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INMUNOLOGIA

Parte de la medicina que estudia los mecanismos fisiológicos de respuesta del


organismo frente a la presencia de microorganismos, toxinas o antígenos.
INMUNIDAD
Estado de resistencia natural o adquirida que poseen algunos organismos frente a
una determinada enfermedad o al ataque de un agente infeccioso o tóxico.
Sistema inmunitario
Es un conjunto de órganos, tejidos y sustancias cuya principal tarea es proteger al
individuo de la invasión de organismos patógenos (virus, bacterias, parásitos)

TIPOS DE INMUNIDAD
La inmunidad –estado de protección contra enfermedades infecciosas– incluye
componentes innatos y adaptativos. Los primeros existen de manera natural
basándose en el principio de que el sistema inmunitario posee o crea defensas
contra antígenos que no identifica como propios y que le son desconocidos.

Inmunidad natural pasiva

Este tipo de inmunidad depende de la transferencia de elementos defensivos


preformados a un receptor. El mejor ejemplo es el paso de anticuerpos de la madre
al feto a través de la placenta. Estos anticuerpos, también se encuentran en la leche
materna, ofreciendo inmunidad pasiva al lactante.

Una de las características más importantes de este tipo de inmunidad es su


rápida instauración y corta duración, ofreciendo protección transitoria
inmediata posterior al nacimiento o mientras dure la lactancia.

No deja memoria: no crea defensas que permanezcan de forma prolongada


en el cuerpo y podría enfermarse de entrar en contacto con un
microorganismo infeccioso, sin importar que en el pasado haya estado
protegido gracias a anticuerpos ajenos.
Inmunidad natural activa
Se logra con la infección natural por un virus o bacteria. Al sufrir la enfermedad
infecciosa se desarrolla una respuesta inmunitaria primaria, conocida como “primer
contacto”, lo cual produce memoria inmunitaria a través de la generación de
Linfocitos B y T.
De ser exitosa la inmunidad, las exposiciones subsecuentes al germen o “segundos
contactos” desencadenarán una reacción inmunológica intensificada mediada por
estos Linfocitos memoria que lo eliminarán y evitarán que se vuelva a presentar la
enfermedad que este ocasiona.

Barrera anatómica
La inmunidad natural innata también comprende las barreras de defensa fisiológica,
anatómica, fagocítica e inflamatoria. Estas barreras, sin ser específicas, son muy
eficaces para evitar la entrada al cuerpo y activación de la mayoría de los
microorganismos (Goldsby, Kindt, Osborne, & Kuby, 2014).
La piel y las mucosas son los mejores ejemplos de barreras anatómicas naturales.
La piel presenta células en su superficie que neutralizan gérmenes a través de la
producción de sudor y sebo que inhiben el crecimiento de la mayor parte de los
microorganismos.
Las mucosas recubren las superficies internas del cuerpo y ayudan en la producción
de saliva, lágrimas y otras secreciones que eliminan por lavado y arrastre posibles
invasores y además contienen sustancias antibacterianas y antivirales.
El moco también atrapa microorganismos extraños en las mucosas, sobre todo la
respiratoria y la gástrica, y ayuda en su expulsión.
Barrera fisiológica
Las células inmunológicas que componen las barreras fisiológicas de defensa
modifican el pH y la temperatura circundantes, eliminando así muchos patógenos
locales.
Asimismo producen otras sustancias y proteínas como la lisozima, el interferon y las
colectinas, capaces de inactivar ciertos gérmenes.
Se cree que una de las principales características de las células que participan en
la inmunidad natural innata es la propiedad del reconocimiento de patrones.
Se tratada de la capacidad para identificar una clase específica de moléculas, que
al ser exclusivas de ciertos microbios y no estar nunca presentes en organismos
multicelulares, son identificadas de inmediato como enemigas y atacadas.
Barrera fagocítica
Otro mecanismo innato de defensa es la fagocitosis, proceso mediante el cual una
célula defensiva – macrófago, monocito o neutrófilo – se “traga” material identificado
como ajeno, ya sea un microorganismo completo o parte de este.
Es una herramienta fundamental de defensa inespecífica y se lleva a cabo en
prácticamente cualquier tejido del cuerpo humano.
Barrera inflamatoria
Si en definitiva algún patógeno logra sortear todas las barreras previas y ocasiona
un daño tisular, se desencadena una compleja secuencia de fenómenos que se
conoce como reacción inflamatoria.
Esta reacción esta mediada por diversos factores vasoactivos y quimiotáxicos que
producen vosodilatación local con el consecuente aumento del flujo sanguíneo,
aumento de la permeabilidad vascular con edema o hinchazón y finalmente la
afluencia de numerosos elementos celulares y humorales que se encargarán de
eliminar al invasor.
La inmunidad natural puede presentar disfunciones importantes, algunas muy
frecuentes como las alergias y el asma y otras no tan comunes pero sí muy severas
conocidas como Inmunodeficiencias Primarias.
Estas se manifiestan a muy temprana edad y se caracterizan por la presencia de
infecciones severas a repetición, muy difíciles de tratar y que pueden incluso afectar
el normal desarrollo del individuo (British Society for Inmunology, 2017).
Existe actualmente un movimiento social masivo en contra de la inmunización
artificial, cuyos principales argumentos son las posibles reacciones adversas de las
vacunas y la capacidad del organismo de generar sus propias defensas, es decir, la
Inmunidad Natural (College of Psysicians of Philadelphia, 2018)

