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DEDICATORIA

Quiero agradecer en primer lugar a Dios, por guiarme en el camino y fortalecerme


espiritualmente para empezar un camino lleno de éxito. Así, quiero mostrar mi gratitud a todas
aquellas personas que estuvieron presentes en la realización de este trabajo que es tan
importante para mí, agradecer todas sus ayudas, sus palabras motivadoras, sus conocimientos, sus
consejos y su dedicación. Gracias querida profesora con todo lo que me ha enseñado, me han
hecho que me convierta en una mejor persona, mi educación no habría sido la misma sin una
persona como usted. Por último, quiero agradecer a la base de todo, a mi familia, en especial a mis
padres, que quienes con sus consejos fueron el motor de arranque y mi constante motivación,
muchas gracias por su paciencia y comprensión, y sobre todo por su amor. ¡Muchas gracias por
todo!

INTRODUCCIÓN
La melodía y el ritmo van de la mano desde los inicios de la historia musical, la constante
búsqueda de nuevos sonidos llevaba a empezar a usar dos voces simultaneas y de ese modo se
empezó a hablar de armonía. El estudio de la Armonía en la música es fundamental para todo
musico sea de instrumento de cuerda fortada, cuerda pulsada, de vientos, incluso a los de
percusión. Para el estudio de la Armonía es necesario tener conocimiento de la Teoría Musical
Básica, incidiendo en el reconocimiento de intervalos tanto escritos como auditivamente. Luego
conocer la formación de una escala musical mayor o menor. El manejo de intervalos es
fundamental. Para los músicos de instrumentos de viento es necesario tener conocimientos de
que escala está ejecutando y que opciones de varios tiene, se puede cambiar el modo en la
interpretación (ya sabrán a que me refiero con modos), saber improvisar teniendo en cuenta la
sensación del acorde en el cual están navegando. El conocimiento del campo armónico en la
música te abre paso a un mundo de muchas posibilidades y curiosidades las cuales deben ser
satisfechas lo más pronto posible. En el trabajo, profundizaremos en el tema de la armonía
musical, haciendo primero una pequeña introducción histórica sobre la armonía, etimología,
concepto, clasificación, características e importancia.

ETIMOLOGIA
El término «armonía» deriva del griego ἁρμονία (la diosa Harmonía), que significa ‘acuerdo,
concordancia’3 y este del verbo ἁρμόζω (harmozo): ‘ajustarse, conectarse’.4 Sin embargo, el
término no se utilizaba en su acepción actual de armonía polifónica (relación ordenada entre
varias melodías superpuestas, formando un todo que mantiene cierta autonomía respecto de cada
una de las partes), ya que la ejecución simultánea de notas distintas (exceptuando las octavas, que
el oído humano percibe como idénticas) no formó parte de la práctica musical de Occidente hasta
entrada la Edad Media.
CONCEPTO

Cuando hablamos de armonía en música, nos referimos a la combinación de diferentes sonidos o


