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CAPITULO 2.

MECANISMOS DE FALLA Y FILOSOFÍAS DE


DISEÑO
2.1 El proceso de diseño estructural

El proceso de diseño estructural tiene como finalidad proveer al sistema, en su conjunto,


capacidad para resistir las fuerzas bajo las que trabajará, ofreciendo un comportamiento
adecuado y evitando un incipiente colapso para casos extraordinarios de carga. Es
importante mencionar que este proceso de diseño esta sujeto a las restricciones
impuestas por los proyectos alternos como lo son las instalaciones, arquitectura, así
como limitaciones de costo y tiempo de ejecución.

La posibilidad de lograr un sistema estructural eficiente es el resultado de aplicar un


buen criterio de diseño, el cual se debe al conocimiento de conceptos fundamentales y al
poner en práctica la experiencia adquirida, por esta razón, deben considerarse los
siguientes aspectos:

ƒ Estructuración.- Esta es la etapa más importante del proceso de diseño, ya que


durante su desarrollo se elige el sistema estructural, los materiales de los que se
compondrá éste y se hace la distribución y dimensionamiento de los elementos
resistentes, por lo que es la etapa que requiere de una mejor intuición y
conocimiento.

ƒ Análisis.- Una vez propuesto el sistema y configuración de los miembros


estructurales se procede a la aplicación de las acciones bajo las que trabajará la
estructura durante su vida útil, por lo que se requiere seguir los siguientes pasos:

o Modelado de la Estructura.- Consiste en construir, de forma idealizada,


un modelo teórico del sistema estructural, sometido a las acciones de
diseño requeridas y condiciones de apoyo, esto para determinar el
comportamiento en cada elemento (vigas, columnas, muros, losas, etc.) y
en la estructura global. Cabe mencionar que debe tenerse especial
cuidado en la concepción del modelo, ya que no deben omitirse
elementos que podrían influir en la respuesta del edificio, dando como
resultado un modelo simplista, pero tampoco debe caerse en el extremo
opuesto, donde se exagere en la modelación de elementos que no
contribuyen en el comportamiento global del sistema. Para el desarrollo
de un modelo, de acuerdo con la teoría correspondiente, se siguen
algunas hipótesis que deben analizarse con especial atención para no
hacer consideraciones incorrectas o sin un fundamento sólido, ya que nos
llevaría a definir un comportamiento erróneo e irreal.

o Determinación de las Acciones de Diseño.- Dentro de la teoría del


análisis estructural se definen dos tipos de acciones, las estáticas y las
dinámicas; las primeras se refieren a cargas invariables en periodos de
tiempo corto, ya que son producto de los materiales, equipo y uso que se
le da al inmueble, por lo que podría pensarse en cargas permanentes
durante lapsos de tiempo largos. Las acciones dinámicas son variables
durante el transcurso de instantes de tiempo y que pueden ser debidas a
fenómenos naturales (cargas accidentales) tales como sismos, viento,
oleaje, entre otras. Durante el proceso de análisis es importante realizar
una estimación de las acciones bajo un criterio adecuado, ya que una
incorrecta consideración de éstas, podría traer como consecuencia
grandes daños estructurales y, en algunos casos, el colapso del sistema.
Aunque se presentan grandes incertidumbres en la determinación del
valor de estas acciones, los reglamentos establecen algunas
recomendaciones o requisitos que intentan evitar errores tan
significativos, lo cual optimiza en gran medida el desarrollo del modelo
estructural deseado.

o Determinación de los Elementos Mecánicos de Diseño.- Durante esta


etapa del análisis, se determinan las acciones internas (momentos
flexionantes y torsionales, fuerzas axiales y cortantes) desarrolladas en
los diversos miembros estructurales que componen el sistema, así como
se definen los niveles de deformación en dichos elementos (flechas,
distorsiones, etc.). Las metodologías de análisis suponen por lo general
un comportamiento elástico-lineal, lo cual es un aspecto teórico de
consideración.

ƒ Dimensionamiento.- Una vez desarrollado el modelo se definen, detalladamente,


las propiedades geométricas y mecánicas de los elementos estructurales, de
modo que se cumpla con los requisitos y disposiciones de seguridad adoptados.
Además, se realizan los planos y especificaciones estructurales necesarias para
la correcta construcción y ensamble.

Dentro de las herramientas que se emplean durante el proceso de diseño estructural


figuran los manuales, ayudas de diseño, reglamentos de diseño y programas de
cómputo para el desarrollo de modelos bidimensionales y tridimensionales. Por esta
razón, se citan las siguientes recomendaciones en relación con la aplicación de
dichas herramientas:

i. Sólo se deben emplear si se conoce la teoría sobre las que están


basadas, las hipótesis implícitas y sus limitaciones.

ii. Una vez definido el caso particular al que se va a aplicar se debe


verificar si los datos necesarios se pueden determinar fácilmente y
cuidar el sistema de unidades en las que se trabajará.

iii. Una vez que se han obtenido resultados es necesario hacer una
revisión a conciencia de éstos, ya que podrían estar dando datos
irreales y poco creíbles como consecuencia de algún error en el
modelado o información de entrada.

iv. Como en la mayoría de los casos se asumen ciertas hipótesis propias


del proyecto en estudio que nos llevan a no tener en cuenta algunos
aspectos “secundarios”, es de vital importancia verificar si influyen
directamente y, de forma importante, en los resultados obtenidos,
como podrían ser algunas cargas actuantes en el sistema, condiciones
de apoyo y grado de restricción en la unión de ciertos elementos,
entre otras tantas.
2.2 Conceptos fundamentales

Para empezar este apartado es fundamental que concibamos como función principal del
sistema estructural el atender a las solicitaciones resultantes de la correcta operación del
edificio, tales como soportar acciones externas inducidas por el uso de la construcción y
por factores externos (viento, sismo, nieve, etc.) que producen deformaciones y
desplazamientos que se traducen en daños estructurales y no estructurales.

Así que consideraremos como acciones tanto a las cargas actuantes sobre el sistema,
como a las deformaciones y esfuerzos desarrollados hacia el interior de los elementos
estructurales como pueden ser los hundimientos de la cimentación, cambios
volumétricos por humedad o efecto térmico y fenómenos naturales como sismos,
huracanes o tormentas, por mencionar algunos.

