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¿Qué es la fiebre?

La fiebre es una temperatura del cuerpo más elevada de lo normal. Una temperatura
normal puede variar de persona a persona, pero generalmente es alrededor de 98.6 ºF
o 37ºC. La fiebre no es una enfermedad. Por lo general, es una señal de que su
cuerpo está tratando de combatir una enfermedad o infección.

Las infecciones causan la mayoría de las fiebres. Tiene fiebre porque su cuerpo está
tratando de matar el virus o las bacterias que causaron la infección. La mayoría de
estas bacterias y virus sobreviven bien cuando su cuerpo está a su temperatura
normal. Pero si tiene fiebre, es más difícil para ellos sobrevivir. La fiebre también activa
el sistema inmunitario de su cuerpo.

Medicinas, incluyendo antibióticos, medicinas para la presión arterial y medicinas


anticonvulsivas

Enfermedades por el calor

Cánceres

Enfermedades autoinmunes

Algunas vacunas para niños

La fiebre es un síndrome (conjunto de síntomas y signos) cuyo signo principal es la


hipertermia, aunque no es imprescindible, pues puede haber fiebre sin hipertermia.
Decimos que la hipertermia es el signo principal, el más frecuente, el más fácil de
medir, y el primero que se manifiesta. La fiebre es la respuesta del organismo a
agentes de naturaleza infecciosa (que es lo más frecuente) o a causas no infecciosas
(toxinas de resorción, lesiones en ciertos territorios nerviosos, etc). Hablamos así de
fiebre séptica en el primer caso y aséptica en el segundo.

Niveles de Fiebre

 Hipertermia: Elevación transitoria de la temperatura debido a un desequilibrio


entre la producción y disipación de calor. La hipertermia sin fiebre puede
deberse a la incapacidad de perder suficiente calor (en un ambiente cálido, por
ejemplo) o a la administración de algunos fármacos (como el Haloperidol,
utilizado para disminuir la agitación en personas con alcoholismo y en
personas mayores con demencia).
 Febrícula: Temperatura corporal entre 37º y 38º C.
 Fiebre propiamente dicha: Cuando la temperatura corporal es superior a 38º C,
bien por la acción de sustancias elaboradas por el propio organismo que
actúan sobre el centro neurológico de la termorregulación (pirógenos
endógenos), bien por agentes externos, normalmente infecciosos (pirógenos
exógenos).

 Fiebre de corta evolución: Fiebre de menos de 2-3 semanas de evolución,


que se resuelve con o sin tratamiento, sin establecer en ocasiones su
causa.
 Fiebre prolongada o de origen inicialmente desconocido: Es la fiebre mayor
de 38,3º C en varias ocasiones, y cuando después de una semana de
estudio en el hospital o de 3 visitas del médico, no se ha podido establecer
la causa.
 Hiperpirexia: Cuando la temperatura axilar es igual o mayor que 41 °C. (O
cuando la temperatura rectal es igual o superior a 42 °C)
En el ser humano, las temperaturas superiores a 42 °C son mortales usualmente,
siempre que dudemos de la temperatura axilar de un paciente, podremos tomar la
temperatura rectal. La temperatura real del paciente será la que el termómetro nos
indique restando 1 °C a la temperatura mostrada. Por ejemplo, si un paciente muestra
una temperatura axilar y dudamos de si es la temperatura correcta (vamos a poner el
caso de un paciente que presenta signos y síntomas de fiebre pero el termómetro nos
muestra una temperatura de 37 °C), entonces tomaremos la temperatura rectal. Si el
termómetro nos indica 39.5 °C, restaremos 1 °C y esa será la temperatura indicativa
(38.5 °C).
Causas de la fiebre
La fiebre está relacionada habitualmente con la estimulación del sistema inmunitario
del organismo, ya que ayuda a combatir a determinados organismos que causan
enfermedades.
La fiebre se produce cuando un área del cerebro llamada «hipotálamo» —también
conocida como el «termostato» del cuerpo— aumenta el punto de referencia de la
temperatura normal del cuerpo. Cuando esto sucede, es probable que sientas frío y
que debas abrigarte o envolverte en una manta, o puedes tener escalofríos para
generar más calor corporal, lo que, con el tiempo, tendrá como consecuencia una
mayor temperatura corporal. La temperatura corporal normal varía durante el día: es
más baja por la mañana, y más alta por la tarde y la noche. Aunque la mayoría de las
personas considera que 98,6 °F (37 °C) es una temperatura normal, tu temperatura
corporal puede variar por un grado o más —desde 97 °F (36,1 °C) hasta 99 °F
(37,2 °C), y aun así ser normal.

