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El marketing de políticas públicas:

nueva propuesta para gobernar con efectividad


(segunda parte)
Carlos Salazar Vargas

2. Las políticas públicas: la forma como bles problemas sociales. Esta concepción es bien
se comunica el Estado con la sociedad importante cuando se entiende la gobernabilidad
como la capacidad para dar respuesta a los pro-
Algunos asesores de politing saben cómo decir las cosas, blemas sociales y a su vez es la base sobre la
pero pocos saben cuándo. cual se estructura la definición de políticas públi-
cas como: las sucesivas respuestas del Estado (o
La mayor parte de lo hasta aquí presentado se del Gobierno de turno) frente a situaciones consi-
relaciona –fundamentalmente– con la amplia- deradas socialmente como problemáticas.
ción y estructuración del moderno concepto de
marketing. Este, al igual que el campo de las Valga la pena aclarar que en esta definición
políticas públicas, puede también ser conside- no se propone que el Estado –o mejor, el go-
rado y enmarcado dentro del enfoque sistémi- bierno de turno– dé respuesta o actúe sólo en
co (David Easton, 1999). forma reactiva con respecto a algo que falta,
obstruye o entorpece la buena marcha de la
De acuerdo con lo anterior, es posible enten- sociedad, pues los aspectos de planeación (y
der los resultados de cualquier sistema político, dentro de ellos los de anticipación, predicción
como los outputs, es decir, las respuestas que y de prospectiva) son inherentes al área admi-
primero como simples programas y luego como nistrativa, al campo gerencial y a la actividad
políticas públicas es necesario presentar u ofre- gubernamental, sobre todo, en lo que implica la
cer, como solución a algunos de los innumera- necesaria anticipación a esos problemas.
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Adicionalmente, tal y como acertadamen- Teniendo presente que el Estado lo confor-
te lo asegura Eduardo Aldana, “basta con re- mamos todos y por lo tanto todos debemos
cordar que los problemas son construcciones tener ingerencia en el gobierno, el hecho de
mentales que elaboramos, cuando percibimos que esta ingerencia no sea efectiva, algo –o
un quiebre en nuestras expectativas, para mucho– de culpa tenemos nosotros mismos,
apreciar el enorme espacio que se abre a la los simples ciudadanos. Y es que la solicitud y
creatividad y a los enfoques preactivos, en la exigencia a nuestros gobernantes, de “políticas
conducción del Estado”. públicas de fomento a la participación ciudada-
na”, cimentada, estructurada y promovida den-
Así, las políticas públicas pueden ser en- tro de la óptica del marketing social, pueden
tendidas como algo que se ofrece, como una ser una verdadera solución en la búsqueda de
oferta u ofrecimiento a los ciudadanos y que una mayor ingerencia de la ciudadanía en las
entonces, los oferentes –como producto- decisiones gubernamentales. Las respuestas
res– promuevan bienes en forma de productos pueden ser recolectadas, cuantificadas y cua-
tangibles, servicios englobados en intangibles, lificadas para mejorar, (reforzar, impulsar) cam-
ideas, planes y proyectos, algunos de los cua- biar (ajustar, redireccionar) una política pública
les pueden tomar la forma de políticas públi- en este sentido. Por eso, es necesario entender
cas. Y se las ofrecen a un grupo o usuarios la gobernabilidad no sólo desde la oferta gu-
que pueden ser entendidos como mercado de bernamental sino también desde la demanda,
ciudadanos. tomando en cuenta las necesidades y exigen-
cias de la sociedad, es decir, en ese lenguaje
También el tipo de respuesta a la forma propuesto por el marketing es necesario sinto-
como el Estado se comunica concretamente nizar la oferta política con el mercado electoral
con respecto a la etapa de formulación de una objetivo, mediante un enfoque integral que per-
política pública cualquiera puede ser conocido, mita modelar los problemas desde diferentes
analizado, cuantificado y sopesado, de tal for- ópticas: esa es precisamente la propuesta que
ma que esta información ordenada, clasificada ofrece el marketing social.
y debidamente analizada puede ser importan-
te y hasta crucial para la posterior etapa de Definitivamente los electores han perdido
implementación de esta política pública. Y es gran parte de su interés por las ofertas políticas
que es viable conocer las 3 posibles respues- porque estas no han podido o no han querido
tas de los ciudadanos: positivas, negativas y –y algunas ni siquiera lo han intentado– entregar
la no respuesta: considerada como la anomia. las promesas que han hecho al elector, votante,
Adicionalmente con respecto a las dos prime- quien padece o goza los resultados, consecuen-
ras (las respuestas positivas o negativas) es cias y/o beneficios de toda política pública.
posible desglosarlas aún más (Salazar, 99): la
colaboración como una respuesta positiva ac- 3. Políticas públicas y marketing social:
tiva, y la aceptación como una respuesta po- ¿hasta dónde se complementan?
sitiva pasiva. El rechazo como una respuesta
negativa activa, y la indiferencia como una res- Los verdaderos descubrimientos de un buen asesor de
puesta negativa pasiva. Esta secuencia trasla- politing
dada al ámbito de las políticas públicas corres- se hacen cuando no sigue instrucciones, cuando se sale del
ponde, precisamente, a la retroalimentación o camino indicado
información de retorno (feedback), como uno y cuando intenta lo que no se había intentado.
de los insumos necesarios para volver activo,
dinámico, continuo y permanente el proceso y Es innegable que existe la necesidad de acortar
que acertadamente también lo propone el mar- la distancia y cerrar la tremenda brecha entre
keting social
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las estrategias que diseñan los políticos y las (y dentro de ellos los partidos políticos) pueden
preferencias de los electores, votantes, ciuda- ser más efectivos segmentando los mercados,
danos. Para ello, en primer lugar, se propone diferenciando y posicionando sus propuestas y
cambiar la dirección del proceso, de tal forma entendiendo mejor la forma de pensar y de ac-
que sea necesario desentenderse un poco del tuar, mediante el estudio del comportamiento
extremo transmisor y concentrarse mucho más de los electores, ciudadanos y votantes.
en el extremo receptor. De acuerdo con lo an-
terior, lo importante no es que la gente común, Así mismo, la filosofía del marketing social
el ciudadano de a pie sepa de políticas públi- es útil en la estructuración de la representación,
cas, lo fundamental y realmente importante es la cual presupone tres características básicas
que el especialista en políticas públicas sepa bajo las que se fomenta la ciudadanía (Sartori,
de gente. 1999): a) Receptividad: los parlamentarios es-
cuchan a su electorado y ceden a sus deman-
También el reto de tomar decisiones efec- das; b) Rendición de cuentas: los represen-
tivas (más o menos eficientes, más o menos tantes deben responder de sus actos y c) Los
eficaces) confronta permanentemente tanto al electores pueden destituir, en determinados
hacedor de políticas, igual que al especialista momentos a los representantes. Por ejemplo,
en marketing. Ahí radica el dinamismo de los mediante un castigo electoral. Cada una de
dos procesos y es ahí donde aumenta (o dismi- estas tres características, o todas en su con-
nuye), se encuentra (o se pierde), la probabili- junto, se pueden lograr –al menos buscar en
dad de ser más o menos exitoso, más o menos forma ordenada y con mayores probabilidades
efectivo, de actuar en forma más eficiente o no, de éxito– dentro del amplio marco que ofrece el
y al proceder de tal manera les toca a los dos, marketing social.
