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Psicólogos Positivos y Psicología Positiva

Book · September 2012

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Jarden Aaron Merche Ovejero


Flinders University SERMES CRO
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PSICÓLOGOS POSITIVOS
Y
PSICOLOGÍA POSITIVA

Dr. Aaron Jarden

A
Dr. Aaron Jarden

PSICÓLOGOS POSITIVOS
Y
PSICOLOGÍA POSITIVA

Traducción: Merche Ovejero

Este trabajo tiene licencia bajo: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License

ISBN 978-0-473-22290-1
Psicólogos Positivos y Psicología Positiva
“La contemplación, la introspección, la curiosidad hacia nosotros mismos y este sistema completo de significado es un
terreno fértil para el futuro de la psicología positiva” Todd Kashdan

“Casi no es necesario tener un área separada llamada psicología positiva, porque ahora se ha convertido en parte del
pensamiento de la gente. Ha llegado a un público considerable” Sonja Lyubomirsky

“El logro más importante de la psicología positiva es haber legitimado el estudio de lo que funciona correctamente en
la gente” Alex Linley

“En cualquier parte del mundo, todo el mundo quiere ser feliz, estar con otras personas, tener sus necesidades satisfe-
chas, desarrollarse y crecer, y ser respetados. La gente quiere amar y ser amada. Son estos los aspectos que queremos
estudiar como psicólogos positivos” Ed Diener

“La Psicología Positiva ha crecido y ha captado la atención a nivel práctico, investigador y aplicado en muchas discipli-
nas en torno a esta noción ampliamente aceptada de que podemos aprender a ser mejores. Esto ha sido algo notorio.
Yo creo que nadie lo vio venir” Mike Steger

“Cada vez que pienso en una intervención prototípica basada en la psicología positiva que quiero que la gente ponga
en marcha, pienso en la visita de gratitud y en el ejercicio de los tres aspectos positivos como punto de partida”
Acacia Parks

“Yo creo que la psicología positiva ha dado pasos increíbles y ha ido mucho más allá de lo que algunos detractores y
gente escéptica decían sobre la psicología positiva catalogándola solo como una moda pasajera y que iba a hacer mu-
chas cosas en exceso y en unos pocos años. Resultó que estaban completamente equivocados” Ryan Niemiec

“Anotar tus bendiciones es algo genial, pero no es una intervención que vaya a salvar el mundo, y las cartas de gratitud
tampoco” Nic Marks

“Uno de los mayores logros de la psicología positiva hasta la fecha es llegar al público; de ser un área de la ciencia
en el que vale la pena invertir, que merece la pena prestarle atención y que merece la pena ser aplicada”
Barbara Fredrickson

“El futuro desarrollo de la psicología positiva en este momento reside en su atractivo a nivel internacional” Ilona Boniwell

“El campo entero de la psicología positiva está estallando, es algo grande en términos de futuro, en términos de lo que
se avecina” Robert Vallerand

“He manifestado mi preocupación por el uso de las intervenciones basadas en las fortalezas como si fueran una forma
infalible de incrementar el bienestar. Las fortalezas no son un juguete de cuerda, listo para sacarlo de la caja y hacerlo
funcionar.” Denise Quinlan

“Las intervenciones reales en nuestra vida son la familia, la escuela, el trabajo y los sistemas políticos en los que vivi-
mos: estas intervenciones no duran dos semanas, durarán toda la vida” Mihaly Csikszentmihalyi
Índice
Introducción.....................................................................................................5

Entrevistas
Todd Kashdan .........................................................................................6

Sonja Lyubomirsky .................................................................................13

Alex Linley ..............................................................................................17

Ed Diener ................................................................................................22

Mike Steger ............................................................................................26

Acacia Parks ...........................................................................................31

Ryan Niemiec .........................................................................................38

Nic Marks ...............................................................................................42

Barbara Fredrickson ...............................................................................48

Ilona Boniwell ........................................................................................51

Robert Vallerand ....................................................................................56

Denise Quinlan .......................................................................................62

Mihaly Csickszentmihalyi .......................................................................67

Agradecimientos..............................................................................................71

Recursos sobre Psicología Positiva..................................................................72

Sobre el autor..................................................................................................73

Sobre la traductora..........................................................................................74
Introducción
El interés en la psicología positiva se está expandiendo rápidamente y sigue progresando
en términos de avance y comprensión científicos. Hay más cursos, talleres, congresos,
estudiantes, asociaciones, revistas y libros de texto que nunca. Los medios de comuni-
cación y el público están sedientos de información sobre la felicidad y, concretamente,
sobre bienestar y todas las facetas de la psicología positiva en general. Los departamen-
tos de psicología cada vez imparten más cursos y ofertan más formación centrada espe-
cíficamente en la psicología positiva, y varias organizaciones están intentando entender
cómo pueden capitalizar y aprovechar los descubrimientos científicos iniciales.

De lo que no se oye mucho hablar es sobre cómo funciona la psicología positiva en el mundo
real, ¿por qué los investigadores y profesionales se interesan en la psicología positiva, cómo
trabajan con los clientes y cómo son los diversos modelos y teorías que utilizan? ¿Cuáles en-
cuentran más útiles? ¿Qué sucede con su pensamiento y la práctica a medida que adquieren
experiencia y conocimientos sobre psicología positiva? ¿Por qué decidieron “mudarse” al
mundo de la psicología positiva? ¿Qué obtienen al implicarse en la comunidad de la psicolo-
gía positiva? ¿Qué directrices siguen tanto ellos como su ámbito de intervención?

Este libro analiza este tipo de aspectos y preguntas, es un libro para todos aquellos interesa-
dos en el bienestar, en ayudar a nivel profesional y psicológico, y que quieran saber más so-
bre el desarrollo, la teoría, la investigación y las aplicaciones de este nuevo campo que es la
psicología positiva. Es un libro que abarca de manera ecléctica un rango de intereses, desde
los estudiantes de psicología, a psicólogos, coachs, medios de comunicación y muchos más.

En los siguientes capítulos, trece personas con distintos niveles de conocimiento y habilidades
en distintos aspectos de la psicología positiva comparten sus experiencias, preocupaciones,
esperanzas, sueños, pensamientos, y opiniones en formato de entrevista. Todas las entrevistas
se realizaron entre el mes de julio hasta septiembre de 2011 y todas ellas reflejan la situación
en ese momento. Después de la publicación, todos los entrevistados calificaron las transcrip-
ciones como precisas.

Trece entrevistas son evidentemente muy pocas para llegar a cualquier tipo de generaliza-
ción. Este libro no es una investigación per se; es de naturaleza exploratoria y debe ser usado
con tal fin. Tanto la ubicación como el orden de cada una de las entrevistas es aleatorio, por
lo tanto no están ordenadas secuencialmente, de tal manera que pueden ser leídas en cual-
quier orden.

Quiero mostrar mi más sincero agradecimiento a los “gigantes” de este campo, y a todas
aquellas futuras estrellas, por compartir su sabiduría y conocimientos. Espero que este libro
pueda ser útil para aquéllos que quieran saber más sobre qué es la psicología positiva, cómo
se desarrolla, hacia dónde va, qué es lo que está haciendo para conseguirlo, y para aquellos
que están buscando cómo moverse por el terreno de la psicología positiva. En resumen,
espero que estas entrevistas sean motivadoras y que aporten más precisión a este nuevo
campo que evoluciona rápidamente, y que enriquezca la comprensión de la psicología posi-
tiva actual.

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Todd Kashdan
Todd Kashdan, más conocido como “el pistolero de la psicología positiva”, es profesor aso-
ciado y científico senior del Center for Consciousness and Transformation (Centro para la
conciencia y la transformación) en la universidad George Mason. Todd se formó como psi-
cólogo clínico y es más conocido por sus investigaciones sobre la curiosidad, las relaciones
sociales, la personalidad en la vida cotidiana, significado y propósito vital, y su vínculo con
todos los aspectos del bienestar.

¿Siente curiosidad sobre las preguntas que le voy a hacer?


¡Por supuesto! Odio conocer las preguntas antes de tiempo.

De acuerdo, ¿qué le hizo interesarse por la psicología positiva?


Llevo poco más de una década dedicado a la psicología positiva. El origen para mi se remonta
a cuando estaba sentado en el despacho del doctor, cuando estaba estudiando la ansiedad
y los ataques de pánico. En el despacho había un ejemplar de Psychology Today y el artículo
principal trataba sobre ansiedad y la alta tasa de suicidio, con un pequeño subtítulo referido
a un artículo sobre felicidad y estado de fluidez (un concepto del que nunca había oído ha-
blar). Inmediatamente, pensé que, mientras dedicaba mi carrera a ayudar a la gente a afron-
tar sus problemas de ansiedad, cuando la ansiedad ya se había disipado, básicamente había
que estrechar las manos de la gente y decir lo impresionante que había sido el curso de ocho
semanas y dejar que siguieran su camino; sin pensar sobre cómo podrían organizar su vida
ahora que tenían ocho horas extra de tiempo y energía para dedicarse a ello. Cuando leí el
artículo de [Mihaly] Csikszentmihalyi sobre la felicidad y el flow, pensé que era interesante,
la idea de que, como psicólogos, vamos a ayudar a la gente a organizar sus vidas, y ese fue
mi momento. No quiero únicamente reducir la ansiedad de la gente, de hecho no sé si eso es
siempre una buena elección. Quiero organizar y estructurar la vida de la gente de tal manera
que sea congruente con los valores que más les importan. Todo eso me llegó cuando estaba
sentado en el despacho del doctor, mientras esperaba para mi cita con el dermatólogo.

¿Qué hacía antes de conocer la psicología positiva?


Bueno, antes de todo esto yo trabajaba en una oficina de New York Stock Exchange como
asistente de especialista. En resumen, las empresas especialistas creaban mercados para
determinadas poblaciones, de tal manera que si hay un montón de compradores, pero no
de vendedores, van a intervenir y vender acciones a la gente y a las compañías. En esencia,
si hay 30 acciones, cualquier transacción del mundo relacionada con ellas pasaba por mis
manos.

¿Hay algún otro suceso que le haya cambiado y que haya hecho que se interesara por
el campo de la psicología positiva?
Mi padre nos abandonó a mi hermano gemelo y a mi cuando tendríamos unos dos años. Mis
padres se divorciaron y él se marchó y nunca volvió a hablar con nosotros. Mi madre murió
cuando yo tenía trece años. Nunca me definí a mí mismo como alguien que era huérfano
o que era incapaz de superar sus adversidades, y eso a los demás siempre les sorprende.
Recuerdo cuando conocí a un distinguido psicólogo de la universidad de Virginia, Irving Go-
ttesman. Él era conocido por sus investigaciones sobre la esquizofrenia. Después de una

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entrevista con él, me dijo, “Vences todas las estadísticas, se supone que deberías de estar en
la cárcel, o ser un adicto a las drogas, pero estás aquí, un huérfano de 21 años, y se supone
que no deberías estar aquí a estar alturas de tu vida.” Eso me hizo darme cuenta del poder
de la resiliencia. No deberías definirte por tu resiliencia, pero es algo que se incrusta en las
células de tu cuerpo. Este tipo de idea es el que quiero promover en la vida de la gente. No
plantear los objetivos para hacer a las personas más fuertes, sino usar lo que sabemos sobre
la condición humana para ayudar a superar los eventos difíciles de la vida, para, con todo
eso, llegar hasta los aspectos centrales. Esto concuerda conmigo porque he superado pérdi-
das y adversidades, pero nunca he dejado que esa adversidad me defina.

En términos generales, ¿Cuáles son algunas de las características distintivas que tiene la
psicología positiva?
Es una pregunta complicada porque no hay bases establecidas para la psicología positiva, y
luego está lo que yo pienso que debería ser, y siempre me debato entre estos dos mundos.
El núcleo de la psicología positiva desde sus comienzos han sido las emociones positivas y
las fortalezas; y luego, los elementos particulares de las relaciones que permiten crecer de
manera armoniosa a largo plazo. Creo que estos tres aspectos son esenciales para vivir una
vida bien vivida. Creo que el problema subyace en que las emociones positivas son la mayor
fortaleza, y a la vez el mayor problema para la psicología positiva. Hay dos formas de ver
las emociones positivas. Una, como que son solamente un barómetro o un medidor de que
nuestra vida va bien. La otra forma, es ver que las emociones positivas son lo que estamos
tratando de construir -queremos construir nuestra vida de modo que haya una alta frecuen-
cia de emociones positivas y una baja frecuencia de emociones negativas. Para mí, existen
problemas fundamentales cuando éste es el objetivo principal de nuestras intervenciones
y lo que queremos crear en nuestras vidas. Yo veo las emociones positivas como el resul-
tado residual de centrarse en el significado, nuestros propósitos vitales, y en las relaciones
cercanas. Y, a partir de ese esfuerzo hacia estos proyectos personales, te llenas los bolsillos
de experiencias emocionales. Construyes bloques, y, lo importante es, ¿cuál es la conexión
entre esos momentos? Eso es lo que debería ser primordial para la psicología positiva. ¿Qué
es lo que quieres que escriban en tu lápida? ¿Qué quieres que se escriba en tu obituario?
Creo que poca gente contestaría “aquí yace una persona con una alta frecuencia de emocio-
nes positivas y baja en emociones negativas”. En su lugar, van a querer tener una lápida que
analice las relaciones íntimas, el sacrificio personal, la búsqueda de las verdades últimas,
logros, etc. Pero puedo entender por qué esos temas tan profundos no están a la vanguardia
de la psicología positiva. Después de todo, no es algo que funcione tan bien en los medios de
comunicación como cuña publicitaria. Pero debemos estar interesados en la conexión entre
las experiencias positivas y el marco arquitectónico que las alberga, como algo opuesto a
únicamente incrementar la cantidad de experiencias positivas.

¿Cuál sería una gran pregunta a la que la psicología positiva responde?


¿Cómo mantienes una relación de confianza, satisfactoria y duradera? Dos personas que
quieren estar comprometidas la una con la otra de manera tal que se sienten aceptadas,
válidas, comprendidas, con un sentido de la vitalidad y con un espacio para evolucionar con-
tinuamente. Creo que eso lo hemos clavado.

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¿Qué grupos de profesionales están más interesados en aprovechar la psicología positiva?
¡Esa es una pregunta muy difícil! Quiero decir, la psicología positiva se está aplicando en edu-
cación, en la salud, en las organizaciones, en terapia, e incluso en el ejército.

¿Hay algún otro lugar en el que piense que la psicología positiva se vaya a aplicar?
Espero que esté en el gobierno. Creo que ahora en la educación es donde está la acción. Todo
debería centrarse en el futuro. Una de mis creencias principales con respecto a la psicología
positiva es que en estos momentos hay una generalización y generosidad insuficientes. Hay
un culto inusitado a las celebridades y a los héroes: ¿quién ha publicado los libros? ¿Quié-
nes son los profesores distinguidos? ¿Quién se cita de manera introductoria en los libros de
psicología? ¿Quiénes formarán la siguiente generación? No sé dónde demonios están ahora,
pero existen ideas creativas flotando alrededor de la gente que quiere revelarse, teniendo
en cuenta la posibilidad de que podrían verse como idiotas. La mayoría de las personas que
tienen grandes e inusuales ideas son rechazadas. Quiero invertir en el futuro de la psicología
positiva. Ahora mismo la educación es donde está la acción. Todo el mundo con el que ha-
blo, habla sobre la idea de que hay algo que no está bien a nivel gubernamental, en el lugar
donde se controlan los recursos, ellos deciden cuánto dinero debe destinarse a incrementar
el bienestar de la humanidad, deciden cuánto dinero va para las organizaciones y negocios
y qué aspectos serán parte del subsidio. Con el gobierno en la parte alta de la jerarquía, la
psicología positiva necesita formar parte de todo ello. Ahora mismo no hay casi nada a nivel
gubernamental.

Como experto y profesional de la psicología positiva, ¿hay alguna situación que haya
necesitado evitar, o alguna cosa en la que necesite ser cauteloso cuando está aplicando
la ciencia a la práctica?
Como profesional, hay una cuestión importante a la que atender, ¿En qué aspectos se está
esforzando la persona, la pareja, la organización con la que estás trabajando? No les impon-
gamos logros. Si están interesados en incrementar el coraje y en compartir ideas creativas, y
llegar a ser el mayor experto del mundo en moralidad y liderazgo, tendremos que comenzar
y centrarnos en aquellos aspectos que les interesen y no en lo que nosotros estemos intere-
sados. Lo que me preocupa es que hay un montón de profesionales de la psicología positiva,
pero no sé quién es más general y quién es un especialista. Hace diez años que comenzó
esta cosa llamada psicología positiva y todavía no hay especialidades. Sólo eres un psicólogo
positivo. Y eso es particularmente problemático. ¿Debes de estar trabajando con padres si
el trabajo con el que estás más familiarizado es el de la actividad del cortex prefrontal de
Richard Davidson? Si tu principal base de conocimiento es sobre el comportamiento organi-
zacional positivo, ¿qué es lo que exactamente te cualifica para trabajar con padres y niños y
con la interacción entre ellos?

Sé que tiene formación y que trabaja en la clínica. ¿Cree usted que el modelo científico o
profesional que muchos de los clínicos utilizan es un buen modelo para adoptar por parte
de los psicólogos positivos?
El modelo científico-profesional ha sido un poco problemático porque requiere que todo esté
empíricamente demostrado antes de ser aplicado a la realidad. El lema que he adoptado a lo
largo de estos años es que debemos ser guiados, más que gobernados, por la investigación. Si
esto encaja con el modelo científico-profesional, entonces estoy a favor de ello. Sin embargo,
si el modelo científico-profesional pone el listón aún más alto antes de que podamos aplicar la
ciencia, entonces estoy no estoy seguro de que este nivel de calidad se pueda sostener.

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Creo haberle entendido previamente este término como ¿estar “empíricamente informa-
do”?
Sí, científicamente informado. Eso es.

Si pudiera aprender sobre psicología positiva de nuevo desde el principio, me refiero a, a


pesar de llevar una década, o incluso más con ello, ¿qué haría de forma diferente?
Casi todo lo que he estudiado se centra en contextos donde está integrada. Éstos pueden ser
personas en los cultos, o adultos y sus relaciones con sus amistades o con sus padres, puede
ser gente integrada en un contexto cultural más amplio. No tiene que ser su país de origen,
puede ser la subcultura con la que se identifiquen, como la cultura hip-hop, gótica, o punk-
rock. Si tuviera que hacerlo todo otra vez, me hubiera pasado dos o tres años centrado y en-
tendiendo la cultura, entendiendo los sistemas, entendiendo las conexiones entre sistemas,
y llevando todo eso a mi trabajo con individuos y organizaciones.

¿Cuáles son sus planes de futuro relacionados con la psicología positiva?


Mi tema central es la amistad y las relaciones románticas. Para mí, este es el aspecto más
importante de nuestras vidas. Cuidar estas amistades después de los 30 es complicado; si
no se tiene ni idea de lo que se está haciendo y se conoce más gente que se siente igual. Lo
que funcionaba cuando era un niño, un adolescente, o un joven, no funciona igual de bien
cuando tienes 30 años. Cuando tenía 20 años, estaba rodeado de otras personas en los dor-
mitorios en los bares, estaba colgado desnudo en un edificio de algún lugar, era casi imposi-
ble evitar las amistades. Cuando te vas haciendo mayor, supone un gran esfuerzo encontrar
gente y hay que hacer un esfuerzo consistente para mantener las amistades. Para compren-
der el envejecimiento positivo, tenemos que tener en cuenta las transiciones vitales. No me
estoy refiriendo únicamente a la vida a los 65, 70 y 80 años; estoy hablando de entre los 30 y
los 35. ¿Cómo cultivar nuevas relaciones cuando las personas que te rodean no entienden el
rumbo serpenteante que has tenido que seguir para llegar donde estás? ¿Cómo mantienes
la acción en una relación romántica y el hecho de todavía sentirse atraídos y seducidos por
otras personas en tu vida? ¿Cómo se pueden mantener estos mundos diferentes al mismo
tiempo y que no haya enfrentamientos? Aquí es donde se centra mi trabajo, mirar a la gente,
examinar las situaciones, todo dentro de un contexto más amplio.

¿Quiénes son los investigadores positivos emergentes y desconocidos que se deben tener
en cuenta?
Buena pregunta. Creo que hay científicos en otros campos de la psicología de los que nadie
interesado en la psicología positiva está hablando. Henk Aarts y Ap Dijksterhuis, en Holan-
da, estudian los procesos no conscientes, básicamente la idea de que cuando figura en el
cerebro la ruta que seguimos al trabajo cuando vamos en bicicleta, se obtiene este módulo
mental en el cerebro y se puede acceder a él con tanta rapidez que tienes recursos men-
tales de sobra para dedicarte a otra cosa. Para alguien que no tiene un camino claro para
llegar al trabajo, esto requiere un esfuerzo intenso. Lo que es interesante es la idea de que
podemos destinar recursos mentales a actividades que son completamente ajenas a nuestra
conciencia para que podamos regular mejor la multitud de decisiones, elecciones, y datos
que manejamos en un día cualquiera. Su trabajo tiene una gran relevancia para la psicología
positiva, sin embargo nadie está hablando de esto y mucho menos cómo se puede aplicar
directamente para ayudar a la gente.

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¿Alguien más?
Está Jamie Goldenberg de la Universidad del sur de Florida, que es una investigadora de la
teoría del manejo del terror. Lo que resulta interesante es que ella aplica su teoría al sexo y
a la noción de que una vez que reconoces la finalidad de tu existencia y los aspectos relacio-
nados con ella, esto afecta a cómo tratas a tu cuerpo en términos de dietas, sexo y sentirte
atraído o no por los sonidos y olores íntimos de otras personas. Es la misma idea de que las
cosas que están fuera de nuestra conciencia nos están sesgando y jugándonos malas pasadas
a lo que valoramos y a cómo nos comportamos. Y la psicología positiva no está prestando
la adecuada atención a los procesos inconscientes. Completar cuestionarios no lo va a solu-
cionar. Las respuestas que das cuando completas un cuestionario no van necesariamente a
converger con lo que en verdad harías en una situación dada cuando hay múltiples opciones
disponibles.

¿Qué área de la psicología positiva le resulta difícil de entender? Es decir, ¿Cuál es el ver-
dadero campo de minas para los nuevos investigadores?
Cualquier tema con una dinámica no lineal es complicado.

¿Puede ser más específico?


Piensa en la ratio 3:1 de Barbara Fredrickson [sobre las emociones]. Está basada en la noción
de que las experiencias humanas y el comportamiento son dinámicos y no lineales. Pienso
en la cantidad de momentos dentro de un día cualquiera en una organización. Existen ecua-
ciones matemáticas que pueden ser calculadas cuando hay atracción, existen dos aspectos
que atraen, uno atrae los momentos negativos y otro que hace lo mismo con los positivos.
Dos a la vez. Es como si la psique de la persona tuviera dos vacunas. Y existe la noción según
la cual si tienes una ratio particular de positividad, es más probable que tu funcionamiento
sea óptimo. Entiendo lo que acabo de decir, pero el modelo matemático que conduce a este
resultado está más allá de mi comprensión. ¿Cómo puedo aplicar este conocimiento a la
comprensión de la ratio de los momentos más conscientes de una persona con los menos
conscientes? ¿Cómo pueden estar fórmulas ayudar a la gente a usar su finito tiempo y su
energía de manera más sabia a lo largo de un día cualquiera? Teniendo en cuenta la noción
de que hay ciertas proporciones, frecuencias y duración de las experiencias que conllevan
resultados más exitosos, ¿cómo se pueden utilizar para comprender y mejorar la vida de las
personas? Parece que existen fórmulas matemáticas para hacer frente a trayectorias de vida
no lineales, pero no sé cómo calcularlas, por lo tanto no puedo plantearme las preguntas tal
y como me gustaría hacerlas.

Si alguien quiere ser más feliz, ¿Cuál sería la mejor estrategia para incrementar su felicidad
y su bienestar?
Los datos hablan claro acerca de considerar los beneficios que se obtienen de apreciar cada
situación tal y como viene. Es una combinación de la gratitud y el mindfulness, son dos áreas
que se superponen. La gratitud supone reconocer de manera consciente los beneficios que
recibimos y el mindfulness es un tipo de actitud abierta y receptiva hacia lo que sucede en
cada momento. Ambos de manera conjunta, esta actitud, esta mentalidad, esa manera de
guiar la conciencia, te permiten captar momentos particulares y hacerlos permanecer en el
presente, hacen que aumente la vitalidad y que se puedan recordar más adelante como algo
que aumente nuestro estado de ánimo. Ahí es donde está la acción.

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En la psicología positiva usted es conocido por sus investigaciones en el campo de la curio-
sidad ¿Puede hablarnos un poco sobre la curiosidad?
La curiosidad es uno de los motores que hace que otros elementos de la psicología positiva
funcionen. No puedes utilizar tus fortalezas de manera diferente sin un proceso de clarificar
cuáles son, así como saber cuáles son las situaciones que te permiten utilizarlas de manera
eficaz. ¿Dónde tengo que modificar mi comportamiento, mi mentalidad? Cuando le das la
vuelta a ese análisis sobre cómo utilizar mejor tus fortalezas, estamos hablando de situar
la curiosidad hacia nosotros mismos. Esto va en contra de cómo suele la gente definir la
curiosidad. Normalmente pensamos en la curiosidad como una forma de pensar hacia el
exterior, algo incierto, una manera de afrontar estímulos externos, desde la gente hasta las
situaciones. Y la razón de por qué la curiosidad, el campo de la curiosidad, tiene ese poder
tan duradero es porque la mayoría de la gente no piensa sobre cómo la curiosidad puede
utilizarse como un rayo láser, en cualquier momento, y que la podemos dirigir hacia fuera o
hacia nosotros mismos. Pasamos demasiado tiempo intentando incrementar nuestro afecto
positivo que olvidamos los periodos de reflexión y contemplación, y la importancia de clari-
ficar cuáles son nuestros valores, qué es lo que nos importa, y lo que queremos, o sobre lo
que queremos que permanezca en el planeta 100 años después. Esta actitud normalmente
conlleva una experiencia positiva si tenemos la voluntad de darle sentido, pero la actual bús-
queda en sí misma, el estado emocional, es más inerte, es más neutral. Así, hay un terreno
completo de investigación y de teoría que todavía tiene que ser analizado en términos de
cómo puedes regular la búsqueda externa de sentido y la búsqueda externa de más momen-
tos positivos como si fueran bloques para vivir una buena vida, en comparación con el tiem-
po que utilizamos para sintetizar cómo marchan las cosas y cuándo es adecuado moverse
en la dirección de nuestros objetivos más profundamente valorados. La contemplación, la
introspección, la curiosidad hacia uno mismo, y este completo sistema de significado vital
son un terreno fértil para el futuro de la psicología positiva.

¿Cuál es una de sus grandes esperanzas relacionadas con el futuro de la psicología positi-
va? De aquí a cinco años ¿qué le gustaría que cambiara?
Intelectualmente hablando, creo que tenemos ya grandes científicos. Tenemos publicacio-
nes, tenemos puntos de anclaje. Estamos entrando en más territorios que cualquier otra
área de la psicología en un periodo de diez años. Lo que no tenemos es gente con una acti-
tud escéptica, “No estoy conforme con cómo se están haciendo las cosas y quiero continuar
construyendo un futuro lleno de nuevas ideas, nuevas teorías, nuevas formas de hacer las
cosas mejor”, lo que supone en muchas ocasiones echar las cosas por tierra y empezar desde
ahí. Ahora mismo, la psicología positiva es demasiado armoniosa. Irónicamente, esa armonía
sirve como punto fuerte y débil a la vez. Espero que de aquí a 5 años exista una valoración
de los desafíos rigurosos. Se deben de afrontar aquellas ideas más interesantes, no importa
el momento en el que aparezcan. Pero no intentando alcanzar la fama pisando a la gente,
ya que todos estamos intentando construir la mejor obra maestra posible. Ahora mismo hay
mucho miedo y desconfianza generados por tener ideas que puedan desafiar a otras perso-
nas, sobre cómo abordar la ambigüedad relacionada con cuándo será el momento en el que
esas ideas funcionarán. Casi todas las ideas psicológicas tienen puntos de inflexión y límites,
allí donde no se obtienen beneficios. Es necesario encontrarlos, y analizar ese terreno. La
temática de la psicología positiva que está recibiendo más atención son las fortalezas, las
emociones positivas, la gratitud, y esta atención recibida es exagerada. Eso es una conse-
cuencia común a muchos cambios de paradigma. Pienso que debemos valorar preguntas

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como ¿cuándo este tipo de cosas no se pueden aplicar? ¿Cuándo no funcionan? ¿Cuándo
deben servir de andamiaje para otro proceso? Necesitamos analizar los constructos y las
intervenciones como un tandem y como algo opuesto a ingredientes separados y aislados.
Espero que los escépticos innovadores e integradores sean los representantes del futuro de
la psicología positiva, la gente que piensa con mayor complejidad y que desafían a las perso-
nas y a sus ideas y disfrutan en esa situación.

