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Control climático e interacciones permafrost-

volcanismo, Isla Decepción, Antártida


Goyanes, Gabriel Alejandro
2015 03 18

Tesis Doctoral

Facultad de Ciencias Exactas y Naturales


Universidad de Buenos Aires

www.digital.bl.fcen.uba.ar

Contacto: digital@bl.fcen.uba.ar

Este documento forma parte de la colección de tesis doctorales y de maestría de la Biblioteca


Central Dr. Luis Federico Leloir. Su utilización debe ser acompañada por la cita bibliográfica con
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Fuente / source:
Biblioteca Digital de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales - Universidad de Buenos Aires
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Departamento de Ciencias Geológicas

Control Climático e Interacciones Permafrost-Volcanismo, Isla


Decepción, Antártida

Tesis presentada para optar al título de Doctor de la Universidad de Buenos Aires en


el área de Ciencias Geológicas

Gabriel Alejandro Goyanes

Director de tesis: Alberto T. Caselli


Director Asistente: Gonçalo T. Vieira
Consejero de Estudios: Alberto T. Caselli

Buenos Aires, Marzo 2015


UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Departamento de Ciencias Geológicas

Control Climático e Interacciones Permafrost-Volcanismo, Isla


Decepción, Antártida

Tesis presentada para optar al título de Doctor de la Universidad de Buenos Aires en


el área de Ciencias Geológicas

Gabriel A. Goyanes

Director: Alberto T. Caselli


Director Asistente: Gonçalo T. Vieira

TESIS DOCTORAL
RESUMEN
CONTROL CLIMÁTICO E INTERACCIONES PERMAFROST-VOLCANISMO, ISLA
DECEPCIÓN, ANTÁRTIDA

El programa de monitoreo de capa activa de la International Permafrost Association (CALM) fue


desarrollado en las últimas décadas con la finalidad de comprender el impacto del cambio climático
sobre los ambientes con permafrost. A partir del Año Polar Internacional (2007-2008), se han
incrementado los estudios en la temática en la región de la Península Antártica en un esfuerzo
realizado a nivel mundial (CALM-S), debido al reducido conocimiento del comportamiento del
mismo. A su vez, debido a la complejidad de instalar y mantener equipos de monitoreo en la zona, y
con la finalidad de extender los resultados obtenidos en estos sitios puntuales, ha habido un
incremento de estudios correlacionando la presencia y/o degradación de estos suelos congelados con
los procesos que ocurren en superficie.
En este trabajo se analizan los resultados obtenidos de los sitios CALM-S Irizar, Cráter Lake y
Refugio Chileno, ubicados en Isla Decepción, uno de los volcanes activos localizados en el
Continente Antártico. La relevancia del estudio en este sitio es que allí se produce la interacción
entre procesos ligados a la ocurrencia de permafrost, al cambio en las condiciones climáticas y al
vulcanismo activo, siendo que además, la isla es una de las áreas protegidas por el Tratado
Antártico.
En estos sitios de monitoreo se ha medido el espesor, el estado térmico y la distribución espacial
de la capa activa, como así también se ha analizado su interacción con la temperatura del aire y el
espesor y distribución de la cubierta nival y sus tendencias. Con la finalidad de extender estos
resultados, se ha realizado un relevamiento geomorfológico de detalle de la isla. Con él, se efectuó
un modelado geomórfico con base en el método estadístico de Valor Informativo, a fin de analizar la
distribución espacial de las geoformas mapeadas e inferir sus posibles factores condicionantes.
Además, con base en relatos históricos y en trabajos de investigación antiguos, se ha construido la
historia volcánica de la isla desde el punto de vista de la evidencia geomorfológica hallada.
En el sitio Irizar la evolución del espesor de capa activa varió interanualmente entre los valores de
67 y 45 cm, sin mostrar una clara tendencia dentro del corto período analizado; por el contrario, el
sitio Cráter Lake evidenció una tendencia significativa a la disminución de espesor entre los años
2006 y 2014, de 35,5 a 23,1 cm. La distribución espacial, el espesor y el régimen térmico de esta
capa, en los sitios de monitoreo, mostraron estar condicionados principalmente por la potencia de la
cubierta de nieve, la granulometría/litología y la exposición frente a los vientos. La ausencia de
potentes espesores de nieve durante el invierno, como lo ocurrido en el 2011 y en el 2012, favoreció
la libre interacción suelo-atmósfera permitiendo alcanzar las temperatura más frías observadas en
los sondeos, siendo inferiores a los -10 ºC. Por el contrario, la presencia de espesores de nieve
superiores a los 20 cm, como lo ocurrido durante el invierno del 2010, inhibió el enfriamiento del
suelo, el cual alcanzó solamente los -3 ºC. Durante el verano, debido a la ausencia de una cubierta
nival, los primeros 60 cm de los sondeos alcanzaron temperaturas cercanas a los 4 ºC, mientras que
su parte inferior permaneció a 0 ºC durante el período analizado. Esto permite suponer la presencia
del tope del permafrost a esta profundidad. Por su lado, los sitios expuestos a los vientos y con
mayor granulometría, desarrollaron los mayores espesores de deshielo superficial debido a que
favorecen la rápida conductividad térmica al comienzo de la época de fusión. El relieve, la
topografía de detalle y la orientación de las laderas frente a la radiación solar incidente, solamente
ejercieron un control menor sobre la distribución de esta capa superficial.
Pese a tratarse de un volcán activo con procesos geotérmicos e hidrotermales superficiales
puntuales, la dinámica de la capa activa solamente ha evidenciado una influencia de los mismos
muy reducida y solamente cercana a los sitios anómalos. Allí, la interacción local entre el flujo
geotérmico anómalo y la ocurrencia de permafrost controlan la hidrología del sitio provocando el
desarrollo de movimientos de remoción en masa.
El modelado geomorfológico de susceptibilidad de ocurrencia utilizando el método estadístico de
Valor Informativo, mostró buenos resultados al considerar a las geoformas analizadas como
polígonos. Por otro lado, al considerarla como puntos, el modelado arrojo resultados excelentes, con
niveles de predicción y validación superiores al 80 %. De esta forma, fue posible aproximar la
distribución de las geoformas de acuerdo a los factores condicionantes considerados (elevación,
pendiente, exposición, curvatura total, radiación solar potencial, índice de humedad, litología,
permeabilidad y temperatura del aire). A su vez se ha realizado una correlación de esta
aproximación con los datos meteorológicos locales y regionales, permitiendo aproximar la génesis
de cada una.
ABSTRACT

CLIMATE CONTROLS AND PERMAFROST-VOLCANO INTERACTIONS, DECEPTION


ISLAND, ANTARCTICA

The Circumpolar Active Layer Monitoring (CALM) program developed over the last two decades
has a leading edge in comprehensive efforts to study the impacts of climate change in permafrost
environments. Since the International Polar Year (2007-2008), an increase in the permafrost studies
in the Antarctic Peninsula region has developed as an international effort to bridge the gap on the
understanding of regional permafrost and active layer conditions. In turn, in order to overcome
limitation due the complexity of installing and maintaining monitoring equipment and, in order to
extend the observations besides specific monitoring sites, there has been an increase in studies
analyzing frozen ground and its degradation in relation to the surface processes.
In this work, data from Irizar, Crater Lake and Refugio Chileno CALM-S sites, located in
Deception Island, one of the active volcanoes in the Antarctic region, are analyzed. The site is
especially relevant due to the widespread occurrence of permafrost and active volcanism, in a setting
of strong climate warming in the last decades. Furthermore, the island is an Antarctic Treaty
protected site.
Active layer thickness, thermal regime and distribution, as well as its interaction with air
temperature and snow were analyzed at the monitoring sites. In order to obtain a better spatial
understanding of active layer dynamics and its impact, a detailed geomorphological survey of
Deception Island at scale of 1:15.000 was made. A statistical modeling of geomorphic processes
based on Information Value method was performed in order to understand spatial distribution and
triggering factors. Historical accounts and research papers have been analyzed in order to review the
volcanic history of the island based on geomorphological evidence.
In Irizar CALM-S site the active layer depth varied interannually between 67 and 45 cm without a
clearly trend over the short record available. By contrast, Crater Lake CALM-S showed a significant
thinning trend over the period 2006-2014, from 35.5 to 23.1 cm. In all sites, the spatial patterns of
thaw, the active layer thickness and thermal regime were mainly controlled by snow cover
conditions, grain-size/lithology and wind exposure. The occurrence of thin snow thickness during
the winter, as in 2011 and 2012, favored the ground-atmosphere interaction allowing to reach the
coldest borehole temperatures observed, still lower than -10 ºC. On the contrary, snow depths
greater than 20 cm, as in 2010 winter, inhibited ground cooling reaching only -3 ºC. During the
summer, due to snow cover absence, the first 60 cm of the boreholes reached temperatures close to 4
ºC meanwhile the bottom of them remained at 0 ºC during the period analyzed. This suggests the
presence of the top of permafrost at this depth. On the other hand, the sites with larger grain sizes
and exposed to the wind action, developed greater active layer thickness due to higher thermal
conductivity at the beginning of melt season. The relief, the detailed topography and solar radiation
also exerted a local control over the spatial patterns.
Despite being an active volcano surficial geothermal anomalies and hydrothermal processes are
local phenomena and as such, active layer dynamics, is only impacted in their vicinity. There, local
interaction between high geothermal flux and permafrost occurrence at depth control the hydrology
of the site resulting in the mass wasting landforms generation.
Susceptibility modeling of geomorphological process distribution using the Information Value
statistical method showed good results when analyzing landforms as polygons. However, when
considering landforms as point features, the modeling results were excellent, with both prediction
and success rates up to 80 %. This allowed to identify the effects of independent variables such as
elevation, slope, aspect, total curvature, total solar radiation, moisture index, lithology, permeability
and air temperature, on landform distribution. These results were discussed accounting for both local
and regional meteorological data, allowing to infer causal effects.
AGRADECIMIENTOS

En primer lugar tengo que agradecer a la Universidad de Buenos Aires, al Departamento de


Ciencias Geológicas y a todos los docentes que tuve en estos años, por ayudarme a formarme
como profesional.

Al CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) por otorgarme las


becas de Posgrado Tipo I y Tipo II las cuales me permitieron solventarme económicamente a lo
largo de estos cinco años y de esta forma dedicarme exclusivamente a perfeccionarme
profesionalmente.

Al Dr. Caselli por haberme ofrecido la posibilidad de realizar este Doctorado en isla Decepción
bajo la dirección conjunta con el Dr. Vieira.

Al Dr. Vieira y a todo su grupo de trabajo sin quienes esta tesis jamás se habría podido realizar,
ya que me brindaron desde la posibilidad de acceso a los instrumentales a utilizar en el campo a
enseñarme la metodología del procesamiento de los datos.

Al Instituto de Geografia e Ordenamento do Território de la Universidade de Lisboa por


haberme permitido utilizar sus instalaciones durante mis estadías en Lisboa.

A la DNA-IAA por haberme permitido realizar las campañas antárticas desde el verano del año
2010, y al PROPOLAR (Programa Polar Portugués) por la logística brindada en estas dos últimas
campañas.

A los proyectos de investigación ESTUDIO Y SEGUIMIENTO DE VOLCANES ACTIVOS:


ISLA DECEPCIÓN, ANTÁRTIDA (Financiado por la Agencia Nacional de Promoción
Científica y Tecnológica), ESTUDIO Y SEGUIMIENTO DE VOLCANES ACTIVOS DE LOS
ANDES Y ANTARTIDA (Financiado por la Universidad de Buenos Aires), ESTUDIO
VOLCANOLOGICO Y GEOMORFOLOGICO DE VOLCANES ACTIVOS EN ANTARTIDA
Y LOS ANDES (Financiado por la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico
Argentino), y PERMANTAR-2 y PERMANTAR-3 (Financiados por la Fundação para a Ciência
e a Tecnologia - Portugal), con los cuales se cubrieron los gastos de viajes, congresos, estadías y
sobre todo del equipamiento utilizado.

Al personal de las bases antárticas “Decepción” (dependiente de la Fuerza Armada Argentina)


y “Gabriel de Castilla” (dependiente del Ejército de Tierra - España) por la ayuda brindada en el
terreno a lo largo de las campañas y por el alojamiento en sus bases.

Al IDEAN (UBA-CONICET) quienes siempre buscaron solucionar mis problemas, muchos de


los cuales no les correspondían, pero dedicaron parte de su tiempo a hacerlo y me brindaron toda
la ayuda necesaria.

Una mención especial se la debo a la Cooperativa Telefónica de El Calafate Limitada, por


haberme extendido el Préstamo de Honor que me ayudo económicamente a lo largo de toda mi
carrera, y que devolveré, para poder así seguir ayudando a que más chicos puedan iniciar sus
estudios en otra parte del país.

Al Dr. Winocur que siempre que tuve dudas en las que necesitaba respuestas rápidas estuvo
presente para darme una mano.

A mis AMIGOS de acá y de todo el mundo, gracias por estos años que pasamos juntos y por
apoyarme en los buenos y malos momentos.

También quiero agradecer a mi familia por haberme ayudado en todo lo que necesite durante
todo el transcurso de la carrera, ya que sin ellos nada de esto sería posible.

GRACIAS A TODOS…
ÍNDICE GENERAL

1. INTRODUCCIÓN…………..…..……………………………………...…………………… 1

1.1. Estado actual del conocimiento………………………………………………………. 2

1.2. Descripción del área de estudio………………………………………………………. 4

1.3. Objetivos……………………………………………………………………………… 7

1.4. Estructura de la tesis………………………………………………………………….. 8

2. MARCO REGIONAL……………...…………………….………………………………... 10

2.1. Marco tectónico…………………………………………………………...………… 11

2.2. Estratigrafía…………………………………………………………………………. 12

2.3. Estructura………………………………………………………................................ 15

2.3.1. Deformación y anomalías geotérmicas……………………………………… 20

2.4. Evolución volcánica de isla Decepción debido a las erupciones de 1967, 1969 y

1970………………………………………………………………………………… 25

2.4.1. Cambios morfológicos debidos a la erupción de 1967……………………… 26

2.4.2. Cambios morfológicos debidos a la erupción de 1969……………………… 30

2.4.3. Cambios morfológicos debidos a la erupción de 1970……………………… 35

3. METODOLOGÍA………….……………………………………………….……………… 41

3.1. Introducción………………………………………………………….……………… 42

3.2. Monitoreo térmico y del espesor de descongelamiento estacional………………….. 45

3.3. Análisis granulométricos de los sitios CALM-S……………………………………. 48


3.4. Monitoreo de la interacción volcanismo-permafrost…………………………...…… 49

3.5. Mapeo geomorfológico……………………………………………………………… 52

3.6. Análisis de los factores condicionantes de la dinámica

geomorfológica……………………………………………………………………… 53

3.7. Modelado espacial de los procesos geomorfológicos……………………………….. 54

3.8. Validación del modelado……………………………………………………………. 56

4. ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE LA ISLA DECEPCIÓN……………………… 58

4.1. Procesos geomorfológicos actuales…………………………………………………. 59

4.1.1. Geomorfología glacial………………………………………………………... 63

4.1.2. Geomorfología fluvial y lacustre…………………………………………….. 71

4.1.3. Geomorfología volcánica y estructural……………………………………… 76

4.1.4. Geomorfología de remoción en masa………………………………………... 80

4.1.5. Geomorfología periglacial y nival…………………………………………… 85

4.1.6. Geomorfología eólica………………………………………………………… 95

4.1.7. Geomorfología costera……………………………………………………….. 97

4.2. Cambios morfológicos desde 1820 hasta 1967……………………………………. 101

4.3. Cambios morfológicos post-erupción 1970………………………………………... 107

4.4. Discusión…………………………………………………………………………... 111

5. ANÁLISIS DE LOS SITIOS DE MONITOREO DEL PERMAFROST Y DE LAS

VARIABLES METEOROLÓGICAS LOCALES………………...….………………... 114

5.1. Distribución del permafrost y estado térmico de su parte superior..………………. 115

5.1.1. Temperatura superficial y del aire…….……………………………………. 116


5.1.2. Régimen térmico de la capa activa…………………………………………. 118

5.1.3. Espesor de deshielo superficial……………………………………………... 121

5.1.4. Espesor y distribución de la nieve………………………………………….. 129

5.2. Análisis granulométricos de los sitios CALM-S…………………………………... 130

5.3. El registro del clima desde 1948 hasta la actualidad………………………………. 132

5.3.1. Temperatura del aire………………………………………………………... 133

5.3.2. Intensidad y dirección de los vientos……………………………………….. 139

5.4. Discusión…………………………………………………………………………... 144

6. MONITOREO DE LA INTERACCIÓN PERMAFROST-VOLCANISMO……...…. 153

6.1. Introducción………………………………………………………………………... 154

6.2. Geomorfología del sitio de monitoreo……………………………………………... 154

6.3. Régimen térmico del área………………………………………………………….. 156

6.4. Variabilidad espacial de la temperatura sub-superficial y espesor de descongelamiento

………………………………………………………………………………...…… 160

6.5. Relevamiento geoeléctrico………………………………………………………… 162

6.6. Discusión…………………………………………………………………………... 164

7. ANÁLISIS DE LOS FACTORES CONDICIONANTES DE LOS PROCESOS

SUPERFICIALES Y MODELADO ESPACIAL DE LOS PROCESOS

GEOMORFOLÓGICOS……………...………………..………………………………... 169

7.1. Factores condicionantes de los procesos superficiales en las áreas libres de hielo en

isla Decepción……………………………………………………………………… 170

7.1.1. Elevación……………………………………………………………………. 170


7.1.2. Pendiente……………………………………………………………………. 170

7.1.3. Exposición…………………………………………………………………... 172

7.1.4. Curvatura total………………………………………………………………. 173

7.1.5. Radiación solar potencial…………………………………………………… 175

7.1.6. Índice de humedad………………………………………………………….. 175

7.1.7. Litología…………………………………………………………………….. 177

7.1.8. Permeabilidad……………………………………………………………….. 179

7.1.9. Temperatura del aire………………………………………………………... 181

7.2. Ponderación de los factores condicionantes……………………………………….. 183

7.3. Modelado espacial de los procesos geomorfológicos……………………………… 195

7.3.1. Validación de la correlación entre las variables independientes……………. 196

7.3.2. Método estadístico de Valor Informativo…………………………………... 196

7.3.2.1. Dunas piroclásticas……………………………………………….. 196

7.3.2.2. Lóbulos-terrazas de geliflucción…………………………………. 201

7.3.2.3. Terrenos ondulados…………………………..........................…… 205

7.3.2.4. Superficies lag……………………………........................………. 209

7.3.2.5. Flujos de detritos………………………….....................………… 213

7.3.2.6. Suelos ordenados…………………………….…………………… 217

7.3.2.7. Terrenos ondulados degradados………………….………….…… 221

7.3.2.8. Laderas con procesos de escorrentía……………………….…….. 225

7.3.2.9. Laderas con geliflucción…………………………………..……… 229

7.3.2.10. Ladera con bloques………………………………….……………. 233

7.3.2.11. Neveros…………………………………………………………… 237

7.3.2.12. Termokarst…………………………………………...…………… 241


7.3.3. Validación del modelado………………………………………………..….. 245

7.4. Discusión………………………………………………………….……………….. 257

8. CONCLUSIONES…………………...………...…………………………………...…….. 268

9. REFERENCIAS………………………...………………………………………………… 272
ÍNDICE DE FIGURAS

1. INTRODUCCIÓN
Fig.1.1: Localización del área de estudio………………………………………………………………………… 6

2. MARCO REGIONAL
Fig.2.1: Marco tectónico de las islas Shetland del sur………………………………………………………….. 12
Fig.2.2: Mapa geológico simplificado de isla Decepción………………………………………………………. 15
Fig.2.3: Esquema geodinámico del colapso de la caldera………………………………………………………. 17
Fig.2.4: Estructuras en isla Decepción…………………………………………………………………….……. 18
Fig.2.5: Imagen de la costa recta…………………………………………………………………………..……. 20
Fig.2.6: Deformación superficial para isla Decepción (2002-2003)……………………………………………. 21
Fig.2.7: Línea de costa y sitios con anomalías geotérmicas para el año 1968 …………………………………. 24
Fig.2.8: Ubicación y temperatura de los sitios con anomalías geotérmicas…………………………………….. 26
Fig.2.9: Modificaciones superficiales debidas a la erupción de 1967…………….…………………………….. 28
Fig.2.10: Modificaciones superficiales debidas a la erupción de 1969.………………………………………… 33
Fig.2.11: Modificaciones superficiales del área afectada por los lahares en bahía Balleneros……………….… 35
Fig.2.12: Modificaciones superficiales debidas a la erupción de 1970…………………………….…………… 37
Fig.2.13: Reactivación de fallas al sur de Goddard Hill……………………………………………………….... 39

3. METODOLOGÍA
Fig.3.1: Sitios de monitoreo dentro de la isla Decepción…………………………………………………….…. 42
Fig.3.2: Sitios de monitoreo CALM-S em islã Decepción...........................................................………………. 44
Fig.3.3: Imágenes de los sitios de monitoreo de isla Decepción…..……………………………………………. 45
Fig.3.4: Metodología de trabajo utilizada en el terreno…………………………………………………………. 47
Fig.3.5: Cámara fotográfica automática en el CALM-S Irizar………………………………………..………… 48
Fig.3.6: Metodología del estudio de la interacción permafrost-volcanismo……………………………..………50
Fig.3.7: Relevamientos geoeléctricos…………………………………………………………………………….52

4. ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE LA ISLA DECEPCIÓN


Fig.4.1: Carta geomorfológica de isla Decepción del año 1973……………………………………………….... 61
Fig.4.2: Reconstrucción del edificio volcánico pre-colapso de caldera………………………………………… 63
Fig.4.3: Ejemplos de glaciares en isla Decepción………………………………………………………………. 67
Fig.4.4: Geoformas de acumulación y erosión glaciaria…………………………………………………..……. 68
Fig.4.5: Hielos muertos y acumulaciones de nieve enterradas en isla Decepción……………………………… 70
Fig.4.6: Lahar en bahía Balleneros…………………………………………………………………………..….. 70
Fig.4.7: Geoformas de erosión y acumulación fluviales en isla Decepción…………………………………….. 73
Fig.4.8: Glacis de acumulación en isla Decepción……………………………………………………………… 73
Fig.4.9: Laderas con procesos de escorrentía en isla Decepción………………………………………………... 74
Fig.4.10: Lagos permanentes y estacionales en isla Decepción……………………………………………….... 75
Fig.4.11: Perspectiva SE de la isla Decepción……………………………………………………………….…. 76
Fig.4.12: Conos de cenizas y escorias en isla Decepción…………………………………………………….…. 78
Fig.4.13: Cráteres y maares en isla Decepción………………………………………………………………….. 79
Fig.4.14: Flujos de lava en isla Decepción…...…………………………………………………………………. 79
Fig.4.15: Escarpa de falla en isla Decepción………………………………………………………………….… 80
Fig.4.16: Conos de detritos en isla Decepción……………………………………………………………….…. 81
Fig.4.17: Escarpas rocosas en isla Decepción…………………………………………………………………... 82
Fig.4.18: Flujos de barro/detritos en isla Decepción……………………………………………………………. 84
Fig.4.19: Ladera con bloques y talud en isla Decepción ……………………………………………………….. 85
Fig.4.20: Terrenos ondulados en isla Decepción…………………………………………………………….….. 87
Fig.4.21: Neveros en isla Decepción……………………………………………………………………………. 88
Fig.4.22: Suelos ordenados en isla Decepción………………………………………………………………..… 90
Fig.4.23: Laderas con geliflucción en isla Decepción………………………………………………………...… 91
Fig.4.24: Terrazas/lóbulos de geliflucción en isla Decepción………………………………………………...… 92
Fig.4.25: Depresiones de termokarst en isla Decepción……………………………………………………….... 94
Fig.4.26: Terrenos ondulados degradados en isla Decepción…………………………………………………... 94
Fig.4.27: Formas de acumulación y abrasión eólicas en isla Decepción……………………………………..… 96
Fig.4.28: Pavimento del desierto o lag en isla Decepción…………………………………………………..….. 97
Fig.4.29: Playas en isla Decepción……………………………………………………………………...………. 98
Fig.4.30: Acantilados marinos en isla Decepción………………………………………………………………. 99
Fig.4.31: Plataforma de abrasión en isla Decepción……………………………………………………….….. 100
Fig.4.32: Esquema de las geoformas y depósitos en la costa de bahía Fumarolas…………………………….. 101
Fig.4.33: Modificaciones en el relieve de caleta Péndulo……………………………………………………... 103
Fig.4.34: Modificaciones en el relieve de bahía Balleneros…………………………………………………… 104
Fig.4.35: Modificaciones ocurridas en el sector del Lago Escondido…...…………………………………….. 108
Fig.4.36: Modificaciones ocurridas en la albufera al oeste de la base Argentina Decepción...……………….. 109
Fig.4.37: Glaciar cubierto al este de Crimson Hill………………………………….…………………………. 110

5. ANÁLISIS DE LOS SITIOS DE MONITOREO DEL PERMAFROST Y DE LAS VARIABLES


METEOROLÓGICAS LOCALES
Fig.5.1: Fragmento de suelo congelado en isla Decepción………………………………………………….… 116
Fig.5.2: Temperaturas medias anuales del aire y superficial en el sitio CALM-S Irizar……………………… 117
Fig.5.3: Temperaturas medias mensuales del aire y superficial medidas en el sitio CALM-S Irizar…………. 118
Fig.5.4: Temperatura media mensual del suelo a diferentes profundidades en el sitio CALM-S Irizar…….… 120
Fig.5.5: Temperatura media mensual del suelo a diferentes profundidades en el sitio Refugio Chileno….….. 120
Fig.5.6: Espesores de deshielo superficial anuales en los sitios CALM-S…………………………………...... 122
Fig.5.7: Distribución del espesor de deshielo superficial en el sitio CALM-S Irizar…………………………. 124
Fig.5.8: Distribución del espesor de deshielo superficial en el sitio CALM-S Crater Lake………………...… 126
Fig.5.9: Espesores de deshielo superficial medidos en los sitios mini-CALM……………………………..…. 128
Fig.5.10: Temperatura media mensual superficial de los sitios mini-CALM…………………………………. 128
Fig.5.11: Espesor de nieve acumulado en el sitio CALM-S Irizar…………………………………………….. 130
Fig.5.12: Histogramas de la distribución de frecuencias granulométricas en los sitios CALM-S………….…. 131
Fig.5.13: Gráfico de tortas mostrando la distribución del tamaño de grano en ambos sitios CALM-S……….. 132
Fig.5.14: Marchas anuales de temperaturas del aire para isla Decepción, desde 1949 hasta 1953……………. 134
Fig.5.15: Marchas anuales de temperaturas del aire para isla Decepción, desde 1959 hasta 1967……………. 136
Fig.5.16: Marchas anuales de temperaturas del aire para isla Decepción, desde 2005 hasta 2013……………. 138
Fig.5.17: Gráficos de la tendencia de la temperatura media mensual para los periodos analizados… ………...139
Fig.5.18: Dirección de los vientos en isla Decepción para los períodos analizados…………………………... 140
Fig.5.19: Dirección estacional de los vientos en isla Decepción desde 1949 hasta 1953…………………..…. 141
Fig.5.20: Dirección estacional de los vientos en isla Decepción desde 2005 hasta el 2012…………………... 142
Fig.5.21: Velocidad de los vientos para isla Decepción en los periodos analizados…………………………... 143
Fig.5.22: Correlación entre la temperatura media mensual del aire y la del subsuelo a diferentes profundidades
en el sitio CALM-S Irizar…………………………………………………………………………………….... 145
Fig.5.23: Temperaturas medias mensuales del suelo a 80 cm de profundidad y del aire, en el sitio CALM-S
Irizar……………………………………………………………………………………………………………. 146
Fig.5.24: Régimen térmico diario en el sitio CALM-S Irizar desde el año 2009 hasta el 2013……………….. 148
Fig.5.25: Espesor máximo de deshielo superficial en cada sitio mini-CALM……………………………….... 149
Fig.5.26: Gráfico de cajas correspondientes al espesor de deshielo en ambos sitios CALM-S……………….. 151
Fig.5.27: Evolución del espesor de deshielo superficial en ambos sitios CALM-S……………………...……. 151

6. MONITOREO DE LA INTERACCIÓN PERMAFROST-VOLCANISMO


Fig.6.1: Mapa geomorfológico de detalle del sitio Abanico Irizar en isla Decepción……………………….... 155
Fig.6.2: Temperaturas medias mensuales del aire y superficial en el sitio Abanico Irizar……………………. 158
Fig.6.3: Espesores de nieve acumulados en el sitio Abanico Irizar…………………………………………… 159
Fig.6.4: Temperatura media mensual del suelo a diferentes profundidades en el sitio Abanico Irizar……...… 160
Fig.6.5: Distribución de las temperaturas del suelo a 5, 50 y 70 cm de profundidad y espesor de deshielo
superficial………………………………………………………………………………………………………. 161
Fig.6.6: Tomografías eléctricas verticales en el sitio Abanico Irizar………………………………………….. 163
Fig.6.7: Régimen térmico diario en los sondeos del sitio Abanico Irizar…………………………………...… 165
Fig.6.8: Influencia de la anomalía geotérmica sobre la distribución de la cubierta nival y del hielo marino…. 166
Fig.6.9: Modelo conceptual de la dinámica hidrológica y geomorfológica estacional en el Abanico Iriza.…... 167
7. ANÁLISIS DE LOS FACTORES CONDICIONANTES DE LOS PROCESOS SUPERFICIALES Y
MODELADO ESPACIAL DE LOS PROCESOS GEOMORFOLÓGICOS
Fig.7.1: Mapa de elevaciones de las áreas libres de hielo en isla Decepción………………………………….. 171
Fig.7.2: Mapa de pendientes de las áreas libres de hielo de isla Decepción…………………………………... 172
Fig.7.3: Mapa de exposición de las superficies libres de hielo de isla Decepción…………………………….. 173
Fig.7.4: Mapa de curvatura total de las áreas libres de hielo de isla Decepción………………………………. 174
Fig.7.5: Mapa de la radiación total (verano 2011-2012) para las áreas libres de hielo en isla Decepción…..... 176
Fig.7.6: Mapa del índice de humedad de las áreas libres de hielo de isla Decepción…………………………. 177
Fig.7.7: Mapa litoestratigráfico de isla Decepción…………………………………………………………….. 178
Fig.7.8: Mapa de la densidad de drenaje de las áreas libres de hielo en isla Decepción………………………. 180
Fig.7.9: Mapa de la permeabilidad de las áreas libres de hielo para isla Decepción………………………….. 180
Fig.7.10: Mapa de permeabilidad de las áreas libres de hielo para isla Decepción reclasificado……………... 181
Fig.7.11: Correlación entre la temperatura media anual del aire en los diferentes sitios y la altura………..…. 182
Fig.7.12: Mapa de la distribución de la temperatura del aire con la altura para las áreas libres de hielo de isla
Decepción……………………………………………………………………………………………………… 183
Fig.7.13: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de dunas piroclásticas………………………………. 200
Fig.7.14: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de lóbulos-terrazas de geliflucción…………………. 203
Fig.7.15: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados………………………………. 206
Fig.7.16: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag…………………………………… 210
Fig.7.17: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos…………………………………. 216
Fig.7.18: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados………………………………… 220
Fig.7.19: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados degradados……………….…. 224
Fig.7.20: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos de escorrentía……………... 228
Fig.7.21: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con geliflucción…………………………. 232
Fig.7.22: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de ladera con bloques………………………………. 236
Fig.7.23: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de neveros…………………………………………... 240
Fig.7.24: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de thermokarst……………………………………… 244
Fig.7.25: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de dunas piroclásticas…….... 247
Fig.7.26: Curvas de predicción y de suceso de lasusceptibilidad de ocurrencia de lóbulos-terrazas de
geliflucción…………………………………………………………………………………………………….. 248
Fig.7.27: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados…….... 248
Fig.7.28: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag…………... 249
Fig.7.29: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos………... 250
Fig.7.30: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados………... 251
Fig.7.31: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados
degradados……………………………………………………………………………………………………... 252
Fig.7.32: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos de
escorrentía……………………………………………………………………………………………………… 253
Fig.7.33: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con geliflucción… 254
Fig.7.34: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con bloques……... 255
Fig.7.35: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de neveros………………….. 256
Fig.7.36: Curvas de predicción y de suceso de la susceptibilidad de ocurrencia de thermokarst…………..…. 257
Fig.7.37: Distribución de las geoformas y procesos modelados de acuerdo a la altitud y exposición………… 260
Fig.7.38: Distribución de las cenizas durante las últimas erupciones…………………………………………. 265
Fig.7.39: Distribución de las geoformas y procesos modelados, junto a los espesores de cenizas……………. 266
ÍNDICE DE TABLAS

2. MARCO REGIONAL
Tabla 2.1: Litoestratigrafía de isla Decepción………………………………………………………………...…14
Tabla 2.2: Observaciones de actividad geotérmica en isla Decepción desde 1800 hasta la actualidad..…….… 22

4. ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE LA ISLA DECEPCIÓN


Tabla 4.1: Porcentaje de cada proceso geomorfológico en isla Decepción…………………………………..… 64
Tabla 4.2: Cronología de las erupciones históricas en isla Decepción…………………………………….….. 102

5. ANÁLISIS DE LOS SITIOS DE MONITOREO DEL PERMAFROST Y DE LAS VARIABLES


METEOROLÓGICAS LOCALES
Tabla 5.1: Estadísticas de las temperaturas del aire y superficial en el sitio CALM-S Irizar………………… 117
Tabla 5.2: Temperaturas medias mensuales del aire para isla Decepción entre 1949 y 1953………………… 134
Tabla 5.3: Temperaturas medias estacionales del aire para isla Decepción entre 1949 y 1953…………….… 134
Tabla 5.4: Temperaturas medias mensuales del aire para isla Decepción entre 1959 y 1967………………… 135
Tabla 5.5: Temperaturas medias estacionales del aire para isla Decepción entre 1959 y 1967………………. 135
Tabla 5.6: Temperaturas medias mensuales del aire para isla Decepción entre 2005 y 2013………………… 137
Tabla 5.7: Temperaturas medias estacionales del aire para isla Decepción entre 1959 y 1967………………. 137

6. MONITOREO DE LA INTERACCIÓN PERMAFROST-VOLCANISMO


Tabla 6.1: Estadísticas de las temperaturas del aire y superficial en el sitio Abanico Irizar………………….. 157

7. ANÁLISIS DE LOS FACTORES CONDICIONANTES DE LOS PROCESOS SUPERFICIALES Y


MODELADO ESPACIAL DE LOS PROCESOS GEOMORFOLÓGICOS
Tabla 7.1: Estaciones de medida utilizadas para el modelado de la temperatura del aire con la altura………. 182
Tabla 7.2: Clasificación de las variables independientes……………………………………………………… 185
Tabla 7.3: Histogramas de frecuencias de cada variable independiente de cada geoforma considerada…..…. 187
Tabla 7.4: Ponderación de las variables independientes respecto a cada geoforma seleccionada……………. 189
Tabla 7.5: Clasificación de las variables independientes……………………………………………………… 195
Tabla 7.6: Matriz de coeficientes de correlación de Pearson de las variables independientes………………... 196
Tabla 7.7: Aplicación del método de VI para el modelado de dunas piroclásticas…………………………… 197
Tabla 7.8: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de dunas piroclásticas………………………….. 199
Tabla 7.9: Aplicación del método de VI para el modelado de lóbulos-terrazas de geliflucción……………… 201
Tabla 7.10: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de lóbulos-terrazas de geliflucción………….... 204
Tabla 7.11: Aplicación del método de VI para el modelado de terrenos ondulados………………………….. 207
Tabla 7.12: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados………………………… 208
Tabla 7.13: Aplicación del método de VI para el modelado de superficies lag………………………………. 211
Tabla 7.14: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag…………………………...… 212
Tabla 7.15: Aplicación del método de VI para el modelado de flujos de detritos…………………………….. 213
Tabla 7.16: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos…………………………... 215
Tabla 7.17: Aplicación del método de VI para el modelado de suelos ordenados……………………………. 217
Tabla 7.18: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados…………………………... 219
Tabla 7.19: Aplicación del método de VI para el modelado de terrenos ondulados degradados……………... 221
Tabla 7.20: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados degradados…………………. 223
Tabla 7.21: Aplicación del método de VI para el modelado de laderas con procesos de escorrentía……….... 225
Tabla 7.22: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos de escorrentía……….. 227
Tabla 7.23: Aplicación del método de VI para el modelado de laderas con geliflucción…………………….. 229
Tabla 7.24: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con geliflucción………………….... 231
Tabla 7.25: Aplicación del método de VI para el modelado de laderas con bloques…………………………. 233
Tabla 7.26: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con bloques………………………... 235
Tabla 7.27: Aplicación del método de VI para el modelado de neveros…………………………………….... 237
Tabla 7.28: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de neveros…………………………………….. 239
Tabla 7.29: Aplicación del método de VI para el modelado de termokarst…………………………………... 241
Tabla 7.30: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de termokarst…………………………………. 243
Tabla 7.31: Eficacia del modelo de susceptibilidad de ocurrencia de las diferentes geoformas…………….... 245
Tabla 7.32: Predicción del modelo de susceptibilidad de ocurrencia de las diferentes geoformas………...…. 246
Capítulo 1

INTRODUCCIÓN
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

1.1. Estado actual del conocimiento

El permafrost es el suelo (suelo y/o roca e incluye el material orgánico y el hielo) que ha
permanecido por debajo de 0 ºC, al menos por dos años consecutivos (Muller 1943, Linell y Tedrow
1981, Harris et al. 1988, Van Everdingen 1998). La capa activa es aquella capa de suelo sujeta a
ciclos anuales de congelamiento y fusión en áreas con la presencia de permafrost en profundidad.
Estos ciclos están controlados fundamentalmente por la intensidad de la radiación solar incidente
(Linell y Tedrow 1981, Harris et al. 1988, Nelson et al. 1998, Van Everdingen 1998, Guglielmin
2006, French 2007). Por ello, la temperatura y espesor del permafrost y su capa activa, son
indicadores sensibles del clima (Adlam et al. 2010). Además de estar condicionados por la radiación
solar incidente, otros factores climáticos como la temperatura del aire, la presencia de nieve, el
viento, las lluvias y por otro lado la topografía, la existencia de vegetación y las propiedades
termofísicas del suelo, controlan también su comportamiento. La cobertura nival (espesor,
distribución temporal y propiedades físicas) es determinante en el régimen térmico de la parte
superior del permafrost y en su distribución. Cuando el suelo se encuentra debajo de una espesa
cobertura nival, los intercambios de calor entre la atmósfera y el suelo se ven disminuidos debido a
la baja conductividad térmica de la nieve (Smith 1975, Goodrich 1982, Keller y Gubler 1993, Zhang
et al. 1996 y 2001, Pomeroy y Burn 2001, Zhang 2005). Por otro lado, las lluvias suministran calor
(sensible y latente) al suelo cuando la temperatura del agua caída excede la del suelo, provocando
así un calentamiento y profundización de la capa activa (Oht 2003). La vegetación, que controla la
relación entre la profundidad de esta capa y los parámetros climáticos superficiales, se encuentra
ausente en la mayoría de las zonas libres de hielo de la Antártida (Guglielmin 2006), favoreciendo el
estudio de esta interacción.
Estudios recientes evidencian un incremento de 3,4 ºC de la temperatura media anual del aire a lo
largo del sector occidental de la Península Antártica y un incremento de 6 ºC durante el invierno en
los últimos 50 años (King 1994, Vaughan et al. 2001, 2003, Marshall et al. 2002, Meredith y King
2005, Turner et al. 2005, 2009). La región más afectada presenta una distribución reducida, con el
mayor incremento cerca de las estaciones Faraday/Vernadsky (65º15’ S, 64º16’ O) y con el menor
aumento cerca del extremo norte de la península Antártica (King y Comiso 2003, Turner et al.
2007). Por su lado el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC 2007) predice un

2
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

incremento de entre 1,8 a 6,4 ºC en la temperatura global para el 2099, siendo las regiones polares
las más afectadas (Chapman y Walsh 2007).
Este calentamiento atmosférico en la región de la península Antártica ha tenido un gran efecto
sobre los glaciares, especialmente sobre las barreras de hielo (Scambos et al. 2003), ejemplificada
en el colapso de la plataforma Larsen-B en el 2002. El retroceso de los glaciares de montaña y de
descarga también ha sido descripto para el continente antártico (Vieira et al. 2008), como es el caso
de la península Hurd en isla Livingston, donde se reportó que los glaciares han retrocedido y la línea
de equilibrio se ha elevado (Ximenis et al. 1999, Molina et al. 2007). Por el contrario, el
comportamiento del permafrost y su capa activa frente al calentamiento global en esta área son poco
comprendidos, principalmente debido a la reducida red de monitorización, tanto en espacio como en
tiempo (Bockheim 2004, Vieira et al. 2010). Con la finalidad de mitigar este escenario, durante el
año polar la International Permafrost Association (IPA) fomentó la implementación, a través del
proyecto ANTPAS (Antarctic Permafrost, Soils and Periglacial Environments), de nuevos sitios de
la Global Terrestrial Network for Permafrost (GTN-P) y Circumpolar Active Layer Monitoring
Network (CALM) (Brown et al. 2000) en el territorio antártico, los cuales a fin de diferenciarlos de
aquellos fueron nombrados como sitios CALM-S (Southern Hemisphere). Esto se tradujo en un
incremento en las investigaciones, en los últimos años, referidas al régimen térmico y distribución
del permafrost y de la capa activa en esta región. La importancia de su estudio radica en que es un
factor muy importante en el ciclo del carbono y del sistema climático, especialmente debido a la
liberación de CH 4 y CO 2 producto de su degradación (Anisimov et al. 1997, Osterkamp 2003).
Además, el espesor de capa activa y su dinámica también son importantes, ya que la mayoría de los
intercambios de energía, humedad y gases, entre el sistema atmosférico y el terrestre ocurre a través
de esta capa. Asimismo, su espesor juega un papel fundamental en los procesos geomórficos,
hidrológicos y biológicos (Nelson y Anisimov 1993).
El monitoreo de las temperaturas sub-superficiales es esencial para analizar la reacción del
permafrost frente al cambio climático, pero la realización de perforaciones y el mantenimiento del
equipamiento de medición en estas remotas áreas australes es muy problemático (Vieira et al. 2008).
Por este motivo, los relevamientos geomorfológicos permiten la identificación de procesos
relacionados con la presencia y con la degradación del permafrost, y además proveen información
importante para evaluar la influencia del cambio climático sobre este suelo congelado (Matsuoka
2001, Matsuoka et al. 2003, Vieira et al. 2008). Existen gran cantidad de estudios relacionados con

3
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

esta tendencia climática actual en el hemisferio norte, donde se ha detectado un incremento en la


cota a la cual se originan los flujos de detritos (Jomeili et al. 2004), un aumento en el desarrollo de
estas geoformas (Rebetez et al. 1997), el acrecentamiento del riesgo geológico debido a la
degradación de estos suelos congelados en los ambientes de alta montaña (Clague et al. 2012) y el
drástico aumento en la tasa de movimiento de las laderas (Ridefelt et al. 2009). Sin embargo poco se
conoce acerca de la geomorfología del continente Antártico y aún más acerca de la alteración y/o
modificación de los procesos superficiales debidos al cambio climático.
La presencia de geoformas periglaciales y su relación con los procesos que le dan origen ha sido
identificada en sitios específicos en la región sub-Antártica y marítima (Hall 2002). Más
precisamente en las islas Shetland del Sur, los estudios se han focalizado en los suelos ordenados
(Corte y Somoza 1954, Black y Berg 1963, Araya y Hervé 1972a, Cui et al. 1989, Hall 1994, Jeong
2006, Cannone y Guglielmin 2008) o solamente en la distribución de geoformas concretas (Araya y
Hervé 1972b, Barsch et al. 1985, Qingsong 1989, Zhu et al. 1996, Serrano y López-Martínez 1998,
2000). López-Martínez et al. (2012) muestran una revisión del sistema periglacial en estas islas,
identificando y creando un inventario de los tipos de geoformas periglaciales presentes, con el
posterior análisis de su distribución espacial. Destacan que la distribución espacial de estas
geoformas sirvió de base para identificar la presencia de permafrost por encima de los 25-30
m.s.n.m. en las islas Shetland del Sur y que el 70 % de la superficie libre de hielo sobre ellas
presenta formas relacionadas con el desarrollo de la capa activa.
La investigación de los suelos congelados es complicada en zonas con gran cantidad de
afloramientos rocosos como es el caso de la gran mayoría de las islas del archipiélago, debido a que
es necesaria una buena red de perforaciones o relevamientos geofísicos (Vieira et al. 2010). Por el
contrario, la edad reciente de isla Decepción y los potentes espesores de material piroclástico no
consolidado, mayormente aportado por las erupciones ocurridas desde 1800 hasta la actualidad,
hacen que sea imprescindible la instalación de sitios de monitoreo térmico y geomorfológico en la
isla.

1.2. Descripción del área de estudio

4
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

Isla Decepción (62º53´30´´S, 60º29´20´´O) se sitúa a 25 km al sur de la isla Livingston y 100 km


al norte de la península Antártica, sobre el eje del rift del estrecho de Bransfield (Mar de la Flota)
que separa a la península de las islas Shetland del Sur (Fig.1.1). Actualmente, es uno de los dos
volcanes activos en la región Antártica. Presenta una longitud de 14 km N-S por 13 km E-O en su
parte emergida, mientras que en profundidad se estima que posee un diámetro de 25 km (Smellie
1989, 1990, Martí et al. 2013). Tiene una altura de 1500 m desde el fondo marino, mientras que
sobre el nivel del mar solamente alcanza los 540 m en el monte Pond (Barclay et al. 2009). Presenta
en planta forma de herradura, y un perfil asimétrico, con una vertiente exterior heredada del gran
volcán que le dio origen y una vertiente interna de menores dimensiones y mayor inclinación
(Igarzabal 1974). El centro de la isla, conocido como Puerto Foster, se corresponde con una caldera
inundada por el mar, de 10 km de diámetro (Cooper et al. 1998) y 160 m de profundidad (Rey et al.
1995). La entrada a la caldera es a través de un canal de unos 170 m de ancho, donde el encuentro de
los vientos genera el constante sonido de un fuelle musical, que según historiadores ha sido
colocado allí por el dios de los mares. De ahí que reciba el nombre de “Fuelle de Neptuno”
(Dalinger 1959). Cerca del 57 % de la isla se encuentra cubierta por glaciares (Smellie y López-
Martínez 2002), y existe un notorio contraste entre las costas internas y externas de la isla. Las
primeras están representadas por una plataforma marina somera y estrechas playas de arena y
rodados. Por el contrario la costa externa está representada por acantilados de hielo y roca. Un rasgo
destacable es el acantilado de hielo dispuesto en línea recta por más de 7 km de longitud en el
extremo oriental, conocido como Costa Recta.
En la parte interna de la isla se encontraban tres Bases científicas, la Base Naval Argentina
“Decepción” (hoy base Antártica Decepción), la Base Aérea Antártica Chilena “Presidente Aguirre
Cerda (PAC)” y la Base Antártica Británica “Station B o John Biscoe”. Todas ellas eran bases
permanentes hasta Diciembre de 1967, donde la erupción ocurrida destruyó parcialmente a la
estación Británica y a la Chilena, las que posteriormente en la erupción de 1969 resultaron
totalmente destruidas y hoy en día están reducidas a escombros. En 1989, los españoles instalan un
refugio, el que actualmente pasó a denominarse base Antártica Española “Gabriel de Castilla”. Esta
última, junto a la Argentina, solamente se encuentran operativas durante el verano austral.

5
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

Fig.1.1: Localización de las islas Shetland del Sur e isla Decepción, junto al mapa topográfico de la isla.

6
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

Isla Decepción actualmente es sísmicamente activa, con numerosos tremors volcánicos y volcano-
tectónicos de baja magnitud localizados a profundidades menores a los 10 km (Ibañez et al. 2003,
Almendros et al. 2004). La actividad volcánica post-caldera ha sido concentrada a lo largo de fallas
anulares, resultando en la construcción de un número de conos piroclásticos y maares cercanos al
nivel del mar alrededor de la costa de Puerto Foster, y en la emisión de algunas lavas (Smellie
2002a). Las últimas erupciones se dieron durante los periodos de 1906-1912, 1967-1970 y otra,
pobremente datada, entre 1931 y 1956 (Pallás et al. 2001). Debido a esta actividad volcánica actual,
isla Decepción presenta un elevado flujo geotérmico dentro de la caldera, con un gradiente de 360
ºC.km-1 en las zonas distantes de las fumarolas (Orheim 1972a, b). Además, extrapolando este
gradiente geotérmico, el autor estima que la cámara magmática se encontraría a 3-4 km de
profundidad, similares a los resultados alcanzados luego por Zandomeneghi et al. (2009) a través de
estudios de magnetotelúrica. A su vez, Orheim (1970), menciona la medición del gradiente
geotérmico realizado cerca de la base Argentina en una perforación de 9 m, el cual arrojó un valor
de 600 ºC.km-1.
Como las rocas aflorantes en la isla poseen una polaridad magnética normal, se estima que el
volcán tiene una edad Pleistocena tardía a Holocena (0,75 Ma.) (Valencio et al. 1979). Además,
sobre la base de dataciones K-Ar, varios autores proponen que la mayor parte sub-aérea de la isla
debe haberse construido hace menos de 0,2 Ma. (Shultz 1970, Smellie 1988, Keller et al. 1991).
Debido a que Decepción presenta valores naturales, científicos, históricos, estéticos y cuenta con
actividades educativas y turísticas, la isla fue definida como una Zona Antártica Especialmente
Administrada (ZAEA Nº4) por el Tratado Antártico, con una serie de Zonas Antárticas
Especialmente Protegidas (ZAEP) y Sitios de Monumentos Históricos (SMH).

1.3. Objetivos

El objetivo del presente trabajo fue analizar el estado térmico, distribución y espesor de la capa
activa en una zona volcánicamente activa como lo es isla Decepción.
Además se examinó la influencia de diferentes variables (climatológicas superficiales,
topográficas, litológicas, hidrológicas, etc.) sobre esta capa y sobre la dinámica geomorfológica de

7
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

la isla, con la finalidad de comprender su comportamiento frente a las condiciones climáticas


actuales. Para ello fue realizado un mapa geomorfológico de detalle y se empleó el método
estadístico de Valor Informativo (VI) para analizar la susceptibilidad de ocurrencia de determinadas
geoformas.
A su vez, al tratarse de un volcán activo con la ocurrencia de fenómenos hidrotermales y con
flujos geotérmicos anómalos, también se analizó la interacción entre el vulcanismo y los procesos
geomorfológicos.
De esta forma se buscó realizar una caracterización térmica y geomórfica de la zona de estudio, la
que posteriormente podría servir de base para la realización de diferentes modelados
geomorfólogicos considerando diferentes escenarios climáticos futuros.

1.4. Estructura de la tesis

Con la finalidad de desarrollar el trabajo realizado y presentar los resultados obtenidos, de acuerdo
a los objetivos mencionados, la tesis fue estructurada en ocho capítulos.
En este primer capítulo se ha realizado una breve introducción a la temática tratada en esta tesis y
se ha presentado la principal problemática de investigar en estas áreas remotas, lo que explica el
porqué de la reducida cantidad de trabajos de investigación en la zona. También, se expuso una
síntesis de la ubicación y de las principales características del área en estudio, como así también los
objetivos del presente trabajo.
En el Capítulo 2 se realiza una descripción del marco regional del área. Se sintetizaron además las
características geológicas y estructurales de la isla, y se detallaron los cambios morfológicos
ocurridos a través de las últimas erupciones.
En el Capítulo 3 se explica la metodología empleada para la monitorización del permafrost y su
capa activa, como así también de la interacción entre los suelos congelados y el vulcanismo activo.
Además, se realiza una descripción de los pasos seguidos en el mapeo geomorfológico de detalle y
en el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de determinadas geoformas.
En el Capítulo 4 se exponen los diferentes procesos y geoformas relevados en la isla Decepción
durante los años 2010 al 2014. Además, se realiza una breve descripción de los cambios

8
Capítulo 1. Introducción Gabriel A. Goyanes

morfológicos históricos que ha sufrido la isla, como así también aquellos más destacables ocurridos
después de la última erupción en 1970.
En el capítulo 5 se analizan los resultados obtenidos de los sitios de monitoreo del permafrost y su
capa activa, junto al tratamiento de los datos meteorológicos históricos de la isla. Al finalizar el
capítulo se realiza una breve discusión de los alcances de los mismos.
En el capítulo 6 se analiza la interacción existente entre los suelos congelados y el vulcanismo
activo, a través de los resultados obtenidos del sitio de monitoreo creado para tal fin. A su vez, se
presenta como la ocurrencia de una anomalía geotérmica influencia la hidrología y la geomorfología
local.
En el capítulo 7 se presentan los factores condicionantes de los procesos superficiales, que luego
serán considerados en el método estadístico utilizado en el modelado geomorfológico. Al finalizar el
capítulo se realiza una breve discusión acerca de la relación existente entre ellos y la distribución de
las geoformas analizadas.
Finalmente, en el Capítulo 8, se realiza una síntesis de los principales resultados obtenidos a partir
de las investigaciones realizadas y se establecen las bases y lineamientos para investigaciones
futuras que permitan dilucidar como diferentes escenarios climáticos puedan modificar los procesos
superficiales.
Además, se adjunta a la tesis el mapa geomorfológico de isla Decepción a escala 1:15.000 en su
tamaño original, como así también uno reducido en formato A3 para tener de complemento al
momento de la lectura.

9
Capítulo 2

MARCO REGIONAL
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

2.1. Marco tectónico

El marco regional de las islas Shetland del Sur ha sido estudiado por varios autores (Hawkes 1962,
Baker et al. 1975, Grad et al. 1992, Rey et al. 1995, entre otros). Es tradicionalmente aceptado que
la subducción progresiva (que comenzó en el Neógeno) de la microplaca de Drake (o Phoenix) por
debajo de la placa Antártica ha generado el rift del estrecho de Bransfield (o del mar de la Flota
según toponimia Argentina) como consecuencia de procesos de apertura de trasarco (Fig.2.1). Desde
el Terciario temprano, el arco magmático parece haber disminuido su actividad a lo largo de la
península Antártica como resultado de la colisión de una dorsal (Barker 1982). Por su parte Smellie
(1988) propone que la actividad del arco habría cesado finalmente hace 4 millones de años. Cabe
mencionar, de acuerdo a Smellie y López-Martínez (2002), que el estrecho de Bransfield no se
trataría de una cuenca de trasarco tradicional ya que no se encuentra asociada con un arco volcánico
activo en el momento de apertura, por ello proponen describirla entonces como una cuenca marina
marginal.
La apertura de este rift, originó una nueva microplaca, la de las Shetland del Sur, la cual está
limitada al este por la fractura de Shackleton, al oeste por la zona de fractura Hero, al norte por la
fosa Shetland del Sur y al sur por el rift del estrecho de Bransfield (Martí et al. 2013). Sin embargo,
existe otra teoría acerca del origen del estrecho de Bransfield, la cual habla de que su génesis se
debe a un proceso de cizalla simple sinestral entre las placas Antártica y la de Scotia, que generó una
extensión oblicua a lo largo del margen continental de la península Antártica, desplazando hacia el
noroeste la antigua placa de Drake (Rey y Somoza 1992, Barker y Austin 1994, Rey et al. 1995,
Lawver et al. 1996, González-Casado et al. 2000, Somoza et al. 2004). Posteriormente, Maestro et
al. (2007), propone desde un análisis detallado de las mesoestructuras de la isla Decepción, que
ambas teorías son correctas, ya que en conjunto explicarían el origen y localización de estas
estructuras.
Isla Decepción (62º53´30´´S, 60º29´20´´W) está ubicada en la confluencia de dos de estas
estructuras regionales, el rift del estrecho de Bransfield y la prolongación sur de la zona de fractura
Hero (Rey et al. 1995). Es uno de los dos volcanes activos en la región Antártica, y se sitúa a 25 km
al sur de la isla Livingston y 100 km al norte de la península Antártica, sobre el eje del Estrecho de
Bransfield, una joven cuenca (< 2 Ma) de rift de lenta extensión que separa el norte de la península

11
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.1: Marco tectónico de las islas Shetland del Sur (tomado de Rey et al. 1995). SSI: Islas Shetland del Sur, DI: Isla
Decepción; (1) dorsales oceánicas, (2) zonas de subducción, (3) zonas de transcurrencia, (4) volcanes, (5) movimiento
relativo de placas (cm.año-1), (6) rift del estrecho de Bransfield.

Antártica de las islas Shetland del Sur. Este estrecho está definido por la curva batimétrica de los
1.000 m pero alcanza una profundidad máxima de 2.800 m (Baker y Roobol 1975). Dentro del
mismo se observa una serie de volcanes submarinos y crestas basálticas alineadas entre las islas
Decepción y Bridgeman (Somoza et al. 2004).

2.2. Estratigrafía

Todos los autores, desde los primeros trabajos petrográficos y estratigráficos en la isla, dividen a
las rocas en una serie pre-colapso de la caldera y una serie post-colapso, atribuyéndole diferentes
denominaciones. Así, Holtedahl (1929) estratigráficamente describe una serie volcánica antigua y
una serie volcánica joven, la primera incluye tobas amarillas y lavas oscuras mientras que la
segunda a lavas negras vesiculares. Por su parte Olsacher (1956) ha descripto una serie efusiva
antigua compuesta por tobas y andesitas, y una serie efusiva moderna caracterizada por tobas,
basaltos y pillow lavas. De acuerdo a González-Ferrán et al. (1971), las series pre-caldera presentan

12
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

un carácter más básico y una composición más andesítica-basáltica que aquellas series post-caldera,
que son menos básicas y muestran un notable enriquecimiento en sílice.
Mención especial merece el trabajo de Smellie (2001), el cual ofrece una detallada revisión de la
estratigrafía de la isla y define formalmente las unidades estratigráficas, dividiéndolas en períodos
pre y post caldera, las cuales son posteriormente plasmadas en el mapa geológico de escala 1:25.000
en un trabajo posterior (Smellie 2002a). Allí incluye a todos los productos volcánicos de la isla en el
“Deception Island Volcanic Complex”, el cual divide en dos grupos, Mount Pond y Port Foster,
separados por el episodio de colapso de la caldera (Tabla 2.1). Los productos pre-caldera consisten
en escorias y brechas que representan las emisiones desde varios centros efusivos durante la fase de
surgencia del edificio volcánico sobre el nivel del mar (Formación “Fumarole Bay”) y la sucesión
subaérea de lavas (Formación “Basaltic Shield”). Estas formaciones son cubiertas por depósitos de
corrientes piroclásticas (flujos y surges) agrupados en la Formación “Outer Coast Tuff”, la cual
representa una erupción voluminosa y posiblemente inmediatamente anterior o sincrónicamente con
el colapso de la caldera (Agusto 2005, Bengoa 2007). El grupo “Mount Pond” engloba todas las
rocas post-caldera y se encuentra representado por las formaciones “Baily Head” y “Pendulum
Cove” compuestas de rocas piroclásticas formadas durante erupciones hidrovolcánicas explosivas, y
por la Formación “Stonethrow Ridge” formada por una combinación de erupciones y efusiones
magmáticas no tan enérgicas (secas). Los afloramientos de los depósitos post-caldera son los más
distribuidos a lo largo de toda la isla y dominan la geología superficial.
Por otra parte, para Martí et al. (2013), la sucesión pre-caldera claramente no está relacionada con
la formación de la caldera misma y se corresponde con el volcán en escudo sumergido, en donde
pueden diferenciarse diferentes ciclos eruptivos. Estas rocas volcánicas son principalmente de
composición máfica y están representadas por flujos de lavas, diferentes tipos de depósitos
estrombolianos y brechas hialoclásticas. Estos autores agrupan a todas estas rocas y las asignan a la
etapa de construcción del aparato volcánico. Sobreyacen a esta sucesión de forma discordante, un
potente afloramiento de ignimbritas de composición máfica a intermedia denominada Formación
“Outer Coast Tuff” (Hawkes 1961, Smellie 2001). La misma, está representada por varias unidades
de tobas masivas de color amarillo que contienen abundante líticos de basaltos y basalto-andesitas
de la sucesión infrayacente (Martí et al. 2013). Su importancia radica en que varios autores
sostienen que esta formación tiene su origen durante el colapso de la caldera. Este potente

13
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

afloramiento es cortado por los bordes de la actual caldera y por encima se ubican de forma
discordante, secuencias discontinuas de los depósitos post-caldera (Fig.2.2).

Tabla 2.1: Litoestratigrafía de isla Decepción (modificado de Smellie 2002a).