caminar permanentemente en un discernimien-
to por una opción fugaz, única y muchas veces A pesar de que el marketing es bien diferente
irreversible. Mediante este mismo proceso, de- a la publicidad como quedó claro en otra par-
cisional, es posible la detección y definición de te de este documento, aun así hay funcionarios
estrategias, planes y acciones que no generan, gubernamentales a quienes les encanta la publi-
ofrecen o agregan valor para el ciudadano, con cidad, con independencia de que funcione o no.
el fin de eliminarlas. De otra parte, el marke- Una cosa sí es bien cierta: lo que se invierte en
ting social contiene un poderoso conjunto de publicidad se malgasta cuando se dedica a ofer-
conceptos y herramientas que realmente ayu- tas políticas no suficientemente diferenciadas o
dan a grupos de acción social a tener grandes sin una estrategia válida de posicionamiento con
avances en la manera de abordar los proble- respecto a otras del mercado. De hecho, la for-
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mas sociales. Así, los grupos de acción social ma más rápida de acabar con una deficiente,
insegura o no posicionada oferta política es, las políticas públicas, es como herramienta de
precisamente, publicitarla. El mercado electoral comprobada efectividad para el “cambio social
lo comprobará y lo difundirá con rapidez. voluntario” (CSV). Se logra con él que los ciuda-
danos estén más sensibilizados, sean menos
Tanto el marketing al igual que las políticas prevenidos y actúen en forma más propositiva,
públicas son decisiones voluntarias y delibera- todo ello, recurriendo a menores recursos. En
das para diseñar unos procesos y realizar acti- otras palabras, se logra el cambio voluntario de
vidades con un fin específico: transformar el or- la audiencia en forma efectiva: lo cual represen-
den social, de acuerdo con la definición que de ta a su vez, dos estadios diferentes: el primero
intervención social ofrece la Fundación Social. es que el planteamiento sea eficaz, en el sen-
Así, ellos aparecen no como una simple opción tido de que los ciudadanos lo comprendan, lo
para los partidos políticos, sino una necesidad entiendan y por consiguiente lo acepten y se
estratégica para su sobrevivencia. Teniendo den fácilmente cuenta, lo entiendan y lo adop-
en cuenta lo anteriormente expuesto, este rico ten, en el sentido de que lo que se les presenta
campo, concretamente en lo que se ha veni- es la solución adecuada a su necesidades, por
do llamando, definiendo y presentando como cuanto está precisamente basada en lo que
marketing social puede ofrecer su real ayuda, realmente ellos necesitan. Adicionalmente, que
su valiosa contribución y su invaluable aporte, al sea también eficiente, es decir, que se logre lo
campo de las políticas públicas, en dos estadios que previamente se ha propuesto o intentado,
diferentes, pero complementarios entre sí. pero comprometiendo los menores recursos
posibles. Con el marketing social se logra que
El primero es el relacionado con el “marke- la ciudadanía acepte, apoye y hasta promueva
ting de ideas y aspectos sociales” ya que la el cambio propuesto, con los menores recur-
política pública es –en un comienzo, concreta- sos posibles, con menos esfuerzo y con mu-
mente en sus etapas de creación, formación y cha mayor facilidad. Esos son precisamente los
formulación– sólo eso: una simple y la mayo- ofrecimientos políticos que como propuestas
ría de las veces, una embrionaria, indefensa y de políticas públicas presenta el gobierno de
solitaria idea que el gobernante debe convertir turno, a consideración de sus gobernados.
en realidad. Y no es por casualidad que esta
obligación del gobernante sólo ahora surja, 4. El marketing de políticas públicas:
se presente actualmente ante el electorado o ¿una propuesta útil para gobernar?
aparezca en este siglo ante la ciudadanía como
por arte de magia, pues la misma definición de Los asesores de politing están en este mundo
Maquiavelo de la política como “la búsqueda, para evitar que los candidatos pierdan el tiempo
conquista y mantenimiento del poder políticos” buscando su rumbo.
o la de Otto conde de Von Bismark como “el
arte de hacer posible lo deseable”, sin dejar de El marketing de políticas públicas –que es el
lado la más reciente definición de política de caso que ahora nos ocupa– entraría, entonces,
David Easton como “la asignación con autori- a formar parte del campo que cubre el marke-
dad de valores en la sociedad”: todas las defi- ting social. Y es que si bien es cierto que con el
niciones de política, así se lo demandan, exigen tiempo no se han aumentado las necesidades,
y hasta se lo conminan a todos los políticos, no las formas de satisfacerlas sí se han multiplicado
sólo ahora, sino desde sus mismos orígenes, y diversificado. Precisamente, a esas nuevas for-
fuentes y concepciones de lo que es la política, mas de satisfacer antiguas necesidades corres-
aquella con “p” mayúscula. ponden las campañas que tienen que ver con la
promoción, difusión, comunicación y ahora con
El segundo campo en el cual puede el mar- el marketing políticas públicas. De esas nuevas
keting social ofrecer una real contribución a formas, vale la pena destacar tres, a saber: 1. La
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conquista del territorio de la mente de los ciu- municaciones. Los medios de comunicación ma-
dadanos. 2. El uso efectivo de las tecnologías siva nos dan el don de la ubicuidad, podemos
de información y comunicación (TIC), que están llegar a cualquier público en cualquier rincón del
ya a disposición para la promoción y difusión de planeta o de un país. Los medios, asimismo, tie-
políticas públicas y 3. La sociedad de mercado nen un gran poder persuasivo y un atractivo ca-
que abrió también la política al juego de oferta racterístico que llega a toda esa gente que tiene
y demanda, como aquel mercado integrado por relación directa o indirecta con una política públi-
ciudadanos, quienes son los receptores de las ca determinada. Hoy día, las campañas para pro-
consecuencias positivas o negativas que toda mocionar y comunicar ideas y aspectos sociales
política pública conlleva. se caracterizan –y cada vez más se afianzarán
esta tendencia– por la presencia significativa de
Con respecto al primero es conveniente ini- los medios de comunicación social y por el im-
ciar resaltando el hecho de que anteriormente parable desarrollo de las TIC. La utilización de
sólo se podía conquistar territorios por la fuer- estas TIC –sólo como uno de los privilegios de
za. Sin embargo, a finales del siglo pasado, con recientes épocas– bien vale la pena trabajarlas y
el “posicionamiento” (Ries y Traut, 1992), se re- en forma coordinada utilizarlas dentro del marco
voluciona la comunicación publicitaria y el mar- que propone el marketing social, con miras a en-
keting, al proponer conquistar el territorio de la contrar –consciente, organizada y planeada– vías
mente. Concretamente, en el capítulo segun- reales y efectivas para la hechura, coordinación
do, tercero y cuarto de este libro se presentan y manejo de todo el proceso integral de políticas
con los siguientes sugestivos títulos: “El asalto públicas (Salazar-Vargas, 1999).
a la mente”, “Penetración en la mente” y “Las
escalas mentales”. Este documento es una En tercer lugar, la sociedad de mercado con
propuesta real y concreta, sobre la forma de su economía abierta también abrió el mercado a
conquista territorios –ya no por la fuerza– sino la política. Es necesario reconocer la existencia
por medio del posicionamiento, ayudado en su de “un mercado de ideas” en donde estas com-
empeño por la persuasión, el convencimiento, piten entre sí. En esta arena hay toda una lucha

