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3) Atributos:
Atributo Consiste
Capacidad Es la aptitud potencial que tiene toda persona para ser titular de
derechos y deberes.
La capacidad vinculada a las personas jurídicas se refiere solo a la
capacidad de derecho o aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones. La noción de capacidad de hecho es absolutamente
ajena a las personas jurídicas, que siempre actuarán a través de sus
órganos o representantes.
En el derecho anglosajón la Cámara de los Lores resolvió que la
capacidad de la sociedad está circunscripta por el objeto social
establecido en su estatuto, y que las estipulaciones realizadas fuera de
esos límites debían considerarse “ultra vires”. Nuestra Ley de
Sociedades nunca receptó esta teoría. En nuestro sistema tiene
vigencia el principio de la capacidad plena de la sociedad, que puede
realizar todos los actos en forma genérica. Si el administrador obrase
fuera del objeto social ello no podría afectar a los terceros de buena
fe, aunque internamente los socios puedan reclamar al administrador
por ese comportamiento.
Nombre Es la denominación con que se distingue en el mundo de los negocios
la persona jurídica. La denominación de las sociedades se clasifica en
subjetiva y objetiva.
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5) El principio de la tipicidad:
6) Abuso de la personalidad:
7) Unipersonalidad:
El acto que vincula a los socios entre si y del cual sobrevendrá de la sociedad es
un contrato, con todas las cualidades y características de esta fuente de obligaciones.
Empero, donde aparece un aspecto especialísimo, propio de las sociedades es en la
circunstancia de producirse el nacimiento de una institución, un sujeto de derecho con
todas las consecuencias que derivan de ello.
En la sociedad concurren dos problemas: coexistencia de las normas de los
contratos con las normas y problemas de la persona jurídica. A raíz de ello, desde
principio del siglo XX, en Alemania e Italia se comenzó a discutir cual era la naturaleza
jurídica del acto constitutivo; es decir cual es el encuadramiento normativo que posee.
Si había un contrato donde los socios eran tres, y alguno moría o no cumplía con
su obligación de aportar ¿debía necesariamente extinguirse el ente, o podía este
continuar con los socios restantes?
Todo esto fue generando distintas teorías, como la que recepta la ley de
sociedades vigente dice la sociedad nace de un “contrato plurilateral de organización”.
Las consecuencias de esto se encuentran normadas en la propia ley, cuando regula el
régimen de la invalidez vincular en el art. 16, permitiendo que la sociedad continúe con
los socios restantes. Lo propio acontece con la muerte de un socio.
En los contratos plurilaterales las partes unen sus prestaciones para la
consecución de un fin común mediante el desarrollo de una actividad conjunta. Hay un
interés convergente, abarcativo tendiente a la constitución de la persona jurídica, dentro
de un marco jurídico predispuesto. Dicha constitución debe hacerse dentro de un marco
predeterminado en virtud de la tipicidad.
La prestación (que tiene un contenido jurídico preestablecido) de los socios se
realiza a favor de la persona jurídica. Estos derechos y deberes están fijados en la ley,
“no hay autonomía de la voluntad”, salvo en la modalidad de cumplimiento
Sujetos
Capacidad
Consentimiento
Esenciales Objeto
Elementos del Causa
contrato constitutivo Forma
Aportes
Especiales Participación en ganancias y pérdidas
Affectio societatis
Elementos esenciales
a) Capacidad: Es la aptitud jurídica de ser titular de derechos y obligaciones que
le permite obrar por si y realizar actos jurídicos.
El menor de edad, pero mayor de 18 años, puede asociarse con terceros,
asumiendo una responsabilidad limitada o ilimitada, siendo necesario, en este caso, que
con carácter previo haya sido autorizado a ejercer el comercio, pues esta autorización o
emancipación mercantil lo reputa mayor para todos los actos y obligaciones
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Elementos específicos
a) Aportes: Escuti dice que el aporte se puede definir como “el compromiso de
integrar bienes, de colocar dinero, etc., asumido por el socio en el contrato social”. Por
su parte, Muiño sostiene que por aporte se debe entender “aquello con que cada socio
contribuye a la formación del fondo social de la nueva persona jurídica”.
b) Participación en los beneficios y pérdidas: El art. 1º de la ley 19.550 no
determina que la sociedad deba tener por fin obtener un lucro o una utilidad apreciable
en dinero y, en este sentido, se reemplazan con ventaja las expresiones empleadas por el
Código de Comercio y el Código Civil, porque los beneficios no necesariamente deben
ser un lucro o una ganancia a repartir. El concepto de beneficio tiene un significado y
alcance mucho más amplio que el de lucro, y comprende o designa toda ventaja
patrimonial de origen social que aumenta la fortuna particular de los socios o les
disminuye las cargas.
A la par de la participación en las utilidades, debe analizarse el soporte de las
pérdidas. Esto último, se da en todos los tipos sociales pues si llegara a establecerse que
algún socio no soportará las pérdidas que pudieran derivarse de la gestión social, se
presentará la siguiente alternativa: no se estará ante un negocio de sociedad sino frente a
algún otro negocio jurídico de naturaleza distinta, o la cláusula que exonere al socio de
tal soportación será nula (por aplicación de las previsiones del art. 13).
c) Affectio societatis: Escuti la define como “la forma específica del
consentimiento en materia societaria. Los socios prestan consentimiento para formar
una determinada sociedad en un particular momento y con ciertas características”. Por
su parte, Muiño sostiene que “la affectio societatis es la intención de los socios de
trabajar todos juntos y en un plano de igualdad para el éxito de la empresa común”. Por
otro lado, Halperin la define como “una voluntad de colaboración positiva de los socios
jurídicamente igualitaria con la intención de sujetarse al orden jurídico de la sociedad”.
Hay quienes dicen que una cosa es el acto constitutivo, otra el contrato y otra los
estatutos. Algunos postulan que el acto constitutivo es el acto de voluntad mediante el
cual los socios deciden constituir una sociedad de determinadas características. Los
mismos socios, en ese acto constitutivo deciden que la sociedad se rija por determinadas
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5) Requisitos formales:
autorizados, pero que funcionare sin cumplir con el requisito de inscripción, lo hará
como sociedad irregular aplicándosele el régimen del art. 21 y siguientes. Además de lo
expuesto, la inscripción otorga fecha cierta al acto en los términos del art. 1035 del
Código Civil.
El artículo 12 agrega: “Las modificaciones no inscriptas
regularmente obligan a los socios otorgantes. Son inoponibles a los
terceros, no obstante, estos pueden alegarlas contra la sociedad y los
socios, salvo en las sociedades por acciones y en las sociedades de
responsabilidad limitada”. La norma aplica la categoría de “inoponibilidad”, de lo
cual resulta que la inscripción de las modificaciones tiene carácter declarativo y no
constitutivo.
Para las SRL y las anónimas, a parte del contrato constitutivo, hay que hacer una
publicación de edictos por un día con determinados requisitos que exige el art. 10, que
reza: “Las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades por
acciones deben publicar por un día en el diario de publicaciones
legales correspondiente, un aviso que deberá contener:
a) En oportunidad de su constitución:
1. Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio,
número de documento de identidad de los socios;
2. Fecha del instrumento de constitución;
3. La razón social o denominación de la sociedad;
4. Domicilio de la sociedad;
5. Objeto social;
6. Plazo de duración;
7. Capital social;
8. Composición de los órganos de administración y fiscalización,
nombres de sus miembros y, en su caso, duración en los cargos;
9. Organización de la representación legal;
10. Fecha de cierre del ejercicio;
b) En oportunidad de la modificación del contrato o disolución:
1. Fecha de la resolución de la sociedad que aprobó la modificación
del contrato o su disolución;
2. Cuando la modificación afecte los puntos enumerados de los
incisos 3 a 10 del apartado a), la publicación deberá determinarlo en
la forma allí establecida”.
Luego de haberse realizado la publicación es preciso concurrir ante la autoridad
judicial competente, para que esta disponga la toma de razón. En tal sentido dispone el
art. 6: “El Juez debe comprobar el cumplimiento de todos los requisitos
legales y fiscales. En su caso dispondrá la toma de razón y la previa
publicación que corresponda”. El control judicial, según la doctrina, no sanea los
vicios de constitución de la sociedad. Pero se ha resuelto que si el juez ordena la
publicación de edictos que dispone el art. 10 de la ley, ello implica conformidad con la
inscripción de la sociedad.
La “toma de razón” es la inscripción que, previa publicación cuando
corresponda, se efectúa generalmente en libros distintos para cada tipo societario.
Finalmente, una vez que se ha producido la inscripción se formara un legajo para
cada sociedad. Así lo dispone expresamente el art. 9 que reza: “En los Registros,
ordenada la inscripción, se formará un legajo para cada sociedad, con
los duplicados de las diversas tomas de razón y demás
documentación relativa a la misma, cuya consulta será pública”. El
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legajo en cuestión se forma con los duplicados de los contratos y demás documentación
complementaria cuyos originales integran los denominados “protocolos” formados por
las distintas tomas de razón o inscripción. Esto permite una mayor facilidad de consulta
en cuanto a los antecedentes de la sociedad, sus sucesivas modificaciones, etc.
Entonces, podemos resumir el procedimiento en los siguientes pasos:
1º 2º 3º
4º
Los socios firman el Hay que Ante la La autoridad de
contrato social y comparecer ante autoridad fiscalización realiza u
cumplen con los la autoridad judicial o el control de legalidad del
recaudos específicos judicial organismo de contrato social,
de cada tipo. Ej.: en respectiva control se debe revisando si cumple con
las SA o en las SRL se haciendo una pedir la los requisitos exigidos
requiere una presentación con inscripción en por la ley y ordena la
integración mínima de el instrumento el Registro inscripción en el
aportes en dinero constitutivo. Público de Registro público de
Comercio. comercio.
6) Carácter de la inscripción:
7) Modificaciones estatutarias:
1) Socios y terceros:
Conforme al artículo 1711 del Código Civil son socios aquellos que firmaron el
contrato social invocando la calidad de partes y obligándose a realizar aportes para
dotar a la sociedad de un patrimonio con el cual poder desenvolver una actividad
productiva.
La posición jurídica del socio ha sido clasificada como un “status”, estado que
supone un núcleo de derechos y obligaciones de carácter individual, indisponible por la
sociedad.
Sin embargo, el estado de socio no es uniforme en todos los tipos sociales, pues
en las denominadas sociedades de interés o de persona (sociedades colectivas, de capital
e industria y en comandita simple) e incluso en las sociedades de responsabilidad
limitada en algunos casos, la relación personal entre el socio y la sociedad es mucho
más intensa y directa que en otros tipos societarios, a punto tal que el grave
incumplimiento de sus obligaciones puede acarrearle al socio la exclusión de la entidad,
lo que no sucede en las sociedades anónimas, en las cuales, al haberse privilegiado el
capital aportado por sobre la persona de su aportante, los derechos de sus integrantes no
siempre se ejercen en forma directa y se encuentran además mucho más reglamentados.
Por otra parte, y también a diferencia de las sociedades de personas, el grave
incumplimiento de las obligaciones que pesan sobre el accionista no le provoca la
exclusión del ente.
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Los derechos de los socios pueden ser clasificados como de naturaleza política o
patrimonial. Los de naturaleza política están relacionados con la actuación del socio
dentro de la sociedad mientras que los de índole económica se relacionan con el
propósito de lucro que ha inspirado a cada uno de los socios al momento de constituir el
ente.
Los derechos que la ley 19.550 ha otorgado a favor de los socios o accionistas
tienen carácter esencial e inderogable, lo que significa que el contrato o estatuto sólo
puede reglamentar su ejercicio, pero nunca derogarlos ni disminuir su eficacia.
Son derechos políticos los siguientes:
a) El derecho de información: Este derecho ha sido asegurado por el legislador a
través de diversas normas:
1. Mediante la facultad de los socios de examinar los libros y papeles sociales y
recabar del administrador los informes que estimen pertinentes. Este control individual,
previsto en el artículo 55 de la ley 19.550 rige para todos los tipos sociales, con
excepción de la sociedad anónima incluida en el artículo 299 o en aquellas sociedades
por acciones en las cuales el estatuto haya previsto la actuación de un órgano específico
de control (sindicatura y consejo de vigilancia), en las cuales el derecho de información
debe ser canalizado debe ser canalizado a través de dicho órgano.