Dentro del marco de la reglamentación mexicana vigente se definen tres tipos de


acciones respecto a su duración, las cuales se enuncian a continuación:

a) A. Permanentes.- Son aquellas que actúan en la estructura


continuamente sin variar su intensidad al paso del tiempo. En esta
clasificación entra el peso propio de la estructura, de los elementos no
estructurales, el empuje estático de líquidos y tierras, las
deformaciones y desplazamientos impuestos al sistema por efecto del
presfuerzo, hundimientos diferenciales y cambios volumétricos de los
materiales, etc. A este tipo de acciones se le conoce como Carga
Muerta

b) A. Variables.- Se refiere a aquellas cargas actuantes sobre el sistema


estructural con variaciones en su intensidad durante el paso del
tiempo como pueden ser las cargas de funcionamiento del inmueble y
los efectos de temperatura, entre otros. A este tipo de acciones se le
conoce como Carga Viva.

c) A. Accidentales.- Estas acciones son aquellas que no se deben al


funcionamiento del inmueble, sino que son provocadas por factores
externos y se presentan con intensidades muy significativas pero
durante lapsos de tiempo muy cortos. Un ejemplo de estas acciones
son los sismos, viento, oleaje, explosiones, etc.

Nota: Cabe mencionar que existen grandes incertidumbres en la determinación de estos tres tipos de
acciones, por lo que los códigos de diseño, mediante metodologías probabilistas, definen magnitudes para
cada una, logrando que el diseño se encuentre del lado de la seguridad estructural.

La respuesta de la estructura se refiere a todos los parámetros físicos que definen su


comportamiento al estar sometida a las acciones mencionadas en el párrafo anterior. Es
necesario aclarar que los edificios para cumplir con un funcionamiento óptimo deben
presentar una respuesta o comportamiento dentro de ciertos límites prescritos en los
reglamentos y códigos de diseño.
Fig. 2.2.1. Diagrama de funcionamiento estructural

Para clasificar la respuesta estructural de una construcción se establecen ciertos límites


de comportamiento llamados Estados Límite, los cuales están relacionados
directamente con los niveles de seguridad y funcionalidad. Se distinguen dos Estados
Límite principalmente: de Falla (ELF) y de Servicio (ELS) y se refieren a las
condiciones y rango de daño (parcial o total) dentro del cual está trabajando la
estructura. Debido a ello, es de vital importancia que el diseñador procure que la
estructura no incurra en estos estados de falla no sólo para las acciones de trabajo
(operación normal del inmueble), sino para acciones extraordinarias que podrían
presentarse. Lo anterior podría resumir como objetivo principal del diseño estructural el
proveer al sistema un nivel de seguridad adecuado ante las acciones que propician los
estados de falla en elementos estructurales y mantener las condiciones de operación y
funcionalidad bajo los estados límite de servicio.

Figura 2.2.2. Estados Límites de falla y servicio

El concepto resistencia debemos entenderlo como la intensidad de la acción actuante (o


combinación de acciones) que lleva a la estructura a un estado límite de falla, es decir,
que define la capacidad que el sistema tiene ante cierto tipo de acciones. La resistencia
de una sistema esta definido por las propiedades geométricas y mecánicas de los
elementos que la componen, así como los materiales de los que están hechos, es por
esto, que, dentro del contexto de los estados límite de comportamiento, la resistencia
denota la fuerza interna que produce un estado límite.

El cálculo de la resistencia de un sistema estructural está basado en dos conceptos:

a) Modelo analítico.- Se refiere a la concepción teórica bajo la que se


considera la estructura y las condiciones externas, teniendo algunas
hipótesis implícitas que simplifican el modelado del sistema
estructural en su conjunto.
b) Mecanismo de falla.- Consta del modelo de comportamiento que se
busca que cumpla la estructura al presentarse las acciones más
desfavorables para las que fue diseñada, o sea, para el estado límite
de falla.

Nota: Algo que es importante precisar es que tanto en los modelos analíticos, como en la calidad de los
materiales de los que están hechos los elementos estructurales, se tienen incertidumbres significativas, por
lo que se asumen algunas propiedades en el modelado de un proyecto.

El factor de seguridad FS es un índice del nivel de seguridad que tiene un sistema


estructural respecto a las acciones más desfavorables de diseño, lo que en palabras más
sencillas significa la capacidad resistente del sistema dividido entre las acciones que
debe soportar. Aunque este es un concepto utilizado durante mucho tiempo, más
adelante se comenta la forma en que se ha ido modificando su concepción.

Otro concepto fundamental que debemos destacar es el costo total de la estructura o de


la construcción en su conjunto, el cual se compone de la siguiente forma:

CT=Ci+CD

donde Ci es el costo inicial del inmueble, o sea, la inversión para realizar la


construcción, mientras que CD es el costo de las posibles reparaciones debidas a la
ocurrencia de las acciones desfavorables para las que fue diseñada, lo que indica que es
una estimación de la intensidad de los daños que podrían presentarse en un caso
extremo.

Se debe hacer especial énfasis en que el costo total de la estructura está íntimamente
ligado al factor de seguridad FS, ya que entre más seguro sea el edificio,
estructuralmente hablando, más costoso será construirlo, pues contará con elementos
más robustos, una cimentación más grande, etc.

2.3 La estructura

2.3.1 Principales elementos que componen una estructura

Los principales elementos resistentes que componen a un sistema estructural son los
siguientes:

ƒ Elementos Barra.- Son los miembros más simples y cuentan con una de sus
dimensiones sensiblemente mayor a las otras dos. Estos elementos pueden
representar miembros resistentes como vigas, columnas, contraventeos, tirantes,
entre otros.

ƒ Elementos Placa.- Estos elementos se caracterizan porque una de sus


dimensiones es sensiblemente menor que las otras dos y pueden representar
diafragmas como muros, losas o placas de conexión entre miembros resistentes.

ƒ Elementos de Superficie Curva.- Son elementos similares a las placas, pero con
la menor dimensión de un orden muy pequeño que permite la curvatura de la
membrana y que presenta un comportamiento semejante al de un cable. A estos
elementos suelen también llamarlos Funiculares o Cascarones y generalmente
se emplean en la modelación de cubiertas ligeras con curvatura definida por su
bajo peso propio.

Antes de entrar al siguiente apartado cabe mencionar que el sistema estructural en su


conjunto no es otra cosa que la interacción de un sistema horizontal y el sistema vertical
que lo soporta.

2.3.2 Principales sistemas estructurales (sistema vertical)

Antes de introducirnos en la definición de los diversos sistemas estructurales cabe


enfatizar que las propiedades más importantes de los elementos que forman dichos
sistemas son la Rigidez, Resistencia y Ductilidad, ya que son los encargados de soportar
las condiciones de carga tanto en dirección horizontal (acciones gravitacionales), como
vertical (acciones accidentales).

