La infraestructura tecnológica en este ultimo siglo ha permitido que
cambiemos la tradicional forma de intercambio en cuanto a la información, es así que el volumen de datos que en la actualidad manejamos ha crecido de forma exponencial, tanto así que estos datos se manejan de forma digital lo cual permite a la sociedad y sobre todo las empresas, intercambiar copiosa información con mayor fluidez. Sin embargo tal intercambio de información tiene que ser debidamente controlado siendo menester analizar y hacer un seguimiento no solo sobre el origen y destino de los datos, si no también percatarse de las vulnerabilidades que tienen los medios de transmisión teniendo en cuenta que ningún sistema informático o red informática es segura. En ese entender pretendemos demostrar que los datos digitales utilizados de forma lícita constituyen una prueba digital dentro del ámbito penal y evidenciar los problemas que se presentan en la obtención y manejo que ello significa, debiéndose respetar la legalidad y licitud en la obtención de dicha prueba.