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Cuando la política y las polémicas ponen

en aprietos al Mundial Rusia 2018

Al realizar la ceremonia en la sede del gobierno ruso, y arropar al Kremlin con la


marca de la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial dejó de lado su
argumento de que el deporte y la política no deben mezclarse, y en un país donde
esa asociación ha tenido resultados cuestionables.

La FIFA emprende la recta final hacia el primer Mundial en Rusia, mientras


continúa evaluando hasta qué punto estuvo involucrada la selección rusa que
participó en el torneo de 2014 en el escándalo de dopaje institucional del país. El
presidente de la FIFA, Gianni Infantino, compartirá el escenario el viernes con
Vitaly Mutko, el viceprimer ministro ruso y encargado del comité organizador del
Mundial, que ha sido acusado de dirigir un abarcador programa para destruir u
ocultar evidencia de casos de dopaje de deportistas rusos.

A 100 días del inicio empiezan a salir cifras espeluznantes para los organizadores,
quienes demuestran que cada vez es más complejo albergar un acontecimiento
deportivo de esta índole y que, sin la capacidad económica de un país rico, con
intervención gubernamental, sería imposible hacerlo. Han invertido 10 mil 800
millones de dólares en la organización y el presupuesto federal de Rusia absorbe el
55% del gasto total. Es decir, en vez de disminuir los costos, como estaba
proyectado, aumentaron 325 millones de dólares.

La primera Copa del Mundo de la nueva FIFA, donde los observadores estarán
pendientes de todo, porque será la más politizada desde aquella lejana Argentina
‘78. Un país donde la mitad de los 146 millones de habitantes son considerados
pobres, donde mueren más rusos de los que nacen al día y donde el 53.7% de la
población es femenina. Un gobierno que aprovechará el Mundial para intentar
demostrar y reclamar un espacio en el planeta, para que se hable de ellos e
intentar borrar la imagen de apoyo a Siria o las informaciones de intervención en
las elecciones de Estados Unidos. Rusia quiere lavar la imagen de la llamada
política de estado de dopaje; así, ridículamente catalogada por el Comité Olímpico
Internacional, y que los marginó de competir bajo su bandera a inocentes
deportistas, limpios de dopaje en los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del
Sur. El Mundial sin Italia, sin Holanda, sin Chile. El de la obligación para llegar al
quinto partido para la Selección Mexicana, porque todo lo menor a esto no servirá
para maldita la cosa.
La política y la corrupción generan problemas en todo el mundo y en muchos
sectores, y el futbol no se salva.

A menos de un año de que ruede el balón en la Copa del Mundo Rusia 2018 (el 14
de junio en el estadio Luzhniki de Moscú), el evento más visto por el mundo (3 mil
200 millones de personas en el Mundial de Brasil 2014), este evento tiene un
problema: no cuenta con suficientes patrocinadores.

¿La razón?

Hay múltiples factores, pero dos destacan: el enfrentamiento político que ha


liderado el presidente ruso Vladimir Putin con algunas de las potencias de
occidente, como Estados Unidos, y la polémica en la que se ha visto envuelta la
FIFA durante los últimos meses, por sobornos a exfuncionarios del organismo
rector del futbol profesional mundial.

De acuerdo con The Economist, el mundial ruso solo cuenta con 12 de los 34
patrocinadores que requiere para llevar a cabo el evento deportivo con el mayor
número de aficionados en el mundo.

Grandes nombres que antes patrocinaban a la justa mundialista como Sony,


Emirates, Continental, Johnson & Johnson y Castrol decidieron dejar de
patrocinarla, incluso no tiene una cadena oficial para transmitir los juegos.

Los patrocinadores permiten cubrir los gastos operacionales ligados a la


organización del Mundial, estimados en 2 mil millones de dólares, de acuerdo con
la AFP.

Para Michael Payne, exintegrante del Comité Olímpico Internacional, esta es una
situación sin precedentes. El último mundial de futbol, Brasil 2014, tenía todos sus
patrocinadores confirmados desde inicios de 2012.

Aquí te presentamos los problemas que enfrenta Rusia 2018 para


conseguir patrocinadores.

FIFA, "RESPONSABLE"

El pasado 19 de abril Vitali Mutko, viceprimer ministro ruso, aseguró


que la FIFA tiene problemas para encontrar patrocinadores debido al
vasto escándalo de corrupción que la desestabilizó en los últimos
meses.

"La FIFA no tiene solo dificultades en encontrar patrocinadores para el


Mundial 2018, la FIFA tiene en general dificultades para encontrar
patrocinadores", declaró Mutko, citado por RIA Novotsti.

"La FIFA está acusada de corrupción y es la causa de sus propias


pérdidas", añadió el funcionario ruso, hablando de "pérdidas
colosales en términos de imagen" para la institución.

