Sunteți pe pagina 1din 16

PSICOLOGÍA INCLUSIVA DE LA PERSONA CON SÍNDROME DE DOWN.

PERFIL INTEGRAL E INCLUSIÓN PSICOLÓGICA, EN LA VIDA FAMILIAR,


EDUCATIVA, SOCIAL Y LABORAL DE LA PERSONA CON SÍNDROME DE
DOWN.

La inclusión de personas con Síndrome de Down:


A menudo cuando hablamos de inclusión educativa nos referimos básicamente a
la riqueza que ésta supone para las personas con algún tipo de discapacidad, sin
embargo, el proceso inclusivo también resulta determinante en muchos sentidos
para el resto de la comunidad educativa. El proceso inclusivo puede provocar
cambios importantes en diversos aspectos de la escolaridad, desde las relaciones
en el aula, los modelos didácticos empleados y la cultura de la escuela. La
educación es un derecho humano fundamental que es básico para alcanzar los
objetivos del desarrollo global de la persona. Este derecho fundamental lo
podemos encontrar incluido en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Una
educación de calidad es básica para garantizar un buen nivel de vida a todos los
miembros de la sociedad y en especial a las personas, que por sus características
personales, son susceptibles a sufrir marginación y a vivir de forma más
desfavorecida. Una educación de calidad debe esforzarse para ofrecer
conocimiento y las competencias básicas que necesita cada individuo, tenga la
condición personal que tenga, para modelar un futuro, participar activamente en la
sociedad y llevar una vida productiva y con un bienestar personal completo.
Echeita, G. – (2006)
(El tema de inclusión educativa tiene mucha importancia, ya que es aquí donde
pueden empezar los cambios favorables para personas con discapacidades que
en muchos aspectos de su desarrollo son despreciadas y no consideradas para
una buena calidad de vida como las personas “normales”. Pues bien una
educación de calidad debe esforzarse también por ofrecer un bienestar completo o
todo individuo tenga la condición que tenga.)

PERFIL PSICOLÓGICO DEL SÍNDROME DE DOWN:

Todos los seres humanos, tengan o no síndrome de Down, asientan en la infancia


las bases o fundamentos de lo que serán durante el resto de su vida en lo que se
refiere al desarrollo vital: aspectos físicos y de salud, psicológicos, educativos,
intelectuales, sociales, etc. Es importante que todos los familiares, amigos y
profesionales que tratan con las personas con síndrome de Down se esfuercen
por intentar conocer al máximo las características individuales y peculiaridades de
cada uno de ellos. Nuestra misión será descubrir qué necesita el niño, qué
objetivos son los más importantes para su vida, cómo debe alcanzarlos, qué
ayudas facilitarán estos logros, qué estilos de aprendizaje le resultan más eficaces
y beneficiosos, etc. Sólo así les podremos prestar una atención personalizada y
conseguiremos que satisfagan todas sus necesidades.

En este apartado se encuentra información sobre los siguientes aspectos


psicológicos de las
personas con síndrome de Down:
 Personalidad y temperamento
 Capacidad cognitiva
 Atención.
 Percepción
 Memoria
 Lenguaje
Berzona, G. – (2013)
(En este punto vemos, específicamente, el perfil psicológico de la persona con
síndrome de Down, y las características que, cada individuo que trate con una
persona con esta dificultad, debe tener presente para elaborar un buen trato y un
plan de desarrollo especial para esa persona.)

PERSONALIDAD Y TEMPERAMENTO:
La personalidad y el temperamento están casi completamente definidos hacia los
12 años. Por lo tanto, los familiares y profesionales que tratan a las personas con
síndrome de Down deben tener en cuenta esta edad para tratar de influir
positivamente en el periodo de tiempo más oportuno, buscando potenciar todas
las capacidades y habilidades del niño, a la vez que tratamos de eliminar y reducir
aquellos aspectos que vayan a resultar un problema, o que les vayan a ocasionar
dificultades en la vida. Es muy importante destacar que las personas con síndrome
de Down presentan una gran variedad de estilos y rasgos de carácter,
independientemente del síndrome de Down. Como todos los demás, cada
individuo tiene sus circunstancias individuales, un entorno familiar concreto, una
educación determinada, etc. Todo esto configura una personalidad y
temperamento diferente en cada persona.
Por esta razón, encontramos perfiles psicológicos diferentes en las personas con
síndrome de Down; no podemos definir un único y homogéneo perfil
temperamental. En concreto, varían la mayoría de aspectos psicológicos y
características comportamentales como:
 Control y expresión emocional: alegres-tristes, tranquilos-nerviosos; capacidad
de regular la emoción de los demás y de regular la propia emoción a través de las
acciones de las demás personas.
 La respuesta a estímulos sensitivos y perceptivos: ansiedad-tranquilidad;
respuesta de malestar o bienestar para los mismos estímulos sonoros, lumínicos,
etc.; alto-bajo umbral de excitación sensitiva y perceptiva, etc.
 La autoestima positiva o negativa.
 La flexibilidad o rigidez en mayor o menor grado.

