Sunteți pe pagina 1din 4

CLASES DE ESTADO

1. ESTADO DE BIENESTAR.
(Welfare State, ‘Estado Benefactor’, ‘Estado social’) que es un concepto, surgido en la segunda
mitad del siglo XX, y parte de la premisa de que el gobierno de un Estado debe ejecutar
determinadas políticas sociales que garanticen y aseguren el ‘bienestar’ de los ciudadanos en
determinados marcos como el de la sanidad, la educación y, en general, todo el espectro posible
de seguridad social.
El Estado social se ocupa de proteger a los individuos ante las consecuencias sociales del
desempleo y de la incapacidad laboral, la jubilación y la enfermedad, todo ello en la medida en
que lo estime posible y oportuno. Del principio de Estado social emanan las obligaciones no sólo
del Estado frente a los individuos, sino también del individuo con la sociedad representada por el
Estado. Esto supone para el Estado obligaciones como las de ayuda y protección social, y para el
individuo, el comportamiento social y el pago de las cuotas sociales para la Seguridad Social
(institución compuesta de normas jurídicas, instrumentos y financiamiento estatal regulados por
un ordenamiento jurídico para la protección de la salud física, psíquica, social y económica del
capital humano, desde que nace hasta que muere sea extranjero o nacional).

2. ESTADO CONSTITUCIONAL
De acuerdo con la opinión de Linares Quintana, Estado Constitucional es aquel que se
caracteriza por garantizar la libertad como finalidad suprema y última del Estado; por limitar y
fiscalizar el poder estatal por medio de su división en razón de la materia y, a veces, del
territorio; por la juridicidad o imperio del Derecho; por la soberanía popular o gobierno de la
mayoría con la colaboración y fiscalización de la minoría y respetando los derechos de ésta. No
existe.

3. ESTADO SOCIAL DE DERECHO


El Estado Social De Derecho es la organización política de la vida social que tiene la finalidad
suprema y última del Estado el desarrollo económico y social de los individuos.

4. ESTADO DEMOCRÁTICO DE DERECHO


El Estado Democrático De Derecho es la organización política de la vida social que tiene la
finalidad suprema y última del Estado la equidad social a través de distribución de la riqueza de
manera equitativa.

5. ESTADO CON MONARQUÍA CONSTITUCIONAL


El Estado de Monarquía Constitucional es la organización política de la vida social que garantiza
la libertad como finalidad suprema y última del Estado guiado un monarca que reina pero no
gobierna, sino que, a lo sumo, actúa como poder moderador entre el gobierno y el Parlamento.

6. ESTADO DE DERECHO
El Estado de Derecho es la Organización política de la vida social sujeta a procedimientos
regulados por ley en el cual los actos del Estado están limitados estrictamente por un marco
jurídico supremo (la CPE) guiados por el Principio De Legalidad y el respeto absoluto de los
derechos fundamentales.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE ESTADO

El origen del Estado está fundamentado en la concepción iusnaturalista, de cuyo significado se


