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III.1.

- Introducción
En la investigación que se realiza en las áreas de la salud, es posible encontrar limitantes para
poder llevarla a cabo. El realizar experimentos directamente en seres vivos (tejidos, células,
animales, seres humanos) involucra cuestiones éticas, económicas y situaciones que pudieran
resultar riesgosas. Tanto para los individuos de estudio, como para el propio equipo y personal de
investigación [González y asociados, 2010]. Dadas éstas circunstancias, es cada vez más común
encontrar la implementación, de modelos numéricos que pueden aproximarse a situaciones y
problemas reales. Que dependiendo de la calidad de la simulación, son aplicables a modelos de
experimentación y aplicación clínica.

Dentro de los métodos numéricos aplicables en la investigación biomédica, Biomecánica y en


Bioingeniería, se encuentra el análisis por el Método de Elemento Finito (MEF) [Brekelmans y
colaboradores, 1972]. Éste método permite estimar la respuesta de un medio continuo, ante
reacciones externas. Mediante la subdivisión del mismo en unidades elementales [Taylor y
asociados, 1986].

La modelación matemática y la simulación por MEF de los sistemas biológicos, actualmente


ocupan un espacio importante y novedoso por su utilización en las distintas ramas de la
Medicina. Como una eficiente herramienta de investigación, de forma no invasiva y aplicándolo a
el comportamiento biomecánico ante diversos estímulos. En el caso específico de la Odontología,
ha sido posible cambiar paradigmas y falsas concepciones sobre las propiedades mecánicas de los
tejidos dentales. Lo que a su vez, permite proporcionar mejores decisiones clínicas en la
prevención, diagnóstico y tratamiento de las afecciones del Sistema Estomatognático.

III.2.- El diseño de modelos anatómicos en Odontología


La Morfología es la rama de la Biología que se encarga del estudio de la forma de los seres vivos
y las modificaciones o transformaciones que experimenta. Por lo tanto, resulta especialmente
relevante el disponer de elementos capaces de realizar modelos bidimensionales y principalmente
3D [Kuramochi y Del Sol, 2013]. De igual forma lo es para la Morfología o Anatomía dental.
Cuyo objeto es observar, registrar, analizar y comprender el comportamiento de la expresión
(frecuencia y variabilidad) de la morfología coronal y radicular de los dientes humanos
[Rodríguez, 2005]. La anatomía de los dientes está determinada por una serie de rasgos
morfológicos dentales coronales y radiculares, como resultado de la expresión fenotípica del
genoma de un individuo o una población [Girón y colaboradores, 2009). Estos rasgos se
caracterizan por su frecuencia, variabilidad, bilateralidad, dimorfismo sexual, correspondencia y
valor taxonómico, cuyo registro, observación y análisis científico resultan ser relevantes para
distintas disciplinas (Figura III.1) [Rodríguez, 2005].

Figura III.1.- Morfología atípica de molares

Existen algunos aspectos que deben ser tomados en cuenta para lograr el modelado de estructuras
anatómicas, como lo son los órganos dentales. Uno de los principales es la cantidad de tiempo
requerido para el diseño y obtención de la imagen volumétrica necesaria. Que posteriormente es
sometida a análisis. Esta etapa es de suma importancia, ya que en la medida que la estructura
anatómica se reproduce de manera más fiel, es posible una mayor precisión durante el análisis.
De esta forma, el diseño de modelos del cuerpo humano se encuentra dividido básicamente en
tres niveles; geométrico, físico y fisiológico [Viaño y asociados, 2007].

El primer nivel o geométrico tiene como objetivo describir con precisión, la anatomía de los
tejidos u órganos analizar. En cuanto a su forma, dimensiones y estructuras que los constituyen.
Esto se lleva a cabo mediante la utilización de imagenología clínica (Tomografías, resonancias
magnéticas, ultrasonidos, etc.) y la exportación de dichas imágenes a programas computacionales
de tipo CAM/CAD, Computer-Aided Design/Computer-Aided Manufacturing, por sus siglas en
inglés (diseño asistido por computadora/fabricación asistida por computadora). También puede
realizarse en algunos programas que utilicen el Método del Elemento Finito, dependiendo la
estructura que se desea modelar.

