Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
1.- LA DOCTRINA.
Leer sobre el particular a RIVACOBA y RIVACOBA, Manuel, “División y fuentes
del Derecho positivo”, Edeval, Valparaíso, 1968, páginas 89 a 94.
a) Concepto y generalidades.
Con el tiempo y a causa del enorme influjo que ejerció sobre la ciencia del
Derecho la escuela de la exégesis, se hizo común la convicción de que la
fuente formal del Derecho era la ley. No otro sentido podrá tener entonces la
codificación napoleónica, más que el de recoger de una vez y para siempre
toda una rama del Derecho en un cuerpo orgánico, sistemático y coherente
que subordinará todo el Derecho en sí.
Una mejor noción pasó a circular en la ciencia jurídica por obra especialmente
de la jurisprudencia de conceptos: la plenitud hermética del ordenamiento
jurídico, la que supone que no todo el Derecho se agota en la ley y por
consiguiente, la ley tiene lagunas y el que no debe tenerlas es el
ordenamiento jurídico.
Como tercer punto se señala que el Derecho tiene una suerte de horror
vacui, horror al vacío, por lo que el propio orden jurídico tiene que colmar
aquellas lagunas que la ley adolece.
Los Principios generales del Derecho han aparecido como un recurso que la
ley le entrega al juez modestamente en el Derecho comparado.
Durante el siglo pasado cuando surgen los principios generales del Derecho
esta idea era vista de otra manera, y de ahí que nuestro CC las llame espíritu
general de la legislación, en su Art. 24:
Esta idea está en consonancia con un legislador omnipotente que veía la ley
como la única fuente formal del Derecho, pero reconociendo que esta ley
tenía vacíos, los cuales debían llenarse con los principios que emanan de la
propia ley. Con el tiempo, se llegó a admitir que no es la ley la única fuente
formal del Derecho, habiendo otras fuentes que sirven para colmar las
lagunas a propósito de los requerimientos de toda sentencia judicial que
establece que el juez debe indicar las disposiciones legales, o en su defecto
los principios de la equidad en que se funda el fallo; así recién se comienza a
visualizar la plenitud hermética del ordenamiento jurídico.
Se comienza por primera vez a hablar de los principios generales del Derecho
en el Art.15 del estatuto Albertino en 1838 en Italia, para luego repetirse la
fórmula en el Art. 33 del CC Italiano en 1865. Después pasó a denominarse
“principios generales del Derecho del ordenamiento jurídico del Estado” en el
actual CC italiano de 1942.
La larga vida del Derecho romano trajo consigo un influjo permanente que se
condensaría en una serie de adagios llamados también brocardos, los que
representarían los principios generales del Derecho. Los más citados son los
siguientes:
Esto de los adagios ha sido sumamente criticado, por cuanto los principios
generales del Derecho no podían reducirse a esos simples brocardos. LEGAZ Y
LACAMBRA ha señalado que esta identificación tiene un valor meramente
histórico y que no puede tomarse en serio; DE CASTRO señala que
constituyen solo recursos pedagógicos y dan cobertura a la pereza del pensar
jurídico.
En esta posición los principios generales del Derecho serían aquellas máximas
que la razón humana deduce de la naturaleza de las cosas y de sus mutuas
relaciones. El Derecho natural es el fundamento de esas máximas y, al mismo
tiempo, el fundamento de todo el Derecho positivo.
1º “Noción de personalidad”: quiere decir que todos los seres humanos son
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 5
Universidad de Antofagasta
personas, en otras palabras, todos los seres humanos son entes capaces de
tener derechos y obligaciones y al mismo tiempo de ser dignos.
2º “Es ilícito disponer de la fuerza”.
3º “Aquél que debe soportar las pérdidas debe beneficiarse también de las
utilidades y ganancias”.
4º “Está reñido con el Derecho el enriquecerse ilícitamente”.
5º “Nadie puede transferir a otro más derechos de los que tiene”.
COVIELLO: explica que los principios generales del Derecho no pueden ser
otros que los principios fundamentales de la legislación positiva, principios
que no se encuentran escritos en ninguna ley, pero que son los presupuestos
lógicos e indispensables de las mismas normas, y que de estas normas legales
pueden ser extraídas mediante el empleo de la inducción. Agrega que estos
principios pueden coincidir con principios del Derecho romano admitidos
universalmente por la doctrina, y pueden todavía ser algunos de los
señalados por el Derecho natural; sin embargo, estos principios, aunque
coincidan con otros ordenamientos, tienen valor no por eso, sino porque han
conformado efectivamente el ordenamiento jurídico positivo.
