Comentario de

imagen
Alejandro Barreiro Franco
Historia de la Imagen Publicitaria, 1º GP, 2ª ev.
Ficha técnica

 Portada (doble página) de “The Works of Geoffrey Chaucer now newly imprinted” [Los
trabajos de Geoffrey Chaucer ahora impresos recientemente].
 Publicado por The Kelmscott Press, bajo el liderazgo de William Morris; Hammersmith,
Londres. 1896
 Editado por F.S. Ellis; decorado con imágenes diseñadas por Sir Edward Burne-Jones;
grabados en madera por by W.H. Hooper.1

Análisis descriptivo y contextual

La portada, sin numerar e impresa únicamente en tinta negra (aunque en otras páginas del
libro se usó tinta roja), consiste de dos páginas aunadas por márgenes de profusa decoración
vegetal, en concreto viñas. Tantos los márgenes como la composición global de las páginas
muestran una clara influencia de los volúmenes iluminados tardomedievales y los incunables.

La página izquierda es la portada propiamente dicha. Es una ilustración realizada al igual que el
resto de dibujos y ornamentos, en xilografía. El título del libro está en caracteres de inspiración
gótica, con las mayúsculas realizadas de forma ligeramente similar a las capitales iluminadas
medievales. Siguiendo los motivos vegetales, el texto se superpone a un fondo de densos y
entrelazados trazos vegetales, resultando en un alto contraste entre este fondo y las letras en
reservado. La ilustración está separada del friso con un sencillo marco en reservado.

La página de la derecha es donde se inicia el texto. En la parte superior aparece el título del
primer texto del libro. Está escrito en tipografía “Troy”, diseñada por William Morris e
inspirada en tipografías góticas de la época de los incunables, concretamente en las de Peter
Schoeffer de Mainz, Gunther Zainer de Ausburgo y Anthony Koburger de Nuremberg 2.

Debajo se incluye la primera ilustración del libro, realizada por Edward Burne-Jones, en la que
se representa al escritor del siglo XIV Geoffrey Chaucer en una bucólica e idealizada escena. La
propia ilustración tiene un marco de plantas estilizadas, de clara influencia tardogótica.

El resto de la página lo ocupa el texto, dividido a dos columnas. Presenta una letra capital
iluminada de gran tamaño (aprox. 75% del alto de la columna). Inspirada en las capitales
lombardas, repite la profusa decoración vegetal y la inspiración medieval. La columna derecha
presenta otra capital decorada, esta vez de solo 6 líneas de alto. La tipografía del texto es otra
de las realizadas por Morris, de nombre “Chaucer”, y que no es más que una versión de
tamaño reducida de “Troy”3.

El libro fue impreso en papel hecho a mano Batchelor con la marca de agua: Perch.4 Las
iniciales, bordes y ornamentos fueron diseñados por Morris y basados en los existentes en los
manuscritos italianos del siglo XV. Todos ellos fueron grabados en madera por W. H. Hooper,
C. E. Keates, y W. Spielmeyer. Los grabados de Burne-Jones eran creados originalmente con

1
https://www.bl.uk/collection-items/the-kelmscott-chaucer
2
“Las ediciones de la Kelmscott Press” en “Unos tipos duros”, http://www.unostiposduros.com/las-
ediciones-de-la-kelmscott-press/
3
Ibid
4
https://www.bl.uk/collection-items/the-kelmscott-chaucer
lápiz, y luego R. Catterson-Smith los redibujaba en tinta para ser posteriormente revisados por
el autor y si éste los encontraba a su gusto eran transferidos a la madera por medios
fotográficos.5

William Morris, el motor del proyecto, estaba particularmente preocupado de que sus libros se
concibiesen como una unidad total, de modo que los motivos de papel, tinta, tipo y
decorativos tenían un estilo uniforme y complementario.6

La edición de Kelmscott de Los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer es la obra maestra

de la editorial, y estableció un nuevo punto de referencia para el diseño de libros a fines del
siglo XIX. También fue el último gran proyecto de la vida de Morris, reuniendo dos de sus
pasiones. Primero, su amor por la literatura medieval, que inspiró los temas y el estilo de gran
parte de su propia escritura. En segundo lugar, su filosofía socialista, que se remonta a un
tiempo anterior a la mecanización y la división del trabajo, había destruido, según él lo veía, la
realización personal y la función social del trabajo de valor.7

