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El acuerdo al que llegaron los seis países de cuyo gobierno fue el promotor de la aplicaci6n

la Comunidad Económica Europea el 15 de del nuevo acuerdo.


diciembre de 1964, con el propósito de acelerar
la realización de un Mercado Común agrfcola, Por su parte, los productores y comerciantes de
afecta gravemente al agro español en general, naranjas,, agrupados en el Sindicato vertical,
y, en particular, al sector de los agrios. El han pedido al gobierno que acelere las conver-
« Reglamento » 23 del acuerdo de Bruselas del saciones con la CEE para que no se aplique el
15 de enero de 1962, ampliado en diciembre del citado K Reglamento 23 n y para que, en caso de
pasado año, permute discriminar las importa- que no se le atienda, tome las represalias
ciones procedentes de países terceros, mediante anunciadas y para que trate además de inten-
la fijación de precios mínimos de referencia y sificar el comercio con los países del Este.
la regulación de calidades y mercados. En el Nótese que una misión privada española se ha
caso concreto de las naranjas, el precio que puesto en relaciones con los orgamsmos impor-
ha de tomarse como base será el de Italia, tadores soviéticos que estarían dispuestos a
único país de la Comunidad que es productor importar 25 000 toneladas de naranjas españolas
de agrios. Todas las ofertas cuyo precio sea cuyo importe sería pagado en petróleo crudo.
inferior al italiano se verán afectadas por una Al parecer el gobierno español no ha formali-
tasa de compensación, que hara que el precio zado la operación porque desearía ser pagado
sea, en el supuesto más favorable, igual al en divisas, puesto que las refinerías españolas
italiano. controladas por los americanos se opondrfan
a refinar el petróleo soviético.
Esa medida tendrá graves repercusiones sobre
las exportaciones españolas de vinos, arroz y La posición del gobierno español -que ya ha
hortofruticultura, cuyos precios son inferiores declarado no haber recibido garantías de que
a los de Italia y el sector más directamente su petición sea tenida en cuenta- es,. como se
afectado será el de los agrios, ya que los que comprende, bien difícil, porque su úmca arma,
España exporta al Mercado Común suponen las amenazas, no puede asustar a nadie. Las
el 70 % de las exportaciones totales del país de represalias económicas que pudiera tomar
esos productos. Se calcula que, en caso de que perjudicarían en primer término a la propia
el x Reglamento 23 u se ponga en vigor, esas España, puesto que harían disminuir las unpor-
exportaciones de agrios disminuirían en unas taciones de bienes de equipo procedentes del
500000 toneladas. El señor Ullastres ha calcu- Mercado Común. Importaciones que España
lado que, dado ese supuesto, las pérdidas anua- adquiere en dicha zona económica, no porque
les para España serían del orden de los 50 millo- tenga ninguna predilección por los = seis w,
nes de dólares, es decir, tanto como se sino porque le es económicamente ventajoso.
esperaba poder aumentar anualmente las expor- En cuanto a un posible aumento del comercio
taciones agrícolas. con los países del Este, y por lo que respecta
a los agrios, no dejaría de ser una declaración
La reacción del gobierno español consistió en más, sin ninguna eficacia, puesto que, a corto
anunciar a la CEE que, si tal acuerdo se plazo, dichos países no podrán alcanzar un
realizaba, habría de verse obligado a tomar volumen de consumo de agrios semejante al
una serie de medidas, a guisa de represalias. que actualmente tienen los países del Mercado
Medidas que consistirían en restringir las Común.
importaciones procedentes de los países miem-
bros, especialmente de uno, al que si bien no La objetividad más elemental obliga a reconocer
se le nombra, es evidente que se trata de Italia, que la posición de Italia en este « conflicto
© faximil edicions digitals, 2002 116
Notas

naranjero> es lógica y no sería diferente la favorables a España de algunos medios de


