Sunteți pe pagina 1din 67

Introducción a la meteorología

tropical 2ª edición
Producido por The COMET® Program
Capítulo 5: Distribución de la humedad y precipitación

PÁGINAS AUXILIARES
 Inicio
 Índice
 Galería de imágenes
 Colaboradores
 Encuestas
 Pruebas
 Notas técnicas
 Glosario
 Acrónimos
 Imprimir
o Prefacio
o Capítulo 1: Introducción
o Capítulo 2: Percepción remota
o Capítulo 3: Circulación global
o Capítulo 4: Variabilidad tropical
o Capítulo 5: Humedad y precipitación
o Capítulo 6: Transporte vertical
o Capítulo 7: Sistemas sinópticos y de mesoescala
o Capítulo 8: Ciclones tropicales
o Capítulo 9: Observación, análisis y predicción
 Descargar

Índice

 5.0 Descripción general

 Objetivos de aprendizaje

 5.1 Humedad atmosférica

 5.1.1 Importancia del vapor de agua

 5.1.1.1 Medición del contenido de vapor de agua

 Sección especial 5-1: Definición del contenido de vapor de agua

 5.1.2 Evaporación, condensación y saturación

 5.1.3 Fuentes de vapor de agua: evaporación y evapotranspiración

 Sección especial 5-2: Afloramiento

 5.1.3.1 Evapotranspiración

 5.1.4 Distribución del vapor de agua en la superficie

 5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad

 5.2.1 Cambio de temperatura adiabático

 5.2.2 Nubes tropicales

 5.2.2.1 Formación y tipos de nubes tropicales


 5.2.2.2 Convección en cúmulos

 Sección especial 5-3: Empuje hidrostático

 5.2.2.3 Cantidad y distribución de las nubes tropicales

 5.2.3 Energía termodinámica o estática

 5.2.4 Perfiles termodinámicos medios de la atmósfera tropical

 5.3 Precipitación

 5.3.1 Procesos de precipitación

 5.3.2 El impacto de los aerosoles: marinos y continentales

 5.3.3 Clasificación de la precipitación tropical

 Sección especial 5-4: Ciclo de vida de una línea de turbonada tropical con

región estratiforme a la zaga

 Sección especial 5-5: Medición de la precipitación tropical

 5.3.4 Precipitación anual

 Sección especial 5-6: Factores de importancia en la distribución de la

precipitación anual en los trópicos

 5.3.4.1 Variabilidad de la precipitación anual

 5.3.4.2 Evaporación menos precipitación anual

 5.3.5 Precipitación estacional

 Sección especial 5-7: Posición de la ZCIT

 5.3.5.1 Evaporación menos precipitación (E-P) estacional

 5.3.5.2 Precipitación estacional en el Pacífico occidental y central

 5.3.5.3 Precipitación estacional en África occidental

 5.3.5.4 Precipitación estacional en el subcontinente indio

 5.3.5.5 Precipitación estacional en las Américas

 5.3.6 Precipitación tropical intraestacional

 5.3.7 Ciclo diurno de precipitación en los trópicos

 5.3.7.1 Variaciones estacionales en los ciclos diurnos de lluvia tropical

 5.3.7.2 Patrones regionales de los ciclos diurnos de lluvia tropical

 5.3.8 Variabilidad interanual de la precipitación tropical

 Temas de enfoque

 Sección de enfoque 1: Extremos de precipitación tropical

 Sección de enfoque 2: Precipitación estacional en África central

 Enfoque operativo

 Resumen

 Preguntas de repaso

 Esbozos biográficos
 Actualizaciones y correcciones

 Referencias bibliográficas

5.0 Descripción general

El vapor de agua y la precipitación son elementos esenciales para mantener la vida. El impacto

socioeconómico de la cantidad y la frecuencia de la precipitación en los países de las regiones

tropicales es enorme. El régimen de calentamiento y transporte de humedad en los trópicos

impulsa los ciclos energético e hidrológico mundiales. Aprenderemos a utilizar la energía

termodinámica para distinguir entre buen tiempo y tiempo borrascoso, y el efecto de las

intrusiones de aire seco, como la capa de aire del Sahara. Exploraremos la formación y

distribución de las nubes en los trópicos; los procesos y las clasificaciones de la precipitación;

el ciclo de vida de las líneas de turbonada tropicales; y los ciclos anual, estacional, diurno e

interanual de la precipitación en los trópicos.

VERSIÓN MULTIMEDIA

La versión multimedia permite navegar por la estructura de páginas del capítulo.

TEMAS DE ENFOQUE

Sección de enfoque 1: Extremos de precipitación tropical

Sección de enfoque 2: Precipitación estacional en África central

Enfoque operativo

PRUEBA Y ENCUESTA

Tome la prueba y envíe los resultados a quien interese por correo electrónico.

Una vez que termine de estudiar el capítulo, no se olvide de completar la encuesta.

Volver al comienzo de la página

5.0 Descripción general »


Objetivos de aprendizaje

Al final de este capítulo, debería comprender y ser capaz de explicar:

 por qué el vapor de agua es importante para el tiempo y el clima en los trópicos;
 el rango y la distribución del contenido de vapor de agua en los trópicos;

 la distribución de las tasas de evaporación y evapotranspiración en los trópicos;

 la formación de las nubes tropicales por convección;

 el patrón general de distribución de las nubes en los trópicos;

 los perfiles típicos de temperatura potencial (θ) y temperatura potencial equivalente

(θe) en la atmósfera tropical;

 cómo la capa de aire del Sahara y otras intrusiones de aire seco cambian la distribución

vertical de la energía termodinámica de la humedad;

 el concepto de energía estática seca y húmeda (termodinámica) y su distribución

vertical en los trópicos;

 cómo la distribución vertical de la energía estática húmeda varía con los diferentes

modos de convección;

 las diferencias entre lluvia convectiva y estratiforme en los sistemas convectivos de

mesoescala tropicales;

 los efectos de los aerosoles continentales y marinos en la precipitación tropical;

 la distribución geográfica de la precipitación tropical anual y su variabilidad;

 los factores que afectan la distribución geográfica de la precipitación en los trópicos;

 la distribución estacional de la precipitación en los trópicos y sus patrones regionales

particulares;

 las diferencias entre el ciclo diurno de precipitación en los trópicos sobre tierra firme y

los océanos, incluyendo los factores de influencia;

 las características especiales del ciclo diurno durante las estaciones de transición

ecuatoriales (primavera y otoño);

 los factores que determinan dónde llueve y la cantidad de lluvia que se produce a

escalas de tiempo anuales y plurianuales.

También podrá identificar y describir:

 los factores que influyen en las tasas de evaporación y evapotranspiración;

 los tipos de nubes dominantes en los trópicos;

 la distribución zonal y meridional típica del espesor de las nubes sobre los océanos

tropicales.

Volver al comienzo de la página

5.1 Humedad atmosférica

5.1 Humedad atmosférica »


5.1.1 Importancia del vapor de agua
El vapor de agua solo constituye entre el 0 y el 4 % del volumen total de la atmósfera, y sin

embargo es el factor más importante en la determinación del tiempo y el clima. La figura 5.1

ilustra algunos procesos esenciales para el tiempo y el clima en los trópicos.

Fig. 5.1. Procesos de humedad críticos para el tiempo y el clima.

 En primer lugar, la condensación del vapor de agua forma la precipitación, un recurso

esencial para sustentar la vida. La cantidad de vapor de agua disponible determina el

potencial de precipitación. Es importante recordar que la economía de algunas regiones

tropicales depende de la disponibilidad de cantidades adecuadas de agua dulce.

 El vapor de agua es un absorbedor y emisor activo de la radiación infrarroja (IR), y de

ese modo afecta el proceso de calentamiento y enfriamiento de la atmósfera y la

superficie.

 La liberación de calor latente que ocurre cuando el vapor se condensa o se congela

constituye una importante fuente de energía para los movimientos atmosféricos y los

sistemas meteorológicos convectivos.

 El transporte vertical del vapor de agua por convección en los cúmulos es el mecanismo

más importante para el transporte vertical del calor en los trópicos. El vapor de agua

penetra la atmósfera gracias al proceso de evapotranspiración que tiene lugar en la

superficie, mediante el cual se absorbe energía latente. Cuando el vapor se condensa o

se congela, se libera calor latente a la atmósfera.

 Finalmente, la cantidad de vapor de agua influye en las tasas de evaporación y

transpiración de la superficie. El ser humano y otros animales sufren bajo condiciones

muy húmedas que impiden la transpiración. En cambio, las condiciones de humedad

muy baja causan deshidratación y otros problemas de salud relacionados.

Es más, dentro del rango normal de temperaturas atmosféricas, el agua está constantemente

cambiando de fase (fig. 5.2), cosa que no sucede con los demás gases atmosféricos.

Fig. 5.2. Las fases del agua y el intercambio de calor latente.

Volver al comienzo de la página

5.1 Humedad atmosférica »


5.1.1 Importancia del vapor de agua »
5.1.1.1 Medición del contenido de vapor de agua
En meteorología describimos la cantidad de vapor de agua en la atmósfera en términos de

presión de vapor, humedad específica, razón de mezcla, humedad relativa y saturación (vea

la sección especial 5-1). El contenido de humedad atmosférica se mide en forma directa con

instrumentos tales como el higrómetro y el psicrómetro, o bien se estima a partir de las

mediciones realizadas con los sensores de microondas satelitales. Puede obtener descripciones

de los instrumentos y los métodos empleados para observar la humedad y otras características

del tiempo del Programa de Instrumentos y Métodos de Observación (Instruments and

Methods of Observation Programme) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

5.1 Humedad atmosférica »


5.1.1 Importancia del vapor de agua »
Sección especial 5-1: Definición del contenido de vapor de agua

 Presión de vapor: La presión parcial que el vapor de agua ejerce sobre el aire

(en hPa o mb).

 Humedad específica: La masa del vapor de agua dividida entre la masa del aire

(en g kg−1).

 Razón de mezcla: La masa del vapor de agua dividida entre la masa del aire seco

(en g kg−1).

 Temperatura de punto de rocío: La temperatura a la cual se debe enfriar el aire (con

presión y contenido de vapor constantes) para que se produzca la saturación. La

temperatura de punto de escarcha es similar, pero con la saturación relativa al hielo

(en °C/°F/K).

 Humedad relativa (HR): La razón de humedad específica a humedad específica de

saturación. La cantidad de vapor de agua comparada con la cantidad necesaria para la

saturación (a cierta temperatura y presión).

 Saturación o equilibrio: Condición de la atmósfera cuando la tasa de evaporación es

igual a la tasa de condensación. Cuando el aire está saturado, contiene la cantidad

máxima de vapor de agua que puede existir a una temperatura y presión en particular.

Encontrará más información sobre parámetros de humedad en el módulo de COMET Dominio

del diagrama oblicuo T-log p.

Página web de la OMM sobre el desarrollo, mantenimiento y operación de los instrumentos, los
métodos de observación y las estaciones meteorológicas automáticas:
https://www.wmo.int/pages/prog/www/IMOP/IMOP-home.html

Volver al comienzo de la página


5.1 Humedad atmosférica »
5.1.2 Evaporación, condensación y saturación

Imagínese una parcela de aire de 1 kg de masa. En la superficie de las gotitas de la parcela se

llevan a cabo los procesos de evaporación y condensación. Cuando las tasas de evaporación y

de condensación son iguales, existe un estado de saturación o equilibrio. Si parcela de aire se

calienta, la tasa de evaporación aumenta, porque las moléculas más energéticas pueden pasar

al estado gaseoso más fácilmente. A medida que la temperatura aumenta, se necesitan más

moléculas para alcanzar el estado de equilibrio o saturación.

La función que describe la relación entre la presión de vapor de saturación y la temperatura

es la ecuación de Clausius-Clapeyron:

(1)

donde T es la temperatura en K;

To equivale a 273 K;

es es la presión de saturación del vapor de agua en hPa;

eso es la presión de saturación del vapor de agua a la temperatura To (6,11 hPa);


Lv es el calor latente de vaporización (2,453 × 106 J kg−1); y

Rv es la constante del gas de vapor de agua (461 J kg−1 K−1).


Observe que como Lv depende de la temperatura, los valores medidos empíricamente
mediante instrumentos in situdiferirán de los valores calculados a partir de la ecuación. La

ecuación de Clausius-Clapeyron se puede aplicar a cualquier cambio de fase. Es posible derivar

una ecuación similar para la saturación respecto de una superficie de hielo sustituyendo el

calor latente de sublimación por Lv (fig. 5.2). La ecuación predice una curva más empinada
para la presión del vapor sobre el hielo, porque el calor latente de sublimación es mayor que

el calor latente de vaporización a temperaturas similares. Estas diferencias juegan un rol

esencial en la formación de la precipitación en las nubes donde el agua existe en las fases

sólida (congelada) y líquida.

La atmósfera se satura cuando el aire se enfría hasta el punto de rocío o el punto de escarcha,

con la adición de humedad, o mediante la mezcla isobárica de aire con temperaturas y

contenidos de humedad diferentes (fig. 5.3). La condensación neta da lugar a la formación de

rocío, bruma, niebla o nubes. En la atmósfera, se forman gotitas cuando el vapor se condensa

sobre diminutas partículas higroscópicas, es decir, que tienen afinidad al agua. Estas partículas

se denominan núcleos de condensación y el proceso se conoce como nucleación heterogénea.

Se forman cristales de hielo cuando la temperatura está por debajo del punto de congelación

y la nucleación del hielo ocurre, ya sea por deposición directa del vapor en un núcleo, o bien
cuando el vapor se congela sobre un núcleo o se congela por contacto con un núcleo (todas

formas de nucleación heterogénea), o bien a través de la congelación de vapor de agua puro

a temperaturas inferiores a −40 °C (nucleación homogénea). Empleamos el término

supersaturación para describir la condición que existe cuando la humedad relativa excede el

100 % y se produce la condensación neta o deposición.

Fig. 5.3. La curva que separa la zona azul de la verde representa la saturación derivada de la
ecuación de Clausius-Clapeyron (1) para saturación respecto del agua. La línea amarilla
ilustra cómo puede producirse saturación a partir de la mezcla isobárica de parcelas de aire
con propiedades de temperatura y humedad diferentes. El estado de todas las mezclas
posibles de las parcelas A y B se encuentra (aproximadamente) a lo largo de la línea
amarilla. La parcela AB representa la parcela supersaturada producto de la mezcla de masas
iguales de las parcelas originales.

Volver al comienzo de la página

5.1 Humedad atmosférica »


5.1.3 Fuentes de vapor de agua: evaporación y evapotranspiración

El transporte de agua y energía de la superficie a la atmósfera es principalmente producto de

la evaporación del agua oceánica. Si consideramos que los océanos constituyen la mayor parte

de la superficie de las regiones tropicales, las cuales reciben un exceso de calentamiento

radiativo, comprenderemos cómo los ciclos globales de energía y de agua adquieren impulso

en los trópicos. Es suficiente recordar que el océano Pacífico por si solo abarca casi la mitad

de la circunferencia del planeta en el ecuador para ver la importancia de los océanos en las

regiones tropicales como fuentes de vapor de agua. Si bien hay menos evaporación sobre

tierra firme que sobre los océanos, su distribución juega un papel esencial en la iniciación y

evolución de los sistemas meteorológicos convectivos. Las regiones de selva tropical, como el

Amazonas, son fuentes importantes de vapor de agua.

La evaporación sobre el océano se estima por medio de una ecuación derivada de forma

empírica utilizando métodos que se desarrollaron originalmente en la década de 1940:1

(2)

donde ρ es la densidad del aire;

v es la velocidad del viento;

qs es la humedad específica de saturación en la superficie;

qa es la humedad específica a 10 m de altura sobre la superficie;

Cw es el coeficiente de difusividad turbulenta, un factor relacionado con la rugosidad de la


superficie.
El coeficiente Cw se altera para permitir la posibilidad de vientos muy flojos que se acercan a
cero, como ocurre, por ejemplo, sobre el Pacífico tropical.

Podemos medir la evaporación mediante técnicas de correlación (o de covarianza) de la

turbulencia2 y sensores de la humedad relativa capaces de registrar cambios a escalas muy

turbulentas (a veces menos de un segundo). Las tasas de evaporación se estiman también

mediante los sensores de microondas satelitales capaces de detectar la radiación emitida por

el vapor de agua, tal como se describe en el capítulo 2. La OMM establece los estándares para

las mediciones de la evaporación.

¿Dónde cabe esperar tasas de evaporación altas? (Escoja todas las opciones

pertinentes.)

a) En todos lados a lo largo del ecuador

b) Sobre las corrientes oceánicas cálidas

c) Donde la velocidad del viento es más alta

d) Donde se encuentra la humedad relativa más alta

En promedio, en las regiones hasta 30 grados de latitud a ambos lados del ecuador se observan

tasas de evaporación mucho mayores que en latitudes más altas, y esta es una característica

particular de los trópicos. Las tasas de evaporación más altas ocurren en el lado occidental de

los océanos subtropicales (fig. 5.4) durante el invierno, cuando el aire continental frío y seco

fluye sobre las corrientes oceánicas más cálidas, como la Corriente del Golfo o la Corriente de

Kuroshio. Los vientos de superficie, que normalmente son más fuertes en invierno, también

contribuyen a generar tasas de evaporación más altas. Las tasas de evaporación aumentan en

las áreas de corrientes de entrada de los huracanes y donde los vientos de las tormentas

aceleran sobre el océano. Las nubes convectivas profundas aumentan la tasa de evaporación

debido a la velocidad del viento.

Fig. 5.4. Tasa de evaporación media anual (cm por año) para los años entre 1958 y 2005
(del conjunto de datos OAFlux de Woods Hole Oceanographic Institute).

¿Por qué son tan bajas las tasas de evaporación a lo largo del ecuador, donde se recibe el

máximo grado de calentamiento solar?3 Las tasas más bajas se observan donde hay corrientes

frías y regiones de afloramiento, como las zonas ecuatoriales del Pacífico oriental (sección

especial 5-2). En las regiones de afloramiento esto es producto del cambio del signo de la

aceleración de Coriolis (sección especial 5-2). Otro motivo es que las nubes convectivas

profundas reducen la cantidad de radiación solar.4 La velocidad del viento y el transporte


oceánico también contribuyen a esta situación, ya que las bajas velocidades de los vientos en

las regiones oceánicas ecuatoriales reducen las tasas de evaporación.5

Conjunto de datos OAFlux: http://oaflux.whoi.edu/

5.1 Humedad atmosférica »


5.1.3 Fuentes de vapor de agua: evaporación y evapotranspiración »
Sección especial 5-2: Afloramiento

El afloramiento trae agua más fría y más densa de las zonas profundas a la superficie oceánica.

Uno de los principales lugares donde se produce afloramiento en los trópicos es a lo largo del

ecuador (fig. 5SE2.1). La tensión que ejercen los vientos del este sobre el agua crea una

corriente que es desviada por acción de la fuerza de Coriolis hacia la derecha en el hemisferio

norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur. La divergencia resultante en la superficie hace

que las aguas más frías surjan a la superficie desde zonas más profundas, lo cual tiene el

efecto de reducir la temperatura de la superficie del mar y del aire.

Fig. 5SE2.1. Representación esquemática del afloramiento ecuatorial asociado con los vientos
tropicales del este.

El afloramiento también ocurre junto a las costas, donde el agua de la superficie se desplaza

mar adentro como resultado de las corrientes que fluyen a lo largo del litoral, como se ilustra

en esta figura para el hemisferio sur (fig. 5SE2.2). Es famoso el intenso afloramiento que

ocurre junto a la costa del noroeste de Sudamérica.

Fig. 5SE2.2. Representación esquemática del afloramiento en la costa asociado con el flujo
de aire hacia el ecuador proveniente de las zonas de altas presiones subtropicales (para el
hemisferio sur).

