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iii. Una vez que se han obtenido resultados es necesario hacer una
revisión a conciencia de éstos, ya que podrían estar dando datos
irreales y poco creíbles como consecuencia de algún error en el
modelado o información de entrada.
Para empezar este apartado es fundamental que concibamos como función principal del
sistema estructural el atender a las solicitaciones resultantes de la correcta operación del
edificio, tales como soportar acciones externas inducidas por el uso de la construcción y
por factores externos (viento, sismo, nieve, etc.) que producen deformaciones y
desplazamientos que se traducen en daños estructurales y no estructurales.
Así que consideraremos como acciones tanto a las cargas actuantes sobre el sistema,
como a las deformaciones y esfuerzos desarrollados hacia el interior de los elementos
estructurales como pueden ser los hundimientos de la cimentación, cambios
volumétricos por humedad o efecto térmico y fenómenos naturales como sismos,
huracanes o tormentas, por mencionar algunos.
Nota: Cabe mencionar que existen grandes incertidumbres en la determinación de estos tres tipos de
acciones, por lo que los códigos de diseño, mediante metodologías probabilistas, definen magnitudes para
cada una, logrando que el diseño se encuentre del lado de la seguridad estructural.
Nota: Algo que es importante precisar es que tanto en los modelos analíticos, como en la calidad de los
materiales de los que están hechos los elementos estructurales, se tienen incertidumbres significativas, por
lo que se asumen algunas propiedades en el modelado de un proyecto.
CT=Ci+CD
Se debe hacer especial énfasis en que el costo total de la estructura está íntimamente
ligado al factor de seguridad FS, ya que entre más seguro sea el edificio,
estructuralmente hablando, más costoso será construirlo, pues contará con elementos
más robustos, una cimentación más grande, etc.
2.3 La estructura
Los principales elementos resistentes que componen a un sistema estructural son los
siguientes:
Elementos Barra.- Son los miembros más simples y cuentan con una de sus
dimensiones sensiblemente mayor a las otras dos. Estos elementos pueden
representar miembros resistentes como vigas, columnas, contraventeos, tirantes,
entre otros.
Elementos de Superficie Curva.- Son elementos similares a las placas, pero con
la menor dimensión de un orden muy pequeño que permite la curvatura de la
membrana y que presenta un comportamiento semejante al de un cable. A estos
elementos suelen también llamarlos Funiculares o Cascarones y generalmente
se emplean en la modelación de cubiertas ligeras con curvatura definida por su
bajo peso propio.
Aunado a lo anterior, debemos señalar que entre mayor sea el grado de hiperestaticidad,
es decir, que exista una mayor cantidad de elementos de soporte, lo que da una mayor
capacidad resistente y de deformación, mejor será el comportamiento, ya que como se
menciona en el concepto de sobrerresistencia, es más difícil que se presente la falla de
varios elementos al mismo tiempo.
Sistemas formados por Elementos Barra: Con diversos arreglos de barras se pueden
conformar sistemas estructurales de formas variadas, por lo que se clasifican en arreglos
triangulares (como armaduras) y rectangulares (como marcos). Los arreglos triangulares
se caracterizan porque resisten fuerzas axiales únicamente, mientras que los arreglos
rectangulares trabajan a flexión y cortante. Ambos sistemas pueden ser planos
(bidimensionales) o espaciales (tridimensionales).
Una de las virtudes de las armaduras es que trabajan como si fuesen vigas que
transmiten las acciones a lo elementos verticales y cada barra que la conforma se
aprovecha de forma eficiente. Además, por su geometría triangular se garantiza la
propiedad de indeformabilidad y se logra una distribución uniforme de las acciones,
facilitando el proceso de diseño. Estos elementos son empleados para salvar grandes
claros y soportar cubiertas ligeras como en construcciones industriales.
Estos sistemas suelen ser muy rígidos y se recomiendan para edificaciones de poca
altura, debido a su baja resistencia a fuerzas de tensión.
