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Carl Gustav Jung

Carl Gustav Jung (AFI: ˈkarl ˈgʊstaf ˈjʊŋ) (Kesswil,


cantón de Turgovia, Suiza; 26 de julio de 1875-Küsnacht,
cantón de Zúrich, id.; 6 de junio de 1961) fue un médico
psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la
etapa inicial del psicoanálisis; posteriormente, fundador
de la escuela de psicología analítica, también llamada psi-
cología de los complejos y psicología profunda.
Se lo relaciona a menudo con Sigmund Freud, de quien
fuera colaborador en sus comienzos. Jung fue un pionero
de la psicología profunda y uno de los estudiosos de es- Residencia de Jung en Basilea-Kleinhüningen y placa
ta disciplina más ampliamente leídos en el siglo XX. Su conmemorativa en la puerta de entrada: «Carl Gustav
abordaje teórico y clínico enfatizó la conexión funcional Jung. 1875-1961. El fundador de la psicología analítica
entre la estructura de la psique y la de sus productos, es vivió en esta casa desde 1879 hasta 1896».
decir, sus manifestaciones culturales. Esto le impulsó a Carl Gustav Jung nació en 1875, en Kesswil (Suiza), un
incorporar en su metodología nociones procedentes de la
antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños,
el arte, la mitología, la religión y la filosofía.
Jung no fue el primero en dedicarse al estudio de la ac-
tividad onírica. No obstante, sus contribuciones al análi-
sis de los sueños fueron extensivas y altamente influyen-
tes. Escribió una prolífica obra. Aunque durante la ma-
yor parte de su vida centró su trabajo en la formulación
de teorías psicológicas y en la práctica clínica, también
incursionó en otros campos de las humanidades, desde
el estudio comparativo de las religiones, la filosofía y la
sociología hasta la crítica del arte y la literatura.

1 Biografía

1.1 Infancia

Imagen de Jung en su infancia.

pueblecito junto al lago Constanza en el cantón suizo de


Thurgau. Seis meses después de su nacimiento, la familia
se trasladó a Laufen (junto al Rin), arribando finalmente
en Kleinhüningen, junto a Basilea, en 1879.
Formará parte del seno de una familia de ascendencia
alemana y de tradición religiosa. Su padre era pastor
luterano dentro la Iglesia Reformada Suiza, y sus padres
pertenecieron a dos importantes familias de la Basilea del

1
2 1 BIOGRAFÍA

siglo XIX.[3] Por esto mismo, la religiosidad fue uno de los objetos
[7]
El abuelo paterno de Jung, Carl Gustav Jung (1794- principales de su estudio, y más tarde mostraría interés
1864), médico exiliado de Heidelberg, organizó la facul- por el misticismo.
tad de medicina de la Universidad de Basilea, donde en-
señó anatomía y medicina interna, y la ampliación de su
1.2 Periodo escolar y universitario
hospital general. Todo esto gracias a su relación de amis-
tad con A. von Humboldt. Sería también el rector de di- Durante su adolescencia y juventud fue un lector entu-
cha universidad, conocido dramaturgo y Gran Maestre de siasta, especialmente cautivado por la obra literaria de
los francmasones suizos. También dirigió una institución Goethe. También era profundo su interés por los ensa-
psicológica para niños con déficits psíquicos. yos de filósofos como von Hartmann y Nietzsche. En su
El abuelo materno, Samuel Preiswerk (1799-1871) fue autobiografía, describe el acercamiento a la obra de este
arcipreste de la iglesia de Basilea, filólogo autor de una último Así habló Zaratustra como una experiencia con-
gramática hebrea, y precursor y promotor del sionismo. mocionante, sólo comparable a la inspirada por el Fausto
El Romanticismo estaba continuamente presente en el de Goethe.
hogar, con aparición de espectros y demás fenómenos
parapsicológicos.
El padre de Jung, Paul Achilles (1842-1896) abandonó su
carrera de filólogo en lenguas semíticas para ejercer como
clérigo en una iglesia reformada suiza. Ampliaría su labor
en la clínica psiquiátrica Friedmatt de Basilea desde 1888.
Fallecería meses después de que Jung iniciara su carrera
de medicina en la Universidad de Basilea.
Su madre Emilie Preiswerk (1848-1923) se caracterizó
por tener una personalidad marcadamente disociativa que
determinó enormemente el rasgo intuitivo de Jung.
Un primer hermano de Jung, Paul, nacido en 1873, falle-
cería al poco tiempo. En 1884, y con nueve años de di-
ferencia, nacerá su única hermana, Johanna Gertrud, que
moriría en 1935. Antigua Universidad de Basilea.

De niño fue introvertido y muy solitario. Aunque la rela-


Jung anhelaba estudiar arqueología en la universidad, pe-
ción con sus progenitores era muy próxima y afectuosa,
ro su familia carecía de recursos para enviarlo más le-
desde temprano sentiría cierta decepción por la manera
jos de Basilea, donde no dictaban esa carrera, por lo
en que su padre abordó el tema de la fe, a la que conside-
que (contra los deseos de su entorno) decidió estudiar
raba tristemente precaria.
medicina en la Universidad de Basilea, entre 1894 y 1900,
y pudo ingresar en una asociación estudiantil, la Zofingia,
La «religión teológica» no podía servir-
a la que ya había pertenecido. El estudiante, antes intro-
me para nada, pues no correspondía a mi
vertido, se volvió mucho más vívido en el nuevo contex-
experiencia de Dios. Sin esperanza de saber,
to académico. En 1898 comenzó a reconciliarse con su
exigía creer. Esto lo había intentado mi padre
futura profesión de médico con la convicción de que de-
con grandes dificultades y había fracasado en
bía especializarse. Disponía de dos opciones: cirugía o
ello. Mal podía mi padre defenderse contra el
medicina interna.
ridículo materialismo del psiquiatra. ¡Esto era
también algo que debía creerse exactamente
como la teología! Yo estaba más seguro que Me inclinaba por lo primero a causa de
nunca que a ambas les faltaba tanto la crítica mi especial formación en anatomía y por mi
del conocimiento como la experiencia. predilección en anatomía patológica, y lo más
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa- probable era que hubiese optado por ella si
mientos.[4] hubiera dispuesto de los necesarios medios
económicos.
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
Jung no era, sin embargo, hostil a la religión, sino que por mientos.[8]
el contrario declararía que el ser humano es religioso “por
naturaleza”[5] y en su trayectoria resaltaría el valor de la
experiencia religiosa para el entendimiento de la mente Se conformaría finalmente con la modesta posibilidad de
humana, rescatando simbolismos de la tradición cristiana trabajar como asistente en un hospital local con la finali-
y reinterpretándolos desde su perspectiva psicológica.[6] dad de evitar contraer deudas para poder estudiar.
1.3 Actividad en el campo de la psiquiatría 3

Durante las vacaciones de verano, acontecieron dos su- mi naturaleza y espíritu era ya un hecho.
cesos los cuales irían conformando el destino y evolución Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
profesional de Jung. La ruptura por la mitad de una me- mientos.[12]
sa redonda de nogal, con setenta años de antigüedad, en
presencia de su madre, hermana y criada, y catorce días
después, un aparador, mueble originario del siglo XIX. El 10 de diciembre de 1900 ocuparía su puesto de ayu-
En su interior se hallaba la cesta del pan, rectangular, dis-
dante en la clínica psiquiátrica de Burghölzli durante
puesta de tal modo que en una esquina se encontraba el tres años, dejando atrás Basilea y marchando gustoso a
mango del cuchillo y en las otras tres, los tres trozos enZúrich. Como comentará, «durante medio año me ence-
que había quedado dividido el utensilio. Descartándose rré para habituarme a la vida y al espíritu de un mani-
causalidades al uso, supieron de ciertos familiares inmer-comio y me leí los cincuenta volúmenes de la Revista ge-
sos en prácticas espiritistas, y de una médium de poco neral de Psiquiatría desde sus orígenes, para conocer la
más de quince años, los cuales decían querer ponerse en mentalidad psiquiátrica». «En tales condiciones comen-
contacto con él. zó mi carrera de psiquiatra, mi experimento subjetivo del
[13]
Todo ello atrajo el interés de Jung, generando a lo lar- cual nació mi vida objetiva».
go de dos años la elaboración de su propia tesis doctoral
Acerca de la psicología y patología de los llamados fenó-
menos ocultos (Zur Psychologie und Pathologie sogenann- 1.3 Actividad en el campo de la psiquiatría
ter okkulter Phänomene), realizada con el profesor Eugen
Bleuler en la facultad de medicina de la Universidad de
Zúrich en 1902.[9] Aun cuando se aludía a una tal «se-
ñorita S. W.» en realidad se trataba de su prima Hélène
Preiswerk.[10]

Clínica Burghölzli.

En la clínica, Friedrich von Müller sustituyó al viejo Im-


mermann, se propuso a Jung el cargo de ayudante en
Múnich, hacia el final de sus estudios. Todo parecía incli-
narse hacia la práctica de la medicina interna, si no fuera
porque la mano del destino unida a la curiosidad le hicie- Eugen Bleuler.
ron ojear el Manual de psiquiatría del psiquiatra alemán
Richard von Krafft-Ebing.[11] Ante la pregunta «¿qué sucede en la enfermedad men-
tal?», Jung se encontrará por entonces, dado el estado de
Me hallaba en la más viva excitación, pues avance de la disciplina a inicios del siglo XX, con una la-
fue para mí como una fulminante revelación bor de abstracción de la personalidad enferma y un reduc-
de que no había para mí otra meta más que cionismo dirigido a diagnósticos, descripción de síntomas
la psiquiatría. Sólo aquí las dos corrientes y estadísticas.
de mi interés podían confluir y encontrar su
cauce por medio de un declive común. Aquí se La psicología del enfermo mental y su correspondiente
hallaba el campo común de las experiencias de individualidad implícita eran inexistentes.
los hechos biológicos y espirituales, que por De ahí que el posterior encuentro con Sigmund Freud le
todas partes yo había buscado sin encontrarlo. ayudase a revertir dicha tendencia, sobre todo a través de
He aquí, por fin, el lugar en que el cruce entre la psicología de la histeria y del sueño. Freud insertaba
4 1 BIOGRAFÍA

en la psiquiatría cuestiones de la psicología, aún siendo bre, además de incluir una postura «directiva» indesea-
realmente neurólogo. El síntoma para Freud era algo di- da, hizo que Jung, al igual que hiciera Freud, descartase
ferente que para la psiquiatría tradicional. la hipnosis como método terapéutico y se dirigiese hacia
Será en este contexto donde comience a elaborar y aplicar la interpretación de los sueños y de otras manifestaciones
su famosa prueba de asociación o experimento de asocia- de lo inconsciente.
ción de palabras que lleva su nombre,[14] recordando con De 1904 a 1905 fundará en la clínica psiquiátrica un labo-
ello el caso de una joven melancólica e infanticida, diag- ratorio de psicopatología experimental, de donde surgi-
nosticada de esquizofrenia o dementia praecox grave. El rán tanto la prueba de asociación como los experimentos
resultado obtenido catorce días después fue el alta hospi- psicogalvánicos, para ser posteriormente invitado, en
talaria y que nunca más fuera internada. 1909, por la Universidad de Clark a exponer sus traba-
Recapitula Jung diciendo que la verdadera terapéutica co- jos. También Freud sería invitado de modo independien-
mienza con la investigación de la «historia personal secre- te, recibiendo ambos el grado de Doctor honoris causa.
ta» de la persona aquejada por su enfermedad; su averi- Por entonces se iniciarían sus sospechas respecto del ori-
guación debe remitir al profesional hacia lo consciente, gen «psíquico» de la esquizofrenia. Diversos casos, sobre
pero también, y sobre todo, a lo inconsciente, con lo que todo el de Babett S., le llevarían incluso a comprender
el ensayo de asociación, la interpretación de los sueños y por vez primera el lenguaje de las personas aquejadas de
el contacto humano con el paciente son de vital impor- dementia praecox.
tancia. Todo diagnóstico debe ir acompañado por tanto
de dicha historia personal antes de recabar en la corres- Me di cuenta más de una vez que en
pondiente solución psicoterapéutica. tales pacientes se oculta en el trasfondo una
En 1905 se doctoró en psiquiatría, pasando simultánea- «persona» que debe definirse como normal y
mente a ser médico jefe de la clínica psiquiátrica de la que en cierta medida es testigo. (...) En los en-
Universidad de Zurich durante cuatro años, hasta su re- fermos mentales sólo es visible exteriormente
nuncia en 1909, debido al exceso de trabajo. Conserva- la trágica destrucción y sólo excepcionalmente
ría sin embargo su cargo de profesor auxiliar hasta 1913. la vida de aquel aspecto del alma que se nos
Por entonces focalizaba su interés en psicopatología, oculta.
psicoanálisis y la psicología de los pueblos primitivos. Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
mientos.[15]
Se interesó a su vez en la hipnosis, así como en las figuras
de Pierre Janet y Théodore Flournoy.
El caso de la dama de cincuenta y ocho años en aparien- 1.3.1 Sobre el método
cia curada milagrosamente de su parálisis dolorosa en la
pierna izquierda y en su espalda convenció a Jung de la Enfatizará Jung la imposibilidad en dar una respuesta ter-
inoperancia real de la hipnosis al descubrir que ésta po- minante acerca del método analítico o psicoterapéutico
día explicarse en su mayor medida por la teoría de la ideal. La terapéutica en cada caso es distinta y la cura-
transferencia. Y es que la madre proyectaba en la figura ción debe surgir del propio paciente de manera natural.
del psicoterapeuta el «ideal» de un hijo aquejado psíqui-
camente y que además se ubicaba en la propia clínica.
La psicoterapia y los análisis son tan
distintos como los mismos individuos. Yo
trato a cada paciente lo más individualmente
posible, pues la solución del problema es
siempre personal. Las reglas válidas en general
sólo se pueden formular cum grano salis. Una
verdad psicológica es solamente válida cuando
se puede cambiar. Una solución que a mí no
se me ocurra puede ser para otro precisamente
la correcta. Naturalmente un médico debe
conocer los denominados «métodos». Pero
debe evitar el anquilosarse en lo rutinario.
Las premisas teóricas sólo deben aplicarse
con mucho cuidado. Hoy quizás son válidas,
mañana pueden serlo otras. En mis análisis
no juegan ningún papel. Intencionadamente
Galvanómetro utilizado por Jung en Burghölzli junto a sus pro- no soy sistemático. Frente al individuo no hay
pios esbozos (1904-1905). para mí más que la comprensión individual.
Para cada paciente se requiere un lenguaje
El hecho de obrar a ciegas, y su consecuente incertidum- distinto.
1.3 Actividad en el campo de la psiquiatría 5

Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa- todo su ser»; el psicoterapeuta deberá decidir si implicar-
mientos.[16] se o encerrarse en su propia autoridad.
Dada su implicación ineludible, no solamente debe aten-
der la transferencia del paciente, sino también su corres-
Se trataría en definitiva de un vis-à-vis, un diálogo entre pondiente contratransferencia, es decir, cómo reacciona
dos personas que se interrelacionan e influyen mutuamen- él mismo al proceso conjunto con el analizado, y todo
te. Se eliminaría de este modo un hipotético desequilibrio ello desde dos vertientes:
en favor del médico «sano» frente al «enfermo» al cual se
le va a aplicar una determinada metodología. Ello reque- 1. A nivel consciente.
riría, por parte del terapeuta, alcanzar la madurez sufi-
ciente como para afrontar una psicoterapia, así como una 2. A nivel inconsciente, observándose a sí mismo, sus
apertura a toda expresión cultural que incluya la diversi- propios sueños, etc.
dad de lo humano: simbolismo, mitología, etcétera.
De todo ello depende el éxito o fracaso del tratamiento,
de ahí que cada terapeuta debería tener a su disposición el
control ejercido por una tercera persona, para recabar así
otro punto de vista. El mismo Jung alecciona a disponer
«un padre o una madre confesora», preferentemente mu-
jer debido a su «mayor capacidad para ello, su excelente
intuición y oportuna crítica. Ven aspectos que el hombre
no ve».[17]
La relación entre analista y paciente puede generar en de-
terminadas ocasiones fenómenos parapsicológicos, sobre
todo ante la existencia de transferencia por parte del ana-
lizado, o una identificación inconsciente entre ambos.[18]
No siempre es correcta la «cooperación» del psicotera-
peuta con el paciente y sus afectos, a veces es necesaria
una «intervención activa».
Respecto de los casos en que no resulta mejoría, todo jui-
cio resulta difícil dado que muchas veces el efecto acon-
tece al cabo de los años. «Un juicio sobre el “éxito” es
difícil de emitir».[19]
Para muchos pacientes de nuestros días a los que se les
ha calificado de neuróticos, tal denominación resultaría
innecesaria si viviéramos en épocas donde el ser humano
El rey y la reina, lámina 2 del Rosarium philosophorum inclui- se vinculaba a través del mito con el mundo del miste-
da en la obra de Jung La psicología de la transferencia, 1946. rio, y a través de este con la naturaleza viva, aquella que
Figura alquímica ilustrativa de los fenómenos transferenciales no se contemplaba meramente desde lo externo. Tales
desde la óptica de la psicología analítica. «neuróticos facultativos» son víctimas del desdoblamien-
to anímico contemporáneo, no soportan «la pérdida del
Es más prioritaria la comprensión individual que la con- mito», ni la consecuente sustitución de la vivencia de la
firmación teórica, y como conditio sine qua non, «el pro- naturaleza por una cosmovisión externa definida en nom-
pio análisis individual del psicoterapeuta», o «análisis bre de la ciencia, así como la confusión entre sabiduría y
teórico», huyendo nuevamente de una aplicación meto- discurso intelectual. Su «cura» radica en cerrar el abismo
dológica aprendida. Se tendería así hacia la asimilación entre el yo y lo inconsciente.
del conocimiento humano inmerso en un horizonte don-
de el alma incluye el mundo y sus concepciones colectivas Quien ha experimentado profundamente
dispersas en el espacio y en el tiempo. De lo contrario, la en sí mismo este desdoblamiento es más capaz
persona analizada perdería un fragmento de su alma, del de lograr una mejor comprensión para estos
mismo modo que el analista el fragmento de su alma que procesos anímicos inconscientes e impedir
no aprendió a conocer. En definitiva, el analista debe de- aquel típico peligro de desorbitación que
jar que su análisis le afecte personalmente, descartando amenaza al psicólogo. Al que no conoce por
metodologías e incrementando su propia autenticidad. propia experiencia la influencia nefasta de
A dicha autenticidad debe unírsele el hecho de que mu- los arquetipos le será difícil sustraerse de tal
chos casos podrán alcanzar la cura sólo si existe una en- influencia negativa cuando la confronte en la
trega o renuncia absoluta a uno mismo, «entregarse con práctica con su experiencia. Sobrevalorará
6 1 BIOGRAFÍA

o subestimará todo esto, porque posee sólo los estudios de Eugen Bleuler, Pierre Janet, y sobre todo,
una noción intelectual, pero no una norma Sigmund Freud. La creación de un método de análisis de
empírica. Aquí comienzan los peligrosos los sueños y su interpretación resultaron muy valiosos en
extravíos, el primero de los cuales es el intento la comprensión de la sintomatología psicótica.
de usurpación intelectual. Tiene por objetivo A la edad de veinticinco años inició Jung la lectura de «La
secreto sustraerse a la influencia arquetípica interpretación de los sueños» («Traumdeutung», 1900),
y en beneficio de la auténtica experiencia confesando una insuficiente experiencia como para po-
de un mundo conceptual aparentemente der corroborar por entonces todas las teorías de Freud.
asegurado de modo artificial, pero meramente
Tres años después reinició su lectura y pudo ya hilvanar
bidimensional, que aspira a ocultar la realidad la relación con sus propias ideas. Especialmente dos:
de la vida con las llamadas ideas claras. La
desviación hacia lo abstracto despoja a la
experiencia de su sustancia y le presta el mero 1. Lo que más le interesó a Jung fue la aplicación del
nombre, que a partir de entonces suplanta a la concepto de represión como mecanismo de defen-
realidad. Nadie está obligado a un concepto y sa, trasladado desde el campo de la neurosis al de
tal es precisamente la conveniencia buscada los sueños. Y es que en sus propios experimentos de
que promete protección frente a la experiencia. asociación de palabras, también Jung hallaba repre-
Pero el espíritu no vive de los conceptos, sino siones a la hora de emitirse respuestas ante la suge-
de los hechos. Las meras palabras no sirven rencia de determinados términos: o no se producían
para nada, lo único que se logra es repetir este o el tiempo de reacción era comparativamente am-
proceso hasta el infinito. plio. El experimentador se hallaba en este caso ante
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa- un complejo del paciente, lo cual no hizo más que
mientos.[20] constatar las mismas conclusiones a las que llegara
Freud desde lo onírico.

2. Sin embargo, ya desde sus inicios Jung mantuvo su


1.4 Sigmund Freud oposición a que la causa de la represión se hallara en
el trauma sexual. Constantemente podía corroborar
1.4.1 Freud, Jung y el psicoanálisis en su propia consulta cómo existían numerosos casos
que no se avenían a la sexualidad como etiología.

En el contexto académico de aquella época, Freud era


considerado persona no grata, con lo que Jung se halla-
ba en una difícil situación si pretendía hacer explícitas sus
coincidencias y apoyar así la teorización freudiana. Podía
proseguir con su propio trabajo y prometedora carrera sin
Freud. A pesar de todo «me declaré públicamente a favor
de Freud y combatí por él».
Lo hizo ante un congreso en Múnich sobre neurosis forza-
das, dado que el nombre de Freud fue deliberadamente si-
lenciado. Jung escribiría en respuesta en 1906 un artículo
para el Münchner Medizinische Wochenschrift (Semana-
rio médico de Múnich) ensalzando la teoría de la neurosis
de Freud dada su contribución a las «neurosis forzadas»,
recibiendo como respuesta sendas cartas de advertencia
de que su futuro académico peligraría proporcionalmente
a su persistencia. Jung continuó manifestándose a favor,
aunque manteniendo en discordancia la etiología sexual
en las neurosis.
Sería por estas fechas cuando comenzaría el intercambio
de correspondencia entre ambos autores, iniciando Jung
el envío de su obra Diagnostische Assoziationsstudien (Es-
tudios diagnósticos de la asociación, 1906). En 1907 le
enviaría también Die Psychologie der Dementia Praecox
Freud en 1922. (Sobre la psicología de la demencia precoz). El intercam-
bio epistolar proseguiría hasta la fecha de su separación,
Desde el inicio de su carrera psiquiátrica se interesó por 1913.
1.4 Sigmund Freud 7

Será gracias a este último trabajo de 1907, incomprendi- de aquella otra parte suya que quizás pudiera
do también entre sus propios colegas, el que propiciaría definirse como «mística». Sin reconocer esta
el primer encuentro entre Freud y Jung, a expensas de parte no podía sentirse acorde consigo mismo.
una invitación del primero en Viena. Es en este momen- Era ciego frente a la paradoja y la ambigüedad
to cuando se suele rememorar la sorpresiva pero explícita de los significados del inconsciente, y no sabía
circunstancia de que en fecha de febrero de 1907, a la una que todo cuanto emerge del inconsciente posee
del mediodía, «hablamos durante trece horas ininterrum- algo superior e inferior, algo interno y externo.
pidamente, por así decirlo».[21] Cuando se habla de lo externo —y esto hizo
Freud— se considera sólo la mitad de ello y,
Impresionó profundamente a Jung que para Freud la se-
xualidad significara un numinosum, impresión confirma- consiguientemente, surge en el inconsciente
una fuerza antagónica.
da tres años después (1910) en una conversación nueva-
mente en Viena. Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
mientos.[23]

Mi querido Jung, prométame que nunca


desechará la teoría sexual. Es lo más impor-
Jung llegaría a decir de Freud que fue un prisionero de un
tante de todo. Vea usted, debemos hacer de
punto de vista, «una figura trágica, pero un gran hombre».
ello un dogma, un bastión inexpugnable contra
la negra avalancha del ocultismo. Retomando la hipótesis del Poder de Alfred Adler, Jung
Sigmund Freud, 1910.[22] establece una relación entre Freud y Nietzsche, de tal mo-
do que si en Freud se produce una deificación de Eros, en
Nietzsche ocurrirá lo mismo respecto de la voluntad de
poder, dado que Eros y Poder serán dos principios anta-
Un rasgo de su carácter me preocupaba
gónicos pero complementarios que el ardid de la historia
en especial: la amargura de Freud. Ya me
del espíritu había querido que fueran ensalzados.
llamó la atención en nuestro primer encuentro.
Durante mucho tiempo no logré comprenderlo Pero toda numinosidad lleva implícita en su reivindica-
hasta que pude relacionarlo con su actitud ción su propia destrucción, toda numinosidad es verda-
respecto a la sexualidad. Para Freud la sexua- dera en cierto aspecto e incierta en otro. «La vivencia
lidad significaba ciertamente un numinoso, luminosa se eleva y se hunde a la vez».
pero en su teoría se expresa exclusivamente De este modo, si Freud hubiera apercibido el carác-
como función biológica. Sólo la inquietud ter numinoso de la sexualidad no hubiera generado un
con que hablaba de ello permitía deducir reduccionismo biológico, y Nietzsche, al adentrarse en lo
que en él resonaba más profundamente. En numinoso implícito a la Voluntad de poder, hubiera da-
última instancia quería enseñar —así por do más importancia a los fundamentos de la existencia
lo menos me lo pareció a mí— que, vista humana, sin la necesidad de un Superhombre.
desde dentro, la sexualidad implicaba también
espiritualidad o tenía sentido. Su terminología Siempre que el alma debido a una experiencia numinosa
concreta era, sin embargo, demasiado limitada es sometida a brusca oscilación existe el peligro de que
para poder expresar esta idea. Así pues, me los hilos de los que cuelga se rompan. Un hombre cae en
daba la impresión de que trabajaba contra un «sí absoluto» y otro en un «no absoluto». Se tiende a
su propio objetivo y contra sí mismo; y no los extremos como verdad. De ahí la necesidad del con-
existe amargura peor que la de un hombre cepto de nirvana, dice el oriente: «libre de los dos». «No
convertido en el más encarnizado enemigo nos hemos dado cuenta siempre de lo que significa que
de sí mismo. Según su propia expresión, se no exista nada en absoluto, si una consciencia pequeña
sentía amenazado por la «negra avalancha», —¡oh, tan efímera!— no ha observado algo de ello».[24]
él, que había propuesto principalmente vaciar
las oscuras profundidades.
1.4.2 Sobre precognición y parapsicología
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
mientos.[23]
Cuando Jung visitó a Freud en 1909 en Viena le preguntó
qué pensaba acerca de ello. Recibiría un más que prede-
cible rechazo desde un prejuicio materialista que remitía
Y prosigue Jung, al absurdo, todo ello desde el positivismo más superficial.
Sin embargo, «...transcurrieron todavía algunos años has-
Freud no se preguntó nunca por qué debía ta que Freud reconoció la importancia de la parapsicolo-
hablar constantemente sobre el sexo, porque gía y la autenticidad de los fenómenos “ocultos”».[25]
este pensamiento le poseía. Nunca tendría
consciencia de que en la «monotonía del sig- Mientras Freud exponía sus argumentos,
nificado» se expresaba la huida de sí mismo, o yo sentí una extraordinaria sensación. Me pare-
8 1 BIOGRAFÍA