Entre las causas más comunes tenemos:

Fiebre de corta evolución:


 Origen infeccioso: Es lo más frecuente, virus y bacterias fundamentalmente.
Como procesos típicos tenemos la infección de las vías respiratorias
(amigdalitis y neumonía), la gastroenteritis, la peritonitis, la meningitis, la
infección de las vías urinarias, la infección de la piel y del tejido subcutáneo
(celulitis).
 Origen no infeccioso: La inflamación de las articulaciones por ácido úrico
(gota) y la ingesta de algunos fármacos en personas predispuestas.
Fiebre prolongada:
 Infecciones: Representan del 30 al 50% de los casos. Así tenemos la
tuberculosis y la fiebre tifoidea.
 Tumores malignos: Aproximadamente una cuarta parte de los casos.
 Ingesta de fármacos.
 Enfermedades por afectación hormonal, como el hipertiroidismo.
 De causa no aclarada: En el 5% de los casos no se encuentra causa que la
justifique (a veces puede tratarse de fiebre ficticia provocada, como en
algunos niños y enfermos mentales).
 Algunas vacunas, como la vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina acelular
(DTaP); o la neumocócica

Signos y síntomas de la fiebre

Los signos de la fiebre son:

 Trastornos circulatorios: El pulso aumenta en forma paralela con la temperatura; a


cada grado de elevación de temperatura corresponde un aumento de 10-15
pulsaciones por minuto. Se habla de fiebre dinámica cuando el pulso es
fuerte; fiebre adinámica cuando el pulso es débil desde el principio y consecutivo
al agotamiento cardíaco, y de fiebre disociada cuando no se observa aumento de
pulsaciones junto con el aumento de temperatura.

 Presión arterial: Aumenta al estallar un acceso agudo de fiebre, pero cuando la


temperatura se estabiliza, suele estar normal o subnormal. Cuando la temperatura
central aumenta rápidamente hay vasoconstricción periférica (el enfermo siente
frío y tiene temblores febriles: éste es el estado de escalofrío). En este momento la
temperatura corporal sube porque el calor producido supera ampliamente al
eliminado. Llegada la temperatura a su máximo sobreviene una vasodilatación
periférica (el individuo siente calor y busca lugares frescos, hay sudor profuso,
flacidez muscular y rápida caída de la temperatura). En este momento predomina
la pérdida de calor sobre la producción.

 Trastornos respiratorios: La frecuencia respiratoria aumenta con relación al


aumento de temperatura (polipnea térmica).

 Trastornos digestivos: Las secreciones del aparato digestivo en general se hallan


disminuidas, al igual que el peristaltismo gastrointestinal, ya que hay tendencia al
estreñimiento. Hay también apetito disminuido o abolido, pero, en cambio, la sed
aumenta.

 Trastornos humorales: Durante la fiebre, la sangre se concentra y disminuye la


cloremia, así como la excreción de cloruros y la cantidad de orina. Esto se produce
aunque se ingieran cloruros en cantidad suficiente. Y si aumenta más aún, se
observa que se retienen fácilmente en el líquido intersticial. En el momento del
descenso de la temperatura la sangre se diluye, se produce una poliuria y hay una
descarga de los cloruros retenidos.
Existe también un aumento del catabolismo proteico durante la fiebre con una mayor
excreción de urea, que se acentúa en el momento del descenso de la temperatura.
También el catabolismo graso aumenta durante la fiebre. Y cuando la dieta no aporta
bastantes hidratos de carbono se produce una tendencia a la acidosis. En el análisis
de orina verificamos una albumina llamada febril.

