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LA CONQUITA NEGOCIADA: guarangas, autoridades locales e imperio en

Huaylas, Perú (1532-1610)


Autora: Marina Zuluaga Rada.
IFEA; IEP, 2012.
INTRODUCCIÓN
 Guarangas: organización sociopolítica.
 Tema de exploración: las guarangas y sus líderes entre los años 1532 y
1610. Exactamente su dimensión y significación política.
 Centrando el análisis en los sistemas organizativos y de gobierno de los
guarangas y en sus principales representantes, los caciques de guarangas.
 Huaylas: fue una identidad política definida e identificada. Fue una provincia
inca y luego una reducción en la época colonial. Es una historia regional. Sin
embargo trasciende a la región de Huaylas, ya que buscan entender las
relaciones de poder en un área más amplia, sierra norte del Perú, donde las
guarangas constituían el elemento más significativo del sistema político indio
en la época colonial.
 También constituye una historia política local y regional. Guarangas y sus
caciques.
 La historia analizada, está situada a una coyuntura o contexto en que se
replantea, rehaciendo, construyendo y reconstruyendo.
 Pueblo de indios: concepto trabajado por Bernardo Gracia Martínez.
 Los españoles para imponer su poder colonial tuvo que conocer los
elementos fundamentales de la organización política y económica de la
sociedad indígena en el ámbito local y regional.
 Sistemas andinos de organización socio político.
 Los españoles buscaron líderes locales más ilustres o conspicuos que los
representarán. Justamente aquellos líderes que sirvieron de engranaje o
intermediario fueron la Curacas -término utilizado en la época incaica-, en
época colonial este término será cambiada por cacique – término caribeño-.
 Las guarangas fueron una organización política intermedia entre los señoríos
y los ayllu. Esta estructura política fue la base de cualquier organización
mayor. Ya sea en la época pre inca, inca e hispánico. Las autoridades de
estas guarangas hicieron factible la conquista, fueron los mediadores entre
los conquistadores y la población conquistada. Con sus participaciones se
construyó el nuevo sistema colonial. Que hizo posible el tránsito del mundo
incaico a los hispánicos. Sobre esta base -guarngas- se establecieron las
encomiendas.
 Guarangas: es una estructura política intermedia entre los pequeños y
grandes curacazgos (señoríos, reinos confederaciones) y ayllus.
 Concepto de análisis: sistema político andino.
 Nota: revisar el texto reproducción y transformación de las sociedades
andinas siglo XVI – XX. Dos tomos. Editores Segundo Moreno y Frank
Salomón.
 Texto de la autora en cuestión: “la organización política India”. “La
historiografía y las guarangas”
Capítulo 1: las guarangas y la conquista
 Los primeros informantes de la estructura política andina fueron los
funcionarios del imperio incaico. Una de esas provincias incaicas fueron los
Huaylas. Estaba segmentada en dos mitades y cada una de ellas, estuvo
dividida en seis guarangas.
 Los caciques fueron los principales interlocutores, participaron directamente
para identificar la organización política local.
 Huaylas y Recuay, ya desde mucho ante habían sido reinos constituidos por
varios curacazgos o guarangas.
 En la época pre inca, el Reino de Chuquirrecuay, habría estado constituido
por tres guarangas: Ichocpomas, Allaucapomas e Ichochonta. Posiblemente,
también Marca.
 El Hanan Huaylas, se encomendó el mismo Pizarro; luego esto paso o fue
concedido a Vasco de Guevara. En cambio el Hurin Huaylas, corrió dista
suerte, esta zona sur antes de los incas fue denominada Chuquirrecuay. Este
territorio, fue entregado como encomienda a Sebastián de Torres y a
Jerónimo de Aliaga, en el año de 1538, al inicio fue compartida por ambos,
luego se dividieron y quedará estructurada de la siguiente manera:
encomienda Recuay y Guaraz (ahora serían dos). La primera incluía a las
Guarangas de Ichocpomas, Allaucapomas e Ichochonta; mientras que la
segunda pertenecieron las de guarangas de Ichoc Guaraz, Allauca Guaraz y
Marca. Con la primera se quedaría Jerónimo de Aliaga y con la segunda
Sebastián de Torres. Posteriormente la encomienda de Guaraz es
subdividida, cada una de las tres guarangas se convierten en encomiendas,
el artífice de tal división fue Vaca de Castro. La encomienda Allauca Guaraz
– capitán Rui Barba, Ichoc Guaraz- Hernando de Torres, Marca-Cristobal de
Torres. En esta zona el principal cacique fue Guaman Cochachi. Muchos
historiadores coinciden que Marca o Collana habría sido creada u organizada
por los incas, mediante los Mitimaes; sin embargo existen testimonios de
muchos indios del años 1574, que afirman, que tanto Allaucapomas,
Ichocpomas, Ichochonta y Marca habrían pertenecido al reino de
Chuquirrecuay, antes de los incas. Y uno de los Curacas gobernantes habría
sido Hinchiraque.
 Las doce guarangas que constituyeron a la provincia de Huaylas.