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El socio aparente puede ser un testaferro del verdadero socio o aparentar se socio
para cumplir una formalidad, como por ejemplo, fingir ser socio para cumplimentar la
formalidad de integrantes mínimos en una SA de un único socio real.
Con relación al socio aparente y al socio oculto el artículo 34 dispone: “El que
no prestare su nombre como socio no será reputado como tal
respecto de los verdaderos socios, tenga o no parte en las ganancias
de la sociedad; pero con relación a terceros, será considerado con las
obligaciones y responsabilidades de un socio, salvo su acción contra
los socios para ser indemnizado de lo que pagare.
La responsabilidad del socio oculto es ilimitada y solidaria en la
forma establecida en el artículo 125.”
Por su parte, con relación al socio del socio el art. 35 establece: “Cualquier
socio puede dar participación a terceros en lo que le corresponde en
ese carácter. Los partícipes carecerán de la calidad de socio y de toda
acción social; y se les aplicarán las reglas sobre sociedades
accidentales o en participación”. Esta es una modalidad de sociedad accidental
o en participación, ajena a la principal. Lo fundamental es que la participación que un
socio confiere a terceros implica la constitución de una comunidad de intereses
inoponible a la sociedad que aquél integra. En otras palabras, el socio del socio carece
de toda injerencia y participación en los negocios sociales que éste último integra, aún
cuando, para hacer efectivo sus derechos, como tercero respecto de la sociedad, pueda
obtener medidas precautorias que permitan garantizar sus derechos contra el socio.
5) Aportes:
La inscripción preventiva debe ser ordenada por el juez del registro, fijándose un
plazo de duración de la misma, vencido el cual queda sin efecto. En cambio, si la
sociedad en ese plazo, se constituye regularmente y se inscribe, los bienes pasarán al
dominio definitivo de ella.
Calidad en la que se aportan los bienes: El artículo 45 dispone: “Se presume
que los bienes se aportaron en propiedad si no consta expresamente
su aporte de uso o goce. El aporte de uso o goce solo se autoriza en
las sociedades de interés. En las sociedades de responsabilidad
limitada y en las sociedades por acciones sólo son admisibles como
prestaciones accesorias”. Por su parte, el artículo 49 establece: “Si el aporte
es de uso o goce, salvo pacto en contrario, el socio soportará la
pérdida total o parcial cuando no fuere imputable a la sociedad o a
alguno de los otros socios. Disuelta la sociedad, puede exigir su
restitución en el estado en que se hallare”. La solución es coherente con el
principio de que las cosas se pierden para su dueño, admitiéndose, no obstante, el pacto
en contrario.
Prestaciones accesorias: Mediante el artículo 50 la ley 19.550 incorporó una útil
institución de vieja data a nivel internacional, estableciendo la posibilidad de que los
socios efectúen otro tipo de prestaciones que surgen de una previsión estatutaria o de su
reforma, distintas del aporte, razón por la cual no integran el capital. No puede ser en
dinero, es un servicio remunerado por la sociedad, es decir el socio actúa como un
tercero que se obliga a ejecutar una obligación. Así, la prestación de servicios
personales, asistencia técnica, usufructo de bienes de uso, etc.
No pueden establecerse fuera del contrato ni son exigibles si no se las prevé en
él.
Estas prestaciones accesorias, que son de cumplimiento discrecional, no dan
derecho de participación a los socios.
Expresamente el artículo 50 dispone: “Puede pactarse que los socios
efectúen prestaciones accesorias.
Estas prestaciones no integran el capital y:
1) Tienen que resultar del contrato; se precisará su contenido,
duración, modalidad, retribución y sanciones en caso de
incumplimiento.
Si no resultaren del contrato se considerarán obligaciones de terceros
2) Deben ser claramente diferenciadas de los aportes;
3) No pueden ser en dinero;
4) Sólo pueden modificarse de acuerdo con lo convenido o, en su
defecto, con la conformidad de los obligados y de la mayoría
requerida para la reforma del contrato.
Cuando sean conexas a cuotas de sociedades de responsabilidad
limitada, su transmisión requiere la conformidad de la mayoría
necesaria para la modificación del contrato, salvo pacto en contrario;
y si fueran conexas a acciones, éstas deberán ser nominativas y se
requerirá la conformidad del directorio”.
Valuación de los aportes: En este punto es necesario distinguir según que sea
aquello que se ha aportado:
a) Valuación de aportes en especie: Establece el artículo 51: “Los
aportes en especie se valuarán en la forma prevenida en el contrato
o, en su defecto, según los precios de plaza o por uno o más peritos
que designará el juez de la inscripción. En las sociedades de
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El capital social es la expresión numérica del conjunto de los aportes que han
comprometido los socios. Es un concepto técnico-jurídico, un componente fijo que
determina la posición de los socios, de los derechos y deberes que estos tienen.
La importancia del capital social está fuera de toda discusión, pues además de
servir como fondo patrimonial para la obtención de beneficios a través del ejercicio por
la sociedad de una determinada actividad empresarial (función productiva) o como
parámetro para medir matemáticamente la participación del socio en la sociedad,
cumple el capital social una trascendentalísima función de garantía frente a los terceros,
en especial en las sociedades de responsabilidad limitada y en la sociedad anónima,
donde los accionistas limitan su responsabilidad a las cuotas o acciones suscriptas, pues
la cifra del capital brinda a los terceros un dato de fundamental importancia al
permitirles conocer los bienes con que cuenta la sociedad para afrontar sus obligaciones.
El patrimonio social es el conjunto de derechos y obligaciones de la sociedad,
que se modifica continuamente en más o en menos conforme a las alternativas
favorables o desfavorables de la actividad societaria. Esta concepción dinámica del
patrimonio contrasta con la del capital social, cuyo concepto normativo implica un
monto dinerario estático.
El patrimonio neto de la sociedad resulta contablemente de restar a su activo el
pasivo; jurídicamente indica la cantidad resultante detraer el valor total asignado a los
bienes y derechos de que es titular la sociedad, el total de las deudas y obligaciones por
las cuales debe responder.
Los aportes que los socios hacen al capital social, determinando los derechos que
le corresponden sobre el patrimonio de la sociedad reciben distintos nombres según el
tipo social.
Parte de interés es la participación de cada socio en el capital de las sociedades
personalistas o de los socios personalistas en las sociedades en comandita. No son
enajenables por los acreedores individuales del socio, que sólo las pueden embargar
para expropiar la cuota de liquidación que le corresponda a su deudor, o impedir la
prórroga de la sociedad. El acreedor si puede cobrarse de las utilidades que generen las
partes de interés que hubiese embargado. El embargo se efectivizará en el Registro
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La gestión es la realización concreta del objeto social, de los actos que atañen
al desarrollo de la actividad societaria prevista en el contrato, estatuto o acto
constitutivo. No es solamente la firma en nombre y representación de la sociedad sino la
actuación concreta. Es una función impuesta por la ley que se asienta sobre un deber, el
de administrar. Este deber no es potestativo de la voluntad de las partes, sino que se
debe llevar a cabo para crear un beneficio (valor) para los socios, que es la finalidad
perseguida por la sociedad.
La gestión tiene dos proyecciones; una interna vinculada con la “administración” y otra
externa vinculada con la “representación”.
3) Organización de la administración.
6) Representación aparente:
Hay empleados que llevan a cabo las actividades de la sociedad y generan frente
a terceros la apariencia de ser administradores, aún careciendo de poder y mandato. Si
bien estas actuaciones carecen de sustento legal y estatutario, la sociedad está facultada
para convalidar tales actividades.
Es la perdurabilidad en las tareas lo que otorga representación. Es decir, están
legitimados por el uso.
Sucede con frecuencia en el mundo de los negocios que la sociedad ha generado
la apariencia de su propia actuación, a través del actuar de determinadas personas, que
sin tener las facultades de obligar a la sociedad, han contratado en nombre de ellas, sin
ningún reparo por parte del ente, que ha tolerado dicha manera de proceder, para luego
invocar el desconocimiento de tal actuación, cuando es demanda para el cumplimiento
de las obligaciones asumidas por el representante rehecho.
En este caso, la jurisprudencia ha priorizado la seguridad de los terceros ajenos
al ente societario sobre los intereses de los socios o sobre las limitaciones internas que
ellos han establecido en el contrato constitutivo. En tal sentido ha sido sostenido que
“corresponde excluir la oponibilidad a terceros de las reglas estatutarias de
representación cuando la conducta del mandante ha sido idónea para crear una
apariencia en la atribución de las facultades que invocan los suscriptores. Ha de
computarse a tal efecto el silencio guardado por el mandante que no impidió, como
lógicamente hubiera podido y debido, que el firmante del documento cumpliera una
actuación idónea para crear una apariencia de la que los terceros pudieran prevalecerse,
al generarse la certidumbre de que la sociedad quedaba obligada. Y esta confusión no
puede recaer sobre los terceros de buena fe, sino sobre la sociedad misma que diere
lugar a ella.
Tipología Procedimiento
Sociedades El artículo 129 dispone: “El administrador, socio o no, aun
colectivas designado en el contrato social, puede ser removido por
decisión de mayoría en cualquier tiempo sin invocación de
causa, salvo pacto en contrario.
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diciendo que no se puede ofrecer las propias acciones como contracautela. Pero la
doctrina y jurisprudencia han sostenido que lo que se pretende con esta norma es sólo
impedir que la propia sociedad pueda aceptar tal garantía contractualmente.
c) Clases: El artículo 115 establece: “La intervención puede consistir en
la designación de un mero veedor, de uno o varios coadministradores,
o de uno o varios administradores.
Misión. Atribuciones.
El juez fijará la misión que deberán cumplir y las atribuciones que les
asigne de acuerdo con sus funciones, sin poder ser mayores que las
otorgadas a los administradores por esta ley o el contrato social.
Precisará el término de la intervención, el que solo puede ser
prorrogado mediante información sumaria de su necesidad”. Este
artículo 115 establece las clases de intervención judicial, las que se diferencian por las
atribuciones y funciones del interventor, saber:
1. El nombramiento de un administrador judicial, en forma provisoria, es la
medida más extrema, puesto que implica la sustitución anticipada del administrador
natural por uno judicial. Este es investido de las mismas facultades que tiene el
administrador social, no pudiendo ser más extensas que las otorgadas por la ley o por el
contrato social.
Su función específica es de administración ordinaria y salvo casos de necesidad
y urgencia, no podrá efectuar actos de administración extraordinaria o de disposición.
2. Designación de un coadministrador. Este actúa juntamente con los
administradores designado por decisión de los socios, con intervención necesaria en
todos los actos de la gestión social.
3. Finalmente el veedor, cuya misión es simplemente controlar, fiscalizar y
vigilar la gestión de los administradores. Tiene potestad suficiente como para examinar
la documentación contable y libros sociales, a fin de informar al tribunal acabadamente
sobre la situación social y económica de la sociedad.
d) Recurso contra la decisión: La ley 19.550 establece que la decisión judicial que
dispone la intervención de la sociedad es recurrible, pero el recurso contra ella no tiene
efecto suspensivo.
Lo normal es que las decisiones judiciales no se ejecuten mientras no queden
firmes; por lo tanto, mientras se tramita algún recurso contra una decisión judicial se
suspenden los efectos de la aplicación de la sentencia. Pero si la función de las medidas
cautelares es garantizar los resultados de un pleito, si la contraparte tuviera la
posibilidad de neutralizar los efectos de la decisión de intervención judicial,
interponiendo un recurso, se estaría en la misma situación. Por eso es que la ley ha
dispuesto que los administradores pueden cuestionar la intervención y plantear un
1) Principios generales:
las operaciones que hizo la sociedad sino que es expresión monetaria de lo que fueron
las ganancias y las pérdidas por la actividad de los administradores.
La contabilidad –aunque parezca un fenómeno que nada tiene que ver con el
derecho- es fundamental para el funcionamiento efectivo de los derechos y obligaciones
dentro del esquema societario. Sirve también a los efectos tributarios y a los
concursales.