ció como si mi diafragma fuera de hierro y se El mismo año compra unos terrenos en Küsnacht, frente
pusiera incandescente —una cavidad diafrag- al lago de Zúrich y se propone la construcción de una casa
mática incandescente. Y en este instante sonó de tres plantas. El 28 de noviembre de dicho año nace su
un crujido tal en la biblioteca, que se hallaba único hijo varón, Franz.
inmediatamente junto a nosotros, que los dos En marzo de 1909 se publica el primer número del Anua-
nos asustamos. Creímos que el armario caía so- rio de investigaciones psicoanalíticas y psicopatológicas
bre nosotros. Tan fuerte fue el crujido. Le dije (Jahrbuch für psychoanalytische und psychopathologische
a Freud: «Esto ha sido un fenómeno de exte- Forschungen), siendo Jung su editor. Renuncia a la clínica
riorización de los denominados catalíticos».
Burghölzli y se muda a su nueva casa en Küsnacht donde
«¡Bah —dijo él—, esto sí que es un ab- residirá hasta el resto de sus días.
surdo!». «Pues no», le respondí, «se equivoca
usted, señor profesor. Y para probar que llevo Y el mismo año, Jung es invitado a la Clark University
razón le predigo ahora que volverá inmediata- (Worcester, Massachusetts) del 6 al 11 de septiembre, pa-
mente a oírse otro crujido». Y, efectivamen- ra dar unas conferencias sobre los ensayos de asociación.
te: ¡apenas había pronunciado estas palabras se Freud sería también invitado de forma independiente,
oyó el mismo crujido en la biblioteca! acompañándoles Sándor Ferenczi. Recibirían el Doctor
Freud me miró horrorizado. honoris causa el día 11. Se encontrarían en Bremen. Allí
acontecería otra famosa anécdota referente a un desma-
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, yo de Freud ante el interés puntual de Jung acerca de las
pensamientos.[25] «momias del pantano».[27] Freud creía que Jung le desea-
ba la muerte inconscientemente.
Un segundo desmayo acontecerá en el Congreso psicoa-
nalítico de Münich de 1912, cuando se disertaba acerca de
1.4.3 Viaje a Estados Unidos Amenofis IV. Nuevamente revoloteaba la fantasía sobre
el asesinato del padre, dentro de la relación transferencial
entre Freud y Jung.
Si a todo ello sumamos que Freud había aludido con ante-
rioridad acerca de su deseo de que Jung fuera su «sucesor
y príncipe heredero», y que éste no se hallaba en la tesitu-
ra que permitía satisfacer tal demanda, tanto por discre-
pancias teóricas como por el desinterés que le producía el
prestigio personal consecuente, no es difícil recabar una
explicación a tales desmayos de carácter «histérico».[28]
El viaje a Estados Unidos duró siete semanas, durante
las cuales permanecían juntos todos los días y se anali-
zaban sus sueños. Ante algunos de los más importantes
de Jung, Freud no supo qué interpretación darles, inclu-
so uno de ellos parecía constituir una especie de intro-
ducción a la obra «Wandlungen und Symbole Der Libido»
(«Transformaciones y símbolos de la libido»), así como la
Fotografía en la Universidad de Clark en septiembre de 1909. En
primera oportunidad que se le presentó a Jung para for-
primera fila de izquierda a derecha, Franz Boas, E.B. Titchener,
William James, William Stern, Leo Burgerstein, G. Stanley Hall,
mular su concepto de inconsciente colectivo.[29] Un con-
Sigmund Freud, Carl G. Jung, Adolf Meyer, H.S. Jennings. Se- cepto de inconsciente a priori del inconsciente personal,
gunda fila: C.E. Seashore, Joseph Jastrow, J. McK. Cattell, E.F. en el que, al contrario de Freud, no cabía nada arbitrario
Buchner, E. Katzenellenbogen, Ernest Jones, A.A. Brill, Wm. H. ni intención engañosa alguna.
Burnham, A.F. Chamberlain. Tercera fila: Albert Schinz, J.A. Sin embargo, Jung supo completar el análisis de un sue-
Magni, B.T. Baldwin, F. Lyman Wells, G.M. Forbes, E.A. Kirk-
ño de Freud, para lo cual requería de su sinceridad y de la
patrick, Sandor Ferenczi, E.C. Sanford, J.P. Porter, Sakyo Kan-
da, Hikoso Kaksie. Cuarta fila: G.E. Dawson, S.P. Hayes, E.B.
comunicación de algún detalle de su vida privada. Freud
Holt, C.S. Berry, G.M. Whipple, Frank Drew, J.W. A. Young, respondió: «El caso es que no puedo arriesgar mi autori-
L.N. Wilson, K.J. Karlson, H.H. Goddard, H.I. Klopp, S.C. Fu- dad».[30] Jung entendió con ello que Freud anteponía la
ller. autoridad personal a la verdad. El final de la relación es-
taba ya consolidada en medio de las aguas del Atlántico.
El 27 de abril de 1908 Jung participó en el Primer congre- Del sueño de Jung emergió su antigua afición a la
so de psicoanálisis, realizado en Salzburgo, también deno- arqueología, derivando hacia el estudio del simbolismo y
minado Primer congreso de psicología freudiana o Primer mitología de los pueblos antiguos. De hecho, en octubre
congreso internacional de psicoanálisis. Jung presenta la de 1909 Jung escribe a Freud: «La arqueología, o me-
«teoría freudiana de la histeria».[26]
1.4 Sigmund Freud 9

jor dicho, la mitología, me ha atrapado», interés palpa- tre ambos.


ble hasta el final de la Primera Guerra Mundial.[31] Du- El 25 de febrero de 1912 Jung funda la Sociedad de in-
rante dicho estudio hallará la obra de una joven america- tereses psicoanalíticos, encaminándose con ello hacia su
na, Mss. Miller, quedando impresionado por el carácter propia versión del psicoanálisis. En septiembre pronun-
mitológico de sus fantasías. Conjuntamente a su conoci- cia unas conferencias en la Universidad de Fordham de
miento sobre mitos surgirá «Transformaciones y símbolos Nueva York. El tema será el psicoanálisis y sus diferen-
de la libido». cias con Freud, fundamentalmente:
Del 30 al 31 de marzo de 1910 se llevaría a cabo el Segun-
do congreso internacional de psicoanálisis, en Núremberg, 1. la represión no da cuenta de todos los estados,
siendo designado Jung presidente permanente de la recién
fundada Asociación Psicoanalítica Internacional (API) 2. las imágenes inconscientes pueden tener un signifi-
(renunciará en 1914). cado teleológico,
3. la libido, o energía psíquica, no es exclusivamente
sexual.

A su vez, y durante el mismo mes, se publica la segunda


parte de Transformaciones y símbolos de la libido, donde
Jung propone que el incesto alude más al simbolismo que
a la literalidad.

1.4.4 Ruptura

En el año 1913 se producirá la ruptura definitiva con


Freud. La separación afecta profundamente a Freud; Jung
está destrozado. Consecuencia directa de dicho estrés fue
la contribución a un colapso nervioso que amenazaba ya
Congreso psicoanalítico internacional de 1911, presidido por desde 1912. Renuncia por tanto a su puesto en la Univer-
Jung (en el centro sentado, a la izquierda de Freud). sidad de Zúrich, aparentemente porque su consulta priva-
da ha aumentado mucho, pero es más factible que fuera
Ya en agosto de 1911 se publicó la primera parte de debido a su estado de salud. Durante dicha época se ins-
«Transformaciones y símbolos de la libido», contenido talarán en Zúrich Edith y Harold McCormick, dos filán-
que en sí no conllevaría aún ningún disenso con la orto- tropos norteamericanos, siendo ella analizada por Jung,
doxia freudiana, pero ya Jung va dejando entrever en sus y convirtiéndose en la primera de varios patrocinadores
memorias lo siguiente: «Ahora lo veía claro. Él mismo ricos y muy generosos.[33]
(Freud) tenía una neurosis y concretamente fácil de diag-
A continuación se reproduce un extracto de la carta que
nosticar por sus síntomas bastante desagradables, como
Freud envió a Jung en 1913, en medio de la crisis que
descubrí en nuestro viaje a América. (...) Había visto que
afectaba la relación entre ambos: la imagen de abajo co-
ni Freud ni sus discípulos podrían comprender qué signi-
rresponde precisamente a esta carta; parte del texto tra-
ficaba el psicoanálisis en la teoría y en la práctica, puesto
ducido es aquél que aparece resaltado en el original.
que ni siquiera el maestro había logrado resolver su pro-
pia neurosis. Cuando anunció su intención de identificar
y dogmatizar la teoría y el método, ya no pude cooperar
más con él, y no me quedó más opción que retrotraerme a
mí».[32]
Hacia 1912, Jung termina El Sacrificio, última sección de
la segunda parte de «Transformaciones y símbolos de la
libido», sabiendo de antemano que lo expuesto le costaría
su amistad con Freud. «Tenía que exponer allí mi propia
noción del incesto, la transformación decisiva del concep-
to de la libido, además de otras ideas por las que me dife-
renciaba de Freud».[32] Se lo comentó a su mujer, estuvo Manuscrito original de la carta de Freud a Jung (1913).
dos meses preocupado y sin tocar pluma. Finalmente se
decidió a escribir y le costó la amistad con Freud. Su alegato de que trato a mis seguidores
Freud se siente disgustado con los descubrimientos que como pacientes es evidentemente falso.... Es
Jung le va transmitiendo, y así su correspondiente rela- una convención entre los analistas que ninguno
ción epistolar comenzó a reflejar la creciente tensión en- de nosotros debe sentirse avergonzado de
10 1 BIOGRAFÍA

su propia neurosis.... Pero uno [refiriéndose De ello derivó la necesidad del juego, la construcción y
a Jung] que, mientras se comporta anor- edificación infantiles como elementos preliminares en el
malmente, sigue gritando que es normal da hallazgo de su propio mito.
sustento a la sospecha de que le falta asumir su Hacia otoño de 1913, Jung alude a una deslocalización de
enfermedad. En consecuencia, propongo que su sintomatología interna de carácter psíquico. Es enton-
abandonemos nuestras relaciones personales ces cuando tiene varias alucinaciones que irán repitiéndo-
enteramente. se a lo largo del tiempo. La deducción diagnóstica a la que
Sigmund Freud, 1913.[34] llegaría tras todo el cúmulo de episodios de aparente ca-
rácter psicopatológico sería la del inicio de una psicosis,
consecuencia directa de la ruptura con Freud y sobre todo
A partir de este año se iniciará en Jung su segunda etapa
teniendo en cuenta los antecedentes familiares existentes
vital y de desarrollo tanto personal como profesional.
incursionando en lo disociativo. Durante la primavera y
principios del verano de 1914 volverían a sucederse epi-
1.5 El análisis del inconsciente sodios similares de carácter catastrofista, pero esta vez en
forma de tres sueños sucesivos. El 1 de agosto estallaría
Seguidamente, en 1914, el psiquiatra suizo dimitió de su la Primera Guerra Mundial y con ella la confirmación del
cargo en la API y organizó, junto con Alphonse Mae- carácter premonitorio de su sintomatología.
der, las bases de la llamada Escuela de Zúrich. Después
de separarse de Freud comenzó para Jung una época de
inseguridad interior y de desorientación, un período de
turbulencia emocional, exacerbado por las noticias emer-
gentes de la Primera Guerra Mundial, que tuvieron sobre
él un efecto devastador, aun cuando radicara en la Sui-
za neutral. Henri Ellenberger calificó la experiencia de
Jung como una «enfermedad creativa» y la comparó con
el mismo período para Freud, al que definió en términos
de neurastenia e histeria.

Entonces tuve un momento de extraor-


dinaria lucidez, en el cual abarqué con la
mirada el camino seguido hasta allí. Pensé:
ahora posees la clave de la mitología y tienes
posibilidad de abrir entonces todas las puertas Libro Rojo.
que dan a la psiquis humana inconsciente.
Pero entonces alguien susurró en mí: «¿Por Sería el 12 de septiembre de 1913 cuando «me decidí a
qué abrir todas las puertas?». Surgió entonces realizar el primer paso». Decidió por tanto confrontar los
la cuestión de qué era lo que yo había logrado contenidos de lo inconsciente y con ello alumbrar un pro-
hasta entonces. Había explicado los mitos ceso iniciático concomitante donde llegará a descubrir la
de los pueblos primitivos, había escrito un existencia de algo más alto que la voluntad del Yo y a lo
libro sobre los héroes, sobre el mito en el que cual había que someterse. Jung debía sacrificar su ideal y
desde siempre vive el hombre. «Pero, ¿en qué su actitud consciente. Poco a poco irían surgiendo diver-
mito vive el hombre de hoy?». «En el mito sas representaciones arquetípicas: el Héroe (Sigfrido, la
cristiano, podría decirse». «¿Vives tú en él?», serpiente negra), la Sombra, el propio Yo como complejo,
me preguntaba. Si debo ser sincero, no. No el Viejo sabio (Elías, Filemón, el Ka egipcio), el Ánima
es el mito en el que yo vivo. «¿Entonces ya (Salomé).
no tenemos mito?». «No, al parecer ya no
tenemos mito». «¿Pero cuál es, pues, tu mito, Tras una gradual transformación, en 1916 Jung sentiría
el mito en que tú vives?». Entonces me sentí la necesidad ineludible de escribir, sintiéndose «impulsa-
a disgusto y dejé de pensar. Había llegado al do desde dentro a formular y expresar lo que podría ha-
límite. ber dicho Filemón». Será por tanto desde dicho arquetipo
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa- desde donde surgirá la imperiosa obligación a transcribir
mientos.[35] el manuscrito de los Siete sermones a los muertos.

Filemón y otras figuras de la fantasía me


A un análisis inicial de sus sueños, fantasías diurnas y llevaron al convencimiento de que existen
contenidos del pasado, siguió la aceptación del descono- otras cosas en el alma que no hago yo, sino que
cimiento de lo que le sucedía. Así pues, decidió «abando- ocurren por sí mismas y tienen su propia vida.
narse conscientemente a los impulsos del inconsciente». Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
1.6 Acerca del origen de la obra 11

mientos.[36]

Será Filemón la imagen deseada por Jung en esos mo-


mentos de perturbación y desorden, «una sabiduría y un
poder supremos que me desenmarañasen las espontáneas
creaciones de mi fantasía». Quien, por un lado, represen-
tase la vía de expresión de los «siete sermones», y quien,
por otro, diera lugar a una recapitulación teórica y a una
validación de la existencia autónoma de los arquetipos,
más allá de los complejos, extendiendo a lo «colectivo»
la adjetivación «personal» de lo inconsciente freudiano.
En definitiva, todo ello constituyó un «prólogo» de lo
que tenía que comunicar al mundo sobre lo inconsciente.
Además del manuscrito de los Siete sermones a los muer-
tos elaborado en 1916, Jung fue transcribiendo sus ex-
periencias entre 1914 y 1930 en su famoso Libro Rojo,
publicado por primera vez en 2009.

1.6 Acerca del origen de la obra


Para Jung, el análisis del inconsciente ya se había implan-
tado al inicio de la segunda mitad de su vida. Añade que
necesitó aún veinte años más para comprender los conte-
nidos de sus imaginaciones. Pero que lo fundamental en
Representación del proceso simbólico que comienza en el caos
su obra fue hallar «la prueba de la prefiguración histórica
y concluye con el nacimiento del Fénix. (Portada de la edición
de las experiencias internas». Es decir que, para confir- de Béroalde de Verville, Le Tableau des riches inventions o Le
mar sus ideas, debió buscar sus premisas en la historia. songe de Poliphile, París, 1600.) Figura 4 incluida en Psicología
En ello desempeñó un papel fundamental su hallazgo de y alquimia.
la alquimia.
el gnosticismo, que con el futuro, con la
Desde 1918 hasta 1926 me ocupé se-
psicología del inconsciente.
riamente de los gnósticos, pues también
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
ellos tropezaron con el mundo primitivo
mientos.[37]
del inconsciente. Captaron sus contenidos
e imágenes, que manifiestamente estaban
contaminados por el mundo de los impulsos.
El establecimiento de la psicología del inconsciente fue
Es difícil, sin embargo, decir hasta qué punto
llevado a cabo por Freud a partir de dos motivos clásicos
comprendieron las imágenes, a causa de la
pertenecientes al gnosticismo:
escasez de noticias posteriores, que, por lo
demás, hemos de agradecer a sus adversarios,
1. la sexualidad;
los padres de la Iglesia. Pero no es probable,
en ningún caso, que tuvieran una concepción 2. la autoridad paterna nociva: pasaríamos de Yahveh y
psicológica. Respecto a mis interrogantes, Dios creador, al mito freudiano del padre primitivo
los gnósticos estaban muy lejos en el tiempo superyoico.
para que pudiera relacionarme con ellos. La
tradición entre gnosis y actualidad me pareció Sin embargo, será precisamente la evolución hacia el
rota y durante mucho tiempo no me fue materialismo, anticipada ya por la alquimia al ahondar
posible hallar el puente entre el gnosticismo en la estructura de la materia, la que impide ver a Freud
—o neoplatonismo— y la actualidad. Sólo el espectro completo del gnosticismo: «la pre-imagen del
cuando comencé a comprender la alquimia espíritu como otro Dios supremo», (...) «quien envió la
reconocí que por medio de ella se produce la crátera, el vaso de las transformaciones espirituales, en
vinculación histórica con el gnosticismo, que auxilio de los hombres».[38] La crátera era un recipiente
por la alquimia se constituye la continuidad repleto de espíritu enviado por el Dios creador a la tie-
del pasado hasta la actualidad. Como filosofía rra para bautizar a aquellos que deseaban alcanzar una
de la edad media, la alquimia tendió un puente consciencia superior, un útero simbólico de renovación y
lo mismo con el pasado, concretamente con renacimiento espiritual.[39]
12 1 BIOGRAFÍA

