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Coautores:
Chirino De León, Juan Daniel
C.I. V-18.479.412
Ocando Sibada, Olipmar Joseline
C.I. V-21.667.138
Tutora Académica:
Abg. Anabella del Moral Ferrer MgS.
Tutora Metodológica:
Lic. Milagros Quijada MSc.
Pág.
DEDICATORIA .................................................................................................. V
AGRADECIMIENTOS ....................................................................................... VI
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... IX
CONCLUSIONES .............................................................................................. 94
RECOMENDACIONES ...................................................................................... 98
A nuestra alma mater, URU, conjunción de altos destinos, por ser éste el
resultado de cada enseñanza adquirida en sus espacios de aprendizaje,
enseñanzas que nos han preparado como los jóvenes de hoy dispuestos a
construir un futuro mejor.
v
AGRADECIMIENTOS
A Dios, por mostrarme su amor infinito con cada bendición que trae a mi
vida.
A mi tía Ana Luisa, mi Chía, una mujer que se crece en la adversidad, por
demostrarme que nunca es tarde para ser el mejor en lo que haces.
A MNH, por tu amor y apoyo, por creer en mí, acompañarme en mis luchas y
celebrar como propias mis victorias.
vi
AGREDECIMIENTOS
A Dios, por estar conmigo en cada paso que doy, por iluminar mi mente y
haber puesto en mi camino a esas personas que han sido mi soporte y
compañía en este periodo, por mostrarme su infinita bondad y amor.
A mi padre, por ser mi gran amor, mi soporte, por enseñarme que con
constancia, trabajo y dedicación se pueden lograr grandes cosas, gracias
papi por tu amor incondicional, por confiar en mí y darme la oportunidad de
culminar esta etapa de mi vida.
vii
UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE DERECHO
EL DERECHO AL LIBRE DESENVOLVIMIENTO DE LA PERSONALIDAD EN
LAS SENTENCIAS EMANADAS DE LA SALA CONSTITUCIONAL DEL
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA EN VENEZUELA ENTRE LOS AÑOS
2000-2015.
viii
INTRODUCCIÓN
ix
personales, siendo esto lo que le permite formar paulatinamente un proyecto
de vida, dando sentido a su existencia.
x
DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
1
personalidad, a los fines de otorgarle un adecuado status dentro del régimen
jurídico y el marco constitucional.
2
El producto resultante de este estudio se erige como un doble aporte,
por una parte a la sociedad en general dado a la vinculación existente del
libre desenvolvimiento de la personalidad con diversos aspectos de la vida
de cada persona dentro de la sociedad, y por otra, a los profesionales del
derecho en general, puesto que este derecho puede verse involucrado en un
sinfín de situaciones jurídicas, lo que hace necesario el adecuado
conocimiento sobre la naturaleza jurídica del mismo, así como precisar las
situaciones de violación del derecho y sus mecanismos de protección.
3
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
4
La expresión libre desenvolvimiento de la personalidad significa, según
criterio de Espinar (1995), la facultad natural de que gozan los hombres para
realizar, sin obstáculos, las acciones u omisiones que le permitan expresar y
aumentar progresivamente, aquellas cualidades de capacidad, disposición,
virtudes y prudencia que deben distinguir a la persona; haciendo énfasis en
la palabra distinguir, en el sentido de que cada persona es única, con
características propias que lo hacen individual dentro de una colectividad;
así lo afirma Hervada (1986), al considerar a la persona como un ser con
dotes particulares y definidos, tales como la inteligencia y la libertad, que en
conjunto, lo hacen dueño de su propio ser.
5
vez que la personalidad es la condición previa y específica que todo ser
humano tiene para ser persona desde el punto de vista jurídico.
6
no puede desconocer en el estado actual del ordenamiento jurídico. El
hombre es el prius respecto del derecho.
7
algo preexistente que la hace posible, y la personalidad, como ese algo que
a la vez impone unos límites bien precisos a la tarea formativa, pero que
necesita, no obstante, de ella.
8
como lo dice la Constitución, respete los derechos de
los demás. Al preguntar usted cuáles son los elementos
esenciales del desarrollo de la personalidad, considero
que no se puede reglamentar cuáles lo son para todas
las personas, porque dadas las salvedades anteriores,
y precisamente teniendo en cuenta lo particular de la
expresión personalidad, serán diferentes para cada
una. Lo que sí parece “esencial” es que se tenga la
posibilidad de expresar lo propio, dentro de los límites
ya mencionados. Es decir, que se permita a toda
persona expresar su individualidad (...).
9
Por otra parte, el Diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua (2014), define desenvolvimiento como la: “acción y efecto de
desenvolver o desenvolverse”, es de notar que un sinónimo claro de este
término es la palabra "desarrollo"; este equivalente es empleado con mayor
frecuencia entre los diferentes autores que hacen referencia a su
significación, tal es el caso de la concepción expuesta en el Diccionario de
Psicología (1979), que establece el desarrollo como aquello que abarca
desde el origen (el comienzo de la vida mental o biológica) hasta el fin de la
existencia individual (muerte o extinción), en general, abarca el curso
completo de la vida a través del cual se forma la conducta humana, esto por
medio del aprendizaje y a su vez de los procesos de maduración y
crecimiento propios del organismo.
10
Visto de esta forma, es de notar la complejidad en torno al libre
desenvolvimiento de la personalidad, el cual llega a materializarse solo con
el concurso de dichos elementos, sobre esto, dispuso Doral (1975), que "(...)
la personalidad comprende la libertad y la independencia", lo cual hace de
cada persona un ser autónomo, con libertad para elegir y formar su vida en
base a ello.
