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La fisioterapia en el deporte es la aplicación de técnicas de rehabilitación para la recuperación y


prevención de lesiones que surgen de la práctica deportiva que se realiza como ocio o de forma
profesional.

Por lo general el fisioterapeuta en deportes debe tener un manejo completo y hasta especializado en el
tipo de demandas que tiene su paciente por sus actividades deportivas. Dígase un pelotero no va a tener si
sufrir de las mismas condiciones que un jugador de soccer. Por esto el terapeuta debe conocer bien las
exigencias a las que es sometido el cuerpo del paciente y cuáles son las condiciones que pueden agravarse
para aplicar terapias preventivas.

Esto se logra mediante la estrecha colaboración con el entrenador, preparador físico, médico, psicólogo,,
nutricionista, u otro agente del equipo multidisciplinario para desarrollar una fórmula de trabajo que
consiga que el deportista realice su práctica con el menor riesgo posible, en las medidas de intensidad y
frecuencia óptimas, en un ambiente distendido y de concentración equilibrado, con aportes nutricionales
necesarios y, una dieta que se ajuste a las necesidades según, los momentos del deportista y de la
temporada en los que este se encuentre y, con los cuidados deportivos necesarios, en cuanto a la
capacidades musculares: excitabilidad, elasticidad, contractilidad y tonicidad, se refiere, las cuales deben
ser controladas diariamente por los fisioterapeutas, para conseguir evitar cualquier aparición de lesión.

Es importante que el deportista esté disponible para la realización de actividad física y deportiva en el
menor tiempo posible ya que, de esta forma, conseguiremos evitar: atrofias musculares, déficits
circulatorios, desequilibrios posturales, decaimientos personales por la inactividad.

Asimismo conseguimos una funcionalidad temprana de la región lesionada y del deportista en general. En
esta fase el fisioterapeuta deportivo realiza una especial colaboración con el entrenador y/o preparador
físico, ya que el deportista deberá comenzar la realización de una actividad física regulada por estos
profesionales, sin el perjuicio de la recuperación de su lesión.

En el final de esta fase y cuando el médico y el fisioterapeuta deportivo consideren oportuno darle el alta
al deportista sin riesgo de recaída o de nueva lesión, se procederá a la realización de un entrenamiento
adaptado específico, donde el fisioterapeuta debe controlar posibles sobrecargas o sobreesfuerzos que
resulten de este trabajo.

Deber ser el Fisioterapeuta, y no otro profesional no sanitario, aquel que prescriba e incluya al ejercicio
como parte de un plan de intervención terapéutica encaminado a la prevención, tratamiento y
recuperación de patologías, y disfunciones o a la promoción de la autonomía personal.

Las causas más frecuentes se pueden dividir en factores; cuantos más factores aparezcan más
posibilidades hay de lesión:

La inadecuada preparación física como, calentar, enfriar, estirar, insuficiente resistencia aeróbica, gesto
deportivo incorrecto, la falta de estiramientos la desmotivación, el cansancio ya sea por estrés psíquico,
físico, sueño; la mala nutrición el Sobreesfuerzo, Mal gesto y Traumatismos son de los factores que
influyen en las capacidades del deportistas.
Los actores extrínsecos como Equipo y servicios actualizados, Calzado apropiado para cada tipo de
deporte, las características del deporte, el habilitamiento de aparatos ortopédicos facilitan o inhiben el
correcto desarrollo del deportista y puede tener consecuencias marcadas.
En cualquier gesto deportivo, por sencillo o cotidiano que parezca, se ponen en marcha diferentes
estructuras. Las lesiones se pueden clasificar según dónde haya aparecido el daño; así pues, las podemos
clasificar en:

Alteraciones musculares
Son el paso previo a una lesión muscular si no se tratan y se solucionan correctamente:

 Agujetas: Dolor o rigidez muscular que aparece después de un esfuerzo físico intenso y/o poco
habitual.
 Rampas o calambres: Contractura muscular tetánica (mantenida) involuntaria de muy breve
duración (segundos).
 Si son muy frecuentes y seguidas se pueden considerar un “aviso” antes de derivar a una
contractura muscular.
 Contractura muscular aguda: Contractura muscular tetánica involuntaria y permanente o
duradera de uno o más grupos musculares.
 Te impide continuar con la actividad deportiva, es necesario parar para realizar un
estiramiento pasivo.
 Sobrecarga muscular: Sobreesfuerzos continuados y repetidos que exceden sus posibilidades
individuales de carga, en otras palabras, que se entrene por encima de las posibilidades de uno
mismo.