La influencia de William Morris y la Kelmscott Press sobre el diseño gráfico y en particular

sobre el diseño de libros no sólo se puso de manifiesto en la imitación estilística directa de sus
marcos decorativos, iniciales y tipografías, porque el concepto que tenía Morris de un libro
bien hecho, sus hermosos diseños de tipografías basados en modelos anteriores y su sentido
de la unidad del diseño, por lo cual hasta el menor detalle se relacionaba con el concepto total,
inspiración a toda una nueva generación de diseñadores de libros. Curiosamente este defensor
de la artesanía sirvió de inspiración para el resurgimiento del buen diseño de libros que duró
hasta bien entrado el siglo XX y se filtró en la impresión comercial. Sus libros alcanzaron una
totalidad armoniosa y sus páginas tipográficas se concibieron y ejecutaron para facilitar la
lectura.

Los trabajos se iniciaron en 1892 y fue terminado poco antes de la muerte de Morris. Se
imprimieron 425 copias y se vendieron a 20£ cada una. Otros 13 ejemplares impresos en
vellum tenían un precio de 120 guineas (126 £), y 48 estaban especialmente encuadernados en
piel de cerdo blanco con broches de plata.

La paradoja de Morris es que, al buscar refugio en la artesanía del pasado, desarrolló actitudes
de diseño que determinaron el futuro. Su llamamiento a la destreza en la ejecución, a ser fiel a
los materiales, a hacer bello lo útil y a adecuar el diseño a la función son actitudes que fueron
adoptadas por generaciones siguientes para tratar de unificar, no el arte y la artesanía, sino el
arte y la industria. Morris enseñaba que el diseño podía poner el arte al alcance de la clase
trabajadora, pero los libros que realizaba sólo estaban al alcance de los ricos.8

5
“Las ediciones de la Kelmscott Press” en “Unos tipos duros” http://www.unostiposduros.com/las-
ediciones-de-la-kelmscott-press/
6
http://abcblogs.abc.es/fahrenheit-451/2015/07/02/william-morris-y-the-works-of-geoffrey-chaucer/
7
https://www.bl.uk/collection-items/the-kelmscott-chaucer
8
http://abcblogs.abc.es/fahrenheit-451/2015/07/02/william-morris-y-the-works-of-geoffrey-chaucer/
Análisis icónico
La composición de estas páginas es muy clásica, de marcado orden y jerarquía. Sin embargo no
se aprecia una simetría evidente, y muestra bastante complejidad por la cantidad de
elementos y el gran nivel de detalle.

Existe un balance de pesos visuales entre la gran “mancha negra” que es la página izquierda y
el conjunto de bloques que conforman la derecha, donde se intercala el reservado y la maraña
de líneas. Todo ello enmarcado por el generoso ornamento del exterior.

Destacan las líneas de fuerzas horizontales. Los renglones de la izquierda se combinan con las
líneas visuales presentes incluso en la ilustración. Pero es aquí precisamente donde se rompe
esa horizontalidad con la línea vertical creada por la figura, que conecta con el intercolumnio y
la alineación de caracteres menores de la capital iluminada.

El orden de lectura es el esperable en un libro, de izquierda a derecha y de arriba abajo. El ojo

recorre las páginas como en un texto. Esto también explica la jerarquía de los elementos,
situándose antes los más importantes

La imagen es monocromática, es más, el estilo tiene un marcado contraste negro-

blanco/reservado, casi sin lugar para las gradaciones. Esto se debe a la marcada influencia del
estilo xilográfico como el de Durero o de estilos orientales.

Predomina la forma orgánica (vegetal) enmarcada en rectángulos, todo ello relacionado por
una medida proporción.

El texto, compuesto en doble columna, está en bandera a la izquierda, dejando bastante

reservado en la caja de texto. Las diferentes tipografías son, como ya se dijo, de tipo
neogótico. El cuerpo de texto se realiza con la tipografía “Chaucer”, con una fuerte inspiración
en la caligrafía gótica, concretamente el subtipo “rotunda”, popular en la Europa mediterránea
en el siglo XV. Muestra cierto peso, si bien la mancha de texto no es tan pronunciada como
podría caber, gracias a generosas contraformas y un trazo de grosor moderado para ser una
tipografía de inspiración tardogótica