El segundo nivel o físico busca la modelización y reproducción de los fenómenos,


mecanobiológicos y/o biomecánicos de los tejidos y los órganos. Una vez que se obtienen los
modelos geométricos, éstos son sometidos a análisis mediante programas que utilizan,
principalmente Método de Elemento Finito o de Contorno.

Finalmente el tercer nivel o fisiológico busca la reproducción de los fenómenos funcionales de


tejidos y órganos, así como su análisis funcional, en el sistema al que pertenece. Suele aplicarse
también para el análisis de procesos patológicos, fenómenos que los modifiquen sin que sean
necesariamente patológicos y en el análisis de métodos, medios y aditamentos para el tratamiento
de dichas patologías. En el presente capítulo se muestra la realización del primero y segundo
nivel de un primer molar inferior izquierdo sometido a cargas por masticación.

III.2.- Obtención tridimensional del órgano dental


Se realizó una tomografía volumétrica digital (TVD) de maxilar y mandíbula con el sistema de
tomografía computarizada cone-beam (CBTC), de la cual se obtienen imágenes DICOM (digital
imaging and communication in medicine) imagen digital y de comunicación en Medicina que
permiten realizar la reconstrucción 3D. Éste sistema se utiliza para obtener imágenes en tejidos
de difícil visualización. Es muy utilizado en Medicina y Odontología en la región cráneo-facial.
El CBCT proporciona imágenes con resoluciones de sub-milímetros de alta calidad diagnóstica
con excelente visualización [Nielsen y colaboradores, 2005]. Los cortes tomográficos son en
intervalos de tiempo de 10 a 70 segundos, lo que hace a la dosis de radiación quince veces menor
en comparación con la tomografía computarizada convencional [Aranyarachkul y asociados,
2005]. De ésta forma se aumenta la capacidad de evaluación en la clínica odontológica, con
menor distorsión de las imágenes provenientes en 3D [Scarfe y colaboradores, 2006]. Esto se
debe a que el CBTC tiene como principio, una función algorítmica que fue desarrollada en 2D
(geometría paralela) y fue extendida en 3D (geometría cónica) [Frigi-Bissoli y asociados, 2006].
Esta nueva modalidad de estudio imagenológico ofrece representaciones tridimensionales
precisas y de alta calidad de los elementos óseos presentes en el complejo maxilofacial. A
diferencia de la tomografía convencional que muestra cortes consecutivos, los datos obtenidos
por un TVD y procesados por la computadora crean una reconstrucción del volumen estudiado.
Compuesto por voxels (que son los pixels tridimensionales) lo que permite un análisis dinámico
de la información, al explorar simultáneamente el objeto en dirección transversal, frontal o
sagital. De ésta forma se revelan las estructuras que no son visibles en una radiografía estándar de
dos dimensiones.

El TVD utiliza un haz de radiación cónica que realiza una sola rotación alrededor del paciente
(180º a 360º, dependiendo del modelo de tomógrafo). Una fuente cónica divergente de radiación
ionizante se dirige a través del centro del campo de interés hacia un área detectora de rayos x en
el lado opuesto (un sensor con una gran superficie de detección). Ambos giran alrededor de un
fulcro de rotación fijado en el centro de la región de interés (Figura III.2). Durante esta rotación
se adquieren múltiples imágenes planas secuenciales de la proyección del campo visual. Por tanto
sólo es necesaria una secuencia rotacional para adquirir suficientes datos para la reconstrucción
de la imagen [De Santana-Santos y colaboradores, 2010].