 Trastornos del sensorio: El individuo se encuentra paranoico, delirante y en ciertos


casos deprimido.

 Facies: Observamos lo que se denomina facies febril. Así el sujeto febril presenta
una expresión poco vivaz, hay atontamiento y hasta a veces delirio.

 Hipertermia: Como habíamos dicho, es el signo principal de la fiebre, aunque no


imprescindible, y es un aumento en la temperatura corporal por encima de lo que
se considera normal, y que es causado por un evento fisiopatológico
(infección, inflamación). No hay que confundir la fiebre con la hipertermia.
 La temperatura normal del cuerpo humano oscila entre 35 y 37 °C.1 Las fiebres por
encima de los 40,5 °C pueden amenazar proteínas de vital importancia,
provocando estrés celular, infarto cardíaco, necrosis de tejidos,
ataques paroxísticos y delirios
Debido al sistema inmunitario poco desarrollado con el que cuentan los niños, son más
propensos a sufrir fiebres elevadas.
Entre los síntomas se encuentran:

 Sudoración

 Sensación de frío y escalofríos

 Dolor de cabeza

 Dolores musculares

 Pérdida de apetito

 Irritabilidad

 Deshidratación

 Debilidad general

Los niños de entre 6 meses y 5 años pueden tener convulsiones febriles.


Aproximadamente un tercio de los niños que tienen una convulsión febril tendrán otra,
en general, dentro de los próximos 12 meses.

Los signos clínicos son:

Inicio (estado frío o de escalofríos)

 Incremento de la frecuencia cardiaca.


 Incremento de la frecuencia y la profundidad respiratoria.
 Temblores que se deben al incremento de contriciones y tensión músculo-
esquelética.
 Piel pálida y fría debido a la vasoconstricción.
 Quejas de sensación de frío.
 Lechos ungueales cianóticos debido a la vasoconstricción.
 Aspecto de “piel de gallina” debido a la contracción de los músculos erectores del
pelo.
 Detención de la sudoración.
 Aumento de la temperatura corporal.
 Pérdida de concentración.
Curso

 Ausencia de escalofríos.
 Piel que se nota caliente.
 Sensación de no tener ni frío ni calor.
 Incremento del pulso y la frecuencia respiratoria.
 Incremento de la sed.
 Deshidratación de leve a severa.
 Ligera somnolencia, incapacidad para descansar, o delirio y convulsiones debido a
irritación de las células nerviosas.
 Lesiones de herpéticas en los labios.
 Pérdida de apetito (si la fiebre es prolongada).
 Apatía, debilidad y dolores musculares debido al catabolismo proteico.
 Defervescencia (declinación de la fiebre).
 La piel aparece enrojecida y se nota caliente.
 Sudoración.
 Disminución de los escalofríos.
 Posible deshidratación.
Efectos y complicaciones de la fiebre
 Taquicardia
Es la elevación de la frecuencia del corazón, de tal forma que por cada grado centígrado de
subida de la temperatura corporal, por encima del 37º C, se produce un incremento de 10-
15 latidos en el ritmo cardiaco. Ello puede ser muy grave e incluso fatal en pacientes
cardiológicos, especialmente ancianos.
 Taquipnea
Es el aumento de la frecuencia respiratoria, siendo el ritmo normal respiratorio de 12-18
respiraciones por minuto. Este hecho produce una disminución del CO2 (dióxido de carbono)
en los capilares pulmonares, lo que puede producir sensación de hormigueos en las
extremidades.
 Disminución del umbral epileptógeno (favoreciendo crisis convulsivas)
La fiebre puede desencadenar una crisis en pacientes epilépticos, así como en pacientes muy
jóvenes o muy viejos y en los debilitados. Por ello, siempre debe descartarse la existencia de
fiebre en pacientes que acuden al hospital por una crisis convulsiva, especialmente en niños.
Por si solas no son una enfermedad, sino la manifestación de un trastorno de la función
cerebral que se expresa de forma súbita.
Igualmente, la propia convulsión puede causar una elevación de la temperatura durante las
horas siguientes.
 Deshidratación
La elevación de la temperatura corporal conduce a un aumento de la eliminación de
agua a través del sudor y de la respiración acelerada. Si la causa de la fiebre es una
gastroenteritis, se suma la deshidratación producida por los vómitos y las diarreas.
 Pérdida de masa corporal
En el paciente con fiebre prolongada se produce un exceso del metabolismo celular, por lo
que será necesario administrar dietas ricas en calorías. Si no, se produce cansancio,
adelgazamiento y pérdida de masa muscular.
 Síndrome de abstinencia
En pacientes adictos a drogas (como la heroína) y alcohol la presencia de fiebre puede
provocar abstinencia. Este cuadro se produce en pacientes alcohólicos crónicos y/o
adictos a drogas cuando llevan algún tiempo sin probar la droga o el alcohol, y
consiste en ansiedad, inquietud, irritabilidad, lagrimeo, sudoración, vómitos, temblores
y dolor abdominal, pudiéndose producir convulsiones y parada cardiaca. La presencia
de un proceso febril puede disparar el cuadro.

