«soptuazuoo» sns Sa[PUOINUD}UT SYIOUAATA SET 2IqOg ejumb ugpesgseauy ‘ony epor ap ynbe sspupsard sourspod oab “souopunstp sensonu tod opensarao arusiuy/opy urn a9ared ‘—eisando uprurdo vy ua a80p nig anb O'] “fequiaag Jod opepuaraaar nur upiquier opour ousi> u9 ueuITxorde 9s sauo!erapIsuOD SeNISONN uensonuiep —#m95 o -sand— somoyap OEP $9 oDg “SDEI;SIP ‘suum ap sepzau ud un wotigg vf v aperipy PF | AIGaowo9 « o ‘seaNa[Gord soso s1usUreSgHUD} I exoye Brseq opedaqy veg ou (ouRz|Og ap Ff osn: HossnEy opunuapsy our| 7 Lntroduccid En la segunda investigacién hemos puesto en claro el sentido de Ia idea: Tidad de la especie en general, ¥ por ende, el sentido de Ia ideslidad de Tas la légica pura. Como a todas las unidades significaciones posibilidades reales y eventual mente realidsdes; a las significaciones in specie corresponden los actos de significar y aquéllas no son més que momentos ideales de éstos. Abora bien, suscitanse nuevas cuestiones con referencia al género de vivencias psiqui fn ge toma su origen el género supremo de signifiacién, y andogn as de significaciones. Trétase, pues, de res ponder a la cuesti de significacién y de sus varieda- des esenciales, o de responder a esta cuestién de un modo més profundo y nds amplio que en siuestras investiga i6; ‘con ésta hallanse otras cuestiones. Las significaciones residen jcativas, que pueden entrar en cierta relacién con Jacién fenomenoligica y de determinar su papel, esto es, aclarar los conceptos epistemolégicos fundacos en ella, Para la investigacién anal ‘La presente investigacién no se ocupaté de estos problemas, pues antes de poder atecitlos es menester una investigacién fenomenolégica macho mas, general. Las vivencias. del significar son actos, y lo signifietivo de cada acto particular reside justamente en la vivencia de acto y no ea y reside en lo que hace de ella una vivencia intencional, «di objetos. La esencia de la vivencia impletiva reside asimisino en actos: pensar e intuir son distintos en cuanto actos. Y navuralmente, cumplitse mismo es una rélaciGn gue atafie especialmente a los cara de acto. Ahora bien, no hay en la psicologia descriptiva témino nds“«saptoopeai sepuaaia® o «soon ‘SH soroe» 9p ase epot wxed onrioso> aiquaiow own sEmiaouD Pye soicoxd pdanrad owos epussuos ey iz “oumna ns ap Pepman ef us susinbysd) seu: 2P omusnumzejanua [> owo> ‘omnes °F PP [es wor#gjooswoND5 epuaissu03 [e401 omteD eAiueD wy E ly Sonsona ted dusayo1ui sou an seounbysd_ sersaaaia S0[ Ws anb ‘epuamues ap sordsouo: smpunyuo3 YUNSIp | ap zexe2 fe auusmopdans & ed se cdpraos ae Cl fod) eptixuo> ef ap sePscont se 3p & euaOuCY a °P SOPIDINOD Sol 2p ‘rouayOua2 wf 2p oxpaus BASH 35 NoqooIA wey mouaiu09 2p onsuses 1p paprooarspay -t § vusaut uowdarsad oso v19uatIuoD 2 & of pap pasopousuoual MIaUngsesuos omlos PisuazuOD BT I OTALIdVD — ‘inadsa epor 9p soomnbysd sors soy ap auoojon wptsandeo wun out autouresnt same Se 2 septa fee sp oor sont sotbe S07] “sono WD oun eeppet 9 2 uv $9 amb ‘oxdaoto> soHea.ap zandisap & nun 9s Sope So] &) ap sowqeae anb searaqgosd sof ap orpasss fndaouao gab op td boat © apoeneaced > upbrauos uations) tu “aise un ap ops romsuagtua “amo pp vygey 26 anb v2 ‘suns awauposuepuys ro forth a8 2p daiea! one aplop ppLaHi9 epuoibyp ef ow U9 Zouod for 9p orspjouauousy emis FL 9P SH UE to}) se Coste ep on ayuEHOdE wun auypp "puoruorut roa 3p 2p ovsoua3 pp an oxen op sipund on 4 exdeours f seuqqoud so Fosorar tan Haat op Sg. ostinato ea Sena ered oprint wy oft ap oxdaatg p> onb ta savusnuw sQvereéleat sey 2p sales 0p sopor to aud exp eae “esas aus Gane a pnp ef anb iopsoes oppad a fend of 0d "sooie® 3p > eb opr passnpy opnntaps bir476 Edmundo Huser Apenas es necesario decir que esto no agota todos los eguivocos del té:mino en cuestién. Recordemos, por ejemplo, estas expresiones —corrien- cl lenguaje extracientifico—: «entrar en la concienciay o llegar a Ia concienciay, «clevada o depresiva conciencia de sf mismo», ‘edespertar de la conciencia de sf mismo» (esta iltima expresién es usual también en la psicologia, pero en un sentido muy distinto del de la vida Dada Ia ambigiiedad de todos tos términos que pueden utilizarse para tuna designacién dis Ia definicidn univoca de los conceptos sélo es posible por un camino indirecto: cotejando las expresiones sindnimas y ‘openiendo las que deban distinguirse; y aiiadiendo ademas las descripciones y explicaciones adecuadas. Habremos de hacer uso, pues, de estos medios auxiliares § 2. Primero: La conciencia como unidad fenomenclogice-real de les vi- vencias del yo. El concepto de vivencia logo define o puede 10s psiquicos como ivencias de conciencia iduos —que las viven—; 0 la ciencia de los contenidos de tos. La yustaposicién de los términos en esta conexién da cierto concepto de conciencia a la vez que ciertos conceptos de vivencia y de contenido. El moderna psicélogo entiende por vivencia y contenido los acontecimientos reales (Wund: dice con razin, los sucesos) que, cambiando de ua momento a otro y enlazindose y ay diversos modos, iduo_psiquico corres: lugar en nuestra conciencia. Y con estas vivencias « ridas también sus partes componentes y ‘tos; también éstos son contcnidos reales de Ja con- ,naturalmente, que las respectivas partes sean di y.en especial que sean y puedan ser ‘ uppiod

