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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Agrícolas


Departamento de Suelos

CARRERA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA


CÁTEDRA DE NUTRIMENTOS DE PLANTAS
INFORME DE INVESTIGACIÓN EN INVERNADERO

Lizeth Mabel Fuertes Sarango


Quinto Curso B
30 de mayo de 2018

Comparación del efecto del elemento faltante en plantas de Maíz (Zea mays) cultivadas
en suelo fondo de valle y un suelo arenoso bajo condiciones de invernadero

INTRODUCCIÓN
El cultivo anual de maíz (Zea mays) pertenece a la familia Poaceae y es una de las gramíneas
mayor cultivadas en el norte de Ecuador, la gestión eficiente del cultivo es dependiente de: la
selección del terreno, el híbrido a sembrar, sistema de riego, la fertilización, el control de
enfermedades y malezas, etc (Beistegui, 2015). Los nutrientes que se encuentran en el suelo
generalmente restringen la producción de maíz siendo primordial comprender los
requerimientos del cultivo y el suministro del suelo para precisar las necesidades de fertilización
(García, 2005).
Los suelos de fondo de valle también son denominados andisoles debido a que son procedentes
u originan de cenizas volcánicas, debido a ello cubren una gran parte de la cuenca amazónica
en Centro América y América del sur. Este suelo se ha formado por la meteorización de
materiales piroclásticos (fragmentos de lava y humo de erupciones volcánicas) (Espinosa,
2008).
Los andisoles provienen de derivados de cenizas volcánicas en el mundo, se distribuye conforme
existe un volcán activo o extinto en la zona, lo que determina el 0.7 % de la superficie terrestre
y que corresponde a 124 millones de hectáreas aproximadamente; el 60 % de los suelos
volcánicos están establecidos en el trópico del planeta y además la Cordillera de los Andes
(Villegas, 2002), zona de la que se tomó la muestra de suelo de fondo de valle para el
experimento.
La fertilización del suelo es muy importante y en el caso del presente experimento se busca
prever nutrición a la planta, cómo y cuándo lo requiera, la utilización de fertilizantes químicos
satisfacen las deficiencias nutricionales de forma más equitativa, brindando datos que permiten

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que estas aplicaciones químicas se utilicen de manera efectiva los nutrientes contenidos en el
suelo y evite el desperdicio o exceso de fertilizante que puede ocasionar toxicidad (Sadeghian,
2003).
Considerando lo expuesto anteriormente, se llevó a cabo el presente experimente en condiciones
de invernadero a través del ensayo de elemento faltante, con el objetivo de entender mejor la
nutrición y las diferencias observables en plantas de maíz y el peso de las mismas frente a
elementos esenciales: Nitrógeno (N), Fosforo (P), Potasio (K), Magnesio (Mg) y Azufre (S).

OBJETIVOS
Objetivo General
Evidenciar el resultado de la ausencia de un nutriente esencial sobre el comportamiento de Maíz
(Zea mays) cultivado en invernadero en un suelo fondo de valle y en un suelo arenoso.
Objetivos Específicos
 Analizar las diferencias que existen en el peso fresco del maíz con distintos tratamientos
en un suelo fondo de valle y en un suelo arenoso.
 Comparar el resultado del elemento faltante en el peso fresco del maíz cultivado en
invernadero en un suelo fondo de valle y en un suelo arenoso.

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Clasificación del suelo de Fondo de Valle (Tabacundo)
 Orden Andisoles
Estos suelos se establecen en los paisajes montañosos, colinas y tierras altas que han
recibido contribuciones significativos de ceniza volcánica, debido a que su formación
proviene de ahí, generalmente son suelos profundos a moderadamente profundos y ricos
en materia orgánica; además muestran moderada evolución pedogenética; detallan
perfiles con horizontes A – Bw – C y A – C, epipedon melánico, úmbrico u ócrico y
endopedón cámbico (Herrera, 2009).
 Suborden Udands
Los subórdenes de Andisol se clasifican de acuerdo a regímenes de humedad y
temperatura, los cuales son cuatro: Aquands, Cryands, Ustands y Udands. El suelo
extraído de la zona de Tabacundo para el presente trabajo, pertenece al suborden Udands
el mismo que se clasifica en cuatro grandes grupos: Melanudands, Placudands,
Fulvudands y Hapludands, debido a que presenta un régimen de humedad údico (IGAC,
2014).

