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2. Metodología
En cuanto a los temas de debate en los encuentros que se pudo rastrear, se realizó una
comparación de la distribución de grupos de trabajo en cada uno de los mismos. Con ello se
elaboraron tipologías o palabras clave que luego sirvieron para hacer comparaciones entre los
encuentros y obtener una aproximación a la evolución de sus debates.
En los noventa, durante la época del menemismo, el ingreso al país de la soja transgénica fue
a un ritmo veloz y a la vez, invisible. El trámite que permitió el ingreso de la multinacional al
país se hizo en tiempo récord: se necesitaron sólo 81 días para que el entonces secretario de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Felipe Solá, firmara en 1996 la resolución 167,
que estaba redactada en inglés, que no se tradujo para ahorrar tiempo, que contó con 136
folios de los cuales 108 fueron hechos por Monsanto, que se desconocieron los pedidos del
director del Instituto Argentino de Sanidad y Calidad Vegetal (Iascav), Juan Carlos Batista,
quien buscó profundizar la investigación alrededor de la soja transgénica y del glifosato antes
de que ingresara al país. De esta manera, en marzo de 1996, la multinacional Monsanto
comenzó sus actividades en suelo nacional.
Para que la empresa pueda funcionar hizo falta desmantelar la red de pequeños y medianos
productores, que comenzó desde la intervención del INTA en 1976 durante la última
dictadura militar, y se acentuó durante el neoliberalismo menemista. Además de este
debilitamiento la empresa implementó la estrategia de funcionar sin la patente de las semillas
genéticamente modificadas y distribuirla a través de acuerdos con semilleras locales y tener
el monopolio de venta del glifosato Roundup para, para que no se hiciera sentir el lógico
reclamo de los productos poderosos sobre la compra de semillas que deberían efectuar año a
año fue. Esto también le permitió a Monsanto esparcirse por latinoamérica teniendo como
base a la Argentina.
De la noche a la mañana la soja se convirtió en el grano milagroso que iba a cuidar la salud y
que iba a alimentar a través de una proteína barata a las miles de bocas hambrientas de la
nación. El grano cotizaba en lo alto palanqueado por los grandes medios de comunicación
que esparcían a través de sus canales las bondades de este nuevo producto. La vorágine
mediática no permitió dar cuenta de qué era realmente la soja transgénica; cómo era el
método que se estaba utilizando para manipularla y los desastrosos efectos secundarios que
implicaba su desarrollo y expansión (empobrecimiento de los suelos, desertificación, mano
de obra barata, etc) . El abandono y la falta de tratamiento político que se ha dado al avance
de un modelo de plantación deja a la luz un ejemplo de la falta de controles (debido a los
intereses políticos de por medio) y de tratamientos sobre la situación: en el 2006, cuando se
iniciaron las actividades de Monsanto en el territorio, se utilizaban dos litros de glifosato por
hectárea; en la actualidad para que funcione tienen que aplicar al menos diez litros.1 (Barruti,
2013, p 303) Y solo en las zonas agrícolas de Buenos Aires se fumigan 95 millones de kilos
de glifosato por año, a los que deben sumarse otros herbicidas altamente tóxicos como 2.4D,
atrazina, glufosinato, etc. e insecticidas muy venenos para los humanos como clorpirifós,
imidacloprid, clotianidina y carbamatos en general; todos los cuales suman más de 140
millones de kilos de agrotóxicos que se vierten en la zonas agrícolas bonaerenses donde viven
5 millones de personas en pequeñas ciudades y pueblos rurales. Esta situación genera una
carga (o dosis) de exposición potencial de 35 kilos de agrotóxicos por persona por año y de
23 kilos de glifosato por bonaerense por año.2
1
Barruti, S. (2013) “Malcomidos: Cómo la industria alimentaria argentina nos está matando”.
Editorial: Faldegort.
2
“Ley ProCáncer en Provincia de Buenos Aires” (2016) http://reduas.com.ar/ley-procancer-
en-provincia-de-buenos-aires/
universidad de Rosario en Santa Fe hemos pedido medir la evolución de enfermedades que
los médicos notan que están aumentadas, principalmente cánceres y trastornos reproductivos,
y vemos como estos van aumentando en los Pueblos Fumigados a medida que aumenta la
cantidad de agrotóxicos que se utilizan”.
4.1 Reivindicaciones
Los Pueblos Fumigados son “aquellos que están siendo avasallados constantemente por los
venenos que se utilizan por el sistema productivo que tenemos” define Alejandra Gómez,
abogada de la Red de Salud Popular Ramón Carrillo en Chaco. “Es un sistema que prioriza
los agronegocios y prioriza la productividad por sobre los costos ambientales y la salud de la
población” sentencia. Este sistema mantiene un modelo de plantación único en todo el suelo
nacional, sin adaptación a las variantes ecológicas locales y en avance de la frontera
agropecuaria, homogeneizando el tratamiento y a la vez, homogeneizando las diversas
problemáticas que se han ido registrando y observando desde 1996.