UI— dara so] anb eDUDIDUOD FT “OOK upiood eto 9p sorago “awouibiwanoay“« oanalgo supuay Unteor oe Sosmond Sosa send so W sore aos &tomIN atbrdasid 9p by 9d 1 “souiaxa sor001d 2p tgrajduoo eun v opluay ats oo (UBT 4 9991 op svtiond e¥] opin at “Ip Mant fe {euo}UaTu! 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La relacién entre la conciencia que vive y el contenido vivido no es tuna relacién de especie fenomenclégicamente peculiar Después de lo que acabamos de exponer, es claro que la relacién en que iwencias con respect @ una conciencia que las vive (0 @ un ino remite a mingtin dato fenomenolé. lo es el Ue éstas, Si distinguimos el cuerpo del yo y el yo emt el yo pstquico puro a su contenido fenomer Jj unidad de la co a fa compl tuna parte, como ¢ con fandamento, por la otra parte complementa 0 es, por ende, nad: basan ciertas formas de tenide a otto, de una complexién de contenidos a otra, hasta que fin Se constituye una totalidad unitaria de contenidos, que no es otra cosa ave el mismo yo fenomenoldgicamente reducido. Los contenidos de la conciencia, los contenidos en general, tienen sus modos Iegalmente determinados se, de fundirse en wi ‘ms amplias; y en tanto Hegan a ser y son fe ha constituido ya el vo fenomenel vunidad de a con: sin que sea necesario ademés para io propio, cl vo. + En la primera edicién, ta cortiente de la. conciencia era Unmada «yo fenome ologico». } | | Investigaciones légicas 481 sujeto de todos los contenidos y unificador de todos ellos tuna vez més. La ‘de semejante principio seria incomprensible aqui como en todas partes *. § 5. Segundo: La conciencia cinterna» como percepcién interna Después de las cons jeraciones de los tres siltimos parigrafos, queda determinado un sent wend, contenido; de los términos conciencia, vives lot dicho ico-descriptivo y, verificada Ja pai ico puro. A este sentido nos atendremos en adelante; a menos que no nos refiramos expresa- mente @ otros conceptos. ‘Un segundo concepio de conc rma, Es Jas vivencias actualm yaen mente que se os nada que no esté vvivencia misma de la percepcién; y Como estén vividos de hecho en y con la percepciGn. Toda percepcién esta caracterizada por la inteneién de aprehénder su objeto como pres misma corporeidad. La percepcién responde a esta intencién con sefiala perfeccién, 0 sca es adecuada, cuando el objeto estd presente en ella rea ‘ vusyu 04 anb orduiots “opesuous 49 UoD ‘Ountis 9189 anb “‘ojjonbo 0 0453 09194 atpnoe “squapiad pe ‘a}qeyout apus rod & osipoxdtu 238 gn waoye sowwiuniatd 1 lwo opruyap pis9 ou anb 4 of [pp wIyduIa | yy ua Oo[pnu o119!> 2p apuad euapiaD | 59 ap0p sourpod anb ofa of anb eijnsay “of jap soagosoyy sordaouoa 2pond ou dos 9% ugioisodoxd vf ap wauaprao v| anb resayuoo ap soway aued tno rod owoD sey “0 sed spond ou oalydua ox {9 anb 901 ¥ 21UIJ ZOpHLA NS IoUDISOS 2pand anb JP 0 tums 0849 17809 Jp soueIDpISUOD Ig “~uORe>ya2 jue spur & oxawud [B ‘oypousD spul [3 $9 3Nb “Tp 2p sesed apand 25 opeuapio a1uauieoysiua}o, opou un aC] “JS UD IOLaIuED P ‘soantmud |p s9 wousfoues ap oxdoau09 opunias ja anb a[qutauur sz ysagyuvur as o1ueND UI— ePUdTDUOD F] 2P o8 ssoduioy squopesuas» ap tn ap a1uersur epery (adny sano 2489 an us 2° aoauvd® anb oduran 9p tod “as visogrura 96 od ‘ap swuni0y 2: S1X909 U[ Ud opuntas jap 2x00 anb ‘epoustsuoa 2p osdzou09 saued 42} (9p [V ‘omuso2 & ouPz}un opow un 2p esopupp2029 'uoo oles & fopsaioar Jap € ugpuaar | ap oaIx | ;aurEpensape opi, 1x90 OUOD seIapIsuOD sowspod so>t4jduI> soanout 10d id yea] ‘opronaas [> A uopudior vy] «ud» opuew ;anpoaday of ¥ Sout9paooz194 Opuend Bas 0 uaAIA 9p PUpyfeNide xorsDIUue eu ;ad 00> 199009 ¥P SOUL ‘opor oluspusise owed “aiuasaid sours ap opeqrse oUo> odooied 8| © eiouas9 sod anfisqns onb * ‘nb of opor opesed o2j¥9jouawiouay Oplusiuod ns © sou roads 98 vigfs> vise Vy“, eDUNpIAD e[ upuny A aqqisod 2264 ‘>éninstio9 of 2p oulutypr 2 ofoq aauauiepensape opiqiazod of os o€ oF noex2 pI9s UDIqUIED OWOD “ound O94 2 1uaIUdD As B ODUzUIOUD} O>}IdUID Of ‘auaypuodsaiid o1usuiout j> ua ar sod ep anb 1 uviuaug anb osas%3r Jaan BUN BIISQIOU 9S 0 ipianaol jp amb Ho0ue> # ep sou W09 < (tuatunponaay 1 opiqpaiad $9 anb 9} ap emias an Sage f eraweid srusumigousiida 139550 e[ ‘sand “okays “ossid sso (oreo ote sel “yaty sdounuatod fz omen sofa sope{punisa savaelauias Uo braidxo 9s (8 OVE I pun a o> ope syd gplnd 7 signd od upuATSPY UNS oy brbvod ‘ourusig “ojdusle tod omo> ‘sesopediseaut rourde WU nang supa gs ne "poe tan he aren oon psn op Sos sopoy, 29 “js atu #09 20 9p ousupuny 2159 -ovauonay uses a 19 rpuny ve onb ssn’ "eponzope ou & Pponsape Op car svatigy souorsednseau f HOSsHEL opunuapsy zap484 Edmundo Husserl todo un horizonte temporal de dicho eurso— posee una forma, que abraza todo su contenido y permanece idéntica continuamente, mientras su conte- niido cambia sin cesar. Esto es lo que constituye, pues, el contenido fenomenolégico del yo em- pirico, en el sentido de sujeto psiquico. La reduccién a lo fenomenol6gico da por resultado esta unidad de la «corriente de las vivencias», unidad ce- rrada en sf realmente y que se despliega en el tiempo. El concepto de vi- vencia se ha ensanchado; de Jo «percibido interiormente» y conscis teste sentido, ha pasado al concepto del «yo fenomenolégico» que constituye intencionalmente el yo empitico. § 8. El yo puro y el ser conscio No hemos dicho hasta aqui nada del yo puro (del yo de la «apercepcién pura») que, segain los investigadores préximos a Kant y también segin mu- chos investigadores empiticos, proporciona el punto unitario de referencia se refiere de un modo completamente peculiar todo contenido de la I, pues, al hecho del evivir subjetivor es referencia al yor y lo que se halla en ‘un contenido de conciencia. «Llamanos contenido a todo ido en Ja conciencia a un yo —cualquiera que sea, por lo referencia es manifiestamente una y la misma antes que sean. Ella es propis- esta referenci To que esté re interrupeién) *, Ia sefialamos con la expresién pa yo, como centro subjetivo de referencia para todos los contenidos de que tengo conciencia, se halla frente a estos contenidos de un modo que no puede compararse a ningtin otro; no tiene con ellos una relacién de la ‘misma especie que des snidos, como el contenido lo es para él redo aquello con que podriamos intentar silo podeia sacarse del contenido de la labra slemana Bewusstheit, foriada por Na Y diferentes; pero el ser conscia de ellos, 9 80 es fo que Natorp designa con la Investigaciones Igicas 485 conciencia, y por ende, no alcanzaria al yo ni a la referencia al mismo. Dicho de otra manera: toda representacién que nos hiciésemos del yo con: vertiria éste en un objeto. Pero en cuanto lo pensamos como objeto, hemos dejado de pensarlo como yo. Ser yo no significa ser objeto, sino ser, frente 1 todo objeto, aquello para lo que algo es objeto. Lo mismo cabe decir de la referencia al yo. Algo es consciente: significa que es objeto para un yo: este ser objeto no tolera que se le haga a su vez objeto.» EI hecho del ser conscio, aunque es el hecho basico de la psic puede ser comprobado come existente, puede hacerse notable, separdndolo de los demas; pero no puede ser definido ni derivado de ninguna otra cosa.» Por impresionantes que estas consideraciones sean, no puedo contr miro detenidamente, ¢Cémo podriamos fijar ese «hecho bésico de la psic no lo pensisemos? ZY cémo podriamos pensar! ir el yo y la conciencia en «objetos» de diche fijaciin? Asi s pudigsemos referimos a'este hecho mediante pensamientos indi simbélicos; pero, segiin Natorp, éste es un «hecho bisicon, que como de sernos dado, ‘pues, en una intuicién directa, Natorp enseiia, en ‘expresamente que puede ser ecomprobado como existente y hacerse notable separindolo de los demés». ZNo es, empero, contenido lo comprobado y no- tado? iNo se hace objetivo? Puede ser que el f bién podria darse, yo, y toda referencia determinada del yo a un contenido, “Ahora bien, he de confesar que. no legro encontr io de referencia ®. Lo ti ico y su referencia de ninguna manera izado empiricamente a el y aparece wualmente de modo fenome a complexi de vivencias reflexivamente ‘complexidn tiene con el yo psiquico una relacién and: ma percibide tiene el «lado de la percepcién»“dion 2p 0926s, ose 8 2p eoonp spntos op ‘opoaibie Vat | ox a sonata ov upioune stwipiqoud ap serjdwe auoweuins serajso Avy ‘vind e>(Sojouauou3) uonsan> coated Tice ta ticle pee 8b sootigy souoreysoauy -od ey on ouauesoudxo seiou sousoe}{—uponps epulos op puro} ua soudt2suo9 Uos “019949 U9 “5 Jopiqisiod uanip 2s ‘oliequia uig “upiadaoiad ey ofeq uae ou" s1x9 e509 tun ap sowuarede ‘osrequis UIs ‘K soprpusypide ow auatuefiojpur ‘opour o1a1> Ua ‘sepiqi>ied ou o1ad ‘4521 509 SeY9AW SEHIO B 2P2ONS OUIOD ‘UpLodsaxod ef ap wAIsUaY, aude epost vy ofeg “pass oxepp ‘98> ou ‘06 ap eonorouauious} vDUuaIst ynbune “eussyus Uprodanuod EY ‘wun ou ‘oral “qo [pp wo!suisqoide wisandns gun 49s so updooiad ef v [eDU989 OF “sored “se & Sauzed sns sepor v09 uptsdanied ef oleq eB le> ou O12iqo 2 anb ¥s09 UL 8 epeu up exsape ye mu gnbe yy “eUrosxa vso> somnbjeno on owsar Of loprqpstad sa 6 q “upisuozdaioo ap Sapex[a2qIp 202140 ou anb ‘seyp Soy Sopot 2p epausyisdxo Bun $9 eoujdui> OA [ap ugpdadiadoine ej og “ot Uuopodaoiad ‘[e19ads9 a “4 Biouafau09 aua & OuIstUL JS ¥ B20:8de 98 O4 [> aN ap s0HDIUe UoRRUAGE wIIS>M UD per[A>gIp suNs|E anuensua 98 ose “ywajdara ap soweqese anb