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EXÁMENES - PREGUNTAS DE DESARROLLO Abril 2014

MÓDULO 6. Clasificación de EPI’s.

Cuando hablamos de categorías dentro de los distintos tipos de EPI’s, pretendemos definir el
distinto NIVEL DE PROTECCIÓN frente al riesgo para el que dicho EPI está diseñado y fabricado.

La legislación vigente, especifica de manera muy clara que será el fabricante el responsable de
la clasificación del EPI en alguna de las categorías posibles:

 Categoría 1
Aquellos que, debido a su diseño sencillo, el propio usuario puede juzgar por sí mismo su
eficacia contra riesgos mínimos y cuyos efectos, cuando sean graduables, pueden ser
percibidos a tiempo y sin peligro para el usuario. Estos equipos protegen al usuario de una
serie de riesgos, entre los que podemos citar:

• Agresiones mecánicas de efectos superficiales (guantes de jardinería, dedales, etc.).


• Productos químicos poco nocivos cuyos efectos sean fácilmente reversibles.
• Manipulación de objetos a temperaturas inferiores a 50ºC.
• Agentes atmosféricos no extremos.
• Choques y vibraciones pequeñas, que no provoquen lesiones irreversibles y no
afecten a órganos o partes vitales del cuerpo (cascos ligeros de protección del
cuero cabelludo, guantes, calzado ligero, etc.).
• Radiaciones solares (gafas de sol).

Tal y como se contempla en la normativa europea, estos equipos de Protección Individual


de CATEGORÍA 1 NO ES NECESARIO QUE CONTENGAN EL MARCADO CE.

 Categoría 2
La normativa vigente, al definir los Equipos de Protección Individual de categoría 2, no
realiza una descripción detallada o exhaustiva de requisitos que deben reunir los EPI’s
pertenecientes a esta categoría. Se limita a definir los EPI’s de categoría 2 como aquellos
que no siendo de diseño sencillo, ni reuniendo las características de los de categoría 1,
tampoco reúnen las características necesarias para considerarlos dentro de la categoría 3.
Se trata de una categoría excluyente: serán EPI’s de categoría 2 AQUELLOS QUE NO
PUEDAN CONSIDERARSE DE CATEGORÍA 1 NI DE CATEGORÍA 3.

 Categoría 3
Los EPI’s pertenecientes a esta categoría son aquellos que tienen un diseño complejo,
destinados a proteger al usuario de todo peligro mortal o que pueda dañar gravemente y
de forma irreversible la salud, sin que se pueda descubrir su efecto inmediato.

Esta categoría queda limitada a aquellos equipos que reúnan alguna de las siguientes
características:
• Equipos de protección respiratoria filtrante que mediante filtros químicos o físicos
protejan contra aerosoles sólidos, líquidos o contra gases irritantes, peligrosos y
tóxicos.
• Equipos de protección respiratoria completamente aislantes de la atmósfera
(equipos de respiración autónomos).
• Equipos contra agresiones químicas o contra radiaciones ionizantes que sólo
proporcionen una protección limitada en el tiempo.
• Equipos de intervención en ambientes cálidos que superen los 100ºC.
• Equipos para ambientes fríos con temperaturas inferiores a -50ºC.
• Equipos que protejan al trabajador de caídas de altura.
• Equipos que protejan al trabajador de riesgos eléctricos en tensiones peligrosas.

MÓDULO 6. Cinturones de seguridad.

Los cinturones de seguridad evitan la caída del operario en trabajos en altura, protegiéndole
de graves lesiones e incluso de la muerte. Pueden ser de varios tipos:

• Cinturón de sujeción: impide la caída libre pero anula la libertad de movimiento.


• Cinturón de suspensión: permite libertad de movimiento, pero necesita un sistema de
anclaje móvil.
• Cinturón de caída: para amarrar a postes, estructuras, etc., no evita caída libre y debe
ser utilizado con arnés.

En el uso de los cinturones de seguridad habrá que verificar que:

 Las cintas no estén deterioradas, cortadas o desgastadas y que las costuras estén
intactas.
 Las hebillas y los anillos de anclaje no estén defectuosos o que falten.
 Que el arnés de suspensión haya sido retirado de servicio si no ha sido aceptado por la
inspección y que haya sido reemplazado.
 Se tiene que hacer una verificación anual por una persona competente.

Nunca:

× Ate más de un mosquetón por anillo de anclaje.


× Modifique el arnés de suspensión de ningún modo.
× Trabaje sin sistema anti-caída cuando haya riesgo de caída.

El cinturón de seguridad tiene que ser:

 Atribuido personalmente a un usuario.


 Almacenado lejos de fuentes de calor importantes.
 Utilizado únicamente por personas que hayan recibido una formación.
 Destruido después de haber sufrido una caída.
 No tiene que ser expuesto a productos químicos que podrían deteriorar la cinta o als
hebillas.
 Protegido contra las aristas cortantes y los roces.
 Limpiado con los productos mencionados a continuación: disolvente, cetona, etc.
 Secado naturalmente, sin contacto con llamas.
 Utilizado con un punto de anclaje situado preferentemente por arriba de la posición
del usuario.

MÓDULO 6. Primeros auxilios en caso de quemaduras.

Primeros auxilios en caso de quemaduras:

• Valorar el estado general de la víctima (evaluación inicial) y asegurar las constantes


vitales.

• Enfriar la quemadura inmediatamente, poniendo la zona afectada bajo un chorro de


agua fría, por lo menos durante 10 minutos o incluso más, si no desaparece el dolor.
En caso de quemaduras químicas, ampliar el intervalo a 15 ó 20 minutos bajo el chorro
de agua abundante.

• Cubrir la zona afectada con apósitos estériles o, en su defecto, muy limpios (sábanas,
fundas de almohadas, etc.) y humedecidos.

• No aplicar cremas, pomadas o cualquier otro medicamento o producto.

• No quitar, como norma general, la ropa a la víctima, sobre todo si está adherida a la
piel. Solamente quitaremos la ropa en caso de que esté impregnada en productos
cáusticos o hirvientes.

• No dar nada de beber. Si tiene sed, humedecer sus labios.

• No pinchar las ampollas.

• Retirar los anillos, relojes, pulseras, etc.

• Si la persona está ardiendo, impedir que corra. Apagar las llamas cubriéndola con una
manta o similar o haciéndola rodar en el suelo.

• Si la quemadura es extensa, prevenir la aparición del shock.

• Trasladar a la víctima a un centro especializado cuanto antes. Allí se valorará, entre


otras cosas, la administración de líquidos.
MÓDULO 6. Obligaciones del empresario y el trabajador en cuanto a EPI’s.

Es el EMPRESARIO, como RESPONSABLE FUNDAMENTAL de la PROTECCIÓN DE LA SALUD Y


SEGURIDAD de los trabajadores a su cargo, el encargado de PROMOVER LA UTILIZACIÓN de
Equipos de Protección Individual, cuando el resto de las medidas preventivas no hayan podido
eliminar totalmente los riesgos a los que están sujetos éstos.

