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Cuba: La era de Fidel Castro, marcada por la represión

Durante las casi cinco décadas que gobernó Cuba, Fidel Castro impuso un sistema represivo
que castigó prácticamente todas las formas de disenso, un legado que lamentable perdura
Durante el régimen de Castro, miles de cubanos fueron encarcelados en prisiones en
condiciones deplorables, otros miles fueron perseguidos e intimidados y a generaciones
enteras se les negaron libertades políticas básicas. Cuba logró avances en salud y educación,
pero muchos de estos logros se vieron contrarrestados por largos períodos de dificultades
económicas y políticas represivas A medida que los países de América Latina abandonaban
gradualmente los regímenes autoritarios, la Cuba de Fidel Castro siguió siendo el único país
de la región que continuó reprimiendo prácticamente todos los derechos civiles y políticos”,
expresó José Miguel Vivanco La represión se consagró en la legislación y fue aplicada por
las fuerzas de seguridad, grupos de civiles alineados con el Estado y un poder judicial
totalmente subordinado al ejecutivo. Estas prácticas abusivas instalaron en Cuba un clima de
temor permanente que coartó el ejercicio de derechos fundamentales, presionó a los cubanos
a demostrar su lealtad al gobierno y desalentó cualquier posibilidad de crítica.
Muchas de las tácticas abusivas desarrolladas mientras Castro estuvo en el poder —como
vigilancia, golpizas, detenciones arbitrarias y actos públicos de repudio— aún hoy continúan
siendo usadas por el gobierno cubano.
Castro llegó al poder en 1959, tras liderar una revolución que derrocó al gobierno corrupto y
abusivo de Fulgencio Batista. Gobernó por decreto hasta 1976, año en que se reformó la
estructura del gobierno mediante una nueva constitución, cuya redacción supervisó él mismo.
Desde entonces, y hasta que traspasó el poder a su hermano Raúl en julio de 2006, Fidel
Castro desempeñó los tres cargos con más poder en el gobierno de Cuba: presidente del
Consejo de Estado, presidente del Consejo de Ministros y primer secretario del Partido
Comunista de Cuba. Fidel Castro renunció oficialmente a su función de presidente del
Consejo de Estado y del Consejo de Ministros en febrero de 2008, y dejó su rol como primer
secretario el 19 de abril de 2011.
Durante el período de Castro, Cuba logró importantes avances en el ejercicio progresivo de
algunos derechos económicos, sociales y culturales, como la educación y la atención de la
salud. Por ejemplo, la UNESCO ha concluido que existe un nivel de alfabetización casi
universal en la isla y, según previsiones de UNICEF, el país estaría encaminado para alcanzar
la mayoría de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El progreso en el plano de los derechos económicos, sociales y culturales nunca estuvo
acompañado por avances similares en el reconocimiento de los derechos civiles y políticos.
Durante las décadas en que Castro se mantuvo en el poder, la negación de libertades
fundamentales fue implacable, e incluso se intensificó en ciertos períodos, como la ola
represiva contra 75 defensores de derechos humanos, periodistas, sindicalistas y otros críticos
del gobierno que tuvo lugar en 2003. Estas personas fueron acusadas de “mercenarias” del
gobierno estadounidense y juzgadas en forma sumaria en procesos a puertas cerradas.
Muchas permanecieron años en prisiones en condiciones inhumanas, fueron sometidas a
largos períodos de aislamiento y golpizas, y se les negó asistencia médica básica incluso
cuando padecían enfermedades graves. Más de 50 de estos presos políticos fueron liberados
luego de que Fidel Castro traspasara el poder a su hermano, en la mayoría de los casos con
la condición de que aceptaran exiliarse a España.
Mientras Fidel Castro estuvo en el poder, el gobierno cubano se negó a reconocer legitimidad
a organizaciones cubanas de derechos humanos, partidos políticos alternativos, sindicatos
independientes o una prensa libre. Tampoco permitió que veedores internacionales, como el
Comité Internacional de la Cruz Roja, y organizaciones no gubernamentales internacionales,
como Human Rights Watch, visitaran la isla para investigar la situación de los derechos
humanos en el país.
