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Hugo Grotius desarrolló esta teoría como respuesta a los socinianos, cuya idea sobre la
expiación consideraba que estaba demasiado centrada en el hombre. Para entender este punto de
vista se debe comenzar por su concepto acerca de la naturaleza de Dios. Dios es un ser muy
santo y recto que ha establecido ciertas reglas. El pecado supone la violación de estas reglas; sin
embargo, no debe considerarse como un ataque a la persona de Dios como ser individual
privado. Más bien, como dirigente, su preocupación por la ley es como la de un gobernante que,
dado su papel, no puede pasar por alto la violación de las reglas. Por esta razón, era necesario
tener un sacrificio que proporcionase base para el perdón y a la vez conservara la estructura del
gobierno moral. La muerte de Cristo sirvió para ambos fines y adicionalmente hace entender al
Esta teoría parece haber sido el punto de vista estándar en los inicios de la iglesia. Uno de
sus autores más importantes fue Orígenes de Alejandría. Orígenes consideraba la historia bíblica
como la representación de un gran drama cósmico. En la lucha cósmica entre las fuerzas del bien
y del mal, Satanás estableció el control sobre la humanidad y sobre el mundo. Como gobernador
del mundo, sus derechos no podían simplemente ser quitados de forma arbitraria por Dios.
Por tal motivo era necesario un rescate, pero ¿a quién había que pagarlo? No a Dios,
puesto que él no se pagaría a sí mismo un rescate. Más bien, debe haber sido pagado al maligno,
porque era él el que nos mantenía cautivos hasta que el rescate, o sea, el alma de Jesús se
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Millard J. Erickson, Teología Sistemática. Segunda edición (Barcelona, España: Editorial Clie, 2008),
804-805.
entregó. En esta formulación doctrinal hecha por Orígenes, fue Satanás y no Dios el que exigía la
sangre de Cristo, iniciando así este aspecto de la transacción. Sin embargo fue engañado, no por
Dios sino por él mismo, puesto qué liberó a la humanidad pensando que podía retener para sí a
Esta teoría resalta que Cristo murió para satisfacer un principio que está en la naturaleza
misma del Padre. No es solo que la expiación no fue dirigida principalmente a la humanidad,
sino que tampoco se trataba de ningún pago a Satanás. Los humanos fueron hechos por Dios, y
se pretendía que le eligieran, amaran y sirvieran. Sin embargo, no hicieron esto sino que lo
deshonraron y en consecuencia sobrevino la muerte. Dios siendo Dios, no sólo puede actuar para
preservar su propio honor; sino que debe hacerlo. No puede simplemente pasarlo por alto, por lo
tanto, debe castigar el pecado. No basta con que le paguemos lo que le debemos sino que tiene
que haber una reparación adicional. ¿Cómo podía hacer esto ningún humano, debilitados como
estaban por el pecado y habiendo sido ya vencidos por Satanás? Para que las cosas se pusieran en
el lugar correcto en la economía del reino de Dios, alguien cualificado para representar a los
humanos tenía que hacer algo por ellos. Cristo, al ser Dios y hombre sin pecado, no merecía la
formaba parte, sirvió como satisfacción genuina a Dios por los pecados de la humanidad.3
Este movimiento puede subdividirse en teologías negras, feministas y del tercer mundo,
siendo esta última la que se ha denominado como teología de la liberación. Una de las cosas en
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Ibíd., 806-807.
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Ibíd. 810-812.
las que suelen hacer hincapié es en que el problema básico de la sociedad es la opresión y la
explotación de las clases menos favorecidas por parte de aquellas que tienen el poder. Por lo
El análisis que las teologías de la liberación hacen de la condición humana surge de dos
fuentes. Por una parte, existe un consenso de que el enfoque del capitalista o “de desarrollo” de
desarrollo económico de las naciones más avanzadas, así como la prosperidad de las clases
sociales altas, se consigue a expensas de los menos afortunados. La otra motivación para ver la
salvación como la liberación de una explotación, es la sensación que se tiene de que la Biblia se
Se denomina como tal a las teología que se han construido desde una filosofía existencial.
perspectiva, la Biblia no es esencialmente una fuente de información objetiva sobre Dios, el ser
humano y la condición humana, ni un relato objetivo de hechos históricos, sino el registro del
impacto que varios sucesos tuvieron en los discípulos. Su objetivo no es informarnos, sino
transformarnos; no trata de añadir más a nuestra reserva de información, sino de afectar nuestra
existencia y (de acuerdo con Heidegger) hacerla auténtica, es decir, llegar a ser lo que se supone
que debemos ser, vivir la vida de tal manera que lleguemos a alcanzar el potencial humano. Esto
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Ibíd. 902-905.