La importancia de la contabilidad puede ser advertida desde numerosos puntos
de vista:
1. En beneficio de la comunidad y del tráfico mercantil ,
por dos razones fundamentales:
a) Porque le permite a los terceros conocer la evolución de los negocios de la
sociedad así como su estado patrimonial y financiero en un momento determinado.
b) Porque permite la reconstrucción del patrimonio del comerciante, lo que
cobra especial importancia en caso de concursos o quiebras.
3. En interés del socio, pues sólo una regular contabilidad les permite
ejercer con plenitud sus inderogables derechos de información sobre la marcha de los
negocios sociales y sobre la gestión de los administradores.
El sistema creado por la LSC presupone y respeta el sistema del Código de
Comercio en cuanto a los principios generales orientadores, forma de confección del
balance y de llevar los libros, manteniendo el sistema tradicional de libros de comercio
y agregando la posibilidad de utilizar sistemas modernos de contabilización.
Los administradores de las sociedades regularmente constituidas rinden cuenta
de su gestión mediante la formulación de los estados contables, cuyo contenido ha sido
minuciosamente reglamentado por la ley 19.550, y que se integran con los balances, los
estados de resultado, los cuadros e información complementaria, la memoria del
ejercicio y el informe de la sindicatura.
Hay que tener en cuenta de que, si bien los administradores rinden cuenta de su
gestión mediante la formulación de los estados contables, la ley dispone que: “La
aprobación de los estados contables no implica la de la gestión de los
directores, administradores, gerentes, miembros del consejo de
vigilancia o síndicos, hayan o no votado en la respectiva decisión, ni
importa la liberación de responsabilidades”.
2) Libros de comercio:
3) El balance:
a) Activo: comprende todos los bienes y derechos de que sea titular la sociedad,
así como aquellas erogaciones que se aprovecharán en ejercicios futuros. El activo
puede ser corriente o no corriente. Son activos corrientes aquellos cuya realización se
producirá dentro de los doce meses a partir de la fecha del balance general. Se entiende
por realización la conversión del respectivo activo en dinero o su equivalente.
4) Actas:
6) Memorias:
un futuro mejor. Para ello, ha dado pautas para su confección, apuntando a una veraz,
sincera y completa información.
La memoria debe contener una valoración sintética y concreta del balance, en
apreciación general sobre la situación actual y el destino de la sociedad.
Con relación a las memorias, el art. 66 de la LSC dispone: “Los
administradores deberán informar en la memoria sobre el estado de
la sociedad en las distintas actividades en que se haya operado y su
juicio sobre la proyección de las operaciones y otros aspectos que se
consideren necesarios para ilustrar sobre la situación presente y
futura de la sociedad. Del informe debe resultar:
1) Las razones de variaciones significativas operadas en las partidas
del activo y pasivo;
2) Una adecuada explicación sobre los gastos y ganancias
extraordinarias y su origen y de los ajustes por ganancias y gastos de
ejercicios anteriores, cuando fueren significativos;
3) Las razones por las cuales se propone la constitución de reservas,
explicadas clara y circunstanciadamente;
4) Las causas, detalladamente expuestas, por las que se propone el
pago de dividendos o la distribución de ganancias en otra forma que
en efectivo;
5) Estimación u orientación sobre perspectivas de las futuras
operaciones;
6) Las relaciones con las sociedades controlantes, controladas o
vinculadas y las variaciones operadas en las respectivas
participaciones y en los créditos y deudas;
7) Los rubros y montos no mostrados en el estado de resultados —
artículo 64, I, b—, por formar parte los mismos parcial o totalmente,
de los costos de bienes del activo”.
7) Estado de resultados:
1) Resolución parcial:
estructura societaria. La resolución parcial del contrato social es, pues, una forma de
evitar la disolución, liquidando al saliente el valor de su participación social y
continuando la empresa societaria en el cumplimiento normal de su objeto, previa
modificación del contrato social.
La resolución parcial se funda en el principio de la preservación de la empresa y
se apoya en la naturaleza del negocio constitutivo societario como contrato plurilateral
de organización.
La exclusión y la muerte del socio son los supuestos clásicos de resolución
parcial, a los que corresponde agregar la renuncia o retiro voluntario que, auque no está
prevista en la ley 19.550, puede ser pactada en el contrato constitutivo en virtud del
artículo 89 que expresa: “Los socios pueden prever en el contrato
constitutivo causales de resolución parcial y de disolución no
previstas en esta ley”. Se deja así a la autonomía de la voluntad el agregar
supuestos y causales de resolución parcial y de disolución no previstos en la ley. La
libertad instituida, no obstante, tiene sus límites en principios de orden público y en el
respeto a los cánones legales.
b) Causales enumerados en la ley: Los causales previstos por la LSC se
encuentran en los artículo 90 y 91. El primero de ellos dispone: “En las sociedades
colectivas, en comandita simple, de capital e industria y en
participación, la muerte de un socio resuelve parcialmente el
contrato.
En las sociedades colectivas y en comandita simple, es lícito
pactar que la sociedad continúe con sus herederos. Dicho pacto
obliga a éstos sin necesidad de un nuevo contrato, pero pueden ellos
condicionar su incorporación a la transformación de su parte en
comanditaria”.
El supuesto regulado por este artículo es propio de las sociedades intuitu
personae toda vez que, tradicionalmente, eran las que debían disolverse ante este
evento, dada la particular relación personal que constituye su basamento; las sociedades
por acciones, en cuanto organizan capitales, aceptan desde su concepción histórica la
variabilidad en el elenco de socios. Por lo tanto, este artículo permite que, a la muerte de
un socio, las sociedades intuitu personae no se tengan que disolver en su totalidad.
El párrafo 2º del artículo instrumenta una solución destinada a evitar los efectos
naturales de la resolución parcial por acuerdo entre los socios en el cual se disponga el
ingreso de los herederos del causante. La inteligencia se justifica a la luz de los
siguientes argumentos:
a) Al existir un pacto entre los socios, se entiende que ha sido voluntad del causante que
sus sucesores hereden un puesto de socio y no la suma de dinero que ello pudiera
significar.
b) No perjudica el interés de los herederos porque ellos pueden condicionar su ingreso a
la transformación de su parte en comanditaria, limitando entonces su responsabilidad a
la participación social heredada, sin contar, además, que por principio general toda
herencia se presume efectuada bajo beneficio de inventario.
c) Amén de lo expuesto, pueden también los herederos repudiar la herencia.
El artículo 91 establece: “Cualquier socio en las sociedades
mencionadas en el artículo anterior, en los de responsabilidad
limitada y los comanditados de las de en comandita por acciones,
puede ser excluido si mediare justa causa. Es nulo el pacto en
contrario.
Justa causa.
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2) Disolución: concepto:
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determinado camino.
b) “Por la imposibilidad sobreviniente de logar
el objeto”: aquí la imposibilidad debe ser total y
definitiva, no meramente temporaria o pasajera;
y además dicha imposibilidad debe ser
sobreviniente.
5 Por pérdida del capital La causal se vincula con la infracapitalización
social; material o patrimonio insuficiente para el
cumplimiento del objeto social vinculándose
con el inciso anterior.
La pérdida del capital social es posible de ser
superada por el reintegro total o parcial del
capital social.
El reintegro es un recuso financiero que entraña
la obligación de los socios de integrar nuevos
aportes con la única finalidad de engrosar el
patrimonio social, sin modificar la cifra nominal
del capital, por lo que no se entregan nuevas
acciones o participaciones, siendo invariable,
por ende, la situación política y/o patrimonial
del socio.
7) Prorroga y reconducción:
8) Liquidación:
La nulidad debe ser entendida como una sanción genérica de invalidez prevista
por la ley, por adolecer el acto jurídico de un vicio o por la inobservancia de ciertas
prescripciones legales. Debe distinguirse los términos ineficacia, invalidez y nulidad.
De estos conceptos, la ineficacia es el término jurídico más amplio, que comprende en
su seno todas aquellas situaciones en las cuales los negocios jurídicos carecen de vigor,
fuerza o eficacia para lograr sus efectos. Dentro de este concepto, quedan incluidas no
45
sólo la nulidad y la invalidez, sino que comprende también otros supuestos que afectan
la validez del acto, como lo son la caducidad, inoponibilidad, rescisión, resolución o
revocación del acto.
La invalidez, constituye una sanción legal que priva al acto de sus efectos
propios por causas existentes desde su mismo origen, incluyendo en su seno el concepto
de nulidad. Por lo tanto entre invalidez y nulidad existe una relación de género a
especie.
Cuando hablamos de nulidades societarias enfrentamos un vicio de invalidez de
carácter sustancial que afecta total o parcialmente la estructura del acto mismo, en
cuanto contiene vicios o deficiencias en su forma estructural.
La acción de nulidad puede ejercerse por vía de acción o excepción. Son sujetos
legitimados para su ejercicio:
1. El socio afectado, en caso de un vicio que le atañen.
2. Cualquier socio si la sociedad fuere atípica o si el contrato careciera de un elemento
esencial no tipificante, antes de la subsanación.
3. El acreedor de la sociedad, dado que su interés radica en la responsabilidad personal,
solidaria e ilimitada de los socios que de tal nulidad deriva.
4. El acreedor particular de un socio cuando la nulidad es absoluta, a fin de posibilitar el
cobro de su crédito sobre el remanente que le corresponde a su deudor (salvo el caso de
la sociedad con objeto ilícito). En cambio, debe negarse este derecho al deudor de la
sociedad pues aún cuando esta sea nula, de nulidad absoluta, deberá pagar su debito, por
cuanto la sociedad se rige por las normas de la liquidación.
En cuanto a la legitimación pasiva, o sea, en contra de quién se ejerce la acción,
la regla general será que debe ejercer contra todos los socios y la sociedad.
3) Invalidez vincular:
5) Objeto ilícito:
9) Participaciones recíprocas:
1) Generalidades:
su causante o de parte interesada en el asunto, o que tendría interés si viviera y que haga
verosímil el hecho litigioso.
El derogado artículo 298 del Código de Comercio da una serie de pautas
presuncionales, que doctrinariamente siguen siendo útiles. Tal artículo rezaba: “Se
presume que existe o ha existido sociedad siempre que alguien
ejercita actos propios de sociedad, y que regularmente no hay
costumbre de practicar, sin que la sociedad exista. De esta naturaleza
son especialmente:
1º) Negociación promiscua y común.
2º) Enajenación, adquisiciones o pago hecho en común.
3º) Si uno de los asociados se declara socio y los otros no lo
contradicen de un modo público.
4º) Si dos o más personas proponen un administrador o gerente
común.
5º) El uso del pronombre nosotros o nuestro en la correspondencia,
libros, facturas, cuentas u otros papeles comerciales.
6º) El hecho de recibir o responder a cartas dirigidas a nombre o
firma social.
7º) El uso del nombre con el aditamento “y compañía”.
8º) La disolución de la asociación en forma de sociedad”.
Efectos: Podemos mencionar los siguientes efectos que surgen de las sociedades
no constituidas regularmente:
a) Los socios responden solidaria e ilimitadamente por las obligaciones sociales,
sin contar con el beneficio de excusión.
b) Quien fue designado en el contrato como gerente para obligar a la sociedad
también queda obligado personalmente cuando contrata.
c) En las relaciones con los terceros, cualquiera de los socios representa a la
sociedad.
d) El contrato social es inoponible entre los socios; ellos no pueden reclamarse
nada en función del contrato, el que solamente adquiere virtualidad cuando se produce
la disolución de la sociedad.
e) La sociedad puede ejercer los derechos emergentes de los contratos
celebrados.
3) Regularización:
4) Sociedades en formación:
1) Sociedades colectivas:
sociales, pero con la condición de regularizar la situación en un plazo de tres meses (art.
140 de la LSC).
Para todos los demás temas que hacen al funcionamiento de la sociedad en
comandita simple son de aplicación las normas que regulan a la sociedad colectiva.
La incapacidad, inhabilitación, declaración en quiebra o concurso es justa causal
de exclusión del socio comanditado.
4) Sociedad civil:
g) Resoluciones sociales: El artículo 1672 del Código Civil dispone que “La
mayoría de los socios no puede alterar el contrato social respecto del
objeto y modo de la existencia de la sociedad, ni facultar actos
opuestos al fin de la sociedad, o que puedan destruirla. Innovaciones
de ese género solo pueden hacerse por deliberación unánime de los
socios”. Esto significa que toda modificación sustancial del contrato debe ser
adoptada por unanimidad de los socios. Conforme este criterio, las demás resoluciones
sociales (actividad de gestión) serán adoptadas por mayoría absoluta de socios, reunidos
en la forma que e haya previsto en el contrato social.