Para esta concepción los principios generales del Derecho son y se identifican
con las normas de la cultura reconocidas por el Estado. En efecto, para
MAYER el Derecho es un producto cultural, entendiendo por cultura el cultivo
de un interés común humano, y la situación del hombre que resulta se ese
cultivo, todo ello matizado con un acento de valor.
Ahora bien, las normas de la cultura, para convertirse en Derecho, deben ser
reconocidas por el Estado; de lo contrario, jamás podrían alumbrar un
Derecho positivo.
Por lo mismo, para esta concepción los principios generales del Derecho ya
no se extraen de las normas jurídicas positivas, sino que son obtenidas por las
normas de la cultura estatalmente reconocidas que conforman un Derecho
positivo y se obtendrán deductivamente.
1
Max Ernst Mayer, penalista y filósofo del Derecho alemán de la primera mitad del siglo XX. Es uno de
los principales representantes del neokantismo aplicado a la ciencia del Derecho, junto a Radbrüch y a
Mezguer.
Dentro de sus obras de importancia para nuestros estudios podemos citar “Normas jurídicas ynormas de
cultura”, y su célebre “Filosofía del Derecho”.
2
Luis Jiménez de Asua, para muchos el príncipe de los penalistas españoles del siglo XX, autor de una
numerosas obras, dentro de las cuales destacan como uno de los monumentos a la ciencia penal, su
“Tratado de Derecho Penal”, que es una verdadera enciclopedia de los saberes jurídicos penales.
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 7
Universidad de Antofagasta
El Art. 24 del CC alude a ellos aunque, como ya vimos, no con ese nombre,
sino el de “espíritu general de la legislación”.
Así, puede ocurrir, que un juez atendiendo un caso, aún sirviéndose de estos
métodos de interpretación de la ley, no llegue a su solución. Si esto ocurre, es
la propia ley que le dice al juez que deba interpretar la ley, recurriendo al
espíritu de la legislación o a la equidad natural.
La equidad y los principios generales del Derecho son fuentes formales que
poseen algo en común, pues se trata de dos fuentes formales mediatas o
supletorias, en un doble sentido:
1º Ambas carecen de fuerza obligatoria para crear normas jurídicas por sí
mismas; sólo la adquieren cuando la ley se los atribuye.
2º Operan a través de la jurisprudencia.
Ahora bien, puede ocurrir que el juez no encuentre una ley aplicable a ese
caso concreto porque en el ordenamiento jurídico no exista una ley adecuada
para resolver el caso; el juez ha descubierto entonces una laguna en la ley. No
obstante, hemos de recordar que sobre el juez pesa un deber jurídico, a
saber, el principio de inexcusabilidad. Es ahora cuando el juez puede echar
mano a estas fuentes supletorias. Ahora bien, hay que considerar que tanto
los principios generales del Derecho como la equidad, como fuentes
supletorias del Derecho, operan de un modo mediato, y esto en un doble
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 9
Universidad de Antofagasta
sentido:
1º Su valor como fuente está fijado por la ley. No crean normas jurídicas, por
cuanto, no poseen en sí mismas la fuerza vinculante para producirlas. Sólo
adquieren este carácter cuando en un caso que no esté regulado por el
Derecho legislado, la propia ley le atribuye esa facultad.
2º Son fuentes mediatas, porque necesitan de otra fuente formal del Derecho
para operar, esto porque los principios generales del Derecho y la equidad,
son recursos a los que podrá echar mano el juez en caso de que las fuentes
tradicionales fallen.
Comentemos esta definición para llegar a los casos en que la equidad opera
en general:
2º Cuando sí existe una ley aplicable al caso, pero al aplicarse esa solución
entregada y las consecuencias que la ley prevé en general para ese caso, se
revelan manifiestamente injustas o inconvenientes.
SANTO TOMAS DE AQUINO explica de mejor forma este problema y que nos
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 10
Universidad de Antofagasta
1.- Porque la misericordia no tiene nada que ver con los valores jurídicos, por
cuanto a esa denominación se debe reservar un valor religioso y moral.
2.- Porque la solución equitativa no tiene porque significar una solución más
dulce o más beneficiosa para las partes en un juicio, por el contrario, puede
hasta representar una solución más rigurosa.
entendió por justicia: ”Es justo aquél que sabe distribuir entre él y otros, lo
mismo que si estuviese distribuyendo entre extraños, o sea, distribuyendo de
modo tal que no le toque a uno más que el otro; es decir, es justo aquél
individuo que no se atribuye más ventajas que aquellas que le corresponden.
