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13 , 9 de Febrero 2000
Normativa: Vigente
"... PRIMERO.- Por orden lógico, el primer cargo que le toca resolver a esta Sala es por la causal segunda del Art. 3 de la Ley de Casación, porque
de ser admitido, con arreglo al Art. 14, inciso segundo, de la ley citada, se declararía la nulidad de lo actuado y se enviaría el proceso al órgano
judicial correspondiente, a fin de que conozca la causa desde el punto en que se produjo la nulidad sustanciándolo con arreglo a derecho. Esta causal
tiene lugar por aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas procesales, cuando hayan viciado el proceso de nulidad
insanable o provocado indefensión, siempre que hubieren influido en la decisión de la causa y que la respectiva nulidad no hubiere quedado
convalidada legalmente. Examinado el proceso no se advierte que se hayan omitido solemnidades sustanciales comunes a todos los juicios e
instancias, ni que se haya violado el trámite correspondiente a la naturaleza del asunto o al de la causa que se esté juzgando; en consecuencia, el
proceso es válido y no es admisible la casación por la causal mencionada.
SEGUNDO.- De conformidad con el Art. 137 del Código Civil, por el hecho del matrimonio celebrado conforme a las leyes ecuatorianas, se contrae
sociedad de bienes entre los cónyuges. Esta sociedad es suigéneris con características peculiares que la diferencian de la naturaleza y fines de otras
sociedades. Se trata más bien de un condominio organizado sobre bases específicas de bienes comunes, que son gozados y aprovechados por ambos
cónyuges, es una copropiedad de carácter asociativo e indivisible, destinado primordialmente al mantenimiento del hogar. Las normas legales que
regulan la sociedad conyugal prevalecen sobre cualquier declaración de voluntad de los cónyuges. Ni el uno ni los dos de consuno pueden modificar
o cambiar a su arbitrio el régimen de bienes de la sociedad conyugal establecido por la ley, sino exclusivamente mediante las capitulaciones
matrimoniales.
CUARTO.- Si bien en mérito de lo dispuesto por el numeral quinto del Art. 157 del Código Civil, todos los bienes adquiridos, a título oneroso, por
cualquiera de los cónyuges durante el matrimonio, entran a formar parte del haber de la sociedad conyugal, comprendiéndose dentro de esas
adquisiciones la compraventa, la permuta, la transacción, y la dación en pago; por excepción no entran a formar parte del haber de la sociedad
conyugal los bienes enumerados en el Art. 159 del Código Civil, que son: 1ero.) El inmueble que fuere debidamente subrogado a otro inmueble
propio de alguno de los cónyuges; 2do.) Las cosas compradas con valores propios de uno de los cónyuges, destinadas a ello en las capitulaciones
matrimoniales o en una donación por causa de matrimonio; y, 3ero.) Todos los aumentos materiales que acrecen a cualquier especie de uno de los
cónyuges formando un mismo cuerpo con ella, por aluvión, edificación, plantación o cualquiera otra causa.?. Los ordinales primero y segundo del
artículo transcrito tratan de los llamados por la doctrina de: subrogación de inmueble a inmueble y subrogación de inmueble a valores. En términos
generales, el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, de Cabanellas define a la subrogación como la sustitución o colocación de una persona o
cosa en el lugar de otra, que pasa a ocupar el mismo lugar jurídico que la anterior. De acuerdo con esta definición, la subrogación se clasifica en
personal y real. Las subrogaciones comprendidas en los numerales primero y segundo del Art. 159, están comprendidas dentro de la subrogación
real. La subrogación de inmueble a inmueble se produce cuando el marido o la mujer permuta el bien propio por otro inmueble, así como también
cuando vendido el bien propio durante el matrimonio se haya comprado con su precio el otro inmueble, y en la escritura de permuta o en las
escrituras de venta y de compraventa se expresa el ánimo de subrogar (inciso primero del Art. 165 del Código Civil). La subrogación de un inmueble
a valores propios de los cónyuges se produce cuando se substituye un inmueble con un valor determinado, que puede consistir en dinero, acciones,
bonos o créditos. El inciso segundo del Art. 165 del Código Civil dice: ?Puede también subrogarse un inmueble a valores propios de uno de los
cónyuges, que no consistan en bienes raíces. Mas, para que valga la subrogación, será necesario que los valores hayan sido destinados a ellos en
conformidad al numeral 2do. del Art. 159, y que en la escritura de compra del inmueble aparezca la inversión de dichos valores y el ánimo de
subrogar?.