la segmentación, la diferenciación; todos ellos política donde gana aquél que tiene la mayor ca-
procesos inherentes a lo que se recomiendan pacidad para convencer y persuadir de que sus
para lograr cambios sociales voluntarios y los propuestas son las más viables y adecuadas
cuales se engloban a su vez –tal y como se vio para satisfacer las necesidades de la ciudada-
en las anteriores secciones– bajo la inmensa nía. Esas propuestas que posteriormente se im-
sombrilla que no hace mucho tiempo abrió y plementarán y pondrán en marcha en forma de
nos compartió el marketing social. políticas públicas, ya que es realmente la forma
como el gobernante de turno se puede comu-
En segundo lugar, también la tecnología abrió nicar con sus gobernados, que como jueces y
las perspectivas a un mundo inimaginable de co- supremos jefes se lo demandan.
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Por ahora, estas tres realidades son suficien- política y “democratizar” la misma democracia.
tes para permitir incursionar con confianza en No esperemos a lo que lamentablemente decían
el marketing de políticas públicas. Se pretende los indígenas bolivianos: “como ni el presidente,
que esta propuesta sea una verdadera oportuni- ni los intendentes, ni los parlamentarios... ningu-
dad para hacer posible lo socialmente deseable. no nunca, nos han consultado, hemos decidido
Ante todo, es necesario aceptar que estamos en consultarnos nosotros mismos”. Así, aspectos
un periodo de transición que corresponde al ini- tales como la construcción de nuevos paradig-
cio de un nuevo siglo, en donde no ha desapa- mas, las nuevas dimensiones de un Estado de-
recido la vieja forma de hacer política y la nueva, mocrático, la insurgencia de los ciudadanos en
aún no se ha establecido por completo. De ahí un nuevo orden diferente del establecido, una
que el actual proceder de la dirigencia política y mayor y mejor gobernabilidad, las estrategias
de la burocracia de primera línea sea una rara para un control por parte de los ciudadanos, y es
mezcla de formas tradicionales y modernas. Es que mediante la congruencia entre el marketing
necesario, entonces, que tanto los especialistas social y las políticas públicas se pueden deto-
en políticas públicas como los especialistas en nar procesos participativos que permitan diseñar
marketing social conversen, para que –ponien- instrumentos metodológicos para que alcanzar
do en común sus diferencias– se centren en tra- o al menos buscar con más efectividad las dife-
bajar en los muchos puntos de contacto que ya rentes alternativas de solución.
tienen. Y es que en esta época de cambio que
indudablemente representa cambio de época, Adicionalmente, es necesario advertir que
es necesario que se adapten y afinen nuevas cuando se habla del marketing social, el con-
habilidades que permitan incursionar con éxito cepto ético es bien importante. Al ser entendi-
a las nuevas formas de elaborar, trabajar y ofre- do como un instrumento, como una estrategia
cer políticas públicas, como soluciones viables o medio, al servicio del hombre, no tiene vida ni
a algunos de los innumerables y urgentes pro- decisión propia. Al igual que un bisturí, el cual
blemas de la sociedad actual. puede ser usado por un cirujano para salvar una
vida y hacer un bien, o por un ladrón para dañar o
Con planteamientos como este del “marke- robar a una persona, el instrumento en sí no es el
ting de políticas públicas”, necesariamente se responsable de su uso. Como dice Roy Campos
cambian no solamente las respuestas sino que (2003), “asignarle la maldad al instrumento sería
también cambian las preguntas y las interro- como decir que un automóvil es “satánico” por-
gantes sobre cómo hacerlo, es decir: cuáles que puede atropellar a personas o que el teléfono
y cómo son las estrategias. Del mismo modo es “grosero” porque por él se puede ofender, no
como en medicina el “diagnóstico” y el “trata- podemos asignar al instrumento la característica
miento”, se han cambiado por la “predicción” ni la intención de quien lo usa”. Así lo pueden
y por la “prevención”, así mismo, con estas utilizar para formular e implementar políticas pu-
herramientas la competencia política se debe blicas que pueden ser entendidas como buenas
transformar, de tal modo que –poco a poco o malas depende del criterio, creencia o forma-
pero cada vez más– primen los proyectos, más ción de quien o quienes las promuevan, apoyen
que los perfiles de los personajes que los im- o critiquen u obstaculicen.
pulsan o promuevan.
La sola publicidad política por sí misma, no
Lo anterior tiende a que la actividad política ha sido capaz de llevar al triunfo a una o unas
se mida con los parámetros establecidos por propuestas de políticas públicas, se han multi-
la ya famosa frase del profesor Pierre Muller plicado ejemplos locales, nacionales y extran-
(2006) de que “cada vez más, hacer política (en jeros en los que las campañas publicitarias han
cuanto a politics) es hacer políticas (en cuanto a sido exitosas pero el gobernante ha perdido
policies), intentando de paso “ciudadanizar” la autoridad, imagen y posicionamiento. La expli-
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cación, en mucho, se encuentra en la necesi- to, milimétrico, dar en el blanco. Para ello, el es-
dad de manejar las campañas con gran sen- tratega debe tener elementos y conocimientos
sibilidad política, de ahí que paradójicamente cada vez más complejos, cada vez más certe-
quien deba dar las líneas de comunicación de ros apoyados en talento e imaginación creativa
una campaña social cualquiera, sea el estra- para poder competir en el mercado electoral y
tega y no el comunicólogo. Este último lo que “mercadear” adecuadamente a su electorado
tendrá que hacer será reflejar esas líneas en la las políticas públicas por él propuestas y que
concreción de diferentes medios de comuni- ahora en su papel de gobernante le correspon-
cación que van desde el lema hasta los me- de implementar y poner en marcha.
dios más complejos y caros como los mismos
electrónicos, con la suficiente racionalización El trabajo no es fácil, ya que no se trata de
de recursos y de información que no sature vender productos estáticos que no se mueven
pero que sí multiplique el efecto de los mensa- de un anaquel, se trata de mercadear intangibles

