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Estadio preoperacional (de 2 a 7 años)

Denominada también niñez temprana, para Papalia, Feldman & Martorell (2012) esta etapa se
caracteriza por la generalización del pensamiento simbólico, o capacidad representacional. Los
niños se desempeñan en la ampliación de su mundo a través de habilidades lingüísticas y dando
solución a problemas más complejos. Se considera que en dicha etapa lo niños no han alcanzado
todavía las habilidades mentales necesarias para entender las operaciones lógicas.

Craig & Baucum (2009) a su vez dividen este periodo en: el periodo pre conceptual caracterizado
por el incremento en el empleo los símbolos y del juego simbólico (de dos a cuatro años de edad) y
el periodo intuitivo de transición (de cinco a los siete años) donde el niño empieza a distinguir la
realidad mental de la física y también a comprender la causalidad de las cosas.

Aspecto social:

A partir de los 3 años se produce un hecho importante en la vida de un niño, la escolarización


(Educación Infantil). Esto supone un componente social muy importante.

 El niño empieza a relacionarse con los demás, en especial con sus iguales, ya que antes de
este período, las relaciones eran únicamente con la familia.
 Hablar en tercera persona refiriéndose a uno mismo es muy normal en este periodo porque
aún no tiene bien definido el concepto del “yo” que lo separa con el resto del mundo.
 En esta etapa los niños atribuyen sentimientos o pensamientos humanos a objetos. Este
fenómeno se conoce como animismo.

Emocional:

 Hacia los 2 años el niño es consciente de la mirada de las otras personas, por lo que precisa
de su aprobación como forma de refuerzo y afianzamiento de su personalidad. Es a partir
de los 4 años, coincidiendo con los inicios de la escolarización, cuando entra en juego otro
aspecto fundamental: el desarrollo de un lenguaje más rico y fluido, con un léxico emocional
mucho más complejo, que le permitirá comprender la realidad, comunicar experiencias y
expresar sentimientos mucho más elaborados.

Cognitivo:

 Aunque entre los 3 y los 7 años se produce un enorme aumento de vocabulario, los niños
durante la primera infancia, se rigen por un “pensamiento egocéntrico”, esto quiere decir,
que el niño piensa de acuerdo a sus experiencias individuales, lo que hace que su
pensamiento aún sea estático, intuitivo y carente de lógica. Por ello, es frecuente que, hasta
los 6 años, puedan cometer errores tanto para interpretar un suceso, como para expresarlo.
 A través del juego simbólico se desarrollan muchas de sus destrezas de los niños y permiten
que se vayan formando una imagen del mundo. A través del juego se adquieren los roles y
situaciones del mundo que nos rodea.
 No tienen la capacidad de ponerse en el lugar del otro hasta los 4 o 5 años. El niño hasta esa
edad, cree que “los demás ven y piensan como lo hace él”.
 Los niños a esta edad, entre 2 y 7 años, tendrán mucha curiosidad y ganas de conocimiento,
por lo que preguntarán a sus padres el “por qué” a muchas cosas.
 Hasta los 5 años no saben mentir ni hacer uso de la ironía.

Avances del pensamiento preoperacional

Los avances de este periodo sobretodo del pensamiento simbólico vienen acompañados de
una serie de comprensiones que ayudan a ampliar el entendimiento del entorno. Esta
comprensión generalmente tiene origen en la infancia y niñez temprana, pero se logra
completar con plenitud en la niñez media.

a) La función simbólica: Esta función implica una diferencia marcada entre los infantes y los
niños de dos años. Estos adquieren el empleo de acciones, palabras o imágenes para
representar objetos y hechos. Es decir, no se tiene que establecer un contacto
sensoriomotor con un objeto, persona o evento para pensar en él.

Ejemplo: Valeria le pregunta a su madre por los elefantes que vieron en el circo varios meses
antes.

b) Comprensión de los objetos en el espacio: A los tres años de edad aproximadamente,


los niños captan de manera fiable las relaciones entre dibujos, mapas o modelos a escala
con los objetos o espacios que representan.

c) Comprensión de la causalidad: Para Piaget los niños pre operacionales no son capaces
de razonar lógicamente acerca de la causalidad, relacionan dos sucesos exista o no una
relación causal lógica. Por ejemplo, un niño puede pensar que sus malos pensamientos o
comportamientos causaron la enfermedad de su madre.
Sin embargo, en evaluaciones de acuerdo a su edad se puede observar que muestran un
razonamiento causal flexible apropiado al tema, por ejemplo, una explicación física puede
ser: “Las tijeras tienen que estar limpias para que yo pueda cortar mejor”. Además de esto
los niños pre operacionales consideran que todas las relaciones causales son predecibles
(una persona que salta va a caer).

d) Comprensión de las identidades y categorización: En el proceso de comprensión del


mundo desarrollan un concepto de identificación que les permite darse cuenta que muchas
cosas en esencia son las mismas incluso si cambian de forma, tamaño o apariencia.
Asimismo, en el caso de la categorización el niño identificará semejanzas y diferencias,
logrando clasificar por ejemplo en base a criterios como el color y la forma, o a las personas
como “buenas”, “malas”, simpáticas, etcétera.

e) Empatía: Son capaces de imaginar cómo se sienten los demás, por ejemplo: Tatiana trata
de consolar a su amiga cuando ve que está triste.

f) Comprensión del número: En una investigación realizada por Karen Wynn se observó que
incluso los bebés de cuatro meses y medio tienen un concepto muy básico de número. A los
cuatro años el niño ya empieza a poseer términos para comparar cantidades, dicen que una
casa es más grande que otra o que una botella contiene más líquido que otra. Saben que, si
tienen una moneda y reciben otra, tienen más dinero que antes y que si se les quita una
moneda tendrán menos. Lo que quiere decir que pueden contar y trabajar con cantidades.

g) Teoría de la mente:
Son conscientes de la actividad mental y del funcionamiento de la mente.

Piaget (1929) fue el primer personaje en estudiar la teoría de mente de los niños, llegando
a la conclusión de que los niños menores de seis años no pueden distinguir entre los
pensamientos. Sin embargo, investigaciones posteriores con una metodología más
adecuada adaptadas a la edad y con preguntas concretas demuestran que los niños entre
dos a cinco años de edad tienden a aumentar su conocimiento sobre los procesos mentales.
De esta manera se puede observar, por ejemplo, que niños de tres años pueden distinguir
entre alguien que tiene una galleta y otro que piensa en la galleta, y a su vez darse cuenta
de que persona puede tocarla, comerla o compartirla.
UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL
FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Curso: Psicología del Desarrollo I

Docente: Elvira Rivadeneyra de la Torre

Alumna: Sthefanny Flores Sandoval

Sección: 3er ciclo “C”

Lima - Perú

2018

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