“podemos definir las guarangas como un cuerpos políticos formados y
consolidados a los largo del tiempo. El nombre de guarangas (que significa mil) se
ha relacionado con la organización decimal inca, pero ello no nos debe confundir.
Los especialistas concuerdan en que las guarangas representaban complejas
organizaciones sociales previas a los incas y propio del norte peruano.” (p. 44).
Las guarangas más que una representación numérica es un concepto político-
social. Las guarangas se caracterizan por ser segmentadas, esto al contener a su
interior partes menores jerarquizadas (pachacas o ayllus).
 Pachacas, representación numérica=100. Esto remite a una referencia fiscal-
tributaria. Este al igual que las guarangas en una unidad política, pero de
menos rango y un nivel básico de liderazgo político. Luego las pachacas
serán denominadas, ayllus, en esta predominaba más las relaciones
parentales.
 Las guarangas son plenamente una organización política. Los españoles,
buscaron como aliados esencialmente a los jefes de las guarangas, cacique.
Al interior de las guarangas existieron muchos ayllus.
 La fortaleza de las guarangas consistía en la capacidad de articular la
heterogeneidad de las pachacas o ayllus.
La cohesión del grupo [en guaranga] se expresaba políticamente en la figura del
curaca de guaranga, que asumía el gobierno común, conjugaba todos los poderes:
gubernamental, religioso, fiscal, judicial y militar, y se aseguraba espiritualmente
“por el hecho de ser todos protegidos por un antepasado mítico.” (p. 49)
En la época preinca, la Unión de varias guarangas constituían un reino,
confederaciones o señoríos; en la inca, entidades políticas conformaron las
provincias incas; y en la época colonial, las encomienda y posteriormente los
corregimientos. (p. 50)
[En la época inca, algunos cambios que se introdujeron fueron]… la incorporación
a una nueva demarcación administrativa con patrones externos, tales como la
estructura Hanan y Hurin; la reordenacion del espacio y del acceso a los recursos;la
imposición de dioses regionales (provinciales) y estatales (sol); la introducción de
autoridades políticas y regionales jerárquicamente superiores a las locales; y el
traslado masivo de pobladores locales -muchas de las cuales seguían
perteneciendo políticamente a sus guarangas- junto con el asentamiento
(permanente o temporal) de poblaciones étnicas y políticamente diferentes. (p. 59)
 El cambio más importante fue: la creación de las provincias (organizaciones
político-administrativo inca). La cual es más probable que estuvo constituida
por diez mil unidades domésticas. Esto en las zonas norte de los andes. La
provincia inca de Huaylas, estuvo constituido aproximadamente por doce mil
unidades domésticas.
El principal nexo entre ambas mitades (Hurin y Hanan) era la existencia de una
autoridad política que se situaba por encima de ambos y representaba al Estado
inca -Tocricoc-….. (p. 62)
Las atribuciones de los caciques de guaranga incluían hacia dentro las funciones
de gobierno, organización y administración de justicia, además del liderazgo
religioso y militar y la representación del grupo hacia fuera. (p. 71)
 Administrar los recursos, regular los accesos de las familias que componían
a las guarangas, organizar sus prestaciones de trabajo y establecer los
turnos. Con el fin de asegurar el bienestar del grupo, tenían que ampliar las
tierras, mejorar la infraestructura y programar tares productivas, prevenir
riesgos y a la vez defender los recursos de las usurpaciones. Por último
dentro de su jurisdicción ejercía justicia.
En el jerarquizado sistema de poder andino, en el que predominaba un sistema
piramidal de lealtades políticas, las guarangas -organizaciones políticas
compuestas por varias pachacas- constituían instancias políticas esenciales para
ligar las organizaciones más básicas del sistema, las pachacas (que constituían
pequeños grupos de familias emparentadas entre sí y que reconocían antepasados
comunes)… (p. 72)
 Cuando se descompuso la provincia incas, Huaylas, en tres (Chuquirrecuay,
Guaraz y Huaylas). Producto de este hecho afloraron como protagonistas
indiscutibles las guarangas. Los caciques de guarangas se mantuvieron
como actores políticos primordiales en la reorganización del sistema de poder
local durante el período temprano colonial.
Capítulo 2: Las guarangas y las encomiendas (1532-1548)
 Los encomenderos: el nuevo orden. La cesión o la entrega de encomienda
no incluía el otorgamiento de derechos judiciales ni de gobierno al
encomendero, lo que limitaba su acción legal. Los encomenderos dependían
de los caciques. La posesión de encomiendas, era el principal vehículo de
ascenso social para los conquistadores y ella, por si sola confería honra,
estimación y autoridad.
 Cacique de Marca: Hernando Caquexambo.
 El encomendero tenía la obligación de evangelización y la seguridad de indio,
según la Cédula, pero esta no estaba reglamentada.
 La simbiosis entre encomendero y caciques. Vínculo o alianza entre ambos.
Los encomenderos no vivían en sus encomiendas. Los caciques viajaban a
la ciudad, tres veces al año, para entregar los tributos a sus encomenderos,
luego este podía quedarce a vivir durante días en la ciudad.