Los distintos intentos del gobierno estadounidense para propiciar cambios en Cuba durante
el régimen de Castro fracasaron una y otra vez. En la década de 1960, estos intentos
incluyeron acciones militares encubiertas para deponer a Castro, como la invasión fallida en
Bahía de Cochinos y varios intentos frustrados de asesinato. El presidente Dwight
Eisenhower impuso el embargo en 1960, y esta medida posteriormente fue ampliada por el
presidente John F. Kennedy y se formalizó con la adopción de la Ley por la Libertad y la
Solidaridad Democrática en Cuba. Esta ley, también conocida como “Helms-Burton”,
prohíbe al presidente de Estados Unidos levantar las restricciones comerciales mientras Cuba
no haya legalizado la actividad política y expresado un compromiso de celebrar elecciones
libres y justas. También prohíbe levantar el embargo mientras Fidel o Raúl Castro estén en
el poder.
El embargo ha impuesto privaciones indiscriminadas a la totalidad del pueblo cubano, y no
ha contribuido en absoluto a mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba. En lugar
de aislar a Cuba, esta política ha aislado a Estados Unidos. Castro supo usar hábilmente el
embargo para cosechar simpatías en el exterior, y al mismo tiempo le sirvió como pretexto
para reprimir intentos legítimos de promover reformas en Cuba desde adentro, afirmando que
estas iniciativas respondían a intereses de Estados Unidos y eran financiadas por ese país.
En diciembre de 2014, el presidente Barack Obama inició finalmente un proceso de cambio
en la política estadounidense, al anunciar que Estados Unidos normalizaría las relaciones
diplomáticas con Cuba y moderaría las restricciones a los viajes y al comercio con la isla, e
instó al Congreso a considerar la posibilidad de levantar el embargo. A cambio de esto, el
gobierno de Raúl Castro concedió la libertad condicional a 53 presos políticos que se
encontraban privados de su libertad desde hace varios meses.
Aun así, las leyes orwellianas que permitieron su encarcelamiento —y el de miles de personas
antes que ellos— siguen vigentes, y el gobierno cubano continúa reprimiendo a personas y
grupos que critican al gobierno o reivindican derechos humanos fundamentales.
Los arrestos arbitrarios y las detenciones breves son habituales e impiden que defensores de
derechos humanos, periodistas independientes y otras personas puedan reunirse o desplazarse
libremente. A menudo se realizan detenciones preventivas de personas para evitar que
participen en marchas pacíficas o en reuniones políticas.
Brunéi
El Gobierno de Brunéi es una monarquía absolutista, la misma familia ha estado gobernand
o la región durante cercade seis siglos. Muda Hassanal Bolkiak es el actual sultán de Brunéi
desde 1967, cuando su padre abdico a favorsuyo. La independencia de facto se produjo en
enero de 1984. Pero el 23 de febrero, es tomado como la fiestanacional ya que fue cuando s
e libró de la protección británica.
El monarca que gobierna de manera absoluta desde la independencia, ha impedido todo inte
nto de introducirreformas democráticas. Gobierna con un consejo de ministros de poder lim
itado. El súltan Sir Muda Hassanal Bolkiakes a su vez el jefe de estado y de gobierno. Hay
un consejo religioso nombrado por el sultán que aconseja en temasreligiosos. Hay otros con
sejos también designados directamente por el rey, que le aconseja sobre la reforma de lacon
stitución y sobre su sucesión.
Tiene una constitución desde el 29 de septiembre de 1959, aunque varias provisiones están
suspendidas desde elestado de emergencia de diciembre de 1962 y otras desde el 1 de enero
de 1984,
El 1 de septiembre de 2005 disolvió el consejo y volvió a formar uno nuevo con 29 miembr
os el 2 de septiembre de2004. Normalmente el rey legisla por decreto.
La justicia esta basada en la ley islámica, la Sharia y el derecho anglosajón. La ley islámica
en principio se aplica alos musulmanes y en algunas zonas esta por encima de la ley civil. E
l orgáno superior de justicia es la corte supremacon el presidente del tribunal y sus jueces n
ombrados por el sultán por un periodo de tres años.
El país esta divido por cuatro distritos llamados daerah, tres al oeste y una al este.