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 Grupo Melanudands
Los suelos del gran grupo Melanudands presentan epipedones de color negro, altos
contenidos de materia orgánica, índice melánico menor de 1.7 y más de 50 cm de espesor
(Herrera, 2009).
 Subgrupo
Los Typic Melanudands presentan perfiles CC-50, CC-80, CC-16. Conforma un relieve
fuertemente quebrado a fuertemente escarpado, pendientes fuertes y largas suavizadas
por cenizas volcánicas, erosión ligera, buen drenaje de texturas medianas, ácidos, ricos
en materia orgánica y de fertilidad moderada baja (Ocampo, Rivera, et al., 2009).
Materiales parentales de los Andisoles
El material superior en los Andisoles el piroclástico, y esencialmente el de las cenizas
volcánicas, cuya composición y proporción varía según las condiciones de actividad volcánica
de la zona, con altos contenidos de lapilli (pequeños fragmentos de lava), en diferentes estados
de descomposición (Vaca, 2011).
La parte de arcilla de andisoles está compuesta principalmente de alófana, imglita y hallosita,
mencionado esto es importante indicar que los andisoles tienen la capacidad de fijar fosforo (P),
sin embargo la cantidad de fosforo que pueda fijar (inmovilizar) cambiara si la región de donde
se formo es muy alta sobre el nivel del mar o según del tipo de compuestos (arcilla) que lo hayan
formado (Jaramillo, 2004).
Los Andisoles compones un porcentaje menor del 25% de carbón; algunos presentan densidad
aparente menor de 0.9 g/cc, retención de fósforo del 85% o más, contenido de aluminio más la
mitad del hierro igual a 2% o más; o 30% o más de la tierra fina, es de un tamaño entre 0.02 y
2.0 mm, el contenido de aluminio más la mitad del hierro igual a 0.4% o más y abundante vidrio
volcánico dentro de los primeros 60 cm (Herrera, 2009).
Los andisoles rejuvenecen frecuentemente (en cada erupción volcánica), son ricos en materia
orgánica, presentan alta porosidad y resistencia a la erosión. En estos suelos los depósitos de las
erupciones tempranas sufren intemperización (retención de color), la vegetación puede crecer
en estas capas nuevas y la materia orgánica se acumula en la superficie del suelo, cuando se
suscita una nueva erupción volcánica los materiales piroclásticos cubren la superficie y la capa
de materia orgánica queda enterrada lo que da inicio a horizontes sepultados ricos en materia
orgánica (Vaca, 2011).
Suelos arenosos
Los suelos arenosos están compuestos por una textura granular hasta 50 cm de profundidad y
por lo tanto retienen pocos nutrientes así como la capacidad de retención hídrica. Las prácticas
de manejo del suelo benefician sus condiciones y productividad de los cultivos mediante la
conducción al incremento en la fracción fina de arena. Se considera esencial la fertilización en