La lesión muscular representa entre el 40-60% de todas las lesiones deportivas, su localización depende
del tipo de deporte que se practique ya que cada especialidad tiene mayor incidencia en una zona en
concreto como los isquiosurales en el fútbol, gemelos y sóleo en el tenis, cinta iliotibial en atletismo en
pista, cuádriceps en montaña, hombro en balonmano.

 Distensión o elongación muscular (grado 1): consiste en una afectación funcional del músculo sin
que exista ninguna lesión anatómica. Es una agresión sobre la capacidad elástica del músculo sin
llegar a sobrepasar la.

 Rotura fibrilar (grado 2): Es una afectación funcional del músculo donde encontramos una lesión
anatómica. La situación que se ha producido sobre la estructura muscular ha sobrepasado su
capacidad de estiramiento máxima y éste se ha rasgado o roto.
 Rotura total (grado 3): es muy poco frecuente: es una afectación de todas las fibras de un mismo
músculo.

Lesiones articulares
 Capsulitis/ Artritis: Inflamación de la articulación o de la cápsula que la envuelve.
 Esguinces Ligamentosos: es la lesión de los ligamentos que sostienen las articulaciones
 Grado 3: Rotura completa.
 Grado 2: Rotura parcial.
 Grado 1: Elongación o distensión.
 Luxaciones: Es la pérdida de contacto entre los dos huesos de una misma articulación. Las
luxaciones más frecuentes son de gleno-humeral (por un desgarro de la cápsula), de acromio-
clavicular (ruptura conoides y trapezoide) y de rótula (hacia lateral externo).
Lesiones tendinosas
Tendinitis qué es la inflamación de la estructura que une el músculo con el hueso debido a un sobreuso o
a una mala recuperación. La Rotura es muy poco frecuente: es una afectación de todas las fibras de un
mismo tendón.

Las Lesiones Deportivas Comunes

Existen muchas lesiones que pueden clasificarse como deportivas, dentro de ellas, las más conocidas son:

Bursitis:
Es la inflamación de la bolsa o saco lleno de líquido que sirve para reducir la fricción entre los huesos de
la articulación. Suele presentarse con mayor incidencia en las articulaciones grandes del cuerpo como lo
son las articulaciones más grandes como la cadera y el hombro.

Situaciones como el Trauma articular, el uso exagerado de la articulación, Infecciones, Artritis, Gota
provocan estas inflamaciones las cual podemos distinguir por síntomas como dolor articular, disminución
del movimiento, Incapacidad funcional, la hipersensibilidad en la zona, e hinchazón así mismo la
articulación puede sentirse caliente

El tratamiento médico conlleva medicamentos Anti-inflamatorios AINES para reducir la inflamación de


igual forma el médico puede prescribir Inyecciones de corticosteroides o Drenajes quirúrgicos, si es
requerido

A nivel del tratamiento fisioterapéutico utilizamos modalidades como las compresas frías a nivel agudo, y
compresas húmedas calientes a nivel crónico, ultrasonido, tens, microcorrientes, láser que ayudan
disminuir el dolor inicial y reducen la inflamación. El quiromasaje, los ejercicios de movilización una vez
calmado el dolor para movilizar la articulación y procurar su movilidad.

Desgarros Musculares:

Son lesiones musculares que suceden como consecuencia de un esfuerzo excesivo, que ocurren por un
estiramiento por encima de la capacidad muscular o por una contracción muscular que supera la
capacidad de resistencia de la tensión, es aún más común cuando no hay calentamiento previo a la
actividad.

Esta lesión provoca un rompimiento de la masa muscular, lo cual conlleva a mucho dolor, además de que
el desgarro se acompaña del rompimiento de los vasos sanguíneos que recorren el músculo afectado, por
lo que también va a generar un gran hematoma.

Las situaciones como el Sedentarismo, la Mala alimentación, una circulación deficiente, enfermedades
metabólicas, como diabetes, Traumatismos, y cuando hay fatiga muscular extensa que predisponen a un
desgarro muscular.
Presenta con síntomas de Inflamación, dolor súbito intenso que se describe como una puñalada, y
Hematomas considerables en lesiones más extensas

En el tratamiento Terapéutico tenemos como práctica aplicar hielo para reducir la inflamación en el
momento en que ocurre la lesión. La crioterapia se aplicará por las primeras 72 horas por 10 o 15 minutos
sobre la zona lesionada, con el fin de que produzca una disminución de la temperatura, disminución del
metabolismo tisular, disminución del dolor, disminución del espasmo muscular y la disminución del flujo
sanguíneo.