Para ello el empresario deberá efectuar las siguientes acciones:

• Determinar los puestos de trabajo en los que deberá recurrirse a la protección


individual y precisar, para cada uno de estos puestos, la naturaleza del riesgo o riesgos
a los que debe ofrecerse protección, las partes del cuerpo a proteger y
consecuentemente, el tipo de equipo o equipos de protección individual que deberán
utilizarse.
• Elegir el equipo de protección individual adecuado a cada caso, asegurándose
siempre, que cumple la legislación vigente. Asimismo se deberá mantener disponible,
en el centro de trabajo, la documentación relativa al respecto.
• Indicar a los trabajadores las actividades u ocasiones en las que deben utilizar los
diferentes equipos de protección individual, así como proporcionarles gratuitamente
dichos equipos.
• Informar a los trabajadores, previamente al uso de los equipos, sobre los riesgos
contra los que les protegen, así como proporcionarles instrucciones comprensibles
sobre su correcto uso y mantenimiento, adiestrándolos en éste, si fuera necesario.
• Controlar que la utilización y el mantenimiento de los equipos se realiza de forma
correcta, siempre según lo indicado en el folleto informativo suministrado por el
fabricante.

MÓDULO 6. Características de las normas de seguridad.

Las normas deben ser:

• Necesarias: es la primera condición para que una norma sea eficaz. No se debe caer en
el abuso, ya que un exceso de normas podría:
o Provocar confusión, llegando a producir un efecto negativo y perjudicial.
o Contribuir a que no se cumpla ninguna.

• Posibles: las normas deberán poder llevarse a la práctica con los medios disponibles.
La implantación correcta de normas de seguridad en una empresa, es una forma
válida, pero complementaria de hacer seguridad.

• Claras, Concretas y Breves:


o Claras: su contenido será fácilmente comprensible.
o Concretas: referida a un sólo tema.
o Breves: su lectura deberá ser fácil y no engorrosa.
• Aceptadas y Exigibles: para que una norma sea realmente eficaz debe ser aceptada
por quien deba cumplirla y exigible con delimitación precisa de las responsabilidades.

• Actuales: las técnicas evolucionan, los procesos cambian, una norma que en su
momento era perfectamente válida, puede dejar de serlo, quedando anticuada e
inservible. Por ello toda norma debe ser actualizada.

LAS NORMAS DE SEGURIDAD NUNCA DEBEN SUSTITUIR A OTRAS MEDIDAS PREVENTIVAS


QUE ELIMINEN EL RIESGO SINO QUE DEBEN COMPLEMENTARSE.

MÓDULO 6. Alumbrado de seguridad, explicarlo y desarrollarlo.

El alumbrado de seguridad asegura que faltando el alumbrado general, la iluminación de los


locales y accesos hasta las salidas sea clara, con el objeto de lograr una evacuación lo más
ordenada posible en el caso de que se produzca un siniestro en el centro de trabajo.

En caso de que se produzca un incendio, una explosión o alguna otra causa de emergencia, es
frecuente que la corriente eléctrica se corte, ya sea por el mismo accidente o porque se hace
voluntariamente para evitar males mayores. Aunque no exista una situación de emergencia,
dejar a oscuras a un grupo de personas puede dar lugar a accidentes y alarmas.

La situación se agravaría si hubiese una alarma por un incendio u otro accidente y las personas
encerradas en un local se encontrasen en total oscuridad. Entonces, además de hacer
imposible la evacuación; se provocaría el pánico, la confusión y el desorden, con todo lo que
ello conlleva.

Se distinguen tres tipos de alumbrado de seguridad:

 Alumbrado de emergencia
Este alumbrado entra en funcionamiento automáticamente al producirse un fallo de
alimentación en el alumbrado normal, en las zonas de fábrica o instalaciones obligadas a
disponer de estos equipos. Se entiende por fallo de alimentación el descenso de la tensión
de alimentación por debajo del 70 % de su valor.
Tienen que ser alimentados mediante fuentes propias de energía, nunca con fuentes de
suministro exterior.
Es necesario que funcionen al menos durante una hora, proporcionando una iluminación de
5 lux como mínimo, al nivel del suelo en los recorridos de evacuación, medida en el eje de
pasillos y escaleras y en todo otro punto a lo largo el recorrido de evacuación.
La instalación, no tratándose de equipos autónomos, se realizará suficientemente
protegida, con empotramiento de canalizaciones y usando conductores protegidos con
material de revestimiento resistente al fuego.
Las características constructivas exigibles a dichos equipos son las establecidas por las
normas: UNE 20.062 - 73 y UNE 20.392 – 75.
 Alumbrado de señalización
Son puntos de luz capaces de funcionar de modo continuado, tanto en presencia como en
ausencia del alumbrado general.
Estos puntos se emplearán para señalizar permanentemente la situación de las puertas,
pasillos, escaleras, salidas de los locales, extintores, etc.
Estarán alimentados al menos por dos suministros: el general de la red y un suministro
complementario o procedente de una fuente propia de energía.
Cuando el suministro habitual falle o baje su tensión por debajo del 70 % de su valor
nominal, la alimentación del alumbrado de señalización deberá pasar automáticamente al
suministro complementario.

 Alumbrado de reemplazamiento
Permite la continuación normal del alumbrado y, por tanto, de la actividad, cuando falla el
sistema de alumbrado general.

MÓDULO 6. Tipos de señalización.

La señalización empleada como técnica de seguridad puede clasificarse, según su tipo, en:

Las señales son percibidas por nuestros sentidos. Atendiendo a ellos, la señalización se clasifica
en:

• Óptica: se percibe por la vista en sus símbolos, formas y colores.


• Acústica: se percibe por el oído mediante sonidos.
• Olfativa: se perciben por los sentidos del olfato.
• Táctil: se perciben por el tacto.

De todas ellas la más importante por su efectividad y mayor utilización es la señalización óptica
en sus diversas variantes.
En el Real Decreto 485/1997 que regula la señalización de seguridad en los lugares de
trabajo, tan sólo se contempla la óptica, acústica y gestual. La señalización óptica está basada
en la utilización y apreciación de los colores. Ésta se configura a través de un proceso visual en
el que entran en juego:
• La luz como energía radiante.
• El ojo como receptor de esta energía radiante y formador de imágenes.
• Los objetos como modificadores de la energía radiante.
• El cerebro como intérprete de los mensajes que recibe en forma de impulsos nerviosos
y como traductor de la imagen formada sobre la retina, comparándola con otras
archivadas en la memoria.

La visión, como elemento esencial de la señalización óptica sufre una evolución con la edad de
una persona. La agudeza visual (capacidad del ojo para distinguir objetos pequeños o detalles
muy próximos entre sí) alcanza un máximo entre los 15 y 20 años y decrece notablemente a
partir de los 50 años. Por lo que resulta interesante conocer la edad media de los colectivos de
personas para optimizar la elección de las características de la señalización en lo que concierne
a los factores de iluminación y colores.

MÓDULO 6. Tipos de señales.

