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Este documento describe los pasos de la misa católica, incluyendo la presentación de las ofrendas, la consagración del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, y la comunión. El sacerdote realiza estas acciones siguiendo una serie de oraciones y rituales, como besar el libro del evangelio, lavarse las manos, y decir oraciones en secreto antes y durante la consagración y comunión.
Este documento describe los pasos de la misa católica, incluyendo la presentación de las ofrendas, la consagración del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, y la comunión. El sacerdote realiza estas acciones siguiendo una serie de oraciones y rituales, como besar el libro del evangelio, lavarse las manos, y decir oraciones en secreto antes y durante la consagración y comunión.
Este documento describe los pasos de la misa católica, incluyendo la presentación de las ofrendas, la consagración del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, y la comunión. El sacerdote realiza estas acciones siguiendo una serie de oraciones y rituales, como besar el libro del evangelio, lavarse las manos, y decir oraciones en secreto antes y durante la consagración y comunión.
La paz esté con vosotros. Tu palabra, Señor, permanece por los 130.
Después toma el pan
Respuesta siglos. consagrado, lo parte sobre la patena, El pueblo responde: Después el diácono lleva el libro al y deja caer una parte del mismo en el Y con tu espíritu. celebrante, y éste lo besa, diciendo en cáliz, diciendo en secreto: O bien: secreto: El Cuerpo y la Sangre de nuestro Bendito seas por siempre, Señor. Las palabras del Evangelio borren Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, O bien: nuestros pecados. sean para nosotros alimento de vida Bendito es Dios, Padre de nuestro O bien el mismo diácono besa el libro, eterna. Señor Jesucristo. diciendo en secreto las mismas 132. A continuación el sacerdote, con palabras. las manos juntas, dice en secreto una 11. Mientras tanto, si se usa incienso, de las dos oraciones siguientes: el sacerdote lo pone en el incensario. 19. El sacerdote se acerca al altar, Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, Después el diácono (o el toma la patena con el pan y, que por voluntad del Padre, concelebrante que ha de proclamar el manteniéndola un poco elevada sobre cooperando el Espíritu Santo, diste Evangelio, en la misa presidida por el el altar, dice en secreto: con tu muerte la vida al mundo, Obispo), inclinado ante el sacerdote, Bendito seas, Señor, Dios del líbrame, por la recepción de tu Cuerpo pide la bendición, diciendo en voz universo, por este pan, fruto de la y de tu Sangre, de todas mis culpas y baja: tierra y del trabajo del hombre, que de todo mal. Concédeme cumplir Padre, dame tu bendición. recibimos de tu generosidad y ahora te siempre tus mandamientos y jamás El sacerdote en voz baja dice: presentamos; él será para nosotros permitas que me separe de ti. El Señor esté en tu corazón y en tus pan de vida. O bien: labios, para que anuncies dignamente Se incorpora deja la patena con el pan Señor Jesucristo, la comunión de tu su Evangelio; en el nombre del Padre, sobre el corporal. Cuerpo y de tu Sangre, no sea para mí y del Hijo +, y del Espíritu Santo. Si no se canta durante la presentación un motivo de juicio y condenación, El diácono o el concelebrante de las ofrendas, el sacerdote puede sino que, por tu piedad, me aproveche responde: decir en voz alta estas palabras; al para defensa de alma y cuerpo y como Amén. final el pueblo puede aclamar: remedio saludable. Si el mismo sacerdote debe proclamar Bendito seas por siempre, Señor. 134. El sacerdote dice en secreto: el Evangelio, inclinado ante el altar, 20. El diácono, o el sacerdote, echa El Cuerpo de Cristo me guarde para la dice en secreto: vino y un poco de agua en el cáliz, vida eterna. Purifica mi corazón y mis labios, Dios diciendo en secreto: Y comulga reverentemente el Cuerpo todopoderoso, El agua unido al vino sea signo de de Cristo. para que anuncie dignamente tu nuestra participación en la vida divina Después toma el cáliz y dice en Evangelio. de quien ha querido compartir nuestra secreto: 12. Después el diácono (o el condición humana. La Sangre de Cristo me guarde para la sacerdote) va al ambón, acompañado 21. Después el sacerdote toma el cáliz vida eterna. eventualmente por los ministros que y, manteniéndolo un poco elevado Y bebe reverentemente la Sangre de llevan el incienso y los cirios; ya en el sobre el altar, dice en secreto: Cristo. ambón dice: Bendito seas, Señor, Dios del El Señor esté con vosotros. universo, por este vino, fruto de la vid 138. Acabada la comunión, el diácono, Y el pueblo responde: y del trabajo del hombre, que el acólito, o el mismo sacerdote, Y con tu espíritu. recibimos de tu generosidad y ahora te purifica la patena sobre el cáliz y El diácono (o el sacerdote): presentamos; él será para nosotros también el mismo cáliz, a no ser que Lectura del santo Evangelio según san bebida de salvación. se prefiera purificarlo en la credencia N. Después deja el cáliz sobre el después de la misa. Y mientras tanto hace la señal de la corporal. Si no se canta durante la Si el sacerdote hace la purificación, cruz sobre el libro y sobre su frente, presentación de las ofrendas, el dice en secreto: labios y pecho. sacerdote puede decir en voz alta Haz, Señor, que recibamos con un El pueblo aclama: estas palabras; al final el pueblo corazón limpio el alimento que Gloria a ti, Señor. puede aclamar: acabamos de tomar, y que el don que El diácono (o el sacerdote), si se usa Bendito seas por siempre, Señor. nos haces en esta vida nos aproveche incienso, inciensa el libro. 22. A continuación, el sacerdote, para la eterna. Luego proclama el Evangelio. inclinado, dice en secreto: 13. Acabado el Evangelio el diácono (o Acepta Señor, nuestro corazón contrito el sacerdote) dice: y nuestro espíritu humilde; que éste Palabra del Señor. sea hoy nuestro sacrificio y que sea Todos aclaman: agradable en tu presencia, Gloria ti, Señor Jesús. Señor, Dios nuestro. Si la aclamación es cantada pueden 23. Y, si se juzga oportuno, inciensa usarse otras respuestas de alabanza a las ofrendas y el altar. A continuación Jesucristo, por ejemplo: el diácono o un ministro inciensa al Tu palabra, Señor, es la verdad, y tu sacerdote y al pueblo. ley nuestra libertad. 24. Luego el sacerdote, de pie a un O bien: lado del altar, se lava las manos, Tu palabra, Señor, es lámpara que diciendo en secreto: alumbra nuestros pasos. Lava del todo mi delito, Señor, limpia O bien: mi pecado.