Grupo Mount Pond Formación Pendulum cove Conos de bahía Teléfono Depósitos de las erupciones 1967 y
Depósitos post-caldera, Predominantemente depósitos de 1970.
producto de erupciones conos de tobas y de maares, grises y Conos del lago Kroner Tres centros eruptivos (siglo XIX).
freatomagmáticas friables. Geoformas primarias bien
(Formación Morro preservadas y en grupos dentro de Conos de Crimson Hill Al menos dos centros eruptivos
Baily (inicial) y la caldera. Depósitos de tefra (pre-1829).
Formación Calte cubren la isla entera. Conos de Cross Hill Múltiples centros eruptivos (pre-
Péndulo (tardía)) y 1829).
magmáticas Conos del collado del Vapor Grandes centros eruptivos (pre-
(Formación Cresta 1829).
Stonethrow) Conos de Crater Lake Múltiples centros eruptivos
simultáneos. (probablemente pre-
1829).
Conos de punta Collins Dos centros eruptivos.

Formación Baily Head


Resistentes tefras grises
hidrovolcánicas. Geoformas
primarias no preservadas con
centros de emisión no restringidos a
la caldera.

Formación Stonethrow Ridge Miembro Mount Kirkwood Incluye los productos de las
Lavas y escorias estrombolianas erupciones de 1838-9, 1842 y 1969.
post-caldera emitidas desde fisuras. Miembro Kendall Terrace Parcialmente más joven que la Fm.
Baily Head

EPISODIO DE COLAPSO DE LA CALDERA


Grupo Port Foster Formación Outer Coast Tuff Potentes y múltiples depósitos de
Depósitos pre-caldera, Resistentes tobas-lapillis amarillos, corrientes piroclásticas.
principalmente tefras visibles principalmente en los
hidrovolcánicas y acantilados de la costa externa.
también lavas y
escorias estrombolianas Formación Basaltic Shield
Flujos de lava en mantos simples o
compuestos, y escorias
estrombolianas.

Formación Fumarole Bay Miembro Stratified lapilli tuff Delgados bancos de depósitos de
Resistentes tefras amarillas surges.
hidrovolcánicas (?); menores Miembro Scoria Depósitos massivos de escoria.
intrusiones sin-eruptivas. Miembro Lava lobe Brechas y peperitas hialoclásticas
masivas.

14
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.2: Mapa geológico simplificado de isla Decepción (tomado de Martí et al. 2013).

2.3. Estructura

Holtedahl (1929) ha observado que la cuenca de Puerto Foster es demasiado grande para ser un
cráter de explosión y por ello ha postulado que la isla es una caldera, formada por la subsidencia a lo
largo de fallas circulares, de un único volcán original. Olsacher (1956) en su trabajo sigue esta

15
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

misma hipótesis del colapso de un solo volcán. Por el contrario, Hawkes (1961) ha concluido que la
isla es una caldera formada por el hundimiento de al menos cuatro volcanes superpuestos entre sí de
edad cenozoica, emplazados a lo largo de fallas radiales y en arco. Casertano (1964) por su parte
combinó las ideas de Holtedahl y Olsacher, proponiendo que antes del hundimiento que originó la
caldera, la isla estuvo formada por un solo sistema volcánico pero de tipo compuesto. Al respecto,
Baker et al. (1969) and Baker y Roobol (1975) proponen la existencia de un volcán mayor
(intermedio entre un volcán en escudo y un estrato-volcán) asociado con centros parásitos de menor
envergadura sobre sus laderas, los cuales en conjunto han colapsado a lo largo de fallas anulares
generando así la caldera.
Baraldo (1999) sugiere que el colapso de la isla comenzó debido a un proceso de trastensión, en un
proceso comparable con la formación de una cuenca de “pull-apart”. Según González-Ferrán et al.
(1970) la serie pre-caldera estaría constituida por el estrato volcán Foster, asociado con los
piroclastos y tobas de los conos parásitos de Neptuno, que se encontraban en una línea al sureste del
cráter del volcán Foster. Rey et al. (1995) sugieren que los actuales procesos que afectan el área del
rift de Bransfield, y la actividad volcánica e hidrotermal reciente, no pueden ser explicados por el
modelo del arco magmático. Por el contrario, ellos sugieren, basándose en la correlación entre las
unidades tectonoestratigráficas, los eventos volcánicos y la geoquímica de los sedimentos del fondo
marino, que la caldera se formó por un proceso continuo de extensión (al menos dos estadíos) más
que por un “evento catastrófico”, debido a las diferentes interacciones habidas entre la placa de
Drake y la Antártica.
Martí et al. (2013) sostiene que el colapso de la caldera ocurrió rápidamente durante o
posteriormente a un único evento eruptivo, controlado por las numerosas fallas tectónicas pre-
existentes, las cuales facilitaron el movimiento hacia abajo de los bloques de la caldera (Fig.2.3). La
formación de la misma provocó la destrucción de la cámara magmática, permitiendo así que
magmas profundos asciendan y generen el volcanismo post-caldera. Este ascenso se habría
producido a través de las mismas fracturas que han provocado el colapso de la caldera.
Los estudios de sísmica marina y volcánica llevados a cabo recientemente no evidencian la
estructura intra-caldera (fallas anulares), sino más bien representan una zona de deformación de
dirección SO-NE que abarca a la isla y sus alrededores, lo que sugeriría una fuerte influencia
tectónica regional sobre la deformación de Decepción (Vila et al. 1992, Rey et al. 1995, Martí et al.
1996, González-Casado et al. 1999 y Smellie 1999).

16
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.3: Esquema geodinámico del colapso de la caldera de isla Decepción. (a) Esquema en planta mostrando las fallas
normales; (b) Esquema mostrando las etapas en la formación de la caldera (tomado de Martí et al. 2013)

De acuerdo a Rey et al. (1995), existen tres sistemas de fallas sub-aéreas que controlan la
morfología de la isla (Fig.2.4). El primero presenta rumbo N170-N160 y es el responsable de la
forma de la costa en las terrazas Kendall, del alineamiento de los cráteres en bahía Teléfono durante
las erupciones de 1967 y 1970 y de la forma de la costa este de Puerto Foster entre caleta Péndulo y

17
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.4: Estructuras en isla Decepción. (A) Mapa geológico modificado. Los diagramas de rosas muestran la orientación
de las fracturas en cada sitio de estudio (N = total de mediciones en el sitio); (B) Diagramas de rosas mostrando la
orientación de las fracturas, fallas normales e inversas; y (C) Diagrama de rosas mostrando la orientación de la totalidad
de fracturas y lineamientos (tomado de Maestro et al. 2007).

bahía Balleneros. El segundo sistema presenta rumbo N60-N45 y es el que controla la morfología de
la isla entre la isla Lavebrua y Baily Head, como así también la morfología submarina en Puerto

18
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Foster y la localización de la actividad fumarólica en bahía Fumarolas, caleta Péndulo y bahía


Teléfono (Ortiz et al. 1987). Finalmente, el tercer sistema de lineamientos presenta rumbo N115-
N120, se localiza alrededor del monte Kirkwood y se encuentra asociado a los cráteres volcánicos
que bordean la caldera en ese sitio. Además de estos sistemas, es posible reconocer uno submarino
de azimut N150, caracterizado por el alineamiento de conos volcánicos bajo Puerto Foster. Estos
sistemas de fallas responden a un campo de esfuerzos caracterizado por un régimen extensivo con
estados compresivos locales, obteniendo la dirección del esfuerzo máximo en la horizontal al NO-
SE y NNE-SSO (Maestro et al. 2007).
Rasgo particular es la Costa Recta, la cual se dispone NNO-SSE sobre el perímetro externo de la
isla y presenta un largo de 7,3 km (Fig.2.5). Una pared de hielo de una decena de metros de altura se
extiende a lo largo de esta costa, la cual es cortada por cuatro cursos fluviales principales. De
acuerdo con Herdman (1932), la estructura que la controla tendría carácter regional y afectaría el
zócalo submarino en que se asientan las islas Shetland del Sur. Posteriormente esta hipótesis, de que
la costa es la expresión geomorfológica de una escarpa de falla en retroceso, fue corroborada por
Fernández-Ibáñez et al. (2005), basándose en la observación de terrazas marinas ascendidas, en la
incisión de la red fluvial sobre el glaciar, en la presencia de fallas normales paralelas a la costa y por
la ruptura de la pendiente en la plataforma submarina evidenciada a través de la batimetría. A su
vez, el hecho de que el ascenso de las terrazas marinas y la incisión fluvial decrecen hacia el sur
desde punta Macaroni, pasando de 8 a 3 m, indicaría un posible movimiento de inclinación hacia el
sur a través del plano de la falla. Asimismo, existe otra teoría que intenta de explicar la morfología
de esta costa, que es la propuesta por López-Martínez y Serrano (2002), quienes proponen que se
debe a la interacción existente entre la dinámica del glaciar y la erosión marina ya que no existe
evidencia ni en la punta Macaroni ni en Baily Head de un control estructural de tal magnitud. La
costa recta puede dividirse en dos segmentos, el norte con azimut N168ºE de 4,3 km de longitud y el
segmento sur de azimut N172ºE de 2,9 km de longitud. Este cambio en la dirección de la estructura,
coincide con la posición de la falla de rumbo sinestral del monte Pond (Rey et al. 1995). Esta
estructura desplaza la cresta del monte Pond y genera deformación dúctil, tanto en la superficie
como en la estructura interna, del glaciar (Fernández-Ibáñez et al. 2005).

19
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.5: Imagen de la Costa Recta desde punta Macaroni hacia Baily Head.

2.3.1. Deformación y anomalías geotérmicas

De acuerdo a García et al. (1989) la presencia de una anomalía magnética linear al noreste de
Puerto Foster fue interpretada como una intrusión magmática a baja profundidad. Además el fondo
marino por encima de ella evidenció un rápido ascenso (aproximadamente 0,3-0,5 m.año-1) en 50
años (desde 1945). Por este motivo los autores interpretaron estas respuestas como indicativas de
una resurgente actividad en la caldera. Martí et al. (2013) rechazan la postura de la presencia de una
cámara magmática de grandes dimensiones a poca profundidad. Por el contrario, sugieren que las
erupciones recientes han sido generadas por pequeños volúmenes de magma cuya fuente se ubica en
profundidad. También plantean que los remanentes de estos intrusivos o quizás otras intrusiones
menores que no han alcanzado la superficie aún, proveen la fuente de calor que moviliza el actual
sistema geotermal.
Berrocoso et al. (2012), utilizando los datos de la Red Geodésica Isla Decepción que monitorea la
isla desde 1988-1989, obtiene que los valores más elevados de deformación de la superficie en la
vertical y en la horizontal se hayan al pie de Goddard Hill y en bahía Teléfono (Fig.2.6). En general,
la deformación altimétrica para toda la isla ronda los -5 cm.año-1 para el período 2002-2003.

20
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.6: Valores de deformación superficial para el período 2002-2003. (a) Tasa de desplazamiento horizontal. (b) Tasa de
desplazamiento vertical (tomado de Berrocoso et al. 2012).

Como fuera mencionado por diversos autores, la actual actividad fumarólica dentro de la isla se
localiza sobre las playas internas de Puerto Foster y se propone que su origen fue dentro del período
post-caldera (Kendall 1831, Wilkes 1844, Holtedahl 1929, Brüggen 1950, Olsacher 1956, entre
otros). Es importante mencionar la presencia de estas anomalías geotérmicas a lo largo del tiempo y
sobre todo su temperatura y posición, ya que podrían ser uno de los factores que influiría en la
evolución geomorfológica de la isla. En la tabla 2.2 se puede observar un resumen de aquellos
investigadores que han mencionado la presencia de anomalías geotermales en Decepción y aquellos
que han medido su temperatura.
La expedición antártica francesa de 1908-1910 comandada por J.B. Charcot (Charcot 1910),
confeccionó el mapa topográfico de la isla a escala 1:50.000 y sobre él delimitó la posición de las
fumarolas (Bongrain 1912). Gourdon (1910), geólogo de la expedición, midió la temperatura de
alguna de ellas (Roobol 1979). Posteriormente estas zonas anómalas térmicamente fueron estudiadas
en abril de 1927 por investigadores a bordo del buque británico R.R.S. Discovery (Hydrographic
Department 1974). Durante el verano de 1927-1928, Holtedahl (1929) visitó la isla y realizó la
descripción de algunas fumarolas.
Cuando la expedición británica Graham Land pasó por isla Decepción en Enero de 1936, midieron
la temperatura de las fumarolas y del agua de mar en varios puntos de Puerto Foster (Hydrographic
Department 1974, Roobol 1979). Lo más relevante de esta expedición fue que sus observaciones

21
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Tabla 2.2: Observaciones de actividad geotérmica anómala en isla Decepción. (x) Indica que solo ha sido vista y (XXº) Indica que se ha medido su temperatura, en grados
Celsius. (1) Webster 1834; (2) Roobol 1979: (3) Bongrain 1912; (4) Hydrographic Department 1974; (5) Holtedahl 1929; (6) Olsacher 1956; (7) Hawkes 1961; (8) Casertano
1964; (9) Roobol et al. 1975; (10) Baker et al. 1975; (11) Fourcade y Viramonte 1972; (12) López-Martínez et al. 1996; (13) Smellie y López-Martínez 2002; (14) Caselli et al.
2002 y 2004.

(1) (2) (3) (4) (5) (2) (4) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14)
Expedición 1829 1839 1910 1927 1928 1936 1949 1952-1954 1957-1958 1961-1962 1968-69 1968-1969 1971 1995 2002-2003
Caleta Péndulo x x 68º x x x x x x 40º x X 90º x 43,5º x x 50-70º
Bahía Balleneros x 50º x 56º x x 53º x x x 45º x x 31º x x 45-60º x 40º x x 50-70º
Al NW de punta
x x x x 56º x x 20-40º
Penfold
Lago Kroner x x x 47º x 25º x x 20-40º
Cráter 1970 x 90º x x 58º x 9,3º x x 20-40º
Bahía Teléfono x x 32º x x 83º x 10,2º x x 20-40º
Punta Murature x 30º x x x 20-40º
Bahía Fumarolas x x x x x x x x 94º x 100º x 100º x x 90-100º
Cerro Caliente x x 96º x x 90-100º
x 22º (a 10
Albufera Irizar x
cm 31º)
Punta Negra x x x 20-40º
Cresta Stonethrow x 40º x
Monte Pond x x x x x 50-70º
Crater Lake x

22
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

respecto a las zonas anómalas térmicamente son similares a las halladas por Charcot (1910). Durante
el paso del buque británico R.R.S. Discovery por la isla en 1949, encontró que las áreas anómalas
térmicamente continuaban siendo las mismas que los autores anteriores habían estudiado, y por
primera vez mencionan el sitio anómalo ubicado sobre el lago Kroner (Roobol 1979).
Durante los veranos de 1952-1953 y 1953-1954, Olsacher (1956) visitó Decepción y describió los
sitios con actividad fumarólica, hallando los mismos cuatro sitios que el R.R.S. Discovery en 1949.
Su gran aporte fue el hallazgo de las fumarolas ubicadas 300 m al oeste del lago Kroner sobre la
costa y la descripción de desprendimientos leves de vapor sobre la playa al este de punta Negra.
Asimismo, propone una distinción entre aquellas sulfhídricas (bahía Fumarolas) y las no sulfhídricas
(caleta Péndulo y bahía Balleneros) y plantea que el origen de las fumarolas de Balleneros no se
debe a aguas juveniles magmáticas, sino más bien se originan por infiltración del agua de mar a
través de las fracturas, que al calentarse en los focos internos es devuelta a la superficie. Por el
contrario supone que las fumarolas de bahía Fumarolas, debido a los depósitos de aragonita
asociados y el contenido sulfhídrico, son de origen netamente volcánico, misma conclusión que
alcanzan Agusto et al. (2004).
En el verano de 1957-1958, Hawkes (1961) observó las fumarolas en bahía Fumarolas, caleta
Péndulo y bahía Balleneros, sin hacer mención alguna acerca de las ubicadas al oeste del lago
Kroner (Roobol 1979). Estas últimas fueron posteriormente mapeadas en 1961-1962 por Casertano
(1964) durante la XVI Expedición Antártica Chilena, lo que supondría que o no fueron observadas
por Hawkes o han desaparecido temporalmente. Lo importante de sus observaciones fue el hallazgo
de un nuevo sitio con actividad fumarólica ubicado en bahía Teléfono, y la presencia de suelos
calientes sobre la ladera del monte Pond. Por su lado, Casertano (1964) concluye que toda la
actividad fumarólica de la isla tiene un origen secundario, post-volcánico, es decir, debido al
proceso mediante el cual una cámara magmática calienta un acuífero relativamente superficial
dando origen a las fumarolas.
Con la finalidad de establecer algún tipo de referencia por si ocurriesen cambios en la actividad
fumarólica, sus posiciones y sus temperaturas fueron mapeadas por A. Bushell en Diciembre de
1968 (Roobol et al. 1975). Este autor menciona que muchas de las fumarolas, tales como las de
caleta Balleneros y bahía Fumarolas ya han estado establecidas hace largo tiempo y no ha habido
evidencia de incremento en su actividad al momento del mapeo. Pero la actividad de las fumarolas
submarinas en caleta Péndulo parece haber incrementado durante los eventos eruptivos de 1967.

23
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

También, entre Noviembre de 1968 y Enero de 1969 las zonas anómalas térmicamente fueron
mapeadas por Baker et al. (1975) (Fig.2.7). Sus observaciones más destacadas fueron la extensión
del área abarcada por las fumarolas al oeste del lago Kroner y en bahía Teléfono en comparación
con lo descripto por Casertano (1964) en 1961-1962. Además, reconoció una nueva área con
actividad fumarólica en punta Murature (Roobol 1979).
Fourcade y Viramonte (1972) mencionan que la actividad de los focos eruptivos de 1967 y 1970
para el verano de 1971 está reducida a simples campos fumarólicos de baja temperatura sobre la
línea de costa. Destacan que el 29 de diciembre de 1971 surgieron en caleta Balleneros de forma
esporádica campos fumarólicos de baja temperatura que cubrieron extensas áreas de esa zona y que
luego disminuyeron en sus valores térmicos hasta alcanzar el equilibrio y reducirse a pequeñas áreas
del lago Kroner y en las proximidades de la base Británica.

Fig.2.7: Mapa de isla Decepción mostrando la línea de costa para 1968 y las zonas con actividad fumarólica (tomado de
Roobol 1975).

24
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

De acuerdo con Roobol (1979) el análisis a lo largo de este último siglo de la posición y actividad
de las fumarolas y de los suelos calientes ha permitido correlacionar la presencia de las mismas con
los sitios en donde se han producido las últimas erupciones; con la excepción de aquellas fumarolas
ubicadas en bahía Fumarolas. Entonces, las áreas anómalas térmicamente, podrían indicar la
posición donde pequeños cuerpos de magma se han emplazado a poca profundidad dentro de la
caldera previamente a las erupciones (Roobol 1979).
Siguiendo a López-Martínez et al. (1996), las zonas con anomalías geotérmicas en la isla son
escasas en número, poco extensas y las temperaturas se atenúan con rapidez al alejarse de los
principales focos de emisión de calor. En su relevamiento observan que la mayoría de las zonas con
anomalías se encuentran en el interior del anillo de la caldera, con la excepción de la zona localizada
en el sector externo de la cresta Stonethrow, donde se produce la emisión de vapor sobre un sistema
de fracturas paralelas con azimut 50º. Además, observan que la temperatura del suelo en la mayor
parte del territorio de la isla libre de glaciares presenta valores por debajo de los 5 ºC, siendo estos
aún inferiores a 2 ºC cuando existe permafrost por debajo. Además mencionan que la anomalía
térmica en cerro Caliente se localiza a lo largo de una fractura de azimut NW. Finalmente, Caselli et
al. (2002) y (2004) realizan un análisis de la composición de las fumarolas de la isla y presentan un
bosquejo general en el cual puede observarse la posición y la temperatura de las zonas con
anomalías geotérmicas (Fig.2.8).

2.4. Evolución volcánica de isla Decepción debido a las erupciones de 1967, 1969 y 1970

La intensión de este breve trabajo de recopilación es describir detalladamente los cambios


morfológicos ocurridos en la superficie de la isla debido a las erupciones recientes, ya que dichas
modificaciones parecerían repetirse a lo largo de cada episodio eruptivo. Este análisis nos permitirá
luego comprender e interpretar si algunas de las morfologías superficiales ubicadas en la parte
interna de la isla, que no están asociadas a estas últimas erupciones, pueden en realidad
corresponderse con erupciones históricas, como así también nos permitirá acotarlas
cronológicamente. Para ello se utilizaran antiguos trabajos científicos y relatos de los capitanes de
los barcos que navegaron por estas aguas australes, como así también los relatos escritos en el libro
de campañas de la base Argentina “Decepción”.

25
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.8: Mapa de isla Decepción con la ubicación y temperatura de los principales sitios con anomalías geotérmicas
superficiales (tomado de Caselli et al. 2002).

2.4.1. Cambios morfológicos debidos a la erupción de 1967

A las 18.40 hs, hora local (Argentina-Chile), del 4 de diciembre de 1967 una columna de humo
negro de más de 2500 m de altura, cargada de cenizas, emergió a través de la capa de hielo que
cubría parcialmente la parte norte de Puerto Foster (Fourcade 1968, Valenzuela et al. 1970). De
acuerdo a los relatos del personal militar alojado en las bases argentina, chilena y británica
(Fourcade 1968, Valenzuela et al. 1970), la actividad explosiva comenzó en un cráter ubicado al pie
de Goddard Hill, y una hora después observaron un nuevo centro efusivo situado en bahía Teléfono
(Fig.2.9-a y b). En este último caso la violencia de la erupción parecía superar a la anterior. A lo
largo de toda la costa interior de la isla, observaron ascensos y descensos del nivel del mar cada dos
o tres minutos. A su vez, pudieron observar que el primer centro efusivo continuó su actividad
después del cese de la misma en bahía Teléfono. Mencionaron que el período de máxima actividad
volcánica tuvo una duración aproximada de una hora. El 6 de diciembre del mismo año sobrevoló la
isla un avión de la Fuerza Aérea de Chile, observando que desde bahía Teléfono había aún eyección

26
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

de material piroclástico de forma explosiva y una columna de vapor (Valenzuela et al. 1970). En la
zona del otro foco eruptivo solamente observaron una columna de vapor. El día 14 del mismo mes,
la tripulación del buque inglés John Biscoe, observó actividad de tipo explosiva en ambas áreas.
Desde esa fecha en adelante, sólo se observó una fuerte actividad fumarólica en esos lugares, siendo
más intensa que la preexistente (Clapperton 1969, Valenzuela et al. 1970).
Debido a esta erupción, en bahía Teléfono surgió una nueva isla sobre la plataforma submarina, de
unos 950 m de largo por unos 350 m de ancho y una altura máxima de unos 70 m, denominada
“Marinero Suarez” en la toponimia Argentina (Fourcade 1968), “isla Yelcho” según toponimia
chilena (Valenzuela et al. 1968) y “New Island” según la toponimia británica (Baker et al. 1969).
Estaba compuesta de ceniza, escorias y lapillis, y conformada por 3 conos piroclásticos en los cuales
se identificaron 6 cráteres alineados a lo largo de un eje NE-SO (Fig.2.9-c y e). Todos los cráteres se
encontraban inundados por aguas de color verde a 45 ºC de temperatura (Fourcade 1968), las cuales
se estaban sujetas a variaciones de nivel en coincidencia con las mareas debido quizás a la alta
porosidad de los materiales piroclásticos y su cercanía a las aguas de Puerto Foster (Clapperton
1969). A ambos extremos de la nueva isla, se identificaron depósitos con formas de crestas
alineadas, paralelas a la costa, por encima del nivel del mar. Estos rasgos fueron asignados por
Clapperton (1969) y Roobol et al. (1975) como bermas debidas a la anormal oscilación del nivel del
mar provocada por la erupción. Estas formas también fueron identificadas en otras playas en el lado
interno de la isla.

a) b)

27
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

c) d)

e) f)

Fig.2.9: Modificaciones en la superficie de isla Decepción debidas a la erupción de 1967. (a) Fotografía aérea del área
de 1956; (b) Fotografía aérea de la misma área de 1968, post-erupción; (c) Mapa detallado de la nueva isla sobre bahía
Teléfono (tomado de Baker et al. 1969); (d) Esquema del cráter de explosión generado al pie de Goddard Hill (tomado
de Roobol et al. 1975); (e) Fotografía de la nueva isla (tomada de Smellie y López-Martínez 2002); y (d) Fotografía de
la nueva caleta y cráter de explosión (tomada de Roobol et al. 1975).

Por su parte, durante esta erupción se generó, al NO de caleta Péndulo y a 2 km hacia el este de la
nueva isla, una entrada de mar de unos 400 m de longitud dentro de la caleta mayor (Fig.2.9-d y f).
Exceptuando esta pequeña caleta, la nueva línea de costa presentaba una forma curvada hacia el mar
y había sido extendida unos 200 metros (Roobol et al. 1975). Además a 200 m de la línea de playa,
se reactivó un antiguo cráter de explosión, el cual culminó con un lago de agua verde en su centro
con una temperatura de 45 ºC (Fourcade 1968). El nuevo cráter tenía unos 300 m de diámetro y se

28
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

encontraba desplazado hacia el sureste con respecto al antiguo cráter. En este desplazamiento,
también han sido removidos dos antiguos lagos cratéricos y parte del frente de un glaciar. Las
fuertes lluvias que acompañaron los estadios iniciales de la erupción, generaron gran cantidad de
cárcavas sobre la ladera interna y externa de este cráter. Rasgo destacable, es la generación de un
valle fluvial sobre la pendiente NO, desde el cual se originó un gran abanico aluvial dominado por
flujos de detritos (Clapperton 1969). Este último autor junto a Roobol et al. (1975) proponen que el
agua que participó en estos procesos pudo provenir de dos fuentes: la precipitación causada por la
violenta convección del vapor de agua asociado a la erupción y/o debido probablemente a que las
explosiones, el incremento en la actividad fumarólica y de la temperatura del suelo en cercanías de
las acumulaciones de nieve y del hielo glaciar, fueron los responsables de la generación de
considerables volúmenes de agua. Por este motivo sugiere clasificar a estos flujos de detritos como
lahares. Las superficies de estas geoformas se encuentran libres de cenizas, sugiriendo que estas
formas son posteriores a la erupción.
Al norte de este centro efusivo (45 m de distancia), se desarrollaron tres pequeñas depresiones de
no más de 30 m de diámetro y 5 m de profundidad, que se creen que fueron rasgos producto de
subsidencia más que de explosión (Baker et al. 1969). En cercanías de esta zona, sobre la playa, se
generó un sistema de grietas, cuya expresión morfológica en el terreno fue un relieve escalonado
con diferencias de nivel de algunos centímetros entre escalones. Este fenómeno fue reconocido a lo
largo de una faja de 1.500 m de largo (Valenzuela et al. 1968).
Durante la erupción fueron expulsados solamente gases y piroclastos. Estos últimos en su mayor
parte correspondieron a cenizas y lapillis, y en menor proporción bloques y bombas, los que
alcanzaron diámetros de 180 y 20 cm respectivamente (Valenzuela et al. 1970). La zona
comprendida entre Cráter Lake y terrazas Kendall no presentó evidencia de deposición de los
materiales expulsados durante la erupción. Por el contrario, las cenizas fueron concentradas a lo
largo de todo el margen este de la isla, alcanzando aproximadamente 8 metros en las cercanías del
centro efusivo localizado al pie de Goddard Hill, y cerca de 2 cm en la punta Sudeste. Las curvas
isopacas de la distribución cenizas generalmente se extienden hacia el SE desde los centros
eruptivos, indicando una distribución bajo la influencia de los vientos del N-NO. Por el contrario,
los cráteres 1A y 2B (Fig.2.9-c), de acuerdo a Baker et al. (1969) fueron los responsables, en los
últimos estadios de la actividad volcánica, de pequeñas erupciones que arrojaron las cenizas que se
extendieron hacia el NE bajo la influencia de los vientos provenientes en ese momento del SO. Este

29
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

cambio en la dirección de las isopacas de acuerdo a los estadios de la actividad volcánica, es


consistente con la información meteorológica, según relata el autor.
El gran volumen de piroclastos arrojado, que ha sido trasladado ladera abajo a través de diferentes
mecanismos, han sido acumulados en las playas, sobre todo en aquellas ubicadas sobre la margen
este de Puerto Foster, extendiendo las mismas hasta 20 m mar adentro (Roobol et al. 1975). Otro
rasgo destacable es que, antes de la erupción, un cráter ubicado al noreste de Cross Hill, se
encontraba ocupado por un lago no muy profundo conectado a través de un estrecho canal con la
bahía Teléfono. Para Noviembre de 1968, de acuerdo con Roobol et al. (1975), este pequeño canal
había sido bloqueado y de esta forma un pequeño lago había quedado formado en el cráter. Como
solamente ha caído muy poco material en esta zona debido a la erupción del año anterior, este autor
propone que el bloqueo de la albufera se produjo por la corriente de deriva, la que también habría
creado una playa más extensa que la precedente en este mismo sitio.
Fourcade (1968) realizó el relevamiento de temperatura de las fumarolas de la bahía Fumarolas,
con la finalidad de establecer si sufrieron alguna modificación debido a la erupción. El mismo
comprobó que no se había producido ningún cambio en los valores de temperatura ni en su posición
geográfica. Asimismo, el personal militar alojado en la base Británica, reportó un aumento en la
temperatura del agua en bahía Balleneros de -2,2 a 1,1 ºC unos días antes de la erupción (Clapperton
1969).

2.4.2. Cambios morfológicos debidos a la erupción de 1969

A las 09.50 hs, hora local, del 21 de Febrero de 1969, se observó una columna eruptiva elevándose
desde caleta Péndulo en coincidencia con un pequeño terremoto, que fue seguida por una segunda
columna solo unos minutos más tarde y a una distancia de 1 km hacia el este de la anterior. De
acuerdo al relato de los ocupantes de la base británica, los únicos presentes en la isla (Baker et al.
1969), este fenómeno fue acompañado por un incremento en la actividad fumarólica en el lago
Kroner. A las 09.53 el personal abandonó la base debido a que se encontraban sujetos a un continuo
bombardeo de bombas y lapillis en lluvias de entre 10-40 minutos de duración, acompañado de una
intensa tormenta eléctrica. A las 12.40 hs cuando el personal retornó a su base bajo aún una intensa
actividad eruptiva, encontraron que una franja de tierra de 250 m de ancho hacia el este de la

30
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

estación, había sido lavada y elevada por una corriente de agua. También parte de la factoría
ballenera había sido arrastrada pendiente abajo, el muelle había sido destruido y la línea de costa se
había extendido 200 m hacia el mar debido a la coalescencia de abanicos aluviales (Smellie 2002b).
Bloques de hielo mayores a 1,2 m fueron observados en la superficie donde el flujo ha pasado.
Cuando el buque “Shackleton” visitó la isla el 23 de Febrero del mismo año, no observó caída de
cenizas y no había registro de tremors (Baker et al. 1969). Lo que observaron fue que el área de
bahía Balleneros se encontraba cubierta por 15 cm de detritos volcánicos, que había un nuevo cráter
humeando sobre la ladera del monte Pond arriba de caleta Péndulo, que la base chilena había sido
destruida y que se había formado una gran grieta en el hielo detrás del cerro Ronald. Por lo
mencionado, la actividad volcánica presentó una duración de menos de 48 hs (Baker y Roobol 1975,
Smellie 2002b).
Esta erupción ocurrió a lo largo de una fisura de 5 km de longitud debajo del glaciar que ocupa la
parte oriental de la isla, en la ladera oeste del monte Pond (Fig.2.10). Aunque esta puede ser una
fisura continua debajo del hielo, en superficie aparece como una estructura compuesta dividida en
tres secciones separadas entre sí por una serie de crevasses con dirección N-S (Baker et al. 1969).
Además de la actividad a lo largo de esta fisura, fueron reconocidos otros centros efusivos menores
asociados a esta estructura, los cuales consistían en depresiones ovaladas en el hielo generalmente
rodeadas por bombas y lapillis.
El segmento de la fisura ubicado más hacia el sur, detrás del cerro Ronald, se encuentra entre los
305 y los 395 m sobre el nivel del mar, tiene más de 80 m de ancho, 1,5 km de longitud y 45-60 m
de profundidad (Baker et al. 1969). Presenta un aspecto sinuoso en planta, con una dirección norte.
En su extremo norte termina contra una pared de hielo, desde la cual nacen dos cárcavas pendiente
abajo hacia Puerto Foster. La actividad volcánica ocurrió en varios lugares a lo largo de esta
fractura, originando tres cráteres en la fisura. Las bombas, lapillis y cenizas arrojadas desde estos
centros efusivos se acumularon hacia el oeste sobre la superficie del hielo, alcanzando el depósito
los 15 m de espesor (Baker et al. 1969).
El segmento central de la fisura (Baker et al. 1969) es la parte más amplia, desciende desde los
440 m en el monte Pond hasta los 60 m por encima del nivel del mar en caleta Péndulo. Su espesor
varía entre los 140 y los 180 m y presenta una profundidad de entre 30-90 m, con su parte más
profunda alcanzando los 200 m en el monte Pond. Un espeso depósito (50 m) compuesto de bombas
y lapillis, emitidos desde los cráteres ubicados cerca de la parte norte del segmento, se ubica sobre la

31
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

parte occidental de la fisura hacia Puerto Foster. La parte septentrional de este segmento fue la
menos profunda, ya que se encontraron allí tres cráteres principales junto a otros de menores
dimensiones (Baker et al. 1969). Debido a la gran cantidad de material arrojado desde este sitio, se
cree que fue el de mayor actividad durante la erupción y seguramente desde aquí ha surgido la
primera columna eruptiva (Baker y Roobol 1975).

a)

32
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

b) c)

Fig.2.10: (a) Esquema del glaciar del monte Pond mostrando la posición de las fisuras y de las fumarolas en el hielo
formadas durante la erupción de 1969. (b) y (c) Fotografías aéreas del monte Pond tomadas en marzo de 1969 después
de la erupción (tomado de Smellie 2002b).

El segmento norte de la fisura presenta 825 m de longitud en dirección noroeste naciendo a los
135 m.s.n.m. y culminando en su extremo norte en una profunda cárcava, a 30 m.s.n.m., orientada
hacia caleta Péndulo. Esta sección solo presenta un centro efusivo en el extremo sur, y parecería ser
que escaso material ha sido emitido desde allí (Baker y Roobol 1975).
La mayoría de los conos mencionados anteriormente, en la actualidad se encuentran muy
distorsionados dificultando así su reconocimiento. A su vez, la mayoría de las fisuras se encuentran
cerradas debido al empuje ejercido por el glaciar (Hughes 1971), con la excepción de las fisuras E y
F de Smellie (2002b) (Fig.2.10-c).
El material arrojado durante la erupción fue puramente piroclástico (Baker et al. 1969), cuya
composición se encontraba entre basalto andesítica a andesítica (Smellie 2002b). Las bombas son
abundantes a lo largo de la fisura principal, especialmente dentro y en los alrededores de los centros
efusivos, alcanzando hasta los 4 m de longitud. Bloques de lava fueron hallados dentro y en los
alrededores de la fisura, los cuales se cree que fueron fragmentos que se enfriaron inicialmente
debajo del glaciar y fueron posteriormente eyectados cuando la fisura en el hielo fue originada
(Baker et al. 1969). Fragmentos más pequeños de lavas fueron hallados en los depósitos dejados
alrededor del lago Kroner y en bahía Balleneros. Se cree que este material fue arrastrado desde
debajo del glaciar hasta allí, por las corrientes de agua que acompañaron a la erupción (Smellie
2002b). A diferencia del material piroclástico arrojado en la erupción de 1967, aquellos asociados a
la actividad volcánica de 1969 son principalmente tamaño lapilli (Baker et al. 1969). Las curvas

33
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

isopacas se extienden hacia el sur de la fisura hasta la Ventana de Neptuno y punta Entrada, con la
zona de máxima acumulación ubicada sobre la sección E de la fisura, lo que evidenciaría que aquí
fue el sitio principal de las emanaciones (Baker y Roobol 1975). Por el contrario, no hubo
depositación hacia el norte de caleta Péndulo y en la zona de Baily Head la misma fue de reducido
espesor. En la parte occidental de la isla, escaso lapilli fue hallado al norte de Cráter Lake. Mención
especial merece la caída de ceniza y polvo en los estadios finales de la erupción, ya que sus
depósitos presentan una distribución diferente a la mencionada arriba (Baker et al. 1969),
extendiéndose estos en la parte occidental de Decepción entre punta Collins y punta Murature.
Entonces, debido a esta distribución de los materiales arrojados durante la erupción, los mismos
fueron arrastrados hacia el sur bajo la influencia de los vientos del norte, pero en los estadíos finales
de la erupción el viento ha girado hacia el noreste, empujando las cenizas hacia el monte Kirkwood.
Como se mencionó, el desarrollo de la fisura fue acompañado de la liberación de un inmenso
volumen de agua, que movilizó grandes bloques de hielo, de permafrost, cenizas, ocasionales
bloques de lava y tobas, y barrió el área entre caleta Péndulo y bahía Balleneros. Una ramificación
de este flujo de agua pasó a través del cerro Ronald alcanzando bahía Balleneros y abriendo una
conexión entre el lago Kroner y la bahía (Baker et al. 1969) (Fig.2.11). A su vez, generó un lago
temporario en el cráter ubicado debajo del cerro Ronald (Baker y Roobol 1975). Aunque un gran
volumen de agua pasó sobre el área de bahía Balleneros, con una altura de hasta 4-5 m, no hubo
gran depositación de detritos. Las evidencias halladas indican que el flujo se movilizó como varios
episodios de surges y que hubo pequeñas áreas que no han sido afectadas por el mismo, y han
funcionado como una especie de islas (Baker y Roobol 1975). Inicialmente las corrientes parecen
haberse movilizado en manto sobre el hielo, aunque posteriormente fueron concentrados en
profundas cárcavas (> 10 m) originadas en la superficie del glaciar y dispuestas perpendicularmente
a la fisura principal (Smellie 2002b).
En caleta Péndulo, sobre la línea de costa se generó un delta inmediatamente al este de Crimson
Hill, que se adentró 20 m en Puerto Foster (Baker y Roobol 1975). Seguramente esto se debió a la
gran cantidad de agua surgida desde la sección E de la fisura, localizada inmediatamente por encima
de la base chilena. Un segundo delta se adentró 30 m en caleta Péndulo, cuya proveniencia del
material parecería indicar que correspondiese a la fisura F. Entre ambos deltas se generó un
acantilado de unos 3 m de altura (Baker y Roobol 1975), el cual parecería ser en realidad una
escarpa de falla. Casos similares donde hubo subsidencia ocurrieron en bahía Balleneros el 4 de

34
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Lago Kroner Flujo canalizado


Lahar Bahía Balleneros

Cráteres
Laguna estacional

Fig.2.11: Área afectada por los lahares en bahía Balleneros.

enero de 1923 (Baker y Roobol 1975), donde según relato del personal de la estación ballenera
noruega “Hektor”, se desarrolló un fuerte sismo que generó un deslizamiento de material en la costa
de la bahía en frente de la estación y se observó el burbujeo de las aguas en el mismo sitio. La
factoría flotante “Ronald” que se encontraba varada allí, evidenció este fenómeno y destacó el
incremento en varios metros de la profundidad de la costa después de este evento (Roobol 1979). Un
evento similar ocurrió en Enero de 1930, rompiendo parte del muelle en caleta Balleneros (Roobol
1979).

2.4.3. Cambios morfológicos debidos a la erupción de 1970

La erupción volcánica del 12 de Agosto de 1970 parecería haber comenzado a las 14.30 hs, hora
local, debido a que la base chilena Bernardo O’Higgins ubicada a 150 km al sureste de Decepción
notificó la presencia de un fuerte sismo en dirección 280º respecto de dicha estación. Esta erupción
reactivó parcialmente la zona afectada por la erupción de 1967, con la diferencia que los sitios de
emisión estuvieron distribuidos en un área mayor y, probablemente, ocurrió una mayor liberación de
eyectos volcánicos (Orheim 1971a, Shultz 1972). Esta erupción modificó completamente la
topografía del sector norte y noreste de la isla, entre Cross Hill y Goddard Hill.
Siete cráteres fueron creados en superficie, uno de ellos formado a través del glaciar localizado en
la zona y otros 5 fueron del tipo maar y se encontraban rellenos con aguas sulfurosas de
temperaturas intermedias a altas al tacto (González-Ferrán et al. 1971, Shultz 1972). Los mismos se
dispusieron de forma alineada a lo largo de una traza con forma de arco de aproximadamente 5 km

35
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

de longitud, la cual se correspondería con una especie de graben que ha descendido durante la
erupción (Fig.2.12). Pese a no haber testigos presenciales de esta erupción debido a que la isla se
encontraba deshabitada, parece haber sido la erupción más violenta de la que se tienen registros
(Shultz 1972) y la más duradera, ya que mediante registro fotográfico se cree que la misma duró
aproximadamente un mes (Torrecillas et al. 2012).
Los maares son amplios y planos. En planta, presentan formas festoneadas lo que indicaría la
existencia de más de un sitio de emisión para cada maar (Shultz 1971). Los maares D y E (lago
Escondido) de acuerdo a Shultz (1972), no se encontraban conectados directamente con Puerto Foster,
aunque el nivel de agua en ellos se encontraba sujeto a las variaciones de marea. Se desarrollaron
también fracturas paralelas a los límites de los cráteres, indicando que los mismos han aumentado su
tamaño debido a procesos de remoción en masa (Shultz 1972). Mención especial merece el mar
correspondiente al denominado lago Escondido, en el cual es posible reconocer que se trata de una
estructura compuesta por dos cráteres. Después de la erupción un istmo de 50 m de longitud, 2 m de
altura sobre el nivel del mar y 2 metros de ancho, lo separaba de Puerto Foster (Baker y McReath
1975).
En los cráteres creados en superficie no fue apreciable el desarrollo de conos alrededor de las bocas
de emisión, siendo estrechos, profundos y de forma cilíndrica (Shultz 1971, 1972). Esto podría indicar
que la violencia de la explosión freato-magmática tendió a dispersar el material eyectado a grandes
distancias. El cráter M es el más destacable debido a su grandes dimensiones (270-360 m de diámetro
por 75-100 m de profundidad) y porque una de las paredes del mismo se corresponde con el frente de
un glaciar, cubierto por una capa de detritos volcánicos (Shultz 1972). Entre los cráteres F y M de
acuerdo a Shultz (1972), fue posible observar el desarrollo de una topografía escalonada con unos
pocos metros de desnivel.
Mención especial merece el área ubicada entre punta Murature y Cross Hill. Allí se observó un área
de 1 km de lado cubierta de grandes bombas volcánicas (22 cm) (Baker y Roobol 1975) similares a las
halladas en los alrededores del lago Escondido pero sin el reconocimiento de su área fuente. Como no
hay evidencia de que la cubierta de bombas haya sido continua entre los lugares mencionados, Baker y
Roobol (1975) concluyen que las mismas fueron arrojadas desde otro sitio de emisión, probablemente
cercano a la costa y que posteriormente fue ocultado por las aguas de Puerto Foster.

36
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

a)

b) c)

d) e)

Fig.2.12: Modificación en la superficie de isla Decepción debidas a la erupción de 1970. (a) Fotografías aéreas del área de
1968; (b) Imagen QuickBird de la misma área del 2007; (c) Cráteres generados durante la erupción de 1970 (tomado de
Shultz 1972); (d) Fotografía mostrando los maares (Smellie 200a); (e) Fotografía aérea mostrando los cráteres generados en
tierra (tomado de Baker y McReath 1975).

37
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Dos lagos (probablemente rellenando antiguos cráteres) entre los cráteres E y F de Shultz (1972),
fueron vaciados como resultado de la actividad volcánica y han sido totalmente obliterados por el
material eyectado durante la erupción.
La actividad eruptiva estuvo asociada con el levantamiento de bahía Teléfono como un bloque,
con el consecuente desplazamiento de la línea de costa hacia el mar unos 500 m, anexando la isla
Marinero Suarez al resto de la topografía de la caldera (González-Ferrán et al. 1971). Asimismo,
dicha isla fue modificada en su morfología, conservándose solamente la parte central con sus dos
cráteres principales, sobre los cuales se produjeron deslizamientos parciales hacia el noroeste. Este
nuevo terreno generado sobre bahía Teléfono, se encuentra surcado por numerosas grietas que
forman un reticulado a través de los cuales se produjo un intenso escape de vapor de agua y
emanaciones sulfurosas (González-Ferrán et al. 1971).
Durante esta erupción se reactivó una falla de mayor tamaño al sureste de los cráteres ubicados al
pie de Goddard Hill (Fig.2.13), la cual levantó más de 20 cm el bloque sur (Martínez-Díaz et al.
2007). Esta falla ya se podía observar en el mosaico de fotografías aéreas de 1968, aunque sin
afectar a la red fluvial. Posteriormente a esta erupción, la misma ha deformado y desviado a la red
fluvial debido a la escarpa generada. Otra modificación morfológica generada en la isla, se aprecia a
lo largo de la costa situada al sudeste de la zona de erupción mencionada arriba. Aquí, el drenaje de
dirección ENE-OSO que bajaba por la ladera hacia el mar, fue interrumpido por nuevos canales de
dirección NNE-SSO, que son los responsables de la depositación de los abanicos aluviales hallados
sobre la playa. Esta dirección hacia el norte de los nuevos cursos es coherente con un basculamiento
de la costa debido a un levantamiento relativo de la zona noroeste respecto de la sudeste (Martínez-
Díaz et al. 2007). De hecho es posible observar la existencia de una terraza erosiva que disminuye
de altura hacia el sureste, evidenciando así el menor ascenso en esa dirección.

38
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

Fig.2.13: Reactivación tectónica y modificación de los cursos fluviales al sur de Goddard Hill (tomado de Martínez-Díaz
et al. 2007).

El material arrojado durante esta erupción fue puramente del tipo piroclástico, predominando los
lapillis y cenizas sobre las bombas y bloques, todos de composición andesítica (González-Ferrán et
al. 1971). Estos materiales cubrieron la mitad de la isla, al norte de una línea imaginaria trazada
entre la base Chilena y punta Murature, suavizando la topografía preexistente (Fourcade 1971). Esto
evidencia el control ejercido en la movilización y depositación del material de los vientos
provenientes del suroeste, los cuales transportaron el material hacia el noreste a lo largo de todas las
islas Shetland del Sur (Baker y McReath 1971). Rasgo destacable es, como los valles se encontraban
parcialmente cubiertos de nieve cuando ocurrió la erupción, después de que la misma se fundió, la
cubierta piroclástica comenzó a colapsar dejando a la vista los antiguos valles fluviales. Sin
embargo, el drenaje se encontró controlado por los potentes depósitos volcánicos, los cuales
impidieron la libre circulación del agua, originando pequeños lagos (Shultz 1972). Sobre las
pendientes más empinadas, la fusión de la nieve ubicada por debajo del depósito piroclástico, dio

39
Capítulo 2. Marco Regional Gabriel A. Goyanes

origen a diferentes tipos de flujos, los cuales culminaban en abanicos aluviales en la base de las
laderas.
Un rasgo destacable y fuera de la zona en donde se encontraban los focos de emisión, son las
numerosas fisuras que se extendieron sobre una distancia de 6,5 km desde Cross Hill hasta la base
Argentina (Shultz 1972). Estas se desarrollaron 3 a 4 meses antes de la erupción y cortaron desde la
nieve acumulada en invierno hasta el basamento de la isla. Dichas fisuras se vuelven
progresivamente más extensas, amplias y profundas hacia el norte. En general, presentan un rumbo
paralelo a la caldera.
Otro fenómeno interesante es la aparente subsidencia de entre 0,5 a 1 m de la línea de costa de
Puerto Foster evidenciada por el desarrollo de nuevos acantilados a lo largo de la costa interna de la
isla (Shultz 1971, 1972). Esto fue corroborado por el comienzo del calving del glaciar Negro, que
antes de 1970 no era un proceso visible.

40
Capítulo 3

METODOLOGÍA
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

3.1. Introducción

Dentro de la isla Decepción existen cinco sitios de monitoreo, orientados a la investigación del
estado térmico y el espesor de la capa activa, la temperatura superficial y del aire, los espesores de
nieve acumulados y el control de la evolución térmica de una anomalía geotérmica superficial. Estos
sitios son denominados Irizar, Cráter Lake, Cerro de la Cruz, Refugio Chileno y Abanico Irizar
(Fig.3.1). Los mismos han sido instalados por investigadores de la Universidad de Alcalá de
Henares (España), de la Universidade de Lisboa (Portugal) y de la Universidad de Buenos Aires
(Argentina), quienes también son los responsables de su mantenimiento.

Fig.3.1: Sitios de monitoreo dentro de la isla Decepción. (A) Irizar, (B) Cráter Lake, (C) Abanico Irizar, (D) Cerro de la
Cruz y (E) Refugio Chileno.

El sitio Irizar (62º58’59,8’’S; 60º42’53,6’’W) se encuentra aproximadamente 1 km hacia el


suroeste de la base antártica Argentina “Decepción” (Fig.3.2-a), sobre una superficie inclinada 15-
20º (Melo 2009) hacia el oeste-noroeste, a 130 m.s.n.m, en un área abierta al embate de los vientos

42
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

provenientes tanto del norte como del sur. El material superficial consiste principalmente de cenizas,
lapillis y bloques, donde los últimos pueden superar los 15-20 cm de diámetro (Vieira et al. 2010).
En esta zona, se instaló en el año 2009 (Vieira et al. 2010) un sitio de monitoreo de capa activa
diseñado según el protocolo CALM (Circumpolar Active Layer
Monitoring, http://erth.waikato.ac.nz/antpas, Brown et al. 2000), con el fin de que los resultados
obtenidos sean estandarizados y comparables con los de otras estaciones de esta red internacional de
medida (Nelson y Shiklomanov 2009).
Por su parte, el sitio Cráter Lake (62º59’07,6’’S; 60º40’49,7’’W) está ubicado a 90 m.s.n.m. y a
2,5 km hacia el este del monte Irizar, en un área protegida de los vientos provenientes del sur debido
a la presencia del monte Kirkwood (Fig.3.2-b). Su superficie se dispone sub-horizontalmente (Melo
2009) y se encuentra cubierta por piroclastos (cenizas, lapilli y una cubierta de fragmentos
escoriáceos muy vesiculares), que rara vez superan los 5 cm de diámetro. Este sitio forma parte de la
red global CALM (http://www.udel.edu/Geography/calm/data/south.htm) desde el 2006 (Ramos et
al. 2007, 2009). Al encontrarse instalados en el hemisferio sur, los mismos se denominan CALM-S
(Circumpolar Active Layer Monitoring – Southern Hemisphere).
Sobre la ladera norte del cerro de la Cruz (62º58’47,7’’S; 60º41’46,3’’W) a 35, 62, 87 y 119
m.s.n.m. se instalaron sitios de monitoreo (Batista et al. 2009) similares a los CALM aunque de
menores dimensiones (Fig.3.3-a). Dos grillas adicionales fueron ubicadas a la misma altura (74
m.s.n.m.) sobre la ladera norte y sur del interfluvio (62º58’45,1’’S; 60º41’28,7’’W) emplazado entre
el cerro de la Cruz y el valle del Mecón. La litología superficial en todos los sitios es similar a la que
cubre toda la isla, una acumulación de piroclastos.
El sitio Refugio Chileno (62º56’40,3’’S; 60º35’59,5’’O) (Fig.3.3-b) se encuentra sobre la ladera
suroeste de Crimson Hill, la litología superficial consiste en material piroclástico, y los termokarst
son las geoformas predominantes en el área.
El sitio Abanico Irizar, denominado en este trabajo, se localiza sobre la parte baja de la ladera
norte del monte Irizar, próximo a la base Argentina (Fig.3.3-c). La zona está caracterizada por un
abanico aluvial rodeado por conos de detritos, que en su parte distal están en contacto con una
albufera. Es una de las áreas dentro de la isla con una anomalía geotérmica, evidenciada ya desde
1829 (Clapperton 1969, Roobol 1972, 1982), sin actividad fumarólica asociada.

N
43
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

a)

b)

Fig.3.2: Sitios de monitoreo (a) CALM-S Irizar y (b) CALM-S Cráter Lake.

44
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

a) b)

c)

Fig.3.3: Sitios de monitoreo (a) Cerro de la Cruz, (b) Refugio Chileno y (c) Abanico Irizar.

3.2. Monitoreo térmico y del espesor de descongelamiento estacional

Los sitios CALM-S, Cráter Lake e Irizar, consisten en grillas de 100x100 m, formando una malla
de retículas de 10x10 m (Fig.3.4-a), en cuyos nodos se realizó la medición de la profundidad del
deshielo superficial mediante sondeo mecánico una vez al año, durante los veranos australes (Brown
et al. 2000, Matsuoka 2006), desde el 2006 y 2009 respectivamente. Esta medición se realiza con
una vara metálica rígida de un metro de longitud graduada en centímetros, la cual se hace penetrar

45
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

en el suelo verticalmente hasta la profundidad en que el suelo congelado ofrece una resistencia firme
(Fig.3.4-b). Adicionalmente, se han realizado durante el 2010, dos mediciones en los meses de
diciembre y enero, con la finalidad de analizar la evolución del patrón de deshielo a lo largo de la
época de fusión. Los mapas de la distribución espacial del espesor de descongelamiento estacional,
dentro de ambos sitios, fueron generados utilizando dos tipos de algoritmos de interpolación, vecino
más próximo (nearest neighbour) (Hinkel y Nelson 2003, Mazhitova et al. 2004, Guglielmin 2006)
y Kriging. En los valores de estas mediciones, existen grandes variaciones laterales debido a
diferentes factores (granulometría, litología, contenido de arcillas, contenido en hielo, etc.), por este
motivo es que se seleccionó el primer método de interpolación, ya que solamente considera en la
interpolación los valores de los puntos de medición más próximos. Por el contrario, el método
Kriging utiliza más variables en la ponderación de los datos y no sólo el criterio de proximidad
(vecino más próximo), obteniendo así estimaciones más precisas (Walvoort y Gruijter, 2001; Hipp
et al., 2012; Huo y Zhang, 2012; Janke et al., 2012; Shi, 2014). Debido a que los mapas generados
con este último método se aproximan más a los datos observados, en este trabajo se presentarán los
resultados obtenidos con este método de interpolación.
Las 6 grillas localizadas en cercanías al cerro la Cruz son de 4x4 m (Fig.3.4-c) y han sido
denominados sitios mini-CALM (Batista et al. 2009), debido a que la metodología empleada en la
creación y medición del espesor de descongelamiento estacional es similar a la utilizada en los sitios
CALM. Se los ha denominado CLC-1 hasta CLC-4, desde menor a mayor cota respectivamente, y
Expo-S y Expo-N a los otros dos sitios según su exposición. Aquí se midió el espesor del
descongelamiento estacional en 9 puntos dentro de cada sitio en una grilla de 1x1 m. Estas
mediciones tuvieron la finalidad de estudiar la evolución del espesor de esta capa a diferentes cotas,
como así también considerando laderas con diferente exposición a la radiación solar. Las mismas, se
realizaron cada 4 días durante los meses de Diciembre, Enero y Febrero de los veranos desde el
2008-2009 hasta el 2013-2014.
Dentro del sitio Irizar y en el Refugio Chileno, se efectuaron durante el verano del 2008-2009
perforaciones de 80 cm de profundidad (Fig.3.4-d y e). En cada una de ellas se colocaron sensores
de tipo Hobo (www.onsetcomp.com/) a los 5, 10, 15, 20, 40 y 80 cm dentro de unos tubos de pvc
sellados en ambos extremos para prevenir el flujo de aire e infiltraciones, con la finalidad de
monitorizar la evolución térmica de la capa activa de forma continua a lo largo del año. En Irizar,
próximo a la perforación ubicada en el centro del sitio (BH2), se colocó un sensor de tipo Tinytag

46
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

(3)
BH1
BH2

a)
b)

c) d)

e) f) g) h)

Fig.3.4: Metodología de trabajo utilizada en el terreno. (a) Grilla del sitio CALM-S Irizar con la ubicación de los sensores. En cada uno de los 100
puntos de la grilla se realiza la medición mecánica del espesor de descongelamiento estacional (b); (c) Sitio mini-CALM donde se mide el espesor del
descongelamiento en las nueve estacas; (d) Sensores para medir temperatura del aire (der), la superficial y en el sondeo (medio) y el espesor de nieve
acumulado (izq) en el sitio Irizar; (e) Hilera de sensores para monitorear la temperatura a diferentes profundidades en los sondeos; (f) Poste con abrigo
meteorológico para medir temperatura del aire y a la izquierda sensor que mide la temperatura superficial; y (g) y (h) Poste con sensores para medir el
espesor de nieve acumulada.

47
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

b)
a)

Fig.3.5: Sitio Irizar. (a) Cámara fotográfica automática Campbell. (b) Ejemplo de fotografía.

(Gemini, www.geminidataloggers.com/) a 1,5 m de altura dentro de un abrigo meteorológico


(Fig.3.4-f), con el objetivo de obtener la temperatura del aire a lo largo del año y así poder evaluar la
interacción térmica suelo-atmósfera. Adicionalmente se instaló en el verano 2009-2010 un sensor
tipo i-button (Maxim, www.maxim-ic.com/products/ibutton/) adherido a una lámina de aluminio de
10x10 cm, con la finalidad de medir la temperatura superficial del suelo (2 cm) (Fig.3.4-f). Dentro
de los sitios mini-CALM también se colocaron sensores en el 2011 para medir la temperatura
superficial, siguiendo la misma metodología mencionada anteriormente.
La precisión de estos sensores va desde los 0,1 ºC para los Tinytag a 0,5 ºC en los i-button y Hobo.
La frecuencia de toma de datos fue cada 1 hora en los Tinytag y Hobo y 3 hs en los i-button. Esta
elección no es arbitraria, sino que se debe a la capacidad de almacenamiento interno de cada sensor.
El perfil vertical de temperaturas y su evolución en el tiempo fueron luego procesados utilizando el
método XYZcontour con interpolación Kriging.

3.3. Análisis Granulométrico de los sitios CALM-S

Con la finalidad de caracterizar granulométricamente ambos CALM-S, fueron tomadas 5 muestras


de cada sitio, desde la superficie hasta los 10 cm de profundidad, en una distribución aleatoria.
Estas, fueron luego tamizadas en seco en el Laboratorio de Sedimentología de la Universidad de
Buenos Aires.
48
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

Para ello se utilizó una pila de tamices con diámetros desde 4,5φ hasta -2φ con intervalos de 0,5φ,
y luego desde -2φ hasta -5φ se utilizaron intervalos de 1φ. Esta distribución se debe a la cantidad de
tamices disponibles en el laboratorio. Posteriormente las muestras fueron tamizadas utilizando una
RoTap, con un tiempo de trabajo de 7 minutos. Este reducido tiempo de tamizado fue seleccionado
debido a que el material piroclástico de isla Decepción es altamente vesicular y por lo tanto
fácilmente fraccionable frente a pequeños esfuerzos.
Los resultados obtenidos del análisis mecánico se representaron gráficamente y se analizaron
estadísticamente. El análisis estadístico consistió en el cálculo de la moda como medida de
tendencia central y selección y asimetría como medidas de desviación, obtenidos desde las gráficas
utilizando las fórmulas de Folk y Ward (1957).

3.4. Monitoreo de la interacción volcanismo-permafrost

En el Abanico Irizar se realizaron en el 2011 dos perforaciones de 80 cm de profundidad,


utilizando la misma metodología que en el sitio Irizar (Fig.3.6), con la diferencia que aquí se
colocaron los sensores a 5, 10, 20, 40 and 80 cm de profundidad. La primera de ellas (BH1) se
colocó a 2 m.s.n.m. mientras que la segunda (BH2) se encuentra a 27 m.s.n.m., separadas solamente
100 metros (Goyanes et al. 2011, 2012). BH1 se ubica sobre una anomalía geotérmica y BH2 fuera
del alcance de la misma, de esta forma se busca evaluar tanto cambios en el flujo geotérmico debido
a modificaciones en la actividad volcánica, como así también ver la influencia del mismo sobre los
suelos congelados. Además, próximo a BH2 se instaló equipamiento similar al colocado en Irizar
para medir la temperatura del aire, la superficial y el espesor de nieve acumulado. Con la finalidad
de obtener un perfil vertical de temperaturas del aire, adicionalmente se instalaron, detrás de la cima
del cerro de la Cruz (62º 58’ 50’’S, 60º 41’ 47’’W) a 80 m.s.n.m., dos sensores para medir la
temperatura del aire y la superficial, sitio denominado de aquí en adelante como cerro de la Cruz.
Para comprender mejor la variabilidad espacial de la temperatura de la superficie en este sitio,
donde interactúan una anomalía térmica con el permafrost, durante Enero del 2011 se realizó un
relevamiento de las temperaturas a 5, 50 y 70 cm de profundidad con un termómetro digital de mano
(precisión de 0,1 ºC). Para ello se construyó una grilla irregular con una distancia aproximada de 25

49
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

BH2

BH1

a) b) BH1

c) BH2 d)

f)
e)
Fig.3.6: Metodología empleada para el estudio de la interacción permafrost-volcanismo. (a) Se observan los dos sitios
de monitoreo; Sensores ubicados en el sitio (b) BH1 y (c) BH2; (d) Sensores en el sitio cerro de la Cruz; (e) Medición
de la temperatura del suelo con un termómetro digital; y (f) Puntos de medición de la temperatura a 5, 50 y 70 cm de
profundidad y del espesor de deshielo. Los círculos amarillos indican la ubicación de los sondeos.