Asimismo, es justo quien no toma sobre sí más cargas que aquellas que debe,
y a las que está obligado cuando la cosa a distribuir no es deseable”.
Agrega ARISTOTELES que las acciones humanas pueden ser justas e injustas.
Por esto señala, que, para obstaculizar que los hombres se atribuyan más
ventajas que las que le corresponden, o para impedir que soporten más
cargas que las que les toquen, los hombres escogen gobernarse, no por el
hombre, sino por el Derecho, de modo tal que la determinación de lo que es
justo y de lo que es injusto no queda librada al juicio aleatorio de los
individuos, sino que queda entregado a la ley. Por lo mismo, es la ley a quien
le corresponde determinar lo “Justo político”, es decir, aquello que es justo
entre los hombres libres e iguales; luego, será el juez quien, cuando dos
hombres discuten entre sí, resuelve lo que es justo para ese caso.
En efecto, hay cosas que son justas por naturaleza y hay otras que son justas
por disposición de la ley humana, de forma tal que las primeras conforman lo
justo natural, mientras que las segundas conforman lo justo legal.
Lo justo natural, está compuesto por una serie de normas y principios que en
todas partes tienen la misma fuerza vinculante. Normas que no dependen de
que el hombre las apruebe o rechace.
Lo justo legal, está compuesto por normas cuyo contenido es, en principio
diferente, y por consiguiente, no tiene en todas partes la misma fuerza y
valor, correspondiéndole a la autoridad política determinar su contenido.
geografía y el tiempo, lo que explica que las normas que conforman lo justo
legal no sean inmutables, y que tampoco puede el contenido de lo justo legal
ser igual en todo el mundo.
Sin embargo, ARISTOTELES, explica que existe una relación entre lo justo legal
y lo justo natural, sosteniendo, que lo justo legal deriva de lo justo natural y
esta derivación tiene lugar de dos maneras:
a) Por conclusión: la derivación ocurre cuando el contenido del Derecho
positivo resulta ser una aplicación directa de una norma o principio del
Derecho natural. Ejemplo: la norma de Derecho positivo que hace del matar
un delito, es una norma que deriva del Derecho natural por conclusión, por
cuanto, existe una máxima del Derecho natural que versa “nadie debe
dañarse injustamente”.
b) Por determinación: la derivación ocurre en todos aquellos casos en que el
Derecho positivo, puede normar de un modo, o bien de otro. El Derecho
positivo goza de esta facultad, porque el contenido no deriva directamente
del Derecho natural. Así, siguiendo con el ejemplo anterior, para
ARISTOTELES el que un sujeto mate a otro, tiene que ser previsto por la ley
positiva como un delito, o sea, tiene que ser castigado, pero en cuanto a la
pena que haya de imponerse, esta será de una cierta naturaleza o de otra,
por cuanto el legislador es, sobre este particular, libre. Ahora bien, agrega
ARISTOTELES, las leyes que el hombre crea son necesariamente abstractas y
generales y van dirigidas a cuantos casos caigan bajo la hipótesis de su
previsión. Esta generalidad y abstracción se traduce en dos consecuencias:
1. Es imposible que la ley pueda prever de antemano todas las
circunstancias que pueden presentarse en su aplicación.
2. Es imposible, asimismo que el hombre pueda establecer leyes sobre
ciertas materias.
Ahora bien, cabe mencionar que existe una gran diferencia valorativa entre la
conciencia valorativa de la comunidad y la propia conciencia valorativa del
juez. Si fuera la conciencia valorativa del juez la que resuelva, estaríamos
frente a un problema de arbitrariedad manifiesta, ya que podríamos
encontrar jueces con diferente sensibilidad para casos idénticos, lo que
traería una gran inseguridad jurídica al Derecho. En esta segunda solución
acerca del problema de la fuente de la equidad, no nos salimos del marco
conceptual de la equidad, en el sentido de que la equidad sigue siendo la
justicia del caso concreto; no se le pide al juez que él determine que es lo
justo.
“Los delitos y las penas solo son creados por la ley, ley que debe ser anterior
al hecho típico”.
El papel de la equidad como fuente formal del Derecho hay que observarlo en
el Derecho privado, concretamente en el Derecho civil chileno.
Existen dos ámbitos dentro del proceso civil chileno, en donde la equidad
despliega todo su significado:
En los casos en que el juez, después de haber recurrido a todos los métodos
de interpretación, según lo expuesto en los Art. 19 y siguientes del CC, no
pudiese captar la voluntad objetiva de la ley puede, entonces, recurrir al
espíritu general de la legislación y a la equidad natural.
