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NO TE DES MALA VIDA

Muchas veces las personas cometen el error de molestarse por cosas que no lo justifican. Y es que
es una pérdida lamentable de tiempo que se podría ocupar en cosas más productivas, y por supuesto, en
poder disfrutar de la vida al tener una actitud positiva. Con relación a esto, algunos psicólogos tienen
como principio fundamental la idea de que no son las cosas, las experiencias o las personas las que nos
hacen sentir mal, sino que es la actitud (el pensamiento) que tengamos ante estas experiencias la que
provocan nuestro estado de ánimo.
Algunas personas han observado cómo, frente a una experiencia que aseguraban como
individualmente desagradable, otros individuos la percibieron de forma diferente e incluso, contraria. Tal
vez por esto es que se dice que la belleza está en los ojos de quien la observa, o de que la felicidad es
relativa, por lo que cada quien tiene su propia versión de lo que significa ser feliz.
Existen muchas frases para resumir todas estas ideas y convertirlas en un consejo. En nuestro país
se ha vuelto muy común el escuchar una en particular: “No te des mala vida”. Lamentablemente, esta
frase se ha convertido en una evidencia preocupante de conformismo y hasta de mediocridad. Como
ejemplo se podría citar las ocasiones en que alguien le sugiere a otra persona el dejar de esforzarse por
completar su trabajo o cualquier propósito u obligación que tenga para no tener que seguir
experimentando emociones desagradables (como estrés, frustración, rabia, impotencia, etc.) Esto se
vincula especialmente a los deberes que se tienen que cumplir en el trabajo, en el colegio o en la
universidad. En este sentido, la frase cambia en la mayoría de los casos para expresarse en 1° persona:
“YO NO VOY A DARME MALA VIDA”. A partir de aquí ya no se trata solamente de pensar de una
forma optimista, sino de dejar incompletos los deberes en pro de una evasión de experiencias
desagradables. En algunos casos la situación se agrava más debido a que ni siquiera se quiere evitar el
sufrimiento o desagrado, sino que simplemente se evade la responsabilidad individual o se cumple a
medias.
La frase en cuestión es casi como una muletilla que más que mostrar pobreza de lenguaje, indica
que quien la utiliza es simplemente una persona mediocre. Pero el tema central de este texto va mucho
más allá del hecho de no ser constante con los deberes y obligaciones. La afirmación “No voy a darme
mala vida” es también una excusa para no vivir de acuerdo a nuestros valores. O también, una
justificación de cobardía o apatía que se demuestra al no ser capaces de exigir el respeto a nuestros
derechos o denunciar el maltrato de los mismos, y esta situación ha aumentado en función de que las
injusticias en la sociedad se han agravado y multiplicado. Y esto, irónicamente es la pérdida de los
valores de ciertos individuos; lo que provoca que no se respeten los derechos de los demás.
Un buen ejemplo de lo anterior lo constituyen las personas que se colean cuando esperan ser
atendidos en el supermercado o en el Banco. Tal vez este problema siempre ha existido. Sin embargo, ha
aumentado el abuso, y de forma opuesta ha disminuido la cantidad de personas que han hecho su cola
correctamente pero que no se quejan o protestan. Siempre habrá una que otra persona que sí lo hace:
protesta, trata de hacer ver que esto molesta que no es justo, etc. Pero curiosamente muchos no lo apoyan.
De forma contradictoria habrá también otra persona en la cola que le dirá a aquella que se queja: “No te
des mala vida, no vale la pena amargarse la vida por eso”, o frases parecidas. Este es un ejemplo que
resume el mal uso que se le ha dado a la frase, así como también, de las formas distintas que puede
ofrecer la misma para justificar el ser conformista, mediocre y cobarde. Pero el valor más importante que
se excusa de no exigir o no valorar es la justicia. Hace falta exigir justicia o castigar a las personas por
hacer algo que no es justo y, en cierto modo, protestar y exponer a una persona que no respeta la cola, el
semáforo, o cualquier situación donde existan normas sociales es una forma de castigo. Exponerlas es una
forma de hacerlas sentir culpable por lo que están haciendo.