Se trataría en definitiva de la existencia de una caren- Hasta que se dio cuenta que predominaba el simbolismo
cia fundamental en el mito patriarcal y falocéntrico freu- en toda la disciplina, y recordando el célebre sueño en que
diano, y es la ausencia de lo femenino que se vislumbra quedaba atrapado en el siglo XVII, concluyó: «¡Sí, así es!
como principio en la figura gnóstica de la crátera, pero Ahora estoy condenado a estudiar toda la alquimia desde
también en el catolicismo, al sustentar una unilateralidad el principio».
de lo masculino hasta la bula papal de Pío XII, que pro- Continuó con el «Rosarium philosophorum» (1550), y de-
clamaba el dogma de la Asunción de María en 1950. cidió procurarse un diccionario explicativo con referen-
cias cruzadas ante la utilización de expresiones diversas
con un sentido que no acababa de comprender. Poco a po-
co llegó a entender el sentido de las expresiones alquími-
cas, lo cual le llevó más de una década. Terminó dándose
cuenta, en definitiva, de que la psicología analítica con-
cordaba con la alquimia, considerando su descubrimiento
el equivalente histórico a la psicología del inconsciente.
De ello se extrae la existencia de un proceso de transmu-
tación arquetípica que evoluciona durante los siglos, de
ahí el Fausto de Goethe, o el mismo proceso de indivi-
duación en Jung. Se trata de un proceso suprapersonal, un
«mundus arquetipus». Es precisamente a través de la al-
quimia como Jung se percató de que el inconsciente es un
proceso dinámico, recíproco y bidireccional entre el yo y
los contenidos de lo inconsciente, verificable a nivel indi-
vidual, por los sueños y las fantasías, y a nivel colectivo,
en los diversos sistemas religiosos y en la transmutación
de sus símbolos.
En su obra «Psicología y alquimia» (1944) corrobora que
su etapa de 1913 a 1917 se correspondía al «proceso
de transmutación de la alquimia», y que la relación en-
tre el simbolismo inconsciente y la religión cristiana se
ejemplificaba con el concepto alquímico de «Lapis», la
piedra, como figura paralela a Cristo, así como con el
«aurum non vulgi» y con la «viriditas» de los alquimis-
tas. Con ello verificaba Jung la existencia de un «Cris-
to alquímico», «anima mundi» o «filius macrocosmi», la
inmanencia del «antropos» viviente en todo el mundo,
«Cristo como unificación de materia espiritualmente viva
Conjunción de los opuestos en el vaso hermético o bien en el agua y físicamente muerta».
(=lo inconsciente). (Del Trésor des trésors —ca. 1620-1650—,
Ms. 975. Bibliothèque de l´Arsenal, París.) Figura 226 incluida En «Aion» (1951), plantea la figura histórica, el hombre
en Psicología y alquimia. Jesús. La mentalidad colectiva de la época o constelación
arquetipal, la prefiguración del «antropos», se abatió so-
bre él; el hijo del hombre, o hijo de Dios, se enfrentaba
Del mismo modo que en el mundo protestante y judío al señor de este mundo. El hecho de que Jesús se con-
permanece inalterable la figura paterna, en la alquimia sin virtiera en el «salvador mundi» tuvo que ver con la suma
embargo, se mantuvo un principio femenino equiparable de una proyección colectiva procedente de una constela-
al masculino, de ahí que uno de los principales símbolos ción arquetipal histórica sobre «una personalidad de talla
alquímicos femeninos fuese el vaso en el que se producían aventajada».
las transformaciones de la materia, o retorta. La desposesión individual y colectiva de toda autonomía
Jung comenzó a comprender la esencia de la alquimia a e independencia espiritual en la época de César, encuen-
través del texto alquímico chino que Richard Wilhelm le tra su paralelismo en la masificación contemporánea, que
envió en 1928: «Goldene Blüte» o «El secreto de la Flor también añora el regreso de un salvador, en este caso bajo
de Oro». la forma de «un hijo de la técnica», hallándose sus mani-
festaciones bajo la apariencia de la expansión mundial del
Le siguió por encargo a un librero de Múnich la «Artis
fenómeno ovni, tal y como detalla en su obra de 1958 «Un
Auríferae Volumina Duno» (1593). Sin embargo el acce-
mito moderno. De cosas que se ven en el cielo».
so al complicado lenguaje e imaginería alquímicos se le
resistía y lo dejaba por imposible. Llegaba a decir: «¡Dios También observó Jung en la alquimia la «coniunctio», o
mío!, ¡qué absurdo! Eso no hay quien lo entienda». «unificación», concepto paralelo al de transferencia, eje
1.7 Bollingen 13

Ubicación de Bollingen, a orillas del Lago de Zúrich, al este de


Rapperswil y al sur del municipio de Jona, Cantón de San Galo,
Suiza.
Ciervo y unicornio, que simbolizan el alma y el espíritu. (De
Lambsprinck, Figuarae et emblemata, Fránckfor, 1678, figura
III, I, p. 337.) Figura 240 incluida en Psicología y alquimia.

central tanto en psicoanálisis como en psicología analíti-


ca.
Su obra «Respuesta a Job» se encuentra ya contenida im-
plícitamente en «Aion», al ser Job una prefiguración de
Cristo, unidos por la idea del sufrimiento. El antagonismo
de Dios, su ambivalencia, el lado oscuro y numinoso de
la imagen de Dios, fundamenta la obra, a raíz del cuestio-
namiento de público y pacientes, y sin pretensión alguna
de proclamar verdad metafísica alguna, a diferencia de lo
Torre de Bollingen.
que llegó a opinar la teología. Jung llegaría a decir «Algo
se obstina en mí y no quiere ser el pez mudo». Existe (...)
«la idea de la criatura que supera al creador por margen
1.7 Bollingen
escaso pero decisivo».
Finalmente, su obra «Mysterium coniunctionis» (1955- Durante la década de los años 20, con cuarenta y cinco
1956), se constituye en el culmen de la confrontación en- años de edad, una vez superada una crisis existencial «en
tre la alquimia y la psicología analítica. Vuelve a exponer la mitad de su vida», y aumentado complementariamente
el tema de la «transferencia», pero sobre todo realiza una su reputación internacional, se dedicó durante cinco años
síntesis final entre alquimia y psicología profunda. a viajar asiduamente, sobre todo interesado en culturas
primitivas.
En 1921 se publicará su obra «Tipos psicológicos» don-
de desarrollará sus ideas de la existencia de dos actitu-
Sólo con Mysterium coniunctionis mi psi- des de la psique: introversión y extraversión, así como
cología se situó definitivamente en la realidad cuatro funciones: pensamiento, sentimiento, sensación e
y se cimentó históricamente como un todo. intuición. También se incluye en dicha obra la primera
Con ello mi tarea estaba terminada, mi obra alusión a su concepto central del sí-mismo como objetivo
hecha y concluida. En el instante en que logré de desarrollo psicológico.
mi objetivo accedí a los límites más extremos
de lo para mí concebido científicamente, a lo Simultáneamente sería durante esta época cuando co-
trascendente, la esencia del arquetipo en sí, menzó a retirarse a Bollingen, su segundo hogar o resi-
más allá de lo cual ya no es posible expresar dencia.
nada más en el aspecto científico. En 1922 adquiere en propiedad unos terrenos a orillas del
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa- Lago de Zúrich, ubicación aislada que se situaba a unos
mientos.[40] cuarenta kilómetros de su hogar principal en Küsnacht
y a dos de una aldea denominada Bollingen. Se trata de
14 1 BIOGRAFÍA

un pequeño pueblo cerca de Rapperswil, en el Cantón de


San Galo, Suiza. Es localizado en la orilla norte de Lago
de Zúrich y es parte del municipio de Jona.
En 1923 muere su madre. Jung aprende a esculpir piedra
y, con escasa ayuda profesional, inicia la construcción de
su segunda casa caracterizada por un sólido torreón. Más
adelante lo complementará con un vestíbulo, otra torre y
un anexo. Descarta la instalación de electricidad y telé-
fono. Denominará al edificio simplemente «Bollingen».
Será durante el resto de su vida su lugar de retiro, tran-
quilidad, renovación, meditación y experimentación per-
sonal.
Pueblo de Taos.

1.8 Viajes
prosiguió en su comparación histórica descendiendo a un
En el curso de la primera posguerra, Jung se convirtió en nivel cultural más profundo.
un viajero del mundo, gracias a los copiosos fondos que Gracias a algunos amigos, esta vez americanos, visitó a
obtuvo por las ventas de sus libros, honorarios y dine- los Indios pueblo constructores de ciudades, en Nuevo
ro percibidos por haber alcanzado el status senior en las México, entablando conversación por primera vez con un
instituciones médicas para las que trabajaba. Los lugares hombre no europeo, cacique de un pueblo denominado
que visitó fueron los siguientes:[41] Tao, y llamado Ochwiä Biano.
Nuevamente confrontará la crueldad histórica del hom-
1.8.1 África del Norte bre blanco, nuestra verdadera naturaleza humana, con su
descompensación favorecedora de la «cabeza» y no del
A comienzos de 1920, Jung fue invitado por un amigo «corazón», tal y como le fue expresado, de la coloniza-
a viajar a Túnez. Iniciaría el viaje en marzo, dirigiéndose ción en nombre de la avidez.
primero a Argelia, de allí a Túnez, y finalmente recabando Jung se encontró con un pueblo cuya religión y el ejercicio
en Susa, dejando partir a su amigo dado que debía atender de su culto eran inaccesibles y un misterio para el hombre
asuntos de negocios. blanco extranjero, precisamente como instrumento de re-
Posteriormente se dirigiría hacia el sur, a Sfax y de ahí a sistencia y persistencia en el tiempo frente a éste. Sin em-
Tozeur, la ciudad oasis, en el Sáhara. Su siguiente destino bargo, paulatinamente descubrió una identificación divi-
sería el oasis de Nefta, a donde partiría a caballo con su na con el sol, así como un simbolismo de la montaña y
intérprete. Finalizaría su itinerario regresando a Túnez y del agua. Se consideraban a sí mismos como «hijos del
embarcando hacia Marsella. Sería durante esa noche que padre sol», cuya religión ayudaba a su padre a recorrer el
tendría el famoso sueño del Kasbat. cielo cada día; si no, existiría una noche eterna. Su culto
involucraba por tanto a toda la humanidad.
Relatará que su encuentro con la cultura árabe le llegará a
impresionar poderosamente. De dicho encuentro extrae- Compara entonces Jung el racionalismo europeo que nos
rá su confrontación con el arquetipo de la sombra, no la aleja del mundo místico y la pérdida consecuente que ello
[42]
individual, sino la colectiva, aquella que es reprimida en conlleva.
la psique inconsciente por parte del europeo y su presunta
consciencia civilizada.
1.8.3 Kenia y Uganda[43]
La esencia emocional de aquellas culturas que viven de
afectos, reviven en lo «civilizado» una parte de nosotros Kenia En otoño de 1925 se dirigió con dos amigos,
que no conviene negar, sino conservar y confrontar, dado inglés y americano, hacia Mombasa, Kenia, en un vapor
que todo tiene un objetivo y un sentido, y toda nuestra Woerman, dado que tiempo atrás había deseado viajar
psique se dinamiza en relación con la economía de un hacia el África tropical. Tras dos días de estancia en
Todo. La consciencia siempre es «parcial». su destino tomaron rumbo a Nairobi. Sería al atardecer
cuando, en tren de vía angosta, emprenderían viaje al in-
Pertenecerá Jung a aquellos que les «dejó el más vivo de-
terior del país. En el transcurso del viaje relata Jung un
seo de volver a África». Lo haría cinco años después.
«sentiment du déjà vu» muy vivo al ver sobre un pico ro-
coso una figura delgada y negra, inmóvil, mirando al tren
1.8.2 Indios pueblo y apoyada sobre una larga lanza.

En su afán de desligarse del prejuicio e idiosincrasia con- (...) su mundo era el mío desde hacía
tenidas en la consciencia de la cultura del hombre blanco, incontables milenios.
1.8 Viajes 15

Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-


mientos.[44]

Desde Nairobi, y esta vez en un pequeño Ford, visitaron


un gran coto de caza: los Athi Plains, una amplia sabana
repleta de vida animal. Separándose de sus acompañantes
hasta quedar solo, y divisando aquella inmensidad, llegó
al siguiente convencimiento:

Monte Elgon, Kenia.

Sabana en Masai Mara, Kenia.


2. El americano: «bwana maredadi», o «el gentleman
atildado».
(...) Cuando, estando en Athi Plains, en
África Oriental, contemplé desde una pe- 3. Jung: «mzee», o «el anciano», debido al pelo cano,
queña colina aquellos rebaños de millares de dado que pese a sus cincuenta años no era frecuente
venados pastando en silenciosa calma, como alcanzar la edad avanzada.
venían haciendo desde hace inconmensurables
períodos de tiempo, tuve la sensación de ser A continuación relata Jung la descripción del modo en
el primer hombre, el primer ser que sabía que se manifestó un arquetipo, en este caso el de la
que todo eso «es». Todo ese mundo que me Cuaternidad:
rodeaba estaba aún en el silencio inicial y no
sabía que era. Y justamente en ese momento Recibí una carta del gobernador de Ugan-
en que yo sabía, había surgido el mundo y sin da en la que me rogaba que aceptáramos con
ese momento nunca hubiera existido. Toda la nosotros a una inglesa que regresaba a Egipto
naturaleza busca esa finalidad y la encuentra, a través del Sudán. Se sabía que nosotros te-
ya cumplida, en el hombre, y siempre sólo níamos el mismo plan de viaje y puesto que
en el hombre más consciente. Cada paso habíamos conocido a la dama en Nairobi, no
pequeñísimo hacia delante sobre la senda que había razón alguna para negarnos. Además nos
lleva a la consciencia crea mundo. sentíamos muy obligados al gobernador por su
Carl Gustav Jung. Obra completa. Volumen 9/I. generosa ayuda.
Los arquetipos y lo inconsciente colectivo.[45] Menciono este episodio para mostrar por
qué sutiles caminos nuestros actos estaban in-
fluidos por un arquetipo. Éramos tres hombres
y ello era puramente casual. Yo había roga-
Uganda Seguidamente tomaron el tren de Uganda re- do a un tercer amigo que nos acompañara, pe-
cabando en un provisional fin de trayecto, Sigistifour, al ro circunstancias adversas le impidieron venir.
encontrarse el recorrido completo en vías de construc- Ello bastaba para configurar el inconsciente o
ción. Mientras se descargaba el equipaje, se le acercó un el destino. Emergía como arquetipo de la tría-
inglés que llevaba cuarenta años en África y le hizo la si- da, que pide al cuarto, tal como ha ocurrido una
guiente recomendación: «Este país no es del Hombre, sino y otra vez en la historia de este arquetipo.
de Dios. Así que, si algo le pasara, siéntese y no se preo- Puesto que estoy siempre predispuesto a
cupe». Dios se situaba sobre el Hombre, el inescrutable aceptar lo casual que se me presenta, admití
designio sobre toda voluntad o propósito. satisfecho a la dama en nuestro grupo de
El recorrido se reinició, esta vez en dos autos, hasta Kaka- tres hombres. Era deportiva y valiente y se
mengas, la siguiente localidad, y de allí al Monte Elgon, manifestó como compensación útil a nuestra
cuya pared del cráter, a 4.000 metros, se divisaba en el exclusiva masculinidad. Cuando mi amigo
horizonte. Era una marcha conformada por porteadores más joven enfermó posteriormente de un
y una escolta militar de tres hombres. Tras un inciden- peligroso ataque de malaria tropical nos
te en donde fueron atacados por hienas, los tres blancos sentimos agradecidos por su experiencia como
recibieron sus apodos correspondientes: enfermera, que había adquirido en la primera
guerra mundial.
1. El inglés: «Rothals», o «el que tiene el pescuezo rojo».
16 1 BIOGRAFÍA

Carl Gustav Jung, Recuerdos, sueños, se hallaba presente ante el trueque realizado entre dios y
pensamientos. Otoño de 1925.[46] el destino, por un lado, y el racionalismo anglosajón, por
otro.