jes. Por eso, de ninguna manera el marketing y tratar con situaciones tan delicadas como la
puede sustituir el ejercicio de la política, ni de identidad, los símbolos, los ritos, las percepcio-
los políticos profesionales ni de los politólogos: nes, las creencias, la credibilidad, la verosimilitud,
un instrumento publicitario jamás podrá sus- la legitimidad, entre otras. Por eso, certeramente
tituir al enigmático arte de hacer política. Más se asegura que el marketing social es una ciencia
aún, la estrategia es un proceso sistemático social (Crosier, 98) en la medida que sistemati-
y controlado que permite diagnosticar, pla- za conocimientos, explica los patrones político-
near, elaborar y evaluar las diferentes etapas conductuales de los ciudadanos, incorpora un
de una campaña relacionada con el marketing proceso de racionalidad en la toma de decisio-
de políticas públicas. De ahí que la estrategia nes, reduce la incertidumbre en los procesos po-
política es un arma poderosa que permite co- líticos, usa distintas metodologías cuantitativas
nocer al adversario, a los públicos, al contexto y cualitativas para sus estudios e indagaciones,
y, desde luego, puede proporcionar opciones acumula una serie de saberes y conocimientos
sobre cómo conquistar la victoria. Es el es- sociales, así como predice, con cierto rigor cien-
tratega político a quien le toca diferenciar y tífico, el comportamiento futuro de los ciudada-
posicionar a los candidatos, a los partidos y nos constituidos como “mercados” electorales
posteriormente –después de elegidos– posi- o de ciudadanos. Concretamente, el marketing
cionar esa oferta política que como políticas social en lo que tiene que ver con las políticas
públicas sus gobernados las deben conocer, públicas se preocupa centralmente por estudiar
distinguir, apoyar, aceptar y hasta defender. y entender los patrones político conductuales
de los ciudadanos, integrados como mercados
Antes, las campañas para el cambio social políticos de ciudadanos, para, a partir de su co-
equivalían al disparo de un escopetazo con el nocimiento, diseñar estrategias de comunicación
que los perdigones caían indistintamente, con y persuasión. Estudia, también, los procesos de
las campañas modernas el tiro debe ser exac- intercambio político voluntario que se dan entre
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los ciudadanos y la clase política, así como los integral, propia y particular. No se pretende tam-
fenómenos relacionados con la construcción de poco hacer apología a los anglicismos, simple-
legitimidad, de mayorías electorales estables y de mente es aceptar que si en el comercio el mer-
afianzamiento de la gobernabilidad. cadeo ha sido útil para conseguir compradores
y generar demanda, el politing es una alternativa
Después de analizar lo anterior, no resulta político electoral efectiva, para encontrar adep-
difícil entender que lo que persiste en muchos tos, conseguir electores y ganar votos.
críticos del marketing social –concretamente
en el caso del marketing de políticas públicas– Visto así el politing, no tiene nada que ver con
es un apego al pasado, una melancolía con fabricar presidentes o vender invendibles. Más
las formas tradicionales de hacer política, una aún, el cuento del peinado del candidato, su son-
nostalgia con los sistemas predemocráticos y risa y demás arandelas, son simples nimiedades
una resistencia al cambio. Si bien es cierto que al compararlas con el marketing de ideas, campo
el marketing de políticas públicas no es la pa- novedoso del politing, que fue la respuesta a la
nacea, tampoco se vale satanizarlo. Sólo res- pregunta de que ¿por qué no se puede vender
ta decir que el marketing de políticas públicas fraternidad, como se vende un jabón?
es un campo del saber aún joven en América
Latina, sin intencionalidad propia (ni malo ni Y es que quienes se lanzan a la arena po-
bueno) que reclama de sus impulsores una lítica, tienen que contar con una guía que les
serie de trabajos académicos, tanto teóricos señale el camino correcto y ese no es oficio ni
como metodológicos, para tratar de dar más y función de herramientas como la comunicación.
mejores explicaciones al complejo proceso de Que la comunicación política es importante, es
intercambio político voluntario, propio de una innegable; pero considerarla aislada del marke-
sociedad democrática. ting, es un error grave.