Un escándalo de corrupción dañó a la FIFA desde mayo de 2015 y


derivó la detención de varios responsables, sospechosos de haber
recibido millones de dólares en sobornos en el marco de contratos de
marketing y de la atribución de mundiales.

Por este motivo la instancia mundial del futbol tuvo también que
afrontar la pérdida en noviembre de 2014 de sus dos principales
patrocinadores, Sony y Emirates, que no ha sustituido todavía.

Las acusaciones de corrupción hicieron que Joseph Blatter renunciara


a su puesto como presidente de la FIFA el pasado 2 de junio de 2015,
cuatro días después de ser reelecto para un quinto periodo.

DOPAJE

Rusia fue sacudida por un vasto escándalo de dopaje en 2015.

La Agencia Mundial Antidopaje suspendió a la delegación olímpica


rusa de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 luego de
revelar un documento que ponía en evidencia un esquema
generalizado de dopaje por parte de los entrenadores y atletas de
Rusia.
El esquema, implementado por la Agencia Antidopaje de Rusia
(RUSADA), buscaba proteger a atletas rusos dopados, incluyendo a
la doble campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena
Isinbayeva.

Isinbayeva, de 34 años, se retiró del atletismo en 2015 luego de ser


una de las atletas rusas más famosas e influyentes en la historia
reciente.

El pasado 19 de mayo, Rusia insistió en su voluntad de reformar los


controles antidopaje con el objetivo de recuperar la confianza de la
AMA y de ser autorizada a participar en las competiciones
internacionales, de las que están excluidos sus atletas al menos
hasta noviembre de 2017.

TENSIÓN INTERNACIONAL

El presidente ruso Vladimir Putin ha tenido encuentros de tensión


con varios líderes de países occidentales, incluyendo a la nación
más poderosa del mundo (Estados Unidos) así como estados
miembros de la Unión Europea, que decidieron aplicar una serie de
sanciones contra Rusia por su papel en la crisis ucraniana, en 2014.

Las sanciones incluyeron la exclusión de Rusia del G8 (organismo


que reúne a los jefes de Estado de las naciones más poderosas del
mundo: Estados Unidos, China, Alemania, Francia, Japón, Canadá,
Italia y Reino Unido) desde marzo de 2014.

Pero eso no distrae a Putin de lo que sucederá en la cancha: el


mundial del próximo año y la organización de la Copa
Confederaciones 2017, que desde el pasado viernes reúne a los
campeones del futbol de cada región del mundo y a selección
anfitriona rusa.

"El presidente Putin ha hablado del equipo nacional en este evento


tan importante y eso no nos deja indiferentes", informó en la
inauguración de la Confederaciones el entrenador de la selección
de Rusia, Stanislas Cherchesov.

Además del espectáculo en la cancha, la FIFA tiene algunas dudas


respecto a la capacidad de los rusos para organizar un mundial de
futbol.

"Rusia está completamente preparada. Las infraestructuras, los


estadios, los hoteles y los transportes están listos. Y hemos tomado
todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad", insistió
el pasado viernes el viceprimer ministro ruso y responsable de
Deportes, Vitali Mutko.

Otro tema que está en la mira del mundo es la violencia de los


hooligans rusos, que protagonizaron violentos enfrentamientos
con los aficionados ingleses en Marsella en la Eurocopa de 2016,
algo no debería ser relevante durante la Confederaciones, por el
escaso número de seguidores extranjeros que se desplazarán para
ver en directo este torneo.

La Rusia de Putin ahora recela de organizar un Mundial que no le saldrá a ganar


Desde la concesión las condiciones sociopolíticas mundiales han cambiado y han
hecho que lo que tendría que ser una alegría se convierta en una carta.
Preocupan el dopaje y los derechos humanos A Vladimir Putin no le gusta
el fútbol y eso es un problema. Sí es un apasionado del deporte, lo demostró
sobradamente en los Juegos de Sochi, pero el fútbol ni fu ni fa. En otro
país sería lo de menos, al final que un Mundial sea un éxito o no depende
muy poco de la querencia del líder por el deporte. Pero claro, Rusia es otra
cosa, y la importancia del líder en el país más grande del mundo no es
comparable a la de un mandatario en otros países. Se ha celebrado en
el Kremlin, ni más ni menos, el sorteo del Mundial, y la sensación es que
al gigante euroasiático no le va del todo bien que dentro de unos meses se
vaya a organizar allí el segundo evento deportivo más grande que existe. La
ilusión el día de la concesión fue similar a la de cualquier otro país, no deja
de ser un gran reconocimiento y un motivo de orgullo, pero en los ochos
años transcurridos desde entonces, la situación mundial, y especialmente la
rusa, ha dado un giro radical.'The Independent' afirma que este será el
Mundial más político de la historia. Argumenta que el de 1978 en Argentina
tuvo también una serie de connotaciones de ese tipo, con la Junta Militar en
una oleada de represión histórica, pero en aquella ocasión los nexos con el
exterior eran más bien escasos. El problema del país sudamericano era
interno, con Rusia de por medio todo se internacionaliza.
En el momento de la concesión el gigante vivía una época más o menos
buena —en los estándares rusos— en sus relaciones exteriores.
Desde entonces, y especialmente tras la invasión de Crimea, el
ambiente se ha enrarecido y se ha extendido en el país la sensación
de que el mundo entero está en su contra. Las acusaciones contra el
régimen de Putin son de lo más diversas y alcanzan desde su
posición en Siria hasta su influencia en las elecciones de Estados
Unidos.

