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SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN Y LA INAPLICIDAD DE LEYES

INCONSTITUCIONALES.

Según lo establecido en los artículos 272 inciso d) de la constitución, y 163 inciso


d) de la Ley de amparo, exhibibición personal y de Constitucionalidad, la Corte tiene
competencia para:

“Conocer en apelación de todas las impugnaciones en contra de las leyes objetadas


de inconstitucionalidad en casos concretos, en cualquier juicio, en casación, o en los
casos contemplados por la ley de la materia.”

De acuerdo con esta norma, el control constitucional no se limita a ley


strictu- sensu, como producto de la potestad legislativa del Congreso de la República,
sino que, también comprende los reglamentos y disposiciones de carácter general que
dicte el Organismo Ejecutivo, así como las demás reglas que emitan las instituciones
publicas, lo que trae aparejada, como consecuencia, de prosperar la acción la no-
aplicabilidad del caso concreto de las normas y disposiciones emitidas por el poder
publico, que contraríen lo dispuesto en la Ley Fundamental.

Como se expuso anteriormente, el control de constitucionalidad puede ser


concentrado, cuando se ejerce a través de acciones directa en la Corte de
Constitucionalidad, y difuso, al promoverse estas acciones en casos concretos ante un
juez del orden común de cualquier instancia, en cuyo caso las mismas tendrán efectos
ínter-partes, sin perder su vigencia del ordenamiento jurídico. Las características de este
sistema son:

Los jueces están obligados a respetar la Constitución, tienen el deber poder-deber de


aplicarla. Por cuanto si una ley es inconstitucional los jueces deben preferir el texto de la
constitución. La garantía de la supremacía e inviolabilidad es nulidad de las leyes
inconstitucionales (no son nubilidad), por lo que los jueces no se encuentran obligados a
aplicarlas. Al contrario, lo que debe aplicarse es la constitución, de conformidad con el
principio de constitucionalidad consignando en él articulo 175 de la constitución de la
Política de la Republica y 115 de la Ley de amparo, exhibición personal y
constitucionalidad. En Guatemala históricamente existieron normas constitucionales que
catalogan al control de la constitucionalidad de leyes como difuso basado en la
supremacía de la Constitución y la nulidad e ineficacia de los actos inconstitucionales. De
acuerdo con este sistema difuso de justicia constitucionalidad, todos los jueces tienen él
deber de examinar la constitucionalidad de las leyes y de decidir no aplicarlas cuando las
consideren inconstitucionales, dando preferencia a las normas de la constitución.
La denominación de las leyes debe entenderse en una acepción extensiva,
comprendiendo no solo las leyes formales aprobadas por el Congreso o Asamblea
Legislativa, sino por las corporaciones municipales y los actos normativos de otros
órganos estatales, incluyendo reglamentos.
La inconstitucionalidad en caso concreto puede plantearse en los siguientes casos:

A) Cuando exista un proceso como consecuencia de una acción y dentro


de este se deba aplicar una norma que alguna de las partes considera
inconstitucional, por lo que plantea la inconstitucionalidad, no siendo
esta la cuestión principal sometida a la decisión del juez, sino una
cuestión incidental relativa a la ley que el juez debe aplicar para la
resolución del caso, cuya no-aplicación es requerida.

B) Cuando se plantea como acción en una demanda ante un juez, en cuyo


caso esta seria la única pretensión. El poder de los jueces de controlar
la constitucionalidad de las leyes no solo puede ser ejercido en litigios
concretos, en relación con las leyes cuya aplicación solicitan las partes,
sino se puede plantearse como acción de inconstitucionalidad como
única pretensión, en cuyo caso se plantea la demanda, se da audiencia
por nueve días a las partes y al ministerio Publico para posteriormente
resolver.

EFECTOS DE LA DECLARATORIA DE INCONSTITUCIONALIDAD EN CASOS


CONCRETOS

Por ser la nulidad de las leyes inconstitucionales una garantía de la Constitución,


particularmente en relación con las leyes que violen o menoscaben los derechos
fundamentales, la decisión de los jueces en el sistema difuso de justicia constitucional,
cuando deciden no aplicar una ley que consideran inconstitucional, tiene efectos
declarativos. El juez en el caso concreto, al juzgar que la ley que se le pide aplicar es
inconstitucional, lo que hace es declarar la inconstitucionalidad de la ley, señalándola
como tal desde que fue publicada (ab initio), lo que significa que la considera como si
nunca fue valida y como si hubiese sido nula.

La decisión de los jueces en estos cosos tiene efectos ex_ tunc o retroactivos,
impidiendo que una ley considerada inconstitucional e inexistente pudiera producir
efectos. La decisión del juez no es una declaratoria de la nulidad de la ley que
considerada inconstitucional, sino una declaratoria de que la ley es inconstitucional, al
desaplicarla en el caso concreto, que esa ley nunca ha surtido efectos en el mismo estima,
al desaplicar la ley, y que esta no existe, y que nunca ha existido.