4.1 Una breve mirada al marketing político Porque para que la comunicación sea efec-
integrado: del marketing al politing tiva (eficiente: más votos con menos recursos y
eficaz: que las estrategias impacten), se requiere
Si la política es el arte de hacer posible lo deseable previamente haber respondido a interrogantes
(Bismark), tales como el grupo electoral al cual va dirigido
el politing es el arte de hacer deseable lo posible. el mensaje; la clase de electores que confor-
man éste segmento, sus necesidades y deseos;
Quien se somete al escrutinio electoral busca cómo se comportan; cuál es el posicionamiento
alternativas para conseguir votos. Unos los del candidato; cuáles las variables para diferen-
compran o acarrean electores; otros eligen la ciarlo, el valor agregado que le ofrece al elector
vía legal y aquí se incluye el marketing político. y otros, cuya respuesta es del politing y esa su
Aunque el término lesiona los oídos, no es otra ventaja comparativa frente a otras alternativas.
cosa que la conjugación de mercadeo y políti-
ca; como algunos asimilan mercadeo a com- Es frecuente, también, la confusión entre poli-
pra/venta, se popularizó el anglicismo marke- ting y publicidad política; ésta es sólo una de las
ting para que los distraídos no lo confundan 4P’s, que junto con el producto, el precio y la pla-
con la “compra y venta de votos”. za, muy bien manejan los mercadólogos. Por eso
ya no son suficientes las opiniones aisladas de
Aplicando el sabio principio de que a realidad publicistas y creativos. Ellos traducen y plasman
nueva, concepto nuevo, se propone ahora el en un anuncio (pancarta, foto o video) la estrate-
vocablo politing (con acento en la “o” para más gia de politing previamente acordada, fundamen-
señas) como calificativo de esta nueva realidad, to y dirección de toda campaña política.
pero concebida, tratada y trabajada en forma
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Tampoco falta en este campo el “embauca- victoria electoral. Sólo puede comprometerse a
dor”, que locuazmente predica utopías seudo aumentar las probabilidades reales y las posibili-
científicas que no respetan al candidato, aga- dades actuales de alcanzarla.
zapándose en la conocida frase de que una
imagen vale más que mil palabras. Y es que el marketing político tradicional –tal
y como se ha venido estudiando, trabajando y
Como filosofía, el politing pregona que toda difundiendo hasta ahora– tiene que ver única
acción se inicie en el mercado: el candidato y concretamente con el periodo preelectoral,
debe, entonces, auscultar la voz de su electo- aquel que cubre las elecciones y termina con la
rado, que le indica la dirección correcta, has- victoria o no del candidato que en él se apoya,
ta el punto de que lo importante no es que la y hasta ahí llega. La propuesta del politing va
gente sepa de política, sino que el político sepa mucho más allá, al involucrar ese importante
de gente. Consecuentemente, el candidato no periodo posterior a la elección, cuando el can-
puede pretender interrogarse a sí mismo, para didato está ya en funciones gubernamentales.
saber lo que piensan sus electores.
De acuerdo con esto, el politing une y cubre
Obviamente la validación del marketing en tanto el marketing político, aquel que se realiza
la política –aunque posible– no está exenta de antes –“pre” – a una elección, con el “post”, ese
peculiaridades. De ahí que en otros países los marketing de políticas públicas que únicamente
equipos de politing cercanos al candidato es- se pude llevar a cabo cuando el candidato es
tán conformados por profesionales que conju- ya gobernante. Parece una simple cuestión de
gan –en una misma persona y actividad– esta tiempos y alcances. Sin embargo, la responsabi-
nueva realidad, cuyo estudio ya existe en va- lidad, el compromiso y las intenciones que tiene
rios y serios centros de educación superior en un candidato con respecto a su accionar en el
América Latina. Porque el hecho de reunir mer- futuro condicionan y hasta transforman su com-
cadólogos y politólogos no asegura ni la so- portamiento en el presente. Porque toda visión
cialización del lenguaje, ni el tiempo necesario de futuro, influencia y modela toda actuación en
para el acople. Como en el conocido desayu- el presente.
no, no es lo mismo el caso de la gallina que con
su huevo sólo se involucra, al del cerdo que Consecuentemente, el politing al concebir-
con su jamón se compromete. se, analizarse y trabajarse dentro del marco que
ofrece la posterior implementación de aquellas
4.2 El antes y el después se conjugan en políticas públicas que el candidato prometió e
el marketing político integrado, politing incluyó en su programa político, hace que la res-
ponsabilidad del candidato cambie, al igual que
Experiencia es lo que consigue un candidato cuando no sus compromisos y las estrategias que él difun-
sigue cuidadosamente de y promociona con el marketing político.
las instrucciones de su asesor de politing.
Por eso, en el politing no basta con sa-
Una de las grandes diferencias entre el marketing lir elegido. Es necesario responder por lo que
político tradicional y el politing o marketing político se prometió en la campaña y esta condición
integrado tiene que ver con el alcance que ofre- debe quedar bien clara tanto para el candidato,
ce cada una de estas dos propuestas. De todas como para los asesores en este campo. De ahí
formas, ambas son alternativas útiles para que que prometer en forma exagerada (situación
las campañas electorales se realicen con mayor tentadora y bien fácil cuando se es candidato)
efectividad: lograr más con menos recursos. De es tan peligroso y dañino para el futuro de un
ahí que ningún asesor serio –en cualquiera de es- político profesional, como quedarse corto o no
tas dos áreas– pueda asegurar o prometer una hacer ofrecimientos.
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Adicionalmente –y teniendo en cuenta que Lo anterior tiene repercusiones éticas, implica-
para nadie es una novedad– el marketing político ciones metodológicas y razones sociales en los
tradicional padece de un marcado desequilibrio resultados a largo plazo, al unirlos, coordinarlos y
entre el aporte de cada una de sus dos áreas condicionarlos con el largo plazo, comprometiendo
generatrices: el marketing y la política: basta ob- así todas las acciones en el futuro, pues la visión de
servar el gran peso que tiene el primero, con res- verse como gobernante, condiciona lo que piensa,
pecto a la contribución de la segunda. Un sano y diga y haga el candidato logrando que la respon-
esperanzador planteamiento del politing, es que sabilidad en ambas etapas, se ajuste y comple-
la política (obviamente, aquella que se escribe mente mutuamente. Con ello se logra –entre otras
con “P” mayúscula) tenga mayor representación cosas– evitar que se hagan promesas irreales o
y presencia y que con su importante bagaje con- que no se puedan cumplir, tales como 15 minutos
tribuya más a su novel estructuración. El susten- para resolver conflictos, tasas de crecimiento exor-
to y fundamento de esta solicitud se encuentra bitantes, pan y circo para el pueblo.
precisamente en la misma definición de “política”
y para comprobarlo basta con recurrir a los enun- Así, a pesar de que el marketing político y el
ciados que de ella ofrecen tres importantes pen- marketing de políticas públicas son hasta ahora
sadores: Maquiavelo, Bismark y David Easton. áreas de estudio diferentes y campos de análisis
distintos, en el politing encuentran y comparten
Maquiavelo pregona que política es “la bús- una benéfica continuidad y tienen su razón de
queda, conquista y mantenimiento del poder po- ser como complemento uno del otro. El hecho,
lítico”. Es fácil observar, entonces, que el politing entonces, de trabajarlos juntos y en forma inte-
tiene que ver no sólo con la búsqueda y conquis- grada, despacio y con buena letra, es un muy
ta del poder político, sino también con el mante- buen consejo a favor de la democracia.
nimiento y la forma como se realiza y se concreta
en hechos tangibles. Ese “hacer posible lo desea- 5. A manera de reflexión. ¿Comentarios
ble” que pregona Bismark, implica que la política finales o consejos pertinentes?
sólo se concrete al convertir en hechos tangibles
las propuestas hechas en la campaña electoral. Todo consejo de un asesor de politing debe siempre
Easton también refuerza lo anterior, al entender la consumirse
política como “la asignación –con autoridad– de entre dos gruesas rebanadas de duda.
valores en la sociedad”. Obviamente para poder Los conocimientos que propone el marketing
asignar valores con autoridad se requiere que el político, el social y ahora el de políticas públicas,
candidato esté ya electo, es decir, esté gober- son amplios y diversos, teniendo que ver, todos
nando. Por eso el politing, tiene que abarcar –de- ellos, con el comportamiento social y político de
bido a ese claro mandato contenido en y desde los individuos, los procesos de comunicación
su misma definición– no sólo la época “pre” sino política y de construcción de imagen pública, así
también aquella “post” de las elecciones. como el estudio de las campañas electorales y
47
los patrones que permiten construir legitimidad do. A medida que el porcentaje de ciudadanos
y lealtad política por parte de los ciudadanos. independientes o indecisos aumenta, la profe-
El marketing de políticas públicas permite ex- sionalización de los persuasores de la política se
plicar, además, la causalidad de los fenómenos consolida. La persuasión es una empresa pros-
de intercambio político y de renovación de la pera en naciones donde la escasa lealtad a un
representación pública en tiempos electorales, partido deja una gran proporción del electorado
ayudando también a conocer los factores que susceptible de ser persuadido. Así mismo, la
inciden en el proceso de cambio político. persuasión es una comunicación intencionada y
premeditada, de tal forma que toda persuasión
Así como “la lucha electoral comienza la es comunicación, pero no toda comunicación
mañana siguiente a la noche de las eleccio- es persuasión.
nes”, también el trabajo por la implementación
por parte del gobierno, de aquellos programas No faltan también las críticas a este nuevo
propuestos en su campaña política, deben em- campo del conocimiento. La mayoría de las
pezar antes de la victoria electoral, al igual que críticas que se le hacen al marketing son pro-
las acciones encaminadas a lograr la comuni- ducto de la crisis paradigmática en la que han
cación de esas políticas y su aceptación por entrado varios analistas y estudiosos de la po-
parte de la ciudadanía. lítica, quienes no entienden la nueva realidad
ni las formas como se hace, procesa y actúa
Otra herramienta de estos recientes años, políticamente bajo una democracia liberal. Hoy
tiene que ver con el murmullo agregado: nin- se exige, por ejemplo, proyectos, ideas y po-
gún anuncio o vendedor puede convencer siciones ideológicas a los candidatos, gober-
sobre las virtudes de un producto/servicio/ nantes y partidos políticos, a lo cual, de ningu-
bien/idea/política pública, tan persuasivamen- na manera, se contrapone a lo que propone o
te como un amigo, conocido, anterior cliente promulga el marketing social, pero la mayoría
o experto independiente. Por eso, M. Cafferky de los electores latinoamericanos no les inte-
asevera que la palabra que va de boca en boca resa las cuestiones ideológicas. Además, a di-
es el método de “baja tecnología” que tiene el
cerebro para revisar toda la campaña publicita-
ria de “alta tecnología” que viene del mercado.
De ahí que muchas organizaciones buscan los
early adopters (individuos que gustan adquirir
los nuevos productos/servicios/ideas/bienes/
políticas públicas) para que hagan el resto del
trabajo como vendedores sin sueldo.