11
pretender ser exhaustivos sobre lo concerniente a la libertad, es menester
precisar algunas ideas básicas que permitan entender su necesaria
vinculación con los derechos, especialmente con el derecho en cuestión.
Todas las personas son libres e iguales entre sí y cada uno posee su
propia razón o capacidad de comprensión y análisis, lo que le permite hacer
de su personalidad una figura singular de rasgos inconfundibles. La libertad
como derecho fundamental, para Del Moral (2004), “(…) tiene su basamento
12
en la concepción individualista, liberal de la sociedad, que postula al Estado
como instrumento al servicio del hombre y no al hombre al servicio del
Estado”.
13
en la relación interindividual que supone la vida social, y no en una
consideración aislada del ser humano. La libertad como fundamento de los
derechos humanos es consecuencia de la existencia de mecanismos de
organización en la vida social, que permitan al hombre buscar, y en su caso
alcanzar la autonomía, independencia o libertad moral.
14
moral porque existe libertad de elección, y la libertad de elección solo es
consecuente cuando actúa para alcanzar unos fines, es decir, para alcanzar
libertad moral como objetivo. Este planteamiento es el que supone una
relación dinámica y abierta de la moralidad, que necesita de la vida social
(por ser el hombre un ser social) y eso da pleno sentido a la libertad social,
política y jurídica, que se convierte en una necesidad medial e instrumental
para alcanzar la posibilidad de esa moralidad, es decir, de una vida digna y
valiosa.
15
La dignidad entonces, basada en la teoría de Kant, corresponde a una
facultad propia de todo ser humano, no referente a toda especie humana,
sino más bien a aquellos individuos que pertenecen a la sociedad y por
consiguiente son miembros de la comunidad de seres morales.
Los autores Cartón, Aguirre y Castro (1999), señalan que “para cada
quien viva su dignidad es necesario que no cometan actos que los humillen o
que degraden o humillen a los demás”, esta es la única manera de “(…)
lograr y mantener la integridad personal: la honradez moral, intelectual y de
acción, la congruencia (correspondencia entre pensamiento, palabra y acto)
que nuestra identidad e individualidad merecen”.
16
La dignidad humana consiste en la supremacía que
ostenta la persona como atributo inherente a su ser
racional, lo que le impone a las autoridades públicas el
deber de velar por la protección y salvaguarda de la
vida, la libertad y la autonomía de los hombres por el
mero hecho de existir, independientemente de
cualquier consideración de naturaleza o de alcance
positivo.
Por lo tanto, la mera existencia del hombre le atribuye a
éste el derecho a exigir y a obtener la vigencia de todas
las garantías necesarias para asegurar su vida digna,
es decir, su existencia adecuada, proporcional y
racional al reconocimiento de su esencia como un ser
racional. Al mismo tiempo que le impone al Estado el
deber de adoptar las medidas de protección
indispensables para salvaguardar los bienes jurídicos
que definen al hombre como persona, es decir, la vida,
la integridad, la libertad, la autonomía, etc. (…).
17
Lo dicho se hace manifiesto en sentencia T-222/92 de la Corte
Constitucional Colombiana que señaló:
18
mencionar algunos. A través de esta libertad general de acción se pretende
hacer valer el permiso constitucional de actuación frente a injerencias
estatales y de terceros, de manera que sea posible generar derechos y
obligaciones recíprocas entre el individuo, el Estado y la sociedad.
19
Considerando la forma de ejercicio de tal derecho, en virtud del cual la
distinción se basa en el tipo de comportamiento que adopta el titular del
derecho y también a la respuesta que esa conducta genera en su entorno,
terceros en general y poderes públicos, el libre desenvolvimiento de la
personalidad se posiciona en los derechos de no interferencia; estos
implican una protección del individuo frente a acciones externas de los
poderes públicos, de otros grupos y de personas individuales que podrían
impedir o dificultar su libertad de elección.
20
Español, alude al derecho antes referido en los
términos de libre desarrollo de la personalidad
como el principio general de libertad, consagrado
en la Constitución Española en los artículos 1.1 y
10.1, que autoriza a los ciudadanos a llevar a cabo
todas aquellas actividades que la ley no prohíba o
cuyo ejercicio no subordine a requisitos o
condiciones determinadas. (Resaltado propio)
21
Lo expuesto en estas sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia de Venezuela puede revestirse de mayor contundencia
en el marco de la evolución constitucional venezolana, donde no fue sino
hasta la Constitución de (1961) cuando se recoge en los términos del libre
desenvolvimiento de la personalidad el derecho a la libertad, pues en las
Constituciones de (1947) y (1953), se redactó bajo el enunciado tradicional
de que “todos tienen derecho de hacer lo que no perjudique a otro, y nadie
está obligado a hacer lo que la ley no ordene ni impedido de ejecutar lo que
ella no prohíba”.
22
Sigue señalando el citado autor lo dispuesto en la Constitución de
1864, la cual reza en su artículo 14 lo siguiente: “La Nación garantiza a los
venezolanos: Ordinal 5° La libertad personal y por ella: 4°, nadie está
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no
prohíba”. Por su parte, la Constitución de 1893 estableció: Artículo 14: “La
Nación garantiza a los venezolanos la efectividad de los siguientes
derechos: Ordinal 5° La libertad personal y por ella: 4) Todos con el derecho
de hacer o ejecutar lo que no perjudique a otro; 5) Nadie está obligado a
hacer lo que la ley no mande, ni impedido de ejecutar lo que ella no prohíba”.