50
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

m entre sitios de medición, relevando más de 30 puntos (Fig.3.6). Además, en cada uno de ellos el
espesor de deshielo superficial fue medido mediante sondeo mecánico. Los datos de temperatura y
espesor de deshielo fueron procesados utilizando el método de interpolación Kriging.
Como existe un marcado incremento en la resistividad eléctrica cuando el agua poral se congela,
los métodos geoeléctricos son los más utilizados para detectar, localizar y caracterizar los suelos
congelados (Hauck et al. 2007, Silva Busso y Yermolin 2007). Además, las técnicas geofísicas
muestran un muy bajo impacto ambiental, por ello son recomendables de utilizar en ambientes
sensibles y protegidos como lo es isla Decepción. Por este motivo, y para intentar comprender con
mayor detalle como es la zona en donde interactúan procesos volcánicos y periglaciales, se
efectuaron en Enero del 2011 tomografías eléctricas verticales (ERT), cuyos resultados fueron
validados con el relevamiento de temperaturas y del espesor de descongelamiento estacional
realizados (Goyanes et al. 2014). Nueve perfiles ERT fueron efectuados (Fig.3.7-izq) utilizando un
resistivímetro Lippmann 4-point light 10 W, con 20 electrodos y espaciamientos de 2,5 y 5 m,
dependiendo de la profundidad de investigación deseada. El resistivímetro fue conectado a varias
combinaciones de 4 electrodos bajo el método Wenner. Las resistividades aparentes medidas fueron
luego invertidas utilizando el esquema Res2DINV (Loke y Barker 1995). Los parámetros de
inversión fueron elegidos de acuerdo a Hauck y Vonder Mühll (2003) para obtener resultados
fiables en casos de fuertes contrastes de resistividad. Para realizar la corrección topográfica de las
ERT, se construyó un mapa topográfico de detalle en el área utilizando un DGPS (GPS diferencial)
marca Trimble R4. Debido a la baja cantidad de electrodos y a la reducida separación entre ellos
para observar las resistividades superficiales (límite capa activa-permafrost), los perfiles
individuales no alcanzaron grandes extensiones. Por este motivo lo que se realizó es unificar
aquellos realizados en la misma dirección (Fig.3.7-der).

3.5. Mapeo Geomorfológico

El mapeo geomorfológico es una herramienta efectiva para representar la localización de las


geoformas y para analizar su distribución espacial (López-Martínez et al. 2012). En este trabajo, las
geoformas fueron mapeadas a diferentes escalas, desde una perspectiva regional a través de la
utilización de imágenes satelitales hasta la identificación individual reconocida en el terreno. Una
51
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

imagen QuickBird ortorectificada con 1 metro de resolución del 2003 y series de fotografías aéreas
de 1956, 1968 y 1979 (escala 1:26.000) fueron utilizadas. El mapa final de toda la isla Decepción
fue construido a una escala de 1:15.000.

Fig.3.7: Relevamiento geoeléctrico. (Izq) Los nueve perfiles realizados, con la ubicación de los sondeos de validación.
(Der) Unificación de perfiles para una mejor visualización espacial de los resultados.

Toda la información colectada fue digitalizada e ingresada en una base de datos utilizando un
Sistema de Información Geográfico (SIG) de acceso libre (QGIS, www.qgis.org) sobre la base
cartográfica de la imagen QuickBird utilizando una proyección UTM, el datum WGS84 y la zona
20S. Posteriormente, debido a la mayor disponibilidad de leyendas del software ArcGIS10, la
confección final del mapa geomorfológico fue realizada en dicho programa.
La distribución espacial y altitudinal de cada geoforma fue analizada, como así también se
comprobó la actividad o inactividad de las mismas mediante observaciones en el terreno. La
posibilidad de tener un registro fotográfico continuo, junto a la disponibilidad de imágenes
satelitales actuales y los esquemas proporcionados por antiguos trabajos de investigación y relatos,
permitió realizar un análisis de la evolución de la isla tanto desde el punto de vista de la actividad
volcánica como de la de los procesos superficiales, en los últimos 200 años.

52
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

3.6. Análisis de los factores condicionantes de la dinámica geomorfológica

Uno de los temas abordados en este trabajo es la elaboración de modelos predictivos para la
distribución espacial de algunas de las geoformas cartografiadas, con el objetivo de intentar
comprender cuales son los factores que controlan su presencia o ausencia. Al momento, no existe un
criterio universal en la selección de las variables predictivas (independientes) para integrar en los
modelos, debido a que no existe un conocimiento sólido acerca de la relación entre los procesos
geomorfológicos y el ambiente, sobre todo en estas latitudes (Hjort 2006, Melo 2009). Por tal
motivo, se utilizaran variables predictivas extraídas directamente desde el modelo de elevación
digital (DEM), el cual permite un excelente punto de partida para el análisis morfométrico (Pike et
al. 2008). El DEM de la isla Decepción fue realizado a partir de la carta topográfica 1:25.000, de
formato analógico, la cual fue digitalizada y georeferenciada (Melo 2009). El mismo posee una
resolución espacial de 10 metros por celda, y a partir de él se han calculado variables topográficas
(elevación, orientación, pendiente, curvatura total), hidrológicas (índice de humedad, curvatura
total), litológicas (geología, permeabilidad) y las climáticas (elevación, orientación, pendiente,
radiación solar incidente, temperatura del aire). Todo este procesamiento previo fue realizado a
través de las herramientas Surface - Spatial Analyst Tool y TauDEM en el software ArcGIS bajo la
licencia otorgada a la Universidade de Lisboa (Portugal).
Una vez obtenidos los rasters de cada variable independiente, fueron convertidos a puntos
utilizando la herramienta Raster to point – Conversion Tools de ArcGis, con un tamaño de celda de
10 m dado por la resolución del DEM. El objetivo de esta conversión es la posibilidad de trabajar
posteriormente los parámetros estadísticos de cada uno de los puntos que se encuentra dentro del
área de una determinada geoforma en vez de con su valor medio.
Con el conjunto total de puntos de cada raster para cada variable independiente, se procedió a
utilizar la herramienta Clip en ArcGIS de forma de obtener solamente la cantidad de puntos de cada
variable de cada una de las geoformas consideradas. Posteriormente se realizó la división en clases
de cada variable, la cual se hizo sobre la base de la amplitud del rango de datos y del detalle del
análisis previsto. Finalmente, con todos esos datos se construyeron los histogramas correspondientes
a cada geoforma con cada variable independiente de forma de realizar un análisis previo, de cuáles
son los factores condicionantes que podrían estar controlando la distribución de los procesos
superficiales, de forma tal de reducir la cantidad de elementos a ser introducidos en el modelado.

53
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

Este análisis fue realizado mediante el cálculo de la distribución de frecuencias (A) y del peso de
los datos (W) (Vieira y Ramos 2003). Entiéndase A (en porcentaje) como el área relativa de una
clase de una variable independiente de una dada geoforma, respecto al total del área de esa misma
variable y geoforma (Ec.1); y W (en porcentaje) como el cociente entre el área de una determinada
clase de una variable independiente de una determinada geoforma y el área total de esa clase de la
variable independiente considerada (Ec.2).

� .
��� % = ∑ �� Ec.1
�=1 ���

���
�� %=∑ . 10 Ec.2
�=1 ���

donde ��� es el área que ocupa la clase i de la variable independiente j de cada geoforma, n es el
total de clases de la variable j de la misma geoforma y m es el total de las geoformas. La ∑�
�= ���

también puede ser considerada como el área total que ocupa la clase i de la variable independiente j.
El multiplicar por 10 en la ecuación 2 se debe a que facilita la observación de los datos aumentando
el valor del cociente.

3.7. Modelado espacial de los procesos geomorfológicos

El conocimiento de los factores que controlan la presencia de las formas del relieve y los procesos
geomorfológicos en las regiones periglaciales, tiende a convertirse en uno de los temas centrales de
la geomorfología periglaciaria (Ballantyne y Harris 1994). La utilización de métodos estadísticos
con vista en la interpretación de las relaciones existentes entre una variable dependiente y las
variables predictivas, juntamente con la aplicación de herramientas SIG (Sistemas de Información
Geográfica), han permitido un rápido desarrollo en el modelado espacial aplicado a la
geomorfología (Luoto y Hjort 2004).
En este trabajo, para integrar la información obtenida tanto en el terreno como a través del
modelado de los factores condicionantes, se optó por utilizar el método bivariado de valor
informativo (VI) (“information value IV”). En el análisis bivariado cada variable independiente es

54
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

combinada, individualmente, con la variable dependiente, y los pesos relativos a la densidad de la


variable dependiente son calculados para cada clase de cada variable independiente (Süzen y
Doyuran 2004). La elección de este método se debe a que ha demostrado dar muy buenos resultados
en cuanto a la susceptibilidad de los movimientos de laderas (Yin y Yan 1988, Zézere 2002,
Ramakrishnan et al. 2005) y sobre todo que ha sido utilizado para isla Decepción, en un área
reducida, dando mejores resultados que el método multivariado de regresión logística (Melo 2009,
Melo et al. 2012).
El método de VI evalúa los controles de las variables espaciales sobre la distribución de las
unidades en el terreno de una variable dependiente, que en este caso de estudio son los pixeles con
las diferentes geoformas. Para cada una de las variables independientes el VI es calculado con la
ecuación 3 (Yin y Yan 1988, Zêzere 2002):

�� /��
�� = �� Ec.3
�/�

donde I i es el IV de la variable x i (variable independiente), S i es el número de unidades del terreno


con la ocurrencia del fenómeno y (variable dependiente) y simultáneamente con la ocurrencia de la
variable x i , N i es el número de unidades del terreno con la presencia de la variable x i , S es el número
total de unidades del terreno con la ocurrencia de y, y N es el número total de unidades del terreno.
El valor informativo total de una unidad del terreno j es calculado utilizando la ecuación 4:

�� = ∑�
�= �� �� Ec.4

donde m es el número de variables, X ji es igual a 0 si la variable se encuentra ausente en la unidad


del terreno e igual a 1 si por el contrario está presente. Si I i es negativo la variable independiente no
influencia a la variable dependiente. Valores positivos de I i evidencian una relación entre las
variables dependientes e independientes, mientras que altos valores muestran una fuerte correlación.
La utilización del método de VI para modelar la susceptibilidad de ocurrencia de las geoformas
consideradas, se basa en realizar el cruce entre los mapas matriciales de las variables independientes
y de las geoformas seleccionadas mediante la utilización de la herramienta Tabulate Area – Zonal –
Spatial Analyst Tools de ArcGIS, como así también la utilización de la ecuación 3. Después de la
realización de estos cálculos, se creó un nuevo campo en la base de datos (tabla de atributos) de los
55
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

mapas correspondientes a cada variable independiente, donde se introdujeron los valores de VI


obtenidos. Es importante destacar que, siempre que (S i /n i )/(S/n) = 0, que sucede para las clases de
las variables independientes que no poseen la presencia del fenómeno en estudio, se le otorga el
menor valor de VI calculado para el modelo en cuestión, debido a que no es posible calcular el
logaritmo natural de 0. También el atribuir el valor de 0 al VI estaría errado, ya que este valor
significa que la probabilidad condicionada es igual a la probabilidad a priori, lo que no es cierto
dada la inexistencia del fenómeno en esa clase. El modelo de susceptibilidad finalmente se obtiene
sumando el campo VI de cada una de las variables independientes, lo que fue realizado utilizando la
herramienta Raster Calculator de ArcGIS.

3.8. Validación del modelado

Los modelos estadísticos permiten efectuar, posteriormente, una validación cuantitativa de los
resultados, a través de la determinación del suceso del modelo (tasa de suceso) y de su capacidad
predictiva (tasa de predicción) (Garcia 2002, Chung y Fabbri 2003, Guzzetti et al. 2006). A través
de las tasas de suceso se evalúa el ajuste del modelo a los datos, considerando que los datos que se
utilizan para validar son los mismos que integran el modelado. En el caso de las tasas de predicción,
existen dos grupos distintos de datos, uno utilizado para integrar el modelado y otro para utilizar en
la validación de los resultados.
La metodología para elaborar las tasas de suceso y de predicción es semejante. En el primero de
los casos, es necesario realizar un cruce entre el mapa final de susceptibilidad de ocurrencia de
determinada geoforma, con el mapa de la geoforma a partir del cual se elaboró el modelo. Con esto,
se obtiene para cada condición de susceptibilidad, el área correspondiente a cada condición (área
total), como así también el área relativa al fenómeno en estudio presente en esas mismas
condiciones de susceptibilidad (área de la geoforma). Una vez que se obtienen los resultados, se
ordenan de forma decreciente los valores de susceptibilidad. Posteriormente, se calculan las
frecuencias acumuladas del área total como así también de las áreas del fenómeno en estudio.
Para elaborar las tasas de predicción, se utiliza la misma metodología mencionada para las tasas de
suceso, con la diferencia que el mapa final de susceptibilidad de ocurrencia de determinado
fenómeno es originado a partir de un grupo de datos y el cruce es efectuado con un mapa del

56
Capítulo 3. Metodología Gabriel A. Goyanes

fenómeno correspondiente a otro grupo de datos que no ingresaron en el modelado. En este trabajo
para realizar esta división de datos, se efectuó una división aleatoria de forma de seleccionar
aleatoriamente 50 % de los datos para integrar en el modelado y el otro 50 % para utilizarlos en la
validación del modelo. Para ello se utilizó la herramienta Random Selection en ArcGIS10.
La transposición, para un gráfico de dispersión, de las frecuencias acumuladas del área total y del
área del fenómeno en estudio, se convierten en la representación de las curvas de suceso y de
predicción. Asimismo, estas curvas solamente permiten realizar un análisis visual de los modelos.
De forma de cuantificar el nivel de suceso o predicción de los modelos, fue necesario calcular el
área bajo la curva (AUC) (Van Den Eeckhaut et al. 2009). De esta forma, de acuerdo a Hjort et al.
(2007), las AUC con valores de 50 % representan modelos sin capacidad de discriminación,
mientras que las AUC de 100 % corresponden a modelos con una discriminación perfecta.

57
Capítulo 4

ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE LA
ISLA DECEPCIÓN
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

4.1. Procesos geomorfológicos actuales

Diversos son los autores que han realizado menciones acerca de la geomorfología o de los
procesos superficiales presentes en isla Decepción. La mayor parte de ellos solamente se han
enfocado en las formas relacionadas con la actividad volcánica reciente de la isla, reconociendo
cráteres, flujos de lavas, fracturas, escarpas, algunos rasgos geomorfológicos submarinos, y
solamente han realizado algunas menciones acerca de otras geoformas y/o procesos (González-
Ferrán y Katsui 1970, Igarzabal 1974, 1977, Smellie 1989, Birkenmajer 1992, 1995a,b, Criado et al.
1992, Risso et al. 1992, Smellie et al. 1997, entre otros). A continuación se detallan los trabajos más
relevantes de autores que han enfocado su investigación a la geomorfología general de la isla.
Las primeras menciones sobre la geomorfología de la isla Decepción, se deben a Corte y Somoza
(1954), quienes en su trabajo describen las formas periglaciales, principalmente criopedológicas,
encontradas en la isla durante la campaña científica argentina de 1952-1953. Posteriormente,
Olsacher (1956) menciona que los depósitos glaciales y periglaciales tienen una amplia difusión,
reconociendo los procesos de fragmentación de bloques de lava debido a ciclos de congelamiento-
descongelamiento y las evidencias de geliflucción.
Govorukha, como parte de la expedición vulcanológica internacional de 1970 (Orheim 1971a),
abordó estudios de balance de masa en dos pequeños campos de hielo en la isla y el desarrollo del
firn en varias localidades. Pero lo más destacable, es que comenzó a confeccionar un mapa
geomorfológico de Decepción. Por su parte, Kläy (1970), mencionó la presencia de permafrost en
profundidades variables dentro de la isla y afirmó que el retroceso glaciar ha formado una serie de
morenas laterales y de arco, con núcleos de hielo, como las halladas en los glaciares que
desembocan en Falsa Punta Rancho y en punta de la Descubierta.
Los primeros estudios glaciológicos de detalle se deben a Orheim (1971b), quien observa que la
estructura interna de los glaciares se debe a la alternancia de láminas de nieves limpias acumuladas
en el invierno, con láminas de material piroclástico transportado por el viento durante el verano.
Esta laminación forma así un marcador anual, el cual le permitió obtener el balance de masa anual
del glaciar Negro desde 1950 a 1971, arrojando un ciclo muy débil de 22 años en las condiciones
climáticas. Durante la temporada 1968-1969 el mismo autor comenzó el estudio del balance de masa
del glaciar ubicado al este de punta Negra y alejado 10 km de los sitios de las erupciones recientes,
lo que lo convierte en representativo de las condiciones climáticas de la isla. Para la expedición de

59
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

1970-1971 el balance neto anual de masa arrojó un valor de -0,5 m, en contraste con los dos años
anteriores donde el glaciar se encontraba en equilibrio (Kläy y Orheim 1969, Orheim 1970). Según
el autor, la principal razón para este valor negativo fue el gran balance negativo durante el verano
provocado por las temperaturas elevadas y por un comienzo temprano, inusual, de la época de
deshielo. A su vez en este trabajo calculan que la línea de equilibrio se encontraría a los 250
m.s.n.m.
Por su parte Shultz (1972) menciona la importancia del retrabajo eólico del material aportado por
las erupciones recientes, describiendo sombras de arena y superficies de deflación. Posteriormente
Igarzabal (1974) reconoce el desarrollo sobre superficies planas de dunas transversales de material
piroclástico.
Trabajo importante desde el punto de vista geomorfológico, es el realizado por Igarzabal (1974),
quien confeccionó una carta geomorfológica de escala 1:25.000 (Fig.4.1), a partir de la Carta
publicada por el servicio de Hidrografía Naval (1968). Allí el autor destaca que la evolución
morfogénica del relieve está controlada por procesos glaciarios y periglaciarios y que son
fundamentalmente las acciones de gelifracción-frost heaving y complementarias de remoción en
masa las que gravitan con mayor eficacia en la degradación de la isla. Un error de este autor, debido
quizás a la poca difusión de la temática para esa época, es acentuar que el hielo en el subsuelo de la
isla no adquiere las características de permafrost debido a factores como la escasa penetración en
profundidad de la congelación anual, la configuración topográfica y la influencia termal del
vulcanismo, entre otros. Además menciona erróneamente que, debido a la baja cantidad de
granulometrías tamaño arcilla respecto a las granulometrías mayores, junto a la ausencia de
permafrost y la inexistencia de terrenos levemente planos, el desarrollo de suelos ordenados no es
posible, aunque posteriormente Igarzabal (1977) reconoce aisladamente algunas unidades
poligonales.
Corte (1982) realiza un trabajo comparativo entre las geoformas criogénicas a un lado y otro de la
Península Antártica, tomando como un punto de comparación las formas superficiales de
Decepción. En este trabajo menciona que los sitios al oeste de la península, a las mismas latitudes
que uno ubicado al este, presentan temperaturas medias anuales superiores en 8 o 9 ºC. Esta
diferencia térmica hace que las geoformas sean muy diferentes tanto en variedad como en
dimensiones a un lado y otro.

60
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Fig.4.1: Carta Geomorfológica de isla Decepción para 1973 (tomado de Igarzabal 1974).

61
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Por su parte, Drago (1987), realiza un estudio detallado de los lagos ubicados en la isla,
discutiendo sus formas y génesis. En un trabajo posterior, Drago (1989), realiza un relevamiento de
las temperaturas del agua de los cuerpos lacustres, demostrando el fuerte control ejercido sobre ellas
de las fuentes geotermales y de los suelos calientes ubicados en zonas aledañas. Un rasgo
característico que menciona en ese trabajo es que muchos de los cuerpos de agua permanentes
muestran una disminución en sus áreas (más del 50 %) hacia el final del verano austral. También
hace mención a la no modificación del perfil de temperatura del lago Irizar, el cual no ha variado
desde la primera medición realizada en 1963 (Bienati 1967), lo que evidenciaría una estabilidad en
las condiciones geotérmicas.
Los rasgos geomorfológicos previamente descriptos, han sido a una escala regional o referidos a
pequeñas áreas dentro de la isla. Por el contrario, López-Martínez y Serrano (2002), muestran una
visión completa de la geomorfología de la isla en su mapa geomorfológico de escala 1:25.000,
incluyendo la extensión de los glaciares y, las geoformas y depósitos relacionados con los procesos
glaciales, periglaciales, nivales, fluviales, eólicos y marinos, además de aquellas formas
relacionadas con procesos endógenos. A su vez mapean las áreas con suelos calientes y actividad
fumarólica, en una visión más completa que lo que lo habían realizado anteriores autores.
En un estudio llevado a cabo por Berrocoso et al. (2012), estiman para los últimos 14 años una
tasa de sedimentación en el área de la erupción de 1970 de 1 m.año-1, mientras que para toda la isla
calculan una tasa de erosión de -0,2 m.año-1. Con ellas, infieren que los cráteres generados en esta
última erupción podrían colmatarse en los próximos 30-40 años, evidenciando la rápida
modificación que puede sufrir el relieve actual.
Torrecillas et al. (2012) estudian los cambios morfológicos ocurridos desde 1956 en la isla, y
calculan que desde esta fecha a la actualidad, Decepción ha incrementado su volumen en 0,101 km3.
Posteriormente, en un interesante trabajo Torrecillas et al. (2013), realizan la reconstrucción del
paleo-edificio volcánico previo de la formación de la caldera, a través de la utilización de un modelo
de regresión geodinámico (Fig.4.2). En él, concluyen que la superficie final del volcán revela la
existencia de conos parásitos adosados a la ladera del volcán principal que no superaban los 650 m
de altura, ubicados en lo que hoy son los Fuelles de Neptuno y punta Macaroni.

62
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Fig.4.2: Reconstrucción del edificio volcánico de isla Decepción. (a) DEM de isla Decepción antes del colapso de la
caldera, con la superposición del perímetro actual de la isla. (b) Vista 3D desde el este. (c) Vista 3D desde el noroeste
(tomado de Torrecillas et al. 2013).

Como se mencionó hasta el momento, la isla exhibe una gran variedad de geoformas y depósitos
derivados de la actividad volcánica. Además, como más del 50 % de la superficie se encuentra
cubierta por glaciares, la acción glaciaria es otro de los agentes principales en el modelado del
relieve. Los cursos fluviales y los lagos formados por la fusión del hielo y de la nieve, los procesos
periglaciarios, los movimientos de ladera, la presencia de permafrost, el accionar del mar y el
trabajo de los vientos durante el verano, también contribuyen a la modificación de la superficie de la
isla (Tabla 4.1). A continuación se describen las geoformas halladas en la isla desde la primera
campaña antártica en el 2010-2011 hasta la campaña 2013-2014, las cuales han sido plasmadas en el
mapa geomorfológico a escala 1:15.000 realizado en este trabajo.

4.1.1. Geomorfología glacial

El englazamiento permanente afecta a más del 50 % de la superficie de la isla y se circunscribe a


los sectores topográficamente prominentes de la misma (montes Kirkwood (452 m), Pond (539 m),
Goddard Hill (332 m) y cresta Stonethrow (322 m)). De acuerdo a Igarzabal (1977), esta ubicación
es consecuencia de la interposición de elementos orográficos destacados en la dirección de los

63
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Tabla 4.1: Geoformas y depósitos asociados a los diferentes procesos presentes en isla Decepción, de acuerdo al área
ocupada respecto a la totalidad de la superficie de la isla y su porcentaje relativo.

AREA
PROCESOS AREA (m2) AREA (%) PROCESOS AREA (%)
(m2)
Glacial 59,6 Remoción en masa 5,1
Glaciares 27680000 28,3 Talud 3440000 3,5
Glaciares cubiertos 25560000 26,2 Caída de rocas 850000 0,9
Morenas 3950000 4,0 Flujos de detrito/barro 600000 0,6
Planicies glacifluviales 740000 0,8 Ladera con bloques 120000 0,1
Hielos muertos 240000 0,3 Cono de detritos < 10000 < 0,01
Lahar 120000 0,1
Periglacial y nival 4,3
Fluvial y lacustre 13,9 Ladera con geliflucción 2800000 2,9
Ladera con procesos de escorrentía 7210000 7,4 Nevero 860000 0,9
Glacis de acumulación 5610000 5,7 Terrenos ondulados 200000 0,2
Laguna estacional 470000 0,5 Lóbulos/terrazas de geliflucción 170000 0,2
Lagos 310000 0,3 Suelos ordenados 140000 0,1
Abanicos aluviales < 10000 < 0,01 Terrenos ondulados degradados 10000 0,01
Depresiones de termokarst < 10000 < 0,01

Volcánico 5,9 Eólico 3,2


Flujos de lava 3160000 3,2 Pavimento del desierto o lag 1720000 1,8
Conos de tobas o cenizas 2650000 2,7 Dunas piroclásticas 1390000 1,4
Superficie interior de los cráteres 20000 0,02
Marino 1,7
Plataforma de abrasión 930000 0,9
Playa 770000 0,8

vientos dominantes. Resultan ser pequeños casquetes de hielo que, debido a la ausencia de rasgos
glaciarios erosivos importantes, nunca supieron alcanzar grandes potencias (Igarzabal 1974). Los
mayores espesores de hielo ocurren en el sector interno, rellenando la depresión inmediata a la pared
de la caldera. Desde estos lugares elevados, los glaciares descienden tanto hacia la costa interna
como a la externa, en muchos casos alcanzando la playa como en la costa recta o los glaciares
Negro, Rojo y Verde (Fig.4.3-a y b). Orheim (1972a, b) menciona que el glaciar ubicado sobre el
monte Pond tiene un régimen térmico de tipo templado, presenta 100 de espesor, disminuyendo el
mismo hasta los 50 m en el frente glaciar y obtiene que la línea de equilibrio se encontraría a 200 m
por encima del nivel del mar. El perfil del glaciar presenta los primeros 70 m de hielo impermeable,
mientras que por encima hay 30 m de hielo fracturado, firn (hielo que se encuentra en un estado

64
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

intermedio entre nieve y hielo glacial), y nieve (Smellie 2002). López-Martínez y Serrano (2002)
sobre la superficie de los glaciares observaron depresiones con diámetros de entre 100 a 300 m con
la presencia de crevasses paralelos a sus márgenes, las que fueron interpretadas como debidas a la
reciente o hasta incluso actual actividad térmica bajo el hielo. Algunos estudios glaciológicos ponen
de manifiesto una dinámica regresiva para todo los glaciares de la isla (Klay 1970, Govoruhka
1971). El análisis comparativo entre las fotografías aéreas y las imágenes satelitales desde 1956
hasta la actualidad confirman esta tendencia, como así también evidencian la pérdida de espesor de
muchos de los glaciares. Tal es el caso del glaciar ubicado sobre el flanco sur del monte Kirkwood
(Criado et al. 1992).
Debido a las erupciones recientes, es común observar una cubierta potente de depósitos
piroclásticos sobre los hielos. Por este motivo, se los clasifica como glaciares cubiertos (Fig.4.3-c,
d, e y f). Se reconocen debido a las fracturas en superficie sobre el material detrítico que evidencian
el movimiento o por el contraste entre su morfología con respecto a las áreas adyacentes sin hielo.
Ejemplos son los frentes de los glaciares que descienden desde el monte Pond, los cuales discurren
tanto hacia la parte interna como externa de la isla, y se encuentran cubiertos por el material
piroclástico arrojado durante las erupciones de 1967, 1969 y 1970.
Cuando los glaciares alcanzan Puerto Foster o la costa externa, o fueron afectados por las últimas
erupciones, sus frentes se encuentran representados por acantilados de hielo (Fig.4.3-g y h). Tal es
el caso de los glaciares Negro, Rojo y Verde, de aquel que culmina en la costa recta o aquel frente
glaciar afectado por la erupción de 1970 al pie de Goddard Hill. En estos paredones verticales de 30-
40 metros es posible identificar la estructura interna de la masa de hielo, que consiste en una
estratificación debido a la alternancia de mantos de hielo y mantos de lapillis y tobas. Localmente
puede complicarse la estructura debido a la presencia de deformaciones tales como plegamientos,
dislocaciones y corrimientos (Olsacher 1956).

65
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

e) f)

66
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

g) h)

Fig.4.3: Ejemplos de glaciares en isla Decepción. (a) y (b) Glaciar ubicado sobre el monte Pond. Glaciares cubiertos
ubicados en (c) Cráter 1970, (d) y (e) en punta Buen Tiempo (glaciar Negro y glaciar Rojo) y (f) al norte de Baily Head.
(g) y (h) Acantilados de hielo. Notar la estructura interna de los glaciares.

Las morenas son las geoformas glaciares de acumulación más características dentro de la isla
(Fig.4.4-a, b, c y d). Se disponen como crestas de entre 3-5 metros de altura y cientos de metros de
longitud, paralelas a los actuales frentes glaciarios, pero distantes de ellos. Ejemplos pueden
observarse sobre Falsa Punta Rancho y en punta de la Descubierta. En aquellas más próximas a los
frentes de hielo se puede observar su núcleo de hielo. Sobre algunas morenas existen pequeñas
colinas de solo algunos metros de altura y reducida distribución areal, que parecerían corresponderse
con formas de relleno en el hielo estacionado o en retirada, como las observadas inmediatamente al
norte del glaciar Negro. De acuerdo a Igarzabal (1974) esto podría evidenciar una muy reciente y
acelerada regresión del hielo, debida a frecuentes episodios volcánicos, que truncaron su
alimentación.
Las planicies glacifluviales son superficies planas en el fondo de los valles limitadas a ambos
lados por pendientes abruptas (Fig.4.4-e y f). El material superficial consiste en lapillis sub-
redondeados y en la actualidad son surcadas por cursos de hábito entrelazado de régimen efímero.
Ejemplos se encuentran tanto sobre la ladera interna como la externa de la caldera, donde los cursos
fluviales tienen su origen debido a la fusión de los glaciares y la nieve, como es el caso del valle del
Mecón inmediatamente al oeste de la base española “Gabriel de Castilla”. Claramente están
asociados a un pasado reciente en donde los cursos tenían un mayor poder de transporte y erosión,
debido quizás a que los frentes glaciarios se encontraban a menores cotas que los actuales y podían

67
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

e) f)

Fig.4.4: Geoformas de acumulación glaciaria: morenas frontales (a) al norte de cerro Caliente, (b) en punta de la
Descubierta y (c) y (d) al este de punta Negra. Planicies glacifluviales (e) en el valle del Mecón y (f) al sur de Cross Hill.
Nótese lo desproporcionado del ancho del valle frente a la actual corriente de los ríos.

68
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

proveer de grandes cantidades de agua. En la actualidad los frentes se encuentran a cotas elevadas
con lo cual el agua se infiltra rápidamente y no alcanza los sectores bajos. Otra hipótesis respecto a
estos valles desproporcionados, es la propuesta por Roobol (1973), que sugiere que estos valles
podrían estar evidenciando antiguos episodios de lahares.
En varios sitios de la isla, debajo de potentes espesores de depósitos piroclásticos se encuentran
hielos muertos (Fig.4.5-a, b y c). En ellos es posible observar la estructura interna,
correspondiéndose con la estratificación típica de los glaciares de Decepción. La ausencia de rasgos
superficiales que indiquen el movimiento del mismo, junto a la distribución areal reducida son
condiciones necesarias para poder diferenciarlo de los glaciares cubiertos. Muchos de estos hielos
enterrados podrían haber sido parte del frente de un glaciar que, afectado por alguna erupción, fue
desconectado de su área de acumulación. Caso similar fue mencionado por Orheim (1970), quien
describe que en la zona de la erupción de 1969, 10 meses después, grandes áreas dentro de las
fisuras se encontraban todavía muy calientes, superando la temperatura del suelo los 250 ºC. En
estos sitios observó que el hielo se fundía rápidamente, y mencionó que si este proceso continuaba
por varios años, podría ocasionar que la porción inferior del glaciar se convirtiera en un glaciar
muerto. Un ejemplo de hielos muertos puede observarse entre punta Negra y punta Collins, el cual
fue erróneamente clasificado como glaciar cubierto por López-Martínez y Serrano (2002).
Esta morfología no debe ser confundida con aquella mencionada por varios autores, donde los
depósitos piroclásticos cubren la nieve en la parte baja de las laderas y la preservan de la fusión
durante la época de descongelamiento estacioanl (Fig.4.5-d). Esta nieve año a año se conserva y
posteriormente pasa a formar parte del permafrost cuando es cubierta por un depósito mayor de
sedimentos (Vieira et al. 2007, 2008).

a) b)

69
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

c) d)
Fig.4.5: Hielo muerto y acumulaciones de nieve enterradas en isla Decepción. (a), (b) y (c) hielos muertos al este de
punta Negra. (d) Nieve acumulada durante el invierno cubierta por flujos de detritos al comienzo de la etapa de deshielo.

Debido a la actividad volcánica actual, y que más de la mitad de la isla se encuentra englazada, es
común la generación de erupciones sub-glaciarias como la ocurrida en 1969, donde la gran
disponibilidad de agua debido a la fusión del hielo terminó generando lahares. Un ejemplo es el
lahar que destruyó parcialmente la base británica y la estación ballenera en bahía Balleneros. El
mismo no presenta un depósito característico, pero se evidencia debido al aumento de la cota de la
superficie en aproximadamente 1,5 m, cubriendo gran parte de las infraestructuras presentes
(Fig.4.6).

a) b)

Fig.4.6: Lahar en bahía Balleneros. (a) Nótese como el depósito cubrió parcialmente un tractor. (b) Evidencia de la
elevación de la cota del terreno, cubriendo parcialmente un pequeño depósito.

70
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

4.1.2. Geomorfología fluvial y lacustre

El drenaje superficial se encuentra controlado por la morfología volcánica de la isla. El diseño de


la red de drenaje a escala regional es radial centrífugo hacia la parte interna y externa de la caldera
(López-Martínez y Serrano 2002). La época de máxima fusión de hielo y nieve ocurre en Enero,
cuando hay una estrecha correlación entre la descarga fluvial y la temperatura del aire (López-
Martínez y Serrano 2002). El incremento en la descarga fluvial también permite transportar mayor
cantidad de carga de sedimento (Inbar 1992) el cual culmina arrojando mayor cantidad de sedimento
a Puerto Foster.
Debido a esta estacionalidad en la disponibilidad de agua, los cursos fluviales solo son activos en
la época de deshielo, por este motivo se clasifican como cursos efímeros (Fig.4.7-a y b). Un caso
especial puede observarse en el río que nace al oeste del monte Irizar (Igarzabal 1977), que es el
curso más importante de toda la isla. Su naciente aprovecha la depresión de un cráter volcánico que
interrumpe el borde de la caldera, y ha migrado aguas arriba hasta las inmediaciones de la costa
exterior.
Los cursos fluviales se encuentran generalmente limitados a ambos lados por escarpas fluviales
que rara vez superan los 3 m de altura (Fig.4.7-b, c y d). Se las puede encontrar sobre los abanicos
aluviales, sobre los conos de detritos y en los márgenes de las planicies glacifluviales. Aquellas de
mayores alturas se desarrollan entre punta Murature y Cross Hill. Debido a su localización, su
origen podría estar relacionado con el ascenso que sufrió el área durante la erupción de 1970,
provocando que los cursos fluviales profundicen sus cauces buscando el perfil de equilibro.
Donde cursos fluviales que provienen de estrechos valles desembocan en una planicie o donde
cursos tributarios se unen al canal principal es común el desarrollo de abanicos aluviales (Fig.4.7-e
y f). Presentan gran variedad de dimensiones de acuerdo al caudal del curso que le ha dado origen.

71
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

e) f)

72
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Fig.4.7: Geoformas de erosión y acumulación fluviales. (a) y (b) Cursos fluviales efímeros sobre la costa de la bahía
Fumarolas. (c) y (d) Escarpas fluviales limitando el cauce entre punta Murature y Cross Hill. (e) Abanico aluvial en
bahía Teléfono. (f) Abanico aluvial al pie del monte Irizar.

En varios sectores de la isla es común observar laderas con suaves pendientes (menor a 10º)
generalmente formada por la lixiviación y posterior deposición de las partículas provenientes de la
parte superior (Fig.4.8). Se hayan siempre flanqueados por relieves vigorosos que actúan como área
de proveniencia del material. A estas morfologías las denominamos en este trabajo como glacis de
acumulación (o pedimento cubierto). Ejemplos se hayan en Terrazas Kendall y entre las bases
argentina y española.

a) b)
Fig.4.8: Glacis de acumulación, (a) sobre Terrazas Kendall y (b) entre las bases Decepción (Argentina) y Gabriel de
Castilla (España).

Existen pendientes con gradientes moderados a elevados y con una alta densidad de drenaje. En
este trabajo a dicha morfología la llamaremos ladera con procesos de escorrentía (Fig.4.9).
Ejemplos pueden observarse sobre la parte alta de las pendientes internas y externas de los conos
piroclásticos.

a)

73
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

b)

Fig.4.9: Laderas con procesos de escorrentía en (a) Valle Ciego y (b) al oeste de Cross Hill.

En la parte interna de la isla existen cuerpos de agua permanentes (lagos) de diferentes


dimensiones, la mayoría ocupando los cráteres de los conos volcánicos. Por este motivo son
definidos como lagos cratéricos. Ejemplos son los lagos ubicados en Cráter Lake y en el Cráter Soto
(Fig.4.10-a y b). De acuerdo a Igarzabal (1977), debido a que los cuerpos de agua se prolongan por
debajo del nivel freático, pasan a ser permanentes. Su existencia a lo largo del año también puede
ser explicada debido al transporte de sedimentos finos, los cuales al alcanzar la depresión
impermeabilizan el sustrato, facilitando así la retención de agua. Un fenómeno mencionado por
varios autores, es que aquellos lagos inmediatos a la costa, acusan una diaria movilidad vertical en
consonancia con el régimen de mareas. Pese a esto, la mayoría de los lagos presentes en Decepción,
debido a la alta porosidad del material piroclástico y a que la fusión de la nieve y el hielo son
estacionales, son lagos temporarios o estacionales (Fig.4.10-c y d). Durante la época de deshielo
los mismos alcanzan varios metros de profundidad y grandes dimensiones, pero rápidamente son
drenados, con frecuencias que van desde semanas hasta solamente algunos días. Ejemplos son
aquellos ubicados en el Valle Ciego y en la playa de bahía Fumarolas. Muchos de ellos llegan a
desarrollar paleo-líneas de costa durante su vaciado (Fig.4.10-e y f).

74
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

e) f)

Fig.4.10: Lagos permanentes y estacionales en isla Decepción. (a) Lago permanente dentro del Cráter Soto. (b) Al frente
se observa el lago ocupando Cráter Lake y por detrás el del Cráter Soto. (c) y (d) Laguna estacional sobre la costa de
bahía Fumarolas. (e) Lago estacional ubicado en el Valle Ciego donde se pueden observar las paleolíneas de costa (f)
indicando los diferentes niveles durante su vaciado.

75
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

4.1.3. Geomorfología volcánica y estructural

Las geoformas asociadas a la actividad volcánica y a la estructura geológica son componentes


esenciales del paisaje de isla Decepción (López-Martínez y Serrano 2002). Los elementos
dominantes son la caldera inundada y las laderas de la parte externa de la isla que preservan la forma
del edificio volcánico pre-caldera. También existen geoformas volcánicas menores, tales como los
conos de cenizas, maares y cráteres, los cuales se ubican en su mayoría en la parte interna de la isla.
La mayor concentración de estas morfologías se encuentra en cercanías de bahía Teléfono y a lo
largo de la ladera norte del monte Kirkwood. De acuerdo a López-Martínez y Serrano (2002), como
estas geoformas presentan bajo grado de erosión, suponen que los mismos son de reciente edad (<
1000 años).
La caldera volcánica presenta aproximadamente 10 km de diámetro y divide a la isla en dos
vertientes, la interna y la externa (Fig.4.11). En términos generales, el perfil de la vertiente externa
resulta cóncavo ladera abajo y suavemente ondulado transversalmente, controlado por las líneas de
escurrimiento que nacen en la cresta de la caldera. En la vertiente interna, la cabecera es de origen
estructural (escarpa de falla), ya que ha evolucionado a partir de las deformaciones que dieron lugar
a la creación de la caldera. En los sectores englazados, la ubicación de esta pared se refleja por

Vertiente externa

Vertiente interna

Fig.4.11: Perspectiva desde el SE realizada con el DEM y la imagen QuickBird, evidenciando la caldera de la isla
Decepción, que divide la vertiente externa de la interna.

76
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

sistemas de grietas en el hielo. Sobre esta escarpa, es posible observar la estructura del primitivo
aparato volcánico (Igarzabal 1974). El resto de la vertiente se encuentra modelada por el volcanismo
reciente. La caldera volcánica no presenta una altura uniforme a lo largo de su extensión, por ello,
Igarzabal (1974) postula que la diferencia altimétrica entre los sectores englazados y aquellos no
englazados, se debe a la más rápida denudación de los últimos.
Los conos de cenizas o escoria se presentan como elevaciones cónicas formadas por la
acumulación de alguno de los materiales mencionados alrededor de una ventana de emisión
(Fig.4.12-a y b). Sus alturas y diámetros son variables, reflejando su actividad. Ejemplos pueden ser
vistos principalmente sobre la ladera interna de la caldera, aunque es posible observar morfologías
similares sobre la parte alta de la vertiente externa al oeste de cresta Teléfono. Algunos de ellos se
encuentran ocupados por glaciares, como aquellos ubicados detrás de las ruinas de la base chilena o
al pié de Goddard Hill. La superficie interior de los cráteres mencionada en este trabajo
corresponde a las planicies localizadas dentro y en la parte más profunda de los conos de cenizas o
escoria (Fig.4.12-c y d). Se encuentran limitadas por las abruptas pendientes de estos conos y
generalmente su superficie está modificada por procesos eólicos y fluviales. Ejemplos se encuentran
en los conos ubicados en la parte interna de la caldera, como aquellos de la ladera norte del monte
Kirkwood.

a) b)

77
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

c) d)

Fig.4.12: Conos de cenizas y escorias en isla Decepción. (a) Cono de escoria sobre la ladera norte del monte Kirkwood,
donde su depresión se encuentra ocupada por un glaciar. (b) Cono parcialmente degradado por procesos de remoción en
masa sobre la ladera norte del monte Kirkwood. (c) y (d) Corresponden a las superficies interiores de los cráteres, donde
puede observarse como la superficie subhorizontal es modificada por procesos eólicos y fluviales.

Asociados a estos conos, se encuentran los cráteres preservados, que son aquellas estructuras en
anillo localizados en la cima de los mismos (Fig.4.13-a, b y c). Sus dimensiones son variables,
tomando valores de entre 60 y 1.700 m de diámetro. Ejemplos pueden verse a lo largo de la vertiente
interna de la caldera. Muchos de ellos se corresponden con maares, generados por las erupciones
freático-magmáticas comunes en isla Decepción. Ejemplo de ello son los maares generados durante
la erupción de 1970 en bahía Taléfono, como los es el lago Escondido (Fig.4.13-d).

a) b)

78
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

c) d)

Fig.4.13: Cráteres y maares en isla Decepción. (a) Cráter Zapatilla ubicado al sur de la base española “Gabriel de
Castilla”. (b) Varios cráteres inundados localizados dentro de un cráter de mayores dimensiones, ubicados en los
alrededores de la base argentina “Decepción”. (c) Cráter sobre la ladera norte del monte Kirkwood. (d) Maar
correspondiente al lago Escondido.

Los flujos de lavas pueden ser vistos sobre la parte interna y externa de la caldera (Fig.4.14). Los
más extensivos y voluminosos se hayan al suroeste de Terrazas Kendall, aunque también flujos de
menores dimensiones pueden observarse sobre la ladera norte del monte Kirkwood. En general
ocupan un área de 3.160.000 m2. Los focos de emisión parecen ser tanto desde conos volcánicos
como desde fisuras. Aquellos localizados en la parte externa de la isla presentan un mayor grado de
erosión y retrabajo, lo que evidenciaría su mayor antigüedad.

a) b)

Fig.4.14: Lavas (a) sobre Terrazas Kendall (mas antiguos) y (b) al sur de Cráter Lake.

79
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Algunas escarpas de falla con diferentes rechazos pueden observarse a lo largo de la isla, tanto
sobre los glaciares como en la superficie (Fig.4.15). Su extensión suele ser variable, desde decenas
de metros hasta algunas alcanzar poco más de un kilómetro. Aquellas ubicadas sobre los glaciares,
se creen que están vinculadas con estructuras geológicas subglaciales (López-Martínez y Serrano
2002). Las más importantes son aquellas paralelas al borde de caldera, sobre las laderas de los
montes Kirkwood y Pond, aunque también es posible observarlas al sur de los cráteres de 1970.

Fig.4.15: Escarpa de falla al sur de los cráteres de 1970. Nótese la mayor densidad de drenaje por detrás de la escarpa.

4.1.4. Geomorfología de remoción en masa

La morfología de remoción en masa más característica en la isla son los conos de detritos
(Fig.4.16). Se desarrollan al pie de las escarpas rocosas y se generan por el aporte de los flujos que
descienden por las laderas y del material aportado por la gelifracción de los afloramientos rocosos.

80
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c)

Fig.4.16: Conos de detritos en (a) y (b) sobre la ladera oeste del cerro de la Cruz y (c) sobre la ladera norte del monte
Irizar.

Asociado a los conos de detritos y a las escarpas rocosas de entre 20 y 150 metros de altura
(Fig.4.17-a, b, c y d), es frecuente hallar grandes bloques, algunos superando los 4 m de diámetro,
producto de caída de rocas (Fig.4.17-e y f). Este es un proceso común en Decepción debido a los
ciclos diarios de expansión y contracción térmica. Por ello, a lo largo del día es común escuchar el
estallido y caída de bloques desde las grandes escarpas rocosas. También, debido a la actividad
volcánica, otro posible disparador podría ser la actividad sísmica. Ejemplos pueden observarse al pie
de la ladera norte del monte Irizar o sobre la base de la ladera este de la cresta Stonethrow, en bahía
Fumarolas.

81
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

e) f)

Fig.4.17: Escarpas rocosas sobre (a) la ladera norte del monte Irizar, (b) la ladera oeste del cerro de la Cruz y (c) la
ladera este de cresta Stonethrow; Caída de rocas en (d) bahía Fumarolas, (e) en punta Entrada y (f) la ladera este de
cresta Stonethrow.

82
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

A lo largo de toda la isla, pero con mayor presencia en la vertiente interna, durante la época de
descongelamiento estacional se generan flujos de detritos y de barro sobre pendientes de
moderada a elevada inclinación (Fig.4.18). Presentan morfología lobular, donde se reconocen su
cabecera de granulometría más gruesa y la cola de material más fino. En planta se evidencia su
formación en pulsos, debido a la morfología ondulada (Fig.4.18-e y f). A ambos lados, los cursos
por los que se trasladan, se encuentran limitados por albardones de varios centímetros de altura. La
cola de los flujos, generalmente al estar supersaturada, termina generando flujos de barro de
menores dimensiones sobre los flujos de detritos. Estas geoformas se inician por la saturación del
material superficial no consolidado, ubicado dentro de la capa activa, que luego fluye a lo largo de
un canal retrabajando los detritos de las laderas (Vieira et al. 2008). Respecto a su génesis se puede
plantear que están relacionados con la degradación del permafrost debido a cambios climáticos
(Jomelli et al. 2004, Vieira et al. 2008) aunque también ha sido observado su desarrollo durante
episodios de lluvias intensas o hasta incluso después de la rápida fusión de la cubierta de nieve.
Numerosos son los trabajos que mencionan el desarrollo de gran cantidad de flujos de detritos en
zonas aledañas a las últimas erupciones y de forma contemporánea con ellas (Baker et al. 1969,
Valenzuela et al. 1970, Baker y Roobol 1975, entre otros). Esto estaría evidenciando que otra
posible génesis de los flujos sea la degradación del permafrost debida a un incremento en la
temperatura del suelo dada por la actividad volcánica.

a) b)

83
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

c) d)
cabeza

flujo de barro activo


cola saturada

e) albardón
f)

Fig.4.18: Flujos de barro/detritos en isla Decepción. (a) En el valle del Mecón. (b) En punta Murature. (c) Sobre el cerro
de la Cruz. (d) sobre la ladera norte del monte Irizar. (e) Morfología lobular de un flujo encauzado. (f) Morfología
ondulada en planta. A ambos lados se reconocen los albardones laterales. Las flechas amarillas indican cada lóbulo.

Existen laderas de elevada pendiente cuyos materiales superficiales consisten en lajas con
diámetros superiores a los 30 cm, donde cada una se dispone de forma paralela a la superficie (Fig.
4.19). Debido a que el depósito cubre la superficie como un pavimento, en este trabajo las
denominaremos como ladera con bloques (French 2007). Esta morfología ya ha sido descripta por
Igarzabal (1974) quien les asigna el nombre de suelos enlozados y menciona acertadamente que la
roca de donde provienen no es reconocible en el área. Ejemplos pueden observarse pendiente arriba
en punta Entrada.

84
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c)

Fig.4.19: Ladera con bloques y Talud en isla Decepción. (a) y (b) En punta Entrada, nótese la disposición paralela a la
superficie de cada una de las lajas. (c)Talud sobre la ladera oriental de cresta Stonethrow.

Al pie de la vertiente interna, sobre todo en sitios en donde aflora la pared de la caldera, se observa
un depósito compuesto de detritos de granulometría tamaño gravas. Su litología se corresponde con
los materiales expuestos pendiente arriba. Este depósito presenta gran continuidad lateral y por ello
se clasifica como talud. Ejemplo de esta morfología se haya al pie de la cresta Stonethrow
(Fig.4.19-c y d).

4.1.5. Geomorfología periglacial y nival

El desarrollo de la investigación criopedológica y de la morfología periglacial en las islas Shetland


del Sur se inició con la Expedición Antártica Sueca de 1901-1903, cuando Nordenskjold describió

85
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

suelos en banda en la isla Snow Hill, y los atribuyó a procesos de fluxión del suelo con arrastre de
agua sobre un subsuelo helado (Corte y Somoza 1954). Al mismo tiempo las expediciones alemanas
de Gauss en 1901-1903 y 1928-1929, revelaron la existencia de procesos criopedológicos en las
islas subantárticas. Cailleux, en la Expedición Antártica Francesa de 1908-1910, informó sobre la
existencia de suelos poligonales en Tierra Adelia a los 67º S y a 14 m.s.n.m. (Corte y Somoza 1954).
Corte y Somoza (1954) en su trabajo describen las formas periglaciales encontradas en isla
Decepción durante la campaña antártica argentina de 1952-1953. Hallan a 100 m.s.n.m. bandas o
listas de piedra de 5-10 cm de ancho que en perfil presentan bloques de mayor tamaño en la parte
superior y los finos en el interior. Estos autores también mencionan que los procesos de gelifracción,
denominados en su trabajo como procesos de ruptura y dispersión, son muy comunes a lo largo de
toda la isla. Atribuyen la ruptura de los bloques a los ciclos de congelamiento-descongelamiento y
luego los clastos de menor tamaño son movilizados pendiente abajo mediante geliflucción (de
acuerdo a estos autores, este término debe llamarse crioflucción - flucción en frío -), aún en
pendientes suaves. Por su parte Chambers (1965) realiza la descripción de un tipo inusual de suelo
ordenado en la isla. El mismo consiste en una serie de bandas concéntricas de cenizas, las cuales
alternan entre grano fino y grueso. Este autor realiza una descripción muy detallada de los mismos,
pero no logra identificar su génesis, aunque debido a la presencia de un núcleo de hielo en el
subsuelo postula que la selección del material se debe a ciclos de congelamiento y fusión.
Asimismo, menciona que solo son visibles en la zona de bahía Balleneros.
De acuerdo a López-Martínez y Serrano (2002), la isla experimenta un morfoclima crionival con
una alta disponibilidad de agua en el verano, frecuentes ciclos hielo-deshielo que, de forma conjunta
con la alta porosidad de los depósitos piroclásticos, favorecen los procesos periglaciales y la
presencia de una capa activa. Asimismo, destacan que las principales geoformas y depósitos
periglaciales en la isla consisten en laderas de detritos y abanicos y lóbulos de soliflucción. En este
trabajo mencionan que la presencia de suelos ordenados u otras geoformas, muy comunes en otras
islas del archipiélago, no están presentes debido al tamaño de grano de los sedimentos, a la
permeabilidad de la superficie y a la movilidad de los clastos sobre las laderas.
La geoforma periglacial característica de la isla son los terrenos ondulados o “hummocky-bumpy
terrain” (Vieira et al. 2008, Melo et al. 2012). Consisten en una serie de depresiones con una baja
relación alto/ancho, que cubren un área de metros a decímetros de extensión (Fig.4.20). Se
encuentran principalmente sobre las partes altas de las laderas que poseen sedimentos piroclásticos,

86
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

aunque también son visibles a menores cotas. Debido a que por debajo se observó la presencia de
nieve o hielo masivo a unos 50-100 cm de profundidad, se cree que su génesis está vinculada al
proceso de fusión de dicha acumulación (Vieira et al. 2008, Melo et al. 2012). Cuando comienza el
derretimiento en profundidad, la superficie colapsa y se desarrollaría esta morfología. De acuerdo a
estos autores, no está claro si la fusión es consecuencia del incremento en la temperatura del aire y
por ende del calentamiento del suelo o si está relacionada con una situación dinámica dada por el
adelgazamiento de la cubierta detrítica (cubierta aislante).

Fig.4.20: Terrenos ondulados sobre la parte alta del valle del Mecón.

Los sectores cóncavos de las laderas, permiten la acumulación de potentes espesores de nieve que
no son completamente fusionados durante el verano. Al invierno siguiente se genera la acumulación
de nuevos espesores de nieve que, con el pasar de los años, favorecen la compactación y la
conversión a hielo de aquella nieve más antigua. Además, debajo y detrás de estos depósitos de
nieve de varios metros de espesor se desarrollan procesos que favorecen la erosión y ampliación de
la zona de acumulación. Por este motivo, la geoforma resultante se denomina nevero (Fig.4.21).
También es posible observarlos sobre algunos acantilados, cuya localización se debe a la
87
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

acumulación de nieve favorecida por la dirección de vientos predominante a lo largo del año.
Ejemplos pueden ser vistos sobre las laderas de los maares ubicados en la parte interna de la caldera,
las cuales miran hacia el sur y/o este.

a) b)
Fig.4.21: Neveros en (a) lago Escondido y (b) Cráter Lake.

Los suelos ordenados en isla Decepción aparecen en sectores aislados, que van desde superficies
que se encuentran al nivel del mar hasta aquellas ubicadas por encima de los 300 m.s.n.m. Se
encuentran representados por círculos de piedras sobre superficies planas, donde los clastos de
mayor granulometría se disponen de forma circular alrededor de un sector más elevado compuesto
de material más fino (Fig.4.22-a, b, c, d y e). Sus diámetros rara vez superan los 10 cm por lo que
podrían ser clasificados como suelos ordenados en miniatura (miniature sorted nets) (Wilson y
Clark 1991, Vieira 2005, Feuillet et al. 2012). Donde existe un aumento de la pendiente, esta
morfología pasa a tomar la forma de bandas o listas de piedra de unos pocos centímetros de
espesor (Fig.4.22-f, g, h e i). En las superficies ubicadas al nivel del mar, la maya poligonal no está
claramente definida debido a la ausencia del borde de mayor granulometría. Por el contrario en los
sitios elevados, como el monte Irizar, tanto los círculos como las listas se encuentran bien
delimitados. En corte trasversal se observa su estructura interna, en donde las granulometrías
mayores se disponen en forma de cuña hacia abajo.

88
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

e) f)

89
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

g) h)

i)

Fig.4.22: Suelos ordenados en isla Decepción. (a), (b) y (c) Círculos de piedra sobre superficies planas ubicadas al nivel
del mar. Nótese lo difuso de la maya poligonal. (d) Círculo de piedra en la cima del monte Irizar, con la maya poligonal
bien definida. (e) Corte transversal de los círculos de piedra de (d). (f), (g) y (h) Listas de piedras en el monte Irizar. (i)
Listas de piedra próximos a la cima del cerro de la Cruz.

Existen laderas caracterizadas por poseer pequeños valles fluviales con cursos efímeros, los cuales
se encargan de transportar y redistribuir las granulometrías más finas. Sus interfluvios presentan
perfiles convexos sin evidencia de escorrentía superficial, pero con la presencia de procesos de
gelifracción y geliflucción. A estas pendientes se las denomina en este trabajo como laderas con
geliflucción (Fig.4.23). La gelifracción es la encargada de fragmentar las rocas, mientras que la
geliflucción traslada a estas granulometrías menores pendiente abajo. Estos rasgos son muy
importantes ya que dan indicios de la actividad de la ladera (Corte y Somoza 1954). Este fenómeno
fue observado ya por Corte y Somoza (1954), quienes las describen como bandas o listas de piedra

90
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

de 7-10 m de ancho. A nuestro entender, las bandas de material fino que ellos reconocen en realidad
son producto del retrabajo de los cursos fluviales efímeros, por ello no correspondería clasificar a
estas geoformas de esa manera. Ejemplos pueden verse a lo largo de toda la isla, sobre laderas con
diferentes gradientes. Un rasgo destacable es como la gelifracción actúa de diferentes formas de
acuerdo al tipo de litología (Criado et al. 1992, Risso et al. 1992). Los bloques más resistentes
(basaltos y andesitas) se fracturan perpendicularmente al eje mayor (Fig.4.23-c) mientras que los
bloques menos coherentes (rocas piroclásticas) se fracturan de forma concéntrica, generando una
especie de descamación del bloque, de granulometrías más pequeñas (Fig.4.23-d).

a) b)

c) d)
Fig.4.23: Laderas con geliflucción. (a) y (b) Al este del cerro de la Cruz; (c) Bloque de lava entre las bases argentina y
española. Nótese el fracturamiento en lajas perpendiculares al eje mayor del bloque; y (d) Bloque piroclástico al norte de
Cráter Lake. Nótese el fracturamiento en unidades de menor tamaño y el movimiento de las partículas pendiente abajo
evidenciado por una cola de detritos en esa dirección.

91
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Un rasgo distintivo de la parte superior de algunas laderas es el escalonamiento que puede


observarse a la distancia (Fig.4.24). El frente de los escalones es abrupto con granulometría de
mayor diámetro, mientras que por detrás presentan superficies planas de granulometría más fina.
Estas morfologías se denominan en este trabajo como terrazas o lóbulos de geliflucción. Ejemplos
pueden observarse en algunos interfluvios ubicados en Terrazas Kendall y sobre la parte superior de
las laderas del cerro de la Cruz.

a)

b) c)

Fig.4.24: Terrazas o lóbulos de geliflucción. (a) y (b) Lóbulos desarrollados en los interfluvios sobre Terrazas Kendall.
(c) Lóbulos desarrollados en la parte alta de la ladera del cerro de la Cruz, nótese las gravas ubicadas en el extremo de
los escalones.

92
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Sobre la superficie de la isla son comunes las depresiones circulares a oblicuas que van desde los
pocos metros de diámetro hasta a algunas decenas de metros (Fig.4.25). Pueden encontrarse
aisladas, pero mayormente aparecen en grupo y sobre superficies planas a levemente inclinadas.
Parecerían ser producto de la fusión local de hielo masivo intersticial (Vieira et al. 2007, 2008), por
este motivo se clasifican como depresiones de termokarst. Son comunes en Cráter Lake y en el
Refugio Chileno. En perfil, puede observarse como la estratificación del depósito dentro de la
depresión muestra evidencia de colapso, ya que las láminas tienden a acuñarse hacia los extremos.

a) b)

c) d)

93
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

e) f)

Fig.4.25: Depresiones de termokarst en isla Decepción. (a) y (b) En Cráter Lake próximo a los flujos de lava. (c) y (d)
En el Refugio Chileno. (e) En Terrazas Kendall. (f) Estructura interna de las depresiones de termokarst, nótese la
estructura de colapso.

A lo largo de la isla es posible observar potentes acumulaciones de detritos sobre las laderas, sin
ninguna morfología característica y se diferencian de su entorno por su color más oscuro (Fig.4.26-a
y b). Se encuentran mayormente en las superficies expuestas hacia el oeste, por este motivo
probablemente su génesis esté vinculada con una acumulación debida a la interposición de un frente
orográfico en la dirección predominante de los vientos. Aunque no se descarta que también, por su
coloración debida a su alto contenido de humedad, su origen esté relacionado con la degradación
de los terrenos ondulados.

a) b)

Fig.4.26: Terrenos ondulados degradados (a) en el valle del Mekón y (b) entre las bases argentina y española.