QUINTO.- Se conoce con el nombre de capitulaciones matrimoniales, dice el Art. 149 del Código Civil, las convenciones que celebran los esposos
o los cónyuges antes, al momento de la celebración o durante el matrimonio, relativas a los bienes, a las donaciones y a las concesiones que se
quieran hacer el uno al otro, de presente o de futuro. El Art. 150 agrega: ?las capitulaciones matrimoniales se otorgarán por escritura pública, o en el
acta matrimonial. Si se refieren a inmuebles se inscribirán en el registro de la propiedad correspondiente y, en todo caso, se anotarán al margen de la
partida de matrimonio?. A su vez, el Art. 216 del Código Civil define a las donaciones por causa de matrimonio, como las donaciones que un esposo
hace al otro antes de celebrarse el matrimonio y en consideración a él, y las donaciones que un tercero hace a cualquiera de los esposos antes o
después de celebrarse el matrimonio y en consideración a él, se llaman en general donaciones por causa de matrimonio? y el Art. 217 agrega, que las
donaciones deberán constar por escritura pública o por confesión de tercero. Es decir, no habiendo escritura pública o acta de matrimonio que
contenga convenio de capitulaciones matrimoniales o de donación por causa de matrimonio, de nada vale o resulta totalmente inútil la declaración
que haga respecto de alguna subrogación uno de los cónyuges o ambos de consuno y peor otra clase de medios de prueba como las declaraciones
testimoniales de terceros, certificaciones y otros semejantes; porque de conformidad con el Art 1745 del Código Civil, la falta de instrumento
público no puede suplirse por otra prueba en los actos y contratos en que la ley requiere esa solemnidad.
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SEXTO.- La sociedad conyugal se disuelve por las causas determinadas por el Art. 194 del Código Civil, entre ellas por la terminación del
matrimonio por muerte de uno de los cónyuges. Disuelta así la sociedad conyugal se crea entre el cónyuge sobreviviente y los herederos del cónyuge
fallecido una comunidad de bienes, que constituyen el acervo común o bruto, en el cual se encuentran confundidos los bienes propios de cada uno de
los cónyuges y los bienes sociales. Luego se sacan del acervo común los bienes propios y se liquidan las recompensas. Lo que resta son los
gananciales que se parten y adjudican: el 50% a la cónyuge sobreviviente y el 50% a los herederos del cónyuge fallecido, como manda el Art. 204
del Código Civil.
OCTAVO.- Habiendo adquirido J. L. y J. M. el inmueble ubicado en la Av. Colón, intersección 10 de Agosto, de la ciudad de Esmeraldas, a título
oneroso, durante el matrimonio, es necesario dilucidar si este inmueble se halla o no comprendido en los casos de excepción señalados en el Art.
159 del Código Civil. Si bien en la escritura de compraventa se declara que dicho inmueble fue comprado con dineros propios del marido, esta
declaración no basta para que haya lugar a la subrogación de inmueble a valores previstos por el ordinal segundo del artículo últimamente citado;
porque es requisito sine qua non, establecido por el mismo ordinal, que estos valores hayan sido predestinados en las capitulaciones matrimoniales o
en una donación por causa de matrimonio. Si no existen capitulaciones matrimoniales ni donaciones resulta totalmente inútil la cláusula mencionada y
el inmueble, es evidente que entró a formar parte del haber de la sociedad conyugal. Tampoco tiene ningún valor que en la demanda presentada por J.
L., para que se nombre curador especial para los inventarios de los bienes de la sucesión de su primera mujer, fallecida, L. Y. aquél haya declarado
que ese inmueble pertenece a tal sucesión (...); como ningún valor tiene, para el caso, que en la liquidación de impuestos a dicha sucesión, practicada
por el Procurador de Sucesiones de Esmeraldas, se haya incluido la casa en la calle 10 de Agosto de la ciudad de Esmeraldas. Igualmente resulta
impertinente que en la sentencia del Tribunal ad quem recurrida se argumente, para excluir aquel inmueble de los bienes de la disuelta sociedad
conyugal de J. L., la falta de mérito de declaraciones testimoniales rendidas en el juicio.
NOVENO.- Por lo dicho, en el fallo dictado por la Sala única de la Corte Superior de Esmeraldas se han transgredido las normas que regulan la
valoración de la prueba instrumental contenidas en el Art. 169 del Código de Procedimiento Penal (SIC) y en el Art. 1745 del Código Civil;
transgresión que ha conducido en forma indirecta a no haber aplicado en la sentencia los artículos 137 y 157 ordinal quinto del Código Civil.
Procede, en consecuencia, la casación de dicha sentencia por la causal tercera del Art. 3 de la ley de la materia. En mérito de los considerandos
expuestos y al ser necesario analizar los otros cargos en contra de la sentencia recurrida, la Primera Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema
de Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA Y POR AUTORIDAD DE LA LEY, casa la sentencia expedida por
la Sala única de la Corte Superior de Esmeraldas y, en su reemplazo, declara que todos los bienes adquiridos durante el matrimonio de J. L. y J. M.,
esto es a partir del 1 de junio de 1974, formaron parte del haber de la sociedad conyugal, y disuelta esta por la muerte del cónyuge el 50% de esos
bienes, por concepto de gananciales, pertenecen a la cónyuge sobreviviente, inclusive en la casa ubicada en la Av. Colón, intersección 10 de Agosto
de la ciudad de Esmeraldas. Asimismo se debe incluir en la partición el producto de los arrendamientos del inmueble mencionado. ..."
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