Figura III.2.- Tomógrafo Volumétrico Digital cone-beam Batex EZ3D y tomografía CTBC

Este sistema se caracteriza por proporcionar una examinación rápida, reducir la falta de agudeza
de las imágenes y la distorsión causada por los movimientos internos del paciente, incrementando
por tanto la eficiencia del tubo de rayos X. La resolución y el detalle de las imágenes obtenidas
por el TVD son determinadas por los voxels o volume elements (unidad de volumen producidos
por la información volumétrica). Son la unidad más pequeña del volumen obtenido, así como lo
es el pixel en las imágenes digitales en 2D. La dimensión del voxel depende principalmente del
tamaño del pixel en el área del detector. En el tomógrafo volumétrico digital, los voxel tienen
lados y profundidad de igual tamaño llamados isotrópicos. En el tomógrafo computarizado
convencional (TC) los voxels son anisotrópicos, es decir, son de igual altura y ancho pero de
diferente profundidad (Figura III.3) [Lenguas-Silva y asociados, 2010].

A) B)

Figura III.3.- A) Voxel isotrópico de la TVD. B) Voxel anisotrópico de la TC

En el estudio tomográfico se utilizó un tomógrafo volumétrico digital cone-beam (haz cónico)


marca Batex modelo EZ3D. El cuál tiene una KvP de 90.0 mA. 3.8 (intensidad de haz de luz). Se
obtuvieron 477 imágenes o cortes cuya distancia entre ellos (slide thikness) es de 0.5 mm. El
espacio entre los pixeles (pixel spacing) son de una proporción de 0.3/0.3 mm. La tomografía fue
hecha a un adulto de sexo masculino braquicefálico de 31 años que no presenta enfermedades
sistémicas. Con una oclusión clase I de Angle dental y esquelatal. El campo de interés es el
primer molar inferior izquierdo el cual se encuentra en normoclusión y sano (sin proceso carioso
ni enfermedad periodontal) (Figura III.4).
Figura III.4.- Estudio tomográfico CBTC obtenido

III.2.- Modelado del órgano dental


Las imágenes DICOM obtenidas de la tomografía, se importaron a el programa computacional
ScanIP®. Este programa cuenta con una serie de herramientas capaces de generar modelos 3D en
formato *.STL (STereoLithography) a partir de una tomografía. Para distinguir las diferentes
capas o tejidos del molar (esmalte, dentina y pulpa), se lleva a cabo la segmentación de objetos en
éste programa. Cada segmentación contendrá sólo los píxeles de la imagen con un valor mayor
que o igual al valor umbral. Para éste caso, es necesario contar con un umbral superior e inferior.
Los objetos seleccionados contienen todos los píxeles entre estos dos valores.

Un valor de umbral bajo corresponde a el tejido blando. Un umbral alto a las partes densas o de
tejido óseo. Una vez identificados estos umbrales se procede a realizar el modelado de cada tejido
mediante máscaras independientes (cada una con su propio color de identificación). Se requieren
varias máscaras para obtener un objeto de segmentación final que contiene la información
requerida, utilizando como ejes de trabajo a X, Y y Z. Se modeló el órgano dental con sus tres
estructuras; pulpa dental comúnmente llamado nervio (Figura III.5), la dentina que conforma las
raíces y la parte interna de la corona (Figura III.6) y el esmalte que conforma la parte externa o
corona del diente (Figura III.7) cada uno en su posición anatómica correspondiente (Figura III.8).
Figura III. 5.- Máscara correspondiente a la pulpa del molar

Figura III. 6.- Máscara correspondiente a la dentina del molar


Figura III. 7.- Máscara correspondiente al esmalte del molar

Figura III. 8.- Modelo terminado del molar en ScanIP®

Una vez terminada la identificación de cada máscara se generan los formatos *.STL de cada
tejido del órgano dental. Se obtuvo un solo modelo con tres elementos diferentes, pulpa, dentina
y esmalte (Figura III.9).
Figura III. 9.- Modelos obtenidos con el programa ScanIP®

Con los formatos *.STL, es posible exportar el modelo con el fin de analizarlo mediante
programas computacionales de CAD. Cuyo objetivo principal es convertir el modelo *.STL a un
modelo con superficies cerradas y hacerlo un cuerpo sólido. Esto debe realizarse, ya que lo
obtenido hasta el momento es una superficie hueca de tipo cascarón o la llamada nube de puntos.
Para éste caso se utilizó el programa CopyCad®.