Aunado a lo anterior, debemos señalar que entre mayor sea el grado de hiperestaticidad,
es decir, que exista una mayor cantidad de elementos de soporte, lo que da una mayor
capacidad resistente y de deformación, mejor será el comportamiento, ya que como se
menciona en el concepto de sobrerresistencia, es más difícil que se presente la falla de
varios elementos al mismo tiempo.

Sistemas formados por Elementos Barra: Con diversos arreglos de barras se pueden
conformar sistemas estructurales de formas variadas, por lo que se clasifican en arreglos
triangulares (como armaduras) y rectangulares (como marcos). Los arreglos triangulares
se caracterizan porque resisten fuerzas axiales únicamente, mientras que los arreglos
rectangulares trabajan a flexión y cortante. Ambos sistemas pueden ser planos
(bidimensionales) o espaciales (tridimensionales).

Figura 2.3.2.1. Sistemas formados a base de elementos barra (2-D y 3-D)

Una de las virtudes de las armaduras es que trabajan como si fuesen vigas que
transmiten las acciones a lo elementos verticales y cada barra que la conforma se
aprovecha de forma eficiente. Además, por su geometría triangular se garantiza la
propiedad de indeformabilidad y se logra una distribución uniforme de las acciones,
facilitando el proceso de diseño. Estos elementos son empleados para salvar grandes
claros y soportar cubiertas ligeras como en construcciones industriales.

El marco es el sistema estructural más empleado en las estructuras modernas, formando


el esqueleto del edificio. Su gran ventaja se debe a que presenta un comportamiento
muy adecuado ante acciones sísmicas y de viento, salvando grandes espacios que lo
hacen muy funcional.

Estos marcos estructurales se conforman básicamente por trabes y columnas y los


muros pasan a un segundo plano, ya que su función es no-estructural como paneles de
relleno que delimitan espacios.
Figura. 2.3.2.2. Estructura esqueletal a base de marcos (Vista 3-D y 2-D)

Sistemas a Base de Placas: Mediante arreglos de placas verticales (muros) y


horizontales (losas) se pueden lograr sistemas estructurales tipo cajón. Sin embargo,
como la conexión de los diafragmas suele ser compleja e involucra la interacción de
diferentes materiales como concreto, acero y mampostería, da una pobre continuidad en
los apoyos, haciéndolo muy vulnerable ante acciones accidentales.

Estos sistemas suelen ser muy rígidos y se recomiendan para edificaciones de poca
altura, debido a su baja resistencia a fuerzas de tensión.

Figura 2.3.2.3. Sistemas formados a base de elementos placa

Los muros pueden ser de carga o rigidez y estar hechos de adobe, piedra, tabique hueco
o macizo o bloques huecos de concreto o bien ser de concreto reforzado. En general,
son bastante eficientes para resistir fuerzas elevadas en su plano si se toman
precauciones especiales para evitar problemas de falla frágil.

Sistemas Híbridos: Estos se refieren a aquellos sistemas que se forman tanto por
elementos barra, como por placas o elementos cascarón, los cuales pueden combinarse
de muchas formas. Por ende es importante mencionar su carácter de sistemas
tridimensionales, ya que la interacción de los elementos que los componen en ambas
direcciones (X-Y) resulta determinante en su comportamiento ante las acciones de
diseño.
Figura 2.3.2.4. Sistemas Híbridos (Elementos barra y placa)

Este sistema resulta eficiente y presenta un comportamiento adecuado si es construido


conforme al diseño estructural, ya que en ocasiones, por prácticas constructivas erróneas
no se desplantan de acuerdo a lo previsto, cambiando drásticamente el desempeño del
sistema ante las acciones extremas de diseño. Esto se verá más adelante.

2.3.3 Sistemas de piso (sistema horizontal)

Los sistemas de piso pueden ser a base de bóvedas de piedra, vigas de madera o de
acero y enladrillado o tablones con relleno de tierra, losas macizas de concreto apoyadas
sobre los muros, losas prefabricadas, losas macizas con trabes peraltadas formando
marcos con las columnas, losas planas aligeradas o reticulares, ligadas a las columnas
para formar marcos equivalentes, sistemas de losacero con trabes de acero formando
marcos con columnas, entre otras. Los más adecuados para resistir sismo son aquellos
en que el sistema de piso está ligado al sistema vertical (muros, marcos, o combinación
de éstos) formando estructuraciones continuas.

La función primordial del sistema de piso es la transmisión de las fuerzas verticales


hacia los apoyos que, a su vez, bajan hasta la cimentación y terreno de desplante;
además deben conectar adecuadamente los elementos verticales, formando un diafragma
rígido que distribuya correctamente las acciones horizontales.

Por su forma de apoyo se pueden clasificar estos sistemas como soportados en una o dos
direcciones y aunque existen varios materiales para su construcción, predomina el
empleo del concreto reforzado por su resistencia, costo, durabilidad y facilidad
constructiva. Si la losa trabaja en una dirección se asemeja al comportamiento de una
“viga ancha”, distribuyendo la carga hacia la trabes de sus extremos; mientras que si se
apoya en sus cuatro bordes, se considera trabajando en dos direcciones, experimentando
flexión en sus principales direcciones (X-Y) y con una distribución de carga hacia los
cuatro bordes y con una configuración trapezoidal para los claros largos y triangular
para los claros cortos. A continuación se mencionan los principales sistemas de piso que
se construyen en nuestro país:
Figura 2.3.3.1. Distribución de carga en losas apoyadas en una y dos direcciones

Losa Maciza: Se emplea en claros relativamente cortos y dependiendo su relación


geométrica (Largo x Ancho) se considera apoyada en una o dos direcciones. Este
sistema es el más empleado en la construcción de vivienda económica.

Figura 2.3.3.2. Losa maciza ligada a los elementos de soporte principal y secundario

Losa Aligerada: Actualmente estos sistemas han ganado popularidad porque se logran
espesores significativos pero sin incrementar en gran medida el peso de la losa, además
de que se construyen con elementos prefabricados, permitiendo una optimización en los
tiempos de ejecución de la obra. Aunque es un sistema apoyado en una dirección, por
sus características, se ahorra en gran medida en cimbra y se aprovecha más la
resistencia del acero de refuerzo.

Figura 2.3.3.3. Losa aligerada (Vigueta y Bovedilla)

Entre los sistemas prefabricados más empleados se encuentran los formados por vigueta
y bovedilla, por paneles de spancrete o por una combinación de acero y concreto
mediante membranas de lámina rellenas por una capa de compresión como lo es la
losacero.
Fig. 2.3.3.4. Sistemas de piso prefabricados (Spancrete, losa TT y losacero)

Losa Plana: Este sistema va apoyado directamente sobre las columnas, haciendo
posible el aprovechamiento de grandes claros, brindándole la rigidez necesaria al
sistema global. Este sistema consta de un entramado de nervaduras en ambas
direcciones (X-Y) relleno por casetones de material ligero que proveen de un espesor
considerable sin incrementar el peso propio de la losa. Para evitar el efecto de
penetración de las columnas se cuelan capiteles que forman una zona rígida y resistente
ante este efecto.