https://www.lifeder.com/inmunidad-natural/

INMUNIDAD ADQUIRIDA

Son las defensas que comprenden el reconocimiento específico de un


microorganismo que se ha abierto paso en las barreras de la inmunidad innata.
La inmunidad adquirida se centra en generar anticuerpos en el organismo para
dar una respuesta específica después de estar en contacto con un microorganismo.
A diferencia de lo que sucede en la inmunidad innata, la inmunidad adquirida es
más pausada para responder, ya que requiere de algunos días para manifestarse,
pero si cuenta con un componente memorial e incluye la producción
de linfocitos (tipo de leucocito) y anticuerpos. Por ejemplo, las personas que se
recuperan del sarampión o de la viruela, generalmente, son inmunes a estas
enfermedades en exposiciones posteriores.
Gracias a la permanente evolución de la medicina con el paso de los años, se
descubrieron métodos que permitieron simular la inmunidad adquirida, a través de
la exposición intencional de las personas a versiones inocuas de los agentes
patógenos que causaban ciertas enfermedades, convirtiéndolas en inmunes; hoy
día, este proceso se conoce como vacunación.
ANTÍGENOS Y ANTICUERPOS
Los antígenos y los anticuerpos realizan funciones primordiales en la respuesta
del sistema inmunitario; ambos constituyen respuestas inmunitarias. Los
antígenos llevan a cabo una respuesta inmunitaria muy específica que, en
la inmunidad humoral (inmunidad creada por los anticuerpos), da como fruto
la producción de anticuerpos aptos para recordar al antígeno que les dio origen.
Por esa razón, los antígenos que causan estas respuestas se conocen con el
nombre de inmunógenos.
Las principales características de los antígenos son:
 Los compuestos antigénicos son componentes de los microorganismos
invasores como cápsulas, flagelos, paredes celulares, las envolturas de los
virus, etc.
 Son polisacáridos (proteínas grandes).
 Cuentan con dos componentes, los epítopos y haptenos, que les permiten
interactuar con regiones específicas de los anticuerpos.
 La gran mayoría tienen un peso molecular de 10.000, o incluso mayor.
En cuanto a las características de los anticuerpos, se pueden señalar las
siguientes:
 Se originan en respuesta a un antígeno, el cual pueden reconocer y
fusionarse a él.
 Se emplea el término inmunoglobulinas (Ig) para referir a los anticuerpos,
ya que son proteínas del tipo de las globulinas (proteínas con una forma
compacta y globular).
 Cada anticuerpo cuenta con al menos dos sitios muy parecidos de unión a
los epítopos, llamados sitios de unión al antígeno.
 Un anticuerpo divalente, con estructura molecular más simple, se le
llama monómero.
Los monómeros son las inmunoglobulinas más abundantes, pero también se
pueden presentar con diferentes tamaños y disposiciones.
TIPOS DE INMUNIDAD ADQUIRIDA
1. Inmunidad adquirida natural activa. Se alcanza cuando el sujeto contrae
una enfermedad que le otorga inmunidad. Además, los antígenos entran al
cuerpo de forma natural, y al mismo tiempo, induce a la producción de
anticuerpos. Por ejemplo, el sarampión.
2. Inmunidad adquirida natural pasiva. Ocurre cuando se obtienen
anticuerpos en forma natural, por ejemplo: los anticuerpos se transfieren de
la madre al feto por medio de la placenta y el lactante recibe protección de la
leche materna.
3. Inmunidad adquirida artificial activa. Es la inmunidad que aportan las
vacunas que se colocan a los individuos para prevenir que contraiga cierta
enfermedad.
4. Inmunidad adquirida artificial pasiva. Este tipo de inmunidad se obtiene
cuando a un organismo se le suministran anticuerpos preformados en un
organismo distinto como suero antiofídico a través de inyección.

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