Con éste programa se crearon las superficies paramétricas, mediante la realización de un


discretizado manual para identificar errores en el modelo importado, tales como ángulos agudos,
líneas fragmentadas y superposición de puntos, los cuales causan concentración de elementos y
discontinuidad nodal que imposibilita obtener el discretizado final (una malla bien estructurada)
que pueden imposibilitar el análisis del mismo. Esta fase se realizó por separado para cada tejido
del molar (Figuras III.10-III.12).
Figura III.10.- Discretizado correspondiente a la pulpa del molar

Figura III.11.- Discretizado correspondiente a la dentina del molar


Figura III.12.- Discretizado correspondiente al esmalte del molar

Una vez que se realiza el discretizado de los modelos, es necesario generar un sólido para la
traducción de datos y así crear el archivo IGES o Initial Graphics Exchange Specification
(Especificación de Intercambio Inicial de Gráficos). Este tipo de archivos, definen un formato
neutral de datos que permite el intercambio digital de información entre sistemas de diseño
asistido por computadora (CAD). Con ello es posible exportar el modelo creado al programa
ANSYS® para realizar el análisis correspondiente. En éste caso el programa que se utilizó fue
PowerShape® (Figura III.13).

Figura III.13.- Generación del sólido correspondiente al esmalte del molar en el programa
PowerShape®
Finalmente el modelo obtenido y transformado en IGES se exporta al programa ANSYS®.
(Figuras III.14-III.19)

Figura III.14.- Cara vestibular del molar

Figura III.15.- Cara lingual del molar


Figura III.16.- Cara mesial del molar

Figura III.17.- Cara distal del molar


Figura III.18.- Cara oclusal del molar

Figura III.19.- Cara cervical del molar

El programa reconoce el modelo y pueden observarse las líneas (Figura III.20), superficies
(Figura III.21) y los volúmenes que lo conforman (Figura III. 22).
Figura III.20.- Líneas que conforman el modelo

Figura III.21.- Superficies que conforman el modelo


Figura III.22.- Volúmenes que conforman el modelo

El modelo es interpretado por el programa como una estructura formada por tres materiales
distintos (esmalte, dentina pulpa) y con un total de 104,791 elementos (Figura III.23).

Figura III.23.- Interpretación de los tres materiales que conforman el modelo


III.3.- Comprobación del modelo del órgano dental
Con el objetivo de validar la viabilidad del modelo para realizar análisis en él, se llevó a cabo uno
en el programa ANSYS® con los datos contenidos en la Tabla III. 1

Tabla III.1.- Propiedades mecánicas utilizadas en el análisis


Tejido dental Módulo de Young Relación de Poisson
dimensional
Esmalte 70 GPa 0.30
Dentina 18.3 GPa 0.30
Pulpa 2 GPa 0.45

El análisis realizado es lineal, elástico e isotrópico. Se establecieron las condisiones de frontera


en las raíces del molar (que corresponden a la dentina), las cuales son las que se ubican dentro del
alveolo en el hueso mandibular. (Figura III.24)

Figura III.24.- Restricciones establecidas en las raíces

Se aplicaron cargas puntuales sobre la cara oclusal del molar, correspondientes a los puntos de
contacto que establece con su homólogo superior al masticar. La carga aplicada fue una presión
de 150 N que es la fuerza de mordida que se establece entre ambos molares (Figura III.25).
Figura III.25.- Cargas puntuales en la cara oclusal

El programa procedió a la solución del problema, arrojando la gráfica correspondiente (Figura


III.26). Lo que significa que el modelo es viable para su utilización en diversos análisis en éste
programa.

Figura III.26.- Gráfica arrojada durante el análisis del modelo

III.4.- Sumario
El capítulo describe cómo se llevó a cabo la obtención de un modelo anatómico en formato IGES
para realizar análisis en el programa ANSYS®. Estableció paso a paso la metodología para su
creación. Desde el tipo de tomografía que fue necesaria, hasta el tratamiento que se le dio en cada
uno de los programas computacionales utilizados. Por último se llevó a cabo una simulación
donde se comprueba la funcionalidad del modelo.

III.5.- Referencias
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