Figura 2.3.3.5. Losa Plana

2.3.4 Materiales estructurales y sistemas definidos por ellos

Los materiales son determinantes en la concepción del proyecto estructural y


arquitectónico, ya que ayudarán a satisfacer las condiciones de servicio y estructurales
de la edificación.

En México, al igual que en Latinoamérica, se construye básicamente con tres materiales


y con características de comportamiento muy diferentes: Mampostería (natural y
artificial), Concreto Reforzado y Acero.

Cada material resulta muy adecuado para ciertos sistemas estructurales no sólo por sus
propiedades estructurales, sino por el costo de la mano de obra, del propio material y de
su colocación, así como algunas condiciones de durabilidad y térmicas que hacen
confortable el inmueble.
Estructuras de Mampostería.- Se caracterizan por ser estructuras muy rígidas, de poca
altura y con una resistencia a cortante (fuerzas laterales) muy alta. Sin embargo, por ser
un material poco homogéneo por su propia naturaleza y que interactúa con otros como
el mortero y el concreto reforzado, es poco predecible en el rango de comportamiento
inelástico, lo que lo limita en gran medida en el análisis sísmico. Debido a lo anterior, es
un material poco deformable, lo que reduce la capacidad de disipar energía proveniente
del sismo y brindando poca ductilidad al sistema en su conjunto, esto hace que ante la
ocurrencia de sismos moderados y severos se tengan daños considerables.

Dentro de la edificación a base de mampostería se cuenta con una sub-clasificación de


acuerdo al arreglo y tipo de piezas y a su interacción con el concreto reforzado, la cual
se menciona a continuación y que se encuentra en las Normas Técnicas
complementarias (NTC) del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal
(RCDF):

ƒ Muros Diafragma.- Se trata de elementos que están rodeados por las vigas y
columnas de un marco estructural de acero o de concreto al que
proporcionan rigidez ante cargas laterales al actuar como diafragma. La
función del marco es resistir las cargas verticales y la flexión general, así
como la de confinar el muro. Idealmente un sistema con muros diafragma
sería aquel en que la rigidez de las trabes y el procedimiento constructivo
implican que menos muros no estén sujetos a cargas axiales.

Figura 2.3.4.1. a) Muro diafragma, b) Interacción entre el muro diafragma y el marco que lo rodea (Meli,
1992)

ƒ Mampostería Confinada.- La llamada mampostería confinada puede


considerarse como el sistema más utilizado en nuestro medio, principalmente
en zonas sísmicas. El sistema consiste en rodear perimetralmente al muro de
carga con elementos de concreto reforzado verticales y horizontales
(conocidos en México como castillos y dalas, respectivamente) de secciones
transversales pequeñas, con el fin de proporcionar un confinamiento que
mejore la ductilidad de la mampostería y le permita soportar repeticiones de
carga lateral sin deteriorarse excesivamente. Para el análisis de este sistema
no se hace diferencia entre el concreto y la mampostería, sino que el muro
como un solo elemento que incluye a cuantos elementos de concreto tenga
en su interior, siempre y cuando cumplan con los requisitos geométricos y de
separación máxima que establecen las normas. Las dimensiones
transversales de los castillos y dalas varían entre los distintos países; en
México el ancho mínimo de los castillos y dalas es igual al espesor del muro.
En las NTC-Mampostería se especifican requisitos mínimos de dimensiones,
refuerzo y separación de los elementos de concreto confinantes.

Figura 2.3.4.2. Mampostería Confinada a)Vista tridimensional b)Planta estructural

ƒ Mampostería Interiormente Reforzada.-Este tipo de mampostería estructural


es el más conocido y utilizado en países como Japón, Estados Unidos, Nueva
Zelanda e Italia. Este sistema muestra similitudes en cuanto al refuerzo
interior con respecto a muros de concreto reforzado. En la mampostería
reforzada interiormente se distribuye el refuerzo horizontal y vertical en el
interior del muro aprovechando para ello piezas huecas o con formas
especiales para alojar el refuerzo y colar los huecos con mortero o concreto
de relleno de elevada fluidez. El refuerzo horizontal se puede colocar en
piezas especiales en forma de canal, rellenas de mortero o concreto, o
mediante barras o alambres de reducido diámetro alojado a lo largo de las
juntas horizontales. En el caso de muros reforzados, las NTC-Mampostería
especifican requisitos de construcción y cuantías mínimas del acero de
refuerzo (Figura 2.3.4.3). En este sistema es importante que el refuerzo esté
distribuido uniformemente en el muro y no concentrado en pocas zonas, de
ahí que se especifique una separación máxima entre las celdas reforzadas
verticalmente así como el número de hiladas para el refuerzo horizontal.
Figura 2.3.4.3. Mampostería Reforzada Interiormente a)Refuerzo interior de un muro b)Planta estructural

ƒ Mampostería No reforzada.- Se incluye bajo esta denominación a aquellos


muros que no tengan el refuerzo necesario para ser incluidos en algunas de
las tres categorías anteriores. Se trata esencialmente del tipo de mampostería
más antiguo que existe, donde podemos incluir las edificaciones y
monumentos de mampostería de piedra. El alcance de este trabajo en lo que
concierne a mampostería no reforzada se concentra en edificaciones
estructuradas esencialmente a base de muros y no se incluye el complejo
campo de los monumentos históricos, ni de bóvedas, cúpulas y arcos. En
México los ejemplos más comunes de mampostería simple o no reforzada lo
constituyen las construcciones de adobe que se siguen construyendo
especialmente en las zonas rurales.

Figura 2.3.4.4. Edificación de mampostería no reforzada

Estructuras de Concreto Reforzado.- Este material es, quizá, el más empleado dentro de
la construcción estructural en México, ya que es un material que, por su naturaleza, trae
consigo grandes ventajas como el costo de mano de obra, lo trabajable que resulta en la
ejecución de obra, por sus condiciones de confortabilidad y durabilidad.

Estructuralmente hablando, es un material que ha mostrado un excelente


comportamiento ante eventos sísmicos ocurridos, ya que, a pesar de ser un material no
tan homogéneo y hasta cierto punto rígido, ofrece una gran resistencia y alcanza niveles
importantes de ductilidad, logrando desarrollar deformaciones que permiten la
formación de articulaciones plásticas en elementos proyectados, lo cual lo lleva a
mecanismos de falla deseables como el que hemos mencionando anteriormente.
Además de lo anterior, es un material muy versátil en el cual se logran formas
complejas y que se puede detallar para alcanzar el comportamiento proyectado. Es
además fácil de conseguir y se han logrado estructuras de gran altura con una respuesta
estructural muy aceptable, como por ejemplo en Kuala Lumpur, Malasia con la
construcción de las “Torres Petronas”.