Los muros pueden ser de carga o rigidez y estar hechos de adobe, piedra, tabique hueco
o macizo o bloques huecos de concreto o bien ser de concreto reforzado. En general,
son bastante eficientes para resistir fuerzas elevadas en su plano si se toman
precauciones especiales para evitar problemas de falla frágil.
Sistemas Híbridos: Estos se refieren a aquellos sistemas que se forman tanto por
elementos barra, como por placas o elementos cascarón, los cuales pueden combinarse
de muchas formas. Por ende es importante mencionar su carácter de sistemas
tridimensionales, ya que la interacción de los elementos que los componen en ambas
direcciones (X-Y) resulta determinante en su comportamiento ante las acciones de
diseño.
Figura 2.3.2.4. Sistemas Híbridos (Elementos barra y placa)
Los sistemas de piso pueden ser a base de bóvedas de piedra, vigas de madera o de
acero y enladrillado o tablones con relleno de tierra, losas macizas de concreto apoyadas
sobre los muros, losas prefabricadas, losas macizas con trabes peraltadas formando
marcos con las columnas, losas planas aligeradas o reticulares, ligadas a las columnas
para formar marcos equivalentes, sistemas de losacero con trabes de acero formando
marcos con columnas, entre otras. Los más adecuados para resistir sismo son aquellos
en que el sistema de piso está ligado al sistema vertical (muros, marcos, o combinación
de éstos) formando estructuraciones continuas.
Por su forma de apoyo se pueden clasificar estos sistemas como soportados en una o dos
direcciones y aunque existen varios materiales para su construcción, predomina el
empleo del concreto reforzado por su resistencia, costo, durabilidad y facilidad
constructiva. Si la losa trabaja en una dirección se asemeja al comportamiento de una
“viga ancha”, distribuyendo la carga hacia la trabes de sus extremos; mientras que si se
apoya en sus cuatro bordes, se considera trabajando en dos direcciones, experimentando
flexión en sus principales direcciones (X-Y) y con una distribución de carga hacia los
cuatro bordes y con una configuración trapezoidal para los claros largos y triangular
para los claros cortos. A continuación se mencionan los principales sistemas de piso que
se construyen en nuestro país:
Figura 2.3.3.1. Distribución de carga en losas apoyadas en una y dos direcciones
Figura 2.3.3.2. Losa maciza ligada a los elementos de soporte principal y secundario
Losa Aligerada: Actualmente estos sistemas han ganado popularidad porque se logran
espesores significativos pero sin incrementar en gran medida el peso de la losa, además
de que se construyen con elementos prefabricados, permitiendo una optimización en los
tiempos de ejecución de la obra. Aunque es un sistema apoyado en una dirección, por
sus características, se ahorra en gran medida en cimbra y se aprovecha más la
resistencia del acero de refuerzo.
Entre los sistemas prefabricados más empleados se encuentran los formados por vigueta
y bovedilla, por paneles de spancrete o por una combinación de acero y concreto
mediante membranas de lámina rellenas por una capa de compresión como lo es la
losacero.
Fig. 2.3.3.4. Sistemas de piso prefabricados (Spancrete, losa TT y losacero)
Losa Plana: Este sistema va apoyado directamente sobre las columnas, haciendo
posible el aprovechamiento de grandes claros, brindándole la rigidez necesaria al
sistema global. Este sistema consta de un entramado de nervaduras en ambas
direcciones (X-Y) relleno por casetones de material ligero que proveen de un espesor
considerable sin incrementar el peso propio de la losa. Para evitar el efecto de
penetración de las columnas se cuelan capiteles que forman una zona rígida y resistente
ante este efecto.
Cada material resulta muy adecuado para ciertos sistemas estructurales no sólo por sus
propiedades estructurales, sino por el costo de la mano de obra, del propio material y de
su colocación, así como algunas condiciones de durabilidad y térmicas que hacen
confortable el inmueble.