 El estilo de aprendizaje: ver un modelo correcto o que les guíen en la actividad,


etc.
 La presencia de habilidades especiales como la música.

 Las conductas sociales y la capacidad de empatía: introversión-extroversión,


interés desinterés por la relación social, captación de las claves emocionales de
las situaciones.
 La autonomía/independencia personal y social: la mayoría la tienen en la
juventud, pero no todos lo consiguen.
En general, la mayoría de niños con síndrome de Down suelen tener un
temperamento fácil, sobre todo a partir de los 3 años y, a medida que van
creciendo, se muestran afectuosos y cariñosos. Les gusta jugar e interaccionar
con otros. Algunos niños con síndrome de Down tienen un temperamento difícil,
sobre todo en edades comprendidas entre los 0-3 años: no
son estables en sus ritmos biológicos; son excesivamente negativos; tienen menos
capacidad de adaptación a las situaciones y evitan los cambios o novedades. El
conocimiento científico y general del síndrome de Down puede ayudarnos mucho.
Existen muchos mitos y estereotipos sobre las personas con síndrome de Down
(“son eternos niños” o “siempre están felices”) que les limitan personal, educativa y
socialmente. Todavía persisten en la sociedad y es tarea de todos erradicarlos y
cambiarlos. Muchos padres dicen que sus hijos con síndrome de Down son
tozudos y tercos: esto puede ser un ejemplo de estereotipo y se dan en la realidad
porque los padres están advertidos de esta característica de sus hijos, y éstos
realizan lo que se espera de ellos: “profecía autocumplida”. Existen una serie de
denominadores comunes al evaluar la personalidad y conducta de las personas
con síndrome de Down:
 Capacidad disminuida para responder a lo nuevo (menos interacciones con el
medio).
 Capacidad disminuida para analizar e interpretar los acontecimientos externos.
 Falta de responsabilidad en el mantenimiento del esfuerzo.
 Tendencia a depender de adultos de más edad y autonomía personal reducida.
 Menor conciencia de sus limitaciones.
 Baja expectativa de éxito.
 Falta de iniciativa.
 Falta de motivación
Berzona, G. - (2013)
(Aquí nos basamos en el carácter de las personas con síndrome de Down, a pesar
de no ser el mismo carácter y temperamento en todos las personas con este
síndrome; cabe resaltar que el carácter se forma con las bases que se le brinda
desde niño, ya que es hasta los 12 años donde las personas forman su carácter y
personalidad, con las enseñanzas y orientaciones que les da las familia y el
entorno en el que este se encuentra.)
CAPACIDAD COGNITIVA:
La capacidad cognitiva del bebé con síndrome de Down en sus primeras etapas
vitales se asemeja mucho a la de otros bebés de desarrollo típico (sin
discapacidad). A medida que va creciendo, el niño con síndrome de Down va
progresando en todas las áreas de desarrollo, pero de manera más lenta que los
otros niños, ya que la evolución del habla y lenguaje está retrasada. En este
momento las diferencias en el desarrollo comienzan a ser más significativas. Esta
lenta evolución no significa un estancamiento o pérdida de capacidades, sino que
el niño sigue haciendo progresos y adquiriendo aprendizajes durante la infancia,
adolescencia y adultez si se trabaja adecuadamente con ellos.
Siempre van a existir dificultades de aprendizaje, pero el peso de estas dependerá
mucho de cada niño y de la forma en que se le eduque: el cariño, los cuidados, la
sensación de seguridad y la educación contribuirán a mejorar su rendimiento y
desarrollo. El cociente intelectual de la población con síndrome de Down varía:
 La mayor parte de las personas con síndrome de Down tienen una discapacidad
cognitiva de grado moderado (CI=50) gracias a la atención temprana y la
educación escolar.
 Un pequeño porcentaje de ellos presenta una discapacidad cognitiva mayor, y
suelen manifestar patologías asociadas o una privación socioeducativa grave.
 Otro grupo puede tener un CI por encima de 70, lo que se considera
discapacidad cognitiva ligera y con frecuencia corresponde a personas con
mosaicismo o que han tenido menos alteración en el cerebro y además han
participado en buenos programas educativos.