23
no perjudique a otro, y nadie estará obligado a hacer lo que no estuviere
legalmente ordenado, ni impedido de ejecutar lo que la ley no prohíbe”.
24
tomar decisiones de forma autónoma en su esfera íntima, mas no es posible
inferir de forma expresa y contundente que tal derecho sea tratado como una
expresión genérica del derecho a la libertad, autonomía y autodeterminación.
Individualidad
25
su condición como humanos, pero al mismo tiempo, individualmente, se
encuentran dotados de características propias que los diferencian de todos
sus semejantes, y que hacen de cada persona un ser único y especial.
26
parte identificable de la humanidad. Construir, reconocer y respetar la
individualidad propia, permite a cada quien reconocer y respetar la
individualidad de los otros, y hacer para ellos como para cada uno un
espacio propio. La individualidad solo puede ser expresada estando en
sociedad, es decir, solo se puede ser individual estando en una colectividad,
solo se puede ser parte si existe un todo.
27
individuos, para lo cual la Sala considera pertinente citar lo dispuesto en la
exposición de motivos de la Constitución, cuando señala lo siguiente:
Autonomía y Autodeterminación
28
Autonomía es, según el Diccionario de la Real Academia Española
(2014), la condición de quien no depende de nadie.
29
Estos tres conceptos no se pueden separar en la práctica. Toda vez
que, la libertad es necesariamente la libertad de una persona, la libertad de
limitaciones y la libertad para hacer algo. Igualmente la determinación implica
que una persona es capaz psicológicamente de adoptar decisiones, puede
hacerlo y no se le impide o controla de ningún modo.
30
Constitución Colombiana, según el cual toda persona tiene el derecho a
manejar soberanamente su vida siempre que se ajuste a los lineamientos
que impone la Ley y respete los derechos de los demás; que tiene por
finalidad “(…) comprender aquellos aspectos de la autodeterminación del
individuo, no garantizados en forma especial por otros derechos, de tal
manera que la persona goce de una protección constitucional para tomar, sin
intromisiones ni presiones, las decisiones que estime importantes en su
propia vida”.
31
Por ellos, el distintivo de ser persona y la base de la dignidad de la persona
es el dominio de lo que quiere ser. No obstante, la autonomía está ligada
necesariamente a la responsabilidad que todo individuo debe asumir por sus
libres actuaciones, es decir, obrar con sentido de responsabilidad.
32
Es una realidad, que la autonomía de cada individuo lo lleva a realizar
diferentes acciones o elecciones que van de lo más simple a lo más
complejo, es decir, desde aspectos tales como la vestimenta o la forma de
proyectarse físicamente hasta la orientación sexual o creencia religiosa, lo
cual siempre de una manera directa o indirecta, afectará la vida de una
persona.
Del Moral (2012), afirma que por tal razón”(…) el Estado colombiano a
través de la consagración constitucional del libre desarrollo de la
personalidad reconozca la autonomía de toda persona, respetando sus
decisiones aun cuando no las comparta y solo interviniendo cuando esta
puede verse interferida en otros sujetos. La autonomía no es entonces
ilimitada, en función de la libertad de los demás es que la propia puede ser
restringida. En otros términos: que las personas sean libres y autónomas
para elegir su forma de vida mientras esta no interfiera con la autonomía de
las otras, es parte vital del interés común de una sociedad personalista,
como la que ha pretendido configurar la Carta Política que hoy rige en
Colombia, y si el Estado ha decidido reconocer la autonomía, lo que ha
resuelto es constatar el ámbito que a cada quien le corresponde como sujeto
ético, como sujeto moral, lo que necesariamente encierra dejar que decida
sobre lo más radicalmente humano, sobre lo bueno y lo malo, sobre el
sentido de su existencia; no le está dado al Estado lo bueno y lo malo para
las personas”.
33
le plazca con su vida, aun llegando a extremos de irracionalidad, como
atentar contra su propia integridad física o mental, constituye un funesto
error; pero peor aún resulta interpretar que tal derecho pueda ejercerse aun
en perjuicio de los demás. Aludiendo igualmente que no hay libertad contra el
género humano, así como también, que toda libertad es responsable.
34
Martínez (2007), ha dicho que, aun cuando, de manera genérica
libertad y autonomía son tratados como sinónimos, hay posiciones contrarias
que sostienen que libertad y autonomía no son lo mismo, sino que la
autonomía no es más que un sucedáneo de la libertad y como todo
sucedáneo es de menor grado. Si bien la autonomía puede significar ser
dueño de sí mismo y darse las normas que van a regir la vida, lo cierto es
que toda norma tiene una intención de intersubjetividad que no se da nunca
en la decisión que expresa la autonomía. La libertad implica responsabilidad
que se traduce en una necesaria explicación de los actos, en tanto que la
autonomía la excluye, y asume el criterio de juicio como ley y no exige
explicación, en consecuencia la libertad se somete a juicio objetivo, en tanto
que la autonomía se autoexamina. También, se confunde autonomía con el
consentimiento o voluntad que asiente o rechaza algo, hablándose incluso de
autonomía de la voluntad. La autonomía llega en su sentido más extremo a
considerarse incluso contraria a la libertad.