Encontrará información introductoria sobre las corrientes oceánicas y el afloramiento en el

módulo de COMET titulado Introducción a las corrientes oceánicas.

Volver al comienzo de la página

5.1 Humedad atmosférica »


5.1.3 Fuentes de vapor de agua: evaporación y evapotranspiración »
5.1.3.1 Evapotranspiración

Otra fuente de vapor de agua es la transpiración, el proceso por el cual el vapor de agua pasa

a la atmósfera a través de las estomas de las hojas de las plantas. La combinación del vapor
de agua que aportan los procesos de evaporación y transpiración se denomina

evapotranspiración (ET) y representa un componente importante del ciclo del agua (vea la

fig. 5.1). Los siguientes factores determinan las tasas de ET para las plantas que reciben

abundante agua:

 Radiación incidente: las tasas de ET aumentan a medida que aumenta la radiación

incidente.

 Temperatura: las tasas de ET aumentan a medida que la temperatura sube hasta que

se alcanza una temperatura óptima. Aunque la temperatura óptima varía según el tipo

de planta, en términos generales es más alta para las plantas tropicales que para las de

latitudes más altas. A medida que la temperatura excede la temperatura óptima, las

tasas de ET decrecen.

 Humedad relativa: la ET aumenta con el gradiente de humedad relativa. Cuanto

mayor el gradiente de humedad entre el aire sobre la superficie de las plantas y el

suelo y el aire en el entorno, tanto mayor será la tasa de ET. A medida que la humedad

relativa del aire aumenta, las tasas de ET disminuyen. En condiciones iguales, es más

fácil que el agua evapore en aire más seco que en aire más húmedo.

 Viento: la tasa de ET en plantas que no están sometidas a estrés ambiental aumenta

con la velocidad del viento. Cuando hay escaso movimiento del aire, el agua satura el

aire alrededor de las hojas o sobre las superficies de agua. Cuando hay viento, el aire

más seco sustituye el aire saturado. Observe que la evaporación ocurre incluso en

condiciones de calma.

 Humedad disponible en el suelo: cuando hay poca humedad en el suelo, las plantas

transpiran menos y cuando el suelo está muy seco se pueden incluso marchitar.

 Tipo de planta: las tasas de transpiración varían de un tipo de planta a otro. Por

ejemplo, las plantas de regiones áridas transpiran menos para conservar agua.

La evapotranspiración potencial es una medida de la máxima pérdida de agua posible en un

área bajo un conjunto de condiciones meteorológicas particular. La evapotranspiración

potencial máxima anual ocurre cuando las temperaturas alcanzan sus niveles máximos en

regiones tales como el desierto del Sahara (fig. 5.5). Los valores son muy bajos donde las

temperaturas son bajas y hay poca vegetación, como en los Andes. Las tasas son

relativamente bajas donde el gradiente de humedad entre la superficie y la atmósfera es débil

y relativamente altas donde dicho gradiente es fuerte. La evapotranspiración potencial, que a

menudo excede considerablemente la ET real, se mide por medio de evaporímetros y

lisímetros.
Fig. 5.5. Evaporación potencial media anual (W m−2) para el período de 1948 a diciembre de
2006 (del reanálisis de NCEP-NCAR, NOAA/ESLR CDC).

Página web de la OMM sobre el desarrollo, mantenimiento y operación de los instrumentos, los
métodos de observación y las estaciones meteorológicas automáticas:
https://www.wmo.int/pages/prog/www/IMOP/IMOP-home.html
Medición de la evaporación mediante evaporímetros y lisímetros:
http://www.meted.ucar.edu/hydro/basic_int/hydrologic_cycle_es/navmenu.php?tab=1&page=3.2.
0

Volver al comienzo de la página

5.1 Humedad atmosférica »


5.1.4 Distribución del vapor de agua en la superficie

Antes de continuar, considere las preguntas siguientes: ¿Debería haber más o menos vapor

de agua en los trópicos que en las latitudes medias? En general, ¿cree que los valores son

coherentes en todas partes del globo? En caso contrario, ¿a qué puede deberse la variación?

Los mapas del conjunto completo de datos océano-atmósfera COADS (Comprehensive Ocean-

Atmosphere Data Set)6muestran que la humedad específica sobre los océanos tropicales oscila

entre 3 y 24 g kg−1 (vea la animación de la (fig. 5.6). Los valores más altos se registran en

junio sobre el mar Arábigo y el norte del océano Índico. Se observa una banda ancha de

humedad específica alta cerca del ecuador que sigue el ciclo estacional. No obstante, la

humedad específica no es uniforme en todas las zonas de latitud. En enero, los valores más

altos ocurren sobre las regiones ecuatoriales del Pacífico occidental, mientras los valores más

bajos se observan en las regiones al noroeste de los océanos Pacífico y Atlántico. En julio, los

valores más altos ocurren en las regiones al norte del Pacífico occidental, en el golfo de Bengala

y en las aguas alrededor de la península Arábiga. A lo largo del año, se notan valores

relativamente bajos de humedad específica en las regiones orientales del Pacífico y del

Atlántico hacia los polos a partir de los 10 grados de latitud. También se observan valores

relativamente bajos a lo largo del ecuador, sobre el Pacífico central y oriental.

¿Qué causa estas variaciones? (Escriba su respuesta en el campo siguiente.)

Fig. 5.6. Humedad específica mensual media para enero de 1945 a diciembre de 1989
(creado a partir del atlas de la superficie marina COADS6).
Animación de la humedad específica mensual media

La distribución de la humedad relativa es similar a la distribución de la humedad específica en

la región de la vaguada ecuatorial (fig. 5.7). En esta región, la abundancia de humedad en la

superficie junto con temperaturas casi constantemente elevadas produce niveles altos de

humedad específica y humedad relativa. No obstante, la humedad relativa puede ser alta en

aquellas regiones donde la humedad específica es baja. Por ejemplo, la humedad específica

de saturación en la superficie es baja en las zonas tropicales de las cuencas oceánicas

orientales afectadas por corrientes oceánicas frías y afloramiento.

Fig. 5.7. Humedad relativa mensual media para enero de 1945 a diciembre de 1989 (creado
a partir del atlas de la superficie marina6).

Animación de la humedad relativa mensual media

Genere mapas a partir de datos de COADS: http://iridl.ldeo.columbia.edu/SOURCES/.COADS/


Genere mapas a partir de datos del atlas de la superficie marina:
http://iridl.ldeo.columbia.edu/SOURCES/.DASILVA/.SMD94/

Volver al comienzo de la página

5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad

5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad »


5.2.1 Cambio de temperatura adiabático

Imagínese una parcela de aire de 1 kg de masa que ocupa un volumen aproximado de 1 m3 y

suponga que tiene una superficie impermeable y no se produce ningún intercambio de calor

con el aire circundante. Si el ambiente no gana ni pierde energía, cualquier cambio en el

volumen de esa parcela de aire producirá un cambio en la energía interna de la parcela. Este

tipo de cambio de temperatura se denomina adiabático.

¿Por qué es importante este proceso en meteorología? A medida que una parcela de aire

asciende, encuentra presiones cada vez más bajas, como resultado de los cual su volumen
aumenta y su energía interna disminuye, porque el proceso de expansión contra el aire

circundante requiere energía. La reducción de la energía interna por volumen unitario causa la

disminución de la temperatura con la altura a una tasa conocida como gradiente adiabático

seco (0,98 °C por 100 m, ~10 °C por km). Si la temperatura sigue disminuyendo hasta que la

parcela alcanza el punto de rocío, se produce condensación. El enfriamiento adicional ocurre

de acuerdo con el gradiente adiabático saturado, cuya tasa de enfriamiento es más lenta

debido a la liberación de calor latente que se produce con la condensación.

Cuando una parcela de aire desciende, el aire circundante la comprime. A medida que el

volumen disminuye, la energía interna aumenta, la temperatura sube y la humedad relativa

disminuye.

A veces resulta conveniente usar la temperatura potencial θ en lugar de la temperatura,


porque cada parcela de aire tiene un valor de temperatura potencial particular que permanece

igual mientras que la parcela asciende o desciende siguiendo un proceso adiabático seco. Con

una parcela de aire saturado suponemos que en determinado momento todo el condensado

precipitará. Este proceso se denomina pseudoadiabático (se elimina parte del calor latente con

la precipitación) y la temperatura potencial equivalente θe permanece igual. Para predecir si la


convección generará precipitaciones intensas, observamos el movimiento del aire con valores

de θe altos. Por ejemplo, en la situación de la figura 5.8 hubo lluvias intensas dentro del eje
de θe máxima a la altura de 850 hPa.7 En este caso, se produjo un máximo de lluvia y hubo
inundaciones repentinas donde del aire con valor θe alto se vio forzado a ascender a lo largo
de las montañas del este de Jamaica.

Fig. 5.8. (a) Temperatura potencial equivalente, θe (K), altura geopotencial (m), temperatura
(°C) en 850 hPa, 1200 UTC del 4 de enero de 1998. Las isotermas de θe son finas y grises y
las áreas con θe mayor de 340 K están sombreadas; las alturas se muestran con líneas
continuas y las isotermas con líneas de trazos. La flecha gruesa representa un chorro de bajo
nivel. (b) Imágenes satelitales IR realzadas para el 4 de enero de 1998. Los niveles de realce
son −33, −42, −54, −64 y −80 °C, respectivamente (Laing7).

Puede repasar los conceptos de temperatura potencial θ, temperatura potencial

equivalente, θe, así como otras variables termodinámicas en el módulo de COMET


titulado Dominio del diagrama oblicuo T-log p.

Volver al comienzo de la página

5.2.2 Nubes tropicales


5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad »
5.2.2 Nubes tropicales »
5.2.2.1 Formación y tipos de nubes tropicales

Las nubes se forman cuando el aire se eleva hasta el punto de saturación, ya sea por acción

de frentes, topografía, convergencia o convección. Como ya mencionamos en la sección 5.1.2,

las gotitas nubosas se forman con la ayuda de los núcleos de condensación de nubes (fig. 5.9).

Algunos núcleos de condensación son más higroscópicos que otros y permiten la condensación

a niveles de humedad relativa menores del 100 %. Las nubes cálidas tienen temperaturas

mayores de 0 °C, mientras las nubes frías tienen temperaturas inferiores a 0 °C. Las nubes de

fase mixta están constituidas por cristales de hielo y gotitas superenfriadas o subfundidas. A

temperaturas por debajo de −40 °C, las nubes consisten completamente de hielo.

Fig. 5.9. Modelo conceptual de formación de nubes por nucleación heterogénea.

Animación de la formación de nubes por nucleación heterogénea.

La capa de nubes tropical está dominada por las nubes cumuliformes: cúmulos de escaso

desarrollo vertical, estratocúmulos, cumulonimbos y cúmulos congestus (p. ej., fig. 5.10).

Fig. 5.10. Fotografías de nubes tropicales cumuliformes.

Volver al comienzo de la página

5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad »


5.2.2 Nubes tropicales »
5.2.2.2 Convección en cúmulos

La convección asociada con los cúmulos (convección de cúmulos) es el proceso por el cual una

parcela de aire se calienta, se expande, se vuelve menos densa que el aire circundante, es

empujada hacia arriba hasta su punto de saturación y forma una nube o célula convectiva. La

aceleración vertical de las parcelas de aire crea una corriente ascendente. La fuerza que causa

la aceleración ascendente de las parcelas se denomina empuje hidrostático y es proporcional

a la diferencia de densidad de las parcelas de aire ascendentes respecto a su entorno.

La altura a la cual una parcela que asciende se torna más caliente (menos densa) que el aire

circundante se denomina nivel de convección libre (NCL). Cuando la parcela alcanza el nivel

de convección libre, sigue ascendiendo libremente, a menos que llegue a una región donde es

tan fría (densa) como el aire circundante. Este nivel superior es el nivel de equilibrio (NE).
El empuje integrado verticalmente entre el nivel de convección libre y el nivel de equilibrio se

denomina energía potencial convectiva disponible (EPCD, o CAPE, por sus siglas en

inglés).8,9 La CAPE es el área positiva entre el perfil de temperatura ambiente y la adiabática

húmeda que conecta el NCL y el NE en un diagrama termodinámico (fig. 5.11).

Fig. 5.11. Representación de CAPE en un diagrama oblicuo T-log p y modelo conceptual del
correspondiente cumulonimbo maduro.

La CAPE, que se mide en julios por kilogramo (J kg−1), se puede calcular con la ecuación 3:

(3)

donde g es la aceleración causada por la gravedad (m s−1), z es la altitud (m), θ es la

temperatura potencial de la parcela de aire ascendente (en K) y es la temperatura

potencial del entorno (en K).

En las tormentas eléctricas, son frecuentes valores de CAPE en el rango de 1000 a

−2000 J kg−1, aunque pueden exceder los 4000 J kg−1 en tormentas muy intensas y solo

llegan a 700 J kg−1 en los cúmulos de escaso desarrollo vertical en la región de los alisios. El

parámetro CAPE es muy útil para diagnosticar la convección, porque está directamente

relacionado con la velocidad potencial máxima Wmáx de la corriente ascendente:

(4)

Sobre los océanos tropicales, donde la diferencia de temperatura entre la parcela y el ambiente

es de 1 K o menos10,11 las velocidades de las corrientes ascendentes son menores que en las

tormentas severas que se forman en las latitudes medias de los continentes, donde hay

diferencias de temperatura de varios grados. En realidad, Wmáxse puede reducir por un factor
de hasta 2, porque la medida de empuje hidrostático que utiliza solo la diferencia de

temperatura no toma en cuenta todos los efectos. La CAPE no siempre estima con exactitud

la contribución de ciertos efectos al empuje hidrostático en las tormentas convectivas

intensas,12,13 tales como las variaciones en la carga de agua líquida y el arrastre e

incorporación de aire no saturado del medio ambiente a la circulación turbulenta de la nube.

Cuando una parcela alcanza el nivel de equilibrio, no se detiene abruptamente, sino que oscila

alrededor del nivel de equilibrio y luego se extiende para adquirir la forma de yunque en la

cima de la nube.

Durante su ascenso a través de la nube, las parcelas arrastran gotitas de agua o cristales de

hielo (según la temperatura). En determinado momento, las gotitas de agua y los cristales de

hielo se vuelven suficientemente pesados como para caer o precipitar de la nube. La


precipitación y el aire fresco que esta arrastra hacia abajo forman una corriente descendente.

Cuanto más fría esta corriente, tanto más rápido acelera a medida que desciende. La

evaporación de la lluvia debajo de la base de la nube enfría aún más la corriente descendente

y forma una «bolsa de aire frío» que se expande rápidamente desde la célula convectiva. En

los trópicos, la bolsa de aire frío (que también se conoce como frente de racha) es mucho más

débil que en las latitudes medias, excepto en las grandes líneas de turbonada tropicales.

La etapa final del ciclo de vida de la célula convectiva está dominada por corrientes

descendentes y empuje hidrostático negativo. Se forman células nuevas a medida que el aire

asciende por la frontera de la bolsa de aire frío. La figura 5.12 ilustra las etapas de la

convección continental húmeda.

Fig. 5.12. Modelo conceptual de las etapas de convección húmeda profunda.

Puede aprender más sobre el empuje hidrostático y CAPE en el módulo Principios de convección

I: Empuje hidrostático y CAPE: http://www.meted.ucar.edu/mesoprim/cape_es/index.htm.

Exploraremos el tema de la convección tropical en capítulos posteriores.

Volver al comienzo de la página

5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad »


5.2.2 Nubes tropicales »
Sección especial 5-3: Empuje hidrostático

Considere una parcela ascendente (fig. 5SE3.1.) con temperatura Tparcela, volumen Vparcela y
densidad ρparcela que desplaza un volumen igual de aire en el ambiente con temperatura Tamb y
densidad ρamb. El empuje hidrostático neto, una función de la diferencia de densidad entre la
parcela de aire y su entorno, se expresa en términos de fuerza por unidad de masa:

(E5-3.1)

Cabe observar que esta medición es una sobreestimación, ya que ignora los efectos de la

disminución del vapor de agua y del aumento de agua condensada, que reducen el empuje

hidrostático, especialmente en los trópicos.

Fig. 5SE3.1. Representación esquemática de la corriente ascendente generada por el ascenso


de una parcela de aire de temperatura más alta y densidad más baja respecto del aire
circundante.

Volver al comienzo de la página


5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad »
5.2.2 Nubes tropicales »
5.2.2.3 Cantidad y distribución de las nubes tropicales

La cantidad de nubes en una región en particular depende de la humedad relativa y la

disponibilidad de mecanismos para elevar el aire hasta el punto de saturación. Por lo tanto, en

la zona de convergencia intertropical (ZCIT)14 y las regiones del monzón asiático hay grandes

cantidades de nubes, mientras en las zonas de alta presión subtropicales las nubes son

relativamente escasas, como en el desierto del Sahara, donde se registran los niveles más

bajos (fig. 5.13). Sin embargo, en ciertas regiones dentro del cinturón de alta presión

subtropical encontramos cantidades muy altas de nubes. Por ejemplo, las cantidades de nubes

en las regiones subtropicales del Pacífico y del Atlántico oriental exceden el 70 %.

Fig. 5.13. Cobertura de nubes fraccional total (%) anual promediada de los años 1983 a
1990, compilada a partir de datos del proyecto internacional de climatología de nubes
satelital (International Satellite Cloud Climatology Project, ISCCP). Las líneas negras gruesas
representan los paralelos de latitud de 30 grados norte y sur.

¿Qué factores pueden estar contribuyendo a la alta nubosidad en estas áreas? ¿Cree

que las nubes en el Pacífico y el Atlántico oriental son de los mismos tipos que las

nubes en la ZCIT? (Escriba su respuesta en el campo siguiente.)

Las observaciones del experimento de respuesta del sistema acoplado océano-atmósfera para

los océanos tropicales y la atmósfera global (Tropical Ocean Global Atmosphere Coupled

Ocean/Atmosphere Response Experiment, TOGA/COARE)16 ilustra el cambio en el tipo y la

profundidad de las nubes a medida que nos aproximamos al ecuador desde las zonas

subtropicales. La profundidad de las nubes varía con la altura de la inversión de los

alisios.14,17 Los tipos de nubes varían de cúmulos de escaso desarrollo vertical a

cúmulos congestus y cumulonimbos en la ZCIT18(fig. 5.15). Existen tendencias similares en

cuanto a cantidad y profundidad de las nubes a lo largo del Pacífico central y oriental, excepto

que hay una única ZCIT (fig. 5.16).

Fig. 5.15. Modelo conceptual de la distribución meridional de cúmulos de escaso desarrollo


vertical, cúmulos congestus y cumulonimbos a lo largo del Pacífico occidental tropical. Se
indican tres capas estables: la inversión de los alisios, la capa de 0 °C y la tropopausa. Estas
capas térmicas se basan en valores medios del período de observación intensiva del
experimento TOGA/COARE. Las flechas indican la circulación meridional. Aunque se indica
una ZCIT doble, se trata de una característica transitoria ocurrida durante el período de
observación, a menudo solo existe una ZCIT (de Johnson et al.).18

Con frecuencia, los cúmulos de poco desarrollo vertical se congregan y forman líneas,

grupos19,20 o células,21mientras los cumulonimbos a menudo se organizan en sistemas de

mesoescala (escala del orden de 100 km)22,23,24como los que se observan dentro de la ZCIT

en la figura 5.16.

Fig. 5.16. Imágenes satelitales de la región norte del Pacífico tropical en el infrarrojo (a) y en
el visible (b). Observe la gran zona cubierta principalmente de cúmulos de escaso desarrollo
vertical en la región de los alisios (gris claro en la imagen IR). Los sistemas nubosos de la
ZCIT (blanco brillante en ambas imágenes) son más altos y están organizados en
conglomerados de mesoescala.