notas que se emiten al mismo tiempo, aunque el término también se utiliza para referirse a la
sucesión de estos sonidos emitidos a la vez. La armonía funciona como acompañamiento de las
melodías o como una base sobre la que se desarrollan varias melodías simultáneas. Con esto,
podemos decir que melodía y armonía son términos muy relacionados entre sí, pudiendo
considerar la melodía como un conjunto de sonidos armónicos que se suceden en el tiempo y
están en relación con los acordes en los que se basa esa melodía. Esta diferencia entre sonidos
«consonantes» y «disonantes» tiene una base acústica: todo sonido incluye dentro de sí a varios
sonidos que suenan con menor volumen .Cuando la combinación de diversos sonidos incluye a
varias notas que son armónicos de la misma fundamental, tales combinaciones serán percibidas
como «consonantes». Este interés por relacionar los conceptos de consonancia y disonancia con la
naturaleza provienen, en su codificación académica, del siglo XX, y del marco cultural del
positivismo. Los autores positivistas, como Helmholtz, trataron de explicar estos conceptos de
consonancia y disonancia —los cuales resultan fundamentales para el estudio del estilo musical—
a partir de la física del sonido con los mismos presupuestos que los biólogos, físicos y demás
científicos de su época: la idea de que existía una base científica en la naturaleza que podía ser
descubierta y aprovechada para el beneficio y progreso de la humanidad. Ahora bien, en la
percepción humana no sólo intervienen factores físicos, sino también factores culturales. Lo que
un hombre del siglo XV percibía como consonante, puede sonar estridente para uno del siglo XXI, y
una combinación de sonidos que sugiere una sensación de reposo a un japonés puede no
sugerírsela a un mexicano. A partir de la década de 1980 comenzó a aparecer un corpus
considerable de estudios centrados en la percepción humana de la música, no desde el punto de la
percepción psicológica —tal y como presenta Janet Wydom Butler en su manual—, sino desde el
punto de vista de su interpretación por un sujeto que pertenece a una cultura determinada. Tal es
el campo de estudio de la actual psicosociología de la música. De esta manera, el estudio en
occidente de la armonía que trata de presentarla fundamentada sobre elementos acústicos,
tratando de acercar su análisis al análisis científico, es sólo un intento de legitimar como válida
universalmente una práctica musical concreta. Este intento es el característico de la musicología
en sus inicios en el siglo XIX, el cual tuvo un marcado sesgo eurocéntrico.

CLASIFICACION Los acordes pueden clasificarse en:

• Perfectos mayores, cuando presentan un intervalo de tercera mayor (dos tonos sobre la tónica) y
quinta justa (tres tonos y un semitono sobre la misma tónica),

• Perfectos menores, que tienen una tercera menor (un tono y un semitono) y una quinta justa,

• Disminuidos, que tienen una tercera menor y una quinta disminuida (dos tonos, dos semitonos)
• Aumentados, que tienen una tercera mayor y una quinta aumentada (tres tonos y dos
semitonos). En una escala de modo mayor, el I, IV y V grado son acordes perfectos mayores, el II,
III y VI acordes perfectos menores, y el VII un acorde disminuido. En una escala de modo menor, el
I y IV grado son acordes perfectos menores, el II y VII son acordes disminuidos (visto que, en la
escala menor armónica, al VI grado se le aumenta medio tono) y el III es aumentado (por lo
mismo). Los grados restantes se omiten, pues serían mayores. Los mejores grados o grados
tonales son el I, IV y V. Los grados menos importantes o débiles son el II y el VI. Los grados muy
débiles son el III y el VII. Lo básico para enlazar acordes es hacerlo en estado fundamental, sin
preocuparse de la musicalidad.La nota principal del acorde corresponde a la voz del bajo, y el resto
no tiene una jerarquía fija. Al tratarse de 4 voces (que de abajo hacia arriba serán llamadas bajo,
tenor, alto y soprano), los acordes se pueden enlazar de distinta manera dependiendo del uso que
se quiera hacer de ellos.

• Un movimiento paralelo son dos voces que siguen una misma dirección o sentido (ambas
ascienden, o bien, ambas descienden) usando el mismo intervalo.

• Un movimiento oblicuo lo realizan una voz que repite la nota (o la alarga) y otra voz que
asciende o desciende.

• Un movimiento directo son dos voces moviéndose en el mismo sentido, pero con intervalos
distintos (lo que lo diferencía del movimiento paralelo).

• Un movimiento contrario son dos voces que se mueven en distinto sentido (ninguna se repite o
alarga, antes bien una asciende y otra desciende, no importa cuál).

CARACTERISTICAS

✓ Armonía se siente, pero no se escucha.

✓ A grandes rasgos, la armonía es la parte de la música que regula la relación sonora entre una
melodía y su acompañamiento.

✓ La armonía se basa en el uso adecuado de los acordes, que son grupos de tres o más notas que
obtenemos a partir de los grados de una escala (do-mi-sol, re-fa-la, etc.).

✓ Aunque es menos perceptible que el ritmo o la melodía, la armonía es una poderosa


herramienta en manos del compositor para darle mejor cuerpo o sustancia a la música.