 Señales en forma de panel


La forma y colores de estas señales se regulan de forma detallada en el RD 485/1997, en
función del tipo de señal de que se trate.
Los pictogramas serán lo más sencillos posible, evitándose los detalles inútiles para mejorar
su comprensión. Podrán variar ligeramente o ser más detallados siempre que su significado
sea equivalente y no existan diferencias que provoquen confusión.
Las señales serán de un material resistente a golpes, inclemencias del tiempo y agresiones
ambientales.
Las dimensiones, así como las características colorimétricas y fotométricas de las señales
garantizarán su buena visibilidad y comprensión.

o Señales de Advertencia
Advierten de un peligro. No obligan ni prohíben, sino que dan una información
esencial que puede ser imprescindible para la persona que entra en zonas bajo el
peligro señalado.
Forma triangular. Pictograma negro sobre fondo amarillo, bordes negros.
o Señales de Prohibición
Como su nombre indica, prohíben un comportamiento del cual se puede derivar un
peligro.
Forma redonda. Pictograma negro sobre fondo blanco, bordes y banda rojos.

o Señales de Obligación
Obligan a un comportamiento determinado que, en su mayoría, lo es para el buen
uso de los medios de protección.
Forma redonda. Pictograma blanco sobre fondo azul.

o Señales de Contra Incendios


Forma rectangular o cuadrada. Pictograma blanco sobre fondo rojo
o Señales de Salvamento o Socorro
Forma rectangular o cuadrada. Pictograma blanco sobre fondo verde.

 Señales Luminosas y Acústicas

o Señales Luminosas
La luz emitida por la señal deberá provocar un contraste luminoso apropiado
respecto a su entorno, en función de las condiciones de uso previstas. Su intensidad
deberá asegurar su percepción, sin llegar a producir deslumbramientos.
La superficie luminosa que emita una señal podrá ser de color uniforme o llevar un
pictograma sobre un fondo determinado.
Si un dispositivo puede emitir una señal tanto continua como intermitente, la señal
intermitente se utilizará para indicar un mayor grado de peligro o una mayor
urgencia de la acción requerida, que la señal continúa.

o Señales Acústicas
La señal acústica deberá tener un nivel sonoro superior al nivel de ruido
ambiental, de forma que sea claramente audible, sin llegar a ser innecesariamente
molesto. No deberá utilizarse una señal acústica cuando el ruido ambiental sea
demasiado intenso.

Una señal luminosa o acústica indicará al ponerse en marcha, la necesidad de


realizar una determinada acción y se mantendrá mientras persista tal necesidad.

La eficacia y buen funcionamiento de las señales luminosas y acústicas se


comprobará antes de su entrada en servicio y posteriormente, mediante las
pruebas periódicas necesarias.
Las señales luminosas y acústicas intermitentes previstas para su utilización alterna
o complementaria deberán emplear idéntico código.
 Comunicaciones Verbales
La comunicación verbal se establece entre un locutor o emisor y uno o varios oyentes, en
un lenguaje formado por textos cortos, frases, grupos de palabras o palabras aisladas,
eventualmente.
Los mensajes verbales serán tan cortos, simples y claros como sea posible; la aptitud verbal
del locutor y las facultades auditivas del o de los oyentes deberán bastar para garantizar
una comunicación verbal.
Las personas implicadas deberán conocer bien el lenguaje utilizado a fin de poder
pronunciar y comprender correctamente el mensaje verbal y adoptar, en función de éste, el
comportamiento apropiado en el ámbito de la seguridad y de la salud.

 Señales Gestuales
Una señal gestual deberá ser siempre precisa, rápida, amplia, fácil de realizar y comprender
y claramente distinguible de cualquier otra señal gestual.
La utilización de los dos brazos al mismo tiempo se realizará de forma simétrica y para una
señal gestual. Los gestos utilizados podrán variar siempre que su significado y comprensión
sean equivalentes.
La persona que emite las señales, denominada encargado de las señales, dará las
instrucciones de maniobra mediante señales gestuales al destinatario de las señales,
denominado operador.
El conjunto de gestos a utilizar está codificado en el RD 485/1997, El conjunto de gestos
codificados que se incluye no impide que puedan emplearse otros códigos.

MÓDULO 6. Pérdida de Consciencia. Formas y Primeros Auxilios.

Las diferentes formas en las que se presenta una pérdida de consciencia, según su grado, se
clasifican en:

 Lipotimia: generalmente se trata de un desmayo o desvanecimiento pasajero. Es la


pérdida de conciencia breve, superficial y transitoria debida a una disminución brusca
del flujo sanguíneo cerebral. Puede estar causada por fatiga, hambre, emoción
repentina, lugar poco ventilado, calor, etc. La piel de la cara se vuelve pálida y
generalmente, la víctima nota que se desmaya.
Todo desvanecimiento o desmayo conlleva, como respuesta del mecanismo autónomo
de defensa, una caída; con ello, el encéfalo pretende asegurar su aporte de sangre,
favoreciendo el riego, ante la posible disminución de la presión sanguínea.

 Síncope: el síncope se presenta de una manera súbita ya que se trata de un paro


momentáneo del corazón que origina pérdida total y repentina de la conciencia. Puede
estar causado por una enfermedad cardiaca u otros motivos de origen nervioso.
Normalmente se restablece la circulación en 5 a 20 segundos y entonces la palidez
viene sustituida por un enrojecimiento, debido a la entrada de la sangre oxigenada en
los vasos dilatados de la piel.
 Shock y colapso: el colapso es la paulatina falta de riego al cerebro. Mediante la
palabra shock (choque) se trata de determinar un estado grave de trastorno
circulatorio que ocasiona una disminución importante del riego sanguíneo en la
periferia del cuerpo, pudiendo provocar un funcionamiento renal deficiente.
En toda lesión grave (quemadura extensa o profunda, enfermedades del corazón,
intoxicaciones) es probable que aparezca la complicación del shock. En algunas
ocasiones el shock es el único indicio de una hemorragia interna gástrica o intestinal,
es el llamado shock hipovolémico, producido por disminución del volumen sanguíneo.
Existen otros tipos de shock que sólo enunciamos a título de curiosidad como son: el
shock traumático (producido por un fuerte choque emocional) y el shock anafiláctico
(producido por una fuerte reacción alérgica a medicamentos o venenos de seres vivos),
etc.

 Coma: es la pérdida de conciencia prolongada, con disminución o ausencia de los


reflejos protectores (deglución, tos, mecanismo del vómito, es decir, arcadas, etc.) y de
reacción ante determinados estímulos externos.