Fernando Cabaleiro, abogado de la ONG Naturaleza de Derechos, cuenta que: “Los encuentros de
Pueblo Fumigados tienen su génesis en los toldos con Margot Goycochea que fue una de las
impulsoras, donde empezó a haber un intercambio de información entre los vecinos de la
Provincia de Buenos Aires en cuanto a los datos que surgían sobre la salud. Se formó así una
especie de red que dio nacimiento al encuentro de Pueblos Fumigados, hubo una necesidad
de las asambleas de la Provincia de Buenos Aires de juntarse periódicamente”.
Las localidades que componen la red de Pueblos fumigados a nivel provincial son Chivilcoy,
Junín, Pehuajó, Roque Pérez, Nueve de Julio, Las Flores, Bolívar, San Andrés de Giles,
Luján, Escobar, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Quilmes, La Plata, Guernica, Valeria del
Mar, San Antonio de Areco, Pinamar, Saladillo, Necochea, América, Carlos Tejedor,
Pergamino y Mar del Plata. También han asistido a los encuentros referentes y
organizaciones de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y de la Capital Federal.
Gabriel Arisnabarreta, Ing. Agrónomo y Docente, integrante de Ecos de Saladillo, cuenta que
los encuentros: "Son siempre encuentros donde nos encontramos los vecinos, las vecinas, las
organizaciones, y no hay oradores centrales sino que es todo muy horizontal y asambleario y
se trabaja sobre diversos temas".
Sus integrantes son los vecinos autoconvocados por los problemas de los agrotóxicos y la
fumigación aérea y terrestre, médicos de pueblos fumigados de la provincia, educadores/as,
productores agroecológicos y/o en transición a la agroecología e integrantes del campo
académico.
Esta modalidad comenzó siendo un camino desde la incertidumbre y el dolor para reconocer
y para reconocerse en otros casos, en el de sus familiares, amigos y vecinos. Los
autoconvocados comenzaron a trazar y a superponer experiencias, lo que los llevó a mantener
registros y comparaciones de casos en coordinación con especialistas de distintas disciplinas
para enriquecer, darse y darle otro sentido a sus reclamos. De a poco los autoconvocados
comenzaron a denominarse con un nombre común, a empoderarse y a funcionar como una
red que se traza a nivel provincial y nacional, que articula sus reclamos, y que presentan
proyectos de ley en pos de ellos
Los vecinos comenzaron a juntarse y a compartir sus dudas alrededor del 2000, y desde ese
momento la ampliación en red de los vecinos hizo de sus tragedias privadas un hecho de
política pública. En la actualidad existen encuentros de Pueblos Fumigados a nivel nacional,
que se hace por lo menos uno al año, y encuentros a nivel provincial.
Las actividades hacia el interior de los encuentros, además de las comisiones de debate, son
conferencias de productores agroecológicos, periodistas especializados, médicos de pueblos
fumigados, entre otros. Además participan en otras instancias de encuentro, reflexión y
acción a nivel del territorio nacional, como ser el Encuentro Nacional de PPFF realizado en
noviembre de 2012 en Chaco, o el reciente 1° Parlamento de Mujeres Originarias de las 36
naciones realizado en abril de 2018 en la localidad bonaerense de Ensenada.
Las acciones que se llevan a cabo son movilizaciones en ámbitos locales, tanto por parte de
las organizaciones que allí se reúnen como del conjunto de organizaciones que integran el
movimiento, en el marco de uno de sus encuentros anuales. En articulación a la visibilización
que busca lograrse a través de las movilizaciones se llevan a cabo acciones judiciales contra
las aplicaciones cerca de poblaciones y cursos de agua. También se han realizado acciones en
favor de productores agroecológicos cuyo emprendimiento se ve afectado por quienes
producen en forma “convencional”.
4.3 Debates
Las cuestiones de diagnóstico territorial, las acciones y/o actividades de las organizaciones y
el mapeo de las mismas en el territorio provincial surgieron en principio como temas
exclusivos de debate en comisiones, pero luego perdieron fuerza en sí mismos por motivos
posiblemente diversos. Por ejemplo: en lo territorial y en las acciones/actividades pudo
tratarse de temas casi obligatorios siendo que su surgimiento fue entre los primeros
encuentros, mientras que el mapeo pudo haber surgido ante la necesidad de empezar
reconocerse como en tanto colectivo con una amplitud más allá de lo local, siendo su
aparición en el 6° encuentro.