1) Antecedentes:
2) Concepto:
diferencia con los accionistas de la sociedad anónima, en que los socios limitan su
responsabilidad “exclusivamente” a la integración de las acciones suscriptas.
3) Denominación:
4) Capital de la SRL:
El capital debe ser suficiente para posibilitar el cumplimiento del objeto social.
Un capital desproporcionadamente reducido en su magnitud, determinará la
imposibilidad originaria de cumplir el objeto. Si bien la LSC no estableció un capital
mínimo, como lo hacían otras leyes, ello no implica la permisibilidad de sociedades de
responsabilidad limitada con capitales mínimos.
responsables a los socios frente a los terceros por el plazo del artículo
51, último párrafo.
Transferencia de cuotas.
La garantía del cedente subsiste por las obligaciones sociales
contraídas hasta el momento de la inscripción. El adquirente
garantiza los aportes en los términos de los párrafos primero y
segundo, sin distinciones entre obligaciones anteriores o posteriores
a la fecha de la inscripción.
El cedente que no haya completado la integración de las cuotas, está
obligado solidariamente con el cesionario por las integraciones
todavía debidas. La sociedad no puede demandarle el pago sin previa
interpelación al socio moroso.
Pacto en contrario.
Cualquier pacto en contrario es ineficaz respecto de terceros”.
Debido a que, por las obligaciones sociales, los socios limitan su responsabilidad
al capital aportado, la ley exige la efectiva integración de tales aportes. La integración
es el efectivo cumplimiento de esa la obligación de aportar, poniendo a disposición de
la sociedad la contribución en dinero o especie prometida.
Como garantía hacia terceros, la LSC, establece la responsabilidad solidaria e
ilimitada de los socios para los casos de falta de integración o sobrevaluación de los
aportes.
Conforme al texto legal, se entiende que la garantía solidaria e ilimitada de los
socios lo es por la efectiva integración de los aportes y que los terceros pueden hacer
valer esta garantía en caso de insolvencia o quiebra de la sociedad. Esto último, porque
la ley deja en claro que la norma del artículo 51 se aplica exclusivamente en caso de
sobrevaluación.
La sobrevaluación es el acto unilateral del socio que va en contra de lo
dispuesto por el artículo 51. La sobrevaluación se produce cuando el socio genera un
ardid doloso que conlleva un daño para la sociedad dado que su patrimonio va a valer
menos que lo que figura en el contrato constitutivo. También los socios se ven dañados,
dado que el socio que ha sobrevaluado tendrá una participación mayor que la que le
corresponde y por ende tendrá mayores derechos.
El artículo 150, párrafo 3º, establece distintas situaciones:
1. Si la cesión no ha sido inscripta, el cedente garantiza las obligaciones hasta la
inscripción.
2. El cedente que no haya completado la integración de las cuotas garantizadas
solidariamente con el adquirente por las integraciones debidas, pero la sociedad no
podrá demandar el pago si no lo ha hecho preventivamente el socio moroso.
3. El adquirente garantiza la efectiva integración y las obligaciones contraídas sin
distinción entre antes y después de la inscripción.
h) Aumento del capital: El aumento del capital implica una modificación del
contrato social y, por lo tanto, debe ser votado favorablemente por lo menos por las tres
cuartas partes del capital social. Esta mayoría es disponible, pudiendo reducirse o
aumentarse. El tope mínimo lo configuran votos que superen la mitad del capital.
Los socios que votaron en contra del aumento del capital social pueden, pese a
ello, suscribir cuotas proporcionalmente a su participación social, y si así no hiciesen
podrán acrecer su participación los otros socios o incorporarse nuevos socios.
Si la suscripción del aumento del capital por otros socios o por terceros no se
formalizara íntegramente en efectivo, los socios que votaron en contra podrán ejercer el
derecho de receso, pues en virtud del art. 160, “todo acuerdo que incremente las
obligaciones sociales o la responsabilidad de los socios que votaron en contra” da
derecho al receso.
7) Fiscalización:
8) Receso:
1) Antecedentes:
2) Concepto y caracterización:
3) Importancia económica:
4) Subtipos:
Sociedad
Anónima Abierta: hacen oferta pública
General
76
5) Denominación social:
6) Constitución:
escritura pública o son validas las otras formas de instrumentación pública mencionadas
en el artículo 979 del CC, como ser el contrato protocolizado ante escribano,
actuaciones ante funcionarios públicos, etc.
Muiño sostiene que no satisface el requisito legal la mera protocolización de un
instrumento privado en escritura pública, pues si la protocolización no es ordenada por
autoridad judicial se mantendrá la calidad de privado del instrumento, sin perjuicio de la
fecha cierta que adquiere. Tampoco es suficiente la certificación de firmas de los
otorgantes.
En Córdoba se ha interpretado que el instrumento público no se requiere para la
recepción de la voluntad sino para el momento de la inscripción. Por ende, se admite la
constitución por instrumento privado con las firmas certificadas. Casi todas las
sociedades instituidas con posterioridad a la sanción de la ley 19.550 que funcionan en
Córdoba lo hacen así, y no se han advertido mayores problemas. El argumento de
interpretación es que, si la firma está certificada y después hay todo un trámite
administrativo de inscripción, se da la suficiente seguridad, con lo que se convierte en
un instrumento público.
b) Suscripción pública: La otra forma de constituir una SA (que hasta el momento
no se usó nunca) prevista en el artículo 165, es por suscripción pública, es decir, a través
de un procedimiento en donde se invita al público inversor a constituir una SA.
La suscripción pública requiere una modalidad de constitución escalonada a
partir de un programa que contiene las bases y características esenciales de la sociedad a
constituir, el cual es impulsado por promotores, figura ésta que la ley se encarga de
diferenciar de los fundadores.
Es un esquema absolutamente teórico contemplado por la ley. En algunos casos
se lo podría utilizar para los aumentos de capital, al llamarse a la suscripción pública en
el momento de decidirse el aumento del capital, pero respecto de la constitución
solamente se aplica la forma que se llama por “acto único y por suscripción privada”.
7) Instrumento constitutivo:
El artículo 166 regula la constitución por acto único y enumera los requisitos que
debe reunir el instrumento constitutivo. Dicho artículo dispone: “Si se constituye
por acto único, el instrumento de constitución contendrá los
requisitos del artículo 11 y los siguientes:
Capital.
1º) Respecto del capital social: la naturaleza, clases, modalidades de
emisión y demás características de las acciones, y en su caso, su
régimen de aumento;
Suscripción e integración del capital.
2) La suscripción del capital, el monto y la forma de integración y, si
corresponde, el plazo para el pago del saldo adeudado, el que no
puede exceder de dos (2) años.
Elección de directores y síndicos.
3) La elección de los integrantes de los órganos de administración y
de fiscalización, fijándose el término de duración en los cargos.
Todos los firmantes del contrato constitutivo se consideran
fundadores”.
8) Tramite administrativo:
78
1) Capital y patrimonio:
2) Acepciones:
4) Mora en la integración:
Esta regulada en los artículo 192 y 193 de la LSC. El primero de estos artículos
establece: “La mora en la integración se produce conforme al artículo
37 y suspende automáticamente el ejercicio de los derechos
inherentes a las acciones en mora”.
Sin perjuicio de las acciones que puedan resultar de lo dispuesto en el artículo
193, la mora en la integración de las acciones suscripta suspende automáticamente el
ejercicio de todos los derechos sociales a ellas adscriptos. Cabe aclarar que tal
suspensión lo es respecto de las “acciones en mora”, continuando el accionista en la
calidad de tal por las acciones que eventualmente hubiera integrado.
Por su parte el artículo 193 dispone: “El estatuto podrá disponer que
los derechos de suscripción correspondientes a las acciones en mora
sean vendidos en remate público o por medio de un agente de Bolsa
si se tratara de acciones cotizables. Son de cuenta del suscriptor
moroso los gastos del remate y los intereses moratorios, sin perjuicio
de su responsabilidad por los daños.
También podrá establecer que se produce la caducidad de los
derechos; en este caso la sanción producirá sus efectos previa
intimación a integrar en un plazo no mayor de treinta (30) días, con
pérdida de las sumas abonadas. Sin perjuicio de ello, la sociedad
podrá optar por el cumplimiento del contrato de suscripción”.
Producida la mora, la sociedad podrá optar entre aplicar la sanción prevista en el
estatuto o exigir el cumplimiento del contrato de suscripción.
valor nominal, clases de acciones que representan, derechos que comportan y la firma
con el alcance que exige el artículo 212, y que la ausencia de la firma del síndico, así
como también el número indicativo de las acciones que representan, impide que los
títulos sean considerados como acciones, atento a que dichos efectos son esenciales, por
lo que ante su omisión carecen de validez como tales.
e) Indivisión. Copropiedad: Dispone el artículo 209: “Las acciones son
indivisibles.
Si existe copropiedad se aplican las reglas del condominio. La
sociedad puede exigir la unificación de la representación para ejercer
los derechos y cumplir las obligaciones sociales”.
La indivisibilidad de la acción, come medida mínima de la representación del
capital societario, no debe entenderse como indivisibilidad de los títulos representativos,
cuando estos representen a más de una acción.
La indivisibilidad de la acción obedece a que esta será siempre de igual valor, lo
cual implica sostener la imposibilidad de fraccionamiento entre diversos titulares, ni en
porciones inferiores a su valor nominal. Los derechos comprendidos en las acciones se
practican in totum (conjuntamente) y no de manera partible, pues lo contrario podría
conducir a que en referencia a un mismo título se sostuvieran decisiones contrarias.
Expresa el párrafo 2º del artículo 209 de la LSC: “Si existe copropiedad
se aplican las reglas del condominio…”. Es posible establecer copropiedad
sobre las acciones, para lo cual se aplica el régimen del condominio a una acción o a
una pluralidad de acciones. Lo único que se exige es la unificación de la representación
de tales acciones.
Esa copropiedad puede ser tanto de la acción, como del título. En este último
caso, si representan más de una acción, los copropietarios pueden solicitar la expedición
de nuevos títulos representativos que permitan hacer cesar el condominio.
También es posible constituir usufructo de acciones, partiendo del concepto del
Código Civil, de que el usufructo es el derecho real de poder gozar de la cosa en forma
periódica sin alterar su naturaleza.
f) Clasificación de las acciones: Las acciones pueden ser divididas desde
numerosos puntos de vista:
cánones del principio general según el cual los socios participan en las
utilidades en proporción a los aportes. Las acciones ordinarias pueden ser
a) De voto simple: cada acción da derecho a un solo voto.
Acciones b) De voto plural: cada acción puede conferir más de un voto y hasta un
máximo de 5 votos por cada acción. A demás de esta limitación, la ley
dispone que cuando se emitan acciones de voto plural, las mismas no
podrán conferir preferencia patrimonial simultáneamente. Por otro lado,
cuando la sociedad ingrese al régimen de la oferta pública, no podrá
emitir más acciones con voto plural, auque se mantienen las ya emitidas.
Preferidas: Son las que reconocen o conceden ventaja patrimonial.
Estas
ventajas pueden consistir en una participación adicional en las ganancias,
en preferencia sobre la cuota de liquidación, etc.
Estas clases de acciones confieren a su tenedor una particular situación
en el ente, ya que si bien son accionistas, las preferencias patrimoniales
que ostentan los colocan también en cierta medida como acreedores de la
sociedad. Atendiendo a esta circunstancia, la ley reconoce que estas
acciones pueden carecer de voto y, si confieren tal derecho, sólo podrán
reconocer un voto por acción. Cuando carezcan de voto, la ley
igualmente
les confiere tal derecho en las siguientes circunstancias:
1. Ante el tratamiento de cuestiones que impliquen serias alteraciones a
las condiciones tenidas en cuenta al ingresar al ente.
2. Durante el tiempo en que los beneficios que constituye su preferencia
no puedan ser percibidos.
Los bonos son títulos que puede emitir la sociedad, de naturaleza diferente a las
acciones, y que otorgan a sus titulares el derecho de participar exclusivamente en las
utilidades sociales.