De ahí que la “persuasión” sea un componen-
te importante del marketing social. Además, es
un rasgo esencial e indispensable de la demo-
cracia porque es la única manera de buscar el
apoyo para una oferta (opción) política sin hacer
uso de la fuerza. Si un ciudadano elige actuar
siguiendo las recomendaciones de los mensa-
jes persuasivos es porque los acepta individual-
mente o internaliza la posición definida (Smith,
2002). Toda campaña de promoción, difusión y
divulgación de políticas públicas son rituales de
persuasión entre los gobernantes y el electora-
48
ferencia de los sistemas políticos totalitarios y 5.1. El proceso político y el marketing hoy
autoritarios que se sustentaban en la cohesión día: muchas particularidades
y coacción ideológica, la democracia es uno
de los sistemas políticos que enfatiza más en la Un buen asesor de politing es la única alternativa
pluralidad y el pragmatismo político que en las que le queda al candidato en el sendero cierto de lo
cuestiones ideológicas. Hoy día la gente pide incierto.
un gobierno de resultados, propio de siste-
mas democráticos, no credos ideologizantes, Vale la pena enumerar ahora algunas caracte-
ni doctrinarios característicos de sistemas to- rística de cómo se ha venido desarrollando el
talitarios. Indudablemente, muchas críticas se proceso político visto desde la óptica del mer-
deben al desconocimiento de lo que en reali- cado, entendido este como la reunión de elec-
dad es el marketing social. Al escuchar y leer tores, votantes y ciudadanos, al final de cuen-
los señalamientos de los críticos, no se puede tas quienes gozan, sufren, disfrutan o padecen
más que recomendar que profundicen sobre el impacto de las políticas públicas.
su concepto y su objeto y campo de acción,
no dejándose ir por la superficialidad. Lo deci- Es fácil y frecuente observar muchas estrate-
mos enfáticamente, el marketing es algo más gias que reflejan un tremendo desdén y un pro-
que “spots” publicitarios, encuestas e imagen. fundo desprecio por el elector, votante, ciudada-
Es una “ciencia social” (Crosier, 98) que es pro- no, receptor, oyente, por esos que ofensivamen-
ducto y consecuencia de la democracia y que te algún político mexicano denominaba como “la
no necesariamente implica una contraposición infame turba” o un dictador centroamericano se
con los principios éticos de la sociedad. refería a ellos como “el oscuro e inepto vulgo”.

