Sunteți pe pagina 1din 2

Marcos le hace el juego a la oligarquía

Marcos padece el mal de todos nuestros políticos, son incapaces de ver más allá de sus propias
ideas, las cuales les parecen insuperables. Marcos al igual que el Peje y toda la clase política (al
parecer es clase mundial) tienen a la teoría por norma y solo aceptan a la realidad en la medida en
que esta se les impone. Pero en su descargo habría que decir que solamente son creaturas de su
tiempo. Son creaturas que aún creen en el verbo: “si la realidad no es como se teoriza sobre ella,
peor para la realidad”

El nacimiento de los poderes pastorales se pierde en el tiempo, pero se pueden comenzar a


rastrear en el nacimiento de los primeros asentamientos rurales, de donde emergieron los
imperios antiguos ya con poderes pastorales bien establecidos. En dichos asentamientos no
parece haber pasado nada significativo, salvo que por primera vez se registra una cierta
concentración humana y sedentaria. Seguramente hubo bandas más numerosas que las
incipientes formaciones rurales y ya con manifiestos poderes pastorales arraigados, pero estas se
movían y resolvían en el movimiento, es decir en la experiencia, lo que daba asiento al impulso
vital del cambio continuo como imperativo para la vida en un entorno perennemente cambiante.

Con las comunidades rurales primigenias, la vida ya no puede resolverse únicamente en la


experiencia, ya que esta va a limitarse a cambios estacionales y climáticos que, aunque son
infinitamente variables, muestran ciertos patrones detectables, cosa que no ocurre en la
transhumancia. La imaginación que estaba fundida a la experiencia, con el sedentarismo cobra
presencia propia y se convierte en el sustituto del movimiento vital propio de la transhumancia.

Con la emancipación de la imaginación la figura del más apto se transforma en liderazgo


respondiendo al imperativo de sobrevivencia inherente a toda manifestación vital. Del liderazgo al
despotismo solo hay unos cuantos pasos. De la imaginación nace la teoría, mediada por la
reflexión o la meditación (entre otras manifestaciones que tienen como base la continua
compulsión entre la estructura cerebral y lo que se reconoce como realidad), las cuales antes de
dar con la teoría se descomponen en filosofía, intelectualismo y consejas (entre otras
posibilidades). Se llega rápidamente a la evidencia de que la base del poder pastoral es la teoría y
esta es la base de todo despotismo.

La teoría como producto de la imaginación es un recurso vital justo antes de transformarse en la


base del poder pastoral, el cual la torna en su contrario vía la filosofía y la ciencia (entre otras
posibilidades). La teoría viene a resolver la sobrevivencia de grupos humanos sedentarios y en
expansión. Si la imaginación alimentó el sedentarismo sustituyendo a la realidad y maleándola con
la teoría, los poderes pastorales utilizaron la diada teoría-imaginación para resolver los problemas
ingentes de la sobrevivencia: Se prometían tierras en que abundaba la leche y la miel, cosechas
abundantes, castigo para los enemigos, etc., etc. Hoy no ha cambiado mucho. Sueños rancheros se
ejercen en la selva lacandona o en el resto del país. Unos encapsulados en sus pequeñas teorías
libertarias, otros encapsulados en enunciados generales de “democracia, justicia y libertad”.

El Peje y su movimiento en vez de buscar el poder para sacarle recursos para la construcción de
una nueva sociedad, solo tienen visión para sus propios postulados que siguen el juego de lo que
critican. No ven las líneas de fuga que a diario emergen y que se apartan del sistema, y que
reclaman a gritos “cultívame”. Quieren crear una nueva sociedad, pero de acuerdo con sus teorías
y no de acuerdo con líneas de fuga que gritan por donde seguir.

Marcos no es distinto. Si lo que se dice no concuerda con su teoría ranchera, entonces no sirve. Es
incapaz de ver que el peje y su triunfo electoral son oportunidades de expansión de la visión
autonomista. Pero igual que el peje lo quiere hacer al modo ranchero. En vez de dotar de
condiciones materiales de existencia para que surja lo que ha de surgir de comunidades
integradas, buscan su autonomismo ranchero. En vez de promover la rehechura de la vida
colectiva vía la satisfacción de impulsos vitales, buscan el colectivismo a través de postulados
teóricos.

En fin, estamos en un largo proceso que al parecer se desató con la aparición de sociedades muy
pobladas que imposibilitaron la convivencia estrecha de los pequeños grupos humanos. Esa
convivencia estrecha permitía la realización de la subsistencia en la experiencia. La teoría como
auxiliar de la experiencia trae como corolario a los poderes pastorales, los cuales enraízan en las
sociedades por sus obvias capacidades para sostener la vida.

¿Cómo volver la teoría al redil? ¿Cómo recuperar la experiencia como posibilidad de vida? Son
cuestiones que van antes de plantearse abstracciones como “democracia, justicia y libertad”.

Xochimilco, CDMX
Julio de 2018

S-ar putea să vă placă și