 Convulsión febril
Es posible que los niños de entre 6 meses y 5 años sufran convulsiones provocadas
por la fiebre (convulsiones febriles) que suelen suponer la pérdida del conocimiento y
temblores en las extremidades a ambos lados del cuerpo. Aunque es alarmante para
los padres, la gran mayoría de las convulsiones febriles no causa efectos duraderos.

Son convulsiones breves, de menos de 10 minutos de duración, generalizadas sin


fenómenos post ictales ocurren en las primeras 24 horas del comienzo de la fiebre.

Cuando los niños pequeños tienen una convulsión, a menudo es causada por una
fiebre superior a 102 ° F (38,9 ° C). Estos se llaman “ataques de fiebre” o
“convulsiones febriles”. Las convulsiones febriles pueden ocurrir en niños de 6 meses
a 5 años, pero son más comunes en niños de entre 12 meses y 18 meses.

Generalmente, las convulsiones febriles no son perjudiciales para un niño. Una


convulsión febril no causa daño cerebral. Además, su hijo no puede tragar su lengua
durante un ataque. (Es físicamente imposible que alguien se trague la lengua). Las
convulsiones febriles generalmente duran unos minutos. Es muy raro que una
convulsión febril dure más de 5 minutos. Por lo general, un niño que ha tenido una
convulsión febril no necesita ser hospitalizado y probablemente no necesite
radiografías ni una electroencefalografía. Es posible que solo necesite que su médico
de cabecera lo vea para que pueda descubrir la causa de la fiebre.

Las convulsiones febriles se desencadenan por la fiebre, pero la infección es lo que


causa la fiebre. Es más probable que su hijo tenga una fiebre alta a causa de una
infección viral que una infección bacteriana. Ejemplos de infecciones virales son la
gripe, el resfriado y la roséola.

Si se produce una convulsión, realiza lo siguiente:

 Recuesta a tu hijo de costado o boca abajo en el piso


 Quita cualquier objeto filoso que esté cerca de tu hijo
 Afloja la ropa ajustada
 Sujeta a tu hijo para evitar que sufra lesiones
 No coloques nada en la boca de tu hijo ni intentes detener la convulsión
 No intente bajar la fiebre de su hijo colocándolo en una bañera fría,
especialmente durante una convulsión.

Pirógenos Exógenos
Son sustancias externas al cuerpo humano. Puede tratarse de microorganismos,
productos de los microorganismos como endotoxinas liberadas por bacterias gram (–), o
el ácido lipoteicoico o el Peptidoglicanos de las bacterias gram (+); agentes químicos
(anfotericina, fenotiazidas).
En general los pirógenos exógenos actúan sobre todo estimulando a las células del
huésped (monocitos y macrófagos) para que sinteticen pirógenos endógenos.