94
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

4.1.6. Geomorfología eólica

Muchas superficies subhorizontales exhiben montículos alineados de piroclastos separados por


sectores bajos topográficamente, que presentan algunos centímetros de altura, un perfil asimétrico y
una granulometría mayor en sus crestas (Fig.4.27-a, b, c y d). Esta morfología se trata de dunas de
piroclastos. Asociado a estas formas, es común la presencia de ventifactos (Fig.4.27-e y f) y de
sombras de arena (Fig.4.27-g), donde su análisis no permite encontrar una dirección predominante
de los vientos.

a) b)

c) d)

95
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

e) f)

g)

Fig.4.27: Formas de acumulación y abrasión eólicas en isla Decepción. (a), (b) y (c) Campo de dunas de piroclastos.
Nótese en (d) la morfología de una duna individual, evidenciado su perfil asimétrico y la sinuosidad y mayor
granulometría en su cresta. (e) y (f) Ventifactos. (g) Sombra de arena detrás de un bloque de lava.

Sobre superficies con leve a moderada inclinación, es común observar una cubierta superficial de
material piroclástico cuya granulometría no supera los 3 cm de diámetro y es característico la
ausencia total de material fino (Fig.4.28-c y d). Comúnmente se encuentran asociadas a las dunas y
los ventifactos antes mencionados, por lo que son clasificadas como pavimentos del desierto o lag
originados por la erosión del viento. Ejemplos se pueden observar sobre las planicies ubicadas
próximas a Cráter Lake o cubriendo a la mayoría de las superficies de las divisiones de aguas
secundarias.

96
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Fig.4.28: Pavimento del desierto o lag en isla Decepción.

4.1.7. Geomorfología costera

Existe un marcado contraste entre la morfología de las costas internas y externas de la isla (López-
Martínez y Serrano 2002), debido seguramente a la diferente energía de los mecanismos erosivos-
depositacionales participantes a uno y otro lado. Además, la estructura geológica de la isla tiene una
gran influencia en la forma de las costas, como puede observarse en punta Macaroni y en la costa
recta, donde las fracturas marcan el rumbo de los acantilados.
Las playas son las geoformas de acumulación más comunes sobre la costa interna de la caldera
(Fig.4.29-a y b), donde poseen varios kilómetros de longitud, no superan los 50 m de ancho y son
de pendiente elevada. En el perímetro externo también se pueden hallar, pero su extensión es muy
reducida y suelen desaparecen durante la marea alta. Todas ellas están compuestas de gravas y se
extienden desde el contacto con el agua de mar hasta donde existe un marcado cambio en su
pendiente de playa tierra adentro (Fig.4.29-c). Asimismo se reconocen algunos cordones litorales
sobre la costa interna, compuestos de gravillas y arenas gruesas. En muchas ocasiones, las playas
aíslan pequeñas albuferas con sedimentación de finos debido quizás a procesos de deriva. Tal es el
caso de la albufera ubicada inmediatamente hacia el oeste de la base argentina (Fig.4.29-d).

97
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c)

d)

Fig.4.29: Playas (a) en bahía Fumarolas y (b) entre las bases Argentina y Española. (c) Típico perfil de playa, el cual
culmina en el pequeño acantilado que está delimitado en este caso por la gran cantidad de algas. (d) Albufera
parcialmente desconectada por una espiga compuesta de cordones litorales, junto a la base argentina.

En la parte interna de la isla es común el desarrollo de acantilados, labrados sobre material


piroclástico friable (Fig.4.30-a y b). Raramente superan los 7 m de altura y en muchos casos es
posible identificar el permafrost que parecería ser el responsable de la pendiente tan abrupta que
presentan los mismos. Ejemplos pueden verse en punta Murature y entre las bases argentina y
98
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

e) f)

Fig.4.30: Acantilados labrados sobre (a) y (b) depósitos piroclásticos friables en la parte interna de la isla y (c) y (d)
sobre afloramientos rocosos en la parte externa. (e) Pilares. (f) Arco.

99
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

española. Por el contrario, el perímetro externo de la isla está caracterizado por el desarrollo de
potentes acantilados de roca, que superan los 40 m de altura y hasta incluso alcanzan los 75 m
(Fig.4.30-c y d). Se deben a la intensa erosión marina que está provocando un rápido retroceso sobre
ellos. Evidencia de este retroceso son los pilares, los arcos y el apilamiento de rocas sobre la
plataforma externa (Fig.4.30-e y f).
Sobre gran parte del perímetro externo de la isla y muy localmente en las costas de Puerto Foster,
delante de los acantilados, es común observar el desarrollo de una plataforma de abrasión
(Fig.4.31). Varios autores utilizan esta morfología como base para explicar las dimensiones que
habría tenido originalmente el volcán antes del desarrollo de la caldera, ya que se extiende entre 3 y
5 kilómetros a profundidades inferiores a los 100 metros (Torrecillas et al. 2013). Presenta
pendiente leve hacia el mar y está labrada sobre los flujos piroclásticos y lavas que alcanzaron la
costa externa o sobre lo depósitos piroclásticos en la costa interna. Ejemplos pueden observarse a lo
largo de toda la costa externa y en punta Murature en la parte interna.

a) b)
Fig.4.31: Plataforma de abrasión sobre (a) la costa externa de la isla en punta de la Descubierta y (b) sobre la costa
interna en punta Murature.

La vertiente externa de la caldera, se haya cortada por una superficie de erosión, con ángulo
ligeramente superior al de la estratificación del depósito volcánico. Sus características responden al
de una plataforma de abrasión marina elevada (terraza de erosión marina), moderadamente
disectada, emplazada a 30-40 m.s.n.m., cuya denominación es Terraza Kendall. De acuerdo con
Igarzabal (1974), esta terraza es evidencia del ascenso isostático de la isla. Además menciona que

100
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

este ascenso se produjo rápidamente, ya que los cursos fluviales que descargan al mar, lo hacen a
través de valles colgantes.
Mención especial merece la costa ubicada inmediatamente al sur de punta Murature, sobre bahía
Fumarolas (Fig.4.32). Allí puede verse, detrás del actual perfil de playa, una acumulación de restos
óseos de ballenas y maderas provenientes seguramente de bahía Balleneros. Se encuentran formando
dos montículos de baja altura y dispuestos de forma paralela a la costa. Los mismos podrían estar
representando dos bermas generadas durante los episodios de tsunamis que se produjeron durante las
erupciones recientes, que generaron olas de 1,5 m (López-Martínez y Serrano 2002).

a) b)

Fig.4.32: Costa de bahía Fumarolas. (a) Fotografía del área y (b) esquema con las morfologías mencionadas en el texto
(tomado de López-Martínez y Serrano 2002).

4.2. Cambios morfológicos desde 1820 hasta 1966

La comparación morfológica que se realiza a continuación toma como punto de partida al mapa
topográfico de isla Decepción de Kendall relevado en 1829 durante la expedición del Chanticleer
(09-01-1829 al 08-03-1829) (Kendall 1831) comandada por el capitán Foster. A su vez, este mapa es
comparado con las fotografías aéreas verticales tomadas en Diciembre de 1956 por la empresa
Hunting Aerosurveys Ltd y el mapa topográfico relevado por Roobol en 1959 (Roobol 1973), con la
finalidad de observar y delimitar sitios en los cuales pueden haber ocurrido erupciones históricas
(Tabla 4.2).

101
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

La caldera inundada de Puerto Foster fue probablemente descubierta entre 1817-1819 por un
grupo de cazadores de focas que viajaban a bordo de los buques “Spiritu Santo” y “San Juan
Nepomuceno” (Dalinger 1959, Roobol 1979), por ello esta fecha será tomada como base para las
posteriores comparaciones.

Tabla 4.2: Erupciones ocurridas en isla Decepción desde 1800 hasta la actualidad, basados en trabajos de investigación
previos y relatos de los capitanes de los barcos.

Fecha erupción Evidencia Lugar de la erupción


Caleta utilizada por los cazadores de En el noreste de la isla, al pie de
Antes del 1800
focas Goddard Hill
Entre 1825 y 1829 Antigua caleta Péndulo Al este de Crimson Hill
Entre 1829 y 1939 ? En el noreste de la isla, al pie de
Un maar
o entre 1939 y 1956 ? Goddard Hill
Generación del lago Kroner y maar
Entre 1829 y 1906 Al oeste de bahía Balleneros
ubicado al norte
Febrero de 1842 Lavas y conos de escoria Ladera norte del monte Kirkwood
Escarpa de hielo glaciar asociada a la
Capas de piroclastos en la estructura fisura producto de la erupción de
Entre 1912 y 1917 interna del glaciar y lago con aguas 1969.
cálidas El lago se sitúa al noreste de Cross
Hill
Escorias rojas sobre el glaciar del
monte Pond, desarrollo del abanico
Entre 1931 y 1956 que rellenó la antigua caleta Péndulo Ladera oeste del monte Pond
y las cárcavas sobre el glaciar
perpendiculares al frente
Formación de la isla Marinero Suarez En el noroeste y noreste de la isla, en
1967 y corrimiento hacia el este del maar bahía Teléfono y al pie de Goddard
sobre tierra firme Hill
Fractura de aproximadamente 5 km de
longitud y depresiones estructurales En el este de la isla, sobre la ladera
1969
asociadas, junto a los depósitos de oeste del Monte Pond
lahar
Creación de nuevos maares y cráteres
de explosión. Destrucción parcial y En el norte de la isla, entre Cross Hill
1970
anexo de la isla Marinero Suarez a la y Goddard Hill
superficie de la isla Decepción

El capitán Foster (en Webster 1834) menciona la presencia de una caleta utilizada por los primeros
cazadores de focas situada hacia el noreste de Puerto Foster inmediatamente debajo de la pared de la
caldera, que en 1829 al arribar al sitio ya no tenía la profundidad suficiente como para amarrar un
barco. La misma había sido rellenada y además bloqueada por una barra de arena. Por este motivo,
Foster decide amarrar el buque en lo que Kendall denominó caleta Péndulo al este de Crimson Hill
(Fig.4.33) (hoy en día se denomina caleta Péndulo a la situada al norte de dicho cerro).
Interpretación mediante, el capitán supuso que la utilización de la caleta por los cazadores en vez de
la de Péndulo, se debió a que esta última no existía en esos tiempos. Por ello se puede suponer que

102
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

la antigua caleta Péndulo se generó por una erupción volcánica a comienzos del siglo XIX, entre
1825 y 1829. Además, durante la estadía allí del buque, ruidos subterráneos fueron oídos, se
comprobó la descarga de corrientes de agua cálida hacia el mar, la presencia de suelos calientes y de
actividad fumarólica sobre el monte Pond (Roobol 1979). Todo esto estaría evidenciando la
actividad reciente del área.

a) b)

Fig. 4.33: Modificaciones en el relieve en el sector de caleta Péndulo. (a) Gráfica que evidencia el amarre del barco H.M. Sloop
Chanticleer en la antigua caleta Péndulo; (b) Nueva caleta Péndulo en Diciembre de 1968 (tomado de Roobol 1979).

Entre el 10 y el 17 de Marzo de 1839, la isla fue visitada por el buque norteamericano Schooner
Sea Gull cuyo capitán fue Charles Wilkes, como parte de la Expedición de exploración
norteamericana de 1838-42 (Roobol 1979), la cual amarró también en caleta Péndulo. La
contribución principal de esta expedición fue mostrar que para 1839 el área que mostraba signos de
actividad dentro de Decepción era la ladera norte del monte Kirkwood (Roobol 1979). Relatan el
haber alcanzado un cráter inundado por un lago en el cual se veían enormes cantidades de vapor.
Dada la descripción realizada por los expedicionarios, el mismo se correspondería con Cráter Lake.
Allí mismo reconocen pequeñas depresiones producto del impacto de bombas, lo que evidenciaría
algún tipo de actividad en el área antes de 1839. Un rasgo notable de esta descripción es la ausencia
de comentarios acerca de la actividad en Péndulo y en el monte Pond, habiendo amarrado el buque
en ese sitio.
Para 1956, la antigua caleta Péndulo no existía, sino que había sido completamente rellenada por
el transporte de material piroclástico, quedando en tierra firme solamente un lago que Hawkes
(1961) denominó “Relict lake” que posteriormente fue totalmente cubierto por el material de la

103
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

erupción de 1969 (Roobol 1973). Además, en 1956 ya no había evidencia de la caleta utilizada por
los cazadores de focas, ya que en ese sitio se encontraban dos maares separados de Puerto Foster por
un banco de material piroclástico de unos 13 m de altura (Roobol 1973). Por ello es posible suponer
la existencia de alguna erupción que originara dichos maares entre 1829 y 1956. Como se mencionó
anteriormente para 1839 la actividad se encontraba sobre el monte Kirkwood, por ello es posible
suponer que esta erupción ocurrió antes de 1839 o quizás la actividad en el área retornó poco
después de la erupción de 1842 acontecida en la parte sur de la isla.
En el mapa de Kendall (1831) (Fig.4.34) la costa que nace desde el glaciar Negro y la costa de
bahía Balleneros, se unían según un ángulo aproximadamente recto (Roobol 1973) y se podía
apreciar unos metros hacia el norte, un cráter semi-circular inundado abierto hacia Puerto Foster.

a)

b)

Fig. 4.34: Modificaciones de la superficie en el sector de bahía Balleneros. (a) Mapa topográfico de isla Decepción,
realizado por Kendall durante la expedición del Chanticleer en 1829 (tomado de Kendall 1831); (b) Variaciones en la línea
de costa debido a posibles erupciones durante 1829-1906 (modificado de Roobol 1973).

104
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

Pero en las fotografías aéreas de 1956, ambas costas se disponen casi de forma paralela y este
antiguo cráter ya no se observa de forma tan definida sino más bien muestra evidencia de haber sido
parcialmente rellenado con material piroclástico y hasta incluso puede observarse la presencia del
frente del glaciar en ese sitio. Este nuevo diseño del área se debe al desarrollo de la península del
lago Kroner, la cual consiste de material piroclástico (Roobol 1973). Este material junto a los
cráteres del lago Kroner y el ubicado inmediatamente al norte de la misma, deben haberse originado
por una erupción entre los años 1829 y 1906, debido a que en este último año es cuando la ballenera
noruega comenzó su funcionamiento (recién en 1910 se establece la estación ballenera permanente,
que solo funcionaba durante los meses de verano) y además fue cuando la expedición antártica
francesa (1908-1910) pasó por el área y denominó bahía Balleneros a este rasgo por la presencia de
la factoría (Charcot 1910). Debido a la presencia de ambos cráteres, esta erupción puede haber
tenido dos zonas de emanación de material.
Smiley (en Wilkes 1844) dice haber contado en Febrero de 1842 trece volcanes activos en el
extremo sur de la isla. Al respecto, Hawkes (1961) afirma que hay evidencias que las lavas más
jóvenes son las del monte Kirkwood, las cuales afloran a lo largo de todo el lado sur de la isla y se
encuentran asociadas a los conos de escoria hallados sobre la pendiente norte de este monte (Roobol
1973). Al comparar el mapa de Kendall con las fotografías aéreas de 1956, se observa que en la
actualidad la costa norte del monte Kirkwood se encuentra más suavizada, que los montes marcados
por él ya no son visibles como así tampoco el afloramiento de lavas, el cual se encuentra
actualmente cubierto. Además en el mapa de Kendall tampoco es posible observar Crater Lake,
sobre el cual desemboca uno de los flujos de lava de la erupción de 1842. Esto puede deberse a que,
desde Puerto Foster, el mismo no es visible. Por lo mencionado, se puede suponer que la cubierta de
material piroclástico que ha suavizado el relieve en esta zona fue arrojada después de 1829. Quizás
este material fue emitido desde los conos de escoria ubicados sobre el monte Kirkwood durante la
erupción de 1842.
Un rasgo destacable es el valle amplio y profundo de fondo plano situado al oeste de la base
española “Gabriel de Castilla”, denominado valle del Mecón. El mismo está construido a través de
potentes depósitos de lapillis y cenizas productos de las erupciones post-caldera, y se encuentra
ocupado en la actualidad por un pequeño curso entrelazado. Este valle tiene su área fuente en el
margen de la caldera, que es una ladera muy empinada, cuyo curso se encuentra cubierto por finas
lavas post-caldera y por tefras. Las dimensiones del valle del Mecón hacen presumir que el mismo

105
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

fue originado durante un periodo de mayor aporte de agua superficial (lahar) producto de una
erupción dada debajo del glaciar ubicado en el monte Kirkwood, la que también posiblemente haya
dado posteriormente origen a las mencionadas lavas y tefras (Smellie 2002a) (por analogía con los
lahares acontecido durante la erupción de 1969). Es decir, puede tener su origen asociado a la
erupción de 1842. Asociado a este mismo fenómeno, se observa que las lavas que alcanzaron Cráter
Lake, lo hicieron a través de un profundo y amplio valle fluvial, el cual puede haberse originado
debido a una gran disponibilidad de agua producto quizás de esta misma erupción subglacial.
Durante el verano de 1913-1914, Ferguson (1921) visita Decepción y describe un cuerpo de agua
elongado ubicado al norte de la isla, sobre la parte interna, cuya agua se encuentra moderadamente
caliente. Además remarca que es la única evidencia en la isla de actividad volcánica. Por su parte
Roobol (1979) interpreta esta descripción y la fotografía mostrada por Ferguson, y la atribuye al
cráter de explosión ubicado sobre un cono piroclástico al noreste de Cross Hill. Lo llamativo de la
descripción realizada por Ferguson (1921) es la no mención de las áreas volcánicamente activas
como Balleneros o Péndulo, mencionadas y descriptas por los autores que han visitado la isla antes
que él. Roobol (1979) presenta una posible explicación frente a esta ausencia basándose en el
trabajo de Orheim (1972a) sobre los depósitos piroclásticos hallados en la estructura interna de los
glaciares de la isla. Orheim reconoce seis erupciones piroclásticas durante el período 1912+5 a
1917+3, las cuales no fueron reconocidas por el personal de la estación ballenera quizás por haberse
producido durante los meses de invierno (Roobol 1979). Como Ferguson (1921) visitó Decepción en
el período marcado por Orheim (1972a), es probable que haya llegado a la isla luego de las
erupciones, cuando el magma ya no se encontraba tan superficialmente y por ello no observó áreas
con actividad fumarólica. El cráter con agua a temperaturas elevadas podría estar representando en
realidad el sitio de emanación del material volcánico (Roobol 1979).
Otra erupción por debajo del glaciar ubicado sobre el monte Pond parecería haber ocurrido entre
1931 y 1956 (Pallás et al. 2001). Escorias rojas y grises de aquella erupción han sido mapeadas por
Hawkes (1961), y son posibles observarlas a elevadas cotas sobre el glaciar en las fotografías aéreas
tomadas en 1956. Debido a las características estrombolianas de estas tefras, se piensa que la
erupción fue similar a la acontecida en 1969, y representaría un precursor localizado en las mismas
fisuras (Smellie 2002b). A su vez, la base chilena fue construida sobre un antiguo abanico aluvial
que parcialmente rellenó los alrededores del cráter de Crimson Hill. Este mismo, es parte de un gran
cono de cenizas datado por observaciones históricas en los primeros estadíos del siglo XIX (Roobol

106
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

1979). Por ello este abanico aluvial es más joven que el cráter de Crimson Hill, y podría haberse
originado durante la posible erupción ocurrida entre 1931 y 1956 en el monte Pond (por analogía
con los abanicos aluviales originados en caleta Péndulo durante la erupción de 1969). Además, el
sistemas de cárcavas localizados sobre el glaciar del monte Pond dispuestas perpendicularmente a
las fisuras de la erupción de 1969, también es posible identificarlo ya en las fotografías aéreas de
1956 (Smellie 2002b). Esto indicaría que ellas son un rasgo relíctico de una erupción previa, que
también podría haber utilizado las mismas fisuras que la erupción de 1969 para la expulsión del
material.
Durante la erupción de 1970, el nuevo cráter originado más hacia el noreste de la isla, con 300 m
de diámetro y 150 m de profundidad, afectó el frente del glaciar ubicado sobre Goddard Hill (Baker
et al. 1975). La explosión tuvo lugar a través de al menos 100 m de hielo (Orheim 1972b, Baker et
al. 1975). Baker et al. (1975) indica que el piso del cráter generado al pie de Goddard Hill durante
la erupción de 1967 fue cubierto por un flujo de detritos en los estadíos finales de la erupción de
1970. El disparador de ese flujo no fue indicado, pero la fusión del hielo del glaciar ubicado por
encima del cráter es la única fuente posible para el gran volumen de agua necesario para movilizar y
transportar los detritos (Smellie 2002b).
Orheim (1971b) a través del estudio estratigráfico de los glaciares, identificó depósitos
piroclásticos de ocho erupciones volcánicas, más otros siete depósitos cuestionables en su origen, en
el frente de un glaciar cortado por un cráter. Considerando además otras seis posibles erupciones
halladas con la misma técnica en otra fisura glacial, el autor propone que estos depósitos muestran
un patrón cíclico en la actividad volcánica en los últimos 200 años, caracterizado por varias
erupciones dentro de una década seguidas por varias décadas sin actividad. Obviamente este análisis
solo es tentativo y evidenciaría la cantidad mínima de erupciones que pueden haber ocurrido, ya que
los depósitos piroclásticos podrían estar indicando solamente las erupciones ocurridas en un área
cercana o en las cuales el viento ha depositado ese material allí.

4.3. Cambios morfológicos post-erupción 1970

Lago Escondido, como se mencionó en el marco regional, se corresponde con uno de los maares
generados durante la erupción de 1970. El mismo se encontraba separado de Puerto Foster por una

107
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

porción de tierra de 50 m de longitud, 2 m de altura sobre el nivel del mar y 2 metros de ancho,
aunque su nivel mostraba variaciones asociadas a las mareas (Fig.4.35). Durante la campaña de
verano del año 2006, se observó que existía una conexión entre este lago y Puerto Foster, la cual no
existía en la campaña anterior. Esta pequeña abertura debe su origen seguramente al retrabajo
ejercido por las olas durante las tormentas sobre la estrecha separación de tierra, aunque no se puede
despreciar alguna relación con el trabajo erosivo que genera la formación y el movimiento del hielo
marino.

a) b)

c) d)

Fig.4.35: Lago Escondido. (a) y (b) Antes de la apertura y conexión con Puerto Foster (tomado de González-Ferrán et
al. 1971). (c) Después de la conexión con Puerto Foster, y (d) Detalle de la zona de apertura.

La albufera localizada junto a la base Argentina Decepción (Fig.4.36), que anteriormente se


encontraba unida a Puerto Foster a través de un estrecho canal de marea al norte de cerro Caliente,
fue finalmente anexada a Puerto Foster durante el año 2013. La nueva conexión presenta varios
metros de espesor y se localiza próximo a la caseta de emergencia de la base. Se cree que los
procesos que han provocado este cambio, son similares a los que unieron el lago Escondido con
bahía Teléfono.

108
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

a) b)

c) d)

Fig.4.36: Albufera aledaña a la base Argentina “Decepción”. (a) y (b) Muestran como era la comunicación hasta el 2013
entre la albufera y bahía Fumarolas, con el canal de marea. (c) y (d) Muestran la conexión actual entre la albufera y las
aguas de Puerto Foster.

Al sur de los restos de la base chilena, por detrás de Crimson Hill, existe un glaciar cubierto que
podría presentar evidencias de movimiento (Fig.4.37). En las fotografías aéreas de 1956 puede verse
por delante de su frente la presencia de un lago, el cual sería relíctico de la antigua caleta Péndulo.
En las fotografías de 1968 todavía se lo puede observar, pero sus dimensiones se han visto
reducidas. Ya para 1979 se encontraba reducido a una laguna y para el 2007 ha desaparecido
totalmente debido a que el frente de hielo ha alcanzado la ladera este de Crimson Hill. Como puede
verse en el mapa geomorfológico realizado en este trabajo, la cabecera del glaciar fue afectada por la
erupción de 1970, la que generó algunos cráteres de explosión sobre ella. Además, la deformación
InSAR en este sitio (Jorge et al. 2011) evidencia un proceso de subsidencia en esta área. Como
consecuencia, se propone que el avance evidenciado a través de las diferentes imágenes puede ser

109
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

resultado de una pérdida de masa del glaciar, debido a la desconexión con su zona de acumulación
dada por la erupción volcánica de 1970.

a) b)

c) d)

Fig.4.37: Glaciar cubierto ubicado al este de Crimson Hill. En naranja se delimita al cuerpo de agua. (a) Fotografía aérea
de 1956; (b) Fotografía aérea de 1968; (c) Fotografía aérea de 1979; y (d) Imagen QuickBird del 2007.

110
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

4.4. Discusión

Resultados interesantes han sido obtenidos en lo relativo a diferenciar entre las geoformas que
evidencian la presencia de permafrost en el subsuelo y aquellas formas periglaciales que no están
relacionadas con la ocurrencia del mismo (Black 1976; Washburn 1979; Harris 1982; Karte 1983;
Clark 1988; Bockheim 1995; Barsch 1996; French 2007, López-Martínez et al. 2012). En este
trabajo, la ausencia del desarrollo de glaciares rocosos, de suelos ordenados con buen desarrollo
vertical y de lóbulos de protalud, no permiten la inferencia de condiciones relacionadas con la
ocurrencia de permafrost en profundidad (Black 1976; Barsch 1978, 1996; Harris 1982; Karte 1983;
Clark 1988). Aun así, la presencia de geoformas vinculadas con los mecanismos de geliflucción y
levantamiento criogénico, evidencian el desarrollo de ciclos de congelamiento y descongelamiento
estacionales (Matsuoka 2001; Harris et al. 2008, 2009), los cuales juntamente con los resultados
obtenidos de los relevamientos geofísicos (Vieira et al. 2006, Hauck et al. 2007, Goyanes et al.
2014b) y del monitoreo térmico en la isla (Ramos et al. 2007, 2009, 2012, Vieira et al. 2010,
Goyanes et al. 2014a) permiten confirmar la presencia de suelos congelados en Decepción.
Lo más destacable de reconocer la presencia de permafrost en la isla, es que durante el verano
austral, debido a que los valores de la temperatura del aire son superiores a 0 ºC, se producirá el
desarrollo de una capa activa (French 2007). La misma desempeñará un rol importante en el
desarrollo de las geoformas superficiales, debido a que controlará las líneas de escurrimiento
superficial, la estabilidad de las laderas, la cantidad de humedad en el suelo, entre otras variables
(Vieira et al. 2008).
Como fuera evidenciado por López-Martínez y Serrano (2002), Decepción presenta el dominio de
las formas glaciales y volcánicas por sobre las demás, debido a que más de la mitad de la isla se
encuentra englazada y por la actual y reciente actividad volcánica. Por este motivo es común el
desarrollo de maares, cráteres, flujos de lava, conos de cenizas y tobas por un lado, y por el otro la
ocurrencia de glaciares descubiertos, cubiertos, depósitos morénicos y planicies glacifluviales.
Debido a la interacción existente entre ambos fenómenos, es común observar hielos muertos y
depósitos de lahares en determinados sitios de la isla (Orheim 1970).
El ambiente periglacial de la Antártida marítima en las islas Shetland del Sur, dominado por una
fuerte influencia oceánica, se encuentra afectado por procesos nivales, la existencia de una cobertura
nival durante el invierno, su fusión y de la capa superficial del permafrost durante el verano, y por la

111
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

disponibilidad de agua en estado líquido (López-Martínez et al. 2012). Además, la elevada


porosidad de los sedimentos piroclásticos que favorecen la rápida infiltración del agua de fusión,
junto al reducido espesor de deshielo superficial del permafrost, provocan que este último se
encuentre siempre en un estado saturado, generando de esta forma una gran variedad de procesos
morfodinámicos como los flujos de detrito y de barro, las laderas y terrazas-lóbulos de gelilfucción
y el desarrollo de suelos ordenados y de terrenos ondulados.
Además, el hecho de que durante el período de verano se produzca la fusión tanto de la nieve
como de la capa activa, genera al inicio de esta estación grandes volúmenes de agua, los cuales al
verse inhibidos de infiltrarse, comienzan a escurrirse superficialmente (López-Martínez y Serrano
2002). Este escurrimiento se realiza tanto en forma de manto como concentrado a lo largo de canales
efímeros, transportando grandes cantidades de sedimentos ladera abajo (Inbar 1992). Este fenómeno
es el responsable de la generación de las laderas de escorrentía, de los glacis de acumulación, de los
abanicos aluviales, y en los sectores donde se dan las condiciones necesarias para la acumulación de
la misma, culmina originando lagos y lagunas estacionales (Drago 1987, 1989).
Por su parte, el desarrollo de ciclos de congelamiento y descongelamiento, de forma conjunta con
la gran cantidad de afloramientos rocosos, favorecen el desarrollo de la gelifracción. Este fenómeno
aporta material que finalmente es retrabajado por la gravedad, dando origen a taludes, caídas de
rocas, laderas con bloques y conos de detritos, de igual forma a la mencionada por López-Martínez
et al. 2012, en otras islas del archipiélago de las Shetland del Sur.
La circulación atmosférica ha evidenciado ejercer un control muy fuerte sobre las formas halladas
en la isla (Shultz 1972, Igarzabal 1974, López-Martínez y Serrano 2002). La misma, se ve
favorecida debido a la gran disponibilidad de materiales a movilizar, aportado por las erupciones
recientes. De esta forma es común el desarrollo de dunas piroclásticas y de superficies lag. A su vez,
los vientos también transfieren energía al mar generando las olas (Phillips l957, Miles 1957), las que
finalmente modelan tanto la costa interna como la externa originando la plataforma de abrasión, los
acantilados y las playas.
El monitoreo de los cambios en la superficie hacen posible la detección de la degradación del
permafrost, como ya ha sido mencionado para la isla Decepción, donde recientemente se han
identificado terrenos ondulados, depresiones de thermokarst y flujos de detritos (Vieira et al. 2008).
El hecho de que se trate de un volcán en actividad (Smellie y López-Martínez 2002), y que la zona
haya sido una de las que ha evidenciado un aumento drástico en las temperaturas del aire en los

112
Capítulo 4. Análisis geomorfológico de la isla Decepción Gabriel A. Goyanes

últimos años (Turner et al. 2005, 2007), hace imprescindible el estudio de la génesis de la geoformas
intentando dilucidar si la misma responde a cambios en las condiciones climáticas o si se deben a la
actividad hidrotermal, geotérmica y volcánica del aparato volcánico. En los capítulos siguientes se
tratará de dar respuesta a estos interrogantes.

113
Capítulo 5

ANÁLISIS DE LOS SITIOS DE


MONITOREO DEL PERMAFROST Y DE
LAS VARIABLES METEOROLÓGICAS
LOCALES
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

5.1. Distribución del permafrost y estado térmico de su parte superior

Utilizando metodologías similares a las aplicadas en el Ártico, el permafrost continuo fue limitado
por la isoterma de -8 ºC en la temperatura media anual del aire, mientras que el discontinuo por la
isoterma de -1 ºC (Bockheim 1995, Bockheim et al. 2008). Trabajos más recientes, validan esta
propuesta del límite septentrional del permafrost discontinuo, ya que solamente aparece en la
península Antártica y en las islas cercanas (Serrano y López-Martínez 2000, Vieira et al. 2006,
2008). La importancia del estudio de este tipo de permafrost radica en que es más susceptible a los
efectos de las alteraciones climáticas, por encontrarse a temperaturas próximas a las de fusión del
hielo (1-2 ºC) (André y Anisimov 2009). En las islas Shetland del Sur el permafrost discontinuo se
encuentra por debajo de los 150-200 m y es esporádico a nivel del mar (Bockheim et al. 2013)
variando levemente de un sitio a otro (Yermolin y Silva Busso 2008). Por su parte, el espesor del
suelo congelado presenta gran variabilidad en la región, alcanzando valores de entre 20-100 m en
isla Rey Jorge (25 de Mayo) y 25 m en Livingston, con espesores de capa activa de entre 0,50-1,80
m y 0,30-1,00 m, respectivamente (Bockheim et al. 2013). En isla Media Luna el espesor de
descongelamiento estacional es de entre 0,10-0,50 metros (Araya y Hervé 1966).
Las primeras menciones acerca de la presencia del permafrost en isla Decepción se deben a Corte
y Somoza (1954), quienes mencionan que debido a los fenómenos volcánicos (fumarolas y suelos
calientes) los valores de espesor de este suelo congelado deben mostrar grandes variaciones
espaciales. Al respecto Kläy (1970) estima que por debajo de la superficie de la isla el permafrost
presenta un espesor que ronda entre los 0,30 y los 2 metros. Posteriormente diversos fueron los
autores que describieron la presencia de estos suelos congelados a lo largo de toda la isla, incluso a
cotas muy bajas, desapareciendo en las playas y en las áreas con anomalías geotérmicas. Asimismo
detallan que su capa activa presenta espesores que rondan entre los 10 y los 120 centímetros (Corte
y Somoza 1954, Baker y Roobol 1975, Criado et al. 1992, López-Martínez et al. 1996, López-
Martínez y Serrano 2002, Serrano et al. 2002, Vieira et al. 2008). Posteriormente, los relevamientos
geofísicos, las trincheras y los sondeos instalados en la isla, corroboraron la presencia del permafrost
(López-Martínez y Serrano 2002, Vieira et al. 2008, Bockheim et al. 2013). El bajo espesor de capa
activa es generalmente atribuido al tipo de litología y al contenido de humedad total del suelo
existentes en la superficie de la isla (López-Martínez y Serrano 2002, Vieira et al. 2008) que, por su
elevada porosidad y condiciones litológicas favorable para la formación de hielo de segregación,

115
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

favorecen la formación de un permafrost rico en hielo (Fig.5.1). Por su parte, el espesor de este
suelo congelado, se estima que es de solamente entre 3 y 25 metros (Corte y Somoza 1954, López-
Martínez et al. 1996, Serrano y López-Martínez 2000, Ramos et al. 2007, 2012, Vieira et al. 2008).
Esta reducida potencia se atribuye generalmente al elevado flujo geotérmico de la isla.

Fig.5.1: Fragmento de suelo congelado, nótese su alto contenido en hielo.

A continuación se caracterizará el estado térmico y el espesor del descongelamiento estacional,


desde el año 2009 hasta el 2014, con la información obtenida de los diferentes sitios de monitoreo.

5.1.1. Temperatura superficial y del aire

La temperatura media anual del aire (MAAT) durante el periodo analizado en el sitio CALM-S
Irizar ha variado interanualmente, en un rango comprendido entre los -3,6 ºC y los -2,3 ºC,
alcanzando su menor valor durante el año 2009 y el mayor en el 2010 (Tabla 5.1) (Fig.5.2). La
temperatura mensual máxima fue de 3,5 ºC relevada durante el verano austral del 2011, mientras
que la mínima alcanzó los -9,2 ºC durante el invierno del mismo año. Este contraste entre la máxima
temperatura y la mínima, provocó que para el 2011 se alcance el mayor rango anual del periodo

116
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

estudiado. La temperatura media de verano osciló entre los 2,3 ºC y los -2,1 ºC, mientras que la de
invierno lo hizo entre los -4,5 ºC y los -7,9 ºC.

Tabla 5.1: Estadísticas de las temperaturas del aire y superficial (ºC) en el sitio CALM-S Irizar. MAAT = temperatura
media anual del aire, MAGST = temperatura media anual superficial, MSAT = temperatura media del aire en verano,
MWAT = temperatura media del aire en invierno, MAX = temperatura media mensual máxima, MIN = temperatura
media mensual mínima.

2009 2010 2011 2012 2013


MAAT -3,6 -2,3 -3,1 -3,2 -3,2
Max 0,9 -0,2 3,5 1,9 0,7
Min -7,9 -5,2 -9,2 -6,8 -8,1
Rango anual 8,9 5,0 12,7 8,7 8,8
MSAT 0,9 -0,3 0,4 2,3 -2,1
MWAT -7,8 -4,5 -7,9 -6,3 -6,5

MAGST -1,5 -2,9 -2,5


Max 1,3 2,8 3,6
Min -4,0 -8,9 -6,6
Rango anual 5,3 11,7 10,3

2009 2010 2011 2012 2013


0
Temperatura media anual

Aire Superficial
-1
(ºC)

-2

-3

-4

Fig.5.2: Temperaturas medias anuales del aire y superficial en el sitio CALM-S Irizar.

Por su lado, la temperatura media anual superficial (MAGST) consta de un período de mediciones
más acotado, ya que ha comenzado en el 2010 y durante el 2013 el sensor ha sufrido desperfectos
técnicos en el mes de febrero, con lo cual se han perdido los datos de ese año. Durante este lapso de
tiempo, la temperatura media anual se mantuvo en un rango entre -2,9 ºC y -1,5 ºC, alcanzando el
menor valor durante el 2011 y el mayor durante el 2010 (Fig.5.2). La temperatura mensual máxima

117
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

fue de 3,6 ºC relevada durante el verano austral del 2012, mientras que la mínima alcanzó los -8,9 ºC
en el invierno del 2011. Al igual que en la temperatura del aire, el mayor rango anual se halló en el
2011.
Las marchas anuales, tanto de la temperatura del aire como de la superficial, evidencian dos
periodos muy contrastantes, uno donde la temperatura se encuentra por encima de los 0 ºC y otro
donde la misma está por debajo, el de fusión y el de congelamiento respectivamente (Fig.5.3). En lo
que respecta a la temperatura del aire, el período de fusión ha variado interanualmente,
restringiéndose a los meses de diciembre a febrero, con las mayores temperaturas halladas durante el
mes de enero. Por su parte en la temperatura superficial esta fase se extiende desde diciembre a
marzo. La época de congelamiento se extiende desde marzo a noviembre para la temperatura del
aire y desde abril a noviembre para la superficial, hallándose los menores valores de temperatura
durante los meses de julio y agosto. La observación de ambas marchas anuales también evidencia
que la temperatura del aire siempre tomó valores más bajos que la superficial a lo largo del periodo
analizado, incrementándose su diferencia hacia los meses de invierno. La excepción es el invierno
del 2011 donde las temperaturas han sido similares. Rasgo destacable es el leve incremento relativo
de temperatura, de alrededor de 1 ºC, que se produce entre abril y junio, el cual se refleja tanto en el
aire como en superficie.

4
Aire Superficie
2
Temperatura media mensual

-2
(ºC)

-4

-6

-8

-10
ene-09 jul-09 ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 ene-14

Fig.5.3: Temperaturas medias mensuales del aire y superficial medidas en el sitio CALM-S Irizar, desde Enero del 2009
hasta Enero del 2014.

5.1.2. Régimen térmico de la capa activa

118
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Las marchas anuales a diferentes profundidades, en ambas perforaciones del sitio CALM-S Irizar,
también evidencian los períodos de congelamiento y descongelamiento recién mencionados
(Fig.5.4). El primero de ellos va desde diciembre a marzo, hallándose las mayores temperaturas
durante el mes de enero. Las mismas se encuentran entre los 1 y los 3,5 ºC hasta profundidades de
30 cm, mientras que hacia el fondo del sondeo se mantienen a aproximadamente 0 ºC. Las mayores
temperaturas fueron medidas durante enero del 2012, alcanzando los 3,5 ºC. Por el contrario, el
período de congelamiento comienza en abril y se extiende hasta noviembre, con los valores más
bajos hallados en julio-agosto. Las temperaturas rondan entre los -5 y los -8 ºC hasta 30 cm de
profundidad, mientras que la parte inferior del sondeo presenta siempre temperaturas de entre 1 a 2
ºC superiores a las mencionadas. Las menores temperaturas fueron medidas durante julio del 2011
alcanzando los -8 ºC. Rasgo particular es lo acontecido en el régimen térmico durante el año 2010.
Aquí las temperaturas en los meses de verano no han sido tan elevadas en zonas superficiales,
superando levemente los 2 ºC. Las temperaturas por debajo de 0 ºC han comenzado en los primeros
días del mes de marzo, pero no se han hallado valores tan bajos cercanos a la superficie durante el
invierno, alcanzando solamente los -4 ºC. Las temperaturas muestran un ascenso hacia fines de
septiembre, iniciándose el período de deshielo tempranamente a mediados de octubre.
Al igual que en la temperatura del aire y la superficial, en las marchas anuales del sondeo, con la
excepción de aquel sensor ubicado a los 80 cm de profundidad, puede observarse el leve incremento
relativo de la temperatura, de alrededor de 1 ºC, que se produce entre abril y junio.

4 -5 cm -10 cm -15 cm -20 cm -40 cm -80 cm


Temperatura media mensual

2
0
-2
(ºC)

-4
-6
-8
-10
a) ene-09 jul-09 ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 ene-14

119
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Temperatura media mensual 4 -5 cm -10 cm -15 cm -20 cm -40 cm -80 cm


2
0
-2
(ºC)

-4
-6
-8
-10
b) ene-09 jul-09 ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 ene-14

Fig.5.4: Temperatura media mensual del suelo a diferentes profundidades en el sitio CALM-S Irizar. (a) BH1. (b) BH2.

Al considerar el régimen térmico del sitio Refugio Chileno, se observa un notable contraste con el
mencionado en el sitio Irizar. Las temperaturas medias mensuales presentan un rango más acotado,
permaneciendo entre los 2,5 y los -1,5 ºC (Fig.5.5). Pese a esto, se diferencian los periodos de
congelamiento y descongelamiento. El primero de ellos se comporta de forma similar al observado
en el sitio Irizar, alcanzando temperaturas máximas de 2-2,3 ºC, con la máxima temperatura medida
en enero del 2012. Por el contrario el período de fusión se comporta de forma muy diferente, donde
solamente los primeros 20 cm del sondeo presentan temperaturas inferiores a 0 ºC, pero que rara vez
distan de este valor. La mínima temperatura fue obtenida en agosto del 2011 y alcanzó los -1,43 ºC.
La parte inferior del sondeo comprendida entre los 40 y los 80 cm de profundidad, ha permanecido a
lo largo de todo el periodo analizado en los 0 ºC.

3
-5 cm -10 cm -15 cm -20 cm -40 cm -80 cm
Temperatura media mensual

1
(ºC)

-1

-2

-3
ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12

Fig.5.5: Temperatura media mensual del suelo a diferentes profundidades en el sitio Refugio Chileno.

120
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

5.1.3. Espesor de descongelamiento estacional

El espesor de descongelamiento estacional (EDS) en el sitio Irizar mostró gran variabilidad


espacial y temporal a lo largo de los años medidos, con espesores medios que van desde los 46 a los
67 cm (Desviación Estándar (DS) de 6,34 cm y 5,97 cm respectivamente) (Fig.5.6-a). De la
medición realizada durante el verano austral del 2010-2011 (Fig.5.6-b), se desprende que el
descongelamiento de esta capa superficial ocurre de forma más acelerada durante el mes de enero
hasta alcanzar aproximadamente su valor máximo. Posteriormente, durante finales de enero y en el
mes de febrero el descongelamiento progresa muy lentamente en profundidad. El CALM-S Irizar
presentó un patrón de deshielo que se repitió a lo largo de los años y que se establece
tempranamente al comienzo de la estación de fusión, con su parte menos profunda ubicada hacia el
monte Irizar y a lo largo de dos depresiones ubicadas al noroeste y al suroeste (Fig.5.7). Allí aún en
la estación de verano es posible observar un reducido espesor de nieve acumulada. Hacia ambos
lados de esta depresión se encuentran los mayores valores de EDS. Este patrón general es también
identificable en los años 2009 y 2012, en los que el EDS alcanzó los máximos valores del período
estudiado, aunque el rasgo correspondiente a las depresiones es muy difuso.
Al considerar el EDS en el sitio CALM-S Cráter Lake, se observaron espesores medios que van
desde los 35,5 (DS 2,5 cm) en el 2006 hasta los 23,1 cm (DS 4,3 cm) en el 2014 (Fig.5.6-a),
mostrando una leve tendencia a la disminución dentro del período analizado. Esta tendencia debe ser
considerada con mucha precaución debido al corto intervalo de observación y porque las mediciones
realizadas no siempre se hacen en las mismas fechas. Al igual que en el sitio Irizar, de la medición
realizada durante el verano austral del 2010-2011 (Fig.5.6-b), se desprende que el descongelamiento
de la capa activa ocurre rápidamente durante el mes de enero hasta alcanzar aproximadamente su
valor máximo. En este caso durante finales del mes de enero y febrero el espesor de
descongelamiento estacional se mantuvo constante. El patrón de deshielo ha variado a lo largo de
los años y las únicas características repetitivas son los menores espesores de capa activa medidos en
el centro-norte del sitio, en coincidencia con un alto topográfico (Fig.5.8). Al igual que en Irizar,
este patrón ya se establece al inicio de la época de descongelamiento. Rasgo destacable son los
espesores medidos desde el año 2011 hasta el 2014. Aquí se observó que los menores espesores se

121
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

hallaron sobre la parte sur-sureste del sitio, seguramente debido a la potente cobertura de nieve que
permaneció en el lugar hasta finales del verano durante ese período.

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 30/12/10 14/01/11 29/01/11 13/02/11
-10 -10
Espesor de deshielo (cm)

Espesor de deshielo (cm)


-20 -20

-30 -30

-40 -40

-50 -50
CALM-S Cráter CALM-S Irizar
Lake
-60 -60
CALM-S Cráter
CALM-S Irizar
Lake
-70 -70
a) b)
Fig.5.6: (a) Espesores de descongelamiento estacional medidos al final del verano austral en los sitios CALM-S Irizar y Cráter
Lake. (b) Espesores de descongelamiento estacional medidos a lo largo del verano austral 2010-2011 en ambos sitios CALM-S.

13/02/2009

a) b)

122
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

29/01/2010 01/02/2011

c) d)

22/02/2012 31/01/2013

e) f)
05/02/2014

cm

g)
123
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Fig.5.7: (a) Mapa topográfico del sitio CALM-S Irizar con equidistancia de un metro. (b), (c), (d), (e), (f) y (g) Distribución de
los espesores de descongelamiento estacional dentro del sitio CALM-S Irizar desde el año 2009 hasta el 2014.

12/02/2006

a) b)
26/01/2007 15/02/2008

c) d)

124
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

15/02/2009 30/01/2010

30/01/2011 21/01/2012

g) h)

125
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

01/02/2013 06/02/2014

i) j)
cm

Fig.5.8: (a) Mapa topográfico del sitio CALM-S Cráter Lake con equidistancia de 0,2 metros. (b), (c), (d), (e), (f), (g), (h), (i) y
(j) Distribución de los espesores de descongelamiento estacional dentro del sitio CALM-S Cráter Lake desde el año 2006 hasta
el 2014.

Al considerar las mediciones realizadas desde el 2008-2009 hasta la actualidad en los sitios mini-
CALM, se observa un mismo patrón de aumento del EDS durante cada estación de deshielo, a lo
largo de toda la ladera (Fig.5.9), con los mayores valores alcanzados en la zona topográficamente
más baja (CLC-1) y los menores a mayor cota (CLC-4). Los sitios CLC-2 y CLC-3 muestran un
comportamiento similar con leves diferencias, pese a estar ubicados a diferentes cotas. Al analizar
los sitios expuestos al norte y sur, el primero de ellos presenta mayores valores de ALT que el
expuesto al sur. Este último, generalmente se encuentra cubierto de nieve aún en los primeros días
del mes de enero, o hasta incluso hacia finales de ese mes y comienzos de febrero.
La temperatura superficial fue medida de forma discontinua en todos los sitios mini-CALM y
evidencia el mismo patrón altitudinal observado en el espesor de descongelamiento (Fig.5.10-a). Es
decir, el sitio CLC-4 muestra las menores temperaturas debido a su mayor cota, mientras que la
temperatura superficial aumenta conforme se desciende en altura. De aquellos sitios Expo-S y Expo-
N es difícil realizar observaciones precisas, debido a que el registro en el primero de ellos se
encuentra incompleto ya que no pudo ser retirado del terreno por estar cubierto bajo un espeso
manto de nieve y hielo. Pero este suceso podría explicar porque durante la segunda mitad del 2012,

126
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

la temperatura superficial sube más rápidamente en el sitio Expo-N que en Expo-S (Fig.5.10-b), ya
que aún durante los meses del verano del 2013, en este lugar se observaba una potente cubierta nival
la que funcionaría como nivel aislante.

2008-2009 2008-2009
29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb 29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb
0 0

Espesor de capa activa


Espesor de capa activa

CLC-1 CLC-2
-20 -20
CLC-3 CLC-4
Expo-N Expo-S
-40 -40

(cm)
(cm)

-60 -60

-80 -80

-100 -100

2009-2010 2009-2010
29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb 29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb
0 0
Espesor de capa activa
Espesor de capa activa

CLC-1 CLC-2
-20 -20
CLC-3 CLC-4 Expo-N Expo-S
-40 -40
(cm)
(cm)

-60 -60

-80 -80

-100 -100

2010-2011 2010-2011
29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb 29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb
0 0
Espesor de capa activa
Espesor de capa activa

CLC-1 CLC-2
-20 -20
CLC-3 CLC-4

-40 -40
(cm)
(cm)

Expo-N Expo-S
-60 -60

-80 -80

-100 -100

127
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

2012 2012
29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb 23-feb 29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb 23-feb
0 0
Espesor de capa activa

Espesor de capa activa


CLC-1 CLC-2
-20 -20
CLC-3 CLC-4 Expo-N Expo-S
-40 -40
(cm)

(cm)
-60 -60

-80 -80

-100 -100

2012-2013 2012-2013
29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb
29-dic 05-ene 12-ene 19-ene 26-ene 02-feb 09-feb 16-feb
0
0
Espesor de capa activa

Espesor de capa activa


CLC-1 CLC-2
-20 -20
CLC-3 CLC-4
Expo-N Expo-S
-40 -40
(cm)

(cm)
-60 -60

-80 -80

-100 -100

Fig.5.9: Espesores de descongelamiento estacional medidos en los sitios mini-CALM. (izq) A lo largo de la ladera del
cerro de la Cruz a diferentes cotas. (der) Sitios ubicados a la misma cota pero con diferente exposición.

6 6
CLC-1 CLC-2 CLC-3 CLC-4 Expo-N Expo-S
4 4
Temperatura media mensual

Temperatura media mensual

2 2
superficial (ºC)

superficial (ºC)

0 0

-2 -2

-4 -4

-6 -6

-8 -8

-10 -10
a) ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 b) ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13

Fig.5.10: Temperatura media mensual superficial de los sitios mini-CALM desde el año 2011 hasta el 2014. (a) Sitios ubicados
sobre la misma ladera del cerro de la Cruz a diferentes cotas. (b) Sitios ubicados a la misma cota pero con diferente exposición.

128
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

5.1.4. Espesor y distribución de nieve

Los resultados obtenidos a partir del nivómetro ubicado en el sitio CALM-S Irizar (Fig.5.11)
evidencian que la cubierta nival a lo largo del período considerado ha variado interanualmente tanto
en el espesor acumulado como en la época en la cual se depositó. Durante el año 2009, a partir de
mayo y hasta fines de octubre una delgada cubierta de nieve que rara vez ha superado los 10
centímetros cubrió el sitio. La misma, tampoco ha sido constante en el tiempo. Otros episodios de
nevadas de menor magnitud y preservación se observan en los meses de abril y noviembre.
Por el contrario, durante el 2010, la cubierta de nieve se prolongó desde finales del mes de abril
hasta los primeros días de diciembre. Su espesor permaneció constante durante este período, con una
altura promedio de 20 cm, y con varios episodios en los meses de invierno donde se alcanzaron los
40 cm.
En el 2011, se diferencian dos períodos donde se ha producido la acumulación de nieve, desde
mediados de agosto a mediados de septiembre y de mediados de octubre hasta el principio de
diciembre. En el primero de ellos, la cubierta nival ha sido discontinua y no superó los 10 cm de
espesor. Por el contrario durante el segundo periodo, la cubierta ha sido casi constante con una
potencia de 5 cm, alcanzando en varias ocasiones los 10 centímetros.
En el 2012, se reconoce un período que va desde finales de julio hasta finales de diciembre, en
donde la cubierta nival inicialmente ha sido discontinua con espesores de entre 10 y 20 cm y hacia
finales de septiembre la misma pasó a ser continua. A comienzos de la época estival, aún se
encontraban en el sitio espesores de 10 cm, los cuales han ido disminuyendo hacia finales de año.
En el 2013, la cubierta nival ha sido discontinua, no pudiéndose discriminar períodos. El máximo
espesor alcanzado fue de 10 cm. Cabe mencionar que estos valores deben ser considerados con
precaución debido a que el sensor de 40 cm ha sufrido desperfectos y por lo tanto, debido a la
metodología empleada para obtener el espesor de nieve, puede estar introduciendo errores en el
cálculo.
En base a la información brindada por las imágenes tomadas por la cámara automática, la fusión
de la nieve ocurre primero en las áreas con mayor pendiente y que se encuentran orientadas hacia el
norte. Posteriormente se fusiona aquella ubicada en las áreas costeras expuestas al norte y, a lo largo
del verano, la fusión continúa pendiente arriba, actuando sobre la nieve que se encuentra a mayores
cotas. En las superficies expuestas hacia el sur y en las depresiones, la cubierta nival permanece más

129
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

tiempo, llegando incluso a conservarse de un año a otro. A su vez, estas imágenes han permitido
corroborar los espesores de nieve estimados a través de los sensores de temperatura.

60
Espesor de nieve

50
40
(cm)

30
20
10
0
ene-09 jul-09 ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 ene-14

Fig.5.11: Espesor de nieve acumulado en el sitio CALM-S Irizar desde el año 2009 hasta el 2014.

5.2. Análisis granulométricos de los sitios CALM-S

Los histogramas de frecuencias mostrados en la figura 5.12 exponen la diferente granulometría


que presentan los sitios CALM-S Irizar y Cráter Lake. El primero de ellos evidencia una curva de
distribución unimodal (Fig.5.12-a), con la moda en el diámetro de -2φ (4 mm) correspondiéndose al
límite entre el sábulo y la grava fina. También puede observarse la asimetría positiva en la
distribución, con una cola hacia los diámetros finos. A su vez se evidencia la mala selección, debido
a lo ancho de la curva, que demuestra la gran cantidad de partículas con diferentes diámetros. La
figura 5.12-c muestra la granulometría superficial del sitio, en donde es posible observar la gran
cantidad de gravas gruesas y bloques, los cuales no fueron muestreados, pero que su presencia si
será considerada y analizada posteriormente.
Al considerar el histograma del sitio Cráter Lake (Fig.5.12-b), se observa una curva bimodal,
donde la moda principal se ubica en el diámetro de -2φ (4 mm) y la secundaria lo hace en los
diámetros inferiores a los 4,5φ (0,0442 mm), correspondiéndose con el límite sábulo-grava fina y
limos finos-arcillas, respectivamente. Al igual que en Irizar, la asimetría es positiva. La selección es
mala, aunque a diferencia del sitio Irizar, los clastos con diámetros diferentes a los de la moda no
son tan numerosos. Esto es visible en la fotografía que muestra el material superficial del sitio Cráter
Lake (Fig.5.12-d).

130
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

12 20
18
10
16
14

Frecuencia (%)

Frecuencia (%)
8
12
6 10
8
4
6
4
2
2
0 0
<4,5

<4,5
4,5
4
3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0

4,5
4
3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0
-0,5
-1
-1,5
-2
-3
-4
-5

-0,5
-1
-1,5
-2
-3
-4
-5
a) b)
Diámetro de partícula (φ) Diámetro de partícula (φ)

c) d)

Fig.5.12: Histogramas mostrando la distribución de frecuencias en el sitio (a) CALM-S Irizar y en el (b) CALM-S Crater
Lake. (c) Fotografía evidenciando la granulometría superficial del sitio Irizar. (d) Fotografía evidenciando la granulometría
superficial del sitio Crater Lake.

Al considerar el tipo de sedimento presente en la superficie de ambos sitios CALM-S (Fig.5.13) se


observan algunas diferencias. Ambos muestran diámetros que van desde el tamaño limo-arcilla hasta
las gravas finas, con la mención que en Irizar existen además gravas gruesas y bloques, los cuales no
han sido muestreados. Al igual que lo observado en los histogramas, en el sitio Irizar los sedimentos
tamaño grava fina, sábulo y arenas presentan casi el mismo porcentaje, mientras que se evidencia el
bajo contenido en materiales tamaño limo-arcilla. Por el contrario, en el sitio Cráter Lake hay un
amplio dominio de sedimentos gruesos como gravas finas y sábulo, como así también de la fracción
limo-arcilla por sobre las arenas.

131
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Grava fina Grava fina


Sábulo Sábulo
Arena muy gruesa Arena muy gruesa
Arena gruesa Arena gruesa
Arena media Arena media
Arena fina Arena fina
a) b)
Limo-Arcilla Limo-Arcilla

Fig.5.13: Gráfico de tortas mostrando la distribución del tamaño de grano en ambos sitios CALM-S. (a) Irizar. (b) Cráter Lake.

5.3. El registro del clima desde 1948 hasta la actualidad

A nivel regional, el clima en las Shetland del Sur es frío-oceánico al nivel del mar con frecuentes
lluvias durante el verano austral y un moderado rango anual de temperaturas. La temperatura media
anual es de alrededor de -2 ºC al nivel del mar con una humedad relativa muy elevada, entre un 80-
90 %, durante el período de descongelamiento estival y valores inferiores durante el invierno
(Simonov 1977, Rakusa-Susczewski 1993). Las precipitaciones son muy variables, siendo de nieve
en invierno y con episodios de lluvias durante el verano, alcanzando los 700 mm de agua
equivalente durante el año (Turner et al. 2007). Estas condiciones climáticas están dominadas por la
influencia del sistema del frente polar. Desde abril hasta noviembre, las temperaturas medias diarias
se encuentran generalmente por debajo de los 0 ºC y desde diciembre hasta marzo, las mismas
permanecen levemente sobre 0 ºC. Esto define dos estaciones contrastantes, la época de
congelamiento y la de fusión (Vieira et al. 2008).
En lo que respecta a isla Decepción, los registros sistematizados para los diversos elementos del
clima, han sido llevados desde 1949 hasta 1967, año en que la base argentina fue cerrada debido a la
actividad volcánica (Igarzabal 1974). La toma de datos se realizó en una estación localizada a los
62,983º latitud Sur y 60,567º longitud Oeste, a los 8 m.s.n.m. Actualmente se pueden descargar
estos datos del Climate Data Online (CDT) de la National Oceanic and Atmospheric Administration
(NOAA). Este registro no es continuo sino que se divide en dos periodos, desde 1949 hasta 1953 y
de 1959 a 1967, entre los cuales no se tienen datos. Las variables que se han medido en ese período

132
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

de tiempo son la temperatura, la dirección e intensidad del viento y las precipitaciones.


Posteriormente, desde el 2005 hasta la actualidad, estas variables han sido medidas por la Agencia
Española de Meteorología con una estación ubicada por detrás de la base española “Gabriel de
Castilla” a los 62º 55´ latitud Sur y 60º 37´ longitud Oeste a 12 m.s.n.m. Los datos provenientes de
esta estación tampoco han sido continuos en el tiempo. Debido a que la variable precipitación es
aquella que presenta mayor ausencia de datos, la misma no será considerada en este trabajo.

5.3.1. Temperatura del aire

Del análisis del periodo comprendido entre 1949 y 1953, se desprende que se pueden dividir dos
estaciones, la primera desde diciembre hasta febrero donde las temperaturas son superiores a los 0
ºC, siendo diciembre y enero los meses más cálidos; y la segunda desde marzo a noviembre donde la
temperatura permanece por debajo de los 0 ºC, siendo los meses de julio y agosto los más fríos
(Tabla 5.2) (Fig.5.14). La temperatura media estacional más elevada fue medida durante la estación
de verano de 1952 alcanzando los 1,52 ºC, mientras que por el contrario la temperatura media más
baja alcanzó los -9,50 ºC y fue tomada durante el invierno de 1949 (Tabla 5.3).
Pese a que en la temporada estival los días son luminosos, las horas de cielo despejado son
limitadas, por lo que las radiaciones solares, en gran parte, son indirectas. Durante los escasos días
luminosos ocurre una vigorosa fusión de los hielos que, por lo común, es menos vigorosa y de
intensidad discontinua (Igarzabal 1974).
Al observar las marchas anuales de temperatura (Fig.5.14) se observa que hacia finales del otoño o
principios del invierno existe una pequeña anomalía positiva en la curva, dada por un aumento
relativo de la temperatura media, rasgo que fue también identificado en las mediciones de los
últimos años y mencionado en secciones previas. Otro rasgo destacables es que la temperatura no
muestra gran variabilidad durante los veranos analizados, sucediendo lo contrario durante el período
invernal, mostrando gran variabilidad interanual.