LA CAPACIDAD DE ATENCIÓN: Los niños con síndrome de Down suelen


presentar problemas de atención. Estos problemas están causados por
alteraciones cerebrales y otras dificultades como:
 Dificultades para fijar la mirada (o mantener el contacto ocular).
 Dificultades de percepción y discriminación auditivas.
 Problemas de memoria auditiva secuencial.
 Cansancio físico.
La capacidad de atención es la base de la mayoría de aprendizajes, adquisiciones
y progresos posteriores. Debemos entrenar esta capacidad lo antes posible y no
dejar de realizar actividades que la mantengan y mejoren. La infancia y edad
preescolar son buenos momentos para ello. Tanto los padres como los
profesionales podemos realizar actividades conjuntas con el niño (por ejemplo, la
lectura) para lograr mejorar su atención. Además, con estos ejercicios lograremos
otros beneficios como:
 Escuchar a los demás.
 Respetar el turno o momento para intervenir.
 Tener las conductas que luego se le exigirán en el aula.
 Mejorar su lenguaje.
 Hacerle disfrutar con el aprendizaje.
 Fomentar la relación interpersonal.

Durante el primer año de vida es conveniente trabajar la atención visual y después


la auditiva: el mejor estímulo para trabajar ambos aspectos es la voz y rostro del
cuidador o cuidadores principales. A medida que crecen, deben ir mejorando su
atención: responder a su nombre, tener periodos de atención más largos, atender
a órdenes verbales, etc. No sólo debemos mejorar la atención a nivel cognitivo,
sino que también será necesario realizar una buena preparación para el desarrollo
de la atención física y comportamental orientada a la escuela. Esto va a consistir,
al principio, en que el niño con síndrome de Down permanezca bien sentado en
una silla. Esto se puede comenzar a practicar desde edades muy tempranas (12
meses de edad). Conviene habituarle a una postura correcta. Todo el tiempo que
se emplee en la educación de la atención con las condiciones posturales que la
facilitan, es una buena inversión para toda la vida. Por tanto, vale la pena dedicar
el tiempo que sea preciso para este entrenamiento y mantener todas las
adquisiciones. Para que funcionen las actividades y ejercicios que realizamos con
los niños con síndrome de Down en el entrenamiento de la atención, necesitamos:
 Materiales atractivos.
 Información visual motivadora.
 Actividades que les diviertan y conecten con sus intereses.
 Seguir sus iniciativas

LA PERCEPCIÓN:
Las personas con síndrome de Down sufren un retraso en el desarrollo de la
capacidad perceptiva, provocado por la afectación de los mecanismos de la
atención y el buen funcionamiento de determinadas áreas del cerebro (requisitos
básicos para su desarrollo). Entendemos por discriminación la habilidad para
percibir semejanzas y diferencias, respondiendo de un modo diverso ante lo
percibido. Su uso forma parte imprescindible de la vida diaria para funcionar de un
modo eficaz. Los niños con síndrome de Down necesitan un aprendizaje
discriminativo en su infancia para paliar o prevenir sus dificultades de aprendizaje.
En este sentido consideramos que la educación de estas capacidades incluye las
habilidades para reconocer, identificar, clasificar, agrupar y nombrar los objetos,
imágenes y grafismos. También forma parte del aprendizaje discriminativo el
reconocimiento e identificación de sonidos y palabras. El aprendizaje
discriminativo facilitará al alumno con síndrome de Down el pensamiento lógico, el
conocimiento de las formas, tamaños, texturas, colores y otras propiedades de los
objetos, los conceptos numéricos y la lectura. También le servirá para la
adquisición de otros muchos aprendizajes en el área social y natural, así como
una mejoría evidente en su lenguaje. Los bebés y niños pequeños que han sido
atendidos de un modo adecuado, han desarrollado muchas habilidades
perceptivas. Han tenido la oportunidad de ver a diferentes personas, de oír
muchos sonidos, de gustar diferentes alimentos, de manejar objetos de distintas
formas, tamaños, colores, materiales, de ser llevados y traídos por diferentes
lugares, en distintas posturas, por personas variadas, etc.