"Que esto pase rápido"


"El sentimiento general de las autoridades es pedir que esto pase rápido", explica
el experto en Rusia Sven Daniel Wolfe al 'Financial Times'. La petición rusa, por
supuesto, tuvo mucho que ver con el orden mundial. Una candidatura para un
evento de este tipo es una manera de reclamar un espacio en el universo, y
la enorme federación quería recordar el suyo en un momento de bonanza. Ucrania,
Siria o el dopaje, además de una situación económica empobrecida, han hecho
que lo que era una fiesta se haya convertido en un trámite.

Un estudio reciente de la facultad de Economía de la Universidad Moscú aseguraba


que la mitad de los rusos se consideran ahora mismo pobres, una cifra altísima
que ha ido creciendo en los últimos años. Esa percepción que tienen de sí mismos
genera cierto desconcierto social cuando se conocen cosas como que el estadio
de San Petesburgo, una de las joyas arquitectónicas del evento —cada vez más
suntuosos los mundiales—, es siete veces más caro que la estimación original y ni
siquiera se ha terminado a tiempo. La sensación de que se ha ido de las manos es
importante y no ayuda a la imagen interna del país.

Eso, en Rusia, es capital. Putin se dirige, fundamentalmente, a su público interno.


Sabe que nada de lo que pueda hacer va a cambiar la idea que hay sobre él en los
Estados Unidos, que además ni siquiera se han clasificado, lo que hace que
probablemente muestren poco interés en el evento. Y en Europa, donde sí
será muy seguido, tampoco transformará la idea que se tiene de él.

Pero en clave interna Putin sí que puede beneficiarse. Asegurar que ha llevado
a cabo con éxito el evento a pesar de las sanciones que pesan sobre
Rusia. Quizá dar un mensaje de vida sana a los jóvenes, una preocupación
reciente del mandatario. También puede demostrar su fortaleza si consigue
detener las previsibles muestras de violencia de los 'hooligans', pues una
de las obsesiones del presidente de la federación siempre ha sido demostrar que
es un dirigente duro contra el crimen.
El sorteo del Mundial. (EFE)

Sin patrocinios
La desafección rusa sobre el evento se ve en pequeños detalles. La FIFA abrió 20
espacios para que compañías locales pudiesen asociar su nombre al Mundial, unas
plazas que normalmente a estas alturas del año ya están más que vendidas. Solo
el Alfa Bank ha optado a una de ellas. Además de Gazprom, la compañía
petrolífera, que decidió esponsorizar a la FIFA entera, no solo al evento. Quedan,
por lo tanto, 19 puestos libres que nadie sabe si se cubrirán finalmente. "Si vas a
poner dinero en algo así ya llegas tarde, normalmente tu campaña de
publicidad debería empezar en enero o febrero y se suelen tardar seis meses en
pensar una estrategia así", explicaba esta semana un consultor al 'The New York
Times'. A nadie se le escapa que un poco de presión gubernamental, que no ha
debido de existir, hubiese dado la vuelta a esta curiosa situación.

Ni siquiera la televisión rusa parece muy contenta con tener un evento así en su
país. La FIFA pidió 100 millones de euros por los derechos y las cadenas
respondieron con extrema frialdad. Ya en la Copa Confederaciones no se supo
quién iba a emitir el evento hasta seis días antes de que empezase. En España,
por cierto, se supo durante el sorteo que será Mediaset quien se encargue.
Hay, por supuesto, otro problema importante para Rusia. El equipo nacional es
realmente malo, como demostró en la última Eurocopa. Es una generación de la
que se espera más bien poco, y la falta de éxito deportivo es una carga para el
organizador. En Sochi 2014, el gran evento de referencia reciente, Rusia se hizo
con la primera plaza en el medallero. Es cierto que es improbable que haya
habido unos Juegos Olímpicos más sucios que aquellos y que hoy se sabe que
el dopaje y la corrupción camparon a sus anchas. Pero, en el momento, el
aficionado ruso tuvo un motivo para enorgullecerse y sacar pecho, algo con lo que
también jugó el régimen de Moscú.
Mutko e Infantino. (EFE)