Un conferencista amigo acostumbraba termi- Existe aún un innecesario dilema en cuanto a
nar sus presentaciones diciendo que las herra- la forma de ver el proceso desde la conveniencia
mientas estaban ahí y sólo debíamos empezar del lado de la oferta política y observarlo desde el
a utilizarlas. Efectivamente, antes que satanizar- lado de la demanda: del recetor, usuario, ciuda-
la es necesario aprender la utilidad que puede dano, del mercado. Sin embargo, iniciar –y tam-
aportar a la política. Los que están convenci- bién terminar– todo el proceso a partir del usuario,
dos de ello y lo utilizan, comienzan a ascender, desde él y precisamente para él, ya se observa en
por eso el planteamiento de una campaña de muchos sectores de la actividad política en gene-
marketing social se propone en diversas pero ral y de la gubernamental en particular.
continuas y secuenciales etapas: la primera es
sensibilizar y que la gente conozca la propues- Se espera lograr una adaptación, ajuste y/o
ta, luego es necesario informar sobre las cua- cambio, pero iniciándolo siempre desde el lado
lidades, después motivar a la gente con algo de la demanda. Precisamente, desarrollos como
que le conmueva que sea parte de sus objeti- el empoderamiento o facultamiento (empower-
vos, de su vida, para posteriormente, llegar a ment) han reforzado la propuesta del marketing
la acción, esto es, al voto o aceptación de esa social de acelerar este cambio, haciendo énfa-
política pública. Por último es necesario pregun- sis en trabajar cada vez más y en mejor forma
tarse si se logró o no la deseada satisfacción. de tal manera que la demanda sea la que guíe,
Precisamente, este proceso es un buen ejemplo modele y condicione cualquier oferta política.
del modelo AIDA(S) descrito anteriormente. Y ya
habiendo despertado la atención con esta pro- Aún se observa una innecesaria hegemonía de lo
puesta relacionada con el marketing de políticas cuantitativo sobre lo cualitativo. Sin embargo, es clara
públicas, continuemos, entonces, siguiendo en la tendencia a lograr un deseado equilibrio sobre todo
forma juiciosa y ordenada cada una de las eta- en lo que se refiere a herramientas de investigación el
pas posteriores. mercado político, electoral, social y ciudadano.
49
Es necesario identificar, clasificar y priorizar la (hoja de vida) del candidato, obviamente desa-
demanda social para detectar polos de desarrollo, rrollado por instituciones imparciales y de re-
lo cual se puede lograr en forma ordenada efectiva conocida seriedad y profesionalismo, son una
con la investigación de los “mercados sociales”. muy buena ayuda en este sentido.

Se han venido ignorando sistemáticamente Una verdadera democracia sólo puede pros-
las necesidades, deseos, preferencias y gustos perar dentro de un entorno de economía abierta
de los electores, lo cual puede ser muy costo- y competitiva. Así como experiencias en “lo pri-
so tanto para los políticos profesionales como vado” han sido fehacientemente validadas, me-
para sus mismos partidos. todologías realmente certificadas y propuestas
certeramente aprobadas, es importante que sir-
Mejorar la democracia es obligación de to- van de base, comparación, referencia o acicate
dos y para ello es necesario poder indagar y para “lo público”. Indudablemente, propuestas
lograr conocer el programa político de todos útiles en uno de esos campos deben ser viables
quienes disputan mediante una contienda elec- y convenientes para el otro. Precisamente, esta
toral, un puesto de elección popular. Ese es un novedosa propuesta relacionada con todo el
requisito necesario para una posterior exigen- campo de las de políticas públicas –metodológi-
cia por parte de los ciudadanos-electores. Este camente hablando– es una excelente oportuni-
es uno de los inaplazables compromisos de la dad para combinar estos dos campos. Más aún,
democracia, y el cual puede lograrse en mejor el desarrollo tanto teórico como práctico sobre el
forma, con estrategias de marketing social. empresariado como actores importantes, reales y
decisivos en todas y cada una de las etapas del
Cada vez más, el marketing social es una de ciclo de vida de las políticas públicas es un tema
las alternativas reales y prácticas para promover que más temprano que tarde debería iniciarse.
y alcanzar el voto útil. En últimas este, es uno de
los resultados que demuestran la efectividad del Y es que la necesaria, urgente e inaplazable
marketing social, concretamente, en todo lo re- colaboración mutua entre lo privado y lo público,
lacionado con el programa de gobierno, ya que cuyos límites y contornos están cada vez más
cualquier programa político se considera como desdibujados deben servir como verdadera y sin-
un compendio de intencionalidades de políticas gular oportunidad para integrar el marketing social
públicas, que deben ser cumplidas, median- con las políticas públicas. Que este sea no el único
te su implementación por parte del candidato, pero sí un urgente llamado para iniciar toda una
cuando es ya gobernante. serie de estudios e investigaciones sobre la forma
como estos dos campos se deben conectar y se
Es muy conveniente y hasta necesario reco- pueden ayudar para elaborar conjuntamente polí-
nocer que existe un “mercado de ideas”, donde ticas públicas. Analizando, copiando y adaptando
compiten las de los diferentes candidatos en experiencias de otros países en donde la empresa
contienda. El reconocimiento de ese mercado privada es un factor importante para la hechura de
de ideas es un inicio bien importante y guarda políticas públicas y se ven el uno y el otro como
una estrecha relación con las políticas públicas, verdaderos actores sociales en la construcción de
sobre todo en lo que hace a su cumplimiento espacios de colaboración mutua, tal y como es el
y concretamente en su fase de puesta en mar- caso de Japón, Alemania, Gran Bretaña, Canadá
cha. De ahí la necesidad de que “el ciudadano y muchos otros países.
de a pie” conozca por quien vota y sepa utilizar
técnicas complementarias que ya forman par- Indudablemente, vivir, actuar y hasta pen-
te del bagaje ecléctico del marketing político sar democráticamente se aprende. De ahí que
integrado o politing, tales como el “análisis del aquellos países en donde ese sistema demo-
discurso -ADD” y la evaluación científica del CV crático lleva ya un tiempo recorrido y la estruc-
50
cidar sus carencias, ubicar los malos entendidos
y corregir los métodos utilizados para su promo-
ción, difusión, estudio y práctica. Lo anterior, au-
nado al ofrecimiento de un indispensable marco
ético –tan necesario para su desarrollo– ha hecho
de esta propuesta un verdadero y esperanzador
camino para corregir los garrafales errores come-
tidos en la concepción y aplicación del marketing
político tradicional. Los interesados en este tema
pueden recurrir al libro Politing: marketing político
integrado, recientemente publicado (2006) por la
Universidad Externado de Colombia.