Progresivamente, con ayuda de los educadores, el niño comprenderá más,


conocerá mejor las cualidades de los objetos y los nombres que se utilizan para
describirlos, será capaz de elaborar juicios, y de resolver problemas dando
soluciones y actuando adecuadamente según las circunstancias que percibe

LA MEMORIA:
La memoria es la capacidad para almacenar y recordar eventos, acciones y nueva
información; es fundamental en todos los aspectos del desarrollo de los niños.
Parece ser que la memoria que se encarga de recordar habilidades y hábitos
(implícita) funciona mejor que la que se ocupa de recordar eventos, hechos, etc.
(explícita) en el síndrome de Down, ya que en esta última interviene de forma más
intensa el lenguaje. Se observan dificultades como (Jesús Flórez):
 La escasa capacidad para indicar con precisión hechos y fechas.
 La dificultad para generalizar una experiencia de modo que les sirva para
situaciones similares.
 Los problemas que tienen para recordar conceptos que parecían ya
comprendidos y aprendidos.
 La lentitud con que captan la información y responden a ella, es decir, aún
pensando correctamente, necesitan un tiempo para procesar la información y
decidir de acuerdo con ella.
 El tiempo que necesitan para programar sus actos futuros.

Los niños y adultos con síndrome de Down sufren alteraciones específicas en la


memoria de trabajo (que almacena y manipula la información temporalmente).
Esto puede explicar las dificultades para aprender a hablar, el desarrollo cognitivo
y el aprendizaje en el aula. Aunque cuando se dan estas dificultades tampoco se
está ayudando a las capacidades de memoria de trabajo a lo largo del tiempo. La
memoria a corto plazo y la de trabajo son importantes para aprender a hablar,
para procesar el lenguaje hablado, lectura, cálculo, además de servir de ayuda
para las tareas cotidianas. Las medidas de la memoria de trabajo están
relacionadas con las medidas de la inteligencia general. La memoria de trabajo
está formada por tres componentes de capacidad limitada:

 Ejecutivo central: responsable de actividades cognitivas como el proceso y


almacenamiento de la información recibida, recuperación de conocimientos,
control de la planificación y acción.
 El circuito fonológico: especializado en el almacenamiento temporal de la
información verbal. Es esencial para aprender el lenguaje hablado porque
almacena los modelos fonológicos de las palabras cuando el niño aprende el
significado de nuevas palabras. Estos modelos se almacenan en la memoria a
largo plazo, con su significado, y están disponibles para guiar la elaboración de la
palabra hablada. También interviene en el aprendizaje del vocabulario y
gramática.
 El amortiguador visoespacial: especializado en el almacenamiento temporal de
información visual y espacial. En las personas con síndrome de Down, existen
ciertas dificultades relacionadas con dichos componentes:
o Discapacidad del circuito fonológico, que dificulta el procesamiento de las
palabras y del habla y que reduce la capacidad para recordar dos o más
elementos.
o La memoria verbal a corto plazo sufre un retraso en relación a las capacidades
no verbales y las de memoria visual a corto plazo. Esto ocurre por dificultades de
discriminación auditiva, problemas de articulación y velocidad del habla, así como
incapacidad básica en el funcionamiento del circuito fonológico.
o Capacidad limitada del ejecutivo central.

EL LENGUAJE:
El lenguaje sustenta las demás capacidades mentales de pensamiento, memoria,
razonamiento y aprendizaje. Por tanto, si avanzamos el habla y el desarrollo del
lenguaje, estaremos mejorando sus capacidades mentales y su velocidad de
aprendizaje. El área del lenguaje suele ser la que presenta un mayor retraso en
los niños con síndrome de Down, sobre todo en los aspectos expresivos más que
en los comprensivos. Para potenciar el lenguaje, muchos de esos niños van a
necesitar:
 La intervención temprana de un logopeda.
 La ayuda de la familia.
 Los beneficios de la lectura.
El pronóstico de desarrollo del lenguaje varía de un niño a otro, y suele verse
empeorado con alteraciones no lingüísticas. El desarrollo del lenguaje del niño con
síndrome de Down pasa por las mismas etapas que las de los niños sin
discapacidad, aunque de manera más lenta y con mayor duración. El retraso en la
adquisición y desarrollo del lenguaje está en relación con el grado de discapacidad
cognitiva y el nivel de afectación varía en función de las propias características
personales. La edad lingüística no suele coincidir con la cronológica ni la mental.
Niños y adultos con síndrome de Down tienen puntos fuertes y débiles en todas
las áreas del desarrollo del habla y lenguaje, incluyendo las habilidades de
lenguaje receptivo y expresivo y lectura. Puntos fuertes de los niños y adultos con
síndrome de Down respecto al lenguaje, habla y comunicación:
 El vocabulario.
 El lenguaje interactivo social.
 El deseo de comunicarse.
 Gestos apropiados y habilidades de expresiones faciales.
 Mejor lenguaje receptivo: entienden más de lo que expresan.