Es recomendable que entre cada aplicación del frió se vende el área a tratar y se mantenga en reposo. El
vendaje compresivo es necesario también. Lo recomendado es dejarlo por 20 minutos seguido por
descansos de 5 minutos, y luego se coloca de nuevo.

A partir de la segunda semana, se puede aplicar calor y masaje. En la tercera o cuarta semana el masaje
puede intensificarse para desfibrosar la cicatriz y realizar estiramientos.

El ejercicio físico debe retomarse hasta la sexta u octava semana, cuando la fuerza máxima del músculo
esté recuperada en un 90% y cuando no haya dolor en pruebas de estiramiento y contracción.

Esguinces
Se trata de lesión traumática de los tendones, músculos o ligamentos que rodean una articulación, que
puede ir desde una distensión hasta el desgarro parcial o total.
Se caracteriza por el dolor y la hinchazón de la zona o tumefacción. La articulación más común de sufrir
un esguince es el tobillo. La afectación y la gravedad de los síntomas varía dependiendo del alcance de la
lesión en los tejidos.

El mecanismo típico de daño es por inversión con rotación interna del pie, con frecuencia la flexión
plantar también está asociada. Al flexionarse la planta del pie, el ligamento peroneoastragalino anterior se
tensa y el calcaneoperoneo se relaja. En esto casos encontramos dolor y tumefacción por delante del
maléolo externo, junto con un hematoma.

El otro mecanismo de lesión es cuando el ligamento calcaneoperoneo es el lesionado, esto se produce


debido a la supinación forzada del pie. Las manifestaciones clínicas de rotura o desgarro del ligamento
calcaneoperoneo es un hematoma por debajo y por detrás del maléolo externo.

La lesión combinada de los ligamentos calcaneoperoneo y peroneoastragalino se produce debido a la


supinación con rotación interna del pie. Sus Síntomas comprenden Dolor, Tumefacción, Edema, Rubor,
Calor en el área afectada, Inestabilidad articular, Incapacidad funcional o disminución de la misma.

En este caso la indicación de Tratamiento fisioterapéutico es el Reposo: el cual es esencial en la


recuperación, crioterapia, Vendaje con elevación del miembro afecto, Masoterapia: Se puede utilizar
técnicas como retorno venoso, Tratamiento específico para esguinces de tobillo

Ruptura del tendón de Aquiles


Se trata de una lesión que usualmente afecta a deportistas adultos, ya que gracias a los cambios
degenerativos del tendón por causa de la edad, y con el tiempo puede llevar a problemas más graves. Se
da por distensión brusca del tendón con el tríceps sural contrito, ya sea con una caída hacia delante con el
pie fijo en el suelo, o por una caída vertical con el antepié apoyado solamente.

La rotura del tendón de Aquiles suele presentarse más comúnmente cuando no hay un precalentamiento
adecuado o un entrenamiento previo a una contracción brusca de la musculatura de la zona. El área típica
de afectación en esta lesión deportiva es de 5 a 8 cm. por encima de la inserción del tendón en el hueso
calcáneo.

La ruptura puede clasificarse como parcial o total dependiendo del grado y del número de afección de
fibras musculares.

Cuando se rompe el tendón de Aquiles, se caracteriza por un dolor fuerte e intenso al instante. Este dolor
generalmente va a irradiarse a la planta del pie y a los músculos que componen el tríceps sural
(gastrocnemios y sóleo). Luego, la zona sufrirá el proceso de inflamación y tumefacción. La persona
tendrá dificultad para realizar flexión plantar o para mantenerse de puntillas. Poca funcionalidad de la
articulación del tobillo. Hay una dificultad para caminar marcada. Y dolor a la palpación, en la cual se
siente una abertura a lo largo del tendón.

Tratamiento Fisioterapéutico para la rotura del tendón de aquiles el tipo de tratamiento conservador, sin
embargo, en lesiones de mayor gravedad, el tratamiento quirúrgico de reparación suele ser necesario,
seguido, por supuesto, de rehabilitación.

Utilizamos modalidades como la Crioterapia en fase aguda para disminuir inflamación y sus efectos.
Puede aplicarse en el momento con bolsas de hielo o bien, con compresas frías o aerosoles refrigerantes.
Los Infrarrojos: Serán útiles luego de la etapa aguda, para empezar proceso de sanación en la zona
aumentando la llegada de flujo sanguíneo. Incluimos la Hidroterapia en piscinas para trabajar equilibrio,
coordinación, propiocepción y fuerza.