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este tipo de suelos, la fertilización inorgánica suele ser la práctica principal debido a que se
incorpora abonos orgánicos que de tal manera liberen nutrientes de forma lenta y mejora de tal
forma las propiedades físicas y químicas del suelo, la incorporación superficial de abonos
orgánicos a suelos arenosos resulta en una rápida mineralización. Por ello, se debe enterrar en
el suelo o incorporar como en camada con máximo 1 cm de espesura. Esto aumentará la
capacidad de almacenamiento de agua, la actividad biológica, la disponibilidad de nutrientes y
rendimientos (FAO, 2010).
Los Entisoles poseen poca evidencia de formación de capas pedogenéticos, algunas de las
razones son el corto tiempo de desarrollo o su ubicación sobre pronunciadas pendientes o
planicies susceptibles a inundación; aunque, están presentes en distintas zonas climáticas. Se
puede observar entisoles que se han asociado con materiales antiguos con contenido de arenas
de cuarzo y otros minerales que conforman horizontes de manera no muy progresiva. El
suborden Orthents presenta áreas degradados por erosión que han removido de manera total o
parcial los horizontes del suelo; permitiendo el afloramiento de material primario grueso
principalmente arena, grava y piedra. Dentro de este se suborden existe el grupo Ustorthents
que generalmente son suelos de zonas secas cálidas o templadas presentes en zonas cercanas a
declives de la cordillera andina; también, se encuentran en zonas de baja pendiente cerca de
volcanes (Calvache, 2014)
Cultivo de maíz
Hasta el siglo XX, el maíz se fue mejorando a través de variedades de polinización abierta, que
eran una colección de individuos heterocigotos y heterogéneos. Los distintos tipos de maíz
presentan una multiplicidad de formas, tamaños, colores, texturas y adaptación a diferentes
ambientes, constituyendo numerosas variedades primitivas o tradicionales que son cultivadas
actualmente (ILSI, 2006).
El maíz en las provincias de Azuay, Cañar y Loja establece uno de los cultivos más importantes
en cuanto a economía se refiere para productores dedicados a este cultivo. En el sur del Ecuador
se siembra el maíz blanco semiharinoso, que es para adquisición interna y el maíz duro, usado
como comestible para animales menores (Moreno and Pintado, 2011).
Para un buen rendimiento del cultivo se necesita precipitaciones 600 a 1200mm; y horas luz de
1000 a 1500 horas durante los 4 meses del cultivo. En cuanto a condiciones edáficas se evidencia
un buen desarrollo y crecimiento en suelos ubicados de 2200 a 2800 msnm; que preferentemente
sean francos, ricos en materia orgánica y suelto pero no de textura arenosa y con un pH entre
5,6 a 7.5 (Basantes, 2015).
Requerimientos nutricionales del maíz
Los nutrientes disponibles en el suelo generalmente limitan la producción de maíz, es por eso
que se debe tener en cuenta el momento en que los nutrientes son requeridos en mayores

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cantidades, en el caso del maíz el momento oportuno es cuando la 5 y 6 hoja está desarrollada,
por lo tanto, el cultivo debe lograr un óptimo estado fisiológico en floración, para alcanzar altos
rendimientos (García, 2005).
Las necesidades nutricionales de los cultivos cambian en concordancia al nivel de producción y
el ambiente, por lo cual debe tenerse presente que estos requerimientos son solo indicativos,
debido a que varios autores sugieren valores distintos según la fuente consultada (INPOFOS,
2001)
Tabla 1. Requerimientos nutricionales de Maíz

Requerimiento
Nutriente Kg/ton grano

Nitrógeno 22

Fósforo 4

Potasio 19

Calcio 3

Magnesio 3

azufre 4

Fuente: (INPOFOS, 2001)

Nutrientes esenciales para el cultivo de maíz


 Nitrógeno
El nitrógeno se encuentra dentro de los nutrientes fundamentales, así como también es
uno de los que más limitan el desempeño del maíz, debido a que es partícipe en la síntesis
de proteínas y por esto es esencial para toda la actividad metabólica de la planta, su
déficit provoca fuertes reducciones en el crecimiento por la baja captación fotosintética,
produciendo clorosis en las hojas viejas (Barbieri, Echeverría, et al., 2010).
 Fertilización con Potasio
La absorción del Potasio se ejecuta durante el período de crecimiento vegetativo, debido
a que forma parte de los tejidos vegetativos del maíz, En las gramíneas como el Trigo y
el Maíz, la concentración de Potasio va aumentando durante el ciclo, de tal forma que