 Los caciques: cacique principales, fueron nombrado por los españoles. El
cacique principal era elegido entre todos los cacique de guaranga. Aunque
esto no fue una novedad en los andes.
 Las guarangas y sus caciques se insertaron en el sistema de encomiendas.
[…] las reformas incas tendieron a una mayor centralización y, en consecuencia,
bien pudieron contribuir a alterar los sistemas políticos locales, caracterizados como
vimos por patrones de poder dispersos, negociados, basados en un equilibrio de
poder entre los diferentes líderes de las guarangas que lo componían. Este equilibrio
podría haberse rato al designar en el mando de la provincia inca y de sus mitades
a algunos de los linajes de determinar guarangas situándose por encima del resto.
(p. 95) Nota: la organización inca fue jerárquica y tensas entre el cacique principal
nombrado por los incas y las guarangas. La cual fue desmontada por los invasores.
Los españoles a la hora de designar a los caciques principales, recurrieron a la
tradición histórica local, tratando de trasladarla a su propia lógica sucesoria. Los
cacique “administraron” la información histórica y la acomodaron a sus intereses,
intentando hacerlo legible a sus patrones hispanos. (p. 96)
 El poder autónomo de los caciques de guarangas dentro de la encomienda.
 Los caciques de guaranga fueron muy independientes del cacique principal
en los asuntos referidos al ejercicio de la autoridad dentro de la guaranga.
La permanencia de las guarangas y de sus caciques no solo se basó en el hecho
de que fueron las estructuras políticas locales sobre las que se asentó el reparto de
encomiendas, sino en que internamente (dentro de cada una de las encomiendas)
Estas estructuras fueron reconocidas, cada una de ellas autónomamente, como
elementos fundamentales para el buen funcionamiento de la encomienda en los
ámbitos organizativo, administrativo y político. (p. 100)
 La encomienda estuvo constituido por varias guarangas, los caciques de
cada uno de ellas, tuvo la obligación de recaudar los tributos.
 Los caciques de guaranga mantuvieron sus autonomías. Cada guaranga, así
tuviera un número reducido de tributarios que otros, era considerado igual al
resto.
 Los españoles, ya desaparecido las provincias incas, respetaron el orden
local, caciques de guarangas. Fueron elementos fundamentales para el
mantenimiento del cargo local: respeto al pacto político, la cristianización y el
reconocimiento de la legitimidad del cacique en su guaranga.
 Funcionamiento del pacto político: entrega de tributos y de paso
mantenían su poder local. Todos los caciques de guaranga se mantuvieron
fieles a sus respectivos encomenderos. Colaborando activamente con ellos,
incluso contra los propios indios. Exactamente, la n primera vez, que pucieron
a prueba su apoyo a los españoles, fue cuando Pizarro los necesitaba para
defender ante la amenaza de las tropas rebelde de Manco Inca.
Exactamente, quienes apoyaron fueron los Huaylas, encabezado por el
cacique principal, Cristóbal Vilcarrima, junto a caciques de otras guarangas.
 Entre los años 1538 y 1540, las zonas de Conchucos y Huánuco
permanecieron en guerra. Sebastián de Torres, encomendero, fue asesinado
por lis indios de la guaranga de Marca. También hubo rebeliones de los indios
de Conchucos. Pero estas revueltas fueron sofocado por los caciques.
 La cristianización: la cristianización de los caciques estuvo ligado al
encomendero, muchos de los caciques adoptaron como nombre de bautizo
el de su propio comunero.
 Legitimidad del cacique en su guaranga: el cacique tenía que mantener
su legitimidad entre la población de su propia guaranga. Los conquistadores,
respetaron la autonomía de gobierno y el liderazgo de los caciques de
guaranga dentro de cada encomienda. Y respetaron la sucesión.
El sistema de la encomienda, pues, se basó en la simbiosis de encomendero y
caciques y en los poderes que representaba cada una; la legitimidad y la
legitimación de estas respectivas autoridades y del ejerció de su poder eran
interdependientes. Ambas crecían y se fortalecía si encajaban entre sí. El relativo
éxito del régimen de las encomiendas para hacer viable políticamente el difícil
tránsito entre los sistemas incas y español se basó en la facilidad desde ajuste entre
ambos poderes. (p. 113)
[…] ambos protagonistas encontraron márgenes para reinventar y recrear las
normas, reelaborar y reafirma sus propias identidades sociales y políticas en un
nuevo contexto e ir estableciendo una organización política a partir de sus propias
tradiciones, pero asumiendo las de los otros para crear un orden político nuevo y
factible en ese tiempo específico -aunque móvil y dinámico- y en ese lugar concreto,
generando nuevos significados políticos a partir de la experiencia adquirida por
ambas partes.(p. 114).