Análisis de imágenes satelitales del African Monsoon Multidisciplinary Analysis (AMMA):


http://amma-international.org/
Lección del Prof. Robert Houze sobre las nubes en la zona de la vaguada ecuatorial:
http://www.asp.ucar.edu/colloquium/2001/houze.pdf

CIMSS, secuencia anual de la radiación de onda larga saliente media mensual:


http://cimss.ssec.wisc.edu/wxwise/gifs/LWALL.mpg
CIMSS, secuencia anual de albedo medio mensual:
http://cimss.ssec.wisc.edu/wxwise/gifs/ALBALL.mpg

Volver al comienzo de la página

5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad »


5.2.3 Energía termodinámica o estática

El movimiento de la energía desde la superficie tropical hasta la atmósfera es un aspecto

importante del ciclo de energía global. En esta sección examinaremos la energía en el interior

de una parcela de aire. De forma específica, consideraremos lo que se suele

denominar energía termodinámica o estática, que es la suma de los siguientes factores:

1. La energía potencial, que está asociada a la fuerza de gravedad o la posición en

relación con el centro de la Tierra.

2. El calor sensible o energía interna, que depende de la temperatura.

3. El calor latente, que se absorbe o libera durante los cambios de fase del agua.

La energía termodinámica conservada por las parcelas de aire individuales durante el

movimiento adiabático vertical se puede describir en forma de ecuación:

energía estática seca = calor sensible + geopotencial


(5)

energía estática húmeda = calor sensible + geopotencial + calor latente

(6)

donde L es el calor latente, cp es el calor específico a presión constante, g es la aceleración de


la gravedad y z es la altitud.
A veces, la energía estática húmeda y la temperatura potencial equivalente θe se usan de
forma intercambiable, debido a esta relación:25

(7)

Aquí T es la temperatura en el nivel de condensación. Se supone que todo el condensado


precipita de inmediato. Esta aproximación es menos exacta en la troposfera superior de los

trópicos.25

La energía termodinámica de la atmósfera tropical, que se ilustra mediante perfiles de θe,


presenta un valor mínimo en la troposfera media26 (fig. 5.17).

Fig. 5.17. Distribución de la energía estática troposférica según el modo de precipitación,


expresada en términos de la temperatura potencial equivalente θedurante agosto de 1968 en
el Aeropuerto Seawell de Barbados (Aspliden26).

¿Cuál de los perfiles de la figura 5.17 representa un ambiente en el cual prevalecen

sistemas de tormentas grandes con fuerte precipitación? (Elija la mejor opción.)

a) II

b) III

c) IV

d) VI

Conforme la cantidad de precipitación aumenta, también aumenta la energía estática húmeda

en la troposfera baja a media. Entre 700 y 600 hPa, θe aumenta de 316 K a 335 K a medida
que las condiciones varían de buen tiempo a lluvias generalizadas. θe también aumenta cerca
de la superficie, pero solo unos cuantos grados.

Conforme el valor medio de θe cambia, también cambian los perfiles. ¿Cómo varían
los perfiles? (Escriba su respuesta en el campo siguiente.)
La figura 5.18 ilustra la enorme diferencia que existe entre la energía termodinámica de un

ambiente de buen tiempo y de un ambiente con convección profunda y lluvias generalizadas.

La temperatura varía poco; y por lo tanto gran parte de la diferencia se debe al contenido de

humedad en la troposfera baja y media. Se observan cambios similares delante y detrás de

los sistemas convectivos grandes.

Fig. 5.18. Diferencia en la temperatura potencial equivalente entre la zona convectiva y su


entorno durante períodos de tiempo activo y de buen tiempo. También se muestran las
diferencias de temperatura (línea punteada) y la razón de mezcla (línea de trazos). Esos
datos se calcularon a partir de los sondeos realizados sobre el Pacífico occidental tropical
durante el experimento TOGA/COARE (Lucas y Zipser27).

Si bien la energía estática húmeda de la troposfera media es el indicador principal de la

cantidad de lluvia, pueden producirse cambios importantes en la superficie. Tanto la energía

estática húmeda h como la energía estática seca sdecrecen abruptamente durante el paso del
borde delantero de una fuerte línea de nubes convectivas de mesoescala (fig. 5.19).

Mientras s comienza a aumentar tras su paso, h sigue disminuyendo pese a la reducción de la


intensidad de la lluvia. Tras la precipitación más intensa, tanto s como h aumentan
paulatinamente hasta retornar a su valor inicial, más de 160 km detrás del borde delantero

del sistema.

Fig. 5.19. Arriba: representación esquemática de la estructura de reflectividad normal del


borde delantero de una nube convectiva de mesoescala. Abajo: la señal de energía estática
seca (s) y húmeda (h) cerca de la superficie del mar típica de estos sistemas. Para una línea
de turbonada que avanza rápidamente, la estela puede extenderse más de 300 km detrás
del borde delantero. (Barnes y Sieckman28)

Volver al comienzo de la página

5.2 Procesos adiabáticos y distribución vertical de la humedad »


5.2.4 Perfiles termodinámicos medios de la atmósfera tropical

En comparación con las latitudes medias, la atmósfera tropical es bastante uniforme. Por

ejemplo, la variación anual de la temperatura de la superficie del suelo es menor que o igual

a la variación media diurna. Es tentador pensar que las condiciones termodinámicas medias

sobre los océanos tropicales se pueden representar con un único sondeo, pero la realidad es
que las condiciones termodinámicas medias son variadas. Los perfiles de humedad relativa

(fig. 5.20), de temperatura potencial y de temperatura potencial equivalente (fig. 5.21)

ilustran las variaciones que existen sobre el Caribe,29,30,31 el norte del Atlántico tropical, el

Pacífico occidental tropical32,33 y el mar Arábigo oriental.34

Fig. 5.20. Perfiles promedio de humedad relativa (%) sobre (a) las Antillas para julio a
octubre en base a sondeos de Jordan;29 (b) el Caribe y el norte del Atlántico tropical para
julio a octubre 2002, de Dunion y Marron,31 distinguiendo los casos en que el aire es del
Sahara o no; (c) todos los sondeos GATE y KWAJEX de Cetrone y Houze;33 y (d) el Atlántico
tropical oriental para bandas convectivas («líneas lentas») y líneas de turbonada («líneas
rápidas») GATE y los entornos de convección profunda en el Pacífico occidental tropical
durante el proyecto TOGA/COARE (de LeMone et al.).32 Para (d), los datos de GATE
provienen de Barnes y Sieckman28 y el área sombreada se halla dentro de una desviación
estándar. El mapa muestra el lugar de los sondeos y la tasa de evaporación anual.

El sondeo promedio calculado por Jordan en 1958 (figs. 6.20a y 6.21a) se ha usado mucho

como perfil estándar para los trópicos. Ese sondeo promedio fue calculado a partir de una serie

de sondeos realizados sobre el Caribe. Dunion y Marron31 (figs. 6.20b y 6.21b) han calculado

nuevos sondeos medios a partir de un conjunto de datos más extenso (770 sondeos). En

comparación con los datos de sondeo promedio actualizados de Dunion y Marron, el sondeo

promedio de Jordan es demasiado seco en la troposfera media a baja (fig. 5.20b). Uno de los

factores que contribuyen al aire seco en la troposfera media inferior es la capa de aire del

Sahara. La influencia de la capa de aire del Sahara fue observada durante el experimento en

el Atlántico tropical del Global Atmospheric Research Program (GARP Atlantic Tropical

Experiment, o GATE) que se llevó a cabo en el Atlántico oriental tropical y África occidental en

1974. La capa de aire del Sahara es una masa de aire seca y a menudo muy cargada de polvo

que se forma cuando aire asciende del desierto durante una tormenta de polvo.31 Aunque

puede levantarse una tormenta de polvo en cualquier momento, son más comunes entre

finales de primavera y comienzos de otoño. La capa más seca ocurre a alturas de 1500 a

6000 m y atraviesa el Atlántico por encima del aire húmedo y relativamente fresco de los

niveles inferiores. El efecto de la capa de aire del Sahara se observa en el sondeo promedio

de GATE, en el cual la troposfera baja a media es mucho más seca que sobre el Pacífico

occidental tropical (fig. 5.20c). En la sección 2.8 del capítulo 2 se describe el uso de los

instrumentos satelitales de percepción remota para observar el movimiento de la capa de aire

del Sahara y otras capas de polvo.

Fig. 5.21. Similar a 5.20, excepto los promedios de temperatura potencial θ y temperatura
potencial equivalente θe en (a) y (b) y los perfiles medios de θe en (c), (d) y (e). (a) proviene
de Ooyama30 y se emplean datos de Jordan;29 (e) se basa en datos del experimento de
monzón de verano (Summer Monsoon Experiment) compilados por Grossman y Durran.34

Los sondeos de los estudios GATE, TOGA/COARE y KWAJEX muestran que hay mayores

cantidades de energía termodinámica o estática húmeda sobre el Pacífico occidental tropical

que sobre el Atlántico occidental tropical (figs. 6.21c y d). La diferencia se debe principalmente

a una temperatura de superficie del mar (TSM) media más alta en el Pacífico (29,1 °C) en

comparación con el Atlántico (27-28 °C).34 A veces los sistemas convectivos en las dos

regiones duplican las características de humedad de los sondeos medios en general. Por

ejemplo, la figura 6.20d muestra que las líneas convectivas de movimiento rápido registradas

en GATE eran más secas que las líneas convectivas del Pacífico occidental, lo cual coincide

aproximadamente con el perfil medio en general (fig. 5.20c). No obstante, en GATE las líneas

convectivas de movimiento más lento presentan niveles de humedad relativa mayores del

80 % hasta el nivel de 600 hPa.

Las diferencias en la distribución vertical de la humedad dentro de ciertas regiones vienen

determinadas por la presencia o ausencia de convección con precipitación y la región de la

convección en la que se genera el perfil. Observe la diferencia entre los entornos convectivos

y no convectivos sobre el mar Arábigo oriental (fig. 5.21e). La distribución vertical de la

humedad también se ve afectada por intrusiones de aire seco de las borrascas o ciclones de

latitudes medias, que en ocasiones se extienden hasta los trópicos.35,36 Encontrará más

información sobre la energía termodinámica observada en varios proyectos de campo

tropicales en Lucas y Zipser (2000).27

Información de CIMSS sobre la capa de aire del Sahara:


http://www.aoml.noaa.gov/hrd/project2007/sal.html
Diagnósticos CIMSS de la capa de aire del Sahara en tiempo real:
http://tropic.ssec.wisc.edu/real-time/salmain.php?&prod=splitEW&time

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación

5.3 Precipitación »
5.3.1 Procesos de precipitación

La mayor parte de la precipitación tropical cae en forma de lluvia, lo cual es lógico, ya que las

temperaturas de la mayor parte de la superficie y la troposfera inferior se encuentran por

encima del punto de congelación. La típica gota de lluvia tiene un radio aproximado de 1 mm,

mientras el radio típico de las gotitas nubosas está en el rango de decenas de micrómetros

(µm).37 ¿Cómo se transforman en gotas de lluvia las gotitas nubosas? Dado que la tasa de

aumento del radio de las gotitas decrece con el tiempo37 (fig. 5.22), no pueden alcanzar un
tamaño suficiente por condensación. Las gotitas nubosas calientes crecen y forman

precipitación a través del proceso de colisión y coalescencia38 (fig. 5.22). Las gotitas más

grandes caen por gravedad y crecen a medida que chocan con las gotitas pequeñas y se

incorporan a ellas.

Fig. 5.22. Modelo conceptual de (a, izquierda) la tasa de crecimiento del radio de las gotitas
nubosas por condensación y por colisión y coalescencia y (b, derecha) colisión y coalescencia
en nubes calientes.

Animación del proceso de colisión y coalescencia en nubes calientes

El proceso de colisión y coalescencia es más eficiente en aquellas nubes que contienen núcleos

de condensación de una amplia gama de tamaños y una profunda capa saturada cálida. Estas

condiciones, que son frecuentes en las áreas tropicales húmedas, producen lluvias abundantes.

No obstante, muchas nubes tropicales que se hallan debajo de una inversión en los niveles

inferiores (fig. 5.15),18 como es el caso de los cúmulos en la región de los alisios, pueden

existir sin generar precipitación (o bien generando precipitación poco eficiente). Por ejemplo,

durante el programa de estudio de la lluvia en los cúmulos sobre el océano (Rain in Cumulus

over the Ocean, RICO)16 se observó que algunos grupos de cúmulos de los alisios pasaban

por las etapas de crecimiento, disipación y formación de nuevas células durante horas sin

generar precipitación. En distintos momentos durante la vida del sistema nuboso una «torreta»

surgía del agrupamiento y dentro de unas decenas de minutos se producía precipitación. Se

está estudiando activamente el comienzo y la evolución de la precipitación en nubes tropicales

poco profundas para comprender la influencia relativa de la microfísica y la turbulencia, ambos

factores que afectan los movimientos verticales.15

En las nubes frías, los cristales de hielo crecen por deposición, escarchado y acreción. En las

nubes de fase mixta, el hielo crece rápidamente a expensas del líquido, porque la presión de

vapor de saturación es menor respecto del hielo que del agua (fig. 5.23a), un proceso que se

conoce como mecanismo de Bergeron-Findeisen. En los cumulonimbos, que son comunes en

las regiones continentales y las ZCIT oceánicas ecuatoriales,39 los procesos cálidos y fríos

contribuyen a la precipitación (fig. 5.23b).

Fig. 5.23. (a, arriba) Presión de vapor de saturación sobre el agua y el hielo en función de la
temperatura. (b, abajo) Modelo conceptual de la precipitación en un cumulonimbo que ilustra
el mecanismo de Bergeron-Findeisen en la región de fase mixta y el proceso de colisión y
coalescencia en la región cálida de la nube.

Compare los procesos de precipitación en los cumulonimbos sobre los océanos y sobre
los continentes tropicales:
Animación del proceso de precipitación sobre el océano
Animación del proceso de precipitación sobre los continentes

Lluvia en los cúmulos sobre el océano (Rain in Cumulus over the Ocean, RICO):
http://www.eol.ucar.edu/projects/rico/

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.2 El impacto de los aerosoles: marinos y continentales

Los aerosoles presentes en la atm&oacure;sfera —y especialmente la cantidad de núcleos de

condensación— influyen en los procesos microfísicos que conducen a la formación de

precipitaciones. En términos generales, los núcleos de condensación están más concentrados

en el aire continental que en el aire marítimo, de modo que las nubes continentales contienen

mayores concentraciones de gotitas en comparación con las nubes marinas.40 Para una

determinada cantidad de agua líquida, muchas partículas de aerosol llevan a la producción de

muchas gotitas pequeñas, mientras la presencia de pocos aerosoles da como resultado la

producción de pocas gotitas, pero más grandes (fig. 5.24a). Un rango de tamaños de gotitas

reducido implica una cantidad menor de colisiones. Por lo tanto, las gotitas en las nubes

marinas tienen mayores probabilidades de crecer por colisión y coalescencia que las de las

nubes continentales41 (fig. 5.24b).

Fig. 5.24. (a, izquierda) Tamaño y concentración de las gotitas nubosas marinas y
continentales. (b, derecha) Crecimiento modelado de una gota de nube grande por
incorporación continua en nubes marinas y continentales. (Braham 41)

Los efectos de los aerosoles en las nubes y la precipitación son complejos y se están estudiando

de forma activa. Por ejemplo, dependiendo de las circunstancias particulares, un cambio en la

cantidad y el tamaño de los núcleos de condensación puede intensificar o inhibir la

precipitación. La precipitación puede inhibirse donde hay grandes cantidades de aerosoles

continentales, como a barlovento de una ciudad, de un incendio petrolero o de una quema de

biomasa,42,43,44 mientras la adición de unos pocos núcleos de condensación grandes puede

intensificar la precipitación.45

Es más, el área de superficie de muchas gotitas produce un aumento en la dispersión de la

luz y aumenta el brillo de las nubes con aerosoles continentales.46,47 Las nubes que se forman
a barlovento de los escapes de los buques demuestran claramente este fenómeno y se pueden

identificar en las imágenes satelitales como «estelas» de los buques (fig. 5.25).

Fig. 5.25. Modelo conceptual del efecto de los aerosoles de los escapes de los buques en las
nubes y estelas visibles junto a la costa de California.

La cantidad relativa de radiación solar reflejada o absorbida por una nube es una indicación

del tamaño de los aerosoles que contiene. La cantidad total de luz reflejada dividida entre la

cantidad total de luz absorbida es inversamente proporcional al «radio efectivo» ( ref) de las

gotitas de la nube.48 Para un contenido de agua líquida dado, las gotitas más grandes reflejan

menos pero absorben más que las gotitas más pequeñas. En nubes calientes, ref es la suma
del volumen de todas las gotas dividida entre la suma de sus superficies. Las gotitas nubosas

con un valor ref mayor de 14 µm suelen estar precipitando.38 Es posible usar ref y su relación
con la temperatura (T) en la cima de las nubes derivada por satélite para definir cinco zonas

microfísicas en las nubes convectivas profundas,48aunque las nubes individuales no se ajustan

necesariamente a este modelo idealizado (fig. 5.26):

1. Zona de crecimiento de las gotitas difusas, donde las gotitas crecen por condensación.

2. Región de crecimiento de las gotitas por coalescencia.

3. Región de lluvia, donde el radio efectivo es estable. El crecimiento por coalescencia es

equilibrado por la pérdida de las gotitas más grandes; la nube produce lluvia mientras

crece.

4. Región de fase mixta.

5. Zona de glaciación.

Fig. 5.26. Clasificación idealizada de nubes convectivas en zonas microfísicas según la


relación de la temperatura (T, °C) y el radio efectivo ref de las gotitas nubosas (adaptado de
Rosenfield y Woodley49).

En referencia a las relaciones conceptuales descritas en la figura 5.26, casi todas las gotitas

nubosas quedan nucleadas en la base de las nubes convectivas y luego crecen, principalmente

por difusión.48,49 Las nubes continentales exhiben un valor ref menor en la base de la nube,
una zona de crecimiento por difusión bien desarrollada y una zona de fase mixta más fría que

las nubes marinas (fig. 5.26c). El espesor de la zona de difusión es una medida de la

«continentalidad» de una nube. En el caso continental extremo (nubes contaminadas,

fig. 5.26d), la zona de coalescencia desaparece y la zona de fase de mezcla es muy fría. En el

caso de las nubes marinas (limpias), el valor de ref es grande en la base de la nube, la zona
de difusión es insignificante y la zona de lluvia es profunda (fig. 5.26b). Las gotitas crecen más

rápido por encima de la base de la nube, lo cual implica que el proceso de coalescencia domina
más en las nubes marinas que en las nubes continentales. Las nubes marinas alcanzan el

punto de glaciación a temperaturas cerca de −10 °C, mientras las nubes continentales suelen

glaciar a menos de −15 °C. Las nubes llenas de humo alcanzan el punto de glaciación a

temperaturas de −20 a −25 °C.49

Aparte el tamaño de los aerosoles, el contenido mineral también puede influir en la tasa de

condensación, la precipitación subsiguiente y la duración del ciclo de vida de las nubes. Por

ejemplo, las transformaciones químicas entre el humo reciente y el humo viejo pueden alterar

la actividad de los núcleos de condensación y las características de la nube.50 En el año 2005

se estudiaron estos efectos comparando diversas áreas del Atlántico tropical en las cuales

había principalmente aerosoles marinos (30 a 20°S), humo (20°S a 5°N) y polvo mineral (5°S

a 20°N).Las imágenes satelitales permitieron descubrir que el humo y el polvo mineral tienden

a suprimir la precipitación, aunque aumentan la cobertura de nubes.51

El descubrimiento de que los aerosoles de hollín pueden aumentar la bruma oscura y reducir

la cantidad de cúmulos en la zona de los alisios sobre los océanos tropicales ilustra aún más

la naturaleza compleja de los efectos de los aerosoles.52 Otro estudio determinó que las

partículas de agua marina pueden restaurar la precipitación en nubes convectivas

contaminadas si los vientos y el movimiento vertical son favorables.53 Finalmente, cabe notar

que los procesos de precipitación no sienten solo los efectos de los aerosoles, sino también los

de procesos dinámicos tales como la mezcla turbulenta de las partículas de las nubes.