souoysoudxa ap 21198 e| U9 wx io) uo wbU2 9 foe tab 2 Tea Saat ectmbye open un uo sound ep sppaceuy a] anb OUST Of $i sopusun st 2p pepo] op omg oo grpand Spans 36 optuuoy 3p opwistacd Ie Of [9p HL 7 uoo 19a orto ode Spo! 4 anb ono 238 epand OWl9> Up Soyo «ua» ‘so1a{qo «mpsus.u09 vf & uaeN p spuous} O9fppu Fy “or—Igo |e H>UDII]—I Ms © AK 198 son9I> © fof[P aoazede S9pen9 so] UP ‘S028 ‘2p veapeanieu 2] v auaBaIp 98» $0198 SOUIDID ceaeI9 Knut $9 ESOP] Sono SoU vie “Z9A Hs ¥ OATIIGO asIaDey 9pand o1alqo 428 [2 ow? Jopuardu0D ‘apand oll 959 ‘oia{qo oulo) o8]e opesuod sa o avatede sofen> so] U2 “S018 $02 “2 tsps (snsaumnyyousod9} xpyp) ob[gp 98 2 “sonosou pa ‘por ap ounaos spt 0] 1900U0201 2p pepurynoad ey 20 0) sypus anb € sojeuopsuan isa anb ‘wousfouea ap Ordaouon 42242) |e 21U94} PD0f09 SoU ‘O>]pIIOUDY O4 [op [bIIUas> ODT so anb 2p PEPIUA P| 9p [er0r e>HFojouDuioUsy eTDUARSISOD F| pouarrad anb awopuglussaidar anb opow ono ap sorsiqo sus v of [3p aitiarssue> JouoIUDIUE eUDIa}91 F| spuoIUD opond ON "e12IU ws09 FE] LOD Massnp opunupsy 98CAPITULO 2 La conciencia como vivencia intencional is del tercer concepto de conciencia, que coincide con el con- {quico» en cuanto a Ia consistencia fenomencldgica esencial, ién con é] adquiere el término idos de nuestras repre- sentaciones, de nuestros j aciones, que es de la ‘mayor importancia distinguir e investigar del modo més exacto, $9. La significacién de ta delimitacién de tos «fendmenos psiquicos be cha por Brentano significa que yo comparta la conviecién —que ai gran investigador, y que se expresa ya en los términos por él escogidos—, in de haber obtenido una clasificacién exhaustiva de los «fens: ‘con la cual puedan distinguirse las esferas de investigacién de la ia natural y resolverse de un modo muy simple la mas, Es posible que quepa i cia de Tos fe- ‘ndmenos psfquicos y a la definicién cortelativa de la cienc ciencia de los fenémenos fisicos;, pero cabe ne los conceptos de an aquellos que figuran con el mismo nombre en las definiciones en cu ‘mostrar que no todos , que no todos son actos icos; y por otta parte, que bajo de «fenémenos fisicos» —que sna de un modo equivoeo en Brentano— se encuentra un buen mimeroands> upgxp ¥ 2p 1 “d “eyBoporg (emaping 2p ener) ‘opel wo 9169p SEI aitouresi219 uos side so} 2p spur $0} | ap ovusnuydusna) wy fun ap o1uaqwy|dun9) von7209) $89 [9 U9 LUIUN[OA UOLIN|OsOA) F: 2p P pow sesianip Ary anb s9 ‘sourely sou ‘2pup zod ‘anb ua & ‘sonosou ted ‘ontup of “wfSojooisd Bap feaed 24a" apuataid sone yerua® ns anb jerusuTepuny Uk -ooat ajqisod s9 1s wrsinbis Tu ‘esoombysd souawgUay SED B] BIDEXD OWOD SsrKI9pIsuOD apand 1s Joqes soypipuase srayyoads> s3p [pw 9p squswjemudar ursyroadse 28 anb son oubiwarg andurisip sopen> so] 2p “e>uD194 mnbjsd souDMIpuDy So] 3p U nussoidai [9 up}eiuasesdas b| nd01} oUBIUDIE, ¥SDIdX 3§ OWOD— «opI uar9}91 | 9p OPO aISy{ ", «OpOU! 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Y también es indudable que ‘el todo, no son objetos n él cidn» (wcaricter de acto») presenta diversas modalidades espectfices que se Las investigaciones siguientes aclararén con més exactitud Ia fundamen: ia pura de dicho género, y por ende, preceden, como un diferencia entre uno y otro empleo del término «contenidose. Y nos kigica empitica. Hay especies y subespecies ' ccnvenceremos en general de que lo que se aprehende en ambas clases de nes. Sobre todo, es imposible reducir aciones y is y una comparacién ejemplares, come diferenci ‘que no pertenezcan 38, que tratamos de hacer, pueden © desaprobacién esté- } entenderse también como afirmaciones esenciales, sin necesidad de que lo | advirtamos espec | Una segunda definicién de los fenémenos psiquicos, para nos lisa, es formulada por Brentano diciendo «que, 0 son represent ‘nada tampoco Por represen: ido (obj ialmente peculi icio teorético sobre él. La aprobacién est in diida, enunciados, y el enunci répresentaciones. Pero entonces la que su objeto— objeto a su vex de repres rmisma sigue siendo esencialmente di un juicio como exacto, una vivenci | Lo que hace que e: jones andlogas y afines, pero no especfficament | piado para nuestras im comparamos las resoluciones judicativas y as resoluci coneepto de representacién que hal Tuntarias, ete t muchos equivacos de este término, no faciles de distinguir. En cambi y el predicado estét juicio © implica representado, sino el lo. no parezca un ponto de pi es es la circunstancia de que. supone un fa que empezar por establecer, dados los , la Nosotros consideramos que la referencia intencional, entendida de un | discusién del concepto de acto constituye el comienzo natural de estas inves modo puramente descriptivo, como peculiaridad intima de ciettas vivencias, | ‘tigaciones. Sin embargo, dicha definicién expresa un pt importante, 5 la nota esencial de los «fendmenos de suerte que ‘euvo contenido incita a nuevas investigaciones; pot lo cual