Origen microbiano

 Bacterias gram (–)


 Lipopolisacáridos
 Bacterias gram (+)
 Peptidoglicanos
 Exotoxinas
 Hongos
 Mico bacterias
 Espiroquetas
 Virus
Origen no microbiano

 Complejos inmunes
 Inducidos por la linfocina
 Esteroides pirógenos
 Polinucleótidos
 Bleomicina
 Coadyuvantes sintéticos
 Cristales de urato

Pirógenos Engodenos

 Los pirógenos endógenos son citoquinas que inducen fiebre e incluyen


ala Interleucina-1 (IL-1), IL-6, IL-8, IL-12, macrophage-inflammatory protein-1 (MIP-
1), interferón-g (IFN-g) y el factor de necrosis tumoral (TNF).
 Polipéptidos producidos por una gran variedad de células del hospedador como
los monocitos o macrófagos, células neoplásicas que explican la existencia de
fiebre en cánceres.
Los pirógenos endógenos son polipéptidos elaborados por distintas células del
huésped. Formados localmente o en todo el organismo penetran a la circulación y
producen fiebre actuando sobre el centro termorregulador del hipotálamo

Prevención de la fiebre

Puedes prevenir la fiebre si reduces tu exposición a enfermedades infecciosas. A


continuación, te damos algunos consejos que pueden ayudarte:

 Lávate las manos con frecuencia y enséñales a tus hijos a hacer lo mismo,
principalmente antes de comer, luego de ir al baño, después de pasar tiempo
en lugares con mucha gente o con una persona enferma, luego de tocar
animales y de viajar en transporte público.
 Muéstrales a tus hijos cómo lavarse bien las manos: abarcando ambos lados
de cada mano con jabón y enjuagando por completo bajo el agua corriente.
 Lleva contigo desinfectante para manos para cuando no tengas acceso a agua
y jabón.
 Evita tocarte la nariz, la boca y los ojos, ya que estas son las principales vías
por las que los virus y las bacterias pueden ingresar al cuerpo y causar
infecciones.
 Cúbrete la boca cuando tosas y la nariz cuando estornudes, y enséñales a tus
hijos a hacer lo mismo. Siempre que sea posible, aléjate de otras personas
cuando estornudes o tosas para evitar la propagación de gérmenes.
 Evita compartir vasos, botellas de agua y utensilios con tu hijo o hijos
 Mantenga siempre una buena hidratación con seis a ocho vasos de agua al
día.
 Evite ponerse en contacto estrecho con personas que presenten enfermedades
infecciosas.
 No se mantenga por mucho tiempo rayo del sol.
 Evite cambios bruscos de temperatura.
 Para enfriar el cuerpo, dese baños de agua fría con esponja.
 No use alcohol para friccionar, pues genera emanaciones malsanas.
 Nunca le dé aspirina a un niño cuando tenga fiebre.
 Cúbrase adecuadamente cuando la temperatura es baja.
 No consuma alimentos sólidos mientras tenga fiebre y dolor en las
articulaciones. Luego, realice una dieta ligera que incluya frutas y vegetales
frescos, yogur, queso y jugos de fruta.
 Tómese la temperatura continuamente para controlar que no suba demasiado.

Diagnostico de fiebre
Siempre debe realizarse mediante la termometría clínica, y constatada por el médico