Capítulo 3. Una época de transición: las guarangas y los corregimientos (1548-
1570)
 El nuevo acercamiento del poder imperial al escenario político local. Los
españoles mediante sus visitas realizaron recojo de informaciones
cuantitativas y cualitativas del territorio Andino. Gracia a ellos se tuvo
información sobre la población, la organización sociopolítica y los recursos
de las diferentes unidades sociales y políticas que componía el imperio
incaico. Las primeras visitas fueron impulsadas por Pedro de la Gasca. Las
primeras visitas que llegaron a Huaylas fue dirigido por Merlo y Gómez de
Caracas. Luego seguido por el arzobispo Loayza, Tomas de San Martín y
Fray Domingo de Santo Tomas.
 La situación política de Huaylas entre 1548 y 1560.
1. El declive del poder de los encomenderos y el fortalecimiento el poder
de los caciques y el ascenso de la iglesia (curas o sacerdotes). La
caída de los encomenderos se da después de las guerras civiles
protagonizadas con la corona. Jerónimo de Aliaga abandonó la
encomienda de Recuay en 1550, se retiró a España, esta quedo bajo
la administración de dos de sus descendientes desde Lima, ambos
terminaron disputándose. En cambio la encomienda de Huaylas fue
entregado a Vasco de Guevara, de ese modo se le quito
definitivamente a doña Francisca Pizarro, su encomienda.
2. El afianzamiento del poder de los caciques. La visitas de la década de
los 50, demostraron que los caciques aún seguían manteniendo y
ejerciendo atribuciones de gobierno y justicia. El control de
información aún estaba en sus manos. Los caciques controlaban el
censo y el tributo de la población y a la vez controlaba la fuerza de
trabajo, esto los hacia insustituibles como intermediarios ante los
españoles. La presión tributaria recaía en los caciques, esto fue muy
agobiante al inicio de la conquista. La exigencia tributaria se flexibiliza
a partir de la década de los 50 y 60, mediante las retasas y tasas. Se
reduce significativamente la tribulación global a cada una de las
guarangas. Ejemplo: se eliminó el oro, se redujo a cuatro mil pesos la
cantidad de plata, disminuyó el número de ovejas a entregar etc. (ver
página 127 y 128). Los caciques podían reclamar derechos, muchas
veces se le concedió.
Para lograr una exitosa gestión económica, los caciques, además de ocuparse de
la distribución y organización de la mano de obra de su guaranga, controlaba y
administraban los bienes de la comunidad, un hecho que les facilitó enormemente
su misión y que además les daba un inmenso poder. (p. 131) bienes de la
comunidad: tierras agrarias no distribuidas, las aguas, los montes, los pastos
de estas los miembros de las guarangas se beneficiaban colectivamente o
individualmente.
 Al poder político y el prestigio social y religioso de los caciques se suma su
poder económico (patrimonio privado, esta se incrementó más a partir de la
conquista). Los caciques seguían manteniendo sus privilegios económicos
prehispánicos, como el derecho a determinados bienes y servicios (recibían
camaricos, disfrutaban de servicios personales, se beneficiaba de mitayos).
A la vez podían ser, conjuntamente con su linaje dueños de tierras y
animales. Muchos de ellos adquirieron propiedades a inicio de la conquista,
ya sea individualmente o en sociedad con algún español.
3. El creciente poder de los curas. Al inicio de la invasión los frailes y
curas, practicaron muchos abusos a los indios, por ejemplo:
amancebamiento, servicios personales, cobros indebidos a los indios
por supuestas faltas, cohecho con los caciques, trabajos abusivos
para la edificación de la iglesia, etc. Los curas tenían la gran ventaja
de defenderse mediante las leyes canónicas, o amparar o acogerse a
la jurisprudencia católica más no a la civil. A la vez se apoyaba en toda
una red de sustenten y funcionarios que le apoyaron en la
catequización de la población dispersa andina. Específicamente eran:
fiscales, alguaciles, alcalde de doctrina (mulatos, mestizos,
yanaconas). Su base económica dependió de las donaciones, como
la de Francisca Pizarro y Francisca Ximenez, o también la donación o
bienes cedido voluntariamente por los indios. Los doctrinarios
ocuparon el vacío dejado por los encomenderos y por la ausencia
estatal en espacios locales, después de la guerra civil.
[Caciques y doctrineros] ambas autoridades disponían de numerosos instrumentos
para ejercer su poder: una red de gobierno, el control estadístico, tributario y de la
fuerza de trabajo de la población, y, en la práctica, atribuciones judiciales y penales.
(p. 143). Ante esta nueva estructura de poder implicada, la corona española tendrá
que trabajar para despertarla.
 El corregimiento de Huaylas entre 1565-1570.
1. El corregimiento de Huaylas. Los corregimientos fueron
introducidos a partir de la década de los 70. Los corregimientos
mantienen el mismo patrón de las encomiendas, en otros
términos es la continuación. El corregimiento de Huaylas
estuvo integrada por 4 encomiendas (Recuay, Marca,
Guaraz y Huaylas) y 12 guarangas. Los corregimientos fueron
establecidas con la finalidad de un mayor control tributario
efectivo y la presencia del poder imperial en las zonas locales.
Yungay se convirtió en la capital del corregimiento.