Cuando se haya visto una mejoría los ejercicios pueden realizarse sobre piso en diferentes texturas, que a
su vez también serán muy provechosos. Aplicaremos ejercicios de fuerza del tríceps sural una vez que
haya mejorada la lesión.

Ruptura de ligamentos cruzados de rodilla

Los ligamentos cruzados son dos, el anterior y el posterior, y están situados en el interior de la cavidad
articular de la rodilla. Su lesión puede causar una gran inestabilidad y alteración de la movilidad articular.
Controlan sobre todo los movimientos de deslizamiento hacia adelante y hacia atrás de la tibia en relación
al fémur, necesarios para que se efectúen con normalidad la flexión extensión de la rodilla y los
movimientos laterales y de rotación de la misma.

Estos ligamentos tienen poca irrigación al ser intraarticulares y fácilmente se retraen al romperse, hecho
que no favorece su cicatrización; por tanto, en caso de rotura total, para restablecer la función normal de
la rodilla es necesaria su sustitución.

LCA
El ligamento cruzado anterior (LCA) es el que con mayor frecuencia se lesiona; Con frecuencia se
produce la asociación de la lesión de este ligamento con la del ligamento lateral interno y la del menisco
interno, a lo que se llama tríada desgraciada.

LCP
El ligamento cruzado posterior (LCP) Su tensión aumenta con los movimientos de deslizamiento hacia
atrás de la tibia.

La lesión de los ligamentos cruzados está causada por fuerzas que provocan una tensión extrema de los
mismos. En el caso del ligamento cruzado anterior, el mecanismo de lesión más frecuente se produce al
colocar la rodilla en valgo y rotación externa, aunque también puede producirse en una hiperextensión de
rodilla o en un varo y rotación interna.

Otro posible factor es la falta de control o de fuerza muscular, ya que la contracción puede evitar o
dificultar que el ligamento llegue a una máxima tensión. Es muy habitual la lesión del ligamento cruzado
anterior en traumatismos sufridos en la práctica deportiva.

Los síntomas más habituales en una rotura total o parcial de los ligamentos cruzados son inestabilidad de
la rodilla. En el momento agudo de la lesión vemos dolor, edema y derrame sanguíneo dentro de la
articulación.

Las pruebas que valoran la competencia y funcionalidad de los ligamentos cruzados son las llamadas
"cajón" anterior y posterior; se evalúan de forma comparativa con la rodilla sana, la cantidad de
desplazamiento hacia adelante y hacia atrás de la extremidad proximal de la tibia en relación a la porción
distal del fémur. Se llevan a efecto con el paciente relajado y la rodilla en diferentes grados de flexión.

El tratamiento de elección, en un paciente joven y con actividad deportiva, es la ligamentoplastia. Si el


tratamiento elegido no es la reconstrucción quirúrgica, se efectúa tratamiento conservador para mejorar la
estabilidad de la rodilla y minimizar futuros procesos degenerativos. Para ello, la Fisioterapia cuenta con,
técnicas de fortalecimiento de la musculatura flexora de la rodilla, para estabilizar la articulación y evitar
el deslizamiento excesivo de la tibia hacia adelante.

Técnicas de fortalecimiento de la musculatura extensora (cuádriceps), debido a la precoz instauración de


la atrofia en los períodos de inmovilización prolongada. Para obtener este objetivo se pueden aplicar
corrientes farádicas, que refuerzan la contracción muscular, apoyándose en la utilización del biofeedback,
que facilita la concienciación y estimulación de la contracción.

Tratando el paciente con modalidades y Corrientes analgésicas, con la finalidad de obtener alivio del
dolor. En caso de que el tratamiento elegido es la reconstrucción quirúrgica mediante una plastia, las
técnicas de Fisioterapia se realizarán en función a la duración y evolución de la cicatrización y del
proceso de reparación tisular. Cuanto antes se inicie el tratamiento fisioterapéutico, incluso antes de la
intervención, menos posibilidades existen de que se inicie una atrofia muscular y rigidez articular.

Lesión del manguito rotador


El hombro es una articulación compleja, es bastante móvil, pero bastante inestable. De hecho, es la más
involucrada en problemas dolorosos del organismo. Sin embargo, la mayoría de las causas de dolor en el
hombro son problemas periarticulares, es decir, por trastornos en estructuras cercanas que rodean la
articulación pero no directamente en la articulación.
El manguito rotador, es un complejo de cuatro músculos originados en la escápula. Ellos son
estabilizadores dinámicos de la escápula, rodean a toda la articulación glenohumeral. Entre estas dos
estructuras se encuentra una bursa que disminuya la fricción entre ellas.