 Antecedentes personales
Nos permiten sospechar el cuadro actual y valorar la gravedad del paciente. Así, por
ejemplo, ante los antecedentes de cólicos renales, si el paciente refiere fiebre,
molestias urinarias y dolor al golpear con el puño en la zona lumbar, podemos
sospechar una pielonefritis, es decir, infección renal grave que requiere un tratamiento
agresivo.
Debemos preguntar por la existencia de enfermedades cardiacas y respiratorias, que
se pueden agravar por la fiebre excesiva y que obligan a un tratamiento inmediato.
También la existencia de disminución en la inmunidad, ya sea por tratarse de un
paciente VIH positivo, en cuyo caso los gérmenes causantes de la fiebre suelen ser
muy agresivos requiriéndose el ingreso hospitalario, o bien por la toma de fármacos
como los corticoides.
 Antecedentes epidemiológicos
Preguntaremos por la presencia de casos similares en la familia o en el trabajo, el
lugar de residencia, la profesión, si existen contactos con animales, los hábitos
personales, viajes a países exóticos y la toma de fármacos. Este último aspecto es
muy importante, y deberemos preguntar no sólo por los fármacos que pueden haber
ocasionado la fiebre (normalmente en estos casos la fiebre aparece durante los
primeros diez días tras la toma), sino también por aquellos que pueden modificar el
cuadro febril (corticoides y antipiréticos, como la aspirina y derivados).
 Enfermedad actual
La forma de inicio, el curso de la fiebre y las molestias acompañantes pueden ser muy
útiles para establecer una sospecha diagnóstica. Así, ante la presencia de fiebre
acompañada de náuseas, vómitos y diarreas intensas tras la ingesta de mayonesa en
un restaurante, sospecharemos gastroenteritis por Salmonella. Otras veces las
molestias son inespecíficas y no nos orientan hacia el agente causal: mialgias (dolores
musculares), artralgias (molestias en las articulaciones) y escalofríos (temblores que
duran segundos o minutos con sensación de frío, castañeteo de dientes y, a veces
erección pilosa).
 Toma de constantes vitales
Se registrará la temperatura, la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria y la
presión arterial. Estos parámetros nos permiten realizar una primera evaluación
objetiva de la gravedad del paciente.
 Exploración física por aparato
Mediante la inspección (por ejemplo, de manchas en la piel), palpación (buscando
zonas dolorosas o inflamación de algunos órganos), percusión (en las gastroenteritis,
por ejemplo, al percutir se oye un sonido timpánico que traduce la producción de gas
por los gérmenes) y auscultación mediante fonendoscopio (en lesiones pulmonares
ocupantes de espacio, como la pus de una neumonía, no se oirá la entrada de aire).
 Exploraciones complementarias
En ocasiones es necesario realizar análisis de sangre, orina, radiografías y otras
pruebas más específicas, como los cultivos del germen causante de la fiebre.

¿Cómo tomar la temperatura?

 Para tomarte la temperatura o la de tu hijo, puedes elegir diferentes tipos de


termómetros, incluidos los orales, los rectales, los de oído (timpánicos) y los de
frente (arteria temporal).
 Aunque no es la forma más precisa de tomar la temperatura, puedes utilizar un
termómetro oral para obtener una lectura de la axila (axilar) de la siguiente
manera:
 Coloca el termómetro en la axila y ubica los brazos o los de tu hijo sobre el
pecho.
 Espera entre cuatro y cinco minutos. La temperatura axilar es ligeramente más
baja que la temperatura oral.
 Si llamas al médico, infórmale el número real que dio el termómetro y en qué
parte del cuerpo tomaste la temperatura.
 Usa un termómetro rectal para los lactantes:
 Coloca una pequeña cantidad de jalea de petróleo en la ampolleta.
 Recuesta a tu bebé boca abajo.
 Introduce con cuidado la ampolleta entre 1/2 pulgada y 1 pulgada (1,3 cm a
2,5 cm) en el recto del bebé.
 Sostén la ampolleta y a tu bebé quietos durante tres minutos.
 No sueltes el termómetro mientras está en el interior de tu bebé. Si el bebé se
retuerce, el termómetro podría llegar más profundo y causar una lesión.

Tipos de temperatura

 36 °C: temperatura normal del cuerpo; esta puede oscilar entre 36 y 37 °C


 37 °C (febrícula): temperatura superior a 37 °C pero inferior a 38 °C durante 24
horas
 38 °C (pirexia): existe abundante sudor acompañado de rubor,
con taquicardias y disnea. Puede surgir agotamiento. Los epilépticos y los niños
pueden sufrir convulsiones llegados a este punto.
 39/40 °C: mareos, vértigos, deshidratación, debilidad, náuseas, vómitos, cefalea y
sudor profundo.
 41 °C (urgencia): todo lo anterior más acentuado; también puede existir confusión,
alucinaciones, delirios y somnolencia.
 42 °C: además de lo anterior, el sujeto puede tener palidez o rubor. Puede llegar
al coma, con hipertensión o hipotensión y una gran taquicardia.
 43 °C: normalmente aquí se sucede la muerte o deja como secuelas diversos
daños cerebrales, se acompaña de convulsiones continuas y choque. Puede
existir la parada cardiorrespiratoria.
 44 °C: en la mayoría de los casos la muerte se sucede a los 43 °C de temperatura,
no obstante, hay algunos casos de gente que ha alcanzado los 44 °C de
temperatura.
 45 °C: muy pocas personas han sobrevivido a los 45 °C de temperatura, ya que
normalmente la muerte suele producirse entre los 42 y 44 °C. Normalmente suele
haber daños cerebrales graves, aunque hay casos de personas que tras alcanzar
esa temperatura, han llevado una vida normal.
Frío