Figura 2.3.4.5. Torres Petronas (Malasia)

Por lo general se construyen estructuras de concreto a base de marcos en ambas


direcciones principales (X-Y), sin embargo, en los últimos años, se han desplantado
muchas estructuras a base de muros de cortante de concreto reforzado; esto se debe a
que estos muros ofrecen gran resistencia ante cargas sísmicas considerables,
manteniendo una rigidez y resistencia alta, mayor a la de estructuras a base de marcos y
evitan grandes daños que en otros sistemas se presentan. También se destaca por su
capacidad de deformación, alcanzando altos niveles de ductilidad. Sin embargo, este
sistema resulta costoso tanto por material, como por su colocación en obra y requiere de
volúmenes de acero de refuerzo muy significativos.

Figura 2.3.4.6. Estructura a base de Muros de Concreto

Aunque es difícil satisfacer todos los requisitos de funcionamiento de un edificio, los


muros estructurales deben colocarse de manera que la distribución de rigidez en planta
sea simétrica y que la configuración sea estable torsionalmente. Además, se debe
observar que la cimentación pueda resistir el momento de volteo de la base. Es
preferible la colocación de un mayor número de muros estructurales en el perímetro
como sea posible, ya que en caso de tener pocos muros y presentarse la falla de alguno
de éstos, se requerirán otros elementos que tomen la fuerza que este ya no puede tomar,
trayendo consigo daños fatales.
Estructuras de Acero.- Las estructuras hechas de este material ofrecen gran ductilidad y
un comportamiento muy adecuado en estructuras de gran altura como rascacielos o
sujetas a la acción del viento como naves industriales. La estructuras de acero se
caracterizan por ser flexibles y por su gran capacidad de deformación, ya que es el
material más homogéneo empleado en la construcción y con un comportamiento estable
para el rango de deformaciones inelásticas.

Sin embargo, un aspecto fundamental en la construcción de estas estructuras es la


referente a las conexiones entre sus elementos principales, sobretodo en viga-columna,
ya que se ha abusado de las conexiones soldadas, mismas que al ser aplicadas, mediante
calor, debilitan a los elementos en cuestión, creando zonas de fragilidad que pueden
colapsar al presentarse las cargas de diseño. Es por ello, que una de las
recomendaciones básicas es el que los elementos que deban ir soldados, como placas, se
tienen que realizar en taller, donde las condiciones de aplicación son controladas,
mientras que el ensamble de las piezas en obra, deberá ser mediante conexiones
atornilladas.

Una de las grandes desventajas de este material es el costo, ya que es un material difícil
de transportar, se requiere de un alto control de calidad en taller y en obra y su
colocación exige mano de obra calificada. Es por ello, que se emplea en construcciones
importantes, de gran inversión y en las que se resguardan equipos muy importantes.

Figura 2.3.4.7. Taipei 101 (Taiwan) y HSBC Turning Torso (Suecia)

2.3.5 Diseño por capacidad

Los Estados Límite de comportamiento de un sistema estructural tienen la virtud de


permitir la comparación entre la resistencia y las acciones presentes en cada nivel de
seguridad establecido (falla o servicio), lo que indicaría un FS global, es decir, de la
edificación en su conjunto; sin embargo, el determinar un solo valor FS resulta muy
complejo, debido a las grandes incertidumbres implícitas en las variables en juego, tanto
para definir la resistencia, como para estimar las acciones de diseño, mismas que
además son variables para cambios en las condiciones de operación y daño de los
edificios, es por eso que la concepción del FS ha cambiado en ese sentido.

Actualmente, podríamos hablar de varios FS definidos para ciertos elementos


estructurales de forma independiente, para luego acumularlos y encontrar el FS global
del sistema, sin embargo, matemáticamente resulta poco práctico y podría acarrear
errores importantes. Por ésta razón, los criterios de diseño actuales, presentan algunos
factores que influyen tanto en las resistencias como en las acciones parcialmente,
considerando, a su vez, las incertidumbres mencionadas, de acuerdo a los casos
particulares que se presentan en las diversas estructuras. En otras palabras, con una
tendencia conservadora y del lado de la seguridad estructural, se reducen las resistencias
parciales (mediante factores de reducción FR) y se incrementan las acciones (mediante
factores de carga FC), quedando lo anterior expresado como sigue:

Fr * R ≥ FC * A

Lo anterior es a lo que se conoce como el criterio de Diseño por Capacidad.

Como se mencionó en el apartado anterior, los criterios de diseño vigentes, y sobre los
que están fundamentados los reglamentos y códigos de diseño y construcción actuales,
responden a un mecanismo de falla de “columna fuerte-viga débil”, mismo que se busca
cumplir a través del diseño estructural, es decir, buscar que el edificio evite un
incipiente colapso, permitiendo grandes deformaciones y que se presenten daños en
zonas definidas por el diseñador para el estado límite de servicio como de falla,
salvaguardando la vida de los ocupantes.

Figura 2.3.5.1. Mecanismos de falla

Según la figura se observa dos mecanismos de falla posibles para una estructura sujeta
cargas laterales como puede ser el sismo. En el primer mecanismo, que resulta
indeseable, se presentan articulaciones plásticas en las columnas del primer entrepiso,
esto se debe a que el diseño se ha realizado de forma incorrecta, dando una resistencia
insuficiente a estos elementos, mientras que las vigas resultan más resistentes, lo que no
permite la formación de las articulaciones en ellas; El segundo mecanismo, responde a
un diseño adecuado, donde las deformaciones inelásticas en las vigas producen las
articulaciones en la vecindad de la conexión viga columna para cada entrepiso,
distribuyendo uniformemente la disipación de energía y, con ello, los desplazamientos
de entrepiso. Cabe mencionar que aspectos constructivos aparentemente sin
importancia, podrían cambiar totalmente el mecanismo de falla de un sistema estructural
por detalles no bien desarrollados, lo que conduciría a un posible colapso.

Para lograr la formación de las articulaciones en las vigas y no en las columnas, se


diseñan las columnas para esfuerzos actuantes 50% mayores que para las vigas,
estableciendo un rango de seguridad para la posible ocurrencia de sismos severos, quizá
con más intensidad que el provisto por el diseño.
A grandes rasgos esta es la filosofía del diseño por Capacidad, sin embargo para
analizar los diferentes sistemas estructurales (marcos dúctiles de acero, concreto,
estructuras de mampostería, entre otras.) se han desarrollados diversas metodologías
fundadas en hipótesis y modelos particulares, las cuales deben estudiarse por separado.