Prosiguiendo el safari, alcanzaron Nandi, y de dicha re- • Ritos y ceremonias


gión llegaron a un parador al pie del Monte Elgon. Al
inicio del ascenso se toparon con el cacique local empa- También efectuó sus intentos sobre lo numinoso: espe-
rentado con los Masai. A más altura decidieron acampar cialmente ritos y ceremonias, hallando un solo ejemplo
en un claro en cuyas cercanías se hallaba un poblado de en la expresión del funeral de una mujer que al parecer
Hotentotes. Jung pudo entenderse en suahelí con el caci- se llevaba a cabo en la plaza de un pequeño pueblo, ante
que, que dispuso como porteadores de agua a una mujer la cabaña vacía de la difunta. En el centro había un cin-
con sus dos hijas semiadultas. turón kauri, brazaletes, pendientes, fragmentos de ollas y
También alude Jung a la visita que hicieron a los Bu- un bastón funerario.
gishus, aunque pasarían la mayor parte del tiempo con A su vez se enteró de cual era el ritual funerario de sus ve-
los Elgonyi. Comenta que no entabló conversación algu- cinos del oeste, a los que calificaban de «gente mala». Al
na con ninguna mujer indígena, dado que era costumbre producirse la defunción se pone en conocimiento del he-
en aquellas latitudes la comunicación entre los miembros cho al pueblo vecino, y al atardecer el cadáver es ubicado
pertenecientes al mismo género, calificándose lo contra- y ofrendado en el punto medio entre los dos pueblos. A
rio como búsqueda de relaciones sexuales, ante lo cual la mañana siguiente el difunto ha desaparecido, presunta-
todo occidental perdía tanto la autoridad como su propia mente devorado por la «gente mala». Entre los Elgonyi el
autonomía consciente. cadáver era trasladado al interior de la selva donde eran
La única excepción que hizo fue la hermana de un atento las hienas las responsables reales de su inhumación. Pero
miembro de los Elgonyi, quien le invitó a conocerla. Jung nunca encontraron restos de un entierro.
aceptaría gustoso para a la par obtener una visión de la Cuando moría una persona el cadáver era colocado en el
vida familiar en dicha cultura. suelo central de la cabaña. El laibon lo transformaba, es-
Cada mañana Jung entablaba conversación con los curio- parciendo seguidamente leche a lo largo de toda la es-
sos que se le acercaban con interés, sentándose en una tancia y recitando en voz baja: «¡ayîk adhîsta, adhîsta
pequeña silla de cuatro patas, y siguiendo las costumbres ayîk!».
que a tal fin se establecían en estas ocasiones. Para ello Jung asoció el ceremonial con cierta alusión donde se de-
atendía las indicaciones que su guía Ibrahim le había pro- cía que al amanecer, salían de la cabaña, escupían en sus
porcionado: sentarse en el suelo e iniciar la charla a través manos y las volvían hacia el sol naciente, sin saber expli-
de la «shauri», o de lo que se iba a tratar en aquella se- car por qué lo hacían. Lo que sí confirmaría su interlocu-
sión. El idioma que mayoritariamente se hablaba era un tor es que ésta era la verdadera religión compartida por
aceptable suahelí y el «seminario» rara vez superaba la todos los pueblos: kevirondos, buyandas, todos practica-
hora, ante el cansancio de los presentes. ban el culto al sol «en su salida al amanecer», o «Adhîs-
ta», sólo en dicho instante era Dios, o «mungu».
• Sueños
En dicha ofrenda ritual destacan tres aspectos:
Naturalmente Jung intentó con tenaz persistencia acceder
al mundo onírico que se desarrollaba en los individuos de 1. Ofrenda al sol: su nacimiento es divino.
dichas culturas, pero un inexplicable miedo y desconfian- 2. La saliva: es asociada al maná personal, fuerza cu-
za era lo único que se obtenía a la hora de contarle sus rativa, mágica y vital.
sueños. Quizás se tratara del mismo temor a «la pérdida
del alma» que generaba la fotografía. 3. Aliento, o «roho»:
En cambio, entre los porteadores, mayoritariamente (a) En árabe: «ruch».
somalíes y suajilis, no era así, dado que disponían y con-
sultaban un «libro árabe de los sueños», remitiéndose ante (b) En hebreo: «ruach».
la duda a Jung, debido al conocimiento que éste tenía del (c) En griego: «pneuma».
corán. De ahí que le llamaran «el hombre del libro».
En cierta ocasión conversaron con un laibon, doctor del Significa viento y espíritu.
cacique, al cual se le cuestionó también acerca de sus sue-
ños, respondiendo con franca melancolía que desde que Lo gestual conforma por tanto un sumatorio de signifi-
los ingleses habitaban África los laibon habían dejado de cados arquetípicos que se pueden ensamblar y expresar
soñar, y que anteriormente era frecuente que estos dieran a través de la siguiente frase: «Yo ofrezco a Dios mi al-
a conocer sueños de tipo premonitorio. Pero ahora era ma viva», alusión lingüística muy próxima a: «Señor, en
innecesario. Todo lo sabían los ingleses. La decadencia tus manos encomiendo mi espíritu». Se redescubre así una
1.8 Viajes 17

Una vez finalizada la estancia bordearon la pendiente sur


del monte Elgon hasta llegar a la región de los bugis-
hu, deteniéndose momentáneamente en el parador de Bu-
nambale. Siguieron hasta Mbala, alcanzando Jinja, jun-
to al lago Victoria, en sendos camiones Ford. Seguido
viajarían en tren hasta el lago Chioga, y en vapor a Ma-
sindiport. Nuevamente un camión les acercaría a Masin-
ditown, a medio camino entre el lago Chioga y Albert
Nyanza. Ya en Rejâj, junto al Nilo, les esperaba un vapor,
y con él el final del trayecto. Navegaron apaciblemente
hacia el norte, terminando en Jartum, donde se iniciaba
Egipto.

1.8.4 India

Jung viajó a la India en 1938 invitado por el gobierno


indo-británico a efectos del jubileo de los veinticinco años
de la Universidad de Calcuta.[47]
Con el preámbulo de disponer ya de un amplio bagaje en
sabiduría oriental, y como intermedio a su interés por la
filosofía alquímica (durante el viaje estudió por entero el
Coronación del Faraón por Seth y Horus, templo de Abu Simbel. tomo I del «Theatrum chemicum» de 1602, de Gerhard
Dorn), entabló amplia conversación con S. Subramanya
Iyer, gurú del maharajá de Mysore, y muchos otros. No
preexistencia arquetipal con independencia de tiempo y así con los clásicos «santones», ante los que reivindicaría
lugar, en este caso entre el cristianismo y el culto solar su propia verdad, y el hecho de que su contexto vivencial
africano de los Elgonyi, y pueblos afines. era occidental, no oriental. Sin minusvalorarlos, dudaba
También rendían culto al «ayîk», un «sheitan» o diablo en situar su sabiduría como expresión de una manifesta-
terrenal, fundamento del miedo y del mal. ción propia o como fruto de la repetición de un proverbio
milenario.
Finalmente, existía el convencimiento de que el Crea-
dor era un concepto integrado por el bien y el mal, era
«m´zuri», belleza implícita tanto en su ser como en su
creación.
Es entonces cuando Jung comprendió que «m´zuri» se di-
sociaba durante el día en una expresión de benevolencia,
el «adhîsta», el reinado solar, mientras que por la noche
se manifestaba como «ayîk», lo tenebroso, el reinado del
mal.
De hecho se vislumbraba una concordancia con la
mitología egipcia:

1. Horus: Adhîsta, el sol, la luz.


2. Seth: Ayîk, la oscuridad.

Y del mismo modo que el laibon integraba ambos opues-


tos con su ritual, el único momento en el que se podía vi-
sualizar al Creador, como unidad más allá del sol y de la
oscuridad, era dicho amanecer en que surgía inesperada-
mente de la noche el primer rayo de sol. Se contemplaba
a Dios, mungu; adhîsta y ayîk unían momentáneamente
sus respectivos reinados en su fuente originaria.
Termina Jung con una última equiparación entre el día, la
noche, y el amanecer del macrocosmos, con la primitiva
noche psíquica de hace millones de años y el anhelo de luz Buda sentado de la dinastía Tang (provincia de Héběi), alrede-
como anhelo de la consciencia, a nivel del microcosmos. dor del 650.
18 1 BIOGRAFÍA

Pero lo que más interesó a Jung en su viaje a la India fue En cuanto uno se abandona demasiado, se
el posicionamiento de dicha cultura frente al concepto del posterga o casi se olvida, existe la posibilidad
«mal». Mientras que para la cultura occidental el objeti- y el peligro de que lo abandonado o pospuesto
vo es el bien, intentando desechar el mal o evitando estar vuelva con redoblada fuerza.
a merced de él, para la India y diversas concepciones de Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
oriente, la meta se hallaría en un estado más allá del bien mientos.[49]
y del mal, al cual se podría acceder vía meditación o yoga.
El posicionamiento unilateral occidental donde el mal se
halla subordinado al bien, o donde incluso quedaría de- Jung visitará Konarak (Orissa), donde acompañado por
finido como «ausencia de bien» («privatio boni»), daría un pandit contemplará una pagoda. Posteriormente se
paso a una concepción donde ambos conceptos dejarían sentirá fascinado por la estupa mayor de Sanchi. En estos
de tener entidad propia y pasarían a formar parte de una edificios Jung llegará al convencimiento del Buda como
expresión dinámica y polarizada perteneciente a un «To- unus mundus, el cual incluiría tanto el aspecto del ser en
do» que los trasciende, superando dicha entidad todo in- sí, como a su vez el de su ser conocido. La consciencia
tento de denominación conceptual. Así todo, y a efectos humana como categoría cosmogónica.
de poder ser aludido, se le ha nombrado como Nirvana,
Tao, etc.
El fin último no sería por tanto de carácter moral, es de-
cir, hacer el bien evitando el mal, cuanto estar al mar-
gen y alcanzar la liberación de los opuestos. Y es en este
punto donde hallamos discrepancia en Jung al mostrar su
desacuerdo en la liberación como fin último y objetivo
existencial. El bien y el mal perderían así su delimitación,
ganando a lo sumo la posibilidad de ser definidos desde
lo subjetivo, dando lugar a una concepción o bien carente
de ética o tan saturada de subjetividad que la única vía
de escape sería el Nirvana.

Yo, por el contrario, quiero perseverar en


la concepción viva de la naturaleza y de las
imágenes psíquicas. No deseo ni liberarme
de los hombres, ni de mí, ni de la naturaleza,
pues todo ello constituye para mí prodigios
indescriptibles. La naturaleza, el alma y la vida
se me muestran como la divinidad manifes-
tándose. ¿Qué otra cosa podría imaginarme?
El supremo sentido del ser no puede consistir
para mí sino en que «es» y no en que no es o
deja de ser.
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa- Cuadro alusivo de Cristo crucificado, William Blake.
mientos.[48]
Jung llegó a establecer una comparativa entre Buda
y Cristo. Como vencedores del mundo y encarnación
Por otra parte, negará Jung también una concepción de del individuo, vislumbraría sin embargo las siguientes
[50]
liberación «a cualquier precio». La única liberación fac- diferencias:
tible será aquella que presupone previamente una dedica-
ción e implicación total, es imposible una liberación sin 1. Si Buda es la comprensión racional, Cristo es vícti-
una experimentación o realización previas. Dicha ausen- ma del destino.
cia de participación por dificultad, imposibilidad o dene- 2. En el Budismo se ve y se hace; en el Cristianismo se
gación, censura una parte del alma e impide consecuen- padece más.
temente una liberación total.
3. Buda es el hombre más perfecto, es una personali-
dad histórica y más comprensible; Cristo es hombre
Un hombre que no haya pasado por el
histórico y Dios, y más incomprensible.
infierno de sus pasiones no las habrá dominado
todavía. Las pasiones se encuentran entonces 4. Buda vivió con convicción; Cristo no se autocom-
en la casa contigua y, sin que él lo advierta, prendió, hubo de sacrificarse por imperativo inte-
puede surgir una llama y pasar a su propia casa. rior, y del destino.
1.8 Viajes 19

Enmarcando la equiparación esta vez desde el sufrimien- El inicio de la primavera marcó el viaje de regreso, no
to, Jung llegará a realizar posteriormente las siguientes arribando en Bombay, debido al estado de abrumamien-
distinciones: to en el que se hallaba, y zambulléndose de nuevo en la
alquimia.
1. Oposición del Buda al sufrimiento, pero también
con ello a la alegría; denegación de emociones y 1.8.5 Rávena y Roma
sentimientos, no siendo considerado realmente hu-
mano. Para Cristo en cambio, existe un reconoci-
miento positivo en el sufrimiento, siendo más hu-
mano y real al presentarse como víctima.

2. Evangélicamente Cristo es descrito como hombre-


Dios, a pesar de no dejar de ser hombre; Buda en
cambio se elevaría en vida por encima del ser hu-
mano.

Finalmente, se adentrará en la identidad del mensaje ori-


ginal, coincidente con su denominación del proceso de
individuación, así como en la idéntica tergiversación pos-
terior en el devenir de la evolución histórica dentro del
Budismo y del Cristianismo.
Interior del Baptisterio ortodoxo.