Mutko y el dopaje de Estado


El dopaje es otro de los términos que van a entrar en juego en este Mundial. El
escándalo de Sochi fue mayúsculo, hasta el punto de que es probable
que el país sea vetado de los Juegos de invierno de Pyeongchang. El
documental de Netflix que encara el tema y las investigaciones
independientes son lo más crudo que hay en el mercado sobre la corrupción
generalizada en el mundo del deporte. Y ese país que tramó todo aquello es el
mismo que acogerá en su suelo este Mundial.
Es llamativo el caso del viceprimer ministro Vitaly Mutko, durante muchos años
presidente de la Federación Rusa de fútbol y ministro de deportes. Estuvo en la
FIFA y a él se le atribuye buena parte del sistema de dopaje de Sochi, además de
estar detrás de la concesión de este Mundial, otro proceso en el que las sospechas
son elevadas. Estaba en el sorteo sentado al lado de Gianni Infantino, que como
pretendido reformador de la FIFA igual tendría que calibrar qué fotos quiere
hacerse. Mutko fue preguntado esta semana por un hipotético dopaje de la
selección rusa y él señaló con sorna que si de verdad se estaban dopando cómo
podían ser tan malos.

Mutko aún sigue negando cualquier conexión de su país con el dopaje de Estado,
por más demostrado que parezca todo. Claro que él está en su papel, suena un
poco peor que Fatma Samoura, la secretaria general de la FIFA, no sea tajante
al respecto y solo se limite a recordar que es la AMA la que se encarga de los
planes antidopaje, como si el fútbol pudiese ser ajeno a lo que ocurre en esta
cuestión.

De fondo y como preocupación, los derechos humanos. En su último


informe, Amnistía Internacional señalaba fuertes conflictos en la libertad de
expresión, persecuciones a la oposición, torturas, problemas en la justicia,
actividades ilegales en el Cáucaso, en Siria, de hostigamiento a los
homosexuales... Rusia no es, en absoluto, el primer país que organiza un
evento de este estilo con un problema importante en el ámbito de las
libertades. Pero que no sea el primero no quiere decir que el elefante no siga
dentro de la habitación.

El Gobierno de Islandia anunció este lunes que suspenderá sus


relaciones de alto nivel con Rusia y que realizarán un boicot al
Mundial de fútbol, en forma de apoyo a Inglaterra por el
envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y su hija en la
ciudad de Salisbury.
A través de un comunicado comentaron que Rusia no ha
respondido de forma satisfactoria tras el ataque del pasado 5 de
marzo, contra el ex espia de 66 años y su hija quienes fueron
envenados con un agente nervioso de fabricación rusa. Las
medidas que tomará el Gobierno incluyen el congelamiento de las
relaciones bilaterales y que ningún diplomático viaje a la cita
mundialista.

Con esta decisión del Gobierno islandés ya son dos los países que no enviarán
delegaciones diplomáticas al Mundial Rusia 2018 que se realizará del 14 de junio al 15 de
julio. El primer país en tomar esta medida fue Inglaterra, luego de que la primera ministra
Theresa May anunciara que ningún alto funcionario británico o miembro de la realeza
viajará a Rusia para asistir al torneo

Apoyo y expulsión de diplomáticos

El titular de ese sector, Gudlaugur Thor, reiteró a través de Twitter


el apoyo islandés a Reino Unido e instó a las autoridades rusas a
cooperar con la investigación. Además, desde el ministerio
también explicaron que el embajador ruso en Reikiavik había sido
llamado para informarle sobre la decisión.

En el comunicado Islandia consideró que el ataque se trata de


“una grave violación de las leyes internacionales que amenaza la
seguridad y la paz en Europa”. Además destacaron la decisión de
diversos países del mundo para tomar medidas contra Rusia.

Este lunes Estados Unidos ordenó la expulsión de 60 funcionarios


rusos en respuesta al ataque contra Skripal. En tanto, catorce
países de la Unión Europea decidieron expulsar a los diplomáticos
rusos como respuesta al incidente.

Kasparov pide boicot político al Mundial de


Rusia 20
Kasparov, ex campeón del mundo de ajedrez, se mostró contrario a un posible
boicot deportivo al Mundial de fútbol de Rusia pero pidió a los políticos extranjeros
que no acudan a la cita.