puede desprender como una consecuencia el Estado. La sociedad natural que se suscita en las
organizaciones primitivas constituye el estado de naturaleza; que en un principio se formaba en
base a familias, donde el poder radica en el jefe de una familia, es decir el gobierno patriarcal.
De estas sociedades se desprende una comunidad que se dedicó a la subsistencia de la numerosa
familia y era claro que no se necesitaba de instituciones jurídicas o constituciones que legislaran
los derechos de cada uno. En sus diálogos,5 Platón narra de manera deductiva cómo fueron las
primeras sociedades paternalistas. Asume que después de una catástrofe de la naturaleza las
personas que lograron sobrevivir tuvieron que organizarse entre clanes donde su relación estuviera
directamente relacionada con lo sanguíneo, y por ende, se formaron alrededor de una figura
simbólica o de un líder de la familia. “La más antigua de todas las sociedades, y la única natural,
es la de la familia”.6
Dentro de las sociedades naturales y el Estado se encuentran una serie de percepciones en donde
la regiduría o el mandato se desarrollan en conjunto con la diversificación de la sociedad. La
familia se vuelve indudablemente la base de un Estado fuerte en conjunto con la comunión de
diversos jefes de familias, que vista de manera superficial formarían las primeras organizaciones
monárquicas, cuya forma de transferir o heredar el poder aún se siguen suscitando. No se puede
decir que es la manera funcional o la más práctica para legitimar el poder en una persona o clase
de personas, pero al ser animales sociales y al sobrevivir forzosamente en comunidades se
necesita tener una cabeza del grupo que guie, regule nuestra vida y contacto con las demás
personas.
Dichos líderes tienen que salvaguardar a su sociedad, tanto dentro de ésta como en su exterior, de
las diversas amenazas que puedan presentarse. Una vez que los jefes de familia dejaban de tener
una legitimación entre los suyos, cuando las sociedades sobrellevaron los peligros y, por lo tanto,
no requirieron de los servicios de los altos rangos, la religión tomó parte esencial para justificar la
posición jerárquica entre las comunidades, poniendo un mandato divino a sus cargos como
regentes en los territorios de dominio.
La posterior evolución de un gobierno patriarcal hacia el Estado lo explica Engels como “la
disolución de una sociedad gentilicia basada en las relaciones familiares, y el nacimiento del
Estado señala el paso de la barbarie a la civilización”.7 Desde un punto de vista económico, con el
surgimiento de la propiedad privada, las personas se adueñaban de terrenos que pertenecían a la
comunidad y empezaron a formar patrimonios personales hereditarios únicamente entre sus
familiares. Esto marcó un punto donde sociedades horizontales empezaron a construir a manera de
poder económico clases diferentes y, por ende, jerarquías; lo que conllevó a una comunidad
desigual. Es aquí donde se pierde el bien común, ya que se pierde la propiedad colectiva que era
referente de una comunidad viviendo en la barbarie y se estratifican las sociedades.
El Estado nace a partir de la visión de una sociedad clasista, en donde la propiedad privada y las
instituciones, así como un territorio claramente delimitado forman un gobierno cuya política es
salvaguardarse y mantenerse en el poder, sin importar los derechos de pocos o de muchos. El
poder es la máxima expresión del Estado.
Su legitimación tiene que sustentarse únicamente entre sus ciudadanos, en cuanto que sus actos
contemplen la supervivencia de una sociedad existiendo entre o bajo las instituciones que se crean
para la comunión con las personas. Es evidente que la necesidad de imponer un Estado para
marcar un orden político surge a partir de la caída del Medievo, donde las características del poder
gobernativo son expandidas más allá de los límites de una ciudad y de la creación de institutos
jurídicos y sociales.
La visión vertical de la jerarquización de las sociedades marca un punto determinante para el
cambio de una sociedad primitiva a una civilizada. La naturaleza humana requiere de una forma
de líder o jefe que permita sobrellevar a una sociedad. Es totalmente entendible que las primeras
formas de gobierno se crearan a partir de grupos familiares y de patrimonios comunales. Pero la
naturaleza del hombre también dio como origen la propiedad privada y la enajenación propia de
tierras como principal fuerza económica, hecho que tuvo como consecuencia la creación de clases
de familias con mayor poder de capital dando por terminada la etapa medieval y la creación de
burguesías.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE ESTADO
El origen del Estado está fundamentado en la concepción iusnaturalista, de cuyo significado se puede
desprender como una consecuencia el Estado. La sociedad natural que se suscita en las organizaciones
primitivas constituye el estado de naturaleza; que en un principio se formaba en base a familias, donde el
poder radica en el jefe de una familia, es decir el gobierno patriarcal.
De estas sociedades se desprende una comunidad que se dedicó a la subsistencia de la numerosa familia
y era claro que no se necesitaba de instituciones jurídicas o constituciones que legislaran los derechos de
cada uno. En sus diálogos,5 Platón narra de manera deductiva cómo fueron las primeras sociedades
paternalistas. Asume que después de una catástrofe de la naturaleza las personas que lograron sobrevivir
tuvieron que organizarse entre clanes donde su relación estuviera directamente relacionada con lo
sanguíneo, y por ende, se formaron alrededor de una figura simbólica o de un líder de la familia. “La más
antigua de todas las sociedades, y la única natural, es la de la familia”.6
Dentro de las sociedades naturales y el Estado se encuentran una serie de percepciones en donde la
regiduría o el mandato se desarrollan en conjunto con la diversificación de la sociedad. La familia se
vuelve indudablemente la base de un Estado fuerte en conjunto con la comunión de diversos jefes de
familias, que vista de manera superficial formarían las primeras organizaciones monárquicas, cuya forma
de transferir o heredar el poder aún se siguen suscitando. No se puede decir que es la manera funcional o
la más práctica para legitimar el poder en una persona o clase de personas, pero al ser animales sociales
y al sobrevivir forzosamente en comunidades se necesita tener una cabeza del grupo que guie, regule
nuestra vida y contacto con las demás personas.