 A menudo aprenden a leer por su facilidad para el aprendizaje mediante


métodos visuales y esto desarrolla el lenguaje y el habla.
 Más facilidad en el lenguaje escrito frente al lenguaje hablado.
 Soliloquio (hablar solo) como mecanismo de adaptación y liberación.
Puntos débiles de los niños y adultos con síndrome de Down respecto al lenguaje,
habla y comunicación:
 La sintaxis.
 La morfología.
 Utilizan con frecuencia oraciones más cortas al comunicarse.
 Peor lenguaje expresivo: peor fluidez.

 Dificultad con la fuerza, tiempo y coordinación de los movimientos de los


músculos para el habla.
 Inteligibilidad: dificultad para ser entendidos
 Problemas de articulación con sonidos específicos.
 Tono muscular bajo oral y facial.
 Dificultades en la planificación motora del habla.
 Dificultades para integrar la información.

Los padres pueden ayudar enormemente a sus hijos a mejorar su lenguaje. El


logopeda puede diseñar un programa de actividades para el hogar que ayuden al
niño a practicar las habilidades de comunicación que se están trabajando en
terapia. Además, la variedad y número de oportunidades de comunicación e
interacción social que los padres proporcionen a sus hijos repercutirán en enormes
beneficios y avances en sus habilidades comunicativas. El juego será una
excelente ocasión para desarrollar estas habilidades.
 Trabajar con los sonidos hablados ayuda a escuchar y repetir la gama de
sonidos necesarios para hablar. Se puede empezar al año y seguir a lo largo de
toda la escolarización y la vida adulta.
 Aprender el lenguaje de signos o de un modo alternativo de comunicación
mejorando su inteligibilidad, impidiendo la dependencia de unas pocas personas y
facilitando la expresión de sus pensamientos y sentimientos personales. El
desarrollo del lenguaje expresivo y comprensivo de las personas con síndrome de
Down ha mejorado gracias a:
1. El aprendizaje de la lectura y escritura hace más comprensible su lenguaje:
mejora su expresividad, aumenta su vocabulario y mejora la corrección de sus
frases.
2. La integración de las personas con síndrome de Down hace que se
desenvuelven en ambientes variados (familia, comunidad, escuela), lo que
provoca que se comuniquen más y que se les hable y escuche más.
3. La integración escolar, adaptaciones curriculares individuales y otras
actividades adaptadas a sus necesidades.
4. La presencia de logopedas en los colegios, junto con una concienciación de la
importancia básica de este aspecto.
5. Mayor nivel de expectativas y exigencia de los profesionales respecto a las
personas con síndrome de Down.
6. La preocupación por el lenguaje de estas personas hace que los especialistas e
investigadores profundicen en el ámbito lingüístico.