1. Buda aparece como «imago» del devenir, tomándo- Rávena Jung estuvo en Rávena en dos ocasiones:
se como modelo, siendo que su verdadero mensaje 1913, y unos veinte años después, quedando impresio-
consistía en que todo ser humano podría alcanzar la nado en sendas visitas por el monumento funerario de
Iluminación «superando previamente la cadena Ni- Gala Placidia. Después se trasladó junto a una amiga al
dâna». Como consecuencia de la imitación del Buda Baptisterio ortodoxo, donde acontecería el célebre suceso
se generó una debilidad de su pensamiento. de «la visión de los mosaicos», folie à deux o alucinación
compartida con su acompañante.
2. Igualmente sucedería con Cristo, prototipo cristiano
de la personalidad total. Sin embargo acontecerá la En una extraña atmósfera inundada por una leve luz azu-
denominada «Imitatio Christi»: se sustituye el ca- lada sin fuente, Jung vio cuatro mosaicos allí donde debía
mino propio hacia la totalidad imitando el camino haber ventanas. Sus correspondientes motivos serían los
seguido por Cristo. Todo ello degenerará en una fu- siguientes:
nesta inactividad.
1. El mosaico norte: «el paso de los israelitas a través
Jung fue nombrado Doctor en Allahabad (Islam), Benarés del mar Rojo».
(Hinduismo) y Calcuta (Medicina y Ciencia anglo-india).
2. El mosaico sur: «el bautismo en el Jordán».
Tras recuperarse de disentería tuvo un sueño compensa-
torio de carácter europeo centrado en la figura del Grial, 3. El mosaico oriental: «el milagro que curó la lepra a
en el cual halló, por un lado, la coincidencia existente en- Naaman en el Jordán».
tre el mito poético del Santo Grial, persistente aún en 4. El mosaico occidental: «Cristo alargando la mano a
Inglaterra, y los conceptos alquímicos del «unum Vas», Pedro al hundirse».
«Una Medicina», o el «Unus Lapis». Por otro lado, cons-
tituía una advertencia de que su objetivo era Europa, la
búsqueda de la «Copa Sagrada», la «Piedra Filosofal», el Fue éste último al que más importancia se le dio, el más
«Salvator Mundi», significando la India una parada im- recordado, ante el que se detuvieron durante veinte mi-
portante en su largo recorrido. nutos, y al que asociaron con el rito de iniciación del
Bautismo, en el que se incluía el arquetipo de la muer-
Ya hacia el final de su visita llegó a Ceilán, en el Océano te y resurrección.[51]
Índico, y tras dejar atrás Colombo, un puerto internacio-
nal, se adentrará al «país de las colinas», alcanzando la Al abandonar la estancia, Jung se dirigió a Alinari para
vieja ciudad de Kandy. Allí accederá al pequeño templo adquirir fotografías alusivas, siendo su esfuerzo en vano.
Sri Dalada Maligawa, que alberga el diente sagrado de Desde Zúrich haría el encargo a un conocido, que tampo-
Buda, así como los textos del Canon en pergaminos pla- co pudo hacer nada al verificar que dichos mosaicos no
teados. Tras pasar largo tiempo contemplándolos en la bi- existían.
blioteca, finalizó su estancia con una ceremonia nocturna Jung observaría como explicación plausible los siguientes
en el Mandapam, o sala de espera del templo. aspectos encadenados:
20 1 BIOGRAFÍA

1. Acontecimiento histórico de Gala Placidia,


emperatriz fallecida en 450, que en un tempestuoso
e invernal viaje en barco de Bizancio a Rávena
prometería construir si se salvaba la que sería la
Basílica de San Giovanni, decorada con mosaicos
y destruida en un incendio a comienzos de la Edad
Media.
2. La emotividad suscitada en Jung por la figura de Ga-
la, y la relación recíproca de ésta última con el ar-
quetipo del Ánima, como causa de su objetivación.
3. Visión como creación momentánea de lo
inconsciente, relacionada con el arquetipo de
iniciación.

Concluye Jung que desde entonces es consciente que algo


interno puede ser representado externamente, y vicever-
sa. Pero se hace una pregunta:

«¿Qué fue real en aquel instante?».


Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
mientos.[52]

Roma Jung nó viajaría a Roma, pero sí a Pompeya


Jung en sus últimos años.
(1910-1912). En 1912 embarcaría de Génova a Nápoles,
vislumbrando Roma a lo lejos. Un último intento en 1949
se vio obstaculizado por un desmayo al comprar los bille- admitir, tanto como el pretendido cristiano,
tes. que cuando se tiene una opinión sobre él
no se le está criticando. ¿Por qué hay que
suponer siempre inmediatamente que se quiere
1.9 Régimen nazi y últimos años
condenar al pueblo judío en su conjunto? (...)
Considero que es una manera inadmisible de
En 1930 Jung fue nombrado presidente honorario de la
cerrar el pico al adversario. Me he entendido
Asociación alemana de psicoterapia y en 1933 profesor
muy bien con mis pacientes y colegas judíos
de psicología médica en la Escuela Politécnica Federal
en la mayoría de los casos (...) Más de una
de Zúrich. Tras el ascenso de Hitler al poder, ese mismo
vez por haber criticado a un alemán éste
año, la mencionada asociación, a la que se habían adheri-
me ha reprochado odiar a los alemanes. Es
do diversos psicoterapeutas judíos, fue disuelta y absor-
demasiado fácil querer disimular la propia
bida por otra más grande, de alcance internacional, con
inferioridad tras un prejuicio político (...)
Jung presidente: la Sociedad médica de psicoterapia.
Usted debería conocerme lo suficiente como
El hecho de que Jung aceptara ser presidente honorario de para creerme (...) capaz de una tontería tan
la Sociedad médica de psicoterapia y director de la Revista poco individual como el antisemitismo. Sabe
de psicoterapia (Zentralblatt für Psychotherapie), ambas de sobra que considero al hombre en tanto
de presunta matriz nazi, ha sido utilizado como uno de persona y cuánto me esfuerzo siempre en
los argumentos al momento de atribuírsele inclinaciones arrancarle de sus determinantes colectivos
pronazis y antisemitas. Estas acusaciones empañarían su para hacer de él un individuo (...) El naciona-
carrera hasta el fin de sus días, a pesar de los desmenti- lismo, por antipático que sea, es una conditio
dos, dando lugar a una discusión que aún hoy permanece sine qua non: simplemente el individuo no
irresoluta.[53] debe hundirse en él (...) La próxima calumnia
a inventar será que sufro de una total ausencia
Ya Freud me acusó de antisemita por- de convicción porque no soy ni antisemita ni
que me sentía incapaz de experimentar su nazi. Vivimos unos tiempos desbordantes de
materialismo sin alma. Con esta propensión locura.
a husmear por doquier el antisemitismo los Carta de Jung a J. Kirsch, 25 de diciembre de
judíos terminan suscitando el antisemitismo. 1934.[54]
No comprendo por qué el judío no puede
21

Una serie de documentos norteamericanos desclasifica- el apacible poblado de Küsnacht, Suiza, a los 86 años
dos recientemente y material suizo revelado en la revista de edad. Se encontraba leyendo una obra de Teilhard de
L´Hebdo indican una supuesta colaboración entre Jung y Chardin El fenómeno humano.[58] En el instante de su fa-
Allen Dulles, que llegaría en la posguerra a la cabeza de la llecimiento, un rayo partió el árbol donde solía descansar.
CIA. Dulles llegó a Berna a fines de 1942, con la misión El jardinero lo reparó.[59]
de elaborar un informe sobre el movimiento secreto anti-
nazi en Alemania, y entró en contacto con Jung, gran co-
nocedor del alma germánica del momento. El espía esta- 2 Legado
dounidense convenció a Jung para recoger informaciones
útiles y lo convirtió, según esta revista, en el agente nº 488
de la Agencia Central de Inteligencia Americana.[55][56] 2.1 Psicología junguiana
En 1938 dictó las Conferencias Terry (Terry Lectures) en Frecuentemente se habla de psicoanálisis junguiano, pero
la Universidad de Yale, presentando su trabajo Psicolo- la denominación más correcta para referirse a esta teoría
gía y Religión (incluido en Acerca de la psicología de la y a su metodología es Psicología analítica o de los com-
religión occidental y de la religión oriental). Pocos me- plejos. Aunque Jung era reacio a fundar una escuela de
ses después estallaría la Segunda Guerra Mundial. Fue psicología —se le atribuye la frase: Gracias a Dios, soy
por esos tiempos cuando visitó la India, donde renovó su Jung; no un junguiano—, de hecho, desarrolló un esti-
agenda de prioridades, guiado por la convicción de que lo distintivo en la forma de estudiar el comportamiento
debía prestar más atención a la espiritualidad de Oriente. humano. Desde sus primeros años, trabajando en un hos-
Sus trabajos tardíos muestran efectivamente un profun- pital suizo con pacientes psicóticos, y colaborando con
do interés en la tradición oculta de este hemisferio y en el Sigmund Freud y la comunidad psicoanalítica, pudo apre-
Cristianismo esotérico y, especialmente, en la alquimia. ciar de cerca la complejidad de las enfermedades menta-
les. Fascinado por tales experiencias (y estimulado por
las vicisitudes de su vida personal) dedicó su obra a la
exploración de estas temáticas.

Tumba de la familia Jung en Küsnacht, donde descansan los


restos de Carl Gustav y su esposa Emma.

Ya en 1903 Jung se había casado con Emma Rauschen-


bach, hija de un adinerado industrial propietario de la co-
nocida firma relojera IWC, con quien tendría cinco hijos.
El matrimonio se extendió hasta la muerte de su esposa
en 1955, pero no estuvo exento de momentos de crisis,
sobre todo a causa de las relaciones extramaritales que
Jung sostuvo con Sabina Spielrein y Toni Wolff.
Jung continuó publicando libros hasta el final de su vida,
Mándala de Bhaisajyaguru, el Buda azul de la medicina, situado
incluyendo un trabajo que muestra su interés póstumo en en el centro del primer thangka medicinal.
los ovnis como fenómeno psicológico de masas: Un mito
moderno. De cosas que se ven en el cielo (1958). Tam- De acuerdo con su postura, para captar cabalmente
bién disfrutó de la breve pero fructífera amistad del Padre
la estructura y función del psiquismo, era vital que
Victor White, sacerdote católico inglés con quien man- la psicología anexara al método experimental (hereda-
tuvo correspondencia tras la publicación de Respuesta a do de las ciencias naturales), los hallazgos provistos
Job.[57] por las ciencias humanas. El mito, los sueños y las
Carl Gustav Jung moriría el 6 de junio de 1961, tras una psicopatologías constituirían un espectro de continuidad,
corta enfermedad, en su casa junto al lago de Zúrich, en manifestando in vivo rasgos singulares, que operan sis-
22 2 LEGADO

temáticamente en las profundidades de la vida anímica Jung ha sido prolífico en acuñar términos que ya son típi-
inconsciente. Sin embargo, para Jung, lo inconsciente per cos en psicoanálisis, y en psicología en general, tales co-
se es, por definición, incognoscible. Lo inconsciente es ne- mo: complejo (y más específicamente: complejo de Elec-
cesariamente inconsciente— ironizaba. De acuerdo con tra), introversión y extraversión, inconsciente colectivo,
esto, sólo podría ser aprehendido por medio de sus mani- arquetipo, individuación.
festaciones. Sus investigaciones a menudo incursionaron en terrenos
Tales manifestaciones remiten, según su hipótesis, a de- como la religión (Psicología y religión, 1937) o la alquimia
terminados patrones, a los que llamó arquetipos. Jung lle- (Psicología y alquimia, 1944), profundizando en el estu-
gó a comparar los arquetipos con lo que en etología se dio de conceptos tales como inconsciente colectivo, ar-
denomina patrón de comportamiento (o pauta de com- quetipo (como fundamento para la existencia de mitos
portamiento), extrapolando este concepto, desde el cam- universalmente repetidos) o sí-mismo (ente distinto del
po de los instintos a la complejidad de la conducta hu- «yo», que alude a la integridad del sujeto y abarca tan-
mana finalista.[60] Los arquetipos modelarían la forma en to consciente como inconsciente). Definió, asimismo, los
que la conciencia humana puede experimentar el mundo tipos básicos de introvertido y extravertido. La heterodo-
y autopercibirse; además, llevarían implícitos la matriz de xia de este autor le ha valido juicios contrapuestos, que
respuestas posibles que es dable observar, en un momen- abarcan desde la indiferencia a la admiración.
to determinado, en la conducta particular de un sujeto. En este sentido, su obra tiene un contraste con el escepti-
En este sentido, Jung sostenía que los arquetipos actúan cismo y rechazo freudiano a la religión. La idea de Jung de
en todos los hombres, lo que le permitió postular la exis- que ésta sirve como camino práctico para la individuación
tencia de un inconsciente colectivo. ha sido muy popular y aún es abordada en algunos textos
El hombre accedería a esa dinámica inconsciente en modernos de la psicología de la religión.[63]
virtud de la experiencia subjetiva de estos símbolos, la
Como se ha mencionado, un concepto clave en su obra
cual es mediada profusamente por los sueños, el arte, la es el de inconsciente colectivo, al que Jung consideraba
religión, la mitología, los dramas psicológicos represen-
constituido por arquetipos. Ejemplos de estos arquetipos
tados en las relaciones interpersonales, y los propósitos son la máscara, la sombra, la bestia, la bruja, el héroe, el
íntimos. Jung sostenía la importancia de profundizar en
ánimus y el ánima. También identificaba como arquetí-
el conocimiento de ese lenguaje simbólico para consoli- picas ciertas imágenes en concreto, como las representa-
dar la preeminencia de la consciencia individual sobre las
ciones del mándala. Para elaborar su concepto de arque-
potencias inconscientes. En tono poético, sostenía que es- tipo, Jung se inspiró en la reiteración de motivos o temas
te proceso de individuación (principium individuationis) en diversas mitologías de las más remotas culturas: creyó
sólo es viable cuando se ha dado respuesta a la pregun- haber hallado temas comunes inconscientes, que la hu-
ta: ¿Cuál es el mito que tú vives?.[61] Consideraba, por manidad reiteró apenas con ligeras variantes, según las
otra parte, que estos aspectos de la vida anímica están circunstancias.
relativamente marginados del sistema de creencias de la
mentalidad moderna occidental.
A pesar de que somos hombres de nuestra
propia vida personal somos también, por
Ninguna ciencia sustituirá jamás al mito, y otra parte, en gran medida, representantes,
no se puede crear un mito a partir de ninguna víctimas y promotores de un espíritu colec-
ciencia. Porque no es que «Dios» sea un tivo, cuya vida equivale a siglos. Podemos
mito, sino que el mito es la revelación de una ciertamente imaginar una vida a la medida de
vida divina en el hombre. No somos nosotros nuestros propios deseos y no descubrir nunca
quienes inventamos el mito, sino que éste nos que fuimos en suma comparsas del teatro del
habla como una Palabra de Dios. mundo. Pero existen hechos que ciertamente
Citado por Aniela Jaffé. The Myth of Meaning ignoramos, pero que influyen en nuestra vida
(Baltimore, 1975), 373.[62] y ello tanto más cuanto más ignorados son.
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensa-
mientos.[64]

