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PERUANA
SEGUNDA ESPECIALIDAD EN
INVESTIGACIÓN Y GESTIÓN
EDUCATIVA.
CURSO V: “PLANIFICACIÓN
EDUCATIVA”
PARTICIPANTE: CALERO
CERNA, JENNY ISABEL.
REGIÓN: LA LIBERTAD.
Julio, 2018
1. ¿Qué entiende por planificación educativa?
La planeación educativa se encarga de especificar los fines, objetivos y metas de la educación.
Gracias a este tipo de planeación, es posible definir qué hacer y con qué recursos y estrategias.
La planeación educativa implica la interacción de diversas dimensiones.
La educación podemos considerarla como una actividad intencional cuyo desarrollo exige una
planificación que concrete el currículo en propuestas susceptibles de ser llevadas a cabo. Esta
actividad de concreción compete esencialmente al profesor que es el responsable último de la
acción educativa ante los alumnos. Con independencia de cuál sea el proyecto y el modo de
llevarlo a la práctica, lo cierto es que el profesor asume, cuando programa, un papel de agente
directo en la acción educativa. Es el último, pero a la postre, el principal agente de la concreción
del currículo. En este punto creemos que descansa el papel de protagonistas que juegan los
profesores en todos los procesos de reforma educativa donde se acomete una modificación de los
contenidos curriculares. La habilidad para planificar se considera un aspecto fundamental dentro
de las competencias que definen el rol profesional de los profesores. Es el aspecto central de la
fase preactiva, es decir, del período anterior a la instrucción directa con el alumno. Por otra parte,
a lo largo de los años de formación inicial, los profesores reciben un entrenamiento específico en
tareas de planificación y programación del currículo. La administración educativa exige
normalmente, entre los requisitos de acceso al ejercicio de la profesión docente, una programación
de la actividad a desempeñar. Del mismo modo, cada año, al principio del curso escolar, en todos
los centros de enseñanza primaria y secundaria, los profesores abordan diversas tareas
relacionadas con el diseño curricular, los proyectos curriculares de centro y las programaciones
de aula. Clark y Peterson (1986) hicieron una revisión de los trabajos donde se analiza el contenido
de las competencias del profesor como programador o planificador de la actividad docente. Según
los autores mencionados, en sus conclusiones indican que la planificación se entiende de dos
formas diferentes: • En primer lugar, se concibe la planificación como un conjunto de procesos
psicológicos a través de los cuales la persona se representa el futuro, estudia los medios y los
fines para acceder a él, y construye un marco o estructura de referencia que le sirve de guía en su
actuación para la consecución de las metas programadas. • En segundo lugar, la planificación
también se entiende como aquello que hacen los profesores cuando dicen estar programando o
planificando la enseñanza. Este segundo aspecto es el que ha centrado la mayor parte de la
atención de las investigaciones sobre planificación. La planificación es, pues, un proceso
secuencias a través del cual se establecen una serie de pasos que conducen la enseñanza a una
meta final. Una planificación eficaz requiere poner en marcha una serie de habilidades cognitivas,
que no siempre resultan conscientes para el que planifica. Las investigaciones sobre la
planificación registran la periodicidad con que los profesores realizan sus planes y las funciones
que desempeña la planificación. Los resultados más interesantes, obtenidos en el estudio de este
tópico educativo, podemos resumirlos en los siguientes aspectos: a) No parece existir un mismo
modo de concebir y realizar la planificación escolar (la programación). b) La planificación, desde
el punto de vista temporal, es un proceso previo que anticipa situaciones concretas de enseñanza.
Casi nunca se investiga como un proceso que tenga lugar en el curso de la actividad de enseñar.
c) La planificación de temas o lecciones concretas que se van a impartir de modo inmediato es la
que tiene mayor nivel de aceptación. d) Los maestros con experiencia atribuyen escaso valor a la
planificación hasta el extremo de considerarla más como simple requisito exigido o impuesto por
la administración educativa que corno una actividad práctica de la que se deduzcan notables
beneficios para la enseñanza. e) Los estudios tienen cierto sesgo pues la mayor parte de ellos se
ha realizado con maestros de enseñanza primaria.
2. ¿Cuál es la mejor manera de planificar, según Ud.?
A nivel de la Institución Educativa pública o privada, la mejor manera de planificar es realizando la
respectiva diversificación curricular, ya que en el mundo de hoy, el desarrollo curricular transcurre
alrededor de la necesidad de establecer un horizonte educativo común para todos los estudiantes,
con el propósito de resguardar el derecho a una educación de calidad. Desde esta perspectiva, el
currículo aspira a reconocer las diferencias individuales en todas sus dimensiones, así como la
riqueza cultural, étnica y lingüística de una nación.