habremos de la definicién de Brentano, segiin la cual los fenémenos psiquicos volver sobre llos fenémenos ionalment objeto» *, una fn esencial, cuya et ‘gno sentido) esta asepurada turalmente por los ej y considerado a $11. Prevenciin de malentendidos a que terminolégicamente estamos ex: puestos. a) El objeto «mental» 6 sinmanenten hacemos nuestra la defi i respecto de sus convi seré, pues, no hablar ni de fendmenos psiquicos, ni en ge- nos da la idea fenomenolégica pura del género vivencia inten- ional 0 acto, como nos da también la de sus especies puras’. Las sensa- | 4 ser el concepto de ertado psiguico de un ser animado, mente posible con sc cor por Setalada En lugar de eto habrla que pregunta s los fendmenostespectives 3 ‘loencie Twenconal pando a set in ‘Lo excrao de st pregunta proviene de To inadecuado dels fren de sta sre ¢l concepto fen: dicho mas exactssop tard ‘ouopusssenr upiayod & vopdsotade wu 3p o}{gD 59 3 mn serps ° must ond “end ap syns ospoyod un anb opour nd un tu “uopor) 2p jrapaie9 vy and ‘opou! O10 2p jagng ap 24407 ¥| 1 “ymusig © anb oWOD ono 9p 422d; sowmuasaidar SOW ON “opfiuasemue> osnput 2 135 ngp} sefjonbe & seiso wn daz 28 onb ugzer uoo apap apand wiusUILD% 9p vuoata wun 9 anb spidur OU 0189 x9 ovodures o1Dq “[eIuou Pa PpISA UD S9 OW ‘e!DUDAIA ET 2} ‘sand ‘aoouatied ou “ idx se] ueip anb expinb Oe TUL Ud «oiuousDIuAN "| Ip [2 ov ‘ypu s9 OU pepi9a ud &topenuows a1uduHe9UI s9 O14, Sepuoata $9 apseiuaur pp “$9 o189 “OpEIuOU! $9 oF: nspxa upand anb Us ost une & ‘orslgo [9 wisixo onb us “ugpuar ey uD ansixa spond BDuaals eypIp “SUSuIEIMeY OIG “OWS|UE of DIUDuL ‘e190x9 Dap uaz9Nb ono of S oun of sand ‘«ayudUT aiuasord> oralqo un esd? 09 vheq anb *xorstgo un w [euo!suD: ‘upa asd? 09 apanb anb ‘ryouasa wydoad ns u> oa deo waaperaeu | pos atuoueassnppxs £ ead of mn anb opmuss ous [9 UD “s8S0> SOP Uos ooodue 8 aflup 2s anb feuormustuy eiwuania w [9 ¥ O1Gnl & o1a{Go |p Oprala s9 OM "pUDALA P| 9P OPOu! [9 ud saiuDsaxd UpIS9 anb sBs0 sop by ou ‘S9jeuOR ddaoxa $0889 SousP 3p opusxpupsoig ‘919 ‘vannde “e said 21 Uppualur ap aquawupepadsa spw A UOsSUDN 9p 1919p" UN udu: “sepusa ap wppuassad yf o[9s uel suodns 0189 omg" up 734 w| © X wisp Uo o ‘uopsriuasaidas ej ap ewuioy vj Ho “Pp © «aust» Sor s0ai89) souoretysoauy ‘og § ‘esjar “39 “evo. se[ ® ynbe comep onb opnuss jo us esu9 ou oAnd9[es TEAIBeqO i oF ‘ourag as ‘oralgo un ,, oppiiom so Sep Uy “wyrouazuy ¥| ap opnuas jp ue a1uDUE 0 1 atuowyeuis05 audxo sey 201 paupuafa4 but op sabe 3 sad 2qe9 ou anb OUD! <2 Ua!q Ig “ONO pp uD ol 4sd sopiusiuos sop oWwo> 3se ofe “[euoDUDI “hoo e] v9 a1uaKuyse2 Jens od uRNIUaNduD 9s anb ses09 sop a1iuD upIDE|>X fun op vies 28 anb ‘opunBas temusrsuor» e509 8] & Of Je 0 eoud!ou09 {ua rediny Bus71 anb [eax asiaJe1 uN op o Year osav01d uN ap wILN 2s 1a sop w1pey uelndur> sou souorsasdx> sozu out [anbe ap 0 2189 9p rizH2 ‘opou Janbe ap 0 9189 ap sojJ2 woD uorDT}e4 ua Dujwa (OK [2) prpua}au09 2%) 2nb > [8 0 fPhaustouon vy U9 uDu]Ua “919 “‘wamseatias caida: ‘eaysdasiad aitiauivanizadsox vaio} ua "219 ‘Sopeasop ‘soped zn ‘sop ‘easeiuey “sopiqyaiad soxfaqo soy 3nb ap Ieygey “CougLIa epsuanoaay arueIse ‘uoD & Opeasalsie ose> opor ud sy “|er9usd uD safensn os upIquIEL anb { ‘oonspijtiod opou un ap 0 orinbyst ousuigusy 2p [e sreome fered vojdiio oueiuaag anb sauoisardxa sv] e ueZue>]e soucHolqo sea ‘upypeun sepnp sanead anb oypip soway #4 org “ ump sou anb seousaia ‘vod squstuyediouiad ‘sojeuoroustur sepuaarn se 10 B vpUDIDJar DUDA Oj9S OU [eUuO! ‘oo stusiede oialqo un (ounuaig 10d upiquier vperdaoe) jnuopaad ug}odaoe ns uD eURisp ousWiUa} CWO) “oNDWIOWE, uN > Jeuoruaiuy BfouaKrs epor anb ap 8] souriuaxg sod swuauresasdxs vy>94 sou! ‘entiosws 2nb ‘esopnp Anw eoA;ION1 wo!eUUYE uN auodns anb oUNs 's: fod Anus so20ajnba woo opeaci F 1 ‘DraYa 28 oUDWOUES ap noaddsai 9189 U9 UDU: aps9p uoPeayNsM{ 2uan of9 O19 ‘9p seausAia sey 9p asopupren ‘SousupUDy sp [E10 appr sou onb v osu} assnpy opunuepsy bor496 Edmundo Husserl Si los Ilamados contenidos inmanentes son més bien merameni puntos de apoyo, pero ellos mismos no son int jetos representados en el acto. No vemos sensaciones de color, sino cosas Coloreadas; no ofmos sensaciones de sonido, sino la cancién de la cantante, ceteétera YY Jo que decimos de Jas representaciones podemos decitlo también de las demés vivencias’intencionales erigidas sobre ellas. Representarse un objeto, por ejemplo, el Pala estado psfquico de esta 0 aq coniplacerse en su belleza arguitecténica, 0 cetlo, ete, son nuevas vivencias earacterizadas fenomenolégi jo nuevo, Todas ellas tienen de comiin el ser modos de los cuales no podemos expresar notmalmente de o ciendo que el palacio es percibido, fantaseado, representado que es juzgado, o que es objeto de aq Seré menester todavia una extens ara poner de mani- ablar figuradamente del objeto representado en la rep: ido en el y c6mo deba entenderse cabalmente