2.3.6 Criterios de diseño sismo-resistente

La ocurrencia de un evento sísmico sobre una edificación presenta características muy


particulares que la diferencian de las acciones convencionales, ya que ante un sismo
resulta determinante la interacción del sistema estructural, los elementos no-
estructurales, el suelo donde se encuentra desplantada y el sismo propiamente.

Debido a ello, el objetivo del diseño sismo-resistente es limitar la probabilidad de


colapso ante sismos de gran intensidad aún cuando se presenten daños severos, mientras
que para sismos moderados se pretende que la estructura se mantenga intacta o presente
daños no-estructurales poco significativos.

Dentro de este contexto, el diseño estructural (ante sismo) se vuelve un proceso más
complejo que el diseño convencional debido a que además de considerar una acción de
entrada distinta, debe plantearse un sistema estructural eficiente y que presente un
comportamiento idóneo al momento de la ocurrencia de dicho fenómeno. Hay que tener
en cuenta que como la acción sísmica es un fenómeno dinámico que va cambiando de
intensidad en cada instante de tiempo, también va provocando en la estructura diferentes
respuestas, de acuerdo a dichas intensidades, por lo que el sistema experimenta
variaciones importantes en las deformaciones y desplazamientos y sufriendo deterioro
en su resistencia y rigidez, lo que finalmente resulta en daños.

En función del costo de la estructura, y como se comentó anteriormente, no se podría


diseñar para eventos sísmicos importantes sin esperar daños en el sistema, por lo que se
trata de aprovechar no sólo la capacidad resistente del edificio, sino la capacidad para
deformarse, pues sabemos que el sismo introduce una gran cantidad de energía cinética,
la cual se intenta disipar al desarrollar deformaciones en elementos y zonas
específicamente diseñados para eso, dando como resultado mecanismos de falla dúctiles
que eviten el incipiente colapso de la estructura y llevándola a niveles de daño parcial o
global que sea reparable, para condiciones de servicio, y no reparable pero que
salvaguarde vidas, para condiciones de falla.

El procedimiento de diseño sismo-resistente se lleva a cabo en cuatro grandes pasos:

1. Definición del Sismo.- Los reglamentos y códigos especifican la intensidad


sísmica de diseño (espectro de diseño) para los diversos tipos de estructura y
las diferentes regiones donde podrían estar desplantadas. Existen estructuras
que, por su importancia, requieren de estudios geológicos, topográficos y
geotécnicos para el sitio de desplante.

2. Estructuración Adecuada (selección del mecanismo de falla).- La eficiencia


del sistema y su diseño depende directamente de una buena estructuración,
es decir, de una correcta distribución de elementos resistentes quienes serán
los que absorban la energía inducida por el sismo y la disipen, intentando
cumplir, de la mejor forma, con el comportamiento proyectado. Es necesario
enfatizar que los elementos no-estructurales juegan un papel primordial, ya
que su incorrecta colocación podría cambiar dramáticamente el
comportamiento y desarrollando un mecanismo de falla totalmente
inesperado.

3. Cálculo de la Respuesta Estructural.- En la actualidad existen métodos


estáticos y dinámicos de análisis y con distintos grados de refinamiento, sin
embargo, lo mínimo que debe estudiarse al diseñar ante sismo una estructura
son las propiedades dinámicas del sistema, las condiciones del terreno de
desplante y la respuesta de la estructura ante la acción de diseño,
independientemente del método empleado.

4. Dimensionamiento y Detallado de la Estructura.- De acuerdo al criterio en


que la estructura puede disipar energía sísmica a través de deformaciones en
sus elementos y a que se busca evitar falla frágiles locales, no basta con
hacer un dimensionamiento y diseño de los elementos resistentes que cumpla
con la resistencia demandada, sino que se hace necesario detallar los
elementos donde se deben desarrollar dichas deformaciones inelásticas y sus
conexiones con otros elementos estructurales y no-estructurales. Esto se verá
con mayor profundidad en el capítulo siguiente.

Acorde a los criterios de diseño citados, la reglamentación vigente en el Distrito


Federal, y que se emplea en prácticamente todo el país, plantea una filosofía de diseño
regida por control de desplazamientos a diferencia de como se regía en otras ediciones,
las cuales estaban basadas en establecer resistencias. Esto se refiere a lo que ya se
comentaba, a que se intenta disipar la energía del sismo mediante el daño de la
estructura pero de forma controlada, donde el diseñador plantea el mecanismo de falla
dentro del cual deberá desarrollarse la respuesta durante la ocurrencia del sismo y,
aunque parece no estar explícitamente este criterio en la reglamentación, al encontrar
como parámetros que rigen el diseño a los desplazamientos relativos y distorsiones de
entrepiso se hace evidente esta premisa.

En adición a lo anterior, se debe subrayar el empleo de factores de sobrerresistencia, los


cuales aparecen en forma de factores de carga FC que incrementan las acciones y
factores reductivos FR que consideran una menor capacidad de los elementos
estructurales; al considerar tantas incertidumbres se subestima la capacidad resistente
del sistema en su conjunto, trayendo consigo un porcentaje de sobrerresistencia al
momento de la ocurrencia del sismo. Otro aspecto a considerar es que es muy poco
probable que la falla se presente en los diversos elementos resistentes en el mismo
instante de tiempo, tal y como se infiere durante el proceso de diseño. Además de lo
anterior, dentro de los espectros de diseño presentados en el reglamento, están
incrementados los valores de aceleración a los que estarán sujetas las estructuras, pues
en lo que se llama “meseta” se ha graficado una envolvente de las máximas
aceleraciones de sismos ocurridos en diferentes épocas y en terrenos con distintos
periodos de vibración, lo que se resume en pocas palabras como en someter
teóricamente a la estructura dentro del caso más desfavorable o el peor escenario
sísmico posible, lo cual es difícil que ocurra en combinación con las mayores
incertidumbres consideradas por los factores mencionados.
Un aspecto a destacar es que los códigos de diseño, tal como el del Distrito Federal,
clasifican las edificaciones por su importancia operativa, lo que las establece de acuerdo
a niveles de seguridad estructural que se muestra a continuación:

ƒ Estructuras Grupo A.- Edificaciones cuya falla estructural podría causar la


pérdida de un número elevado de vidas o pérdidas económicas o culturales
excepcionalmente altas, o que constituyan un peligro significativo por contener
sustancias tóxicas o explosivas, así como edificaciones cuyo funcionamiento es
esencial a raíz de una emergencia urbana, como: hospitales, escuelas, terminales
de transporte, estaciones de bomberos, centrales eléctricas y de
telecomunicaciones, estadios, depósitos de sustancias inflamables o tóxicas;
museos y edificios que alojen archivos y registros públicos de particular
importancia, a juicio del Departamento.