35
La Constitución se inspira en la consideración de la
persona como un sujeto moral, capaz de asumir en
forma responsable y autónoma las decisiones sobre los
asuntos que en primer término a él incumben, debiendo
el Estado limitarse a imponerle deberes, en principio,
en función de los otros sujetos morales con quienes
está abocado a convivir, y por tanto, si la manera en
que los individuos ven la muerte, refleja sus propias
convicciones, ellos no pueden ser forzados a continuar
viviendo cuando, las circunstancias extremas en que se
encuentran no lo estiman deseable ni compatible con
su propia dignidad, con el argumento inadmisible de
que una mayoría lo juzga un imperativo religioso o
moral. De nadie puede el Estado demandar conductas
heroicas, menos aun si el fundamento de ellas está
adscrito a una creencia religiosa o a una actitud moral
que, bajo un sistema pluralista, solo puede revestir el
carácter de una opción.
36
aspiraciones y a la autodeterminación personal. La
potestad de cada quien para fijar esas opciones de vida
de conformidad con las propias elecciones y anhelos,
sin desconocer con ello los derechos de los demás y el
ordenamiento jurídico existente, es lo que llamamos el
libre desarrollo de la personalidad.
Este derecho, protegido constitucionalmente y ligado
sin duda alguna a los factores más internos de la
persona y su dignidad, se manifiesta singularmente en
la definición consciente y responsable que cada
persona puede hacer frente a sus propias opciones de
vida y a su plan como ser humano, y colectivamente,
en la pretensión de respeto a esas decisiones por parte
de los demás miembros de la sociedad.
37
alto Tribunal el 20 de abril de 2012 en el cual se declaró sin lugar el recurso
de casación ejercido contra la sentencia emanada del Tribunal Superior
Segundo del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, la cual
declaró con lugar la demanda de divorcio de conformidad con lo dispuesto en
el ordinal 2º del artículo 185 del Código Civil venezolano. La Sala
Constitucional al motivar su decisión hace un abordaje del libre
desenvolvimiento de la personalidad y su vinculación con la autonomía y la
individualidad, estableciendo lo siguiente:
38
rasgo ontológico del ser humano (…). (Resaltado
propio)
39
(…) la previsión del artículo 185 del Código Civil
venezolano, que establece una limitación al número de
las causales para demandar el divorcio, deviene
insostenible de cara al ejercicio de los derechos
constitucionales ya comentados (libre desenvolvimiento
de la personalidad y la tutela judicial efectiva)
devenidos de la nueva Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Es decir, que en la
actualidad resulta vetusto e irreconciliable con el
ordenamiento constitucional, el mantenimiento de
un numerus clausus de las causales válida para
accionar el divorcio frente a la garantía de los
derechos fundamentales del ciudadano al libre
desarrollo de la personalidad y a la tutela judicial
efectiva. (Resaltado propio)
40
En sentencia C-176/93, la Corte colombiana expresa que el libre
desarrollo de la personalidad se traduce en la libertad de opción y de toma
de decisiones de la persona.
41
Así la autodeterminación surge de la dignidad y capacidad racional del
ser humano y se materializa con el reconocimiento de la autonomía de la
persona y del derecho a su autodeterminación.
42
impone como límites al derecho en cuestión: el orden público y el derecho de
los demás.
43
individual y a la autonomía de las personas para tomar decisiones conforme
a las cuales puedan orientar su plan de vida, aun cuando pudieran incluso
afectar su propia integridad personal, esto fue lo que dio pie a que algunos
magistrados se apartasen de las razones esgrimidas en dichas decisiones.
De hecho, en la sentencia C-221/94, quienes salvaron su voto expresaron lo
siguiente:
44
solicitud de interpretación de los artículos 21 cardinal 1 y 77, en conjunción
de los artículos 19, 20 y 22, todos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999).
45
con los demás derechos, so pena de desnaturalizarlos en su esencia y
reducirlos en los efectos de su protección, si fueran considerados de manera
diferenciada entre unos y otros; y la voluntad del Estado de reconocimiento y
garantía de una pluralidad de derechos cada vez mayor.
46
El derecho a libre desenvolvimiento de la personalidad como ya se ha
establecido anteriormente, supone la potestad autónoma de cada quien a
establecer de acuerdo a sus deseos e intereses, su proyecto de vida, que le
destina al ser humano además individualidad. Por otra parte, es menester
tomar en cuenta que el hombre define este plan de vida coexistiendo con
otros, que en definitiva también tienen derecho de hacer lo mismo.
47
por ello la pregunta que surge es fundamentalmente hasta dónde es legítimo
afectar a otras congéneres y hasta dónde no; esto es lo más complejo que
encierra esta facultad y exige que necesariamente sea la vía jurisprudencial
la que abra la puerta a las respuestas en las distintas situaciones concretas,
por cuanto este derecho puede llegar a considerarse de contenido abstracto,
amplio o indefinido o incluso carente de contenido, sino se delimita.
Del Moral (2012), hace mención a la especial prudencia que debe tener
el legislador al establecer límites y restricciones en los derechos protegidos
constitucionalmente, pero además refiere que, de igual forma, cualquier
órgano del poder público debe tenerlo al tratarse de “(…) específicos casos
que comporten la restricción de uno o varios derechos”.
48
La citada autora precisa que la “(…) restricciones impuestas por vía
constitucional poseen una doble dimensión, por un lado está referida al
ejercicio del derecho”, es decir, que toda persona debe respetar el
ordenamiento jurídico, y las restricciones que en él se impongan al ejercicio
del derecho a la autonomía; y por otra parte, “(…) el legislador al momento
de establecer los límites para su ejercicio, también debe atender a ciertos
parámetros a objeto de no producir una vulneración, difícil en todo caso pues
todo proyecto de ley deberá someterse a un control previo de
constitucionalidad”.
