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“AÑO DEL DIALOGO Y DE LA RECONCILIACION NACIONAL”

TEMA

DIVORCIO ¿REMEDIO EN EL PERÚ?

DOCENTE:

DR. JOHN EMILIO LORET DE MOLA GARAY

ALUMNA:

MONTES DE OCA CUADRADO MARICRUZ STHEFANY

CICLO:

VI

HUANCAYO – 2018
INTRODUCCION

Si bien el termino remedio hace referencia a la medida que se toma para evitar o reparar

un daño, esto no siempre constituye que deba existir el carácter sancionador de uno de

los cónyuges tal como lo establece el divorcio remedio.

En nuestra legislación el divorcio quedo debidamente plasmado en el Código Civil de

1936, por imposición de la ley 8305 la cual ordenaba en su artículo 1 que el Código Civil

a ser promulgado "debía mantener inalterables las normas sobre matrimonio laico y

divorcio - incluyendo el vincular- ya vigentes por mandato de las Leyes 7393 y 7894.

Si bien esta declaración llevó a nuestro Legislador a mantener normado el Divorcio de la

misma forma que lo fue en el Código Civil de 1936, creemos que ha habido algunos

cambios importantes en la forma de visualizar la figura del Divorcio.

Lo primero que uno debe preguntarse es si el matrimonio es una institución lo

suficientemente objetiva como para que el legislador pueda determinar qué hechos

pueden llevar a su rompimiento definitivo.

Hoy en día, las nuevas ideas sobre el divorcio son las de entenderlo no como una

sanción, sino como un remedio a un hecho tan terrible, pero a la vez tan humano, como

el de la ruptura irreversible del matrimonio.


Divorcio ¿remedio en el Perú?

El divorcio, a diferencia de la separación de cuerpos, pone de manera definitiva fin al

vínculo matrimonial; quedando los cónyuges con la posibilidad de rehacer sus vidas e

incluso poder contraer nuevo matrimonio. Para ello el divorcio debe ser declarado

mediante sentencia judicial y registrado debidamente para conocimiento público.

Al incurrir en una de las causales del Art. 333° CC. Se declara la separación de los

cónyuges, suspendiendo los deberes de mesa, lecho y habitación, no afectando la

obligación alimentaria que se deben recíprocamente. Por la separación de cuerpos

fenece el régimen patrimonial de sociedad de gananciales.

Ante un caso de divorcio este deberá ser invocada mediante proceso judicial por las

doce primeras causales señaladas en el artículo ya mencionado, mientras que la causal

número trece invoca la separación convencional.

Una forma mediata de obtener el divorcio es solicitar una vez transcurrido seis meses

de la declaración de la separación de cuerpos la conversión a divorcio, derecho que

puede ejercer cualquiera de los cónyuges en el caso de separación convencional y de la

causal de separación de hecho, similar derecho corresponderá al inocente en las demás

causales.

Dentro de nuestro sistema impera dos formas de divorcio: el de sanción o de carácter

subjetivo y el de remedio o de carácter objetivo. El primero la causa es la culpa de uno

de los conyugues mientras que en el de remedio hay un acuerdo de poner fin al estado

conyugal basándose en la ruptura del vínculo matrimonial.

Las recientes modificaciones legislativas han incorporado la injuria grave como causal,

atribuyendo que la ofensa es un modo de hacer insoportable la vida en un común, y es

justamente la vida en común unos de los fines del matrimonio. Establecer la causal de
injuria es muy importante ya que existe una directa relación con el daño emocional. Otro

elemento que se tiene en cuenta para determinar la gravedad de la ofensa es la

publicidad, por ejemplo, que el esposo de Juana publique en sus redes sociales que su

mujer es una prostituta; circunstancia que aplica ofensa e injuria grave.

Otras de las causales agregadas es el uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas

o de sustancias que puedan generar toxicomanía, donde queda establecido la

suspensión del deber de cohabitación quedando subsistente las demás obligaciones

conyugales.

La enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la celebración del

matrimonio, debiendo imperar por tanto el deber de asistencia y auxilio recíproco que

se deben los cónyuges.

La imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en proceso judicial,

basada en hechos fehacientes y que los hechos alegados verifiquen en el proceso la

afectación de la vida personal y/o conyugal del peticionante.

La separación de hecho de los cónyuges, establece esta que debe existir un periodo

ininterrumpido de separación, esta es propia del divorcio remedio, pero para ello debe

concurrir los tres elementos: elementos objetivos: el cese efectivo de la vida conyugal;

elemento subjetivo, la intención de interrumpir la convivencia mediante la separación y

el elemento temporal, Se requiere que la separación de hecho se prolongue por dos

años si los cónyuges no tienen hijos o éstos son mayores de edad y cuatro años si tienen

hijos menores de edad.

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