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SUS MANDAMIENTOS
14Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia
sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.
Antes, Jesús habló de “unas pocas personas en Sardis que no han ensuciado
sus vestiduras.” Dijo: “andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son
dignos” (3:4). Ahora, en 22:14, pronuncia una bendición sobre “los que lavan
sus vestiduras” – los que se mantienen santos al recibir la gracia que tienen a
su disposición por el sacrificio de Cristo.
“para que su potencia sea en el árbol de la vida” (v. 14b). Esta es la primera
de las dos bendiciones concedidas a los que viven como Dios manda.
Primero oímos del árbol de la vida en Génesis, donde apareció junto al árbol de
la ciencia del bien y el mal (Génesis 2:9).Dios le prohibió a la pareja comer del
árbol de la ciencia del bien y el mal, advirtiéndoles, “porque el día que de él
comieres, morirás” (Génesis 2:17). Cuando la pareja cedió a la tentación y
comió del árbol de la ciencia del bien y el mal, Dios dijo, “He aquí el hombre es
como uno de Nos sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3:22). Para evitar que el
hombre comiera del árbol de la vida y que viviera para siempre, Dios le expulsó
del jardín y puso allí un querubín armado con una espada para prevenir su
regreso (Génesis 3:22-24).
Previamente en el libro de Apocalipsis, Jesús dijo, “Al que venciere, daré á
comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (2:7).
Entonces, antes en capítulo 22 Juan habló del río del agua de la vida que fluye
por el Nuevo Jerusalén. Dijo, “de la una y de la otra parte del río, estaba el
árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del
árbol eran para la sanidad de las naciones” (22:2). Ahora aprendemos que,
para aquéllos que obedecen los mandamientos de Dios (“los que lavan sus
vestiduras”), la maldición de Génesis 3 ha sido eliminada – que Dios les
devolverá el acceso al árbol de la vida.
“y que entren por las puertas en la ciudad” (v. 14c). Esta es la segunda
bendición recibida por “los que lavan sus vestiduras.”
¿Quién más podría quererlo? Aunque a cristianos les gustaría ver a todos
entrar en el Nuevo Jerusalén, no sería apropiado que gente no santa con ropas
manchadas trajera su falta de santidad ante la presencia sagrada de Dios.
Tampoco sería apropiado que los que no se han purificado a través del poder
que ofrece el Cristo crucificado y resucitado, corrompan la ciudad donde los
habitantes sí han lavado sus vestiduras y están limpios.
16Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las
iglesias (griego: ekklesiais). Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella
resplandeciente, y de la mañana.
“para daros testimonio de estas cosas en las iglesias” (ekklesiais) (v. 16b).
Juan no será el único que beneficie de la visión del Nuevo Jerusalén. Jesús
envió al ángel para mostrarle a Juan esta visión para que él después testificara
a las iglesias de lo que había visto. Juan cumple ese requisito al escribir este
libro.
“Yo soy la raíz y el linaje de David” (v. 16c). Recuerde Jesús es el que está
hablando.
Nuestro versículo actual alude a Isaías 11:1, donde Yahvé prometió, “Y saldrá
una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.” Isaí (Jesse)
fue padre de David. Por lo tanto, esto promete la continuación del linaje de Isaí
(Jesse) y de David – otra promesa mesiánica.
Está claro que Jesús enfatiza su linaje Davídico y la promesa mesiánica que
viene de ese linaje.
No fue hace mucho que logré entender esta referencia a Jesús como la estrella
resplandeciente y de la mañana – en parte porque nunca había visto la estrella
resplandeciente y de la mañana. Hace unos años nos mudamos a una casa a
varias millas de la ciudad, donde el cielo es más oscuro y más claro de lo que
era cuando vivíamos en la ciudad. La ventana de nuestro dormitorio da al este
y la vista en esa dirección es bella. Tenemos suficiente privacidad como para
poder dejar la ventana descubierta, y cuando me despierto en medio de la
noche veo estrellas – puntitos minúsculos de luz dispersados por el cielo.