Pero bien se puede, para interpretar una expresión obscura de la ley, recurrir
a su intención o espíritu, claramente manifestados en ella misma, o en la
historia fidedigna de su establecimiento”.
El otro ámbito, siempre dentro del Derecho civil chileno en que la equidad se
nos revela como una genuina fuente formal del Derecho, versa en lo
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 16
Universidad de Antofagasta
El Art. 170 Del Código de procedimiento civil (CPC), señala los requisitos que
debe reunir toda sentencia de primera instancia y toda sentencia de segunda
instancia que modifique o revoque las de otros tribunales. Dentro de esto,
indica en el Nº 5 la enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios
de equidad, con arreglo a los cuales se pronuncia el fallo. (D.A. N° 2)
El Código de procedimiento civil por otro lado, pareciera decir que el recurso
de la equidad en nuestro Derecho civil, se utilizaría sólo si hay lagunas legales
y no en los casos en que existiendo norma legal, sus consecuencias se revelan
manifiestamente injustas e inconvenientes.
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 17
Universidad de Antofagasta
Bibliografía Básica
Documentos de apoyo
N° 1
“Estas son las consideraciones que originan el problema sobre lo equitativo; todas son en
cierto sentido exactas y no opuestas una a otra; porque lo equitativo, aunque mejor que un
género de justicia, es sin embargo justo, y no es como diferente clase de cosa como será mejor
que lo justo. Por lo tanto, la misma cosa es justa y equitativa, y aunque ambas son buenas, lo
equitativo es superior. Lo que plantea el problema es que lo equitativo es justo, pero no lo
justo legítimo, sino corrección de la justicia legítima. La razón de esto es que toda ley es
universal, pero sobre algunas cosas no es posible establecer afirmación universal que sea
exacta. En los casos en que es necesario expresarse universalmente, pero imposible efectuarlo
correctamente, la ley considera el caso usual, aunque no ignora la posibilidad de error. Y no por
eso es menos exacta,porque el error no está en la ley, ni en el legislador, sino en la naturaleza
de la cosa, puesto que la materia de los asuntos públicos es de esta naturaleza desde su
origen”.
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, cap. X.
N° 2
Texto Sentencia
Santiago, veintisiete de noviembre de dos mil tres.
VISTOS:
PRIMERO: Que en estos autos se dictó sentencia definitiva, con fecha doce de abril de dos mil
uno, escrita a fs. 243 y siguientes, se acogió parcialmente la demanda interpuesta por Miguel
Ángel Concha Concha, de proporcionar alimentos a su hija Elizabeth Lorena Concha Jiménez.
Se rechazó en todas sus partes, en todo lo demás pedido.
SEGUNDO: Que en la vista de la causa esta Corte advirtió la posible existencia de un vicio de
casación en la forma, constituido por el hecho de haber sido pronunciada por Tribunal
incompetente; ya que según consta en autos, la sentencia que sirve de fundamento a la
petición del demandante, fue dictada por el 2º Juzgado de Menores de San Miguel.
TERCERO: Que, el actual artículo 2º de la ley 14.908 señala que es competente para conocer
del cese de una pensión de alimentos el juez que dictó la sentencia que los fijó. Que la ley
19.741 que modificó el artículo 2º de la Ley 14.908, fue publicada en el Diario Oficial el 24 de
julio de 2001, disponiendo en su artículo transitorio, que los juicios sobre alimentos que se
hubieren iniciado antes de la vigencia de esta ley deberán ser tramitados, conforme al
procedimiento vigente al momento de la notificación de la demanda, lo que en el caso de autos
corresponde al 24 de abril del año 2000. En consecuencia, no existe el vicio de casación
advertido precedentemente.
CUARTO: Que la sentencia por la cual se estableció el régimen de alimentos, los fijó en
40% de los emolumentos líquidos del alimentante, sin especificar la cantidad correspondiente a
cada uno, de los cuatro alimentarios.
La sentencia del Primer Juzgado Civil de San Miguel, rechazó la demanda en cuanto solicitaba
se determinara el porcentaje de disminución de la pensión, en atención al cese, respecto de
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 19
Universidad de Antofagasta
SAN MIGUEL, a veintisiete de Noviembre del año dos mil tres, notifiqué por el Estado Diario la
resolución precedente.
Cátedra de Introducción al Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas 20
Universidad de Antofagasta
Auctoritas;
Principios regulativos (sentido Kantiano)
Justicia distributiva:
Justicia retributiva:
2-. Analice las normas del Código de Procedimiento Civil y del Código Procesal Penal que se
refieren a la equidad y a la doctrina.