¿Qué tema piensa usted que será el más importante en los siguientes cinco años?
Ya está presente en la psicología: los procesos más allá de nuestra conciencia y atención.
Es algo que ya está sucediendo bajo el paraguas de la neurociencia social. ¡Creo que es una
buena manera de describir el mundo! No estoy lo suficientemente seguro de lo que se está
haciendo para mejorar el bienestar de las personas. Pero reconozcamos que la mayoría de
las cosas que hacemos en la vida ocurren más allá de nuestra conciencia, este reconocimien-
to por sí solo puede mejorar la vida de la gente.

¿Hay algo más que quiera comentar o que podría ser útil o interesante para alguien que
está comenzando a conocer el campo de la psicología positiva?
Para ser un buen profesional o un buen científico en esta área necesitas empezar con la
psicología, y después escoger temas que estén dentro de los objetivos de la psicología posi-
tiva. La idea de ser un psicólogo positivo, entendida como gente especializada en psicología
positiva desde el primer momento, me preocupa porque tenemos ideas geniales desde hace
cien años que podrían perderse rápidamente si intentamos empezar de nuevo existiendo ya
un cuerpo de conocimiento. Construyamos sobre lo que ya hicieron nuestros antecesores.

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Sonja Lyubomirsky
Sonja Lyubomirsky es psicóloga, investigadora, profesora de psicología en la Universidad de
California, Riverside y editora de la revista Journal of Positive Psychology. Ha pasado la ma-
yor parte de su carrera investigadora estudiando la felicidad humana y es autora del popular
libro La ciencia de la felicidad, en el cual se describen estrategias basadas en la investigación
científica que se pueden utilizar para aumentar la felicidad.

En términos generales, ¿Cuáles son las características distintivas de la psicología positiva?


La psicología positiva trata sobre qué aspectos hacen que la vida merezca la pena. Es sobre
el lado positivo de la vida. Antes de la psicología positiva, la mayoría de los investigadores
se centraban en temas como la depresión, el divorcio, el estrés, cómo arreglar las cosas, y
los psicólogos positivos están más interesados no tanto en qué nos hace infelices, sino en
aquello que nos hace felices. No en por qué la gente se divorcia, y sí en qué hace que per-
manezcan juntos. Mi propia investigación es sobre “felicidad”, lo que realmente comencé a
investigar antes de que la psicología positiva existiera como tal.

¿Cuáles son los aspectos que la psicología positiva ha conseguido hasta la fecha?
Quizás el mayor logro es que casi no tiene que ser un campo propio nunca más, porque
ahora muchos investigadores están estudiando el lado positivo de la vida. Si mira cualquier
revista de prestigio, como en mi campo, que es la psicología social y de la personalidad, una
pequeña parte, a veces la mitad, de los artículos tienen algo que ver con el bienestar o el
optimismo o algún otro tema positivo. Así que, está impregnando a la psicología.

¿Puede contarme algo acerca de su trabajo en la psicología positiva? ¿Es usted reconocida
por su trabajo en el área de las intervenciones positivas?
Comencé haciendo investigaciones sobre la felicidad en 1989, eso fue hace ya bastante. Para
darte un dato histórico, el primer día en la escuela de Stanford, conocí a mi tutor, Lee Ross,
el cual es famoso por estudiar el conflicto y la negociación, nada que ver con la felicidad o
la psicología positiva. El primer día comenzamos a hablar sobre “¿qué era la felicidad?”, y
“¿por qué unas personas son más felices que otras? En ese momento, la única persona, lite-
ralmente la única, que estaba estudiando la felicidad era Ed Diener, y él nunca lo denominó
felicidad, él lo llamaba “bienestar subjetivo”. Él me dijo que en determinado momento lo
empezó a llamar bienestar subjetivo porque iba a hacer una ponencia para la Universidad
de Illinois y pensó que la “felicidad” era demasiado poco científico, y tuvo que encontrar un
término más aceptable. En cualquier caso, Lee y yo empezamos a investigar “¿Qué es lo que
diferencia a las personas felices de las que no lo son?”, y eso ocupó los diez primeros años
de mi carrera, desde el año 89 hasta el 99, eso es lo que hice: tratar de comprender por qué
hay gente más feliz y otra que no.
La mayoría de las investigaciones eran correlacionales, así que los revisores a menudo me
decían, “Vale, ¿qué le podemos decir a los lectores sobre cómo pueden ser más felices?”.
Así, por ejemplo, en uno de mis estudios se sugería que la gente feliz tendía a compararse
menos con los demás. Los revisores me llamaban y me decían, “¿Debemos decir a la gente
que no se comparen con los demás, que no deberían entrar en el juego de la comparación
social?” Y yo decía, “Bueno, ¡yo qué sé! No puedo decir eso porque todo lo que yo sé es que
la gente feliz no lo hace, es solo un hallazgo correlacional”. Pensaba que la cuestión de cómo

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conseguías hacer que la gente hiciera eso, o cómo hacer para que la gente que fuese más
feliz o se pareciera más a una persona feliz me parecía algo más aplicado. Pensé que no era
una pregunta interesante a nivel científico. Era muy aplicada, y yo era esa científica básica
interesada únicamente en la investigación básica. Pero me di cuenta de que esa pregunta
“¿cómo puede ser la gente más feliz?” o “¿puede la gente ser más feliz si una gran cantidad
de la felicidad está determinada genéticamente?, eran en sí mismas, preguntas realmente
interesantes a nivel científico.
En 1999 me invitaron a una de las reuniones en Akumal, México, allí conocí a Barbara Fre-
drickson, Ken Sheldon, Laura King, Jonathan Haidt, y, por supuesto, Martin Seligman y Mike
Czsikszentmihalyi. Fue cuando todos comenzamos a hablar, y dos de las personas que esta-
ban alli, Ken Sheldon y David Schkade, comenzaron a hablar conmigo acerca de cuándo la
gente podría ser aún más feliz. Los científicos habían sido pesimistas acerca de si la gente
puede cambiar su set point de felicidad. Así que, desarrollamos una teoría acerca de la fe-
licidad sostenible. Más o menos así comenzó mi trabajo con las intervenciones positivas.
Teníamos la teoría de que, sí, la gente puede ser más feliz, y entonces en los últimos 10 años
de mi carrera, junto con Ken Sheldon y más gente, hemos llevado a cabo varias intervencio-
nes basadas en la felicidad. Pero, de nuevo, mi interés no era solamente aplicado, no quería
que la gente fuera más feliz -aunque lo consiguiera, era un beneficio secundario- sino que
mi interés era más realmente el ver “¿Cómo la gente podía ser más feliz?” Estaba interesada
en cuáles eran las variables que moderaban y los mediadores que subyacían al éxito de la
consecución de la felicidad. El cómo y el por qué. Si la gente era más feliz, ¿por qué podían
conseguirlo, y cómo lo hacían? Eso es lo que estamos tratando de averiguar con nuestras
investigaciones ahora mismo, buscar la raíz de los mecanismos psicológicos que permiten a
la gente tener éxito a la hora de conseguir ser felices.

Si alguien viniera y le dijera que quiere ser más feliz ¿cuál sería su primer consejo?
¡Me viene mucha gente a preguntar justo eso! Escribí La ciencia de la felicidad, cuando mi
objetivo era fundamentalmente condensar o resumir todo lo que sabíamos hasta la fecha,
2008, sobre cómo ser más feliz. Lo que normalmente suelo hacer es recomendar 12 cate-
gorías o estrategias empíricamente demostradas que la gente puede utilizar para ser más
feliz. Les doy, por supuesto, información detallada sobre cómo ser más agradecido, o cuidar
las relaciones sociales, conseguir metas significativas, y después hablo sobre la investigación
que apoya a las actividades o estrategias. Así que eso es lo que hago, hablarles sobre las 12
estrategias que describo en el libro.

¿Hay algún tipo de nueva intervención interesante que nadie conozca de momento?
Hay varios estudios interesantes que estamos haciendo de los que te puedo hablar. Por
ejemplo, un proyecto verdaderamente interesante en el que estamos trabajando es con Ro-
bert Plomin y su post doctoranda Claire Hayworth en Londres. Sabes que él es un genetista
conductual, y que tiene unos 10000 gemelos a los que está estudiando y siguiendo desde su
nacimiento, casi todos los gemelos nacidos en 1990. Nosotros estamos estudiando a 2000
de esos gemelos. Acabamos de terminar el primer estudio, que versa sobre una intervención
basada en la felicidad con los gemelos. Todos ellos son gemelos idénticos, chicos y chicas,
así que podemos responder a un montón de preguntas. En lo que estamos interesados es en
entender las diferencias individuales en las respuestas de la gente a las intervenciones sobre
la felicidad. ¿Cuáles de esas diferencias son genéticas? Porque algunas personas, cuando
intentan llevar a cabo las estrategias propuestas en mi libro, las encuentran muy eficaces y

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consiguen ser más felices. Pero algunos no lo consiguen en el mismo grado que los otros, o
realmente no logran ser más felices después de todo. ¿Qué porcentaje de esas diferencias
individuales en las respuestas de la gente a las intervenciones sobre la felicidad están gené-
ticamente determinadas? Podemos poner a prueba esto gracias a la muestra de gemelos.

¿Cuáles de las intervenciones y estrategias basadas en la psicología positiva piensa que


funcionan realmente bien juntas?
Realmente no sabemos la respuesta a esa pregunta. Mis alumnos y yo estamos haciendo
algunos estudios en los cuales, dentro de una intervención positiva, tenemos a varias perso-
nas haciendo varias actividades al mismo tiempo. Normalmente en los experimentos quieres
tener todo muy bien controlado, así que estudias una única actividad cada vez. Acabamos de
terminar un estudio en el que tuvimos gente practicando la gratitud y la bondad al mismo
tiempo; pero aún no tenemos los resultados disponibles. Mi respuesta general, sin eviden-
cia, es que lo que funciona bien conjuntamente es lo que acabarás utilizando. Una de las
ideas de mi libro es el ajuste. Tienes que encontrar lo que te funciona y aquello con lo que
te sientas más cómodo. Para ti, podría ser un grupo de intervenciones, y para mi, podría ser
cualquier otra cosa. Estamos probando esa hipótesis ahora mismo en un par de estudios.

¿Hacia dónde ve enfocada su investigación en el futuro?


Todavía estamos haciendo pocas intervenciones para demostrar el “cómo” y el “por qué”.
He mencionado el estudio de los gemelos. También estamos haciendo estudios con niños.
Hicimos un gran estudio con un grupo completo de niños de primaria de Vancouver. Así que,
pienso que es realmente interesante aplicar la investigación a la gente joven. Mis amigos me
siguen preguntando si voy a escribir un libro de “La ciencia de la felicidad para niños”, porque
la gente quiere que sus hijos sean felices, así que realmente sí que quieren saberlo. No creo
que el consejo sea tan diferente, pero tenemos que averiguarlo. Ya hay varios investigadores
analizando esa cuestión. Estamos haciendo un montón de trabajos de este tipo -aplicando
las intervenciones en distintos contextos.
Otra línea de investigación en la que estoy involucrada ahora mismo es sobre la adaptación
hedónica. La adaptación hedónica es un obstáculo para la felicidad; es un obstáculo para las
intervenciones basadas en incrementar la felicidad. Si te adaptas y acostumbras a las recom-
pensas o los beneficios de cualquier intervención que estés haciendo, éstas no serán exito-
sas. Ken Sheldon y yo tenemos una teoría de cómo funciona esta adaptación, y cómo puede
impedirse, evitarse o prevenirse. Estamos probando esta teoría ahora. Hemos enviado un ar-
tículo con algunos compañeros sobre si es cierto que los padres son más felices que aquellas
personas que no han sido padres. Hay un montón de artículos, un montón de información en
los medios de comunicación sobre la idea de que los padres no son felices, y la mayoría de
esta información viene únicamente de un estudio; así que, hicimos tres estudios realmente
buenos, todos utilizando metodologías diferentes, que de manera conjunta quedaron muy
bien. Todos los estudios arrojaron el mismo resultado, que es que los padres son más felices
y tienen más sentido vital que los que no son padres, en general, cuando están con sus hijos,
y cuando no lo están. Estamos emocionados porque esta investigación va realmente a echar
por tierra el mito de que los padres no son felices.

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¿Hay algo más que no le haya preguntado o algún consejo que quiera añadir?
Hay ciencia más allá, creo que es realmente importante enfatizar esto, ya que la psicología
positiva se ha vuelto muy “popular”. Hay un montón de profesionales de la salud mental,
coachs, así como médicos, especialistas en adicciones, funcionarios de prisiones, que están
aplicando conceptos de psicología positiva, y esto es genial. Pero necesitamos una ciencia
que sostenga esas ideas, y por ello hay muchísima gente haciendo esta investigación. Nece-
sitamos estar seguros que la gente lo sabe, y, como dije antes, ya no hace falta este campo
porque ha permanecido en el pensamiento de la gente, y eso es importante. A aquellas
personas, graduadas o universitarias, que están interesadas en el tema, les diría que lo más
importante no es estudiar la psicología positiva, sí lo es el obtener una rigurosa formación en
estadística y metodología y en psicología general, en cualquier área en la que estés interesa-
do, y luego aplicarla a la psicología positiva.

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Alex Linley
Alex Linley es el director y fundador del Centro de Psicología Positiva Aplicada (CAPP) del
Reino Unido. Es reconocido internacionalmente como líder y experto en psicología positiva,
y trabaja en una consultoría organizacional, aplicando las fortalezas en las organizaciones.
Alex ha escrito, colaborado, y editado más de 150 investigaciones, capítulos de libros, y siete
libros sobre psicología positiva.

En términos generales, ¿cuáles son las características distintivas de la psicología positiva?


Una de ellas es el interés inherente en lo positivo. Pero con ello no quiero decir que se vaya a
ignorar lo negativo, pero sí que presta más atención a los aspectos positivos que el enfoque
más tradicional. Creo que esto es muy importante porque solíamos utilizar un punto de vista
que comprendía lo malo, y después, eliminando lo malo, realmente se crearía lo bueno, y no
creo que eso sea así en todos los casos. Es mucho más importante si queremos promover lo
bueno y lo positivo, entender lo bueno y lo positivo.

¿Cuáles son, hasta la fecha, algunos de los logros que la psicología positiva ha conseguido?
El mayor logro de la psicología positiva es haber dado una firme perspectiva positiva a la
psicología. Antes de la psicología positiva, la psicología se había centrado en el lado negativo
de las cosas. La psicología parecía una disciplina bastante depresiva. Desde la llegada de la
psicología positiva, todo el mundo que está interesado en el lado positivo de las cosas ha
fundado una línea de investigación. Creo que el logro más importante de la psicología posi-
tiva es que ha legitimado el estudio de lo que está bien y lo que funciona en las personas, y
luego también la creación de nuevas aplicaciones e intervenciones sobre la base del conoci-
miento de las personas que se mueven en un terreno positivo y no sólo fuera del negativo.

¿Cree que la psicología positiva ha conseguido logros más allá de la psicología?


¡Sin duda alguna! El giro positivo de la psicología ha legitimizado un interés más amplio en
aspectos como la felicidad y el bienestar, como grandes ejemplos. Y podemos ser conscientes
de estos cambios si consideramos ambos en la política social del Reino Unido, y la economía
en relación con lo que algunos economistas recomiendan que no perdamos de vista (siendo
algo apoyado por el cambio hacia la economía conductual). De manera más amplia, progra-
mas como el de El gimnasio integral del soldado de Martin Seligman es un soberbio ejemplo
de cómo puedes tener en cuenta algunos principios de la psicología positiva y aplicarlos de
tal manera que consigas marcar la diferencia de manera significativa en la vida de la gente.

¿Cuáles son algunas de las críticas más lícitas hacia la psicología positiva?
En primer lugar, es que en sus inicios la psicología positiva ha ignorado algunas de las apro-
ximaciones positivas que se conocían desde antes. La psicología humanista era bastante me-
nospreciada. Eso es algo que ya ha cambiado. Segundo, al principio había una percepción,
aunque yo creo que eso no era cierto, según la cual la psicología positiva estaba más centrada
en lo positivo, y que por lo tanto, no se podía hacer nada con lo negativo, y, entonces, íbamos
a hacer las mismas cosas que la psicología tradicional había hecho, únicamente mirar hacia
un lado del continuo. Cuando se hizo esa crítica, hubo un grupo de personas que dijeron que
en verdad el punto de vista de la psicología positiva incorporaba lo negativo también. Pero
está probablemente más orientada al lado positivo. Un tercer matiz es que, aunque esto no

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es específico de la psicología positiva, es la tensión entre la velocidad de la gente que buscar
aplicaciones prácticas, y la de la gente que hace investigación. Hay una opinión por parte de
algunos sectores de la psicología positiva que dicen que las aplicaciones se están desarrollan-
do demasiado rápido. Por otro lado, hay cientos de miles de personas que están trabajando
de manera práctica que están probando cosas e intentando hacer algo que marque la dife-
rencia, y que simplemente no pueden esperar el avance de la investigación para ponerse al
día con lo que necesitan saber. Esto siempre ha sido así. Ambos posicionamientos necesitan
informarse mutuamente; pero necesitamos reconocer que existen trayectorias muy dispares
al igual que agendas muy distintas que tanto la investigación como la práctica pueden aunar.

¿Qué área de la psicología positiva encuentra usted más complicada o retadora?


Todavía hay montones de cosas que no sabemos, y todavía hay aspectos por descubrir sobre
las fortalezas y sus distintas aplicaciones. Me parece algo muy interesante e intrigante, y
obviamente es un área en la que yo mismo trabajo mucho. El paso a la neurociencia, mirar
el lado neurocientífico de las cosas, es algo que está más allá de mi formación tradicional, es
algo en lo que necesito trabajar duro para comprenderlo; pero es genial tener ese punto de
vista sobre las cosas.

¿Puede darme más detalles de su trabajo en la psicología positiva, particularmente en el


tema de las fortalezas?
Mi trabajo con las fortalezas comenzó hace ya tiempo, hace diez años más o menos. Eviden-
temente yo estaba implicado con la psicología positiva un poco antes, y observaba lo que
este campo iba desarrollando; de manera amplia, estaba el trabajo que se estaba haciendo
sobre la felicidad y el bienestar, el trabajo que se hacía, o se estaba empezando a hacer, con
las fortalezas. Pensaba, en verdad, que había muchas personas trabajando en la felicidad y
el bienestar, y menos con las fortalezas; así que, vi las fortalezas como algo clave con lo que
podríamos conseguir felicidad y bienestar. Esa era una de las áreas que parecía tener mu-
cho potencial de aplicación. Así que comencé por pensar cuáles eran las fortalezas, y escribí
varios artículos, probablemente hacer cinco o seis años ya, con definiciones tentativas de lo
que podemos considerar como fortalezas. Una de las cosas de las que me di cuenta fue que
el requerimiento de energía que precisaban las fortalezas era íntegro, y mientras era implíci-
to en algunas de las teorías que se habían formulado, nadie había elaborado un marco teó-
rico, así que fue algo con lo que nos pusimos a trabajar. Y después, más o menos de manera
simultánea, comenzamos a trabajar con la práctica, y empecé trabajando con la compañía
de seguros Norwich Union, ahora conocida como Aviva, y encontramos resultados muy efec-
tivos a la hora de seleccionar gente en función de las fortalezas que tenían, utilizamos una
metodología de entrevistas basadas en las fortalezas. Así que, nuestro trabajo investigador y
nuestro trabajo práctico iban de la mano. A menudo poníamos en marcha ideas que utiliza-
mos para aplicar a nuestro trabajo, en la práctica, en torno a aspectos como la evaluación y el
desarrollo y la gestión del rendimiento, pero, a partir de esas ideas, formulábamos preguntas
que queremos examinar más rigurosamente o más empíricamente. El tipo de cosas que esta-
mos mirando ahora es el diseño de estudios sobre cómo las fortalezas te ayudan en la conse-
cución de metas, pero también estamos analizando algo sobre las fortalezas fundamentales.
Por ejemplo, estamos diseñando un estudio en el que estamos examinando el papel de la
autenticidad, la atención plena, la valoración orgánica y ese tipo de conceptos relacionados
con las fortalezas. Y por supuesto, seguimos con los estudios de validación del Realise2.

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¿Hay algún tipo de estudios o de conocimiento sobre las fortalezas que le gustaría subrayar
por ser particularmente interesantes?
Ahora hemos hecho algún trabajo sobre “la detección de fortalezas”, y hemos desarrollado
la Escala de detección de fortalezas, y hemos confrontado ésta con el Realise2, para ver si los
“detectores de fortalezas” tienen un perfil de fortalezas particular. Parece que hay un mon-
tón de características que parecen definir a un detector de fortalezas, pero tienden a estar
relacionadas con la motivación para la identificación de fortalezas, las situaciones en las que
esto se hace, y la frecuencia con la que se lleva a cabo, y luego, por supuesto, lo que haces
con ese conocimiento. Empezamos a investigar esto para ver si podíamos ayudar a la gen-
te a desarrollar su habilidad para detectar fortalezas en los demás en contextos naturales.
Añadido a esto, validamos esta escala junto con la Realise2, y nos mostró que las fortalezas
“conector”, “activador” y “retroalimentación” fueron las fortalezas clave que predecían la
capacidad para detectar fortalezas por encima de otros dominios.

¿Cuál es su mayor aspiración con respecto a la psicología positiva?


Mi mayor aspiración para la psicología positiva es que continúe creciendo, y que este creci-
miento influya de alguna manera en las aplicaciones y en la política. La investigación básica
necesita continuar a su ritmo, con la oportunidad real para los psicólogos positivos de mo-
verse hacia áreas donde la psicología positiva suponga un impacto para mejor de carácter
sostenible, significativo y duradero en la vida de los demás. Creo que eso es más probable
que suceda, tristemente, no desde ningún estudio de investigación individual; sino desde da-
tos y un cuerpo de conocimiento, y, a continuación, cuando ambos se traducen a la práctica.
Cuando el trabajo se hace con grandes organizaciones, donde tienes el potencial de impactar
en las vidas de miles de personas, o en la forma en la que se informa sobre el desarrollo de
la política social, o si se trata de proyectos como el Gimnasio integral del soldado que Mar-
tin Seligman ha desarrollado conjuntamente con el ejército de EEUU, este tipo de aspectos
realmente ayudan a la psicología positiva a dar pasos que van más allá que ser una disciplina
meramente académica básica a ser algo de mucho potencial para marcar la diferencia. Y esa
sería mi mayor aspiración para la psicología positiva, que siga así para lograrlo.

¿De qué disciplina piensa que la psicología positiva puede aprender para seguir adelante?
Mi instinto me dice que de la economía. Con razón o sin ella, los economistas han dispuesto
de la medida de la política durante muchos años, muchos, y los términos económicos han
dado forma a gran parte de lo que sucede en la política. Pero hay enormes oportunidades
para mezclar la psicología y la economía. Lo estamos viendo en cosas como la economía
conductual, donde los economistas reconocen que la gente no son actores tan lógicos ni ra-
cionales que siempre se asumieron desde los modelos económicos, y, en vez de eso, hemos
tomado decisiones emocionales irracionales basadas en un conjunto de factores diversos.
Durante algunos años, esto fue ignorado por parte de los economistas, y los psicólogos se
burlaban de ellos diciendo que su modelo era muy malo. Pero ahora la psicología positiva y
la economía deben ir un poco más unidas para empezar a decir “Bien, ¿qué podemos aplicar
de la psicología a los modelos económicos que nos ayude a predecir mejor cómo la gente se
comportará y responderá ante distintas situaciones?” Una vez que tengamos este modelo,
seremos capaces de dar forma a las intervenciones políticas de una manera más coherente
con lo que la gente de manera natural hace. Hay una enorme oportunidad aquí, y creo que
es apropiado en este momento tener en cuenta el trabajo de Daniel Kahneman, el cual fue
una persona clave a la hora de desarrollar el modelo de economía conductual.

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¿Cuál será el nuevo tema estrella de la psicología positiva en los próximos cinco años?
¡Esa es la pregunta del millón! Me imagino que tendrá que ver con una de estas dos cosas.
Podría ser un enfoque basado en la neurociencia. Hay algunas ideas clave que vienen de la
comprensión del funcionamiento del cerebro. Esto es importante porque, tan pronto como
puedes empezar a hablar sobre las cosas a nivel del cerebro, la gente se lo empieza a tomar
en serio y piensa que lo que dices debe de ser verdad. Es una manera de atraer la atención
de la gente. El segundo tema es algo que tiene un enorme potencial. Fui a ver la charla de
Martin Seligman en la Casa del Parlamento, en julio [2011], y una de las cosas que él dijo
fue que estaba trabajando para desarrollar un algoritmo con la gente tipo Facebook y Goo-
gle para ser capaz de realizar un mapa de palabras relacionadas con la felicidad de nuestro
léxico, y las cosas que la gente escribe en los e-mails, en el tablón de Facebook, en el tablón
de enlaces de páginas web, este tipo de cosas. Así que, aprovechando el potencial para la
recogida en tiempo real y el análisis de datos utilizando las nuevas tecnologías sociales que
tenemos a nuestra disposición, y combinándolo con una sólida base de teoría psicológica,
nos podría llevar a dominios que ni siquiera hemos imaginado hasta ahora.

¿A quién admira más, ya sean profesionales o académicos?


Sin ninguna duda, el primero de la lista tiene que ser Martin Seligman por todo lo que ha
hecho para que este campo se desarrolle. Y aún más, ha hecho lo que nunca he visto que
un psicólogo hiciera, el utilizar la psicología positiva, aplicarla y hacer que tenga impacto y
marque la diferencia. Ha tenido un enorme impacto en el desarrollo de la política social del
Reino Unido, pero también en otros países, como el programa Gimnasio integral del solda-
do que mencioné antes. Son una serie de cosas que le hacen sobresalir tanto en mi mente
como alguien a quien admiro enormemente. La segunda persona de esta lista sería Barbara
Fredrikson, por los masivos descubrimientos que ha hecho para comprender las emociones
positivas. Su teoría de construcción y expansión de emociones positivas, es una de las teorías
que destacan en la psicología positiva. La tercera persona sería Chris Peterson por su conoci-
miento, pero también por su carácter y su personalidad, la forma en la que lleva la psicología
positiva a la gente y por hacerla real. Echo un vistazo a sus libros, y a sus comentarios del
blog, para ver lo que realmente ha hecho. Finalmente, otra persona sería Mike Csikszentmi-
halyi, simplemente por ser un erudito. No creo que haya nadie más en la psicología positiva
que sepa más acerca de diferentes campos de estudios de la historia del pensamiento y la
filosofía y este tipo de cosas, además de tener un carácter tranquilo e increíble.