 La ordenanza de Cuenca y del gobernador Vaca de Castro, sustentan los
propósitos del sistema de corregimiento y a la vez pretendieron neutralizar el
poder de los doctrineros y caciques. Sostenían que dentro de los
corregimientos se debería crear los cabildos de indios. Según las ordenanzas
de Vaca de Castro los caciques no serían nombrados como aliados de los
cabildos de indios. Los corregidores tenían que nombrar dos alcaldes o más
de los naturales en cada repartimiento, con competencia jurídica
relacionados a los problemas entre indios. Según Cuenca, quienes tenía
que ocupar los cargos de alcalde de indios, serían aquellos indios casados y
cristianos. Los caciques queda inhabilitada en ejercer funciones de gobierno.
[…] los alcaldes de indios, a partir de ahora, no solo tendrán a su cargo la
administración de justicia, sino asegurarle bien común de la población
mediante el buen rendimiento recaudo y custodia de la comunidad,
funciones desempeñadas hasta ese momento por los caciques. (p. 148) sin
embargo, las autoridades españoles flexibilizaron esta imposición, toledanas
algunas prerrogativas a los caciques, ya que estos tenían prestigio y autoridad
moral, a la vez tenían legitimidad y aceptación en un buen sector de indígenas.
 Privilegios que mantuvieron los caciques: por el ejemplo el privilegio de ser
nobleza, pero ahora debería ser regulada y ponderada. Seguía libre de
cargas tributarias, recibir ciertos servicios de sus indios, se le prohibió a que
realicen sus grandes banquetes o que fueran trasladados en amacas, se les
restringió realizar tratos comerciales con los españoles o establecer
determinados negocios (establecimiento de bebidas). También se le dio
deberes: dar ejemplo de vida cristiana a sus indios (inculcar nuevos valores
occidentales y cristianos). También tenían que ejercer el tutelado de sus
indios, cuidado de su salud, evitando que sus indios salgan de su jurisdicción,
deberían de vigilar los hábitos y costumbres de sus indios. Con estas
reformas de los corregimientos, los caciques tuvieron
responsabilidades cívicas específicas, pues se les convirtió en agentes
fiscales del Estado, cuya misión sería cobrar tributos y la organización
del trabajo de los indios (función que data desde la época inca)
La asignación de estas función permitía no solo aprovechar la experiencia de los
caciques, sino insertarlos en el aparato estatal como funcionarios públicos
sujetos a la autoridad de sus superiores en el escalafón burocrático y con un
salario (p. 149)
 Se limitó el poder de la iglesia, como por ejemplo erigir templos y
monasterios. Fue desplazado de cuidar los hospitales y cobro de tributos
para la construcción de templos. Se intentó prohibir que administren los
bienes de los indios. También se buscó poner coto a las arbitrariedades,
abusos de los frailes y curas.
 La reacción a estas primeras reformas, no se hizo esperar, vino desde los
sectores de los caciques y doctrineros. Una de las decisiones más delicados
fue el traspaso de funciones del cacique al alcalde de indios. Los caciques
se quejaban, que cuyas medidas agredan sus derechos como señores
naturales, a su prestigio y poder que les correspondía. Buscaron preservar
su patrimonio ante la voracidad de los españoles, su claro se centraron en
recuperar las tierras y ganados del Inca y el Sol. La reacción de los Commented [rcmd1]: Debe de decir, pues claro.
sacerdotes fue unánime, pues empezaron a entorpecer la labor de los Commented [rcmd2R1]:
corregidores, negándole el registro de bautizo y matrimonio, la cual era
Commented [rcmd3R1]:
imprescindible para el empadronamiento de los indios.
Dos reformas (años: 40 y 60). La primera -de fuerte inspiración lascasiana- tenía
como fin debilitar el poder económico de los encomenderos y para aplicarla la
corona se apoyó en una alianza con la iglesia, particularmente con los frailes
dominicos, y con las élites indígenas locales, mientras que la segunda -con una
fuerte carga secularizadora y regalista- tuvo como objetivo desalojar del poder local
a los caciques y a los curas, para lo cual se sirvió fundamentalmente de los
funcionarios reales (p. 156).
Capítulo 4: las reducciones y las guarangas (1570-1580)
El proyecto político de Toledo y las audiencias locales:
 Francisco de Toledo, los que hizo fue profundizar lo que ya se venía
introducción en los andes, el sistema de corregimientos, que a la vez
consistía en la imposición de autoridades judiciales y de gobiernos
alternativos que desplazarán a los caciques y curas. Su papel político fue
mantener a los corregimientos, a los alcaldes de indios y a los caciques.
En su plan, plasmó en las ordenanzas, caciques y clérigos fueron desalojados
del gobierno y de cualquier posibilidad de ejercer justicia, funciones que asumiría
el Cabildo. […] logró matar dos pájaros de un solo tiro al implantar un muy
secularizadora de cabildos indígenas que no solo asumiría cualquier
obligación judicial y de gobierno en cualquier ámbito indígena, sino que,
inspirándose en el modelo secularizadora de Cuenca, otorgaría
jurisdicción a los alcaldes de indios, tanto para ejercer justicia en las
causas civiles y criminales de primera instancia, como en aquellos delitos
situados hasta el momento en la jurisdicción eclesiástica, como las causas
de idolatría, la comunicación ilícita, el amancebamiento, la poligamia, el
incesto, etc. (p. 159)
 Para el buen funcionamiento de su reforma, Toledo realizó una tasación
general y reducción general de los indios a pueblos.