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.3 Clasificación de la precipitación tropical

Ahora que hemos examinado los procesos generales de formación de la precipitación, es

natural que consideremos otras propiedades de la precipitación, como la tasa, la cantidad, la

duración, la distribución espacial, la distribución temporal y la organización de los sistemas de

precipitación.

En su opinión, ¿cuál de los siguientes enunciados describe correctamente la lluvia

tropical? (Elija la mejor opción.)

a) La lluvia es producto exclusivo de las tormentas.

b) La lluvia cae durante varios días seguidos en forma de llovizna continua.

c) La mayor parte de la lluvia es producida por nubes convectivas pequeñas distribuidas

uniformemente a lo largo de los trópicos.


d) La mayor parte de la lluvia es producida por sistemas de nubes convectivas en los

cuales la intensidad de la lluvia varía a lo largo de la vida del sistema de nubes.

La mayor parte de la precipitación en los trópicos es producida por sistemas nubosos

organizados de escalas de longitud del orden de 100 a 1000 km cuyo ciclo de vida oscila entre

varias horas y un día.18,24 Los sistemas tormentosos de esta escala se denominan sistemas

convectivos de mesoescala (SCM).18,20,22

La precipitación de los SCM suele clasificarse como convectiva y estratiforme.54 La

categoría convectiva se refiere a las regiones donde cae precipitación producto de la

convección activa.24 En estas regiones de intensas corrientes ascendentes, las partículas de

las nubes crecen por coalescencia y/o escarchado. La precipitación estratiforme es producto

de la convección decadente y menos activa. En términos generales, el movimiento vertical es

más débil y las partículas crecen principalmente por deposición.55 La fracción de precipitación

estratiforme en los SCM aumenta con el tiempo durante su ciclo de vida. La línea de turbonada

con precipitación estratiforme a la zaga es el tipo de SCM que se estudia con más frecuencia.

La imagen de radar de la figura 5.27a muestra una línea de turbonada tropical con células de

precipitación convectiva y una región de precipitación estratiforme asociada. La figura 5.27b

es un modelo conceptual del corte vertical y perfil de la reflectividad de radar a través de la

línea de turbonada. La sección especial 5-4 presenta el ciclo de vida típico de una línea de

turbonada tropical.

Fig. 5.27. (a, arriba) Imagen de radar de una línea de precipitación convectiva con región de
precipitación estratiforme a la zaga en el norte de Australia. (b, abajo) Modelo conceptual de
corte vertical a lo largo de la línea A-B. Dentro y debajo de la nube las zonas de precipitación
se muestran en azul, el color rojo denota precipitación fuerte y en naranja se muestra el
flujo de aire con relación a la tormenta.

¿Cómo difieren las tasas de lluvia en los trópicos de las tasas de lluvia en las latitudes

medias? (Escriba su respuesta en el campo siguiente.)

Las tasas de precipitación convectiva y estratiforme en los SCM a lo largo de las regiones

tropicales del planeta se derivan a partir de las mediciones realizadas con el radar de

precipitación de la misión de medición de la lluvia tropical (Tropical Rainfall Measurement


Mission, TRMM),57 el primer radar de precipitación a bordo de un satélite. En promedio, a lo

largo de los trópicos se observa una razón de lluvia convectiva a lluvia estratiforme de 4 a 1

(tabla 1).58 Sobre tierra firme, las tasas de lluvia convectiva son de un orden de magnitud

mayor que las tasas de lluvia estratiforme. Aunque la lluvia estratiforme solo representa el

40 % de la lluvia total, las regiones con tasas de precipitación estratiforme cubren

aproximadamente dos veces el área que las regiones con tasas de precipitación convectiva

(tabla 5.1).
Tabla 5.1. Estadísticas de lluvia tropical convectiva y estratiforme media para
1998-2000

Fracción de Fracción de Tasa de lluvia Tasa de lluvia Razón de lluvia


lluvia área convectiva estratiforme convectiva a lluvia
estratiforme estratiforme (mm h−1) (mm h−1) estratiforme
(%) (%)

Total 40 73 7,3 1,8 4,1

Tierra 35 75 10,2 1,8 5,5


firme

Océano 43 72 5,8 1,8 3,3

(Adaptado de Schumacher y Houze.58)

El porcentaje de lluvia estratiforme aumenta con la latitud más allá de los 20 grados del

ecuador, pero excede las cantidades de lluvia convectiva solo al sur de 30°S (fig. 5.28). Dentro

de los 20 grados del ecuador, menos del 40 % de la precipitación acumulada es estratiforme;

la precipitación convectiva produce la mayor parte de la lluvia en la zona ecuatorial.

Una tercera categoría de precipitación tropical es la precipitación convectiva poco profunda

producida por sistemas de nubes que no están organizados en forma de SCM.

Fig. 5.28. Promedio de fracción de lluvia estratiforme anual entre 1998 y 2000 basado en la
tasa de lluvia cerca de la superficie generada con el radar de precipitación del TRMM.
(Adaptado de Schumacher y Houze 2003).58

La sección especial 5-5 presenta un resumen de los métodos y los retos de medir y estimar la

precipitación en los trópicos.

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.3 Clasificación de la precipitación tropical »
Sección especial 5-4: Ciclo de vida de una línea de turbonada tropical con
región estratiforme a la zaga
Esta animación de un modelo conceptual presenta una línea de turbonada tropical como una

serie de cortes que muestran su desplazamiento de este a oeste. Las áreas blancas

representan el contorno de las nubes y las azules, las áreas de precipitación. Las flechas

indican el flujo del aire respecto del movimiento de la tormenta. La precipitación más intensa

se halla en las células convectivas altas cerca del frente del sistema, cuya mayor reflectividad

se representa por medio de torres de color rojo.

Fig. 5SE4.1. Modelo conceptual (sección vertical) del ciclo de vida de una línea de turbonada
tropical.

Animación del modelo conceptual de línea de turbonada tropical

El sistema crece a partir de una célula convectiva inicial, se intensifica y su estructura se vuelve

más compleja (fig. 5SE4.1). A medida que el sistema madura, se forman nuevas células

convectivas a lo largo de la frontera de la corriente de salida (el frente de racha) de las células

antiguas, las cuales se disipan. Detrás del sistema se forma una extensa región de precipitación

estratiforme, indicada en verde en las figuras. La línea color rojo en la región de precipitación

estratiforme muestra la alta reflectividad asociada con la fusión de los cristales de hielo que

forma las gotas de lluvia.54 A diferencia de una tormenta ordinaria de una sola célula

(fig. 5.12), este sistema multicelular puede durar varias horas, debido a la formación de células

nuevas y a la separación de su corriente ascendente de las corrientes descendentes. El sistema

es soportado por una corriente ascendente cálida y húmeda que va desde el borde delantero

hacia la parte de atrás de la tormenta. La precipitación crea las corrientes descendentes y un

flujo desde atrás hacia el frente de la tormenta en la troposfera media. Esta estructura es

común para las líneas de turbonada en todas partes de los trópicos. Aunque no se muestra en

estas figuras, la cizalladura vertical del viento también tiene un rol importante en la

organización de los SCM.20

Un SCM observado durante el estudio de campo de análisis multidisciplinario del monzón

africano (African Monsoon Multidisciplinary Analysis, AMMA) de 200656 exhibió una estructura

similar a medida que se propagaba hacia el oesudoeste (figs. 5SE4.2, 5SE4.3).

Fig. 5SE4.2. Imágenes de reflectividad de radar de una línea de turbonada tropical en África
occidental el 31 de julio de 2006.
Fig. 5SE4.3. Sección transversal de reflectividad de radar a través de una línea de turbonada
tropical en África occidental el 31 de julio de 2006.

Las imágenes de radar provienen del radar del Massachusetts Institute of Technology (MIT)

que se utilizó en Niamey (Níger) para apoyar el programa AMMA. Imágenes cortesía del Dr.

Earle Williams.

Si bien el movimiento prevaleciente en los trópicos es de este a oeste, los SCM también se

desplazan desde el oeste hacia el este bajo los efectos de diferentes cortantes de viento

vertical.20,32 La figura 2.8 del capítulo 2 muestra ejemplos de sistemas convectivos de

mesoescala bajo regímenes de vientos del este y del oeste.

5.3 Precipitación »
5.3.3 Clasificación de la precipitación tropical »
Sección especial 5-5: Medición de la precipitación tropical

La precipitación sobre determinada zona suele estimarse a partir de una red de pluviómetros

(vea fig. 5SE5.1). Dado que en la mayoría de los casos los pluviómetros se hallan en lugares

donde hay una población permanente, no están distribuidos de manera uniforme; en

consecuencia, los mapas derivados exclusivamente a partir de datos de pluviómetro presentan

zonas sin datos, por ejemplo sobre el océano y en lugares inaccesibles. El tipo de pluviómetro

y su ubicación introduce un grado de incertidumbre adicional.59 Dada la distribución desigual

de la precipitación en el tiempo y en el espacio, el análisis de los datos pluviométricos

representa un reto.

Fig. 5SE5.1. La red mundial de pluviómetros.

El proyecto de climatología de la precipitación global (Global Precipitation Climatology Project,

GPCP)60 fue fundado en 1986 por el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas (PMIC)

con el fin de crear análisis comunitarios de la precipitación global. El GPCP representa un

análisis fusionado que incorpora las estimaciones de precipitación de los datos de microondas

de los satélites de órbita baja, los datos IR de los satélites en órbita geosincrónica y las

observaciones pluviométricas de superficie.61 Existen otros conjuntos de datos de uso

difundido, como CMAP62 y CMORPH.63

El radar de precipitación de la misión de medición de la lluvia tropical (Tropical Rainfall

Measuring Mission, TRMM),57 el primer radar de precipitación a bordo de un satélite, ha

producido un importante conjunto de datos de tasas de precipitación58 y la estructura vertical

de la precipitación para regiones que antes carecían por completo de datos.39,64 El generador

de imágenes por microondas del TRMM (TRMM Microwave Imager, TMI) ha mejorado la

tecnología de percepción por microondas, cuyas bases fueron sentadas en 1987 con el sensor
especial y generador de imágenes de microondas (Special Sensor Microwave/Imager, SSM/I)

del programa de satélites meteorológicos del Departamento de Defensa (Defense

Meteorological Satellite Program, DMSP) de EE.UU. (capítulo 2, sección 2.5.3).

La misión de precipitación global (Global Precipitation Mission, GPM) ha mejorado el muestreo

espacial y temporal de la precipitación. La constelación de satélites de GPM genera vistas de

aproximadamente el 80 % del globo a intervalos de 3 horas (capítulo 2, sección de enfoque

2).

TRMM: http://trmm.gsfc.nasa.gov/
GPCP: http://www.gewex.org/data-sets-global-precipitation-climatology-project-gpcp/
Análisis global de la precipitación, NASA: http://precip.gsfc.nasa.gov/
Centro de climatología de precipitación global: http://gpcc.dwd.de/
CMORPH: http://www.cpc.noaa.gov/products/janowiak/cmorph_description.html
CMAP: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/global_precip/html/wpage.cmap.html
GPM: http://pmm.nasa.gov/GPM
OMM, instrumentos y métodos de observación:
https://www.wmo.int/pages/prog/www/IMOP/IMOP-home.html

5.3 Precipitación »
5.3.4 Precipitación anual

Fig. 5.29. (a, arriba) Tasa de precipitación media mensual (mm/día) del proyecto de
climatología de la precipitación global (Global Precipitation Climatology Project, GPCP) para
1979-2006 y (b, abajo) media latitudinal para 1979-2005.

Considere la variabilidad de los sistemas de circulación tropical y el mapa de

precipitación anual. En su opinión, ¿con qué está relacionado el régimen de

precipitación? (Escoja todas las opciones pertinentes.)

a) Circulaciones monzónicas

b) Características de la célula de Hadley (por ejemplo: ZCIT, altas subtropicales)

c) Distribución de tierra firme y océano

d) Cordilleras

El mapa de precipitación media anual (fig. 5.29a, arriba) indica que las regiones más húmedas

de los trópicos son el «continente marítimo» (región que comprende muchas islas, penínsulas

y mares pocos profundos del sudeste asiático), la ZCIT sobre el Pacífico y Amazonia. La latitud

media de la ZCIT sobre el Atlántico y el Pacífico se ubica al norte del ecuador y produce el pico

de precipitación anual en la región cerca de 7°N (fig. 5.29b, arriba). Se registran índices de
precipitación muy altos sobre la Zona de Convergencia del Pacífico Sur o ZCPS (el eje de

valores máximos se extiende hacia el sudeste desde Nueva Guinea, al norte de Australia) y la

Zona de Convergencia del Atlántico Sur o ZCAS (el eje se extiende hacia el sudeste desde

Brasil). Se observa una zona de precipitación relativamente baja sobre la región central del

sur de Indonesia, en el medio de las regiones más húmedas.

Fig. 5.30. Imagen mensual compuesta de presión al nivel del mar y vientos de superficie
para julio. La línea de trazos roja representa las zonas de convergencia.

Animación de imágenes mensuales compuestas de presión al nivel del mar y vientos de


superficie

Las regiones más áridas son el Sahara, la península Arábiga, el Pacífico Sur y oriental, y el

Atlántico Sur. Estas regiones se hallan debajo de anticiclones semipermanentes.

En los trópicos, las mayores acumulaciones de lluvia son producto de sistemas de mesoescala

organizados que generan tanto precipitación de convección profunda como precipitación

estratiforme (fig. 5.31a, b). La precipitación convectiva poco profunda es predominantemente

oceánica y ocurre principalmente fuera de las áreas donde las tasas de precipitación son altas

(fig. 5.31c).

Fig. 5.31. Distribución de precipitación (a) estratiforme, (b) de convección profunda y (c) de
convección poco profunda derivada de las mediciones realizadas con el radar de precipitación
del TRMM. (Schumacher y Houze.58)

La precipitación tropical se manifiesta también en forma de nieve y hielo, lo cual contribuye a

mantener glaciares hasta en las zonas ecuatoriales. Por ejemplo, encontramos glaciares

tropicales en los Andes, los Himalayas, África oriental, Indonesia y México.65 Aunque la nieve

y el hielo representan una fracción diminuta de la precipitación tropical, los glaciares son

depósitos que mantienen el agua del suelo en las regiones áridas y, como tales, constituyen

un elemento esencial del ciclo del agua a nivel regional. La disminución en la cantidad de nieve

que cae y el deshielo provocado por el aumento de las temperaturas de superficie ha acelerado

la contracción de los glaciares tropicales, causando preocupación acerca de la posibilidad de

sequías e inundaciones catastróficas en el futuro.65

La sección especial 5-6 presenta un resumen de los principales factores que influyen en la

distribución de la precipitación anual en los trópicos.


Análisis interactivo del proyecto climatológico sobre la precipitación global
(Global Precipitation Climatology Project, GPCP):
http://precip.gsfc.nasa.gov/
Sistema de análisis y visualización en línea del TRMM
(TRMM Online Visualization and Analysis System, TOVAS):
http://disc2.nascom.nasa.gov/Giovanni/tovas/
Perspectiva a nivel mundial para nieve, hielo y glaciares tropicales:
http://www.unep.org/geo/geo_ice/PDF/GEO_C6_B_LowRes.pdf

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.4 Precipitación anual »
Sección especial 5-6: Factores de importancia en la distribución de la
precipitación anual en los trópicos

Contenido de vapor de agua

 Los océanos tropicales y el continente marítimo reciben grandes cantidades de

precipitación debido a fuertes niveles de calentamiento solar, evaporación y convección.

 Las regiones continentales son más secas porque están lejos de las principales fuentes

de humedad.

 Las zonas de mayor altitud son más frías y, por tanto, presentan niveles más bajos de

humedad específica de saturación.

Mecanismo a gran escala para levantar el aire hasta su nivel de condensación

 Las zonas de convergencia de niveles inferiores reciben grandes cantidades de

precipitación.

 Los desiertos subtropicales están asociados con presión alta y subsidencia.

 El movimiento vertical contrastante entre los lados oriental y occidental de los océanos

tropicales afecta la distribución de la precipitación. El lado oriental de los océanos

tropicales es más frío y principalmente estable (dominado por inversión de

subsidencia); las nubes presentan poco desarrollo vertical y producen precipitaciones

escasa. El lado occidental de los océanos tropicales es más cálido; la troposfera es

menos estable y está sujeta a tormentas y precipitación fuerte, excepto durante los

episodios de El Niño, cuando las temperaturas en la superficie del mar son

anormalmente cálidas sobre la zona oriental del Pacífico ecuatorial y se produce un

desplazamiento correspondiente en la máxima de precipitación.

Topografía

 El levantamiento orográfico del aire en el lado de barlovento de las montañas intensifica

la precipitación cuando los vientos dominantes son favorables.

 Se forman sombras pluviométricas en el lado de sotavento de las cordilleras debido al

calentamiento adiabático del flujo descendente.


 Las montañas pueden representar una barrera para los niveles inferiores.

Cantidad y tipos de núcleos de condensación en las nubes

 Por lo general, los aerosoles marinos, como los constituidos por partículas de agua de

mar, intensifican la precipitación a través de los procesos de lluvia cálida.

 Los aerosoles higroscópicos o pequeños, que suelen hallarse sobre los continentes,

tienden a suprimir la precipitación.

Las tasas de precipitación media anual más altas se registran a barlovento de las montañas

tropicales, y las más bajas muy lejos en el interior, en las regiones subtropicales de las costas

occidentales, donde predominan condiciones de presión alta, y a sotavento de las montañas.

Encontrará una descripción de los extremos de precipitación anual en la sección de enfoque 1,

al final de este capítulo.

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.4 Precipitación anual »
5.3.4.1 Variabilidad de la precipitación anual

La precipitación anual solo brinda una visión parcial de la precipitación en los trópicos. A la

hora de tomar decisiones relacionadas con la agricultura, la administración del agua como

recurso y la generación de energía hidroeléctrica, también necesitamos saber con qué

frecuencia llueve en determinado lugar. Para medir la variabilidad de la precipitación podemos

contar el número de días que aportan la mayor parte de la lluvia anual. La figura 5.32 presenta

el promedio de días lluviosos que aportaron el 67 % de la precipitación anual en el período

entre 1840 y 2001.66 solo se incluyen los datos de las estaciones que registraron datos más

de 300 días al año. La frecuencia de precipitación varía mucho de un continente a otro y a lo

largo de ciertas regiones. Se distingue claramente un patrón de regiones que exhiben

variabilidad muy fuerte, moderada y escasa.

¿Qué tipo de clima podemos esperar en las áreas rojas? ¿Y en las áreas azules?

(Escriba su respuesta en el campo siguiente.)

Fig. 5.32. Promedio de días lluviosos que contribuyeron el 67 % o más de la lluvia anual
entre 1840 y 2001. solo se incluyen los años con 300 días de datos o más. Los triángulos
vacíos son estaciones con menos de 5 años de datos
(adaptado de Sun et al.).66
Monitor de sequías a nivel mundial (Global Drought Monitor): http://www.drought.gov/gdm/
Sistema de alerta temprana de hambruna (Famine Early Warning System, FEWS) para
África: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/international/index.shtml
Centro africano de aplicaciones meteorológicas para el desarrollo
(African Center of Meteorological Applications for Development,
ACMAD): http://www.acmad.net/new/
CILSS, oficinas del comité permanente interestatal de control de sequías en el
Sahel: www.cilss.bf/

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.4 Precipitación anual »
5.3.4.2 Evaporación menos precipitación anual

Los valores de distribución de la evaporación menos precipitación (E–P) pueden ser útiles para

comprender la variabilidad del balance hídrico a nivel global y regional. Un aumento en la E–P

es coherente con el comienzo de un régimen de sequía, mientras la disminución de dichos

valores indica que una región está volviéndose más húmeda.