Este está comprendido por los músculos Supraespinoso, Infraespinoso, Redondo menor, Porción larga
del bíceps. De todos estos, el más afectado suele ser el supraespinoso. Debido a que estos músculos son
tan usados y de tanta importancia, son susceptibles a desgarros y roturas por traumatismos agudos o
crónicos, como es el, caso del abuso excesivo. Siendo por lo tanto una lesión común en deportistas.

Vemos una incidencia en lesión del manguito rotador cuando existe Poca vascularización en el músculo
supraespinoso. El paciente presenta con degeneración tendino-muscular progresiva que en muchas
ocasiones a causa de la edad. El impacto del manguito rotador en el arco coraco-acromial después de los
90 grados de elevación o abducción. Microtraumas repetitivos son causa de lesión del manguito rotador.
Levantamiento de peso excesivo, Traumas directos graves, como en un accidente, o caer con los brazos
extendidos y las degeneraciones como la Artritis, que impide la movilidad correcta de la articulación del
hombro.

Es importante destacar que los problemas de desgarro se trabajan conservadoramente, las rupturas
(desgarros totales) requieren de cirugía.
La lesión del manguito rotador, en etapas iniciales, se solicita el tratamiento conservador con AINES
(antiinflamatorios no esteroideos) y tratamientos fisioterapéuticos.

Buscando mantener los arcos de movimientos, recuperar la fuerza de la masa muscular y sanar la lesión.
Utilizando para ello indicaciones de reposo relativo: Es decir, que no realice las actividades que provocan
dolor. Crioterapia con cold packs o chorros de agua fría. Compresas frías locales 10 minutos, tres veces al
día. Masaje Cyriax, Vendaje especial para desgarros, Calor local, luego de la etapa aguda, con compresas
húmedo calientes., Embarcaciones de parafina.

Cuando se ve una mejoría iniciamos con Ejercicios de fortalecimiento de rotadores externos de


hombro énfasis en el supraespinoso. En etapas crónicas, para evitar empeorar el desgarro o lesión.
También electroterapia como ultrasonido, láser, corrientes interferenciales o microcorrientes, son
recomendadas

Fracturas

Podemos definir las fracturas como la rotura parcial o total de un hueso, o pérdida de la continuidad
normal de la sustancia ósea que puede suceder a causa de un golpe, una tracción o una fuerza mayor a la
intensidad soportada por el hueso.

Las fracturas se pueden clasificar de acuerdo a varios factores. Según su etiología se dividen en,
patológicas que son las que suceden cuando hay enfermedades tales como osteoporosis, tumor o cáncer
óseo. Las de carácter Traumáticas ocurren por traumatismo directo e indirecto. Obstétricas. Por fatiga de
marcha o estrés, también denominadas espontáneas, son aquellas en que la fuerza es aplicada en forma
prolongada e intermitente en el tiempo.

La principal causa de una fractura es una fuerza aplicada sobre el hueso, la cual supera la resistencia
elástica del mismo. Puede ser por dos tipos de mecanismos.
El primero es un traumatismo directo en la que la fractura es producida por un golpe directo y la energía
se transmite directamente entre la piel y las partes blandas, dentro de este mismo están las fracturas que se
producen por caídas.

El segundo mecanismo es el traumatismo indirecto, en estas el punto de aplicación de la fuerza está


alejado del foco de fractura, y las fuerzas aplicadas tienden a torcer o angular el hueso. Por ejemplo, la
caída de un jugador de fútbol, con rotación de la pierna, produce una fractura a nivel medio de la tibia y el
peroné, estando las fuerzas aplicada a nivel del pie fijo y de todo el cuerpo en rotación y caída.

Si la fuerza es aplicada paralelamente al eje de resistencia habitual del hueso, por ejemplo una caída de
altura de pie sobre las vértebras, resultando en una compresión del hueso, acortándolo, se denomina
fractura por aplastamiento.

Si la fuerza es aplicada sobre un punto de sujeción de estructuras tendo ligamentosas, desgarrando un


trozo del hueso, se denomina fractura por arrancamiento.

Los Signos y síntomas de una fractura comprenden la extremidad o articulación visiblemente fuera de
lugar o deformada. La Impotencia funcional, la Inflamación, , el Dolor intenso, la existencia de
entumecimiento y hormigueo, o la Ruptura de la piel con el hueso que protruye, el Dolor, la Pérdida de
los ejes, el Crépito óseo, y la existencia de una hemorragia o el Hematoma.