Este puede ser el efecto de su decisión. El juez al conocer un caso concreto


pretendidamente regulado en el pasado por una ley que una de las partes del proceso
exige sea aplicada, al decidir la inaplicabilidad de la ley al caso concreto, esta ignorando
la ley (en su criterio inconstitucional, y por tanto estimando que la misma en el pasado,
nunca tuvo vigencia sobre el caso concreto, sometido a su consideración. Los efectos de
la decisión del juez en un caso concreto al declarar la inaplicabilidad por
inconstitucionalidad de la ley, son los de una sentencia declarativa: El juez declara la
inconstitucinalidad de la ley u no la aplica, la ignora, estimando que nunca ha surtido
efectos con relación al caso, lo que equivale a ínter partes y, por tanto, relativos. Señala
Mauro Cappelletti, al referirse a los ordenamientos que siguen esta formula, que carece
de control, de eficacia general, Erga Ommnes, pues únicamente posee eficacia particular
limitada al caso concreto. El juez considera que la ley es inconstitucional, la desaplica y
estima que nunca pudo surtir efectos exclusivamente en relación con el caso concreto
cuyo contenido ha sido sometido a su conocimiento, de acuerdo con sus competencias
procésales y los efectos de esa decisión. Por supuesto su decisión no obliga a los otros
jueces y ni siquiera al mismo juez que la dicto, quien en otro juicio puede variar el
criterio jurídico. La ley inaplicada en un caso concreto, por otra parte, no se ve afectada
en su vigencia general con motivo de esa decisión, ni el juez tiene competencia alguna
para declarar la nulidad de la ley, lo que en Guatemala esta reservado de manera
exclusiva y excluyente a la Corte de Constitucionalidad, considera una ley inaplicable por
inconstitucional al caso concreto, la ley como tal continua vigente y solo perderá sus
efectos generales si es derogada o si se le declara nula por sentencia de la citada Corte.

Conforme al anterior sistema difuso que estuvo vigente en Guatemala, se


declararon inaplicables, por inconstitucionales, desde hace mas de 30 años y en
aproxidamente veinte casos, los decretos numeran 2 de la junta de Gobierno y 68 del
Presidente de la Republica, 1954, que confiscaba el patrimonio de los funcionarios de los
Gobiernos democráticos de Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz Guzmán y, sin embargo, a
la fecha dichos decretos por la viuda del Presidente Arbenz, para que conforme al sistema
concentrado se les anulen y expulsen definitivamente del ordenamiento jurídico.

Durante la actual Corte de Constitucionalidad una gran numero de normas han


sido declarados inaplicables a casos concretos, por considerar que son inconstitucionales,
entre ellas puede mencionarse él articulo 243 del código procesal civil y Mercantil, en la
parte que dice: “Para que se conceda el recurso de apelación, el arrendatario apelante
debe acompañar su solicitud el documento que compruebe el pago corriente de los
alquileres o haber consignado la renta dentro del juicio. La Corte considera que al limitar
el recurso de apelación al arrendatario apelante mientras que al arrendante no se le limito,
se violaba el derecho de igualdad. Los principales argumentos del fallo fueron que el
proceso Civil se fundamenta en determinados principios, entre los que se encuentra,
como fundamental, el de igualdad, que consiste en que ambas partes de litigio deben
tener las mismas oportunidades para hacer valer sus derechos. En ese sentido, la ley
puede establecer que se limita el recurso de apelación a ciertas resoluciones, lo que
ocurre por ejemplo en la primera parte del articulo citado que preceptúa que en los juicios
sumarios de desahucio solo son apelables los autos que resuelvan las excepciones previas
y las sentencias; lo mismo sucede en los precesos de ejecución o en el juicio oral, pero
esa limitación es aplicable tanto al actor como al demandado. En esos casos no existe
ninguna trasgresión al principio de igualdad que informa al proceso y, por consiguiente,
tampoco existe violación a norma constitucional alguna. Sin embargo, se falta al referido
principio si la norma procesal concede la facultad de apelar únicamente al demandante y
la restringe al demandado. En el derecho procesal se estima que una resolución declarada
inapelable para las dos partes o una prueba denegada para ambas partes, no constituyen
violaciones legales al principio de igualdad ante la ley, pero el quebrantamiento existiría
si al actor se le permitiera alegar, probar o impugnar lo que estuviera prohibido al
demandado o viceversa.
Esta norma no fue aplicada dentro del juicio en el que se promovió, ya que se
declaro inconstitucional en caso concreto y, por ende, sin aplicación ínter-partes.

Con posterioridad podría promoverse una acción general de inconstitucionalidad


contra esa norma, para la que ya habría un antecedente de su inconstitucionalidad,
produciendo de esta manera efectos generales.

En casos concretos se ha declarado la inconstitucionalidad de una gran cantidad


de disposiciones legales que violan la Constitución, las que dejan de surtir Inter.-partes,
incluso se han declarado inconstitucionales, en caso concreto, disposiciones de tratados
internacionales, como lo que sucedió con la inconstitucionalidad del articulo V del
tratado de extradición suscrito entre los gobiernos de Guatemala y de los Estados unidos
de América, el veintisiete de febrero de mil novecientos tres, y su Convención
Suplementaria, en el que se declaro inconstitucional una frase del citado articulo y por
ello dejo de surtir efectos en ese caso en particular.

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