La precipitación anual excede la evaporación a lo largo de la ZCIT y la ZCPS, en el continente

marítimo y en buena parte de Sudamérica, América Central y África central (fig. 5.33), todos

lugares que reciben la mayor parte de su precipitación anual de la forma ilustrada en

la figura 5.29. El continente marítimo y América Central exhiben las tasas de precipitación

neta más altas.

Fig. 5.33. Media de evaporación menos precipitación anual del análisis ERA-40 del Centro
Europeo de Predicción a Plazo Medio (European Center for Medium-range Weather Forecast,
ECMWF).

En la mayoría de los océanos tropicales, la evaporación excede la precipitación (fig. 5.33).

Australia es el continente más árido: solo hay una pequeña zona en el norte de Australia donde

la precipitación excede la evaporación anual. Es interesante observar que en el desierto del

Sahara, a lo largo del año la precipitación equilibra la evaporación. Sin embargo, en el Sahel,

que se encuentra entre el Sahara y África central, la evaporación excede la precipitación. En

esta región las variaciones más diminutas en los patrones de circulación pueden ser cruciales.
NOAA/ESRL/PSD: sección de análisis climático: http://www.esrl.noaa.gov/psd/
Observación de la precipitación en el Sahel, AGRHYMET: http://www.agrhymet.ne/eng/index.html
Monitor de sequías a nivel mundial (Global Drought Monitor): http://www.drought.gov/gdm/
Evaluación de sequías en EE.UU.: http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/Drought/

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.5 Precipitación estacional

Cuándo ocurrirá la precipitación es tan importante como la cantidad de precipitación que cae.

Nuestro interés en el ciclo estacional de la precipitación tropical y su variabilidad radica en que

la precipitación tropical es una parte esencial de los ciclos hidrológico y energético globales.

La distribución estacional de la precipitación influye en cómo vive la gente. La agricultura es

un aspecto dominante de muchas economías en los trópicos y las actividades agrícolas

dependen del inicio, la duración y el final de la estación lluviosa.

La estación de las lluvias trae temperaturas más frías a las zonas ecuatoriales, ya que la mayor

cantidad de nubes aumenta la luz solar reflejada hacia el espacio, a la vez que las corrientes

descendentes de las tormentas traen a la superficie aire con baja temperatura potencial

equivalente θe. Desgraciadamente, en muchas partes de los trópicos la estación lluviosa


también auspicia un aumento en las enfermedades transmitidas o relacionadas con el agua,

como el cólera y la malaria. Los problemas de salud pública no se limitan a la estación lluviosa,

ya que la meningitis puede propagarse sin problema durante la estación seca, cuando las

tormentas de polvo prevalecen en las regiones tropicales de África y Asia.

Fíjese en este mapa de la precipitación anual (repetición de la fig. 5.29a). ¿Cómo cree

que cambiará el patrón de acuerdo con las estaciones? ¿Cómo se explican los cambios

estacionales?

Sugerencia: Recuerde los patrones globales de presión y viento en la superficie que vimos en

la fig. 5.30(a continuación se muestran los productos compuestos para enero y julio).

Los patrones de precipitación estacional (fig. 5.34, abajo) están fuertemente influenciados por

los cambios estacionales en los sistemas de presión cuasi-estacionarios, las zonas de

convergencia regionales y las circulaciones monzónicas. En términos generales, la precipitación

en los trópicos es mayor durante el verano y menor durante el invierno.


Fig. 5.34. Tasa de precipitación media mensual (mm/día) entre 1979 y 2006 del proyecto
climatológico sobre la precipitación global (Global Precipitation Climatology Project, GPCP).

Animación de la tasa de precipitación media mensual

La estructura más notable que se detecta en los mapas de precipitación estacional (fig. 5.34,

arriba) es la migración de la ZCIT. A diferencia de lo que ocurre durante el verano boreal o del

hemisferio norte (HN), en julio, cuando es relativamente zonal a través de norte de África,

durante el verano austral o del hemisferio sur (HS), es decir, en enero, la ZCIT se extiende en

sentido diagonal desde África occidental hasta África sudoriental. La precipitación sobre África

central es mucho menor que en las demás regiones tropicales continentales, pese al máximo

en la densidad de relámpagos67 (capítulo 2, fig. 2.35) y al hecho de que aquí se forman

algunas de las tormentas más intensas del mundo.39

La máxima de precipitación de julio centrada sobre el golfo de Bengala es una estructura

notable del verano boreal que está relacionada con el monzón asiático. Durante el verano

austral, se experimentan tasas de lluvia máximas sobre Madagascar y sobre el continente

marítimo y al oeste del mismo.

Otra característica destacada del verano austral es una banda de precipitación a lo largo de la

Zona de Convergencia del Pacífico Sur (ZCPS) que se extiende hacia el sudeste sobre el sur

del océano Pacífico desde Indonesia hasta la región cerca de 30°S y 140°O. Durante el verano

boreal, la ZCPS retrocede hacia el este y el norte. Existe asimismo una mínima relativa entre

la ZCIT y la ZCPS. La ZCIT permanece al norte del ecuador sobre el Pacífico y el Atlántico

incluso durante el verano austral (enero).

La sección especial 5-7 explica por qué la latitud media de la ZCIT está en el hemisferio norte.

La tasa de precipitación sobre el Pacífico oriental al norte del ecuador presenta gran amplitud

anual. Las tasas cambian de 11 mm por día en verano a menos de 3 mm por día en invierno.

Esta amplitud es comparable a la de las regiones monzónicas, algo que resulta particularmente

interesante dado que este cambio dramático ocurre en ausencia de una diferencia en el

calentamiento entre tierra firme y océano.

No debe sorprendernos que la selva tropical más grande del mundo se encuentre en la cuenca

del Amazonas, en una zona ecuatorial y en un lugar ideal a sotavento de los alisios del este

durante el verano austral (fig. 5.35). El aire cálido y húmedo del Atlántico alimenta las

tormentas y las lluvias fuertes que producen tasas de precipitación comparables con las del

continente marítimo. La ZCIT permanece sobre o cerca de las regiones ecuatoriales de


Sudamérica, excepto durante julio y agosto, cuando la ZCIT se desplaza a la parte norte del

continente (fig. 5.35b).

Fig. 5.35. Velocidad media del viento en la superficie (vectores) y tasa de lluvia (tonos de
color) registrada con el radar de precipitación del radar de precipitación del TRMM para (a)
enero y (b) julio (gráfico cortesía de NASA Earth Observatory).

La selva tropical del Amazonas no es exclusivamente el resultado de una respuesta a la lluvia

estacional, sino una fuente importante de vapor de agua y de calor latente a través de la

evapotranspiración, que contribuye a mantener la lluvia. Un estudio del área foliar de la

vegetación a lo largo de cinco años puso al descubierto el sorprendente resultado de que el

área foliar aumenta en el Amazonas durante la estación seca71 (fig. 5.36).

Fig. 5.36. Serie temporal del índice de área foliar (IAF) mensual para la cuenca del
Amazonas derivado del instrumento Terra MODIS (verde), máxima mensual de radiación
solar horaria media en la superficie del instrumento del sistema de nubes y energía radiante
terrestre (Clouds and the Earth's Radiant Energy System, CERES) y el Geostationary
Operational Environmental Satellite 8 (GOES-8) (rojo) y precipitación mensual fusionada del
TRMM y otras fuentes. Las columnas destacan las estaciones secas, que se definen como los
meses en los que la precipitación es menos de 100 mm o menos de un tercio del rango de
precipitación [0,33·(máximo-mínimo) + mínimo]. Los datos de radiación solar son para todas
las condiciones del cielo e incluyen los componentes de radiación directa y difusa
(adaptado de Myneni et al.).71

El área foliar y la evapotranspiración aumentan durante los períodos de lluvias escasas y luz

solar abundante (fig. 5.36). En determinado momento, el aire cálido y húmedo desencadena

tormentas de masa de aire generalizadas. Se ha teorizado que la convergencia hacia las

tormentas iniciales pone en marcha el flujo a través del ecuador que marcará el comienzo de

la próxima estación lluviosa.72,73

Vegetación en el Amazonas y la transición a la estación lluviosa:


http://earthobservatory.nasa.gov/Study/AmazonLAI/printall.php

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.5 Precipitación estacional »
Sección especial 5-7: Posición de la ZCIT

¿Por qué cree que la ZCIT permanece al norte del ecuador sobre el Pacífico y el

Atlántico incluso durante verano austral? (Escriba su respuesta en el campo

siguiente.)
5.3 Precipitación »
5.3.5 Precipitación estacional »
5.3.5.1 Evaporación menos precipitación (E-P) estacional

La distribución estacional de la E-P (fig. 5.37) difiere de la media anual de forma análoga a

como la precipitación estacional difiere de la precipitación anual. La extensión de la ZCPS hacia

el este es bastante evidente durante el período entre diciembre y febrero y las posiciones de

la ZCIT son similares. Otras estructuras evidentes son las extensas regiones junto a los lados

occidentales de los océanos donde la precipitación excede la evaporación en verano. Entre

junio y agosto el área de precipitación excesiva es proporcionalmente más ancha en el Pacífico

que en el Atlántico.

Estudie los mapas siguientes. ¿A qué atribuye usted el exceso de precipitación sobre

los océanos occidentales entre junio y agosto? (Escriba su respuesta en el campo

siguiente.)

Fig. 5.37. Evaporación menos precipitación para diciembre a febrero (arriba) y junio a agosto
(abajo) en mm/día, del atlas ERA-40 del Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio
(European Center for Medium-range Weather Forecast, ECMWF).

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.5 Precipitación estacional »
5.3.5.2 Precipitación estacional en el Pacífico occidental y central

El ángulo de declinación solar es el factor dominante del ciclo de precipitación estacional, como

ilustran los datos siguientes para la isla de Guam y la ciudad australiana de Cooktown, donde

el pico de precipitación ocurre después del período de máxima insolación (fig. 5.38). En

Cooktown, los totales de precipitación mensual son muy variables durante el período entre

diciembre y marzo. Esta variabilidad puede deberse a la influencia del ciclo de El Niño-

Oscilación del Sur (ENOS), cuyas anomalías suelen maximizarse durante el mismo período.
Fig. 5.38. Precipitación estacional (promedios de tres meses) para dos estaciones en
latitudes opuestas sobre el mismo meridiano: Guam (13°N, 145°E) y Cooktown (15°S,
145°E), cuya ubicación se muestra en el mapa. La franja horizontal blanca en los rectángulos
oscuros indica el valor de mediana (percentil 50), cuyos límites superior e inferior
representan los percentiles 75 y 25, respectivamente. Los valores extremos o de récord se
indican mediante corchetes horizontales en los extremos de las líneas punteadas.

Aunque las estaciones cerca del ecuador exhiben poca variabilidad estacional en las lluvias, la

cantidad de lluvia puede variar enormemente de un lugar a otro. Por ejemplo, como permite

apreciar la figura 5.39, la precipitación media estacional en Tarawa (~1.5°N, 172°E) es

aproximadamente cinco veces la de la Isla de Navidad (~2°N, 158°O). En Tarawa, la ZCIT

está cerca del ecuador, mientras que al este la posición media de la ZCIT es al norte del

ecuador. La Isla de Navidad se halla en la región ecuatorial seca asociada con la lengua de

aguas ecuatoriales frías que se extiende desde el Pacífico occidental hasta el Pacífico central.

La influencia de ENOS también contribuye a la extrema variabilidad que observamos al

comparar los totales mensuales de la Isla de Navidad y Tarawa. La variabilidad alcanza su

nivel máximo durante los meses de invierno. En los inviernos dominados por El Niño, la

precipitación aumenta en el Pacífico central y oriental, lo cual tiene el efecto de aumentar

drásticamente la precipitación sobre la Isla de Navidad.

Fig. 5.39. Precipitación estacional (promedios de tres meses) para dos estaciones cerca del
ecuador, Tarawa (~1.35°N, 172°E) y la Isla de Navidad (1.98°N, 158°O), cuya ubicación se
muestra en el mapa. Las gráficas de lluvia fueron proporcionadas por el Centro de Predicción
Climática (CPC) de NOAA.

La diferencia en la precipitación que cae a barlovento y a sotavento de las Islas de Hawái

(fig. 5.40) ilustra el impacto de la topografía en la precipitación.

Fig. 5.40. Lluvia media mensual (mm) para Hilo y Puako, Hawái. La imagen satelital permite
apreciar el contraste entre el lado nublado (a barlovento) y despejado (a sotavento) de la
isla.
Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.5 Precipitación estacional »
5.3.5.3 Precipitación estacional en África occidental

De acuerdo con lo que ha aprendido sobre los factores que influyen en la cantidad de

precipitación anual y estacional, ¿cómo cree que varía la cantidad de lluvia entre

Ibadán y Tombuctú (Timbuctú)? (Escriba su respuesta en el campo siguiente.)

Intente asignar la gráfica de promedio de precipitación mensual (1, 2, 3) a la ciudad correcta

(arriba).

Aparte de la cantidad de precipitación, ¿observa alguna otra diferencia en el régimen

de lluvia estacional de Tombuctú e Ibadán? (Escriba su respuesta en el campo

siguiente.)

¿A qué cree que se deben estos dos máximos? (Escriba su respuesta en el campo

siguiente.)

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.5 Precipitación estacional »
5.3.5.4 Precipitación estacional en el subcontinente indio
El monzón controla la precipitación estacional en el subcontinente indio. La mayor parte de la

precipitación cae entre mayo y octubre (fig. 5.42). No es sorprendente que en la costa

occidental de la India, como por ejemplo en Mumbai, se registran algunos de los totales de

precipitación más altos del mundo. La gran cantidad de precipitación es producto de un intenso

flujo de aire húmedo proveniente del océano cuyo ascenso es forzado por la topografía en una

región con un exceso de calentamiento radiativo. Kolkata (Calcuta) también recibe

precipitación abundante debido al aire húmedo proveniente del golfo de Bengala. Las áreas

del interior, como Nueva Delhi y Bengalooru (Bangalore), reciben menos precipitación.

Fig. 5.42. Precipitación media mensual (mm) para algunas estaciones del subcontinente
indio. Las flechas indican la velocidad media del viento durante el monzón de verano. Los
datos de precipitación provienen de la red de climatología histórica global (Global Historical
Climatology Network, GHCN).

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.5 Precipitación estacional »
5.3.5.5 Precipitación estacional en las Américas

Como ocurre en otros lugares, en las Américas (fig. 5.43) la precipitación está bajo la influencia

del ciclo estacional, de la ZCIT, de la topografía y de la distancia del océano. En Manaus, Brasil,

se observan los dos máximos de precipitación estacional asociados con el ciclo de migración

de la ZCIT (fig. 5.35). Durante el verano y el invierno, Manaus se encuentra en una región de

confluencia. Aunque Belém y Manaus están casi a la misma latitud, Belém, que está cerca de

la costa, recibe más precipitación y solo exhibe un pico durante el verano austral. En invierno,

Belém siente los efectos del flujo dominante del sudeste, que es más frío y menos húmedo.

Fig. 5.43. Precipitación media mensual (mm) para algunas estaciones en las Américas. Los
datos de precipitación provienen de la red de climatología histórica global (Global Historical
Climatology Network, GHCN).

En Kingston, Jamaica, la estación lluviosa de mayo a junio está asociada con el calentamiento

provocado por el máximo ángulo de declinación solar, pero la estación lluviosa que ocurre más

adelante no lo está. Entre septiembre y noviembre, las temperaturas de la superficie del mar

en el Caribe occidental alcanzan su máximo y la isla siente los efectos de las ondas tropicales,

las depresiones tropicales y los ciclones tropicales. En julio se produce un mínimo de lluvia en

el Caribe occidental y en América Central.75,76 El mínimo de lluvia de mediados de verano

está relacionado con un máximo relativo de presión al nivel del mar, anomalías de TSM fría y

un máximo en 925 hPa conocido como el chorro de bajo nivel del Caribe.77,78 El viento más
fuerte mezcla las aguas de superficie cálidas con las aguas más frías subyacentes, lo cual

disminuye la TSM. La presión al nivel del mar aumenta en julio, cuando el anticiclón del

Atlántico Norte se encuentra a su máxima distancia al oeste y al sur. Además, cuando el chorro

de bajo nivel del Caribe se intensifica, a mediados de verano, las temperatura de la superficie

del mar disminuyen en el sur del Caribe y se forma un gradiente meridional de TSM más fuerte

a través de la región.78 La divergencia en la zona de entrada del chorro de bajo nivel del

Caribe es uno de los motivos de la escasa precipitación sobre el norte de Venezuela y el sudeste

del Caribe.78 Las islas del sur del Caribe, como Curazao, están muy al sur de las trayectorias

normales de la tormentas de verano y sienten los efectos de los vientos hacia el mar

provenientes del interior. Estas islas reciben su máxima precipitación entre noviembre y

diciembre, cuando la ZCIT se desplaza hacia el sur y los vientos dominantes del nordeste

introducen constantemente aire oceánico cálido en la región.

Aunque están casi a la misma latitud, Miami, en Florida (EE.UU.), y Santiago, en Baja California

(México) presentan regímenes de precipitación marcadamente distintos. En Miami la

precipitación cae a lo largo del año, con un pico durante los meses de verano. La precipitación

se mantiene alta durante el otoño debido a las perturbaciones tropicales (ondas, depresiones

y ciclones). Durante el invierno, Miami también siente los efectos de los sistemas

meteorológicos de latitudes medias. Santiago, sin embargo, se encuentra en la costa del

Pacífico, cuyas aguas son mucho más frías debido al afloramiento, y hay menos humedad para

generar precipitación. El pico que se observa a finales del verano se asocia principalmente con

el paso de las perturbaciones tropicales.

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.6 Precipitación tropical intraestacional

También se observa una gran variabilidad en la intensidad y distribución de la precipitación

tropical a escalas de tiempo inferiores a las estaciones. La precipitación tropical fluctúa de

acuerdo con un ciclo de 30 a 60 días conocido como la oscilación de Madden-Julian (OMJ)79 u

«oscilación de 30-60 días».

La OMJ se distingue por amplias regiones de precipitación intensificada o suprimida que se

desplazan hacia el este a lo largo de los trópicos y es más aparente sobre los océanos Índico

y Pacífico. Típicamente se observa primero una anomalía intensas precipitaciones sobre el

océano Índico occidental que se mantiene evidente a medida que atraviesa las aguas muy

cálidas de las regiones occidentales y centrales del océano Pacífico tropical. Dicho régimen de
lluvia tropical se vuelve más difícil de discernir conforme atraviesa las aguas más frías del

Pacífico oriental, pero luego reaparece sobre el Atlántico tropical, África y el océano Índico.

La OMJ se observa principalmente por medio de datos satelitales, con mediciones como la

radiación de onda larga saliente (una medida de la convección y la lluvia tropical). También

utilizamos datos de radiosondeo con el fin de evaluar los cambios dinámicos y termodinámicos

asociados con el paso de la OMJ para mejorar nuestra capacidad de predicción. Necesitamos

mejores pronósticos de las diferentes etapas de la OMJ porque donde este fenómeno intensifica

los movimientos ascendentes sobre los océanos cálidos, favorece la formación de los ciclones

tropicales, y donde provoca subsidencia, inhibe su formación. La OMJ también afecta el tiempo

en las latitudes medias, especialmente en invierno. Por ejemplo, los penachos de humedad

que fluyen desde los máximos de lluvia de la OMJ sobre el Pacífico central conducen a intensas

precipitaciones e inundaciones en la costa del Pacífico de EE.UU. Puede aprender más sobre la

OMJ en el webcast de COMET El ciclo de vida de la oscilación de Madden-Julian, basado en una

presentación del Dr. Roland Madden.