Los bonos se clasifican de la siguiente manera:
1. Bonos de goce: Se otorgan a los titulares de acciones totalmente amortizadas y
dan derecho a la participación en las ganancias y en el producido de la liquidación,
después de reembolsado el valor nominal de las acciones no amortizadas.
2. Bonos de participación: Se emiten a favor de los accionistas por prestaciones
que no consistan en aportes de capital. A diferencia de los bonos de goce, sólo dan
derecho a participar en las ganancias del ejercicio.
Los bonos de participación se abonan contemporáneamente con el dividendo.
Plazo de ejercicio.
Los accionistas podrán ejercer su derecho de opción dentro de los
treinta (30) días siguientes al de la última publicación, si los estatutos
no establecieran un plazo mayor.
Tratándose de sociedades que hagan oferta pública, la asamblea
extraordinaria, podrá reducir este plazo hasta un mínimo de diez días,
tanto para sus acciones como para debentures convertibles en
acciones”.
El derecho de preferencia asegura a todos los accionistas la posibilidad de
mantenerse dentro de la sociedad en la misma proporción que tienen, pese a que haya
aumentos de capital. Se asegura el conocimiento de todos mediante la publicación por
tres días.
La ley 22.903 agregó el derecho de acrecer en forma proporcional a las acciones
que hayan suscripto en cada emisión, y posibilita extender los derechos a las acciones
preferidas.
No obstante, este remedio no entraña solución integral al problema del
“aguamiento” de la participación social de quien no esté en condiciones de suscribir su
parte proporcional en el nuevo capital; en todo caso atiende a la situación de quien
“puede hacerlo”. Por ello, la reforma de la ley 22.903 ha instituido el derecho de receso
a favor de los accionistas que no quieren o no pueden afrontar las nuevas obligaciones.
Limitaciones al ejercicio de derecho de preferencia: El artículo 197 dispone:
“La asamblea extraordinaria, con las mayorías del último párrafo del
artículo 244, puede resolver en casos particulares y excepcionales,
cuando el interés de la sociedad lo exija, la limitación o suspensión
del derecho de preferencia en la suscripción de nuevas acciones, bajo
las condiciones siguientes:
1º) Que su consideración se incluya en el orden del día;
2º) Que se trate de acciones a integrarse con aportes en especie o
que se den en pago de obligaciones preexistentes”.
Como condición específica para la suspensión del derecho de preferencia, las
acciones suscriptas tienen que ser “acciones a integrarse con aportes en especie o que
se den en pago obligaciones preexistente”. Pero, aún concurriendo estas modalidades,
no justifican por si solas la posibilidad de limitar o suspender el derecho de preferencia,
pues tienen que concurrir con situaciones “particulares y excepcionales, cuando el
interés de la sociedad lo exija”. Este interés social debe ser concreto y específico a una
circunstancia determinada, ya que no basta aludir genéricamente a él para imponer
limitaciones al derecho comentado.
Se requiere al efecto resolución de asamblea extraordinaria con la mayoría
agravada del artículo 244 párrafo último, y la inclusión de la consideración puntual del
tema en el orden del día.
Acción de nulidad: No respetados estos requisitos específicos que marca la ley
o ejercitado arbitrariamente tendrá el accionista perjudicado acción para solicitar que se
cancele dicha suscripción (art. 195). Si no fuese posible esa cancelación, el perjudicado
podrá ejercer una acción de resarcimiento contra la sociedad y los directores
solidariamente.
El plazo que tiene el accionista perjudicado para iniciar las acciones pertinentes,
es de seis meses a partir del vencimiento del plazo que tenía o debía tener para la
suscripción preferente (art. 196). Si se hubiese omitido la publicidad, el plazo correrá
desde que el accionista tome conocimiento de la emisión.
90
II) Emisión bajo la par y emisión con prima: El tema se encuentra regulado en el
artículo 202 que dispone: “Es nula la emisión de acciones bajo la par,
excepto en el supuesto de la Ley N. 19.060.
Se podrá emitir con prima, que fijará la asamblea extraordinaria,
conservando la igualdad en cada emisión. En las sociedades
autorizadas para hacer oferta pública de sus acciones la decisión será
adoptada por asamblea ordinaria la que podrá delegar en el
directorio la facultad de fijar la prima, dentro de los límites que
deberá establecer.
El saldo que arroje el importe de la prima, descontados los gastos de
emisión, integra una reserva especial. Es distribuible con los
requisitos de los artículos 203 y 204”.
Lo normal en la emisión de acciones es que las acciones se emitan a la par, es
decir, al valor nominal del cual consta dicha acción. Sin embargo, en determinados
casos, pueden emitirse acciones bajo la par o con prima.
La emisión “bajo la par” significa emisión de acciones por debajo de su valor
nominal; se utiliza para incentivar la inversión debido a la ventaja comparativa que
supone suscribir títulos con un valor inferior. El principio de la intangibilidad del
capital determina la nulidad instaurada en la especie por el artículo 202, no obstante lo
91
cual, se admite como excepción en las sociedades que coticen en bolsa y cuando la
suscripciones sean a integrar en dinero efectivo.
La “emisión con prima” es un sobreprecio del valor nominal de la acción, que
paga el suscriptor de acciones de una sociedad cuyas acciones cotizan a la par. Esta
prima debe ser fijada por asamblea extraordinaria, y deducidos los gastos de emisión, se
destina a una reserva especial.
La emisión con prima tiene como finalidad equiparar la situación de los nuevos
socios con la posición de los antiguos accionistas, en relación con el patrimonio de la
sociedad antes del aumento del capital social. Su función es la de conservar los
accionistas existentes el mayor valor real de la acción, que si se emitiera sin prima,
traería un enriquecimiento gratuito a los nuevos accionistas, quienes participarían en
igualdad de condiciones con los antiguos de la situación económica ventajosa que
representa una empresa en marcha.
Este mecanismo procura que los socios a través de nuevos aportes efectúen
nuevos desembolsos para ser aplicados al activo social.
El reintegro es un recuso financiero que entraña la obligación de los socios de
integrar nuevos aportes con la única finalidad de engrosar el patrimonio social, sin
modificar la cifra nominal del capital, por lo que no se entregan nuevas acciones o
participaciones, siendo invariable, por ende, la situación política y/o patrimonial del
socio.
En estricto rigor, el reintegro no implica una modificación del capital, pues a lo
que tiende es a su mantenimiento, mediante el acrecentamiento del patrimonio social en
la medida necesaria para que el exceso de los valores del pasivo coincidan con la cifra
del capital, como ha señalado la doctrina.
12) Dividendos:
1) Competencia de la asamblea:
asamblea no tiene una posibilidad de ejecución per se, sino que el órgano de
administración es el que la implementa o ejecuta, porque el órgano de gobierno no tiene
otra función que la de formar o integrar esta voluntad social. Su implementación a
través del contacto con terceros queda atribuida al órgano competente en la materia, que
siempre es el órgano de administración.
3 Clases de asambleas:
La asamblea puede pasar a cuarto intermedio por una vez, a fin de continuar
dentro de los treinta (30) días siguientes. Sólo pueden participar en la segunda reunión
los accionistas que habían asistido a la primera. Las decisiones adoptadas antes de pasar
a cuarto intermedio son obligatorias y ejecutables por el directorio incluso antes de su
reanudación.
Durante la celebración del acto asambleario, todos los accionistas gozan del
derecho de voz, incluso los titulares de acciones preferidas sin derecho a voto.
Asimismo, los directores, los síndicos y los gerentes generales tienen derecho y
obligación de asistir con voz a todas las asambleas. Sólo tendrán voto en la medida que
les corresponda como accionistas. Pero no podrán votar en las decisiones vinculadas
con la aprobación de sus actos de gestión Tampoco lo pueden hacer en las resoluciones
atinentes a su responsabilidad o remoción con causa. La reforma de la ley 22.903 ha
limitado de este modo los alcances de la inhabilitación que preveía el régimen anterior,
que les vedaba asimismo votar sobre la aprobación de los estados contables, provocando
no pocos inconvenientes (principalmente respecto de las anónimas familiar) cuando en
la asamblea sólo se encontraban presentes accionistas que eran además directores.
Por su parte la ley establece que: “El accionista o su representante que
en una operación determinada tenga por cuenta propia o ajena un
interés contrario al de la sociedad, tiene obligación de abstenerse de
votar los acuerdos relativos a aquélla.
Si contraviniese esta disposición será responsable de los daños y
perjuicios, cuando sin su voto no se hubiera logrado la mayoría
necesaria para una decisión válida”.
Por un lado, la norma reconoce la primacía del interés social por sobre el
individual de los socios y, por otro, impide la formación de mayorías con intereses
contrarios al de la sociedad.
Las decisiones o acuerdos asamblearios, para ser válidos, deben reunir las
mayorías previstas legalmente:
1. En asambleas ordinarias, en primera o segunda convocatoria, las decisiones
se tomarán por mayoría absoluta de los votos presentes que puedan emitirse en la
respectiva decisión, o sea que no se tomarán en cuenta los votos de los directores si se
discute su gestión, o de aquellos accionistas que se declaren con interés contrario.
2. En las asambleas extraordinarias las decisiones se toman de la misma forma,
es decir por mayoría absoluta de votos.
La última parte del artículo 244 establece: “Cuando se tratare de la
transformación, prórroga o reconducción, excepto en las sociedades
que hacen oferta pública o cotización de sus acciones; de la
disolución anticipada de la sociedad; de la transferencia del domicilio
al extranjero, del cambio fundamental del objeto y de la reintegración
total o parcial del capital, tanto en la primera cuanto en segunda
convocatoria, las resoluciones se adoptarán por el voto favorable de
la mayoría de acciones con derecho a voto, sin aplicarse la pluralidad
de voto. Esta disposición se aplicará para decidir la fusión y la
escisión, salvo respecto de la sociedad incorporante que se regirá por
las normas sobre aumento de capital”.
Es decir que en estos casos la ley exige la mayoría absoluta de votos que
confiere la totalidad del capital –no de los presentes- e iguala a todas las acciones si
hubiese algunas con voto plural
98
5) Derecho de receso:
1) El directorio:
101
La función no se puede delegar; la ley admite la delegación del voto, pero ella
sólo es posible en cabeza de otro director mediando quórum.
La disposición este articulo ha provocada una polémica doctrinaria respecto de si
una persona jurídica puede o no ser directora de la SA. Muiño y Zunino se inclinan por
la afirmativa.
h) Funcionamiento y reuniones del directorio: Conforme al artículo 260: “El
estatuto debe reglamentar la constitución y funcionamiento del
directorio. El quórum no podrá ser inferior a la mayoría absoluta de
sus integrantes”.
La redacción anterior de este artículo establecía un quórum de funcionamiento
que debía ser la mitad más uno de sus integrantes, lo cual traía aparejado singulares
problemas de interpretación cuando, por ejemplo, el número de los integrantes era
impar. La ley 22.903 impuso un quórum basado en la mayoría absoluta.
Por su parte, el artículo 267 establece: “El directorio se reunirá, por lo
menos, una vez cada tres (3) meses, salvo que el estatuto exigiere
mayor número de reuniones, sin perjuicio de las que se pudieren
celebrar por pedido de cualquier director. La convocatoria será hecha,
en éste último caso, por el presidente para reunirse dentro del quinto
día de recibido el pedido. En su defecto, podrá convocarla cualquiera
de los directores.
La convocatoria deberá indicar los temas a tratar”.
La ley 22.903 consideró conveniente establecer la reunión obligatoria del
directorio una vez cada tres meses, en lugar de la reunión mensual que preveía el
régimen anterior. Todo ello sin perjuicio de las disposiciones estatutarias y las que
deban celebrarse a pedido de cualquier director.
El estatuto de las sociedades comprendidas en el régimen de la oferta pública
puede prever la reunión a distancia, esto es, con los miembros del directorio
comunicados entre si por medio de transmisiones simultáneas de sonido, imágenes o
palabras. En tal caso, el cómputo del quórum se hará sobre la base de los miembros
presentes, salvo disposición en contraria de estatuto. El órgano de fiscalización deberá
dejar constancia de la regularidad de las decisiones y las actas serán confeccionadas por
los miembros presentes y el representante del órgano de fiscalización dentro de los
cinco días de celebrada la reunión.