Los partidos políticos son pequeños y sin ningún papel en la política del país, ya que es uno
de los pocos países queno celebra ningún tipo de elecciones. Entre las organizaciones inter
nacionales a las que pertenece además de las de la ONU, pertenece a la ASEAN
Omán
Omán es una monarquía absoluta y el sultán ha estado en el poder desde 1970 Es un aliado
tradicional (político y militar) de Estados Unidos y Gran Bretaña, si bien mantiene su propia
política exterior. A pesar de ser un gran exportador de petróleo, no es miembro de la OPEP.
Qabus bin Said, de 70 años de edad, se convirtió en sultán en julio de 1970, después de
derrocar a su padre en una conspiración de palacio. Su objetivo era acabar con el aislamiento
del país y aprovechar los beneficios del petróleo para modernizar y desarrollar la nación. Bin
Said gobierna con poder absoluto y se encarga de nombrar su gabinete de ministros. En 1992
permitió la formación de un parlamento Pero la función de este parlamento es meramente
consultiva, y no tiene poder legislativo. Existe una preocupación entre la población sobre la
sucesión en el trono, ya que no hay un heredero claro y la legislación no establece quién será
el próximo sultán.
Las manifestaciones en Omán son muy poco frecuentes. En lo que supuso la primera señal
de que las revueltas en la región habían llegado al sultanato, cerca de 200 personas se
concentraron cerca de los ministerios, en Muscat, para exigir al Gobierno que acabe con la
corrupción y frene la subida de los precios.
La economía de Omán se basa en la explotación de sus grandes reservas de gas natural y
petróleo se produjo un proceso de liberalización en un doble sentido: por una parte, se trató
de desligar la actividad económica y comercial del poder político, propio de un sistema
absolutista; por otra, se facilitó la privatización de las explotaciones mineras. Los graves
desequilibrios sociales que se mantienen todavía, con una tasa de paro del 15%, se ha ido
reduciendo a lo largo de los últimos cinco años.
Omán produjo el año pasado cerca de 860.000 barriles de petróleo al día, la mayoría,
destinado a la exportación. La economía creció en 2010 más de lo previsto, un 6%, y los altos
precios del petróleo permitieron al país exceder los gastos previstos en el presupuesto para
ese año, que ascendían a 18.650 millones de dólares. Con todo, los expertos vaticinan que el
crecimiento se ralentizará en 2011, debido a una bajada en los ingresos procedentes del
petróleo y el gas.
Se calcula que un tercio de la fuerza de trabajo está empleada en la agricultura Según el
informe de Amnistía Internacional de 2009, en Omán se niega el ejercicio de los derechos
sociales y económicos en condiciones de igualdad a los miembros de dos tribus, hay restric-
ciones a la libertad de expresión y las mujeres sufren discriminación en la ley y en la práctica.
Existe pena de muerte para delitos de asesinato y tráfico de drogas.
Guinea Ecuatorial:
Militar de carrera, llegó a la presidencia en 1979 tres liderar un golpe de Estado que derrocó
a su tío, Francisco Macías Nguema, primer mandatario electo tras la descolonización del país.
Obiang fue muy popular, porque Macías Nguema se había convertido en un dictador brutal,
que gobernó 11 años por medio del terror. Tras ejecutar a su tío y resistir varios alzamientos,
formó el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial y convocó a elecciones presidenciales
en 1989. Esos comicios, y los que vinieron, los ganó siempre con cifras superiores al 90% de
los votos. Obviamente, en todos ellos el fraude fue un elemento central. Los opositores son
perseguidos, así que no tienen muchas posibilidades de presentar una alternativa política.
Teodoro Obiang Neguema confirmó su camino largo y accidentado en la dictadura hace
menos de un mes, cuando fue reelegido hasta 2023 en Guinea Ecuatorial (África central) con
el 93,7 % de los votos, acumulando así 37 años de permanencia en el cargo, cada vez más
ilusorio para una frágil oposición.
Y es que días antes de las votaciones, la sede del partido contrario a Obiang, Ciudadanos por
la Innovación, fue atacada con munición real por el Ejército, argumentando que sus militantes
y simpatizantes “vienen perpetrando una serie de incidentes que dañan la imagen de Guinea
Ecuatorial en su consabida condición de país amante de la paz”.