Dichos líderes tienen que salvaguardar a su sociedad, tanto dentro de ésta como en su exterior, de las
diversas amenazas que puedan presentarse. Una vez que los jefes de familia dejaban de tener una
legitimación entre los suyos, cuando las sociedades sobrellevaron los peligros y, por lo tanto, no
requirieron de los servicios de los altos rangos, la religión tomó parte esencial para justificar la posición
jerárquica entre las comunidades, poniendo un mandato divino a sus cargos como regentes en los
territorios de dominio.

La posterior evolución de un gobierno patriarcal hacia el Estado lo explica Engels como “la disolución de
una sociedad gentilicia basada en las relaciones familiares, y el nacimiento del Estado señala el paso de la
barbarie a la civilización”.7 Desde un punto de vista económico, con el surgimiento de la propiedad privada,
las personas se adueñaban de terrenos que pertenecían a la comunidad y empezaron a formar
patrimonios personales hereditarios únicamente entre sus familiares. Esto marcó un punto donde
sociedades horizontales empezaron a construir a manera de poder económico clases diferentes y, por
ende, jerarquías; lo que conllevó a una comunidad desigual. Es aquí donde se pierde el bien común, ya
que se pierde la propiedad colectiva que era referente de una comunidad viviendo en la barbarie y se
estratifican las sociedades.
El Estado nace a partir de la visión de una sociedad clasista, en donde la propiedad privada y las
instituciones, así como un territorio claramente delimitado forman un gobierno cuya política es
salvaguardarse y mantenerse en el poder, sin importar los derechos de pocos o de muchos. El poder es la
máxima expresión del Estado.
Su legitimación tiene que sustentarse únicamente entre sus ciudadanos, en cuanto que sus actos
contemplen la supervivencia de una sociedad existiendo entre o bajo las instituciones que se crean para la
comunión con las personas. Es evidente que la necesidad de imponer un Estado para marcar un orden
político surge a partir de la caída del Medievo, donde las características del poder gobernativo son
expandidas más allá de los límites de una ciudad y de la creación de institutos jurídicos y sociales.
La visión vertical de la jerarquización de las sociedades marca un punto determinante para el cambio de
una sociedad primitiva a una civilizada. La naturaleza humana requiere de una forma de líder o jefe que
permita sobrellevar a una sociedad. Es totalmente entendible que las primeras formas de gobierno se
crearan a partir de grupos familiares y de patrimonios comunales. Pero la naturaleza del hombre también
dio como origen la propiedad privada y la enajenación propia de tierras como principal fuerza económica,
hecho que tuvo como consecuencia la creación de clases de familias con mayor poder de capital dando
por terminada la etapa medieval y la creación de burguesías.
El origen del Estado se puede determinar a partir de tres puntos fuertes: el dominio territorial
perfectamente determinado, una sociedad basada en diferentes clases sociales con diferentes poderes
económicos y la aparición de instituciones que den servicios y protección de manera interna y externa a su
sociedad civil. Por estos puntos principales se puede inferir que el Estado surge aproximadamente en el
siglo XVI, tomando en cuenta que el cambio no se dio tajantemente sino progresivamente y de manera
heterogénea. No se puede hablar de una permutación radical de sociedades organizadas a sociedades
con Estado, pero sí de una evolución en su política gubernamental. La caída del mundo medieval, tuvo
como consecuencia cambios entre los órdenes de poder y empezaron a surgir las características
mencionadas que dan origen a un Estado.