49
En sentencia T-532/92, la referida Corte colombiana explica los límites
al poder público, señalando:
50
ser humano. La Corte colombiana en decisión T -493/93, vincula el derecho
a la intimidad con el derecho en estudio, en los siguientes términos:
51
El segundo, el de la necesidad o indispensabilidad, que implica
examinar si la limitación es necesaria por no existir otra vía más adecuada
para la consecución del fin, o lo que es lo mismo, no debe existir un medio
menos gravoso que resulte idóneo para lograr el mismo fin. Y tercero, el de
proporcionalidad en sentido estricto, que debe existir, según Bastida (2004),
“(…) entre el sacrificio exigido al derecho limitado por esa medida y el
concreto derecho, bien o interés jurídico que pretende garantizarse con
aquel límite”.
52
Determinar la Naturaleza Jurídica del Derecho al Libre
Desenvolvimiento de la Personalidad en la Doctrina Jurídica y en las
Sentencias Emanadas de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia en Venezuela entre los años 2000-2015.
53
partir en este estudio con algunas acepciones que permitan un acercamiento
a la comprensión de estas figuras.
Derechos Humanos
Sigue indicando Casal (2009), que “(…) los derechos que se derivan de
la dignidad humana no han sido siempre los mismos ni son inmutables, por
54
cuanto son exigencias éticas objetivas que cristalizan en circunstancias
históricas determinadas, frente a riesgos para la dignidad de la persona
originados de la acción respectiva del Estado, en los avances científicos o
técnicos, en el aumento de capacidad destructiva del hombre sobre el
planeta, o en otros factures muchas veces concurrentes. De ahí, que en la
anterior definición tales derechos se vinculen a un determinado estado de la
evolución de la humanidad, subrayando con ello los progresos que tienden a
producirse en este ámbito, sin perder de vista la noción objetiva y
permanente de la dignidad de la persona, sobre la cual se erigen los
derechos humanos”.
Así mismo, el citado autor establece que los derechos humanos son
indivisibles, “(…) estos no pueden ser considerados de forma aislada,
forman un todo y se encuentran vinculados unos con otros, por lo tanto todos
tienen una similar importancia. Son derechos que se complementan entre sí,
por lo que resulta necesario para alcanzar la vigencia de unos que se
garanticen los otros”.
55
Igualmente, expone que estos derechos son “(…) absolutos en
sustancia, porque las condiciones impuestas por la ley para su ejercicio y
disfrute no pueden suprimir la esencia del derecho. Dado que tomando en
consideración el principio pro homine que rige en la materia de derechos
humanos, toda norma que regule el ejercicio de estos derechos, imponiendo
condiciones de resguardo de determinados intereses de carácter colectivo,
debe además respetar la esencia de derecho objeto de regulación, ser
justificada sobre la base de su proporcionalidad en relación al interés que se
intenta resguardar”.
Sumado a esto, Álvarez (2005), afirma que los derechos humanos son
imprescriptibles porque sus titulares pueden exigirlos en cualquier tiempo.
En este sentido la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999), en su artículo 29, consagra el carácter imprescriptible de los
derechos humanos; hasta el punto que las sanciones por los delitos de lesa
humanidad, violaciones graves a los derechos fundamentales y los crímenes
de guerra, pueden ser exigidas independientemente del tiempo que haya
transcurrido desde los hechos que produjeron dichos agravios.
56
Derechos Fundamentales
57
Al hacer referencia a los derechos fundamentales es necesario
referirse a la disponibilidad que el titular tiene del mismo. Bastida (2004),
afirma que el objeto de un derecho fundamental es aquello que garantiza.
Cuando un derecho permite hacer algo, atribuye a su titular el poder jurídico
de comportarse conforme a dicho permiso, que puede hacer valer
jurisdiccionalmente frente a terceros. Siendo en este caso el objeto del
derecho fundamental, precisamente ese comportamiento o comportamientos
que la Constitución permite llevar a cabo.
58
la violación del deber de abstenerse de introducir poder público en esa
esfera. Es de ello que resulta que solo una habilitación constitucional
expresa puede permitir la limitación de esa autodeterminación.
59
fundamentales son inherentes a las personas y derivan de su dignidad
humana, pero además se renuevan conforme a las exigencias concretas de
la humanidad en un mundo cambiante y según las condiciones que rodean
la existencia del hombre en sociedad.
60
las Constituciones de consenso. En esencia, afirman los citados autores,
que los valores incorporan contenidos materiales a la Constitución; y que
estos tienen varias funciones, orientadora, informadora y crítica de todo el
ordenamiento, tanto en la producción de normas como en la interpretación
de las mismas; delimitan el significado de las normas; determinan entre sí
una relación de complementariedad que no permite establecer jerarquías
entre ellos; permiten superar las aparente contradicciones, incorporando al
análisis constitucional la finalidad integradora propia de las Constituciones
consensuadas”.
61
interpretación jurídica, mucho más lo van a ser en el campo de la
interpretación constitucional, ya que su objeto está materializado en las
Constituciones, sobre todo en aquellas aprobadas como Constituciones de
integración o de consenso a partir de la segunda postguerra. Estos textos
constitucionales incluyen una serie de principios que son básicos para
fundamentar la interpretación e interrelación adecuada entre los valores y las
reglas constitucionales. La determinación de la estructura jurídica y la función
constitucional de los principios facilitará la interpretación y aplicación que de
los mismos deba realizar el intérprete constitucional”.