¿Cuál sería un consejo que usted daría a aquellos que se inician en la práctica o en la inves-
tigación relacionada con la psicología positiva?
Sería diferente en función de cada persona. Para un investigador, mi consejo es encontrar un
área que sea interesante y en el que la persona esté interesada, para que pueda mantener
ese interés y entusiasmo mientras trabajas en ello. Podría ser estratégico también y encon-
trar un área en el que no se haya hecho prácticamente nada, y piense que es muy probable
que su importancia aumente, y sea algo que le ayude a crecer a nivel personal. Eso es algo
que yo fui capaz de hacer, estar involucrado con la psicología positiva desde el principio. Para
un profesional, mi consejo sería ampliar su perspectiva en lo que esté trabajando. Es muy
fácil quedar atrapado por las mejores prácticas, lo que tiene que ver con lo que se ha hecho
antes. Pero realmente lo que mueve el mundo es la oportunidad de innovar, y no el quedarse
fijado a aquello que se ha hecho antes. Soy un gran defensor de usar lo que llamamos “el
mejor juicio”: entender la literatura, saber sobre las investigaciones y hallazgos del momen-

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to, pero estar preparado para asumir todo esto, ir más allá de lo que ya se sabe, este es mi
criterio en cuanto a lo que sería lo mejor que se podría hacer en determinada situación. Así
es como se han conseguido un montón de innovaciones y el desarrollo de metodologías de
evaluación, desarrollo y gestión del rendimiento en torno a las fortalezas. Todo esto deriva
de entender el terreno, y después estar preparados para adaptarnos y aplicarlo de manera
práctica -incluso cuando no haya un estudio específico que hable de ello. Hemos hecho mu-
chas investigaciones prácticas que siempre acaban siendo publicadas en revistas científicas.

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Ed Diener
Ed Diener, más conocido como el “Doctor de la Felicidad”, es profesor distinguido Joseph
R. Smiley de Psicología de la Universidad de Illinois y es científico senior de la organización
Gallup. Tiene más de 300 publicaciones, unas 200 tratan sobre la psicología del bienestar, y
es uno de los psicólogos más citados, con más de 30000 referencias.

En términos generales, y según su opinión ¿cuáles son algunas de las características defini-
torias de la psicología positiva?
Una de las características que definen a la psicología positiva es el deseo de estudiar los
aspectos positivos del comportamiento y funcionamiento humanos; aquellos aspectos de la
vida que nos hacen felices, más pacíficos y más deseables, en general. Aunque hay algunas
diferencias culturales en lo que se considera como un comportamiento deseable o bueno,
hay ciento consenso también. En cualquier parte del mundo, la gente quiere ser feliz, estar
con otras personas, tener sus necesidades cubiertas, desarrollarse y crecer, y tener respeto.
La gente quiere amar y ser amada. Ese es el universo que estudiamos como psicólogos po-
sitivos. Por supuesto hay gente que ha hecho estudios de ese tipo antes de la aparición de
la psicología positiva como tal, pero el nivel de interés mostrado fue mucho menor que el
interés puesto en el comportamiento negativo, en los problemas. La segunda característica
definitoria de la psicología positiva es que estamos tratando de construir una base científica.
Mucha gente habla sobre el comportamiento positivo, e intenta incrementarlo, desde los
políticos hasta los líderes religiosos de las asociaciones juveniles. Eso por norma general es
positivo. Pero queremos algo nuevo, el estudio del comportamiento positivo usando el mé-
todo científico. A medida que la ciencia crece, nos situaremos en posición de probar nues-
tras intervenciones científicas.

¿Puede contarme algo acerca de su trabajo en la psicología positiva, particularmente sobre


el bienestar subjetivo y la felicidad?
Empecé estudiando el bienestar subjetivo, la “felicidad”, en 1981. Durante los 10 primeros
años sólo había unos pocos pioneros trabajando en silencio en esta área, y recibimos poca
atención. Formábamos parte de un área de investigación atrasada. En los años 90 empeza-
mos a recibir más atención, y más investigadores entraron en este campo. A finales de los
90 la psicología positiva fue fundada gracias a Martin Seligman y otros colaboradores, y se
investigó más en nuestro terreno. En otras palabras, la psicología positiva, tanto a nivel in-
vestigador, como en la práctica, apareció antes de que surgiera como tal, pero el movimiento
le dio a esta investigación un gran impulso. De repente, la atención y el interés se dirigieron
a estos temas de investigación positivos. Inicialmente, usamos el muestreo de experiencias
como técnica a principios de los 80 para estudiar el estado de ánimo de la gente a lo largo
del tiempo y las situaciones. En esa época había mucho interés en los factores demográficos
como el nivel de ingresos y el sexo, pero prestábamos una cautelosa atención a la persona-
lidad y cómo afectaba a la felicidad de la gente. Examinábamos un amplio rango de rasgos
de personalidad como la extraversión y la autoestima, pero también mirábamos las metas
y aspiraciones de la gente, y las comparaciones sociales. En los 90 empezamos a mirar de
manera más sistemática la cultura para ver si había sociedades más felices, y cuándo los mis-
mos factores predecían el bienestar en culturas diferentes. No solamente encontramos so-

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ciedades que tendían a ser más felices de lo que uno podía esperar, como los países latinoa-
mericanos, si no que también encontramos que ciertas variables predecían de manera más
contundente la felicidad en algunas culturas frente a otras. Por ejemplo, mi hija Marissa y yo
encontramos que la autoestima es un fuerte predictor de la satisfacción en las naciones in-
dividualistas, frente a las colectivistas. Hemos prolongado estas líneas de investigación hasta
la actualidad, pero también hemos empezado a mirar más cautelosamente los resultados
sobre bienestar subjetivo, ¿Es la gente feliz más saludable, productiva y tiene mejores rela-
ciones sociales? Lo que encontramos me sorprendió. No solamente la felicidad es un estado
placentero, sino que en la mayoría de sus formas, es algo particularmente útil. Por ejemplo,
la gente feliz es más saludable y vive más tiempo. Tiene mejores relaciones sociales y su
matrimonio es más duradero. Participa con mayor frecuencia como voluntarios, son mejores
ciudadanos en el trabajo. Algunas de nuestras investigaciones encuentran que hasta incluso
ganan más dinero. Cuando comenzamos no era algo debido al efecto Pollyanna, yo mostraba
mi escepticismo hacia algunas de las afirmaciones hechas sobre los beneficios de la felicidad.
Por supuesto, algunas de ellas han sido exageradas, pero en general, me he convencido de
que un estado de felicidad general es algo bueno en términos de una vida exitosa.

¿Hay algún estudio o alguna conclusión nueva sobre la felicidad que le gustaría destacar?
Estamos averiguando cada vez más y más cosas sobre la felicidad en el mundo. Hace dos
décadas se sabía muy poco. Ahora sabemos mucho sobre las culturas que son felices y las
que no lo son, y algunas de las causas. Por ejemplo, sabemos que no tener cubiertas las
necesidades básicas está relacionado con una baja satisfacción vital, y que la corrupción y
otras interacciones sociales que generan desagrado se relacionan con bajos niveles de sen-
timientos positivos. También sabemos que un nivel de ingresos alto está asociado con alta
satisfacción vital en muchos países, otros factores son la salud y la paz también conllevan
una alta satisfacción vital. Un aspecto interesante es que algunos de los predictores de la feli-
cidad son universales, como tener las necesidades básicas cubiertas, y tener gente con la que
puedes contar. Pero hay otros predictores de la felicidad que parecen ser más importantes
en unas culturas que en otras. La autoestima es un predictor más importante en las culturas
individualistas que en las colectivistas, por ejemplo. Otra área de investigación de la que
estoy orgulloso es el desarrollo de nuevas escalas para poder utilizarlas desde la psicología
positiva, y la investigación que muestra la validez de estas escalas. Primero desarrollamos
escalas que evaluaban la satisfacción vital, y demostramos que esta escala tenía un alto ni-
vel de fiabilidad y validez. También desarrollamos una medida para evaluar sentimientos y
emociones. Se diseñó una escala muy breve para evaluar el florecimiento humano mediante
el registro rápido de los sentimientos de que la vida tiene sentido, de que la gente tiene el
apoyo de la familia y de los amigos, y así sucesivamente. La escala es muy corta, así que se
puede añadir en estudio sin que lleve mucho tiempo su aplicación. Todas las escalas están
disponibles en mi página web.

¿Cuál es el acontecimiento relacionado con la psicología positiva del que se siente más
orgulloso?
Recientemente he recibido el Premio Científico Distinguido de la Asociación Americana de
Psicología, lo cual fue muy reconfortante. Pero de los momentos de los cuales estoy más or-
gulloso no son solo las entregas de premios, sino de ver lo que mi familia y mis estudiantes
han conseguido. Mi mujer y tres de mis hijos son psicólogos, y eso es algo muy importante
para un padre. Nunca hemos intentado convencer a nuestros hijos para que fueran psicó-

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logos, y nunca se lo mencionamos. Pero cuando ellos veían lo mucho que nos gustaba esto,
eso les llevó a ser psicólogos. En términos de la formación de estudiantes, muchos de ellos
se están volviendo estrellas. Están haciendo importantes investigaciones y consiguiendo mu-
chas cosas. Después de las investigaciones, algunos de ellos son editores de revistas científi-
cas y directores de departamentos. Eso me llena de gozo.

¿De qué disciplina piensa usted que la psicología positiva puede aprender más para seguir
adelante?
Podemos aprender de cualquier disciplina, desde la neurociencia, hasta la antropología y
la sociología. Pero la disciplina de la que estoy aprendiendo un montón es de la economía,
y esto me sorprende. Los economistas han estado sobreestimando la importancia del di-
nero en la felicidad. Sin embargo, necesitamos el dinero en el mundo moderno para tener
nuestras necesidades cubiertas y desarrollar y hacer cosas interesantes. Así que, el dinero
puede ser beneficioso para la felicidad. Pero lo que he aprendido de los economistas es el
tener una aproximación objetiva a los problemas y a los datos. A menudo en la psicología
positiva pensamos que ya sabemos la respuesta a las preguntas, o que tenemos la respuesta
de las instituciones. Lo que me da miedo es que la psicología positiva sea una provincia de
personas con buena intención y con fuertes opiniones, pero sin base científica. Me he dado
cuenta de que los economistas realmente miran con objetividad los datos, y que a menudo
son bastante objetivos sobre eso. Admiro ese aspecto de los economistas.

La psicología positiva se ha aplicado a la salud, la educación, el ejército, la terapia, y más


recientemente a nivel gubernamental con especial atención a la evaluación. ¿Qué es lo
siguiente? ¿Hay algún área en la que la psicología positiva esté empezando a moverse y a
ganar terreno?
Una aplicación realmente importante es la encuesta nacional del bienestar. Martin Seligman
y yo hemos reavivado el interés en esto con nuestro artículo de 2005, “Más allá del dinero”
(Beyond Money) (publicado en Psychological Science in the Public Interest). Argumentába-
mos que los gobiernos necesitan medir varias formas de bienestar psicológico como com-
plemento de las mediciones económicas que todos los gobiernos tienen. La gente presta
atención a lo que se evalúa, y justo ahora que la economía de los países reciben esa estrecha
vigilancia. De hecho, creo que la economía recibe el 90% de la atención de los políticos y de
las noticias. Las encuestas nacionales sobre bienestar deben ser capaces de aportar un pun-
to de vista más amplio sobre la calidad de vida y cómo están los ciudadanos.
Vemos progresos en todo el mundo. El primer ministro del Reino Unido anunció que el bien-
estar sería un asunto del gobierno, y estableció una serie de sencillas medidas que serían
administradas en su país. Otros países están haciendo lo mismo, y la Organización Europea
para la Cooperación y el Desarrollo (OECD) está elaborando un grupo de medidas prototípi-
cas. Creo que este es el mayor avance de la psicología positiva aplicada. Medir el bienestar
puede no parecer algo tan apasionante como salir fuera e intervenir para hacer que la gente
sea más feliz o más virtuosa. Sin embargo, las encuestas nacionales prometen tener un efec-
to amplio. Como instrumentos capaces de captar el interés de una población entera, pueden
aportar los niveles de distintos tipos de cambio en la sociedad que van más allá del trabajo
individual de los psicólogos positivos. Tengo los dedos cruzados.

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¿Cuál es una de las aspiraciones que tiene con respecto a la psicología positiva?
Mi mayor deseo para la psicología positiva es que no sea algo de culto o una asociación.
Demasiado a menudo los psicólogos positivos miran el trabajo de otros psicólogos positivos,
más que mirar más allá y echar un vistazo al trabajo relevante de otros que no pertenecen
al foro de la psicología positiva. Con demasiada frecuencia, la gente observa a un puñado
de líderes preguntando qué es la psicología positiva, y lo que los psicólogos positivos opinan
de cierto tema. En lugar de eso, necesitamos examinar de manera conjunta lo que dicen los
psicólogos positivos y lo que otras personas que han estudiado el tema tienen que decir. Hay
una gran cantidad de material valioso sobre la psicología positiva que proviene de gente que
no forma parte de la psicología positiva. Si no prestamos atención a su trabajo, la psicología
positiva jamás avanzará.

¿Cuál sería el consejo que usted daría a los estudiantes, investigadores y profesionales de
la psicología positiva?
Tengo dos consejos en mente para los aspirantes a ser psicólogos positivos. Primero, a pe-
sar de que el trabajo en esta área es divertido, conlleva mucho trabajo duro y persistencia.
Algunas personas entran en la psicología positiva pensando que van a encontrar respuestas
mágicas y rápidas. En vez de eso, en un campo de desarrollo como éste, estamos buscando
respuestas, y esto requiere un trabajo profundo y duro. Mi segundo consejo es que constru-
yan su propio trabajo basándose en la ciencia. Que escuchen lo que los psicólogos positivos
dicen, pero que siempre mantengan un punto de vista crítico y escéptico. Que aprendan a
pensar por sí mismos. Veo mucha gente joven que quiere encontrar lo que los líderes de la
psicología positiva piensan, de esa manera encontrarán la verdad. No estamos en este punto
todavía. Necesitan escuchar a los expertos, pero también mirar a los resultados y pensar por
sí mismos.

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Michael Steger
Michael Steger es profesor asistente de los programas de Psicología Social Aplicada y de
Consejo Psicológico de la Universidad Estatal de Colorado y está involucrado en el campo de
la psicología positiva desde hace 10 años. La investigación de Mike se centra en los funda-
mentos y los beneficios de una vida significativa, y también es muy conocido por desarrollar
el ampliamente utilizado Cuestionario de Sentido Vital.

¿Qué le llevó a interesarse por la psicología positiva?


Mi interés comenzó con el tema del “significado”. Me pareció una cosa bastante idealista. Me
consideraba un poco contra-cultural, tenía poca esperanza de ser capaz de encontrar alguna
herramienta que me pudiera ayudar a motivar a la gente a encontrar una forma diferente
de vivir, un poco más acorde a valores colectivistas. Así que, me topé con el “significado”.
Apenas había comenzado a leer sobre el significado cuando me encontré con un amigo que
me dijo “Hey, aquí hay una buena conferencia para ti, deberías ir a verla”, fue a la Segunda
Conferencia sobre Psicología Positiva la primera a la que asistí.

¿Cuánto tiempo lleva interesado en la psicología positiva?


Tan pronto como la descubrí, esto es, allá por el año 2002. Así que llevo diez años interesado
en la psicología positiva.

Teniendo en cuenta su carrera en la psicología positiva ¿cuáles son para usted algunos de
los sucesos clave?
Los sucesos más importantes para mí fueron las tempranas influencias de distintas personas.
Una fue mi asesora, en la Universidad de Minnesota, donde lo tradicional es la evaluación.
Ella me invitó a evaluar la medida del significado y lo hice, utilizando todas las herramientas
disponibles para desmigarlo al máximo, y, no fue bien. No me gustaron ninguna de las me-
didas y señalé algunos fallos que otras personas también identificaron. Así que, ella me dijo
“Aquí en Minnesota, lo arreglamos, así que, este será tu próximo proyecto”. Así que diseñé la
Escala de Significado Vital. El siguiente logro fue que Martin Seligman la subiera a su página
web de Auténtica Felicidad. Para mi, como estudiante licenciado en aquel momento, me hizo
sentir como si en verdad estuviera haciendo ciencia en esa área y me hizo sentir importante
de alguna manera.

En términos generales, ¿cuáles diría usted que son las características distintivas de la psi-
cología positiva?
Para mí, la característica más distintiva es que está dirigida por la ciencia. Capta una serie de
aspiraciones atractivas que tienen las personas y de experiencias que la gente desea, y que
son importantes y útiles. Pero lo que realmente nos diferencia de otras personas que buscan
lo mismo tiene que ser la ciencia.

¿Cuál es una de las grandes cuestiones que la psicología positiva busca contestar?
¿Cómo podemos conseguir que la gente experimente lo mejor que se puede experimentar?
Y la pregunta que estamos olvidando es ¿qué significa esto?, ¿Qué es lo mejor que puede
experimentar la gente? Y eso no es, de hecho, una pregunta empírica. Así que, tienen lugar
un montón de batallas de valores y perspectiva; y ese sub-contexto es interesante para mí:

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que todos estamos yendo en la misma dirección, pero nosotros lo vemos, muchas veces, de
maneras drásticamente diferentes.

¿Cuáles diría usted que son los mayores logros de la psicología positiva hasta la fecha?
Ha sido realmente increíble. Ha creado un espacio interdisciplinar que, originariamente, era
únicamente interdisciplinario dentro de la psicología, con unos pocos economistas y un filó-
sofo. Ha crecido y ha captado tanto la atención investigadora como de la práctica aplicada a
lo largo de varias disciplinas, y ahora es ampliamente aceptada la noción de que podemos
aprender cómo ser mejores. Eso ha sido un hecho remarcable. No creo que nadie lo viera
venir justo después de los atentados del 11 de septiembre en este país (Estados Unidos).

Si estuviera a cargo de la psicología positiva ahora mismo ¿Qué es lo que le gustaría cambiar?
Parece que un montón de gente de la psicología positiva está fuertemente vinculada al flujo
de dinero, y eso está bien, no tengo problema con eso. Sin embargo, en los inicios de la psi-
cología positiva, se hizo un gran esfuerzo centrado en conseguir que los estudiantes pudie-
ran acudir a estas conferencias y permitirles conocer mentores que les permitieran arrancar.
Un montón de estudiantes en esas primeras conferencias recibieron una beca de 500 dólares
y no tuvieron que pagar ninguna cuota para asistir. Y entonces, estuvieron al lado de estas
personas que admiran y sobre las que han estado leyendo. Solía haber una aproximación
desde arriba hacia abajo para impulsar realmente nuevas y emocionantes ideas. La psicolo-
gía positiva en algunos aspectos ha llegado al punto en el que la parte superior se mantiene
arriba, la mitad está justo en el medio, etc, y un montón de gente parece estar utilizando
recursos de la psicología positiva en sus propias áreas de interés, en lugar de volver de nuevo
a su terreno para seguir espoleando el crecimiento. No sé si esto es una crítica justa o no,
pero siento que ser un estudiante de psicología positiva ahora es algo mucho más caro y más
aislado de lo que solía ser.

¿Cuál sería una de las aspiraciones que tiene con respecto a la psicología positiva?
Una de mis aspiraciones con respecto a este campo ha sido ya resuelta de diferentes ma-
neras. Cuando empecé y estaba tratando de buscar mi propio camino, realmente esperaba
emocionado que se utilizaran a las personas que tienen influencia para impactar de manera
efectiva en la vida de la gente. Por un lado esto sí ha sucedido, con aquellas personas que
están intentando ir de un siete a un nueve en una escala de diez puntos, en vez de la gente
que está tratando de ir desde un menos dos a un tres, gente que no está sufriendo a niveles
clínicos. Pero con estas personas que están en situación de desventaja social o económica,
fuera de la gente que puede permitirse pagar mucho dinero para ser tratado o recibir sesio-
nes de coaching, creo realmente que hay un montón de cosas interesantes que sucederán
en el futuro.

¿Hay algo que destaque particularmente en este campo?


Basándome en algunas experiencias recientes en Sudáfrica, hay un montón de modelos cul-
turales indígenas de gente que es increíblemente desfavorecida en comparación con los paí-
ses saludables del mundo; en los que hay algún tipo de homeostasis positiva e inspiradora
que se alcanza en medio de toda privación, brutalidad y falta de oportunidades. Lo que sería
realmente genial para los países occidentales, originarios de la psicología positiva, es añadir
el creciente conocimiento indígena de los psicólogos de todo el mundo que trabajan dentro
de su propio pueblo y lo que realmente funciona en estos lugares. Creo que vamos a tener

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muchas ideas e historias realmente buenas, fuentes de inspiración para alcanzar y ampliar el
impacto de la psicología positiva en todo el mundo. Considerando a la psicología en su totali-
dad, estamos consiguiendo buenos modelos occidentales para el cambio positivo, y después
demostrando que se puede aplicar con facilidad en otros lugares. Por lo tanto, parece que
las cosas que hacemos funcionan, pero ¿nos estaremos perdiendo aspectos que podrían ser
tomados de otras tradiciones? ¿Qué aspectos se crean y se trabajan en otros lugares que
podríamos utilizar nosotros? ¿Qué otro tipo de “mindfulness” hay en otros sitios?

¿Qué otros grupos de profesionales (aparte de los psicólogos) están cada vez más intere-
sados en la psicología positiva o en su trabajo sobre el significado?
Los que están interesados en el trabajo que hago sobre el significado son los coachs y los
psicólogos, particularmente aquellos cuyo trabajo está relacionado con el desarrollo profe-
sional de la carrera de la mujer. Casi todas las entrevistas que hago son de revistas de muje-
res y están relacionadas con la carrera de la mujer, con la gestión de su carrera profesional, y
también con las fuentes de trabajo emergentes y con aquellos que quieren ascender en sus
carreras. Creo que el mundo del trabajo ha sido el mayor consumidor externo de psicología
positiva. Parece que hay docenas de personas que están haciendo consultoría industrial y
prestando atención a que la felicidad en el trabajo conlleva que el trabajador sea más pro-
ductivo y feliz. La educación sería un lugar realmente interesante, están interesados, pero
necesitan más apoyo. Aquellos interesados en aspectos más generales del significado vital
a menudo aparecen en terrenos médicos, particularmente en la oncología y en cuidados
paliativos.

Dentro del campo de la psicología positiva ¿A quién admira?


Es una buena pregunta. Me gusta mucho Laura King, su trabajo utiliza una cantidad de mé-
todos y puntos de vista diferentes. Ha hecho un trabajo realmente inspirador sobre el signifi-
cado de la vida con un estudiante llamado Josh Hicks, pero también pienso en ella como per-
sona, es súper accesible y una generadora de ideas. Pienso en Bob Emmons, como persona
y como académico, realmente ha sabido transmitir lo que hace. Y lo mismo podría decir de
Ed Diener. La lista cuyo trabajo admiro es muy larga, yendo al trabajo de colegas como [Vik-
tor] Frankl, y aquellos que han hecho un trabajo sólido, fundamental como Carol Ryff. Estas
personas tienen un punto de vista que incluye el significado. Me gustan porque demuestran
que puedes salirte de tu área de investigación y afrontar cualquier pregunta.

Si pudiera volver a aprender algo sobre psicología positiva de nuevo ¿qué haría de manera
diferente?
Probablemente no hubiera comenzado con las evaluaciones. Una de las cosas que suce-
den cuando está empezando a diseñar un cuestionario es que es algo genial porque te da
un punto de partida y una herramienta para comenzar a hacer lo que quieres hacer; y si la
evaluación en esta área hubiera sido mejor, yo no habría empezado por ahí. Pero también,
en cierto sentido, te ubica en una herramienta, así que mucha de mi investigación inicial fue
sobre “¿cómo puedo validar esta herramienta con este grupo?” y “¿cómo validarla en este
grupo?”. Hice un montón de cosas que salieron bien porque fue divertido, colaborar con
gente que tiene puntos de vista distintos. Lo mejor que podemos hacer en este campo es
colaborar, especialmente haciendo cosas distintas. Si pudiera empezar de nuevo, evitaría la
evaluación y realmente intentaría desafiarme a mi mismo y conocer gente que utilizan me-
todologías de las que nunca haya oído hablar.

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¿Quiénes cree que son algunos de los investigadores emergentes en el área de la psicolo-
gía positiva? ¿Quién sería una persona a la que podría mirar y decir “su investigación es
realmente vanguardista y atractiva”?
Me gusta mucho el trabajo de Matt Vesser. Está examinando el papel del significado en la
teoría de la gestión del terror y está siendo algo realmente genial y es algo que yo nunca he
hecho. Ha publicado en JSPS (Journal of Personality and Social Psychology), y eso que no es
alguien súper conocido ni nada de ese estilo. Lo que es sorprendente es que ha crecido el
acceso de los investigadores internacionales. Me he dado cuenta de que hay investigaciones
asombrosas a lo largo de todo el mundo de las que no hemos oído hablar porque seguimos
leyendo las mismas revistas de siempre. Hay más gente interesante, incluyendo a Lazslo
Brassai que ha hecho un trabajo realmente interesante con adolescentes en Rumanía; hay
gente como Linda Theron haciendo investigaciones increíbles en Sudáfrica con huérfanos
del SIDA y hay otro tipo de publicaciones impresionantes que no se conocen, excepto en la
Internacional Journal of Wellbeing, por supuesto.

¿Qué aspectos piensa usted que la psicología positiva puede aprender de la psicología?
Hay dos cosas que me ponen de mal humor sobre la psicología positiva que también se po-
drían aplicar al campo de la psicología en su conjunto. Están muy relacionadas. La primera es
perder el norte de lo que significa ser una disciplina científica, en la que el trabajo no es sólo
defender una opinión, sino también atacarla. Es algo que sirve para presionar aquello que es
correcto de una forma valiente. Esto no parece que ocurra durante una gran parte del tiem-
po. Creo que hay mucha gente entusiasmada con lo que hacen y les encantan los resultados
iniciales de sus investigaciones y quieren ver vivir a su bebé y que tenga éxito. En la psicolo-
gía positiva, esto se aplica y se convierte en algo apócrifo de inmediato. La gente quiere que
eso salga en los libros o en sus intervenciones y decir que es algo demostrado. Eso es real-
mente peligroso si no estamos ahí para asegurarnos de que se cumplen nuestros supuestos.
El otro aspecto es que olvidar lo que significa ser una disciplina científica conlleva una falta
de consistencia en las definiciones de los constructos y la creación de nuevos constructos.
Todo el mundo está mezclando y encajando términos e insertando sus valores en las defini-
ciones de los constructos, y esto realmente necesita ser escrutado. Confunde a la ciencia. Un
ejemplo es que la gente parece querer definir “propósito” como tener un objetivo altruista.
Eso se ha ofrecido como definición de “propósito”, y es difícil para los colegas aprender que
ese es un tipo de propósito, y puede ser el que más te guste, pero esto no significa que sea el
único tipo. La gente también tiene propósitos más tontos. Solamente necesitamos encontrar
la manera de ser objetivos con las cosas.

¿Qué ámbito de la psicología positiva cree usted que es el más difícil de entender y
aprender?
El área central de la psicología positiva es la más difícil comprender. ¿Qué estamos estudian-
do? ¿Qué es la felicidad? ¿Queremos ser felices? ¿Qué estamos intentando aprender? ¿Cuál
es la última variable dependiente? Creo que es difícil explicárselo a la gente sin ser un poco
imprecisos.

¿Cuál es el primer libro que recomendaría a alguien que comience con la psicología positiva?
Mi primer pensamiento ha sido el libro de Dan Gilbert Tropezar con la felicidad, aunque no
estoy muy de acuerdo con todos sus supuestos. Es genial comenzar con un punto de vista
escéptico. Un libro divertido de leer y que es también retador es el de Curiousity, de Tod

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Kashdan. Y, en términos de cómo podemos intentar ser tan científicos y rigorosos como sea
posible, un libro popular en el que se aportan sugerencias prácticas que la gente es capaz de
utilizar es el de La ciencia de la felicidad, de Sonja [Lyubomirsky], es un libro muy bueno. Ella
es bastante honesta en relación a lo que sabemos y lo que estamos especulando, cosa que
admiro. Así que, aquí van tres buenos libros.