Finalmente, corresponde decir que el directorio requiere que sus decisiones
queden registradas. El instrumento que registra esas decisiones es el acta de directorio.
El acata que debe labrarse de cada reunión contendrá la indicación de los
directores y síndicos presentes, un resumen de las deliberaciones, de la protesta que
pueda formular cualquiera de los directores presentes, los resultados de las distintas
votaciones realizadas. El acta deberá ser firmada por todos los presentes.
i) Labor ejecutiva: Comité ejecutivo y gerentes: Si bien el directorio realiza la
administración de la sociedad, el cumplimiento de las labores ejecutivas dentro de la
administración puede estar a cargo de un comité ejecutivo o de una gerencia.
1. Comité ejecutivo: Sobre el particular dispone el artículo 269: “El
estatuto puede organizar un comité ejecutivo integrados por
directores que tengan a su cargo únicamente la gestión de los
negocios ordinarios. El directorio vigilará la actuación de ese comité
ejecutivo y ejercerá las demás atribuciones legales y estatuarias que
le correspondan.
Responsabilidad.
106
medio de un tercero, para su provecho personal. Con relación a este tema, el artículo
272 establece: “Cuando el director tuviere un interés contrario al de la
sociedad, deberá hacerlo saber al directorio y a los síndicos y
abstenerse de intervenir en la deliberación, so pena de incurrir en la
responsabilidad del artículo 59”.
b) No competir con la sociedad: En este sentido, el artículo 273 de la LSC
dispone: “El director no puede participar por cuenta propia o de
terceros, en actividades en competencia con la sociedad, salvo
autorización expresa de la asamblea, so pena de incurrir en la
responsabilidad del artículo 59”.
Dada la calidad de su participación en el ente, la ley no prohíbe al accionista la
actividad en competencia con la sociedad como lo hace respecto de las sociedades por
parte de interés; mantiene este deber, en cambio, para los directores en virtud del deber
de lealtad, toda vez que son ellos quienes están en condiciones de utilizar las
informaciones, secretos, etc., que conocen en ocasión de su función.
c) No utilizar los activos de la sociedad, salvo que esté autorizado.
d) Celebrar contrato con la social dentro de las condiciones del
mercado: En este sentido, el artículo 271 de la LSC dispone: “El director puede
celebrar con la sociedad los contratos que sean de la actividad en
que éste opere y siempre que se concierten en las condiciones del
mercado.
Los contratos que no reúnan los requisitos del párrafo anterior sólo
podrán celebrarse previa aprobación del directorio o conformidad de
la sindicatura si no existiese quórum. De estas operaciones deberá
darse cuenta a la asamblea.
Si desaprobase los contratos celebrados, los directores o la
sindicatura en su caso, serán responsables solidariamente por los
daños y perjuicios irrogados a la sociedad.
Los contratos celebrados en violación de lo dispuesto en el párrafo
segundo y que no fueren ratificados por la asamblea son nulos, sin
perjuicio de la responsabilidad prevista en el párrafo tercero”.
Por su parte, la diligencia de un buen hombre de negocios es
la aptitud profesional para el exitoso desempeño de la actividad que constituye el
objeto social. Se exige al administrador idoneidad y eficiencia en el desarrollo de su
labor, con especificidad en la competencia para los negocios que hacen al objeto social.
Existen una serie de elementos relacionados con la diligencia que debe poseer el
administrador:
a) Pericia: El administrador debe tener solvencia técnica; debe estar formado y
capacitado para poder desarrollar el objeto social. Debe estar formado antes o
inmediatamente después de asumir su cargo.
b) Información: El administrador debe conocer la estructura de la sociedad. Debe
organizar procesos internos tendientes a anoticiarse sobre el funcionamiento de la
persona jurídica que tiene a su cargo.
c) Planificación: El administrador debe establecer un plan de negocios teniendo en
cuenta el estado actual de la sociedad y el objeto que procuran realizar los socios. No
hay planificación sin control.
d) Fiscalización: Se debe llevar el control financiero de la sociedad, del estado y
funcionamiento del activo de la sociedad así como también el de las actividades de los
socios.
108
Sindicatura
Privada
Fiscalización Consejo de vigilancia
Permanente
Pública
Limitada
Fiscalización privada:
1) Sindicatura:
La ley aclara que la sindicatura puede ser ejercida por más de un síndico, caso en
que actuará como cuerpo colegiado. No obstante ello, se remarca la actuación individual
de cada uno (es decir sin subordinación al cuerpo colegiado) cuando dispone que el
síndico disidente tiene lisa y llanamente los derechos, atribuciones y deberes que
instituye el art. 294.
h) Atribuciones y deberes: Sobre el particular el artículo 294 establece: “Son
atribuciones y deberes del síndico, sin perjuicio de los demás que
esta ley determina y los que le confiera el estatuto:
1º) Fiscalizar la administración de la sociedad, a cuyo efecto
examinará los libros y documentación siempre que lo juzgue
conveniente y, por lo menos, una vez cada tres (3) meses.
2º) Verificar en igual forma y periodicidad las disponibilidades y
títulos valores, así como las obligaciones y su cumplimiento;
igualmente puede solicitar la confección de balances de
comprobación;
3º) Asistir con voz, pero sin voto, a las reuniones del directorio, del
comité ejecutivo y de la asamblea, a todas las cuales debe ser citado;
4º) Controlar la constitución y subsistencia de la garantía de los
directores y recabar las medidas necesarias para corregir cualquier
irregularidad;
5º) Presentar a la asamblea ordinaria un informe escrito y fundado
sobre la situación económica y financiera de la sociedad,
dictaminando sobre la memoria, inventario, balance y estado de
resultados;
6º) Suministrar a accionistas que representen no menos del Dos por
Ciento (2 %) del capital, en cualquier momento que éstos se lo
requieran, información sobre las materias que son de su
competencia;
7º) Convocar a asamblea extraordinaria, cuando lo juzgue necesario y
a asamblea ordinaria o asambleas especiales, cuando omitiere
hacerlo el directorio;
8º) Hacer incluir en el orden del día de la asamblea, los puntos que
considere procedentes;
9º) Vigilar que los órganos sociales den debido cumplimiento a la ley,
estatuto, reglamento y decisiones asamblearias;
10) Fiscalizar la liquidación de la sociedad;
11) Investigar las denuncias que le formulen por escrito accionistas
que representen no menos del Dos por Ciento (2 %) del capital,
mencionarlas en informe verbal a la asamblea y expresar acerca de
ellas las consideraciones y proposiciones que correspondan.
Convocará de inmediato a asamblea para que resuelva al respecto,
cuando la situación investigada no reciba del directorio el tratamiento
que conceptúe adecuado y juzgue necesario actuar con urgencia”.
h) Responsabilidad: Puede decirse que la responsabilidad del síndico le incumbe
por violación de la ley, el estatuto y el reglamento, como por cualquier otro daño
producido por dolo, abuso de facultades o culpa grave, como por el mal desempeño de
su cargo por no haber obrado con lealtad y con la diligencia del buen hombre de
negocios. Ello debe complementarse con la aplicación de figuras como la prohibición de
contratar con la sociedad, la actuación en interés contrario o en actividades en
competencia con la sociedad.
113
2) Consejo de vigilancia:
El consejo de vigilancia es un órgano de control más que la ley prevé para ser
adoptado junto a la sindicatura o en reemplazo de ésta. No es un órgano obligatorio,
debiendo estar previsto en el estatuto.
El artículo 280 de la LSC establece: “El estatuto podrá organizar un
consejo de vigilancia, integrado por tres a quince accionistas
designados por la asamblea conforme a los artículos 262 o 263,
reelegibles y libremente revocables. Cuando el estatuto prevea el
consejo de vigilancia, los artículos 262 y 263 no se aplicarán en la
elección de directores si éstos deben ser elegidos por aquél.
Normas aplicables.
Se aplicarán los artículos 234, inciso 2.); 241; 257; 258; párrafo
primero; 259; 260; 261; 264; 265; 266; 267; 272; 273; 274; 275; 276;
277; 278; 279; 286 y 305. También se aplicará el artículo 60. Cuando
en estas disposiciones se hacen referencia al director o directorio, se
entenderá consejero o consejo de vigilancia”.
Debe ser integrado por no menos de tres miembros ni más de quince debiendo
todos revestir la calidad de accionistas. Esto último es importante porque es lo que lo
diferenciará de la sindicatura, que se integra únicamente por profesionales.
Por disposición del artículo 280 de la LSC se aplican las normas siguientes:
1. La asamblea ordinaria los designa y remueve, y fija su retribución.
2. Son elegidos por un término que no puede exceder de tres ejercicios y deben
permanecer en el cargo hasta que se los remplace.
3. El estatuto puede prever la existencia de suplentes.
4. El consejero no puede renunciar si con ello se afecta el normal
funcionamiento del consejo.
5. El quórum es la mitad más uno de los miembros.
6. Rigen las mismas limitaciones que para las remuneraciones del directorio.
114
número no menor a un tercio, lo cual condice con el porcentaje que pueden elegir las
minorías según el sistema de voto acumulativo.
Finalmente, el artículo 283 se refiere a la posibilidad de prescindir la sindicatura
cuando se ha organizado un consejo de vigilancia. En tal sentido, dicho artículo,
dispone: “Cuando el estatuto organice el consejo de vigilancia, podrá
prescindir de la sindicatura prevista en los artículos 284 y siguientes.
En tal caso, la sindicatura será reemplazada por auditoría anual,
contratada por el consejo de vigilancia, y su informe sobre estados
contables se someterá a la asamblea, sin perjuicio de las medidas
que pueda adoptar el consejo”.
Fiscalización Estatal:
dentro de los límites del artículo 167 de la LSC y corresponderá a las autoridades
locales. Estamos pues, frente a una fiscalización estatal limitada.
No obstante, la autoridad de control podrá vigilar el funcionamiento cuando:
a) Lo solicite accionistas que representen por lo menos el 10% del capital
suscripto, o lo requiera cualquier síndico. En tal caso, las facultades del organismo de
control se restringen a los hechos que hayan dado lugar a la solicitud de fiscalización y
su intervención debe cesar cuando haya cumplido el cometido.
b) En resguardo del interés público, previa resolución fundada. En este caso, la
fiscalización se extenderá a todos aquellos aspectos que la autoridad de control
considere necesarios y con la misma extensión que la que está prevista en el artículo
299. Los aspectos sujetos a fiscalización se deberá expresar en la fundamentación de la
resolución.
Se trate o no de sociedades sujetas a control permanente, la autoridad de control
puede aplicar las siguientes sanciones:
1. Apercibimiento; éste es un llamado de atención o advertencia destinado
fundamentalmente a evitar que se vuelva a cometer la infracción.
2. Apercibimiento con publicación; los efectos son los mismos que el punto
anterior, pero se agrava la sanción ya que se pone en conocimiento de la opinión pública
su existencia.
3. Multa a la sociedad, sus directores y síndicos.
A estas sanciones, debe sumarse una responsabilidad específica impuesta por el
artículo 305 a los directores y síndicos. Cuando alguno de ellos no comunicare a la
autoridad de control la existencia de alguna causal que produzca la fiscalización estatal
permanente, serán solidaria e ilimitadamente responsables. Inclusive cuando hubieren
eludido o solamente intentado eludir la fiscalización de la autoridad de control, serán
pasibles de las multas dispuestas por el artículo 302 inc. 3 de la LSC.
Respecto de las facultades de la autoridad de control, el artículo 303 dispone:
“La autoridad de contralor está facultada para solicitar al juez del
domicilio de la sociedad competente en materia comercial:
1º) La suspensión de las resoluciones de sus órganos si las mismas
fueren contrarias a la ley, el estatuto o el reglamento;
2º) La intervención de su administración en los casos del inciso
anterior cuando ella haga oferta pública de sus acciones o
debentures, o realice operaciones de capitalización, ahorro o en
cualquier forma requiera dinero o valores al público con promesa de
prestaciones o beneficios futuros y en el supuesto del artículo 301,
inciso 2.
La intervención tendrá por objeto remediar las causas que la
motivaron y si no fuere ello posible, disolución y liquidación;
3º) La disolución y liquidación en los casos a que se refieren los
incisos 3, 4, 5, 8 y 9 del artículo 94 y la liquidación en el caso del
inciso 2 de dicho artículo”.