Ja referencia objetiva de los actos; pero por lo que hemos visto hasta ahora, es claro en todo aso que haremos bien en evitar por comy sién de objetos inmanentes. Por lo demis, cabe prescindir f puesto que tenemos la expresién de cbjeto intencional, que no est con dificultades semejar nd que hay en la exp ‘acto, es innegable que las ex- es consciente, esté en la con- nocivo; pues la concier ificar con atreglo a las dos yy teorfa del conocimiento ha caido cos y otros estrechamente empaten- ;redominante del modo de pensar y de la terminologia psicolégicos, harfamos mal en poner nuestros propios términos ‘en pugna con los de la psicologia actual. Ahora bien, nuestro primer con: tacar lo que pertenece a la vivencia misma por sa contenido real esencal. La vivencia Yenomenoligica purd, puesto que se ha eliminado tambigo Investigaciones Iéxicas 497 cepto de conciencia —el cual, tomado de un modo ces la cotriente’ de circunspeccidn —ya que que apenas es practicable—, el término de conciencia en el sentido de per- cepcign interna y en el sentido de referencia intencional. 1 acto y la referencia dela conciencia 0 del yo al objeto 1 segundo malentendido citado “4, segin el cual, arian en una a sucede cor por un lado y natural no aparece el acto relacién de que se ‘nos fijamos en la vivencia actus ‘misma o % la misma, mente «el yo». De he sno el yo, como punto de cuyo segundo re reside en el obj ¢l yo patece referirse necesariament fl objeto; y en esta ltima interpre en todo acto el yo como punto de unidad esen¢ Gn fo cual retornariamos a la hipdtesis anteriormente rechazada de un yo correspondiente, por decitlo a imimos, por ejemplo, de un proceso fen , no es posible notar nada del wvados a cabo. La represen- 19 de referencia de los lad, wuede estar ea punton, tener lugar de nuevo; pero s6lo se hace una con el acto correspo: Suerte que respond algo susceptible de ser sefialado ste refetitse del yo. Lo que se oftece entonces deseriptivamente,en la ‘que contiene Ia representacién del yo com imera part la cosa correspondiente como segunda parte. Consi objetivo, 0 sea, también desde el de la reflexién natural, es exacto 1 ste que el yo fe refere intencionalmente a un objeto en todo acto. Esta es una pura tt Vialidad, puesto que el yo no es para nosotros nada més que la «unidad de nicia>, ‘0 chaz» de las vivencias, © dicho de un modo ico y més natural, la unidad continua, real, que se constituye in- "Ce supra, p. 4941U9S 081A OPO! ¥ SoYEIIxD ‘SoAoTE pnponu! souro19nb ou 1g “wsordxe wrouansan ‘opor azqos ‘ugisednaoard Us e[rearasue> sowopod anb ped tue) 4 osn [> od epeisesop jasc soxponur ap afer sq ua vpmpsx? sxpanb 2q2p papi ued eno rod ‘21u8201, “rosuad agap 98 OU ‘50/20 ap U “sopipuatupjew ezaznbsaj uso oxdoou09 [ap 21811 9s OpUEn uaxpuodsau99 ojuoiuiyd 189 Opnuas 969 U9 SBUOPUATUF Los OU “[eIOUD3 UD ‘ppoucs 738, HU OM TE wn 0 apm ob Soutou! fe “9H somriadae ‘4s9U0}>URUP» OU1OD SOK uo & opsuasse ondaau03 un aK § P U9 sopejnunse sojdual e Sof SOpor & uaIq awusuuTent jajunde un woo "sopor exed 2yqis Wn Wis “gsupZHIBIDeIED Uopand anb sor>e sajdn 36 & ‘bey reiunde [ap UsBeuIt e| ofeq nav] wruasord upiouajur 9p OUIULIPL [g “OD08 19 ono upe ei4an UD T9uR anb Key OIG L2pHoW ap OUIEUAPL 389 UEKI jeodso 198 UN OWOD JEIDpIsUOD OU exe "opuaxe [pp optivias 19 U9 ugiouaiuT Bj pred SouDUD1 9nb ws opor aiqos f “at209 opiluss un uD upf>uriUE ap 38]gey Opendape’ 1 vy UY “wpU2;W 2p o7D] Spree SpUL SOLUPIApIsUOD IS 4 ‘ou waar, w1s9 O1q -uaiduioo opow un ap & ypu soj © uayq Anus ‘spua sod ye So] ap eidord rzap 195 OU Ose>e “OURIUDI, ‘oun 21gos a1usi9}a1d opour un 9p «eqU>e> dg1sUat za Bf B so1uasaid so1ve SONA s9vDa sey>HiL! Ae 52 2adwiots ou ‘oroduss ‘ algo 1g “sepuayn ap ‘o8e aiuawpeiv0d 19-1 “39 ‘aifojouswonyg uous s0ugs 2 u22py tus ood $60°"S K 9p “dd ‘pads ‘sotaad ojnayde> [tev ef 59 se19p}809 2p opment uo woyanoru 9p aourDWENs3} SOU|GEHY "ape -Toup 9p O1pauoD sod Hyuax9 gis ov SovoandNa sen Iau “Sordond & souste soonyaoop 031g 0] © opuoniysp “om” eigen souazet 9na19 sph Upiaidxs Oxo fv epost saend ua 0 pvt taxoaan as o3 o>iSojouswouay opniuas Hiesa9au Tas anb duduioy eT yt sojnquiyard soxso 9p spndsacy nyBojousuesat vszsanu ap upiaeleg “Ey $ 1B 24905 sou juoutPs9u 218189 IuDsop o1geus> un “oloIou. 