Sin embargo, se ha observado que estas personas abusadoras no se sienten avergonzadas por lo
que hacen, y además están dispuestas a hacerlo nuevamente cuando tengan la oportunidad. Esto en parte
podría ser por la falta de disciplina o valores en su hogar desde su niñez. Pero esto es causa en gran

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medida porque muy poca gente protesta. Son más lo que dicen “No te des mala vida” que lo que
protestan. Imagínese usted que la situación fuera contraria a la realidad. ¿Acaso esta situación no
disminuiría? Claro que sí. Esto evidencia que podríamos cambiar las cosas SI LA MAYORÍA SE DA
MALA VIDA.
La vida es dura, la vida es difícil. Por lo que el sufrimiento en cierta forma es inevitable. Pero el
sufrimiento, el darse mala vida es obvio e inclusive necesario si se quieren lograr algunas cosas. Sobre
todo si se recuerda que muchas veces, la frase que le da el título a esta lectura es la excusa de mucha
gente para no cambiar las cosas para bien por ser conformista, cobarde, apático o mediocre.
Fíjese en los hombres que han sido famosos por ser inventores, artistas o políticos. Son famosos
por lograr cosas grandiosas, por hacer contribuciones importantes a la humanidad. Gracias a ellos en
cierta forma, usted tiene muchas cosas positivas qué hacen su vida mucho mejor en comparación a cómo
se vivía en el pasado, especialmente antes de que dichas mejoras existieran.
Un ejemplo oportuno sería Thomas Edison, creador de muchos inventos vinculados con la
electricidad: probó más de 1000 materiales distintos hasta que por fin dio con el adecuado como para
hacer que la primera lámpara incandescente eléctrica funcionara indefinidamente y sin dañarse. Piense
que hubiera pasado si este señor no hubiera tenido la paciencia suficiente para afrontar el fracaso por
tantos intentos fallidos. La frase de la que aquí se critica hubiera salido de su boca y no existiría una
forma de iluminar de forma, barata, segura y confiable. Esto debido a que hasta esa época, la luz artificial
que se utilizaba en las calles provenía del gas y de una fuente eléctrica demasiado peligrosa: la “luz de
Arco”. Tanto una como otra eran inseguras y caras, por lo que la mayoría de la gente pobre usaba la luz
de las velas. Existen muchos otros casos donde es necesario un sacrificio para obtener el éxito, y donde el
“No darse mala vida” hubiera sido una muestra de mediocridad, falta de ambición y disciplina. Pero la
idea central de este texto busca ir más allá.
Volviendo al ejemplo de la gente que no respeta la cola y se coloca delante de usted a pesar de que
llegó de último, la frase indeseable también lo puede convertir a usted en un pedazo de papel que se
mueve si el viento se lo permite; en un material o ser inerte que no tiene la capacidad para que la vida se
adapte a sus necesidades. En otras palabras, en estas condiciones, usted no está en control de su vida.
Mucha gente habla del destino y la fuerza que tiene este de hacer que su vida se mueva a su ritmo. Pero
en realidad, las cosas maravillosas que ha hecho el ser humano (el progreso, el avance de la ciencia, las
invenciones que han eliminado enfermedades, por ejemplo) no son producto del destino, sino de la
perseverancia del hombre.
Claro que, el destino actuará sobre su vida y hará con usted lo que él desee si se queda como un
idiota dejando que las cosas pasen y resignándose. Usted llegará más tarde al compromiso que tenía luego
de hacer la cola si deja que 5 personas se coloquen delante de usted y asume la actitud de que “la vida es
así y hay que aceptarla” o… “las cosas pasan por algo”, “hay que resignarse”, “las cosas no se pueden
cambiar”, y por supuesto: “no te molestes, no te des mala vida”. Porque a decir verdad, la mayoría de las
personas que repiten estas frases tarde o temprano estarán quejando o inclusive deprimiéndose porque su
vida no ha sido como ellos querían que fuera, evidenciando que están conscientes de que quien es
responsable de como sea su vida son ellos mismos.
Existe una frase de la cual se han hecho distintas versiones, pero que tiene la misma esencia o idea
principal: “En la vida hay hombres que existen para ser servidos o ser servidores”, “Algunos hombres son
ovejas y unos pocos son pastores” “O naces para ser martillo o naces siendo un clavo”. Todas ellas se
refieren a que no solamente la vida es dura e injusta, sino que además la injusticia la protagonizan los
mismos seres humanos. Tal vez en estos momentos en que lee este párrafo esté pensando en que usted ha
hecho el PAPEL DE CLAVO cuando permite que los demás abusen por colearse en la fila del
supermercado.