Se trata la cita deportiva internacional más importante de 2018 y se disputará en


Rusia del 14 de junio al 15 de julio. "Como deportista, en principio, estoy en contra
de un boicot tan tardío que, principalmente, castiga a los profesionales del deporte
y a los aficionados", escribió Kasparov en un artículo publicado en el diario
alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Kasparov señaló, no obstante, estar a
favor de un "boicot político al régimen" ruso y en contra de sus "acciones hostiles",
entre las que engloba el envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal y de su
hija, presuntamente por parte de las autoridades rusas. "Neguemos a Putin la
confirmación y la gloria que tanto desea", apuntó Kasparov. Algunos países
como Islandia ya han anunciado la ausencia de sus representantes

En el periódico conservador, el ajedrecista consideró además "vergonzoso" que la


canciller alemana, Angela Merkel, desacreditara su legitimidad democrática tras
felicitar a Putin por una victoria electoral que constituía una "farsa". "Adularlo en
un estadio de fútbol de Moscú sería quizás una afrenta todavía peor", agregó. De
acuerdo con Kasparov, el momento ideal para unir esfuerzos en contra del Mundial
de fútbol de Rusia fue tras la "invasión" de Ucrania por parte de Moscú. "O tras el
derribo del vuelo de Malaysia Airlines MH17 por parte de fuerzas prorrusas en julio
de 2014 o tras el escándalo de doping en Rusia", argumentó.
Expulsión de diplomáticos
"Pero, después de que cada uno de estos acontecimientos pasaran sin que se
hiciera nada, cada vez es más fácil mirar hacia otro lado", subrayó. Las
acusaciones de Reino Unido contra el Gobierno ruso, a quien acusa de haber
envenenado al ex espía ruso Skripal y a su hija en territorio británico, han
aumentado las tensiones a escala internacional.
Diplomáticos rusos y estadounidenses y sus familias se preparan para abandonar
sus destinos y cumplir así con las expulsiones recíprocas decretadas en el marco
del "caso Skripal". Unos 60 diplomáticos rusos serán expulsados de Estados Unidos
y de Rusia saldrán también unos 150 diplomáticos de más de 20 países,
respondiendo a una medida similar adoptada por esas naciones a principios de
semana en solidaridad con el Reino Unido.
Exespía ruso envenenado
El 4 de marzo, el ex agente doble ruso Serguéi Skripal –condenado en Rusia por
espiar para el Reino Unido– y su hija, Yulia, de 33 años, fueron encontrados
desplomados en un banco frente a un centro comercial en la ciudad británica de
Salisbury. Autoridades dijeron que ambos estaban en una condición crítica después
de haber estado expuestos a una "sustancia desconocida".

El tema de la desigualdad de ingresos en Rusia no es nuevo. Estamos


acostumbrados a señalarlo y después archivarlo para continuar con nuestra
vida cotidiana. Después de todo, hay gente rica en todas partes,

últimamente las desigualdades aumentan por doquier .


Asusta ver las cifras publicadas recientemente por Credit Suisse. El 35
% de la riqueza rusa está en manos de 110 personas solamente.
Según este mismo informe, Rusia tiene la mayor tasa mundial de
desigualdad de ingresos, solamente por debajo de unas pocas islas
caribeñas. Aunque en este estudio no se incluyan datos sobre
propiedad, tal y como ha señalado oportunamente Leonid Bershidski,
de Bloomberg, el informe sigue siendo descorazonador.
Según el informe de Credit Suisse Research Institute, publicado a
principios de octubre, Rusia es uno de los países con una mayor
desigualdad en salarios y distribución de la propiedad. Los analistas
responsabilizan de esta desigualdad a la situación del mercado durante
la fase de transición al capitalismo en los años 90, época en la que
hubo un gran caos y se destruyeron los mecanismos de protección
social de la era soviética.

Durante días, he ido leyendo los indignados comentarios sobre esta noticia que los

rusos escriben en la red. “Qué vergüenza”, dicen. “Qué catástrofe.”


Si nos preguntamos dónde está el origen del cinismo ruso moderno, o por qué las

instituciones sociales rusas están tan deplorablemente subdesarrolladas, o por qué

existe ese feudalismo moderno en Rusia, ya podemos dejar de hacerlo. Las

estadísticas sobre desigualdad de ingresos han puesto de manifiesto el problema.


“La desigualdad a escala global ha aumentado porque el crecimiento medio de los
‘países ricos’ entre los años 1980-2007 fue mayor que el de los ‘países pobres’, con
la excepción de las grandes economías emergentes de mercado como China, India,
Indonesia y Brasil. No obstante, esto ha cambiado en fecha reciente. La segunda
razón del crecimiento de la desigualdad fue que la disparidad de los ingresos creció
en la mayoría de países”. Branko Milanovic, economista jefe en el departamento de
investigación del Banco Mundial

Sencillamente, una sociedad moderna no puede funcionar correctamente con este

tipo de distribución de la riqueza. No solo dificulta el desarrollo económico, sino

que también afecta psicológicamente a la gente. ¿Para qué esforzarse arduamente

para conseguir una vida mejor si el ascensor social no es que esté roto, es que

simplemente no existe?

Los economistas rusos han subrayado que este tipo de desequilibrio en la

distribución de la riqueza es un factor determinante en la “degradación” del

mercado laboral ruso. Los doctores y los científicos están tan mal pagados, por

ejemplo, que los que tienen algún tipo de ambición o bien buscan suerte en el

extranjero o bien trabajan en departamentos de marketing o ventas, simplemente

para llegar a fin de mes.