Las ondas ecuatoriales, que se desplazan más rápidamente que la OMJ, también modulan la

precipitación tropical. Estudiamos en detalle la variabilidad intraestacional en los trópicos en

el capítulo 4.

Centro de Predicción Climática (CPC) de NOAA/NWS, observación de oscilaciones


intraestacionales:
http://www.cpc.noaa.gov/products/intraseasonal/
Índices diarios de OMJ:
http://www.cpc.noaa.gov/products/precip/CWlink/daily_mjo_index/mjo_index.html

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.7 Ciclo diurno de precipitación en los trópicos

¿A qué hora del día llueve más en los trópicos?

Intuitivamente, tendemos a pensar que esto sucede por la tarde, el período de máximo

calentamiento y cuando la capa límite planetaria alcanza su máxima profundidad. No obstante,

el ciclo diurno de precipitación se ve afectado por otros factores, como las propiedades de la

superficie (tierra firme u océano), circulaciones inducidas por la topografía (por ejemplo, brisas

de tierra y de mar) y la propagación de sistemas convectivos de mesoescala (SCM).80

En promedio, ocurre un máximo de lluvia pequeño pero significativo sobre los océanos

tropicales durante las horas antes del amanecer80 (fig. 5.44, arriba). Sobre tierra firme, el

máximo de lluvia total ocurre por la tarde, pero la lluvia de los sistemas convectivos de
mesoescala (SCM) alcanza su pico después de medianoche (fig. 5.44, abajo). La variabilidad

diurna es más pronunciada sobre tierra firme. El volumen de lluvia oceánica está

principalmente bajo el control de variaciones en la cantidad de SCM80 (y su área de cobertura

total), las cuales a su vez sienten fuertemente la influencia de eventos periódicos de gran

escala, como la OMJ.

Fig. 5.44. Características del ciclo diurno medio de precipitación identificadas mediante 8
años de datos del radar de precipitación del TRMM sobre los océanos tropicales (arriba) y
tierra firme (abajo); imagen cortesía del Dr. Steve Nesbitt.

Se han propuesto varias explicaciones para el máximo de la madrugada y mínimo de la tarde

en la precipitación oceánica, pero la discusión acerca de la razón continúa. Una posible

explicación es que las diferencias de calentamiento entre la convección y el aire circundante

causa una variación diurna en la divergencia de los vientos que modula la convección.81 Otro

estudio sugiere que por la tarde las cimas de las nubes oceánicas absorben los rayos solares,

lo cual aumenta la estabilidad estática de las nubes y conduce a una menor cantidad de

convección activa y, por tanto, menos precipitación.82 Por la noche, las cimas de las nubes

oceánicas pierden calor más rápidamente, provocando mayor inestabilidad y un aumento en

la precipitación. Un tercer factor puede ser el hecho de que la pérdida de calor nocturna por

radiación de onda larga aumenta el nivel de humedad relativa, lo cual favorece el desarrollo

de las nubes.83

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.7 Ciclo diurno de precipitación en los trópicos »
5.3.7.1 Variaciones estacionales en los ciclos diurnos de lluvia tropical

En todas las estaciones, la posición de la ZCIT y el flujo en los niveles inferiores relativo a los

gradientes topográficos importantes (terreno alto o litorales) modulan los patrones diurnos.

Durante el verano boreal (fig. 5.45a), se observa el máximo de lluvia de madrugada en las

regiones oceánicas cerca de la costa, como en Guinea, África occidental, el Istmo de Panamá

y el oeste de las penínsulas India e Indochina (fig. 5.45a). En el curso de la mañana, la lluvia

en las áreas costeras aumenta, y la lluvia en el interior alcanza su nivel mínimo. El pico de

intensidad diurno sobre tierra ocurre por la tarde sobre áreas tales como el norte de África

tropical, América Central, las Filipinas e Indochina. Aunque la lluvia pierde intensidad, las áreas

de lluvia siguen expandiéndose hasta alcanzar un máximo alrededor de medianoche. En el

Amazonas, el pico de intensidad ocurre alrededor de medianoche. Tras la medianoche, la

intensidad disminuye, pero quedan amplias zonas de lluvia y se hallan picos de intensidad

sobre el océano y en las costas. Se observan máximos de intensidad en la lluvia oceánica en


el golfo de Bengala, la ZCIT sobre el Pacífico oriental y la ZCPS al este de Papúa Nueva Guinea.

Las tasas de precipitación horarias en el Pacífico oriental y el Atlántico oriental son las más

altas de cualquier estación del año.

Fig. 5.45. (a) El ciclo diurno de precipitación tropical para junio a agosto, datos de
precipitación del TRMM sobre malla 3B42, versión 6, 1998 a 2006 (imágenes cortesía del Dr.
George Huffman).

Animación del ciclo diurno de precipitación tropical para junio a agosto

Las brisas de mar y de tierra contribuyen a desencadenar la convección que a menudo

interactúa con terreno complejo y otras fuentes de convección para producir sistemas de

modulación diurna. Por ejemplo, en el norte de Sudamérica la precipitación diaria mínima se

suele registrar entre las 0900 y las 1100, hora local. No obstante, las tres ramas de los Andes

(orientadas en dirección norte-sur), cuyas alturas sobrepasan los 5000 m, producen fuertes

efectos orográficos. Se observa un pico entre la tarde y las primeras horas de la noche sobre

las laderas al noroeste y la costa del norte, causado por el calentamiento térmico solar y el

levantamiento orográfico de la humedad de niveles inferiores proveniente del Pacífico y del

Caribe, respectivamente. En el lado occidental de la cordillera central de los Andes se observan

máximos por la tarde y alrededor de medianoche. En la vertiente oriental de los Andes la

precipitación máxima ocurre cerca de medianoche debido a la propagación de los SCM tierra

adentro desde la costa oriental.

Durante el verano austral (fig. 5.45b), el cambio de norte a sur en la ZCIT sobre África modula

el ciclo diurno. Las tasas de precipitación son más altas sobre Madagascar, Indonesia y

Sudamérica en las horas entre el final del día y la noche. Dos extensas regiones de Sudamérica

reciben grandes cantidades de precipitación diaria: la cuenca del Amazonas, que alcanza el

máximo tarde por la tarde y un máximo menos intenso al sur entre las horas de la noche y la

madrugada. Este último es dominado por el ciclo de vida de los SCM que comienzan a

desarrollarse en las estribaciones de los Andes en las primeras horas de la noche y luego se

intensifican y se expanden a medida que se desplazan hacia el este.

Fig. 5.45. (b) El ciclo diurno de precipitación tropical para diciembre a febrero, datos de
precipitación del TRMM sobre malla 3B42, versión 6, 1998 a 2006 (imágenes cortesía del Dr.
George Huffman).
Animación del ciclo diurno de precipitación tropical para diciembre a febrero

La transición ecuatorial de marzo a mayo (fig. 5.45c) es particular por la existencia de dos

ZCIT a través del Pacífico, con la rama más intensa sobre el hemisferio norte. El máximo de

intensidad y extensión de la precipitación en las ZCIT del Pacífico ocurre entre las 05 y las 07,

hora local, y el mínimo entre las 19 y las 22, hora local. La precipitación continental es más

intensa cerca del estuario del Amazonas y el continente marítimo de Indonesia entre las 18 y

las 22, hora local. En el Amazonas, la precipitación se desplaza desde la costa hacia el sudoeste

durante el día; la precipitación sobre tierra se expande entre las 12 y las 20 hora local y se

encoje hasta registrarse un mínimo a las 11, hora local. En el continente marítimo, la topografía

de las islas produce efectos importantes para el ciclo diurno. Durante las últimas horas de la

mañana, se observa un mínimo de precipitación sobre las islas y un máximo sobre el océano

contiguo. En África central, las precipitaciones más fuertes ocurren alrededor de las montañas

de África oriental y del Lago Victoria en las últimas horas de la tarde y las primeras horas de

la noche. Las precipitaciones continentales se desplazan hacia el oeste y comienzan a disminuir

por la mañana, hasta alcanzar su mínimo diario entre las 10 y las 11, hora local. También es

evidente el efecto de brisa de tierra y de mar a lo largo de la costa occidental de África cerca

del ecuador.

Fig. 5.45. (c) El ciclo diurno de precipitación tropical para marzo a mayo, datos de
precipitación del TRMM sobre malla 3B42, versión 6, 1998 a 2006 (imágenes cortesía del Dr.
George Huffman).

Animación del ciclo diurno de precipitación tropical para marzo a mayo

El ciclo diurno de precipitación durante los meses de septiembre a noviembre (fig. 5.45d) es

similar al de las demás estaciones. Un aspecto particular de esta estación es que las tasas de

precipitación en la ZCIT a través del Pacífico central de septiembre a noviembre son las más

altas de todas las estaciones. Con la precipitación a gran escala más al norte, los máximos de

precipitación diaria se desplazan hacia el norte de Indonesia, el golfo de Panamá y el Amazonas

occidental.
Fig. 5.45. (d) El ciclo diurno de precipitación tropical para septiembre a noviembre, datos de
precipitación del TRMM sobre malla 3B42, versión 6, 1998 a 2006 (imágenes cortesía del Dr.
George Huffman).

Animación del ciclo diurno de precipitación tropical para septiembre a noviembre

Los patrones diurnos en todas las estaciones son modulados por la posición de la ZCIT y el

flujo en los niveles inferiores relativo a los gradientes topográficos importantes (terreno alto o

litorales).

Volver al comienzo de la página

5.3 Precipitación »
5.3.7 Ciclo diurno de precipitación en los trópicos »
5.3.7.2 Patrones regionales de los ciclos diurnos de lluvia tropical

En Australia e Indonesia, el ciclo diurno de convección profunda y, por asociación, de

precipitación, se ve fuertemente afectado por la topografía84 (fig. 5.46). En las últimas horas

de la tarde (1900, hora local), la precipitación es más fuerte sobre tierra y menos intensa

sobre el océano y a lo largo de las costas. En Papúa Nueva Guinea, la precipitación máxima

ocurre a lo largo de las laderas de la cordillera central (en bandas en los lados al norte y al sur

del macizo montañoso) durante las horas después del anochecer y por la noche (0000, hora

local). Esto contrasta con lo que sucede temprano por la mañana (0700, hora local), cuando

la precipitación alcanza su máxima intensidad sobre el océano y a lo largo de los litorales y el

nivel mínimo sobre tierra firme. Las temperaturas de emisión en el IR resultan útiles para

examinar el ciclo diurno, porque las cimas frías de las nubes tropicales suelen estar asociadas

con las tormentas y contamos con imágenes nuevas cada 15 a 30 minutos. No obstante, las

estimaciones de precipitación por IR no incluyen la precipitación producida por las nubes

cálidas y pueden sobreestimar la precipitación que se produce en la etapa final del ciclo de

vida de los SCM, cuando los cirros gruesos se pueden identificar erróneamente como

precipitación.

Fig. 5.46. El ciclo diurno de nubes altas sobre Australia e Indonesia. La fracción de nubes
altas se puede usar como indicativo de la precipitación (cortesía del Dr. Tom Keenan).

Para las regiones del norte de África tropical, examinamos la distribución de las nubes frías,

que se usa como indicativo de la precipitación de las tormentas85 (fig. 5.47). Sobre tierra

firme, el pico en la intensidad y el área de precipitación en general ocurre durante las últimas

horas de la tarde y las primeras horas de la noche (1700 a 1800 UTC) y el mínimo ocurre una
o dos horas antes de mediodía. A lo largo de la costa, la precipitación alcanza un máximo por

la mañana. El ciclo diurno de precipitación también siente los efectos de la topografía. La mayor

incidencia de convección intensa ocurre sobre terreno elevado o al oeste del mismo. La

convección comienza a medida que el terreno en altura se calienta y el aire fluye hacia arriba,

siguiendo las laderas. La convección aumenta y los vientos dominantes la dirigen hacia el

oeste. La convección es más intensa durante las últimas horas de la tarde y las primeras horas

de la noche (1700 a 1800 UTC). A medida que los SCM alcanzan la etapa de madurez en su

ciclo de vida, se forma una amplia región estratiforme que alcanza su máximo cerca de

medianoche (2300 a 0000 UTC). Aunque la intensidad de la precipitación disminuye, el área

de lluvias se mantiene durante el resto de la noche (0500 a 0600 UTC).

Fig. 5.47. Distribución diurna de convección intensa en el norte de África tropical entre el 1º
de julio y el 15 de agosto, de 1999 a 2003. Las áreas sombreadas muestran la frecuencia
media de nubes altas (% de nube fría con temperatura de emisión en el IR menor de 253 K).
Las letras indican picos de montañas (adaptado de Laing et al.).85

La hora del máximo de lluvia en Sudamérica (fig. 5.48) siente fuertemente la influencia de la

topografía y los vientos dominantes. El efecto de brisa de tierra y de mar es evidente sobre el

nordeste de Sudamérica (región A, fig. 5.48), donde el período de máximo de precipitación se

desplaza hacia el sudoeste, hacia el interior desde la costa (entre mediodía y aproximadamente

las 0600, hora local). El período de máxima frecuencia de la lluvia se desplaza a medida que

las líneas de turbonada se desplazan hacia el sudoeste con el tiempo. La precipitación en la

región occidental de la cuenca del Amazonas siente los efectos de las circulaciones de brisa de

montaña provocadas por los Andes (región B en la fig. 5.48). Los sistemas sobre el Amazonas

se alimentan de aire húmedo proveniente del Atlántico y de la evapotranspiración local

producida por las selvas tropicales.85 La convección poco profunda produce cerca del 10 % de

la precipitación de la cuenca del Amazonas.86 En el sur, los sistemas convectivos de

mesoescala cobran energía a partir de una banda de aire húmedo y cálido del Amazonas. El

ciclo de precipitación al sur de 20°S siente principalmente los efectos de la propagación de los

SCM, que puede durar toda la noche. Estos SCM se inician a lo largo de terreno elevado y se

desplazan hacia el este (región C en la fig. 5.48).

Fig. 5.48. Hora de máximo de lluvia sobre Sudamérica para 2003 y 2004 (cortesía del Dr.
Augusto Periera Filho). Las horas del día se representan con tonos cian a naranja; las horas
de noche se indican con tonos rojos a azules.

Volver al comienzo de la página


5.3.8 Variabilidad interanual de la precipitación tropical

La precipitación es sensible a las pequeñas variaciones espaciales y temporales que ocurren

en la circulación general. La figura 5.49 ilustra la variabilidad temporal de la anomalía de

precipitación mensual a lo largo de los trópicos (35°S-35°N) derivada de datos del TRMM y de

21 emplazamientos pluviométricos. A lo largo de un año pueden producirse cambios muy

abruptos en las tasas de precipitación, desde anormalmente bajas hasta anormalmente altas,

como ocurrió entre el intenso episodio de El Niño de 1997-98 y La Niña de 1998-99.

Fig. 5.49. Serie temporal de la anomalía en la lluvia tropical total a partir de una
combinación de datos del TRMM y 21 pluviómetros de la red de climatología histórica global
(Global Historical Climatology Network, GHCN) que representan el primer componente
principal. La línea roja muestra solo los datos de TRMM y la línea azul es la de los
pluviómetros (Haddad et al.).87

La variabilidad interanual de la latitud media donde ocurre la precipitación es evidente en la

figura 5.50, una serie temporal de ocho años de datos de la radiación de onda larga saliente

media zonal, que se puede considerar como un indicativo de la precipitación convectiva.86 Se

observan variaciones notables durante los episodios de El Niño de 1982-83 y 1987. Los

desplazamientos interanuales en los centros de circulación pueden resultar enormemente

dañinos para las poblaciones de los trópicos. Por ejemplo, en el Sahel africano ocurren sequías

devastadoras cuando la ZCIT no migra hacia el norte como es normal.

Fig. 5.50. Diagrama de Hovmöller de la radiación de onda larga saliente


promediada longitudinalmente (100O-150E), 1981-1988. Los valores se expresan en W m−2.
Los valores menores de 240 W m−2 se muestran con tonos azules. (adaptado de Rasmusson
y Arkin88)

La variabilidad interanual también se puede medir según la cantidad de lluvia anual esperada

en el 10 % de los años más secos, es decir, el cuantil 0,1.89 La figura 5.51 muestra los

patrones geográficos de variabilidad interanual de la precipitación.

Fig. 5.51. Variaciones en el cuantil 0,1. Los puntos rojos son las estaciones en las regiones
más variables, los verdes son las estaciones en el 50 % del medio de variabilidad y los
puntos azules son las estaciones en las regiones menos variables. Los datos provienen de la
red de climatología histórica global (Global Historical Climatology Network, GHCN) después
de 1940 (adaptado de Dewars y Wallis89).

Entre las áreas más destacadas cabe mencionar:


 El nordeste de Brasil, donde hace tiempo que se ha documentado uno de los climas

más variables, con sequías frecuentes.

 El nordeste de Australia, donde la fuerte conexión con ENOS provoca mayor variabilidad

que en otras áreas con promedios de lluvia anual comparables.

 Las regiones costeras de Ecuador y Perú, donde El Niño provoca extremos de

precipitación intensa y La Niña épocas relativamente secas.

 Las costas este y sudeste de África, donde varios factores contribuyen a la variabilidad,

incluido ENOS.90Aunque el episodio de El Niño de 1997-98 provocó condiciones

relativamente húmedas en Mozambique, aproximadamente dos de cada tres períodos

de El Niño desde 1950 fueron secos.92 Es probable que la variabilidad de la TSM en el

océano Índico sea más dominante que ENOS. Las TSM anormalmente cálidas de 1997-

98 provocaron convección intensa sobre África oriental y un aumento en la lluvia del 20

al 160 % en la región de Lago Victoria, a diferencia de otros períodos de El Niño

durante los cuales se registraron aumentos del 15 al 25 % en la lluvia.91 El flujo

monzónico del sudoeste menos intenso de lo normal está asociado con un menor grado

de afloramiento, lo cual da lugar a TSM más altas de lo normal sobre el norte del

océano Índico y el mar Arábigo. En menor medida, la variabilidad de la lluvia en África

oriental siente los efectos de la áreas orientales y tropicales del Atlántico93 y las

circulaciones de latitudes medias sobre el Mediterráneo oriental y la península Arábiga,

específicamente las anomalías en la altura geopotencial del nivel de 500 hPa.94

 El noroeste de la India, donde la fuerte variabilidad se debe probablemente a la

posición de la vaguada del monzón y a las anomalías de TSM del océano Índico.

Entre las regiones en las cuales la variabilidad interanual de la precipitación es baja se

incluyen:

 África central y occidental y una zona en África del sur,

 la cuenca del Amazonas y el interior de Sudamérica tropical,

 la península indochina y las regiones del interior del sur de la China,

 las montañas de México.

Todas las demás áreas experimentan un grado intermedio de variabilidad en la precipitación

anual. Cabe notar que no todas las regiones de gran variabilidad constituyen una respuesta

frente a ENOS. Algunos estudios climáticos están examinando las inversiones de los vientos

estratosféricos, las temperaturas anómalas del océano Atlántico y otros factores que pueden

contribuir a la variabilidad interanual en la precipitación a lo largo de los trópicos.


International Research Institute for Climate and Society: http://portal.iri.columbia.edu/
Mitigación del impacto de las emergencias ambientales a través de alertas tempranas y
preparación,
el episodio de El Niño de 1997-98: http://www.unisdr.org/files/1864_VL102131.pdf
Análisis del componente principal: http://www.elderlab.yorku.ca/~vida/ppt/PCA.ppt

Volver al comienzo de la página

Temas de enfoque

Temas de enfoque »
Sección de enfoque 1: Extremos de precipitación tropical

Fig. 5E1.1. Lugares donde se han registrado extremos de precipitación media anual en los
trópicos. Las cantidades de precipitación correspondientes se indican en las tablas 5E1.1 y
5E1.2.