62
determina el derecho definitivo del titular, sólo el derecho prima facie. En la
aplicación de la regla, el juez determina definitivamente la existencia o
inexistencia del derecho mediante la subsunción de los hechos en la norma”.
El juez, según el citado autor, al hacer la aplicación de un principio “(…) ha
de examinar la validez de las restricciones, por ejemplo legislativas, que se
oponen a la atribución a título definitivo del derecho que aparecía prima facie
como tal”.
Continúa diciendo este autor que “(…) quien invoca la aplicación de las
normas contenidas en el Código Civil, puede obtener del juez la atribución
definitiva del derecho que pretende, si los hechos en los que apoya su
pretensión pueden ser subsumidos en ella. Quien, por el contrario, pretende
del juez constitucional el amparo en un derecho que la Constitución le otorga
y que ha sido, en su opinión violado por el legislador, ha de apoyar su
pretensión en la invalidez de esa limitación”.
63
Bastida (2004), establece lo siguiente: “en principio, se puede afirmar
que el aspecto decisivo para la distinción entre reglas y principios es que
estos últimos son normas que ordenan que algo sea realizado en la mayor
medida posible, dentro de las posibilidades jurídicas y reales existentes. Por
eso se afirma que los principios son mandatos de optimización, que están
caracterizados por el hecho de que pueden ser cumplidos en diferente grado
y que la medida debida de su cumplimiento no solo depende de las
posibilidades de hecho, sino también de las jurídicas”.
64
El libre desenvolvimiento de la personalidad tiene su origen en el
artículo 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), el
cual establece que “toda persona, como miembro de la sociedad, tiene
derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la
cooperación internacional, la satisfacción de los derechos económicos,
sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desenvolvimiento
de su personalidad”.
65
El artículo 1.3 de la citada Constitución, establece lo siguiente: “Die
nachfolgenden Grundrechte binden Gesetzgebung, vollziehende Gewalt und
Rechtsprechung als unmittelbar geltendes Recht” (“Los derechos
fundamentales enunciados a continuación vinculan, con el carácter de
derecho dotado de validez inmediata, a la legislación, al Poder Ejecutivo y a
la jurisprudencia”). Y el siguiente artículo en su párrafo primero establece:
“Jeder hat das Recht auf die freie entwicklung seiner pers önlichkeit, soweit
er nicht die rechte anderer verletzt und nicht gegen die verfassungsmässige
ordnung oder das sittengesetz verstösst”. (“Todos tienen el derecho al libre
desarrollo de su personalidad, en la medida en que no se violen los
derechos de los demás y no atente contra el orden constitucional o a la ley
moral”). En la transcripción del artículo 1.3 GG no cabe duda alguna sobre el
carácter fundamentalista del libre desenvolvimiento de la personalidad, pues
éste hace parte del catálogo de derechos constitucionales fundamentales.
66
naturaleza compleja. A tal efecto, la Sentencia T-097/94 dictaminó lo
siguiente:
67
de proyectarse hacia todo el ordenamiento jurídico al momento de interpretar
y aplicar las normas jurídicas.
68
Es importante aclarar en este punto y según el marco jurídico
colombiano, que el derecho fundamental al libre desarrollo de la
personalidad es el que realmente se comporta como un principio orientador
del proceso de creación e interpretación normativa y que tal respeto a la
autonomía individual es precisamente el substrato de este principio, pues el
derecho al libre desarrollo de la personalidad es la cara visible de la
autonomía, aun y cuando ambos términos sean usados como equivalentes.
69
efectos, es preciso hacer referencia a la sentencia 236/2007 del Tribunal
Constitucional español, que indicó lo siguiente:
70
de los demás y a la ley la base última de la convivencia
democrática; es decir, la democracia constitucional no
se estima viable sino adopta como criterios de
orientación permanente la dignidad de la persona y el
libre desarrollo de la personalidad. (…) dicho
simplemente, el artículo 10.1 CE enuncia los fines
últimos que debe perseguir el estado democrático de
derecho instaurado por la Constitución, y por los que,
en consecuencia, puede considerarse globalmente
justo y digno de acatamiento: dignidad de la persona y
libre desarrollo de la personalidad, no otros (riqueza
material, pureza racial, homogeneidad cultural,
ortodoxia religiosa, etc.).
71
Valor, para De Villamor (2003), en términos modernos, significa lo
preferible, lo deseado que no consiste en un mero ideal, sino que es la guía
o norma de las elecciones mismas, y en todo caso un criterio de juicio. Por
ello hablar de valores jurídicos es hablar de una guía, de un modelo a seguir,
de la fuente de inspiración en este caso del sistema jurídico, no es necesario
que resulten positivizados, pero en el caso de España, estos aparecen con
el mayor rango que se les puede otorgar pues se encuentran consagrados
expresamente en la Constitución. Los valores necesariamente orientan la
labor de creación, interpretación y aplicación del derecho.
72
(…) en conjunción con los artículos 1.1, 9.2, 10 y 15 de
la norma fundamental, considerando que el valor
superior de la libertad y los de dignidad de la persona y
el libre desarrollo de la personalidad pueden
fundamentar el pretendido derecho de los padres y, en
su caso, de los estudiantes, a elegir la lengua de
comunicación en la enseñanza. Sin embargo, el
planteamiento del Tribunal Supremo no puede ser
acogido. Cabe observar, en efecto, que los valores de
libertad y libre desarrollo de la personalidad,
positivizados por la norma fundamental, como
principios constitucionales ya están presentes, explícita
o implícitamente, en el propio artículo 27 CE, como
evidencian sus apartados 1 y 2 de este precepto.