Rusia es uno de los países más desiguales del mundo en distribución de la


propiedad Tener o no tener, esa es la cuestión
Todo, desde una severa reforma fiscal, incluyendo un muy debatido impuesto

sobre el lujo, a sustanciosos incrementos salariales, se discuten cuando se trata de

enfrentarse a este problema.

Lo que es evidente en cualquier caso es que la desigualdad de ingresos no es un

problema que se pueda resolver en un par de días con medidas populistas. No solo

se necesita una enorme voluntad política, sino que es preciso un cambio más

individual, más profundo para comprender cómo debería funcionar el mundo.

Dicho de manera sencilla, más rusos deberían entender que merecen algo mejor,

pero que eso implica un proceso gradual y lleno de dificultades.

además, las autoridades de Moscú han decidido el cierre del consulado general
estadounidense en la segunda ciudad del país, San Petersburgo. "Los
representantes estadounidenses deberán abandonar el local que les fue cedido
no más tarde del 31 de marzo", señalan. Expulsará a 150 diplomáticos de una
treintena de países Rusia no se parará aquí, ya que adelantó que adoptará
medidas "simétricas" en relación con los casi treinta países, en su mayoría
miembros de la Unión Europea (UE) —incluida España— que se solidarizaron
con el Reino Unido y anunciaron este lunes la expulsión de diplomáticos rusos.
Eso significará que Moscú expulsará a 150 diplomáticos de países como EE UU,
Alemania, Francia, España, Italia, Canadá, Australia o Ucrania, además de los
23 británicos que ya expulsó en su momento. "En relación al resto de países
también serán simétricas en lo que se refiere al número de personas que
tendrán que abandonar Rusia de las misiones diplomáticas. Por ahora, eso es
todo", dijo el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov. Adelantó también que
Rusia no se iba a limitar a "reaccionar" ante las que calificó de "tremendas
presiones" por parte de EE UU y el Reino Unido para que se adopten "medidas
absolutamente inadmisibles" contra Rusia "bajo la excusa del caso Skripal". La
Cancillería advirtió en un comunicado que si EE UU continúa "sus medidas
hostiles" contra las legaciones diplomáticas rusas en su territorio, Rusia tomará
"medidas adicionales". Rusia mantiene que el Reino Unido no ha presentado
aún prueba alguna sobre la culpabilidad rusa en el envenenamiento el pasado
4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury de Skripal y su hija, Yulia.
Temor a que se descongele la Guerra Fría La decisión de Rusia sumerge al
mundo en una nueva tensión con Estados Unidos,aunque ni siquiera en
tiempos del más profundo antagonismo entre EEUU y la antigua Unión
Soviética ambas potencias llegaron a tomar medidas de tal calibre. El propio
secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró "muy preocupado"
por esta crisis diplomática en una situación que considera "similar" a la Guerra
Fría. Guterres considera que existen dos diferencias importantes con aquella
Guerra Fría. Una, que hay más actores en conflicto que durante la era de las
dos superpotencias; y la otra, que existen menos canales de comunicación
abiertos para evitar la escalada de los problemas.

Putin amenazó con "caos" global si EE.UU. toma más medidas contra Siria
Las declaraciones del mandatario ruso tienen lugar en medio de un creciente
pulso entre los dos países, luego de que EE.UU, Francia y Reino Unido
atacaran el sábado objetivos del gobierno sirio por el supuesto uso de armas
químicas contra la población civil

El juego de puños entre Estados Unidos y Rusia por Siriacontinúa.

El presidente Vladimir Putin amenazó este domingo que si Washington toma


nuevas medidas contra Damasco se produciría "inevitablemente" un caos en las
relaciones internacionales.

Las declaraciones del mandatario ruso tienen lugar en medio de un creciente


pulso entre los dos países, luego de que Estados Unidos, Francia y Reino Unido
atacaran el sábado tres objetivos del gobierno sirio por el supuesto uso de armas
químicas contra la población civil de la localidad de Duma.

Aunque tras los bombardeos Moscú los criticó y aseguró que tendrían
consecuencias, es la primera vez que Putin advierte sobre secuelas si Washington
insiste en tomar nuevas acciones contra Siria.
BOGOTÁ (Sputnik) — El Mundial de Fútbol 2018 será una oportunidad
para que Rusia muestre al mundo su infraestructura y su apertura a
nuevas culturas, dijeron a Sputnik futbolistas colombianos que han
jugado en equipos de la Federación Rusa.

"Rusia es un país que se abre cada vez más a nuevas culturas y que sin
duda aprovechará el Mundial para reflejar ese proceso multicultural y de
infraestructura que ya ha empezado a aplicar en la construcción de los
estadios donde se jugarán los partidos de la Copa Mundo", dijo Juan
Carlos Escobar, mediocampista de 34 años nacido en la ciudad
colombiana de Cali (suroeste).