 Pautas de actuación ante un accidentado inconsciente

Primeros auxilios en caso de pérdida de conciencia:

• Como norma general de suma importancia, a toda persona inconsciente que haya
podido sufrir un traumatismo importante, siempre la consideraremos y la trataremos
como si tuviera lesión en la columna vertebral, controlando en bloque el eje cabeza-
tórax.
• Nos aseguraremos de que esté presente la ventilación, observando, escuchando y
sintiendo la respiración; no debería emplearse en ello más de 10 segundos.
• Control de las hemorragias agudas y tratamiento, si existen.
• Valorar el resto de las lesiones y mantener la temperatura corporal.
• Si respira, giraremos ligeramente hacia un lado la cabeza de la víctima o la
colocaremos en posición lateral de seguridad (PLS) según la secuencia de pasos abajo
indicada, con el fin de prevenir la asfixia causada por lengua caída, posibles vómitos,
mucosidades o secreciones. De suponer lesión en la columna, pasar directamente a
(PLS), controlando el eje cabeza-tórax.
• Si ha perdido sangre abundantemente (hemorragias externas o internas), colocarla en
posición antishock.
• Si no respira comenzaremos la RCP
• Reevaluar periódicamente las constantes vitales y trasladar a un centro sanitario en el
medio apropiado.

 Si la persona ya se ha desmayado (lipotimia):

o Mantener la permeabilidad de la vía aérea (que los conductos estén libres de


obstrucciones) y asegurarse de que respira (hiperextensión) y tiene pulso.
o Colocarla sobre su espalda y elevarle las piernas, no más de 45º.
o Aflojarle las ropas u objetos que opriman su cuello, pecho o cintura.
o Mantenerla tumbada durante unos minutos (recuperará la conciencia
enseguida).

 Si se trata de un síncope:

o Mantener la permeabilidad de la vía aérea y asegurarse de que respira y tiene


pulso.
o Iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso necesario.
o Si se mantienen las constantes vitales, actuar como en el caso de una lipotimia.

 Si se trata de un colapso o shock:

o Mantener la permeabilidad de la vía aérea y asegurarse de que respira y tiene


pulso.
o Iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso necesario.
o Si se mantienen las constantes vitales, colocar al paciente en posición antishock
y la cabeza girada ligeramente hacia un lado.
o Traslado urgente a un centro sanitario.
o Mantener el calor de la víctima.

 Si se trata de un coma:

o Mantener la permeabilidad de la vía aérea y asegurarse de que respira y tiene


pulso.
o Iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso necesario.
o Si se mantienen las constantes vitales, colocar al paciente en posición lateral de
seguridad (PLS).
o Asegurar la permeabilidad de la vía aérea (cánula orofaríngea).
o Evitar la pérdida de calor de la víctima.
o Vigilar las constantes vitales y procurar su traslado urgente a un centro sanitario.
o Posición lateral de seguridad.

MÓDULO 6. Hemorragias. Tipos y Primeros Auxilios.

La hemorragia es la salida de sangre de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura


de los mismos. Las hemorragias se clasifican:

 Según su naturaleza:
• Externas.
• Internas.
• Orificios naturales.
 Según su procedencia:

• Arteriales: color rojo vivo, sale a borbotones.


• Venosas: color rojo oscuro, sale de forma continua.
• Capilares: sale en sábana.

La gravedad de la hemorragia depende de:

• Velocidad con que se pierde la sangre.


• Volumen sanguíneo perdido.
• Edad, estado psíquico, etc.

 Primeros auxilios en caso de hemorragias externas:

o Asegurar la permeabilidad de las vías aéreas.


o Valoración de respiración y circulación.
o Aconsejar y ayudar a tumbar a la víctima para prevenir lipotimia.
o Presionar directamente en la herida con apósitos.
o Elevar el miembro afectado.
o Si no cesa la hemorragia, compresión arterial.
o En último extremo aplicar torniquete indicando la hora de aplicación.
o Prevenir el shock hemorrágico o hipovolémico (estado clínico en el cual la cantidad de
sangre que llega a las células es insuficiente para que puedan realizar su función
normal).

 Primeros auxilios ante un shock hipovolémico:

o Aflojarle las ropas u objetos que opriman su cuello, pecho o cintura.


o Posición antishock, tumbado sobre la espalda con las piernas elevadas no más de 45º.
o Evitar pérdidas de calor.
o Insistir en el control de la hemorragia.
o Traslado a un centro sanitario, vigilando las constantes vitales.

 Primeros auxilios en caso de hemorragias internas:

o Asegurar la permeabilidad de las vías aéreas.


o Valoración de respiración y circulación.
o Prevenir y tratar el shock hemorrágico o hipovolémico.
o Traslado urgente a un centro sanitario, en posición antishock, vigilando las constantes
vitales.
o Evitar pérdida de calor en la víctima.
 Primeros auxilios en caso de hemorragias por orificios naturales:

 Otorragia: salida de sangre por el oído.

o Posición lateral de seguridad sobre el oído sangrante.


o Almohadillado bajo la cabeza.
o Traslado en posición lateral de seguridad, sobre el oído sangrante, con
paciente correctamente inmovilizado.
o No taponar.

 Epíxtasis: salida de sangre por la nariz.

o Compresión manual de la fosa sangrante.


o Taponamiento anterior mediante una gasa empapada en agua oxigenada.
o Traslado para valoración facultativa.

Tras un fuerte traumatismo en la cabeza, puede haber signos de hemorragia por la nariz, por
un oído o ambos; acumularse sangre o líquido transparente en las zonas alrededor de los ojos
o algunos de estos signos simultáneamente. Si esto ocurre, no confundir con hemorragias
aisladas. Esto puede ser más grave: puede tratarse de una fractura de cráneo.

 Hemoptisis: salida de sangre por la boca procedente del aparato respiratorio; tos,
sangre roja mezclada con esputo.

o Frío local.
o Posición decúbito supino semi-sentado.
o Traslado urgente, guardando muestra del esputo.
o Valorar la presencia de síntomas del shock hemorrágico.

 Hematemesis: salida de sangre por la boca procedente del aparato digestivo; vómitos
mezclados con sangre digerida (similar a pozos de café).

o Frío local.
o Posición lateral de seguridad o decúbito supino, con ambas rodillas
flexionadas.
o Traslado, con una muestra del vómito para valoración facultativa.
o Valorar la presencia de síntomas del shock hemorrágico.

Puede existir un tercer tipo de hemorragia cuya salida es por la boca y es producida por
cualquier herida en la cavidad bucal o en la cavidad faríngea.

 Melenas: salida de sangre por el ano de color negruzco, maloliente, mezclada con
heces. En este caso se debe trasladar al paciente a un centro sanitario lo antes
posible, en posición semi-sentado con las piernas flexionadas, para evitar el retroceso
de la sangre hacia el aparato digestivo.
 Hematuria: salida de sangre con la orina. En este caso se debe trasladar a un centro
sanitario para su valoración.

MÓDULO 6. Requisitos que deben cumplir los EPI’s para su elección.

La ELECCIÓN EFICAZ de un Equipo de Protección Individual frente a los riesgos que ha de


proteger y la formación de los trabajadores para su utilización y mantenimiento son
determinantes para conseguir minimizar las consecuencias de los accidentes.

Para ello, los equipos deberán reunir una serie de CARACTERÍSTICAS GENERALES Y
ESPECÍFICAS, estipuladas en el RD 1407/1992. Características EXIGIDAS para que cualquier
equipo PUEDA SER COMERCIALIZADO, y por tanto, UTILIZADO.