¿Cuál sería el libro más impactante que ha leído en los dos últimos años?
Yo doy clase sobre psicopatología, y estoy escribiendo un libro de texto sobre psicología
anormal en este momento, así que estoy leyendo muchos libros de psicopatología en este
momento. Esto desafía mi perspectiva con respecto a la psicología positiva porque estoy
convencido de que existe realmente una brecha entre estas dos perspectivas. Mi pensamien-
to original es que era parte de un continuo, cosa que creo que es verdad. Pero no hemos
abordado el continuo aún. Así que, si miras los tratamientos de la psicopatología, muchos de
ellos únicamente están a la altura de simplemente deshacerse de las cosas malas. Así que,
esto me ayudó a darme cuenta de qué cosas pueden solventar la brecha entre ayudar a la
gente a eliminar sus problemas, algo que sabemos hacer realmente bien, y proporcionar a
la gente las herramientas para establecer una serie de aspiraciones que le ayuden a conse-
guirlas.

¿Qué puede hacer la gente para conseguir un mayor significado vital?


La forma más sencilla de no tener sentido en la vida es realmente intentar centrarse en tener
más sentido en la vida en sí mismo. El sentido de la vida viene de hacer cosas, no solamente
de pensar. Pienso que el principal aspecto es tener una comprensión de uno mismo y una
apreciación de tus verdaderas fortalezas y limitaciones. No quiero decir que baste solamen-
te con aprender cuáles son tus fortalezas, necesitas una verdadera y honesta evaluación de
quién eres y un sincero encuentro con la vida en ese momento. Debería utilizarse eso para
enseñar a la gente un propósito, un objetivo vital o una misión, quizás más de una, y algunas
veces entre ellas hay rivalidad. Dedícate únicamente a eso en la vida y a aquellas cosas que
son concordantes con tus valores. Y, de vez en cuando, plantearse la pregunta ¿estoy hacien-
do las cosas que son importantes para mí? Asegurarse que de nos pillamos haciendo algo
que es importante para nosotros, apreciar ese don y la habilidad para hacer eso. Es algo un
poco recíproco, el actuar y el darse cuenta de lo que estamos haciendo.

¿Hay algo más que quiera comentar que no le haya preguntado que podría ser útil para
alguien que lea un libro de psicología positiva y que no sepa nada de este ámbito?
Si alguien realmente quiere dirigir su carrera investigadora a la psicología positiva, creo que el
principal aspecto es leer libros antiguos. Un montón de las cosas sobre las que hemos hablado son
antiguas. Este año es el primero en el que he oído a la gente en las conferencias sobre psicología
positiva hablar un montón sobre Maslow, incluso cuando su libro ha sido publicado hace ya bas-
tante tiempo. Hay ideas geniales fuera, hay modelos muy buenos que se están utilizando fuera de
la psicología positiva. Lo más importante para un investigador es leer publicaciones fuera de la psi-
cología positiva, porque en realidad esto es sólo el estudio de las personas. Para los profesionales,
lo más importante es comprender que es necesario ser prudentes, porque lo que estamos vien-
do en estos estudios correlacionales, o incluso en experimentos válidos, pueden no ser algo que
funcione con nuestros clientes. La creatividad de los coachs, los terapeutas, y los clínicos puede
ser impresionante, pero hay una responsabilidad con el uso de la investigación en la práctica que
significa que no puedes garantizar nada con ello: así que, quizás, dándoles un respiro a los inves-
tigadores con respecto a que el saber lo que funciona no siempre es algo que vaya a resultar útil.

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Acacia Parks
Acacia Parks es profesora asistente de la Universidad Hiram, y terminó su tesis doctoral con
Martin Seligman en la Universidad de Pennsylvania. Acacia es experta en intervenciones po-
sitivas y en la aplicación de las nuevas tecnologías a la psicología positiva.

¿Qué le llevó a interesarse por la psicología positiva?


Mi interés fue la unión entre mi interés original y los intereses de mis tutores. He avanzado
desde mi primera charla con Marty Seligman sobre ideas de investigación, cuando todavía
estaba estudiando el postgrado, y las conversaciones con un par de prospectivos asesores
de investigación. Cada vez que vas a empezar un postgrado, existe un compromiso entre lo
que estás interesado y lo que a tu tutor le interesa. Yo llegué con el interés en la prevención
de la depresión utilizando la terapia cognitiva. Pensaba que era un modelo realmente bue-
no, alternativo al tratamiento habitual. Pero a la vez que hablaba con Marty sobre eso, la
psicología positiva estaba empezando a arrancar y él estaba empezando a hablar sobre una
idea de intervenciones positivas. Me sugirió que la terapia cognitiva como herramienta para
la prevención no era donde estaba el futuro realmente, y lo que íbamos a hacer en vez de
ese enfoque de bienestar, utilizar uno basado en incrementar el bienestar. Íbamos a hacer
lo mismo, solo que mejor; y eso realmente fue en consonancia conmigo, sonaba realmente
prometedor porque uno de los problemas que tenía la gente con la terapia cognitivo conduc-
tual era que la gente se enfrentaba a ella, sobre todo si no estaba ya con depresión. ¿Por qué
esto es tan difícil en el caso de la depresión? No fue muy convincente el decirle a la gente qué
es la felicidad. Así que comenzamos a hablar de intervenciones positivas y hemos avanzado
desde ahí. Hemos escrito este manual, y todo lo que se ha hecho figura ahí.

Así que, su área dentro de la psicología positiva ¿la describiría dentro de las intervenciones
positivas?
Sí, totalmente.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando en ello?


Desde que empecé el posgrado, desde el año 2003.

En términos generales, ¿Cuáles son para usted algunas de las características distintivas de
la psicología positiva?
Creo que la psicología positiva se divide en una parte teórica básica y luego las secciones
aplicadas. Hay algunas áreas fundamentales, como la investigación sobre emociones posi-
tiva de [Barbara] Fredrikson, donde “yo pienso en aplicaciones, pero no es el propósito de
la investigación”; la investigación está porque “queremos comprender la función y para que
sirven las emociones”. Áreas como esas son contribuciones básicas a la ciencia. El trabajo de
[Shelly] Gables sobre las relaciones ha sido llevado a la práctica mediante intervenciones,
pero es un trabajo sobre los procesos de las relaciones sociales, no intervenciones. No hi-
cieron la investigación para que se convirtiera en algo aplicado. Áreas como esa, pienso, son
asuntos más teóricos. Por otro lado, hay aspectos más aplicados en los que se plantea, “¿qué
resultado queremos lograr?” y “¿cómo podemos trabajar para averiguar la mejor forma de
hacerlo?”; y es ahí donde tiene cabida la investigación sobre intervenciones positivas. Tam-

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bién, el coaching, el mundo del trabajo y el tratar de cambiar las organizaciones encajan en
este sector aplicado. Veo que la psicología positiva tiene estas dos áreas.
Una gran cantidad de áreas tiene este tipo de división, así que, esto no hace diferente a la
psicología positiva. Lo que hace única a la psicología positiva es el intercambio entre investi-
gadores, tanto básicos como aplicados, y los profesionales. Al contrario que en la psicología
clínica, la cual se rompe por la mitad y además lleva décadas intentando superar la “brecha
entre la ciencia y la práctica”, nuestros profesionales tienen muchas ganas de aplicar lo que
está basado en investigación. Suponen una buena baza para nosotros. Creo que podrían ser
incluso más que una baza si nosotros (los investigadores) invirtiéramos más tiempo hablan-
do y aprendiendo de ellos. Pero sí, cuando miro a los distintos campos de la psicología, no
estoy segura de que encuentre otro lugar en el que los profesionales estén tan ansiosos por
aprender más de la ciencia y de llevarla a la práctica.

Cuando usted piensa en las grandes cuestiones que aborda la psicología positiva, ¿cuáles
son las preguntas que destacaría?
Es una pregunta realmente interesante, porque de alguna manera, veo que no hay diferencia
con respecto a otras áreas de la psicología que intentan modificar la conducta. Por supuesto,
estoy sesgada porque soy una investigadora sobre intervenciones. Pienso sobre la psicología
positiva y luego pienso en la parte aplicada, porque es donde yo trabajo, para mí la pregunta
es “¿cómo consigues que la gente cambie su comportamiento?”, pienso que es aplicable
tanto a la investigación sobre terapias, psicología de la salud, y en una gran variedad de
partes de la psicología. Lo que es nuevo y diferente son los resultados en los que estamos
interesados, y en los comportamientos específicos que queremos cambiar. Pero muchos de
ellos tienen que ver con “¿Cómo consigues que alguien se adhiera al tratamiento?”, “¿Cómo
consigues que la gente cambie de idea?”, y esto pasa a través de la psicología social y otras
áreas también. Pero creo que éstas son preguntas centrales.

¿Cuáles serían algunas de las críticas más válidas en el campo de la psicología positiva
hasta la fecha?
Una cosa que me preocupa está relacionada con la velocidad a la que las cosas se empiezan
a aplicar. Recuerdo la primera vez que hablé sobre las intervenciones positivas en los medios
en el año 2004 y cuando éstas empezaron a ser publicadas. Son cosas que ya se estaban
utilizando en todo el mundo. Por ejemplo, los coachs ya las utilizaban, la gente oía hablar
de ellas en las noticias y las utilizaban, y solo disponíamos de un estudio. Pero es así cómo
parece ir, moviéndose muy rápido, y lo segundo es que, cuando algo que es eficaz en un solo
estudio sale en las noticias, ya se aplica en todo el mundo. Por un lado esto es genial, porque
es un punto de partida, pero por otro, es algo preocupante porque te preguntas “¿Qué pasa
si hay un error en el análisis de datos?”, o si simplemente fue una muestra divertida que
no se puede replicar. Ya ha salido a la luz. Es demasiado tarde. Es algo que me preocupa un
poco, aún más si se trata de campos como la psicología clínica, donde pienso que hay que
ser cautelosos o avanzar despacio para llevar las cosas a cabo. Las cosas se publican, incluso
más rápido de lo que puedes manejar. La gente que habla de esto tiene un punto de vista
válido, especialmente cuando tienden a investigar resultados de investigaciones que se han
perdido en el camino. Una crítica que la psicología positiva recibe por parte de personas
como [Barbara] Ehrenreich y James Coyne es que la psicología positiva le dice a la gente con
cáncer que deberían únicamente animarse y deberían ser optimistas y así se pondrán mejor.
No conozco a nadie que realmente diga eso, pero lo que pasa es que esto trasciende a los

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medios de comunicación y se malinterpreta y mal traduce. Entonces, de repente, se convier-
te en algo que la psicología positiva está diciendo a un gran número de personas. Pienso que
de alguna manera no estamos siendo tan cautelosos como deberíamos ser con respecto a
la información que damos, o sobre la integridad de la información para que sea exacta. Lo
que ocurre es que gente como Barbara Ehrenreich escuchan algo que no es lo que estamos
diciendo, pero en el momento en el que ese mensaje le llega, ya sí que lo tiene. Creo que
hay algunos mensajes de la psicología positiva que llegan al público en general que no eran
intención nuestra; y este tipo de mensajes, a pesar de no ser intencionados, pueden ser per-
judiciales. Creo que esa crítica es válida.

¿Cuál es su opinión sobre la relación entre una intervención positiva y la evaluación de la


eficacia de estas intervenciones a lo largo del tiempo? Quiero decir, que hay un montón de
gente haciendo intervenciones, pero no todo el mundo está evaluando si están funcionan
o no. ¿Cuál es su opinión sobre esto?
De alguna manera, siempre me sorprendo cuando los profesionales no están evaluando algo
cuando está funcionando, incluso dentro de su práctica profesional. Por ejemplo, cuando
yo hice formación clínica cuando era estudiante de postgrado (no soy clínica, pero comencé
siéndolo), cada vez que veía un cliente, hacía una evaluación. La siguiente vez que le veía,
evaluaba más aspectos, así que, de manera constante estábamos evaluando para estar segu-
ros de que en realidad estábamos haciendo algo. Sé que esa práctica es la que llevan a cabo
muchos profesionales, pero también sé que hay gente que no lo hace. Es algo eficaz, pero en
menor grado, pero también igualmente importante. Si estás haciendo algo que está proto-
colizado y estás intentando llevarlo a la práctica, tienes que estar seguro de que está funcio-
nando en tu caso. Debes evaluar, y no asumir que eso es así porque la investigación dice que
va a funcionar. Pero, a la vez, no puedes asumir que la investigación no sirve y no utilizarla,
que es algo que los profesionales hacen a veces, pensando que no es algo relevante para
ellos porque no se ha probado en su población. Los investigadores y los profesionales con-
juntamente tienen la responsabilidad en términos de dar la información a los profesionales
de forma digerible. También hay profesionales a los que la eficacia les concierne y entienden
que hay literatura que muestra que la intuición y el juicio clínico no son perfectos, que hay
errores, de modo que si piensas que algo funciona porque yo digo que funciona, hay algo
que no encaja.

¿Cuál sería una de las aspiraciones que tiene con respecto a la psicología positiva? Dentro
de cinco años ¿Cómo le gustaría que fuera?
Me gustaría ver la manera de llegar al público general y explicar la diferencia entre algo que
está empíricamente demostrado y algo que no lo está. Porque ahora mismo la gente está con-
tenta tanto leyendo El secreto como La ciencia de la felicidad. Son distintos cada uno de ellos,
pero para el público en general los agrupan dentro de la misma categoría: libros sobre felicidad.
Parte de la responsabilidad está en cada uno de nosotros, no hacer investigación y después es-
cribir un libro y decir que funciona, en realidad hay que probar que lo que dice el libro funciona.
Probar aquellas cosas que estamos publicando en contra de la charlatanería y el espectáculo y
demostrar que son mejores, de modo que finalmente la gente tenga la idea de general de que
sí, hay un montón de opciones. Por ejemplo, ahí tienes a Tony Robbins, y su manera de decir
cómo conseguir ser más feliz, y ahí tienes El secreto, que dice que si piensas como ser feliz de
repente el mundo te traerá felicidad: y esas ideas no son lo que nosotros estamos haciendo.

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Necesitamos alguna forma de llegar al público en general para que sepan discernir, para que
pueda diferenciar algo que está demostrado de algo que alguien ha hecho en un día. Eso sería
soberbio.

¿Cuál piensa que será el siguiente tema importante para la psicología positiva durante los
próximos años?
¡Me encantaría ser yo el próximo tema candente! Una de las conferencias a la que acabo asis-
tir era sobre medidas fisiológicas como alternativa a los auto-informes. Me gustó de veras el
énfasis en medidas distintas al auto-informe, algo que se ha utilizado en psicología durante
mucho tiempo. Pero el problema es que nadie tiene un sustituto viable para esto y es muy
complicado hacer otra cosa distinta al auto-informe. Lo que me gustaría ver son métodos
que no sean complicados, y que sean alternativas al auto-informe. Por ejemplo, las pulseras
que miden el nivel de estrés para que no haya que preguntar a la persona cuan estresada se
siente durante la última semana, porque ya tienes datos que muestran lo estresada que ha
estado; y no se hace con los niveles de cortisol, porque medir los niveles de cortisol es caro.
Hay otras medidas fisiológicas que somos incapaces de utilizar porque son prohibitivas en
cuanto al precio. Una alternativa podría ser algo que pudieras comprar por adelantado, y
colocarlo a los participantes, y que no tenga gastos excesivos. Me encantaría dar pasos hacia
delante con respecto a estos métodos para evaluar la felicidad de tal manera que no lleve de
cabeza a los economistas porque todavía no haya resultados, o que no agobie a los médicos,
pero que sea algo que dé la sensación de ser más real que un auto-informe sobre la felicidad.
Pienso que no sólo fortalecerá este campo, sino que también se ocupará de las críticas de la
gente que se siente molesta ante la idea de los auto-informes sobre la felicidad, también nos
ayudará a aprender más sobre lo que realmente estamos haciendo por la gente, lo que real-
mente quiere decir un cambio en el auto-informe sobre la felicidad. ¿Quiere decir todo esto
que estamos cambiando su felicidad minuto a minuto o sólo sus evaluaciones retrospectivas
sobre sus vidas? Podemos aprender mucho más de una recogida de datos momento por
momento que de una medida de auto-informe, que sabemos por parte de algunos investi-
gadores que es algo totalmente erróneo. Quiero ver que se dan pasos hacia unos datos más
sofisticados. Somos más que un auto-informe, pero no hemos encontrado la manera de ser
mejores que un auto-informe.

¿A quién admira dentro del campo de la psicología positiva?


He recibido un montón de buenos consejos de Shane Lopez, quien ha editado numerosos li-
bros, y mientras intentaba avanzar en el conocimiento de mi misma, él siempre me ha acon-
sejado con sabiduría. Shane ha sido un apoyo, incluso cuando apenas me conocía, cuando
era una estudiante de postgrado. Sigue siendo alguien accesible, un apoyo y una fuente de
conocimiento. Sonja Lyubomirsky es otra líder en el campo que ha sido un apoyo desde el
principio de mi carrera. Ha sido una gran mentora a lo largo de los años. Hizo que comenzara
como revisora de la revista Journal of Positive Psychology y me impulsó a ser Editora Asocia-
da. Más recientemente, Sonja ha sido una gran colaboradora también, y ha sacado tiempo
para contribuir en dos de mis libros publicados. Se requiere una pasta especial para pasar
tanto tiempo e invertir tanta energía en alguien que no es alumno suyo. Estoy muy agradeci-
da con ella. La otra persona que realmente admiro es Ed Diener, quien es la personificación
de la psicología positiva. Él es feliz, enérgico, curioso, comprometido, agradable y un apoyo.
Ed Diener para mi es un parangón, es una persona verdaderamente feliz y cuando hablas con
él realmente vives una experiencia realmente inspiradora.

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¿Quiénes serían otros jóvenes investigadores que están haciendo grandes proyectos?
Creo que a estas alturas todo el mundo conoce a Todd Kashdan. Incluso aunque no sea de
la vieja escuela, es un “mocoso” que está haciendo ruido y causando “buenos problemas”.
Lo que adoro de Todd es que tiene una voluntad de hierro; es valiente y oposicionista, justo
lo que esta área necesita. Hay un status quo en cualquier campo, todo el mundo hace las
cosas a su manera, y ahí está Todd, que llega y dice “no, no, no lo hagas de esa manera, hazlo
de esta o de otra forma”. Hace que la gente piense de manera determinada, y es algo que
realmente respeto. Estoy siempre intentando que Todd se involucre en todo lo que hago. Por
ejemplo, en un simposio siempre pienso, dejemos a Todd aquí y veamos lo que tiene que
decir porque creo que es realmente genial, pero estoy segura de que hay algo en lo que aún
no he pensado y Todd siempre piensa en algo en lo que yo no he caído. También soy una gran
admiradora de Michelle Louis. Ella ha publicado recientemente un artículo en el que sugiere
que hablar sobre las fortalezas como algo unido a rasgos de personalidad puede hacer que
la gente tenga menos ganas de trabajar con ellas, porque piensan que son estables. Es algo
muy chulo. Necesitamos que haya más gente que añada más matices a la investigación en
intervenciones positivas. No solamente responder “¿esto funciona?” sino contestar “¿cuán-
do y con quién funciona?” y “¿cuándo puede ser contraproducente?”

¿Cuáles son sus planes con respecto al futuro?


Acabo de empezar con un nuevo proyecto, así que me estoy poniendo a trabajar en mi labo-
ratorio y poniendo en marcha lo que voy a trabajar en los próximos años. Estoy muy intere-
sada en la evaluación fisiológica, así que espero conseguir algo de dinero para esto y también
espero estar haciendo algo de investigación en evaluación ambulatoria, es el nuevo nombre
para el “muestreo de experiencias”. Creo que esa es la dirección que vamos a seguir. Espero
establecerme ahí y también tengo esos proyectos de formación que están funcionando, por
ejemplo, he editado un libro con actividades de psicología positiva que estará terminado a fi-
nales de este verano. Espero seguir así mucho tiempo. Por ejemplo, me han invitado a editar
un número especial para la revista Journal of Positive Psychology sobre la “psicología posi-
tiva y la educación superior”, algo que me apasiona. He dado clase sobre psicología positiva
desde que empecé la escuela de postgrado. De esto hace ya ocho años. He dado un montón
de clases sobre psicología positiva y mi tema favorito y que realmente me gusta es enseñar a
otra gente a enseñar y hacer de mentor de otra gente de esta área. Así que, espero continuar
con ello junto con la investigación.

¿Qué libro recomendaría primero para alguien nuevo en la psicología positiva?


Aunque ya es algo antiguo, realmente recomiendo el Handbook of Positive Psychology. Fue
publicado en el año 2003 creo, y tiene una nueva edición actualizada, pero ningún libro
aporta, para un investigador, mejor base en una amplia gama de temas, y es una gran orien-
tación para lo que se está haciendo en investigación puntera. Para gente interesada en las
intervenciones positivas en particular, estoy trabajando en el manual Handbook of positive
interventions, que debería publicarse a finales de 2012. Estoy muy emocionada con todo
ello. Ha participado mucha gente en él.

¿Qué le recomienda a alguien que no sea investigador?


Para público en general, el mejor que puedo recomendar es La Ciencia de la Felicidad. Hay
otros libros muy buenos, por ejemplo Curious, pero es muy específico. Y La Auténtica Feli-
cidad es un gran libro, pero es muy teórico. La Ciencia de la Felicidad es la mezcla perfecta

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entre un resumen de investigaciones que es claro y digerible, y técnicas actuales y cosas que
la gente puede poner a prueba. Leerlo es algo muy útil porque muestra las cosas que los
investigadores hacen, esto es lo que queremos decir con “aumentar la felicidad”. Está muy
bien. Siempre hago que mis estudiantes de psicología positiva lean La Ciencia de la Felicidad
porque es una buena introducción a este campo.

Usted es experta en intervenciones psicológicas positivas. Si alguien le dice que quiere ser
más feliz, ¿qué le aconsejaría?
Depende del contexto. He consultado esto con Chris Kahler en Brown y él está adaptando
la psicoterapia positiva para dejar de fumar. Una de las cosas que han hecho es comenzar la
intervención dos semanas antes de dejar de fumar. Uno de los aspectos que están intentan-
do hacer en esta intervención es que se concentren en un montón de emociones positivas,
porque las emociones positivas predicen buenos resultados. Así que, están intentando que
la gente experimente tantas emociones positivas como sea posible para que puedan tener
este factor de protección para cuando dejen de fumar, creemos que eso predice el éxito con
la terapia. Hay un par de ejercicios en esta situación que parecen realmente lógicos para
empezar, por ejemplo, la visita de gratitud ha demostrado tener un efecto muy potente pero
temporal, así que si lo que estás buscando es que una persona empiece a moverse, será una
buena elección. Pero como técnica a largo plazo no es la mejor elección porque no se puede
reutilizar más veces y sus efectos se pierden muy rápidamente. Lo recomiendo, y también
el ejercicio de las “tres buenas cosas”, que tiene un impacto moderado, pero más sostenido
en el tiempo. Ellos comenzaron con ese ejercicio. Lleva su tiempo comenzar con ello, pero,
cuando lo haces, es una fuente constante de emociones positivas. Combinarla con la visita
de gratitud hace que tengas un aumento debido a ésta última y, cuando pasa el tiempo, “las
tres cosas positivas” toman las riendas y es más útil a largo plazo. Tienen diferentes activi-
dades sobre las fortalezas: una es más costosa pero se mantiene su eficacia con el paso del
tiempo, pero lleva tiempo, y la haces junto con otra actividad que mantenga a la persona
interesada y motivada. Creo que son dos ejemplos de actividades que son útiles para la ma-
yoría de la gente. Las otras actividades implican más matices y hay que considerar cuál es
la mejor para cada persona. Pero, como intervención prototípica, son dos actividades que
encajan para comenzar.

¿Hay algo que quiera comentar en general o algo que sea útil para alguien que no sepa
mucho sobre psicología positiva y que está leyendo un libro sobre psicología positiva para
saber algo más?
Hay un montón de ideas falsas acerca de la psicología positiva. Como alguien que no sólo ha
impartido cursos de psicología positiva, sino que también hecho seminarios sobre el tema
de la felicidad, tengo experiencia con respecto a lo que la gente piensa sobre la felicidad, y
algunas de ellas me resultan muy inquietantes. Una de estas falsas ideas es sobre el optimis-
mo. La gente piensa que es genial ser positivo todo el rato, y que eso es el optimismo; pero
hay muchos más matices sobre el optimismo como concepto, más que únicamente pensar
que todo siempre va a ir bien. Lo que intento explicar a la gente es que el optimismo es
mucho más que pensar en la posibilidad de que las cosas pueden funcionar. Así que, si eres
pesimista piensas que las cosas no van a salir bien, y luego, incluso ni intentas hacer algo, así
que, por supuesto, las cosas no funcionan porque ni lo intentas. Pero el optimismo es sim-
plemente mantener la idea de que saldrá bien y que lo intentarás, y, si funciona, maximizas
la posibilidad de que funcione. Ese es el motivo por el que los optimistas tienen más éxito.

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No es magia, es esfuerzo, y tu nivel de esfuerzo depende de lo que esperas. Quizás los op-
timistas se equivoquen algunas veces porque piensen que algo es posible cuando no lo es;
pero la gente se preocupa acerca de algún peligro posible del tipo, “Oh, ¿y qué pasa si vives
en la ignorancia, ya sabes, estas personas que piensan que todo va a salir bien, y después son
perezosos y no hacen nada?” Eso no es lo que realmente sucede con los optimistas. La gente
que no hace nada también son pesimistas que piensan que las cosas no saldrán bien a la pri-
mera. El optimismo es un buen ejemplo de algo que se pierde en el camino. Todo el mundo
en la psicología positiva entiende lo que es y fuera de la psicología positiva se ha convertido
en el mantra “pensar en positivo”, que no es para nada algo que defina al optimismo.
Otra cosa que la gente está malinterpretando realmente, yendo de nuevo al ejemplo de la
psicología positiva y el cáncer, es que hay investigaciones que sugieren que este panorama
afecta a tu salud, eso no quiere decir que hay que decirle a la gente que son los responsables
de lo que les sucede. Hay una diferencia entre decir que hay algo que es predictivo y decir lo
que la gente debería hacer. Marty Seligman y otras personas están constantemente dicien-
do que no están prescribiendo nada, pero la gente quiere prescripciones para llevárselas.
Esto de alguna manera implica que tenemos que ser cautos sobre lo que estamos diciendo
porque puede convertirse en una receta para todo. Creo que la solución para esto no es
negarse a dar recetas, pero sí controlar la dirección hacia la que van. Por ejemplo, si vas a
decir que la gente que tiene un punto de vista optimista sobrevive más tiempo al cáncer, no
deberías decir, “pero esto no es una panacea, sólo es algo descriptivo”. Alguien más podría
decir esto, y después podría estar equivocado. Si vas a lanzar esa idea, entonces, de algún
modo, es tu responsabilidad aprovechar lo que dice el mensaje de alguna manera que no
sea perjudicial. Por ejemplo, en esta situación, el mensaje que debería de llegar sería, “si la
persona lo está afrontando bien, no le digas que está equivocado”. Bonnano tiene toda una
investigación sobre cómo las personas reciben un refuerzo negativo cuando alguien muere
y lo están llevando bien, por ejemplo, alguna persona cuya esposa ha fallecido y se sienten
aliviados porque ya ha dejado de sufrir, o porque ya era mayor, o porque tenía una enferme-
dad, y, cuando lo están haciendo bien porque lo están afrontando bien, la gente le dice “te
estás equivocando, debes de estar pasándolo mal por dentro y no lo estás expresando”, y la
gente recibe reproches por esta actitud. En el caso del cáncer, es igual, no puedes decir que
no lo están llevando bien, cuando sí que lo están haciendo. Es posible hacer bien las cosas y
también es algo aceptable. No hay evidencia para la idea de que necesitas sentir dolor, o que
te tienes que sentir mal. No hay evidencia de que lo vas a pasar mal si no expresas cómo te
sientes por dentro. Así que, si puedes dar este mensaje a la gente de manera razonable, es
algo que será perjudicial. Mi recomendación es que la gente tome el control para que pue-
dan hacer las cosas por sí mismos.

