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-LA GOTA FRIA-

La gota fría, término más conocido por los meteorólogos por DANA (Depresión
Aislada en Niveles Altos) para referirse a este fenómeno meteorológico, es una
perturbación atmosférica extratropical no frontal que puede provocar precipitaciones
excepcionalmente violentas e intensas durante unas horas o días, acompañadas de
numerosos rayos y de granizo. Afecta a superficies reducidas o de mediana escala y
siguen trayectorias imprevisibles, causando grandes lluvias y fuertes vientos.

DESCRIPCIÖN DEL FENOMENO

Su origen está íntimamente relacionado con el fenómeno de la diatermancia en el


Mediterráneo occidental durante los meses de otoño (en especial, en octubre), que es
cuando las aguas marinas están mucho más calientes en comparación con las tierras
continentales, lo que crea una fuerte inestabilidad atmosférica (las aguas calientes se
evaporan más rápido). Dicha inestabilidad genera unas precipitaciones muy intensas que
afectan a las costas próximas.

La gota fría, que conserva su giro ciclónico, se convierte en una baja presión en altura,
lo que produce inestabilidad y favorece la convección. La gota fría será más importante
cuanto mayor sea la temperatura de las aguas marinas ya que el vapor de agua asciende
repentinamente debido a la menor densidad del aire caliente y se condensa, formando
rápidamente nubes de gran altura (generalmente, de más de 10 km) que casi siempre son
del tipo de cumulonimbos.

Aunque las gotas frías son frecuentes en la totalidad de las latitudes medias adquieren
especial importancia en los entornos mediterráneos, cálidos y en los que el mar
proporciona abundante humedad, considerándose por su breve periodo de recurrencia
un rasgo característico del régimen pluviométrico de este clima.

Estas perturbaciones son frecuentes en la Península Ibérica en las estaciones


intermedias, sobre todo en otoño durante los meses de Septiembre y Octubre, aunque
también pueden aparecer en verano en la Cornisa Cantábrica pero con un carácter más
secundario respecto a las precipitaciones de origen frontal.

En la vertiente mediterránea española, en especial en la Comunidad Valenciana, su


intensidad puede ser devastadora produciéndose la sucesión de decenas de tormentas,
sin apenas descanso entre ellas, con vientos huracanados y precipitaciones que pueden
superar las producidas por las tormentas de la zona intertropical.

FORMACION

La gota fría es un fenómeno típico del Mediterráneo, ya que el contraste térmico es


mayor que en otras zonas. Es un mar que se calienta mucho en verano y que puede
llegar a estar cerca de treinta grados en zonas cercanas a la costa, pero cuando llega el
otoño suelen entrar bolsas de aire frío en capas altas. Al ser más ligero el aire caliente
que hay sobre el Mediterráneo, éste asciende rápidamente, formando una gran borrasca.
Si en ese punto sopla viento de levante (si se forma enfrente de las costas españolas)
que aporte más humedad y la empuje a tierra, es cuando desata su poder. La gota fría, al
igual que los huracanes, depende del mar para obtener su energía, por lo que los
mayores vientos y las mayores lluvias suelen ser en la costa, también al igual que los
huracanes. La gota fría gira, pudiendo incluso intuirse un ojo en su centro en muchas
ocasiones.

Por tanto, podemos decir que la gota fría es una masa de aire caliente que se eleva a
gran altura. De esa forma se produce su rápido enfriamiento, originando grandes
perturbaciones atmosféricas, lluvias muy intensas con numeroso aparato eléctrico,
granizo y vientos huracanados.

La gota fría es un fenómeno meteorológico de alta peligrosidad en las zonas donde se


produce. Las máximas precipitaciones otoñales en las costas del Levante español se han
venido produciendo siempre durante este tipo de fenómenos, pudiendo llegar a causar
severas inundaciones, erosión, numerosas víctimas y destrucciones localizadas o en
áreas bastante extensas. Se llega a extremos de lluvias intensas que, como en Gandía
(Valencia) en 1987 llegó a superar los 500 l/m², es decir, si el agua no hubiera fluido
hubiera cubierto la zona con medio metro de agua, una cantidad equivalente a lo que
llueve en la zona en todo un año.

El viento puede llegar a más de 140 km/h en la costa causando caídas de árboles, pero
en el interior amaina rápidamente de manera considerable.