39 ap o1algo |e O18 nS ap oipout sod ve saarede 98 of [3 anb ua ‘atueUoIDe} Be ap eagle ip aoe van! 0° cupid Syorusesdo sgjodssroyemten dviatpar aus “ous ot o> of and "eas tap joint olga sod onlgo a ush 6 ois un v oxeixair pot [ou ator 388 algo envsandas 9 04 fo supptodend ey 3 aut of “agosto © ws ap vouonA wun suas en ‘uppaabad aivpuodaios of "upruai suaipodtarios thoy an “esombyed sopeiae ss sey o> ats any tp Sumy sv 2p Jeuosiad o1a{ns otwo> ‘erus!u0> Bj ap pepmun ef UD ayuawifeEOTLDN osd passnpy opunups, 866300 Edmundo Husserl S14. Dudas contra la admision de actos como una clase de vivencias des criptivamente fundada hhemos penetrado ya muy descriptivos de la indole que exigen nuestros in: eses I6gico-epistemoldgicos. Antes de proseguitlos sera, empero, nece io hacernos cargo de eiertas objeciones que conciernen a los fundamentos forma en que Brentano introdujo Igunos malen- por ejemplo, rnada que pueda disuadirnos, cuando’ este «Puedo considerar el sonido por si Natorp dice del ia de él, No me es posib! forma que en de un contenido para fenomenolégico més amplio. En primer término vienen las diferencias en el modo de percibir. El contenido existe para mi de distinto modo, segxin que lo perciba slo impl destacarlo en un todo, 0 destacindolo; segiin que lo perciba sélo acceso son para nosotros las diferencias entre la tido de I in consint, peo qut no es en sf mismo el percepcidn, y en el sentido precisamente de objero de la percepeién. La clén del ejemplo del sonido oscurece Ia diferencia un poco, sin empero Yo oigo puede significar en psicologia yo tengo una sensae guaje usual significa yo percibo: yo oigo el adagio del violin, el trinar 5 péjaros, etc. Di lo mismo y, sin embargo, implicar sensaciones Imente diversas. Oimos el mismo sonido una vez © Natowp, Einleitung in die Psychologie, p. 18. Investigaciones l6xicas 501 cerca en el espacio y otra vez lejos. Y también inversamente: «apercibimos» vez de un modo y otta ver de otto iguales contenidos de sensacién. cién no es siempre el mismo, porque las disposiciones dejadas ias anteriores hacen que Io condicionado realmente por el a modificado por Factores, que proceden de la actualizacién de estas dispo- jendo indiferente que sean todas 0 algunas). Pero todo esto no es de esto fenomenoligicamense: ‘en Ia concienci in misma no puede reducitse jamds a una es un cariicter de acto, un «modo de la con: Hamamos al vi jones en este modo Esto que acabamos lo teal-empitico contenido esencial, aprehendemos id muaciones especificas, 0 ensacién, apercepcién, percepcién en relacién al elaciones esenciales correspondientes.-Vemos, cesencial, que el ser del contenido se y ido, cl cual es presentado por el contenido, plo y pasando a ppercepcidn visual. Pongamos ante los ojos cl que dude las siguientes consideraciones. Veo una cosa; por ejemplo, esta caja; pero no veo mis sensaciones. Veo siempre esta caja, una y la mis ‘ma, como quieta que se [a vuelva y ponga. Tengo siempre ef mismo «con fo de conciencian, si me acomoda lamar al objero percibido contenido de conciencia. Tengo, en cambio, un nuevo contenido de conciencia a cada movimiento, si llamo asi a los contenidos vividos, en un sentido mucho ‘pues, contenidos muy diversos, y ¢s percibido, sin ‘Luego el contenido vivido, para hablar en general, ido, Debemos observar, ademés, que el ser o el no ‘sencia propia de la vivencia de la percepcién y, por ende, para que sea una percepcidn de este objeto aparente Ue cate modo y supuesto como este objeto, Por otra parte, pertenece a la tesfera de la vivencia cl que creamos aprehender perce ente un mismo cambio de los contenidos vividos. Vivimos, en efecto, la econciencia de la identidad», es decir, ese creer que aprehendemos una identidad. Y pregunto ahora: gen qué se funda esta conciencia? ¢No seria-go un & [ruopuaiuy euss9;ex ap 0 NoWL2WI> ap sopou Key anb aruopia> 89 anb apap sowspod ‘sopriapisues sopduiala so sadaynt ‘uorsuodoad f dO 2 OPE weurdewt opeiussardar o: aoazede [end [3 > “uoaeusy un 9p sein] ua sowedua1 anh aovq eaneusie few ef 2p A ajdays £ eand worsen jaorade | ap soiusurepuny 0 eaIND OW 0) sdUo!D¥SURs se] 9p as0Pu 88 O10 “50sK9 SOO UD UDIqUUN 2psoNs OR 9p ose [= sounn}>x9 anb oxepp sy s2uojoesuas sty 9p asvq | aagos ‘ouawousy un 91g spur oandoaied ousWous} | | soptase uos ou od "sopiqpied uos, «opnuas» undue Uo9 soprgiaued 1 2seu0d ow o1ed ‘sop! Uos ‘auagrisde> se, onb so1e 2 ‘souojsrsuas Se] “219 ‘s9104 $8] ap wUOI [9 soWartdse ‘ozeyy Souie0 ‘joquy ais soon af sprad anb r7ou959 10d 2904 anb & 2 |p $9 {upIaesuas 9p ¥I opiuaiuos ns ua “wuIstur ppoUaAIA e] UD 2Is|suDD anb smjd un sorlOsou eed 89 ugindao4ed e7] “o1uaqu}DouN> [ap FRB ¥] 2uodAs anb ef $9 oWOD “ jp ‘wind worfojouswousy upisuay, sy sosad0xd soy 9p B19}S9 Bf UD up gen] weBua1 anb ‘so wos o1uaqui20U09 [ap UDI}IP ‘opor arue ‘uos upiodasiade ap. ‘ugiadiosap 4 sisygue ns U9 e1nU> ou “v2ABo}oNamoual 2p upzes ep ON “oosfoqour ‘ojduialo 0d “oy2ig 8 OFI2ap 0d “uoPestDS vf eMUREE anb aiuasy oanidiosap suansen souo}Isod 12} eUIaPOU! P| ab esau uaoey sojduiala ap ststqpaw sus 2p oppurs > U2 ‘S004 unio} ap sepuaoyIp sone sj U9 uaKnipsti69 96 | Sepor aiuaurpediound & s ‘ODE 9p SO1SIDeIFD So] U2 LIP UOPYompou vf ‘soIuelouIas sa}qeroMNUU, sori} souopze8rssoauy wd IN ORG 219 “Herp yoqakeg su 9p exp wun owns, ost) xxx “e sono § soseo soisa ug geesoinbyen> yun» ap «arurasardas» owo> sprode & y oteinuen or9{qo un aiuautajdan ‘anu E>URIDHIP Pf too nb ug? gorustumestiad 9p open opyyriorsay opios [> 21G0s (OD! aiuaureiour opow un ap opusuouny ox3d) vpIpuaiu> worsoidx e| 2u: Sp 989 ‘[eaauad Ud ‘$9 91g)? “splueauODo9 suO19eD ord “top. nusidiwoo *Uo!