ƒ Estructuras Grupo B.- Edificaciones comunes destinadas a vivienda, oficinas y


locales comerciales, hoteles y construcciones comerciales e industriales no
incluidas en el Grupo A, las que se subdividen en:

i. Sub-grupo B1.-Edificaciones de más de 30 m de altura o con más de


6,000 m2 de área total construida, ubicadas en las zonas I y II a que se
alude en el artículo 175, y construcciones de más de 15 m de altura o
3,000 m2 de área total construida, en zona III; en ambos casos las áreas
se refieren a un sólo cuerpo de edificio que cuente con medios propios de
desalojo, (acceso y escaleras), incluyen las áreas de anexos, como
pueden ser los propios cuerpos de escaleras. El área de un cuerpo que no
cuente con medios propios de desalojo se adicionará a la de aquél otro a
través del cual se desaloje. Además templos, salas de espectáculos y
edificios que tengan salas de reunión que puedan alojar más de 200
personas.

ii. Sub-grupo B2.-Las que no entran en la clasificación anterior.

Además de lo anterior, el Reglamento cuenta con una sección de “Aspectos del proyecto
arquitectónico que influyen en la seguridad estructural”, lo que habla de la preocupación
que existe en la actualidad por ligar el desarrollo de ambos proyectos en una macro
proyecto integral. De esta manera se evita que en el proyecto estructural se tenga que
recurrir a soluciones forzadas y antieconómicas para proporcionar seguridad a
construcciones cuya forma y distribución de elementos resistentes son poco favorables.

2.3.7 Recomendaciones durante el proceso de estructuración

El adecuado comportamiento estructural de un sistema ante las acciones de diseño se


debe principalmente al tipo, configuración de elementos y a la distribución de masas de
que se esta compuesto el edificio. Es por esto que conceptos como sencillez,
uniformidad y simetría adquieren una importancia primordial, ya que ayudan a reducir
las causas que podrían propiciar un comportamiento desfavorable, sobretodo ante la
ocurrencia de un evento sísmico de consideración.

En este contexto, es menester que el proyecto estructural sea realizado cuidadosamente


y que la ejecución en la obra cumpla con los requerimientos de diseño, además de cubrir
eficientemente las necesidades de funcionamiento del inmueble, por lo que debe
desarrollarse el proyecto integralmente.

A continuación se exponen algunas recomendaciones para cumplir con este objetivo:

ƒ Como las fuerzas laterales actuantes en la estructuras al ocurrir un


sismo son las llamadas fuerzas de inercia y que son proporcionales a
la masa y, por ende, al peso de cada entrepiso (formado por
elementos estructurales y no-estructurales), se procura que éstos
tengan el menor peso posible. En adición a lo anterior, el peso
excesivo en vigas de claro largos pueden producir fuerzas inerciales
verticales de consideración y que se intentan reducir al mínimo.

ƒ La Sencillez estructural permite visualizar claramente el mecanismo


que resistirá las acciones externas y los elementos que permitirán la
disipación de la energía introducida por el sismo.

ƒ Se debe proveer de Rigidez y Resistencia en ambas direcciones


ortogonales (X-Y) colocando elementos resistentes (muros, marcos,
etc.), debido a que el sismo podría presentarse en cualquier dirección
y son requeridos elementos que absorban la energía y efectos
sísmicos. Además, debido a que la capacidad de disipación de energía
de la estructura depende de la cantidad de elementos que pueden
llegar a la fluencia simultáneamente, se requiere una distribución lo
más uniforme posible de la resistencia y rigidez provista por éstos.

ƒ La Simetría en la distribución de elementos estructurales en planta es


decisiva, ya que reduce los efectos de torsión causados por la
distribución aleatoria de las cargas vivas y por las diferencias de
rigidez que proveen los diversos elementos resistentes.

ƒ Se deben evitar las plantas alargadas, ya que esto produce una


significativa pérdida de rigidez en los sistemas de piso, se
incrementan las excentricidades, lo que trae consigo importantes
efectos torsionales. Al igual que este tipo de planta, no se
recomiendan plantas en forma de “H”, “T” ó “L”, ya que estas
producen grandes excentricidades, agravando los efectos torsionales,
por esta razón se proponen bloques separados por un junta
constructiva que constituyan la misma planta del proyecto y que
presenten un comportamiento regular en base a la simetría.

ƒ En lo que se refiere a Regularidad en Elevación se recomienda evitar


importantes reducciones en el tamaño de las plantas después de un
cierto número de entrepisos, ya que estas reducciones abruptas
provocan amplificaciones locales del movimiento que no están
consideradas en el diseño estructural y se podrían incrementar de
forma excesiva los momentos de volteo.

ƒ De acuerdo con el mecanismo de falla que se busca, deben diseñarse


elementos horizontales capaces de desarrollar articulaciones plásticas
antes de que los miembros verticales alcancen grandes deformaciones
y daño.

ƒ Los cubos de elevadores y escaleras pueden resultar peligrosos para


el comportamiento de la estructura en su conjunto, ya que tienden a
actuar como miembros aislados al momento del sismo, concentrando
grandes fuerzas laterales, torsionales que desbalancean la distribución
de éstas.

ƒ También debe limitarse la relación de esbeltez de un edificio (h/b) a


valores no mayores de 4, pues entre más esbelto sea, se inducen
mayores amplificaciones en los momentos de volteo y se incrementan
los esfuerzos en las columnas.

ƒ Algunas recomendaciones prácticas en la ejecución de un proyecto se


enuncian a continuación:

o Las columnas y muros deben ser continuos y sin


arremetimientos desde la cimentación hasta el nivel superior.

o Todas las vigas están libres de arremetimientos.

o Las columnas y vigas deben construirse coaxiales, es decir,


que sus ejes longitudinales se conecten.

o Debe mantenerse una coherencia entre las dimensiones de


vigas y columnas, es decir, que las dimensiones deben ser del
mismo orden para evitar los cambios abruptos de rigidez y
crear zonas de debilidad.

o Los miembros principales no deben cambiar de sección


repentinamente.

o La construcción debe ser lo más monolítica posible y contar


con el mayor grado de hiperestaticidad posible.