Las cantidades máximas de precipitación media anual ocurren:

 cerca de los océanos;

 donde predominan los vientos hacia la costa;

 a barlovento de las montañas tropicales.

Las cantidades mínimas de precipitación media anual ocurren:

 en el interior, lejos de las fuentes de humedad;

 en las costas occidentales de las regiones subtropicales, donde la presión alta domina y

la humedad específica es baja debido a afloramiento;

 a sotavento de las montañas.

Tabla 5E1.1. Extremos máximos de precipitación media anual en los trópicos

Continente Promedio máximo (mm) Lugar Elevación (m) Período


de datos
(años)

1aSudamérica 13299 ¡! ^ Lloro, Colombia 158,5* 29

2 Asia 11872 ¡! Mawsynram, India 1401,2 38

3 Oceanía 11684 ¡! M. Waialeale, 1569,1 30


Kauai, Hawái

4 África 10287 Debundscha, Camerún 9,1 32

1bSudamérica 8992 ^ Quibdó, Colombia 36,6 16

5 Australia 8636 Bellenden Ker, Queensland 1555,1 9

Adaptado de Centro Nacional de Datos Climáticos (NCDC) de NOAA.

¡! Este valor representa el máximo para el continente y posiblemente a nivel mundial, dependiendo de las prácticas de
medición, los procedimientos y las del período de datos.

^ Oficialmente, la precipitación media anual máxima para Sudamérica es de 8991,6 mm en Quibdó, Colombia. El
valor medio de 13299 mm para Lloro, Colombia, que está a 22,5 km hacia el SE y a mayor altura que Quibdó, es una
cantidad estimada.

* Elevación aproximada.

Tabla 5E1.2. Extremos mínimos de precipitación media anual en los trópicos

Continente Promedio mínimo Lugar Elevación Período


(mm) (m) de datos
(años)

1 Sudamérica 0,8 Arica, Chile 29 59

2 África < 2,54 Wadi Halfa, Sudán 125 39

3 Norteamérica 30,5 Batagues, México 4,9 14>

4 Asia 45,7 Aden, Yemen 6,7 50

5 Australia 102,9 Mulka (Troudaninna), 48,8 * 42


sur de Australia

6 Oceanía 226,8 Puako, Hawái, Hawái 1,5 13

Adaptado del Centro Nacional de Datos Climáticos (NCDC) de NOAA.


Fuentes: Climates of the World, una publicación del NCDC que presenta datos de temperatura y precipitación media
para determinados lugares del mundo, destacando los extremos a nivel mundial. La versión actualizada de Weather
and Climate Extremes (TEC-0099) es una publicación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (Army Corps of
Engineers) de los Estados Unidos. El informe enumera extremos a nivel mundial para varios parámetros
climatológicos e incluye mapas mundiales.

Eventos meteorológicos y climáticos extremos, NOAA National Climatic Data Center (NCDC):
http://www.ncdc.noaa.gov/oa/climate/severeweather/extremes.html

Volver al comienzo de la página

Temas de enfoque »
Sección de enfoque 2: Precipitación estacional en África central

En esta sección consideraremos el ciclo anual de precipitación en la región de África central,

una de las principales fuentes de calor del ciclo de energía global y una zona en la cual el

impacto socioeconómico de la variabilidad estacional de las precipitaciones es muy fuerte.

Como señalamos en la sección 5.3, varios factores afectan las precipitaciones, como la

elevación (fig. 5E2.1), el flujo oceánico dominante (fig. 5E2.1) y las zonas de convergencia en

los niveles inferiores (fig. 5E2.2), entre otros.


Fig. 5E2.1. Mapa de corrientes oceánicas superficiales y elevaciones.

Fig. 5E2.2. Circulación mensual media en superficie sobre África.


Las líneas de corrientes muestran el origen del aire convergente.

Asigne las gráficas a las ciudades marcadas en el mapa. ¿Es la tendencia lo que se

esperaba de acuerdo con la información presentada en la sección 5.3.5? ¿Qué puede

influir en la tendencia de la precipitación? (Escriba su respuesta en el campo

siguiente.)

¿Es la tendencia lo que se esperaba de acuerdo con la información presentada en la

sección 5.3.5? ¿Qué puede estar afectando la tendencia de la precipitación? (Escriba

su respuesta en el campo siguiente.)

Volver al comienzo de la página

Enfoque operativo

VAPOR DE AGUA

 Saturación en la atmósfera

 ¿Cuándo cabe esperar tasas de evaporación altas?

 Factores que influyen en la tasa de evapotranspiración


 Climatología de la humedad relativa de superficie en los trópicos

 Climatología de la humedad específica de superficie en los trópicos

PROPIEDADES TERMODINÁMICAS DEL AIRE SECO Y


HÚMEDO

 Uso de la temperatura potencial equivalente para pronosticar la precipitación fuerte

 Energía termodinámica o estática y su aplicación al análisis del tiempo tropical

 Perfiles de energía estática húmeda como indicadores de buen tiempo, chubascos

dispersos o tormentas generalizadas con lluvias fuertes

 Cambios de energía estática con el paso de una línea de turbonada tropical

 Impacto de la capa de aire del Sahara en la distribución vertical de la humedad

 Comparación de la distribución vertical de la humedad en diferentes regiones tropicales

CONVECCIÓN TROPICAL

 Convección en cúmulos, CAPE y velocidad vertical

 Precipitación convectiva y estratiforme en sistemas convectivos de mesoescala (SCM)

tropicales

 Ciclo de vida de una línea de turbonada tropical con región estratiforme a la zaga

 Tasas medias de lluvia convectiva y estratiforme en los trópicos

PRECIPITACIÓN TROPICAL

 Estimación de la precipitación tropical

 ¿Qué ocurre con la precipitación cuando las nubes absorben humo u otros aerosoles

industriales?

 La oscilación de Madden-Julian (OMJ)

 Factores importantes que influyen en la precipitación estacional y anual en los trópicos

PRECIPITACIÓN ESTACIONAL

 Precipitación estacional en el Pacífico occidental y central

 Precipitación estacional en África occidental

 Precipitación estacional en África central

 Precipitación estacional en el subcontinente indio

 Precipitación estacional en las regiones tropicales de las Américas


CICLO DIURNO DE PRECIPITACIÓN EN LOS TRÓPICOS

 Ciclo diurno de precipitación entre diciembre y febrero

 Ciclo diurno de precipitación entre marzo y mayo

 Ciclo diurno de precipitación entre junio y agosto

 Ciclo diurno de precipitación entre septiembre y noviembre

 Ciclo diurno de precipitación en Australia y Nueva Guinea

 Ciclo diurno de precipitación en el norte de África tropical

 Ciclo diurno de precipitación en Sudamérica

Volver al comienzo de la página

Resumen

En este capítulo exploramos las propiedades y la distribución del vapor de agua, las nubes y

la precipitación en los trópicos. La evaporación de los océanos tropicales es la fuente de la

mayor parte de la humedad en la atmósfera tropical. Si bien la evapotranspiración constituye

una fracción relativamente pequeña de la humedad global, la variabilidad en dicha cantidad es

un factor crítico en las regiones semiáridas, como el Sahel. Es más, la evapotranspiración

acumulada en la cuenca del Amazonas durante estación seca contribuye a desencadenar las

primeras tormentas de la estación lluviosa.

La energía termodinámica o estática presenta su nivel mínimo en la troposfera media. Los

aumentos en la energía termodinámica o estática de la troposfera media se correlacionan con

incrementos en la precipitación y la intensidad de la convección. Esta tendencia puede ser útil

para distinguir los ambientes de buen tiempo o no perturbados propicios para las tormentas y

precipitaciones intensas, y para diferenciar entre el borde convectivo de avance y la región

asociada a las líneas de turbonada tropicales.

En los trópicos, los principales tipos de nubes son los cúmulos de escaso desarrollo vertical,

estratocúmulos, cúmulos congestus y cumulonimbos. La típica distribución de estas nubes va

de poco profunda a profunda a medida que se desplazan desde las regiones subtropicales

hasta la ZCIT sobre el océano. Se observa una tendencia similar, hacia el oeste, desde la

inversión de los alisios, sobre el lado oriental del océano. La fracción más alta de cobertura

nubosa ocurre dentro de la ZCIT, la región del monzón asiático y la capa de estratocúmulos

en las regiones subtropicales, mientras la fracción más baja de cobertura nubosa ocurre en los

anticiclones subtropicales. Aunque la precipitación estratiforme cubre una mayor parte de los

trópicos, las acumulaciones de precipitación son principalmente producto de la actividad


convectiva. En general, los aerosoles oceánicos son menores en número y mayores en tamaño

que los aerosoles continentales; esto significa que los cúmulos y estratocúmulos marinos

suelen contener cantidades menores de gotas más grandes en comparación con las nubes que

contienen aerosoles continentales, y típicamente su reflectividad es menor.

La mayor parte de la precipitación cae en verano, pero ciertas variaciones regionales son

producto de los desplazamientos en la orientación de la ZCIT, la topografía, las zonas de

convergencia y el paso de las perturbaciones tropicales. Sobre el océano, la máxima diurna de

precipitación ocurre en las horas antes del amanecer y la mínima, por la tarde. La precipitación

sobre tierra firme alcanza su máxima diurna en las últimas horas de la tarde, tras el período

de máximo calentamiento. No obstante, existen excepciones regionales debido a topografía

compleja, circulaciones de brisa de mar y de tierra y propagación de sistemas convectivos de

mesoescala.

Aquellos lugares donde la precipitación cae en pocos meses, como en ciertas partes de

Australia y el subcontinente indio, son vulnerables a sequías y al consiguiente fallo de los

cultivos. La distribución espacial y temporal de la humedad varía de un año a otro; la

variabilidad regional es mayor durante los episodios intensos de ENOS. La mejora constante

en nuestras capacidades de observación y predicción de la humedad y la precipitación tropical

es esencial para (i) aumentar nuestra comprensión de los ciclos globales del agua y la energía

y (ii) mejorar la calidad de vida en los países tropicales.

Volver al comienzo de la página

Preguntas de repaso

1. Dé al menos tres razones de la importancia del vapor de agua para el tiempo y el clima

en los trópicos.

2. Describa al menos tres factores que influyen en las tasas de evaporación y

evapotranspiración.

3. Dé al menos dos razones para explicar por qué existe un mínimo de evaporación en el

ecuador sobre los océanos tropicales cuando allí encontramos el máximo nivel de

radiación solar por área unitaria.

4. ¿Dónde se hallan las cantidades de vapor de agua más altas y más bajas sobre los

océanos tropicales?

5. ¿Por qué es muy alta la humedad relativa sobre las regiones orientales de las cuencas

oceánicas tropicales?
6. ¿Por qué es el parámetro de temperatura potencial equivalente más útil que la

temperatura para comprender la estructura termodinámica de la atmósfera?

7. Describa el proceso básico de convección relacionado con los cúmulos (cómo una

parcela de aire calentada en la superficie alcanza su nivel máximo de elevación y

regresa a la superficie).

8. Describa la distribución normal de tipos de nubes y la profundidad de las nubes entre

las regiones subtropicales y el ecuador.

9. ¿Por qué prevalecen los estratocúmulos sobre las regiones orientales de los océanos

tropicales y subtropicales?

10. Defina los conceptos de energía estática seca y energía estática húmeda.

11. ¿Cómo cambia la distribución vertical de la energía termodinámica o estática a medida

que se pasa de una zona de buen tiempo a tormentas generalizadas y lluvias fuertes?

12. Describa la diferencia en la precipitación producida por las nubes que contienen

aerosoles continentales en comparación con las que contienen aerosoles marinos.

13. ¿Por qué hay una diferencia en la precipitación entre las nubes continentales y las

nubes marinas?

14. ¿Cómo difieren en brillo las nubes con aerosoles continentales en comparación con las

nubes con aerosoles marinos? ¿A qué se debe la diferencia en el brillo?

15. Enumere las diferencias entre la precipitación convectiva y estratiforme en los sistemas

convectivos de mesoescala tropicales.

16. Describa el cambio en la precipitación que podríamos observar a medida que una línea

de turbonada tropical pasa sobre un lugar moviéndose de este a oeste.

17. En general, ¿dónde en los trópicos se observan las tasas de precipitación más altas y

dónde las más bajas?

18. Enumere los factores individuales o combinados que influyen en la distribución

geográfica de las precipitaciones en los trópicos.

19. La administración del agua como recurso y la planificación de las actividades agrícolas

no solo requieren conocimientos del régimen de lluvia anual, sino también de la

frecuencia de la precipitación. Enumere tres zonas en los trópicos que son vulnerables

porque la mayor parte de la lluvia ocurre en menos de 20 días.

20. ¿Cuándo ocurren las estaciones lluviosas en el Caribe y cuáles son las principales

razones del aumento en la lluvia? Conteste la misma pregunta para otras regiones,

como África occidental, el Pacífico ecuatorial y el subcontinente indio.

21. Describa las diferencias que existen en promedio entre el ciclo diurno de precipitación

sobre los océanos tropicales y sobre tierra firme.


22. Enumere al menos tres factores que influyen en el ciclo diurno de precipitación sobre

tierra firme.

23. Enumere tres explicaciones del ciclo diurno de precipitación sobre los océanos

tropicales.

24. ¿Dónde en los trópicos cae la mayor parte de la precipitación durante los períodos de

junio a agosto, de marzo a mayo, de septiembre a noviembre y de diciembre a enero?

25. ¿En qué zonas encontramos el mayor y el menor grado de variabilidad en la cantidad de

lluvia anual?

26. Describa tres cambios en la circulación a gran escala que contribuyen a la variabilidad

en la precipitación estacional y anual en los trópicos.

PRUEBA

También puede tomar la prueba y enviarle los resultados a su profesor.

Volver al comienzo de la página

Esbozos biográficos

DR. EDWARD ZIPSER

El Dr. Edward Zipser, conocido por sus amigos simplemente como Ed, es un especialista de

renombre internacional en tormentas, líneas de turbonada y huracanes. Su experiencia en las

observaciones de campo abarca 40 años e incluye África occidental y el Atlántico oriental

(GATE-1974, NAMMA-2006), la zona de aguas cálidas del Pacífico occidental y Australia (EMEX-

1987, TOGA/COARE-1992-93, TWPICE-2006), América Central (TSCP-2005), el noroeste del

Pacífico (TAMEX-1987) y Sudamérica (LBA-1999, SALLJEX-2003). Integró el grupo de

dirección de la misión del satélite TRMM y estuvo al mando de los proyectos de «validación en

el suelo» conducidos en Texas, Florida, Brasil y Kwajalein. Identificó el fenómeno de

desecamiento ambiental característico tras el paso de una línea de turbonada tropical. En

el trabajo de pronóstico de tiempo severo, Ed trazó el sondeo particular que se reconoce por

su forma de bulbo o de cebolla a partir de las observaciones de campo que realizó a fines de

la década de los 60 y a comienzos de los 70. Sus estudios identificaron el lugar de formación

de las tormentas más intensas, las características particulares de las perturbaciones tropicales

que se transforman en ciclones tropicales y la intensidad comparativa y la capacidad de

producción de precipitación de las tormentas en diferentes regiones tropicales.


Recibió el título de B.S.E. en ingeniería aeronáutica de la Universidad de Princeton (1958) y el

M.S. (1960) y el Ph.D. en meteorología (1965) de la Universidad de Florida State. Una vez

terminados los estudios graduados, ingresó al National Center for Atmospheric Research

(NCAR), donde ejerció el cargo de Director de la División de Tormentas Convectivas. Entre

1990 y 1999 fue Director de la facultad de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Texas

A&M. Fue también jefe de la facultad de Meteorología de la Universidad de Utah, donde en la

actualidad ejerce como profesor de Meteorología.

El Dr. Zipser es miembro honorario de la AMS (1982). Su liderazgo durante el proyecto GATE

le mereció un premio de NOAA en 1975 y un premio especial de la AMS en 1977. Recibió el

premio del editor de la AMS en 1999 y un premio especial de la AMS por su supervisión de la

revista mensual de la asociación en el año 2007.

Ha sido mentor de numerosos estudiantes de nivel avanzado, quienes a su vez se han

desempeñado en carreras ilustres. Sigue comunicando su entusiasmo por el trabajo de

investigación de los sistemas meteorológicos importantes no solo a través de la enseñanza,

sino involucrando a sus estudiantes en proyectos de campo.

DRA. MARGARET LEMONE

La Dra. Margaret "Peggy" LeMone es una renombrada experta en los campos de la convección

atmosférica, la capa límite y la meteorología tropical. Participó en los proyectos de campo

GATE (1974), TAMEX (1987) y TOGA/COARE (1992-93) en las regiones tropicales y en

proyectos de campo en las latitudes medias tales como CASES (1997 y 1999) e IHOP (2002).

Su trabajo temprano durante el proyecto GATE relacionado con las características de los

sistemas convectivos que producen precipitación generó conocimientos fundamentales sobre

el transporte de humedad, momento y energía desde la superficie hasta la troposfera superior.

Ha combinado las observaciones aéreas, de radiosonda y de radar Doppler con los modelos

numéricos para ilustrar cómo la capa límite planetaria se ve afectada por las variaciones en la

superficie (por ejemplo: vegetación, humedad del suelo y topografía) y cómo los cambios en

la capa límite planetaria a su vez influyen en el comienzo y la evolución de los sistemas

convectivos. Mediante la comparación de observaciones y resultados de modelos numéricos

con conceptos teóricos demostró cómo las líneas de convección profunda modifican el entorno

tropical y cómo dichos efectos se comparan con los de otros modos de convección. Su trabajo

de investigación constante contribuye a mejorar la representación de las interacciones tierra-

atmósfera en los modelos numéricos.


La Dra. LeMone recibió el título de A.B. en matemática de la Universidad de Missouri en 1967

y el Ph.D. en Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Washington en 1972. A continuación

hizo carrera en NCAR y fue la primera mujer en alcanzar el puesto de científica senior en dicha

institución. Ha sido autora y coautora de más de 80 artículos publicados en revistas con

arbitraje. También ha publicado varios artículos sobre el tiempo y la ciencia para un público

no especializado. Es excelente dibujante humorista y algunos de sus chistes aparecieron en su

folleto sobre las nubes publicado por la AMS. También redactó la parte sobre meteorología de

un libro de texto para uso en la escuela secundaria. Ha prestado servicio en numerosos comités

como directora fundadora de la Junta de la AMS para mujeres y minorías (1974-78) y directora

de ciencias atmosféricas e hidrosféricas de la Asociación Americana para el Avance de la

Ciencia (American Association for the Advancement of Science, AAAS) en 1981.

La Dra. LeMone ha recibido muchos premios por sus aportes al campo. Fue elegida miembro

asociada de la AMS en 1983 y de la AAAS en 1995, y fue incorporada a la National Academy

of Engineering en 1997. Recibió el premio del editor del Journal of Atmospheric Sciences de la

AMS en 1989.

A lo largo de su carrera ha sido mentora de jóvenes científicos, especialmente mujeres, en el

campo de las ciencias atmosféricas. Durante más de tres décadas se ha dedicado a fomentar

la educación y a transferir su amor y entusiasmo por la ciencia a las nuevas generaciones. Su

trabajo de enseñanza y promoción del campo fue reconocido formalmente con el premio a la

enseñanza de NCAR, que le fue otorgado en 1995. Desde el año 2003 ha desempeñado el

cargo de directora científica de GLOBE, donde supervisa la integridad científica de GLOBE y

actúa de enlace con científicos, docentes, estudiantes desde kinder hasta el final de la

secundaria y el público en general.