BREVE HISTORIA DEL ESTADO


El Estado es una creación humana surgida de la necesidad defensiva de un grupo frente a los ataques contra las
personas y las propiedades de otro grupo. Es una asociación de tipo político, establecida, consentida o sufrida por
la sociedad civil, y cuya misión consiste en organizar y dirigir la convivencia mediante instituciones diversas:
sistema legal, judicial, ejecutivo, defensivo. Generalmente ejerce legalmente el monopolio de la violencia y la
relación con otros Estados.
El gobierno es el conjunto de personas que tienen la función de dirigir el Estado.
La nación es un conjunto de personas que comparten un origen, una lengua, una cultura y que generalmente se
establecen en un territorio (aunque existen naciones que carecen de él o naciones diferentes que conviven es el seno
de la organización política de un Estado)
Los primeros Estados de los tenemos noticia son los imperios de Asiria, Mesopotamia, Persia, Egipto. La
estructura política predominante era el poder unipersonal de carácter totalitario: Sátrapa, Faraón. Estas figuras
apelaban al origen divino de su poder y su voluntad era la ley. Las personas sometidas a este poder absoluto
eran súbditos (los que están bajo…)
Grecia y Roma: representan los orígenes de los ideales políticos occidentales. En el caso de
la Grecia clásica, el modelo de Estado fue la polis, y el sistema de gobierno era variable: monarquía,
oligarquía, tiranía y democracia. Esta última fue el gran invento político de los griegos en el siglo V-VI a.
de C. Se trataba de una democracia directa, no representativa, en la que sólo los ciudadanos tenían
derecho a participar de las labores de gobierno (los niños, las mujeres, los esclavos y los extranjeros
estaban excluidos)La organización de Roma también sufrió oscilaciones en su sistema de gobierno: desde
la original democracia, pasó a ser República y posteriormente se constituyó en Imperio al ocupar otros
territorios. La creación romana más importante fue la institución del Derecho en su vertiente pública o
política y civil o privada.
Edad Media: Con las invasiones bárbaras del siglo V, desapareció el Imperio Romano, y el poder político
se fue fragmentando y surgió la sociedad, dando lugar a pequeñas entidades territoriales gobernadas por
un señor que detentaba algún título de nobleza (conde, barón, marqués, duque…) En muchos casos, al
menos teóricamente estos señores estaban bajo la autoridad de un rey, sin embargo en sus territorios
ejercían un poder omnímodo.A partir del siglo IX se intentó constituir una estructura política semejante al
Imperio Romano, pero con los ideales del cristianismo (Sacro Imperio Romano) con el poder centralizado
en dos figuras, una civil y otra religiosa: el Emperador y el Papa. Sin embargo, a partir del siglo XIV
comienzan a surgir los Estados Modernos.
Estado Moderno: A partir del siglo XV comienza la construcción del Estado Moderno que supuso la
afirmación territorial de la autoridad monárquica frente a obstáculos interiores y rivales exteriores, una
creciente centralización política y económica, la extensión y ampliación de la capacidad decisoria de la
administración real (burocratización) y la consolidación de la monarquía autoritaria como eje central de un
sistema político complejo. Pese a sus limitaciones, hacia 1500 las monarquías occidentales habían
establecido firmemente las bases del Estadocentralizado y absolutista. España, Inglaterra y Francia
fueron los primeros ejemplos del cambio político. El siglo XVII es la etapa de máximo esplendor del Estado
Absolutista.
Estado democrático: A partir del siglo XVIII, los ideales ilustrados críticos frente al absolutismo y la
centralización del poder cristalizaron en la Independencia de los Estados Unidos de América (1775), en
donde se instauró una democracia representativa y republicana, y en la Revolución Francesa (1789) que
promovió los ideales democráticos de libertad, igualdad y fraternidad. Este nuevo tipo de organización se
basaba en la soberanía popular ejercida en las urnas y en otras formas de participación política, en la
descentralización del poder, dividido ahora en poder legislativo, ejecutivo y judicial. Cuando un Estado se
rige por el principio de legalidad por el que se establecen los derechos y deberes de los ciudadanos y no
por la voluntad privada de uno o de algunos, lo llamamos Estado de Derecho, que es el modelo más
común en las sociedades occidentales. Frente al Estado de Derecho, el Estado Totalitario tiende a la
centralización del poder en una figura (fhurer, duce o caudillo) o en una élite burocrática (comunismo) y
algunos de los derechos ciudadanos como la libertad de expresión, de movimiento, asociación, etc. se
encuentran restringidas o brillan por su ausencia en las sociedades occidentales. Frente al Estado de
Derecho, el Estado Totalitario tiende a la centralización del poder en una figura (fhurer, duce o caudillo) o
en una élite burocrática (comunismo) y algunos de los derechos ciudadanos como la libertad de expresión,
de movimiento, asociación, etc. se encuentran restringidas o brillan por su ausencia.

S-ar putea să vă placă și