Finalmente, es recomendable también que lo que se construye sea congruente con lo que
se proyecta; en muchas ocasiones, al proyectar una estructura se decide no aprovechar la
colaboración de muros de relleno, debido a la posibilidad de que sean eliminados para
dejar libertad en la distribución de espacios en el proyecto arquitectónico de los
distintos niveles; sin embargo, suele no detallarse adecuadamente la forma en que estos
muros deben construirse, desligados de la estructura, para permitir que ésta se deforme
sin recargarse en ellos, pues si lo hace les transmitirá buena parte de la fuerza sísmica
que debía absorber, debido a que los muros, sobre todo cuando son de mampostería,
tienen una rigidez intrínseca bastante alta en su plano, aunque su resistencia no sea
compatible con esa rigidez. Si los muros de relleno colaboran con la estructura para
resistir los efectos sísmicos sin haber sido calculados para absorber la fuerza que les
corresponde en función de su rigidez, el comportamiento de la estructura será muy
distinto al supuesto en el proyecto estructural, pudiendo presentarse muchos daños.
En algunos casos la colaboración de los muros no estructurales evita el colapso de
estructuras sub-diseñadas, si su colocación es relativamente simétrica y tiene
continuidad de un piso a otro. Pero cuando su colocación es asimétrica, como ocurre en
los muros de colindancia de edificios en esquina o cuando son discontinuos, como
ocurre en edificios de departamentos en que la planta baja o algunos otros niveles no
tienen muros porque se destinan a estacionamiento o comercios, la colaboración de los
muros de relleno puede ser causa de daños muy graves o aún de colapso total de la
estructura, al propiciar efectos torsionantes importantes en el primer caso o una
condición de piso "suave" en el segundo.

El cambio de cargas con respecto al proyecto suele ser también causa de daños
importantes en las estructuras.

Usualmente un edificio diseñado para resistir el efecto combinado de cargas verticales y


cargas de sismo puede soportar sin problemas sobrecargas verticales importantes
mientras no tiemble, pero, si existe sobrecarga al momento de un sismo, los efectos de
éste se verán doblemente amplificados, por lo que pueden ocurrir daños importantes o
colapsos parciales o totales.

2.3.8 Configuraciones estructurales adecuadas

Como hemos mencionado en reiteradas ocasiones, las estructuras no sólo son diseñadas,
estructuralmente hablando, para resistir las fuerzas gravitacionales inducidas por las
cargas propias de la edificación y su uso, sino que también debe resistir fuerzas laterales
tales como fuerzas provocadas por sismo o viento.

En la actualidad, los criterios de análisis sísmico y eólico idealizan la acción del


fenómeno respectivo en forma de fuerzas que actúan lateralmente sobre el edificio; estas
fuerzas son una equivalencia de lo que un evento específico (sismo, huracán, tornado,
ráfaga, etc.) podría causarle al sistema estructural y elementos no-estructurales tal y
como se muestra a continuación:

Figura 2.3.8.1. Fuerzas laterales actuantes en la estructura


A través de los años se ha observado que ante la ocurrencia de fenómenos eólicos y
sísmicos, las estructuras con más posibilidades de supervivencia son aquellas que
cumplen con dos requisitos: Sencillez y Simetría, lo cual se debe a lo que ya se comentó
en párrafos anteriores, ya que los elementos resistentes se encuentran distribuidos de
modo uniforme y las fuerzas accidentales difícilmente podrán amplificarse, por el
contrario se reparten en elementos con suficiente rigidez que pueden soportarlas
adecuadamente.

Lo anterior no debe establecer el paradigma de que la seguridad estructural limita la


creatividad arquitectónica, sino que se motiva a que el arquitecto siga imaginando e
innovando, pero basado en conceptos que permitan un comportamiento estructural
eficiente y seguro.

Dentro del concepto de configuración estructural es importante decir que un sistema


resistente tanto a cargas gravitacionales y laterales debe cumplir con tres planos
principales de soporte, dos verticales (preferentemente ortogonales entre sí) y uno
horizontal, los cuales comúnmente están representados por muros y losas. La rigidez de
estos planos y de su conexión permite la correcta transmisión de cargas desde su punto
de aplicación hasta la cimentación y suelo de desplante.

Figura 2.3.8.2. Planos verticales resistentes (muros)

Como los planos resistentes son cuerpos que concentran rigidez y masa, por física
elemental sabemos que al ser un sistema global tendrá un centro de masa o gravedad.
Análogo a esto, también tendrá un centro de rigidez. En el centro de masa se aplican las
fuerzas laterales (sismo o viento) y sobre el centro de rigidez se aplican las fuerzas
resistentes del sistema, es decir, aquellas que intentar contrarrestar a las primeras. Sin
embargo, cuando estos puntos de aplicación se encuentran localizados
desalineadamente, la excentricidad generada por dicha asimetría, se convierte en el
brazo que hace palanca para la aparición de un momentum de torsión, lo que es dañino a
la estructura. Esto se esquematiza en la figura siguiente:
Figura 2.3.8.3.a. Aplicación de fuerzas Resistentes, Laterales y el Momento torsional ocasionado por
excentricidad

Figura 2.3.8.3.b. Asimetría en masa, rigidez y resistencia como raíz de los efectos de torsión

A continuación se muestran algunas configuraciones en planta que limitan o amplifican


la excentricidad debido a su distribución de elementos resistentes, con lo que se intenta
aclarar los conceptos descritos anteriormente:
Figura 2.3.8.4.a. Plantas estructurales con diferente excentricidad

Figura 2.3.8.4.b. Otras plantas excéntricas


En adición a la distribución de los miembros resistentes, debemos hacer énfasis en la
importancia de la geometría de la planta estructural, pues es desde su concepción que
podrían evitarse problemas de comportamiento al ocurrir un evento sísmico
considerable. Para esto no basta con diseñar una planta simétrica, sino con formas
sencillas, donde se eviten las entrantes o salientes que pudiesen concentrar grandes
esfuerzos en ciertos elementos que no son diseñados para resistirlos o que podrían
vibrar de forma totalmente inesperada registrando daños severos que lo llevarían a
circunstancias trágicas (ver figura). Por esta razón, cuando se tienen proyectos en los
que se intenta emplear alguna geometría H, T, L o similar a éstas, una alternativa es la
de formar estructuras sencillas independientes, en las que se pueda predecir
adecuadamente el comportamiento ante sismo o viento como se muestra en la figura
2.3.8.5.b.

Figura 2.3.8.5.a. Plantas estructurales sencillas

Figura 2.3.8.5.b. Bloques tridimensionales desligados mediante juntas de control


En la siguiente tabla se presentan algunas recomendaciones sobre geometría en planta.

Figura 2.3.8.5.c. Recomendaciones de configuración en planta

REFERENCIAS

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