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INTRODUCCIÓN

Desde el descubrimiento del electrón (1897), por Joseph John Thomson y su equipo de
colaboradores, una gran cantidad de fenómenos relacionados con él se han estudiado y los
resultados han sido fundamentales para el desarrollo científico tecnológico. El entendimiento
de la dinámica del electrón a través de diversos materiales ha cambiado, y continua
cambiando, la civilización misma. Muchas de las aplicaciones de los materiales se basan en
sus propiedades, por ejemplo las eléctricas, en cuyo caso el desarrollo se ha basado en el
entendimiento y, prácticamente, control del movimiento de los portadores de carga
(electrones, huecos, etc.) a través de ellos.
De acuerdo a las propiedades eléctricas, la materia puede clasificarse de tres maneras:
conductores, semiconductores y dieléctricos. La clasificación se hace tomando en cuenta el
valor de la resistividad (o de la conductividad) o bien en función de la estructura de bandas
electrónicas. Por ejemplo, a través del estudio de la estructura de bandas de los
semiconductores se ha encontrado que sus propiedades eléctricas son muy sensibles a campos
eléctricos muy pequeños lo cual se debe a la presencia de brechas energéticas prohibidas.
Comúnmente, los materiales sólidos se clasifican en cristales o amorfos. Los cristales son
estructuras donde los átomos, moléculas o iones forman arreglos ordenados periódicamente.
Por su parte, en los amorfos los arreglos presentan una distribución desordenada y en muchos
sentidos se aproximan a los líquidos. Por ello, cuando se habla de sólidos, suele referirse
únicamente a los cristales.
El estudio de la interacción de un electrón con la estructura de un cristal conlleva a tomar en
cuenta la presencia de varios potenciales: potencial de interacción electrón-electrón, los
potenciales de interacción electrón-núcleo y núcleo-núcleo. Con algunas aproximaciones este
problema se reduce al análisis del movimiento de electrones independientes que se mueven
cada uno de ellos en un potencial efectivo que manifiesta la periodicidad del cristal. Se han
propuesto diversos modelos para representar el potencial efectivo (cada uno con su propia
área de aplicación) uno de los más sencillos es el modelo de Kronig-Penney, formulado en
1930 por Ralph Kronig y William George Penney. En este modelo el potencial se representa
a través de una serie de barreras de potencial y pozos cuánticos colocados en forma periódica.
La solución a este problema puede ser obtenida analizando la dinámica dentro de una celda
unitaria (primera zona de Brillouni) e imponiendo las condiciones de contorno que aseguran
el cumplimiento del teorema de Bloch. Precisamente, la condición de Bloch es la causante
de que ciertos rangos de energía no estén permitidos, originando los llamados gaps o bandas
prohibidas de energía. En cambio, aquellos valores de la energía para los cuales existe una
solución que satisface la condición de Bloch darán lugar a las bandas de energía permitidas.
Desde los primeros trabajos relacionados con el estudio de los diagramas de bandas de
energía los resultados han sido cruciales para el desarrollo científico tecnológico. En 1928,
en un trabajo de tesis, F. Bloch introduce la teoría de bandas en metales. En un principio, el
avance estuvo asociado al entendimiento de la propagación de los portadores de carga a
través del cristal. Hoy día, hay grandes esfuerzos por entender los fenómenos debidos a la
propagación de la luz a través del cristal, situación que ha dado origen al desarrollo de los
denominados cristales fotónicos.
Dado que a partir de la estructura de bandas se puede obtener mucha información relevante,
se han propuestos varios métodos para poder calcularla [3, 6, 7, 8], por ejemplo, i) El método
de ondas planas, donde las funciones de onda se proponen como una serie de ondas planas
ortogonales; ii) Aproximación Tight-binding, que usa orbitales atómicos como base de las
funciones de onda; iii) El método celular, empleado por Wigner y Seitz, fue el primero que
se usó para calcular bandas; iv) El método de ondas planas aumentadas (APW, por sus siglas
en inglés), fue desarrollado por Slater en 1937, bueno para estudiar metales y se ha empleado
en los últimos años; v) En el método del pseudopotencial, se busca una función que oscile
rápidamente dentro del núcleo, pero que se desplace suavemente como una onda plana en el
resto del espacio de la celda de Wigner-Seitz; vi) Método de la matriz de propagación, que
en los últimos años ha sido muy empleado, principalmente para estudiar propiedades ópticas.
Los métodos de APW y de pseudopotencial, al igual que otros que se relacionan, requieren
de mucho cálculo numérico que en principio se puede realizar sólo a través del uso de
computadoras modernas. En general, cualquier método que se utilice para calcular las
estructuras de bandas, ya sean electrónicas o fotónicas, requiere de cierto cálculo numérico.
La importancia de la teoría de bandas para el desarrollo de la física del estado sólido moderna
no puede pasar desapercibida. Como ya mencionamos Felix Bloch proporciono uno de los
métodos para resolver el problema de un electrón interactuando con una estructura periódica,
este también es conocido como método de ondas planas, tal es su eficiencia que al igual que
el modelo de Kronig-Penney, aun cuando datan del siglo pasado, siguen siendo útil en la
investigación de tópicos actuales .

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