EL SÍNDROME DE DOWN DESDE LA


PERCEPCIÓN FAMILIAR
Necesidades y percepción familiar de las personas con Síndrome de Down El ser
humano tiene una serie de necesidades básicas que trata de cubrir a lo largo de
su vida. Estas necesidades abarcan distintos aspectos como son las necesidades
físicas, psicológicas, sociales y espirituales.
En consecuencia, las familias de las personas con Síndrome de Down también
requieren de las mismas necesidades para su bienestar. Mercado y García (2010),
argumentan que las principales necesidades que manifiestan las familias de este
colectivo, vienen unidas a los obstáculos para la vida independiente e integración
en la sociedad. Teniendo en cuenta que las necesidades de las familias vienen
ligadas a otros factores, como pueden ser la edad de sus hijos/as y los apoyos
que posean tanto de carácter familiar como social, las más demandadas son las
siguientes:
- Información: la percepción de carencia de información sobre esta discapacidad y
los diferentes recursos a los cuales los familiares tienen acceso, es uno de los
aspectos más relevantes que influyen en las necesidades familiares. En
numerosos casos, las familias tienen necesidades insatisfechas y piensan que
esto es así como consecuencia de la ausencia de información sobre esta
discapacidad.
- Sensibilización: una de las grandes dificultades para la integración de este
colectivo es la escasa aceptación por parte de sus familiares de las limitaciones
que tienen sus hijos e hijas y, por otro lado, la percepción sociocultural hacia este
colectivo.
- Aceptación y apoyo familiar: la aparición de un/a hijo/a con este tipo de
discapacidad intelectual provoca una situación de desestabilización en la unidad
familiar. Puede desencadenar en numerosos factores estresantes como la
ansiedad y la carencia de apoyo familiar, pues es fundamental contar con el
vínculo más cercano como familiares o la propia pareja, pues facilita el
afrontamiento a la situación. Además, contar con el apoyo familiar crea
disminución de sobrecarga y mejora la calidad de vida familiar.
Mercado y García – (2010)
(En este párrafo Mercado y García nos dicen que junto a las necesidades que
cada familia tiene como individuos de una sociedad se ven unidas a ellas los
obstáculos para la integración y aceptación de algún familiar con síndrome de
Down; como la información y orientación que no poseen, la sensibilización para la
integración del individuo con la afección dentro de la sociedad y la aceptación y
apoyo familiar que este requiere.)
En este sentido, un estudio realizado por Rodríguez y Dupas (2011), encuentra
que la familia se moviliza para aprender a estimular al niño/a con Síndrome de
Down y, de esta manera, poder ofrecerle todo lo que demanda, además de
posibilitarle una mayor autonomía. Para ello, los familiares invierten tanto tiempo
como atención, dejando de lado sus necesidades personales. También se hace
hincapié en la necesidad de apoyo por parte del entorno, puesto que proporcionan
fuerza y esperanza, además de fuentes de ayuda como pueden ser el intercambio
de experiencias con otras familias, ya que ayuda a la disminución de dudas y
aporta información. Concretamente afirman que: “el amor y la alegría que el niño
trae a la familia es un motivador sin límites, ya que recibe mucho en recompensa
de sus esfuerzos, a través de sus características positivas (alegría, cariño,
humildad, buen humor, desapego a lo material y ausencia de prejuicios)”.
Rodríguez y Dupas - (2011)
(Aquí Rodríguez y Dupas nos plantean que la familia se centra en el niño con
síndrome de Down, y busca ofrecerle una mayor y mejor autonomía, brindándole
muchas más atención de lo que normalmente une persona normal requiere,
buscando también el apoyo de las personas que conforman el entorno del niño y
otras experiencias sobre una mejor calidad de vida propuestas por familias que ya
tienes experiencia con personas con esta dificultad.)
Otro estudio, llevado a cabo por Skotko, Levine y Glodstein (2011), muestra que la
gran mayoría de los progenitores se sienten orgullosos de su hijo/a y poseen una
visión de la vida más positiva debido a la presencia de este familiar. Además, la
mayoría de los participantes revelan agradecimiento con las organizaciones
existentes para la mayor integración de este colectivo, pues son de gran utilidad
para los mismos, así como los grupos de apoyo. Finalmente, este estudio presenta
que la mayoría de los participantes poseen una percepción familiar favorable
puesto que afirman haber fomentado en ellos mismos un auto-crecimiento, donde
“viven más el presente y se preocupan menos por el futuro” o “el valor de una
persona no se mide por una puntuación de Coeficiente Intelectual” (p.7). Aunque,
cierto es, que hay quienes expresan una percepción negativa ya que exponen que
actualmente se presentan situaciones donde se juzga sin conocer y afloran los
prejuicios sobre este colectivo, afectándoles directamente a los familiares.
Skotko, Levine y Glodstein - (2011)
(Skotko, Levine y Glodstein; en sus estudios encontró que la gran mayoría de
padres que tienen hijos con síndrome de Down se sienten orgullosos y no les
interesa en físico o coeficiente intelectual de su hijo, ya que el cariño que estos
ofrecen recompensa esa lentitud en el aprendizaje ye esas dificultades mentales.)
Por otro lado, un estudio realizado por Bryant (2015), halla que la mayoría de las
personas encuestadas manifiestan la carencia de información sobre esta
discapacidad, pues no se les informó para preparar a su hijo/a de cara a la
inclusión. Además, declaran que cobra especial importancia mantener una actitud
positiva y buscar el apoyo tanto de las personas que los rodean como de las
organizaciones de las cuales pueden hacer uso. Dennis McGuire, director de los
Servicios Psicosociales del Centro de Adultos con Síndrome de Down ubicado en
el Lutheran General Hospital de Chicago, afirma a través de una entrevista
realizada por CanalDown21 en el año 2003, que a lo largo del tiempo se ha ido
avanzando en el trato hacia este colectivo. Esto fue debido a que se produjo un
cambio hace tres o cuatro décadas, donde las familias dejaron de enviar a sus
hijos/as a vivir a otros hogares o centros residenciales y dejaron de esconderlos
para mostrarlos al mundo como cualquier otra persona. Además, dice que son las
familias quienes mejor pueden explicar la situación y es necesario escucharlas en
todo momento para atender también sus preocupaciones y experiencias. Por otro
lado, considera que es necesario darles una cierta autonomía para conocer hasta
donde son capaces de valerse por sí mismos. Finalmente, afirma que aún existen
numerosos estereotipos y prejuicios que afecta a las personas con Síndrome de
Down.

