Los precursores promovieron los ideales patriotas participando en el
Mercurio Peruano, la Sociedad de Amantes del País o sentando las bases de la nación peruana al desempeñarse en cargos políticos o institucionales en el inicio de la República.
Contrariamente a lo que algunos creen, muchos sectores de la
población peruana apoyaron la gesta emancipadora, ya sea conspirando, escribiendo o directamente luchando contra el dominio español. Definitivamente, no se puede olvidar las grandes revueltas y conspiraciones que hombres como José Laurencio Silva, Francisco Antonio de Zela, los hermanos Angulo y Mateo Pumacahua realizaron a riesgo de sus propias vidas, pensando solo en la patria.
LOS PRECURSORES
La independencia del Perú fue impulsada por el desarrollo de un
pensamiento político que planteaba la emancipación de España desde dos propuestas distintas. Por un lado, un grupo representado por los pensadores reformistas consideró que el gobierno colonial necesitaba reformas en su administración. Por otro lado, los separatistas creyeron que la crisis del orden colonial únicamente se superaría con la ruptura definitiva con España.
JOSÉ HIPÓLITO UNANUE Y PAVÓN (ARICA, 1755 – LIMA, 1833)
Precursor, Humanista y defensor de la salud del hombre, se
desempeño como asesor de virreyes, pro-médico general, redactor del Mercurio Peruano, ministro de Hacienda de San Martín, diputado del Congreso Constituyente y ministro de Bolivar, entre algunos otros importantes cargos.
Entre sus obras se encuentran Observaciones sobre el clime de
Lima (1806), donde critica la hipótesis de que el clima americano disminuía las facultades del hombre. Idea General del Perú, otra de sus obras fundamentales, integra en un solo discurso el pasado inca y el virreinato, reconociendo como peruano todo el testimonio histórico del territorio. JOSÉ BAQUÍJANO Y CARRILLO (LIMA, 1751 – SEVILLA, 1817)
Reformista peruano, hombre de derecho y profesor de la
Universidad de San Marcos. Sus planteamientos liberales apoyaron la renovación de los estudios, la protección de la prensa libre y la difusión del enciclopedismo. Fue colaborador del Mercurio Peruano. Es precursor reformista de la emancipación peruana porque creía que las reformas eran el mejor camino para autogobernarnos.
TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA (CHACHAPOYAS, 1750 –
LIMA, 1825)
Sacerdote y maestro del importante colegio de San Carlos. En la
Universidad de San Marcos obtuvo los grados de licenciatura y doctorado en Teología. Como docente, transmitió sus ideas, apoyadas en el pensamiento cristiano, educando a la generación que afirmó la independencia. Su labor se sustentó en una sólida fidelidad al pensamiento cristiano y en una voluntad amplia que pretendía asumir los valores intelectuales, científicos y sociales del mundo del siglo XVIII.
JUAN PABLO VISCARDO Y GUZMÁN (AREQUIPA, 1748 –
LONDRES, 1798)
Pensador activo e influyente de la época y principal representante
de la corriente separatista. Luego de ingresar a la Compañía de Jesús, realiza sus estudios eclesiásticos en el Cuzco. Con la expulsión de los jesuitas en 1767, viaja a Europa, donde escribe su célebre Carta a los españoles americanos (1799), texto dirigido a los criollos en América en el que afirma que el nuevo mundo es nuestra patria y su historia es la nuestra.
LA SOCIEDAD DE AMANTES DEL PAÍS (1790)
Fue una agrupación conformada por una serie de intelectuales
jóvenes con ideas reformistas e ilustradas. Sus inquietudes fueron plasmadas en el Mercurio Peruano de Historia, Literatura y Noticias Públicas. La publicación más importante de la Ilustración Peruana, con más de cuatrocientos números que trataron temas diversos.
Independencia del Perú
La Independencia del Perú es un proceso histórico social, que corresponde a
todo un periodo de fenómenos sociales levantamientos y conflictos bélicos que propició la independencia política y el surgimiento de la República Peruana como un estado independiente de la monarquía española, resultado de la ruptura política y desaparición del Virreinato del Perú por la convergencia de diversas fuerzas liberadoras y la acción de sus propios hijos. Los antecedentes más remotos de un afán independentista en el Perú, con relación a la corona española, se pueden notar en los intentos de algunos de los primeros conquistadores españoles por liberarse del dominio del rey de Castilla. Luego, a lo largo del siglo XVIII, se sucedieron múltiples movimientos y manifestaciones indígenas contra la dominación colonial y el trato de las autoridades coloniales, algunos de las cuales devinieron en auténticas rebeliones. La aplicación de las borbónicas incrementó la desazón y la inconformidad tuvo su estallido en la revolución de Túpac Amaru II, la cual terminó en la represión de aquella revuelta aunque permaneció latente el germen del descontento indígena. Se discute si éstos movimientos deben o no ser considerados como precedentes de la emancipación protagonizada por caudillos y pueblos del Perú y de otros países del continente americano. Al producirse la invasión francesa a España, los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII renunciaron al trono de España en favor de Napoleón Bonaparte. El emperador francés, poco después, cedió la corona a su hermano José Bonaparte. Como consecuencia de la usurpación francesa y el levantamiento de España, en diversos puntos de la América española se crean juntas autónomas de gobierno que disputaban por la hegemonía sin pretender cambiar el orden colonial. Fue entonces que el virrey Abascal hizo del Ejército Real del Perú y del virreinato peruano la base de la contrarrevolución sobre el Alto Perú, Quito, Chile y Argentina. Las primeras rebeliones autónomas peruanas surgieron desde 1811 en este contexto de descontento indígena y colaboración criolla con la revolución rioplatense sin alcanzar la libertad del país. En 1820, la Expedición Libertadora procedente de Chile desembarcó en el Perú bajo el mando del general José de San Martín. Éste proclamó en Lima la independencia del Estado peruano (1821) y bajo su Protectorado se formó el primer Congreso Constituyente del país. Con la Guerra de Maynas queda pacificado el oriente peruano en 1822. Pero San Martín se ve obligado a retirarse del Perú mientras el flamante estado sostiene una guerra contra los realistas de resultado incierto hasta 1824, año en que tuvieron lugar las campañas de Junín y Ayacucho bajo el mando del Libertador Simón Bolívar. La victoria de Ayacucho concluyó con la capitulación del ejército realista que puso fin al virreinato del Perú. La independencia del Perú fue otro capítulo importante en las guerras de independencia hispanoamericanas. Finalmente en abril 1825 concluye la campaña de Sucre en el Alto Perú, y en noviembre de ése mismo año, México consigue la capitulación del bastión español de San Juan de Ulúa en América del norte, y por último, en enero de 1826, caen los reductos españoles del Callao y Chiloé en América del sur. España renuncia en 1836 a todos sus dominios continentales americanos.3 En lo político se cortó la dependencia de España; en lo económico se mantuvo la dependencia de Europa y en lo social el despojo de tierras a indígenas se acentuó en la era republicana.4 El empleado doméstico indígena fue tratado de forma inhumana, incluso en las primeras décadas del siglo XX. 5 El indígena consiguió la ciudadanía abierta del Perú en el mismo nacimiento de la república, el 27 de agosto de 1821.67Sin embargo, en pleno siglo XXI se sigue construyendo una sociedad genuinamente democrática, donde sea posible la plena garantía y el respeto de los derechos humanos