que adoptarla España si fuera miembro de la consumidores de los países miembros de la
CEE. Italia, que ha tenido que soportar la CEE- ningún gobierno de los K seis » ha dado
desventaja que para ella representó la fijación garantías al español de que la medida no se
de los precios de los cereales por las autori- adopte, sobre todo por lo bien fundado de las
dades de Bruselas, quiere ahora, para conservar peticiones italianas y por la necesidad de
el equilibrio, que como contrapartida se le acelerar la política agrícola común, lo más
proteja su hortofruticultura. seguro es que las autoridades de Bruselas se
decidan a poner en vigor el « Reglamento u 23.
En realidad, el fondo del problema está en que Y en este supuesto, la sensible disminución de
España pueda o no asociarse al Mercado las exportaciones españolas es de esperar que
Común y no decimos integrarse puesto que, produzca un efecto beneficioso: el de que los
por razones que son obvias, no es eso lo que productores comiencen a darse cuenta de algo
puede intentar en este momento. En efecto, las que es evidente, de que su principal enemigo
diferencias que hoy separan a Italia de España, no es Italia sino la existencia del sistema
ya empieza a tenerlas España con los demás u paternalista » regido por el gobierno de
países productores de naranjas. Es decir, la Madrid.
elevación de los costes, debido al aumento de
los salarios y al general del nivel de vida. Así, Es indudable que la llamada n guerra de
la única soluci6n al conflicto suscitado por la naranjas > es ~610 uno, de los múltiples aspec-
competencia en el sector de los agrios en el tos : económicos, sociales,, culturales, que plan-
Mercado Común, consiste en que España logre tea la pervivencia del regimen, que son inhe-
asociarse a él. De este modo quedaría solucio- rentes a 61 y que sólo han de desaparecer
nada la cuestión actual de los precios al cuando los españoles tengan unas instituciones
productor, que son muy bajos en España, y políticas similares a las de los demás países de
además el de la competencia italiana que -en la Europa en formación. Y esta « guerra »
condiciones de mercado semejantes- no ten- quizá pudiera tener una virtud, la de contribuir
dría gran importancia debido a su escasa pro. a la aceleración del proceso irreversible que,
ducción. a plazo más o menos corto, habrá de permitirles
a los españoles salir del largo y penoso sistema
Pero, como es sabido, la asociación, i ual que dictatorial bajo el que viven. Cuando ese requi-
la integración económica, exige que ef Estado sito -condición sine qua non-, se cumpla,
que formule esa petición tenga un régimen España podrá solicicitaq, con la seguridad de
democr&ico semejante al de los dem&s paises obtener una respuesta afirmativa, su asociación,
miembros del Mercado Común, puesto que éste e incluso su incorporación al Mercado Común,
.,sólo es, en esta etapa, una plataforma econó- remediando así los graves problemas que
mica, con vistas a la realización futura de la plantea a nuestra agricultura de exportación su
integración política que ha de dar lugar a la situación marginal en relación con aquella zona
creación de una Federaci6n Europea. Es pues económica europea.
evidente que la única causa de que España M. S.
no pueda incorporarse a la CEE es la perma-
nencia en el poder del régimen actual, que la
hace incompatible con las naciones que integran
esa organización. Esto lo sabe mejor que nadie
el propio gobierno de Madrid que emplea toda
clase de argucias con el propósito de desviar
la atención de los españoles, acudiendo a la
Banca
diversión estratégica -al fin y al cabo táctica
militar-, de culpar unilateralmente a los italia-
nos a los que acusa de no tener en el problema
y Opus Dei
otra preocupación que la sórdida de defender
con censurable materialismo unos intereses que Pública y notoriamente, el Banco Popular Espa-
califica de bastardos. ñol pertenece al Opus Dei. Si la lista de sus
consejeros y de sus directores no fuese bas-
Está claro para quienes conocen los entresijos tante elocuente, bastaría observar el especta-
del problema, que éste no ha de resolverse cular desarrollo de esta entidad bancaria desde
antes del comienzo de la campaña de expor- 1957, momento en que fueron designados minis-
tación, y como -a pesar de las reacciones tros Navarro Rubio (exconsejero-delegado del
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