Para tratar una fractura se puede utilizar tanto métodos externos tales como yesos, férulas, molde de fibra
de vidrio, u otros dispositivos como los fijadores externos, que son unas barras por fuera de la piel unidas
a clavos finos en el hueso; como también se utilizan métodos internos como placas metálicas, clavos o
tornillos metálicos que ayudan a fijar y consolidar el hueso.

Las fracturas pueden tardar varias semanas o meses en soldar, esto va a depender del tipo de herida y del
cumplimiento de las instrucciones del médico por parte del paciente.

El dolor desaparece mucho antes de que el hueso esté lo suficientemente sólido como para soportar
actividades normales. Pero aún después de quitado el yeso se debe restringir las actividades hasta que
reciba indicación del médico para comenzar con las actividades normales.

Al tener el área de la fractura inmovilizar, los músculos alrededor de la zona estarán débiles, por lo tanto
se debe realizar una rutina de ejercicios de fortalecimiento a partir de que sea retirado el yeso o cualquiera
que haya sido el método utilizado. Deberá aumentar gradualmente las actividades hasta que esos tejidos
pueden funcionar normalmente y se haya completado el proceso de curación.

Para una sana y pronta recuperación será necesaria la intervención fisioterapéutica tanto para la indicación
de los ejercicios adecuados como para la rehabilitación por medio de electroterapia, agentes fisicos u otras
técnicas según sea el caso.

Recuerde nunca movilizar a una persona que presente una fractura, mucho menos si la misma presenta
una lesión en columna vertebral. Tampoco intente cambiar de posición el hueso deformado ni ninguna
articulación. Por último no pruebe la capacidad de movilización del hueso.

Lesiones Meniscales
El menisco es un cartílago situado en el interior de la articulación de la rodilla. Tiene forma semilunar y
su principal función es aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior
de la tibia. Este disminuye la fricción entre las superficies articulares e Interviene en la estabilidad a la
rodilla.

Cuando se habla de la lesión de uno o ambos meniscos, se habla del daño o ruptura de estas estructuras
como resultado de varios factores como fuerzas compresores, tracciones o una combinación de ambas.

En el movimiento normal de la rodilla, la flexión se acompaña de una ligera rotación interna de la tibia
sobre el fémur; en la extensión de rodilla hay una ligera rotación externa.

Con la flexión máxima de rodilla las porciones posteriores de los meniscos quedan comprimidas entre las
caras posteriores de los cóndilos tibial y femoral. La rotación interna del fémur sobre la tibia en esta
posición forzara el segmento posterior del menisco interno hacia el centro del espacio articular. La
extensión repentina de la rodilla puede ocasionar que quede atrapado su cuerno posterior y que se ejerce
tracción sobre el. El menisco interno sufre una lesión longitudinal, el lateral por su mayor movilidad
puede librarse de esa posición.

La extensión de la rodilla en posición de rotación del fémur sobre la tibia, jala al menisco lateral
ejerciendo deformación sobre el margen cóncavo interior del mismo, desgarrándose transversal u
oblicuamente.

También el menisco se puede lesionar en combinación de flexión y rotación externa de rodilla, quedando
el menisco aplastado, produciéndose un desgarro longitudinal, desplazando el fragmento interno del
cuerno posterior dentro de la articulación.

El paciente presenta Dolor intenso y repentino, Tumefacción o hinchazón horas después de ocurrida la
lesión En ocasiones la rodilla se bloquea de inmediato, pero esto puede ser momentáneo y reducirse por sí
solo. Derrame articular, Inestabilidad de la rodilla al caminar, Un chasquido audible

El tratamiento conservador, está indicado cuando la extensión es completa y no se ha podido establecer


un diagnóstico definitivo después de la lesión inicial. El derrame se eliminará con la aplicación de
crioterapia durante las primeras 24- 36 horas, seguido de termoterapia como por ejemplo en tanque de
remolino, compresas calientes, diatermia, infrarrojos, entre otros. Se debe evitar que la articulación
soporte peso.

Una vez reducida la lesión es necesario iniciar un programa de ejercicios de rehabilitación, evitando
flexiones acentuadas y actividades deportivas. El tipo de ejercicio y su aplicación exacta varía según el
grado de recuperación del paciente o de su estado post operatorio.

Si el paciente fue sometido a una cirugía inmediatamente luego de esta debe vendarse la pierna con un
vendaje compresivo y elevarse. A partir del segundo día se iniciarán los ejercicios de cuádriceps, los
cuales deben realizarse durante 10-15 minutos y repetirlos 3-4 veces al día.