La marejada resultante puede destruir playas, embarcaciones y paseos marítimos,


llegando a penetrar el mar en tierra firme y llegando a destruir los locales en primera
línea. Las marejadas propias de la gota fría no son tan poderosas como las de los
huracanes, pero aun así pueden elevar el nivel del mar 1 metro o más tragándose playas
y paseos. Los oleajes suelen superar los 4 ó 5 m de altura, con olas que sin ser muy altas
albergan una gran potencia por su corta longitud de onda.

GOTAS FRIAS IMPORTANTES

• Almería. El 11 de septiembre de 1891 una repentina gota fría asola casi la


totalidad de la provincia de Almería, desbordando ríos y ramblas. Hubo decenas
de muertos. Tras la misma, se decidió encauzar la rambla de Belén a su paso por
la ciudad de Almería.
• Valencia. El 14 de octubre de 1957 se inunda la ciudad de Valencia lo cual
motivó la creación del nuevo cauce del río Turia.
• Alicante. En 1982 y en 1998 tuvieron ocasión dos devastadoras inundaciones,
causando decenas de fallecidos. Se calcula que llovieron cerca de 300 mm, en
escasas horas.
• Barcelona (Inundaciones en las cuencas de los ríos Llobregat y Besós),
Castellón (Rambla de la Viuda) y en las islas Baleares (Palma de Mallorca y
Andratx), el 25 de septiembre de 1962.
• Murcia. Desbordamiento del Río Guadalentín y su afluente, la rambla Nogalte y
Granada (rambla de Albuñol) el 19 de octubre de 1973.
• Bilbao 1983 El 26 de agosto de 1983 se desbordo la ria del Nervión en varios
puntos de Vizcaya, especialmente en Bilbao, donde el agua alcanzó 5 metros en
algunos puntos de la capital vizcaína. Causó 34 fallecidos y 5 desaparecidos.
• Pirineos y Comunidad Valenciana (1982) y (1987).
• Alcira (provincia de Valencia). Una gota fría el 20 de octubre de 1982 derrumba
el pantano de Tous (pantanada de Tous) y el Júcar inunda toda la comarca de La
Ribera produciendo grandes daños, pueblos enteros quedaron anegados, la
inundación motivó la visita del papa Juan Pablo II a Alcira, ciudad que quedó
inundada casi en su totalidad. Hoy en día aún se pueden apreciar en la comarca
los restos de la catástrofe en pueblos como Gabarda que está separado en 2
núcleos urbanos, uno de ellos fue inundado hasta una altura de un primer piso lo
que motivó la creación del segundo núcleo en la falda de un monte cercano,
conservándose aún unas pocas casas en el núcleo viejo, o en Benegida, que
quedó tan arrasada que todo el pueblo se trasladó unos cuantos km al sur, del
viejo pueblo solo queda el trazado de las calles y la iglesia parroquial.
• Gandía en 1987, cuando fuertes lluvias que llegaron a 500 l/m² asolaron la
comarca de la Safor.
• Castellón y Norte de Valencia 2000 Los últimos días del mes de Octubre un
largo periodo de gota fría provocó precipitaciones acumuladas de más de
600 l/m² en tres días que desbordaron ríos como el Palancia, Veo, Mijares y
provocaron serias inundaciones en Onda, Nules, Castellón y Vall de Uxó y a
punto estuvieron de asolar el embalse de Mª Cristina y el de Benitandús.
• Almuñécar y Nerja, el 21 de septiembre del 2007.
• Alcalá de Guadaíra el 3 de octubre de 2007.
• Beniarbeig 2007 La gota fría del 12 y 13 de octubre, sobrepasó los 400 mm de
precipitación en algunos puntos (Els Poblets, El Verger, Beniarbeig) y causaron
la mayor crecida documentada del río Girona, destruyendo el puente de
Beniarbeig e inundando buena parte de esta población.

Al fenómeno de la gota fría se le debe el récord de precipitación máxima en 24 horas de


España el 5 de noviembre de 1987, con 817 mm en Oliva, Valencia. También existe un
dato (no confirmado por la AEMET) que dice que el día de 2 de octubre de 1957
cayeron en Jávea (Alicante) 871 mm. Unos mapas de este fenómeno pueden verse en un
documento del periódico El Mundo,[2] aunque los gráficos que los acompañan se prestan
a confusión porque el ascenso del aire cálido y húmedo y el descenso del aire frío y seco
se han dibujado con líneas verticales, siendo en realidad líneas en espiral (antihoraria en
el ascenso y horaria en el descenso de aire frío).

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