Finalmente, corresponde decir que todas las resoluciones de la autoridad de
control, inclusive las del artículo 302 de la LSC son apelables al sólo efecto devolutivo
ante el tribunal de apelaciones competente en materia comercial, a tenor del artículo ,
169. A su vez debe entenderse recurrible, y con el mismo efecto, las resoluciones que
formule el juez del domicilio social, a instancia de la autoridad de control, de
conformidad con el artículo 303. Empero, la multa y el apercibimiento con publicación
son apelables y su interposición tiene efectos suspensivos.
117
1) La oferta pública:
Las Bolsas de Comercio son asociaciones civiles con personería jurídica y con
sus respectivos Mercados de Valores adheridos. Sus funciones generales son:
Autoriza, suspende y cancela la autorización de cotización de títulos valores.
Establece requisitos y controles para las empresas cotizantes.
Dicta normas para asegurar la veracidad de balances de empresas cotizantes.
118
Entidades emisoras
Persona física.
Puede ser Buscan un instrumento para hacer productivos
119
El público requiere
para poder invertir
de un
Asiste a las sesiones de remate y compra o vende
según el pedido que le efectúe.
Intermediario
Ganan comisión
4) Caja de valores:
El decreto 677/01 fue sancionado para dar transparencia a la oferta pública y con
el objetivo final de proteger a inversores, atraer de este modo capitales financieros al
país y elevar así la tasa de crecimiento de la economía.
Para cumplir con esta finalidad, el decreto 677/01 regula minuciosamente los
deberes de los sujetos que intervengan en el ofrecimiento público de sus acciones o de
sus “valores negociables”.
a) Deber de información y confidencialidad: Regula el artículo 5 del decreto el
deber de información por parte de los participantes o intervinientes en el ámbito de la
oferta pública a la autoridad de aplicación, la Comisión Nacional de Valores, en forma
directa, veraz, suficiente, y oportuna ciertos hechos y circunstancia relevantes.
Asimismo los integrantes de los distintos órganos y los accionistas controlantes
de entidades emisoras que realicen oferta pública de sus acciones quedan obligados a
informar acerca de la cantidad y clases de acciones, títulos de deuda convertibles en
acciones, etc., que posean de la entidad que se encuentran vinculados.
Igualmente alcanza este deber de información a toda persona física o jurídica
que, en forma directa o por intermedio de otras personas físicas o jurídicas, adquiera o
enajene acciones de una sociedad que realice oferta pública de valores negociables en
cantidad tal que implique un cambio en las tendencias de los grupos de control.
Aparte del deber de informar a la Comisión Nacional de Valores previsto en el
artículo 5, el artículo 6 regula el deber de informar a las entidades autorreguladas y al
público. Dichas entidades deberán publicar en forma inmediata las comunicaciones
recibidas en sus boletines de información o en cualquier medio por el cual se garantice
su amplia difusión.
120
La oferta pública tiene como objetos únicamente los títulos valores emitidos en masa,
que por tener las mismas características y otorgar los mismos derechos dentro de su
clase, se ofrecen en forma genérica y se individualizan en el momento de cumplirse el
contrato respectivo.
Títulos valores:
Un título valor es un instrumento representativo de derechos y obligaciones de
determinada calidad jurídica. Existen diferentes clases de títulos valores: los emitidos
individualmente, tales como cheques, pagarés, letras de cambio, certificados de prenda,
etc. y los emitidos en serie, tales como las acciones, debentures, obligaciones
negociables, títulos públicos, cupones, cuotas partes de fondos comunes de inversión,
etc. Los títulos pueden ser de renta fija o variable:
122
a) Títulos de renta fija: Son títulos valores representativos de una deuda que da a
quien los posee el derecho de adquirir un interés fijo durante un plazo preestablecido.
Ejemplo: Bonos.
b) Títulos de renta variable: Son los títulos en los cuales la rentabilidad depende
del desempeño económico de la empresa emisora. Ejemplo: Acciones
Bonos:
Un bono es una promesa de pago por parte de un emisor que toma fondos de uno
o varios inversores. Un bono es una inversión a largo plazo con un nivel de riesgo
moderado, con un flujo de fondos conocido o predecible. Un bono simple o típico paga
intereses semestralmente y devuelve el capital al vencimiento.
Al momento de emitirse un bono se establece una tasa de interés ("cupón"), que se
llama renta anual. La renta anual de un bono es el rendimiento sobre el valor nominal
del mismo y puede ser fija o variable.
Los principales emisores son las compañías privadas, los gobiernos nacionales o
provinciales y en menor medida, los municipios. El objetivo de las entidades emisoras
es conseguir fondos para realizar inversiones o refinanciar deudas. Muchas empresas
recurren a los bonos para ampliar su capital, mejorar su tecnología o implementar
proyectos de investigación. El Estado emite bonos para crear nuevas instituciones,
financiar sus gastos o desarrollar su infraestructura.
Los bonos que emiten las empresas suelen denominarse Obligaciones
Negociables (O.N.). Aunque se nombran de manera diferente, tienen las mismas
características generales que los bonos del Estado. La diferencia es que algunas O.N.
pueden ser convertibles en acciones. En ciertos casos, en el momento de la emisión se
fija una cláusula de conversión que permite al titular quedarse con acciones de la
sociedad emisora a cambio del monto en dinero acordado en el bono.
El decreto 677/01 establece que quien con el fin de alcanzar el control, en forma
directa o indirecta, de una sociedad cuyas acciones se encuentren admitidas al régimen
de la oferta pública, pretenda adquirir a título oneroso una cantidad de acciones con
derecho a voto, de derechos de suscripción u opciones sobre acciones, deberá promover
previamente, dentro del plazo que establezca la reglamentación, una oferta pública
obligatoria de adquisición o canje de valores de acuerdo con el procedimiento que
establezca la comisión nacional de valores.
Esta obligación no regirá en los supuestos en que la adquisición de la
participación significativa no conlleve la adquisición del control de la sociedad.
Tampoco regirá en los supuestos en que se produzca un cambio de control como
consecuencia de una reorganización societaria, una fusión o una escisión.
El régimen obligatorio no será aplicable a la adquisición de acciones u otros en
tanto, en su conjunto, no superen la "participación significativa". Hasta el límite que se
establezca como "participación significativa", regirá el principio de libre negociación
entre las partes.
La comisión nacional de valores podrá objetar el precio que se ofrezca por considerar
que el mismo no resulta equitativo. La falta de objeción al precio no perjudica el
derecho de los accionistas a impugnar en sede judicial o arbitral el precio ofrecido.
Las obligaciones negociables son un valor mobiliario emitido en masa por una
persona jurídica, representativo de un empréstito generalmente a mediano y largo
plazo.
Podemos distinguir distintos tipos:
1. Simples: Son aquellas que representan un empréstito contraído por la empresa
emisora, dando derecho al titular de ellas al reembolso del capital y al pago del interés
conforme las condiciones de emisión. Su status es el de cualquier acreedor cuyo crédito
emana de un contrato de mutuo.
Su expectativa radica en recuperar el capital y recibir los intereses, si se trata de
una inversión a finish, o a lucrar con la venta de las obligaciones a un mejor precio que
el de suscripción o compra.
2. Convertibles: Son aquellas que además de otorgar al obligacionista todos los
derechos inherentes a su posición de acreedor, le conceden la opción de cancelar por
anticipado la relación crediticia mediante la suscripción de acciones de la sociedad
emisora, conforme a un precio determinado. Esto es lo que se conoce como derecho de
conversión. El ejercicio de este derecho puede representar, para el titular de las
obligaciones negociables, una plusvalía importante, sea porque de tal forma puede
hacerse de acciones por un precio menor al de mercado, sea porque espere que aquel
precio suba y esto le implique un rendimiento financiero mayor que el que resultara de
mantener la relación de crédito.
Una sociedad puede emitir obligaciones negociables convertibles con distintas
finalidades:
a) Obtener un préstamo a largo plazo en condiciones menos onerosas,
especulando con la conversión de su crédito en acciones.
b) Buscar un aumento indirecto de capital social, que en el presente fuere muy
dificultoso por estar las acciones subvaluadas o si se especulara con que el precio de
conversión implicaría en el futuro una prima de suscripción menor de la que podría
obtener la sociedad en el presente.
Pueden emitir obligaciones negociables las sociedades por acciones,
cooperativas, asociaciones civiles constituidas en el país y las sucursales de las
sociedades por acciones constituidas en el extranjero.
11) Debentures:
125
La sociedad que hubiese constituido una garantía flotante, no podrá vender o ceder la
totalidad de su activo, ni tampoco parte de él, si así imposibilitare la continuación del
giro de sus negocios, tampoco podrá fusionarse o escindirse con otra sociedad sin
autorización de la asamblea de debenturistas.
Emitidos debentures con garantía flotante, no pueden emitirse otros que tengan
prioridad o deban pagarse pari passu con los primeros, sin consentimiento de la
asamblea de debenturistas.
Por las alternativas que brindan a sus titulares, los debentures
pueden ser clasificados en simples o convertibles. Los primeros otorgan sólo el derecho
a la devolución del préstamo con sus intereses, en tanto que los convertibles en acciones
otorgan la posibilidad a su beneficiario de percibir su crédito o convertirse en
accionistas de la sociedad emisora. La convertibilidad en acciones implica un atractivo
adicional para el inversor, toda vez que le permite o faculta en el momento de
vencimiento de la obligación a optar entre percibir el interés y amortización que le
corresponde como acreedor de la sociedad –existan o no utilidades- o convertir los
Debentures en acciones, quedando en consecuencia en calidad de accionista de la
sociedad. La conversión implica, pues, aumento de capital, aunque en este caso, el
aumento es posterior y no anterior a la emisión.
Cuando los debentures sean convertibles en acciones:
1º) Los accionistas, cualquiera sea su clase o categoría, gozarán de preferencia
para su suscripción en proporción a las acciones que posean, con derecho de acrecer;
2º) Si la emisión fuere bajo la par la conversión no podrá ejecutarse en desmedro
de la integridad del capital social;
3º) Pendiente la conversión, está prohibido: amortizar o reducir el capital,
aumentarlo por incorporación de reservas o ganancias, distribuir las reservas o
modificar el estatuto en cuanto a la distribución de ganancias.
La sociedad que decide emitir debentures debe celebrar con un banco un
contrato de fideicomiso para que tome a su cargo la gestión de las suscripciones, el
control de las integraciones, la representación necesaria de los futuros debenturistas y la
defensa conjunta de sus derechos e intereses durante la vigencia del empréstito hasta su
cancelación.
12) Negocios con acciones y otros títulos emitidos por sociedades anónimas:
1) Caracterización:
2) Normas aplicables:
128
3) Denominación:
4) Administración:
Por su parte, el artículo 322 dispone: “El socio administrador tiene voz
pero no voto, y es nula cualquier cláusula en contrario en los
siguientes asuntos:
1º) Elección y remoción del síndico;
2º) Aprobación de la gestión de los administradores y síndicos, o la
deliberación sobre su responsabilidad;
3º) La remoción prevista en el artículo 319”.
Con relación a la remoción del socio administrador, establece el 319: “La
remoción del administrador se ajustará al artículo 129, pero el socio
comanditario podrá pedirla judicialmente, con justa causa, cuando
represente no menos del Cinco por ciento(5 %) del capital.
El socio comanditado removido de la administración tendrá derecho a
retirarse de la sociedad o a transformarse en comanditario”. Para una
correcta interpretación de este artículo, hay que tener en cuenta que el artículo 129 de la
LSC proclama que el administrador, socio o no, aun designado en el contrato social,
puede ser removido por decisión de mayoría en cualquier tiempo sin invocación de
causa, salvo pacto en contrario. Cuando el contrato requiera justa causa, conservará su
cargo hasta la sentencia judicial, si negare la existencia de aquella, salvo su separación
provisional por aplicación de la Sección XIV del Capítulo I.
Finalmente, con respecto a la acefalía de la administración, el artículo 320
dispone: “Cuando la administración no pueda funcionar, deberá ser
reorganizada en el término de Tres (3) meses.
Administrador provisorio.