Existen exigencias aplicables a todos los equipos, exigencias complementarias a varios equipos
y exigencias específicas ante los riesgos que hay que prevenir:

 Exigencias aplicables a TODOS LOS EQUIPOS

• Los equipos deberán estar concebidos y fabricados de tal forma que proporcionen
una protección eficaz frente a los riesgos que motivan su uso, sin ocasionar riesgos
adicionales ni molestias innecesarias.
• Los equipos han de estar compuestos por materiales que no sean nocivos para la
salud o la higiene del usuario.
• Cualquier parte de estos equipos que esté o pueda estar en contacto con el usuario
durante su utilización, deberá estar libre de asperezas, aristas vivas, puntas
salientes o cualquier otra característica que pueda causar irritaciones o lesiones.
• Estos equipos se adaptarán al máximo a las características morfológicas del usuario.
• Los equipos serán lo más ligeros posible, sin que ello perjudique su solidez de
fabricación ni obstaculice su eficacia.
• El fabricante está obligado a entregar, junto con sus equipos comercializados, un
folleto informativo en el que, a parte de su nombre y dirección, se detallen los
siguientes datos:
o Instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza, mantenimiento, revisión y
desinfección.
o Productos de limpieza, mantenimiento o desinfección aconsejados.
o Rendimientos alcanzados en los exámenes técnicos (grado de protección).
o Accesorios que se puedan utilizar y características de los repuestos.
o Fecha o plazo de caducidad.

 Exigencias COMPLEMENTARIAS A VARIOS EQUIPOS


• Cuando dichos equipos dispongan de sistema de ajuste, estarán concebidos de tal
forma que, una vez ajustados, no puedan desajustarse independientemente de la
voluntad del operario, en condiciones normales de uso.
• Los EPI’s que cubran las partes del cuerpo a proteger estarán, siempre que sea
posible, suficientemente ventilados, para evitar la transpiración producida por su
utilización.
• Los EPI’s del rostro, ojos o vías respiratorias limitarán al mínimo la visión del
operario.
• Los modelos destinados a los usuarios sometidos a una corrección ocular deberán
ser compatibles con la utilización de gafas o lentillas correctoras.
• En estos equipos, deberá marcarse de forma indeleble y sin riesgo de ser mal
interpretada la fecha de fabricación y/o si fuera posible, la fecha de caducidad en
cada prenda, sus componentes sustituibles y su embalaje. Si no se puede afirmar
• con seguridad la fecha de caducidad, el fabricante habrá de mencionar en su folleto
informativo cualquier dato que sirva para que el comprador o usuario pueda
determinar un plazo de caducidad razonable.

 Exigencias ESPECÍFICAS ante los riesgos que hay que prevenir

• Equipos de Protección contra golpes mecánicos


Los equipos de protección contra golpes deberán poder amortiguar los efectos de un
golpe evitando en cualquier lesión producida por aplastamiento o penetración de la
parte protegida.

• Equipos de Protección contra caídas de personas


Para evitar las caídas por resbalamiento, las suelas del calzado estarán diseñadas y
fabricadas de manera que garanticen una buena adherencia.
Existen distintas condiciones que deberán reunir los EPI’s utilizados para evitar las
caídas de altura, son las siguientes:

o Deberán llevar un dispositivo de agarre y sostén del cuerpo y un sistema de conexión


que pueda unirse a un punto de anclaje seguro.
o Deberán estar diseñados para que la fuerza de frenado no pueda provocar lesiones
corporales ni rotura o apertura de algún componente de los equipos que pudiese
provocar la caída del usuario.
o Una vez producido el frenado, deberán garantizar una postura correcta del usuario que
le permita, llegado el caso, esperar auxilio.
o El fabricante deberá precisar en particular, en su folleto informativo, los datos
referentes a:
-Las características requeridas para el punto de anclaje seguro.
-La forma adecuada de llevar el dispositivo de agarre y sostén del cuerpo.
-La longitud residual mínima necesaria del elemento de amarre por debajo
de la cintura del usuario.

• Equipos de Protección contra agresiones físicas (rozamientos, pinchazos, cortes)


Los Equipos de Protección Individual estarán diseñados y dispuestos de tal forma que
ofrezcan una resistencia a la abrasión, a la perforación y al corte adecuada a las
condiciones normales de uso.
• Equipos de Protección contra los efectos nocivos del ruido
Los Equipos de Protección Individual deberán atenuar el ruido para que los niveles
sonoros equivalentes percibidos por el usuario no superen nunca los valores límites de
exposición diaria prescritos en el Real Decreto 286/2006.
Deberán disponer de una etiqueta que indique el grado de atenuación acústica y el
valor del índice de comodidad que proporciona. En caso de que no sea posible poner la
etiqueta en el Equipo mismo de Protección, dicha etiqueta se colocará en su embalaje.

• Equipos de Protección contra el calor y/o el fuego


Estos equipos tendrán una capacidad de aislamiento térmico y resistencia mecánica
adecuada a las condiciones normales de uso. Los Equipos de Protección Individual que
puedan entrar en contacto accidental con una llama y los que se elaboren para
equipos de lucha contra el fuego, tendrán, además, un grado de inflamabilidad que
corresponda al tipo de riesgos a los que pueden estar sometidos en condiciones
normales de uso. No deberán fundirse por la acción de una llama ni contribuir a
propagarla.
Aquellos Equipos de Protección Individual diseñados para usos de corta duración en
ambientes cálidos contendrán en el folleto informativo dado por el fabricante, todos
los datos necesarios para determinar el tiempo máximo admisible de exposición.

• Equipos de Protección contra el frío


Los Equipos de Protección Individual destinados para este fin deberán tener una
capacidad de aislamiento térmico, y una resistencia mecánica adaptadas a las
condiciones normales de uso para las que se haya comercializado. Aquellos equipos
destinados a usos de corta duración en ambientes fríos dispondrán de un folleto
informativo dado por el fabricante en el que se indiquen los datos relacionados con la
duración máxima admisible.

• Equipos de Protección contra descargas eléctricas


Deberán tener un grado de aislamiento adecuado a los valores de las tensiones a las
que el usuario pueda exponerse en las condiciones más desfavorables.

o Los EPI’s llevarán una marca que indique especialmente el tipo de protección
y/o la tensión de utilización.
o En su folleto informativo el fabricante indicará el uso de estos equipos y la
naturaleza y periodicidad de los ensayos dieléctricos a los que habrán de
someterse durante el tiempo que duren.

• Equipos de Protección contra las radiaciones


Dentro de las radiaciones cabe hacer una distinción entre radiaciones no ionizantes y
radiaciones ionizantes:

o Radiaciones no ionizantes: Los EPI’s que protejan la vista deberán absorber o


reflejar la mayor parte de la energía radiada que pueda ser nociva para el
usuario, sin alterar en condiciones normales de uso:
- La transmisión de la parte no nociva del espectro visible.
- Percepción de los contrastes.
- Distinción de los colores.