>esz9A409 kun 9p orpaul Ud aKo eI “70A ¥{ ap UDIDR2yLUsIS wey ‘aiuauusorsaisod anb us osv> [> 2469 NOD soularedato> foonspar ofgjdios osu un asany 1s ouo> ‘eysIrx9 axUoUia;duo> so 9] anb ‘un o1uare e810 voqni[e anb ap ose) |p sowouton geiouDs © sojoquijs 125 uapand anb Sowpuasd > aiuauimand 0139j9 UN SoMIosoU 21G08 sB0z0/9 sonsoqese 0 seundy svi od “,, sou ‘ofduio{> soy uvsisy souoisoid Sorio 2p soun seiedos vied 738 9 SPU awIE}De exed sa[qesoary sofduiol exrstununs ‘Sousls ovruasaudor Pf eiedwoo $0] ap sarvys owo> 2 159 9p ON1Uap 02, nuoDu> sowpod anb s¥:su9i3}1p S¥] $e aruouujeny 2 sopeuo}suatuy sazoi283e9 Sof HpK “sop jduwe spur [> uD e1pudue» 9p sopruoiuo> 109 Pp Sear rd Heralacs ‘oupfd [2 ‘epiqiaiade uoresuas ef uo> poprun ua ‘a4nanasuoo anb ugiouanut ~onidiadns souoisei9 s01zeA sono ap upiquases vis) 8] ap opnuas > uo ‘worodaaxad ap soIDe 4 ‘swalaisodxa sguoresuas is Jp UD ‘ug!adaniad ef ap sopiuaiuor anu> Uo!unsip sw & tynbe saauja1 9p auod 3s anb up.ounsyp ‘so1se 4 sopr nsIp ¥] anb aiuapiaa spw epew senuoouD apand 9s oN ‘eaneussge eisond. “$81 wun BppUapIAD oD UBBIXD seIUNosd svIs9 svpoI and o019 Of ceplud}o1 PepAUap! P| uP opIs9x oanralqo ore[ar10> ofn9 (up!rUYsp ensone 9p Opnuss [2 U9) 0720 un ‘spur zon wun ‘e1DU>!>UO9 ¥IS9 §9 OU K? eataUIeIseX> oust ju sogure anb 2p eieIpaUtUt wsUa{SUOD oUloa “ops| vper 10d uN -2 SO S0s> 9p 2$eq e] 3190s Away Bun pepnUap! puIDpe & Sar pand o7algo sop oIDuassixa» Pj akin Ia ap sajopana un 59 «opyuss» 959 49 upadarsedy b & “wopnuss ows}u fa» ua sopiqisrade uos anb orad ‘ope] epes sod Up!oesuas ap sopruiaiuo> sosioaip uep 28 anb wralyp anb eisondsoz ef assnpy opunupsy zos504 Edmundo Hussert jeto esencialmente distintos. El cardcter de la intencién es especificamente ta-en Tos casos de la percepcién, de la rememoracién simplemente «te productivan, de la representacion imagin. apercepciin de estatuas, cuadros, etc, y 0170 tanto en los casos de la repre ido de la | clectualmente un ob jeto, corresponde una variedad de intencién. Considero también incont table que sélo sabemos de todas estas diferencias porque las ieteineos en el ular, est0 es, las aprchendemos de un modo inmediato y adec 108 a conceptos, comparéndolas, y por ende, hacemos de el y por medio de una abstraccisn ideatoria— individualizan en ellos y las correspondiente ‘Toda la riqueza, toda la milt ivamente en el contenido, La conciencia jple sensacién no se distingue en nada, por su naturaleza y en de un mundo; el momento del «ser wenido; e incluso que pre légico. Ya hemos expuesto la variedad de la concien: ina vivencia que co complexién de Es indiferente para posicién que se tome frente a los el verdadero y real ser en si del mundo 0 de otto imo se defina el ser objetivo en cuanto « idad>, © igualmente el sen- tido en que se puedan oponer el ser inmanente y el ser trascendente, meta fisicamente considerados, etc. Trétase mis bien de una distincién anterior a toda ay que sc halla cn la puerta de la teoria del conocimiento, 0 sea, que no supone haber dado respuesta a ninguna de las cuestiones que > Lee. cit. p19, Investigaciones légicas 305 10 género fenomenoldgico y princi- $15. De si las vivencias de wn mi fientom pueden ser unas veces actos palnente las det género «sent y otras no-actos Una nueva dificultad se presenta con referencia a la unidad genérics de Jas vivencias intencionales. Cabria dudar de si el punto de vista de la intencionales y no intencionales no es meramente extrinseco, de sue las mismas vivencias 0 las vivencias de un mismo género fenomenolégico tengan unas veces una referencia intencional a los ol no. Los ejemplos justificativos de una y otra concepci pensamientos sobre la solucién de la duda, han sido discutidos ya en ‘en conexién con Ie dis ropiantente a y propiamente a ssencialidad del carécter inten fer a unos y negéndolo a otros. in habitualmente tratada con Ia 10 si en Ja clase de los sentimientas se as cuales, sea esencial una referencia jaremos después si esta referencia puede faltar a otras inaremos en pi encuentran especies de viver 4) Desi bay en general sentimientos intencionales egal gue muchas wives que devgnames en general con el nombre de sentimientos poseen realmente una referencia in fencional a un objeto. Asi sucede, por ejemplo, en el agrado causado por una melodia, en el desagrado que produce un pitido estridente, etc. En general parece set naturalmente un acto todo placer o desplacer, que es, en efecto, placer o desplacer por algo representado. En lugar de placer podemos decir también complacencia gustosa en algo, ser por algo, tener in placentaria hacia ello; en lugar de desplacer, desagrado por algo, ser re or ello, te Por Tos impugnadores de la intencionalidad de los sentimientos son meros estados, no sen actos, no Es absolutamente innegs