73
parte de los casos traer a colación algún principio constitucional (relaciones
familiares, libre desarrollo de la personalidad, entre otros)”.
74
la “incolumidad corporal” (STC 207/1996, de 16 de
diciembre, FJ 2), han adquirido también una dimensión
positiva en relación con el libre desarrollo de la
personalidad, orientada a su plena efectividad, razón
por la que se hace imprescindible asegurar su
protección no solo frente a las injerencias ya
mencionadas, sino también frente a los riesgos que
puedan surgir en una sociedad tecnológicamente
avanzada (STC 119/2001, de 24 de mayo, FJ 5); y que
además de ello, en efecto, el derecho a que no se dañe
o perjudique la salud personal queda también
comprendido en el derecho a la integridad personal
(STC 35/1996, del 11 de marzo, FJ 3), aunque no todo
supuesto de riesgo o daño para la salud implique una
vulneración del derecho fundamental, sino tan solo
aquel que genere un peligro grave y cierto para la
misma (SSTC 5/2002, de 14 de enero, FJ 4, y
119/2001, de 24 de mayo, FJ 6).
75
Tribunal alude a la libertad de las parejas para decidir el tipo de relación que
quieren entablar como parte de la construcción de su proyecto vital,
verificándose además la orientación interpretativa que determina el libre
desarrollo de la personalidad en un derecho no catalogado como
fundamental por la propia Constitución, lo cual viene a confirmar lo expuesto
con antelación, y es precisamente que este precepto no sólo es válido como
plataforma interpretativa de los derechos fundamentales sino de todos los
derechos consagrados constitucionalmente.
76
Ahora bien, Venezuela por su parte reconoce actualmente el libre
desenvolvimiento de la personalidad en el artículo 20 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), y lo hace en los siguientes
términos: “toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su
personalidad, sin más limitaciones de las que derivan del derecho de las
demás y del orden público y social”.
77
o potestades que el hombre posee por el solo hecho de ser y existir, por su
propia naturaleza. No son una concesión del Estado, éste lo que hace es
reconocer su existencia, obligándose a garantizarlos y protegerlos. Se trata
de verdaderos derechos porque pueden hacerse valer coercitivamente,
incluso a falta de norma que los reconozca de forma expresa, y se dice que
son humanos porque son propios de su naturaleza”.
78
personalidad, sin embargo, la doctrina esgrimida sobre la concepción
humanista de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999), no basta para sentar inexorablemente las bases del objetivo
debatido, sino que para ello se hace vital determinar el criterio jurisprudencial
adoptado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de
Venezuela, siendo su tarea la de intérprete último de la norma constitucional,
por lo que sus pronunciamientos se hacen parte integral de los preceptos
sentenciados.
79
Mercantil, del Tránsito y del Trabajo y de Menores de la Circunscripción
Judicial del Estado Táchira, la cual dictó con lugar la apelación del auto que
homologó el convenimiento celebrado por las partes; el accionante de este
amparo incoa la vulneración de los derechos al libre desenvolvimiento de la
personalidad (artículo 20), así como el derecho a la igualdad (artículo 21), el
derecho al acceso a los órganos de la administración de justicia (artículo 26),
el derecho al debido proceso (artículo 49) y el derecho de propiedad (artículo
15), todos ellos contenidos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999).
80
procrear, a la integridad psíquica y moral y al libre desenvolvimiento de la
personalidad, todo ello en razón del impedimento, ocasionado por un grupo
médico de fertilidad, contra la accionante de realizarse una inseminación
artificial con la muestra espermática de su fallecido esposo. Sobre el
presente caso, la Sala al pronunciarse sobre el fondo del asunto observa
que siendo éste un caso sin precedente judicial en el país, estima necesario
hacer las siguientes precisiones:
81
interpretación fue solicitada. En razón de esto, la Magistrada Carmen Zuleta
de Merchán salva su voto y disiente del criterio sostenido por la mayoría
sentenciadora, considerando:
82
personalidad humana, y además un tema que se encuentra en plena
evolución social y jurídica en otros ordenamientos y en el nuestro, quizás han
debido los administradores de justicia abordarlo con mayor vastedad,
tomando en cuenta ese derecho que garantiza la propia Carta Magna de
desenvolver libremente la personalidad y el cual, es objeto central de este
trabajo de investigación.
83
expediente de la causa que no mantiene vida marital
alguna desde hace más de cinco (5) años con la
ciudadana solicitante del avocamiento. Además, la Sala
de Casación Civil violó e interpretó de manera
totalmente equivocada el artículo 77 de la Constitución,
incurriendo en error inexcusable de juzgamiento, al no
considerar en su decisión que la institución del
matrimonio, de acuerdo con la Carta Fundamental, se
basa en el consentimiento, el cual no solamente es
necesario para celebrarlo, sino también para
mantenerlo, porque la libertad es un valor esencial de
nuestro sistema jurídico, como lo confirma la
interpretación conjunta y congruente de los artículos 2,
20 y 77 de la Constitución, todos violados por la Sala
de Casación Civil en la sentencia cuya revisión
constitucional se pide, exponiendo al efecto lo
siguiente: “(…) la Constitución reconoce y garantiza la
libertad al desenvolvimiento de la personalidad de cada
ciudadano, sin más limitaciones que las que derivan del
derecho de los demás y del orden público y social
(artículo 20)”.