 La tasación general y la reorganización de las finanzas públicas:
monitorización del tributo indígena y la organización del tributo a gran escala.
La corona española centralizó el tributo indígena mediante la caja
comunidad, la cual era fiscalizado y controlado por un representante real. Acá
ingresaba el total de tributos cobrados. De esta caja el corregidor, sacaba
para pagar al encomendero, la tasa de su encomienda; al cura, su sínodo; al
cacique, su salario; de ese modo todos fueron convertidos en pensionistas
del estado colonizador. Lo restante era destinada para gastos religioso,
sanitario, etc. De ese modo los corregidores tomaron las riendas de la
economía pública en el ámbito local. El virrey Toledo, al final no aplicó un
sistema universal de tributación sino particular, la cual consistió que se tenía
que tomar en cuenta la particularidad poblacional de cada encomienda, a la
vez de las guarangas. Para ello, las autoridades coloniales mantuvieron
intacta la estructura y organización de guarangas.
 La reforma fiscal y el control político. Caja de comunidad: controlada por el
corregidor, existía en cada corregimiento, se depositaba todos los fondos
públicos (ingresos y egresos). La reforma de Toledo, se caracterizó por su
espíritu regalista y secularizador, mediante él, la corona recuperó su poder
civil del monarca. Luchó principalmente contra los curas dominicos, fue
antilascasiana.
Las reducciones en Huaylas
 Reducciones y reducidores. El objetivo central de las reducciones fue
incorporar a los indios a la administración colonial y a la economía mercantil.
Zonas urbanas. Los caciques participaron, junto con los corregidores,
encomenderos y curas en el diseño de la reducción, bajo amenaza de perder
el título de cacique. Los caciques tenían la obligación de convencer a su
población, dirigieron la acción. Los caciques de guaranga, resultaron
sumamente importante en el diseño de territorio, planificaron la reducción,
eligieron el lugar, cantidad de reducciones, su información fue imprescindible.
 Características generales de las reducciones en Huaylas: se establecieron
cuatro reducciones (Huaylas, Recuay, Huaraz, Marca).
[La reducción es definida o hace referencia…] a la entidad corporativa colonial
pronto del proceso de reducciones de la población de una o varias guarangas y sus
respectivas pachacas en un asentamientos concentrado o en varios (constituyendo
en ese caso una jerárquica red cívico-religioso de localidades) Unidos por un
gobierno común: el Cabildo indígenas y una caja de comunidad o tesorería común.
(p. 176). En conclusión las reducciones estuvieron constituidos por varias
reducciones o asentamientos urbanos de diversos tamaños y jerárquicas. Cada
reducción era gobernada por un cabildo, con varios funcionarios públicos, elegidos
anualmente. En Huaylas, se establecieron 4 reducciones. La reducción de Huaraz
se centralizo en una sola zona urbana, mientras en las otras tres, cada una de ellas
fue agrupada en varias zonas urbanas. Pero las cuatro tuvieron un solo centro
administrativo desde la cual se ejercía la administración. Eso era la cabecera, en la
cual se fijaba la residencia de corregido, alcalde del Cabildo, la iglesia principal y la
caja comunal. Desde de ese centro se organizaba las tareas tributarias, las metas
laborales y el reparto anual.
 El diseño político-territorial de las reducciones de Huaylas y su
ordenamiento cívico-religioso.
1. La reducción de Guaraz.
2. Reducción de la guaranga de Marca o Collana. Fue reducido en los
asentamientos de San Lorenzo de Marca y Santa María de Ichoca.
Eclesiástico y civil respectivamente.
3. Reducción de Recuay. Estuvo compuesto por tres guarangas que
controlaban un amplio territorio. Pertenecían al área denominada Las
Vertientes, occidente de la cordillera Negra. Revisar documentos de
visitador Diego de Alvarez. La población de la Guaranga Ichochonta
fueron agrupados en los siguientes centro urbanos: San Idelfonso de
Recuay; San Juan de Pararín (250 tributarios), Cochapetin, Cotaparaco,
Tapacocha, Llacllin y Maravia. De esta Recuay fue la de mayor jerarquía,
de tal modo fue elegido la cabeza civil y eclesiástica de la reducción.
Paralela a la reducciones se establecieron las parroquias,
correspondiéndole a la guaranga de Ichochonta tres parroquias: Recuay,
con su anexo Aija; Pararín, con sus anexos Llacllin y Maravia; y
Cotaparaco, con sus anexos de Cochapetin y Tapacocha. La población
de la Guaranga Allaucapomas se agruparon en los siguientes
asentamientos urbanos: Sucha -se le dio la categoría de Parroquia-, Aija
-pasó a depender eclesiásticamente a la parroquia de Recuay-, Pampas.