133
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Tabla 5.2: Temperaturas medias mensuales del aire (ºC) para isla Decepción entre 1949 y 1953. Datos recolectados del
Climate Data Online (CDT) de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
1949 -4,43 -9,05 -9,67 -9,78 -5,78 -2,5 -2,97 0,31
1950 0,91 -0,04 0,46 -3,37 -6,32 -7,61 -9,23 -9,54 -5,31 -2,09 -0,91 0,88
1951 0,8 2,01 1,28 0,98 -1,64 -4,05 -6,49 -6,21 -5,87 -2,65 -1,28 1,26
1952 1,84 1,46 -1,57 -3,61 -8,24 -5,62 -9,17 -4,88 -2,89 -2,37 -1,43 0,24
1953 0,73 0,36 -1,54 -4,08 -5,38 -9,36 -6,79 -4,16 -4,45 -3,6 -1,09 0,99

Tabla 5.3: Temperaturas medias estacionales del aire (ºC) para isla Decepción entre 1949 y 1953. DEF = verano, MAM
= otoño, JJA = invierno, SON = primavera.

DEF MAM JJA SON


1949 -4,43 -9,50 -3,75
1950 0,39 -3,08 -8,79 -2,77
1951 1,23 0,21 -5,58 -3,27
1952 1,52 -4,47 -6,56 -2,23
1953 0,44 -3,67 -6,77 -3,05

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
4
Temperatura media mensual del aire

-2
(ºC)

-4
1949
-6 1950
1951
-8
1952
-10
1953
-12

Fig.5.14: Marchas anuales de temperaturas del aire para isla Decepción, desde 1949 hasta 1953.

Del análisis del periodo comprendido entre 1959 y 1967, al igual que en el periodo anterior, se
pueden dividir las mismas dos estaciones (Tabla 5.4) (Fig.5.15). En este caso la temperatura media
estacional más elevada fue medida durante la estación de verano de 1965 alcanzando los 2,10 ºC,

134
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

mientras que por el contrario la temperatura media más baja alcanzó los -10,43 ºC y fue tomada
durante el invierno de 1959 (Tabla 5.5).

Tabla 5.4: Temperaturas medias mensuales del aire (ºC) para isla Decepción entre 1959 y 1967. Datos recolectados del
Climate Data Online (CDT) de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
1959 0,10 -1,00 -0,60 -6,60 -7,70 -7,60 -13,20 -10,50 -6,30 -3,40 -2,40 0,10
1960 1,50 2,20 1,00 -4,30 -5,10 -5,70 -6,60 -6,80 -2,90 -2,30 -2,30 -0,20
1961 2,00 1,10 -0,90 -2,90 -5,70 -9,10 -8,00 -8,90 -4,40 -2,60 -1,60 0,60
1962 2,30 1,70 -0,20 0,20 -1,20 -3,80 -3,80 -4,00 -3,10 -0,70 -1,10 1,30
1963 2,20 2,20 -0,50 -2,50 -1,80 -4,30 -4,80 -8,10 -6,30 -4,10 -0,60 0,70
1964 1,30 1,70 0,40 -3,60 -3,40 -5,80 -7,50 -15,30 -4,10 -0,60 0,20 1,40
1965 2,50 2,40 2,70 -2,00 -2,70 -4,20 -6,90 -8,70 -3,20 -4,70 -0,70 -0,50
1966 1,70 0,80 0,00 -0,90 -6,10 -6,70 -11,60 -5,40 -5,50 -3,10 -1,10 0,20
1967 1,20 -0,20 0,80 -1,30 -6,80 -7,10 -6,10 -4,70 -4,10 -2,90 -1,90 -

Tabla 5.5: Temperaturas medias estacionales del aire (ºC) para isla Decepción entre 1959 y 1967. DEF = verano, MAM
= otoño, JJA = invierno, SON = primavera.

DEF MAM JJA SON


1959 -0,45 -4,97 -10,43 -4,03
1960 1,27 -2,80 -6,37 -2,50
1961 0,97 -3,17 -8,67 -2,87
1962 1,53 -0,40 -3,87 -1,63
1963 1,90 -1,60 -5,73 -3,67
1964 1,23 -2,20 -9,53 -1,50
1965 2,10 -0,67 -6,60 -2,87
1966 0,67 -2,33 -7,90 -3,23
1967 0,40 -2,43 -5,97 -2,97

En las marchas anuales de temperatura (Fig.5.15) correspondientes a este periodo, también es


posible observar el fenómeno del ascenso relativo de la temperatura durante el otoño. A su vez, se
distingue que las temperaturas durante los meses de invierno han sido más bajas que durante el
periodo anterior y que, nuevamente, se ha observado una gran variabilidad interanual solamente
durante los meses de invierno.

135
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
4

2
Temperatura media mensual del aire (ºC)
0

-2

-4 1959
1960
-6
1961
-8 1962
1963
-10
1964
-12 1965
1966
-14
1967
-16

Fig.5.15: Marchas anuales de temperaturas del aire para isla Decepción, desde 1959 hasta 1967.

Como puede observarse en la Tabla 5.6, durante el período comprendido entre el 2005 y el 2013,
los datos son incompletos, sobre todo en los meses de invierno. Por este motivo es difícil realizar un
análisis detallado de los datos. Pese a este inconveniente, es posible identificar las dos estaciones
que se venían observando en los datos anteriores (Fig.5.15). La temperatura media estacional más
elevada fue medida durante la estación de verano del 2007 alcanzando los 4,46 ºC, mientras que por
el contrario la temperatura media más baja alcanzó los -5,91 ºC y fue tomada durante el invierno del
2007 (Tabla 5.7).
El análisis de las marchas anuales de temperatura (Fig.5.16) correspondientes a este periodo se
hace difícil debido a la no continuidad de los datos. Asimismo, en aquellas marchas anuales
completas y en las que al menos se han superado los 6 meses de medición continua, fue posible
observar el fenómeno de ascenso relativo de la temperatura.

136
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Tabla 5.6: Temperaturas medias mensuales del aire (ºC) para isla Decepción entre 2005 y 2013. Datos recolectados de
la estación meteorológica de la base española “Gabriel de Castilla”, administrados por la Agencia Española de
Meteorología.

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
2005 2,38 0,84 -0,68 -3,2 -6,39 -5,2 -4,22 -2,45
2006 3,08 3 -0,26 -0,62 -2,96
2007 4,66 4,26 1,5 -1,46 -2,05 -4,99 -9,09 -3,66 -1,68 -2,56 -0,57 3,15
2008 2,65 2,09 0,25 -2,43 -2,48 -4,17 -4,62 -6,58 -1,77 -1,79 -0,46 1,21
2009 2,38 1,91
2010 0,9 0,9 0,4 0,1 1,2 1
2011 2,2 2,9 1 -3,1 -2,8 1,9
2012 2 1,8
2013 2,1 2,1

Tabla 5.7: Temperaturas medias estacionales del aire (ºC) para isla Decepción entre 2005 y 2013. DEF = verano, MAM
= otoño, JJA = invierno, SON = primavera.

DEF MAM JJA SON


2005 2,38 -1,01 -5,27 -2,45
2006 3,08 0,71 -2,96
2007 4,46 -0,67 -5,91 -1,60
2008 2,63 -1,55 -5,12 -1,34
2009 1,83
2010 0,90 0,57
2011 2,03 -1,63
2012 1,90
2013 2,10

137
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Temperatura media mensual del aire


2005
4
2006
2
2007
0 2008
(ºC) -2 2009

2010
-4
2011
-6
2012
-8
2013
-10
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic

Fig.5.16: Marchas anuales de temperaturas del aire para isla Decepción, desde 2005 hasta 2013.

Tendencia de la temperatura del aire

Debido a que los periodos de tiempo en los cuales se tienen datos son muy espaciados y acotados,
no permiten hacer un análisis de la tendencia de la temperatura desde 1949 hasta la actualidad. Por
este motivo lo que se realizó es analizar la tendencia dentro de cada periodo y ver la significancia de
la misma, aunque por lo mencionado, no presentan validez estadística. Para ello se utilizó el
software Statistica, utilizando un nivel de significancia (p) del 95 %.
Del período comprendido entre 1949 y 1953, las temperaturas medias mensuales muestran una
leve tendencia al incremento como lo evidencia la pendiente de la curva de la Fig.5.17-a. Sin
embargo esta tendencia observada no es significativa. Mismo resultado se observa al considerar el
periodo entre 1959 y 1967, con la diferencia que aquí la tendencia al incremento es menor Fig.5.17-
b. Debido a la gran faltante de datos del período comprendido entre el año 2005 y el 2013,
(Fig.5.17-c), ningún tipo de análisis puede ser realizado.

138
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

6 6
Temperatura media mensual del aire

y = 0,0002x - 7,2748 p = 0,61

Temperatura media mensual del aire


4 4
2 2
0 0
-2 -2
-4 -4
(ºC)

(ºC)
-6 -6
-8 -8
-10 -10
-12 -12
y = 0,0009x - 21,13 p = 0,33
-14 -14
-16 -16

a) b)

6
Temperatura media mensual del aire

4
2
0
-2
-4
(ºC)

-6
-8
-10
-12
-14
-16

c)

Fig.5.17: Gráficos de la tendencia de la temperatura media mensual para los periodos de (a) 1949-1953, (b) 1959-1967 y (c)
2005-2013. Debido a la faltante de datos no se ha analizado su tendencia.

5.3.2. Intensidad y dirección de los vientos

Del análisis de los datos se observa que prevalecieron, en el período comprendido entre 1949 y
1953, aquellos vientos provenientes del cuadrante SO (Fig.5.18-a), los cuales resultan dominantes

139
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

durante todo el año (Fig.5.19), siendo de mayor intensidad durante el invierno donde la velocidad se
duplica respecto de los meses de verano (Fig.5.21-a).

a) b)

c)

Fig.5.18: Dirección de los vientos en isla Decepción para los períodos comprendidos entre (a) 1949-1953, (b) 1959-
1967 y (c) 2005-2013. Considerar que en este último período los datos no son continuos a lo largo del año.

140
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Fig.5.19: Dirección de los vientos en isla Decepción para las diferentes estaciones del año desde el año 1949 hasta 1953.

Durante el segundo periodo considerado y hasta el presente dominan los vientos provenientes del
cuadrante NO y SO y con menor frecuencia aquellos procedentes del cuadrante NE (Fig.5.18-b y c).
El análisis detallado de la dirección de los vientos de acuerdo a las estaciones del año, durante el
período comprendido entre los años 2005 y 2012 (Fig.5.20), evidencia el amplio dominio de

141
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Fig.5.20: Dirección de los vientos en isla Decepción para las diferentes estaciones del año desde el año 2005 hasta el
2012. Los espacios vacíos se deben a la ausencia de datos.

142
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

aquellos provenientes del cuadrante SO a lo largo de todo el año. Solamente durante las estaciones
de otoño y primavera estos vientos se ven disminuidos, y adquieren importancia aquellos
provenientes del cuadrante NE y NO, respectivamente. Al igual que lo observado en el periodo
anterior, la velocidad de los vientos es mayor durante los meses de invierno (Fig.5.21). Debido a
que solamente se disponen de valores medios mensuales en la dirección de los vientos de todo el
período comprendido entre 1959 y 1967, no fue posible el análisis de esta variable a través de las
diferentes estaciones.

25 25
Velocidad del viento (ms-1)

Velocidad del viento (ms-1)


20 20

15 15
y = 0,0009x - 10,35 p = 0,037
10 10

5 5
y = 0,0011x - 12,089 p = 0,0009

0 0
a) b)

25
Velocidad del viento (ms-1)

20

15

10

0
c)

Fig.5.21: Velocidad de los vientos para isla Decepción con su tendencia en el tiempo, para los periodos (a) 1949-1953, (b)
1959-1967 y (c) 2005-2013. Debido a la faltante de datos no se ha analizado su tendencia.

143
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

5.4. Discusión

El régimen térmico de la capa activa en el sitio CALM-S Irizar durante el período considerado ha
mostrado un comportamiento generalmente condicionado por la temperatura del aire (Fig.5.22),
alcanzando los menores valores de temperatura en los meses de invierno y los mayores durante el
verano. Esta observación está en concordancia con otros autores, quienes remarcan que en la
Antártida los sitios de monitoreo térmico siempre muestran una muy buena correlación entre la
temperatura del aire y la del suelo, con R2 > 0,9 (Ishikawa 2003, Oht 2003, Guglielmin 2004,
Yermolin y Skvarca 2004). Este se corresponde con las temperaturas observadas hasta los 20 cm de
profundidad, ya que las temperaturas encontradas a los 40 y 80 cm muestran una mala correlación,
evidenciado por los bajos valores de R2.
Debido a este comportamiento alejado de la tendencia de la temperatura del aire, y observando que
la temperatura en profundidad ha permanecido por debajo de los 0 ºC durante el período analizado,
puede inferirse entonces la presencia del techo del permafrost a los 70-80 cm (Fig.5.23-a y b). Su
ocurrencia queda demostrada a través de la observación directa de los suelos congelados a esta
profundidad mediante la realización de pozos testigos y por relevamientos geofísicos (Ramos et al.
2007, 2009, 2012, Goyanes et al. 2011b, 2014a, b, Vieira et al. 2006, 2010). La evolución en el
tiempo de las temperaturas medias mensuales a dicha profundidad fue analizada en ambas
perforaciones, hallándose una leve tendencia a la disminución desde el 2009 hasta el 2014, siendo
no significativas (p) al 95 % de confianza (Guglielmin y Cannone 2012). Este patrón se encuentra en
concordancia con el hallado en la temperatura del aire, el cual también es no significativo (Fig.5.23-
c) (Goyanes et al. 2011c). Esta leve tendencia seguramente este controlada por la ocurrencia de
inviernos cada vez más fríos durante el periodo analizado debido a que no se ha observado una gran
variabilidad en las temperaturas durante los sucesivos veranos.

144
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Temperatura media mensual del aire (ºC)


-14 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4
4

Temperatura media mensual del suelo


R² = 0,9189
R² = 0,9209 2
R² = 0,9165
0
R² = 0,9102
R² = 0,8187 -5 cm
-2

(ºC)
R² = 0,6086
-10 cm
-4
-15 cm
-20 cm -6

-40 cm -8

a) -80 cm
-10

Temperatura media mensual del aire (ºC)


-14 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4
4

Temperatura media mensual del suelo


R² = 0,9191
R² = 0,9207 2
R² = 0,9174
0
R² = 0,9095
R² = 0,8315 -5 cm
-2

(ºC)
R² = 0,6356 -10 cm
-4
-15 cm
-20 cm -6

-40 cm -8

b) -80 cm
-10

Fig.5.22: Correlación entre la temperatura media mensual del aire y la del subsuelo a diferentes profundidades en el sitio
CALM-S Irizar desde el año 2009 hasta el 2013. (a) BH1. (b) BH2.

145
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Temperatura media mensual


0

del suelo a 80 cm (ºC)


-1
-2
-3
-4
-5
-6
y = -0,0003x + 10,506 p = 0,519
-7
-8
a) ene-09 jul-09 ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 ene-14

1
Temperatura media mensual

0
del suelo a 80 cm (ºC)

-1
-2
-3
-4
-5
-6
y = -0,0004x + 16,045 p = 0,360
-7
-8
b) ene-09 jul-09 ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 ene-14

4
y = -0,0003x + 8,8135 p = 0,692
Temperatura media mensual

0
del aire (ºC)

-2

-4

-6

-8

-10
c) ene-09 jul-09 ene-10 jul-10 ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13 ene-14

Fig.5.23: Temperaturas medias mensuales del suelo a 80 cm de profundidad y del aire, en el sitio CALM-S Irizar desde
el año 2009 hasta el 2014, con sus líneas de tendencia. (a) BH1, (b) BH2, y (c) Temperatura del aire próximo a BH2.

La diferencia hallada entre la temperatura del aire (Tar) y la superficial (Ts) en el sitio CALM-S
Irizar a lo largo del periodo analizado, aumenta hacia el invierno y disminuye hacia la época de
fusión como fuera evidenciado en la figura 5.3. El patrón de descenso y posterior ascenso es similar

146
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

en ambos casos, lo que podría sugerir que existe algún material que estaría atenuando la libre
interacción entre ambos medios, como podría ser la nieve. La misma, evita la pérdida del calor del
suelo durante la primavera y retarda su descongelamiento en verano (Oht 2003; French 2007,
Slaymaker y Kelly 2007, Christiansen y Humlum 2008). La actuación de este factor queda
sobretodo evidenciada durante el invierno del 2010, donde la diferencia entre la Tar y la Ts es
máxima debido a los bajos valores de la primera y a la presencia de potentes espesores de nieve
(Fig.5.24-a y b) que inhibieron el enfriamiento de la superficie y del subsuelo (Pomeroy y Burn
2001, Ishikawa 2003, Oht 2003) (Fig.5.24-c y d). Asimismo Tar y Ts muestran valores similares
durante los inviernos del 2011 y 2012, y los sondeos presentan los valores más bajos de temperatura,
en coincidencia con los reducidos espesores de nieve acumulados.
De la comparación entre la evolución térmica de la capa activa y del espesor de nieve (Fig.5.24-b,
c y d) en el sitio Irizar, también se desprende que la fusión de dicha capa comienza días después de
que desaparece o se ve muy reducido el espesor nival que cubre al mencionado CALM-S. Por ello,
en el 2009 esto sucede a principios de noviembre mientras que en el 2010, 2011 y 2012 lo hace a
partir del mes de diciembre. Este efecto de delay térmico es también mencionado para sitios de
monitoreo ubicados en la isla de Svalbard (Oht 2003) próximos al polo norte.
El ascenso relativo de la temperatura media mensual del aire y superficial que ocurre entre los
meses de abril y junio (Fig.5.3), que también es visible en la temperatura de los primeros
centímetros de los sondeos (Fig.5.4), ha sido mencionado para otros sitios del continente Antártico y
se denomina “coreless winter” (Guglielmin 2006). Se debe a factores externos como los son el
aumento en la intensidad de la circulación ciclónica y el rápido movimiento de aire cálido
proveniente del norte y oeste (Van Loon 1967, King y Turner 1997). Por su parte Styszynska (2004)
sugiere que este fenómeno se debe a la presencia de anomalías positivas en los valores de
temperatura de las aguas oceánicas superficiales acompañadas con el retroceso hacia el sur del hielo
marino.
El perfil vertical de las temperaturas superficiales relevadas en los sitios mini-CALM (Fig.5.10-a)
evidencian la disminución de las temperaturas a medida que se asciende en altura, situación normal
en ambientes montañosos (Selby 1993).

147
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

a)

b)

c)

d)

Fig.5.24: Régimen térmico diario en el sitio CALM-S Irizar desde el año 2009 hasta el 2013. (a) Temperatura del aire y superficial. (b) Espesores de nieve acumulada. (c)
Régimen térmico del sondeo BH1. (d) Régimen térmico del sondeo BH2.

148
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Del análisis del espesor de descongelamiento estacional de los sitios mini-CALM se desprende
que existe una relación inversa con la altura, donde los sitios con mayor cota topográfica son
aquellos que presentan menores espesores (Fig.5.25-a), situación normal en los sitios con
permafrost (French 2007). Es decir, el sitio ubicado a mayor cota sobre la ladera (CLC-4) es el que
presentó menores valores de ALT, mientras que CLC-1 alcanzó los máximos espesores. Las
depresiones locales halladas en los sitios CALM-S mediante el relevamiento detallado de su
topografía, son la excepción a esta regla, ya que presentan un menor desarrollo de capa activa
(Fig.5.7 y 5.8). En base a las observaciones de las últimas campañas antárticas y considerando las
fotografías de la cámara automática, es posible suponer que, en parte, estos patrones están
condicionados, además de por la radiación solar, por la presencia de la cubierta nival. La misma se
concentra a lo largo de los bajos y las laderas expuestas al sur, alcanzando espesores considerables
que perduran aún en el período de verano, retrasando así la etapa de fusión (Goyanes et al. 2014a).
Este fenómeno es el responsable del contraste observado entre los espesores medidos en los sitios
mini-CALM ubicados a la misma cota pero con exposición al N y al S (Fig.5.25-b), y también
podría justificar las temperaturas estables subsuperficiales halladas en el Refugio Chileno, aunque
sería necesario obtener mayor información de las variables meteorológicas locales.

2009 2010 2011 2012 2013 2014 2009 2010 2011 2012 2013 2014
0 0
Espesor de deshielo (cm)
Espesor de deshielo (cm)

CLC-1 CLC-2 Expo-S Expo-N


-20 -20
CLC-3 CLC-4
-40 -40

-60 -60

-80 -80

a) -100 b) -100

Fig.5.25: Espesor máximo de descongelamiento estacional en cada sitio mini-CALM desde el año 2009 hasta el 2014.
(a) Sitios ubicados sobre la misma ladera a 35, 62, 87 y 119 m.s.n.m.. (b) Sitios a 74 m.s.n.m. con exposición sur y
norte.

Rasgo destacable es ver como en el sitio CALM-S Irizar el EDS aumenta más rápidamente
durante la época de fusión (Fig.5.6) y alcanza mayores espesores que en el sitio Cráter Lake, pese a
encontrarse el primero a mayor altura. Esto puede deberse a las siguientes causas: (1) exposición

149
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

directa frente a los vientos que, en ausencia de una cubierta de nieve, permite la libre y rápida
interacción suelo-atmósfera cuando la temperatura del aire supera los 0 ºC (Adlam et al. 2010,
French 1970, 2007), favoreciendo el inicio de la fusión; (2) presencia de granulometrías de mayor
tamaño que favorecen una rápida conductividad térmica a comienzos del verano, como lo evidencia
el análisis granulométrico, como así también favorecen el drenaje subsuperficial del agua de fusión
que se haya a mayor temperatura y termina suministrando calor a los alrededores acelerando la
fusión (French 2007). A su vez, el mayor contenido de granulometrías limo-arcillosas del sitio
Crater Lake, favorece el desarrollo de un permafrost más rico en hielo y por ende más resistente al
deshielo (French 2007). De la misma figura se desprende que el espesor de descongelamiento
medido en ambos sitios CALM-S muestra un rápido incremento al comienzo de la etapa de fusión y,
hacia el final de dicho período, la velocidad de fusión disminuye debido a que se está alcanzando la
máxima profundidad de deshielo (Oht 2003). Este límite inferior, generalmente se encuentra
enriquecido en hielo debido a que el agua líquida migra en la dirección de las temperaturas más
bajas, aumentando de esta manera la resistencia a la fusión (French 2007).
Por otro lado, el espesor de descongelamiento superficial medido en el sitio Irizar muestra
mayores fluctuaciones alrededor del valor medio que en Cráter Lake (Fig.5.26). Esto puede estar
reflejando el control ejercido por la topografía intrasitio (Hinkel y Nelson 2003), ya que Irizar al
presentar depresiones que permiten la acumulación y mayor preservación de espesores de nieve
durante la época de fusión, logra retrasar el desarrollo de la capa activa, alejando el valor medido del
valor medio (Oht 2003). La litología puede aportar también un error dado por la metodología
empleada para la medición (Guglielmin 2004). Es decir, puede confundirse la presencia de una roca
en profundidad, con el haber alcanzado el tope del permafrost. Esto provocaría obtener menores
valores de deshielo superficial que los reales.
El espesor de descongelamiento estacional en el sitio CALM-S Irizar vario interanualmente,
controlado principalmente por la potencia y preservación estival de la cubierta nival y por la
temperatura del aire (Fig.5.27-a). Por el contrario, al considerar al sitio CALM-S Cráter Lake, se
observa una clara tendencia hacia la disminución en el espesor de descongelamiento (Fig.5.27-b),
siendo de 1,56 cm en 8 años. En este caso la tendencia es significativa al 95 %. Resultados similares
fueron observados en los sitios mini-CALM ubicados sobre la ladera norte del cerro de la Cruz,
evidenciando un patrón regional hacia la disminución del espesor de capa activa. Pese a estos

150
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

resultados, las tendencias deben ser consideradas con precaución ya que el tiempo de monitoreo es
reducido y las fechas de

Fig.5.26: Gráfico de cajas correspondientes al sitio CALM-S (a) Irizar y (b) Cráter Lake. Los rectángulos negros
indican el valor medio anual del espesor de descongelamiento estacional. Las barras se extienden hacia ambos lados
según el valor de la desviación estándar. Los triángulos indican el espesor anual máximo y mínimo.

medición no siempre se realizan al final del verano austral ni el mismo día, debido a problemas
logísticos.

2009 2010 2011 2012 2013 2014 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
0 0
Espesor de descongelamiento

Espesor de descongelamiento

-10 -10
y = 2,3427x - 63,4 p = 0,342 y = 1,5606x - 37,299 p = 0,00016
-20 -20
estacional (cm)

estacional (cm)

-30 -30
-40 -40
-50 -50
-60 -60
-70 -70
-80 -80
-90 -90

Fig.5.27: Evolución del espesor de descongelamiento estacional en ambos sitios CALM-S, con su línea de tendencia. (a)
Irizar. (b) Cráter Lake.

151
Capítulo 5. Análisis de los sitios de monitoreo del permafrost y de las variables meteorológicas locales Gabriel A. Goyanes

Los resultados alcanzados respecto de la dirección e intensidad de los vientos en isla Decepción,
están en concordancia con las observaciones realizadas en la zona, las cuales mencionan que las
Shetland del Sur se encuentran en una zona de convergencia de vientos provenientes del oeste
debido a un centro de baja presión, y de vientos provenientes del este. Por este motivo el área está
caracterizada por una marcada actividad ciclónica, donde los vientos presentan gran variabilidad en
su dirección (Wielbinska y Skrzpzak 1988, Hofmann et al. 1996). Asimismo, es posible reconocer
direcciones prevalecientes, las que parecerían dominar en todo el archipiélago. Al respecto, estos
autores alcanzan los mismos resultados que los obtenidos en este trabajo, donde prevalecen aquellos
vientos provenientes de los cuadrantes NO, NE y SE. A su vez, destacan que aquellos provenientes
del NO y NE son más cálidos debido a su proveniencia desde el océano Atlántico, mientras los
provenientes del SE son más fríos por la proveniencia desde el mar de Weddel (Wielbinska y
Skrzpzak 1996, Hofmann et al. 1996, Kejna y Láska 1999).

152
Capítulo 6

MONITOREO DE LA INTERACCIÓN
PERMAFROST-VOLCANISMO
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

6.1. Introducción

Como fuera mencionado en el capítulo de metodología, detrás de la base Argentina “Decepción”,


sobre la ladera norte el monte Irizar, se haya un sector cercano a la albufera con la presencia de una
anomalía geotérmica, sin expresión superficial. Debido a que es de gran interés el estudio del
comportamiento de la misma por tratarse de un volcán activo y sobre todo de la interacción existente
con los suelos congelados extensamente desarrollados en la isla, es que en el verano austral 2010-
2011 se decidió instalar allí un sitio de monitoreo. Este, se divide en dos sectores, BH1, ubicado
sobre la anomalía geotérmica, y BH2 alejado unos 100 m y afectado por la ocurrencia de permafrost
en profundidad (Fig.3.6). Además de la información proporcionada por ellos, se realizaron
relevamientos de temperaturas del suelo a diferentes profundidades y del agua de la albufera, del
espesor de descongelamiento estacional, de los procesos geomorfológicos, junto a relevamientos
geofísicos, con la finalidad de dar una mejor caracterización del sitio. A continuación, se procede
con el análisis de los datos relevados.

6.2. Geomorfología del sitio de monitoreo

Las geoformas más características del área son los conos de deyección y el abanico aluvial
(Fig.6.1). Los primeros presentan pendientes mayores a 15º, están dominados por flujos de gravedad
(flujos de detritos y de barro) y poseen mayor cota topográfica que sus alrededores. Por el contrario,
el abanico posee una pendiente menor a 10º, está dominado por la acción fluvial y tiene menor
relieve relativo. La ubicación de los conos está controlada por aberturas en las escarpas rocosas, las
cuales presentan alturas mayores a los 10 m. En relación directa con estas escarpas se encuentran
fenómenos de caída de rocas, donde los bloques alcanzan diámetros superiores a los 4 metros.
Los cursos fluviales son de carácter efímero-esporádico, siendo activos solo durante la época de
fusión de la nieve y de la capa activa. Estos drenajes están limitados a ambos lados por escarpas
fluviales, que disminuyen en altura hacia la desembocadura. En este sector, bajo topográficamente y
en contacto con la albufera, se desarrolla una escarpa marina (< 30 cm) y por delante se ubica una
playa angosta de material piroclástico.

154
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

Característica destacable en el cono de deyección localizado hacia el SO del sitio, es que los flujos
de detritos presentan clastos que superan los 5 cm de diámetro y evidencian la proveniencia desde
los depósitos de flujos y oleadas piroclásticas de color amarillo, aflorantes en la ladera norte del
monte Irizar. Por el contrario, las demás geoformas del área presentan clastos que rara vez superan
los 3 cm de diámetro, y corresponden a las oleadas piroclásticas castañas, aflorantes a lo largo de las
vertientes.

Fig.6.1: Mapa geomorfológico de detalle del sitio Abanico Irizar en isla Decepción junto a los sitios de monitoreo (modificado de
Goyanes et al. 2014b).

155
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

6.3. Régimen térmico del área

La temperatura media mensual del aire en el sitio BH1 osciló en el 2011 entre los 2,6 ºC y los -8,2
ºC, con un valor medio anual de -2,6 ºC. Para el 2012 la temperatura presentó un rango entre 1,8 ºC
y -5,7 ºC, con una temperatura media anual de -2,1 (Tabla 6.1). Durante el 2013 el sensor sufrió
desperfectos técnicos, con lo cual los datos de ese año han sido perdidos. La temperatura media de
verano fue de 1,6 ºC para el 2012, mientras que la de invierno fue de -6,9 ºC y -4,9 ºC, para el 2011
y 2012 respectivamente. Por su parte el sitio BH2 presentó temperaturas muy próximas a las
halladas en BH1 para los años 2011 y 2012 (Tabla 6.1), debido seguramente a su proximidad
(aproximadamente 100 m), con lo cual los datos provenientes del año 2013 de este sensor pueden
ser utilizados para realizar un registro continuo de la temperatura del aire en este sitio. Así, la
temperatura presentó un rango entre 1,9 ºC y -7,0 ºC, con un valor medio anual de -2,2 ºC para el
2013. La temperatura media de verano fue de -1,5 ºC, mientras que la de invierno fue de -5,4 ºC. El
sitio de monitoreo cerro de la Cruz, presento un rango de temperaturas entre 1,6 ºC y -9,4 ºC para el
2011, entre 0,8 ºC y -6,9 ºC para el 2012 y entre 7,7 ºC y -7,5 ºC para el 2013, con temperaturas
medias anuales más bajas que en los otros sitios, alcanzando los -3,7 ºC, -3,2 ºC y -0,4 ºC,
respectivamente (Tabla 6.1). La temperatura media de verano fue de 1,6 ºC, 0,5 ºC y 0,9 ºC,
mientras que la de invierno fue de -8,0 ºC, -6,1 ºC y -5,8 ºC, para el 2011, 2012 y 2013
respectivamente. Las marchas anuales de la temperatura del aire evidencian los períodos de
congelamiento y descongelamiento (Fig.6.2), siendo idénticas a las mencionadas para el sitio
CALM-S Irizar.
Las temperaturas medias anuales superficiales en el sitio BH1 fueron levemente más cálidas que
aquellas de BH2 y de cerro de la Cruz, esta última mostrando los valores más bajos (Tabla 6.1). Al
comparar el sitio BH1 con BH2, que se encuentran muy cercanos, se observa un comportamiento
totalmente diferente de la temperatura superficial a lo largo del año (Fig.6.2-a y b). En el 2011, las
medias mensuales en ambos son similares excepto de julio a septiembre donde en BH1 la misma se
mantiene estable a -3 ºC mientras que en BH2 alcanza los -6ºC. Caso similar ocurre durante el 2012.
Las temperaturas medias mensuales superficiales en los tres sitios fueron siempre más cálidas que
la temperatura del aire, con la excepción que en el sitio cerro de la Cruz ambas temperaturas fueron
prácticamente idénticas a lo largo del período considerado. Esto estaría respondiendo a la ubicación
del sitio, el cual debido a su relieve convexo no permite la acumulación de nieve. A su vez, en las

156
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

marchas de temperatura tanto del aire como superficiales, es evidente el fenómeno del leve
calentamiento relativo de la temperatura que ocurre entre los meses de abril y junio, visto en el sitio
CALM-S Irizar.

Tabla 6.1: Estadísticas de las temperaturas del aire y superficial (ºC) en el sitio Abanico Irizar. MAAT = temperatura
media anual del aire, MAGST = temperatura media anual superficial, MSAT = temperatura media del aire en verano,
MWAT = temperatura media del aire en invierno, MAX = temperatura media mensual máxima, MIN = temperatura
media mensual mínima. Los valores en rojo son aproximados debido al registro discontinuo de los datos.

Sitio BH1 Sitio BH2 Sitio cerro de la Cruz


2011 2012 2013 2011 2012 2013 2011 2012 2013
MAAT -2,6 -2,1 MAAT -3,4 -3,2 -2,2 MAAT -3,7 -3,2 -0,4
Max 2,6 1,8 Max 2,8 1,9 1,9 Max 1,6 0,8 7,6
Min -8,2 -5,7 Min -8,2 -6,8 -7,0 Min -9,4 -6,9 -7,5
MSAT 1,6 MSAT 2,8 1,7 -1,5 MSAT 1,6 0,5 0,9
MWAT -6,9 -4,9 MWAT -6,9 -6,3 -5,4 MWAT -8,0 -6,1 -5,8

MAGST 0,0 0,8 MAGST -1,1 -1,5 -0,3 MAGST -2,9 -3,4
Max 4,8 10,7 Max 3,9 5,1 4,3 Max 2,3 2,7
Min -3,4 -4,6 Min -5,7 -5,9 -4,9 Min -9,1 -7,7
Rango anual 8,2 15,3 Rango anual 9,5 10,9 9,3 Rango anual 11,4 10,4

15
Aire Superficial
Temperatura media

10
mensual (ºC)

-5

-10
a) ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13

157
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

15
Aire Superficial
Temperatura media
10
mensual (ºC)

-5

-10
b) ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13

15
Aire Superficial
Temperatura media

10
mensual (ºC)

-5

-10
c) ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13

Fig.6.2: Temperaturas medias mensuales del aire y superficial en el sitio Abanico Irizar desde el 2011 hasta el 2013. (a)
BH1. (b) BH2. (c) Cerro de la Cruz.

Los espesores de nieve durante el 2011 no han superado los 10 cm y su presencia no ha sido
continua en el tiempo (Fig.6.3). El período nival comenzó recién en agosto y tuvo una duración de
aproximadamente dos meses, alcanzando el máximo espesor durante el mes de Septiembre. Durante
el 2012, los espesores de nieve acumulada fueron continuos y alcanzaron los 10 cm. En este caso el
período nival comenzó a principios de octubre y se extendió hasta mediados de diciembre. Durante
el 2013, los espesores nivales fueron continuos desde Febrero a Junio con espesores medios de 5
cm, mientras que el resto del año la distribución ha sido discontinua, con espesores variables entre
2,5 y 20 cm. La ausencia de potentes espesores de nieve durante los inviernos del período analizado,
favoreció la libre interacción suelo-atmósfera, permitiendo un rápido enfriamiento del subsuelo
debido a las bajas temperaturas del aire.

158
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

60

Espesor de nieve
50
40
(cm)
30
20
10
0
ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13

Fig.6.3: Espesores de nieve acumulados en el sitio Abanico Irizar desde el año 2011 hasta el 2013.

El régimen térmico del subsuelo, estudiado a través de los dos sondeos ubicados en el Abanico
Irizar, evidencia dos comportamientos totalmente diferentes a pesar de la cercanía existente entre
ambos sitios. En BH2 (Fig.6.4-a) se reconocen los períodos de descongelamiento y de
congelamiento, desde mediados de noviembre hasta marzo y desde abril hasta principios de
noviembre, respectivamente. La parte más profunda de este sondeo (70-80 cm) mostró una
temperatura de 0 ºC durante los veranos del período analizado, mientras que durante los meses de
invierno alcanzó temperaturas cercanas a los -2,5 ºC. Por el contrario la parte superior de la
perforación mostró un comportamiento controlado por las variaciones en la temperatura del aire,
alcanzando valores de entre 2 ºC y 4 ºC durante el verano y de entre -4 ºC y -6 ºC en invierno.
Por el contrario, BH1 muestra una estratificación térmica a lo largo del período analizado, donde
solamente los primeros 20 cm del sondeo responden frente a los cambios en la temperatura del aire
(Fig.6.4-b). Durante el verano, se observa un calentamiento a lo largo de todo el sondeo, alcanzando
temperaturas mayores a 14 ºC a 80 cm de profundidad y de entre 6 ºC a 8 ºC próximo a la superficie.
Por el contrario, durante el invierno la estratificación térmica se vuelve más evidente, alcanzando la
parte baja del sondeo los 11 ºC mientras que la parte superficial presenta valores de entre -4 ºC y -6
ºC. Rasgo destacable es la rápida disminución de la temperatura en todas las profundidades, que
ocurre en el mes de octubre en el 2011 y el 2012, y a principios de noviembre en el 2013. Esta
situación continúa hasta el mes de diciembre, luego de la cual se restablece la estratificación térmica
a lo largo de todo el sondeo.

159
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

6
-5 cm -10 cm -20 cm -40 cm -80 cm
4
Temperatura (ºC)

2
0
-2
-4
-6
-8
a) ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13
16
-5 cm -10 cm -20 cm -40 cm -80 cm

12
Temperatura (ºC)

-4
b) ene-11 jul-11 ene-12 jul-12 ene-13 jul-13

Fig.6.4: Temperatura media mensual del suelo a diferentes profundidades en el sitio Abanico Irizar. (a) BH2. (b) BH1.

6.4. Variabilidad espacial de la temperatura sub-superficial y espesor de descongelamiento

La distribución de las temperaturas del suelo relevadas con el termómetro digital de mano el día 5
de febrero del 2011 a 5 cm de profundidad, muestra un claro patrón con las mayores temperaturas
localizadas cerca de la albufera y con las menores sobre los conos de detritos (Fig.6.5). A los 50 cm
y 70 cm de profundidad se observa este mismo patrón, alcanzando valores mayores a 13 ºC en la
costa y de aproximadamente 0 ºC a tan solo unos metros de distancia. Analizando estas
distribuciones de temperaturas, se observa como a mayor profundidad la zona de transición entre las
altas y bajas temperaturas ubicada en la base de los conos de detritos y en el abanico aluvial medio
se vuelve cada vez más estrecha.
Realizando un análisis más detallado, se observan dos situaciones especiales: (1) a lo largo del
curso efímero principal del abanico aluvial (con dirección NO-SE), donde las temperaturas son más
160
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

elevadas que en sus alrededores (aproximadamente 2 ºC), y (2) en el centro de los conos de detritos,
donde se hallaron las menores temperaturas en profundidad.
El relevamiento realizado del espesor de descongelamiento evidencia la ausencia de suelos
congelados en la parte noroeste del sitio, próximo a la albufera (Fig.6.5). Por el contrario, sobre la
parte sur y noreste se corrobora la presencia de una delgada capa de deshielo que alcanza los 70 cm
de profundidad, debajo de la cual se observó la presencia de permafrost mediante pozos testigos.

Fig.6.5: Distribución de las temperaturas del suelo en el sitio Abanico Irizar a 5, 50 y 70 cm de profundidad, junto a los
espesores de descongelamiento medidos (equidistancia de 5 cm). En la figura de abajo a la derecha los círculos indican
los sitios de medición.

161
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

Al igual que la distribución espacial de las temperaturas en este sitio, en el espesor de


descongelamiento estacional se observan las mismas dos situaciones especiales. A lo largo del curso
efímero principal, el espesor de descongelamiento es mayor que en sus alrededores, mientras que
sobre los conos de detritos el mismo presenta menor desarrollo.
El mismo día del relevamiento de las temperaturas y del espesor de deshielo, se realizaron
mediciones de la temperatura del agua de la albufera sobre la costa del abanico aluvial
(62º58´47,24´´S, 60º42´08,79´´O) y en un sitio distante 150 m de este, próximo a la antigua estación
meteorológica argentina (62º58´44,07´´S, 60º42´13,43´´O), alcanzando valores de 8,3 ºC y 5,6 ºC
respectivamente.

6.5. Relevamiento geoeléctrico

La figura 6.6 muestra los resultados de las tomografías eléctricas verticales (ERT) realizadas
sobre el abanico aluvial y los conos de detritos. En ellas se distinguen claramente dos zonas con
características muy diferentes. La primera de ellas se ubica próxima a la albufera y en profundidad,
presentando valores de resistividades de entre 12 y 32 kohm.m; mientras que la segunda abarca al
abanico proximal, a los conos de detritos y la parte superficial cercana a la costa cuyas resistividades
se encuentran entre los 1,5 Mohm.m. Estos valores son considerablemente mayores que el rango de
resistividades hallado en relevamientos geoeléctricos previos tanto en isla Decepción como en isla
Livingston.
El perfil longitudinal sobre el abanico aluvial muestra que la zona altamente resistiva presenta
forma de cuña hacia la costa, donde los valores de resistividad aparente decrecen rápidamente. En el
perfil transversal también es posible ver el límite inferior de esta zona resistiva, el cual se haya al
nivel de la albufera. Rasgo destacable es como la zona más conductora es cortada por una zona con
resistividades medias, la cual coincide con la orientación del actual curso fluvial del abanico. En
ambos perfiles entre la zona conductora y la resistiva existe una zona de transición muy reducida en
la vertical, marcando el elevado contraste en la conductividad existente entre ambas. Si se considera
que esta disparidad marca el límite de los suelos congelados en profundidad, se puede inferir que el

162
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

Fig.6.6: Tomografías eléctricas verticales en el sitio Abanico Irizar.

163
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

permafrost posee un espesor de entre 5 y 7 m sobre la parte media y alta del abanico aluvial. Debido
al alto espaciamiento entre electrodos (5 m), no es posible observar en superficie el desarrollo de la
capa activa.
El perfil sobre los conos de detritos evidencia una zona resistiva superficial con los mayores
valores de resistividad hallados sobre el sector sur, correspondiente al abanico aluvial proximal. Por
el contrario, hacia el norte del perfil se encuentra una zona en profundidad con valores medios de
resistividad coincidente con la base de los conos de detritos, próxima a la albufera. Aquí no es
visible el límite inferior de la zona resistiva, quizás debido al reducido espaciamiento de electrodos
utilizado (2,5 m).

6.6. Discusión

Debido a que el permafrost presenta una amplia distribución en isla Decepción, incluso a cotas
cercanas al nivel del mar (Vieira et al. 2010, Ramos et al. 2012), el régimen térmico obtenido del
sondeo BH1 (Fig.6.7), junto al relevamiento de las temperaturas del suelo a diferentes
profundidades y a la del agua de la albufera en el sitio Abanico Irizar, evidencian la presencia de una
anomalía geotérmica (Goyanes et al. 2014b). Este comportamiento anómalo en el área, puede ser
resultado de los procesos volcánicos-hidrotermales que ocurren en profundidad (Rey et al. 1995,
Martí et al. 1996), y que inhibirían el desarrollo del permafrost en la franja costera, impidiendo el
congelamiento estacional del suelo por debajo de los 20 cm aun cuando las temperaturas del aire se
hallen por debajo de los 0 ºC (Goyanes et al. 2012, 2014b). Asimismo, la temperatura del agua de la
albufera medida en cercanías de la antigua estación meteorológica argentina, el régimen térmico del
sondeo BH2 (Fig.6.7) y los valores de temperatura del suelo hallados en el relevamiento con el
termómetro digital de mano que junto con el sondeo mecánico evidenciaron la presencia de
permafrost en profundidad, sugieren que el efecto de la anomalía geotérmica sobre el desarrollo de
los suelos congelados se encuentra restringido arealmente (López-Martínez et al. 1996).

164
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

a)

b)

c)

d)

Fig.6.7: Régimen térmico diario en el sitio Abanico Irizar desde el año 2011 hasta el 2013. (a) Temperatura del aire. (b) Espesores de nieve acumulada. (c)
Régimen térmico del sondeo BH2. La pérdida de datos del sensor ubicado a 80 cm de profundidad no permite la interpolación de temperaturas por debajo de los
40 cm durante el año 2013. (d) Régimen térmico del sondeo BH1.

165
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

El control local que ejerce la anomalía geotérmica sobre la distribución del permafrost se
encuentra presente durante todo el año, como lo sugieren las imágenes satelitales GeoEye en el
software Google Earth (Fig.6.8). Las mismas evidencian la ausencia de una cubierta de nieve en la
parte distal del abanico aluvial y la de hielo marino en una franja estrecha de la costa, durante la
primavera del 2005 y del 2010. Además, trabajos históricos referentes a las expediciones realizadas
en la isla, parecerían indicar que este patrón es visible al menos desde 1829 (Roobol 1973, 1982).

Fig.6.8.: Influencia de las anomalías geotérmicas sobre la distribución de la cubierta nival y del hielo marino (imagen GeoEye
obtenido de Google Earth). Sitio A indica la ocurrencia de una anomalía geotérmica con la presencia de fumarolas. Sitio B
representa la anomalía geotérmica sin expresión superficial estudiada en este trabajo (tomado de Goyanes et al. 2014b).

La rápida disminución de la temperatura en el sondeo BH1 observada en octubre del 2011 y del
2012, y en noviembre del 2013 merece un análisis particular. La misma, marca el comienzo de la
etapa de fusión de la nieve y de la capa activa, como es evidenciado por el comienzo de los valores
de la temperatura del aire por encima de los 0 ºC (Goyanes et al. 2012, 2014b). El agua a baja
temperatura proveniente de esta fusión pendiente arriba (ya que en este sitio no se acumula nieve ni
se desarrollan suelos congelados) se infiltra en el suelo, el cual se haya a mayor temperatura por
efecto de la anomalía geotérmica, provocando la brusca disminución de esta variable.
La comparación del estilo y del tiempo de los eventos acontecidos en ambos sondeos en el
Abanico Irizar (Fig.6.7), a lo largo de una transecta topográfica, provee importante información
acerca de la influencia de la anomalía geotérmica sobre la hidrología del sitio (Goyanes et al. 2012,
2014b) (Fig.6.9). El enfriamiento que ocurre en BH1 mencionado anteriormente, se encuentra
caracterizado por dos estadíos. El primero de ellos representa un período de disponibilidad de agua

166
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

proveniente de la fusión de la nieve y de la capa activa pendiente arriba que provoca el descenso de
las temperaturas subsuperficiales. Posteriormente, durante la segunda etapa, las temperaturas del
subsuelo comienzan a incrementarse progresivamente y en tan solo pocas semanas se estabilizan
nuevamente en los valores previos. El comienzo de este calentamiento coincide con el incremento
en el deshielo en el sondeo BH2, aproximadamente 100 m ladera arriba. Esto indicaría que el agua
fría que se infiltraba anteriormente en BH1 ya no alcanza este sitio, sino que percola cada vez a
mayor cota. Este retroceso en la infiltración del agua proveniente de la fusión de la nieve y del
descongelamiento estacional de la superficie, en conjunto con el incremento de la pendiente en los
conos de detritos y en el abanico aluvial, provocan la inestabilidad de las laderas y finalmente
terminan generando los flujos de detritos característicos del área (Goyanes et al. 2014b). Estas
geoformas son generadas por la saturación del material superficial no consolidado debido a la

Fig.6.9: Modelo conceptual de la dinámica hidrológica y geomorfológica estacional en el sitio Abanico Irizar. La capa
activa se encuentra totalmente congelada durante el invierno en BH2, mientras que solo un congelamiento superficial
ocurre en BH1. En octubre, la infiltración del agua de fusión enfría el subsuelo en BH1. En noviembre la infiltración
ocurre ladera arriba, facilitando la saturación de la capa activa y contribuyendo a la formación de flujos de detritos,
mientras retorna la estratificación térmica en BH1 (modificado de Goyanes et al. 2014b).

167
Capítulo 6. Monitoreo de la interacción permafrost-volcanismo Gabriel A. Goyanes

presencia de una capa impermeable (permafrost) en profundidad (Vieira et al. 2008). Los episodios
de lluvias y de neviscas durante el verano también pueden ser disparadores de estos flujos, como ya
ha sido observado en el área (Goyanes et al. 2011a).
El sondeo mecánico y el relevamiento de temperaturas realizado en el Abanico Irizar también
evidencian el efecto de la micro-topografía sobre el espesor de descongelamiento estacional
(Cannone et al. 2008). El mayor espesor de descongelamiento y las mayores temperaturas halladas
en el curso efímero principal del abanico aluvial son probablemente resultado de la transferencia de
calor de las corrientes de agua que percolan en el subsuelo desde los sitios adyacentes más elevados
(Adlam et al. 2010). Este proceso aceleraría el deshielo a lo largo del canal y en los sitios de menor
elevación. La implicancia geomórfica de este fenómeno no está del todo clara, pero podría indicar
que la parte del abanico aluvial con permafrost presentaría un grado de erosión diferente que aquel
donde no está presente. Es decir, en los sitios con presencia de permafrost, el agua no puede
infiltrarse y por ello forma el flujo de aguas suprapermafrost generando carcavamientos no mayores
al espesor de capa activa. Por el contrario, cuando no existe esta capa impermeable en profundidad,
el agua se infiltra debido a la alta porosidad de los depósitos, inhibiendo la erosión en superficie.
La resistividad del agua depende de la concentración y del tipo de sales y minerales disueltos
(Lowrie 2007). Por ello el agua de mar posee bajas resistividades debido a la alta conductividad de
los iones de las sales disueltas (Telford 1990, Reynolds 1997). Por otro lado, los valores de
resistividad de los suelos congelados pueden variar en un amplio rango, desde entre 1 y 5 kΩm a
cientos de kΩm o incluso algunos MΩm (Kneisel y Hauck 2008). Por ello, la zona conductora en
profundidad observada en las ERT en isla Decepción podría evidenciar el efecto de una cuña de
agua salina proveniente de la albufera que ingresa por debajo del abanico aluvial (Urish y Frohlich
1990). Por el contrario, las altas resistividades halladas a escasos metros de la línea de costa
evidenciarían la presencia del permafrost. El régimen térmico del sondeo BH2 en el Abanico Irizar y
el sondeo mecánico realizado afirman estas inferencias, con lo cual se observa que el espesor de los
suelos congelados en la zona alcanza los 5-7 metros. Los valores tan elevados de resistividad
probablemente reflejen el alto contenido de hielo del permafrost (Kneisel y Hauck 2008), aunque no
se descarta que la compleja y variable composición química de los suelos en áreas con anomalías
geotérmicas (Caselli et al. 2004, 2007) pueda estar modificando dichos valores. Además, también
pueden deberse a que algunos electrodos fueron localizados sobre cenizas secas, ya que ensayos de
laboratorio evidencian que este tipo de depósitos presentan altos valores resistivos (ρ > 1.56 × 107
Ωm) debido a la estructura cristalina de las sales.
168
Capítulo 7

ANÁLISIS DE LOS FACTORES


CONDICIONANTES DE LOS PROCESOS
SUPERFICIALES Y MODELADO
ESPACIAL DE LOS PROCESOS
GEOMORFOLÓGICOS
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

7.1. Factores condicionantes de los procesos superficiales en las áreas libres de hielo en isla
Decepción

Esta primera sección del capítulo tiene como objetivo presentar los factores condicionantes a
utilizar en el modelado, como así también realizar un análisis preliminar de la relación existente
entre las variables independientes y las geoformas seleccionadas, permitiendo luego reducir la
cantidad de elementos a modelar.

7.1.1. Elevación

Como ha sido demostrado hasta el momento, la elevación desempeña un rol muy importante
dentro de la geomorfología de la isla, ya que controla la distribución de las temperaturas del aire,
la acumulación y permanencia de la cubierta nival y la intensidad de la radiación solar recibida,
tal como fuera mencionado para otros sitios de planeta (Selby 1993). Por este motivo será
considerada una de las variables independientes en el modelado (Fig.7.1). Las mayores
elevaciones de la isla se encuentran sobre los montes Pond y Kirkwood, con 535 m y 452 m
respectivamente. La cima de los mismos se encuentra ocupada por pequeños glaciares (área
punteada de color celeste en la figura) que no serán considerados en el modelado, por este
motivo, las mayores cotas pasan a hallarse a lo largo de un anillo que va desde punta Fildes hasta
punta Entrada, con un abra situada al oeste del monte Irizar debido al retroceso del curso fluvial
más importante de la isla (Igarzabal 1977). Esta disposición evidencia la forma de caldera de
colapso del volcán. Cabe destacar que en esta figura, también se pueden diferenciar claramente
los cráteres individuales, incluso aquellos de menores dimensiones como los generados en la
erupción de 1970 al pie de Goddard Hill.

7.1.2. Pendiente

La pendiente es una variable de gran relevancia ya que afecta los procesos hidrológicos y
geomorfológicos de la isla, condicionando la dirección del escurrimiento de las aguas, los sitios
potenciales de erosión y por ende el desarrollo de la capa activa (Melo 2009, Goyanes et al.
2014b). De la figura 7.2 se desprende que las mayores inclinaciones (> 25º) se corresponden con

170
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

Fig.7.1: Mapa de elevaciones de las áreas libres de hielo en isla Decepción.

las escarpas de falla sobre las cuales se ha producido el colapso del volcán primigenio (Martí et
al. 2013). A su vez, la parte interna inmediatamente contigua a los cráteres y maares, y las
laderas externas de los conos piroclásticos modernos exhiben también altos valores de
inclinación (entre 15º y valores mayores a 25º), como así también todo el perímetro externo de la
isla y partes de la costa interna, marcando la presencia de los acantilados (> 25º). Por el
contrario, las zonas con menores inclinaciones se corresponden con el área de tierra generada
durante la erupción de 1970 al norte de bahía teléfono, aquella ubicada sobre la costa de bahía
Balleneros y al norte del lago Kroner, nivelada debido a los episodios de lahares asociados a la
erupción de 1969 (Baker et al. 1969, 1975, Smellie 2002b) y aquellas zonas correspondientes a
la ubicación de las lagunas estacionales (ej. Valle Ciego) y las superficies interiores de los
cráteres, donde las pendientes se encuentran entre 0 y 10º.

171
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

Fig.7.2: Mapa de pendientes de las áreas libres de hielo de isla Decepción.

7.1.3. Exposición

Como lo han demostrado los resultados de los sitios mini-CALM ubicados a la misma cota
pero con diferente exposición (expo-N y expo-S) y el mayor desarrollo del espesor de deshielo
superficial en el sitio CALM-S Irizar con respecto al sitio Cráter Lake, pese a hallarse a mayor
altura, la exposición de la superficie frente a la radiación solar directa y a los vientos muestra un
fuerte control sobre la geomorfología de la isla. Por este motivo, será considerada otra de las
variables independientes en el modelado. La figura 7.3 muestra las exposiciones de la superficie

172
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

del terreno, que han sido divididas, de acuerdo a las direcciones de la roseta de los vientos en 8
clases, adicionando una más para aquellas superficies horizontales (planas).

Fig.7.3: Mapa de exposición de las superficies libres de hielo de isla Decepción.

7.1.4. Curvatura total

El análisis de la topografía de detalle desarrollado en ambos sitios CALM-S y en el Abanico


Irizar, evidenciaron el fuerte control ejercido sobre el desarrollo de la capa activa de las zonas
cóncavas y convexas, debido a que condicionan la acumulación y/o erosión de nieve y sedimento
y la dirección de escurrimiento del agua. A tal efecto, Gallant y Wilson (2000) y Hjort (2006)
proponen que el cálculo de la curvatura total es el más adecuado para determinar la convexidad o

173
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

concavidad de una superficie. Por este motivo, la curvatura será otra de las variables a tratar. En
la figura 7.4 se observa el mapa de esta variable, siendo resultado de la reclasificación de los
valores en tres clases: convexa (para los valores positivos), plano (para los valores próximos a 0)
y cóncava (para los valores negativos) (Gallant y Wilson 2000). El mismo refleja con mucha
precisión las zonas convexas correspondientes a la cima de los conos piroclásticos y al borde de
caldera. A su vez evidencia como inmediatamente hacia la parte interna de los mismos se
desarrollan sectores cóncavos. Al igual que en el mapa de pendientes, las partes planas se
corresponden con la ubicación de las lagunas estacionales, las superficies interiores de los
cráteres y con las áreas modificadas y/o creadas durante las erupciones de 1969 y 1970.

Fig.7.4: Mapa de curvatura total de las áreas libres de hielo de isla Decepción.

174
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

7.1.5. Radiación solar potencial

Como se mencionó anteriormente, la radiación solar incidente es uno de los factores que
contribuye con el desarrollo de la capa activa durante el verano. A su vez, esta variable depende
de la altura y de la exposición (French 2007). Debido a la ausencia de datos de estaciones de
medida de la radiación solar, en este trabajo calculamos la radiación total teórica de la isla para
la estación de verano 2011-2012. La elección de este período se basa en que las observaciones de
campo evidenciaron que fue el período en el cual se observó la menor cantidad de nieve en los
sectores no englazados, lo que habría facilitado el intercambio de calor entre la atmósfera y la
superficie. Es cierto, que este cálculo no refleja las verdaderas condiciones en el terreno, ya que
para Decepción se ha concluido que existe un predominio de la radiación difusa debido a la
elevada nubosidad existente durante el verano (Vieira y Ramos 2003, Melo 2009, Melo et al.
2012). Aun así, los valores calculados se aproximan a aquellos medidos durante el corto período
del verano del 2000 en la isla (Melo 2009, Melo et al. 2012), resultando ser así una buena
aproximación a ser considerada. A grandes rasgos en la figura 7.5 se muestra que las laderas
expuestas al norte son aquellas que reciben mayores valores de radiación, mientras que lo
contrario sucede con las que miran al sur.

7.1.6. Índice de humedad

La saturación de la capa activa juega un rol fundamental en el desarrollo de los flujos de


detritos y controla la hidrología de la isla (Goyanes et al. 2014b). Por este motivo, en este trabajo
utilizaremos como otra de las variables independientes al índice de humedad, el cual cuantifica la
efectividad de la topografía para redistribuir el agua sobre la superficie e indica la distribución
espacial de la humedad y saturación del suelo (Sorensen et al. 2006). Este índice combina la
pendiente de una celda con su área de contribución, lo que describe la tendencia a acumular
agua. Esta variable fue calculada utilizando la herramienta TauDEM del software ArcGis. Cabe
destacar en realidad que la lectura del mapa se realiza a la inversa, de forma que los valores
cercanos a cero indiquen zonas con alto potencial de saturación, mientras que mayores valores
marquen un mejor drenaje (Fig.7.6). Así se obtuvo que las zonas más susceptibles a saturarse se

175
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

Fig.7.5: Mapa de la radiación total de la estación de verano 2011-2012 para las áreas libres de hielo en isla
Decepción.

corresponden con aquellas superficies planas limitadas en alguno de sus extremos por laderas
empinadas, como es el caso por ejemplo de las superficies interiores de los cráteres, como en el
Valle Ciego o en la superficie de terreno generada durante la erupción de 1970 en bahía
Teléfono. Por el contrario, las partes elevadas como la cima de los conos piroclásticos o mismo
el borde de caldera, son zonas que favorecen el drenaje superficial.

176
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

Fig.7.6: Mapa del índice de humedad de las áreas libres de hielo de isla Decepción.

7.1.7. Litología

Como fuera mencionado en los capítulos previos, las diferentes litologías parecerían responder
de forma desigual frente a la dinámica geomorfológica. Por este motivo, el mapa litológico (Fig.
7.7) elaborado a partir de la digitalización de la carta geológica de escala 1:25.000 (Smellie
2002a), será utilizado como variable independiente en los modelos predictivos. Posteriormente a
su digitalización, se procedió a la conversión de los polígonos correspondientes a cada litología a
formato raster de forma de trabajar con la misma metodología empleada con las demás
variables. Para ello se utilizó la herramienta Polygon to Raster – Conversion Tools de ArcGis,
otorgándole un valor de 10 m a cada celda, en coincidencia con el tamaño de las derivadas del

177
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

DEM. En este mapa es posible observar el amplio predominio de la Fm. Pendulum Cove,
asociada a los depósitos recientes de material piroclástico arrojado durante las últimas
erupciones.

Fig.7.7: Mapa litoestratigráfico de isla Decepción (modificado de Smellie 2002a).