Cada ocular filtrante llevará señalizado el grado de protección.

o Radiaciones ionizantes: Los EPI’s destinados a proteger todo o parte del


cuerpo contra el polvo, gas, líquidos radiactivos o sus mezclas se diseñarán y
se elegirán de tal manera que impidan eficazmente la penetración de
contaminantes en condiciones normales de uso.

• Equipos de Protección Respiratoria


o Deberán permitir que el usuario disponga de aire respirable cuando está
expuesto a una atmósfera contaminada y/o con una concentración de oxígeno
sea insuficiente.
o El aire respirable que proporcione este tipo de EPI al usuario se obtendrá por
los medios adecuados, como por ejemplo:
- Filtrando el aire contaminado a través del dispositivo, medio protector
o filtro.
- Canalizando el aporte procedente de una fuente no contaminada.

 Marcado CE
Para que los Equipos de Protección Individual puedan ser comercializados y, por tanto,
utilizados en las empresas, se les exige la marca de conformidad, la cual estará constituida
por el símbolo que figura a continuación:

Las dimensiones de estos símbolos en sentido vertical serán apreciablemente igual y no


inferior a 5 mm.

MÓDULO 6. Contenido de las etiquetas de identificación de sustancias peligrosas.

Un requisito indispensable para la comercialización de productos químicos, es su correcto


envasado y etiquetado, de acuerdo con los criterios establecidos en la reglamentación sobre
clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y preparados peligrosos.
Si se clasifican como peligrosos, el etiquetado deberá incluir, junto a los datos identificativos
de la sustancia peligrosa, los del fabricante, distribuidor o importador, con inclusión de su
dirección.
También deberán incluirse los correspondientes pictogramas e indicaciones de peligro y la
naturaleza de los riesgos específicos más significativos con frases indicadoras del riesgo
(Frases “R”) y los consejos de prudencia más importantes, con frases de seguridad (Frases
“S”), que mencionaremos más adelante.

Los pictogramas e indicaciones de peligro son símbolos que representan la peligrosidad de


cada sustancia o preparado y estarán dibujados en negro sobre fondo amarillo o naranja.
En la siguiente figura pueden observarse diferentes pictogramas representativos de la
peligrosidad de distintas sustancias.

Se pondrán un máximo de dos pictogramas por etiqueta, acompañados por las indicaciones
de peligro correspondiente.

Como puede observarse, la etiqueta ofrece una primera información sobre un producto
peligroso; además, sirve como recordatorio y advertencia sobre los riesgos que entrañan su
manipulación y utilización y sobre las principales reglas de prudencia a considerar.
MÓDULO 6. Contenido de las fichas de seguridad y características.

El contenido de la ficha, lógicamente, deberá ampliar el ofrecido por la etiqueta. Es más,


deberá aportar los datos técnicos que necesite el profesional especializado para comprender
en toda su extensión los riesgos y demás problemas asociados a cualquier posible utilización
o manipulación, para poder tomar las decisiones necesarias para que las condiciones en las
que un producto se implique en una actividad determinada, sean seguras.

Por lo tanto, a la identificación de la naturaleza química del producto se deberán añadir los
datos de sus propiedades físicas y químicas, su estabilidad y reactividad, identificación de
riesgos, medidas a tomar en caso de vertido o fuga accidental (incluidos los primeros auxilios
pertinentes) y, en su caso, las medidas adecuadas de lucha contra incendios, las precauciones
a observar en su manipulación y las condiciones idóneas de su almacenamiento y transporte,
información toxicología y ecológica, controles necesarios de la exposición y recomendaciones
de protección personal, métodos apropiados para su eliminación o desecho y usos para los
que está destinado principalmente, restricciones o contraindicaciones de su utilización.

A continuación y a modo de resumen se menciona en forma de listado, la información que


debe aparecer en una ficha de datos de seguridad:

 Composición/información sobre los componentes:


o Nombre químico además de la denominación comercial.
o Si es una mezcla, el nombre de cada componente.
o Si es una mezcla, qué porcentaje hay de cada componente.
o Si hay impurezas identificadas y en qué cantidad.

 Riesgos:
o Información sobre los riesgos de cada sustancia, sobre sus impurezas o de sus
productos de descomposición.
o Los efectos a corto plazo (agudos) o a largo plazo (crónicos) tanto de exposiciones
aisladas como de exposiciones repetidas.
o Los síntomas de una intoxicación aguda y de una intoxicación crónica.

 Límites de exposición:
o A qué concentración o dosis se producen efectos.
o Los límites especificados (VLA, VLB o similares).

 Primeros auxilios:
o Medidas de emergencia/primeros auxilios: en caso de contacto con los ojos, con la
piel, inhalación o ingestión.

 Derrames/vertidos accidentales:
o Cómo actuar en caso de derrames de la sustancia.
o Qué hacer con los residuos.
 Métodos de control:
o Las medidas que el empresario debería tomar para controlar la contaminación en el
lugar de trabajo.

 Protección personal: EPI´s debería utilizarse para proteger:


o Los ojos.
o La piel.
o La inhalación.

 Manipulación, almacenamiento, transporte: equipos y métodos que deberían utilizarse


para:
o Una correcta manipulación.
o Un correcto almacenamiento.
o Un correcto transporte.

 Lucha contra el fuego: información sobre:


o Métodos de extinción de incendios.
o Precauciones especiales.

 Propiedades físicas y químicas:


o Olor, aspecto, pH.

 Estabilidad y reactividad:
o Materias y condiciones a evitar.

 Información toxicológica: vías por las que puede penetrar el tóxico en el organismo:
o Por inhalación.
o Por ingestión.
o Por la piel

 Los síntomas y efectos de dicha sustancia:


o Información ecológica: efectos y comportamientos de la sustancia en el medio
ambiente.

MÓDULO 6. Decálogo de la Vigilancia de la Salud.

1. La vigilancia de la salud es esencial en la prevención de riesgos laborales.


La prevención supone un conjunto de actuaciones orientadas a evitar los daños a la salud
por lo que su referente fundamental, tanto para identificar los problemas como para
verificar la idoneidad de las soluciones, no es otro que el propio estado de salud de los
trabajadores.
La vigilancia de la salud, al recoger de manera sistemática información sobre el estado de
salud de los trabajadores, es una fuente de información imprescindible para evaluar los
riesgos y la eficacia de las medidas preventivas.
La información proporcionada por la vigilancia de la salud permite, además, detectar
precozmente pérdidas de salud individual, formular hipótesis de causa-efecto y facilitar la
adaptación del puesto de trabajo a la persona. La vigilancia de la salud no debe utilizarse
como sustitutiva de las medidas necesarias para evitar o controlar la exposición a riesgos.

2. La vigilancia de la salud supone una nueva orientación de la actividad sanitaria en el


campo de la Medicina del Trabajo.
Los profesionales sanitarios en Medicina y Enfermería del Trabajo asumen la función de
estudiar y analizar la interacción entre las personas y las condiciones de trabajo en una
situación concreta con el fin de detectar posibles daños a la salud y facilitar así las
actuaciones encaminadas a evitar su progresión, su extensión o su reiteración.