Luxaciones

Una luxación o dislocación es toda lesión cápsulo-ligamentosa con pérdida permanente del contacto de
las superficies articulares, que puede ser total (luxación) o parcial (subluxación). En términos clínicos se
conoce como abartrosis o abarticulación.
Se produce cuando se aplica una fuerza extrema sobre un ligamento produciendo la separación de los
extremos de dos huesos conectados.
El hombro es la articulación más propensa a las luxaciones.

Presenta con Síntomas de Dolor intenso, que además aumentará conforme intentemos mover la zona, la
Impotencia funcional inmediata y absoluta de la articulación, el Hinchazón o la Inflamación, la
Deformidad. Si no hay rotura cápsulo-ligamentosa aparece un hemartrosis o sangre dentro de la cavidad
articular.

El Diagnóstico se hace mediante una exploración radiológica en los dos planos, en la que se ve la pérdida
de contacto permanente de las superficies articulares, total o parcial. Si bien, en muchísimas ocasiones se
evidencia por signos externos como deformidad, posturas especiales, etc. como el hombro en charretera
en el caso específico de la luxación de hombro.

Las subluxaciones son muy frecuentes en enfermedades genéticas que afectan al tejido conectivo como el
Síndrome de Ehlers-Danlos y el Síndrome de Hiperlaxitud articular

Una vez se inicia el tratamiento de fisioterapia, hay una exploración completa del paciente y valorar el
estado de la articulación afectada. Puede suceder que, aunque venga diagnosticado como una luxación y
que el fisioterapeuta piense que pueda haber una inestabilidad, encuentre una articulación rígida, debido a
la inmovilización, las complicaciones u otros factores asociado. Entonces deberá tratar por la rigidez
buscando un aumento del arco articular,disminuyendo el dolor, etc. También se puede presentar como una
articulación inestable y entonces habrá un buen refuerzo muscular dirigido.

Las reacciones fisiológicas de la luxación articular son el edema, el espasmo muscular y el dolor. El
tratamiento irá encaminado a resolver esto y recuperar la funcionalidad de la articulación. Por tanto,
independientemente del diagnóstico médico, el tratamiento de fisioterapia irá en función de la exploración
fisioterapéutica.

El objetivo principal del tratamiento de fisioterapia en las luxaciones es reeducar la sensibilidad articular
para que sea capaz de evitar nuevas lesiones, mediante técnicas de disminución del dolor y del edema,
Aumento de la amplitud articular (ROM), Refuerzo muscular dirigido y reeducación propioceptiva. Para
disminuir el dolor, podemos emplear las diferentes técnicas que hemos mencionado.

Contracturas musculares

Una contractura muscular es la contracción persistente e involuntaria de un músculo. Puede presentarse


como causa o consecuencia de un dolor, se da cuando el músculo no puede realizar un esfuerzo
correctamente, ya sea por que no esté preparado o por que este débil.

Las contracturas musculares son comunes, más no graves. Todos podemos diferenciar cuando tenemos un
músculo contracturado al sentirlo duro y doloroso al tacto o a la presión. Otras causas comunes como las
posturas estáticas, que hacen que el músculo esté en la misma posición por más tiempo del
adecuado. Esto hace que el músculo se fatigue por soportar cargas adecuadamente.

El Sedentarismo que provoca que los músculos no estén en condiciones óptimas de salud por lo que las
contracturas son más susceptibles ante cualquier esfuerzo. Y obviamente el estrés por la liberación de
elementos químicos que llevan a la contracción involuntaria y sostenida del músculo.
Existen dos tipos de contracturas unas que ocurren durante el esfuerzo, que son, las que se producen por
el acumulo de desechos metabólicos dentro de la fibra muscular. Y las que suceden después del esfuerzo.
En este caso las contracturas ocurren por el estiramiento de la fibra y/o su trabajo excesivo que hizo en el
esfuerzo, lo cual le produce lesiones y dolor.

Se recomienda realizar siempre un calentamiento previo al ejercicio de unos 10 minutos. Hay que estirar
correctamente después del ejercicio. Y recordar que hacer el ejercicio de manera progresiva. Para aquellos
atletas que entrenan con pesas, es recomendable que no levante más del peso que pueda resistir y
completar la serie. Se le indica que no mantenga una misma posición por mucho tiempo. En casos donde
el trabajo le exige estar sentado o de pie toda la jornada, tómese 5-10 min de cada hora para cambiar de
posición y hacer estiramientos ligeros.