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Ryan Niemiec
Ryan Niemiec es el director educativo del Instituto VIA (VIA Institute of Character), es licen-
ciado en psicología, coach/consultor, y co-autor de tres libros incluyendo Positive Psychology
at the Movies. Ryan siente gran pasión por la enseñanza, la práctica y por escribir sobre for-
talezas humanas, mindfulness y el impacto de lo positivo en las películas.

¿Desde cuándo llevas trabajando en el campo de la psicología positiva?


Bueno, en verdad depende de la definición que tengas de psicología positiva. Si consideras
que comenzó cuando Martin Seligman acuñó el término en 1999 o algo así, me interesé en
ese momento y leí los artículos originales de la revista American Psychologist del año 2000 y
a partir de ahí seguí adelante. Pero, si consideras que la psicología positiva empezó bastante
antes que el artículo de Marty, entonces te digo que a finales de los 90, yo ya estaba aplican-
do los principios de la psicología positiva en mi práctica como psicólogo. Siempre he tratado
de incorporar las ideas de las fortalezas, la felicidad y el bienestar, y tener un punto de vista
más holístico en la práctica, más que limitarme a responder “¿Qué es lo que va mal?”

¿Qué le llevó a interesarse en el área de la psicología positiva?


A mediados de los 90, me interesé en lo que podría denominarse “salud holística”, o el en-
foque biopsicosocial espiritual, donde se examinaba al individuo como un todo, más que
confiar en la formación tradicional en psicología que estaba basada en trabajar con lo que la
persona pensaba o en sus experiencias pasadas. Estuve siempre muy interesado en apren-
der sobre estas dimensiones, pero ir más allá del ámbito social, cultural, espiritual, y mirar a
la persona más allá de un par de cosas distintas, como algo que es más que la suma de sus
distintas partes. Así que, integrar esto con una inclinación a mirar qué es lo que está bien en
la gente es lo que hizo que me interesara por este campo. Fue un impulso hacia algo más
grande, una visión más holística que hizo que quisiera acercarme a la psicología positiva e
incorporarla a mi trabajo.

¿Hubo algún acontecimiento clave que le llevó a interesarse por la psicología positiva o fue
algo que fue surgiendo poco a poco?
Fue un proceso gradual, más que un hecho crucial. Me ocurrieron una serie de cosas impor-
tantes que me han hecho avanzar más y más dentro de la psicología positiva. Por ejemplo, mi
relación con el modelo VIA. Antes de trabajar con el instituto VIA, estuve involucrado en la
psicología positiva desde hace bastante tiempo y fui el coautor del libro Positive Psychology
at the Movies, que analizaba las fortalezas interpretadas en las películas; y, a la vez, eso fue
en 2007 más o menos, no conocía la existencia del Instituto VIA ya que la clasificación VIA
y el cuestionario VIA eran lo que destacaba en ese momento. Yo vivía en St. Louis (Estados
Unidos) con mi mujer y decidimos mudarnos más cerca de nuestras familias (más al este).
Decidimos irnos a Cincinnati, sin conocer mucho la ciudad, pero fue bien. Así que fue algo
intuitivo. Esto es particularmente llamativo porque tomamos esta decisión en el peor mo-
mento para la economía americana desde la gran depresión, y de eso hace 75 años más o
menos, tuvimos que comprar una casa, vender la nuestra, buscar dos trabajos, pero algo nos
decía que era la decisión correcta y que lo íbamos a hacer. Y cuando estaba una vez sentado
en St. Louis un día envíe un mensaje sobre Positive Psychology at the movies a una lista de
servidores de la psicología positiva y recibí una respuesta de Neal Mayerson, el presidente

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de VIA. Mi mujer estaba conmigo mirando el e-mail y se dio cuenta de que el número de
teléfono era de Cincinnati, exactamente donde nos habíamos mudado. Esto con el tiempo
condujo al instituto VIA donde me contrataron para ayudar a educar a los profesionales para
como unir la ciencia y la práctica de las fortalezas humanas. Por lo tanto, se puede llamar a
esto un tropiezo con la psicología positiva, por la sincronización, suerte o alguna combina-
ción entre ellas.

En términos generales, ¿Cuáles piensa que son algunas de las características distintivas de
la psicología positiva?
Puede ser que sea un poco parcial, pero yo, y muchos otros, vemos el trabajo con las for-
talezas como la columna vertebral de la psicología positiva. Digo esto porque, en cualquier
teoría, o aproximación o tema en el que estés interesado, puedes aplicar las fortalezas. Por
ejemplo, un montón de gente está interesada en la felicidad, o en las emociones positivas,
esto lo podemos conectar claramente con las fortalezas humanas. Podemos decir que la
práctica de las fortalezas humanas está muy conectada con estas dos áreas. Por ejemplo,
Marty Seligman ha compartido su punto de vista sobre las fortalezas como los fundamentos
de cada una de las partes teóricas de la auténtica felicidad, así como de su modelo PERMA
sobre el bienestar. Uno de nuestros temas candentes en la psicología positiva es la resilien-
cia. Podemos conectar las fortalezas con la resiliencia, y qué fortalezas utiliza la persona para
ser más resiliente. Otra área emergente de interés de la psicología positiva es el mindfulness,
a pesar de que el mindfulness tenga seguimiento por parte de profesionales e investigadores
independientes a la psicología positiva. Pero cuando nos fijamos en la definición actual de
mindfulness, los investigadores han dado una definición consensuada, o lo más unificada
posible. Esto se reduce realmente a dos fortalezas: la autorregulación de nuestra atención, y
tener una actitud de curiosidad, apertura y aceptación. Otro gran ámbito son las institucio-
nes positivas, que luego se traslada a zonas más amplias, que son las “naciones positivas” y
las “culturas positivas” y a la creación de un mundo más sano. Aquí, podemos analizar cómo
las fortalezas pueden ser el ingrediente de una institución positiva y virtuosa y contribuir a
una sociedad más saludable. Esas son algunas de las áreas de la psicología positiva, y algunas
en las que estoy interesado, y puedo unir las fortalezas como la base de todo esto, como la
parte de un proceso o de un resultado.

¿Cuál diría que es el gran objetivo de la psicología positiva, como un campo?


Probablemente haya varios objetivos. Pero el que más destaca es la necesidad de obtener
una mayor apreciación de la psicología en su conjunto tanto por los profesionales como por
el público en general. Pienso que la psicología positiva ha dado pasos increíbles y ha ido
mucho más allá de lo que algunos escépticos podían imaginar, lo que sugiere que la psico-
logía positiva no ha sido una moda pasajera y que lo que tenía que hacer, lo iba a hacer en
poco tiempo. Se equivocaron completamente con esto. Pero todavía, creo que la psicología
positiva tiene un largo camino por recorrer en términos de llegar a cada casa, e impactar di-
rectamente en la gente de cada país, y meterse más profundamente a nivel gubernamental,
en las escuelas, en las organizaciones, en cada despacho de cada terapeuta, y ser capaz de
tener una imagen más completa del ser humano.

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¿Cómo podemos hacerlo? ¿Cuál es la mejor manera?
Quizás sea mi impaciencia, pero por lo que te puedo contar de la IPPA [International Positive
Psychology Association], de otras organizaciones y de las conversaciones con los líderes en
este ámbito, parece que estamos haciendo nuestro trabajo, y que estamos yendo en la di-
rección correcta. Mientras las asociaciones como la IPPA, VIA y otras organizaciones puedan
mantenerse fuertes para seguir promoviendo y educando sobre los hallazgos tanto a los
profesionales como al público en general, entonces, creo que podremos seguir creciendo.
Hay educadores de la psicología positiva, consultores y profesionales en el gobierno, en los
negocios, en el sistema educativo en todo el mundo. Ese es el camino. Necesitamos construir
y expandir los principios de la psicología positiva en este sentido en término de lo que se está
enseñando, las profesiones en las que se integra y los países en los que se está llevando esto
a cabo. Por tanto, está por llegar, y es mejor de lo que nosotros habríamos pensado, pero
todavía queda mucho camino por recorrer.

¿Cuál piensa que es la mejor forma de que la psicología positiva consiga hacer de este
mundo un lugar mejor?
¡Una pregunta muy desafiante! Si cada persona hace su papel, entonces, esto se va a exten-
der. Pienso que la “cadena de favores” es un buen ejemplo. Si cada profesional, educador,
investigador, puede hacer esto, y descubre la psicología positiva a un número X de personas
o de estudiantes, y pone delante lo que saben de la psicología positiva estas personas, ya
sean clientes, otros compañeros, miembros de la familia, estudiantes, éstos a su vez pueden
llegar a más gente. Podemos crear y extender esta red de positividad, amabilidad y bondad.
Esto haría que el objetivo fuera más realista, y que cada uno de nosotros pudiera tener un
papel adecuado y animar y alentar a otras personas a influir en otras también.

¿Cuál sería el momento relacionado con la psicología positiva del que se siente más orgu-
lloso en los últimos 10 años?
Probablemente me sienta más orgulloso cuando estoy con una persona, por ejemplo, en una
sesión de coaching, aplicando algunos de los principios basados en la psicología positiva de
las fortalezas humanas, y la persona consigue dar un giro completo de 180 grados. Por ejem-
plo, estoy pensando en una persona en particular que ha estado sufriendo muchísimo a lo
largo de los años y que se sentía muy débil, y que no conocía ninguna de sus fortalezas, y que
empezó a aprender sobre ellas pero todavía tenía cierto desconocimiento de cuáles eran
sus fortalezas. En una de nuestras conversaciones, que solamente nos llevaban 30 minutos,
ella empezó a mirarse a sí misma de manera completamente diferente y empezó a decir que
tenía esperanza, y que iba a enfrentar a algunas de las decisiones importantes. Es una de las
cosas prácticas de las que estoy orgulloso. Estoy también muy orgulloso de que esa persona
en ese momento hiciera ese cambio. También me honra el ser capaz de ponerme delante de
un gran grupo de personas, por ejemplo, ciento de personas en un congreso de la IPPA o en
la Conferencia Europea sobre Psicología Positiva, y tener la oportunidad de hablar sobre algo
que me apasiona de verdad. Por ejemplo, al comienzo de una presentación internacional re-
cientemente mostré una imagen de mi hijo recién nacido mirándome a los ojos y hablé como
en ese momento él giró su cabeza y de repente me “vio”. Hablé sobre cómo un profesional
puede cambiar sus propias percepciones y “ver” las fortalezas centrales de sus clientes. La
audiencia me aplaudió por ese ejemplo. Solamente fueron 5 minutos de una charla de 2
horas y ya me estaban aplaudiendo, y el hecho de que se relacionaba con mi hijo, eso fue un
momento emocionante y del que me siento orgulloso.

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¿Cuál sería un consejo que usted daría a los aspirantes a investigadores y a los profesiona-
les de la psicología positiva?
Ser fiel a este ámbito. Es decir, ser fiel a la ciencia en términos de investigación, y tener en
mente la pregunta “¿cómo puedo traducir esto en una mejor práctica?” De esto trata la psi-
cología positiva, conectar ambas cosas.

¿A quién admira dentro de la psicología positiva?


Admiro a un montón de gente. Para ser sincero, en verdad admiro a cada investigador den-
tro de la psicología positiva, y esa es la verdad. No admiro a los personajes más populares
o aquellos que reciben más atención. Soy un profesional y un educador, así que admiro a
aquellas personas que tienen maestría en las áreas en las que yo me he formado, así que,
aprecio a los investigadores. Pienso en alguien como Rhett Diessner, que trabaja en una pe-
queña universidad de Idaho. Le admiro. Él está haciendo investigaciones con algunos de sus
estudiantes sobre la “apreciación de la belleza”. Admiro a investigadores de alta escala como
Chris Peterson, el cual ha hecho trabajos maravillosos en esta área.

¿Qué cree que encaja, por así decirlo, muy bien con las fortalezas? Por ejemplo, si va a
trabajar las fortalezas con alguien, ¿qué es lo que haría usted?
Trabajaría uniendo el mindfulness, es algo que como profesional me apasiona. Estoy em-
pezando a estudiar esta interrelación más detenidamente. Así es como lo haría, ayudar a la
persona a ser más consciente de sus propias cualidades y los recursos que hay alrededor de
ellas, y utilizar el mindfulness y las fortalezas para afrontar los problemas y diferentes asun-
tos; y cómo podemos ser conscientes tanto del uso excesivo como la no utilización de de las
fortalezas. Quiero encontrar ese equilibrio de cómo ser consciente del uso de las fortalezas
en el contexto adecuado y como ser consciente del uso de las fortalezas para mejorar. Creo
que son compañeros naturales. Recientemente, he dirigido y creado un programa nuevo de
ocho semanas de duración que se centra en la integración del mindfulness y las fortalezas, y
estoy avanzando con ello para compartirlo en el futuro.

¿Hay algo que quiera añadir que no le haya preguntado con anterioridad y que pudiera ser
útil para una persona que está pensando en empezar a moverse dentro de la psicología
positiva?
Yo veo las películas como un medio increíble de ayudar a la gente a darse cuenta de su
potencial, de ser mejores, y de aplicar los principios de la psicología positiva. Una de las
principales razones para decir esto es que cuando una persona adopta un enfoque en las
películas, bien sea prestándose atención a sí mismos o al impacto del personaje en la esce-
na, a menudo se sienten inspirados o sienten lo que el investigador Jonathan Haidt ha deno-
minado “elevación”. Las películas pueden ser inspiradoras cinematográficamente hablando
cuando observamos a un personaje hacer algo inspirador, o cuando observamos a un per-
sonaje desplegando todo su valor, su sabiduría, su persistencia de alguna manera, y quizás
necesitamos trabajar esa fortaleza con nosotros mismos, o quizás sólo refleje una parte de
nosotros mismos. Sentimos sensaciones fisiológicas de hormigueo y de calor en el pecho; y
después, lo que es más importante, estamos motivados para ser más altruistas. Eso es una
idea interesante que necesita ser investigada. Esto está ligado a su vez con la pregunta de
cómo hacer de éste, un mundo mejor, porque las películas son algo que puede trascender
culturas y países, y por lo tanto, tienen el potencial de llegar a cada persona y ayudar a la
gente a ser más fuertes y mejorar.

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Nic Marks
Nic Marks es un reconocido experto en el área de la investigación sobre el bienestar y la
psicología positiva, y se encarga de la investigación innovadora en el uso de indicadores de
bienestar en ambiente de la política social. Nic ha fundado el New Economics Foundation’s
“Centre for Wellbeing” y ha dirigido el programa de bienestar de esta fundación desde 2001.
Esto incluye la creación de la campaña “Cinco Pautas para el Bienestar” [Five Ways to Well-
being] que ahora tiene alcance mundial.

¿Qué le hizo interesarse por la psicología positiva?


Llegué a la psicología positiva con la intención de resolver preguntas sobre el desarrollo
sostenible, que supone responder a cómo creamos buenas vidas para las personas que no
supongan coste para la Tierra. Creo que se ha vuelto bastante evidente que necesitamos
pensar más en la calidad de vida frente a la cantidad de vida, y tratar de separar la diferencia
entre el crecimiento económico y la calidad. Así que, llegué al campo de la ciencia del bien-
estar, a los estudios internacionales sobre calidad, y posteriormente a la psicología positiva,
para trabajar sobre cómo podemos evaluar la experiencia de la vida porque me pareció algo
crítico para saber cómo cambiar la visión sobre lo que debería ser el futuro.

Y llevas en este campo desde…


Llevo pensando en indicadores alternativos al PIB desde hace 20 años, pero en el tema del
bienestar y del bienestar subjetivo llevo desde hace 10 años, es decir, desde el año 2001.

¿Cuáles diría que son algunas de las características distintivas de la psicología positiva y
cómo se aplica a lo que está usted haciendo?
En primer lugar es un gran tema, divertido y atractivo para la gente. Hemos visto que la
psicología se ha centrado en las cosas malas, lo que, evidentemente, es importante, pero
hay una falta de oportunidades para que la gente se desarrolle plenamente; y por eso, la
psicología positiva es algo genial. Y después, hay algunas buenas investigaciones saliendo
a la luz, mostrando que el bienestar no es exactamente lo contrario que el malestar, y eso
es algo interesante. Dentro del área de la psicología positiva destaca el trabajo de Barbara
Fredrickson.

¿Cuáles diría usted que son las grandes cuestiones que responde la psicología positiva?
¿Cómo se vive una vida que funciona bien? ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo se puede defi-
nir? ¿Cómo podemos mejorar la vida de las personas? En definitiva, es sobre qué marca la
diferencia. La psicología positiva es sobre aquello que marca la diferencia, una mejora de la
vida de las personas, pienso que este es el objetivo de la psicología positiva. Es un objetivo
muy noble.

Desde su punto de vista, ¿Cuál sería uno aspecto de justicia social en el que la psicología
debería centrarse?
La justicia social es un asunto del mundo desarrollado. Se están desarrollando medidas de
justicia social, pero sabemos que la gente que tiene un nivel de ingresos muy bajo, tienen
niveles más bajos de felicidad y bienestar que la gente que tiene ingresos más altos. Pero lo
que la psicología positiva nos muestra, si lo desmigas un poco, es que el dinero no es la única

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causa que les va a hacer salir de esa situación. Por lo tanto, no se trata de arrojar beneficios
y ese tipo de cosas a aquellas personas que están en el extremo inferior de la escala de in-
gresos, en realidad se trata de darles un sentido y hacer que participen de manera crítica y
completa en la sociedad, o ayudarles a participar, conseguir que participen es algo impor-
tante. No trata de ser prescriptivos, se trata de facilitar el acceso, ya que ellos no conocen
los aspectos que aumentan el bienestar de las personas. Eso es porque no tienen capacidad
de soporte, ya que no han tenido ese amor y cuidado. Así que, la psicología positiva enfatiza
el tema de las desigualdades dentro del marco de los organismos, más que la desigualdad
económica.

¿Cuál es la mejor manera de conseguirlo?


¿A qué te refieres? ¿A las personas de manera individual o a los responsables de las políticas?

Realmente ambas. Quiero decir, que éste es el problema y que hay muchas maneras de
solucionarlo, ¿cómo lo haría usted?
Justo en la parte más baja del espectro de los ingresos más bajos se necesita poner en mar-
cha intervenciones porque tendrás beneficios en el futuro. Eso ahorraría un montón de di-
nero al gobierno. Estas intervenciones podrían ser en parte financiadas, pero debería haber
más opciones, como el acceso a pequeños micro créditos y cosas por el estilo. Pero también
esto tiene que tratar sobre cómo conseguir apoyo social y mentoring, y ayudar a la gente a
aprender, no necesariamente un aprendizaje formal, sino aprender de otras personas de su
comunidad. Las comunidades pueden trabajar de manera conjunta y liberar la pasión y el
interés; y la participación es muy muy interesante. La mayoría de estas personas no han po-
dido incluso comenzar a pensar sobre montar un pequeño negocio o algo por el estilo. Pero
sí que tienen habilidades, pasiones, intereses y fortalezas, pero, ¿cómo lo ponen en marcha?
Se trata de un enfoque facilitador, algo que es poco común en el gobierno. El gobierno por
norma general tiende a ser más feliz si está construyendo o situando infraestructuras, cosas
físicas. Así que, es un tipo de proceso diferente.

Parece que lo que quiere decir es que es necesario tener un proceso de arriba hacia abajo,
pero que también tiene que ser un poco de abajo hacia arriba, es decir, que existan perso-
nas “peldaño”.
Sí, no le deberías decir a alguien cuáles deberían ser sus pasiones. Tienes que tener una con-
versación sobre eso. Así que, las necesidades del proceso “arriba-hacia-abajo” consisten en
poner en contacto a los facilitadores y a los coachs en esas comunidades. Más que construir
centros comunitarios, pagar a estas personas para que vivan en esa comunidad y que la co-
nozcan y encuentren cómo se puede trabajar con estas personas y tener libertad para poder
hacerlo. Y quizás la creación de pequeños fondos de los que la gente pueda echar mano, algo
así como 200 libras para poder crear algo pequeño. Si se invierten en este tipo de proyectos,
habrá beneficios muy grandes.

¿Se trata más de un proceso de alzar la mano frente a hacer una campaña desde arriba?
Sí, el proceso tiene que brotar desde abajo, más que ser algo que gotee desde arriba. Hay
que utilizar la energía de las personas y llevarlo a sus comunidades.

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¿Cuáles serían algunas de las críticas más validas de la psicología positiva?
Se han hecho demasiadas críticas y demasiado rápidas a ciertas intervenciones. La prensa se
ha mostrado muy emocionada con todo esto, y la gente ha sobrevalorado ese éxito. Bastan-
tes de las críticas que se han hecho se basan en algo teórico o en que lo que se ha hecho es
algo que en realidad la gente no puede utilizar. En otras ocasiones se han centrado en inter-
venciones específicas que pueden demostrarse en estudios clínicos, en ensayos rigurosos y
en estudios con metodología ciega y en ese tipo de cosas. Eso está bien, pero tenemos que
generalizar partiendo de si esto va a ser realmente útil. Por lo tanto, quieres utilizar la ciencia
y quieres ser capaz de partir desde allí, así que, tendrás que utilizar técnicas de marketing
social. Necesitamos ser capaces de comunicar las cosas mejor. Anotar tus sucesos positivos
ocurridos en el día es algo genial, pero no es una intervención que vaya a salvar el mundo, y
las cartas de gratitud tampoco. También hay críticas sobre la universalidad de estas técnicas,
cuando algunas de ellas son bastante específicas, culturalmente hablando. Pero, general-
mente, creo que el campo de la psicología positiva está haciendo una gran cantidad de cosas
por el bien de la humanidad.

¿Qué es lo que atrae la atención de los demás con respecto a su trabajo?


Una de las cosas que hago bien en NEF es la comunicación, con esto quiero decir que tomo
las ideas relativamente complejas y las presento de forma sencilla, pero no simple. Ese es el
objetivo. Estamos haciendo un buen trabajo, algunas veces no tan bueno, pero se sabe que
algo es bueno cuando la gente empieza a utilizarlo. Hay pocas cosas que hayamos hecho que
realmente hayan calado. El “Happy Planet Index” [Índice del Planeta Feliz] y “Los Cinco Pasos
Hacia el Bienestar” son dos ejemplos, pero hay otros también, y estos aspectos son los que
hemos intentado simplificar, sin hacerlos demasiado simples.

Me gustó aquello que comentó acerca de comenzar trabajando con la gente y después
trabajar al revés, y no creo que mucha gente piense de esa manera y es ahí donde la apli-
cación científica se pierde…
Sí, puedes comprobar que hay mucha gente que quiere ser un coach en psicología positiva,
y eso no quiere decir que no haya otras formas de ganar dinero con la psicología positiva,
pero sería mejor si nos centráramos en el bienestar de las personas y menos en formas in-
dividualistas de montar consultorios. Esto es algo problemático y se refleja en el hecho de
que tenemos muy poca gente de otras etnias que venga a las conferencias sobre psicología
positiva, la mayoría somos europeos y americanos. La gente no se siente atraída de forma
natural por la psicología positiva, y la comunidad de la psicología positiva va a tener que tra-
bajar mucho. Deberá suponer un esfuerzo consciente para atraer hacia la psicología positiva
a un rango más amplio de gente.

¿Dé que formas consigue la gente ganar dinero gracias a la psicología positiva?
Hay muchas consultorías organizacionales, y no tengo nada en contra de ellas. La gente ne-
cesita ser capaz de ganar dinero. A veces se ha prestado demasiada atención a la forma en
que esto sucede.

Dentro del campo de la psicología positiva ¿a quién admira?


A Ed Diener. Es un investigador fantástico. Ha asumido riesgos en su carrera y pienso que
es sobresaliente. John Helliwell, porque ha aportado el aspecto social. Él entiende cómo
trabajan las comunidades y la importancia de cómo eso funciona en ese contexto. Barbara

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Fredrikson es una gran psicóloga experimental y tiene una habilidad realmente buena para
comunicarse. Su trabajo tiene un gran bagaje y ciencia. Esos serían las tres personas que más
admiro.

¿Ha cometido algún gran error, o tiene alguna crítica de su progreso en la psicología posi-
tiva? Cosas como por ejemplo, echar la vista atrás y decir ¡No debería haber hecho esto!
No son críticas; por supuesto que cometes errores y piensas en cómo hacer las cosas mejor,
pero es tu proceso de aprendizaje. Cuando empecé en este campo en 2001, durante los
primeros días, estaba aprendiendo aquí. No soy psicólogo, soy estadístico y psicoterapeuta,
pero eso no es técnicamente ser psicólogo, en los primeros proyectos utilizamos cuestiona-
rios que eran demasiado largos, porque no sabía lo suficiente sobre ellos, pero con esto se
aprende, así que creo que no haya nada de lo que me arrepienta.

Hay gente dentro de la psicología positiva que es muy conocida. ¿Hay alguna persona que
no sea muy conocida, que esté empezando, que sea vanguardista, y que le gustaría nom-
brar de cara al futuro?
Joan Vitterso en Noruega. No sé si has oído hablar de él, pero está haciendo un trabajo real-
mente bueno sobre el interés y la curiosidad. Mirar cómo hay distintos tipos de emociones
positivas que anteriormente hemos colocado dentro del mismo tipo, sugiriendo que se com-
portan de la misma forma, cuando realmente no es así. Por ejemplo, el placer no funciona de
la misma manera que el entusiasmo o la implicación; ¿como empezamos a diferenciar entre
algunas emociones positivas y qué efecto tiene esto sobre la gente? Así que, su trabajo es
muy interesante.
Un campo minoritario dentro de la psicología positiva es el de los genes y su interacción con
el medio ambiente. No hemos visto suficientes trabajos en este tema, y es un trabajo bastan-
te técnico; pero realmente importante. Necesitamos saber cómo intervenir con la gente, y si
estamos pensando en que el ambiente y las intervenciones que hacemos en él van a funcio-
nar por igual con todo el mundo, eso es mentira. Así que, necesitamos saber más sobre datos
genéticos, y particularmente los relacionados con las intervenciones con niños.

A lo largo de los últimos tres o cuatro años, de todos los libros que ha leído sobre psicolo-
gía positiva, ¿cuál es el que más le ha sorprendido, o cuál ha cambiado su forma de pensar,
por ser un libro fresco e inspirador?
Un único libro es algo difícil para mí, porque leí el libro Positivity de Barbara Fredricskson y
lo que pienso de verdad es que prefiero algunos artículos de Barbara, pero eso es cosa mía.
Es como el libro de Sonja Lyubomirsky, La ciencia de la felicidad; está bien, pero a mi no me
inspiró. Creo que los libros de Barry Schwartzt [La paradoja de la elección y La pérdida de la
sabiduría] realmente me impactaron. Es alguien al que respeto enormemente, porque desa-
fió a la psicología positiva y a las fortalezas del modelo VIA y cómo están definidas, es muy
inteligente. Probablemente, fueron sus libros los que me hicieron decir “guau”, y de eso ya
hace seis años.

¿Qué libro recomendaría a alguien que no sepa nada sobre la psicología positiva? Si quiere
saber algo sobre psicología positiva, ¿cuál sería el primer libro que recomendaría?
El primero que normalmente recomiendo es Positive Psychology in a Nutshell, de Ilona Bo-
niwell, es un libro corto, de unas 100 páginas, es conciso, y probablemente necesite ser ac-
tualizado, aunque me doy cuenta de que ella tiene un nuevo libro de texto recién publicado.

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Hace tiempo hubiera recomendado encarecidamente el libro Auténtica Felicidad, porque es
bueno. Y ahora está La vida que florece.