3. La vigilancia de la salud no es una actividad exclusivamente asistencial.


La vigilancia de la salud no se agota en los reconocimientos médicos y diagnósticos
individuales, sino que abarca un conjunto de actividades de recogida de información sobre
el estado de salud de los trabajadores tanto a partir de datos objetivos como subjetivos,
proveniente de fuentes primarias o secundarias, y organizados como datos individuales o
agregados.
Además de los exámenes médicos, otros procedimientos como el control de indicadores
biológicos, las encuestas de salud, la utilización de técnicas cualitativas o los estudios
epidemiológicos, constituyen fuentes de información muy importantes.

4. La vigilancia de la salud debe abarcar lo individual y lo colectivo.


Un sistema integral y coherente de vigilancia de la salud no sólo incluye una valoración
individual del estado de salud de los trabajadores sino también el estudio sistemático de los
patrones de salud y enfermedad en los diferentes colectivos laborales.

Los exámenes de salud son el medio más habitual para valorar la salud individual de los
trabajadores. De sus resultados se obtiene información sobre la necesidad de adaptar un
determinado puesto de trabajo según las aptitudes del trabajador (prevención primaria) o
sobre una eventual afectación precoz de la salud individual que requiere una actuación
preventiva inmediata para evitar un deterioro mayor (prevención secundaria).

Un tratamiento epidemiológico sistemático de los resultados de estos exámenes permite,


además, un mejor conocimiento sobre las relaciones entre trabajo y salud no sólo en un
sentido negativo (detección de riesgos a partir del daño) sino también positivo (verificar la
eficacia de la prevención comprobando la disminución o ausencia de daños), con lo que se
refuerza el papel de la vigilancia de la salud como instrumento para la prevención primaria.

5. La vigilancia de la salud es un elemento para la promoción de la salud de los trabajadores.


Múltiples interacciones como las condiciones laborales y extralaborales, exposiciones
ambientales y patrones culturales, comportamientos individuales y condiciones
socioeconómicas, acaban siendo determinantes del nivel de salud de las personas.
No es posible, por ello, plantear con coherencia una vigilancia de la salud integral del
trabajador exclusivamente orientada a los factores de riesgo específicos de su trabajo sin
tener en cuenta otros elementos como el estado nutritivo, los hábitos individuales, la
diversidad de género o los condicionantes propios de la edad.

6. La vigilancia de la salud requiere protocolos de actuación específicos según los riesgos.


Un protocolo debe servir de guía para la obtención progresiva de las informaciones
adecuadas de cara al conocimiento de los problemas de salud en cada situación concreta.
Un protocolo específico en salud laboral es perfectamente compatible con actividades de
vigilancia en salud comunitaria.

7. La vigilancia de la salud debe respetar la intimidad de los trabajadores y la


confidencialidad de la información.
Todas las actividades de vigilancia de la salud deben someterse a los principios éticos de la
investigación científica y de la deontología profesional y respetar el derecho de las
personas a la confidencialidad de los datos sanitarios.
El acceso a los datos y a los archivos médicos individuales debe restringirse sólo a los
profesionales sanitarios. Los datos personales sobre la salud deben estar accesibles para
cada trabajador y no pueden comunicarse a terceras personas sin su expreso
consentimiento.
No obstante y siempre manteniendo el sigilo profesional y el anonimato, los datos
agregados deben estar al alcance de las personas con funciones y competencias en salud
laboral con el objeto de posibilitar la utilización con fines preventivos de los resultados de la
vigilancia de la salud.

8. La vigilancia de la salud no debe generar discriminación laboral.


Los resultados de las actividades de vigilancia de la salud no deben ser utilizados con
finalidades discriminatorias en perjuicio de los intereses del trabajador.
Se debe evitar especialmente la utilización de la vigilancia de la salud como método de
selección de trabajadores resistentes al riesgo.
Los exámenes de salud deben orientarse a la prevención y no a la selección.
Debe evitarse la pérdida de empleo por motivos de salud promoviendo en su lugar la
adaptación del puesto de trabajo o la asignación de tareas alternativas como soluciones
más idóneas.

9. La vigilancia de la salud no debe confundirse con el control del absentismo.


El registro de ausencias y bajas laborales por motivos de salud representa una fuente de
información sobre la incidencia de diversas patologías que pueden estar relacionadas con
el trabajo.
El estudio y análisis de esta información puede ayudar a identificar si existe realmente
alguna relación entre la enfermedad que motiva la baja y la exposición a riesgos en el lugar
de trabajo. Para ello, es necesario que los profesionales sanitarios tengan acceso a los
datos sobre la incapacidad temporal por enfermedad y los analicen de una manera
sistemática.
Sin embargo, dichos profesionales no deben verse involucrados en la gestión
administrativa o en el control disciplinario del ausentismo, dado que no se trata de
funciones propiamente sanitarias y que, por otra parte, pueden suponer un quebranto de la
relación de confianza que se presupone en todo acto médico y también en la vigilancia de la
salud.

10. La vigilancia de la salud requiere independencia profesional.


De acuerdo con los principios del Código Internacional de Ética para los Profesionales
sanitarios, deben asesorar con rigor e imparcialidad tanto a los empresarios como a los
trabajadores y a sus representantes en todo lo relativo a la vigilancia de la salud.

Los profesionales sanitarios deben tener la capacitación adecuada para cumplir con rigor
sus funciones en materia de vigilancia de la salud, recurriendo cuando sea necesario a un
adecuado apoyo especializado.

Igualmente deben establecer lazos de cooperación entre el resto del equipo multidisciplinar
encargado de la prevención y actuar coordinadamente con el Sistema Nacional de Salud.

El mantenimiento efectivo de la independencia profesional requiere de una adecuada


protección normativa así como de suficientes garantías contractuales.

MÓDULO 6. Pautas de actuación del PAS.

Toda la población debería tener nociones mínimas para prestar los primeros cuidados a las
víctimas de cualquier accidente o enfermedad repentina hasta la llegada de los equipos
asistenciales, basándose siempre en la premisa PAS: Proteger, Avisar, Socorrer:

 Proteger y asegurar el lugar de los hechos, con el fin de evitar que se produzcan
nuevos accidentes o se agraven los ya ocurridos. Para ello se asegurará o señalará
convenientemente la zona y se controlará o evitará el riesgo de incendio,
electrocución, caída, desprendimiento, etc., que pudiera afectar a las víctimas e,
incluso, a los auxiliadores.

 Avisar a los equipos de socorro, autoridades, etc., por el medio más rápido, posible,
indicando:
o Lugar o localización del accidente.
o Tipo de accidente o suceso.
o Número aproximado de heridos.
o Estado o lesiones de los heridos, si se conocen.
o Circunstancias o peligros que puedan agravar la situación.