Los temas de debate en torno al arte, la ciencia/tecnología y las cuestiones de género fueron
todos temas incluidos en comisiones en el último encuentro provincial, realizado en San
Andrés de Giles, perteneciente al partido de Saladillo. En cuanto al primero y al último se
presume que se trató de intentos por jerarquizar ambas aristas3, mientras que en el caso de
ciencia y tecnología bien puede ser un tema transversal a encuentros anteriores, siendo su
inclusión como comisión en el último de ellos una intención de organizar conjuntamente a
investigadores/as y otros actores del ámbito académico.
Es llamativa la escasa jerarquía -se la incluyó como eje de comisión en sólo dos de los
encuentros- de los temas relacionados a la educación formal o no formal, teniendo en cuenta
la relevancia y amplia visibilidad con la que cuentan las escuelas rurales entre los sectores
sociales más afectados por el agronegocio. Por su parte, y quizás siendo uno de los ejes que
se mantengan en el tiempo, la necesidad de fomentar los debates en torno a la alimentación
saludable y el consumo de alimentos sanos se vio latente durante los últimos dos encuentros
de Pueblos Fumigados.
Se destaca a su vez la intermitente presencia como objeto de debate central a los medios de
comunicación, que fueron motivo de trabajo grupal durante 2014 y 2018. Sobre el último
encuentro cabe señalar que se llegó a la conclusión no sólo de trazar estrategias para ganar
visibilidad en medios nacionales y en los llamados medios alternativos sino también de
3
Los pueblos fumigados avanzan hacia un modelo agroecológico, 19/03/2018.
http://fmfutura.com.ar/2018/03/los-pueblos-fumigados-avanzan-hacia-un-modelo-agroecologico.html
mejorar la comunicación interna y tener una “cara” pública en tanto colectivo de
organizaciones.
Por otra parte, el hecho de que hasta el momento se hayan desarrollado sólo dos encuentros
“de agroecología” no debe confundirse con la ausencia de dichos debates durante los inicios
del movimiento bonaerense. Esto podría más bien interpretarse como un proceso de
reafirmación del modelo de producción de alimentos sanos así como un reconocimiento de la
necesidad de promover -y proponer- una alternativa a la dependencia alimentaria.
En consecuencia de los expuesto hasta éste punto en la monografía, y como continuidad, nos
parece pertinente señalar cuáles son los próximos movimientos y qué perspectivas tiene hacia
futuro el movimiento de Pueblos Fumigados de la provincia de Buenos Aires. Al respecto,
citamos a Fernando Cabaleiro, Abogado y miembro de la ONG Naturaleza de Derechos,
quien realiza el siguiente diagnóstico: “estos últimos 10 años si bien se ha avanzado con
algunas decisiones judiciales y reclamos de vecinos en forma vehemente que han permitido
obtener logros importantes hoy nos encontramos con una coyuntura en la cual tenemos una
ley que cuenta con una media sanción que minimiza los efectos que tienen los agrotóxicos en
la población, a lo que tenemos que sumar también una minimización que hace el estado en
cuanto a los efectos que tienen los agrotóxicos en el consumo de alimentos con residuos de
los mismos".
Por su parte Margot Goycochea, integrante del Foro Ambiental de Los Toldos, hace un
balance sobre el acercamiento de los vecinos y cómo vivió el proceso alrededor del cambio
en los modos de plantación: “Cuesta involucrarse, aunque con los años se fue tomando
conciencia y hoy todo el mundo sabe qué pasa con los agroquímicos, sabe por qué se
enferma. Eso quedó claro, pero hace años que lo estamos luchando (...). Yo soy una de las
privilegiadas que vivió lo que estamos hablando ahora de agroecología, nosotros lo vivimos
sin decirlo. Por eso tengo mucha salud gracias a Dios, y mi madre mucho más que yo aún.
Porque nos criamos de forma sana, con nuestros alimentos, los alimentos de la casa, la leche
al pie de la vaca como diríamos, las frutas agarradas con la mano, comerlas sin lavar.
Entonces para nosotros fue tremendo ver lo que vino después”.
En San Andrés de Giles, sede del anteúltimo encuentro, los mismos pueblos organizados en
rechazo al envenenamiento de la tierra y la población comenzaron a debatir en profundidad el
modelo agroecológico como una alternativa posible y necesaria. Este año se continuó ese
debate y se sumó otra cuestión fundamental: la necesidad de poner en diálogo a este modelo
de producción, comercialización y consumo para la vida junto con el movimiento feminista.