Escobar, quien entre 2010 y 2011 jugó en el Krilya Sovetov, destacó que el
Mundial será la ocasión para mostrar el nivel de desarrollo del fútbol del país,
cuyos equipos cuentan con jugadores provenientes de diferentes países de
Latinoamérica.
"Los equipos rusos reconocen el buen nivel del fútbol latinoamericano, por lo que
han integrado a su plantilla jugadores de alto nivel, en especial de Brasil y
Argentina, quienes han ayudado a reforzar la calidad del fútbol del país,
caracterizado por ser rápido, fuerte y de espacio reducido", señaló Escobar.

Mundial 2018: Rusia está con serios problemas financieros

Rusia sufre su peor crisis económica y el pueblo no quiere desperdicios


en inversión al Mundial del 2018
Mundial 2018: Rusia está con serios problemas financieros Primero fueron
acusaciones de corrupción y amenazas de boicot, ahora la crisis económica:
Rusia está en fuera de juego en la preparación del Mundial 2018. Un
vistazo a los miserables datos económicos del rublo arruina el humor del
ministro de Deportes de Rusia, Vitali Mutko. "Hay un déficit presupuestario,
pero el comité organizador cuenta con donaciones", admitió a regañadientes
Mutko. Se calcula que el presupuesto para cubrir los costos del torneo
asciende a 30.000 millones de euros (más de 35.000 millones dólares), casi
el doble que Brasil 2014. Rusia quedó eliminada en la fase de grupos de ese
Mundial, pero el país organizador de 2018 no está preocupado actualmente
por los retos deportivos, pues los gastos de la organización amenazan con
salirse de todo control.

Por encima de todo, la caída de la moneda rusa, el rublo, podría causar que
los costos de los estadios y de la infraestructura explotaran. El bajo precio del
petróleo está creando un enorme agujero en las arcas del estado ruso, un
país rico en materias primas, y debido a las sanciones de occidente por la
crisis de Ucrania, los bancos no reciben dinero.

La superpotencia deportiva se habría imaginado un escenario muy


diferente en su cuenta atrás. Además, hace apenas 11 meses
concluyeron con éxito unos Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi
en los que el país recibió elogios por la organización. El camino
hacia el próximo gran evento, el Mundial Rusia 2018, otro proyecto
que pondrá en juego el prestigio del presidente Vladimir Putin,
comienza a tambalearse.

LA PEOR CRISIS

La agencia de calificación Fitch rebajó el pasado fin de semana la deuda soberana


del país, una señal fatal para los inversores. Rusia está actualmente en la peor
crisis de divisas desde 1998 y al borde de la recesión, dijo la agencia en un
comunicado.

Putin aseguró que la financiación del Mundial Rusia 2018 está asegurada a largo
plazo, pero Mutko advierte: si los precios del metal y del hormigón siguen
aumentando, el Estado tendrá que reducir el costo de los materiales de
construcción con una bajada de impuestos.

Las obras están en pleno proceso desde hace tiempo. Estadios de once ciudades
distintas van a ser renovados o construidos desde cero. También están planificadas
carreteras y hoteles. Todo el país se beneficiará del Mundial Rusia 2018, promete
Putin, que alaba el torneo como un "proyecto de desarrollo".

MALAS INVERSIONES

Sin embargo, no son pocos los rusos que piensan que la inversión es
desmesurada. Ya en Sochi 2014, con 37.500 millones de euros los Juegos de
invierno más caros de la historia, el Kremlin precisó de la ayuda económica de
Roman Abramovich, el presidente del Chelsea.

Según los críticos, desde hace tiempo no está claro qué va a pasar con los estadios
después del Mundial Rusia 2018. El fútbol no mueve a tanta gente en Rusia, un
país con mucha tradición en deportes invernales, como en los países de Europa
occidental. A menudo, los partidos apenas son seguidos por unos pocos miles de
hinchas en las gradas.

Por ello no es una sorpresa que muchos rusos miren con escepticismo a las
inversiones planificadas para el torneo, que se celebrará del 14 de junio al 15 de
julio de 2018. Según una encuesta no representativa de la radio Echo Moskvy
-crítica con el Kremlin-, el 75 por ciento de las 1.600 personas que fueron
consultadas están en contra de realizar gastos masivos con la crisis actual.

El Mundial Rusia 2018 no es la única competición golpeada por la bajada del valor
del rublo. La Liga de hockey sobre hielo, financiada con miles de millones
procedentes del negocio de la energía, se ve como la principal rival de la
norteamericana NHL. Pero cinco clubes ya lo advirtieron: si no mejora la situación
financiera tendrán que desaparecer en unos meses.

El Ministro de Deportes dijo que se reducirá un 10 por ciento el presupuesto.