Actualmente está centralizada toda la Red de Alerta de Emergencias en un solo número


telefónico el 112.
Si la petición de socorro se realiza desde algún teléfono, procurar facilitar el número desde el
que se llama con el fin de poder establecer un contacto posterior para informar o recabar más
datos. Las llamadas anónimas o desde teléfonos sin identificar no inspiran confianza.
 Socorrer al accidentado o enfermo repentino “in situ”, prestándole los primeros
cuidados hasta la llegada de personal especializado que complete la asistencia,
procurando así no agravar su estado. Ante un accidente, por ejemplo, debemos seguir
estas pautas:

o Actuar rápidamente pero manteniendo la calma.


o Hacer un recuento de víctimas, pensando en la posibilidad de la existencia
de víctimas ocultas.
o No atender al primer accidentado que nos encontremos o al que más grite,
sino siguiendo un orden de prioridades.
o Efectuar “in situ” la evaluación inicial de los heridos.
o Extremar las medidas de precaución en el manejo del accidentado, en esta
fase en la que todavía no sabemos con certeza lo que tiene.

Pero, aun siendo importante saber lo que hay que hacer, es muy importante saber lo que no
debemos hacer y, por tanto, sólo se hará aquello de lo que se esté seguro. De estos primeros
cuidados depende la posterior evolución de los afectados.
El socorrista debe tener muy claros estos puntos:

1. No agravar el estado de la víctima.


2. Asegurar su traslado a un centro sanitario en condiciones adecuadas

Los primeros auxilios prestados en el lugar donde ha sucedido el accidente y para los que no se
necesita ningún tipo de equipamiento se le conoce con el nombre de SOPORTE VITAL BÁSICO
(SVB), el auxilio prestado por personal de los servicios de emergencia y para lo que utilizan un
equipamiento médico especializado se conoce con el nombre de SOPORTE VITAL AVANZADO
(SVA).

MÓDULO 6. Definición de la pirámide de Maslow en relación a la motivación.

Maslow representó su teoría en una pirámide:


 NIVEL 1: necesidades fisiológicas, básicas o primarias, que tienen que ver con la
supervivencia del individuo. Es lo primero que se ha de resolver: alimento, vivienda,
vestido, sexo, salud, empleo, educación, etc.

 NIVEL 2: necesidades de seguridad y de protección contra peligros o amenazas.


Necesidades de afianzar posesiones en un primer grado. Las más destacadas son:
vivienda, familia, trabajo, vida, enfermedad, etc.

 NIVEL 3: necesidades de tipo social, de pertenencia y de afectividad. Pertenecer a un


grupo con cierta actividad social, política, deportiva o cultural. Poseer cosas y amigos y
ser aceptado por ellos.

 NIVEL 4: necesidades de autoestima, reconocimiento, estatus, reputación, buena


fama, respeto, posición social, equilibrio personal, confianza en sí mismo, autonomía y
buen nivel de conocimientos.

 NIVEL 5: necesidades de auto-superación y desarrollo personal. Necesidades que


pueden satisfacer metas artísticas, deportivas, culturales. Realización de grandes
viajes, etc.

La característica de la teoría de Maslow es que “hay que satisfacer gradualmente las


necesidades” si no están satisfechas las necesidades más elementales la gente no se preocupa
de niveles superiores.

MÓDULO 6. Utilización y mantenimiento de EPI’s.

La correcta utilización, almacenamiento y conservación de los equipos es un punto muy


importante para asegurar su eficacia. Los EPI’s deberán mantenerse en adecuadas condiciones
de seguridad e higiene durante toda la vida previsible de utilización de los mismos.
Los datos para su limpieza, desinfección, mantenimiento y reposición, son facilitados por el
fabricante del equipo, quien los debe incluir en el folleto informativo que entrega al
comprador junto con el EPI. Este folleto deberá estar a disposición de los trabajadores que
vayan a utilizarlo. Para un correcto uso y mantenimiento hay que tener en cuenta los
siguientes puntos del folleto informativo:

• Instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza, mantenimiento, revisión y


desinfección, indicando los productos recomendados en cada caso.
• Clases de protección frente a diferentes niveles de riesgo; límites de uso.
• Fecha de caducidad del EPI o sus componentes.
• Accesorios y repuestos.
• Tipo de embalaje adecuado para su transporte.

Hay que señalar, que una incorrecta utilización o una deficiente conservación pueden, por sí
mismas, entrañar un riesgo añadido, debido a:
• Alteraciones de la función protectora.
• Falta de higiene en el equipo.
• Incomodidad y molestias del usuario.

El EPI deberá ser llevado durante todo el tiempo que se estime oportuno, ya que está
demostrado que el hecho de portar el equipo durante un período más corto del previamente
establecido supone un decrecimiento exponencial del grado de protección, siendo en la
práctica equivalente a no haber utilizado el equipo.

Para determinar el tiempo y las condiciones de uso de un equipo en particular se tendrán en


cuenta los siguientes aspectos:

• La gravedad de riesgo.
• Las condiciones del puesto de trabajo.
• La frecuencia de exposición al riesgo.
• Las prestaciones del propio equipo.

En principio, los equipos de protección individual son de uso personal, pero si las
circunstancias exigiesen la utilización de un mismo equipo por varias personas, se deberá
garantizar que el grado de adaptación a cada una de ellas sea tal que permita protegerlas a
todas, al menos, por encima del nivel de protección aceptable predeterminado en la
evaluación del riesgo.

En este caso, también se deberán tomar las medidas necesarias a fin de evitar que ello
suponga un problema higiénico o sanitario para los diferentes usuarios.

Las siguientes tablas resumen por un lado aspectos a considerar a la hora de utilizar EPI’s y por
otro, aspectos de conservación de los mismos:
MÓDULO 6. Sustancias peligrosas según los daños para la salud humana.

Según los daños para la salud humana, las sustancias y preparados peligrosos se clasifican en:

• Muy tóxicos: si por inhalación, ingestión o penetración cutánea en muy pequeña


cantidad, pueden provocar efectos agudos o crónicos o incluso la muerte.

• Tóxicos: si por las mismas vías de entrada, en pequeña cantidad, pueden provocar
efectos agudos o crónicos, o incluso la muerte.

• Nocivos: si por tales vías de entrada, en cantidades no pequeñas, pueden provocar


efectos agudos o crónicos, o incluso la muerte.

• Corrosivos: si en contacto con tejidos vivos, pueden ejercer una acción destructiva.

• Irritantes: los que no siendo corrosivos, por contacto breve, prolongado o repetido
con la piel o mucosas, pueden provocar una reacción inflamatoria.

• Sensibilizantes: los que por inhalación o penetración cutánea, puedan ocasionar una
reacción de hipersensibilización, de forma que una exposición posterior de lugar a
efectos negativos característicos.

• Carcinogénicos: o cancerígenos, cuando por inhalación, ingestión o penetración


cutánea, puedan producir cáncer o aumentar su frecuencia.

• Mutagénicos: los que por inhalación, ingestión o penetración cutánea, puedan


producir alteraciones genéticas hereditarias o puedan aumentar su frecuencia.

• Tóxicos para la reproducción: los que por inhalación, ingestión o penetración cutánea,
pueden producir efectos negativos no hereditarios en la descendencia o aumentar la
frecuencia de éstos o afectar la función o capacidad reproductora masculina o
femenina.

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