Por último la guaranga de Ichocpomas se le agrupó en los siguientes
asentamientos urbanos: Pira, Caxamarquilla y Pampas. Nota: Pampas se
convirtió en un asentamiento mixto, por albergar a los pobladores de
Allaucapomas e Ichocpomas.
4. Reducción de la reducción de Huaylas. Estuvo constituido por seis
guarangas. La cabecera civil y eclesiástica fue el centro urbano de
Yungay. Los otros centros urbanos fueron: Carhuaz, Caraz, Huaylas y
Macate.
5. Nota: cada uno de las cabezas de las reducciones pertenecían a una
cabeza de corregimiento, desde la cual el corregidor ejercía funciones de
gobierno, judiciales y administrativa.
La ubicación del edificio eclesiástica en la plaza central del nuevo
asentamiento, junto a la casa del Cabildo, muestra su importancia y
profundidad imbricación cívico-religioso ene le diseño político-territorial
toledano. Esta imbricación se manifestó también en la asociación del nombre
de la reducción, generalmente uno prehispánico, al de un santo. Era
obligatorio asistir a la doctrina, ya que era un elemento cívico fundamental.
 Cambios en el patrón de asentamiento: concentración y urbanización. Antes
de la llegada de los españoles la población de los andes vivían dispersos,
organizadas en peños asentamientos, cada una de ellas estaban constituidas
por pequeños grupo de familias, sus casas estaban próximos a sus tierras de
cultivos, cada una de ellas no sobre pasaba las 40 familias, cada uno de
estos asentamientos estaban ligados entre sí mediante un cacique de
Pachacas. Los miembros de cada uno de los asentamientos, obedecía
órdenes del cacique, quién a la vez les cobraba los tributos. La guaranga de
Recuay, estuvo constituido aproximadamente por 102 asentamientos, fueron
reducidos a 11 asentamientos urbanos. Con las reformas toledanas, se da
una mayor concentración de la población. Este proceso de reducciones
género incertidumbre en los andinos, perder sus tierras de cultivo, ante ello
los colonizadores flexibilizaron y aceptaron que los andino pudieran tener
tierra de cultivo dentro de las una legua del asentamiento concentrado. Ante
esta concentración los caciques intercedieron, para no perder sus dominios,
probablemente estos fueron oídos, por tal razón la reducción de Recuay
mantuvo una población casi dispersa. Ejemplo: la guaranga de Ichochonta
consiguió retener tierras lejanas en zona Yunga, en la localidad de Maravia.
Guaraz no solo se pobló con indios pertenecientes a las dos guarangas de Ichoc
y Allauca Guaraz, sino también con indios Mitimaes, como los yauyos que
quedaron incorporados a la guaranga de Ichoc, y los Mitimaes de Allauca
Guaraz, que poblaron una zona Yunga en Matacoto. (p. 205). Toda esta
población fueron integraron a una sola parroquia de San Sebastián de Guaraz.
 Las guarangas dentro de las reducciones. En cada uno de las reducciones
se reconoció a los caciques. El pleito por los cacicazgos eran muy frecuente.
Capítulo 5. Las guarangas tras la reforma (I). Los efectos de la implantación
de las reducciones en el sistema de poder local (1580-1590)
 La década de los corregidores (1580-1590). Resumen: si la década de Los
30-50 fue de la supremacía de los encomenderos y Caciques en el ámbito
local; los años 50-70, fueron el predominio de los curas y caciques; y los años
80 fue de los corregidores. Los corregidores eran los administradores del
tributo, en la práctica controlaba la caja comunal.
 Los cobradores de tributos. Los caciques gobernadores fueron los
recaudadores de tributos, tuvieron el apoyo de los caciques de piscapachaca
y pachaca. Maravia, habría sido una pachaca, su cacique Domingo presentó
quejas, sentenciado que el corregidor no entrega fondos para la construcción
de las puertas de la iglesia dentro de su jurisdicción (ver la cita de la página
224). Cuando se pedía fondos para la construcción de las iglesias locales, se
generaba muchas trabas burocráticas, ya que el pedido tenía que pasar por
el corregido y luego por la Real Audiencia; en cambio para la construcción de
la catedral de Lima, para los seminarios, el hospital de Santa Ana, no hubo
ninguna restricción, de la partida económica. También existía quejas de las
carencias de medicinas, el cacique de Maravia, denunciaba que en sus
asentamientos faltaban camas, medicinas para curar y atender a los indios
enfermos.
 La resquebrajada autoridad de los curas. Los doctrineros fueron
convertidos en funcionarios del estado colonizador. El corregidor descontaba
a los curas y doctrineros de las faltas o ausencias en sus doctrinas o sus
deudas que contrajeron con los indios.
Capítulo 6. Las guarangas tras la reforma (II). Las reacciones a la reforma
(1580-1610)
 La reacción de los caciques y curas a la reforma.
1. Las armas de los caciques. Dentro de sus guarangas, aun los caciques
mantuvieron enorme poder. Está claro, que ellos, también los caciques
de piscapachaca y pachaca seguían siendo propietarios de tierras y
ganados y seguían aprovecho mano de obra de sus indígenas para sus
empresas agrarias. También estos, tomaban decisiones sobre las tierras
comunales, en teoría no las podían vender, pero en la práctica lo hacían.