178
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

7.1.8. Permeabilidad

Debido a que es una tarea compleja conocer la permeabilidad del sustrato en cada punto de la
isla, para aproximar esta variable, se aplicó un modelo de permeabilidad elaborado con base en
el significado geomorfológico atribuido a la presencia de los canales fluviales (Melo 2009). Es
decir, además de estar condicionados por la pendiente de las laderas, los cursos están
relacionados con la débil permeabilidad del sustrato. Sobre la base de esta aproximación, se creó
en ArcGIS un mapa de la densidad de drenaje de la isla aplicando el método de Kernel. Este
método, adaptado a través de la función cuadrática de Kernel para calcular densidades
(Silverman 1986), es una forma no paramétrica de estimar la función de probabilidad de una
variable aleatoria basándose en el ajuste de una superficie curva a cada línea (es decir, a cada
canal fluvial). Los valores más altos se sitúan sobre los canales y van disminuyendo a medida
que nos alejamos de los mismos, alcanzando un valor de 0 en el límite del radio de búsqueda.
La densidad de drenaje de cada celda es calculada entonces a través de la suma de los valores
correspondientes a todas las superficies de Kernel sobreimpuestas en el centro de la misma celda.
Como resultado se obtiene la densidad de drenaje medida en km/km2 (Fig.7.8).
Para que este mapa pudiese ser comparable con los restantes, y también poder ser integrado en
el modelado, se efectuó en el software ArcGIS, un escalonamiento con base en un operador
lógico difuso (Fuzzy), utilizando una función lineal decreciente. Como se mencionó, sobre la
base de que la densidad de drenaje puede aproximar la permeabilidad del sustrato, a través de
esta metodología se atribuye una mayor permeabilidad al menor valor de densidad y viceversa.
Así, los valores de densidad de Kernel fueron transformados en valores comprendidos entre 0 y
1, correspondiéndose a las áreas con menor valor de permeabilidad y a las áreas con mayor
infiltración respectivamente. Entre 1 y 0 la permeabilidad va decreciendo de forma lineal
(Fig.7.9).

179
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

Fig.7.8: Mapa de la densidad de drenaje de las áreas libres de hielo en isla Decepción con base en el método de
Kernel.

Fig.7.9: Mapa de la permeabilidad de las áreas libres de hielo para isla Decepción inferida sobre la base de un
operador lógico difuso.

180
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

El paso final para este modelado fue el de la clasificación de las clases de acuerdo a la
observación del histograma de frecuencias en el software ArcGIS (Fig.7.10).

Fig.7.10: Mapa de permeabilidad de las áreas libres de hielo para isla Decepción reclasificado a partir de la
interpretación del histograma de frecuencias.

7.1.9. Temperatura del aire

Como es bien conocido en los ambientes montañosos, existe una relación inversa entre la
altura y la temperatura del aire. A su vez, esta última es de gran importancia geomorfológica
debido a que es la responsable del enfriamiento del suelo. Por este motivo y con la ventaja de
disponer de información de esta variable a diferentes cotas, se procedió al modelado de la
temperatura del aire para la isla. Para ello se utilizaron datos de los años en los cuales se disponía

181
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

de mayor cantidad de puntos de medición, siendo los mismos del 2011 al 2013, y se trabajó con
el promedio de las medias anuales del período (Tabla 7.1). Las estaciones de medidas utilizadas
fueron el Abanico Irizar, cerro de la Cruz y el sitio CALM-S Irizar.

Tabla 7.1: Estaciones de medida utilizadas para el modelado de la temperatura del aire con la altura, con los valores
medios anuales del intervalo analizado y el promedio del período.

Altura MAAT (ºC) Promedio


Estación
(m.s.n.m.) 2011 2012 2013 (ºC)
CALM-S Irizar 130 -3,1 -3,2 -3,2 -3,2
Cerro de la 80 -3,7 -3,2 -0,4 -2,5
Cruz
Aluvial fan 2 -2,6 -2,1 -2,2 -2,3

Con el valor promedio de cada estación a diferente altura se realizó una regresión lineal de
forma de encontrar la relación existente entre la variable independiente x (altura) y la
dependiente (temperatura) (Fig.7.11). De esta forma se halló una buena correlación (R2 =
0,7798) entre las variables.

Fig.7.11: Relación entre el promedio del período 2011-2013 de la temperatura media anual del aire en los diferentes
sitios y la altura.

Con la ecuación de la línea de tendencia, se procedió a la realización del modelado de la


temperatura del aire con la altura para Decepción. Este procedimiento se realizó con la
herramienta Raster Calculation de ArcGIS y los resultados pueden ser observados en la figura
7.12.

182
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

Fig.7.12: Mapa de la distribución de la temperatura del aire con la altura para las áreas libres de hielo de isla
Decepción.

Como ha sido mencionado a lo largo de esta sección, aquellos factores condicionantes que
habían sido seleccionados a priori han sido corroborados con los datos relevados en el terreno.
Por este motivo, todos ellos serán utilizados en el modelado, de forma de intentar comprender
cuál es su control y/o interacción con la geomorfología relevada.

7.2. Ponderación de los factores condicionantes

Esta sección tiene la finalidad de realizar un análisis previo de la relación entre las variables
dependientes y las independientes, de forma de reducir al mínimo la cantidad de elementos a

183
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

modelar, disminuyendo la redundancia y reconocer a priori la existencia de algún control sobre


las geoformas seleccionadas. Como variables dependientes, es decir las geoformas, se
consideraran a las dunas piroclásticas, los terrenos ondulados, los terrenos ondulados
degradados, los flujos de detritos, las laderas con procesos de escorrentía, las laderas con
geliflucción, las laderas de bloques, los neveros, los lóbulos-terrazas de geliflucción, los suelos
ordenados, las superficies lag y las depresiones por termokarst. La selección de estas formas no
es aleatoria, sino que busca dejar una base de la geomorfología actual de la isla desarrollada bajo
las condiciones climáticas actuales, para en un futuro analizar como variaran de acuerdo a las
proyecciones climáticas. Por otro lado, las variables independientes utilizadas fueron las
mencionadas en la sección anterior (Tabla 7.2), donde aquellas continuas debieron ser
clasificadas en categóricas, de forma de limitar el número de condiciones únicas generadas en los
modelos aplicados. Debido a la inexistencia de reglas específicas o sugerencias bibliográficas
acerca de la clasificación de las variables (Melo 2009), las mismas han sido divididas de acuerdo
al número de clases y su amplitud.
Con esta clasificación, y como fuera descripto en el capítulo de metodología, se procedió al
cálculo del área (en porcentaje) (A %) (Ec.1) y del peso de los datos (en porcentaje) (W %)
(Ec.2) para cada clase (i) de cada variable (j) de una determinada geoforma (m):

� .
��� % = ∑ �� Ec.1
�=1 ���

���
�� %=∑ . 10 Ec.2
�=1 ���

donde ��� es el área que ocupa la clase i de la variable independiente j de cada geoforma, n es el
total de clases de la variable j de la misma geoforma y m es el total de las geoformas. La
∑�
�= ��� también puede ser considerada como el área total que ocupa la clase i de la variable

independiente j. El multiplicar por 10 en la ecuación 2 se debe a que facilita la observación de


los datos aumentando el valor del cociente. Utilizando las dos ecuaciones mencionadas se
construyeron las tablas 7.3 y 7.4, las cuales son analizadas a continuación.

184
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

Tabla 7.2: Clasificación de las variables independientes.

VARIABLES
Elevación (m) Exposición Pendiente (grados) Litología
0 – 25 Plana 0–5 Cuaternario 1
25 – 50 Norte 5 – 10 Fm. Baily Head 2
50 – 75 Noreste 10 – 15 Fm. Basaltic Shield 3
75 – 100 Este 15 – 20 Fm. Fumarole Bay 4
100 – 125 Sureste 20 – 25 Miembro Kendall Terrace 5
125 – 150 Sur 25 – 30 Morenas 6
150 – 175 Suroeste 30 – 35 Miembro Mte. Kirkwood 7
175 – 200 Oeste 35 – 40 Fm. Pendulum Cove 8
200 – 225 Noroeste 40 – 45 Fm. Yellow Tuff 9
225 – 250 45 – 50
250 – 275 Curvatura total > 50 Índice de humedad
275 – 300 Cóncava 0 – 0,0001
2
300 – 325 Plana Radiación total (TJ/m ) 0,0001 – 0,001
325 – 350 Convexa 0 – 0,6 0,001 – 0,01
350 – 375 0,6 – 1,2 0,01 – 0,1
375 – 400 Temperatura del aire (ºC) 1,2 – 1,8 0,1 – 0,360555
400 - 425 -2 º - -2,5º 1,8 – 2,4
-2,5 º - -3º 2,4 – 3,0
Permeabilidad -3 º - -3,5º 3,0 – 3,6
Baja (0 – 0,45) -3,5 º - -4º
Media (0,45 – 0,98) -4 º - -4,5º
Elevada (0,98 – 1) -4,5 º - -5º

a) Dunas piroclásticas

Las dunas piroclásticas ocupan el 3,6 % de la superficie no englazada de la isla y más del 90 %
de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del mar hasta los 50 m de
altura, siendo mayor la frecuencia entre los 0 y los 25 m. Aproximadamente el 80 % de su
superficie se encuentra en pendientes inferiores a los 10º, hallándose la mayor frecuencia entre
los 0 y los 5º. Estas observaciones se mantienen al considerar el peso de las clases. Respecto a la
exposición, no se observa una clara tendencia en alguna dirección, la que si es visible al
considerar el peso, dominando ampliamente el desarrollo de las dunas sobre las superficies
planas. Caso similar sucede al considerar la curvatura total, ya que en una primera observación la
disposición parecería ser aleatoria, pero al considerar el peso, dominan nuevamente las
superficies planas. Este tipo de geoforma eólica domina sobre las litologías correspondientes al
Cuaternario y a la Fm. Pendulum Cove, en superficies con valores de radiación total entre 2,4 y
3,0 TJ/m2, de índice de humedad medios (0,001 – 0,1), en áreas de elevada permeabilidad y con

185
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales … Gabriel A. Goyanes

temperaturas del aire de entre -2 y -2,5 ºC. Al considerar el peso, estas observaciones se
mantienen, con la única diferencia que se tornan importantes los bajos índices de humedad.

b) Superficies lag

Las superficies lag representan el 4,5 % de la superficie no englazada de la isla y


aproximadamente el 80 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del
mar hasta los 100 m de altura, siendo mayor la frecuencia entre los 0 y los 25 m. Más del 70 %
de su superficie se encuentra en pendientes inferiores a los 15º. Al considerar el peso de las
clases ganan importancia aquellas alturas comprendidas entre los 275 y los 325 m. Se observa
una clara tendencia de su ocurrencia en superficies con exposiciones comprendidas entre el NO y
el NE y con curvatura convexa, variables que al considerar el peso se modifican levemente a
exposiciones entre el NE y SE y ganando la mayor importancia las superficies planas tanto en la
exposición como en la curvatura total. Este tipo de geoforma eólica domina sobre la Fm.
Pendulum Cove, en superficies con valores de radiación entre 2,4 y 3,0 TJ/m2, de índice de
humedad medios (0,001 – 0,1), en áreas de elevada permeabilidad y con temperaturas del aire de
entre -2 y -3 ºC. Al considerar el peso, estas observaciones se mantienen salvo que los índices de
humedad bajos se tornan importantes.

c) Laderas con geliflucción

Las laderas con geliflucción representan el 7,3 % de la superficie no englazada de la isla y


aproximadamente el 60 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde los 25 hasta
los 125 m de altura, siendo mayor la frecuencia entre los 25 y los 75 m. Aproximadamente el 70
% de su superficie se encuentra en pendientes comprendidas entre los 5º y los 20º. Al considerar
el peso de las clases ganan importancia aquellas alturas comprendidas entre los 125 y los 350 m
con mayor énfasis aquella entre los 300 y los 325 m y las pendientes entre los 10º y los 30º. Se
observa una clara tendencia de su ocurrencia en superficies con exposiciones comprendidas entre
el O y el NE y con curvaturas convexas y cóncavas, en ese orden de importancia. Al considerar
el peso las tendencias mencionadas se preservan. Este tipo de geoforma periglacial domina sobre
la Fm. Pendulum Cove, en superficies con valores de radiación entre 2,4 y 3,0 TJ/m2, de índice
de humedad medios (0,001 – 0,1), en áreas de media a elevada permeabilidad y con temperaturas
del aire de entre -2 y -3 ºC con mayor frecuencia entre -2,5 y -3 ºC. Al considerar el peso, se
adiciona como clase importante el Miembro Mte. Kirkwood, el índice de humedad presenta más

186
Tabla 7.3: Histogramas de frecuencias para cada variable independiente de cada una de las geoformas seleccionadas.

187
Tabla 7.3 (continuación)

188
Tabla 7.4: Ponderación de las variables independientes respecto a cada geoforma seleccionada (A % = Área en porcentaje, W % = Peso del área sobre el área total ocupada por cada clase).

189
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

bien valores medios a bajos, la permeabilidad valores elevados y el rango de temperaturas donde
ocurre esta geoforma gana importancia entre los -3 y los -4,5 ºC.

d) Neveros

Los neveros representan el 2,2 % de la superficie no englazada de la isla y más del 60 % de su


área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del mar hasta los 100 m de altura,
siendo mayor la frecuencia entre los 50 y los 75 m. Más del 60 % de su superficie se encuentra
en pendientes comprendidas entre los 5º y los 25º. Al considerar el peso de las clases ganan
importancia aquellas alturas comprendidas entre los 125 y los 175 y entre los 250 y 300 m y las
pendientes entre los 20º y los 40º. Se observa una clara tendencia de su ocurrencia en superficies
con exposiciones al O, SO y N y con curvaturas cóncavas. Al considerar el peso las tendencias
mencionadas se preservan y dan mayor énfasis a las exposiciones O y E. Este tipo de geoforma
nival domina sobre la Fm. Pendulum Cove, en superficies con valores de radiación de entre 1,8 y
3,8 TJ/m2, de índice de humedad medios a bajos (0,001 – 0,1), en áreas de media a elevada
permeabilidad y con temperaturas del aire de entre -2 y -3 ºC. Al considerar el peso, gana
importancia la Fm. Basaltic Shield y en menor medida la Fm. Fumarole Bay, el índice de
humedad presenta más bien valores bajos (0,0001 – 0,001), la radiación se ubica entre 1,2 y 1,8
TJ/m2 y el rango de temperaturas donde ocurre esta geoforma gana importancia entre los -3 y los
-4 ºC.

e) Terrenos ondulados

Los terrenos ondulados representan el 0,5 % de la superficie no englazada de la isla y


aproximadamente el 80 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del
mar hasta los 75 m de altura, siendo mayor la frecuencia entre los 25 y los 50 m. Más del 70 %
de su superficie se encuentra en pendientes comprendidas entre los 5º y los 25º. Al considerar el
peso de las clases, las elevaciones se mantienen aunque gana importancia aquella clase
comprendida entre los 250 y los 275 m, y las pendientes aumentan a un rango entre los 20º y los
35º. Se observa una clara tendencia de su ocurrencia en superficies con exposiciones al N, NE y
al O y con curvaturas cóncavas y convexas. Al considerar el peso las tendencias mencionadas se
preservan y dan mayor énfasis a las exposiciones al NE y a las curvaturas cóncavas. Este tipo de
geoforma periglacial domina sobre la Fm. Pendulum Cove y con menor participación del
Miembro Mte. Kirkwood, en superficies con valores de radiación entre 2,4 y 3,0 TJ/m2, de índice

190
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

de humedad medios (0,001 – 0,1), en áreas de elevada permeabilidad y con temperaturas del aire
de entre -2 y -2,5 ºC. Al considerar el peso, la litología donde domina esta geoforma es en el
Miembro Mte. Kirkwood, dominan los valores de radiación entre 1,2 y 1,8 TJ/m2 y valores de
índice de humedad bajos a medios (0,0001 – 0,01).

f) Lóbulos-terrazas de geliflucción

Los lóbulos-terrazas de geliflucción representan el 0,4 % de la superficie no englazada de la


isla y más del 80 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde los 50 hasta los
125 m de altura. Aproximadamente el 80 % de su superficie se encuentra en pendientes
comprendidas entre los 5º y los 15º. Al considerar el peso de las clases solamente se distingue
que las elevaciones aumentan su rango entre los 75 y los 150 m. Se observa una clara tendencia
de su presencia en superficies con exposiciones al O y en menor medida al NO y NE y con
curvaturas convexas y cóncavas, en ese orden de importancia. Al considerar el peso las
tendencias mencionadas se preservan en ambas variables. Este tipo de geoforma periglacial
domina sobre la Fm. Pendulum Cove, en superficies con valores de radiación entre 2,4 y 3,0
TJ/m2, de índice de humedad medios (0,001– 0,1), en áreas de permeabilidad media y con
temperaturas del aire de entre -2,5 y -3 ºC. Al considerar el peso, las tendencias se mantienen y
toman mayor importancia los índices de humedad bajos.

g) Suelos ordenados

Los suelos ordenados representan el 0,4 % de la superficie no englazada de la isla y más del 65
% de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del mar hasta los 50 m de
altura y aparecen otras clases con frecuencias menores entre los 250 y los 350 m. Más del 70 %
de su superficie se encuentra en pendientes inferiores a los 10º. Al considerar el peso de las
clases, se diferencia que aquellos suelos poligonales ubicados entre los 250 y los 350 m
adquieren mayor importancia que los localizados a menores cotas. Se observa una clara
tendencia de su ocurrencia en superficies con exposiciones al SE y en menor medida al NO y E y
con curvaturas convexas. Al considerar el peso las tendencias mencionadas se preserva el
dominio de exposiciones al SE, pero adquiere gran importancia la clase plana tanto en la
exposición como en la curvatura. Este tipo de geoforma periglacial domina sobre la Fm.
Pendulum Cove, en superficies con valores de radiación entre 1,8 y 3,0 TJ/m2, de índice de
humedad medios (0,001 – 0,1), en áreas de permeabilidad elevada y con temperaturas del aire de

191
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

entre -2 y -2,5 ºC y en menor medida entre -3,5 y -4 ºC. Al considerar el peso, la tendencia en la
litología se mantiene y se adiciona la clase correspondiente al Miembro Mte. Kirkwood, domina
en importancia el rango de temperaturas del aire comprendido entre los -3,5 y -4,5 ºC con un
gran predominio de la clase entre -4 y -4,5 ºC y gana mucha importancia el índice de humedad
más bajo.

h) Terrenos ondulados degradados

Los terrenos ondulados degradados representan el 0,03 % de la superficie no englazada de la


isla y más del 90 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del mar
hasta los 100 m de altura, siendo mayor la frecuencia entre los 25 y los 50 m. Aproximadamente
el 70 % de su superficie se encuentra en pendientes comprendidas entre los 5 y los 20º,
hallándose la mayor frecuencia entre los 5 y los 10º. Estas observaciones se mantienen al
considerar el peso de las clases. Se observa una clara tendencia de su ocurrencia en superficies
con exposiciones comprendidas entre el N y el SE (en sentido horario) y con curvatura convexa,
con iguales descripciones al considerar el peso. Este tipo de geoforma periglacial domina sobre
las litologías correspondientes al Cuaternario y a la Fm. Pendulum Cove, en superficies con
valores de radiación medios a altos (2,4 – 3,0 TJ/m2), de índice de humedad medios (0,001 – 01),
en áreas de media a elevada permeabilidad y con temperaturas del aire de entre -2 y -2,5 ºC. Al
considerar el peso, estas observaciones se mantienen con la diferencia de que predomina la
radiación entre 1,2 y 1,8 TJ/m2.

i) Depresiones por termokarst

Las depresiones por termokarst representan el 0,03 % de la superficie no englazada de la isla y


aproximadamente el 90 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del
mar hasta los 50 m de altura. Más del 70 % de su superficie se encuentra en pendientes inferiores
a los 15º. Al considerar el peso de las clases las tendencias se mantienen. Se observa una clara
ocurrencia en superficies con exposiciones al NE y en menor medida al O y N y con curvaturas
convexas. Al considerar el peso las tendencias mencionadas se preservan. Este tipo de geoforma
periglacial domina sobre la Fm. Pendulum Cove, en superficies con valores de radiación entre
2,4 y 3,0 TJ/m2, de índice de humedad medio (0,001 – 0,1), en áreas de permeabilidad elevada y
con temperaturas del aire de entre -2 y -2,5 ºC. Al considerar el peso, las tendencias no varían,
con excepción de que se torna importante el índice de humedad bajo.

192
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

j) Laderas con procesos de escorrentía

Las laderas con procesos de escorrentía representan el 18,7 % de la superficie no englazada de


la isla y más del 70 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde los 25 hasta los
150 m de altura. Aproximadamente el 60 % de su superficie se encuentra en pendientes
comprendidas entre los 5 y los 20º. Al considerar el peso de las clases, en la elevación se observa
un cambio muy pronunciado ya que predominan las clases comprendidas entre los 350 y los 425
m, mientras que con la pendiente todas las clases se tornan representativas. Se observa una clara
tendencia de su ocurrencia en superficies con exposiciones al N y NO y con curvaturas convexas
y cóncavas, en ese orden de importancia. Al considerar el peso las tendencias mencionadas se
preservan. Este tipo de geoforma fluvial domina sobre la Fm. Pendulum Cove y sobre los
depósitos cuaternarios, en superficies con valores de radiación entre 2,4 y 3,0 TJ/m2, de índice de
humedad medios (0,001 – 0,1), en áreas de permeabilidad media y con temperaturas del aire de
entre -2 y -3,5 ºC. Al considerar el peso, se observa una tendencia hacia índices de humedad
altos y dos clases adquieren importancia en la temperatura del aire, aquella de -3 a -3,5 ºC y de -
4,5 a -5 ºC, siendo esta última la más representativa.

k) Flujos de detritos

Los flujos de detritos representan el 1,6 % de la superficie no englazada de la isla y


aproximadamente el 90 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde el nivel del
mar hasta los 75 m de altura. Más del 60 % de su superficie se encuentra en pendientes
comprendidas entre los 15 y los 30º. Al considerar el peso de las clases, solo se observa que
adquieren importancia las pendientes entre los 25º y los 35º. Se observa una clara tendencia de su
ocurrencia en superficies con exposiciones al N y NO y con curvaturas cóncavas y convexas, en
ese orden de importancia. Al considerar el peso las tendencias mencionadas se preservan, a
diferencia de la curvatura que predomina levemente las superficies cóncavas. Este tipo de
geoforma de remoción en masa domina sobre la Fm. Pendulum Cove, en superficies con valores
de radiación entre 2,4 y 3,0 TJ/m2, de índice de humedad medios (0,001 – 0,01), en áreas de
permeabilidad elevada y con temperaturas del aire de entre -2 y -3 ºC. Al considerar el peso,
solamente se observa que adquiere relevancia la litología de la Fm. Basaltic Shield sobre la Fm.
Pendulum Cove y que predomina la radiación entre 1,2 y 1,8 TJ/m2.

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Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

l) Ladera con bloques

Las laderas con bloques representan el 0,31 % de la superficie no englazada de la isla y más
del 60 % de su área se dispone en un rango altitudinal que va desde los 75 m hasta los 150 m de
altura. Más del 60 % de su superficie se encuentra en pendientes comprendidas entre los 15 y los
35º. Al considerar el peso de las clases, se observa que adquieren importancia las elevaciones
entre los 125 y los 175 m y las pendientes entre los entre los 45º y los 50º sobre las demás clases.
Se observa una clara tendencia de su ocurrencia en superficies con exposiciones al SE, S y O y
con curvaturas convexas y cóncavas, en ese orden de importancia. Al considerar el peso las
tendencias mencionadas se preservan. Este tipo de geoforma de remoción en masa domina sobre
el Miembro Kendall Terrace, la Fm. Fumarole Bay y el Miembro Mte. Kirkwood, en superficies
con valores de radiación entre 1,2 y 3,0 TJ/m2, de índice de humedad medios (0,001 – 0,1), en
áreas de permeabilidad elevada y con temperaturas del aire de entre -2,5 y -3,5 ºC. Al considerar
el peso, se observa que adquiere relevancia otra clase de litología además de las mencionadas
que es la correspondiente a la Fm. Baily Head y dominan los valores de radiación entre 0,6 y 1,8
TJ/m2.

m) Síntesis

De la descripción de los factores que parecerían influir en la distribución de las geoformas


consideradas recién realizada, se desprende que todas las variables independientes tratadas en
este trabajo parecerían tener incidencia sobre el desarrollo y/o ubicación de estas formas. Por tal
motivo todas ellas serán utilizadas en el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de las
geoformas mencionadas que se realizará a continuación.

194
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3. Modelado espacial de los procesos geomorfológicos

En este capítulo se abordará la elaboración y validación del modelo predictivo de la distribución


espacial de algunas de las geoformas identificadas en isla Decepción, con el propósito de intentar
comprender cuales son los factores topográficos y ambientales que controlan su presencia y/o
ausencia. Como se mencionó en el capítulo de metodología, el modelado tendrá como base el
método estadístico de valor informativo, el que permitirá determinar el peso específico de cada
variable independiente y posibilitará la validación de los resultados a través de tasas de suceso y de
predicción.
Previamente al desarrollo del modelado se procedió a la reclasificación de las clases de las
variables independientes para un manejo más claro de la información (Tabla 7.5).

Tabla 7.5: Clasificación de las variables independientes.

Variable Reclasif. Variable Reclasif. Variable Reclasif. Variable Reclasif.


Elevación (m) Exposición Pendiente (grados) Litología
0 – 25 Elev_1 Plana Expo_1 0–5 Pend_1 Cuaternario 1
25 – 50 Elev_2 Norte Expo_2 5 – 10 Pend_2 Fm. Baily Head 2
50 – 75 Elev_3 Noreste Expo_3 10 – 15 Pend_3 Fm. Basaltic Shield 3
75 – 100 Elev_4 Este Expo_4 15 – 20 Pend_4 Fm. Fumarole Bay 4
100 – 125 Elev_5 Sureste Expo_5 20 – 25 Pend_5 Miembro Kendall Terrace 5
125 – 150 Elev_6 Sur Expo_6 25 – 30 Pend_6 Morenas 6
150 – 175 Elev_7 Suroeste Expo_7 30 – 35 Pend_7 Miembro Mte. Kirkwood 7
175 – 200 Elev_8 Oeste Expo_8 35 – 40 Pend_8 Fm. Pendulum Cove 8
200 – 225 Elev_9 Noroeste Expo_9 40 – 45 Pend_9 Fm. Yellow Tuff 9
225 - 250 Elev_10 45 – 50 Pend_10
250 – 275 Elev_11 Curvatura total > 50 Pend_11 Índice de humedad
275 – 300 Elev_12 Cóncava Curv_1 0 – 0,0001 Hum_1
300 – 325 Elev_13 Plana Curv_2 Radiación total (TJ/m2) 0,0001 – 0,001 Hum_2
325 – 350 Elev_14 Convexa Curv_3 0 – 0,6 Rad_1 0,001 – 0,01 Hum_3
350 – 375 Elev_15 0,6 – 1,2 Rad_2 0,01 – 0,1 Hum_4
375 – 400 Elev_16 Temperatura del aire 1,2 – 1,8 Rad_3 0,1 – 0,36 Hum_5
400 - 425 Elev_17 -2 º - -2,5º Temp_1 1,8 – 2,4 Rad_4
-2,5 º - -3º Temp_2 2,4 – 3,0 Rad_5
Permeabilidad -3 º - -3,5º Temp_3 3,0 – 3,13 Rad_6
Baja (0 – 0,45) Perm_baja -3,5 º - -4º Temp_4
Media (0,45 – Perm_media -4 º - -4,5º Temp_5
Elevada (0,98 – 1) Perm_elevada -4,5 º - -5º Temp_6

195
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.1. Validación de la correlación entre las variables independientes

Antes de la aplicación del modelo predictivo es necesario comprobar la posible existencia de


colinealidad entre las variables independientes. La multicolinealidad da indicios respecto de la
existencia de variables fuertemente correlacionadas, lo que resultaría en información redundante que
podría dificultar la interpretación de los modelos (Wheeler y Tiefelsdorf 2005, Hjort 2006).
Para realizar este procedimiento, se calculó con el software STATISTICA, una matriz de
coeficientes de correlación de Pearson de todas las variables independientes. De este modo, se
considera que dos variables con coeficientes de correlación superiores a 0,9 causaran problemas en
el análisis, mientras que coeficientes inferiores a 0,8 no presentarán problemas. Aquellos
coeficientes comprendidos entre 0,8 y 0,9 son susceptibles de causar problemas de interpretación y
la consideración y/o eliminación de alguna de las variables debe analizarse de acuerdo a los
objetivos del trabajo a realizar (Katz 1999). Como puede observarse en la tabla 7.6, no existen
correlaciones significativas que puedan comprometer la interpretación de los resultados de los
modelos.

Tabla 7.6: Matriz de coeficientes de correlación de Pearson de las variables independientes.

Curvatura Radiación Indice de


Tº aire Exposición Elevación Pendiente Litología Permeabilidad
total total humedad
Tº aire 1,00
Exposición 0,00 1,00
Curvatura total -0,09 -0,01 1,00
Elevación -1,00 0,00 0,09 1,00
Radiación total -0,07 0,06 0,01 0,07 1,00
Pendiente 0,24 0,04 0,00 -0,24 0,29 1,00
Indice de humedad 0,01 0,00 0,01 -0,01 0,02 0,02 1,00
Litología 0,37 -0,01 -0,01 -0,37 0,03 0,15 0,01 1,00
Permeabilidad 0,10 -0,01 0,00 -0,10 0,00 0,00 0,01 0,18 1,00

7.3.2. Método estadístico de Valor Informativo

7.3.2.1. Dunas piroclásticas

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Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de dunas piroclásticas, considerando las geoformas


tanto como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.13. En la tabla 7.7, se
exponen los resultados de la aplicación de la ec. 3.

Tabla 7.7: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de dunas
piroclásticas.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


2 2
Variable S i (m ) N i (m ) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI

Expo_Plano 185600 1905900 1,50 Expo_Plano 115400 1905900 1,33


Hum_0 298800 3665800 1,27 Elev_0 - 25m 458300 9256800 1,12
Elev_0 - 25m 701100 9256800 1,25 Hum_0 182600 3665800 1,08
Pen_0 - 5º 552700 8768000 1,07 Temp_-2,5 - -2º 636200 15990500 0,91
Temp_-2,5 - -2º 882100 15990500 0,94 Pen_0 - 5º 340500 8768000 0,88
Lit_Cuaternario 349300 7003100 0,76 Lit_Cuaternario 221700 7003100 0,61
Perm_Elevada 752800 19397300 0,58 Elev_25 - 50m 180200 7060000 0,46
Curv_Plano 352000 10009600 0,49 Expo_NE 117300 4819800 0,41
Expo_S 115600 3665100 0,38 Perm_Elevada 471000 19397300 0,41
Elev_25 - 50m 181900 7060000 0,17 Curv_Plano 234200 10009600 0,38
Rad_1,8 - 2,4 TJ/m2 334300 13529500 0,13 Pen_5 - 10º 192900 9848800 0,20
Lit_Fm. Pendulum Cove 572400 21885500 0,11 Expo_S 69800 3665100 0,17
Expo_SE 101000 4165700 0,11 Lit_Fm. Pendulum Cove 442100 21885500 0,16
Pen_5 - 10º 227200 9848800 0,06 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m2 459400 26452800 0,08
Rad_2,4 - 3,0 TJ/m2 586600 26452800 0,02 Expo_SE 71000 4165700 0,06
2
Expo_SO 93400 4311600 0,00 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 225800 13529500 0,04
Expo_NE 95200 4819800 -0,09 Expo_E 59600 3827300 -0,03
Expo_E 74900 3827300 -0,10 Expo_N 103200 6681200 -0,04
Hum_0,001 - 0,01 364200 18610600 -0,16 Hum_0,0001 - 0,001 65500 4049000 -0,04
Curv_Convexo 318700 18065200 -0,20 Expo_SO 62200 4311600 -0,11
Curv_Cóncavo 255500 14711500 -0,22 Curv_Convexo 258200 18065200 -0,12
Hum_0,0001 - 0,001 72200 4049000 -0,25 Hum_0,001 - 0,01 275100 18610600 -0,13
Expo_O 82100 5261700 -0,33 Curv_Cóncavo 195500 14711500 -0,19
Expo_N 98300 6681200 -0,39 Pen_10 - 15 º 82000 7531600 -0,39
Hum_0,01 - 0,1 164700 12646300 -0,56 Hum_0,01 - 0,1 141200 12646300 -0,41
Pen_10 - 15 º 79700 7531600 -0,72 Perm_Media 216800 23012000 -0,53
Expo_NO 80100 8148000 -0,79 Hum_0 - 0,0001 6000 628400 -0,57
Hum_0 - 0,0001 6200 628400 -0,84 Expo_O 43300 5261700 -0,67
Perm_Media 173400 23012000 -1,06 Pen_15 - 20º 41100 5583500 -0,78
Pen_15 - 20º 37500 5583500 -1,17 Expo_NO 46100 8148000 -1,04
Pen_20 - 25º 18300 4280400 -1,62 Elev_50 - 75m 36300 7636700 -1,22
Elev_50 - 75m 31400 7636700 -1,66 Pen_20 - 25º 19200 4280400 -1,28

197
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Lit_Fm. Fumarole Bay 3700 962400 -1,80 Pen_25 - 30º 9200 3037000 -1,67
Pen_25 - 30º 8300 3037000 -2,07 Lit_Miembro Kendall Terrace 12600 4329600 -1,77
Rad_1,2 - 1,8 TJ/m2 5300 1992300 -2,10 Temp_-3 - -2,5º 51700 19160400 -1,78
Temp_-3 - -2,5º 44100 19160400 -2,24 Elev_75 - 100m 11900 6989400 -2,25
Elev_75 - 100m 8400 6989400 -2,89 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m2 2700 1992300 -2,47
Pen_30 - 35º 2200 1883000 -2,92 Pen_30 - 35º 2500 1883000 -2,49
Elev_100 - 125m 3400 3846500 -3,20 Lit_Fm. Fumarole Bay 1200 962400 -2,62
Pen_35 - 40º 300 844500 -4,11 Lit_Morenas 2600 2275900 -2,71
Pen_40 - 45º 0 436100 -4,11 Pen_35 - 40º 500 844500 -3,30
Pen_45 - 50º 0 261200 -4,11 Elev_100 - 125m 1200 3846500 -3,94
Pen_> 50º 0 312200 -4,11 Pen_40 - 45º 0 436100 -4,10
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -4,11 Pen_45 - 50º 0 261200 -4,10
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -4,11 Pen_> 50º 0 312200 -4,10
Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -4,11 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -4,10
Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -4,11 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -4,10
Temp_-3,5 - -3º 0 5073800 -4,11 Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -4,10
Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -4,11 Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -4,10
2
Rad_0,6 - 1,2 TJ/m 0 332700 -4,11 Temp_-3,5 - -3º 0 5073800 -4,10
2
Rad_3,0 - 3,13 TJ/m2 0 457000 -4,11 Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -4,10
2
Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -4,11 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -4,10
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -4,11 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m2 0 457000 -4,10
Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -4,11 Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -4,10
Lit_Morenas 0 2275900 -4,11 Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -4,10
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -4,11 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -4,10
Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -4,11 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -4,10
Elev_125 - 150m 0 2496900 -4,11 Elev_125 - 150m 0 2496900 -4,10
Elev_150 - 175m 0 1424800 -4,11 Elev_150 - 175m 0 1424800 -4,10
Elev_175 - 200m 0 1205500 -4,11 Elev_175 - 200m 0 1205500 -4,10
Elev_200 - 225m 0 1051700 -4,11 Elev_200 - 225m 0 1051700 -4,10
Elev_225 - 250m 0 904500 -4,11 Elev_225 - 250m 0 904500 -4,10
Elev_250 - 275m 0 497200 -4,11 Elev_250 - 275m 0 497200 -4,10
Elev_275 - 300m 0 202000 -4,11 Elev_275 - 300m 0 202000 -4,10
Elev_300 - 325m 0 103600 -4,11 Elev_300 - 325m 0 103600 -4,10
Elev_325 - 350m 0 74200 -4,11 Elev_325 - 350m 0 74200 -4,10
Elev_350 - 375m 0 21000 -4,11 Elev_350 - 375m 0 21000 -4,10
Elev_375 - 400m 0 15500 -4,11 Elev_375 - 400m 0 15500 -4,10
Perm_Baja 0 377000 -4,11 Perm_Baja 100 377000 -4,10
2 2 2 2
S = 8.314.900 m ; N = 378.842.900 m S = 6.135.900 m ; N = 378.842.900 m

De la tabla 7.7 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con las dunas
piroclásticas son las exposiciones planas, índices de humedad con valores de 0, alturas

198
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

comprendidas entre el nivel del mar y los 50 m, pendientes entre 0 y 5º, temperaturas del aire entre -
2,5 y -2 ºC, curvatura plana, permeabilidad elevada, valores de radiación entre 1,8 y 2,4 TJ/m2 y
litologías correspondientes al Cuaternario y a la Fm. Pendulum Cove. Al analizar los resultados
obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como puntos, se observa que los
mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos como polígonos.
En la tabla 7.8, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de
área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de dunas piroclásticas según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 24,27 % del total de las dunas piroclásticas. Si se
considera el 20 % del área de estudio, la presencia de dunas piroclásticas se eleva a un 50,97 %, y
alcanza aproximadamente el 95 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si
consideramos el modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de
VI más elevados abarcan un 55,10 % del total de las dunas piroclásticas, el 20 % abarca el 81,84 %
de las geoformas, mientras que el 98,52 % de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se
alcanza al considerar la mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.8: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de dunas piroclásticas y sus respectivos valores de VI y del
área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia de % de área con presencia de
Clases de susceptibilidad Valores de VI Valores de VI
dunas piroclásticas dunas piroclásticas
0 - 10 2,34 - 7,99 24,27 2,39 - 6,80 55,10
10 - 20 0,19 - 2,34 50,97 0,88 - 2,39 81,84
20 - 30 -1,92 - 0,19 79,64 -1,05 - 0,88 90,76
30 - 40 -4,39 - -1,92 86,28 -3,11 - -1,05 94,78
40 - 50 -5,72 - -4,39 94,47 -4,26 - -3,11 98,52
> 50 -25,92 - -5,72 100 -25,36 - -4,26 100

199
Fig.7.13: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de dunas piroclásticas, elaborado en base al método de VI.
200
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.2. Lóbulos-terrazas de geliflucción

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de los lóbulos-terrazas de geliflucción, considerando


las geoformas tanto como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.14. En la
tabla 7.9, se exponen los resultados de la aplicación de la ec. 3.

Tabla 7.9: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de lóbulos terrazas de
geliflucción.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Si Si
Variable N i (m2) VI Variable N i (m2) VI
(m2) (m2)
Expo_NE 25400 4819800 0,94 Elev_100 - 125m 25100 3846500 1,16
Expo_O 27300 5261700 0,92 Expo_O 27300 5261700 0,93
Elev_100 - 125m 19600 3846500 0,90 Elev_75 - 100m 31000 6989400 0,78
Pen_10 - 15 º 37200 7531600 0,87 Pen_5 - 10º 42500 9848800 0,75
Elev_75 - 100m 28700 6989400 0,69 Hum_0 - 0,0001 2800 628400 0,73
Elev_125 - 150m 10100 2496900 0,67 Temp_-3 - -2,5º 75900 19160400 0,66
Temp_-3 - -2,5º 69600 19160400 0,57 Pen_10 - 15 º 26200 7531600 0,53
Lit_Fm. Pendulum Cove 76300 21885500 0,46 Lit_Fm. Pendulum Cove 75700 21885500 0,46
Pen_5 - 10º 29200 9848800 0,36 Hum_0,0001 - 0,001 13700 4049000 0,45
Perm_Media 63700 23012000 0,29 Elev_125 - 150m 7400 2496900 0,37
Hum_0,01 - 0,1 36400 12646300 0,28 Perm_Media 67600 23012000 0,36
Elev_50 - 75m 19800 7636700 0,23 Expo_NE 13900 4819800 0,35
Pen_15 - 20º 14100 5583500 0,20 Hum_0,01 - 0,1 33300 12646300 0,20
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 64500 26452800 0,17 Expo_SE 10200 4165700 0,18
Curv_Convexo 42600 18065200 0,13 Elev_50 - 75m 17700 7636700 0,13
Hum_0,0001 - 0,001 9900 4049000 0,12 Curv_Convexo 41300 18065200 0,11
2
Hum_0 - 0,0001 1500 628400 0,10 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 60300 26452800 0,11
Temp_-3,5 - -3º 10700 5073800 0,02 Expo_E 8700 3827300 0,11
Expo_SE 8700 4165700 0,01 Curv_Cóncavo 30600 14711500 0,02
Curv_Cóncavo 28700 14711500 -0,06 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 27000 13529500 -0,02
Hum_0,001 - 0,01 36800 18610600 -0,09 Pen_15 - 20º 9900 5583500 -0,14
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 23700 13529500 -0,16 Expo_NO 14000 8148000 -0,17
Curv_Plano 16900 10009600 -0,20 Hum_0,001 - 0,01 33300 18610600 -0,19
Expo_E 5900 3827300 -0,29 Curv_Plano 15400 10009600 -0,28
Lit_Fm. Basaltic Shield 500 304600 -0,30 Expo_SO 6400 4311600 -0,32
Lit_Cuaternario 10800 7003100 -0,36 Lit_Cuaternario 11000 7003100 -0,33
Elev_150 - 175m 2000 1424800 -0,38 Temp_-3,5 - -3º 6700 5073800 -0,44
Perm_Elevada 24400 19397300 -0,49 Perm_Elevada 19500 19397300 -0,71
Expo_S 4400 3665100 -0,54 Pen_0 - 5º 7400 8768000 -0,88

201
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Expo_N 6400 6681200 -0,77 Expo_S 2800 3665100 -0,98


Expo_SO 4000 4311600 -0,80 Elev_150 - 175m 1000 1424800 -1,07
Expo_NO 5800 8148000 -1,06 Lit_Fm. Basaltic Shield 200 304600 -1,20
Pen_20 - 25º 2600 4280400 -1,22 Hum_0 2300 3665800 -1,23
Elev_0 - 25m 5600 9256800 -1,23 Perm_Baja 200 377000 -1,35
Pen_0 - 5º 5100 8768000 -1,27 Expo_N 3500 6681200 -1,36
Temp_-2,5 - -2º 7900 15990500 -1,43 Elev_25 - 50m 2500 7060000 -1,75
Elev_25 - 50m 2400 7060000 -1,80 Pen_20 - 25º 1300 4280400 -1,90
Hum_0 1300 3665800 -1,81 Temp_-2,5 - -2º 4700 15990500 -1,94
Perm_Baja 100 377000 -2,05 Elev_0 - 25m 2600 9256800 -1,98
Pen_25 - 30º 0 3037000 -2,57 Pen_25 - 30º 0 3037000 -2,05
Pen_30 - 35º 0 1883000 -2,57 Pen_30 - 35º 0 1883000 -2,05
Pen_35 - 40º 0 844500 -2,57 Pen_35 - 40º 0 844500 -2,05
Pen_40 - 45º 0 436100 -2,57 Pen_40 - 45º 0 436100 -2,05
Pen_45 - 50º 0 261200 -2,57 Pen_45 - 50º 0 261200 -2,05
Pen_> 50º 0 312200 -2,57 Pen_> 50º 0 312200 -2,05
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -2,57 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -2,05
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -2,57 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -2,05
Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -2,57 Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -2,05
Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -2,57 Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -2,05
Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -2,57 Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -2,05
2 2
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -2,57 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -2,05
2 2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 0 1992300 -2,57 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 0 1992300 -2,05
2 2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -2,57 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -2,05
Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -2,57 Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -2,05
Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -2,57 Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -2,05
Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -2,57 Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -2,05
Lit_Morenas 0 2275900 -2,57 Lit_Morenas 0 2275900 -2,05
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -2,57 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -2,05
Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -2,57 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -2,05
Elev_175 - 200m 0 1205500 -2,57 Elev_175 - 200m 0 1205500 -2,05
Elev_200 - 225m 0 1051700 -2,57 Elev_200 - 225m 0 1051700 -2,05
Elev_225 - 250m 0 904500 -2,57 Elev_225 - 250m 0 904500 -2,05
Elev_250 - 275m 0 497200 -2,57 Elev_250 - 275m 0 497200 -2,05
Elev_275 - 300m 0 202000 -2,57 Elev_275 - 300m 0 202000 -2,05
Elev_300 - 325m 0 103600 -2,57 Elev_300 - 325m 0 103600 -2,05
Elev_325 - 350m 0 74200 -2,57 Elev_325 - 350m 0 74200 -2,05
Elev_350 - 375m 0 21000 -2,57 Elev_350 - 375m 0 21000 -2,05
Elev_375 - 400m 0 15500 -2,57 Elev_375 - 400m 0 15500 -2,05
Expo_Plano 300 1905900 -2,57 Expo_Plano 500 1905900 -2,05
2 2 2 2
S = 790.900 m ; N = 378.842.900 m S = 783.900 m ; N = 378.842.900 m

202
Fig.7.14: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de lóbulos-terrazas de geliflucción, elaborado en base al método de VI.
203
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

De la tabla 7.9 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con los lóbulos-
terrazas de geliflucción son las exposiciones al noreste y oeste, índices de humedad con valores
entre 0,01 y 0,1, alturas comprendidas entre los 50 y los 150 m, pendientes entre 5 y 20º,
temperaturas del aire entre -3 y -2,5 ºC, curvatura convexa, permeabilidad media, valores de
radiación entre 2,4 y 3,0 TJ/m2 y litologías correspondientes a la Fm. Pendulum Cove. Al analizar
los resultados obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como puntos, se
observa que los mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos como
polígonos, con la única diferencia que índices de humedad cercanos a cero adquieren mayor
importancia.
En la tabla 7.10, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de
área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de dunas piroclásticas según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 59,21 % del total de los lóbulos-terrazas de
geliflucción. Si se considera el 20 % del área de estudio, la presencia de esta geoforma se eleva a un
85,31 %, y alcanza más del 98 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si
consideramos el modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de
VI más elevados abarcan un 68,36 % del total de los lóbulos-terrazas de geliflucción, el 20 % abarca
el 87,44 % de las geoformas, mientras que el 96,45 % de las zonas con la presencia del fenómeno en
estudio se alcanza al considerar la mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.10: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de lóbulos-terrazas de geliflucción y sus respectivos valores
de VI y del área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI de lóbulos/terrazas de Valores de VI de lóbulos/terrazas de
geliflucción geliflucción
0 - 10 1,78 - 4,61 59,21 2,07 - 5,27 68,36
10 - 20 0,76 - 1,78 85,31 0,9 - 2,07 87,44
20 - 30 -0,44 - 0,76 94,41 -0,23 - 0,9 93,13
30 - 40 -1,43 - -0,44 96,74 -1,42 - -0,23 94,31
40 - 50 -2,33 - -1,43 98,14 -2,51 - -1,42 96,45
> 50 -16,74 - -2,33 100 -14,35 - -2,51 100

204
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.3. Terrenos ondulados

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados, considerando la geoforma tanto


como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.15. En la tabla 7.11, se exponen
los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla7.11 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con los terrenos
ondulados son las exposiciones al noreste y norte, índices de humedad con valores entre 0,001 y
0,01, alturas comprendidas entre los 25 y los 75 m, con otra componente entre los 250 y 275 m,
pendientes entre 15 y 35º, temperaturas del aire entre -3 y -2,5 ºC, curvatura cóncava y plana,
permeabilidad elevada, valores de radiación entre 1,2 y 1,8 TJ/m2 y litologías correspondientes a la
Fm. Pendulum Cove y al Miembro Mte. Kirkwood. Al analizar los resultados obtenidos con base en
el modelado considerando a las geoformas como puntos, se observa que los mismos son similares a
los mencionados considerando a los fenómenos como polígonos.
En la tabla 7.12, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de
área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de terrenos ondulados según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 9,30 % del total de la geoforma. Si se considera el 20
% del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 20,19 %, y alcanza solamente
más del 42 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si consideramos el modelado
realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados abarcan
un 41,92 % del total de los terrenos ondulados, el 20 % abarca el 65,27 % de la geoforma, mientras
que el 91,88 % de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se alcanza al considerar la
mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

205
Fig.7.15: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados, elaborado en base al método de VI.
206
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Tabla 7.11: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI

Lit_Miembro Mte. Kirkwood 36500 991700 2,02 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 19900 991700 1,64
Expo_NE 55000 4819800 0,91 Elev_25 - 50m 55200 7060000 0,77
Pen_20 - 25º 47100 4280400 0,88 Expo_NE 34500 4819800 0,68
Elev_25 - 50m 67800 7060000 0,74 Pen_25 - 30º 20500 3037000 0,62
Pen_25 - 30º 25600 3037000 0,61 Pen_30 - 35º 12600 1883000 0,61
Expo_N 53500 6681200 0,56 Pen_20 - 25º 28200 4280400 0,60
Elev_250 - 275m 3900 497200 0,54 Temp_-2,5 - -2º 90300 15990500 0,44
2
Pen_30 - 35º 14600 1883000 0,53 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 11200 1992300 0,44
Perm_Elevada 130400 19397300 0,39 Expo_N 34100 6681200 0,34
Temp_-3 - -2,5º 104400 15990500 0,36 Perm_Elevada 97000 19397300 0,32
Pen_15 - 20º 36400 5583500 0,35 Lit_Fm. Pendulum Cove 112500 21885500 0,28
2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 12700 1992300 0,33 Elev_250 - 275m 2200 497200 0,20
Hum_0,001 - 0,01 116700 18610600 0,25 Hum_0,001 - 0,01 82000 18610600 0,14
Lit_Fm. Pendulum Cove 133600 21885500 0,23 Pen_15 - 20º 22500 5583500 0,11
Elev_50 - 75m 43100 7636700 0,21 Expo_E 15400 3827300 0,10
Expo_O 28600 5261700 0,17 Elev_0 - 25m 37200 9256800 0,10
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 139700 26452800 0,14 Curv_Cóncavo 56000 14711500 0,05
2 2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 2300 457000 0,10 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 100000 26452800 0,04
Curv_Plano 50300 10009600 0,09 Curv_Plano 37500 10009600 0,03
Pen_10 - 15 º 37800 7531600 0,09 Pen_10 - 15 º 27900 7531600 0,02
Curv_Cóncavo 68700 14711500 0,02 Elev_50 - 75m 28000 7636700 0,01
Hum_0,0001 - 0,001 18800 4049000 -0,05 Hum_0,0001 - 0,001 15500 4049000 0,00
Curv_Convexo 76700 18065200 -0,07 Curv_Convexo 61600 18065200 -0,06
Temp_-3,5 - -3º 80800 19160400 -0,08 Hum_0 - 0,0001 2200 628400 -0,09
Elev_0 - 25m 38900 9256800 -0,08 Hum_0,01 - 0,1 44000 12646300 -0,09
Elev_100 - 125m 14800 3846500 -0,17 Expo_SE 13700 4165700 -0,10
Hum_0,01 - 0,1 51100 12646300 -0,19 Expo_SO 14100 4311600 -0,10
Expo_SO 16000 4311600 -0,21 Expo_O 16500 5261700 -0,14
2
Temp_-4,5 - -4º 7500 2264000 -0,32 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 42100 13529500 -0,15
Expo_E 11900 3827300 -0,39 Temp_-3 - -2,5º 56100 19160400 -0,21
Elev_200 - 225m 3200 1051700 -0,41 Elev_100 - 125m 10800 3846500 -0,26
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 41000 13529500 -0,41 Pen_5 - 10º 26400 9848800 -0,30
2
Pen_35 - 40º 2400 844500 -0,48 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 1200 457000 -0,32
Elev_75 - 100m 19700 6989400 -0,48 Perm_Media 57600 23012000 -0,37
Perm_Media 64700 23012000 -0,49 Expo_Plano 4300 1905900 -0,47
Pen_5 - 10º 24500 9848800 -0,61 Lit_Fm. Baily Head 1400 581700 -0,48
Hum_0 - 0,0001 1600 628400 -0,65 Elev_75 - 100m 14900 6989400 -0,53
Lit_Cuaternario 16500 7003100 -0,73 Hum_0 7800 3665800 -0,59
Expo_SE 8600 4165700 -0,80 Expo_S 7300 3665100 -0,60

207
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Elev_275 - 300m 400 202000 -0,84 Lit_Cuaternario 14200 7003100 -0,65


Expo_NO 13900 8148000 -0,99 Expo_NO 15200 8148000 -0,66
2
Expo_Plano 3100 1905900 -1,03 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 600 332700 -0,70
Perm_Baja 600 377000 -1,06 Pen_0 - 5º 15700 8768000 -0,71
Lit_Fm. Baily Head 900 581700 -1,15 Temp_-4 - -3,5º 3500 2264000 -0,85
Expo_S 5100 3665100 -1,19 Pen_35 - 40º 1300 844500 -0,86
Lit_Miembro Kendall Terrace 5700 4329600 -1,31 Elev_150 - 175m 2100 1424800 -0,90
Hum_0 4800 3665800 -1,31 Elev_125 - 150m 3400 2496900 -0,98
Elev_150 - 175m 1400 1424800 -1,54 Perm_Baja 500 377000 -1,01
Elev_125 - 150m 2400 2496900 -1,56 Lit_Miembro Kendall Terrace 5600 4329600 -1,10
Pen_0 - 5º 7300 8768000 -1,70 Elev_200 - 225m 1200 1051700 -1,16
Temp_-4 - -3,5º 3000 5073800 -2,05 Temp_-3,5 - -3º 5200 5073800 -1,26
Elev_175 - 200m 100 1205500 -4,01 Elev_275 - 300m 100 202000 -1,99
Pen_40 - 45º 0 436100 -4,01 Pen_40 - 45º 0 436100 -2,52
Pen_45 - 50º 0 261200 -4,01 Pen_45 - 50º 0 261200 -2,52
Pen_> 50º 0 312200 -4,01 Pen_> 50º 0 312200 -2,52
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -4,01 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -2,52
Temp_-4,75 - -4,5º 0 275000 -4,01 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -2,52
Temp_-2,5 - -2º 0 0 -4,01 Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -2,52
2 2
Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -4,01 Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -2,52
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m2 0 332700 -4,01 Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -2,52
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -4,01 Lit_Morenas 0 2275900 -2,52
Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -4,01 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -2,52
Lit_Morenas 0 2275900 -4,01 Elev_175 - 200m 0 1205500 -2,52
Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -4,01 Elev_225 - 250m 0 904500 -2,52
Elev_225 - 250m 0 904500 -4,01 Elev_300 - 325m 0 103600 -2,52
Elev_300 - 325m 0 103600 -4,01 Elev_325 - 350m 0 74200 -2,52
Elev_325 - 350m 0 74200 -4,01 Elev_350 - 375m 0 21000 -2,52
Elev_350 - 375m 0 21000 -4,01 Elev_375 - 400m 0 15500 -2,52
Elev_375 - 400m 0 15500 -4,01 Lit_Fm. Fumarole Bay 300 962400 -2,52
2 2 2 2
S = 1.756.100 m ; N = 378.820.300 m S = 1.391.100 m ; N = 378.842.900 m

Tabla 7.12: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados y sus respectivos valores de VI y del
área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI Valores de VI
de terrenos ondulados de terrenos ondulados
0 - 10 0,70 - 5,36 9,30 1,28 - 4,70 41,92
10 - 20 -0,39 - 0,70 20,19 0,61 - 1,28 65,27
20 - 30 -1,28 - -0,39 25,86 0,05 - 0,61 78,24
30 - 40 -2,14 - -1,28 33,02 -0,46 - 0,05 87,16
40 - 50 -2,91 - -2,14 42,42 -0,9 - -0,46 91,88
> 50 -23,85 - -2,91 100 -12,66 - -0,9 100

208
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.4. Superficies lag

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag, considerando la geoforma tanto


como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.16. En la tabla 7.13, se exponen
los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.13 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con las superficies
lag son las exposiciones plana, sureste y noreste, índices de humedad con valores de 0, alturas
comprendidas entre el nivel del mar y los 25 m, con otra componente entre los 75 y los 100 m,
pendientes entre 0 y 15º, temperaturas del aire entre -2,5 y -2 ºC, curvatura plana y convexa,
permeabilidad elevada, valores de radiación entre 1,8 y 2,4 TJ/m2 y litologías correspondientes a la
Fm. Pendulum Cove. Al analizar los resultados obtenidos con base en el modelado considerando a
las geoformas como puntos, se observa que los mismos son similares a los mencionados
considerando a los fenómenos como polígonos, con la diferencia que adquieren peso las clases de
altura comprendida entre los 275 y los 300 m y la radiación entre los 2,4 y 3,0 TJ/m2.
En la tabla 7.14, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de
área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de superficies lag según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 27,99 % del total de la geoforma. Si se considera el
20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 43,38 %, y alcanza el 74 %
cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si consideramos el modelado realizado en
base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados abarcan un 34,25 %
del total de las superficies lag, el 20 % abarca el 57,58 % de la geoforma, mientras que el 89,14 %
de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se alcanza al considerar la mitad de la
superficie de la isla libre de hielo.

209
Fig.7.16: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag, elaborado en base al método de VI.
210
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Tabla 7.13: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI

Expo_Plano 81500 1905900 0,64 Expo_Plano 92600 1905900 0,88


Elev_0 - 25m 359000 9256800 0,54 Hum_0 131900 3665800 0,52
Lit_Fm. Pendulum Cove 891000 21885500 0,52 Lit_Fm. Pendulum Cove 789400 21885500 0,52
Hum_0 133100 3665800 0,42 Elev_0 - 25m 275800 9256800 0,39
Temp_-2,5 - -2º 490000 15990500 0,31 Perm_Elevada 549600 19397300 0,34
Pen_0 - 5º 267300 8768000 0,30 Expo_NE 132700 4819800 0,31
Expo_SE 125200 4165700 0,29 Pen_0 - 5º 234300 8768000 0,28
Perm_Elevada 573400 19397300 0,27 Pen_10 - 15 º 193500 7531600 0,24
Expo_NE 139800 4819800 0,25 Temp_-2,5 - -2º 396900 15990500 0,21
Pen_10 - 15 º 208200 7531600 0,20 Elev_275 - 300m 5000 202000 0,20
Elev_75 - 100m 192200 6989400 0,20 Curv_Plano 232900 10009600 0,14
Pen_5 - 10º 270800 9848800 0,20 Expo_SE 95400 4165700 0,13
2
Expo_E 103800 3827300 0,18 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 603600 26452800 0,12
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 354600 13529500 0,15 Hum_0,01 - 0,1 304900 12646300 0,12
Expo_SO 109800 4311600 0,12 Pen_5 - 10º 222600 9848800 0,11
Expo_S 91100 3665100 0,10 Curv_Convexo 387900 18065200 0,06
Hum_0,01 - 0,1 332400 12646300 0,10 Expo_E 80500 3827300 0,04
Curv_Plano 246200 10009600 0,09 Elev_75 - 100m 146700 6989400 0,04
Curv_Convexo 433500 18065200 0,06 Elev_100 - 125m 78000 3846500 0,00
Temp_-3 - -2,5º 434800 19160400 0,01 Temp_-3 - -2,5º 378500 19160400 -0,02
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 596300 26452800 0,00 Pen_15 - 20º 108700 5583500 -0,04
Pen_15 - 20º 115100 5583500 -0,09 Elev_300 - 325m 1900 103600 -0,10
Elev_50 - 75m 157200 7636700 -0,09 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 247900 13529500 -0,10
Hum_0,001 - 0,01 394000 18610600 -0,12 Elev_25 - 50m 129300 7060000 -0,10
Elev_25 - 50m 140200 7060000 -0,13 Elev_50 - 75m 139400 7636700 -0,10
Curv_Cóncavo 284900 14711500 -0,15 Hum_0,001 - 0,01 343000 18610600 -0,15
Hum_0,0001 - 0,001 80000 4049000 -0,19 Expo_SO 75000 4311600 -0,15
Elev_100 - 125m 70100 3846500 -0,21 Expo_NO 141700 8148000 -0,15
Expo_O 94500 5261700 -0,23 Temp_-4,5 - -4º 4700 275000 -0,17
Perm_Media 390700 23012000 -0,28 Expo_S 61100 3665100 -0,19
Pen_20 - 25º 65400 4280400 -0,39 Curv_Cóncavo 243800 14711500 -0,20
Expo_NO 120700 8148000 -0,42 Expo_N 106200 6681200 -0,24
Expo_N 98200 6681200 -0,43 Pen_20 - 25º 65000 4280400 -0,29
Elev_125 - 150m 35100 2496900 -0,47 Expo_O 79400 5261700 -0,29
Lit_Fm. Fumarole Bay 13400 962400 -0,55 Hum_0,0001 - 0,001 63800 4049000 -0,31
Hum_0 - 0,0001 6600 628400 -0,82 Perm_Media 314600 23012000 -0,39
Pen_25 - 30º 26100 3037000 -0,96 Elev_150 - 175m 19400 1424800 -0,39
Temp_-3,5 - -3º 37400 5073800 -1,12 Elev_125 - 150m 33800 2496900 -0,40
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m2 13500 1992300 -1,20 Temp_-3,5 - -3º 65700 5073800 -0,45

211
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Lit_Fm. Baily Head 3700 581700 -1,34 Elev_175 - 200m 15100 1205500 -0,48
Pen_30 - 35º 8500 1883000 -1,61 Pen_25 - 30º 29500 3037000 -0,73
Lit_Cuaternario 30600 7003100 -1,71 Elev_225 - 250m 8400 904500 -0,78
Lit_Morenas 9200 2275900 -1,79 Temp_-4 - -3,5º 18800 2264000 -0,89
Hum_0,1 - 0,36 200 50400 -1,79 Elev_200 - 225m 8400 1051700 -0,93
Elev_150 - 175m 5300 1424800 -1,80 Lit_Fm. Fumarole Bay 7500 962400 -1,02
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 3700 991700 -1,87 Hum_0 - 0,0001 4800 628400 -1,03
Pen_35 - 40º 2100 844500 -2,20 Elev_250 - 275m 3400 497200 -1,08
Elev_175 - 200m 2600 1205500 -2,35 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m2 11400 1992300 -1,26
Lit_Fm. Yellow Tuff 2700 1354000 -2,50 Lit_Fm. Baily Head 3200 581700 -1,36
Pen_40 - 45º 800 436100 -2,51 Pen_30 - 35º 7600 1883000 -1,61
Elev_225 - 250m 1400 904500 -2,68 Lit_Cuaternario 30000 7003100 -1,61
Elev_200 - 225m 1500 1051700 -2,76 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 4000 991700 -1,67
2
Perm_Baja 500 377000 -2,83 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 1600 457000 -1,75
Lit_Miembro Kendall Terrace 5700 4329600 -2,91 Lit_Morenas 7100 2275900 -1,93
Temp_-4 - -3,5º 2400 2264000 -3,06 Pen_35 - 40º 2400 844500 -1,96
Pen_45 - 50º 200 261200 -3,38 Lit_Fm. Basaltic Shield 900 304600 -1,98
Rad_0,6 – 1,2 200 332700 -3,62 Lit_Miembro Kendall Terrace 9300 4329600 -2,30
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -4,25 Pen_> 50º 600 312200 -2,35
Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -4,25 Hum_0,1 - 0,36 100 50400 -2,38
Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -4,25 Lit_Fm. Yellow Tuff 2100 1354000 -2,63
2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -4,25 Perm_Baja 400 377000 -2,95
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -4,25 Pen_45 - 50º 200 261200 -3,27
Elev_250 - 275m 0 497200 -4,25 Pen_40 - 45º 200 436100 -3,79
Elev_275 - 300m 0 202000 -4,25 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m2 100 332700 -4,21
Elev_300 - 325m 0 103600 -4,25 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -4,21
2
Elev_325 - 350m 0 74200 -4,25 Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -4,21
Elev_350 - 375m 0 21000 -4,25 Elev_325 - 350m 0 74200 -4,21
Elev_375 - 400m 0 15500 -4,25 Elev_350 - 375m 0 21000 -4,21
Pen_> 50º 100 312200 -4,25 Elev_375 - 400m 0 15500 -4,21
2 2 2 2
S = 8.658.500 m ; N = 378.842.900 m S = 7.754.200 m ; N = 378.842.900 m

Tabla 7.14: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag y sus respectivos valores de VI y del
área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI Valores de VI
de superficies lag de superficies lag
0 - 10 1,25 - 3,24 27,99 1,06 - 3,40 34,25
10 - 20 0,77 - 1,25 43,38 0,58 - 1,06 57,58
20 - 30 0,35 - 0,77 56,97 0,23 - 0,58 72,05
30 - 40 -0,06 - 0,35 66,18 -0,15 - 0,23 82,11
40 - 50 -0,65 - -0,06 74,08 -0,66 - -0,15 89,14
> 50 -18,78 - -0,65 100 -15,5 - -0,66 100

212
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.5. Flujos de detritos

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos, considerando la geoforma tanto


como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.17. En la tabla 7.15, se exponen
los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.15 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con las laderas con
flujos de detrito son las exposiciones suroeste, noroeste y sur, índices de humedad con valores entre
0,001 y 0,01, alturas comprendidas entre los 25 y los 75 m, pendientes entre 15 y 35º, temperaturas
del aire entre -2,5 y -2 ºC, curvatura cóncava, permeabilidad elevada, valores de radiación entre 1,2
y 1,8 TJ/m2 y litologías correspondientes a la Fm. Pendulum Cove y Fm. Basaltic Shield. Al analizar
los resultados obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como puntos, se
observa que los mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos como
polígonos, con la diferencia que adquieren peso las exposiciones norte y sureste y predominan los
índices de humedad con los valores bajos.