En el Perú la educación es un derecho fundamental de la persona y de la sociedad y, por lo tanto,
se necesita una educación con un horizonte común para todos los peruanos. El Perú es también
un país diverso, por lo que requiere, además, una educación que considere todas las diferencias
y sea pertinente a ellas; que los estudiantes de todas las regiones de nuestro país tengan acceso
a oportunidades para lograr aprendizajes comunes y, también, aprendizajes diferenciados en
función de sus propias realidades. Todos los estudiantes peruanos tienen derecho a acceder a
oportunidades para lograr aprendizajes comunes y, también, aprendizajes diferenciados en
función de sus propias realidades.
Por lo que debemos planificar teniendo en cuenta los elementos del Currículo Nacional de la
Educación Básica que son la premisa necesaria del proceso de diversificación, se definen a
continuación:
El enfoque curricular por competencias, que aspira a formar personas capaces de actuar en
su sociedad modificando realidades y poniendo en práctica conocimientos, habilidades,
valores y actitudes a fin de influir sobre el entorno, resolver problemas y lograr metas en
contextos diversos y desafiantes.
El Perfil de egreso, entendido como la visión común e integral de lo que deben lograr todos
los estudiantes del país al término de la Educación Básica, que orienta al sistema educativo
a desarrollar su potencial humano en esa dirección, tanto en el nivel personal, social y cultural
como laboral, dotándolos de las competencias necesarias para desempeñar un papel activo
y ético en la sociedad y seguir aprendiendo a lo largo de la vida.
Las competencias, entendidas como la facultad que tiene una persona de combinar un
conjunto de capacidades de un modo específico y con sentido ético, a fin de lograr un
propósito en una situación determinada. Las competencias son dinámicas, es decir, se
desarrollan a lo largo de toda la vida en niveles progresivamente más complejos.
Los estándares de aprendizaje son descripciones del desarrollo de la competencia en niveles
de creciente complejidad desde el inicio hasta el fin de la Educación Básica, que definen
niveles de logro esperado al final de cada ciclo escolar.
Es importante precisar que las instituciones educativas deben desarrollar todas las competencias
que demanda el Currículo Nacional de la Educación Básica, incluyendo las modificaciones
realizadas durante el proceso de diversificación regional. La diversificación a nivel de institución
educativa aporta valor agregado a estas demandas, situándolas en el contexto de la propia
realidad de los estudiantes que atienden y poniendo énfasis en aquellos aspectos que esa misma
realidad le requiere.
Con respecto a las horas de libre disponibilidad, las instituciones educativas pueden implementar
talleres, laboratorios, proyectos u otras formas de organización curricular que permitan recuperar
y aprovechar los saberes, conocimientos y valores de un determinado contexto social, histórico,
político, cultural y ambiental, promoviendo el desarrollo pleno de los estudiantes y la posibilidad
de desenvolverse de manera óptima en su entorno inmediato y en el mundo globalizado.
Aprender haciendo.
El error suele ser considerado solo como síntoma de que el proceso de aprendizaje no va bien y
que el estudiante presenta deficiencias. Desde la didáctica, en cambio, el error puede ser
empleado más bien de forma constructiva, como una oportunidad de aprendizaje, propiciando la
reflexión y revisión de los diversos productos o tareas, tanto del profesor como del estudiante. El
error requiere diálogo, análisis, una revisión cuidadosa de los factores y decisiones que llevaron a
él. Esta forma de abordarlo debe ser considerada tanto en la metodología como en la interacción
continua profesor-estudiante.
Esto significa ayudar a los estudiantes a pasar del trabajo grupal espontáneo a un trabajo en
equipo, caracterizado por la cooperación, la complementariedad y la autorregulación. Se trata de
un aprendizaje vital hoy en día para el desarrollo de competencias. Desde este enfoque, se busca
que los estudiantes hagan frente a una situación retadora en la que complementen sus diversos
conocimientos, habilidades, destrezas, etc. Así el trabajo cooperativo y colaborativo les permite
realizar ciertas tareas a través de la interacción social, aprendiendo unos de otros,
independientemente de las que les corresponda realizar de manera individual.
Promover el pensamiento complejo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
1. Ander Egg Ezequiel (1996)) La Planificación educativa. Argentina: Magisterio Del Rio De La
Plata.
2. Jones, Gavin (1992) Crecimiento poblacional y planificación educativa en países en vías de
desarrollo. México: Gérnika,
3. Blaug, M. (1990) Economía de la educación. Madrid : Técnos