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Ricardo Sada Fernández. CURSO DE ÉTICA GENERAL Y APLICADA. México, 1997, Páginas 01
a la 08. (Lectura obligatoria)
CURSO DE ÉTICA GENERAL Y APLICADA
Ricardo Sada Fernández
México, 1997
Páginas 01 a la 08
LA CONCIENCIA MORAL
La conformidad de una acción con la ley natural o con el respeto a la dignidad de la persona, la
determina como buena o mala. Pero surge ahora una nueva dificultad: La ley Natural es
conocimiento Universal y las acciones son singulares.
La aplicación de la norma general a la acción singular se realiza a través del juicio a conciencia
moral.
Se dice también que la conciencia moral es una voz interior que nos manda con fuerza
hacer algo o evitar una acción.
La conciencia no es, pues, una potencia más, añadida a la inteligencia y a la voluntad, se puede
decir que “es la misma inteligencia cuando juzga de la moralidad de una acción, de
acuerdo a los principios primarios y secundarios de la ley natural
Esquemáticamente podría representarse así:
LEY MORAL
ACCIÓN CONCRETA
El acto de la conciencia, juicio práctico sobre la moralidad de una acción, puede intervenir de
una doble forma:
a. Antes de la acción, haciendo considerar al sujeto la relación que su acto tiene con la
ley moral y en consecuencia, la prohíbe o la ordena;
Es posible, sin embargo, “acallar” esa voz interior de pesar o remordimiento. Esto ocurre en
quienes el actuar inmoral se convierte en una situación ordinaria. Por ejemplo, el funcionario
que acepta sobornos cotidianos durante largo tiempo no tendrá sino un débil reclamo en su
conciencia actual, mucho menor que el que tuvo las primeras veces que actuó así. Se suele
hablar entonces de conciencia “endurecida” que, aun cuando no interpele al individuo en
cada acción, no por eso deja de suponer responsabilidad personal.
La conciencia moral está regida por la ley natural, por tanto no es subjetiva.
Por eso se dice entonces que la conciencia es norma próxima y subjetiva de la moralidad, y
la ley es la norma objetiva y remota.
Suele ejemplificarse lo anterior con el símil del barco que navega por el océano: tiene
como referencias exteriores a él (i.e., la ley) el puerto al que se dirige, la posición de
las / estrellas, las cartas de navegación, etc., y como referencia interior
(analógicamente, la conciencia) la brújula que le ayuda a determinar su rumbo.
También se entiende la acción de la conciencia comparándola con el modo de proceder el
árbitro en un encuentro deportivo, que aplica los reglamentos a situaciones concretas. El
árbitro hace un juicio en el que no puede dejar de aplicar las leyes (leyes que no son
establecidas en ese juicio, sino anteriores a él).
FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA
TIPOS DE CONCIENCIA
Buscando la mejor comprensión de los distintos modos en que puede presentarse el juicio de
la conciencia, se han establecido dos divisiones fundamentales:
“No resulta ético ofrecerle dinero al funcionario público para que incline a nuestro favor la
decisión del Concurso en el que participamos junto a otras compañías constructoras” (Id.)
Ejemplos de conciencia errónea: existe disconformidad entre la norma objetiva y el caso
particular: “ Como el soborno es práctica habitual entre mis colegas yo también puedo
aceptarlos”. Aplicación incorrecta de la ley natural al hecho singular.
“Ya que el paciente está sufriendo mucho, vamos a inyectarle una sobredosis de
tranquilizantes, para que muera” (Id).
La ignorancia afecta al entendimiento cuando éste valora la moralidad de las acciones. Si esa
ignorancia es vencible, es decir, si el sujeto pudo haberla evitado, pero no se preocupó de
buscar la verdad, (el bien), resulta culpable.
No lo es cuando se da una ignorancia verdaderamente invencible ( porque el sujeto ni
siquiera sospecha que su opinión es equivocada o sospechándolo, llegó a una solución
objetivamente errónea, a pesar de haber reflexionado estudiado, consultado, etc., sobre ese
asunto concreto)
b. En razón del tipo de asentimiento, es decir, según el grado de seguridad con que se
emite el juicio, la conciencia puede ser:
Hay obligación de actuar siempre con conciencia cierta, luego de una ponderación suficiente.
Decidir frívola y superficialmente - sobre todo en asuntos de trascendencia moral – es
siempre una actitud reprobable, ya que se acepta el riesgo de perder la dirección al fin último.
Por ello, es importante evitar los juicios realizados con conciencia dudosa, distinguiendo
siempre entre:
2. Llegar a una certeza práctica por el estudio diligente del asunto, la consulta a
quienes más saben, etc.
Ejemplos:
- Quién duda de haber o no saldado determinada deuda y no puede eliminar la duda de
ningún modo, debe pagar esa deuda.
Conciencia Deformada:
- El que tiene certeza de que el sujeto presentado por la conciencia es malo y lo asume,
quiere el mal (independientemente de que, de hecho, lo sea o no). Y ese modo de
proceder es siempre ilícito.
Ejemplo:
Si una persona adulta está segura (conciencia cierta) que tomar una copa de licor es en sí
mismo malo (cosa que, para un individuo sano, no lo es) y a pesar de eso la toma, actúa
CONTRA SU CONCIENCIA CIERTA, y por ello su actuación es ilícita.
Por ello, sólo la conciencia que aplica rectamente la norma de la moralidad al caso
concreto, es regla legítima de moralidad.
La invencibilidad del error es menos evidente mientras mayor cultura, nivel intelectual y
desarrollo familiar y personal alcance un individuo.
Ejemplo: