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(Griego Filosófico I)
Introducción
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F. de Saussure, Curso de lingüística general, , Madrid, Alianza, 1987, cap. II, VII,
1, in fine.
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recomendación para lograr la habilidad en cuestión es leer lo más posible las
obras de autores reputados y, si surgiera una duda concreta, es preciso
recorrer el canon en busca de un ejemplo análogo que resuelva la duda. Por
consiguiente, se deja a quien tiene que escribir o juzgar sobre la
conveniencia y aceptabilidad de una frase, prácticamente ante la sola
intuición o ante el gravoso recurso de revisión del canon, como el que suele
usarse para justificar la aceptabilidad de un texto o variante mediante la
referencia a pasajes paralelos. La propuesta técnica, en cambio, que coincide
con la de quienes hoy defienden la necesidad de la inclusión de estudios
sintácticos en los primeros niveles de formación, subraya el criterio que aúna
sistematicidad y economía teórica. Este punto de vista, lejos de ser
novedoso, es el que ha adoptado la tradición al incorporar a la gramática en
el trivium. Con los avances en el área de la lingüística de los últimos
doscientos años, esta incorporación es todavía más significativa.
Para precisar un poco más, continuando con el ejemplo de la
enseñanza de una lengua moderna, podemos agregar otro punto. Dado que la
versión empírica riñe con la técnica, la extensión de la primera genera
indefectiblemente el debilitamento de la segunda, de modo que los estudios
gramaticales quedan así limitados a su mínima expresión y la sintaxis, en
los casos en que no es directamente eliminada del currículo, se convierte en
un contenido no significativo que se presenta parcialmente. Así, se crea la
sensación de que se trata de un instrumento complicado y poco poderoso, de
modo que no valdría la pena invertir tiempo en su estudio. Antes bien, se
opta por el enfoque empírico, que crea la ilusión de que es menos costoso
desde el punto de vista teórico y cubre a la vez los objetivos de formación
literaria. Esto implica, sin embargo, una involución teórica, especialmente
porque, en rigor, la vía empírica es tentativa y difícilmente los planes de
lectura asidua puedan cumplirse con suficiente amplitud como para
cumplimentar los requisitos del desarrollo de una intuición sintáctica amplia
y confiable. El resultado es una progresiva pérdida de conciencia de la
utilidad de la sintaxis y de sus ventajas como sistema de parámetros para
juzgar sintéticamente sobre la adecuación de enunciados. Esto es muchísimo
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más claro en el caso del aprendizaje de otras lenguas, donde no se puede
contar con la sensibilidad de la lengua nativa. En estos casos, sólo una sólida
formación técnica en los principios sintácticos puede servir de orientación.
Del mismo modo, en el caso de los aspectos semánticos, es preferible
un aprendizaje progresivo de la lógica de composición de palabras, del valor de
prefijos y sufijos, de las nociones ligadas con los campos semánticos, antes que
la memorización de listas de palabras con significados, que parcializan el
acceso a la lengua y restringen su intelección, porque ocultan los diferentes
valores distribucionales que un término adquiere en diferentes contextos.
Si las observaciones anteriores pueden perfectamente ser trasladadas a
la enseñanza de una lengua clásica, en el caso de la morfología tiene una
aplicación eminente. En efecto, en este ámbito nos encontramos igualmente
frente a la opción de un acceso empírico, que consiste en la revisión de los
paradigmas dentro de los marcos de la sistematización tradicional, pero como si
fueran compartimientos estancos, sin proveer las claves de intelección que
permiten captar sus íntimas relaciones. Respecto de la vertiente técnica, que
reclamaba ya la gramática hace veintidós siglos, podemos citar las palabras de
Varrón mencionadas en el acápite, que refiere a la tarea pionera de construcción
de paradigmas morfológicas del siguiente modo:
“El que busque si la transformación de las palabras sucede según una
relación analógica, ha de ver perfectamente qué tipos de semejanza existen
en este asunto y qué formas tienen. Pero este punto, dado que es difícil,
quienes han escrito de estos asuntos, o lo han evitado o lo han abordado y
no han podido llegar a entenderlo. Así pues, en esto es evidente la
divergencia y ella no de un solo sentido, pues unos han establecido el
número correspondiente al conjunto de todas las distinciones, como
Dionisio de Sidón, quien escribió que éstas eran setenta y una, y otros el
correspondiente a la parte que tiene casos y, mientras aquel mismo dice que
las distinciones de ésta son cuarenta y siete, Arístocles registró en sus
escritos catorce, Parmenisco ocho, y así otros más y otros menos. Si el
origen de estas semejanzas se captase correctamente y de aquí saliese un
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sistema, se erraría menos en la transformación de las palabras.” Varrón LL
X 9-11.
La apuesta varroniana apuntaba a las ventajas de un sistema técnico,
que explicitara las relaciones de semejanza entre las formas léxicas, lo cual
permitiría comprenderlas en su lógica interna. Este conocimiento no había sido
conformado todavía en la época de Varrón, pero sí esta disponible en la nuestra.
La ventaja de apelar a la gramática es que ofrece instrumentos de economía
teórica imposibles de conseguir por la vía meramente empírica. En ese sentido,
este instrumento debe ser utilizado en toda su amplitud, a los efectos de
valernos de todas sus potencialidades.
Esta perspectiva de acceso a la lengua está desarrollada en los dos
volúmenes de la Guía para el aprendizaje del griego clásico de Lorenzo
Mascialino y Victoria Juliá, de modo que la morfología contenida en este
trabajo puede considerase como un complemento de este material, que subraya
la adquisición conjunta y progresiva de semántica, sintaxis y morfología sobre
textos atestiguados de la tradición, de un modo que permite internarse
directamente en el imaginario de la antigüedad clásica.
El conjunto de nociones básicas referidas a la grafía, la estructura de la
palabra indoeuropea y los conceptos básicos referidos a la declinación se
encuentran en Materiales para el estudio del griego clásico, editado en estas
Fichas de cátedra, donde se encontrarán asimismo los lineamientos generales
para el trabajo sobre el verbo griego. Notemos, finalmente, que el presente
material está redactado previendo distintos niveles de lectura. Mientras en un
primer momento del estudio del griego resultan útiles las divisiones principales
y los cuadros que muestran la constitución de formas, en los niveles superiores
interesará especialmente la información que se consigna en las
“Observaciones”, donde constan las peculiaridades de cada forma morfológica,
de modo que este trabajo constituye un instrumento duradero para el estudio del
griego clásico.
Claudia T. Mársico
Universidad de Buenos Aires / UNSAM
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TEMAS EN -
(Primera declinación)
Observaciones
1. La llamada primera declinación se compone, en realidad, de dos grupos diferentes de
palabras, a saber, temas en ay en ya:
1. Temas en : el griego primitivo poseía una vocal que luego, en
jónico-ático, devino . A su vez, esta , conservada en jónico, volvió a convertirse en
ático en cuando era precedida de Resultaron así dos grupos diferentes:
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a. terminado en : por supuesto, no precedida de .
Sin embargo: F con desaparición de F, cf.
hom.
F con desaparición de F,
, por asimilación de.
b. terminado en invariable: precedida de Es el único tipo que
mantiene en todo el singular. También pertenecen a este grupo y
otros, en los que la influencia de mantuvo la Otro tanto ocurre con los siguientes,
por la influencia de y, perdida como intervocálica: de de
de , de y de . También se
mantiene la después de en (homérico ),
, etc. se explican por ser formas dóricas
entradas en ático. Lo mismo.
2. Temas en y: cuya siempre breve, puede ser:
a. variable: la no precedida de El sufijo y agregado al tema produce
los siguientes finales: , , ; así, por ej., y,
y, y, .y,
.y, .y, y. Hay temas que,
no poseyendo sufijo y, tienen por analogía:
b. invariable: la precedida de Como lo indica la acentuación, es el
único caso de invariable breve. Sin embargo, ésta se presenta como tal sólo en n., v. y
a., ya que en g. y d. es larga por contracción; así, por
ejy etc.
2. La característica de estos temas no puede considerarse, en rigor, una vocal
temática, ya que ésta es siempre /, sino que constituyó en origen un procedimiento
para la distinción del femenino. No posee entonces una función de unión, sino de
diferenciación del género. La ausencia del sufijo temático de unión implica que esta
declinación es, en verdad, atemática, pero por obra de la analogía, sus terminaciones
poseen un estructura semejante a las del tipo temático (cf. § 9 y 10). Sin embargo, en el
g. sg. la estructura de la terminación es la del tipo atemático (§ 15 obs.1):
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Observaciones
1. Compárese con la flexión latina.
sg. n. a pl. n. ae < ai
v. a v. ae < ai
a. am a. as < ams
g. ae < as (cf. pater familias) g. arum
d. ae < ai d. is
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2. El n. sg. no posee desinencia; el v., por su parte, es igual al nominativo, es decir, hay
nominativos en función vocativa (cf. § 15, obs. 1). Sin embargo, hay rastros de un
antiguo v. en que se conserva en algunas palabras: ( 130, 743),
.
3. El a. sg. une la desinencia directamente al tema. Para la desinencia (§ 15, obs. 1).
4. El g. sg. se basa en un antiguo *, cf. § 15, obs. 1.
5. El d. sg. en / procede de *, cf. latín Fortunai Publicai. El diptongo *, con
primer elemento largo, encubre la contracción de , donde * representa el sufijo
de d. del indoeuropeo. (cf. § 9, obs. 5). Con este final se confundieron desde temprano
los locativos en *, como, cf. lat. Romai, Romae. Este diptongo * fue
inestable: jónico por ; inscripciones áticas por y por : , ;
lesbio por ; beocio donde es analógica de la terminación temática (cf. §
9, obs. 5).
6. El n./v. pl. en no es originario y su forma proviene de la declinación pronominal.
La terminación del i.e. era *as < *aes (cf. § 9, obs. 6 y 15 obs. 1).
7. El a. pl. en i.e. era en *as (§ 15, obs 1), o sea, igual al n. (cf. obs 6), pero en griego
primitivo se creó una forma , analógica de (§ 9, obs. 7), cf. cretense .
En jónico-ático se transformó en. Con alargamiento compensatorio de , en
lesbio, la pérdida de se compensa por diptongación de : .
8. El g. pl. originario es *a-som y recibe dos tratamientos:
*o bien * (jónico, por
abreviación) En el origen, esta desinencia perteneció a la flexión pronominal.
9. El d. pl. presenta formas paralelas a la declinación temática (§ 9, obs. 9). La forma
originaria era en su, antigua desinencia de locativo del i.e., que, asociada a la
vocal temática, dio una terminación / que se conservó en locativos:
y que tempranamente comenzó a emplearse como
d. pl.: (jónico), (ático), etc. Con todo, también desde antiguo, se
introdujo una por analogía con los masculinos en y los dativos en Así, en
Homero y jónico se observa un final . En el viejo ático y los trágicos este final
presenta por analogía con : . También por analogía se creó la forma sin
que será la usual en ático: (cf. , ver § 9, obs. 9).
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10. El n./a. dual perdió la terminación originaria en , sánscrito e, y la reemplazó por
. Ésta fue empleada primeramente en los masculinos puesto que era analógica de la
propia de los temáticos (cf. § 9, obs. 10), pero luego fue extendida también a los
femeninos. Que la terminación en es tardía lo muestra el tipo pronominal que
presenta el femenino en :, cf. micénico .
El g./d. en también es creación tardía y analógica del tipo temático como
lo muestra el tipo pronominal , cf. micénico
11. Formas dialectales:
1. sg.: a. El jónico presenta generalizada incluso después de y :
etc.; sin embargo, en Homero aparece .
En dorico y eólico la está generalizada: (jónico ), etc. (cf. § 1, obs. 1.1).
b. Para las formas de d., obs. 5.
2. pl.: a. El a. presenta en lesbio la forma : (cf. obs. 7).
b. El g. presenta en jónico la forma no contracta : . Esta forma en el
uso homérico comporta sinéresis. También es frecuente en Homero la forma (cf.
obs. 8): , a veces contracta en . El dórico presenta la contracción
esperable , forma empleada también en los coros trágicos.
3. El d. presenta la forma en eólico, viejo ático y los poetas (cf. obs. 9). El jónico
(Homero, Heródoto), y el viejo ático a veces, tiene la forma . Homero presenta
también un final y, raramente, .
12. Para el caso especial de los masculinos, § 9, obs. 1-3.
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§ 3. Femeninos:
1. Con terminación en
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§ 4. Femeninos:
2. Con terminación en : a. invariable
12
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§ 5. Femeninos:
2. Con terminación en : b. variable
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§ 6. Masculinos
Observaciones
1. La del n. obedece a una analogía con los temas en (§ 9). Siendo aquéllos en su
mayoría masculinos, el procedimiento favoreció una clara discriminación de este grupo
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de palabras respecto de los femeninos de la primera declinación. Hay, sin embargo,
formas dialectales de n. asigmático, por ej., en beocio y también en Homero:
Estas formas homéricas en fueron
consideradas a veces vocativas en función nominativa (cf. obs. 2).
2. El v. en es la continuación de una vieja alternancia que, en algunos casos, va
asociada a la retrotracción del acento, así (cf. , § 22, obs. 3).
Presentan este v. en los nombres en -, por ej., ; los gentilicios, por ej.,
y algunos compuestos en -, por ej., . Los restantes son en o
y la vocal larga en ellos procede del n.
3. El g. sg. es en por directa analogía con los temas en (§ 8 y 9). Esto responde,
por un lado, a que éstos son en su mayoría masculinos, y, por otro, a motivos de
claridad, ya que al conferírsele al n. (cf. obs. 1) debía excluírsela del g. Sin embargo
hay atestiguados g. en que, en rigor, no son los originarios, sino formas tardías y
analógicas de los femeninos: , . Las formas homéricas del g.
reposan en una terminación . Esta forma, conservada en eólico, presenta en jónico el
tratamiento , por metátesis de cantidad: frente a .
La forma en suele comportar sinéresis. También existe una forma contracta en :
. El dórico presenta la contracción esperable: ; así: .
4. a. Pertenecen a este grupo los sustantivos con sufijo de agente , por ej.,
"hacedor" (de "hacer"), ciudadano" (de "ciudad"). Nótese
entre ambos tipos la diferencia de acento: oxítono en el primero, por derivar de verbo,
paroxítono en el segundo, por derivar de sustantivo. Hay excepciones a esto. b.
También se incluyen en este grupo los sustantivos con sufijo patronímico , por ej.,
"Atrida" (descendiente de Atreo).
5. En jónico los nombres propios en , tipo , se confundían en el n.
con el tipo de tema en , tipo (§ 27, obs. 1.a). De esto resultaron
formas analógicas: a. sg en y g. sg. en (contracto en ); así, por ej.,
o de o de .
6. La categoría de nombres en , que presentaba una flexión en invariable, en jónico
y la posee g. sg. en y d. sg. en (cf. los temas en dental, § 17). Esta
flexión, de origen oscuro, tuvo, sin embargo, gran éxito y llegó, en parte, al griego
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moderno. Incluye nombres de animales () y, en época helenística, de oficios
().
7. presenta peculiaridades de flexión; en homérico: n. , g.
o , a. d. . También: g. , d.
(ambos de un tema , cf. § 17). Existe también la grafía .
§ 7. Nombres contractos
Hay nombres que presentan contracción en el tema. El resultado es
acento circunflejo sobre la última sílaba. No presentan otra diferencia con los
paradigmas dados. Así, por ejemplo:
Observaciones
1. A veces, la forma contracta es alterada por analogía; así, posee un femenino
que no presenta contracción fonética en .
2. , en apariencia *, presenta un a. pl. en Heródoto, que haría pensar
en un tema y, por ende, un n. *.
3. El pl. de en jónico es no contracto: n./v. , a. , g. , d. .
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TEMAS EN : DECLINACION TEMATICA
(Segunda declinación)
1
Existe también el d. pl. en , cf. la primera declinación (§ 2, nota 2) y la
tercera declinación (§ 15, obs. 1). (Para más detalles véase obs. 7).
Observaciones
1. La desinencia del n. masc.-fem. es la misma que la de tercera declinación (§ 15,
obs. 1).
2. El v. sg. masc.-fem. presenta vocal apofónica ; cf. latín amice. Dicha forma de v.
fue siendo reemplazada por el n. en función vocativa; así, , vocativo por (sólo
aparece en N.T.) y () . (cf. § 15, obs. 1).
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3. El a. sg. masc.-fem. une la desinencia directamente al tema. Para la desinencia, §
15, obs. 1.
4. El g. sg. reposa en dos desinencias irreductibles entre sí, *os.yo > (homérico) y
*os.o > * (que debe suponerse metri causa en Homero bajo la grafía , por ej., en
60: debe leerse *) > . Sin embargo, puede suponerse una única
desinencia *o.syo cuyo doble tratamiento se explicaría por la geminación de y en un
caso y no en el otro. Para las formas dialectales, obs. 13.
5. El d. sg se basa en una terminación *oi del indoeuropeo, la cual procede de *o.ei (cf.
§ 2, obs. 5), cf. avéstico ai y viejo latín oi > o. La forma parece ser un tratamiento
fonético en el jónico de Eubea y las inscripciones áticas. En cambio, en arcadio, beocio
y especialmente en etolio y griego del noroeste, el empleo de la forma en vez de
representa un empleo del locativo en función dativa (cf. obs. 12).
6. El n./v. pl. masc.-fem. procede de la declinación pronominal. El n. del
indoeuropeo era en *es (cf. la declinación atemática, § 15, obs. 1), que daba un final
*osoes por contracción con la vocal temática, cf. gótico wulfos "lobos" (cf.
también, § 2, obs. 6).
7. El a. pl. masc.-fem. procede de * con pérdida de ante y alargamiento
compensatorio de la vocal temática en . Las formas dialectales se explican por los
diferentes tratamientos fonéticos de *: cretense , ante vocal, y , ante
consonante; tesalio y arcadio ; beocio y dórico (pero en Píndaro); lesbio
con diptongación (cf. § 2 obs. 7). Para la desinencia *, en la terminación § 15,
obs. 1).
8. El g. pl en se relaciona con el viejo latín um: socium, deum. La desinencia, que es
también la de la declinación atemática (§ 15, obs. 1), se remonta al indoeuropeo común
que, según los dialectos, comportaba final m o n y vocalismo largo o breve.
9. El d. pl. en se basa en un antiguo instrumental *ois, cf. sánscrito ais, latín is,
abreviado por ley de Osthoff. La forma en , por su parte, es un antiguo locativo
que procede del indoeuropeo *oisu, cf. avéstico aisu, sánscrito esu, etc. (para , cf. §
15, obs. 1). De acuerdo con esto, ninguna de ambas formas representa originariamente
al d., pero devinieron semánticamente equivalentes, aunque el micénico parece todavía
diferenciarlas, y los dialectos optaron en el uso por una u otra.
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10. El n./a. dual presenta una , cf. , latín ambo, védico a. La desinencia del
g./d. no presenta paralelo claro en otras lenguas indoeuropeas. El arcadio presenta un
final que puede relacionarse con ciertas formas sánscritas en u y del micénico
duwoupi = = .
11. En los neutros la característica del n./v./a. sg. neutro es paralela a la m del latín
(iugum < iugom) y del sánscrito, cf. yugam. Estos neutros en *m junto con el tipo
pronominal en *d están caracterizados positivamente frente al tipo con desinencia cero
de la declinación atemática (cf. § 15, 2). En cuanto al plural, el indoeuropeo presentaba
para la flexión temática una desinencia de colectivo *a (cf. sánscrito yuga), pero a, en
cambio, para la atemática (cf. § 15, obs. 2). El griego generalizó la desinencia *a > a
también para el tipo temático: , cf. latín iuga. Debe destacarse también que incluso
en la estructura del tema estas formas son atemáticas, por cuanto no poseen el sufijo
temático de unión , agregado al cual la desinencia daría una terminación contracta
*. Esto obedece a la tendencia general a mantener el neutro pl. en (cf. , § 12,
obs. 2).
12. Algunas formas "adverbiales" representan, en rigor, formas casuales desaparecidas
de temas de la flexión temática:
1. Locativo sg. en *: (latín domi), , , ;
en grado e, * y, tal vez,
2. instrumental en *bhi > : (homérico, etc.).
13. Formas dialectales:
1. sg.: a. El g. es en Homero , o bien (*), cf. obs. 4. El lesbio y el
dórico presentan la contracción . También el arcadio-chipriota posee un final
y, a veces, , analógico del pl. En eólico y tesalio occidental el final es
tanto como . b. El d. es en en el jónico de Eubea (cf. obs. 5).
2. pl.: a. El a. dórico es en o en . El lesbio presenta la forma (cf.
obs. 7). b. El d. es en en la mayor parte del dórico, el beocio, el arcadio-chipriota y
el jónico de Eubea; en , en cambio, en el resto del jónico y el lesbio, aunque éste
presenta la forma para el artículo en todos los casos. El viejo ático presenta el d.
en pero luego fue generalizado, salvo en los trágicos por influencia de
Homero. Este emplea casi siempre ante consonante; ante vocal puede
interpretarse como apócope de pero también se encuentra ante consonante o en
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final de verso. Píndaro, Baquílides y Teócrito también emplean alternativamente una u
otra forma.
3. du: En Homero el g./d/ puede ser en : .
Observaciones
1. Compárese con la flexión latina:
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§ 11. Sustantivos y adjetivos neutros
Observaciones
1. Compárese con la flexión latina:
sg.: n. um pl.: n. a
v. um v. a
a. um a. a
g. i g. orum (arcaico: um < om)
d. o < oi d. is
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§ 12. Nombres contractos
Masculinos:
1
El v. no está atestiguado.
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Neutros:
Observaciones
1. En Homero sólo aparecen las formas no contractas. En ático, esta
declinación presenta oscilaciones; así, por ej., el n. pl. neutro puede ser no
contracto: .
2. El la el tipo sufrió la influencia de los temas en (cf. ,
§ 32); así: g. sg. y d. sg. que
corresponden a los n. (). Esto ya se verifica en
ático: n. pl. (como de ) y, en especial, en el sustantivo
: g. sg. ; a. sg. (según el derivado ); n. pl.
; a. pl. (según ) d. pl. (según ).
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§ 13. Declinación "ática"
Observaciones
1. La terminación procede de por metátesis de cantidad o bien de
por abreviación. Sin embargo existen palabras con vocal temática
etimológica: () (homérico F),
(jónico ).
2. Algunos nombres de este tipo presentan un a. sg. en : : a. sg.
o : a. sg. o : a. sg. o
Lo mismo . hace generalmente a. sg.
. Estas formas son analógicas del tipo de los femeninos en (cf. ,
§ 27).
3. El g. sg. se basa en *. El acento, que se esperaría
circunflejo, responde a una generalización del agudo a toda la flexión.
4. Existen formas del n. pl. masc.-fem. en , analógicas de la flexión atemática
(cf. , § 33, nota 3): ().
5. El adjetivo (homérico , jónico ) presenta
peculiaridades en la flexión: femenino: neutro pl.: (aunque hay
un compuesto neutro pl. ); masculino n. pl: .
6. En la estos temas fueron pasados al tipo (§ 10); así,
.
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DECLINACION ATEMATICA
(Tercera declinación)
§ 14. Generalidades
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§ 15. Desinencias
El siguiente cuadro presenta el sistema de desinencias de la tercera declinación:
n. caso masc.-fem. neutro
+
n. / u.v.a s/d+
v. s/d+/ = n.+ s/d+
sg. a. / s/d+
g.
d.
n.
v.
pl. a. /
g.
d. () ()
du. n/v/a.
g/d.
+
u.v.a.: última vocal del tema alargada
+
s/d: sin desinencia
+
=n.: igual al nominativo
Observaciones
1. Masc.-fem.: El n. sg. se caracteriza de dos maneras. La una, con , se corresponde
con la de los temas en (§ 9, obs.1) y con la de los masculinos de la primera
declinación (§ 6, obs. 1). La otra, con alargamiento de la última vocal del tema, en
cambio, constituye una peculiaridad de algunos temas de esta declinación.
El v. sg. originariamente comportaba desinencia cero, es decir, era el tema puro. Ello se
mantuvo en ciertos temas, pero en otros, en cambio, triunfó la tendencia a emplear el
nominativo en función vocativa tal como ocurre en el plural de las tres declinaciones
(cf. también § 9, obs. 2).
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El a. sg. está caracterizado por una nasal, en griego, que corresponde a la m del latín
(cf. consule-m, pede-m, etc.). Dicha nasal se conserva en griego cuando sigue a una
vocal, tal como ocurre en la primera declinación (cf. , § 3; , § 4;
, § 2, obs. 3; , § 6; , § 6) y en la segunda (cf. , § 9,
obs. 3). Del mismo modo en los temas vocálicos de la tercera declinación (cf. p. ej.,
, § 30). Sin embargo, cuando sigue a consonante, la nasal se vocaliza en que
representa la otra desinencia de a. sg. que consigna el cuadro. Así, en temas
consonánticos, p. ej. , § 17.
En g. sg. y el abl. sg. compartían en indoeuropeo una forma en todos los temas -excepto
en los temas en - (cf. § 9, obs. 4)- marcada por la desinencia *–s. En los diversos casos
podía tomar la forma reducida *–s, o presentarse en grado vocálico, *-es u *–os.
El d. sg. posee una desinencia que está vinculada con la suscrita propia de la primera
y segunda declinaciones (cf. por ej. , § 2 y , § 9, respectivamente).
El n.-v. pl. masc.-fem. tenía en indoeuropeo una desinencia *-es, que se diferenciaba de
la desinencia de g. sg. por carecer de alternancia vocálica, que se mantuvo en griego.
El a. pl. reposa en una desinencia *ns que recibe dos tratamientos diferentes: 1)
siguiendo a consonante, la nasal se vocaliza en , y se tiene entonces una desinencia
; así, por ej., , § 19. 2) Cuando sigue a vocal, en cambio, la nasal permanece
consonante y termina por desaparecer, y se tiene así una desinencia : <
* (§ 31). Compárese con la primera declinación , § 2,
obs. 5), y la segunda , con alargamiento compensatorio de en
, § 9, obs. 6.
El g. pl., con desinencia constante en todos los temas, comporta la forma -o
cuando lleva acento, y deriva de la forma indoeuropea –am.
El d. pl. posee desinencia () ( efelcística), que es paralela a las correspondientes de
primera y segunda declinaciones, respectivamente y , atestiguadas en su
forma antigua en jónico, homérico, viejo ático. La desinencia se basa en una antigua
forma de locativo.
2. neutro: El n./v./a. sg. que en los neutros constituye un único caso directo por
oposición a los oblicuos, está caracterizado negativamente, es decir, por desinencia
cero, y representa, normalmente, el tema puro.
El n./v./a. pl. presenta desinencia (para ella, § 9, obs 9).
27
26/64
§ 16. Sinopsis de los temas de la tercera declinación
28
27/64
A) Temas consonánticos
1. Temas en oclusiva
§ 17. 1. Temas en dental ()
Este grupo comprende tan sólo sustantivos de los tres géneros. Los neutros en
su mayoría poseen un infijo (para su valor semántico, obs. 4.a)
1
Dental + desaparece.
2
Dental final desaparece.
29
28/64
Observaciones
1. En n. sg. la pérdida de la dental ante ocasiona alargamiento compensatorio de en
en el tema ; así: n. (< *), g. (lat. pes, pedis). Ello obedece a
una analogía con el tipo (§ 25 y en especial obs. 3).
2. Normalmente, el v. sg. fue remplazado por el n. en función vocativa (§ 15, obs. 1).
Sin embargo, en los temas en o sea, en aquellos cuyo n. es en , el v. suele
ser en , es decir, el tema puro con pérdida de dental final. Así, por ej.:
: v. (aunque también )
: v.
: v.
A la conservación de este tipo contribuyó la analogía con el tipo (§ 30), v.
.
3. 1. Los nombres con n. en (temas en ) o en (temas en , ), si
el acento no cae en la última sílaba, hacen el a. sg. en con pérdida de la dental
temática; en consecuencia, terminación y respectivamente; así, por ej.:
: a.
: a.
(contrariamente a : a. )
: a.
(contrariamente, : a. )
Este a. en fue creado en virtud de una analogía con los temas vocálicos en y en
(respectivamente, tipo , § 30 y tipo , § 31), en favor de la cual obró la
posición del acento.
2. Sin embargo: : a. (pero también, tardíamente,
.)
3. Presentan ambas formas alternativas:
: a. pero también
: a. pero también
: a. pero también
: a. pero también
30
29/64
: a. pero también
: a. pero también
4. En algunos nombres propios la ausencia de la dental fue extendida más allá
del a. sg.; así, por ej.:
: a. , g. y (raro), d. y
: a. , g. y
5. sobre un tema con vocal breve desarrolló
formas analógicas al tipo (§ 30). Así, sg.: n. , a. pl.: n. ,
a. y , g. Hay un caso de a. (Heródoto). En dórico el
tema es : g. , etc.
6. presenta algunas formas analógicas con los
temas contractos de segunda declinación (§ 12); así: g.: y también
a.: y también
7. , palabra que presenta varios temas alternativos (sg. g.
), se hace indeclinable en prosa ática en la
expresión ; así, con infinitivo por .
4.a. Los neutros en constituyen una amplia categoría en la declinación griega.
Fonéticamente están constituidos sobre la base de un sufijo mn que en griego aparece
siempre vocalizado en y en grado cero, o sea, . Este sufijo recibió un
alargamiento en para constituir el sufijo en los casos oblicuos del sg. y todo el pl.
Semánticamente, el sufijo indica resultado o cosificación, y, en tal sentido, se
opone al sufijo de los femeninos que indica acción, actividad (§ 30, obs. 3). Así, por
ej.: "el objeto inteligido", frente a
"el acto de inteligir", "la intelección" (ambos de , "inteligir");
"brote", "tumor" (=lo brotado), frente a
"naturaleza" (=el estar brotando) (ambos de "brotar", "nacer").
b. Algunos neutros cuyo tema era de difícil flexión, o al menos de flexión poco usual,
fueron pasados al tipo , por medio de la mutación en del tema, en
los casos oblicuos del sg. y de todo el pl., asociada frecuentemente a una vocal
presufijal debida a la frecuencia del g. sg en .
(cf. latín lac, lactis, presenta también un g. y
terminó por ser indeclinable;
31
30/64
(§ 22, obs. 4)
(§ 22, obs. 4)
(§ 22, obs. 5)
(§ 28, obs. 2)
(§ 28, obs. 3)
(§ 28, obs. 3)
(§ 28, obs. 3)
(§ 28, obs. 3)
(§ 31, obs. 4)
(§ 31, obs. 4)
c. posee un tema original F, vocalizado en , que explica las
formas homéricas: n. , g. , etc.. En ático, el tema fue reducido a por
caída de F intervocálica y a por contracción. El n. se explica por reducción del
tema a F y mutación de final en Sobre el mismo tema, d. pl.
F.
5. Para los masc.-fem. con n. en tipo cf. § 27, obs. 6.
32
31/64
§ 18. 2. Temas en labial ()
A este grupo pertenecen solamente sustantivos masculinos y
femeninos.
n. caso masc.-fem.
n.
v.
sg. a.
g.
d.
n.
v.
pl. a.
g.
d. ()()
du. n/v/a.
g/d.
1
Labial + =
33
32/64
§ 19. 3. Temas en velar ()
n. caso masc.-fem.
n.
v.
sg. a.
g.
d.
n.
v.
pl. a.
g.
d. ()()
du. n/v/a.
g/d.
1
velar + =
Observaciones
1. Hay temas en dental precedida de velar cuyo n. es idéntico al de los temas en
velar, pero que no deben confundirse con ellos. Así, por ej. , g.
donde el n. responde a * . (Hay un v. sólo para
referirse a dioses, en la poesía).
34
33/64
g. (cf. latín nox, noctis).
El tema está claro en el g. Idéntica confusión puede darse en el d. pl. por las
mismas causas; así, , que responde a * .
2. tiene alargamiento de la vocal temática en el n. que sin
embargo, es sigmático.
3. presenta un doble tema aparente. Su flexión es la que sigue:
sg.:
pl.:
du.:
El "doble tema" obedece a que el griego evita dos aspiraciones en una misma palabra
por disimilación. Allí donde permanece la final del tema, la inicial disimila en .
4. presenta un doble tema / . La flexión ática es la
siguiente:
sg.:
pl.:
du:
El tema generalizado a partir del a. sg. parece haberse tomado de un
antiguo v. sg. afectando alargamiento en velar . Otras formas: a. sg. , n.
pl. , a. pl. (todas rehechas sobre el tema ). El griego moderno creó un
n. .
5. presenta en Homero a. sg. y d. sg. ,
formados sobre un tema abreviado.
6. presenta formas con metátesis: g. , a. y d.
.
35
34/64
2. Temas en líquida
1. Temas en
§ 20. a) Sustantivos masculinos y femeninos
1
Nasal + , desaparece.
Observaciones
1. El n. asigmático comporta alargamiento de la última vocal del tema. Ello es, ni más
ni menos, la característica propia de dichos nominativos, en virtud de la cual se
diferencian de los demás casos. Tal procedimiento se remonta al i.e., donde la
alternancia vocálica jugaba un papel importante en la flexión. Sin embargo, cuando el
tema posee ya generalizado el vocalismo largo, el n. no se distingue del tema puro. Así,
36
35/64
por ej., , o bien . En estos casos, como lo muestra
el g., el tema posee ya vocal larga.
Hay que agregar, por otro lado, que hay temas que poseen paralelamente un n.
asigmático y otro sigmático. Por ej.: , pero también en
jónico (dórico ), aunque inusitado en ático.
2. En todos los casos se trata de nominativos en función vocativa (cf. § 15, obs. 1). Sin
embargo, hay temas que conservan el v. originario que comportaba desinencia cero y
equivalía, pues, al tema puro. Por ej.: : v.
(adj. masc.): v.
3. El modelo posee vocal larga en el tema y, por ello, la caída
de ante no produce otras alteraciones fonéticas. En cambio, en temas cuya vocal
final es breve la caída de provoca alargamiento compensatorio; así, por ej:
donde el n. responde a * .
También en adjs. como ; o , etc.
4. El tema no aparece atestiguado en n. sg. El resto de la flexión es casi la
esperable:
sg.:
pl.: (con vocalización de en
eufónica, cf. de (§ 23). Como n. sg. se emplea
tema de segunda declinación (cf. , §10).
5. , v. , presenta el resto de la flexión sobre un tema (latín canis,
canis): sg.: a. , g. , d. pl.: n. , v. , a. , g.
, d. ()
37
36/64
§ 21. b) Adjetivos
1
Nasal + , desaparece.
Observaciones
1. Hay también adjetivos con n. sigmático en masc.-fem.; algunos de ellos, palabras
muy importantes; por ej.:
(m), (n); g. (y compuestos ).
(m-f), (n); g. .
(m-f), (n); g.
2. Este grupo de adjetivos incluye la importante clase de los comparativos con infijo
del tipo .
38
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2. Temas en
39
38/64
Observaciones
1. < *, g. presenta: a. sg pero también
, por analogía con el tipo (§ 31); d. pl. , pero también
, por idéntico motivo.
2. presenta un doble tema / En ático se generalizó, salvo
en d. pl., el tema , pero hay formas alternativas con tema :
sg.: ()
pl.: (), (), (), (),
du.: (), ()
3. Pertenecen a estos temas los sustantivos de agente con sufijo y (cf. latín
auctor). Así, por ej., y . (Nótese la
diferencia en el vocalismo; sin embargo, presenta v. .)
Ambos sufijos se agregan a temas de noción verbal (en el ej. que sigue de
, cf. latín do), pero mientras el sufijo parece indicar el autor material del
acto; , en cambio, aquel a instancias de quien se realiza:
"el que de hecho da"
"el que ordena o autoriza a dar"
La diferente posición del acento parece corroborar esta distinción.
4. La mayoría de los neutros en y se asimilaron, por medio de un sufijo
(*nt), que varió el tema en los casos oblicuos, al tipo , (§ 17); así, por
ej., ; etc. (§ 17, obs. 4b). La flexión original con
tema en invariable se conservó en algunos temas, aunque en forma secundaria:
(contracto ); . La mutación
en del tema es un procedimiento que se observa ya en palabras arcaicas:
.
El tema no da g. *; el g. y el a. pl. se
formaron sobre el masculino de segunda declinación.
5. resulta de una vocalización de también atestiguado. Posee un g.
y otro, contracto, Formas varias: ático: n./v./a. sg. y d. sg.
solamente. Homero: n. , a. () ; g.
d.
; n./v./a. pl. ; g.
40
39/64
; d. Hay un a. y otro () ; también n./v./a. pl.
; g. pl. . Sófocles: ()
6. , presenta un n./v./a. pl. () y un d. pl. (cf. los
neutros de segunda declinación, § 11).
41
40/64
Siguen el modelo:
tiene flexión sin síncopa, salvo en d. pl.: .
Observaciones
1. Las formas presentadas corresponden a la flexión ática habitual; sin embargo, puede
darse ya una extensión de la síncopa a otros casos -así, por ej., g. pl. -, ya una
ausencia de la misma -por ej., g. sg. -. De este modo, en ático se generalizó la
síncopa en a partir del a. sg. (de también atestiguado)
con epéntesis de una eufónica en el tema. Esta síncopa, en cambio, es menos usual en
Homero (así: a. , g. , etc.).
2. El d. pl. en responde a la síncopa de y paralela vocalización de en ante
desinencia consonántica, que resulta eufónica.
42
41/64
3. Temas en
§ 24. El griego posee este único tema en que, como masculino, significa
"sal" (cf. latín sal, salis), y, como femenino, "mar". En ático la palabra tiende a
emplearse sólo en plural.
n. caso masc.-fem.
n.
v.
sg. a.
g.
d.
n.
v.
pl. a.
g.
d. ()()
du. n/v/a.
g/d.
Observaciones
1. Del a. pl. () se extrajo en la un n. neutro de tema en , ,
que fue variado en en los casos oblicuos del sg. y en el pl. (g. ), y asimilado
de ese modo a la flexión de los neutros del tipo (§ 17, obs. 4b).
43
42/64
3. Temas en grupo
§ 25. a) Sustantivos masculinos
n. caso nominativo asigmático nominativo sigmático
n.
v.
sg. a.
g.
d.
n.
v.
pl. a.
g.
d. ()()2 ()()2
du. n/v/a.
g/d.
1
Dental final desaparece.
2
Dental + desaparece; nasal + desaparece y hay alargamiento
compensatorio.
Observaciones
1. Este n. asigmático para los temas en *nt () es una innovación del griego frente a
las demás lenguas indoeuropeas (cfr. por ej., con el latín amans, amantis). Tal vez fue
producto de una analogía con los temas en (cf. ; § 20).
2. En los temas con n. asigmático el v. representa el tema puro; sin embargo, en los
participios con n. asigmático, se usa el n. en función vocativa (§ 15, obs. 1), y se evita
así la confusión con el neutro. Por ej.: (m.): v. sg. ; pero
(n): v. sg. .
3. La caída del grupo ante provoca habitualmente alargamiento compensatorio de
la última vocal del tema en el n. sg, cuando es sigmático y el d. pl. Así, por ej.:
44
43/64
etc.
En el d. pl.; respectivamente.
4. En el modelo con n. sigmático se tiene n. en función vocativa (§ 15, obs. 1), pero hay
temas que tienen el antiguo v. con desinencia cero y vocalismo breve, equivalente al
tema puro; así, por ej, , v. .
45
44/64
Observaciones
1. Los masculinos correspondientes pueden ser tanto sigmáticos como asigmáticos; en
el caso del modelo, (neutro) corresponde (masc.). Pero nótese:
(n.); (m.)
(n.); (m.)
(n); (m.)
2. (m.), (n.) no produce alargamiento compensatorio en el d. pl.; así
se tiene frente al esperable .
4. Temas en
v.
sg. a.
g.
d.
n.
v.
pl. a.
g.
10
d. ()()
du. n/v/a
g/d.
46
45/64
1
El n. es asigmático, la es propia del tema, y presenta última vocal del tema
alargada.
2
El v. equivale al tema puro.
3
Caída de intervocálica y contracción de +.
4
Caída de intervocálica y contracción de + .
5
Caída de intervocálica y contracción de +
6
Caída de intervocálica y contracción de + .
7
Caída de intervocálica y contracción de + .
8
N. en función acusativa (cf. obs. 3)
9
Caída de intervocálica y contracción de + .
10
Reducción de doble
11
Caída de intervocálica y contracción de +
12
Caída de intervocálica y contracción de + .
13
Caída de intervocálica y contracción de + .
14
Caída de intervocálica y contracción de + .
15
Caída de intervocálica y contracción de + .
Observaciones
1. a. En este grupo de sustantivos con tema en se incluye un buen número de
nombres propios masculinos; obviamente, sólo singulares. Estos nombres con n. en
suelen tener un a. sg. alternativo en que obedece a una analogía con los masculinos
de primera declinación (cf. , § 6); así, por ej., a.
sg. , pero también De igual modo:
, etc. por igual razón se tiene un g. sg. en :
b. presenta variantes en la flexión:
a. o (cf. 1.a), g. ( poét.) por metátesis
de d. (), v. ( , hom.). En Homero también, a.
, g. , d.
47
46/64
c. Los nombres propios en están compuestos por medio de un sufijo
traído de ‘gloria’. Presentan, ante la caída de intervocálica, doble
contracción en d. y, a veces, en a.; así, por ej.:
n.
v.
a.(poét.)
g.
d.()
De estas contracciones hay múltiples variantes dialectales, por ej., en Homero y
Heródoto.
2. Las contracciones habituales para el a. sg. de los temas en (y también para el
n/v/a. neutro plural de estos temas) son las siguientes:
en después de o : (de ) y (de ),
en después de : (de ),
en o después de : (de ), pero (de ).
3. El a. pl. de los temas en se explica por ser una forma analógica del n. pl.. Se trata
de un ejemplo del empleo del n. en función acusativa, que se verifica también en otros
tipos (cf. , § 30; , § 31; , § 32). Se esperaría una contracción
en o en (no fonética, cf. , § 12 y , § 12, nota 2), que se encuentra en
viejo ático, por ej.: , de
4. El grupo de los temas en consta de sustantivos femeninos sin atestiguación en el
plural. El tipo corresponde al latín honos honoris. La declinación es semejante a la de
los temas en (cf. , § 33) pero el acento del a. difiere.
5. El tema (), sigue el modelo en jónico. En cambio, en el ático,
por metátesis de cantidad, fue pasado al tipo de la llamada “declinación ática” (cf.
, § 13); así, n. , etc.
6. Algunos antiguos temas en sufrieron variación del tema en dental asociado al
vocalismo largo del tema que facilitó su flexión en ático; sin embargo, en Homero
subsisten trazos de la flexión originaria sigmática; así, entonces:
48
47/64
1. : en ático, flexión en , presenta en Homero, a.
, por ej., en 572 ; d. ¿por ? en 385;
Hesíodo trae ya un a. (Trab. 289).
2. : en ático flexión en , presenta en Homero: a. ;
g. ; d. ; formas no contractas de tipo sigmático; sin embargo,
se encuentra un g. ( 575).
3. : no muestra trazas de flexión en pero el tema
está claro en derivados, por ej., ; Homero, a.
(<*?), y , d. ; jónico-ático, a. ,
paralelo a .
4. : tampoco muestra rasgos netos del tema en , aunque
sí en derivados: ; en Homero se tienen formas temáticas: n.
( sólo ante consonante), a. , d. ; en ático la flexión
es en y no presenta problemas.
5. : palabra homérica, presenta flexión en normal.
7. Compárese con el participio de perfecto masculino donde no se presenta el vocalismo
largo.
49
48/64
§ 28. b. Sustantivos neutros
n. caso temas en / temas en
n.
v.
sg. a.
g.
d.
n.
v.
pl. a.
g.
d. ()()5 ()()12
du. n/v/a.
g/d.
1
Caída de intervocálica y contracción de + .
2
Caída de intervocálica y contracción de +
3
Caída de intervocálica y contracción de +
4
Caída de intervocálica y contracción de + .
5
Reducción de doble
6
Caída de intervocálica y contracción de +
7
Caída de intervocálica y contracción de +
8
Caída de intervocálica y contracción de +
9
Caída de intervocálica y contracción de + ; también se encuentra la forma
por suscripción de
10
Caída de intervocálica y contracción de +
11
Caída de intervocálica y contracción de +
12
Reducción de doble
13
Caída de intervocálica y contracción de +
14
Caída de intervocálica y contracción de +
50
49/64
Observaciones
1. El tipo posee una alternancia tímbrica o/e a partir del g. sg. que se mantiene
en todo el resto de la flexión (cf. latín genus, generis). La caída de intervocálica es un
fenómeno antiquísimo. En Homero da lugar a hiato y resultan así formas no contractas:
sg.: g. , d. ;
pl.: n/v/a. ; g. , d. (sin reducción de );
du.: n/v/a. , g/d. .
El g. pl. no contracto se encuentra también en los trágicos y en Jenofonte. En
ático la ruptura del hiato está generalizada.
2. : fue convertido en ático en un neutro en para facilitar la flexión,
pero era un antiguo neutro de tema en / (tipo ); homérico:
. Compárese con el participio de perfecto neutro. El ático
generalizó el vocalismo largo que proviene de la contracción interna de . Se
tiene empero un d. en la expresión .
3. La flexión de los temas en presentaba problemas. Se trata, en general, de antiguos
nombres que no aparecen más que en n/a. sg.: etc.
1. Hay temas que presentan una alternancia a/e (/):
g. : n/v/a. pl. , g. pl. (poét.)
g. (Homero), d. sg. ;
n/v/a. pl. , g. pl. ;
n/v/a. pl. ;
d. sg. (en la ).
2. Muchos temas sufrieron una mutación de tema en dental que permitió
evitar las contracciones en la flexión. A ello contribuyó además la analogía y
el paralelismo entre los morfemas y que comportaba generalmente
genitivo en . Nótese y ; y
; así, por ej.: g. ; g. aunque
también ; g. ; g. (cf. 17, obs. 4.b).
En algunos temas, ambas flexiones, la derivada en y la antigua en ,
coexisten, al menos algunos casos ; así: sg.: n/v/a. , g.
, d. ; pl.: n/v/a. o , g. o , d.
; du.: n/v/a. , g/d. .
51
50/64
: sg.: n/v/a. , g. o , d. o ;
pl.: n/v/a. o , g. , d. ;
du.: n/v/a. o , g/d. o .
4. debe de ser un antiguo neutro en que pasó al masculino por analogía,
puesto que los nombres de piedras son en griego generalmente animados masculinos;
por ej.: ; , etc. La flexión es la siguiente:
sg.: n. (homérico: ), a. o , g. o d. ;
pl.: n/v. , g. o , d. o ;
du.: n/v/a. .
d.
n.
v.
pl. a.
g.
d. ()()10 ()()
du. n/v/a.
g/d.
52
51/64
1
El n. es asigmático -la es propia del tema- y presenta última vocal del tema
alargada.
2
El vocativo equivale al tema puro.
3
Caída de intervocálica y contracción de +
4
Caída de intervocálica y contracción de +
5
Caída de intervocálica y contracción de +
6
Caída de intervocálica y contracción de +
7
Caída de intervocálica y contracción de +
8
Nominativo en función acusativa, cf. § 27, obs. 3.
9
Caída de intervocálica y contracción de +
10
Reducción de doble
11
Caída de intervocálica y contracción de +
11
Caída de intervocálica y contracción de +
Observaciones
1. Este grupo de adjetivos constituye una importante categoría de palabras. El masc-
fem. se corresponde completamente con el tipo de los sustantivos (cf. , § 27);
el neutro, en cambio, posee tema en invariable, y, por ende, no presenta la
alternancia o/e (/) propia de los sustantivos (cf. , § 28 y, en especial, obs. 1).
53
52/64
b. Temas vocálicos (semivocálicos)
1. Temas en (y)
1
Caída de y intervocálica y metátesis de cantidad.
2
Caída de y intervocálica y contracción de +
3
Caída de y intervocálica y contracción de +
4
Si bien el a. pl. puede provenir de *lo más seguro es que se trate
de una forma analógica del n. (cf. § 27, obs. 3).
54
53/64
5
Caída de y ante
6
Caída de y intervocálica y contracción de +
7
El n. obedece a una reducción del diptongo al primer elemento largo (cf.
Obs. 5)
8
El vocativo representa el tema puro.
9
Caída de y intervocálica y contracción de +
10
Caída de y intervocálica y contracción de +
11
Caída de y intervocálica y diptongación en +
Observaciones
Temas en (y) invariable
1. El tema es Fy; en griego la y siempre vocalizada en y por ende se produce la
caída de F intervocálica. En latín, en cambio, el tema conserva la F en toda la flexión;
nótese: sg. ovis, ovis, ovim, ovis, ovi, ovi;
pl.: ov(i)es, ov(i)es, ovis, ovium, ovibus, ovibus.
Este modelo es seguido por viejos temas en , como cuya vocal se
mantiene larga en toda la flexión a diferencia del tipo . Son, por lo demás, muy
raros: (F) (cf. latín vis; instrumental (F)) y .
Temas en /(y/ey)
2. Fuera del ático el grado cero se encuentra generalizado. Toda la flexión se
construye sobre el tema en invariable. En la épica, en cambio, hay formas que, con
vocalismo predesinencial largo generalizado, no produjeron metátesis de cantidad.
flexión en : sg.: ();
pl.: o
o (hom.)
formas homéricas: sg.: g. , d. ; hay un g. en poesía ática:
y. pl. n/v. a.
3. Pertenece a este grupo una categoría de palabras constituidas sobre la base de un
sufijo y/ey (n. ) que, agregado a temas de significación verbal, da sustantivos
que indican acción, actividad; así, por ej., de . En tal sentido, éste se
55
54/64
opone semánticamente al sufijo de los neutros, el cual indica resultado,
cosificación (cf. § 17, obs. 4.a).
4. El g. sg. reposa en (cf. obs. 2) con metátesis de cantidad; esto
explica la posición del acento.
Temas en (oy)
5. El tipo sólo consta de femeninos y está atestiguado únicamente en sg. Se trata, en
verdad, de un antiguo tema en diptongo oi (cf. el v.) que presenta vocalismo largo en
el n.: < *
6. Formas dialectales: a.: (jónico), (lesbio, beocio, dórico); g.:
(lesbio y dórico).
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2. Temas en (F)
1
o bien
2
En adjetivos la forma es en , por ej., de .
Se explica por basarse en un tema F-. Para la forma del cuadro: caída
de F intervocálica y metátesis de cantidad.
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3
Caída de F intervocálica y contracción de +
4
Caída de F intervocálica y contracción de +
5
Forma analógica del n. (cf. § 27, obs. 3); o bien caída de F.
6
Caída de F intervocálica.
7
Caída de F intervocálica y contracción de +
Observaciones
Temas en (F) invariable
1. Este tipo con vocalismo cero generalizado es la resultante de la fusión de antiguos
temas en u y u(), la cual produjo oscilaciones en la cantidad
de la Las oxítonas y las monosílabas tienen uen el n., v. y a. sg. (cf. ); en
tales casos, los monosílabos toman circunflejo, p. ej., : n. , v. ,
a. .
2. presenta en el sg. grado cero y, por ende, sigue el modelo ; en pl.
y du., aparece el grado , y, por tanto, sigue el modelo .
Temas en /(F/eF)
3. presenta una declinación doble alternativa sobre la base de dos temas: el
uno en variable; el otro, temático (cf. , § 10). La flexión ática usual es la
que sigue:
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La palabra presenta, por lo demás, enorme cantidad de variantes dialectales;
finalmente, en la koiné, se impuso la flexión temática.
4. y se vinculan en su origen con el tipo
neutro en grado cero; así, en la flexión homérica:
g. sg. FyF
d. sg. F y *F
n. pl. F y *F
g. pl. F y *F
d. pl. F y *F
Estas formas reposan en un tema F procedente de F por metátesis
propia de las líquidas y F, de F. Sin embargo, ya desde el i.e. el tema fue
alargado por medio de un sufijo nt () que facilitó la flexión (cf. 17, obs. 4.b). Así:
g. sg.
d. sg.
n/v/a. pl.
d. pl.
En los trágicos y la lírica: d. sg. con pérdida de F.
En ático se pierde la F del tema en los casos oblicuos del sg., el pl. y el du.;
la flexión es: y
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§ 32. 3. Temas en diptongo ()
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Observaciones
Temas en (aF)
1. (latín navis) presenta grandes variantes en la flexión; las diversas formas se
explican en función de un doble tema F / eF alternante. Las siguientes son las
flexiones más importantes:
1. ática: sg.: n. , a. , g. (<* por metátesis de
cantidad, <*F por caída de F intervocálica), d. ;
pl.: n. , a. , g. ( por abreviación de , d. ;
du.: n/v/a. no está atestiguado, g/d. (por abreviación de
, en vez del esperable * con metátesis, <*F)
2. preáticas:
singular plural
Temas en (eF)
2. A este grupo pertenece una serie de sustantivos de agente cuyo sufijo eu () se
remonta al micénico: .
3. Este tema posee originariamente diptongo (eF); sobre esta base se explican
las formas homéricas no contractas (g. sg. , a. sg. , d. sg.
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, etc.) y las formas alternativas del ático, ya contractas, ya con metátesis de
cantidad.
sg.: a. por metátesis de cantidad <* F;
g. por lo mismo <* F;
pl.: n/v. por contracción y luego
por contracción;
a. por metátesis de cantidad <
*F es forma tardía analógica del n.;
g. por abreviación < *F;
du.: n/v/a. por contracción F;
g/d. por abreviación frente al esperable
con metátesis de cantidad. Cf. obs. 1.
4. Los nombres en presentan generalmente contracción de las formas en
(g. sg. y pl.) y en (a. sg. y pl.); así: :a. sg. , g. sg.
; a. pl. , g. pl. . Así
también , etc. Las formas no contractas resurgieron
tardíamente por analogía.
5. , palabra importantísima, presenta peculiaridades en la flexión. Se basa en
un tema alternante en grado cero y grado e del sufijo: dyF/dyeF; la alternancia
antedicha permite explicar los diferentes resultados fonéticos:
1. flexión ática: n. yç con abreviación de ante ; latín
dies; v. sobre la base del n.; a. yFg.yF
d. yF
2. Otras formas:
a) a. sg. yeF. con pérdida de F; cf. latín diem. Sobre este a.,
tomado como tema: a. sg. (ver, para un caso semejante, ), g.
, d. , n. .
b) con tema en a: n. (Aristófanes) y , n. pl.
(Pausanias).
c) Sobre el tema dyF: n. (*dyF.) –Rintón, poéta cómico siracusano
del s. III a.C.-, d. (Píndaro).
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Temas en (F)
1. , latín bos, bovis es un viejo tema que presenta muchas variaciones
dialectales. En el ático está generalizado el vocalismo breve y la única
transformación la representa la caída de F intervocálica. En Homero ( 556) se
encuentra un a. pl. F y también en la
2. presenta un a. sg. F y un a. pl. .
§ 33. 4. En (F)
n. caso masculino
n. (F).
v.
sg. a.
g.
d.
n.
v.
pl. a.
g.
d. ()> ()
n/v/a.
du. g/d.
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1
o (por contracción)
2
o (por contracción)
3
o (por contracción)
4
o (por contracción)
5
o (por contracción)
Observaciones
1. El grupo presenta en ático formas analógicas a la segunda declinación llamada
‘ática’ (§ 13); así, por ej., a. sg. , g. sg. .
2. Siguen este modelo .
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LENGUA Y CULTURA GRIEGAS
Cátedra Juliá - Castello
Morfología nominal
del griego clásico
Luis A. Castello
Leandro Pinkler
Alejandro Vigo
Con Introducción de
Claudia Mársico
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