La importancia de los caciques esta que tienen conocimiento de la
información demográfica. Se los acusaba de manipular el padrón
poblacional. Muchas veces los caciques inflaban la cantidad de tributos a
cobrar, estas pudieran ser el tributo indígena o los derrames. Tuvieron
como un gran aliado a los curas o doctrinas.
2. La batalla por las rentas eclesiástica: la intervención de la iglesia y
su alianza con los caciques.
3. La restauración de patrimonio comunal.
[el] patrimonio asignado a la iglesia, hospitales y cofradías provenía siempre de los
recursos comunitarias controlados por los indios y se realizaba mediante diferentes
modalidades, entre ellas, la asignación de tierras por parte de los caciques, las
compras, el traspaso de bienes comunitarios civiles a los eclesiásticos y las
donaciones (p. 278)
Uno de los problemas más recurrentes de esta administración conjunta era la
apropiación indebida de patrimonio de iglesia y hospitales por parte de los
curas. Por ejemplo, el padre Pedro López de Figueroa, cura de Pararín, una
localidad poblada por habitantes pertenecientes a la guaranga de Ichochonta
y sede parroquia, fue acusado en 1592 por su sucesor, el padre Juan Juárez
de Toledo, de apropiarse de “cantidad de plata y ganado que no se le había
entregado como beneficiado y mayordomo de la doctrina” y de “no haber
dado cuenta de ello”. Al parecer, se trataba de quinientos pesos ensayados
que se negó a entregar “diciendo que de allí precisa para lo que debiere
dilatándolo muchos días sin hacer la dicha paga” y por ello se le encarceló.
(p. 280)
Hacia 1611 el patrimonio de la iglesia de Pararín era bastante grande, al punto
que los mayordomos encargados de sus bienes y ovejas de Castilla, don Juan
Martín, cacique y gobernador del dicho pueblo, y don Juan Casavilca, indio
principal del mismo, junto con un compañero llamado don Juan Cochachin, a
quienes pagaban sus tributos “por ser tributarios y acudir a hacer el dicho
oficio de administrador”, había entregado una suma muy importante de dinero
a Juan de la Presta, un mercader, “a quien le había dado para llevar a la ciudad
de México y en ella comprar para la iglesia desde pueblo dos imágenes de
bulto de San Juan y Nuestra Señora de Candelaria […] quien no les cumplió
pues no llegó a traer las imágenes” (p. 280)
Nota: durante el siglo XVII, el conflicto entre curas y cacique se fueron agudizando
por el control del patrimonio. Los caciques buscaron sus autonomías, pues está en
disputa los fondos de fábrica y hospitales.
 La proliferación de los caciques de “pueblo”.
La centralización y el control de las tesorerías locales por parte de los corregidores,
si bien habían constituido una piedra angular del sistema, se convirtieron en su
principal talón de Aquiles, pues condujeron a caciques y curas a una situación de
asfixia económica insostenible, que provocó una reacción conjunta de ambos,
apoyados decididamente y con todo su poder por el obispo Mogrovejo y la iglesia.
La recuperación en un plano local de las finanzas públicas dentro del ámbito
jurisdiccional religioso, y el afianzamiento y la autoidentificación creciente de las
localidades que componían una reducción, reflejado en la generalización de los
“caciques de pueblo”, hicieron el resto. (p. 294)
Nota: los caciques de pueblos empezaron a proliferar producto de la imposición de
la reducción. Al interior de las reducciones, las distintas localidades empezaron a
fortalecer sus identidades. Elemento que ayudó a fortalecer la identidad de estos
nuevos pueblos, fue lo religioso y sus festividades. Hubo una mayor red de
descentralización parroquial que lo civil.
[…] el afianzamiento de estas localidades procuro novedosas necesidades de
representación y actuación político-administrativo. Dentro de cada localidad se hizo
cada vez más la elección de mediadores que pudieran hacerse cargo de los
problemas específicos que afectarán a la localidad y que la representaran, tanto en
el gobierno de cabecera, como en múltiples asuntos formales burocráticos y legales
e informales. Fue entonces que empezó a proliferar en los diferentes asentamientos
de las reducciones un gran número de caciques que, significativamente, empezaron
a ser denominados en la documentación o ello mismo lo hacían como “caciques de
sus pueblos”, y no caciques de guaranga, piscapachaca o pachaca. (p. 290)
La corona término reconociendo legalmente esta situación y la
institucionalizó en 1618 al legislar que “cada pueblo indio debía tener un
alcalde elegido de su propia población, y en los pueblos de ochenta o más
casas, dos alcaldes y dos regidores”. A partir de ese momento, pequeñas
localidades de la reducción de Recuay, como Maravia, Llacllin o Cotaparaco,
logran tener su propio gobierno, […] Llacllin, gobernaban sobre pequeñas
porciones de población de un ayllus o una pachaca […] (p. 298).

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