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El cine y el teatro (La casa de Bernarda Alba); ¿Dicen lo

mismo?
Mientras el teatro tiene como protagonista la palabra, el cine tiene como protagonista la
imagen; sin embargo en el caso de La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca,
ambas formas de representación pueden ser yuxtapuestas en un mismo plano ya que tanto la
versión teatral cuanto la cinematográfica dicen lo mismo. La película se embaza enteramente
en el texto escrito por Lorca. Lo que hace más interesante la comparación de estas dos formas
de expresión es precisamente como cada uno permite la exploración de mecanismos distintos y
el efecto de éstos, siendo que ambas versiones utilizan exactamente el mismo texto (el drama
escrito por Lorca es seguido prácticamente palabra por palabra).

Yo leí la obra teatral de Lorca pero no llegué a ver la pieza en el teatro, sin embargo, de lo que
se puede imaginar de la representación y tecnologías empleadas en el teatro, se puede trazar
una comparación con las limitaciones del teatro versus los mecanismos cinematográficos de la
película de modo que el drama tiene más potencia en su versión de cine versus la de teatro—
aunque la versión teatral sea la versión para cual la obra fue pretendida y sigue teniendo
muchos méritos. Mario Campus, el director de la película La casa de Bernarda Alba logra
una narración cinematográfica extremadamente fiel a la obra de Lorca ya que utiliza el mismo
guión de la pieza teatral, pero puede hablar con imágenes lo que enfatiza mensajes y temas
como el de encerramiento. En la película todo se lleva a cabo adentro de las paredes de la
casa que son siempre oscuras y tienen las cortinas cerradas; aunque esto se puede
demonstrar en el teatro quizás con ayuda de tecnología de escenario, el cine puede explorar
imágenes de la casa encerrada y oscura en transiciones de escenas que es sumado a la fuerza
de la palabra que constantemente recuerda la agonía del encierro (principalmente por las
palabras de Adela que no soporta el enclaustramiento). El escenario de la película con los
detalles como las rejas de las ventanas que parecen las de un presidio otra vez resalta el
encerramiento y el deseo de la libertad (el escenario en una pieza teatral puede variar de
acuerdo con la compañía que lo realiza) y es extremadamente efectivo en la escena justo antes
del suicidio de Adela cuando ella se agarra de los barrotes de la ventana (simulando los de una
cárcel) mirando hacia afuera, lo que sirve de explicación para su acto fatal subsecuente. A
pesar de que todos los conflictos revuelven en torno de los hombres, éstos no tienen ninguna
dimensión dramática ni en el cine ni en el teatro, la diferencia es que en la versión de cine los
hombres aparecen como siluetas y en el teatro solo se habla sobre ellos y a lo máximo se
escuchan las batidas de los cascos del caballo de Pepe el Romano. En la película no se revela
la imagen del hombre sino la silueta que impone el dogma masculino; de nuevo la película
explora el elemento de la imagen en cuanto el teatro se limita a la palabra (y/o el sonido del
caballo) que anuncia la presencia. El lenguaje cinematográfico permite un contraste entre el
mundo confinado de las mujeres de la casa de Bernarda y el mundo externo mostrado cuando
la Poncia camina por la calle del pueblo en la abertura de la película (representando que la
Poncia es el único hilo de conexión de las mujeres con el mundo de afuera) y el tumulto de
cuando una mujer mató a su hijo (mostrando la rigidez de la sociedad); en la primera ocasión
no sería efectivo o apropiado en una versión teatral mostrar a la Poncia caminando por la calle,
y la segunda ocasión sería, como lo que implica el teatro, explicada (oralmente). Otra imagen
muy fuerte en la película que subraya el tema de la opresión del deseo y libertad es la de un
pájaro grande encerrado en una jaula pequeña que cuelga en un pasillo de la casa y picotea su
jaula. Una imagen como ésta es posible en el cine así como también una manera muy
adecuada de enfatizar un tema recurrente fundamental, pero no sería tan efectivo u práctico
tener un pájaro como ese en una escena teatral—en el teatro el pájaro encerrado
probablemente aparecería por medio de una metáfora.

La traducción fiel de Campus a la obra de Lorca hace la versión cinematográfica de La casa de


Bernarda Alba hace que las imágenes, características de la narrativa cinematográfica,
contribuyan positivamente al mensaje del drama y hace que ambas versiones digan lo mismo.
Ya que el texto original de Lorca es un guión de teatro, la traducción a la forma cinematográfica
no podía ser más simple ya que el texto podría (y fue) enteramente incorporado sin necesidad
de adaptaciones. La traducción del teatro para el cine es mucho más fluente y permite en
ciertos casos (como el de La casa de Bernarda Alba) la exploración de elementos adicionales,
y es menos brusco que la traducción de una novela al cine (como fue el caso de La casa de los
espíritus de Isabel Allende con narrador omnisciente y alternaciones entre tercera y primera
persona). La forma cinematográfica y teatral de La casa de Bernarda Alba dicen y transmiten el
mismo mensaje, con la única diferencia que la versión de cine explora el drama con más
imágenes y la versión teatral da más importancia al poder de las palabras para comunicar lo
mismo.

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