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Vicente Rocafuerte y el periodo de 1835-1841.

Vicente Rocafuerte fue un prominente intelectual, escritor, coleccionista, erudito y político


durante los primeros años de vida republicana del Ecuador. En el exterior Rocafuerte fue un
personaje polémico, residiendo en México durante muchos años donde sirvió a la nación
como un intelectual, escribiendo ensayos políticos con intenciones reformistas, por lo que era
considerado enemigo del gobierno y fue encarcelado por sedicioso. En enero de 1833 regresó
a Guayaquil, donde vendría a liderar una vida de política. Inicialmente fungió de diputado en
el congreso, siendo un ferviente opositor al gobierno floreano. Es por esto que cuando el
congreso le otorgó a Flores poderes especiales, Rocafuerte lideró una revuelta en su contra en
Guayaquil denominada la Revolución de los Chihuahuas en 1834. Esto le trajo más poder y
presencia política en Guayaquil, pero no evitó su captura por parte de Flores. Rocafuerte y
Flores se dieron cuenta que las intenciones secesionistas perduraban en la nueva nación, por
lo que se vieron obligados a pactar para así evitar el quebranto de la misma. Es de este modo
que Vicente Rocafuerte llega a ostentar el cargo de Jefe Supremo del Guayas en amistad con
Flores, habiendo acordado la alternancia del mandato máximo.

En enero de 1835 se gesta la Batalla de Miñarica entre las fuerzas separatistas y el ejército
nacional a cargo del General Juan José Flores. El 31 de enero Rocafuerte fue proclamado Jefe
Supremo del Estado del Ecuador, para final el año vendría a portar el cargo de Presidente
Constitucional del Ecuador. Rocafuerte proclamó la constitución de Ambato en agosto de ese
año, buscando con esta asegurar la alternancia del gobierno ejecutivo, así como generar
reformas educativas y religiosas. En México Rocafuerte desarrolló varias ideas que luego
vendría a poner en práctica con cierto grado de efectividad durante su gobierno, el de la
libertad de culto y la reforma carcelaria. La libertad de culto era clave para Rocafuerte, ya
que no solo exalta los ideales de libertad que buscaba, sino que reducía el poder al clero
católico de importante manera, algo que Rocafuerte consideraba imperante para el progreso
de la nación. El no se oponía a la religión, más bien la exaltaba como uno de los pilares
claves de la sociedad, a lo que se oponía tajantemente era al clero corrupto que imperaba en
América, llegando incluso a ser llamado hereje, termino que mas bien adopta con orgullo
(Zevallos, 2014). Su reforma carcelaria, inspirada en el sistema de rehabilitación británico,
fue laudada en México como una alternativa a los métodos punitivos tradicionales,
enfocándose más bien en la rehabilitación del preso para su efectiva reinserción a la sociedad.
Rocafuerte era un hombre republicano que había coqueteado con ideas de federalismo, pero
que en su avanzada edad, ya como presidente dedicó la mayor parte de su tiempo y esfuerzos
a mantener la unidad en la nación, llegando incluso a liderar un gobierno represivo y
sanguinario contra todos aquellos que fuesen hallados como sediciosos (Zevallos, 2014).
Rocafuerte terminó su mandato en 1939 recomendando al pueblo ecuatoriano que preste su
confianza a su sucesor, Flores. Desde Guayaquil Rocafuerte siguió su vida política como
gobernador (dando fuerte lucha a las epidemias de fiebre amarilla), cargo al que intentó
renunciar en 1841 con poco éxito, lo que significaría que Rocafuerte estuviera presente
cuando se redactase la “Carta de la Esclavitud”. Al redactar esta constitución quedaba
anulada aquella de Ambato hecha por Rocafuerte, algo que invocó la furia del expresidente
quién regresó en su enemistad con el viejo general.

Bibliografía:
Zevallos, J. G. (2014). Vicente Rocafuerte: Pensamiento y práctica política. Quito: Secretaría
Nacional de Gestión de la Política.

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