La corrupción, la pobreza y la represión continúan asolando a Guinea Ecuatorial bajo el
liderazgo de su presidente. Los enormes ingresos procedentes del petróleo financian los
fastuosos estilos de vida de la pequeña élite que lo rodea, mientras que una gran parte de la
población sigue viviendo en la pobreza. Persisten problemas como la mala gestión de los
fondos públicos y las denuncias verosímiles de corrupción de alto nivel, así como otros
abusos graves, como la tortura”, reza el último informe de la organización Human Rights
Watch.
Y es que si bien esta nación africana es clasificada por el Banco Mundial como de ingresos
altos y tiene el PIB per cápita más alto de África (porque con apenas 700.000 habitantes es
uno de los cinco mayores productores de petróleo de su región), se encuentra en el puesto
144 de 187 países en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, que en otras palabras mide
las posibilidades de una vida larga y saludable, con acceso a educación y a un nivel de vida
digno. Lo esencial para el bienestar de cualquiera.
Donato Ndongo, periodista de oposición guineano, lo confirma. Desde su expulsión en
septiembre de 1994, cuando el secretario de Estado, Manuel Nguema, lo llamó a su despacho,
pistola en mano, para decirle que el presidente Obiang estaba “harto” de él, el activista no ha
regresado porque “persiste la tiranía”.
Ndongo sostiene que desde que se exilió en España, en Guinea Ecuatorial “no ha habido una
evolución, sino una involución”, y es que solo el 15 % de la población (“Obiang, sus amigos
y su familia”, dice) se beneficia del 85 % de los recursos. Además, agrega, no hay periódicos,
la televisión está controlada por el régimen, tampoco existen librerías y solo hay una
universidad con profesores cuyos títulos “no hemos podido corroborar”.
En Guinea Ecuatorial, “no hay ningún tipo de actividad económica. El Estado es la única
empresa. Nadie puede tener ni siquiera un bar si no es del régimen”, insiste Ndongo, para
quien también preocupa el hecho de que la oposición tenga todo tipo de trabas para poderse
reunir, con el agravante de que es inmadura, ya que a la salida del colonialismo esperaba la
dictadura, “y los guineanos quedamos paralizados mentalmente, sin tiempo para reaccionar”.
Dictadura de Corea Del Norte:
El dictador norcoreano, Kim Jong-Un, es uno de los jefes de Estado más jóvenes del mundo
y ejerce un poder absoluto, con algunas de las armas más potentes del planeta a su
disposición. El ensayo de lo que parece ser una potente bomba H marcó una etapa más en la
campaña que el líder norcoreano dirige sin descanso para hacer de su país una potencia
nuclear, creíble y temible. Kim ha ignorado totalmente las advertencias de la comunidad
internacional, las sanciones económicas y las belicosas amenazas del presidente
estadounidense, Donald Trump, sobre posibles ataques militares. Cuando sucedió a su padre,
Kim Jong-Il dio muestras de carácter al aplastar con dureza cualquier voz discordante,
incluyendo las que emanaban del más alto nivel, con una actitud agresiva y provocadora
respecto a la comunidad internacional.
En 2013, ordenó ejecutar a su influyente tío, Jang Song-Thaek, acusado de traición. Se
sospecha que también fue él quien ordenó orquestar el asesinato de su hermanastro Kim Jong-
Nam en Malasia el pasado febrero.
También se ha mostrado dispuesto a alejarse de China, su único aliado de importancia, al
descartar abandonar su carrera armamentística, a la que Pekín se opone categóricamente.
Todavía no ha visitado China para reunirse con el presidente, Xi Jinping. En 2016, Kim Jong-
Un hizo que lo nombraran presidente de una Comisión de Asuntos de Estado que está por
encima de todos los poderes de Corea del Norte, ilustrando el control absoluto que detenta.
En sólo seis años, el líder norcoreano se consagra en el poder y perpetúa la dinastía Kim

Referencias:
https://www.hrw.org/es/news/2016/11/26/cuba-la-era-de-fidel-castro-marcada-por-la-
represion
https://www.elpais.com.uy/mundo/kim-jong-dictador-capaz-temblar-tierra.html
http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/1295783
https://recortesdeorientemedio.com/2011/02/28/oman-datos-basicos/
http://www.elcolombiano.com/internacional/teodoro-obiang-el-dictador-que-se-perpetua-
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