Epicondilitis o codo de tenista

El epicóndilo está ubicado en la parte externa lateral de la articulación del codo y es el lugar donde se
insertan los músculos extensores de la muñeca. La epicondilitis, también conocida como “codo de tenista”
es una inflamación de las inserciones musculares en el epicóndilo del codo. La epicondilitis lateral afecta
también la bolsa humeral, el periostio y el ligamento anular.

Cuando la inflamación no es a nivel lateral, sino medial, es una condición que se conoce con el nombre de
"epicondilitis medial", "epitrocleitis o codo de golfista". En la epicondilitis el dolor puede aparecer a nivel
del codo e irradiarse por el brazo y zona de la muñeca. Estas patologías afectan con frecuencia a
deportistas pero también tienen incidencia en la población general.

El codo de tenista es una enfermedad que se presenta generalmente como consecuencia del sobreuso y
usualmente afecta el brazo dominante. Otra causa probable de la epicondilitis lateral es hiperplasia
angiofibroblástica al producirse microdesgarros y cicatrices en el origen muscular.

Tiene una mayor incidencia en personas que practican un mismo deporte que involucre el uso importante
de los brazos por varias horas al día. El realizar un esfuerzo repetitivo como en el caso de los obreros de
planta, o en trabajos de jardinería, secretariado o carpintería, los trabajos con máquinas vibratorias o en
los que cargan grandes pesos con los brazos. Las constantes Inflamaciones crónicas previas que han
ocasionado la presencia de calcificaciones, luxaciones etc..

Se caracteriza por presentar con manifestaciones clínicas de, dolor local o irradiado al brazo o a la
muñeca. Presentan con área de inflamación visible y palpable a unos 5 cm del epicóndilo lateral

Los objetivos del tratamiento no quirúrgico, al cual la epicondilitis suele responder bien, conlleva un
protocolo de protección de la articulación, la disminución de la inflamación con agentes físicos y el
fortalecimiento de los músculos y tendones.

Tendinosis

Se trata de la degeneración del tendón. Por lo usual la tendinitis afecta sólo una parte del cuerpo a la vez.
Puede ocurrir en cualquier tendón, pero generalmente afecta con mayor preferencia a cuatro zonas: de
hombro, muñeca, talón, codo.
Sus causas principales son el trauma directo, por consecuencia de una lesión subyacente, el exceso de uso
del tendón y la edad también interviene ya que con los años el tendón va perdiendo su elasticidad

En la etapa aguda se recomienda el reposo en conjunto con el uso de crioterapia, ya sea con bolsas de
hielo, cold packs, compresas frías, etc. En esta etapa no se debe aplicar ningún tipo de calor o masaje ya
que empeora el cuadro de inflamación y por ende la lesión.

La hidroterapia también se recomienda para producir analgesia. La hidroterapia en piscina con agua fría
es buena en las primeras etapas para disminuir inflamación y realizar ejercicios para mantener el rango de
movilidad. La terapia con infrarrojos es de gran ayuda en la etapa crónica así como la combinación de frío
y calor para aliviar y controlar inflamación.
En conclusión vemos que la fisioterapia deportiva es tan importante como un buen calentamiento o sesión
de estiramiento en tus entrenamientos, te ayuda a prevenir las lesiones más frecuentes en el deporte como
las que mencionamos y facilita la recuperación muscular efectiva del deportista.

Los deportes como el atletismo o el ciclismo requieren esfuerzo y control físico, mental y técnico.
Debemos entrenar de forma adecuada y cuidando siempre lo más importante, nuestra salud. La
prevención resulta fundamental si queremos que una lesión no nos frene ya que durante los
entrenamientos se pueden producir lesiones. El fisioterapeuta ayudará tanto a prevenir lesiones como a
corregir los malos hábitos en nuestros entrenamientos.

Si bien es cierto que la labor asistencial del fisioterapeuta es la más conocida es tratar y recuperar a los
pacientes que sufren unas lesiones, la prevención en la fisioterapia deportiva es la herramienta más eficaz
que tenemos a nuestro alcance. El fisioterapeuta nos ayudará a, controlar los factores de riesgo que nos
predisponen a lesionarnos.
Debe Realizar una valoración adecuada del deportista y su lesión. Parámetros como la higiene postural,
rutina de entrenamiento, cadenas musculares descompensadas. Para poder diagnosticar las lesiones que
previamente haya sufrido el deportista y que pueden presentarse como factores de riesgo en futuras
recaídas.

El terapeuta debe analizar el tipo de entrenamiento que está realizando y añadir o modificar ejercicios que
debemos incluir en el entrenamiento.

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