es la salvación y se logra a través de la fe del individuo en la palabra de Dios (desmitologizada,
Con el paso del tiempo, debido al crecimiento de las explicaciones científicas para los
fenómenos de la naturaleza, y la habilidad para resolver muchos de los problemas con los que se
enfrenta en la vida, la raza humana ha llegado a una especie de mayoría de edad. Es capaz de
encarar su existencia sin ayuda sobrenatural. Ante esto, mucha gente moderna se ha hecho
secular, es decir, han adoptado de forma inconsciente un estilo de vida que en la práctica no deja
lugar a Dios. Por tal motivo, los teólogos cristianos cada vez más han estado adoptando la idea
cristiana. Uno de los predecesores de este enfoque fue Dietrich Bonhoeffer, desarrollando una
consiste en separarse del mundo y recibir la gracia sobrenatural de Dios. Más bien la salvación
llega de una manera más difusa. No se trata tanto de salvarnos a través de la religión como de
significado de la salvación.6
Es difícil caracterizar el pensamiento católico romano actual sobre cualquier tema porque,
aunque hubo un tiempo en que la posición católico romana oficial era uniforme en la mayoría de
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Ibíd. 905-908
6
Ibíd. 908-911
los temas, ahora parece que solo existe una gran diversidad. De cualquier modo, la posición
católica oficial durante mucho tiempo ha sido que la iglesia es el único canal de la gracia de
Dios. Esta gracia se transmite mediante los sacramentos de la iglesia. Los que están fuera de la
iglesia oficial y organizada no pueden recibirla. Por lo tanto, dicha unión es necesaria para ser
salvo, porque la iglesia es la única que posee los medios para la salvación. Sin embargo, si la
verdadera unión no es posible, Dios aceptará en su lugar un deseo sincero de tener esa unión.
aceptable.7
ortodoxa de entender el problema humano. Según este entendimiento, la relación entre el ser
humano y Dios es la principal. Cuando esa no va bien, las otras dimensiones de la vida también
se ven afectadas de forma adversa. Los evangélicos entienden que las Escrituras indican que hay
dos aspectos principales en el problema humano del pecado. Primero, el pecado es una relación
rota con Dios, dada su incapacidad de cumplir con las expectativas divinas. Segundo, la auténtica
naturaleza de la persona queda dañada por haberse desviado de la ley. Ahora hay una inclinación
relaciona con la condición de uno ante Dios. El estatus legal del individuo debe cambiar de
culpable a no culpable. Se trata de ser declarado justo o recto ante Dios, o que se considere que
cumple con todos los requisitos divinos. El término teológico para esto es justificación. El
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Ibíd. 911-912.
Pero ahí no queda todo. Además de la necesidad de restablecer nuestra relación con Dios,
existe también una necesidad de alterar la condición de nuestro corazón. Este cambio es
llegará a su final en la vida tras la muerte, cuando la naturaleza espiritual del creyente se
la teología evangélica. 8
El primero quiere decir que el ser humano está perdido en el pecado, completamente muerto
espiritualmente y, por lo tanto, imposibilitado para hacer el bien y volverse a Dios. Por tal razón,
en su soberanía, Dios elige a ciertas personas para concederles su favor especial, hacerles hijos
La elección, desde el punto de vista calvinista primero, no se basa en ningún mérito del
elegido, ni en el previo conocimiento de que el individuo vaya a creer. Segundo, es una elección
eficaz, es decir, los que Dios ha elegido, llegarán sin duda a tener fe. Tercero, la elección es
desde la eternidad. Cuarto, la elección es incondicional, no depende de que los seres humanos
cumplan ciertas condiciones para ser y mantenerse salvos, por lo tanto, es inmutable, Dios no
cambia de idea. 9
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Ibíd. 914-915.
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Ibíd. 924-926.
La Predestinación Según el Arminianismo
partida la idea de que Dios desea que todas las personas se salven. Un segundo principio
importante es que consideran que todas las personas tienen capacidad para creer o reunir las
condiciones para la salvación. Si esto no fuera así, las invitaciones universales a la salvación que
aparecen en las Escrituras no tendrían mucho sentido. Para sustentar esto, no necesariamente
niegan la depravación del ser humano, sino que apelan al concepto de la “gracia previa”, es
decir, la gracia dada por Dios a todos los seres humanos para que, a pesar de su corrupción,
Por último, otro concepto clave en cuanto a la elección desde la perspectiva arminiana, es
el papel del conocimiento previo en la elección de las personas para salvación. Dicho más
claramente, los que están predestinados por Dios son los que en su infinito conocimiento él ha
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Ibíd. 928-930.
BIBLIOGRAFÍA
Erickson, Millard J. Teología Sistemática. Segunda edición. Barcelona, España: Editorial Clie,
2008.