Pensando en los temas actuales en los que trabaja la psicología positiva, ¿qué dos temas
cree que necesitan ser examinados para hacer de la psicología positiva una disciplina me-
jor en el futuro?
Lo primero de todo, necesita corregir su sesgo cultural, su sesgo étnico. Eso es vital. Segun-
do, necesita pensar sobre el cambio climático y sobre el medio ambiente. Me encuentro muy
sorprendido cuando no hay nada de interacción entre la naturaleza y la psicología positiva.
Puedes decirlo en voz baja, por ejemplo, que no hay nada que examine a los seres humanos
y como sé sienten cuando están fuera de su ambiente. Sé que hay un artículo que se acaba
de publicar en la revista Internacional Journal of Well Being que se centra en la naturaleza, el
contexto y el bienestar de las personas, que utiliza Central Park de Nueva York como ejemplo
de que se necesitan más cosas de este tipo. Es realmente importante que comprendamos
que hay un enorme impacto contextual en cómo el entorno influye en las personas, y es algo
que no está fundamentado de manera individual. Es importante para la psicología positiva ir
más allá del individuo y ser más social.

¿Cuáles son los pros y los contras de la principal asociación, la IPPA?


Está demasiado basada en la filosofía americana: esta conferencia [El segundo congreso
mundial de Psicología Positiva] se suponía que iba a ser en Europa, pero no quisieron arries-
garse a ello. Pienso que, de alguna manera, es demasiado narcisista, demasiado enfocada
hacia dentro. Por ejemplo, otorgar seis premios a los seis fundadores de la psicología po-
sitiva. Así que ¿fundas una organización y te premia por ello? Deberían habérselos dado a
Barbara [Fredrikson], o a Sonja [Lyubomirsky], o a Todd [Kashdan] o a Tim Passer, gente que
está haciendo muy buenas investigaciones en distintas áreas. Debería de utilizarse la asocia-
ción para dar oportunidades a la gente que está empezando, no solamente por el “trabajo
bien hecho”. La IPPA tiene muchos pros y contras; no quiero decir con ello que sea una mala
asociación. Hay muchas cosas que necesitan ser debatidas. Hay gente realmente buena in-
volucrada aquí y hay una base científica realmente interesante. La Asociación Internacional
de Psicología Positiva debería ser más estricta con la robustez de sus trabajos algunas veces,
aunque sea mejor que hace cinco años, cuando la gente enviaba investigaciones a la psicolo-
gía positiva. Hemos mejorado mucho.

¿De qué disciplina puede la psicología positiva aprender más?


Necesita saber más de la teoría de sistemas, de la complejidad. A veces es demasiado lineal.
Podría aprender más de la psicología social, de manera general, a ir más allá del individuo.
La tradición europea en psicología es más social y cultural. También, probablemente, de la
psicología evolutiva. Barbara [Fredrickson] lo ha hecho muy bien, mientras que el modelo
PERMA no tiene realmente una teoría evolutiva incorporada. Ed Diener es mucho más claro
cuando piensa que la satisfacción vital es la mejor medida; ahora, puedes estar de acuerdo
o no con él, pero él tiene su opinión.

¿Qué piensa usted de la frase “apoyarse en el pasado para impulsarse en el futuro” cómo
punto para reflexionar para los psicólogos positivos?
Todavía no he asimilado lo que Marty [Seligman] ha dicho en muchos sentidos, pero quiero
pensar que está en lo cierto al pensar que existe una distinción entre la reminiscencia del pa-

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sado y anticiparse al futuro, y su punto de vista sobre el futuro tiene mucha influencia ahora
mismo. No hace falta que el pasado sea un lastre como la teoría psicodinámica nos ha dicho.
Por ejemplo, la gente no necesita ahondar tanto en su pasado para explicar su presente. Me
gusta el estilo de la psicología positiva como una ciencia optimista que incluye cosas sobre
el futuro también. La psicoterapia y el consejo psicológico a menudo no se centran tanto en
eso, y estoy tratándolas como disciplinas que han intentado mejorar la condición humana, y
lo han conseguido. Sin embargo sólo se debe pensar en el pasado en la medida en que afec-
ta al presente. La negatividad te atrapa en patrones. ¿Qué si creo que hay un llamamiento
hacia el futuro? Es muy complicado responder a eso científicamente, pero personalmente,
estoy de acuerdo.

Este libro está dedicado a aquellas personas que buscan aproximarse a la psicología positiva,
¿hay algo más que quiera añadir o comentar que no le haya preguntado antes?
Venir a la psicología positiva con la mente abierta y con el potencial de que aprenderás mu-
cho con ella, y que aún hay muchas cosas por descubrir y aprender. Es una disciplina emocio-
nante y me gustaría que estuviera más próxima a las dimensiones sociales y culturales, algo
que estamos intentando hacer. En última instancia, me gustaría que se inicie para ayudarnos
a hacer frente a los que son algunos de los problemas más acuciantes de nuestros días. En
el siglo XXI se va a tener que llegar a un acuerdo sobre la arraigada pobreza en el mundo, y
cómo se puede lidiar con esto, y el cambio climático y la forma en que nuestras economías
pueden desmaterializarse. La psicología positiva, aunque no muchos piensen de esta mane-
ra, tiene que hacer una enorme contribución en esa dirección, porque presta atención a lo
que hace que la vida vaya bien y nos da la libertad de pensar de una manera diferente.

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Barbara Fredrickson
Barbara Fredrickson es profesora con la distinción Kenan de Psicología y directora del labo-
ratorio de emociones positiva y psicofisiología (PEP Lab) en la universidad de Carolina del
Norte, y ha hecho estudios destacados sobre psicología positiva, psicología social y ciencia
afectiva. La investigación de Barbara se centra en las emociones positivas y en el florecimien-
to humano, y su trabajo es ampliamente citado, incluyendo su libro del año 2009, Positivity,
que describe al público general la relevancia de sus 20 años de investigación en las emocio-
nes positivas, y su teoría de construcción y expansión de las emociones positivas.

En términos generales, ¿cuáles son algunas características distintivas de la psicología po-


sitiva?
Las características distintivas de la psicología positiva son más bien imprecisas, porque hay
un montón de cosas que se pueden llamar psicología positiva y a menudo no son necesaria-
mente denominadas como tal. A nivel general, estaríamos hablando de los aspectos de la
naturaleza humana que nos ayudan a ser una versión mejorada de nosotros mismos, y nos
ayuda e impulsa hacia el crecimiento, o una mayor confianza, o una mayor resiliencia, mayor
honestidad, o mayor integridad. El estudio de estos aspectos y un montón de trabajo está
bajo el paraguas de la psicología positiva, pero también un montón de cosas que suceden
fuera de ésta. Las fronteras creo que son muy borrosas.

¿Cuáles serían algunos de los logros que la psicología positiva ha conseguido hasta la fecha?
Uno de los mayores logros de la psicología positiva hasta la fecha es llegar al radar público;
de ser un área de la ciencia en el que claramente merece la pena invertir, prestarle atención y
que vale la pena aplicar. El tremendo interés que tiene ahora en crear programas de entrena-
miento en resiliencia, y tratar de crear un público más resiliente, o un ejército más resiliente,
realmente habla sobre la fuerza de esta perspectiva.

Si tuviera una varita mágica, ¿Cuál sería uno de los aspectos de la psicología positiva que
cambiaría?
Que hubiese una financiación clara para la psicología positiva. En este momento no está
claro de dónde vendrá la financiación de los aspectos básicos de la ciencia. La demanda de
los frutos de la psicología positiva es mucho más alta que la oferta de una buena ciencia, y
esto en parte se debe a que no se tienen fondos para la formación de las personas en áreas
básicas de la psicología positiva. La psicología positiva expande tanto la ciencia básica como
la aplicada, y ahora mismo tenemos una situación donde el apartado aplicado no está lo su-
ficientemente apoyado en la investigación básica. Esto es en parte porque la financiación de
la investigación básica y la formación de científicos es más complicada de conseguir. Así que,
esta sería mi varita mágica: invertir más en investigación científica básica, especialmente en
la formación de la siguiente generación de gente que quiera dedicarse a esto.

¿Cuál piensa que será un tema candente para la psicología positiva en los próximos años?
La salud está recibiendo mucha atención, en términos de que tenemos que ir más allá de
examinar el bienestar o la felicidad como simples juicios y emociones, y anclar realmente la
forma en que están afectando a la esperanza de vida de las personas, a su historial de enfer-
medades, a los dólares que cuestan los cuidados y la atención sanitaria, y también está reci-

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biendo mucha atención el cómo afecta la psicología positiva a las organizaciones en su nivel
más básico. Pienso que hacer evaluaciones concretas es de vital importancia. Y luego en el
nivel básico de la ciencia, examinar cómo el bienestar y las emociones son parte de sistemas
dinámicos más amplios será crucial porque el bienestar no es un estado único, ya sabes, no
es sobre cómo alcanzar una cima de felicidad y permanecer ahí para siempre, sino que la
gente se quede atrapada en espirales ascendentes o descendentes, o de alguna manera, en
algún sistema autosuficiente. Necesitamos comprender mejor esas dinámicas temporales y
cómo se desarrollan y cómo refuerzan el bienestar o la enfermedad a través del tiempo.

¿Puede contarme algo sobre su trabajo dentro de la psicología positiva?


Yo trabajo con las emociones, particularmente con las emociones positivas. Mis estudiantes,
mis colaboradores y yo estamos interesados en todo lo que hay sobre emociones positivas,
que tienen una corta duración, son experiencias momentáneas, pasajeras, que se tienen
en el momento, formas de alterar nuestra forma de pensar, la manera de comportarnos,
la manera en que vemos a la gente. A lo largo del tiempo esos efectos momentáneos de
las emociones positivas se añaden y realmente cambian lo que nosotros somos, cambian
cómo la gente crece y cambian con el paso del tiempo. Estoy interesada en esos efectos de
las emociones positivas a corto y a largo plazo. Estoy examinándolo desde varios puntos de
vista, especialmente ahora mismo estoy enfocada hacia la salud física.

Desde que ha estado usted trabajando en el campo de la psicología positiva ¿hay alguna
experiencia que ha marcado la diferencia?
Una que realmente es un desafío es ir desde la investigación básica en estudios de labora-
torio y descubrir los efectos cognitivos, por ejemplo, de las emociones positivas, y hacer la
transición al trabajo aplicado, y tratar de ayudar a las personas a alcanzar más emociones
positivas que les puedan conllevar buenos resultados. Hay una pieza desconcertante en lo
que la gente piensa y desea: a veces la gente está tan hambrienta por conseguir el bienestar
y sentir emociones positivas que pierden el norte y no saben lo que tienen cuando comple-
tan un cuestionario. Hay una gran cantidad, hablando de manera científica, de demandas del
experimentador y de la tarea, pero, en términos generales, se trata de una ilusión. Así que,
como investigadora, para trabajar en un dominio más aplicado, realmente necesitas estar
mirando si la emoción positiva de la que te informa la persona es algo genuino y de buena
fe lo está sintiendo, o si es una emoción positiva que la persona quiere sentir. O si la persona
desea fervientemente falsificar esa emoción positiva. Debido a que la felicidad y el bienestar
son aspectos que la gente se esfuerza por conseguir, a veces se pierde el sentido de qué es
lo real versus respuestas rápidas como, “Oh sí, soy feliz”, sin realmente analizar esos datos.

¿Cuál sería el momento relacionado con la psicología del que se siente más orgullosa hasta
la fecha?
Cuando pongo mis ideas en marcha. Tengo formación como investigadora de laboratorio y
como científica básica. Pienso que soy una teórica de las emociones. Lo que la psicología
positiva hace realmente bien es servir de puente entre lo que hacen los investigadores a
nivel básico y los profesionales en todos los diferentes dominios, la industria, la educación,
el ejército, etc que quieren pasar de la investigación a la acción. Así que, algunos de los mo-
mentos de los que me siento más orgullosa es cuando la gente está haciendo eso, traducir
lo que hemos estado haciendo en investigación a la práctica, y consiguen alcanzar el éxito
con todo eso. Así que, de nuevo, es mucho lo que una persona puede hacer y las ideas que

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surgen de la investigación que estoy haciendo, yo puedo contársela a la gente de una manera
que pueda pasar el testigo a otras personas para hacer grandes cosas. Es algo de lo que me
siento realmente orgullosa.

¿Quiénes serían los investigadores que están emergiendo que son desconocidos en la psi-
cología positiva?
Puedo darte el nombre de varias personas que conozco bien porque han sido colaboradores
míos. Sarah Algoe es una persona que está haciendo un trabajo fenomenal en el tema de la
gratitud, y otras formas que tienen ciertas emociones positivas para transformar las relacio-
nes sociales. Ella está trabajando en la conexión entre las emociones y las relaciones. Una
de mis doctorandas, Bethany Kok, está indagando los sustratos fisiológicos de las espirales
ascendentes que pensamos que mantienen el bienestar de la gente, así que su nombre es
uno de los que hay que tener en mente de cara al futuro.

¿Cuál sería un libro, aparte del de Positivity, que usted recomendaría para iniciarse en la
psicología positiva?
El mejor para comenzar es el de La ciencia de la felicidad, de Sonja Lyubomirsky, es un libro
excelente que ayuda a la gente a entender los ejercicios básicos que tienen que hacer para
aumentar su bienestar, y ayuda a la gente a comprender los obstáculos que deben superar,
para incrementar su bienestar y su felicidad. Creo que da cuenta de ellos de manera realista.

¿Cuál sería un consejo que usted daría a los aspirantes a investigadores y profesionales?
Mantenerse activamente involucrado en la comunidad de la psicología positiva y también en
su área específica de formación, tanto si se trata de psicología social, o de neurociencia afec-
tiva, o de otros aspectos. Ambos aspectos son realmente importantes. Identificarse dentro
de la psicología positiva puede ser útil y productivo, pero no debería ser la única identidad
que te defina. Asegurarse de que el trabajo que estás haciendo atrae la atención de otras
personas dentro de una disciplina que no sea necesariamente la psicología positiva.

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Ilona Boniwell
Ilona Boniwell es profesora titular de psicología positiva en la Universidad de East London,
es la fundadora de la Red Europea de Psicología Positiva, así como del Master de Psicología
Positiva Aplicada de la Universidad de East London. La investigación de Ilona es sobre el uso
subjetivo del tiempo, la perspectiva del tiempo, el bienestar eudaimónico y las aplicaciones
de la psicología positiva al trabajo, a los negocios y a la educación.

En términos generales, ¿Cuáles son algunas de las características distintivas de la psicolo-


gía positiva?
La psicología positiva mira el lado óptimo del funcionamiento humano, y la característica
distintiva es esa aproximación positiva y el hecho de que está apoyada en la evidencia empí-
rica. Es lo que la distingue de la psicología humanista, que ha sido la predominante en años
anteriores.

¿Cuáles son algunas de las preguntas clave que los psicólogos positivos tratan de responder?
¿Qué es lo que hace feliz a la gente? ¿Qué es lo que contribuye que la felicidad sea dura-
dera? ¿Qué es lo que hace que la salud física se mantenga? ¿Qué es lo que constituye las
fortalezas? ¿Qué constituye la sabiduría? ¿Qué nos hace más resilientes? ¿Qué es la felicidad
en sí misma, cómo la definimos y cómo la evaluamos? ¿Qué son las emociones positivas, y
en qué pueden contribuir? Esta es una pregunta particularmente importante en la que está
trabajando Barbara Fredrickson. Las preguntas más interesantes para mí son aquellas que
son sobre resiliencia, crecimiento postraumático y envejecimiento positivo. La interacción
entre la psicología positiva y la psicología supone un desafío real en este momento. También
algo fascinante es “¿qué es la crianza positiva?” “¿cómo podemos educar a los niños de una
manera mejor y ser mejores padres?” Como madre de cuatro adolescentes y un bebé, es
una pregunta muy práctica. ¿Cómo puede la psicología positiva ayudar a las personas en el
mundo real, cómo puede contribuir a la educación, a los negocios, al trabajo y a la vida en
general? ¿Cómo puede ayudarnos la psicología positiva a comprender las relaciones entre
los profesionales, como el coaching y el counselling, y qué es lo que puede aportar? Por otro
lado, suena relativamente sencillo y la psicología positiva puede, de hecho, aportar muchas
cosas al coaching. Pero cuando te pones a ello y comienzas a enseñar psicología positiva a los
coachs, ellos sorprendentemente muchas veces están muy perdidos. Esta es una de las pre-
guntas difíciles para mí: ¿cómo hacer tangible la psicología positiva, cuándo los profesionales
utilizan y trabajan con sus herramientas y se quedan en la superficie en vez de ir más allá?

¿Cuál es uno de los retos a los que se enfrenta la psicología positiva?


El desafío es saber qué va a pasar con la psicología positiva en general. ¿Cuándo la psicolo-
gía positiva debe integrarse con la psicología general y cuándo no? Seguir siendo una tradi-
ción distinta con ciertas características distintivas es algo potencialmente negativo, y puede
convertirse en un campo un poco atascado en sí mismo y relativamente cerrado al resto de
disciplinas de la psicología. Para mí es un desafío el cómo integrar la psicología positiva en
la psicología de tal manera que siga teniendo ciertos rasgos distintivos, pero que sea fluida,
transparente y aceptada por el resto de la disciplina, y que llegue al resto de la psicología sin
pararse.

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Si alguien quiere ser más feliz ¿cuál sería un primer consejo que usted le daría?
El primer consejo sería “contar sus bendiciones”. Es un ejercicio con el que estaba bastante
en contra cuando le conocí, porque me pareció increíblemente nimio. Pero, después de ver a
la gente aplicándolo, lo he aplicado principalmente con mis estudiantes y he visto a los estu-
diantes utilizar herramientas y ejercicios de la psicología positiva, tengo que admitir que es la
herramienta más útil y profunda. La aplicación de esta herramienta, desde la teoría a la vida
real, es probable que sea un poco complicada, ya que suena simple el tener que escribir algo
y así sucesivamente. Sin embargo, si solo nos centramos en los aspectos positivos ocurridos
a lo largo de un día, esto puede tener efectos profundos cuando queremos ser más felices.

¿Cuál será uno de los temas más vanguardistas en los próximos dos años relacionado con
la psicología positiva?
Esto un poco sesgada por mis propios intereses investigadores, pero realmente es la defini-
ción de bienestar eudaimónico. Ser capaces de distinguir entre el bienestar eudaimónico y el
hedónico, que parece ser, por un lado una trayectoria obvia y algo que es intuitivo, y por otro
algo que es extremadamente difícil de lograr, trazar la línea entre el bienestar eudaimónico y
hedónico si es que existe esa línea. O establecer la línea entre la personalidad eudaimónica y
hedónica como hace el trabajo de Joar Vitterso. Eso es algo que me emociona, ver si hay di-
ferencia entre el bienestar eudaimónico y hedónico y ver si podemos definir el bienestar eu-
daimónico. Si miras la literatura, algunas veces el bienestar eudaimónico está definido como
un grupo de constructos distintos, relacionados en algunos aspectos. En algunas situaciones
es un constructo distinto, pero no necesariamente está bajo el paraguas de la eudaimonia.
Así que, el objetivo es comprender lo que es el bienestar eudaimónico, si está asociado con
alguna experiencia específica que es diferente del bienestar hedónico; si hay motivaciones
diferentes para el bienestar eudaimónico, y si se puede evaluar de manera diferente del
bienestar hedónico; y si hay distintas personalidades que dependen de las elecciones hedó-
nicas o eudaimónicas. Esos son los temas candentes.

¿A quién admira dentro de la psicología positiva?


Me emociona el trabajo de Ed Diener. Siempre que le veo, presenta algo nuevo. Eviden-
temente, él es un investigador bastante sólido que ha hecho un trabajo fantástico en su
campo, pero él también es dinámico. Cada vez que habla, hay algo diferente y algo nuevo,
y definitivamente está progresando en su forma de pensar. Le admiro porque no solamente
es robusto, también es progresivo; un verdadero investigador que se desafía a sí mismo y da
pasos que le llevan cada vez más lejos. Si la investigación confronta sus conclusiones previas,
él es el primero en admitirlo. La segunda persona es Martin Seligman, por su energía, y la
energía que le aporta al campo de la psicología positiva y su capacidad de liderazgo en esta
área. La tercera persona es Joar Vitterso, un profesor de Noruega. Él es uno de los que está
haciendo un trabajo muy sólido y que no se limita a los constructos existentes de la psicolo-
gía positiva. A menudo propone nuevas formas de representar la información y de desafiar
a los resultados previos, así que, su investigación sobre el bienestar hedónico y eudaimónico
es probablemente la que más está progresando. Él ha llegado a conclusiones sorprendentes
con sus experimentos, algunos de ellos me emocionan mucho porque su forma de pensar
no está estandarizada, él es capaz de abordar las mismas preguntas desde puntos de vista
diferentes y mirarlas con distintas perspectivas. Admiro mucho su trabajo.

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¿Puede contarme algo sobre su investigación en psicología positiva?
Tengo dos grandes áreas de investigación. Una parte es la investigación sobre el tiempo,
más detalladamente, sobre la perspectiva equilibrada del tiempo y la otra es sobre el uso
percibido del tiempo. La mayoría de mi investigación reciente es sobre el balance de la pers-
pectiva temporal. Así que, en general, es la pregunta sobre el tiempo, como ya sabes de tu
investigación del Estudio Internacional sobre el Bienestar, que pregunta sobre el tiempo, es
algo muy importante para la psicología positiva, y es algo a lo que no se ha prestado atención
suficientemente. Hay una diferencia entre la percepción del tiempo y la percepción del tiem-
po en término de uso. La investigación sobre el tiempo, en términos de la gestión temporal
y el uso del tiempo en la vida cotidiana, es algo que no ha sido analizado por la psicología en
general. Una investigación reciente sobre la gestión del tiempo ha identificado únicamente
37 investigaciones sobre el tema. Si vas más allá de la conversación y piensas en cuántos
libros existen sobre la gestión del tiempo comparados con los 37 estudios, hay un abismo
impresionante. La cuestión es sobre la perspectiva temporal, no la percepción del tiempo,
y en la investigación esto es muy diferente. No estoy hablando de medir si tu percepción de
la duración de 30 segundos es exacta, no estoy hablando de eso; estoy hablando del tiempo
y su uso en la vida diaria. Si consideras esa gestión del tiempo, sólo ha logrado publicar 37
investigaciones, así que hay una brecha amplia en nuestra comprensión de cómo en verdad
podemos utilizar y gestionar nuestro tiempo de manera más feliz y productiva en nuestro
día a día. Así que, no es sorprendente que este tema de investigación sea extremadamente
importante. Recientemente, sin embargo, mi investigación estaba centrada principalmente
en la perspectiva temporal, y otra vez en la cuestión de la perspectiva temporal equilibrada,
no necesariamente en cómo la definimos. Ahora tenemos claras las definiciones y las distin-
tas aproximaciones al equilibrio de la perspectiva temporal, pero ahora el foco está en cómo
mejorarla. Es algo que me interesa un montón. Con mis estudiantes, estoy intentando iden-
tificar los factores clave que contribuyen a hacernos capaces de tener un mejor equilibrio de
la perspectiva temporal, por ejemplo, factores como la flexibilidad cognitiva y ser capaces de
cambiar entre diferentes zonas temporales de nuestra percepción de manera más exitosa.
Esa es una parte de mi investigación. La segunda parte de la investigación son programas
de educación en el área de la psicología positiva. Tengo dos grandes programas en marcha.
Uno es un programa con un grupo de escuelas de secundaria para aumentar el bienestar en
niños en edad escolar. Este programa se lleva a cabo con niños entre 1 a 10 años, en estas
escuelas de primaria y secundaria, es un gran grupo de colegios llamados los Haberdasher’s
Aske’s Federation, que están implementándolos en su programa educativo. Estamos explo-
rando cómo pueden contribuir al bienestar de los niños de estas escuelas. La segunda parte
la hemos desarrollado con colegas, es un programa educativo para aumentar la resiliencia,
supongo que de forma similar al Programa de Resiliencia de Pennsilvania, pero apoyado en
la literatura. No es sólo una aproximación cognitivo-conductual para fomentar la resiliencia,
sino que también incorpora directamente ideas del crecimiento post-traumático y de la psi-
cología positiva. Hemos desarrollado un plan de estudios en 12 semanas llamado el Spark
Resilience currículum. Estamos trabajando para ver hasta que punto este plan aumenta la
resiliencia en los niños. Parece estar funcionando y tenemos algunos hallazgos sobre los que
estamos escribiendo, en términos de que disminuyen los síntomas depresivos y se aumenta
la resiliencia, y la autoestima, ésta última como consecuencia. Éstas son mis dos áreas de
investigación en este momento, investigación educativa e investigación temporal. La tercera
área es el bienestar eudaimónico.

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¿Puede contarme algo más sobre el programa del Master de Psicología Positiva Aplicada
(MAPP) de la University of East London?
Este es mi proyecto de investigación favorito dentro de la psicología positiva en términos de
hacer que las cosas sucedan. El programa del MAPP lleva funcionando de manera extrema-
damente exitosa desde hace 5 años. Ahora mismo hay más programas abiertos, por ejemplo
en Portugal, hay alrededor de cinco o seis. Tenemos un gran número de estudiantes positi-
vos, así que durante los cuatro o cinco últimos años el programa tiene una competitividad
sustancial, lo que es emocionante porque permite atraer al programa a graduados con buen
nivel de diferentes disciplinas. Supongo que la mejor característica del programa es su natu-
raleza interdisciplinar. Los estudiantes de este programa son los más interesantes que he co-
nocido en mi vida. Ellos aportan experiencia y conocimiento desde distintos dominios de la
vida y se dedican a mejorar a la humanidad. Así, tenemos gente que viene del sector social,
del sector del voluntariado, del de los negocios, de la educación, incluso tuvimos un veteri-
nario en el programa, y solemos tener un par de abogados en cada promoción. Todos ellos
tienen puntos de vista muy diferentes, dependiendo de su experiencia de formación profe-
sional, y creo que con esto se mejora y se enriquece enormemente la psicología positiva de
forma espectacular. Veo el futuro de la psicología positiva no solo integrada en la psicología,
sino yendo de manera más multidisciplinar e intentando encontrar la utilidad de la psicología
positiva en distintos dominios a través de la colaboración con la gente de diferentes bagajes
profesionales. Así que el programa del MAPP es algo de lo que me siento muy, muy orgullo-
sa. Pienso que está funcionando, y pienso que es algo que está desarrollando a la psicología
positiva porque son estos mismos estudiantes los que me plantean muchos desafíos cuando
me los enseñan, o para nuestro equipo cuando estamos enseñando, y creo que estos desa-
fíos alimentan a la psicología positiva en su conjunto. Hay desafíos muy importantes, porque
estos estudiantes son los que repararán la brecha entre el mundo académico y los distintos
enfoques teóricos y el mundo real, y descubrirán lo que funciona o no en la vida real.

¿Cuáles serían algunos investigadores desconocidos en la psicología positiva a los que hay
que prestar atención?
Aquí quiero mencionar a una de mis estudiantes, una estudiante doctorada que está hacien-
do investigación en bienestar eudaimónico. Su nombre es Francesca Elston, y está siguiendo
una metodología cuantitativa y cualitativa, lo cual es bastante inusual en el campo de la psi-
cología positiva, mirar el constructo de bienestar eudaimónico; y comprender la interacción
entre el bienestar eudaimónico y los valores específicamente, y cómo podemos definir y
medir el bienestar eudaimónico de manera general. Ella es definitivamente la persona a la
que hay que seguir. Otra persona, Veronica Huta, es también una investigadora en el campo
del bienestar eudaimónico que está destacando más ahora, y su investigación es muy inte-
resante. Otra persona es Michael Pluris. Michael está trabajando en el concepto “diferencias
en la susceptibilidad a las influencias ambientales”, la premisa básica (a) porque la psicología
ha estado centrada de manera desproporcionada en los efectos adversos de las condiciones
ambientales negativas que generan resultados patológicos (b) y ha fallado al apreciar que
puede que no sea así, como suponía el modelo diátesis-estrés, que hay algunos individuos
que son más “vulnerables” a la adversidad que otros, esto es, que son desproporcionada-
mente más propensos a verse afectados negativamente por las experiencias adversas, pero
que (c) estos mismos individuos en verdad son más plásticos y maleables que otras personas
que también obtienen beneficios desproporcionados de unas condiciones ambientales en-
riquecedoras. Para resumir, la idea de las diferencias en la susceptibilidad es que a menudo

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las personas que son percibidas como más vulnerables a nivel genético, son las que más pro-
gresan y se benefician de las características positivas del ambiente y de las diferencias am-
bientales. Así que más que ver determinados tipos de personas como portadoras de caracte-
rísticas genéticas que les hacen ser más vulnerables a las influencias ambientales negativas,
es extremadamente liberador el comprender que estas mismas características que les hace
ser vulnerables a las influencias negativas del ambiente, también les hacen positivamente
vulnerables a las características ambientales positivas. Es algo que él ha estado investigando
en estos años, y su investigación es una de las que hay que seguir. También ha llevado a cabo
algunos estudios sobre las diferencias en susceptibilidad en niños del Spark Resilience Pro-
gram. Una vez más, hay muchos resultados interesantes de esta investigación.