Tabla 7.15: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
2
Lit_Fm. Basaltic Shield 800 304600 1,27 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 4300 1992300 1,14
2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 4700 1992300 1,24 Pen_20 - 25º 6100 4280400 0,72
Pen_30 - 35º 2700 1883000 0,74 Elev_25 - 50m 9900 7060000 0,71
Pen_25 - 30º 4000 3037000 0,66 Pen_25 - 30º 4100 3037000 0,67
Elev_50 - 75m 9900 7636700 0,64 Pen_15 - 20º 7400 5583500 0,65
Pen_20 - 25º 5500 4280400 0,63 Pen_30 - 35º 2400 1883000 0,61
Pen_15 - 20º 7000 5583500 0,61 Elev_50 - 75m 8400 7636700 0,46
Elev_25 - 50m 8300 7060000 0,54 Temp_-2,5 - -2º 16800 15990500 0,42
Expo_SO 5000 4311600 0,53 Expo_SO 4400 4311600 0,39
Expo_NO 8400 8148000 0,41 Lit_Fm. Pendulum Cove 22900 21885500 0,34
Lit_Fm. Pendulum Cove 22600 21885500 0,34 Hum_0,001 - 0,01 18700 18610600 0,33
Hum_0,001 - 0,01 18700 18610600 0,33 Lit_Fm. Basaltic Shield 300 304600 0,28
Expo_S 3400 3665100 0,31 Hum_0,0001 - 0,001 3700 4049000 0,23
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m2 300 332700 0,28 Expo_N 5700 6681200 0,21
Temp_-2,5 - -2º 14300 15990500 0,27 Expo_S 3100 3665100 0,20
Curv_Cóncavo 12400 14711500 0,21 Expo_SE 3500 4165700 0,19
Temp_-3 - -2,5º 14800 19160400 0,12 Lit_Cuaternario 6100 7003100 0,16

213
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Lit_Cuaternario 5700 7003100 0,10 Curv_Cóncavo 11800 14711500 0,15


Expo_SE 3000 4165700 0,05 Elev_0 - 25m 7300 9256800 0,13
Elev_0 - 25m 6500 9256800 0,03 Perm_Elevada 14900 19397300 0,10
Perm_Elevada 13400 19397300 0,01 Expo_NO 5800 8148000 0,03
Curv_Plano 6900 10009600 0,01 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 9300 13529500 -0,01
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 9300 13529500 0,01 Expo_E 2600 3827300 -0,02
Perm_Media 15800 23012000 0,01 Temp_-3 - -2,5º 12700 19160400 -0,04
Hum_0,0001 - 0,001 2800 4049000 -0,04 Pen_10 - 15 º 4900 7531600 -0,06
Expo_Plano 1200 1905900 -0,08 Curv_Plano 6500 10009600 -0,06
Pen_10 - 15 º 4700 7531600 -0,09 Perm_Media 14700 23012000 -0,08
Pen_35 - 40º 500 844500 -0,14 Curv_Convexo 11300 18065200 -0,10
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 14900 26452800 -0,19 Hum_0 - 0,0001 400 628400 -0,13
Curv_Convexo 9900 18065200 -0,22 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m2 16000 26452800 -0,13
Elev_75 - 100m 3700 6989400 -0,25 Pen_35 - 40º 500 844500 -0,16
Expo_E 2000 3827300 -0,27 Expo_NE 2400 4819800 -0,33
Pen_40 - 45º 200 436100 -0,40 Elev_75 - 100m 3100 6989400 -0,44
Hum_0 - 0,0001 300 628400 -0,41 Hum_0,01 - 0,1 4800 12646300 -0,65
Hum_0 1700 3665800 -0,44 Expo_O 1600 5261700 -0,82
Expo_N 2700 6681200 -0,52 Hum_0 1100 3665800 -0,88
Expo_O 2000 5261700 -0,59 Pen_5 - 10º 2600 9848800 -0,96
Hum_0,01 - 0,1 5000 12646300 -0,60 Expo_Plano 500 1905900 -0,97
Pen_0 - 5º 2800 8768000 -0,76 Elev_100 - 125m 800 3846500 -1,20
Expo_NE 1500 4819800 -0,79 Pen_0 - 5º 1600 8768000 -1,33
Pen_5 - 10º 1800 9848800 -1,32 Lit_Fm. Baily Head 100 581700 -1,47
Elev_100 - 125m 700 3846500 -1,32 Lit_Morenas 100 2275900 -2,83
Lit_Fm. Yellow Tuff 100 1354000 -2,30 Elev_125 - 150m 100 2496900 -2,85
Elev_125 - 150m 100 2496900 -2,84 Lit_Miembro Kendall Terrace 100 4329600 -3,47
Pen_45 - 50º 0 261200 -3,54 Temp_-3,5 - -3º 100 5073800 -3,56
Pen_> 50º 0 312200 -3,54 Pen_40 - 45º 0 436100 -3,56
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -3,54 Pen_45 - 50º 0 261200 -3,56
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -3,54 Pen_> 50º 0 312200 -3,56
Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -3,54 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -3,56
Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -3,54 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -3,56
2
Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -3,54 Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -3,56
2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -3,54 Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -3,56
2
Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -3,54 Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -3,56
Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -3,54 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m2 0 332700 -3,56
Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -3,54 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m2 0 457000 -3,56
Lit_Morenas 0 2275900 -3,54 Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -3,56
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -3,54 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -3,56
Elev_150 - 175m 0 1424800 -3,54 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -3,56
Elev_175 - 200m 0 1205500 -3,54 Elev_150 - 175m 0 1424800 -3,56
Elev_200 - 225m 0 1051700 -3,54 Elev_175 - 200m 0 1205500 -3,56

214
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Elev_225 - 250m 0 904500 -3,54 Elev_200 - 225m 0 1051700 -3,56


Elev_250 - 275m 0 497200 -3,54 Elev_225 - 250m 0 904500 -3,56
Elev_275 - 300m 0 202000 -3,54 Elev_250 - 275m 0 497200 -3,56
Elev_300 - 325m 0 103600 -3,54 Elev_275 - 300m 0 202000 -3,56
Elev_325 - 350m 0 74200 -3,54 Elev_300 - 325m 0 103600 -3,56
Elev_350 - 375m 0 21000 -3,54 Elev_325 - 350m 0 74200 -3,56
Elev_375 - 400m 0 15500 -3,54 Elev_350 - 375m 0 21000 -3,56
Perm_Baja 0 377000 -3,54 Elev_375 - 400m 0 15500 -3,56
Temp_-3,5 - -3º 100 5073800 -3,54 Perm_Baja 0 377000 -3,56
S = 262.100 m2 ; N = 378.842.900 m2 S = 265.500 m2 ; N = 378.842.900 m2

En la tabla 7.16, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de flujos de detritos según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 44,66 % del total de los flujos de detritos. Si se
considera el 20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 76,05 %, y
alcanza más del 95 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si consideramos el
modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados
abarcan un 56,25 % del total de los flujos de detritos, el 20 % abarca el 76,39 % de la geoforma,
mientras que el 95,49 % de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se alcanza al
considerar la mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.16: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos y sus respectivos valores de VI y del
área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI de ladera con flujos de Valores de VI de ladera con flujos de
detritos detritos
0 - 10 1,4 - 4,53 44,66 1,64 - 4,30 56,25
10 - 20 0,57 - 1,4 76,05 0,75 - 1,64 76,39
20 - 30 -0,04 - 0,57 85,76 0,03 - 0,75 86,11
30 - 40 -0,56 - -0,04 90,29 -0,61 - 0,03 92,36
40 - 50 -1,05 - -0,56 95,15 -1,28 - -0,61 95,49
> 50 -21,54 - -1,05 100 -21,34 - -1,28 100

215
Flujos de detritos

Fig.7.17: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos, elaborado en base al método de VI.
216
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.6. Suelos ordenados

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados, considerando la geoforma tanto


como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.18. En la tabla 7.17, se exponen
los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.17 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con los suelos
ordenados son las exposiciones sureste y este, índices de humedad con valores de 0, alturas
comprendidas entre los 250 y los 325 m, con una clase menos importante entre el nivel del mar y
los 50 m, pendientes entre 0 y 5º, temperaturas del aire entre -4,5 y -3,5 ºC y otra clase de menor
jerarquía entre los -2,5 y -2 ºC, curvatura convexa, permeabilidad elevada, valores de radiación entre
3,0 y 3,13 TJ/m2 y litologías correspondientes a la Fm. Pendulum Cove y Miembro Mte. Kirkwood.
Al analizar los resultados obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como
puntos, se observa que los mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos
como polígonos.

Tabla 7.17: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
Elev_300 - 325m 7900 103600 3,37 Elev_325 - 350m 3000 74200 3,15
Elev_325 - 350m 4900 74200 3,23 Elev_275 - 300m 8100 202000 3,14
Temp_-4,5 - -4º 14900 275000 3,03 Elev_300 - 325m 3700 103600 3,03
Elev_275 - 300m 6100 202000 2,44 Temp_-4,5 - -4º 9100 275000 2,95
Elev_250 - 275m 6800 497200 1,65 Elev_250 - 275m 5700 497200 1,89
Expo_SE 39700 4165700 1,29 Expo_SE 22000 4165700 1,11
Elev_25 - 50m 41200 7060000 0,80 Temp_-4 - -3,5º 11400 2264000 1,07
2 2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 2600 457000 0,77 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 1700 457000 0,76
Temp_-2,5 - -2º 78400 15990500 0,63 Elev_25 - 50m 23800 7060000 0,66
Pen_0 - 5º 42200 8768000 0,61 Pen_0 - 5º 29000 8768000 0,65
Temp_-4 - -3,5º 10800 2264000 0,60 Temp_-2,5 - -2º 49400 15990500 0,58
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 60800 13529500 0,54 Hum_0 10300 3665800 0,47
Expo_E 16800 3827300 0,52 Elev_0 - 25m 25600 9256800 0,47
2
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 4600 991700 0,50 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 35900 13529500 0,43
Hum_0 15600 3665800 0,48 Expo_E 9800 3827300 0,39
Elev_0 - 25m 37200 9256800 0,43 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 2700 991700 0,38
Lit_Fm. Pendulum Cove 87400 21885500 0,35 Expo_Plano 4800 1905900 0,37

217
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Pen_5 - 10º 34400 9848800 0,29 Lit_Fm. Pendulum Cove 58200 21885500 0,36
Perm_Elevada 67000 19397300 0,28 Expo_S 8800 3665100 0,33
Expo_S 12600 3665100 0,27 Pen_5 - 10º 22900 9848800 0,29
Hum_0,01 - 0,1 43500 12646300 0,27 Hum_0,01 - 0,1 28900 12646300 0,27
Expo_Plano 6000 1905900 0,18 Perm_Elevada 43900 19397300 0,27
Curv_Convexo 56000 18065200 0,17 Curv_Convexo 36600 18065200 0,16
Elev_150 - 175m 4400 1424800 0,16 Curv_Plano 16800 10009600 -0,03
Hum_0 - 0,0001 1600 628400 -0,03 Elev_150 - 175m 2100 1424800 -0,16
Curv_Plano 25000 10009600 -0,05 Hum_0 - 0,0001 900 628400 -0,20
Curv_Cóncavo 31200 14711500 -0,21 Curv_Cóncavo 20800 14711500 -0,20
Hum_0,001 - 0,01 38700 18610600 -0,24 Hum_0,001 - 0,01 26400 18610600 -0,21
2
Pen_10 - 15 º 15600 7531600 -0,24 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 36500 26452800 -0,23
Perm_Media 44800 23012000 -0,30 Pen_10 - 15 º 10300 7531600 -0,24
Pen_25 - 30º 5900 3037000 -0,30 Expo_NO 11000 8148000 -0,25
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 48700 26452800 -0,35 Perm_Media 30100 23012000 -0,28
Expo_SO 7700 4311600 -0,38 Expo_SO 5200 4311600 -0,36
Lit_Cuaternario 12500 7003100 -0,46 Pen_25 - 30º 3500 3037000 -0,41
Temp_-3,5 - -3º 8100 5073800 -0,50 Lit_Miembro Kendall Terrace 5000 4329600 -0,48
Lit_Miembro Kendall Terrace 7300 4329600 -0,52 Lit_Cuaternario 7900 7003100 -0,50
Pen_30 - 35º 2500 1883000 -0,68 Pen_30 - 35º 1700 1883000 -0,65
Expo_NO 10800 8148000 -0,68 Expo_O 4500 5261700 -0,71
Elev_125 - 150m 3300 2496900 -0,69 Temp_-3,5 - -3º 4300 5073800 -0,72
Expo_N 8300 6681200 -0,75 Elev_125 - 150m 2100 2496900 -0,72
Pen_15 - 20º 6900 5583500 -0,75 Expo_N 5400 6681200 -0,76
Hum_0,0001 - 0,001 4900 4049000 -0,78 Pen_15 - 20º 4400 5583500 -0,79
Expo_O 5900 5261700 -0,85 Hum_0,0001 - 0,001 2800 4049000 -0,93
Pen_20 - 25º 4700 4280400 -0,87 Pen_20 - 25º 2400 4280400 -1,13
Perm_Baja 400 377000 -0,90 Expo_NE 2700 4819800 -1,13
Expo_NE 4400 4819800 -1,06 Perm_Baja 200 377000 -1,18
Lit_Fm. Baily Head 400 581700 -1,41 Elev_175 - 200m 100 1205500 -3,04
Elev_175 - 200m 400 1205500 -2,07 Pen_35 - 40º 0 844500 -3,54
2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 100 1992300 -3,96 Pen_40 - 45º 0 436100 -3,54
Pen_35 - 40º 0 844500 -3,96 Pen_45 - 50º 0 261200 -3,54
Pen_40 - 45º 0 436100 -3,96 Pen_> 50º 0 312200 -3,54
Pen_45 - 50º 0 261200 -3,96 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -3,54
Pen_> 50º 0 312200 -3,96 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -3,54
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -3,96 Temp_-3 - -2,5º 0 19160400 -3,54
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -3,96 Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -3,54
2
Temp_-3 - -2,5º 0 19160400 -3,96 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -3,54
2
Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -3,96 Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -3,54
2
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -3,96 Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -3,54
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -3,96 Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -3,54
Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -3,96 Lit_Morenas 0 2275900 -3,54

218
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Lit_Morenas 0 2275900 -3,96 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -3,54


Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -3,96 Elev_50 - 75m 0 7636700 -3,54
Elev_50 - 75m 0 7636700 -3,96 Elev_75 - 100m 0 6989400 -3,54
Elev_75 - 100m 0 6989400 -3,96 Elev_100 - 125m 0 3846500 -3,54
Elev_100 - 125m 0 3846500 -3,96 Elev_200 - 225m 0 1051700 -3,54
Elev_200 - 225m 0 1051700 -3,96 Elev_225 - 250m 0 904500 -3,54
Elev_225 - 250m 0 904500 -3,96 Elev_350 - 375m 0 21000 -3,54
Elev_350 - 375m 0 21000 -3,96 Elev_375 - 400m 0 15500 -3,54
2
Elev_375 - 400m 0 15500 -3,96 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 100 1992300 -3,54
2 2 2 2
S = 1.001.900 m ; N = 378.842.900 m S = 662.500 m ; N = 378.842.900 m

En la tabla 7.18, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de suelos ordenados según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 67,08 % del total de los suelos ordenados. Si se
considera el 20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 91,93 %, y
alcanza el 100 % cuando se considera el 40 % del área de estudio. Ahora si consideramos el
modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados
abarcan un 78,66 % del total de estos suelos, el 20 % abarca el 91,87 % de la geoforma, mientras
que el 99,71 % de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se alcanza al considerar la
mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.18: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados y sus respectivos valores de VI y del
área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI Valores de VI
de suelos ordenados de suelos ordenados
0 - 10 1,90 - 9,74 67,08 1,89 - 9,01 78,66
10 - 20 0,62 - 1,90 91,93 0,62 - 1,89 91,87
20 - 30 -0,73 - 0,62 99,38 -0,74 - 0,62 94,48
30 - 40 -2,87 - -0,73 100 -2,82 - -0,74 97,10
40 - 50 -5,43 - -2,87 100 -5,22 - -2,82 99,71
> 50 -24,74 - -5,43 100 -22,07 - -5,22 100

219
Fig.7.18: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados, elaborado en base al método de VI.

220
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.7. Terrenos ondulados degradados

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados degradados, considerando la


geoforma tanto como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.19. En la tabla
7.19, se exponen los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.19 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con las
acumulaciones sedimentarias son las exposiciones este, noreste y norte, índices de humedad con
valores entre 0 y 0,001, alturas comprendidas entre el nivel del mar y los 50 m, pendientes entre 5 y
40º, temperaturas del aire entre -2,5 y -2 ºC, curvatura cóncava, permeabilidad media, valores de
radiación entre 2,4 y 3,0 TJ/m2 y litologías correspondientes al Cuaternario y Fm. Baily Head. Al
analizar los resultados obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como
puntos, se observa que los mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos
como polígonos, con la diferencia que adquiere más importancia la radiación entre 1,2 y 1,8 TJ/m2,
la exposición sureste, la altura hasta los 100 m y la litología de la Fm. Pendulum Cove supera en
importancia a las demás.

Tabla 7.19: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados
degradados.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
Elev_25 - 50m 5400 7060000 1,13 Elev_25 - 50m 3900 7060000 0,81
Lit_Cuaternario 5500 7003100 1,08 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m2 1000 1992300 0,72
Expo_E 2700 3827300 1,05 Expo_NE 2200 4819800 0,62
Expo_NE 3300 4819800 1,02 Expo_SE 1800 4165700 0,57
Temp_-2,5 - -2º 9000 15990500 0,82 Temp_-2,5 - -2º 6900 15990500 0,56
Lit_Fm. Baily Head 300 581700 0,66 Expo_N 2700 6681200 0,50
Pen_20 - 25º 2000 4280400 0,63 Pen_20 - 25º 1700 4280400 0,48
Expo_N 2900 6681200 0,56 Elev_75 - 100m 2700 6989400 0,45
Curv_Cóncavo 6000 14711500 0,50 Pen_5 - 10º 3600 9848800 0,40
Elev_0 - 25m 3700 9256800 0,48 Lit_Fm. Pendulum Cove 8100 21885500 0,34
Hum_0,0001 - 0,001 1500 4049000 0,36 Expo_E 1300 3827300 0,33
Perm_Media 8200 23012000 0,36 Curv_Cóncavo 4900 14711500 0,31
Pen_35 - 40º 300 844500 0,36 Elev_0 - 25m 3000 9256800 0,28
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m2 8200 26452800 0,22 Pen_10 - 15 º 2400 7531600 0,26

221
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Hum_0 - 0,0001 200 628400 0,21 Lit_Cuaternario 2400 7003100 0,26


Pen_25 - 30º 900 3037000 0,18 Expo_S 1100 3665100 0,20
Pen_5 - 10º 2900 9848800 0,17 Hum_0 - 0,0001 200 628400 0,19
Pen_15 - 20º 1600 5583500 0,15 Hum_0,001 - 0,01 5800 18610600 0,17
Hum_0,001 - 0,01 5300 18610600 0,10 Pen_15 - 20º 1600 5583500 0,16
Pen_30 - 35º 500 1883000 0,07 Hum_0,0001 - 0,001 1100 4049000 0,04
Lit_Fm. Pendulum Cove 4800 21885500 -0,20 Perm_Media 5800 23012000 0,03
Elev_50 - 75m 1500 7636700 -0,23 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m2 6500 26452800 0,00
Hum_0,01 - 0,1 2500 12646300 -0,26 Perm_Elevada 4700 19397300 -0,01
Hum_0 700 3665800 -0,30 Hum_0,01 - 0,1 3100 12646300 -0,07
Pen_10 - 15 º 1300 7531600 -0,36 Curv_Convexo 4100 18065200 -0,08
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 2300 13529500 -0,38 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 3000 13529500 -0,10
Curv_Plano 1700 10009600 -0,38 Temp_-3 - -2,5º 3600 19160400 -0,27
Curv_Convexo 2900 18065200 -0,43 Curv_Plano 1500 10009600 -0,49
Expo_SO 600 4311600 -0,58 Elev_50 - 75m 900 7636700 -0,73
Pen_0 - 5º 1100 8768000 -0,68 Pen_30 - 35º 200 1883000 -0,84
Perm_Elevada 2400 19397300 -0,69 Expo_NO 800 8148000 -0,92
Expo_O 500 5261700 -0,96 Expo_SO 400 4311600 -0,97
Temp_-3 - -2,5º 1600 19160400 -1,09 Pen_0 - 5º 800 8768000 -0,99
Expo_S 200 3665100 -1,51 Pen_25 - 30º 200 3037000 -1,32
Expo_Plano 100 1905900 -1,55 Hum_0 200 3665800 -1,57
2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 100 1992300 -1,60 Expo_O 200 5261700 -1,87
Expo_NO 200 8148000 -2,31 Expo_Plano 0 1905900 -1,87
Pen_40 - 45º 0 436100 -2,33 Pen_35 - 40º 0 844500 -1,87
Pen_45 - 50º 0 261200 -2,33 Pen_40 - 45º 0 436100 -1,87
Pen_> 50º 0 312200 -2,33 Pen_45 - 50º 0 261200 -1,87
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -2,33 Pen_> 50º 0 312200 -1,87
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -2,33 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -1,87
Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -2,33 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -1,87
Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -2,33 Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -1,87
Temp_-3,5 - -3º 0 5073800 -2,33 Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -1,87
Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -2,33 Temp_-3,5 - -3º 0 5073800 -1,87
2 2
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -2,33 Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -1,87
2 2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -2,33 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -1,87
2
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -2,33 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -1,87
Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -2,33 Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -1,87
Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -2,33 Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -1,87
Lit_Morenas 0 2275900 -2,33 Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -1,87
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -2,33 Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -1,87
Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -2,33 Lit_Morenas 0 2275900 -1,87
Elev_75 - 100m 0 6989400 -2,33 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -1,87
Elev_100 - 125m 0 3846500 -2,33 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -1,87
Elev_125 - 150m 0 2496900 -2,33 Elev_100 - 125m 0 3846500 -1,87

222
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Elev_150 - 175m 0 1424800 -2,33 Elev_125 - 150m 0 2496900 -1,87


Elev_175 - 200m 0 1205500 -2,33 Elev_150 - 175m 0 1424800 -1,87
Elev_200 - 225m 0 1051700 -2,33 Elev_175 - 200m 0 1205500 -1,87
Elev_225 - 250m 0 904500 -2,33 Elev_200 - 225m 0 1051700 -1,87
Elev_250 - 275m 0 497200 -2,33 Elev_225 - 250m 0 904500 -1,87
Elev_275 - 300m 0 202000 -2,33 Elev_250 - 275m 0 497200 -1,87
Elev_300 - 325m 0 103600 -2,33 Elev_275 - 300m 0 202000 -1,87
Elev_325 - 350m 0 74200 -2,33 Elev_300 - 325m 0 103600 -1,87
Elev_350 - 375m 0 21000 -2,33 Elev_325 - 350m 0 74200 -1,87
Elev_375 - 400m 0 15500 -2,33 Elev_350 - 375m 0 21000 -1,87
Perm_Baja 0 377000 -2,33 Elev_375 - 400m 0 15500 -1,87
Expo_SE 100 4165700 -2,33 Perm_Baja 0 377000 -1,87
S = 95.000 m2 ; N = 378.842.900 m2 S = 94.400 m2 ; N = 378.842.900 m2

En la tabla 7.20, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de terrenos ondulados degradados según cada
clase de susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su
análisis se puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de
estudio con los valores de VI más elevados abarcan un 1,69 % del total de los terrenos ondulados
degradados. Si se considera el 20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un
5,93 %, y alcanza el 63,56 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si
consideramos el modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de
VI más elevados abarcan un 46,08 % del total de los terrenos ondulados degradados, el 20 % abarca
el 78,43 % de la geoforma, mientras que el 97,06 % de las zonas con la presencia del fenómeno en
estudio se alcanza al considerar la mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.20: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados degradados y sus respectivos valores
de VI y del área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.
MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS
% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI de acumulaciones Valores de VI de acumulaciones
sedimentarias sedimentarias
0 - 10 1,57 - 6,12 1,69 1,88 - 4,00 46,08
10 - 20 0,05 - 1,57 5,93 0,89 - 1,88 78,43
20 - 30 -1,00 - 0,05 20,34 0,17 - 0,89 88,24
30 - 40 -1,94 - -1,00 48,31 -0,54 - 0,17 93,13
40 - 50 -2,96 - -1,94 63,56 -1,27 - -0,54 97,06
> 50 -17,43 - -2,96 100 -12,28 - -1,27 100

223
Terrenos ondulados degradados

Fig.7.19: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados degradados, elaborado en base al método de VI.
224
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.8. Laderas con procesos de escorrentía

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos de escorrentía, considerando


la geoforma tanto como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.20. En la
tabla 7.21, se exponen los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.21 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con las laderas con
procesos de escorrentía son las exposiciones norte y noroeste, índices de humedad con valores
variados, alturas comprendidas entre los 100 y los 200 m, con una componente entre los 300 y 375
m, pendientes variadas, temperaturas del aire entre -4,5 y -3 ºC, curvatura convexa, permeabilidad
baja, valores de radiación entre 3,0 y 3,13 TJ/m2 y litologías correspondientes al Cuaternario. Al
analizar los resultados obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como
puntos, se observa que los mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos
como polígonos, con la diferencia que adquiere mayor importancia las clases de elevación entre 375
y 400 m, índices de humedad elevados y la litología de la Fm. Pendulum Cove.

Tabla 7.21: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos
de escorrentía.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
Elev_125 - 150m 806500 2496900 1,09 Elev_375 - 400m 4300 15500 1,20
Elev_350 - 375m 5700 21000 0,91 Temp_-4,75 - -4,5º 6100 22600 1,17
Elev_100 - 125m 967100 3846500 0,84 Elev_350 - 375m 4600 21000 0,97
Temp_-3,5 - -3º 1207100 5073800 0,78 Perm_Baja 80600 377000 0,94
Elev_150 - 175m 313800 1424800 0,70 Elev_125 - 150m 471100 2496900 0,82
Perm_Baja 80900 377000 0,68 Temp_-3,5 - -3º 802200 5073800 0,64
Lit_Cuaternario 1329400 7003100 0,58 Elev_150 - 175m 218500 1424800 0,61
Expo_N 1160500 6681200 0,47 Elev_100 - 125m 571500 3846500 0,58
Elev_300 - 325m 17100 103600 0,42 Elev_175 - 200m 143900 1205500 0,36
Expo_NO 1338300 8148000 0,41 Elev_300 - 325m 12100 103600 0,34
Perm_Media 3479600 23012000 0,33 Hum_0,1 - 0,36 5800 50400 0,32
Pen_5 - 10º 1469600 9848800 0,32 Perm_Media 2634700 23012000 0,32
Temp_-4,5 - -4º 38800 275000 0,26 Elev_275 - 300m 22800 202000 0,30
2 2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 63300 457000 0,24 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 37500 332700 0,30
Elev_175 - 200m 164900 1205500 0,23 Temp_-4,5 - -4º 30800 275000 0,30
2 2
Rad_0 – 0,6 TJ/m 2900 21800 0,20 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 220700 1992300 0,28

225
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Rad_2,4 – 3,0 TJ/m2 3398700 26452800 0,17 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m2 49900 457000 0,27
Pen_30 - 35º 233500 1883000 0,13 Pen_20 - 25º 462500 4280400 0,26
Temp_-3 - -2,5º 2372400 19160400 0,13 Expo_N 706300 6681200 0,24
Hum_0 - 0,0001 75600 628400 0,10 Pen_> 50º 33000 312200 0,24
Hum_0,0001 - 0,001 486300 4049000 0,09 Lit_Cuaternario 725700 7003100 0,24
Hum_0,01 - 0,1 1516600 12646300 0,09 Pen_15 - 20º 575900 5583500 0,21
Curv_Convexo 2091400 18065200 0,06 Pen_25 - 30º 298200 3037000 0,16
Pen_20 - 25º 494900 4280400 0,06 Elev_200 - 225m 102000 1051700 0,15
Elev_75 - 100m 788000 6989400 0,04 Expo_NO 783100 8148000 0,14
Pen_25 - 30º 339800 3037000 0,03 Elev_250 - 275m 47400 497200 0,13
Elev_275 - 300m 22300 202000 0,01 Lit_Fm. Pendulum Cove 2012900 21885500 0,12
Curv_Cóncavo 1607000 14711500 0,00 Pen_30 - 35º 176200 1883000 0,12
Elev_325 - 350m 8100 74200 0,00 Pen_5 - 10º 899700 9848800 0,09
Hum_0,001 - 0,01 2021600 18610600 -0,01 Expo_SO 388900 4311600 0,08
Lit_Fm. Baily Head 61000 581700 -0,01 Hum_0,01 - 0,1 1132900 12646300 0,07
Temp_-4,75 - -4,5º 2400 22600 -0,02 Temp_-3 - -2,5º 1709000 19160400 0,07
Pen_35 - 40º 89400 844500 -0,03 Elev_325 - 350m 6500 74200 0,05
Lit_Fm. Pendulum Cove 2235600 21885500 -0,04 Curv_Convexo 1579800 18065200 0,05
2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 208300 1992300 -0,04 Hum_0,001 - 0,01 1628700 18610600 0,04
2
Pen_15 - 20º 581000 5583500 -0,05 Rad_0 – 0,6 TJ/m 1900 21800 0,04
Elev_200 - 225m 104000 1051700 -0,10 Hum_0,0001 - 0,001 353800 4049000 0,04
2
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 32600 332700 -0,11 Lit_Fm. Yellow Tuff 112700 1354000 0,02
2
Elev_250 - 275m 48600 497200 -0,11 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 2226000 26452800 0,01
Lit_Fm. Fumarole Bay 90900 962400 -0,11 Curv_Cóncavo 1235200 14711500 0,01
Curv_Plano 959100 10009600 -0,13 Pen_35 - 40º 70100 844500 0,00
Expo_O 487900 5261700 -0,16 Expo_NE 396800 4819800 -0,01
Lit_Fm. Yellow Tuff 120200 1354000 -0,18 Temp_-4 - -3,5º 185100 2264000 -0,02
Expo_NE 439300 4819800 -0,18 Expo_S 295900 3665100 -0,03
Pen_40 - 45º 39300 436100 -0,19 Hum_0 - 0,0001 50700 628400 -0,04
Pen_10 - 15 º 676100 7531600 -0,19 Lit_Fm. Baily Head 45800 581700 -0,04
Expo_SO 367600 4311600 -0,24 Elev_75 - 100m 556600 6989400 -0,05
Expo_E 313900 3827300 -0,28 Pen_40 - 45º 34400 436100 -0,06
Temp_-4 - -3,5º 182700 2264000 -0,30 Pen_10 - 15 º 592500 7531600 -0,06
2
Pen_> 50º 24900 312200 -0,31 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 1031400 13529500 -0,09
Pen_0 - 5º 690400 8768000 -0,32 Pen_45 - 50º 19800 261200 -0,10
Expo_SE 306700 4165700 -0,39 Curv_Plano 752400 10009600 -0,10
Lit_Miembro Kendall Terrace 302500 4329600 -0,42 Expo_SE 312900 4165700 -0,10
Pen_45 - 50º 18600 261200 -0,42 Expo_E 283100 3827300 -0,12
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 951700 13529500 -0,44 Expo_O 366600 5261700 -0,18
Elev_25 - 50m 452500 7060000 -0,53 Elev_25 - 50m 482100 7060000 -0,20
Elev_50 - 75m 481300 7636700 -0,55 Lit_Fm. Fumarole Bay 61200 962400 -0,25
Hum_0 231600 3665800 -0,55 Elev_50 - 75m 490500 7636700 -0,26
Elev_225 - 250m 53000 904500 -0,62 Elev_225 - 250m 57500 904500 -0,27

226
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Perm_Elevada 1097000 19397300 -0,65 Lit_Miembro Kendall Terrace 242100 4329600 -0,38
Temp_-2,5 - -2º 854100 15990500 -0,71 Temp_-2,5 - -2º 834200 15990500 -0,47
Expo_S 195400 3665100 -0,71 Pen_0 - 5º 405100 8768000 -0,59
Hum_0,1 - 0,36 2600 50400 -0,75 Perm_Elevada 852100 19397300 -0,64
Elev_0 - 25m 424200 9256800 -0,87 Elev_0 - 25m 376000 9256800 -0,72
Lit_Fm. Basaltic Shield 10100 304600 -1,16 Hum_0 146800 3665800 -0,74
Elev_375 - 400m 400 15500 -1,44 Lit_Fm. Basaltic Shield 8000 304600 -1,14
Expo_Plano 47900 1905900 -1,47 Expo_Plano 33800 1905900 -1,55
Lit_Morenas 43300 2275900 -1,72 Lit_Morenas 32800 2275900 -1,74
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 7100 991700 -2,69 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 9100 991700 -2,19
2 2 2 2
S = 41.136.900 m ; N = 378.842.900 m S = 31.540.800 m ; N = 378.842.900 m

En la tabla 7.22, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de laderas con procesos de escorrentía según
cada clase de susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De
su análisis se puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área
de estudio con los valores de VI más elevados abarcan un 7,74 % del total de las laderas con
escorrentía. Si se considera el 20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un
16,37 %, y alcanza el 50,78 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si
consideramos el modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de
VI más elevados abarcan un 32,50 % del total de las laderas con escorrentía, el 20 % abarca el 48,96
% de la geoforma, mientras que el 77,76 % de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se
alcanza al considerar la mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.22: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos de escorrentía y sus respectivos
valores de VI y del área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI de laderas con procesos Valores de VI de laderas con procesos
de escorrentía de escorrentía
0 - 10 1,45 - 3,89 7,74 0,96 - 3,23 32,50
10 - 20 0,65 - 1,45 16,37 0,49 - 0,96 48,96
20 - 30 0,12 - 0,65 25,85 0,16 - 0,49 61,01
30 - 40 -0,39 - 0,12 37,21 -0,15 - 0,16 70,21
40 - 50 -0,8 - -0,39 50,78 -0,44 - -0,15 77,76
> 50 -7,22 - -0,8 100 -6,99 - -0,44 100

227
Fig.7.20: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos de escorrentía, elaborado en base al método de VI.

228
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.9. Laderas con geliflucción

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de laderas con geliflucción, considerando la geoforma


tanto como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.21. En la tabla 7.23, se
exponen los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.23 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con las laderas con
procesos de geliflucción son las exposiciones noreste, este y suroeste, índices de humedad entre
0,001 y 0,1, alturas comprendidas entre los 25 y los 325 m, pendientes entre 10 y 25º, temperaturas
del aire entre -3,5 y -3 ºC, curvatura convexa, permeabilidad media, valores de radiación entre 1,8 y
2,4 TJ/m2 y litologías correspondientes a la Fm. Pendulum Cove. Al analizar los resultados
obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como puntos, se observa que los
mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos como polígonos, con la
diferencia que adquiere mayor importancia las temperaturas entre -4,5 y -4 ºC, la radiación entre 3,0
y 3,13 TJ/m2 y se adiciona la litología correspondiente al Miembro Mte. Kirkwood.

Tabla 7.23: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con
geliflucción.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
Expo_NE 326400 4819800 0,64 Elev_300 - 325m 9700 103600 1,04
Expo_E 228300 3827300 0,51 Elev_275 - 300m 14800 202000 0,79
Pen_10 - 15 º 447300 7531600 0,51 Temp_-4,5 - -4º 18200 275000 0,69
Elev_175 - 200m 69500 1205500 0,48 Pen_10 - 15 º 409900 7531600 0,50
Pen_15 - 20º 308500 5583500 0,44 Expo_NE 257300 4819800 0,48
Elev_300 - 325m 5600 103600 0,41 Elev_175 - 200m 63300 1205500 0,46
Elev_150 - 175m 75400 1424800 0,39 Elev_150 - 175m 73600 1424800 0,45
2
Temp_-3,5 - -3º 266600 5073800 0,39 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 23100 457000 0,42
Lit_Fm. Pendulum Cove 1177700 21885500 0,36 Elev_200 - 225m 52200 1051700 0,41
Expo_SO 214800 4311600 0,33 Pen_15 - 20º 276400 5583500 0,40
Elev_125 - 150m 120900 2496900 0,30 Temp_-3,5 - -3º 248100 5073800 0,39
Elev_100 - 125m 185300 3846500 0,30 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 50100 991700 0,38
Pen_20 - 25º 202300 4280400 0,28 Lit_Fm. Pendulum Cove 1102000 21885500 0,37
Elev_25 - 50m 327100 7060000 0,26 Expo_E 180300 3827300 0,35
Elev_200 - 225m 47800 1051700 0,24 Perm_Baja 17200 377000 0,32
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 566000 13529500 0,16 Elev_125 - 150m 110900 2496900 0,29

229
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Perm_Media 920200 23012000 0,11 Temp_-4 - -3,5º 95200 2264000 0,24


Hum_0,001 - 0,01 764800 18610600 0,09 Elev_100 - 125m 159800 3846500 0,23
Expo_O 205400 5261700 0,09 Pen_20 - 25º 168100 4280400 0,17
Hum_0,01 - 0,1 506100 12646300 0,06 Elev_250 - 275m 19100 497200 0,15
Curv_Convexo 681000 18065200 0,05 Elev_25 - 50m 269300 7060000 0,14
Elev_275 - 300m 7600 202000 0,05 Elev_225 - 250m 33500 904500 0,11
Hum_0,0001 - 0,001 157900 4049000 0,04 Expo_O 193500 5261700 0,11
Pen_25 - 30º 112000 3037000 0,03 Hum_0,0001 - 0,001 153300 4049000 0,09
Curv_Cóncavo 540500 14711500 0,03 Hum_0,01 - 0,1 471000 12646300 0,07
Temp_-3 - -2,5º 691000 19160400 0,01 Temp_-3 - -2,5º 679200 19160400 0,07
Temp_-4,5 - -4º 9300 275000 -0,06 Hum_0,001 - 0,01 687500 18610600 0,07
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 885600 26452800 -0,07 Pen_25 - 30º 107100 3037000 0,06
Elev_50 - 75m 253900 7636700 -0,07 Expo_SO 151100 4311600 0,06
Expo_N 220700 6681200 -0,08 Curv_Convexo 629700 18065200 0,05
Temp_-2,5 - -2º 516500 15990500 -0,10 Expo_N 230100 6681200 0,04
2
Elev_75 - 100m 220400 6989400 -0,13 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 459800 13529500 0,03
Lit_Fm. Fumarole Bay 31400 962400 -0,14 Perm_Media 781900 23012000 0,03
2
Perm_Elevada 601200 19397300 -0,14 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 882600 26452800 0,01
Curv_Plano 308100 10009600 -0,15 Curv_Cóncavo 490100 14711500 0,01
Pen_> 50º 9400 312200 -0,17 Elev_50 - 75m 252700 7636700 0,00
Pen_5 - 10º 292000 9848800 -0,19 Elev_75 - 100m 230700 6989400 0,00
Expo_SE 122100 4165700 -0,20 Perm_Elevada 617000 19397300 -0,04
2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 13200 457000 -0,21 Lit_Fm. Baily Head 18700 581700 -0,07
2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 56200 1992300 -0,24 Pen_5 - 10º 294400 9848800 -0,10
Hum_0 - 0,0001 18300 628400 -0,25 Curv_Plano 296300 10009600 -0,11
2
Rad_0 – 0,6 TJ/m 600 21800 -0,26 Expo_SE 123100 4165700 -0,11
Hum_0,1 - 0,36 1400 50400 -0,30 Hum_0 - 0,0001 18900 628400 -0,14
Expo_S 96500 3665100 -0,31 Pen_30 - 35º 46800 1883000 -0,29
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m2 8000 332700 -0,40 Pen_45 - 50º 6200 261200 -0,33
Pen_45 - 50º 6000 261200 -0,44 Temp_-2,5 - -2º 375400 15990500 -0,34
Elev_0 - 25m 203400 9256800 -0,49 Expo_NO 190900 8148000 -0,35
2
Pen_30 - 35º 41300 1883000 -0,49 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 46500 1992300 -0,35
Perm_Baja 8200 377000 -0,50 Expo_S 74300 3665100 -0,49
Lit_Miembro Kendall Terrace 94100 4329600 -0,54 Pen_> 50º 6300 312200 -0,49
Temp_-4 - -3,5º 46200 2264000 -0,56 Hum_0,1 - 0,36 1000 50400 -0,55
Lit_Fm. Yellow Tuff 28500 1354000 -0,57 Lit_Fm. Yellow Tuff 25800 1354000 -0,60
Lit_Fm. Baily Head 12000 581700 -0,59 Lit_Fm. Fumarole Bay 17700 962400 -0,63
Lit_Morenas 44700 2275900 -0,64 Pen_40 - 45º 7300 436100 -0,68
Pen_40 - 45º 7100 436100 -0,79 Lit_Miembro Kendall Terrace 74800 4329600 -0,70
Pen_35 - 40º 11200 844500 -0,99 Pen_35 - 40º 12700 844500 -0,79
Expo_NO 101500 8148000 -1,05 Rad_0 – 0,6 TJ/m2 300 21800 -0,88
Lit_Cuaternario 86700 7003100 -1,10 Elev_0 - 25m 126500 9256800 -0,88
Pen_0 - 5º 92500 8768000 -1,22 Lit_Morenas 30100 2275900 -0,96

230
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Elev_225 - 250m 9500 904500 -1,22 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m2 3800 332700 -1,06
Hum_0 40200 3665800 -1,23 Hum_0 38500 3665800 -1,19
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 7600 991700 -1,58 Pen_0 - 5º 80900 8768000 -1,28
Expo_Plano 13900 1905900 -1,59 Expo_Plano 15500 1905900 -1,40
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -1,71 Lit_Fm. Basaltic Shield 2400 304600 -1,48
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -1,71 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -1,51
Elev_325 - 350m 0 74200 -1,71 Elev_325 - 350m 0 74200 -1,51
Elev_350 - 375m 0 21000 -1,71 Elev_350 - 375m 0 21000 -1,51
Elev_375 - 400m 0 15500 -1,71 Elev_375 - 400m 0 15500 -1,51
Elev_250 - 275m 3200 497200 -1,71 Lit_Cuaternario 53600 7003100 -1,51
2 2 2 2
S = 13.678.600 m ; N = 378.842.900 m S = 12.658.100 m ; N = 378.842.900 m

En la tabla 7.24, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de laderas con geliflucción según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 20,22 % del total de las laderas con geliflucción. Si
se considera el 20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 34,28 %, y
alcanza el 73,20 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si consideramos el
modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados
abarcan un 29,75 % del total de las laderas con geliflucción, el 20 % abarca el 48,25 % de la
geoforma, mientras que el 80,94 % de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se alcanza
al considerar la mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.24: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con geliflucción y sus respectivos valores de VI
y del área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI de laderas con procesos Valores de VI de laderas con procesos
de geliflucción de geliflucción
0 - 10 1,22 - 2,63 20,22 1,18 - 3,18 29,75
10 - 20 0,81 - 1,22 34,28 0,83 - 1,18 48,25
20 - 30 0,41 - 0,81 48,44 0,54 - 0,83 62,64
30 - 40 0,03 - 0,41 63,26 0,15 - 0,54 73,33
40 - 50 -0,39 - 0,03 73,20 -0,29 - 0,15 80,94
> 50 -7,75 - -0,39 100 -6,74 - -0,29 100

231
Ladera con geliflucción

Fig.7.21: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con geliflucción, elaborado en base al método de VI.

232
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.10. Laderas con bloques

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de laderas con bloques, considerando la geoforma


tanto como polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.22. En la tabla 7.25, se
exponen los resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.25 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con las laderas con
bloques son las exposiciones sur y sureste, índices de humedad entre 0,01 y 0,1, alturas
comprendidas entre los 100 y los 175 m, pendientes entre 20 y 50º, temperaturas del aire entre -3,5 y
-3 ºC, curvatura cóncava, permeabilidad elevada, valores de radiación entre 1,2 y 1,8 TJ/m2 y
litologías correspondientes a la Fm. Fumarole Bay y Al Miembro Mte. Kirkwood. Al analizar los
resultados obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como puntos, se
observa que los mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos como
polígonos, con la diferencia que se adiciona una nueva litología, correspondiente al Miembro
Kendall Terrace.

Tabla 7.25: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con bloques.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m2 34300 1992300 2,75 Lit_Fm. Fumarole Bay 11900 962400 2,19
Lit_Fm. Fumarole Bay 9400 962400 2,16 Pen_45 - 50º 3000 261200 2,15
Pen_45 - 50º 2100 261200 1,99 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 10900 991700 2,07
Lit_Miembro Kendall Terrace 32500 4329600 1,90 Pen_40 - 45º 3800 436100 1,87
2
Elev_150 - 175m 10000 1424800 1,86 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 15500 1992300 1,76
Pen_30 - 35º 12500 1883000 1,80 Elev_150 - 175m 8200 1424800 1,46
2
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 1900 332700 1,65 Pen_35 - 40º 4600 844500 1,40
Expo_S 20100 3665100 1,61 Lit_Miembro Kendall Terrace 23900 4329600 1,38
Pen_35 - 40º 4100 844500 1,49 Pen_30 - 35º 9400 1883000 1,32
Pen_40 - 45º 2000 436100 1,43 Pen_25 - 30º 14200 3037000 1,25
Expo_SE 19100 4165700 1,43 Lit_Fm. Baily Head 2600 581700 1,17
Temp_-3,5 - -3º 19900 5073800 1,27 Elev_125 - 150m 10300 2496900 1,13
Pen_25 - 30º 11800 3037000 1,27 Elev_100 - 125m 14600 3846500 1,04
Elev_125 - 150m 9200 2496900 1,21 Temp_-3,5 - -3º 17600 5073800 0,95
Elev_100 - 125m 8700 3846500 0,72 Pen_20 - 25º 12200 4280400 0,76
Hum_0,01 - 0,1 25700 12646300 0,72 Expo_S 9900 3665100 0,70
2
Pen_20 - 25º 8300 4280400 0,57 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 800 332700 0,59

233
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Perm_Elevada 35300 19397300 0,51 Expo_SE 8500 4165700 0,42


Elev_175 - 200m 2000 1205500 0,41 Hum_0,01 - 0,1 25600 12646300 0,42
Elev_75 - 100m 10100 6989400 0,28 Expo_O 10200 5261700 0,37
Temp_-3 - -2,5º 25000 19160400 0,17 Perm_Elevada 36600 19397300 0,34
Curv_Cóncavo 16700 14711500 0,03 Elev_75 - 100m 12900 6989400 0,32
Curv_Convexo 19500 18065200 -0,02 Temp_-3 - -2,5º 34400 19160400 0,29
Curv_Plano 10700 10009600 -0,03 Expo_NO 12400 8148000 0,13
Expo_N 6000 6681200 -0,20 Expo_N 9400 6681200 0,05
Hum_0,001 - 0,01 13400 18610600 -0,32 Curv_Cóncavo 20400 14711500 0,04
Pen_15 - 20º 4400 5583500 -0,33 Hum_0,001 - 0,01 25300 18610600 0,02
Elev_50 - 75m 4900 7636700 -0,54 Curv_Convexo 24300 18065200 0,01
Pen_> 50º 200 312200 -0,54 Curv_Plano 12500 10009600 -0,07
Perm_Media 11600 23012000 -0,78 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m2 29400 26452800 -0,18
2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 200 457000 -0,92 Pen_15 - 20º 5800 5583500 -0,25
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 3800 13529500 -1,36 Expo_NE 4900 4819800 -0,27
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 6700 26452800 -1,47 Perm_Media 20600 23012000 -0,40
Lit_Fm. Baily Head 100 581700 -1,88 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 11500 13529500 -0,45
Elev_0 - 25m 1400 9256800 -1,98 Elev_50 - 75m 5200 7636700 -0,67
Expo_NE 700 4819800 -2,02 Elev_175 - 200m 600 1205500 -0,99
Temp_-2,5 - -2º 2000 15990500 -2,17 Elev_25 - 50m 3400 7060000 -1,02
Lit_Fm. Pendulum Cove 2600 21885500 -2,25 Hum_0,0001 - 0,001 1700 4049000 -1,16
Expo_E 400 3827300 -2,35 Expo_SO 1500 4311600 -1,35
Pen_10 - 15 º 700 7531600 -2,47 Temp_-2,5 - -2º 5200 15990500 -1,41
Expo_SO 400 4311600 -2,47 Pen_10 - 15 º 2100 7531600 -1,57
Elev_25 - 50m 600 7060000 -2,56 Lit_Fm. Pendulum Cove 5600 21885500 -1,69
Lit_Fm. Yellow Tuff 100 1354000 -2,72 Elev_0 - 25m 2000 9256800 -1,82
Pen_5 - 10º 600 9848800 -2,89 Pen_5 - 10º 1800 9848800 -1,99
Expo_Plano 100 1905900 -3,04 Hum_0 - 0,0001 100 628400 -2,13
Hum_0 100 3665800 -3,59 Expo_E 400 3827300 -2,55
Pen_0 - 5º 200 8768000 -3,87 Hum_0 200 3665800 -3,20
Expo_NO 0 8148000 -4,05 Pen_0 - 5º 300 8768000 -3,67
Hum_0 - 0,0001 0 628400 -4,05 Expo_Plano 0 1905900 -3,67
Hum_0,0001 - 0,001 0 4049000 -4,05 Pen_> 50º 0 312200 -3,67
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -4,05 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -3,67
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -4,05 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -3,67
Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -4,05 Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -3,67
Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -4,05 Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -3,67
Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -4,05 Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -3,67
2
Lit_Cuaternario 0 7003100 -4,05 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -3,67
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -4,05 Lit_Cuaternario 0 7003100 -3,67
Lit_Morenas 0 2275900 -4,05 Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -3,67
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -4,05 Lit_Morenas 0 2275900 -3,67
Elev_200 - 225m 0 1051700 -4,05 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -3,67

234
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Elev_225 - 250m 0 904500 -4,05 Elev_200 - 225m 0 1051700 -3,67


Elev_250 - 275m 0 497200 -4,05 Elev_225 - 250m 0 904500 -3,67
Elev_275 - 300m 0 202000 -4,05 Elev_250 - 275m 0 497200 -3,67
Elev_300 - 325m 0 103600 -4,05 Elev_275 - 300m 0 202000 -3,67
Elev_325 - 350m 0 74200 -4,05 Elev_300 - 325m 0 103600 -3,67
Elev_350 - 375m 0 21000 -4,05 Elev_325 - 350m 0 74200 -3,67
Elev_375 - 400m 0 15500 -4,05 Elev_350 - 375m 0 21000 -3,67
Perm_Baja 0 377000 -4,05 Elev_375 - 400m 0 15500 -3,67
Expo_O 100 5261700 -4,05 Perm_Baja 0 377000 -3,67
S = 412.200 m2 ; N = 378.842.900 m2 S = 508.200 m2 ; N = 378.842.900 m2

En la tabla 7.26, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de laderas con bloques según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 34,01 % del total de las laderas con bloques. Si se
considera el 20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 55,17 %, y
alcanza el 92,48 % cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si consideramos el
modelado realizado en base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados
abarcan un 89,90 % del total de las laderas con bloques, el 20 % abarca el 94,65 % de la geoforma,
mientras que el 98,81 % de las zonas con la presencia del fenómeno en estudio se alcanza al
considerar la mitad de la superficie de la isla libre de hielo.

Tabla 7.26: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de laderas con bloques y sus respectivos valores de VI y
del área (en porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI Valores de VI
de laderas de bloques de laderas de bloques
0 - 10 -2,47 - 12,48 34,01 0,50 - 8,87 89,90
10 - 20 -5,21 - -2,47 55,17 -1,33 - 0,50 94,65
20 - 30 -6,95 - -5,21 62,23 -2,71 - -1,33 96,04
30 - 40 -8,44 - -6,95 85,42 -3,77 - -2,71 98,81
40 - 50 -9,87 - -8,44 92,48 -4,78 - -3,77 98,81
> 50 -26,41 - -9,87 100 -22,20 - -4,78 100

235
Ladera con bloques

Fig.7.22: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de ladera con bloques, elaborado en base al método de VI.
236
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.11. Neveros

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de neveros, considerando la geoforma tanto como


polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.23. En la tabla 7.27, se exponen los
resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.27 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con los neveros
son las exposiciones oeste, suroeste y noreste, índices de humedad bajos, alturas comprendidas entre
los 125 y los 300 m, pendientes entre 15 y 30º, temperaturas del aire entre -3,5 y -3 ºC, curvatura
cóncava, permeabilidad elevada, valores de radiación entre 3,0 y 3,13 TJ/m2 y litologías
correspondientes a las Formaciones Basaltic Shield, Pendulum Cove y al Miembro Mte. Kirkwood.
Al analizar los resultados obtenidos con base en el modelado considerando a las geoformas como
puntos, se observa que los mismos son similares a los mencionados considerando a los fenómenos
como polígonos, con la diferencia que se adiciona una nueva litología, correspondiente a la Fm.
Fumarole Bay y dos nuevas clases de pendiente, la comprendida entre los 30 y los 40º.

Tabla 7.27: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de neveros.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
Lit_Fm. Basaltic Shield 16000 304600 1,50 Lit_Fm. Basaltic Shield 21900 304600 1,79
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m2 14900 457000 1,07 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m2 19000 457000 1,27
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 29100 991700 0,92 Lit_Fm. Fumarole Bay 24000 962400 0,73
Elev_275 - 300m 5500 202000 0,89 Elev_150 - 175m 33800 1424800 0,71
2
Elev_150 - 175m 36900 1424800 0,84 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 45700 1992300 0,68
Hum_0 - 0,0001 13100 628400 0,57 Elev_275 - 300m 4600 202000 0,67
Pen_20 - 25º 81700 4280400 0,53 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 23000 991700 0,66
Expo_O 100300 5261700 0,53 Pen_20 - 25º 89800 4280400 0,59
Hum_0,0001 - 0,001 79200 4049000 0,50 Pen_30 - 35º 38200 1883000 0,56
Temp_-3,5 - -3º 88100 5073800 0,44 Pen_35 - 40º 16100 844500 0,49
Pen_25 - 30º 50100 3037000 0,39 Pen_25 - 30º 56400 3037000 0,47
Elev_250 - 275m 7900 497200 0,35 Temp_-3,5 - -3º 90300 5073800 0,42
Perm_Elevada 304800 19397300 0,34 Perm_Elevada 331400 19397300 0,38
Elev_125 - 150m 39200 2496900 0,34 Expo_SO 73600 4311600 0,38
Pen_15 - 20º 87200 5583500 0,33 Hum_0,0001 - 0,001 70800 4049000 0,35
Lit_Fm. Pendulum Cove 339800 21885500 0,28 Elev_175 - 200m 19700 1205500 0,34
Expo_SO 64000 4311600 0,28 Elev_250 - 275m 8000 497200 0,32

237
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Expo_NE 69800 4819800 0,26 Hum_0 - 0,0001 10600 628400 0,32


Pen_10 - 15 º 107300 7531600 0,24 Expo_O 82700 5261700 0,30
2 2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 191400 13529500 0,23 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 211200 13529500 0,29
2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 25800 1992300 0,15 Expo_E 59700 3827300 0,29
Elev_175 - 200m 15100 1205500 0,11 Elev_125 - 150m 37400 2496900 0,25
Curv_Cóncavo 183500 14711500 0,11 Pen_15 - 20º 82700 5583500 0,24
Pen_30 - 35º 23300 1883000 0,10 Pen_40 - 45º 6300 436100 0,22
Expo_N 79700 6681200 0,06 Expo_SE 59600 4165700 0,21
Elev_50 - 75m 90900 7636700 0,06 Elev_25 - 50m 97400 7060000 0,17
Hum_0,001 - 0,01 225100 18610600 0,02 Lit_Fm. Pendulum Cove 306400 21885500 0,15
Elev_25 - 50m 80400 7060000 0,02 Lit_Fm. Yellow Tuff 18800 1354000 0,14
Temp_-3 - -2,5º 212700 19160400 -0,01 Temp_-4 - -3,5º 30200 2264000 0,14
Elev_75 - 100m 76300 6989400 -0,02 Curv_Cóncavo 193200 14711500 0,12
Temp_-4,5 - -4º 3000 275000 -0,03 Elev_200 - 225m 13300 1051700 0,08
Curv_Plano 109100 10009600 -0,03 Hum_0,001 - 0,01 247900 18610600 0,08
Curv_Convexo 186000 18065200 -0,08 Elev_50 - 75m 93000 7636700 0,05
Expo_S 36800 3665100 -0,11 Pen_10 - 15 º 91400 7531600 0,04
Temp_-4 - -3,5º 21800 2264000 -0,15 Elev_225 - 250m 10400 904500 -0,01
Temp_-2,5 - -2º 153000 15990500 -0,16 Curv_Plano 110700 10009600 -0,05
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 245600 26452800 -0,19 Temp_-2,5 - -2º 172700 15990500 -0,07
Hum_0,01 - 0,1 124000 12646300 -0,19 Expo_N 71800 6681200 -0,08
Elev_100 - 125m 35600 3846500 -0,19 Curv_Convexo 194000 18065200 -0,08
Pen_35 - 40º 7700 844500 -0,20 Temp_-3 - -2,5º 202400 19160400 -0,10
Expo_SE 36500 4165700 -0,24 Expo_NE 48900 4819800 -0,14
Elev_225 - 250m 7800 904500 -0,26 Hum_0,01 - 0,1 133100 12646300 -0,15
Elev_0 - 25m 77500 9256800 -0,29 Lit_Miembro Kendall Terrace 43200 4329600 -0,19
2
Lit_Miembro Kendall Terrace 37400 4329600 -0,30 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 3200 332700 -0,19
Pen_5 - 10º 77500 9848800 -0,35 Elev_75 - 100m 66100 6989400 -0,21
Expo_E 29800 3827300 -0,36 Elev_100 - 125m 34400 3846500 -0,26
Expo_Plano 14700 1905900 -0,37 Elev_0 - 25m 79500 9256800 -0,30
Perm_Media 173500 23012000 -0,39 Temp_-4,5 - -4º 2300 275000 -0,33
2
Hum_0 27500 3665800 -0,46 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 218800 26452800 -0,34
Expo_NO 47000 8148000 -0,66 Expo_S 29000 3665100 -0,39
Elev_200 - 225m 5200 1051700 -0,82 Expo_Plano 14400 1905900 -0,43
Pen_0 - 5º 42400 8768000 -0,84 Pen_5 - 10º 74100 9848800 -0,44
Lit_Cuaternario 31400 7003100 -0,96 Perm_Media 166500 23012000 -0,48
Lit_Fm. Yellow Tuff 5900 1354000 -0,99 Expo_NO 58200 8148000 -0,49
Lit_Fm. Baily Head 1800 581700 -1,33 Pen_45 - 50º 1800 261200 -0,52
Elev_300 - 325m 300 103600 -1,35 Hum_0 24500 3665800 -0,61
2
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 900 332700 -1,42 Hum_0,1 - 0,36 300 50400 -0,72
Pen_40 - 45º 900 436100 -1,69 Lit_Cuaternario 36600 7003100 -0,83
Pen_> 50º 500 312200 -1,94 Pen_0 - 5º 40700 8768000 -0,92
Lit_Fm. Fumarole Bay 800 962400 -2,64 Lit_Fm. Baily Head 2200 581700 -1,16

238
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Perm_Baja 300 377000 -2,64 Elev_300 - 325m 300 103600 -1,39


Pen_45 - 50º 0 261200 -2,94 Pen_> 50º 400 312200 -2,21
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -2,94 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -3,53
2
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -2,94 Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -3,53
Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -2,94 Elev_325 - 350m 0 74200 -3,53
Elev_325 - 350m 0 74200 -2,94 Elev_350 - 375m 0 21000 -3,53
Elev_350 - 375m 0 21000 -2,94 Elev_375 - 400m 0 15500 -3,53
Elev_375 - 400m 0 15500 -2,94 Perm_Baja 0 377000 -3,53
Lit_Morenas 1400 2275900 -2,94 Lit_Morenas 800 2275900 -3,53
2 2 2 2
S = 4.282.700 m ; N = 378.842.900 m S = 4.449.400 m ; N = 378.842.900 m

En la tabla 7.28, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de neveros según cada clase de susceptibilidad,
considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se puede constatar
que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio con los valores de
VI más elevados abarcan un 26,59 % del total de los neveros. Si se considera el 20 % del área de
estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 40,44 %, y alcanza el 67,10 % cuando se
considera la mitad del área de estudio. Ahora si consideramos el modelado realizado en base a
puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados abarcan un 36,04 % del total
de los neveros, el 20 % abarca el 53,13 % de la geoforma, mientras que el 82,33 % de las zonas con
la presencia del fenómeno en estudio se alcanza al considerar la mitad de la superficie de la isla libre
de hielo.