Estructuras de Mampostería.- Se caracterizan por ser estructuras muy rígidas, de poca
altura y con una resistencia a cortante (fuerzas laterales) muy alta. Sin embargo, por ser
un material poco homogéneo por su propia naturaleza y que interactúa con otros como
el mortero y el concreto reforzado, es poco predecible en el rango de comportamiento
inelástico, lo que lo limita en gran medida en el análisis sísmico. Debido a lo anterior, es
un material poco deformable, lo que reduce la capacidad de disipar energía proveniente
del sismo y brindando poca ductilidad al sistema en su conjunto, esto hace que ante la
ocurrencia de sismos moderados y severos se tengan daños considerables.
Muros Diafragma.- Se trata de elementos que están rodeados por las vigas y
columnas de un marco estructural de acero o de concreto al que
proporcionan rigidez ante cargas laterales al actuar como diafragma. La
función del marco es resistir las cargas verticales y la flexión general, así
como la de confinar el muro. Idealmente un sistema con muros diafragma
sería aquel en que la rigidez de las trabes y el procedimiento constructivo
implican que menos muros no estén sujetos a cargas axiales.
Figura 2.3.4.1. a) Muro diafragma, b) Interacción entre el muro diafragma y el marco que lo rodea (Meli,
1992)
Estructuras de Concreto Reforzado.- Este material es, quizá, el más empleado dentro de
la construcción estructural en México, ya que es un material que, por su naturaleza, trae
consigo grandes ventajas como el costo de mano de obra, lo trabajable que resulta en la
ejecución de obra, por sus condiciones de confortabilidad y durabilidad.
Una de las grandes desventajas de este material es el costo, ya que es un material difícil
de transportar, se requiere de un alto control de calidad en taller y en obra y su
colocación exige mano de obra calificada. Es por ello, que se emplea en construcciones
importantes, de gran inversión y en las que se resguardan equipos muy importantes.
Fr * R ≥ FC * A
Como se mencionó en el apartado anterior, los criterios de diseño vigentes, y sobre los
que están fundamentados los reglamentos y códigos de diseño y construcción actuales,
responden a un mecanismo de falla de “columna fuerte-viga débil”, mismo que se busca
cumplir a través del diseño estructural, es decir, buscar que el edificio evite un
incipiente colapso, permitiendo grandes deformaciones y que se presenten daños en
zonas definidas por el diseñador para el estado límite de servicio como de falla,
salvaguardando la vida de los ocupantes.
Según la figura se observa dos mecanismos de falla posibles para una estructura sujeta
cargas laterales como puede ser el sismo. En el primer mecanismo, que resulta
indeseable, se presentan articulaciones plásticas en las columnas del primer entrepiso,
esto se debe a que el diseño se ha realizado de forma incorrecta, dando una resistencia
insuficiente a estos elementos, mientras que las vigas resultan más resistentes, lo que no
permite la formación de las articulaciones en ellas; El segundo mecanismo, responde a
un diseño adecuado, donde las deformaciones inelásticas en las vigas producen las
articulaciones en la vecindad de la conexión viga columna para cada entrepiso,
distribuyendo uniformemente la disipación de energía y, con ello, los desplazamientos
de entrepiso. Cabe mencionar que aspectos constructivos aparentemente sin
importancia, podrían cambiar totalmente el mecanismo de falla de un sistema estructural
por detalles no bien desarrollados, lo que conduciría a un posible colapso.
Dentro de este contexto, el diseño estructural (ante sismo) se vuelve un proceso más
complejo que el diseño convencional debido a que además de considerar una acción de
entrada distinta, debe plantearse un sistema estructural eficiente y que presente un
comportamiento idóneo al momento de la ocurrencia de dicho fenómeno. Hay que tener
en cuenta que como la acción sísmica es un fenómeno dinámico que va cambiando de
intensidad en cada instante de tiempo, también va provocando en la estructura diferentes
respuestas, de acuerdo a dichas intensidades, por lo que el sistema experimenta
variaciones importantes en las deformaciones y desplazamientos y sufriendo deterioro
en su resistencia y rigidez, lo que finalmente resulta en daños.