Me divertí mucho leyendo el libro de texto Positive Psychology, que escribió junto con
Kate Hefferon que acaba de publicarse. Es una genial introducción a este campo. Aparte de
este ¿Cuál sería un libro que usted recomendaría leer a alguien que no sabe mucho sobre
psicología positiva?
Para mí no serían los libros de Martin Seligman los mejores, sino los de Mihaly Csikszent-
mihalyi. A menos que seas una persona que tengas una introducción estructurada sobre la
psicología positiva, el primer libro que deberías leer es Fluir. Por otra parte, he de decir que
el libro básico para la psicología positiva no lo ha escrito un psicólogo positivo. Para mí es
el libro El hombre en busca de sentido, de Victor Frankl. Creo que esos dos libros captan la
esencia de lo que la psicología positiva debe tratar. Hay varios libros bien estructurados que
resumen un buen número de constructos muy bien. Pero, el punto de partida serían esos
libros.

¿Cuál sería el momento del que se siente usted más orgullosa hasta la fecha con respecto
a la psicología positiva?
La ceremonia de graduación, hace tres años, cuando la primera promoción de estudiantes
del MAPP se graduaba; el canciller presidió la ceremonia y empezó a leer “y ahora estoy or-
gulloso de presentar la ceremonia de la primera promoción del Master en Psicología Positiva
Aplicada de Europa.” En ese momento lloré de puro orgullo.

¿Hay algo que quiera comentar que no le haya preguntado con anterioridad?
Únicamente añadir algo más a tu pregunta sobre el programa del MAPP. El futuro desarrollo de
la psicología positiva en este momento está en su proyección internacional. Tenemos un mon-
tón de psicología positiva en América, en Europa y en Australia. Creo que el siguiente paso a ni-
vel organizacional es realmente África, Sudamérica y Asia, en términos de movimiento regional
de la psicología positiva. Me emociona que el programa del MAPP llegue más lejos. Vamos a te-
ner la opción del aprendizaje a distancia a partir del próximo mes de septiembre y será capaz de
llegar a diferentes partes del mundo. También estoy entusiasmada con los distintos desarrollos
en estas regiones y los resultados de diferentes investigaciones hechas en estos lugares. Recien-
temente, tuve la oportunidad de presentar con un profesor de psicología positiva de China una
conferencia internacional, y lo que me sorprendió (y para lo que no estaba preparada) fueron
los resultados completamente contrarios, por ejemplo, en el área de la perspectiva temporal.
Esto me abrió los ojos realmente a la importancia de la comprensión cultural y la especificidad
de las culturas con respecto a los hallazgos de la psicología positiva, y es algo que me emociona
en términos de futuros descubrimientos en psicología positiva, integrar los hallazgos transcul-
turales en la medida de lo posible y aprender de las investigaciones de cada uno.

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Robert Vallerand
Robert Vallerand es profesor de psicología social en la Université du Québec à Montréal,
Canadá, y Presidente de la Asociación Internacional de Psicología Positiva (IPPA). Su inves-
tigación se centra principalmente en la motivación y en la pasión, y ha escrito más de 200
artículos y capítulos de libros sobre la motivación social, así como cinco libros.

En términos generales y según usted, ¿Cuáles son algunas de las características distintivas
de la psicología positiva?
Primero, Aaron, permíteme felicitarte por tu intento de reunir en un libro a toda la gente que
está involucrada en la psicología positiva. Pienso que es un servicio altamente importante
a la comunidad de la psicología positiva. La respuesta a tu pregunta, es que evidentemente
hay varias características distintivas, y depende de a quién preguntes, tendrás distintas res-
puestas. Cuando miras a la psicología positiva y a algunas de sus características definitorias,
la ciencia está claramente presente. Si miras a los libros de texto y a las distintas páginas
web, la gente señalará hacia la ciencia. Por ejemplo, en la IPPA hemos definido la psicología
positiva como el estudio científico de los que permite a la gente y a las comunidades mejorar
y dar lo mejor de sí mismos. Pienso que Chris Peterson, en su libro Primer in Positive Psycho-
logy, menciona el hecho de que es el estudio de lo que hace que la gente se levante por las
mañanas y hagan las cosas lo mejor posible dándolo todo de ellos mismos. Así que la ciencia
es muy importante. Al mismo tiempo también nos ocupamos de las aplicaciones y cómo
podemos utilizar esa ciencia y aplicarla para que la gente pueda estar y ser mejor. Diría que
ambos elementos son muy importantes, porque ayudan a la gente (y a las organizaciones),
a mejorar y hacer las cosas mejor y dar lo mejor de sí mismos. Así que la ciencia y las aplica-
ciones basadas en la investigación y que ayudan a la gente a ser mejores son elementos muy
importantes.

¿Cuál es el mayor desafío al que se enfrenta la psicología positiva mientras se va desarrollando?


Hay unos cuantos, pero, obviamente, porque la psicología positiva es en realidad la interfaz
entre la ciencia y las aplicaciones, uno de los retos que tenemos es el de asegurarnos de
que todo el mundo está contento con esa interfaz que tenemos. Los científicos están dicien-
do, “bien, necesitamos más ciencia”, y la gente que es más aplicada dice “necesitamos más
aplicaciones”. Uno de los desafíos es asegurarnos de que estamos en la misma cara de la
moneda, y que progresamos de manera conjunta con la esperanza de que la psicología posi-
tiva, como área, mejorará e incluso será mejor. Si bien necesitamos estar todos en la misma
página, puede que a veces tengamos algún tipo de desacuerdo, pero eso está bien, creo que
es una parte más del juego más que un desafío. Otro desafío es que en algún punto hay que
asegurarse de que todo el mundo de la psicología toma en serio a la psicología positiva. Es
esto por lo que la ciencia es tan importante. La gente en los años 50 y 60, con la psicología
humanista, ya trató de crear una especie de revolución y no funcionó porque la ciencia no
era una gran parte de ella. Creo que una de las razones por las que la psicología positiva fun-
ciona, es porque la ciencia es muy importante. Otro desafío es involucrar a gente de distintas
áreas de la psicología; de hecho, yo diría que de todas las áreas de la psicología. Eso significa
a la neurociencia, como lo que está haciendo Richard Davidson, a las emociones con Barbara
Fredrickson, a la cultura con gente como Shinobu Kitayama, y a la motivación con Ed Deci,
toda esta gente que tenemos a bordo. En el Segundo Congreso Mundial de Psicología Posi-
tiva organizado por la IPPA [Julio de 2011], hemos tenido a estas personas en Philadelphia,

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aspecto que fue genial. Estos son algunos de los desafíos a los que nos enfrentamos, pero
son manejables. Estamos avanzando hacia una psicología positiva floreciente en investiga-
ción y aplicación.

¿Puede contarme algo sobre su trabajo dentro de la psicología positiva?


Mi trabajo básicamente es sobre la pasión. Cuando Chris Peterson dice “¿Qué es lo que hace
que la gente se levante por las mañanas?”, yo digo que la pasión hace que la gente se levan-
te por las mañanas. Si hoy hay partido de baloncesto, o hay un concierto y estás buscando
quedar con tus amigos, o ir al gimnasio a hacer saco o a jugar al baloncesto o lo que sea,
creo que la pasión es extremadamente importante en la vida de la gente. De hecho, algunos
filósofos como Hegel dijeron que no hay nada más grande en este mundo que algo que se
ha hecho con pasión. Así que, la pasión es lo que marca una gran diferencia en la vida de la
gente. El tema es que, como algunas personas han dicho, tienes que mirar el lado positivo
así como el negativo, y con la pasión hay dos tipos de pasión. Una es la “pasión armoniosa”
que te aporta una gran cantidad de carril, serás feliz y alcanzarás muchos objetivos y metas;
pero, la “pasión obsesiva” puede llevas a algunos efectos negativos, especialmente en el de-
sarrollo físico y la salud mental. Estamos haciendo un montón de investigación y publicando
nuestro trabajo relacionado con el papel de ambas pasiones en el funcionamiento óptimo de
la sociedad. Evidentemente, la pasión armoniosa es lo que te lleva a una vida buena, y a ser
feliz, y a contribuir con la sociedad, alcanzar un alto nivel de rendimiento, y es a lo que algu-
nas personas deberían de apuntar. Pero, básicamente, eso es lo que hacemos en términos
de investigación, mirar a la psicología de la pasión.

Así que, ¿la pasión debería de estar estrechamente relacionada con el propósito, el signifi-
cado y los valores como áreas de la psicología?
¡Eso es! La definición básica de pasión es, “una fuerte inclinación hacia una actividad que nos
autodefine y que la persona ama, la encuentra importante (o se preocupa por ella) y gasta
tiempo y energía en ella.” Esto es, realmente te preocupas por esa actividad muy profun-
damente, tiene mucha importancia para ti y la valoras, y también te gusta, y pasas mucho
tiempo con ella, y te gusta hablar de ella y desarrollas tus amistades en torno a ella. Es una
parte central en tu vida. Cómo te vas involucrando con la actividad y lo que significa para
ti a veces puede meterte en problemas (con la pasión obsesiva). Pero tienes razón en ese
sentido, y los valores son una parte muy importante de ella, y si la actividad en sí misma es
positiva, como el voluntariado, el cuidado de otros, la enseñanza, es evidente que puede dar
lugar a una gran cantidad de consecuencias buenas para uno mismo y para otras personas.
Tendemos a contribuir a la sociedad y eso es lo que encontramos en nuestras investigacio-
nes, sobre todo con la pasión armoniosa. De la participación en esa actividad obtienes lo que
nosotros llamamos “un funcionamiento óptimo en la sociedad”, donde eres psicológicamen-
te feliz, físicamente saludable, y tienes relaciones positivas en tu vida, logras altos niveles
de rendimiento y contribuyes a la sociedad al mismo tiempo. Estos cinco elementos hemos
encontrado quedan explicados por la pasión armoniosa; mientras que con la pasión obsesiva
obtienes algunos de los elementos, pero no el pack completo. Con la pasión obsesiva, algo
se interpone en las relaciones positivas con otras personas. E incluso a veces, la salud podría
estar en peligro.

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Como nuevo presidente electo de la IPPA, ¿cuál sería algún aspecto que personalmente
quieres cambiar de la psicología positiva o de la IPPA?
Los anteriores presidentes, Ed Diener y Antonella Delle Fave, han hecho un gran trabajo, por-
que no es fácil comenzar una nueva asociación. La IPPA se creó en 2007, así que solo tiene
4 años. Es como tener un hijo e intentar asegurarse de que sabe cómo caminar. Han hecho
un gran trabajo. Mi trabajo básicamente es continuar en esa línea, mientras intento hacer
algunos cambios que nos ayuden a progresar a lo largo del camino. Hay un montón de cosas
diferentes que estamos intentando hacer. Nuestro primer objetivo es modificar la oficina
central para que podamos ser más eficaces en nuestro trabajo. Esto implica traer más perso-
nas a trabajar con nosotros para conectar con nuestros componentes. Un segundo objetivo
es facilitar un movimiento de base dentro de la asociación y asegurarse de que personas de
diferentes países y todos los miembros individuales sientan que son realmente parte de la
IPPA. Por lo tanto, estamos en el proceso de creación de “divisiones”, al igual que la APA, para
que la gente pueda integrarse en áreas que sean de interés para ellos y consigan lo que quie-
ran obtener de la asociación. Así que en lugar de tener un único grupo de 2500 miembros de
la IPPA, vamos a tener divisiones que se ocupan de la salud, la educación, las organizaciones,
la psicología clínica y el coaching. Habrá presidentes en cada una de las diferentes divisiones
y las personas podrán sentir que forman parte de una comunidad especializada de la IPPA.
Un tercer objetivo tiene que ver con la difusión del conocimiento. Esto se hace a través de
diferentes medios tales como tener nuestro boletín de noticias cuatro veces al año, siguien-
do la serie de los “líderes de la psicología positiva” (con David Polay, que está haciendo un
gran trabajo). También estamos mirando la posibilidad de que tal vez ya sean revistas o en
libros sobre psicología positiva que estarían bajo la dirección de la IPPA. En esencia, estamos
buscando diferentes maneras de conectar con nuestros miembros y difundir la información
pertinente. Por último, y quizás lo más importante que estamos tratando de hacer, es ayudar
a los países del mundo que tienen asociaciones nacionales propias para que puedan formar
parte de la IPPA, y al mismo tiempo, seguir siendo entidades autónomas, consiguiendo que
la psicología positiva sea algo verdaderamente global.

¿Podría mencionar algunos países como ejemplo, que hayan sido ayudados o estén siendo
ayudados?
Distintos países, evidentemente Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda han sido pre-
cursores, pero Rusia, de hecho, también. Hay diferentes países en los que el español es el
idioma principal, España, Venezuela. Ahora mismo, mientras estoy hablando, hay una confe-
rencia en Brasil sobre psicología positiva (septiembre de 2011); y en Canadá han comenzado
con su propia asociación de psicología positiva y celebrarán su próxima conferencia en julio
de 2012. Así que está creciendo, aquí, allá y en todas partes y eso es lo que hace que sea
emocionante. Cuando estás intentando montar una asociación ¿A quién miras? ¡A la IPPA!
Estamos aquí para ayudar, intentando hacer todo tipo de cosas. Hemos ayudado a la gente
antes de establecer sus asociaciones en sus países y estamos más que dispuestos a hacerlo,
así que creo que nuestro papel es poder ayudarles.

¿Tiene usted alguna idea de los países en los que le gustaría ver asociaciones de psicología
positiva, o de los le han preguntado por asistencia?
Evidentemente, me gustaría ver a todos los países involucrados. Lo que estamos intentando
hacer es mirar, a lo largo del mundo, lo que sucede. James Pawelski ha hecho un gran trabajo
como director ejecutivo en esa dirección. Por ejemplo, James está ahora mismo en Brasil con

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Martin Seligman, el cual ha sido el gran embajador de la psicología positiva. Estamos exa-
minando la situación en Brasil, y, al mismo tiempo estamos intentando ayudar de cualquier
manera posible con su asociación. Lo mismo tendrá lugar el próximo verano (2012) en Sudá-
frica. Así que, por lo general, lo que sucede es que la gente de un país determinado se pone
en contacto con nosotros y les damos información y entonces hay un diálogo de ida y vuelta,
en términos de conexión, y luego en algún momento vamos allí y tratamos de ayudarlos. Es
lo que hemos estado haciendo hasta ahora.

Mucha gente se pregunta cómo difiere la psicología positiva internacionalmente, por paí-
ses. Así que, me pregunto, desde su perspectiva ¿cuáles son los países que estarán lideran-
do el camino en un futuro?
Hay países como España, por ejemplo, con Carmelo Vázquez que está haciendo un buen
trabajo. Nueva Zelanda cuenta con una asociación próspera contigo y otras personas involu-
cradas. Australia está haciendo un muy buen trabajo con Dianne Vella-Brodrick y Tony Grant;
son muy potentes y contribuyen un montón, no solamente en su país, sino también a la IPPA.
Australia es muy fuerte, y en diferentes áreas, lo que la hace interesante, como el coaching y
la parte científica del mismo. Estos países, creo, en algún punto liderarán el camino. Estaba
hablando con alguien de Australia que quiere crear un centro de psicología positiva en una
universidad. No está finalizado todavía, así que estamos intentando ayudarles de alguna
manera. Eso es el por qué fue tan gratificante el último congreso, el Segundo Congreso Mun-
dial de Psicología Positiva de Philadelphia, ver a mucha gente mostrar muchas ideas; mucha
gente que quieren volver a sus países y llevar la psicología positiva allí y asegurarse de que
pueden hacer algo que irá más allá de la conferencia en sí misma. Eso es lo que estamos
viendo y por lo que estamos muy emocionados.

La IPPA ha afrontado varias críticas desde su fundación, y también ha conseguido un mon-


tón de logros. ¿Puede describir alguna de esas críticas de las que se ha ocupado la IPPA y
cómo las está abordando?
Una de las críticas fue que inicialmente la gente sentía que había un montón de científicos
involucrados en esto y que hacía falta más gente con una mentalidad aplicada. Cuando miras
a la historia, evidentemente cuando estás comenzando algo, la ciencia es parte de la defi-
nición, y quieres que la gente que esté en este terreno se involucre con la ciencia. Pero la
aplicación de la psicología positiva es también algo importante y actualmente los programas
vemos que reflejan ambas dimensiones (es decir, la ciencia y la aplicación) de la psicología
positiva. Otro aspecto es la representación internacional. Queremos tener gente de distin-
tos países en nuestro consejo de administración que reflejen ese sabor internacional y que
muestre una muy alta calidad. Eso no es siempre fácil de hacer, pero de 40 personas que hay
en el consejo, creo que hay 25 o 30 países representados, quizá más. Así que, tenemos un
montón de países involucrados y cuando observo estas reuniones que tenemos, las confe-
rencias que celebramos, puedo ver que gente de todo el mundo está implicada con la IPPA.
Me siento muy agradecido por ello, de la representación internacional. La última crítica tiene
que ver con el hecho de que la gente quiere estar más involucrada en la IPPA. No tienen que
interactuar con la IPPA como un todo; sino que pueden ser parte de pequeñas divisiones y
sentirse mucho más implicados.

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Sólo por curiosidad, ¿Cuántos miembros tiene la IPPA?
Creo que en el último recuento eran unos 2500. Podría suponer que estos números son más
altos, porque cada año que tenemos una conferencia, el número de miembros aumenta. No
me sorprendería si nuestro número está más allá de tres mil después de la conferencia, ya
se verá.

¿A quién admira como futuro líder de la psicología positiva? De modo alternativo ¿quiénes
serán los futuros líderes de la psicología positiva? Por ejemplo, James Pawelski destaca
para mí como alguien que ha hecho un gran trabajo, tanto para la psicología positiva como
para la IPPA, pero, ¿qué piensa usted?
Es una pregunta difícil, porque hay tanta gente buena que participa, entre ellos James Pawels-
ki, como has mencionado. Hay dos maneras de responder a esto. ¿Quién ha hecho una con-
tribución dentro del campo científico de la psicología positiva? La respuesta es, un montón
de gente. Hay un montón de gente joven que participa, y obviamente, no es necesario men-
cionar a Martin Seligman, Chris Peterson, Barbara Fredrickson y Richard Davidson, gente que
todo el mundo conoce. La otra manera de abordar esta pregunta es tener una lista de gente
en otros campos de la psicología que están implicándose más en la psicología positiva. Lo
que hemos intentado hacer en la última conferencia era llevar a 21 ponentes invitados, con
aproximadamente la mitad de ellos, unos 12 o 13 provenían de la psicología positiva, desde
el propio campo; pero la otra mitad era gente puntera en otras áreas. Lo que queríamos era
que la gente de la psicología positiva conociera su trabajo. Pero también, cuando estos con-
ferenciantes se marcharon del congreso, y volvieron a casa, algo les había cambiado. Saben
más sobre la psicología positiva y quizás pueden crear centros de psicología positiva o hacer
alguna aplicación de la psicología positiva en su campo. Inicialmente escuché que la gente
decía “bueno, no conozco a esta gente, pero ahora, ¡guau!, fue realmente emocionante”.
Por ejemplo Ed Deci presentó una conferencia en el Segundo Congreso Mundial de Psicolo-
gía Positiva y evidentemente algunas personas quizás no le conocían, pero es el gigante del
campo de la motivación. Arie Krunglanski es un psicólogo social puntero haciendo trabajos
desde hace diez años sobre el terrorismo y las aplicaciones que se pueden abordar desde
una perspectiva más positiva. ¿Qué es lo que podemos hacer para prevenir? La gente como
Joan Duda en la psicología del ejercicio y del deporte. Podemos utilizar la psicología del
ejercicio físico de una manera más positiva, para poder abordar uno de los problemas im-
portantes que tiene la gente en el Reino Unido y en todo el mundo, es decir, los jóvenes que
se están convirtiendo en obesos; ¿qué podemos hacer con eso? Otras personas, como Herb
Marsh en educación, Jacquie Eccles en la psicología del desarrollo social, y la lista sigue. Hay
gigantes en su propio campo que la gente de la psicología positiva no conocía, pero ahora
sí. Afortunadamente, estas personas pueden expandir sus conocimientos sobre la psicología
positiva. También hay gente joven que está haciendo trabajos muy buenos. Así que, hay mu-
cha gente involucrada, no sería justo mencionar únicamente algunos nombres. Sin embargo,
todo el campo se está expandiendo, esto es grande en términos de futuro, en términos de lo
que se avecina. La cuestión para la IPPA es convertirse, y esa es una de mis aspiraciones, en
el centro de la psicología positiva internacional, por lo que estamos ahí para ayudar, estamos
a disposición de la gente, para difundir el conocimiento y la aplicación y estamos ayudando
a la gente a crear su propia asociación en sus respectivos países. Si la gente necesita algo,
recurre a nosotros. Esperamos ser capaces de aportar estos servicios y en algún punto todo
el mundo estará interconectado como una familia feliz. Esa sería mi meta.

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¿Cuál sería un consejo que usted daría a la gente que está buscando contribuir al creci-
miento de la psicología positiva?
Estar en contacto. La mejor manera es contactar con nosotros directamente. La gente tiene
nuestro correo electrónico: James, yo mismo, la gente del comité ejecutivo, Carmelo Váz-
quez, el próximo presidente electo, Antonella Delle Fave, la presidenta anterior. Dianne Ve-
lla-Brodrick, la secretaria, y Kim Cameron el tesorero. Toda esta gente está deseosa de ayu-
dar y recordar que ellos son voluntarios. No somos perfectos, pero nos implicamos porque
nos preocupamos para que el campo avance. Así que, si quieres ayuda y hacer una contribu-
ción positiva, ponte en contacto con nosotros y haznos saber tus ideas y tus puntos de vista
y le prestaremos atención y veremos cómo estas ideas pueden transformarse en acción. Ya
hemos hecho un montón de cambios que esperamos que permitan a la gente contactar con
nosotros y beneficiarse de la IPPA. Esperamos que la gente saque partido de estos cambios,
se involucre y contribuya positivamente a la psicología positiva.

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Denise Quinlan
Denise Quinlan posee el Máster en Psicología Positiva Aplicada (MAPP) de la Universidad
de Pennsylvania. Actualmente está haciendo su tesis doctoral sobre intervenciones grupales
sobre fortalezas con niños en la Universidad de Otago en Nueva Zelanda.

En términos generales ¿cuáles son algunas de las características distintivas de la psicología


positiva?
Es el foco en la comprensión de lo que apoya y permite el bienestar y cómo podemos me-
jorarlo. Dentro de la psicología positiva hay diferentes áreas de investigación examinando
cómo ocurre eso, pero aún no tenemos una comprensión íntegra del bienestar, por ejemplo,
comprender la relación entre lo hedónico y lo eudaimónico, y cómo la felicidad se desarrolla
a través del tiempo y dentro de la persona.

¿Cuáles diría que son algunas de las metas de la psicología positiva?


Comprender y apoyar mejor a la gente para que tenga salud mental y bienestar: a nivel indi-
vidual en los ajustes terapéuticos y del coaching, a nivel grupal, en las escuelas, en los luga-
res de trabajo, y ahora mismo a nivel social, donde podamos pensar que el florecimiento es
un bien para la sociedad. Uno de los retos de la psicología positiva quizás es el poder abordar
que el bienestar se considere como un beneficio individual y no algo que sea competencia
del gobierno. Si la psicología positiva puede demostrar que el bienestar tiene beneficios
sociales, si es visto como un bien público, entonces, apoyar el bienestar a nivel social se con-
vertirá en parte de la agenda política.

¿Cuáles son algunos de los grandes desafíos a los que se enfrenta la psicología positiva en
la actualidad?
El que se me viene ahora a la cabeza es que la investigación tiene que ponerse al día con la
práctica. La gente está dispuesta a poner en práctica la investigación, y se basa a veces en
uno o dos trabajos de investigación que tal vez no están hechos siquiera con su población,
y eso es lo mejor que tienen para ir avanzando. Una mejor comprensión de los mecanismos
mediante los cuales funcionan las intervenciones nos permitirá diseñar intervenciones más
eficaces y apropiadas para las diferentes poblaciones. Hay una creciente conciencia de la im-
portancia del contexto entre los investigadores y eso es bueno, pero no sé si los interesados
en las investigaciones son tan conscientes de eso. Esperamos que un montón de gente sea
consumidora de las investigaciones, y ése es uno de los retos de la psicología positiva. He es-
tado preocupada por el uso de las intervenciones sobre fortalezas como si fuesen una forma
infalible de mejorar el bienestar. Las fortalezas no son un juguete de cuerda, listo para sacar-
lo de la caja y hacerlo funcionar. Es importante crear un lenguaje compartido sobre las for-
talezas, comprender las diferentes definiciones y cómo las fortalezas se valoran de manera
diferente en función de los distintos grupos y contextos cuando usas un enfoque basado en
las fortalezas. Otro gran reto es comprender realmente lo que es el bienestar, cómo ocurre y
cómo se desarrolla en los distintos grupos e individuos. Tanto la teoría eudaimónica como la
hedónica han proporcionado información valiosa sobre el comportamiento humano, pero a
menudo se ha estudiado por separado por personas distintas, pero ambas dimensiones ocu-
rren en un ser humano en un contexto determinado. Todo individuo disfruta de momentos
de bienestar hedónico y eudaimónico. Centrándose en ellos de manera separada hace que

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quizás estemos perdiendo la interacción y el equilibro entre ellos, y lo que apoya al bienes-
tar. No creo que siempre sea posible analizar el bienestar en sus elementos constituyentes,
¿acaso mis carcajadas con mi familia después de un difícil recorrido de esquí son algo pu-
ramente placentero, o algo con significado y plenitud por sentirme querida y parte de una
familia, o una sensación de conexión con mi propósito de ser una buena madre? Yo no sé si
trataría de analizarlo, me cortaría el rollo, y si lo hiciera en voz alta, mis hijos probablemente
me matarían.

¿Hubo algún acontecimiento clave que le ha hecho moverse al área de la psicología positi-
va? Quiero decir ¿cómo se metió usted en el campo de la psicología positiva?
He leído los libros de Marty Seligman Aprenda Optimismo y Auténtica Felicidad y estuve
utilizando algo de esos trabajos en los talleres que estaba llevando a cabo. Tenía un negocio
llamado “¿Qué hacer a continuación?” [What To Do Next], en el que daba cursos de tres días
a gente que estaba tratando de averiguar qué iba a hacer con su vida. En el curso usábamos
un montón de herramientas diferentes, algunas de ellas de la psicología positiva. Ví un anun-
cio del Master de Psicología Positiva Aplicada (MAPP) y pensé “eso podría ser interesante,
pero imposible desde Nueva Zelanda”. Presenté mi solicitud y mi cariñoso esposo, dijo que él
haría la gestión de los honorarios y gastos del viaje. Me dijo que podría haber tenido un ani-
llo de diamantes, un coche deportivo y algo de cambio. Por suerte, compartimos un interés
en el bienestar así que pensó que esto merecía la pena.

Entonces, ¿sobre que trata el Master de Psicología Positiva Aplicada de Philadelphia?