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en la floración el maíz ha absorbido aproximadamente un 90 % del total (Cano, Ernst,


et al., 2007).
 Fertilización con Fósforo
El fósforo compone las estructuras orgánicas, membranas celulares y ácidos nucleicos,
así como también participa en los compuestos energéticos que hacen posible la
fotosíntesis. Se han realizado investigaciones logrando demostrar que para la producción
de una tonelada de grano es necesario aproximadamente 9 kg de P2O5. Haciendo
mención a lo anterior, para obtener un rendimiento de 12 t/ha se requieren 108 kg de
P2O5. La máxima absorción registrada de P2O5 fue de 2.4 kg/ha/día, consumiendo hasta
antes de la fase fenológica R1, sólo el 46 % del fósforo demandado para la meta de
rendimiento (Ferraris, Couretot, et al., 2015).
 Fertilización con Magnesio
Los requerimientos de magnesio para el maíz son similares s a la del calcio y fósforo.
No obstante, este nutriente se acumula en las semillas en mayor cantidad que el calcio;
la planta lo asimila con ion manganeso Mn+2, es un elemento poco móvil que forma
parte de la molécula de clorofila, el déficit de magnesio se evidencia en suelos ácidos y
arenosos, provocando síntomas de clorosis intervenal tanto en hojas jóvenes como viejas
y posteriormente formación de manchas necróticas (León, 2016).
 Fertilización con Azufre
El cultivo de maíz requiere Azufre en menores cantidades comparadas con la de otros
nutrientes principales, pero es notable cuando existe un déficit del mismo, debido a que
las hojas superiores muestran un color verde claro amarillento y además un desarrollo
lento de las plantas, se dice que cuando mayor sea la producción de biomasa, mayor será
el requerimiento de S y mayor se evidenciará las deficiencias, por lo tanto si existe bajos
rendimientos no habrá una gran demanda de azufre del suelo (Ventimiglia and Torrens,
2015).
Investigaciones del elemento faltante en Ecuador
Una de las investigaciones del elemento faltante en el Ecuador, se llevó a cabo en la Provincia
de Bolívar en el año 2006; los elementos evaluados fueron: Nitrógeno (Urea 46 % N), Fósforo
(Superfosfato triple 46 % P2O5), Potasio (Muriato de potasio 60 % K2O), Azufre (Azufre de
mina tixán 33 % S), Magnesio (Sulfato de Magnesio 49% Mg, Nitrato de magnesio 9 % Mg) y
Zinc (Kelatex 9 % de Zn); además, se usó el Fertilizante completo 10-30-10, determinando que
el nitrógeno fue el nutriente más relevante en la nutrición del maíz en las dos localidades,
seguido del fósforo, resultado que se reflejó en el rendimiento (Yánez, Valverde, et al., 2010).
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente experimento se condujo en el invernadero del Campo Docente Experimental la Tola
(CADET) de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Central del Ecuador. El

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CADET está localizado en el barrio La Morita, sector Tumbaco, cantón Quito, provincia de
Pichincha a una altitud de 2480 msnm en las siguientes coordenadas: latitud 00° 13’ 46’’ S y
longitud 78° 22’ 00’’ W.
Para ejecutar este trabajo experimental se empleó suelo fondo de valle recolectado en la
parroquia Tabacundo, cantón Cayambe, provincia Pichincha, país Ecuador, ubicado en las
siguientes coordenadas: 02° 98’ 19’’, -78° 22’ 88’’. Según (Loayza and Yerovi, 2013) del
Instituto Ecuatoriano Espacial (IEE), en el cantón de Cayambe la clasificación de este suelo
pertenece al subgrupo Typic Melanudands, clasificación USDA, 2006, orden Andisol, suborden
Udands con un color principal en húmedo es negro, posee una textura de campo franca (Figura
1), en condiciones húmedas la consistencia es firme y en mojado es ligeramente adherente y
ligeramente plástico, posee una porosidad fina, finalmente posee una actividad biológica común.
Además se solicitó comparar resultados del experimento con elemento faltante con otro
estudiante, en este caso se empleó suelo arenoso (Figura2) recolectado en el sector
Chaupistancia, parroquia de Checa, cantón Quito de la provincia de Pichincha ubicado en las
siguientes coordenadas: latitud 0º 7' 15.53"S longitud -78º 19' 42.81 " W con una altitud de
2595msnm. Según (Collaguazo and Díaz, 2013) del Instituto Ecuatoriano Espacial (IEE), la
clasificación del suelo recolectado de textura arenosa se clasifica como USDA, 2006: Humic
Haplustands (DGBL).