 35 °C: temperatura levemente baja. La temperatura normal del cuerpo humano


oscila entre los 36 y 37 °C
 34 °C: se llama hipotermia cuando la temperatura es menor a 35 °C. Hay temblor
grave, pérdida de capacidad de movimiento en los dedos, cianosis y confusión.
Puede haber cambios en el comportamiento.
 33 °C: confusión moderada, adormecimiento, arreflexia, progresiva pérdida de
temblor, bradicardia, disnea. El sujeto no reacciona a ciertos estímulos.
 32 °C (emergencia): alucinaciones, delirio, gran confusión, muy adormilado
pudiendo llegar incluso al coma. El temblor desaparece, el sujeto incluso puede
creer que su temperatura es normal. Hay arreflexia, o los reflejos son muy débiles.
 31 °C: existe coma, es muy extraño que esté consciente. Ausencia de
reflejos, bradicardia grave. Hay posibilidad de que surjan graves problemas
de corazón.
 28 °C: alteraciones graves de corazón, pueden acompañarse de apnea e incluso
de aparentar o estar muerto.
 26 a 24 °C o inferior: aquí la muerte normalmente ocurre por alteraciones
cardiorrespiratorias, no obstante, algunos pacientes han sobrevivido estando
aparentemente muertos a temperaturas inferiores a 14 °C.

Tipos de Fiebre

 Fiebre chikunguña
 Fiebre aftosa humana
 Fiebre aftosa del ganado (glosopeda)
 Fiebre amarilla
 Fiebre botonosa mediterránea
 Fiebre de las Montañas Rocosas o fiebre manchada
 Fiebre de Malta o fiebre mediterránea o enfermedad de Bang (brucelosis
humana).
 Fiebre de origen desconocido (FOD)
 Fiebre del heno (rinitis alérgica)
 Fiebre eruptiva
 Fiebre héctica
 Fiebre hemorrágica del dengue
 Fiebre hemorrágica viral
 Fiebre intermitente
 Fiebre paratifoidea
 Fiebre puerperal
 Fiebre Q
 Fiebre reumática
 Fiebre terciana
 Fiebre tifoidea
Tratamiento de la fiebre

Hay que tener en cuenta que no siempre es necesario combatir la fiebre ligera
(décimas de fiebre), salvo en casos de embarazo, niños con convulsiones febriles o en
pacientes con enfermedad cardiaca, respiratoria o cerebral.
Medidas generales:
 Mantener en ambiente no caluroso.
 Hidratar adecuadamente al paciente.
 Proporcionar una nutrición equilibrada.
Medidas físicas:
 Disminución de la temperatura ambiental.
 Compresas de agua fría sobre la superficie cutánea.
 Ingesta de fármacos.
 Baño corporal con agua templada.
Fármacos:
 Paracetamol cada 4-6 horas, mejor así que de forma intermitente, pues
entonces se acentúan los escalofríos y los sudores. Se prefiere en principio
el Paracetamol en los niños porque no enmascara los signos inflamatorios y
presenta menos efectos secundarios indeseables.
 Acido Acetil Salicílico cada 4-6 horas.
 AINES (un grupo de fármacos llamados Antiinflamatorios No Esteroides"
entre los que se encuentran la Indometacina y el Ibuprofeno). Útiles para
tratar la fiebre de un proceso maligno.
 Metamizol, útil bebido o en uso endovenoso con gotero.

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