2.2 Perspectiva

A nivel teórico, el comienzo de la separación de Jung res- 2.2.1 Política y Estado


pecto a Freud se produjo cuando el primero extrapoló el
concepto de libido más allá de las cuestiones netamen- Jung expresó la importancia de los derechos individuales
te sexuales. La noción de libido que utilizaba el psiquia- de cada persona en relación al Estado y la sociedad. Per-
tra suizo, aludía más bien a una idea de energía psíqui- cibió al Estado siendo tratado como “una cuasi persona-
ca en abstracto (el Élan vital de Henri Bergson), cuyo lidad viva de la que todo se espera” pero que “en realidad
origen y cuyo destino no eran exclusivamente sexuales. no es más que un camuflaje de aquellos individuos que
2.3 Influencia 23

saben cómo manipularlo”,[65] y se refirió al Estado como


una forma de esclavitud.[66] Asimismo, pensaba que “el
Estado dictatorial tiene, frente a la razón del ciudadano,
la ventaja de que ha absorbido también sus fuerzas reli-
giosas. El Estado ha pasado a ocupar el puesto de Dios”,
haciéndose comparable a una religión en la que “la escla-
vitud estatal es un forma de adoración”.[67] Jung observó
que los “actos escenificados del estado” eran comparables
a demostraciones religiosas: “Las marchas musicales, las
banderas, las pancartas, los desfiles y las concentraciones
de proporciones monstruosas no se diferencian en prin-
cipio de las procesiones rogativas, los disparos de cañón
y los fuegos artificiales para expulsar a los demonios”.[68]
Desde la perspectiva de Jung, esta sustitución de Dios por
el Estado en una sociedad de masas llevó a la dislocación
de la unidad religiosa y dio como resultado el mismo fa-
natismo de la iglesia-estado de la Edad Media, en el que
cuanto más “adorado” es el Estado, más libertad y mo-
ralidad son suprimidas;[69] esto deja en última instancia
al individuo psíquicamente subdesarrollado y con senti-
mientos extremos de marginalidad.[70]

2.3 Influencia
Se ha criticado a Jung por su presunta adhesión a un Richard Wilhelm.
neolamarckismo. Muchas veces se le ha atribuido la no-
ción de que los arquetipos han sido caracteres adquiridos,
que luego han podido heredarse, en la línea de tesis como
las de Michurin y Lysenko. No obstante, el propio Jung
enfatizó que tales interpretaciones de sus postulados eran Gaston Bachelard, incluyendo al escritor Hermann Hesse
incorrectas. (la misma es patente, por ejemplo, en la obra Demian de
Los conceptos quizás más reconocidos de la psicología este último), al filólogo Ernst Robert Curtius, al psicólogo
junguiana son los de introversión y extraversión, ma- conductista Hans Eysenck, al historiador de las religiones
nados de su teoría de los Tipos Psicológicos. La mis- Mircea Eliade y al ensayista Joseph Campbell, ambos re-
ma tuvo bastante aceptación, sentando las bases para conocidos deudores de la concepción junguiana. Según
el desarrollo ulterior de pruebas psicométricas, median- Chester P. Michael, Jung habría declarado que el Padre
te las cuales se procura valorar, en términos cuantitati- Henri Huvelin sería la persona que más se aproximó en
vos, las características psicológicas de los individuos. Las toda la historia a sus métodos de dirección espiritual.[72]
más importantes son el MBTI (acrónimo inglés de Myers- Así mismo, fue inspirador y participante en los coloquios
Briggs Type Indicator —"Inventario tipológico de Myers- del Círculo Eranos.[73]
Briggs”) y Socionics; además de la batería de test de David Jung intentó dar base científica a varios de sus postulados,
Keirsey.[71] aunque en muchos casos no halló los medios para lograr-
En cuanto a los mándala (como a otras simbolizaciones lo. Tal es lo que intentaba cuando planteó el principio de
que se pueden encontrar en la alquimia, el gnosticismo, el sincronicidad (principio por el cual algunos pretenden ex-
yoga, el esoterismo y la mitología), Jung los consideraba plicar la supuesta eficacia de las mancias). Contrariando
representaciones de origen inconsciente para un proce- lo que muchos suponen, en la misma obra en que pre-
so de individuación, es decir, para que cada ser humano sentó esa hipótesis (Sincronicidad como principio de co-
cumplimente su sí-mismo (en alemán: Selbst). En este te- nexiones acausales, publicado junto con una monografía
rreno, sobresalen sus trabajos en coordinación con otras de Wolfgang Pauli, «La influencia de las ideas arquetípi-
figuras de renombre, como los realizados con el sinólo- cas en las teorías científicas de Kepler», en Interpretación
go Richard Wilhelm en el libro chino de yoga taoísta (o de la naturaleza y la psique), Jung descartaba de plano la
ðaoísta) El secreto de la Flor de Oro; o con Károly Kerén- solvencia metodológica de disciplinas como la astrología.
yi, en Introducción a la esencia de la mitología; e incluso el Gran parte de los movimientos que en la actualidad se
intercambio de ideas en su correspondencia con el filósofo denominan junguianos (particularmente aquellos que han
budista zen japonés D. T. Suzuki. La influencia de Jung se asimilado las creencias Nueva era), defienden argumen-
hizo extensiva a importantes referentes en diversos cam- tos que estarían en abierta contradicción con las ideas ori-
pos de la cultura, desde el pintor Wilfredo Lam al filósofo ginales del autor.
24 2 LEGADO

2.3.1 Alcohólicos Anónimos

Jung llegó a recomendar la espiritualidad como una cura


para el alcoholismo y se considera que tuvo un rol in-
directo en el establecimiento de Alcohólicos Anónimos.
Algunos como Bill Willson, le han atribuido un papel pri-
mordial en su fundación.[74][75]
En una ocasión Jung tuvo un paciente estadounidense de
nombre Rowland Hazard III, que sufría de alcoholismo
crónico. Después de tratar de trabajar con el paciente du-
rante un tiempo, Jung se dio cuenta de que no había logra-
do ningún progreso significativo y le dijo al hombre que
su condición era desesperanzada, excepto por la posibili-
dad de tener una experiencia espiritual. Jung había consi-
derado que ocasionalmente tales experiencias habían ser-
vido satisfactoriamente para reformar a los alcohólicos
en situaciones en las que todo lo demás había fallado.
Hazard tomó el consejo de Jung de forma seria y se dispu-
so a tener una experiencia espiritual. Al regresar a su país
natal, se hizo parte de un grupo de cristianos evangélicos
conocido como el Grupo Oxford. Comunicó a su vez a
otros alcohólicos lo que Jung le había manifestado. Uno
de los ellos era Ebby Thacher, un viejo bebedor amigo de
Bill Wilson, quien más tarde sería conocido como el fun-
James Joyce.
dador de Alcohólicos Anóminos. Thacher le habló a Wil-
son sobre el Grupo Oxford y a través del mismo Wilson
se percató de la experiencia de Hazard con Jung. De esta easily frightened”, “joven y fácilmente impresiona-
manera, la influencia del suizo se hizo presente indirecta- ble”). Lucía fue diagnosticada de esquizofrenia y fue
mente en la formación del grupo, aunque el programa de finalmente institucionalizada permanentemente.[79]
doce pasos y el movimiento en sí no es junguiano.[76]
• El Retrato del artista adolescente de Joyce puede ser
leído como una parodia irónica de las “cuatro etapas
del erotismo” de Jung.[80]
2.4 Cultura
• El escritor argentino Jorge Luis Borges reconoció
2.4.1 Literatura “Siempre he sido un gran lector de Jung... lo leí co-
mo una especie de mitología, o como una especie de
• Jung sostuvo una larga amistad durante dieciocho museo o enciclopedia de saberes curiosos”. Borges
años con el autor Laurens van der Post de la que contribuyó de manera significativa al realismo mági-
surgiría una serie de libros y una película sobre su co, un género de la ficción latinoamericana en el que
propia vida.[77] elementos fantásticos se mezclan en una atmósfera
realista.[81]
• Hermann Hesse, autor de obras como Siddharta y El
lobo estepario, fue tratado por el Dr. Joseph Lang, un • Jung aparece como un personaje de la novela Posses-
estudiante de Jung. Esto iniciaría en Hesse un largo sing the Secret of Joy de Alice Walker. Representa el
interés por el psicoanálisis, a través del cual llegaría terapeuta de Tashi, la protagonista de la novela. Por
a conocer personalmente a Jung.[78] lo general le llaman “Mzee”, pero es identificado por
Alice Walker en el epílogo.[82]
• La novela de Morris West de 1983 The World is Ma-
• James Joyce en su Finnegans Wake, se pregunta si de of Glass investiga las relaciones de Jung con una
"¿Es la coeducación del Ánimus y el Ánima total- misteriosa paciente, Toni Wolff, y Emma.
mente deseable?" Su respuesta tal vez esté contenida • Miguel Serrano mantuvo correspondencia y entre-
en su verso “anama anamaba anamabapa”. El libro vistas con Jung, que recuerda en El Círculo Hermé-
también ridiculiza la psicología analítica de Jung y tico o Record of Two Friendships.[83][84][85]
el psicoanálisis de Freud al referirse a “psoakoona-
loose”. Jung había sido incapaz de ayudar a la hija • Robertson Davies alude a las ideas de Jung en su
de Joyce, Lucía, de quien Joyce afirmó que era una novela Fifth Business y escribe frecuentemente sobre
muchacha “yung and easily freudened” (“young and Jung en sus cartas.
2.4 Cultura 25

• Philip K. Dick sostuvo que muchas de sus ideas


y trabajos estuvieron fuertemente influidos por los
escritos de Jung. Durante su adolescencia, estu-
vo en tratamiento con un analista junguiano.[86]
En los años 50, fue adquiriendo con devoción las
obras completas de Jung, publicadas por la edi-
torial Bollingen. Lo impresionaron especialmen-
te sus Siete sermones a los muertos, de inspira-
ción gnóstica.[87] Los modelos y construcciones
junguianas que más afectaron a Dick parecen ser
los arquetipos de lo inconsciente colectivo, las
proyecciones y alucinaciones colectivas, las expe-
riencias de sincronicidad y su teoría de la persona-
lidad. Muchos de los protagonistas de las obras de
Dick analizan la realidad y sus propias percepcio-
nes en términos junguianos.[88] Otras veces, el tema
se refiere a Jung tan claramente que la conexión re-
sulta obvia. Su obra Exégesis también contiene mu-
chas notas sobre Jung en relación con la teología y
el misticismo. Otra autora de ciencia ficción con re-
miniscencias junguianas es Ursula K. Le Guin.[89]

2.4.2 Arte
Federico Fellini.
• El visionario pintor suizo Peter Birkhäuser fue tra-
tado por una estudiante de Jung, Marie-Louise von • Otro realizador directamente influido por la psicolo-
Franz, y mantuvo correspondencia con Jung en rela- gía analítica lo hallamos en Ingmar Bergman en pe-
ción con la traducción del simbolismo de los sueños lículas tales como Manniskoätarna (1966) o Fanny
en las obras de arte.[90] y Alexander (1982).

• El expresionista abstracto americano Jackson Po- • Luis Buñuel tenía unos conocimientos exhaustivos
llock experimentó la psicoterapia junguiana en sobre Freud y Jung. Leyó La interpretación de los
1939. Su terapeuta tomó la decisión de dialogar con sueños durante su etapa de estudiante, estando fa-
él a través de su arte, dando lugar a la aparición de miliarizado con otros muchos textos clave, incluidos
muchos conceptos de Jung en sus pinturas.[91] los que versan sobre la paranoia y la feminidad, co-
mo evidencian las películas Él, Ensayo de un crimen
• Las pintoras surrealistas Remedios Varo y Leonora y Bella de día.[94]
Carrington exploraron y se adentraron en el trabajo • Jung y sus ideas son mencionadas a menudo, y a ve-
de Jung. ces desempeñan un papel integral, en la serie de tele-
visión Doctor en Alaska. Jung incluso hace una apa-
rición en uno de los sueños del personaje.
2.4.3 Cine, televisión y documental
• Diferentes programas de televisión han sido dedica-
• El cineasta italiano Federico Fellini, uno de los más dos a Jung; por ejemplo, en 1959 John Freeman en-
reconocidos del cine arte, llevó a la pantalla una trevista a Jung para la BBC en su casa de Zúrich,[95]
imaginería exuberante forjada gracias a su encuen- y en 1984, una edición del documental de la BBC
tro con las ideas de Jung, especialmente su interpre- Sea of faith fue dedicado a su figura.
tación de los sueños. Fellini prefirió a Jung en vez • Carl Gustav Jung fue portada de la revista Time el
de a Freud porque la psicología analítica delimitó el 14 de febrero de 1955.[96]
sueño no como un síntoma de una enfermedad que
requiere una cura, sino más bien como un enlace a • En la película de género bélico Ha llegado el águi-
imágenes arquetípicas comunes a toda la humani- la, protagonizada por Michael Caine, Donald Sut-
dad. Referencia obligada será Otto e mezzo (1963), herland y Robert Duvall, el personaje de Duvall
donde narra en tono autobiográfico las vicisitudes habla de la obra de Jung y hace mención a la
de un director de cine bloqueado tras la cámara me- sincronicidad, explicando brevemente su esencia y
diante una narrativa de delgada línea entre lo real, la aplicándola al asunto que forma el argumento cen-
fantasía, el sueño y el deseo.[92][93] tral de la película.[97]
26 2 LEGADO