¿Puede contarnos un poco más sobre esto?
El programa se asienta en un modelo de estudio ejecutivo con tres días de clase presencial al
mes y estudios y tareas entre medias. Cada uno de estos tres días, algunos de los líderes de
este campo, daban conferencias. Sentarse en una sala de conferencias y que alguien compar-
ta contigo su trabajo y aprendizaje siempre me ha hecho sentir privilegiada, fue un momento
fantástico. Entre clase y clase, había un montón de tareas y reuniones on line, y eso era mu-
cho trabajo. Pero, sinceramente, ir a Philadelphia y escuchar a gente como Barbara Fredric-
kson, Chris Peterson, Martin Seligman, Sonya Lyubomirsky, George Valliant y Jonathan Haidt
fue una gozada. David Cooperrider e Isaac Prilletensky se centraron en el bienestar en la co-
munidad y a nivel grupal, donde la psicología positiva tiene menos investigación. Su trabajo
me aportó una gran oportunidad de equilibrar el foco individual de muchas de las investiga-
ciones de la psicología positiva. Fueron dos personas que me inspiraron al escucharlas.
Así que iba a Philadelphia tres días cada mes, unos 10 viajes a lo largo del año, y podría acce-
der a todo estos líderes mundiales, ¿cuál diría usted que destaca más de todo el programa?
¡Eso es muy difícil de decir! Probablemente la primera semana de inmersión en el curso por-
que tuve que escuchar a tantas personas esa semana, George Valliant, Barbara Fredrickson,
Sonja Lyubomirsky, Martin Seligman, Chris Peterson. Fue asombroso verte inmersa de re-
pente en un ambiente donde la gente realmente se preocupa por el bienestar y cuyo trabajo
es el trabajo de su vida. Yo había trabajado de intermediaria en el mercado de valores y en
una consultoría de gestión de grandes empresas en el Reino Unido y en Nueva Zelanda, así
que a menudo estaba en entornos en los que el bienestar era visto como suave y difuso, y
no algo que merezca la pena, era sobre “enseñarme el impacto del resultado final”. Así que,
estar en un ambiente en el que la gente de verdad está interesada en el bienestar fue muy
emocionante.

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¿Puede contarme algo de su trabajo sobre psicología positiva?
Ahora mismo soy estudiante de doctorado en la Universidad de Otago y estoy estudiando in-
tervenciones grupales sobre fortalezas con niños de 10 a 12 años. Previamente he trabajado
con adultos, y los participantes a menudo decían, “¿por qué no aprendí esto en la escuela?”
y “¿Por qué no hay nadie que les enseñe esto a mis hijos?”. Después del MAPP trabajé con
Karen Reivich como entrenadora ayudando a ofrecer información sobre psicología positiva a
los profesores que incluía las fortalezas, la resiliencia e información sobre propósito y signi-
ficado vital. Yo estaba interesada en las intervenciones sobre bienestar en las escuelas y en
averiguar si un programa “puro” de fortalezas sin los otros componentes podría en verdad
marcar la diferencia con respecto al bienestar. Una vez dentro de la tesis doctoral me inte-
resé por preguntas como “¿Qué tipo de evaluación de resultados es la más interesante?”,
“¿Cuáles son las estrategias que se usan para enseñar las fortalezas?”, “¿Cómo podemos
mejorar la eficacia de las intervenciones basadas en las fortalezas?” Y, ¿por qué no han pres-
tado atención al efecto de las intervenciones sobre las fortalezas en el grupo?”. Desarrollé
una intervención en las aulas implicando a los profesores y a los estudiantes centrado en el
reconocimiento de las fortalezas en los demás y en uno mismo. Apliqué el programa en seis
aulas durante más de siete semanas. Ahora estoy analizando los datos y espero terminarlos
en los próximos seis meses.

¿A quién admira dentro del área de las fortalezas?


Las personas que me vienen a la mente son algunos de los profesores que han leído la inves-
tigación y la han aplicado de formas muy inteligentes y perspicaces a sus alumnos. Algunos
de los profesores del Geelong Grammar [Australia] al que he visto trabajar de forma estimu-
lante. En términos de investigación, Chris Peterson merece mucha admiración por la crea-
ción del modelo VIA. He vuelto a releer la introducción al manual del modelo VIA; sus ideas
sobre el potencial del modelo y las limitaciones. Creo que él era consciente desde el inicio
del funcionamiento potencialmente diferente de las fortalezas en las diferentes sociedades
y el papel que tiene en los grupos el fomento de las fortalezas. Karen Reivich y Jane Gillham
han hecho un muy buen trabajo en el desarrollo de programas sobre fortalezas en las es-
cuelas, con un equilibrado sistema de ejercicios creativo y atractivo y con la concienciación
de la importancia de las relaciones y la cultura del grupo en los programas sobre fortalezas.
Personas como Jenny Fox Eades en el Reino Unido, que ha adaptado el VIA para estudiantes
y su uso conjunto con la narración de historias para crear una poderosa aproximación. Jenny
es muy consciente de lo que funciona con los estudiantes y los profesores así que ella es un
buen ejemplo de uso aplicado de la investigación sobre psicología positiva.

¿Qué haría de manera diferente si empezara a aprender sobre la psicología positiva de


nuevo?
Obtendría mucha más información crítica y mucho antes. Me gustaría conocer más sobre la
gente que trabaja en el límite; personas que no necesariamente son catalogadas como psi-
cólogos positivos, pero hacen trabajo relacionado con ella. Pasaría más tiempo estudiando
el lado social de la psicología positiva, y la investigación sobre las emociones. En general, me
hubiera gustado haber visto algunas de las buenas críticas de la psicología positiva y haber
tenido una idea más clara de dónde se encuentra la psicología positiva en relación con otras
ramas de la psicología.

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¿Qué consejo le daría a alguien que no puede permitirse hacer el MAPP o algún programa
similar? ¿Qué tipo de formación le daría a alguien que quiera aprender un montón sobre
psicología positiva?
La universidad de Harvard y Penn ofrecen programas online más baratos donde puedes reci-
bir un programa similar a los contenidos del MAPP. Yo diría que consiguieran algunos buenos
manuales sobre este tema. Recursos como el libro Primer in Positive Psychology. Sólo hay
que leerlo en profundidad.

¿Qué libro le recomendaría a alguien que quiere comenzar en la psicología positiva y que
no haya leído nada antes?
El libro La Hipótesis sobre la Felicidad de Jonathan Haidt es uno con el que me divertí al leer-
lo. No sé si es un buen libro para comenzar, pero me gustaron las ideas que hay en él. El libro
de Chris Peterson Primer in Positive Psychology es una buena forma de comenzar. El libro
nuevo de Kate Hefferson e Illona Boniwell llamado Positive Psychology: Theory, Research and
Application es también un punto de partida genial.

Durante tu formación, habrá conocido a mucha gente de este campo. ¿A quién admira?
Jonathan Haidt fue un gran profesor del MAPP, me gustó mucho su trabajo. Admiro a George
Valliant por su apreciación de la humanidad, a Barbara Fredrickson por sus investigaciones
pioneras, a Karen Reivich y a Jane Gillham por el trabajo que han hecho en el Penn Resilience
Programme y a quien esté innovando dentro del área de las fortalezas. Todd Kashdan está
ayudando de manera vigorosa a desafiar este campo, y creo que es algo útil.

¿Quién cree que es amable dentro de este campo?


Martin Seligman ha sido muy amable y un apoyo para mí y para otros graduados del MAPP.
Toda la gente de la psicología positiva a la que he enviado e-mails o con la que he hablado ha
sido muy amable. He aprendido un montón del trabajo con Karen Reivich quien es una gran
formadora y diseñadora de programas. Todd Kashdan ha sido amable a la hora de discutir
sobre ideas y también lo han sido Tayyab Rashid y Carmel Proctor del Reino Unido.

¿Hay algún área de la psicología positiva que todavía encuentras difícil de comprender?
Será agradable el momento en el que seamos capaces de unir nuestros intereses un poco
más. A veces sientes que estamos mirando hacia distintas áreas bajo un microscopio con
diferentes niveles de ampliación, así que es difícil saber cómo funcionan las cosas de unos y
de otros. Cuando estamos mirando a las emociones y a las respuestas emotivas, en un micro
nivel, o el apoyo social y el bienestar a largo plazo, alcanzar una altura de 28000 pies al nivel
del suelo y volver de nuevo a veces es todo un reto, para que funcione como engranaje todo
junto. Estas teorías se han descrito en forma de metáfora, y creo que eso sería genial si las
metáforas se entrelazaran un poco mejor. Me gustó mucho un artículo de Ken Sheldon que
describía seis niveles irreducibles en los que ocurre el bienestar, desde la satisfacción de ne-
cesidades psicológicas en el nivel inferior hasta los factores culturales en la parte superior.
Fue bueno el ver un mapa tan grande.

¿Hay algo que quiera añadir o comentar que no le haya preguntado con anterioridad?
Si estuviera hablando con alguien que acaba de llegar a la psicología positiva, le diría que hay
muchos aspectos interesantes, pero que no pierda de vista el mapa general. Mi preocupa-
ción es que la gente se interesa por un aspecto y actúa como si eso fuese la única solución,

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cuando la realidad es que no hay un solo factor que explique todo. El área de la psicología
positiva que más me emociona son las relaciones porque es un pivote del bienestar a lo largo
de la vida pero también es un desafío para mucha gente. Creo que subestimamos la impor-
tancia de las relaciones en muchas áreas de la vida, incluyendo la educación. La mayoría de
los grandes educadores que he conocido tienen un sentido de que la enseñanza trata acerca
de la conexión con el estudiante. Yo les digo a los profesores que si ellos tuvieran una amplia
conexión con un alumno, después podrán enseñar cualquier cosa. Si no la tienen, será algo
difícil. Una de las cosas para mí más interesantes sobre las fortalezas es cómo la apreciación
de las fortalezas de los demás puede usarse para construir una relación. A menudo utilizo la
descripción de las 24 fortalezas con los profesores como formas de apreciar a un niño difícil.

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Mihaly Csikszent mihalyi
Mihaly Csikszentmihalyi es profesor de psicología en la Universidad Claremont Graduate,
y Director del Centro de Investigación sobre la Calidad de Vida [Quality of Life Research
Center]. Él es reconocido por su trabajo en el estudio de la felicidad y la creatividad, y por el
inmensamente popular libro Fluir. Martin Seligman describe a Mihaly como “el líder mundial
de la investigación sobre psicología positiva”.

En términos generales ¿Cuáles son algunas de las características distintivas de la psicología


positiva?
La característica distintiva es que me permite interactuar con personas que de otro modo
hubieran sido difíciles de encontrar. Llevo en este campo desde hace 35 o 40 años y siempre
me he sentido marginado, y ahora, de repente, hay todo tipo de personas interesantes con
las que hablar, interactuar y estimular las ideas de cada uno. Ese el principal aspecto de la
psicología positiva. La cuestión podría referirse al contenido de las ideas, o de la psicología
positiva como proyecto social (odio la palabra movimiento), así que te daré una explicación
en términos de iniciativa conjunta. En términos de contenido, se trata de un surtido muy
variado de cosas distintas. Es difícil encontrar un elemento común en la psicología positi-
va, excepto en términos del hecho de que todo el mundo está intentando entender cómo
aumentar e incrementar los aspectos positivos de la experiencia humana y de la vida. Esto
puede varias desde el bienestar físico a los distintos significados vitales, y los aspectos sub-
jetivos. Estoy mayormente interesado en la calidad subjetiva de la experiencia, como proba-
blemente sabrás.

¿Hay alguno evento clave que haya cambiado el curso de su carrera hacia la psicología
positiva?
Nunca me dirigí hacia la psicología positiva, siempre lo hice desde que escribí mi tesis en 1965,
hace alrededor de medio siglo. Fue básicamente sobre un aspecto de la psicología positiva en el
que todavía estoy involucrado, la creatividad, que creo que es un aspecto importante. En aquel
entonces no existía la psicología positiva como tal. Comenzamos con ella a finales de los 90 con
Martin Seligman en Hawaii, donde nos conocimos accidentalmente y decidimos que deberíamos
tener un grupo más visible sobre el estudio de los aspectos del comportamiento humano que
habían sido descuidados por la psicología desde hace medio siglo. Esto incluía todos los aspectos
que la gente ahora denomina psicología positiva. Pero para nosotros, cuando empezamos con
todo esto, no teníamos ni idea de hacia dónde ir. Yo solamente estaba esperando ser capaz de
contactar con algunos colegas en Estados Unidos y alguno más que tuviese el mismo interés que
yo. Yo me imaginaba un pequeño grupo de unas 50 o 60 personas interesadas en el tema, pero
en el reciente Congreso Mundial de Psicología Positiva de Philadelphia había más de 1600 perso-
nas de todas partes y eso es casi de miedo, porque creo que las buenas ideas son probablemente
atacadas por promesas prematuras antes que atacadas por la oposición. De repente tuvimos una
gran respuesta de todo el mundo que se sentía algo frustrado y bloqueado por la psicología pre-
viamente. Ví que el campo crecía rápida y exponencialmente hacia el futuro, y ese es el por qué
comencé el desarrollo de un programa de doctorado aquí en la Universidad de Clermont. Pensé
“hey, deberíamos empezar a formar a la gente para que actúe como guardianes o al menos como
soporte de este campo en desarrollo”, no es un tipo de entusiasmo superficial, sino algo basado
en la crítica, en la reflexión, incluso en el escepticismo, la investigación y lo que la ciencia debe ser.

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¿Cuáles cree que son los mayores logros que la psicología positiva ha conseguido hasta la
fecha?
Se ha extendido de repente por todo el planeta y conecta a gente que no se habían conocido
antes. Quiero decir, tú estás en Nueva Zelanda y estamos hablando sobre temas de los que
podríamos hablar en Sudáfrica, en Corea, en Alemania, y conocer gente a la que también le
preocupa la mejora de la vida de las personas y la verdadera comprensión psicológica. Sola-
mente crear esta red en tan poco tiempo ha sido sensacional. La gente ahora se está empe-
zando a tomar en serio cosas que antes eran algo marginal al interés de las personas, como
la gratitud, el perdón, o el coraje, todas esas cosas que la gente pensaba que eran realmente
áreas de la psicología minoritarias o poco interesantes. Los estudiantes pueden sacarse la
tesis doctoral escribiendo una buena investigación para estudiar estos asuntos en un nivel
más humano. Así que, hay dos cosas. Una es dar poder a la gente para sentir que lo que están
haciendo no es predicar en el desierto, que hay eco por todas partes, eso es muy importante.
La otra es que el tema principal de la actividad humana positiva se está tomando en serio y
es investigado y se está integrando en el vocabulario de la psicología.

¿Cuáles son los temas actuales de interés para la psicología positiva?


El que creo que es más importante es mantener un equilibrio saludable entre la investiga-
ción básica, la aplicación, y la discriminación, porque es muy fácil emocionarse con las ideas
y después decir “De acuerdo, leo un libro y ahora puedo ser un coach”, o algo por el estilo.
Si demasiada gente hace eso, la psicología positiva tendrá una vida muy corta porque no es
fácil cambiar las cosas. Si nos comprometemos y encontramos que conocemos las respues-
tas y somos capaces de aplicarlas, y luego no funcionan, la gente dirá, “eso es únicamente
otra moda pasajera, olvídate de ella”, y la psicología positiva tendrá una mala reputación.
Necesitamos ambas, necesitamos tomarnos en serio estos asuntos. Una de las cosas que la
psicología positiva está haciendo ahora, de manera rutinaria, es que algunas personas están
utilizando las intervenciones ya conocidas. Las intervenciones duran unas pocas semanas
haciendo algo, como escribir cartas a gente con la que se uno se siente agradecido, u otra
intervención que puede ser pensar sobre aquello por lo que sientes gratitud; y luego pensar
que hay tipos de intervenciones que se pueden aplicar a todo el mundo para hacer que su
vida sea mejor. Ahora, estas intervenciones son realmente importantes para comprender
los mecanismos de la gratitud, pero como soluciones a la condición humana, no creo que
sean las adecuadas. Las intervenciones reales en nuestra vida son la familia, las escuelas, los
trabajos, y los sistemas políticos donde vivimos: esas intervenciones no duran dos semanas,
duran toda la vida. Quiero decir, si vas a la escuela, tienes trece años y estás sentado en un
banco, eso es una intervención y mucho más potente en muchos aspectos que lo que pueda
ocurrir. La psicología positiva necesita informar a las escuelas y cambiar la pedagogía para
que la intervención educativa sea más productora de crecimiento para los humanos. Y lo
mismo en el caso de los trabajos, lo mismo para las familias, y así sucesivamente. Creo que
al final tenemos que darnos cuenta de que si queremos tener éxito, tenemos que abordar
todo los tipos de contexto institucionales en los que vivimos, que son los que intervienen
en nuestras vidas de manera sustantiva. La tipología de intervenciones que podemos hacer
es aprender qué funciona y cómo, y puede ser un buen complemento a la terapia de alguna
forma, pero no podemos detenernos aquí y creer que resolveremos los problemas de la
humanidad haciendo esas cosas. Es por eso que me preocupa la institucionalización prema-
tura de la psicología positiva para que tengamos una norma, “esto es lo que es la psicología
positiva, así es como lo aplicas.” Si ahora hacemos eso, nos situaremos a nosotros mismos

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en un rincón angosto de la realidad. Tenemos que seguir abiertos y crecer conceptualmente
como profesionales, conjuntamente, nuestra práctica y nuestro conocimiento, tienen que
estar abiertos y crecer.

¿De qué disciplina puede la psicología aprender más para seguir adelante?
Otras disciplinas fuera de la psicología que están próximas a ella de alguna manera son la bio-
logía por un lado, y la sociología por otro. Ambas tienen conocimientos bastante relevantes
que podemos añadir a nuestra base de conocimientos. Pero también podemos dar un salto y
decir, “bien, ¿qué pasa con la espiritualidad?” Ese es uno de los campos más atractivos en el
que los alumnos responden, la meditación, y las diversas formas de la práctica del budismo,
y así sucesivamente, y, de nuevo, pienso que eso es algo muy valioso que deberíamos por
todos los medios comprender e integrar mejor en lo que hacemos, pero no creo que tengan
la respuesta final. Por mi trabajo original en la creatividad y mi interés en la evolución, real-
mente creo que para que esos nuevos sistemas de ideas puedan ser realmente influyentes
y ser un cambio de paradigma, tienen que crecer, tienen que abrirse, tienen que mantener
refinados sus objetivos y sus propósitos, antes que decir, “de acuerdo, es esto”.

¿A quién admira dentro de la psicología positiva? O, ¿quién piensa que va a liderarla en los
próximos 10 años?
No quiero destacar a una única persona, porque hay muchas, pero sé que cuando comenza-
mos la psicología positiva con Martin Seligman, empezamos con la conferencia Akumal en
México. Cuando decidimos empezar, insistí que lo que realmente necesitábamos era influir
en la siguiente generación. Así que desarrollamos el siguiente método, que fue escribir a los
cincuenta psicólogos más importantes de Estados Unidos; y Martin los conocía porque había
sido elegido presidente del a APA (Asociación Americana de Psicología). Le preguntamos a
cada una de estas cincuenta personas si conocían a algún estudiante o a algún psicólogo
menor de 30 años que se hubiera interesado por el trabajo en aspectos que describimos
en un par de líneas, definiendo la psicología positiva. Fuimos detrás de gente que estuviera
interesada en estos temas, y que, a los 50 años, era probable que fuese director de un de-
partamento. Así que esa era nuestra idea. Las cincuenta personas contestaron y nos envia-
ron nombres, y luego escribimos de nuevo a estos cincuenta nominados y les pedimos que
enviaran sus curriculum y sus intereses. Luego seleccionamos a 20 de ellos, les invitamos
durante una semana, con todos los gastos pagados, a un pueblo pesquero de México llama-
do Akumal. Los 20 candidatos aceptaron y durante esa semana estuvimos siempre, 24 horas
al día, en traje de baño y en chanclas y hablando, únicamente de manera informal, sobre lo
que veíamos que echábamos en falta en la psicología y qué se podía hacer para hacerlo bien.
De las veinte personas, en aquel entonces, la mitad de ellos habían escrito libros y la otra mi-
tad habían escrito artículos influyentes. Por ejemplo, Barbara Fredrickson estaba allí, Sonja
Lyobomirsky, Tim Passer, y John Haidt, toda esa gente. Este método de trabajo, representaba
algo en lo que yo creo, y es que tenemos que apelar a la imaginación de las mentes jóvenes,
porque todo lo que hagamos, no va a ser arrastrado por nosotros, quiero decir, Martin y yo.
Acabamos de comenzar y esperamos dejarlo en buenas condiciones, pero la verdadera res-
ponsabilidad está en manos de esa generación.

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¿Hay algún proyecto de la psicología positiva que le emocione, o en el que esté implicado
y le emocione?
Bueno, no es directamente sobre psicología positiva, pero es el tipo de trabajo que he estado
haciendo en la psicología positiva, incluso antes de que la psicología positiva comenzara; así
que, por ejemplo, hay una nueva universidad en China que está intentando ser una especie
de bujía intelectual para el país. Han construido un campus enorme, un campus elegante y
bonito, y han invitado a maestros de otros lugares para comenzar estudios donde la gente
del gobierno y de los negocios pueda ir y sentarse a hablar de cómo aplicar, por ejemplo, el
flow y la creatividad. No necesito ir allí y empezar un estudio. Quiero ir y saber lo que está
pasando pero no voy a aprender chino desde cero a mi edad. Eso es algo interesante que
está pasando. Por otro lado, continúo la investigación con mis estudiantes en el mismo tipo
de temas en los que lo que hacía antes, es decir, el flow. Hay un par de artículos nuevos sobre
flow y ajedrez que creo que son muy interesantes, y potencialmente proclives de cambiar el
paradigma. También trabajo en creatividad: acabo de de llegar de Portugal, de la conferencia
europea sobre la creatividad, donde la gente está utilizando algunas de mis ideas para hacer
investigación y colaboro con algunas de estas personas. Mucha de mi energía la invierto en
hacer que funcione el programa de doctorado de Claremont, porque no es fácil empezar algo
de cero y hacerlo funcionar. Así que eso es una cosa en la que estoy trabajando.

¿Cuál sería un consejo que daría usted a alguien que quiere ayudar y contribuir a que la
psicología positiva crezca?
Si quieren contribuir, el único consejo que les doy es que deben hacer un buen trabajo.
Deben tomárselo en serio, no deberían asumir que saben lo que es, pero deberían intentar
entender mejor lo que los seres humanos necesitan para el siguiente paso en la evolución y
tratar de hacer que funcione. Ahí es donde deberían centrarse. Necesitan que sea algo que
ellos hayan decidido. Lo más importante es no tomárselo a la ligera y tampoco de manera
dogmática: esos son dos extremos.

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Agradecimientos
Las siguientes personas han colaborado aportando las condiciones propicias para que este
libro llegue a buen término. ¡Estamos inmensamente agradecidos!:
• Las 13 personas entrevistadas (Ánimo/ Tiempo)
• Rebeca Jarden (Corrección/ Trascripción)
• Dr. Alex Mackenzie (Escéptico/ Desmoralizador)
• Profesor asociado Paul Jose (Comentarios)
• Profesor asociado Todd Kashdan (Ideas)
• Gaynor Parkin (Comentarios)
• Denise Quinlan (Ánimos)
• Margarita Tarragona (Comentarios/ Revisión de la traducción al español)
• Profesor Simon Kemp (Mentor académico)
• Dr. Jo Mitchell (Ideas)
• The Open Polytechnic of New Zealand (Soporte para la corrección del estilo)
• Marla González (Revisión de la traducción al español)
• Alba del Castillo (Maquetación de la edición en español)

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Recursos sobre Psicología Positiva
Evaluación online del bienestar
• http://www.growhq.com/ (bienestar)
• http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx (fortalezas y felicidad)
• http://www.viacharacter.org/ (fortalezas)
• http://www.cappeu.com/ (fortalezas)
• http://www.positivityratio.com/single.php (emociones positivas)
• http://www.risbo.org/happinessmonitor/ (monitor de la felicidad)

Asociaciones de Psicología Positiva


• http://www.ippanetwork.org/ (Internacional)
• http://www.ippanetwork.org/student_division/ (Sección de estudiantes internacional)
• http://www.positivepsychology.org.nz/ (Nueva Zelanda)
• http://www.enpp.eu/ (Red Europea)
• http://positivepsychology.org.uk/ (Reino Unido)
• http://www.globalcppa.org/en/index.html (China)
• http://www.sepsicologiapositiva.es/ (España)
• http://www.positivepsychologycanada.com/ (Canadá)

Artículos online, información y otros recursos


• http://www.ppc.sas.upenn.edu/
• http://www.iepp.es/
• http://www.actionforhappiness.org/
• http://es.positivepsychologynews.com/
• http://www.thecharacterproject.com/
• http://www.institutodelafelicidad.com/

Programas online gratuitos


• http://www.elprogramadelosmartes.org/ (Adultos)
• www.biteback.org.au (Adolescentes)

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Sobre el Autor
El Doctor Aaron Jarden es profesor de Psicología en The Open Polytechnic of New Zealand,
presidente de la Asociación de Psicología Positiva de Nueva Zelanda [New Zealand Associa-
tion of Positive Psychology], investigador principal del Estudio Internacional del Bienestar
[Wellbeing Study], creador de El Programa de los Martes [The Tuesday Program], co-editor
de la International Journal of Wellbeing, organizador de la conferencia internacional de bien-
estar y políticas públicas [Wellbeing and Public Policy], y director de GROW International. El
Doctor Aaron Jarden describe su objetivo como “una completa comprensión del bienestar
humano, por qué es como es y cómo se puede mejorar”.

Contacto:
• www.aaronjarden.com
• aaron@jarden.co.nz

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Sobre la Traductora
Merche Ovejero es estudiante de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid (Es-
paña) y experta en Psicología Positiva por el Instituto Europeo de Psicología Positiva. Es tra-
ductora y colaboradora de la revista Positive Psychology News Daily. Trabaja como asesora
estadística de investigaciones en Psicología y es colaboradora honorífica del Departamen-
to Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos II de la facultad de Psicología de la
Universidad Complutense de Madrid (España). Es representante regional de la Students of
International Positive Psychology Association. Es la encargada de la traducción y adaptación
al español de The Tuesday Program (El Programa de los Martes).

Contacto:
• mercheovejero@psi.ucm.es

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¿Qué es la psicología positiva? ¿Cuándo, dónde y cómo se desarrolló la psicolo-
gía positiva? ¿Qué se siente al utilizar las aplicaciones de la psicología positiva
en la práctica profesional y en el mundo real? ¿Con qué frecuencia utilizan los
profesionales el marco de la psicología positiva? ¿Por qué algunos profesionales
optan por aplicaciones más particulares de la psicología positiva frente a otras?
¿Cuánto saben sobre psicología positiva? ¿Qué tipo de investigación sobre psi-
cología positiva se está aplicando, cómo y con quién? ¿Quién está haciendo in-
vestigación puntera sobre psicología positiva? ¿Cuál es el punto de partida de la
psicología positiva y dónde se va a llegar?

Psicólogos Positivos y Psicología Positiva explora este tipo de preguntas y asun-


tos mediante entrevistas a trece expertos de distintas áreas de la psicología po-
sitiva. También analiza qué es lo que lleva a la gente a involucrarse en la psico-
logía positiva, qué ha sucedido con sus puntos de vista a lo largo del tiempo, y
qué preocupaciones, esperanzas y observaciones tienen sobre este prometedor
campo. Todas las personas entrevistadas tienen una enorme experiencia en los
ámbitos de la psicología positiva, ya sea por su trayectoria investigadora o por
sus publicaciones, o porque son bien conocidos dentro de la comunidad de la
psicología positiva.

Este libro pretende ser de interés y utilidad a los que han comenzado reciente-
mente en el campo de la psicología positiva, o aquellos que están pensando en
hacerlo. Si a usted le gustaría saber qué es lo que los expertos piensan y está
buscando una visión más clara sobre la psicología positiva, este libro le será de
ayuda.

A
ISBN 978-0-473-22290-1
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