5.2 Del marketing a la política…


Pero también viceversa

Muy a menudo un asesor de politing encuentra su rumbo


en el camino que toma para evitarlo.

Uno de los objetivos que se buscan con el


politing es al menos equilibrar la participación
que la política (aquella que se escribe con “P”
mayúscula) tiene en el marketing político tradi-
cional. Y no se trata de igualar por igualar, de
emparejar por el simple hecho de dar un equi-
librio, sino porque se están desaprovechando
las inmensas oportunidades que puede aportar
la política a esta relación, lo cual ha originado –
entre otras cosas– que se reduzcan, se acorten
y se queden incompletos los campos de acción
cobijados por el marketing político tradicional.

Porque un hecho inobjetable es que el marke-
turación de construcciones democráticas es ting (y precisamente el comercial) generosamente
más viable, tienen la gran responsabilidad de aportó, eficazmente cubrió, pero también, muy
transmitir sus experiencias, ofrecer sus reco- rápida y tenazmente invadió y copó el nuevo –y
mendaciones y brindar sus conocimientos, so- por lo mismo muy abonado– campo del marke-
bre todo en lo que respecta a las formas apro- ting político, dejando totalmente de lado infortu-
piadas para transitar por estos procesos. nadamente el mucho más antiguo –y por lo mis-
mo, mejor cimentado– campo de la política.
Bajo el nombre de “politing: marketing político
integrado”, recientemente se ha venido engloba- Y es que el ámbito de la política es bien am-
do toda una propuesta seria e integral, como res- plio y tiene la real posibilidad de enriquecer al po-
puesta a la necesidad sentida de repensar todo liting. Baste con pensar que en nuestro idioma
el campo del marketing político tradicional. Con castellano –en realidad en todos los idiomas con
base en análisis serios sobre la real efectividad ascendencia latina– la palabra política tiene dos
del politing en varios países latinoamericanos, se acepciones diferentes.
ha logrado detectar y clasificar sus falencias, dilu-
51
La primera corresponde a la expresión ingle- tas que el candidato presenta y comunica a su
sa politics con la cual se designa la competencia electorado con el fin de que las conozcan, las
política, especialmente entre partidos y a través apoyen y que las voten (y que no las boten a
de estrategias desarrolladas por los políticos pro- la basura), siempre y cuando el candidato esté
fesionales. Es la actividad dirigida a la búsqueda, interesado en que las promesas que hace en la
conquista, ejercicio y mantenimiento del poder o campaña, se conviertan en realidad.
–como algunos la denominan– es “el arte de lo
posible” o mejor, de “hacer posible lo deseable” Entran así entonces las políticas públicas a for-
y en palabras de Easton, “es la asignación –con mar parte del campo del politing, hecho que es
autoridad– de valores en la sociedad”. cada vez más representativo, pues tal y como lo
asegura el profesor Muller: cada vez más hacer
El segundo significado hace referencia al política (en el sentido de politics) es hacer políticas
vocablo inglés policy (policies en plural) con (en el sentido de policies). Es decir, que cada vez
significado de directriz para alcanzar objetivos más se vota por las obras y programas que como
previamente establecidos, o cursos de acción políticas propone un candidato, más que por su
deliberadamente adoptados y perseguidos, figura o por su partido político.
para conseguir determinadas metas.
Tratando de hacer una aproximación al pro-
Esto quiere decir que el politing cobija –no sólo blema, es posible aseverar que en nuestro rico
el área que ha intentado cubrir muy parcialmente el idioma, no existe la deseada unidad conceptual
marketing político tradicional– sino también aquella en torno al término política, lo cual origina que
incluida dentro del marketing de políticas públicas, se conozcan, practiquen y difundan los medios
ya que el programa político que todo candidato de la política, ignorando, relegando y fácilmente
debe tener, proponer y mercadear es un compen- olvidando sus fines. Esa es una de las razones
dio de intencionalidades de políticas públicas (poli- por la que muchos aspectos políticos se dejan
cies) que de ser elegido, debe convertir en realidad de lado o simplemente ni siquiera se tienen en
con hechos palpables y tangibles. cuenta en el marketing político tradicional.

De ahí que sea desde el mismo inicio de la Simplemente como abrebocas para pos-
campaña política, donde las policies se hacen teriores investigaciones, vale la pena incluir en
presentes y son plasmadas en el programa un pequeño listado, temas como el comporta-
político como representación de las propues- miento del elector (mas no del consumidor) la
52
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