El punto es que, esas personas que se dan mala vida, son los que muchas veces hacen que la
situación de un país mejore. Tal vez no le parezca muy trascendental el hecho, pero en algunas ocasiones,
y dependiendo de lo fuerte que proteste una persona en la cola (o en otra situación injusta), esos

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“amargados” que se quejan y reclaman consiguen que otras personas, que también son víctimas, lo hagan
también. Pero no es solamente se está resaltando el hecho del apoyo, sino de que es más importante que
una persona ponga en práctica la capacidad de que mucha gente se sume y el reclamo o su queja se torne
más llamativa, fuerte y de mayor peso, hasta el punto de que el abusador deje de cometer aquella
injusticia, o por lo menos, lo piense más de una vez antes de hacer lo mismo en una próxima ocasión.
Y es aquí donde se apoya la idea principal del texto. ¿Cómo se le puede llamar a ese individuo que
logra aumentar el grito de protesta hasta acabar con una injusticia, logrando despertar a los demás para
que lo apoyen? Bueno, estas características son las que definen a un LÍDER. Y lo que hace que sea el
primero en levantarse contra las cosas que no deben de tolerarse es la sensibilidad, el apego a las leyes, a
la moral, o por lo menos, a lo que adecuado. Por sensibilidad se entiende en este caso, el percibir más
fácilmente lo que está mal, o también, el atreverse a actuar porque las cosas te afectan mucho más que a
los otros individuos, y en consecuencia, sentirse altamente motivado a actuar, pero no solamente
denunciando o incitando a la denuncia, sino además a buscar la forma de ofrecer soluciones, con ayuda de
otros seguidores.
A los líderes las cosas les afectan, les conmueven, les importan tanto que no pueden quedarse con
los brazos cruzados o callados. Los líderes son aquellos que han luchado para que en el presente haya más
democracia, igualdad, justicia y paz. Y todo comienza con una persona que se dio mala vida en cierto
momento de la historia, y que por abrir la boca y defender sus derechos, termina guiando a todo aquellos
que no se atrevieron a quejarse o hacer algo antes de él. Es necesario retomar la frase “Unos nacen para
ser ovejas y otros para ser pastores”. Puede parecer cruel como las otras frases similares, pero es la más
justa y realista de todas ¿Por qué? Porque se ajusta muy bien a la naturaleza del liderazgo. La mayoría de
los cobardes, conformistas y demás seres inertes nunca podrán llegar a ser pastores, no solamente porque
no tienen esa cualidad del líder, sino porque además nunca querrán admitir que son lo que son sino que
tienen inclusive algo positivo: “que no se dan…
Pero además, los líderes no solamente luchan contra las injusticias, sino que son los creadores de
nuevas ideas y cambios en la sociedad que la han hecho mejor, sin necesidad de enfrentarse a un enemigo
maligno. Es por esto que Thomas Edison, así como todos los demás inventores y científicos fueron o son
líderes, porque en términos generales, éstos no son más que seres especiales que nos recuerdan una y otra
vez que el destino no existe, que el hombre crea su propio destino y el de la sociedad. Algo de esto se
puede encontrar en una frase de Steve Jobs: “Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para
que trabajes por los suyos” (o también…. Si no te esfuerzas por ser pastor, terminaras obedeciendo a
otros pastores)
Otra cualidad del líder es que no hace lo que hace para satisfacer una necesidad propia sino que
actúa para ayudar a los demás. La sensibilidad de la que se hablaba anteriormente no se trata de “quiero
cambiar esto porque no lo soporto” sino más bien “quiero darle solución a esto porque esto NOS afecta a
todos y no lo soporto”. En otras palabras, el líder es una persona que actúa por el bienestar de los demás.
De manera que cada vez que convence a muchas personas para que lo sigan, son éstas, al final de cuenta
las que se benefician. El mejor ejemplo de esto son los líderes que lograron la independencia de sus
países (Simón Bolívar), o los que lograron la igualdad o justicia social, como Martin Luther King, Rosa
Parks, Emmeline Pankhurst, o los obreros que dieron inicio al 1º de mayo. Pregunte al profesor si acaso
no conoce la historia de algunos de los mencionados.
Prof. Roberto Rujano.
Facebook: Clases Rujano
BLOG: clasesrujano.blogspot.com

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