Además de lo anterior, el Reglamento cuenta con una sección de “Aspectos del proyecto
arquitectónico que influyen en la seguridad estructural”, lo que habla de la preocupación
que existe en la actualidad por ligar el desarrollo de ambos proyectos en una macro
proyecto integral. De esta manera se evita que en el proyecto estructural se tenga que
recurrir a soluciones forzadas y antieconómicas para proporcionar seguridad a
construcciones cuya forma y distribución de elementos resistentes son poco favorables.
Finalmente, es recomendable también que lo que se construye sea congruente con lo que
se proyecta; en muchas ocasiones, al proyectar una estructura se decide no aprovechar la
colaboración de muros de relleno, debido a la posibilidad de que sean eliminados para
dejar libertad en la distribución de espacios en el proyecto arquitectónico de los
distintos niveles; sin embargo, suele no detallarse adecuadamente la forma en que estos
muros deben construirse, desligados de la estructura, para permitir que ésta se deforme
sin recargarse en ellos, pues si lo hace les transmitirá buena parte de la fuerza sísmica
que debía absorber, debido a que los muros, sobre todo cuando son de mampostería,
tienen una rigidez intrínseca bastante alta en su plano, aunque su resistencia no sea
compatible con esa rigidez. Si los muros de relleno colaboran con la estructura para
resistir los efectos sísmicos sin haber sido calculados para absorber la fuerza que les
corresponde en función de su rigidez, el comportamiento de la estructura será muy
distinto al supuesto en el proyecto estructural, pudiendo presentarse muchos daños.
En algunos casos la colaboración de los muros no estructurales evita el colapso de
estructuras sub-diseñadas, si su colocación es relativamente simétrica y tiene
continuidad de un piso a otro. Pero cuando su colocación es asimétrica, como ocurre en
los muros de colindancia de edificios en esquina o cuando son discontinuos, como
ocurre en edificios de departamentos en que la planta baja o algunos otros niveles no
tienen muros porque se destinan a estacionamiento o comercios, la colaboración de los
muros de relleno puede ser causa de daños muy graves o aún de colapso total de la
estructura, al propiciar efectos torsionantes importantes en el primer caso o una
condición de piso "suave" en el segundo.
El cambio de cargas con respecto al proyecto suele ser también causa de daños
importantes en las estructuras.
Como hemos mencionado en reiteradas ocasiones, las estructuras no sólo son diseñadas,
estructuralmente hablando, para resistir las fuerzas gravitacionales inducidas por las
cargas propias de la edificación y su uso, sino que también debe resistir fuerzas laterales
tales como fuerzas provocadas por sismo o viento.
Como los planos resistentes son cuerpos que concentran rigidez y masa, por física
elemental sabemos que al ser un sistema global tendrá un centro de masa o gravedad.
Análogo a esto, también tendrá un centro de rigidez. En el centro de masa se aplican las
fuerzas laterales (sismo o viento) y sobre el centro de rigidez se aplican las fuerzas
resistentes del sistema, es decir, aquellas que intentar contrarrestar a las primeras. Sin
embargo, cuando estos puntos de aplicación se encuentran localizados
desalineadamente, la excentricidad generada por dicha asimetría, se convierte en el
brazo que hace palanca para la aparición de un momentum de torsión, lo que es dañino a
la estructura. Esto se esquematiza en la figura siguiente:
Figura 2.3.8.3.a. Aplicación de fuerzas Resistentes, Laterales y el Momento torsional ocasionado por
excentricidad
Figura 2.3.8.3.b. Asimetría en masa, rigidez y resistencia como raíz de los efectos de torsión
REFERENCIAS
Meli, R. & Bazán, R. Manual de Diseño Sísmico de Edificios. Ed. Limusa, México,
2002.