EL SÍNDROME DE DOWN DESDE LA


PERCEPCIÓN EDUCATIVA:
Inclusión en la educación – atendiendo las necesidades de todos los niños,
independientemente de sus fortalezas o necesidades, en el salón regular de clase
Los cambios en los últimos treinta años, han permitido el acceso a la educación de
niños con necesidades especiales. Recientemente se ha venido presentando un
desarrollo lento pero continuo de la inclusión en la educación de niños con
síndrome de Down. Con legislación que le permite a las escuelas proveer los
recursos necesarios para atender las necesidades de educación especial, más
niños están siendo educados en las escuelas de su localidad. Estudios han
indicado que una adecuada educación con inclusión, ofrece mejores
oportunidades a los niños con síndrome de Down. Estudios de investigación que
comparan niños educados en colegios especiales, indican que es difícil suministrar
un ambiente óptimo de aprendizaje en dichas escuelas. Un estudio realizado en el
2000 comparaba los logros de adolescentes con habilidades y familias similares
educados en escuelas de educación especial con aquellos educados en salones
regulares. Se mostraba un beneficio educativo significativo para los adolescentes
en el salón regular de clase que además contaban con soportes adicionales de 25-
30 horas semanales. Los adolescentes incluidos en los salones regulares
mostraban ganancias en más de dos años en habilidades de lenguaje verbal y tres
años en sus habilidades de lectura y escritura de acuerdo con medidas
estandarizadas. Estas medidas de ’años’ para niños con desarrollo típico
equivalen a ganancias de 4 y 6 años para niños con síndrome de Down, dado que
generalmente progresan alrededor de 5 meses por año en estas medidas. Se
presentaron además ganancias en habilidades matemáticas, conocimientos
generales e independencia social. No se presentaron diferencias en la
independencia personal o en los contactos sociales fuera de la escuela, con una
tendencia a presentar mejor comportamiento por parte de los estudiantes del salón
regular. Una descripción completa del estudio se encuentra en ‘Una comparación
entre el salón regular y educación especial en adolescentes con síndrome de
Down: implicaciones para padres de familia y maestros’, por Sue Buckley, Gillian
Bird, Ben Sacks y Tamsin Archer, publicado en Down Syndrome News and
Update. Implicaciones de la inclusión en educación sobre el lenguaje y el habla.

Los niños con síndrome de Down educados en el salón regular de clase con
soportes apropiados, muestran ganancias significativas en su lenguaje, tanto en
estructura y como en claridad. La importancia del desarrollo del habla y del
lenguaje para el desarrollo social y cognitivo, no debe subestimarse. Las palabras
y las frases son los pilares para el desarrollo mental – pensamos, razonamos y
recordamos utilizando el lenguaje hablado. Las palabras proveen la principal
fuente de conocimiento sobre el mundo. Las habilidades del lenguaje y el habla
influyen en todos los aspectos del desarrollo emocional y social – la habilidad de
negociar en el mundo social, de hacer amigos, compartir nuestras preocupaciones
y experiencias y ser parte de una familia y comunidad.