Además, dos estadios tendrán 10 mil localidades menos, lo que le genera a la Fifa
una pérdida de alrededor de 60 millones de dólares.

Rusia reducirá el presupuesto para el Mundial 2018 como parte de los planes
para recortar el gasto del país al aproximarse una recesión económica, dijo el
jueves el ministro de Deportes Vitaly Mutko.
El gobierno de Rusia anunció el recorte de 10% a su gasto en todos los rubros
luego de que el banco central predijera el mes pasado que la economía se
contraerá entre 4,5 y 4,7% este año debido a las sanciones internacionales y la
baja en los precios del petróleo.

Mutko, quien forma parte del comité ejecutivo de la Fifa, dijo en comentarios
dados a conocer por la agencia de noticias Tass que los estadios para la Copa del
Mundo y la infraestructura asociada no serán afectados por los recortes. Sin
embargo, "varios temas relacionados con la organización" y "subsidios al comité
organizador" serán reducidos junto con el presupuesto relacionado a la ceremonia
del sorteo.

Este mes el presidente de la Fifa Joseph Blatter dijo que recibió garantías
por parte del presidente Vladimir Putin de que los problemas económicos del
país no afectarían al certamen y el organismo indicó a The Associated Press que no
había preocupación por el anuncio de Mutko.

"No nos preocupa el impacto que eso podría tener en la entrega de la


infraestructura que se requiere para la organización exitosa de la Copa del Mundio
de 2018", indicó el vocero de la Fifa Olegs Sokols mediante un mensaje de correo
electrónico.

En un comunicado el comité organizador dijo "la racionalización de los recursos


federales no afectará la infraestructura esencial para el torneo como estadios,
sitios de entrenamiento, transportación pública, infraestructura de
telecomunicaciones y seguridad".

Rusia ya redujo la capacidad de dos de sus 12 estadios para la Copa del


Mundo, de 45.000 a 35.000 asientos, debido a causas financieras y de su uso
posterior pero Mutko negó que se vayan a usar menos estadios para ahorrar
dinero porque la Fifa no está dispuesta a perder más ingresos por menor
venta de boletos.

"La Fifa no nos hará más concesiones y todos los estadios deben tener
capacidad de 45.000 asientos", dijo. "El programa de boletaje ya comenzó de
acuerdo con su programa y sus estimaciones de ingreso. El que hayan reducido la
capacidad de dos estadios a 35.000 ha causado que pierdan, de acuerdo con sus
cálculos, 60 millones".

Mutko dijo que el Ministerio de Comercio e Industria de Rusia tiene la tarea de


reunir a los contratistas de obra relacionada con el Mundial para pedirles que bajen
el precio del cemento para los proyectos relacionados con el torneo.
Más de la mitad del presupuesto de 9.600 millones de dólares para la
organización del Mundial proceden de recursos federales y la suma restante
sería aportada por autoridades regionales y compañías propiedad del Estado.

La Fifa y el comité organizador del Mundial 2018 no respondieron de inmediato


una solicitud para que hicieran comentarios.

Movimientos sociales opositores a la realización del Mundial. Protestas


multitudinarias a lo largo y ancho del país amazónico para exigir mayor
presupuesto para salud y educación. El costo de los estadios para el Mundial de
Fútbol Brasil 2014 subió hasta los 3,712 millones de dólares, cifra tres veces
superior al presupuesto proyectado en 2007 ante la FIFA.

Aumentan tensiones militares entre Rusia y Ucrania

Ucrania está en el umbral de una “gran guerra” con Rusia, asegura el ministro de
Defensa de ese país.

Ucrania y los occidentales acusan a Rusia de desplegar tropas en el este de


Ucrania, lo que Moscú desmiente. Foto: Fotos: AFP.

El ministro de Defensa ucraniano advirtió este lunes de que su país está en el


umbral de una "gran guerra" con Rusia, la cual podría causar decenas de miles de
víctimas.

"Desde la Segunda Guerra Mundial, no se ha visto en Europa una gran guerra


como la que llegado al umbral de nuestra puerta. Desgraciadamente, las pérdidas
en una guerra así no se medirán en cientos, sino en miles y decenas de miles" de
víctimas, afirmó Valeriy Geletey.

"Cientos de soldados y oficiales rusos han entrado de modo permanente" en el


este de Ucrania, agregó el ministro en Facebook. "Tenemos que organizar con
urgencia la defensa contra Rusia, que no solo intenta tomar posición en los
territorios ocupados, sino también lanzar una ofensiva contra otros territorios de
Ucrania", estimó.

"Ucrania no tiene planeado rendirse", estimó, al comparar con la Gran Guerra


Patriótica con el conflicto actual, como se llamaba en la Unión Soviética a la
Segunda Guerra Mundial contra la Alemania nazi. Ucrania y los occidentales acusan
a Rusia de desplegar tropas en el este de Ucrania, lo que Moscú desmiente.

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