• La chaqueta metálica de Stanley Kubrick hace una • En 2011, el director de cine David Cronenberg es-
mención a las creencias junguianas cuando el pro- trenó Un método peligroso, la adaptación al cine de
tagonista, Joker, alude a la dualidad del hombre al una obra de teatro de 2002 de Christopher Ham-
mostrar en su vestimenta una insignia de paz con pton. Su argumento pivota alrededor de las relacio-
“nacido para matar” escrito en su casco. nes profesionales y afectivas surgidas entre Sabina
Spielrein, Carl Gustav Jung y Sigmund Freud. Sus
• Jung y sus ideas son referenciadas en el anime Serial protagonistas son Keira Knightley (Sabina Spiel-
Experiments Lain. rein), Michael Fassbender (Carl Gustav Jung) y
Viggo Mortensen (Sigmund Freud).[106]
• En la serie de televisión americana Frasier tanto el
personaje principal, Frasier Crane (Kelsey Gram-
mer), como su hermano, Niles Crane (David Hyde 2.4.4 Música
Pierce), son psiquiatras. Mientras Frasier es un dis-
cípulo de Freud, Niles basa sus terapias en principios • Una ópera, The Dream Healer, basada en el libro Pil-
junguianos. grim de Timothy Findley, se centra en los esfuerzos
de Jung por dirimir los aspectos conocidos y desco-
• Existen múltiples referencias cinematográficas (La nocidos de la mente humana.
guerra de las galaxias, El señor de los anillos,[98] • Jung aparece en la portada del álbum de Los Beatles
Matrix[99] ) y directores contemporáneos (David Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band en la fila su-
Lynch, Darren Aronofsky con su magnífica expo- perior, el séptimo empezando por la izquierda, entre
sición de la sombra en Black Swan[100] ) que aluden W.C. Fields y Edgar Allan Poe.[107]
indirectamente a la obra de Jung, así como diver-
sas interpretaciones desde la óptica de la psicología • La canción de Peter Gabriel Rhythm of the Heat (Se-
analítica.[101] curity, 1982), trata de la visita de Jung a África du-
rante la cual se unió a un grupo de percusionistas y
• En 1991, Carlo Lizzani uno de los primeros repre- bailarines tribales, quedando abrumado por el mie-
sentantes del neorrealismo, lleva por primera vez a do a perder el control de sí mismo. En ese momento
la pantalla un caso narrado por Jung en su autobio- Jung estaba explorando el concepto de inconsciente
grafía, a partir de un guion de Francesca Archibu- colectivo y tenía miedo de que pasara a estar bajo el
gi. La película Cattiva describe la historia de Emi- control de la música. Gabriel aprendió sobre el via-
lia Schmidt (Giuliana de Sio), una rica y atractiva je de Jung a África del ensayo Symbols and the In-
dama suiza afectada de una presunta esquizofrenia, terpretation of Dreams (ISBN 0-691-09968-5). En
que ingresa en el hospital psiquiátrico de Burghölzli, la canción Gabriel trata de capturar los poderosos
donde un joven doctor Jung (Julian Sands), todavía sentimientos de la música tribal africana evocados
bajo la protección de Freud, la libera de un laceran- en Jung por medio de un uso intenso de tambores
te e injustificado complejo de culpa nacido a raíz de tribales. El título de la canción original era Jung in
la muerte de su hija.[102] África.[108]

• En 2002, Roberto Faenza dirigió la película Pren-


dimi l'anima, en la que reconstruye la historia de
la relación entre Jung (Iain Glen) y Sabina Spiel-
rein (Emilia Fox), judía rusa de 19 años que ingre-
sa en la Clínica Psiquiátrica de Burghölzli en 1904
con una compleja neurosis (escribirá Jung a Freud,
en marzo de 1909), y que tratará con éxito en unos
meses con procedimientos terapéuticos novedosos
(método asociativo y psicogalvanómetro).[103]

• En 2007, Salomón Shang dirige el documental Carl


Gustav Jung basado en una entrevista filmada en 16
mm y llevada a cabo por el doctor Evans en Houston
en septiembre de 1957. Dicho material fue, según
se afirma en la sinopsis del documental, censurado
en numerosos países, terminando en el olvido en un
almacén de América Central,[104] si bien al parecer The Police.
se trata de un plagio del documental Jung on Film
lanzado en 2001 en EE.UU., que lo que recoge es • En la portada del último álbum de The Police,
una entrevista del doctor Evans a Jung en su casa de Synchronicity, denominado así en referencia a la teo-
Zúrich.[105] ría de Jung, se ve a Sting leyendo un libro titulado
27

Sincronicidad.[109] Sting mismo declara haber estu- • Cartas I [1906-1945] (1972)


diado psicología junguiana y haberse analizado.[110]
• Cartas II [1946-1955] (1972)
• El compositor británico Michael Tippett fue uno
de los primeros compositores en usar los arqueti- • Cartas III [1956-1961] (1973)
pos junguianos como base para la caracterización • Correspondencia Sigmund Freud & Carl Gustav Jung
de sus óperas, tales como The Midsummer Marriage (1974) (Traducción Alfredo Guéra Miralles, 2012.
y The Knot Garden. La idea de la reconciliación de ISBN 978-84-9879-331-4)
los opuestos junguiana impregna la totalidad de la
producción de Tippett.
E. Entrevistas
• Menciones de la obra de Jung en la canción de Tool
Forty-Six & 2. • Conversaciones con Carl Jung y reacciones de A. Ad-
ler, de I. Evans (The Houston films) (1946)
• Luis Alberto Spinetta toma los conceptos de Ánima
y Ánimus para dar nombre a dos canciones del disco • Encuentros con Jung (1975) [incluye, mejorado,
Durazno sangrando de la banda Invisible en el año el título anterior] (Traducción Román Escohotado,
1975. 2000. ISBN 978-84-8164-304-6)

2.4.5 Videojuego The Complete Works of C.G. Jung

• Las series de juegos Shin Megami Tensei: Persona Proyecto de actualización de las Collected Works a cargo
están basados en la psicología junguiana. de la Philemon Foundation incluyendo material disponi-
ble no editado en las ediciones estándar: 30 volúmenes
• El juego Xenogears y la serie de protocuelas espiri- adicionales a los 20 ya existentes en un plazo estimado
tuales Xenosaga manejan varios conceptos junguia- de 30 años (Philemon Series):
nos.
• The Jung-White Letters (A. C. Lammers & A. Cun-
ningham, 2007. ISBN 978-1-58391-194-5)
3 Obra completa
• Children’s Dreams: Notes from the Seminar Given
A. Obra completa de Carl Gustav Jung (Ma- in 1936-1940 (Maria Meyer-Grass & Lorenz Jung,
drid: Editorial Trotta, 1999-. ISBN 978-84-8164-344- 2007. ISBN 978-0-691-13323-2)
2)[111][112] • The Red Book. Liber Novus (Sonu Shamdasani &
B. Seminarios Mark Kyburz & John Peck, 2009. ISBN 978-0-393-
06567-1); versión castellana El Libro Rojo (Bernar-
• Conferencias en el Club Zofingia [1896-1899] do Nante, 2010. ISBN 978-987-23546-1-9)
(1983) • The Question of Psychological Types: The Corres-
• Análisis de sueños [1928-30] (1984) pondence of C. G. Jung and Hans Schmid-Guisan
1915-1916 (John Beebe & Ernst Falzader, 2013.
• Sueños infantiles [1936-41] (1987) ISBN 978-0-691-15561-6)

• Sobre el Zaratustra de Nietzsche [1934-39] (1988) • Dream Interpretation Ancient and Modern: Notes
from the Seminar Given in 1936-1941 (John Peck
• Psicología analítica [1925] (1989) & Lorenz Jung & Maria Meyer-Grass, 2014. ISBN
978-0-691-15945-4)
• La psicología del yoga kundalini [1932] (1996)
(Traducción Manuel Abella, 2015. ISBN 978-84- • Analytical Psychology in Exile. The Correspondence
9879-588-2) of C. G. Jung and Erich Neumann (Martin Liebs-
cher & Heather McCartney, 2015. ISBN 978-0-
• Visiones [1930-1934] (1998)
691-16617-9)

C. Autobiografía • On Psychological and Visionary Art: Notes from C.


G. Jung’s Lecture on Gérard de Nerval’s Aurélia
• Recuerdos, sueños, pensamientos (con A. Jaffé) (Craig E. Stephenson & Gottwalt Pankow & Ri-
(1961) chard Siebirth, 2015. ISBN 978-0-691-16247-8)
• C. G. Jung and Adolf Keller: A Conversation between
D. Epistolario Psychology and Theology
28 5 REFERENCIAS

• Jung and the Indologists: Jung’s Correspondences determinados por el psiquismo. Es a partir de esta prime-
with Wihelm Hauer, Heinrich Zimmer and Mircea ra impresión como se desarrollaron treinta años más tarde
Eliade tanto mi relación con el físico W. Pauli como mis tesis
concernientes a la sincronicidad psíquica».»
• The Black Books 1913-1932
[2] Young-Eisendrath, Polly (1999/2003). «I. “Las ideas de
• Berlin Seminar 1933 Jung y su contexto”. 1. Claire Douglas. “El contexto histó-
rico de la psicología analítica"». Introducción a Jung. Ma-
• German Seminar 1931 drid: Akal Cambridge. pp. 57–79. ISBN 978-84-8323-
048-0.
• ETH Lectures 1933-1941
[3] Jung, Carl Gustav (1999). Obra Completa volumen 1: Es-
• Dream Symbols of the Individuation Process: Notes tudios Psiquiátricos, Presentación e Introducción. Madrid:
of the Seminars given by Jung in Bailey Island and Trotta. pp. X–XI. ISBN 978-84-8164-341-1.
New York 1936-7
[4] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
nas 117-118.

4 Véase también [5] Aniela Jaffe, prólogo a Recuerdos, sueños, pensamientos.


p. x.
• Club Psicológico de Zúrich [6] Kenneth L. Becker (2001). Unlikely Companions: C.G.
Jung on the Spritual Exercises of Ignatius of Loyola: an
• Casa de Jung Exposition and Critique Based on Jung’s Lectures and Wri-
• Casa Museo Freud (Viena) tings. Gracewing Publishing. pp. 308-311

[7] Dunne, Clare (2002). “Preludio”. Carl Jung: Wounded


• Casa Museo Freud (Londres)
Healer of the Soul: An Illustrated Biography. Continuum
• Casa Museo Freud (Příbor) International Publishing Group. p. 3. ISBN 978-0-8264-
6307-4
• Círculo Eranos
[8] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
• Monte Verità na 132.

• Stiftung der Werke von C. G. Jung [9] Jung, Carl Gustav (1999). Obra Completa volumen 1: Es-
tudios Psiquiátricos. 1. Acerca de la psicología y la patolo-
• Bollingen Foundation gía de los llamados fenómenos ocultos. Madrid: Trotta. p.
1. ISBN 978-84-8164-341-1.
• Philemon Foundation
[10] Jung, Carl Gustav (1999). Obra Completa volumen 1: Es-
• Digitalización de la biblioteca privada de Jung (e- tudios Psiquiátricos, Presentación e Introducción. Madrid:
rara.ch) Trotta. pp. XXXVIII. ISBN 978-84-8164-341-1.

• Anexo:Conceptos de psicología analítica [11] Richard von Krafft-Ebing. Manual de Psiquiatría. Cuarta
edición, 1890.
• Anexo:Analistas junguianos
[12] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
• Anexo:Mitologías na 137.

[13] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-


nas 141-142.
5 Referencias
[14] Jung, Carl G. (1910). The Association Method. American
Journal of Psychology, 31, 219-69.
[1] Jung, Carl Gustav (2004). «Introducción a la edición es-
pañola». Obra Completa. Volumen 8. Madrid: Trotta. pp. [15] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
XXIII. ISBN 9788481645873. «Jung conoció a Einstein nas 156, 158-159.
de la época en que éste trabajaba en la EHT de Zúrich y
le invitó varias veces junto a otros colegas del Burghölzli [16] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
a su casa. Como escribe en febrero de 1953 a C. Selig, na 161-162.
«Conocí a Albert Einstein (...) y le recibí varias veces por
[17] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
esa época (...) Era al principio de su carrera (...) cuando
na 165.
desarrollaba su primera teoría de la relatividad (...) Noso-
tros, psiquiatras, en tanto no matemáticos, seguíamos mal [18] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
su argumentación. Sin embargo comprendí lo bastante co- na 168.
mo para que ejerciera sobre mí una fuerte impresión (...)
Es Einstein el primero que hizo nacer en mí la idea de una [19] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
posible relatividad del tiempo y el espacio, que estarían na 175.
29

[20] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági- [43] Burleson, Blake Wiley (2005). Jung in Africa (en in-
nas 176-177. glés). Continuum International Publishing Group. ISBN
9780826469212.
[21] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 181. [44] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 300.
[22] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 183. [45] Carl Gustav Jung. Obra completa. Volumen 9/I. Los arque-
tipos y lo inconsciente colectivo. Capítulo 4: Los aspectos
[23] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági- psicológicos del arquetipo de la madre, página 91, párrafo
na 185. 177.
[24] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági- [46] Jung, Carl Gustav; Jaffé, Aniela (1964/2005 [7ª edi-
na 187. ción]). Recuerdos, sueños, pensamientos. Barcelona: Edi-
[25] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági- torial Seix Barral. p. 306. ISBN 978-84-322-0829-4.
na 188.
[47] Obra completa. Volumen 10: Civilización en transición.
[26] O.C. 4,2 Capítulo 23: El mundo ensoñador de la India (1939) y ca-
pítulo 24: Lo que la India puede enseñarnos (1939). Ma-
[27] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági- drid: Editorial Trotta, 2001.
na 189.
[48] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
[28] Freud, Sigmund. Carta a Jung (16 de abril de 1909): Co- na 325.
rrespondencia S. Freud, C. G. Jung. Madrid: Ed. Taurus,
1978. [49] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 325-326.
[29] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos. El
sueño se encuentra en la página 192. [50] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 328-330.
[30] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 191. [51] B. Seminarios: La psicología del yoga kundalini ([1932]
1996).
[31] Young-Eisendrath, Polly & Dawson, Terence. Introduc-
ción a Jung, página 24. [52] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 338.
[32] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
na 201. [53] Para más información se puede consultar el siguiente enla-
ce: «Nazismo y psicoanálisis». Consultado el 22 de enero
[33] Young-Eisendratch, Polly & Dawson, Terence. Introduc- de 2010.
ción a Jung, página 26.
[54] Obra Completa de Carl Gustav Jung. Volumen I0. Civi-
[34] Freud, Sigmund. Carta a Jung (3 de enero de 1913). lización en transición. Introducción a la edición españo-
Manuscript Division, Library of Congress (en inglés). la. Enrique Galán Santamaría. Páginas XXVII y XXVIII.
Véase acerca del antisemitismo la sección 2. La catástro-
[35] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
fe, páginas XV-XXXVI. Madrid: Editorial Trotta, 2001.
nas 204-205.
ISBN 978-84-8164-403-6.
[36] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
[55] «Jung informaba a los Aliados sobre la psicología de
na 218.
Hitler». Consultado el 17 de abril de 2011.
[37] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
[56] «Jung y el nazismo». Consultado el 17 de abril de 2011.
nas 238-239.

[38] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági- [57] Lammers, A. C. & Cunningham, A. (editores) (2007).
na 239. The Jung-White Letters. Cartoné/ rústica. Routledge: Phi-
lemon series. ISBN 978-1-58391-194-5/ ISBN 978-1-
[39] Aniela Jaffé. Recuerdos, sueños, pensamientos, página 58391-195-2.
239, nota 1.
[58] Antier, Jean-Jacques (2011). «El gran tránsito. La vi-
[40] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági- da después de la muerte». Jung. O la experiencia de
na 262. lo sagrado. Barcelona: Editorial Kairós. p. 307. ISBN
9788472459984.
[41] Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos, pági-
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Natimantelli, BenjaBot, Lectorina, Dianáfora, Ja pon pon Ja y Anónimos: 149

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