IMPORTANCIA

La armonía en la música es uno de los elementos más importantes que existen dentro de este
arte. Se puede entender casi como algo similar al esqueleto de las canciones. La melodía y la
armonía van de la mano, ya que la segunda determina la primera. La armonía son los acordes que
conforman una canción, es decir, los saltos melódicos que la hacen y la melodía tiene que
construirse en base a ellos y manteniendo en un ritmo constante. Por tanto, la armonía sería,
básicamente, las diferentes combinaciones que pueden dar esos semitonos. Ahora bien, un punto
que complica algo más el asunto, y que hace que la armonía resulte tan complicada, es que los
acordes pueden variar. Pueden ser séptimas, disminuidas y demás y esto, evidentemente, creará
armonías diferentes. La armonía en la música es uno de los tres elementos fundamentales de la
misma. Funciona como los tonos de fondo que componen la canción y sobre los que se constituye
la melodía. Y para entender de armonía tienes primero que saber acerca de los tonos.

Historia
La palabra armonía tiene diversas definiciones. Los griegos empleaban este término para
representar el “perfecto equilibrio” en el ser humano tanto en lo referente a su estado físico como
intelectual, lo que producía una determinada forma de actuación durante el transcurso de su vida.
Más cerca en el tiempo, Luis de Góngora (Córdoba 1561 – 1627) nos dice “aún, ante una infame
turba de nocturnas aves gimiendo tristes sonidos y volando grave, existe la armonía”, y Leibniz
(Leipzig 1646 – 1716) considera que “el universo tiene la suficiente armonía, para que todas las
especies y elementos que lo forman, puedan existir y coexistir tanto individual como
colectivamente con o sin influencias entre ellos”. Otra definición nos dice que armonía es “la
conveniente proporción y correspondencia entre unas cosas y otras”. El Traité de l’harmonie
(1722), de Rameau, fue el primer texto acerca de la práctica musical que incluía el término
«armonía» en el título. Sin embargo, no significa que esa fuera la primera discusión teórica acerca
de este tema. Como todo texto teórico (particularmente de esta época), se basa en la observación
de la práctica; Rameau observa la práctica musical de su época y elabora algunas reglas,
otorgándole una supuesta validez universal. Especial importancia tiene en su desarrollo el
fenómeno de la resonancia armónica para la justificación de los distintos elementos. Este y otros
textos similares tienden a relevar y codificar las relaciones musicales que estaban íntimamente
vinculadas con la evolución de la tonalidad desde el Renacimiento hasta fines del periodo
romántico. En el complejo arte del sonido intervienen elementos de gran importancia (melodía,
ritmo, forma, timbre, dinámica, etc.), todos ellos son necesarios para que una obra musical sea
capaz de transmitir mensajes que afecten con distintas intensidades al estado anímico del ser
humano, y posiblemente el factor que más influencia aporta a esta transmisión, sea el efecto
armónico (arte de formar y enlazar acordes) ya que es la armonía la que de una forma
determinante considera más exactamente los muy diversos estados de consonancias (diferentes
ambientes de reposo) y disonancias (diferentes estados de tensión). Un solo sonido, nunca nos
dará sensación de consonancia o disonancia y para que estas se produzcan tendremos que tener al
menos la sonoridad de tres distintos (acorde) que corresponderá a la unión de dicho sonido
(fundamental) y dos sonidos armónicos, llamados también sonidos alícuotas o contamitantes . (Los
sonidos armónicos son producidos por la naturaleza, al recibir cuerpos capaces de vibrar las ondas
sonoras que emite un sonido fundamental al espacio). Si escogemos diversos sonidos
fundamentales (en la música tonal, estos corresponden a los contenidos en la escala diatónica) y
los emitimos de forma diversa con diferentes combinaciones de sus respectivos armónicos, con la
finalidad de que sean consonancias o disonancias, enlazando estas de una determinada forma
decidida por el respectivo compositor, se obtendrá un material sonoro con el que se podrá
configurar una estructura que sirva de contenido armónico a una obra musical. El principio que
subyace a estos textos es la noción de que la armonía sanciona la armoniosita (los sonidos que
complacen) si se adapta a ciertos principios compositivos preestablecidos.

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