El síndico nombrará para este período un administrador provisorio,
para el cumplimiento de los actos ordinarios de la administración,
quien actuará con los terceros con aclaración de su calidad. En estas
condiciones, el administrador provisorio no asume la responsabilidad
del socio comanditado”.
La ley se aparta expresamente de las disposiciones del artículo 140 párrafo 1º.
De este modo, los socios comanditarios no pueden asumir provisionalmente la
administración, siendo el síndico quien designará el administrador provisorio.
Sociedades cooperativas:
ilimitada, ingreso abierto, voto por persona e indisponibilidad de las reservas, pero con
libertad de retiro de los socios.
Se ha formulado una interesante distinción:
1. Sociedad: fin interesado, patrimonial y lucrativo.
2. Cooperativa: fin interesado, patrimonial, no lucrativo.
3. Asociación: fin desinteresado, no patrimonial ni lucrativo.
1) Caracteres:
a) Caracteres materiales:
1º. Tienen capital variable y duración ilimitada.
2º. No ponen límite estatutario al número de asociados ni al capital.
3º. Conceden un solo voto a cada asociado, cualquiera sea el número de sus
cuotas sociales y no otorgan ventaja ni privilegio alguno a los iniciadores, fundadores y
consejeros, ni preferencia a parte alguna del capital.
4º. Reconocen un interés limitado a las cuotas sociales, si el estatuto autoriza
aplicar excedentes a alguna retribución al capital.
5º. Distribuyen los excedentes en proporción al uso de los servicios sociales.
b) Caracteres ideales:
1º. No hay finalidad política, religiosa, étnica o ideológica.
2º. Finalidad de fomentar la educación.
3º. Prever la integración cooperativa.
c) Caracteres organizativos naturales:
1º. Participación de un número mínimo de diez asociados.
2º. Prestar servicios a no asociados si lo confirma la autoridad de control.
3º. Limitar el ingreso de los socios de conformidad con el objeto social.
2) Clases:
3) Constitución:
4) Los socios:
Pueden ser asociados las personas físicas mayores de dieciocho años, los
menores de edad por medio de sus representantes legales y los demás sujetos de
derecho, inclusive las sociedades por acciones, siempre que reúnan los requisitos
establecidos por el estatuto.
Dentro de tales supuestos el ingreso es libre, es decir, no pueden existir
limitaciones de carácter político, religioso, de nacionalidad, de religión, de raza. etc.,
pero podrá ser supeditado a las condiciones derivadas del objeto social.
Cuando el estatuto establezca un derecho de ingreso no puede elevárselo a título
de compensación por las reservas sociales. Su importe no puede exceder el valor de una
cuota social.
El Estado Nacional, las Provincias, los Municipios, los entes descentralizados y
las empresas del Estado pueden asociarse a las cooperativas, salvo que ello estuviera
expresamente prohibido por sus leyes respectivas. También pueden utilizar sus
servicios, previo su consentimiento, aunque no se asocien a ellas.
a) Rechazo del socio: El rechazo del socio sólo puede fundarse en el
incumplimiento de los requisitos establecidos por el estatuto, debidamente aprobados
por la autoridad de control, o en las limitaciones al ingreso fijadas para el mejor
cumplimiento del objeto social.
b) Retiro: Los asociados pueden retirarse voluntariamente en la época
establecida en el estatuto, o en su defecto, al finalizar el ejercicio social dando aviso con
treinta días de anticipación.
c) Exclusión: La exclusión debe fundarse en motivos explicitados en el estatuto
o en el incumplimiento de los deberes y obligaciones como socio o en actividades que
obstaculicen el cumplimiento del objeto social, de deslealtad, de competencia, etc.
132
La decisión de exclusión puede ser recurrida ante la asamblea en todos los casos.
d) Derechos: Entre los derechos de los socios podemos mencionar:
1. Derecho a la información de quienes son los asociados.
2. Ejercer el derecho de voto.
3. Requerir información sobre la actividad económica
4. Obtener la entrega de los títulos accionarios representativos de las cuotas
sociales que deben ser nominativas, de valor igual, que determinará el estatuto.
5. Transferir las cuotas a asociados.
6. Constituir prenda sobre sus acciones.
7. Participar en los excedentes repartibles.
8. Ejercer el derecho de receso por cambio sustancial del objeto social.
9. Impugnar las resoluciones de la asamblea por ilegalidad.
10. Ser elegibles para integrar los órganos de la administración y representación.
5) Órganos de la cooperativa:
6) Libros:
Las cooperativas deben llevar los libros diarios, balances e inventarios. Deben
llevar, además, los siguientes:
1º. Registro de asociados;
2º. Actas de asambleas;
3º. Actas de reuniones del consejo de administración;
4º. Informes de auditoría.
134
El órgano local competente puede autorizar por resolución fundada, en cada caso, el
empleo de medios mecánicos y libros de hojas movibles en reemplazo o complemento
de los indicados.
7) Excedentes repartibles:
Transformación:
1) Responsabilidad:
Se trata de supuesto inverso, en que una sociedad capitalista asume una forma
parcial o totalmente personalista. Parece justo si se tiene en cuenta que en le momento
de contratar los acreedores no contaron con la responsabilidad ilimitada de los socios.
2) Requisitos:
3) Receso:
El derecho de receso es la facultad del socio de retirarse del ente social en caso
de estar disconforme con decisiones de la asamblea que implican alterar
sustancialmente las bases esenciales tenidas en cuenta al ingresar, o al constituir la
sociedad.
El artículo 78 establece: “En los supuestos en que no se exija
unanimidad, los socios que han votado en contra y los ausentes
137
5) Rescisión de la transformación:
Fusión:
2) Requisitos:
3) Receso:
4) Revocación y rescisión:
Escisión:
1) Joint ventures:
Lo característico de los joint ventures es que las empresas tienen una comunidad
de intereses y, para alcanzar esa finalidad común, todas las empresas hacen aportes para
que este emprendimiento funcione alcanzando la utilidad común, y tendrán un sistema
de control recíproco, administración y gerenciamiento conjunto. Todos podrá participar
de la administración y a su vez podrán controlar al otro.
Generalmente existe un contrato, pero también, en ciertos casos puede que no,
como lo contempla el derecho estadounidense, que otorga la posibilidad de constituir un
joint venture de dos maneras diferentes: a través de un contrato –joint venture
contractual-, o mediante la constitución misma de una sociedad –joint venture
societario-
Ha habido una gran confusión en cuanto a la naturaleza jurídica de este instituto,
pues los joint ventures nacen originariamente con responsabilidad ilimitada de las
partes; por lo tanto, cuando se los incluyó en el derecho estadounidense se los asimiló a
los partnership, que es conocido en la Argentina como la “sociedad colectiva”.
Entonces, al decir que supletoriamente se iban a aplicar las normas de la sociedad
colectiva, se generaba una responsabilidad ilimitada, y de ahí deviene el control, gestión
y gerenciamiento conjuntos. Con el tiempo se fueron independizando y, por lo tanto,
adquiriendo características propias, a pesar de que su naturaleza jurídica todavía no está
clara.
Ventajas: Una de las ventajas más importantes es la fiscal, y a su vez dan la
posibilidad de incorporar nuevas tecnologías, porque quizás una sola de estas empresas
no podría incorporar una maquinaria de nueva generación, en cambio, si unen dos o tres
para comprarlas, abaratan costos y así acceden a nuevas tecnologías.
Inconvenientes: Uno de los inconvenientes es que al estar involucradas tantas
partes en el control, administración y gerenciamiento, quizás se pierde un poco el
dominio de la administración.
Las sociedades en participación pueden constituirse con dos o más personas para
acometer algún negocio determinado, pero sin trascender en su ejecución la existencia
de una firma o razón social particularmente referida a tal sociedad. La titularidad de una
sociedad accidental o en participación queda en cabeza de una sola persona individuo o
sociedad, gestor que actúa a propio nombre en la negociación que es el objeto de la
participación.
Están caracterizadas en el artículo 361 de la LSC que mantiene los lineamientos
caracterizadores del Código de Comercio. Entre estas características mencionamos:
1. Carecen de personalidad jurídica, contratando con los terceros a nombre
personal del socio gestor. En consecuencia no poseen denominación social, no están
sometidas a requisitos de forma y no se inscriben en el Registro Público de Comercio.
2. El socio gestor es quien se obliga ilimitadamente respecto de terceros (y en
forma solidaria si actúan más de un gestor), actuando en nombre propio pero a cuenta de
la sociedad. Aunque los terceros conozcan la existencia de los socios partícipes estos no
149
2º) La duración, que no podrá exceder de diez (10) años. Puede ser prorrogada
antes de su vencimiento por decisión unánime de los participantes. En caso de omitirse
la duración, se entiende que el contrato es válido por diez (10) años;
3º) La denominación que se formará con un nombre de fantasía integrado con la
palabra "agrupación";
4º) El nombre, razón social o denominación, el domicilio y los datos de la
inscripción registral del contrato o estatuto o de la matriculación e individualización en
su caso, que corresponda a cada uno de los participantes. En caso de sociedades , la
relación de la resolución del órgano social que aprobó la contratación de la agrupación,
así como su fecha y número de acta;
5º) La constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven
del contrato de agrupación, tanto entre las partes como respecto de terceros;
6º) Las obligaciones asumidas por los participantes, las contribuciones debidas
al fondo común operativo y los modos de financiar las actividades comunes;
7º) La participación que cada contratante tendrá en las actividades comunes y en
sus resultados;
8º) Los medios, atribuciones y poderes que se establecerán para dirigir la
organización y actividad común, administrar el fondo operativo, representar individual y
colectivamente a los participantes y controlar su actividad al solo efecto de comprobar
el cumplimiento de las obligaciones asumidas;
9º) Los supuestos de separación y exclusión;
10) Las condiciones de admisión de nuevos participantes;
11) Las sanciones por incumplimiento de las obligaciones;
12) Las normas para la confección de estados de situación, a cuyo efecto los
administradores llevarán, con las formalidades establecidas por el Código de Comercio,
los libros habilitados a nombre de la agrupación que requieran la naturaleza e
importancia de la actividad común.
Resoluciones y régimen de mayorías: Dispone el artículo 370:
“Las resoluciones relativas a la realización del objeto de la agrupación
se adoptarán por el voto de la mayoría de los participantes, salvo
disposición contraria del contrato.
Su impugnación sólo puede fundarse en la violación de disposiciones
legales y contractuales y debe demandarse ante el juez del domicilio
fijado en el contrato dentro de los treinta (30) días de haberse
notificado fehacientemente la decisión de la agrupación, mediante
acción dirigida contra cada uno de los integrantes de la agrupación.
Las reuniones o consultas a los participantes deberán efectuarse
cada vez que lo requiera un administrador o cualquiera de los
miembros de la agrupación.
No puede introducirse ninguna modificación del contrato sin el
consentimiento unánime de los participantes”.
Dirección y administración de la agrupación: Conforme al
artículo 371: “La dirección y administración debe estar a cargo de una o
más personas físicas designadas en el contrato o posteriormente por
resolución de los participantes, siendo de aplicación el artículo 221
del Código de Comercio.
En caso de ser varios los administradores y si nada se dijera en el
contrato, se entiende que pueden actuar indistintamente”.
152
Bibliografía
1. Efraín Hugo Richard y Orlando Manuel Muiño: Derecho Societario.
Editorial Astrea.
155
Índice:
Bolilla Tema Pág.
1 La sociedad en general 1
2 El acto constitutivo 6
3 De los socios y la sociedad 13
4 De la gestión social 22
5 De la documentación y la contabilidad 29
6 Resolución parcial y disolución 36
7 Régimen de nulidades 43
8 Sociedades no constituidas regularmente 49
9 Sociedades personalistas 52
10 SRL 59
11 SA: Concepto, antecedentes y constitución 70
12 SA: Capital y patrimonio 75
13 SA: Órgano de gobierno 88
14 SA: Órgano de administración y representación 95
25 SA: Órgano de fiscalización 103
16 Oferta pública 109
17 Sociedades en comandita por acciones y cooperativas 120
18 Reorganización societaria: transformación, fusión y 127
escisión.
19 Sociedades constituidas en el extranjero. 134
Organización societaria y concentración económica
20 Sociedad accidental o en participación. Contratos de 139
colaboración empresarial
- Bibliografía 146