aca-
tamiento que la totalidad demanda. Decoración por tan-
;scla~:su~a para la _arquitectura actual enormemente
to , o condición decorativa del arte y de la arquitectura
ce ~ra. -~ realidad aparece como un conti
_el cual el tiempo d 1 ··,-- -- - ----- -:· --··-- ----- nuoen contemporáneas, no en el sentido de la vulgaridad , de la
- . - . ·; ·· ·. e_ ~:uieto_ y el tiempo de los objetos trivialidad , de la repetición de estereotipos establecidos,
.exteriores e_s.tán c1rculand . . .. . . ·---- 7 ---- -···· ,---- - . .
·d· · •
d on e el encuentr
... - ,.,__ . . . <? en una misma cmta sin fm y sino como discreto repliegue a una función si se quiere
· ··.······------ -------- - - -~-
·--==- .. ,·= _.? er,itre lo ob1et1vo y lo subjetivo sólo se secundaria, a una función que sobrevuela el hipotético
prod~ce_cu_aodo esa realidad éontinúa"'iie .p'iie· a en
desa1uste de su propi · · t· •d · ·· - ---- _____:fl____ ~ n fondo de las cosas. El texto que Heidegger escribe sobre
-- -- - - _ _ _ .. a_c<:>n _1nu1 ad . la escultura en el espacio, un bello texto basado en un
Eu~_o~~:!:r~~~~n_su !eciente l\bro Los lfmites del mundo diálogo con Eduardo Chillida y que además fue publica-
b_ab~9- ~el .'?..~racter_íntempesi(-:o de 1~ :5itÚ.ación deTarte .y.. do con unos preciosos aguafuertes del escultor vasco ,
~-~~~err.po~ane~s. Intempestivo, como_~oilgl,Jlo_s 9~ lo:: rea- afronta precisamente esta cuestión: la de que la condi- --il
)1~acj! como acontecimientos que se producen noa -Íra- ción decorativa no es necesariamente una condición de
y_es d~ la organización lineal y previsible de 10· reaC sino la trivialización de lo vulgar, sino que simplemente
§l__traves d~ P.!1.~gue_s, de grietas, otro término utilizado a
veces por Foucault, que permit~0 de alguna manera el
r~fug io , el al~.t~<?, de un pequeño momento efe iritéñ-síaa-d 1
constituye el reconocimiento de que para la obra de ¡ .
arte -escultórica o arquitectónica- la aceptación de
una cierta debilidad y por tanto , su colocación en un lugar
jl
poética y creativa. ·· · ·-- -- ·· '/ secundario es, posiblemente, la condición de su mayor
1
elegancia y, en el fondo, de su máximo peso.
Pero junto a la precariedad del acontecimiento y del
pliegue intempestivo de la realidad la que yo denomino 1 Todavía, para acabar, quisiera glosar una última carac- t-~,,hc•.,1.4..~kl., ,}'-\ •e
arquitectura débil , es siempre decorativa. Que nadie se i teristica de la arquitectura débil: la monumentalidad.
asuste: la palabra decoración es una palabra maldita en De nuevo hay que jugar con las palabras. No se trata
la tradición moderna y sin embargo hay que volver a refle- de la monumentalidad como representación de lo abso-
xionar sobre el significado de esta palabra y sobre el sen- luto-:-Ti-m~~u~~~io- ein la edad clásica es ei-centro-:esia
tido fundamental que la noción de decorum tiene por imago-Oei, es la figuración de una divinidad trascendente
debajo del término decoración . Soy consciente del signi- que g~r~ntiza la consistencia del tiempo. La figura del rey,
ficado decisivo que este término tiene, por ejemplo, en el en el centro de la Plaza Real , constituye así el emblema
pensamiento de León Battista Alberti y en general en la del poder que jerarquiza el orden de cualquier espacio
estética del humanismo. La acepción que aquí se propo- público. El obelisco en el punto central de la perspectiva
ne de esta palabra es otra. En su significado más común , es el moriumeñ"to güé garan.tiza 1á ·cohere.ncia yia íñmo:.
aquel que divulgan las revistas de decoración, el que se vilidad -de la estructura visual representativa. No es de
usa cotidianamente , ~C?rativo es lo inesencial.. Es este monumento del que quiero hablar, porque evidente-
aquello que se f)resenta no como una sustancia, sino mente es éste el que ha hecho crisis en la realidad con -
EQmq-Ún-~cci~~r.i!é~__"Uñ c·om.pleme·ñ to que·perrri"ite inclu- temporánea. La monumentalidad de la arquitectura débil
so una lectura, a la manera de Walter Benjamín, no aten- no mantiene con los monumentos de la edad clásica ni su
ta sino distraída y que por tanto se nos ofrece como algo geometría ni su valor ideológico sino únicamente lo que
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74
Sibl1ogra fía
Deleuze Gilles, Foucault , Les Ed1tions d~ M1nu1pt, Pdarís,
·--: qued~ en el contexto actual de aquella condición del tér-
mino monitu , es decir: del recuerdo. ·
'
1986; (versión castellana: ouc
F ault Ed1to nal
·
ª'os,
. ·---- . - -··
.,, ,:- ,-J 1 /
Barcelona, 1987) .
1
Heidegger, de nuevo, en el mencionado texto sobre el
rtl'.~~rs..;lc ~spncio y la escultura cita unas palabras de Goethe, que Heidegger, Martin, Die Kunst und der Raum, Erker
quisiera repetir: "No es necesario que lo verdadero tome Verlag. St. Gallen, 1969.
siempre cuerpo, es suficiente con que aletee alrededor, Trias, Eugenio, Los límites del mundo , Ariel, Barcelona,
como si fuera un espíritu y que provoque una suerte de 1985.
acorde; como cuando el tañido de una campana suena
Vattimo, Gianni, La fine della modernita , Ga~ant,,
amistosamente aportándonos un poco de paz" . La idea
Milán, 1985; (versión castellana: El fin de la modermdad,
de monumento que quiero traer a colación es aquella que
podemos encontrar en cualquier objeto arquitectónico Gedisa, Barcelona, 1994').
,i
que, siendo ciertamente una apertura, una ventana a una
realidad más intensa, al mismo tiempo su representación
se produzca como un vestigio, como el aleteo de la músi-
ca de la campana que queda después de sonar; como
aquello que se constituye sólo en residuo, en recuerdo.
-
Aldo Rossi en La arquitectura de la ciudad, utilizaba el tér-
-~ino monumento para significar la permanencia, porque
- · --·-- ·- -----
-
se movía focfavTa en una-concepción mopí~tica de la rea-
lÍdad y en una definición inmovilista de la ciudad. Por el
coñirario ·1a . n'oción de mon~-~e-~¿-que propongo aquí
está ligada al gusto de la poesía después de haberla
leído, al sabor de la música después de haberla oído, al
recuerdo de la arquitectura después de haberla visto.
Es la fuerza de la debilidad. Ag~llo que el artl3 y la
arquitectura son capaces de produci~ P!ecisamente cuan-
do no se presentan agresiva~ y domi~ar,~. sino tan~-
c1ales y débiies. · --- -