Acceso al programa junto con sus compañeros La inclusión en el programa de


educación regular permite un mejor aprendizaje, conocimientos generales y
habilidades numéricas. El nivel de soporte a nivel académico es también soporte
importante para el desarrollo del lenguaje hablado. Ambiente óptimo de
aprendizaje Los niños con síndrome de Down necesitan aprender junto con sus
compañeros no discapacitados y contar con el soporte individual necesario que lo
haga exitoso. Estudios muestran que es difícil proveer un ambiente de aprendizaje
efectivo en el salón de educación especial. Los niños aprenden de sus
compañeros. Observando y participando en el programa regular, brinda
oportunidades de aprendizaje a lo largo del día. Las expectativas en el salón de
clase regular son mas altas. El programa académico se establece para el salón
regular y su aprendizaje es un buen modelo para el estudiante con síndrome de
Down. Amistades Los padres de familia y educadores deben asegurar que las
amistades con compañeros no discapacitados continúen después de la escuela. El
mejorar el soporte y comprensión de los adolescentes y adultos con síndrome de
Down en sus hogares, sitios de trabajo, talleres y actividades de recreación,
pueden ser uno de los muchos resultados positivos de la inclusión

EL SÍNDROME DE DOWN DESDE LA


PERCEPCIÓN LABORAL:
En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down, conversamos con Daniel
Canto, graduado de la carrera de Relaciones Laborales UK, quien realizó
un Trabajo Final Integrador titulado “Inclusión Laboral de Personas con
síndrome de Down en Empresas del Sector Privado”.
Daniel indagó sobre cuáles son las reales posibilidades de empleo -en virtud de
las competencias adquiridas en su formación- que tienen las personas con
Síndrome de Down en las empresas del sector privado.
Para esto, realizó entrevistas a trabajadores con Síndrome de Down y a sus
compañeros, para ver cómo se relacionan y cuál es la dinámica de empleo. Los
empleadores también dieron su testimonio para averiguar cuáles son los
rendimientos y resultados de estas personas a nivel laboral.
El ahora Licenciado Canto, nos cuenta que algunas de las variables que provocan
este acotado número de personas con discapacidad que se encuentran
trabajando, se debe a una explicación multidimensional.
Por un lado, la fuerte flexibilización laboral que ha impuesto la exigencia de que
varias tareas se concentren en un solo trabajador, es una de las variables que
inciden, ya que esto es en cierto modo difícil de afrontar para personas con
capacidades diferentes; mucho más si no se les brinda un entorno seguro y de
contención. Por otro lado, él menciona la ignorancia, el miedo y los
prejuicios de quienes deben realizar el reclutamiento de personal en las
empresas.
Daniel Canto – (2006)
(En este apartado, examinamos un caso prepuesto por Daniel Canto; el cual nos
dice que por algunas encuestas hechas por el mismo, comprobó de que las
personas con síndrome de Down si pueden tener una vida laboral normal; ya que
al ser correctamente educados, este tiene la posibilidad de trabajar sin perjuicio
alguno y tener una desarrollo laboral normal, el problema en si está en el trabajo
que exige varias tareas por realizar y en el miedo y desconfianza de las personas
que reclutan el personal.)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Ainscow, M. (2004). Desarrollo de escuelas inclusivas. Ideas, propuestas y


experiencias para mejorar las instituciones escolares. Editorial Narcea.
 Echeita, G. (2006) Educación para la inclusión o educación sin exclusiones.
Editorial Narcea.
 Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2012) Educación Inclusiva.
Iguales en la diversidad. Alumnos vulnerables. Barreras. El Index. Instituto
Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado
*(Basado en el artículo titulado El desarrollo de las personas con síndrome
de Down: un análisis longitudinal de María Victoria Troncoso, Mercedes del
Cerro y Emilio Ruiz) http://empresas.mundivia.es/downcan/desarrollo.html
 Álvarez, J. (2009). La representación mediática de la inmigración. Entre el
encuadre y el estigma. Revista del Ministerio De Trabajo E Inmigración, 80,
61-80.
 Berzosa, G. (2013). Las personas con síndrome de Down y sus familias
ante el proceso de envejecimiento. Madrid: Real Patronato sobre
Discapacidad. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
 Publicado originalmente en Down Syndrome News and Update y disponible
en línea en http://www.downsyndrome.org/practice/370/. Derechos 2006,
The Down Syndrome Educational Trust. Reimpreso con permiso. Lea la
segunda parte en el siguiente número del DSPress.

S-ar putea să vă placă și