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Primero, te conecta con el deseo de aprender. Sea lo que sea que estés intentando
aprender, existen una chispa inicial y un entusiasmo por el proyecto. Pero en
muchos de estos temas, por las fechas límite y el estrés, aquella chispa se pierde, y
se convierte en algo en lo que remoloneamos para conseguir hacerlo.
La segunda razón para crear un proyecto es que te permite asumir una gran tarea y
aprender casi cualquier cosa, no es algo que se consiga en una sola noche. Tienes
que dedicarle semanas. Hay mucho que abarcar. Tener un proyecto te da una
estructura que te permite saber semana a semana que vas por buen camino y
haciendo precisamente lo que necesitas hacer. Esa tranquilidad te permite
concentrar todas tus energías en aprender, en vez de en preocuparte de si estás
haciendo las cosas suficientemente rápido o si estás siendo demasiado perezoso.
Diseñar un proyecto no se refiere solo a la motivación y esperar que vaya todo bien.
Hay muchos detalles que tienes que hacer correctamente para construir un proyecto
con éxito. En las lecciones de esta semana, analizaré exactamente cómo puedes
diseñar un proyecto, estés asistiendo a clases en el colegio, en tu puesto de trabajo
o seas autodidacta.
Por ahora quiero que te pares y pienses acerca de aquello que te fascina acerca de aprender la
materia que estás aprendiendo ahora mismo. ¿Eres un estudiante? Debe haber alguna razón
por la que estás aprendiendo lo que estás aprendiendo. Bien hay una razón fundamental, que
tengas que aprenderlo para conseguir hacer lo que quieres hacer en tu vida o alcanzar el
siguiente nivel. O existe una razón intrínseca. La materia te atrae y te interesa. A menudo,, la
motivación es reprimida por el estrés de cumplir con fechas límite y completar tareas.