“El debate fue largo e intenso dada la complejidad del tema que abordamos”, explicó
Antonella Dicandia, integrante de la organización anfitriona Ecos de Saladillo, y
continuó: “Lo que nos planteamos al momento de incluir este tema fue la ausencia del
debate de dos cuestiones que se están debatiendo fuertemente, por el lado de los
movimientos socioambientales la cuestión de la agroecología y el modelo extractivista
y por el lado de los movimientos feministas la cuestión del patriarcado y la violencia
de género”.
“Son momentos que compartimos entre compañeras, donde nos ayudamos en situaciones de
violencia de género“, expresó Janet. También agregó que “el área de género nos sirve como
lugar de contención y estamos acompañadas por las chicas de Mala Junta, colectiva feminista
de Patria Grande“.
Antonella, la joven promesa del MTE rural -aseguran-, problematizó sobre los roles
impuestos desde pequeña en su casa: “Desde que era chiquita mi mamá me enseñó que la
mujer debe barrer, ordenar su hogar, ocuparse de los chicos, atender al marido; a mí nunca
me gustaron esas tareas, sino que tengo otra visión de mi futuro“.
Los debates alrededor del modelo industrial de cultivo propuesto por Monsanto no se
vehiculizan como reclamos sino que es desde este mismo sector, el de los Pueblos
Fumigados, desde donde se piensan acciones propositivas en pos de generar y llevar a cabo
un modelo distinto, que respete la biodiversidad, que sea sustentable y que genere
producciones propicias para el consumo humano.
Carlos Pecorelli, docente y miembro de Paren de Fumigarnos de Mar del Plata reflexiona
que: “Por supuesto que hay alternativas, de hecho las había antes de este modelo. Este
modelo así, tan intensivo, es desde hace 20, 25 años, desde 1996 cuando entró la soja”. Por
su parte Gabriel Arisnabarreta analiza las potencialidades de la agroecología, considerándola
“mucho más que no usar agrotóxicos, realmente tiene que ver con lo social, con producir un
alimento que no dañe, que sea sustentable, que no dañe al ambiente que no dañe a la salud, la
tenencia de la tierra, que la familia viva en el lugar, que genere puestos de trabajo y no este
campo despoblado que tenemos hoy. Es un concepto realmente muy amplio, a nosotros nos
gusta decir que la agroecología es una forma de vida, una forma de pensar y de sentir las
cosas". Y agrega que: “No diría nunca que agroecología es nada más que producir sin
agrotóxicos, creo que también tiene una parte social, una parte cultural, por supuesto una
parte ambiental, una parte política, y todo se tiene que dar al mismo tiempo para poder hacer
agroecología”.
Figura 1: Cobertura de cultivo de soja transgénica por departamentos en todo el país y Provincia de Buenos
Aires (2016)
Gráfico 1: cantidad de toneladas de Glifosato por ha en distintos sectores de la Prov. de Bs As, desde 0-2 Kg
(Rosa Pálido) hasta 12 o más Kg (Bordó oscuro).
Tabla 1
semillas semillas
alimentación alimentación
sociedad sociedad
educación educación
comunicación/ comunicación/
medios medios
territorio arte
acciones/ mapeo ciencia/
activida- tecnología
des género
Tabla 1: Comisiones de trabajo de los encuentros de pueblos fumigados que fueron relevados, por categorías o
palabras clave. Fuente: elaboración propia en base a diversas fuentes.
Tabla 2
Comisiones Encuentros
Territorio 2012
Acciones/actividades 2012
Mapeo 2014
Arte 2018
Ciencia/tecnología 2018
Género 2018
Tabla 2: Comisiones de trabajo en categorías o palabras clave según su aparición en los encuentros de pueblos
fumigados que fueron relevados. Fuente: elaboración propia en base a diversas fuentes.
6. Bibliografía
Barruti, Soledad, 2013, “Malcomidos: Cómo la industria alimentaria argentina nos está
matando”. Editorial: Faldegort.
Huerquen Comunicación en Colectivo, “Los Pueblos Fumigados de Buenos Aires”,
documental audiovisual, 13/03/2018.
https://www.youtube.com/watch?v=DqvouXOWrys&feature=youtu.be
Radio Futura, “Los pueblos fumigados avanzan hacia un modelo agroecológico“, entrevista
radiofónica, 19/03/2018.
http://fmfutura.com.ar/2018/03/los-pueblos-fumigados-avanzan-hacia-un-modelo-
agroecologico.html
Radio Futura, “Pueblos fumigados se enlazan para desterrar al modelo agrotóxico”, entrevista
radiofónica, 15/03/2018. http://fmfutura.com.ar/2018/03/pueblos-fumigados-se-enlazan-para-
desterrar-al-modelo-agrotoxico.html