Dr. Zipser, University of Utah: http://www.atmos.utah.edu/people/all-faculty/edward-zipser.php


Dra. LeMone, NCAR: http://www.mmm.ucar.edu/people/lemone/
Blog de la directora científica de GLOBE: http://www.globe.gov/fsl/scientistsblog/

Volver al comienzo de la página

Actualizaciones y correcciones

Volver al comienzo de la página

Referencias bibliográficas

1. Penman, H. L., 1948: Natural evaporation from open water, bare soil, and grass. Proc.
Roy. Soc. London A, 193, 120–145.
2. Dyer, A. J., 1961: Measurements of evaporation and heat transfer in the lower
atmosphere by an automatic eddy-correlation technique. Quart. J. Roy. Met. Soc., 87, 401-
412.
3. Yu, L., J. Xiangze y R. A. Weller, 2006: Role of net surface heat flux in seasonal variations
of sea surface temperature in the tropical Atlantic Ocean. J Climate, 19, 6153–6169.
4. Seager, R, R. Murturgudde, A. Clement y C. Herweijer, 2003: Why is there an evaporation
minimum at the equator? J. Climate, 16, 3793-3802.
5. Sobel, A. H., 2003: On the coexistence of an evaporation minimum and precipitation
maximum in the warm pool. J. Climate, 16, 1003-1009.
6. da Silva, A., A. C. Young y S. Levitus, 1994: Atlas of Surface Marine Data 1994, Volume
1: Algorithms and Procedures. NOAA Atlas NESDIS 6, U.S. Department of Commerce,
Washington, D.C., 1994.
http://iridl.ldeo.columbia.edu/SOURCES/.DASILVA/.SMD94/.dataset_documentation.html
7. Laing, A.G., 2004: Cases of heavy precipitation and flash floods in the Caribbean during El
Niño winters. J. Hydrometeor., 5 , 577–594.
8. Moncrieff, M. W. y M. J. Miller, 1976: The dynamics and simulation of tropical
cumulonimbus and squall lines. Quart. J. Roy. Meteor. Soc., 102, 373–394.
9. Fritsch, J. M. y C. F. Chappell, 1980: Numerical prediction of convectively driven
mesoscale pressure systems. Part I: Convective parameterization. J. Atmos. Sci., 37, 1722–
1733.
10. Lucas, C., M. A. LeMone y E. J. Zipser, 1994: Vertical velocity in oceanic convection off
tropical Australia. J. Atmos. Sci., 51, 3183-3193.
11. Rauber, R. M., B. Stevens y coautores, 2007: Rain in (shallow) cumulus over the ocean--
The RICO campaign. Bull. Amer. Meteor. Soc., 88, 1912–1928.
12. Doswell, C. A. III y E. N. Rasmussen, 1994: The effect of neglecting the virtual
temperature correction on CAPE calculations. Wea. Forecasting, 9, 619-623.
13. Doswell, C. A. III y P. M. Markowski, 2004: Is buoyancy a relative quantity? Mon. Wea.
Rev., 132, 853–863.
14. Riehl, H., T. C. Yeh, J. S. Malkus y N. E. LeSeur, 1951: The northeast trades of the
Pacific Ocean. Quart. J. Roy. Meteor. Soc., 72, 598-626.
15. Stevens, B., 2005: Atmospheric Moist Convection. Annu. Earth Planet. Sci. 32, 605-643.
16. Gutnick, M., 1958: Climatology of the trade-wind inversion in the Caribbean. Bull. Amer.
Meteor. Soc., 39, 410–420.
17. Webster, P. J. y R. Lukas, 1992: TOGA COARE: The coupled ocean–atmosphere response
experiment. Bull. Amer. Meteor. Soc., 73, 1377–1416.
18. Johnson, R. H., T. M. Rickenbach, S.A. Rutledge, P. E. Ciesielski y W. H. Schubert, 1999:
Trimodal characteristics of tropical convection. J. Climate, 12, 2397–2418.
19. Woodcock, A. H., 1942: Soaring over the open sea. Sci. Mon., 55, 226-232.
20. Rickenbach, T. M. y S. A. Rutledge , 1998: Convection in TOGA COARE: Horizontal scale,
morphology, and rainfall production. J. Atmos. Sci., 55, 2715–2729.
21. Agee, E. M., 1984: Observations from space and thermal convection: A historical
perspective. Bull. Amer. Meteor. Soc., 65, 938–949.
22. Zipser, E. J, 1977: Mesoscale and convective-scale downdrafts as distinct components of
squall-line circulation. Mon. Wea. Rev., 105, 1568–1589.
23. Houze, R. A., Jr., 1977: Structure and dynamics of a tropical squall line system observed
during GATE. Mon. Wea. Rev., 105, 1540–1567.
24. Houze, R. A., Jr., 1993: Cloud Dynamics. Academic Press, 573 págs.
25. Riehl, H., 1979: Climate and Weather in the Tropics. Academic Press. 611 págs.
26. Aspliden, C. I., 1976: A classification of the structure of the tropical atmosphere and
related energy fluxes, J. Appl. Meteor., 15, 692-697.
27. Lucas, C. y E. J. Zipser, 2000: Environmental variability during TOGA-COARE. J. Atmos.
Sci., 57, 2333-2350.
28. Barnes, G. M. y K. Sieckman, 1984: The environment of fast- and slow-moving tropical
mesoscale convective cloud lines. Mon. Wea. Rev., 112, 1782–1794.
29. Jordan, C. L. 1958: Mean sounding for the West Indies area. J. Meteor., 15, 91-97.
30. Ooyama, K. V., 1969: Numerical simulation of the life cycle of tropical cyclones. J.
Atmos. Sci., 26, 3–40.
31. Dunion, J. P. y C. S. Marron, 2007: A reexamination of the Jordan mean tropical
sounding based on awareness of the Saharan Air Layer: Results from 2002. J.
Climate. (aceptado)
32. LeMone, M. A., E.J. Zipser y S. B. Trier, 1998: The role of environmental shear and
thermodynamic conditions in determining the structure and evolution of mesoscale
convective systems during TOGA-COARE. J. Atmos. Sci., 55, 3493–3518.
33. Cetrone, J. y R. A. Houze, Jr., 2006: Characteristics of tropical convection over the ocean
near Kwajalein. Mon. Wea. Rev., 134, 834-853.
34. Grossman, R. L. y D. R. Durran, 1984: Interaction of low-level flow with the Western
Ghat Mountains and offshore convection in the summer monsoon. Mon. Wea. Rev., 112,
652–672.
35. Roca R., J.- P. Lafore, C. Piriou y J.-L. Redelsperger, 2005: Extratropical dry-air
intrusions into the West African monsoon midtroposphere: An important factor for the
convective cctivity over the Sahel. J. Atmos. Sci ., 62, 390-407.
36. Parsons, D., K. Yoneyama y J.-L. Redelsperger, 2000: The evolution of the tropical
western Pacific atmosphere-ocean system following the arrival of a dry intrusion. Quart. J.
Roy. Meteor. Soc., 126, 517-548.
37. R. Rogers and M. Yau, 1989: A Short Course in Cloud Physics, 3rd Edition, Butterworth-
Heinemann, Woburn, MA., 229 págs.
38. Squires, P., 1958: The microstructure and colloidal stability of warm clouds. Part II—The
causes of the variations in microstructure. Tellus, 10, 262–271.
39. Zipser, E. J., D. J. Cecil, C. Liu, S. W. Nesbitt y D. P. Yorty, 2006: Where are the most
intense thunderstorms on earth? Bull. Amer. Meteor. Soc., 87, 1057-1071.
40. Twomey, S., 1974: Pollution and the planetary albedo. Atmos. Environ., 8, 1251-1256.
41. Braham, R. R., 1968: Meteorological bases for precipitation development. Bull. Amer.
Meteor. Soc., 49, 343-353.
42. Rosenfeld, D., 1999: TRMM observed first direct evidence of smoke from forest fires
inhibiting rainfall. Geophys. Res. Lett., 26, 3105–3108.
43. Reisin, T., Z. Levin., S. Tzivion, 1996: Rain production in convective clouds as simulated
in an axisymmetric model with detailed microphysics. Part II: Effects of varying drops and
ice initiation. J. Atmos. Sci., 13, 1815-1837.
44. Hudson , J. G. y S. S. Yum, 2001: Maritime–Continental drizzle contrasts in small
cumuli. J. Atmos. Sci., 58,915–926.
45. Hudson, J. G. y S. Mishra 2007: Relationships between CCN and cloud microphysics
Variations in clean maritime air. Geophys. Res. Lett., 34, L16804.
46. Radke, L. F., J. A. Coakley y M. D. King, 1989. Direct and remote sensing observations of
the effects of ships on clouds. Science, 246, 1146-1149.
47. King, M.D., L. F. Radke y P.V. Hobbs, 1993: Optical properties of marine stratocumulus
clouds modified by ships. J. Geophys. Res., 98, 2729-2739.
48. Rosenfeld, D. y I. M. Lensky, 1998: Satellite-based insights into precipitation formation
processes in continental and maritime convective clouds. Bull. Amer. Meteor. Soc., 80,
2457-2477.
49. Rosenfeld D. y W. L. Woodley, 2003: Closing the 50-year circle: From cloud seeding to
space and back to climate change through precipitation physics. Capítulo 6 de Cloud
Systems, Hurricanes, and the Tropical Rainfall Measuring Mission (TRMM), editado por el Dr.
Wei-Kuo Tao y el Dr. Robert Adler, 234 págs., Meteorological Monographs 51, 59-80, AMS.
50. Andreae, M. O., D. Rosenfeld, P. Artaxo, A. A. Costa, G. P. Frank, K. M. Longo y M. A. F.
Silva-Dias, 2004: Smoking rain clouds over the Amazon. Science, 303. 5662, 1337–1342.
51. Y. J. Kaufman, I. Koren, L. A. Remer, D. Rosenfeld e Y. Rudich, 2005: Smoke, Dust and
Pollution Aerosol Clouding the Atlantic Atmosphere. Proceedings of the National Academy of
Sciences, 102, 11207-11212.
52. Ackerman, A. S., O. B. Toon, D. E. Stevens, A. J. Heymsfield, V. Ramanathan y E. J.
Welton 2000: Reduction of tropical cloudiness by soot. Science, 288, 5468, 1042–1047.
53. Rosenfeld, D., R. Lahav, A. P. Khain y M. Pinsky, 2002: The role of sea-spray in cleansing
air pollution over ocean via cloud processes. Science, 297, 1667–1670.
54. Williams, C.R., W. L. Ecklund y K. S. Gage, 1995: Classification of precipitating clouds in
the tropics using 915-MHz wind profilers. J. Atmos. Oceanic Technol., 12, 996-1012.
55. Houze R. A. Jr., 1997: Stratiform precipitation in regiones of convection: A
meteorological paradox? Bull. Amer. Meteor. Soc., 78, 2179–2196.
56. Redelsperger, J.-L., C. Thorncroft, A. Diedhiou, T. Lebel, D. J. Parker y J. Polcher, 2006:
African Monsoon Multidisciplinary Analysis (AMMA): An international research project and
field campaign. Bull. Amer. Meteor. Soc., 87, 1739–1746.
57. Simpson, J., C. Kummerow, W.-K. Tao y R. Adler, 1996: On the Tropical Rainfall
Measuring Mission (TRMM). Meteor. Atmos. Phys., 60, 19–36.
58. Schumacher, C. y R. A. Houze, Jr., 2003: Stratiform rain in the tropics as seen by the
TRMM Precipitation Radar. J. Climate, 16, 1739-1756.
59. Doesken, N., 2001: Rain gauges, are they really ground truth, COMET Webcast
[Disponible en http://meted.ucar.edu/qpf/rgauge/ ].
60. Huffman, G. J., R. F. Adler, P. A. Arkin, A. Chang, R. Ferraro, A. Gruber, J. E. Janowiak,
A. McNab, B. Rudolf y U. Schneider, 1997: The Global Precipitation Climatology Project
(GPCP) combined precipitation dataset . Bull. Amer. Meteor. Soc., 78, 5–20.
61. Adler, R. F., G. J. Huffman, A. Chang, R. Ferraro, P. Xie, J. Janowiak, B. Rudolf, U.
Schneider, S. Curtis, D. Bolvin, A. Gruber, J. Susskind y P. Arkin, 2003: The Version 2 Global
Precipitation Climatology Project (GPCP) Monthly Precipitation Analysis (1979-Present). J.
Hydromet., 4, 1147-1167.
62. Xie, P. y P. A. Arkin, 1997: Global precipitation: A 17-year monthly analysis based on
gauge observations, satellite estimates, and numerical model outputs. Bull. Amer. Meteor.
Soc., 78, 2539-2558.
63. Joyce, R. J., J. E. Janowiak, P. A. Arkin y P. Xie, 2004: CMORPH: A method that produces
global precipitation estimates from passive microwave and infrared data at high spatial and
temporal resolution. J. Hydromet., 5, 487-503.
64. Liu , C., E. J. Zipser y S. W. Nesbitt, 2006: Global distribution of tropical deep
convection: different perspectives from TRMM infrared and radar data. J. Climate, 20, 489–
503.
65. Kaser, G. y Osmaston, H., 2002: Tropical Glaciers. International Hydrological Series.
UNESCO-IHP/Cambridge University Press, Cambridge.
66. Sun, Y, S. Solomon, A. Dai y R. W. Portmann, 2006: How often does it rain? J.
Climate, 19, 916–934.
67. Christian, H. J., R. J. Blakeslee, D. J. Boccippio, W. L. Boeck, D. E. Buechler, K. T.
Driscoll, S. J. Goodman, J. M. Hall, W. J. Koshak, D. M. Mach y M. F. Stewart, 2003: Global
frequency and distribution of lightning as observed from space by the Optical Transient
Detector. J. Geophys. Res., 108, 4005.
68. Chang, P., L. Ji y H. Li, 1997: A decadal climate variation in the tropical Atlantic Ocean
from thermodynamic air-sea interactions. Nature, 385, 516-518.
69. Wang., B. e Y. Wang, 1999: Dynamics of the ITCZ -Equatorial cold tongue complex and
causes of the latitudinal climate asymmetry. J. Climate, 12, 1830-1847.
70. Philander, S. G. H., D. Gu, D. Halpern, G. Lambert, N.-C. Lau, T. Li y R. C. Pacanowski,
1996: The role of low-level stratus clouds in keeping the ITCZ mostly north of the equator. J.
Climate, 9, 2958-2972.
71. Myneni, R., Yang, W., Nemani, R., Huete, A., Dickinson, R., Knyazikhin, Y., Didan, K., Fu,
R., Juárez, R., Saatchi, S., Hashimoto, H., Ichii, K., Shabanov, N., Tan, B., Ratana, P.,
Privette, J., Morisette, J., Vermote, E., Roy, D., Wolfe, R., Friedl, M., Running, S., Votava, P.,
El-Saleous, N., Devadiga, S., Su, Y. y Salomonson, V., 2007: Large seasonal swings in leaf
area of Amazon rainforests. Proceedings of the National Academy of Sciences, 104 (12),
4820-4823.
72. Fu, R., W. Li, 2004: The influence of the land surface on the transition from dry to wet
season in Amazonia. Theoretical and Applied Climatology, 78, 97-110.
73. Li, W., R. Fu, 2004: Transition of the large-scale atmospheric and land surface conditions
from the dry to the wet season over Amazonia as diagnosed by the ECMWF re-analysis. J.
Climate, 17, 2637-2651.
74. Peterson, T. C. y R. S. Vose, 1997: An overview of the Global Historical Climatology
Network temperature data base. Bull. Amer. Meteor. Soc., 78, 2837-2849.
75. Magaña V., J. A. Amador y S. Medina, 1999: The midsummer drought over Mexico and
Central America. J. Climate, 12, 1577–1588.
76. Amador, J. A., V. Magaña y J. B. Perez, 2000: The low level jet and convective activity in
the Caribbean . Preprints 24th Conference in Hurricanes and Tropical Meteorology. Amer.
Meteor. Soc., Fort Lauderdale, Florida, 114–115.
77. Whyte, F. S., M. A. Taylor, T. S. Stephenson y J. D. Campbell, 2007: Features of the
Caribbean low level jet. Int. J. Climatol. (In press).
78. Wang, C., 2007: Variability of the Caribbean low-level jet and its relations to
climate. Clim. Dyn., 29., 411-422.
79. Madden, R. A. y P. R, Julian, 1994: Observations of the 40-50 day tropical oscillation: a
review. Mon. Wea. Rev., 122, 814-837.
80. Nesbitt, S. W. y E. J. Zipser, 2003: The diurnal cycle of rainfall and convective intensity
according to three years of TRMM measurements, J. Climate, 16, 1456-1475.
81. Gray, W. M. y R. W. Jacobson Jr., 1977: Diurnal variation of deep cumulus
convection. Mon. Wea. Rev., 105, 1171–1188.
82. Webster, P. J. y G. L. Stephens, 1980: Tropical upper-tropospheric extended clouds:
Inferences from winter MONEX. J. Atmos. Sci., 37, 1521–1541.
83. Dudhia, J., 1989: Numerical study of convection observed during the Winter Monsoon
Experiment using a mesoscale two-dimensional model. J. Atmos. Sci., 46, 3077–3107.
84. Keenan, T. y R. E. Carbone, 2007: Propagation and diurnal evolution of warm season
cloudiness in the Australian and Maritime Continent region. In press, Mon. Wea. Rev., 136,
973-994.
85. Laing, A. G., R. E. Carbone, V. Levizzani y J. Tuttle, 2007: The propagation and diurnal
cycle of deep convection in northern tropical Africa. Quart. J. Roy. Met. Soc., 134, 93-109.
86. Pereira, L.G. y S. A. Rutledge, 2006: Diurnal cycle of shallow and deep convection for a
tropical land and an ocean environment and its relationship to synoptic wind regimes. Mon.
Wea. Rev., 134, 2688–2701.
87. Haddad, Z. S., J. P. Meagher, R. F. Adler, E. A. Smith, E. Im y S. L. Durden, 2004:
Global variability of precipitation according to the Tropical Rainfall Measuring Mission, J.
Geophys. Res., 109, D17103.
88. Rasmusson, E. M. y P. A. Arkin, 1993: A global view of large-scale precipitation
variability. J. Climate, 6, 1495–1522.
89. Dewar R.E. y J. R. Wallis, 1999: Geographical patterning of interannual rainfall variability
in the tropics and near tropics: An L-Moments approach. J. Climate, 12, 3457–3466.
90. Borges-Coelho, J. y G. M. Littlejohn, 2000: Mozambique Country Case Study: Impacts
and Responses to the 1997-98 El Niño Event. Reducing the Impact of Environmental
Emergencies through early warning and preparedness: The case of 1997-98 El Niño, United
Nations Report [Disponible en línea en http://www.unu.edu/env/govern/El
Niño/CountryReports/inside/moambique.html , comprobado el 25 de febrero de 2008.]
91. Camberlin, P. y N. Phillippon, 2002: The East African March-May rainy season:
Associated atmospheric dynamics and predictability over the 1968-1997 period. J.
Climate, 15, 1002-1019.
92. Birkett, C., R. Murtugudde y T. Allan, 1999: Indian Ocean climate event brings floods to
East Africa's lakes and the Sudd marsh. Geophys. Res. Lett., 26, 1031–1034.
93. Nyenzi, B. S., 1988: Mechanisms of East African Rainfall Variability. Doctoral Thesis.
Department of Meteorology, Florida State University [Disponible en Dissertation Abstracts
International, Volume: 49-06, sección B, pág. 2232.]
94. Black, E. , 2005: The relationship between Indian Ocean sea-surface temperature and
East African rainfall. Philos. Trans. R. Soc., Ser. A, 363, 43–47.

Volver al comienzo de la página

Copyright 2011-2016 University Corporation for Atmospheric Research. Reservados todos los
derechos. Avisos legales

S-ar putea să vă placă și