84
En esta decisión, el máximo intérprete hace referencia a que “el libre
consentimiento es atributo necesario para celebrar el matrimonio, es este
consentimiento el que priva durante su existencia y, por tanto, su expresión
destinada a la ruptura del vínculo matrimonial, conduce al divorcio”, por
consiguiente:
85
igualdad como un valor propio del ser humano y hace mención al libre
desenvolvimiento de la personalidad de forma muy superficial, al mencionar
el contenido de la Exposición de Motivos de la Constitución en los siguientes
términos:
86
práctica la dinámica social suele presentar situaciones
de discriminación que deben su origen a razones
distintas de la raza, el sexo o la condición social.
(Resaltado Propio)
87
considerar que la pretensión de divorcio planteada
por un ciudadano supone el ejercicio simultáneo de
otros derechos y garantías constitucionales, como
lo son el libre desarrollo de la personalidad y la
tutela judicial efectiva (…) el primero perteneciente a
la categoría de los derechos referidos a la libertad del
ser humano, “que aseguran al individuo una vida
exenta de coacción por parte de la autoridad o los
particulares, tanto en el orden moral como material”
(Arellano Silva, 1953). (Resaltado propio)
88
Venezuela (1999), con los artículos 21 (derecho a la igualdad), 77 (uniones
estables de hecho), 19 (derecho a la no discriminación), 75 (derecho a la
familia), 44 (derecho a la libertad personal), 46 (derecho a la integridad física,
psíquica y moral), 50 (derecho al libre tránsito), 52 (derecho de asociación),
56 (derecho al nombre propio), 57 (derecho a la libertad de expresión), 59
(derecho a la libertad de religión y de culto), 61 (derecho a la libertad de
conciencia), 60 (derecho al honor), 87 (derecho al trabajo), 103 (derecho a la
educación), entre otros. Todos estos derechos comportan un escalón en la
formación y desarrollo de la personalidad de cada individuo, es por ello que
resulta espontánea la formulación de un enlace coordinado entre estos y el
libre desenvolvimiento de la personalidad.
89
ejercicio. Así lo afirma Casal (2008), al indicar que “el reconocimiento de los
derechos esenciales de la persona debe ir acompañado por la previsión de
reglas sustantivas y medios adjetivos que aseguren su observancia”.
90
la personalidad, puesto que en el proceso de estudio de las diferentes
sentencias de la Sala Constitucional venezolana que abordan este derecho,
los accionantes hicieron uso de tal vía procesal, por lo que pareciera ser la
tendencia en casos de menoscabo del derecho en cuestión. Ante tal
realidad, se hace prudente precisar algunos aspectos relevantes sobre el
amparo constitucional.
91
En sentencia Nº 492 de fecha 12 de marzo de 2003, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, precisó la
siguiente definición:
92
preguntarse: ¿Es posible proteger única y exclusivamente el libre
desenvolvimiento de la personalidad de manera autónoma por la vía de
amparo?
93
CONCLUSIONES
94
De lo dicho anteriormente es posible deducir una diferencia sustancial
en cuanto al grado de dichas personalidades, siendo que la jurídica desde el
mismo momento en que es adquirida se mantiene inmóvil e inalterable,
mientras que la psicológica evoluciona conforme las diferentes facetas
asumidas por la persona. Más allá de esto, lo cierto es que la personalidad
en ambas percepciones representa la cúspide del derecho abordado.
No solo basta con tener personalidad, sino que es necesario que ésta
pueda ser desarrollada; el desarrollo no es más que el curso completo de la
vida a través del cual se forma la conducta humana, esto por medio del
aprendizaje y a su vez de los procesos de maduración y crecimiento propios
del organismo. Es justamente ese desarrollo de la personalidad lo que busca
garantizar el derecho en cuestión.
95
precisamente la libertad la expresión más honesta de la dignidad del ser
humano.
96
imagen, religión, entre otros; esta realidad se hizo manifiesta en la
jurisprudencia venezolana, al observar la vinculación del libre
desenvolvimiento de la personalidad con el resto de los derechos, por lo que
pareciera tener una suerte de afinidad lógica estos.
97
RECOMENDACIONES
98
trascendental e inevitable de este derecho en temas moralmente
complicados que representan la realidad de la sociedad contemporánea.
99
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
100
Casal, J. (2008). Los Derechos Humanos y su Protección (Estudios
sobre Derechos Humanos y Derechos Fundamentales). Universidad
Católica Andrés Bello Venezuela.
101
Doral, J.A. (1975). Concepto Filosófico y Concepto Jurídico de Persona.
En: REV- Persona y Derecho – Vol 02. Editorial. Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Navarra. ISSN. 0211-4526.
102
Peces-Barba, G. (1984). Los Valores Superiores. España. Editorial Tecnos
103
INSTRUMENTOS NORMATIVOS
REFERENCIAS JURISPRUDENCIALES
AÑO 1992
SENTENCIA N° T-532/92 (OBTENCIÓN DE VISA J-1)
SENTENCIA N° T-542/92 (DERECHO DE ASOCIACIÓN)
AÑO 1993
AÑO 1994
104
SENTENCIA N° C-221/94 (DESPENALIZACIÓN DEL CONSUMO DE LA
DOSIS PERSONAL)
AÑO 1998
AÑO 1981
AÑO 1992
AÑO 2003
AÑO 2007
105
Criterio de búsqueda: Libre Desenvolvimiento de la Personalidad.
AÑO 2001
AÑO 2006
AÑO 2008
AÑO 2013
AÑO 2014
AÑO 2015
106