Figura 1. Suelo fondo de valle (Tabacundo) Figura 2. Sitio de recolección del suelo arenoso
Materiales
 Macetas de 1 kg de capacidad (18 por grupo)
 Fuentes de nutrientes
1. Urea
2. Sulfato de amonio
3. Superfosfato triple
4. Cloruro de potasio
5. Cloruro de magnesio

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 Jarra plástica de ½ litro o regadera
 Papel periódico
 Balde plástico de 8 kg de capacidad
 Suelo asignado (Fondo de valle)

Métodos de conducción del experimento


1. Recolectar aproximadamente 25kg del suelo asignado (Fondo de valle), Pasar pos un
tamiz de 0,2 mm de diámetro para eliminar impurezas y dejar secar sobre un plástico
durante 3 semanas
2. Calcular y pesar las cantidades de las fuentes de nutrientes necesarias para cada
tratamiento del experimento del elemento faltante como se muestra a continuación en la
tabla 1 y tabla2.

Tabla 2. Dosis totales de nutrientes experimento Elemento Faltante, kg ha-1


Dosis totales de nutrientes experimento Elemento Faltante, kg ha-1
P2O5 K2O MgO S
N
100 100 60 60
120
Tabla 3. Dosis finales de compuesto para cada uno de los tratamientos del experimento
del elemento faltante para 3 kg suelo de 3 repeticiones (1 kg maceta-1)
Dosis finales de compuesto para cada uno de los tratamientos del
experimento del elemento faltante para 3 kg suelo de 3 repeticiones (1
kg maceta-1)
-N -P -K -Mg -S Completo

g/3 kg de suelo
0,60 0,10 0,10 0,60 0,60
Úrea
0,33 0,33 0,33 0,33 0,33
Superfosfat
o triple
0,10 0,10 0,25 0,25 0,10
Cloruro de
potasio
10 ml 10 ml
Cloruro de
magnesio

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0,38 0,38
Sulfato de
amonio
0,27 0,27 0,27
Lanbeignita
P+K+M N+K+ N+P+ N+P+ N+P+ N+P+K+
g+S Mg+S Mg+S K+S K+M Mg+S
g
3. Perforar el fondo de las macetas (3 huecos) previamente rotulada con el tratamiento y
repetición para después colocar dos capas de periódico en el fondo de la maceta
4. Pesar 3 kg de suelo seco y ponerlo en una balde plástico (corresponde a las tres
repeticiones) luego añadir los fertilizantes establecidos y mezclar completamente
5. Poner 1 kg de suelo tratado en cada maceta y añadir agua hasta humedecer
completamente el suelo sin saturarlo
6. Finalmente sembrar 5 semillas de maíz por maceta
7. Colocar todas las macetas sobre un palet y cubrir completamente con malla hasta su
germinación para evitar que pájaros y roedores se coman las semillas
8. Después de que aparezcan las primeras hojas verdaderas, cubrir con tarrinas de
poliestireno por encima rodeando la maceta para evitar quiebres y roturas de tallos
9. Cuando todas las semillas hayan germinado, eliminar las más pequeñas y dejar
solamente 3 plantas.
10. Regar las macetas cada día pero sin sobresaturar las macetas, solo poner lo necesario
11. Cortar las plantas a la superficie del suelo a los 30 días y pesar la materia fresca en una
balanza digital.
12. Hacer el análisis de la varianza con las pruebas de comparación correspondientes.

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