Tabla 7.28: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de neveros y sus respectivos valores de VI y del área (en
porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI Valores de VI
de neveros de neveros
0 - 10 1,01 - 4,38 26,59 1,10 - 4,82 36,04
10 - 20 0,56 - 1,01 40,44 0,53 - 1,10 53,13
20 - 30 0,18 - 0,56 51,36 0,14 - 0,53 65,64
30 - 40 -0,15 - 0,18 58,75 -0,24 - 0,14 75,30
40 - 50 -0,56 - -0,15 67,10 -0,61 - -0,24 82,33
> 50 -10,45 - -0,56 100 -9,41 - -0,61 100

239
Fig.7.23: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de neveros, elaborado en base al método de VI.
240
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.2.12. Termokarst

Los mapas de susceptibilidad de ocurrencia de termokarst, considerando la geoforma tanto como


polígonos como puntos, pueden ser observados en la figura 7.24. En la tabla 7.29, se exponen los
resultados de la aplicación de la ec. 3.
De la tabla 7.29 se desprende que en el modelado realizado considerando a las geoformas como
polígonos, las clases de las variables independientes con mayor relación espacial con los termokarst
son las exposiciones oeste, norte, noroeste y sureste, índices de humedad entre 0,001 y 0,1, alturas
comprendidas entre el nivel del mar y los 50 m, pendientes entre 5 y 15º, temperaturas del aire entre
-2,5 y -2 ºC, curvatura convexa, permeabilidad elevada y media, valores de radiación entre 1,8 y 3,0
TJ/m2 y litologías correspondientes a la Fm. Pendulum Cove. Al analizar los resultados obtenidos
con base en el modelado considerando a las geoformas como puntos, se observa que los mismos son
similares a los mencionados considerando a los fenómenos como polígonos, con la diferencia que
adquieren importancia los índices de humedad con valor de 0 y las exposiciones planas.

Tabla 7.29: Aplicación del método de VI para el modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de termokarst.

MODELADO CON FORMAS MODELADO CON PUNTOS


Variable S i (m2) N i (m2) VI Variable S i (m2) N i (m2) VI
Expo_O 500 5261700 1,14 Expo_O 1100 5261700 1,03
Elev_25 - 50m 600 7060000 1,03 Elev_25 - 50m 1400 7060000 0,98
Temp_-2,5 - -2º 1200 15990500 0,90 Temp_-2,5 - -2º 3100 15990500 0,95
Pen_10 - 15 º 500 7531600 0,78 Elev_0 - 25m 1700 9256800 0,90
Elev_0 - 25m 600 9256800 0,76 Hum_0 700 3665800 0,86
Pen_5 - 10º 600 9848800 0,70 Pen_10 - 15 º 1000 7531600 0,57
Expo_N 400 6681200 0,68 Expo_NE 600 4819800 0,51
Curv_Convexo 1000 18065200 0,60 Pen_5 - 10º 1200 9848800 0,49
Lit_Fm. Pendulum Cove 1300 21885500 0,60 Lit_Fm. Pendulum Cove 2600 21885500 0,39
2
Rad_1,8 – 2,4 TJ/m 600 13529500 0,38 Expo_Plano 200 1905900 0,34
Hum_0,001 - 0,01 800 18610600 0,27 Perm_Elevada 2000 19397300 0,32
2
Perm_Elevada 600 19397300 0,02 Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 2500 26452800 0,23
Perm_Media 700 23012000 0,00 Lit_Miembro Mte. Kirkwood 100 991700 0,22
Hum_0,01 - 0,1 400 12646300 -0,04 Curv_Convexo 1500 18065200 0,10
2
Rad_2,4 – 3,0 TJ/m 700 26452800 -0,14 Curv_Cóncavo 1200 14711500 0,09
Expo_NO 200 8148000 -0,21 Expo_N 500 6681200 0,00
Expo_SE 100 4165700 -0,24 Hum_0,01 - 0,1 1000 12646300 -0,02
Pen_20 - 25º 100 4280400 -0,26 Expo_SE 300 4165700 -0,04

241
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Expo_SO 100 4311600 -0,27 Hum_0,001 - 0,01 1400 18610600 -0,07


Hum_0,0001 - 0,001 100 4049000 -0,28 Pen_0 - 5º 600 8768000 -0,09
Curv_Plano 200 10009600 -0,42 Lit_Cuaternario 500 7003100 -0,12
Pen_15 - 20º 100 5583500 -0,53 Perm_Media 1200 23012000 -0,36
Elev_75 - 100m 100 6989400 -0,75 Rad_1,8 – 2,4 TJ/m2 700 13529500 -0,37
Curv_Cóncavo 100 14711500 -1,50 Curv_Plano 500 10009600 -0,40
Expo_Plano 0 1905900 -1,76 Pen_20 - 25º 200 4280400 -0,47
Expo_NE 0 4819800 -1,76 Expo_SO 200 4311600 -0,48
Expo_E 0 3827300 -1,76 Pen_25 - 30º 100 3037000 -0,82
Expo_S 0 3665100 -1,76 Expo_E 100 3827300 -1,05
Pen_0 - 5º 0 8768000 -1,76 Expo_NO 200 8148000 -1,11
Pen_25 - 30º 0 3037000 -1,76 Hum_0,0001 - 0,001 100 4049000 -1,18
Pen_30 - 35º 0 1883000 -1,76 Pen_15 - 20º 100 5583500 -1,43
Pen_35 - 40º 0 844500 -1,76 Elev_75 - 100m 100 6989400 -1,65
Pen_40 - 45º 0 436100 -1,76 Expo_S 0 3665100 -2,66
Pen_45 - 50º 0 261200 -1,76 Pen_30 - 35º 0 1883000 -2,66
Pen_> 50º 0 312200 -1,76 Pen_35 - 40º 0 844500 -2,66
Hum_0 0 3665800 -1,76 Pen_40 - 45º 0 436100 -2,66
Hum_0 - 0,0001 0 628400 -1,76 Pen_45 - 50º 0 261200 -2,66
Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -1,76 Pen_> 50º 0 312200 -2,66
Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -1,76 Hum_0 - 0,0001 0 628400 -2,66
Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -1,76 Hum_0,1 - 0,36 0 50400 -2,66
Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -1,76 Temp_-4,75 - -4,5º 0 22600 -2,66
Temp_-3,5 - -3º 0 5073800 -1,76 Temp_-4,5 - -4º 0 275000 -2,66
Rad_0 – 0,6 TJ/m2 0 21800 -1,76 Temp_-4 - -3,5º 0 2264000 -2,66
2
Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -1,76 Temp_-3,5 - -3º 0 5073800 -2,66
2 2
Rad_1,2 – 1,8 TJ/m 0 1992300 -1,76 Rad_0 – 0,6 TJ/m 0 21800 -2,66
2 2
Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -1,76 Rad_0,6 – 1,2 TJ/m 0 332700 -2,66
Lit_Cuaternario 0 7003100 -1,76 Rad_1,2 – 1,8 TJ/m2 0 1992300 -2,66
2
Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -1,76 Rad_3,0 – 3,13 TJ/m 0 457000 -2,66
Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -1,76 Lit_Fm. Baily Head 0 581700 -2,66
Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -1,76 Lit_Fm. Basaltic Shield 0 304600 -2,66
Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -1,76 Lit_Fm. Fumarole Bay 0 962400 -2,66
Lit_Morenas 0 2275900 -1,76 Lit_Miembro Kendall Terrace 0 4329600 -2,66
Lit_Miembro Mte. Kirkwood 0 991700 -1,76 Lit_Morenas 0 2275900 -2,66
Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -1,76 Lit_Fm. Yellow Tuff 0 1354000 -2,66
Elev_50 - 75m 0 7636700 -1,76 Elev_50 - 75m 0 7636700 -2,66
Elev_100 - 125m 0 3846500 -1,76 Elev_100 - 125m 0 3846500 -2,66
Elev_125 - 150m 0 2496900 -1,76 Elev_125 - 150m 0 2496900 -2,66
Elev_150 - 175m 0 1424800 -1,76 Elev_150 - 175m 0 1424800 -2,66
Elev_175 - 200m 0 1205500 -1,76 Elev_175 - 200m 0 1205500 -2,66
Elev_200 - 225m 0 1051700 -1,76 Elev_200 - 225m 0 1051700 -2,66
Elev_225 - 250m 0 904500 -1,76 Elev_225 - 250m 0 904500 -2,66

242
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Elev_250 - 275m 0 497200 -1,76 Elev_250 - 275m 0 497200 -2,66


Elev_275 - 300m 0 202000 -1,76 Elev_275 - 300m 0 202000 -2,66
Elev_300 - 325m 0 103600 -1,76 Elev_300 - 325m 0 103600 -2,66
Elev_325 - 350m 0 74200 -1,76 Elev_325 - 350m 0 74200 -2,66
Elev_350 - 375m 0 21000 -1,76 Elev_350 - 375m 0 21000 -2,66
Elev_375 - 400m 0 15500 -1,76 Elev_375 - 400m 0 15500 -2,66
Perm_Baja 0 377000 -1,76 Perm_Baja 0 377000 -2,66
Temp_-3 - -2,5º 100 19160400 -1,76 Temp_-3 - -2,5º 100 19160400 -2,66
2 2 2 2
S = 11.700 m ; N = 378.842.900 m S = 28.800 m ; N = 378.842.900 m

En la tabla 7.30, se observan las clases de susceptibilidad expresadas de acuerdo al porcentaje de


área total jerarquizada por los valores de VI (orden decreciente), así como los correspondientes
valores de VI y el porcentaje del área con presencia de termokarst según cada clase de
susceptibilidad, considerando el modelado realizado con polígonos y con puntos. De su análisis se
puede constatar que en el modelado realizado en base a los polígonos, el 10 % del área de estudio
con los valores de VI más elevados abarcan un 45,83 % del total de los termokarst. Si se considera
el 20 % del área de estudio, la presencia de este fenómeno se eleva a un 77,08 %, y alcanza el 91,67
% cuando se considera la mitad del área de estudio. Ahora si consideramos el modelado realizado en
base a puntos, el 10 % del área de estudio con los valores de VI más elevados abarcan un 59,38 %
del total de los termokarst, el 20 % abarca el 81,25 % de la geoforma, mientras que el 96,88 % de las
zonas con la presencia del fenómeno en estudio se alcanza al considerar la mitad de la superficie de
la isla libre de hielo.

Tabla 7.30: Clasificación de la susceptibilidad de ocurrencia de termokarst y sus respectivos valores de VI y del área (en
porcentaje) con la presencia de la geoforma en estudio.

MODELADO CON POLÍGONOS MODELADO CON PUNTOS


% de área con presencia % de área con presencia
Clases de susceptibilidad Valores de VI Valores de VI
de termokarst de termokarst
0 - 10 1,60 - 5,72 45,83 2,26 - 5,34 59,38
10 - 20 -0,22 - 1,60 77,08 0,89 - 2,26 81,25
20 - 30 -1,45 - -0,22 79,17 -1,18 - 0,89 87,50
30 - 40 -2,52 - -1,45 87,50 -3,55 - -1,18 96,88
40 - 50 -3,32 - -2,52 91,67 -4,58 - -3,55 96,88
> 50 -13,86 - -3,32 100 -19,04 - -4,58 100

243
Fig.7.24: Modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de termokarst, elaborado en base al método de VI.
244
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

7.3.3. Validación del modelado

Como se mencionó previamente en el capítulo de metodología, es posible realizar una validación


cuantitativa de los resultados, a través de la determinación del suceso del modelo (tasa de suceso) y
de su capacidad predictiva (tasa de predicción). Para ello, se elaboraron curvas de suceso y de
predicción para cada geoforma analizada.
En el caso del suceso del modelado considerando a las geoformas como polígonos y como puntos,
fue obtenido calculando el Área Bajo la Curva (AUC) de las curvas de suceso de cada geoforma,
Los resultados de este cálculo son visibles en la tabla 7.31. Debido a que los valores hallados, tanto
para el modelado con polígonos como con puntos, son superiores al 70 %, se puede concluir que
existió un buen ajuste del modelo a los datos, con la excepción de los terrenos ondulados. Al
comparar ambas metodologías empleadas, el modelado considerando a las geoformas como puntos
presentó mejores rendimientos, incluso mejorando el modelo de los terrenos ondulados.

Tabla 7.31: Eficacia del modelo de susceptibilidad de ocurrencia obtenido a través del cálculo de las AUC.

% DE SUCESO DEL MODELO


Geoforma Modelado con polígonos Modelado con puntos
Dunas piroclásticas 87,56 88,24
Lóbulos/terrazas de geliflucción 89,15 89,30
Terrenos ondulados 62,11 80,97
Superficies lag 75,69 78,36
Flujos de detritos 84,37 84,59
Suelos ordenados 92,57 93,16
Terrenos ondulados degradados 72,40 84,34
Ladera con procesos de escorrentía 68,84 73,74
Ladera con geliflucción 70,44 72,83
Ladera con bloques 85,09 94,86
Neveros 64,40 74,80
Termokarst 85,73 88,45

Ahora para analizar la capacidad predictiva de los modelos, se procedió al cálculo de las AUC de
las curvas de predicción de cada geoforma considerada (Tabla 7.32). Lo que nos dicen estos
resultados, es la capacidad que tiene el modelo de detectar elementos que no han sido integrados en
el proceso de modelación. Así, al considerar a las geoformas como polígonos, se ve que el modelo

245
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

pudo predecir con bastante exactitud a las dunas piroclásticas, los lóbulos-terrazas de geliflucción,
los flujos de detritos, los suelos ordenados, las laderas con bloques y los termokarst. Por el contrario,
el modelado de los terrenos ondulados, las superficies lag, los terrenos ondulados degradados, las
laderas con procesos de escorrentía, las laderas con geliflucción y los neveros, no mostraron buenos
porcentajes de predicción.
Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que todos los porcentajes de predicción
son superiores al 70 %, lo que evidencia que la predicción ha sido satisfactoria utilizando esta
metodología.

Tabla 7.32: Predicción del modelo de susceptibilidad de ocurrencia obtenido a través del cálculo de las AUC.

% DE PREDICCIÓN DEL MODELO


Geoforma Modelado con polígonos Modelado con puntos
Dunas piroclásticas 78,65 87,47
Lóbulos/terrazas de geliflucción 89,12 89,80
Terrenos ondulados 48,39 81,18
Superficies lag 66,43 77,53
Flujos de detritos 84,20 85,48
Suelos ordenados 91,46 92,92
Terrenos ondulados degradados 55,13 85,70
Ladera con procesos de escorrentía 51,88 71,39
Ladera con geliflucción 64,89 71,79
Ladera con bloques 77,46 94,86
Neveros 64,40 74,80
Termokarst 82,80 87,83

Al realizar un análisis de la curva de predicción de las dunas piroclásticas (Fig.7.25), se observa


que, al considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los
valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 20 % de las
dunas, valor inferior al detectado con la curva de suceso (50 %). Cuando se considera el 50 % del
área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de dunas piroclásticas se
eleva al 94 %, estando este valor más próximo del registrado por la curva de suceso (96 %). El área
restante solo contiene el 6 % del total de las dunas. De esta forma se observa que el modelo posee
una buena capacidad predictiva. Al considerar a las geoformas como puntos, se observa solamente
una sutil diferencia cercana al 1 % entre ambas curvas.

246
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100

90 90

% de área acumulada de dunas


% de área acumulada de dunas

80 80

70 70

piroclásticas
piroclásticas

60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.25: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de dunas piroclásticas, considerando a la
geoforma como polígonos (izq) y como puntos (der).
.
Si se analiza la curva de predicción de los lóbulos-terrazas de geliflucción (Fig.7.26), se observa
que, al considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los
valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 58 % de los
lóbulos, valor ligeramente inferior al detectado con la curva de suceso (64 %). Cuando se considera
el 50 % del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de lóbulos-
terrazas de geliflucción se eleva al 98 %, estando este valor ligeramente por encima del registrado
por la curva de suceso (95 %). El área restante solo contiene el 2 % del total de los lóbulos. De esta
forma se observa que el modelo posee una buena capacidad predictiva, superando incluso a su
propia performance. Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que ambas curvas
presentan el mismo comportamiento que el recién descripto para la curva de suceso.
Al analizar la curva de predicción de los terrenos ondulados (Fig.7.27), se observa que, al
considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los valores de
probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 10 % de los terrenos
ondulados, valor inferior al detectado con la curva de suceso (30 %). Cuando se considera el 50 %
del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 42 %, valor inferior al registrado por la curva de suceso (62 %). El área restante contiene el
58 % del total de estos terrenos. De esta forma se observa que el modelo no posee una buena
capacidad predictiva. Por el contrario, al considerar a las geoformas como puntos, en el 10 % del

247
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

área total, jerarquizada por los valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron
aproximadamente el 40 % de los terrenos ondulados, valor igual al detectado con la curva de suceso.
Cuando se considera el 50 % del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el
porcentaje de esta geoforma se eleva al 90 %, valor igual al registrado por la curva de suceso. El
área restante contiene el 10 % del total de estos terrenos. De esta forma se observa que el modelo, en
base a puntos, posee una buena capacidad predictiva.

100 100

% de área acumulada de lóbulos-terrazas


% de área acumulada de lóbulos-terrazas

90 90

80 80

70 70

de geliflucción
de geliflucción

60 60

50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.26: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de lóbulos-terrazas de geliflucción, considerando
a la geoforma como polígonos (izq) y como puntos (der).

100 100

90 90
% de área acumulada de terrenos
% de área acumulada de terrenos

80 80

70 70
60
ondulados

60
ondulados

50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.27: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados, considerando a la
geoforma como polígonos (izq) y como puntos (der).

248
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

De la observación de la curva de predicción de las superficies lag (Fig.7.28), se destaca que, al


considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los valores de
probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 22 % de las superficies,
valor ligeramente inferior al detectado con la curva de suceso (36 %). Cuando se considera el 50 %
del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 73 %, siendo este valor más bajo que el registrado por la curva de suceso (85 %). El área
restante contiene el 27 % del total de las superficies lag. De esta forma se observa que el modelo
posee una capacidad predictiva aceptable. Al considerar a las geoformas como puntos, se observa
que ambas curvas presentan el mismo comportamiento que el recién descripto para la curva de
suceso.

100 100
% de área acumulada de superficies lag

90 % de área acumulada de superficies lag 90


80 80
70 70
60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.28: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de superficies lag, considerando a la geoforma
como polígonos (izq) y como puntos (der).

Al analizar la curva de predicción de los flujos de detritos (Fig.7.29), se destaca que, al considerar
a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los valores de
probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 40 % de los flujos, valor
ligeramente inferior al detectado con la curva de suceso (45 %). Cuando se considera el 50 % del
área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 95 %, siendo este valor idéntico al registrado por la curva de suceso. El área restante
contiene el 5 % del total de los flujos de detritos. De esta forma se observa que el modelo posee una

249
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

buena capacidad predictiva. Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que ambas
curvas presentan el mismo comportamiento que el recién descripto para la curva de suceso e incluso
la capacidad de predicción es ligeramente superior al de su performance.

100 100

% de área acumulada de flujos de detritos


% de área acumulada de flujos de detritos

90 90

80 80

70 70

60 60

50 50

40 40

30 30

20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.29: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de flujos de detritos, considerando a la geoforma
como polígonos (izq) y como puntos (der).

De la observación de la curva de predicción de los suelos ordenados (Fig.7.30), se destaca que, al


considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los valores de
probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 60 % de estos suelos,
valor inferior al detectado con la curva de suceso (72 %). Cuando se considera el 50 % del área de
estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se eleva al 100
%, siendo este valor idéntico al registrado por la curva de suceso. De esta forma se observa que el
modelo posee una excelente capacidad predictiva. Al considerar a las geoformas como puntos, se
observa que ambas curvas presentan el mismo comportamiento que el recién descripto para la curva
de suceso.

250
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100
90 90
% de área acumulada de suelos

% de área acumulada de suelos


80 80
70 70
60 60
ordenados

ordenados
50 50
40 40
30 30
20 20 Curva de predicción
Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.30: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de suelos ordenados, considerando a la geoforma
como polígonos (izq) y como puntos (der).

Del análisis de la curva de predicción de los terrenos ondulados degradados (Fig.7.31), se destaca
que, al considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los
valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 1 % de los
terrenos, valor muy inferior al detectado con la curva de suceso (34 %). Cuando se considera el 50
% del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma
se eleva al 62 %, siendo este valor inferior al registrado por la curva de suceso (80 %). El área
restante contiene el 38 % del total de los terrenos ondulados degradados. De esta forma se observa
que el modelo no posee una buena capacidad predictiva.
Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que en el 10 % del área total, jerarquizada
por los valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 45 %
de las acumulaciones, igual al valor detectado con la curva de suceso. Cuando se considera el 50 %
del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 95 %, siendo igual al valor registrado por la curva de suceso. El área restante contiene el 5
% del total de los terrenos ondulados degradados. De esta forma se observa que el modelo posee una
buena capacidad predictiva, incluso superando en ocasiones a su propia performance.

251
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100
90 90
% de área acumulada de terrenos

% de área acumulada de terrenos


80 80
ondulados degradados

ondulados degradados
70 70
60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.31: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de terrenos ondulados degradados, considerando
a la geoforma como polígonos (izq) y como puntos (der).

Al analizar la curva de predicción de las laderas con procesos de escorrentía (Fig.7.32), se destaca
que, al considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los
valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 9 % de las
laderas, valor muy inferior al detectado con la curva de suceso (37 %). Cuando se considera el 50 %
del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 50 %, siendo este valor inferior al registrado por la curva de suceso (70 %). El área restante
contiene el 50 % del total de las laderas con escorrentía. De esta forma se observa que el modelo no
posee una buena capacidad predictiva.
Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que en el 10 % del área total, jerarquizada
por los valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 31 %
de las laderas, valor levemente inferior al detectado con la curva de suceso (35 %). Cuando se
considera el 50 % del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de
esta geoforma se eleva al 77 %, siendo levemente inferior al valor registrado por la curva de suceso
(79 %). El área restante contiene el 23 % del total de las laderas con procesos de escorrentía. De esta
forma se observa que el modelo posee una capacidad predictiva media.

252
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100
% de área acumulada de laderas con

% de área acumulada de laderas con


90 90
80 80
procesos de escorrentía

procesos de escorrentía
70 70
60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.32: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de laderas con procesos de escorrentía,
considerando a la geoforma como polígonos (izq) y como puntos (der).

De la observación de la curva de predicción de las laderas con geliflucción (Fig.7.33), se destaca


que, al considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los
valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 20 % de estas
laderas, valor inferior al detectado con la curva de suceso (30 %). Cuando se considera el 50 % del
área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 72 %, siendo este valor levemente inferior al registrado por la curva de suceso (80 %). El
área restante contiene el 28 % del total de las laderas con geliflucción. De esta forma se observa que
el modelo posee una buena capacidad predictiva.
Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que en el 10 % del área total, jerarquizada
por los valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 30 %
de las laderas, valor levemente inferior al detectado con la curva de suceso. Cuando se considera el
50 % del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta
geoforma se eleva al 80 %, siendo nuevamente levemente inferior al valor registrado por la curva de
suceso. El área restante contiene el 20 % del total de las laderas con geliflucción. De esta forma se
observa que el modelo posee una buena capacidad predictiva.

253
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100
% de área acumulada de laderas con

90

% de área acumulada de laderas con


90
80 80
70 70
geliflucción

geliflucción
60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.33: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de laderas con geliflucción, considerando a la
geoforma como polígonos (izq) y como puntos (der).

De la observación de la curva de predicción de las laderas con bloques (Fig.7.34), se destaca que,
al considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los valores
de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 35 % de estas laderas,
valor inferior al detectado con la curva de suceso (55 %). Cuando se considera el 50 % del área de
estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se eleva al 92
%, siendo este valor levemente inferior al registrado por la curva de suceso (95 %). El área restante
contiene el 8 % del total de las laderas con bloques. De esta forma se observa que el modelo posee
una excelente capacidad predictiva.
Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que en el 10 % del área total, jerarquizada
por los valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 85 %
de las laderas, valor similar al detectado con la curva de suceso. Cuando se considera el 50 % del
área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 100 %, siendo nuevamente similar al valor registrado por la curva de suceso. De esta forma
se observa que el modelo posee una excelente capacidad predictiva.

254
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100
90 90
% de área acumulada de laderas de

% de área acumulada de laderas de


80 80
70 70
60 60
bloques

bloques
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.34: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de laderas con bloques, considerando a la
geoforma como polígonos (izq) y como puntos (der).

De la observación de la curva de predicción de los neveros (Fig.7.35), se destaca que, al


considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los valores de
probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 25 % de los neveros,
valor inferior al detectado con la curva de suceso (35 %). Cuando se considera el 50 % del área de
estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se eleva al 68
%, siendo este valor nuevamente inferior al registrado por la curva de suceso (75 %). El área
restante contiene el 32 % del total de los neveros. De esta forma se observa que el modelo posee una
moderada capacidad predictiva.
Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que en el 10 % del área total, jerarquizada
por los valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 32 %
de los neveros, valor similar al detectado con la curva de suceso. Cuando se considera el 50 % del
área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 80 %, siendo nuevamente similar al valor registrado por la curva de suceso. De esta forma
se observa que el modelo posee una buena capacidad predictiva.

255
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100
90 90
% de área acumulada de neveros

% de área acumulada de neveros


80 80
70 70
60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.35: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de neveros, considerando a la geoforma como
polígonos (izq) y como puntos (der).

De la observación de la curva de predicción de los termokarst (Fig.7.36), se destaca que, al


considerar a las geoformas como polígonos, en el 10 % del área total, jerarquizada por los valores de
probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 47 % de las depresiones,
valor levemente inferior al detectado con la curva de suceso (50 %). Cuando se considera el 50 %
del área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 92 %, siendo este valor similar al registrado por la curva de suceso. El área restante contiene
solamente el 8 % del total de los termokarst. De esta forma se observa que el modelo posee una
excelente capacidad predictiva.
Al considerar a las geoformas como puntos, se observa que en el 10 % del área total, jerarquizada
por los valores de probabilidad de VI (orden decreciente), se detectaron aproximadamente el 57 %
de los termokarst, valor similar al detectado con la curva de suceso. Cuando se considera el 50 % del
área de estudio con los valores de probabilidad más elevados, el porcentaje de esta geoforma se
eleva al 97 %, siendo nuevamente similar al valor registrado por la curva de suceso. El área restante
contiene solamente el 3 % del total de los termokarst. De esta forma se observa que el modelo posee
una excelente capacidad predictiva.

256
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

100 100

90 90

% de área acumulada de termokarst


% de área acumulada de termokarst

80 80

70 70

60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
Curva de predicción Curva de predicción
10 10
Curva de suceso Curva de suceso
0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% de área total acumulada % de área total acumulada

Fig.7.36: Curvas de predicción y de suceso del modelado de susceptibilidad de ocurrencia de termokarst, considerando a la geoforma como
polígonos (izq) y como puntos (der).

7.4. Discusión

Las geoformas y procesos periglaciales han sido tradicionalmente utilizados como indicadores de
la presencia de ambientes periglaciales y del permafrost en el Ártico y en los ambientes de montaña
(López-Martínez et al. 2012). Asimismo, estos se encuentran condicionados por características
ambientales particulares (tipo de substrato, de suelo, estado térmico y contenido de humedad,
microclimas, etc.). Existe gran variedad de trabajos donde se diferencian entre aquellas geoformas
indicativas de la ocurrencia de permafrost y las propias de ambientes periglaciales no relacionadas
con la presencia de suelos congelados (Washburn 1979, Harris 1981, Karte 1983, Clark 1988,
Bockheim 1995, French 2007). Entre ellas, los glaciares de roca, los suelos ordenados con buen
desarrollo en la vertical, los lóbulos protalus o los frost mounds, han sido mencionados como
indicadores de la existencia de permafrost (Barsh 1978, 1993, Harris 1981, Karte 1983, Clark 1988),
mientras que los procesos como la geliflucción o el levantamiento criogénico, no son indicadores de
la ocurrencia de suelos congelados, pero sí de la presencia de congelamientos estacionales
(Matsuoka 2001, Harris 1981). Así, las geoformas y procesos periglaciales pueden ser utilizados
como indicadores de la presencia de permafrost en el subsuelo, extrapolando los resultados
puntuales obtenidos a través de perforaciones y relevamientos geofísicos, a áreas más extensas

257
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

(French 2007, López-Martínez et al. 2012). Además, el monitoreo de los cambios en la superficie,
también hace posible la detección de la degradación de los suelos congelados (Vieira et al. 2008,
López-Martínez et al. 2012), situación evidenciada en el Ártico y que estaría ocurriendo actualmente
en las zonas libres de hielo de la Antártida marítima (López-Martínez et al. 2012). De esta manera,
una vez perpetrada la identificación y caracterización de las geoformas, se hace imprescindible la
realización de un análisis minucioso respecto a los orígenes de las mismas de forma de poder
diferenciar aquellas que responden a fenómenos y procesos locales de las que responden a cambios
en las condiciones climáticas regionales (Ballantyne y Harris 1994, Vieira y Ramos 2003, Hjort
2006, Pike et al. 2008, Melo 2009).
Para poder realizar esta discriminación inicial, se aplicó en este trabajo un modelado
geomorfológico basado en el método estadístico de VI sobre la base de un GIS (Luoto y Hjort 2004,
Melo 2009), con el posterior análisis de la validación cuantitativa del modelo a través de las tasas de
suceso y de predicción (Garcia 2002, Chung y Fabbri 2003, Guzzetti et al. 2006). Las variables
independientes utilizadas fueron elevación, pendiente, exposición, litología, temperatura del aire,
radiación total, curvatura total, índice de humedad y permeabilidad, siendo las primeras cinco las
que presentaron mayor correlación con las geoformas consideradas, igual resultado hallado por
Melo (2009) y Melo et al. (2012) para los terrenos ondulados. La baja correlación existente entre las
formas del terreno y las variables radiación, curvatura, índice de humedad y permeabilidad puede
deberse a que algunas de ellas han sido calculadas considerando valores teóricos mientras que otras
han sido aproximadas mediante su significado geomorfológico (Melo 2009). Esta metodología
puede ser una buena aproximación a escala regional, pero si se desean realizar trabajos de detalle es
preciso obtener estas variables con mediciones in situ.
Es posible realizar también un análisis de la metodología empleada en el modelado, considerando
a las formas del terreno como puntos o como polígonos. Como fuera mencionado por Melo (2009)
en el caso de las geoformas que ocupan diferentes áreas donde existe una marcada desproporción en
su tamaño (grandes y pequeñas) o donde las mismas son escasas, se hace imprescindible convertir
las superficies ocupadas por ellas a un fichero de puntos y luego aplicar la selección aleatoria con
base en estos puntos. De esta forma se anula la creación de una tendencia o distribución inexistente.
El problema que surge de aplicar esta metodología es que existirán puntos de modelación y de
validación dentro de una misma mancha. En el caso de algunas geoformas, esta metodología no
puede considerarse como errónea, ya que si el fenómeno no corresponde a una forma de

258
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

propagación, significa que cada celda o punto es independiente de los restantes (Melo 2009). Pero si
tenemos en cuenta que en este trabajo se ha utilizado un Modelo de Elevación Digital con 10x10 m
por pixel, y que no han sido mapeadas geoformas de propagación superiores a esas dimensiones, los
resultados obtenidos empleando esta metodología representan una mejor aproximación a los datos
observados, con tasas de validación y de suceso superiores a las obtenidas considerando a las
geoformas como polígonos.
De las expediciones realizadas a todas las áreas libres de hielo de la isla Decepción, junto a la
utilización de imágenes satelitales de alta definición y fotografías aéreas, se distinguieron un total de
30 geoformas y/o procesos geomorfológicos, que pueden agruparse en procesos glaciales, fluviales
y lacustres, volcánicos, de remoción en masa, periglaciales y nivales, eólicos o marinos, ya
relevados en el archipiélago de las islas Shetland del Sur (López-Martínez et al. 2012). Solamente
12 de ellas han sido seleccionadas para realizar el modelado geomorfológico, considerando cuales
podrían verse afectadas frente a un cambio futuro en las condiciones climáticas (Vieira et al. 2008).
De este análisis se desprende que existe una clara relación entre la distribución de las geoformas y
las variables independientes mencionadas (Fig.7.37).
Así, es posible observar que en los primeros 25 m sobre el nivel del mar se destaca la presencia de
dunas piroclásticas y superficies lag. Ambas, se desarrollan sobre superficies horizontales o con una
inclinación inferior a los 10º, de elevada permeabilidad y alto contenido de humedad, asociadas con
la litología de la Fm. Pendulum Cove y con los depósitos Cuaternarios. La diferencia existente entre
ambas geformas eólicas es que los lag dominan sobre superficies con exposición NE, mostrando una
buena correlación con las direcciones predominantes de los vientos para isla Decepción (Fig.7.37) y
para el archipiélago de las islas Shetland del Sur (Wielbinska y Skrzpzak 1988, Hofmann et al.
1996, Kejna y Láska 1999). Por otro lado, el que prevalezca el desarrollo de estas geoformas eólicas
sobre las superficies planas a subhorizontales con cotas cercanas al nivel del mar, puede deberse al
fuerte control topográfico ejercido por la caldera volcánica. Es decir, los vientos que alcanzan la isla
por su parte externa, comienzan su descenso desde el borde de caldera hacia la parte interna,
aumentando su velocidad y por ende adquiriendo mayor energía para el traslado del sedimento
volcánico reciente (Kejna y Láska 1999).

259
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Fig.7.37: Distribución de las geoformas y procesos modelados, de acuerdo a (arriba) la altitud sobre el nivel del mar, y
(abajo) a la exposición. Aquellas geoformas dominantes en exposiciones planas han sido excluidas del gráfico circular.
Las flechas indican proveniencia de los vientos de acuerdo a los resultados obtenidos del procesado de los datos del
NOAA para isla Decepción en el capítulo 5.

260
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Al analizar el rango altitudinal hasta los 50 m.s.n.m., se destacan los terrenos ondulados, los
termokarst y los suelos ordenados. Los terrenos ondulados predominan en pendientes de entre 20 y
30º, con exposición al N y NE, con perfiles cóncavos y sobre las litologías de la Fm. Pendulum
Cove. Por su parte, las depresiones de termokarst dominan sobre superficies planas, de
permeabilidad elevada y alto contenido de humedad. Los suelos ordenados comparten las mismas
características recién mencionadas para los termokarst, con la diferencia que dominan en aquellas
superficies con exposición E y SE. Tanto este tipo de suelos como las superficies lag, además de
desarrollarse a cotas inferiores a los 50 m.s.n.m., es posible identificarlas entre los 250 y los 350
m.s.n.m., con lo cual se correlacionan con las temperaturas del aire más frías modeladas.
Claramente, como lo demuestran sus génesis vinculadas a superficies horizontales a sub-
horizontales, su presencia a estas cotas elevadas respondería a este control topográfico (Vieira 2005,
French 2007).
La disposición de los terrenos ondulados y de los suelos ordenados podría estar evidenciando
también un control climático. La exposición hacia el N-NE de las superficies facilita la acción sobre
ellas de los vientos más cálidos provenientes del Atlántico (Wielbinska y Skrzpzak 1996, Hofmann
et al. 1996, Kejna y Láska 1999), favoreciendo la degradación de los depósitos de nieve
subsuperficiales, dando origen así a los terrenos ondulados. Por su parte, la presencia de los suelos
ordenados sobre las superficies orientadas hacia el E y SE, podrían estar influenciadas por los
fuertes vientos fríos provenientes del mar de Weddel (Wielbinska y Skrzpzak 1996, Hofmann et al.
1996, Kejna y Láska 1999). Los mismos provocarían el descenso de la temperatura del aire y
consecuentemente la superficial sobre todo en los meses de verano, cuando este último presenta un
alto grado de humedad, favoreciendo así el congelamiento superficial y el fenómeno de segregación
de hielo necesario para la formación de estos suelos ordenados (Dostovalov y Popov 1966, French
2007).
Por su parte, la localización de los termokarst parecería estar evidenciando algún tipo de control
estructural-volcánico. Esta fusión local puede ser la respuesta a factores climáticos, aunque no se
descarta que estén relacionadas, al menos en el comienzo de su génesis, con cambios en el flujo
geotérmico de la isla o indiquen antiguas localizaciones de actividad fumarólica. Esto último está en
concordancia con lo expresado por Fourcade (1972), quien después de la erupción de 1970 halló
entre el lago Escondido y los restos del islote Marinero Suarez, depresiones de forma circular con
diámetros que oscilan entre 3 y 4 m y con profundidades de hasta 5 metros. Asignó dichas

261
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

morfologías a la fusión de remanentes de hielo, sepultados por materiales expulsados por la erupción
y mencionó que el derretimiento puede producirse por la temperatura propia del material volcánico
o bien por la acción de las fumarolas, igual interpretación propuesta por Vieira et al. (2008).
Además, French (2007) menciona que el desarrollo de esta morfología siempre va acompañado de
un aumento del espesor de la capa activa, situación no observada en la isla.
Hasta los 100 m.s.n.m. se observa el dominio de los terrenos ondulados degradados y de los flujos
de detritos. Los primeros, se desarrollan sobre superficies con 20-30º de inclinación, con perfiles
cóncavos y dominan sobre la litología de la Fm. Pendulum Cove. Por su parte, los flujos de detritos
se observan sobre pendientes mayores a 30º, con valores de humedad reducidos, con perfiles
cóncavos y afectan a la misma litología antes mencionada. El desarrollo de esta geoforma en
superficies con exposiciones NO-SO y con valores de radiación solar medios (1,2-1,8 TJ/m2), podría
evidenciar el control ejercido por los vientos y por la radiación solar sobre el régimen térmico
superficial. Aquellos vientos cálidos provenientes del cuadrante NO (Wielbinska y Skrzpzak 1996,
Hofmann et al. 1996, Kejna y Láska 1999) junto a los valores de radiación solar medios generarían,
una vez que la cubierta nival ha sido disipada, el aumento progresivo del espesor de la capa activa.
El descenso gradual de la base de esta capa debido a la acción de estas variables, favorecería que la
superficie siempre se encuentre saturada de forma tal que solamente con una pequeña adición de
agua en estado líquido la presión poral se eleve y se desencadenen así los flujos de detritos (French
1970, 2007).
Entre los 75 y los 175 m.s.n.m dominan aquellas geoformas correspondientes a los lóbulos-
terrazas de geliflucción y las laderas con bloques. Los lóbulos se desarrollan en pendientes de entre
5 y 15º, con exposiciones NE y O con perfil convexo, asociados a temperaturas del aire de entre -3 y
-2,5 ºC, con valores medios a elevados de humedad y son conspicuos en las litologías de la Fm.
Pendulum Cove. De acuerdo a French (2007), donde la capa activa es delgada, el movimiento de la
superficie se restringe solamente a sitios donde se acumulan espesores considerables de nieve,
debido a que son los que proveen un alto contenido de humedad al suelo, favoreciendo así el
desarrollo de mantos de geliflucción en vez de lóbulos. Esta parecería ser la génesis de las formas
halladas en la isla Decepción, debido a que su localización se encuentra siempre asociada a
espesores de nieve que aún es posible observarlos ya entrado el verano austral, y las mediciones
realizadas en el sitio mini-CALM CLC-4 evidencian una delgada capa activa a las cotas donde se
observa esta geoforma (Goyanes et al. 2014a). Por su parte, las laderas con bloques se desarrollan

262
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

sobre pendientes elevadas (>35º), con exposiciones S y SE, sobre litologías correspondientes a los
Miembros Kendall Terrace y Mte. Kirkwood, y a la Fm. Fumarole Bay. Debido a que los bloques
parecerían encontrarse en su ángulo de reposo, que su presencia no permiten la erosión de la
superficie y que el área fuente que suministraría nuevo material está ausente favoreciendo que la
pendiente se encuentre en equilibrio, y que se encuentren asociadas a lavas volcánicas de origen
fisural, fácilmente fragmentables en lajas, es que podemos clasificarlas como laderas rectilíneas de
mantos de detritos (French 2007).
Los neveros se observan desde cotas cercanas al nivel del mar hasta los 300 m, siendo comunes en
las superficies con exposiciones S y SO, con pendientes de entre 20 y 40º con perfiles cóncavos, y
asociados a las litologías de las Formaciones Basaltic Shield y Fumarole Bay y del Miembro Mte.
Kirkwood. Su localización claramente responde al efecto barrera provocado sobre los vientos
provenientes tanto del cuadrante NO como del SO que son los responsables de movilizar la nieve
caída y su exposición dominante que los protege de la radiación solar.
Las laderas con procesos de escorrentía se localizan entre los 100 y los 400 m.s.n.m y dominan
sobre superficies con elevadas inclinaciones y litologías variadas, con predominio de exposición N y
baja permeabilidad. Al presentar un dominio en las cotas más elevadas de la isla, muestran una
buena correlación con las temperaturas del aire más bajas modeladas (-4,75 - -3 ºC). Debido a que
las lluvias son escasas, junto a la exposición predominante de esta morfología, se puede suponer que
el aporte de agua en estado líquido proviene tanto de la fusión de la nieve como de la capa activa
durante el período estival (Lewkowics 1988a, b, French 2007) dado por la acción de los vientos más
cálidos provenientes del sector norte y de la exposición a la radiación solar directa. La elevada
pendiente donde se desarrollan, la presencia de permafrost en profundidad y el desarrollo de la capa
activa, no permiten que el agua se infiltre, favoreciendo su movimiento superficial. Por su parte las
laderas con geliflucción se presentan a alturas de entre 175 y 400 m.s.n.m, con exposiciones NE y E
y pendientes entre 10 y 20º, asociadas a temperaturas del aire de entre -4,5 y -3 ºC, con valores de
radiación máximos y litologías correspondientes a la Fm. Pendulum Cove y Miembro Mte.
Kirkwood. Como fuera mencionado en el capítulo de geomorfología, la principal diferencia que
existe entre esta geoforma y los lóbulos-terrazas, es la inexistencia de esta última morfología. Esto
podría relacionarse con la altura y la inclinación a la cual se desarrolla cada una. Las laderas sin
lóbulos-terrazas predominan a cotas más elevadas y en superficies con mayor inclinación,
promoviendo la migración del agua poral pendiente abajo y/o congelándola, lo que generaría un

263
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

déficit de humedad en el suelo y por ende disminuiría la posibilidad del desarrollo de los lóbulos
(Price 1973, French 2007).
Como fuera mencionado en el capítulo estratigrafía, la Fm. Pendulum Cove, representada por
depósitos de tefra, cubre el mayor porcentaje de la superficie de la isla (Smellie 2002a). Por este
motivo es que la mayoría de las formas del relieve y procesos considerados en el modelado
muestran una buena correlación con esta litología. Sin embargo, al considerar las últimas
erupciones, más precisamente la distribución del material piroclástico eyectado (Baker et al. 1975),
se puede realizar un análisis detallado de esta correspondencia. Como se observa en la figura 7.38,
durante las erupciones de 1967, 1969 y 1970, casi la totalidad de la superficie de la isla quedó
sepultada bajo espesores de cenizas de entre 8 y 10 m. Solamente el área comprendida entre Crater
Lake y punta Murature no se vio afectada, o ha sido cubierta por una delgada capa de material
piroclástico (Baker et al. 1969, Clapperton 1969, Valenzuela et al. 1970, Orheim 1971a, Shultz
1972, Baker y Roobol 1975, Roobol et al. 1975, Smellie 2002b). De esta forma, considerando la
distribución de las geoformas modeladas (Fig.7.39), se observa que las dunas piroclásticas, los
terrenos ondulados y las superficies lag se localizan sobre áreas donde han caído potentes espesores
de material piroclástico, mientras que los suelos ordenados, los terrenos ondulados degradados, las
laderas con geliflucción y los lóbulos-terrazas de geliflucción dominan en las zonas libres de estos
materiales. Las demás geoformas no presentan una distribución preferente.
Esta relación, permite suponer que aquellas geoformas eólicas (dunas piroclásticas y lag) se vieron
favorecidas en su desarrollo debido a la alta disponibilidad del material arrojado durante las
erupciones, los cuales son removilizados por los fuertes vientos del área durante los meses donde la
cobertura nival se encuentra ausente (Igarzabal 1974). A su vez, si analizamos los terrenos
ondulados, se observa que aquellos activos dominan en los sectores con acumulaciones de material
piroclástico reciente, mientras que los degradados lo hacen en las áreas libres de cenizas. Esta
observación concuerda con la génesis de esta geoforma propuesta por Vieira et al. (2008) y Melo et
al. (2012). Debido a que las últimas erupciones ocurrieron en períodos donde la isla se encontraba
cubierta por potentes espesores de nieve (Clapperton 1969, Shultz 1971, 1972, Roobol et al. 1975),
ésta última fue cubierta por el material piroclástico, el cual durante el verano inhibió la fusión de la
cubierta nival (Lipman y Mullineaux 1981, Young et al. 2014). Con el paso del tiempo esta capa de
detritos fue removida por diferentes agentes erosivos, disminuyendo su espesor y exponiendo las
acumulaciones de nieve a la variabilidad climática estacional, lo que generaría el comienzo de su

264
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Fig.7.38: Distribución de las cenizas durante las últimas erupciones y el área total cubierta por estos depósitos (modificado de
Baker et al. 1975).

265
Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

Fig.7.39: Distribución de las geoformas y procesos modelados, junto al área ocupada por potentes espesores de cenizas.

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Capítulo 7. Análisis de los factores condicionantes de los procesos superficiales… Gabriel A. Goyanes

fusión y posteriormente el colapso y/o subsidencia de la superficie. En los estadios finales de los
terrenos ondulados, la nieve enterrada puede desaparecer totalmente y las ondulaciones del terreno
son entonces niveladas por los fuertes vientos y por los procesos de lavado de ladera, generando lo
que en este trabajo consideramos como terrenos ondulados degradados. La ubicación de estos
últimos, alejada de las zonas de las acumulaciones del material eyectado en 1967, 1969 y 1970, y
considerando que su génesis se encuentra vinculada a episodios donde el material piroclástico cubrió
a la nieve acumulada, es posible suponer que la actividad de estos terrenos ondulados en el pasado
estuvo ligada con antiguas erupciones ocurridas en la isla.
Por su parte el mayor desarrollo de los suelos ordenados, de las laderas y lóbulos-terrazas de
geliflucción en los sitios con delgados o inexistentes espesores de material eyectado en estas últimas
erupciones, podrían estar evidenciando el ambiente geomorfológico de la isla previo a estas. Es
decir, al ser morfologías que necesitan para su desarrollo de varios ciclos de congelamiento-deshielo
(estacionales y/o diarios) en el tiempo (French 2007), posteriormente a los eventos eruptivos, estos
procesos han recomenzado sobre los nuevos sedimentos volcánicos debido a que las condiciones
climáticas fueron las adecuadas, pero no han alcanzado el desarrollo que hoy en día tienen aquellas
geoformas ubicadas en los sitios libres de la acumulación del material volcánico reciente. Además,
la presencia de granulometrías heterogéneas puede desarrollar una textura más favorable para la
segregación de hielo necesaria para el desarrollo de estas geoformas, que es lo contrario a lo que
acontece en los sitios donde hay potentes espesores de cenizas, debido a que la misma no posee
propiedades granulométricas favorables para el desarrollo de las mismas (French 2007).

267
Capítulo 8

CONCLUSIONES
Capítulo 8. Conclusiones Gabriel A. Goyanes

Debido al calentamiento reciente de la temperatura del aire a lo largo de la Península Antártica y


el reducido conocimiento acerca de la respuesta del permafrost y su capa activa, junto a los
pronósticos de esta tendencia climática a futuro, hacen imprescindible el incremento de
investigaciones y de sitios de monitoreo a estas latitudes. Considerando lo complejo y costoso de la
instalación, traslado y mantenimiento de equipos de monitoreo, realizar aproximaciones a través de
la utilización de las formas del terreno se convierte en una herramienta de gran utilidad. Esta
metodología toma mayor robustez cuando se trata de zonas antárticas especialmente protegidas,
como es el caso de isla Decepción, donde es necesario realizar investigaciones con el menor impacto
posible contra el medio ambiente. En este trabajo se procedió a la caracterización del estado térmico
y distribución del permafrost y su capa activa a través de los datos obtenidos de los sitios de
monitoreo CALM-S, considerando que la isla posee además ciertas características especiales
asociadas a su volcanismo activo. Asimismo se buscó correlacionar estas variables con las
geoformas presentes, de forma de extrapolar los resultados a toda la isla, utilizando el modelado
geomorfológico con base en el método estadístico de Valor Informativo.
De esta forma, el espesor de descongelamiento estacional (EDS) fue calculado para los sitios
CALM-S Irizar y Cráter Lake en Isla Decepción, en un período de tiempo comprendido entre 6 y 9
años, respectivamente. En este corto período de tiempo el EDS en Irizar ha mostrado una gran
variabilidad interanual, tanto en la distribución espacial como en el espesor. Por el contrario, en el
sitio Cráter Lake fue posible observar una tendencia a la disminución del espesor de
descongelamiento. Debido al reducido intervalo de tiempo analizado y que las mediciones no
siempre se realizan en la misma fecha, esta tendencia debe ser considerada de forma preliminar, y es
necesario continuar con las observaciones en un período de tiempo mayor.
Los ciclos de congelamiento-descongelamiento estacionales de la capa activa mostraron estar
fuertemente influenciado por la acumulación de nieve. La misma interfirió en la interacción
atmósfera-suelo provocando el retraso del comienzo de la etapa de fusión hacia el verano y/o
inhibiendo el sobreenfriamiento de la capa activa durante el otoño-invierno. Además, la
granulometría y la exposición de las laderas frente a los vientos controlan localmente la distribución
y el espesor de la capa activa, favoreciendo incluso el desarrollo de mayores potencias en sitios que
se encuentran a mayor altura. De esta forma, la exposición directa de las superficies frente a los
vientos que, en ausencia de una cubierta de nieve, permite la libre y rápida interacción suelo-
atmósfera cuando la temperatura del aire supera los 0 ºC, favorece el inicio temprano de la fusión de

268
Capítulo 8. Conclusiones Gabriel A. Goyanes

la capa superficial en estos sitios. En tanto, la presencia de granulometrías de mayor tamaño,


favorecen una rápida conductividad térmica a comienzos del verano y un buen drenaje
subsuperficial del agua de fusión, la que al hallarse a mayor temperatura suministra calor a los
alrededores, acelerando de esta manera la fusión de la capa congelada superficial.
En las áreas alejadas de las anomalías geotérmicas, el régimen térmico y la distribución de la capa
activa mostraron además, estar controlados por las variables meteorológicas, la orientación de las
laderas, la litología y la topografía, evidenciando así la poca influencia del alto flujo geotérmico
sobre esta capa superficial. Por el contrario, estos focos anómalos y puntuales, inhiben el desarrollo
de los suelos congelados en una franja muy estrecha aledaña a los mismos y modifican la hidrología
suprapermafrost, desencadenando los fenómenos de remoción en masa.
Los resultados del modelado de la susceptibilidad de ocurrencia de las diferentes geoformas
consideradas en isla Decepción son de buena calidad, poniendo en evidencia el potencial de la
utilización del método de Valor Informativo para modelar la influencia de las variables
independientes en la ocurrencia de las formas del terreno. Las variables que mostraron controlar el
desarrollo de las geoformas, están de acuerdo con las observaciones realizadas en el terreno y con
los modelos conceptuales de la génesis de las mismas. De esta forma, el modelado sirvió para
detectar la distribución actual de las geoformas y también podría proveer una buena base para
determinar cuales podrían ser áreas potenciales para el desarrollo en el futuro de las mismas. Por
este motivo, podría ser de utilidad para el planeamiento de futuras construcciones, de forma de
reducir al mínimo el riesgo geológico al cual podrían estar sometidas las infraestructuras,
considerando diferentes escenarios climáticos.
De esta forma, sobre las superficies horizontales a subhorizontales, con elevada permeabilidad e
índice de humedad, asociados a los depósitos piroclásticos recientes y con cotas inferiores a los 50
m.s.n.m., se desarrollaran superficies lag si presentan exposiciones al NE debido al control ejercido
por los vientos dominantes y por el efecto topográfico sobre esta variable. Por el contrario, podrían
originarse dunas piroclásticas si las superficies consideradas presentan potentes espesores de eyectos
volcánicos arrojados durante las erupciones de 1967, 1969 y 1970. Sobre ellas podrían desarrollarse
suelos ordenados si las áreas presentan exposiciones E y SE y no se encuentran afectadas por la
depositación de espesores considerables de material piroclástico reciente, debido a la acción de los
vientos fríos provenientes del mar de Weddel que facilitarían el enfriamiento y segregación de hielo
durante los periodos de ausencia de potentes espesores de nieve. La presencia de las superficies lag

269
Capítulo 8. Conclusiones Gabriel A. Goyanes

y los suelos ordenados a mayor cota evidencian también la ocurrencia de superficies horizontales
quizás debido a controles estructurales. Los termokarst también se desarrollan sobre este tipo de
superficies, pero su localización próxima a los sitios de las últimas erupciones, el hecho de que
siempre aparezcan en grupos alineados y sobre todo porque no se observa una degradación del
espesor de capa activa en la isla, la génesis de esta geoforma podría estar controlada por elementos
estructurales y/o volcánicos. Por otro lado, las superficies ubicadas por debajo de los 50 m.s.n.m.
pero con inclinaciones de entre 20 y 30º, presentaran terrenos ondulados si tienen exposiciones N y
NE con perfiles cóncavos, debido a que son zonas que pudieron acumular espesores de nieve que
luego han sido cubiertos por el material piroclástico reciente y la acción de los vientos más cálidos
provenientes del Atlántico provocaría la lenta fusión de la misma generando finalmente el colapso
de la superficie. Por el contrario, aquellas superficies con estas características pero ubicadas en
zonas fuera de la influencia de los materiales de caída asociados a las últimas erupciones, presentan
terrenos ondulados degradados, debido a su edad más antigua y quizás vinculadas a erupciones
históricas.
Si consideramos a las superficies halladas hasta los 100 m.s.n.m., se desarrollaran sobre ellas
flujos de detritos, si presentan inclinaciones mayores a 30º con perfiles convexos, valores de
humedad reducidos y exposiciones NO-SO, debido a que estas condiciones junto a los valores
medios de radiación total favorecen la fusión gradual de la capa activa provocando que la misma se
encuentre siempre próxima a la saturación. De esta forma cualquier pequeña alteración de este
equilibrio desencadenará estos movimientos de ladera.
Entre los 17 y los 175 m.s.n.m., las superficies presentaran lóbulos-terrazas de geliflucción si
poseen inclinaciones entre 5 y 15º, exposiciones NE y O con perfiles convexos, temperaturas del
aire entre -3 y -2,5 ºC, con valores medios a elevados de humedad y espesores reducidos de capa
activa, debido a que son sitios donde se produce la acumulación de espesores considerables de
nieve, los cuales aportan la humedad necesaria al suelo para que desarrolle esta morfología. Si por el
contrario las superficies poseen mayor inclinación y se encuentran asociadas a rocas volcánicas
fácilmente fragmentables en lajas, se verá favorecido el desarrollo de laderas con bloques.
Aquellos sitios de perfiles cóncavos, con pendientes entre 20 y 40º, exposiciones S y SO, en un
amplio rango altitudinal, son propensos al desarrollo de neveros debido a que funcionan como
barreras orográficas del transporte de la nieve debido a la dirección los vientos dominantes, y a su
vez porque se corresponden con zonas protegidas de la radiación solar directa.

270
Capítulo 8. Conclusiones Gabriel A. Goyanes

Por su parte las superficies ubicadas por encima de los 100 m.s.n.m. y hasta las cotas más elevadas
de la isla, presentarán laderas con procesos de escorrentía si presentan exposiciones N, baja
permeabilidad y elevada pendiente, debido al aporte de agua de fusión proveniente de la cubierta
nival y de la capa activa, que va siendo degradada por la exposición a los vientos cálidos del sector
norte y a la radiación solar directa durante el verano austral. A su vez, la elevada pendiente favorece
su escurrimiento superficial, inhibiendo su infiltración. Por el contrario, se desarrollaran laderas con
geliflucción, si las superficies presentan inclinaciones de entre 10 y 20º, temperaturas del aire entre -
4,5 y -3 ºC, exposiciones NE y E y valores de radiación máximos, debido a que el agua poral
migraría pendiente abajo o se encontraría congelada disminuyendo el contenido de humedad del
suelo y por ende inhibiendo el desarrollo de lóbulos.
Esta dinámica geomorfológica caracteriza a la isla bajo sus condiciones climáticas y volcánicas
actuales. Cualquier nuevo episodio eruptivo alteraría esta evolución, creando nuevas geoformas
volcánicas y aportando gran cantidad de material piroclástico, modificando de esta forma el relieve
y los procesos superficiales, como ha sucedido a lo largo de la historia de la isla y ha sido
evidenciado a través del análisis de las erupciones históricas.
A futuro se hace imprescindible el realizar el modelado geomorfológico considerando mayor
cantidad de variables, como puede ser el espesor de capa activa, la temperatura del tope del
permafrost, la distribución y espesor de los materiales piroclásticos, la porosidad de los depósitos, de
forma de conocer en detalle cuales son los principales controles en el desarrollo de cada una de las
geoformas. Una vez obtenido estos resultados, de forma de caracterizar los procesos actuales, recién
se podría pronosticar como responderían estos frente a diferentes escenarios climáticos futuros y/o
de acumulación de nuevos materiales volcánicos y así finalmente analizar a que riesgos geológicos
se enfrentarían las infraestructuras presentes, temática poco difundida en un ambiente tan sensible
como lo es la Península Antártica.

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